Gestion Del Efectivo ACA
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INTRODUCCIÓN
L
a administración financiera contemporánea establece tres importantes áreas de decisiones, presentes en toda
empresa: inversión, financiación y distribución de utilidades. La política de inversión es la más importante de
estas políticas financieras; observe cuál es la razón de esa importancia.
En toda empresa, los recursos son invertidos (activos) con el propósito de obtener los más altos rendimientos, lo
que expresado de una manera más conceptual significa que la gestión de activos debe generar utilidades y esas
utilidades deben convertirse en dinero.
Tales decisiones determinan la adquisición de equipos, maquinarias, inmuebles, terrenos y otros activos de larga
duración; la explotación de las capacidades instaladas generan la necesidad de adquirir activos para las operaciones
corrientes, o sea, adquirir materiales, consumir energía, utilizar mano de obra y realizar otras erogaciones relacionadas
con el negocio, así como conceder créditos a sus clientes, realizar pagos anticipados y otras operaciones, dentro del
ciclo operativo. La empresa también contrae deudas con sus proveedores, con los empleados, con el gobierno y con
otros acreedores con diferentes niveles de exigibilidad, que para sufragarlas necesita suficiente liquidez.
La inversión en efectivo y sus equivalentes, debe estar en condiciones de mantener la capacidad de pago necesaria
para el negocio, por lo tanto, la gestión del efectivo debe ser objeto de atención, proyección y control.
Las empresas necesitan invertir en efectivo, o sea, requieren mantener fondos en efectivo (que incluyen billetes y
monedas, depósitos a la vista y cheques no depositados). Como toda inversión debe devolver los más altos rendimien-
tos, sin embargo, en este caso los saldos de efectivo generalmente no producen beneficios para la empresa, pero
existen poderosas razones para mantener dichos saldos, como son las obligaciones de pago de bienes y servicios, el
pago de salarios a los trabajadores y otras obligaciones.
Dentro de la administración financiera a corto plazo, la gestión del efectivo es vital; su propósito fundamental es
mantener las inversiones en efectivo al nivel más bajo posible, de manera tal que la empresa pueda realizar las activida-
des de forma eficiente y eficaz.
Actualmente la gestión del efectivo se realiza en muchas empresas en un departamento de tesorería separado del
departamento de contabilidad; la tesorería depende de la dirección financiera y tiene como objetivo asegurar la
liquidez de la empresa y reducir sus gastos financieros.
Las responsabilidades de la tesorería de una empresa deben incluir la gestión de los flujos de efectivo, o sea,
gestionar los cobros y los pagos, estableciendo para los clientes políticas que incluyan el establecimiento de instru-
mentos de cobro para asegurar las entradas de dinero con mayor seguridad y el estudio de la situación financiera de los
clientes, medidas que permitan el otorgamiento de créditos de manera casuística. Lo mismo sucede con los pagos, lo
que implica negociar con los proveedores las mejores condiciones de pago en cuanto a tiempo y costo, evaluar los
descuentos por pronto pago, etcétera.
Otro aspecto en la gestión de tesorería es conocer con exactitud las transacciones bancarias en tiempo real o en
un corto período de tiempo. Para lograr esta estrategia, las empresas establecen sistemas informáticos de administra-
ción de efectivo, los cuales tuvieron un desarrollo muy importante en la década de los años noventas del siglo XX.
Estos sistemas permiten conocer la posición diaria de la tesorería, establecer liquidaciones automáticas de intereses
cuando se cumplan los plazos acordados, realizar de forma automatizada las conciliaciones bancarias, controlar las
condiciones acordadas con los bancos y compararlas con las aplicadas y, llevar a efecto proyecciones sobre la futura
posición de la tesorería.
Estos sistemas se complementan con la banca electrónica, la cual permite tener información en tiempo real o al día
siguiente, de los movimientos de las cuentas sin moverse de la empresa. Esta técnica agiliza notablemente la gestión de
tesorería, comunicando la posición diaria con la proyección futura y prevé las mejores alternativas de inversión o
financiación.
En todo este proceso no se puede olvidar la evaluación del riesgo implícito en todas las decisiones. La empresa
necesita gestionar los riesgos, tanto de tipo de interés como de tipo de cambio, para evitar pérdidas elevadas. Dicha
gestión debe incluir la evaluación de los posibles cobros o pagos en otras monedas diferentes a la moneda con que
opera la empresa; además, evaluar las futuras ventas o compras, según la cotización de la divisa.
Puede suceder que las importaciones sean más caras en una moneda que en otra, o que las exportaciones generen
ingresos más altos que los previstos, por tanto, es necesario evaluar cuál va a ser el impacto que distintas cotizaciones
puedan tener en los resultados de la empresa. Evaluar el importe que supone cada tipo de riesgo permite definir la
actitud de la dirección de la empresa frente a este.
Una buena gestión de riesgo supone la utilización de los instrumentos de cobertura de riesgo que existen en los
mercados internacionales (futuros, opciones, swap, seguros de cambio, etcétera).
DECISIONES FINANCIERAS.Una necesidad empresarial / 73
Déficit Superávit
Obtener Realizar
financiación inversiones
Equivalente a efectivo
Comúnmente se reconocen como equivalente a efectivo los valores negociables que las empresas mantienen en
cartera; tales valores son considerados como equivalente a efectivo porque por sí solos pueden ser utilizados como
medios de pago, y porque pueden convertirse en dinero en un periodo de tiempo relativamente corto.
En los últimos tiempos, los valores que se mantienen en cartera se han desarrollado muy rápidamente, facilitando
las transferencias de recursos líquidos de una mano a otra en el mercado de dinero, su caldo de cultivo por excelencia.
Una empresa podrá realizar inversiones a corto plazo en valores negociables siempre que disponga de efectivo,
incluso cuando conozca que tendrá que hacer uso de éste en fechas próximas para el pago de deudas que llegarán a su
vencimiento.
Para invertir en valores negociables se necesita disponer de exceso de efectivo sobre el saldo óptimo determinado;
también puede ser utilizado con este fin parte del efectivo destinado a cubrir el saldo óptimo.
La administración de la cartera de valores negociables requiere la evaluación de la relación existente entre el riesgo
y el rendimiento, con el objetivo de tomar las decisiones más acertadas. El riesgo supone la imposibilidad del emisor de
pagar el principal y los intereses a medida que van venciendo. El rendimiento deberá ser mayor a medida que el riesgo
sea mayor; el rendimiento también será mayor si se selecciona una cartera de valores balanceada, que incluya valores
que tienen diferentes grados de exención de impuestos.
La construcción de una buena cartera de valores requerirá tener en cuenta activos altamente líquidos, de plazos
relativamente cortos con altos rendimientos y riesgos variados.
Las alternativas más generalizadas para mantener una cartera de valores, provienen de las emisiones de valores de
los gobiernos y de emisiones privadas, y sus posibilidades de comercialización en un mercado financiero.
Existen muchos ejemplos de valores negociables que se emiten por los gobiernos, por los bancos más fuertes, así
como por otras corporaciones de negocios. Los principales son:
• Certificados de tesorería. Obligaciones que se subastan y se venden al mejor postor. Se venden con descuento
sobre el valor nominal y sus rendimientos son menores que los del resto de los valores por no tener riesgo
alguno, o al menos, casi ningún riesgo.
• Bonos de crédito tributario. Emisiones de los gobiernos, que vencen aproximadamente una semana después
de la fecha de vencimiento de los pagos tributarios trimestrales y son aceptados en pago de los impuestos por
su valor nominal, lo que los hace extremadamente atractivos.
• Bonos de tesorería. Bonos que tienen vencimientos originales durante un periodo de entre uno y siete años,
pero con un mercado secundario activo, lo que los hace atractivos. Virtualmente no tienen riesgo alguno, por lo
tanto sus rendimientos son bajos.
• Emisiones de agencias gubernamentales. Pagarés emitidos por agencias y corporaciones del gobierno, que no
son una obligación legal. Se aceptan fácilmente como valores de poco riesgo, mayoritariamente tienen venci-
mientos a corto plazo y ofrecen rendimientos ligeramente más altos que las emisiones de otros títulos guberna-
mentales.
• Papel comercial. Pagarés no garantizados emitidos por compañías de alta reputación crediticia, que tienen
vencimientos entre 3 y 270 días. Sus rendimientos son superiores a los de cualquier otro valor negociable, o al
menos, es lo que generalmente ocurre.
• Certificados de depósitos negociables. Evidencian depósitos a plazos con los bancos comerciales. Son comu-
nes los vencimientos a 30 días y sus rendimientos son mayores normalmente que los certificados de tesorería
y similares a los de papel comercial.
• Cartas de crédito. Las cartas de crédito se utilizan en transacciones comerciales internacionales. Se giran por
los importadores y se aceptan por un banco que asume el pago al exportador. Las cartas de crédito se comercia-
lizan con descuento en un mercado secundario y sus vencimientos oscilan entre 30 y 180 días, y sus rendimien-
tos son muy similares a los de certificados de depósitos negociables.
• Contratos de readquisición. No es propiamente un valor; es un convenio por medio del cual un banco o un
comisionista de valores vende valores negociables a una empresa con un contrato simultáneo de readquisición.
El plazo y el precio de readquisición se especifican previamente. De tal forma, el rendimiento para el vendedor
y el comprador se encuentran comprometidos, y por lo tanto, no tienen riesgo de fluctuación de la tasa de
interés. Los rendimientos son ligeramente inferiores que los que se obtienen con la compra directa de valores
negociables similares.
• Obligación internacional simple y eurobono. Las obligaciones de carácter internacional son títulos similares
a los de carácter nacional, es decir, una parte de un préstamo a largo plazo que ha sido fraccionado en partes
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iguales, reflejada en un título que puede ser endosado. Son títulos de gran liquidez, pues los bancos los toman
inmediatamente por su fácil colocación y ofrecen una gran seguridad.
• Aceptaciones bancarias. Giros a plazos (u órdenes por pagar), emitidos por una empresa de negocios (general-
mente un importador), y que han sido aceptados por un banco que garantiza el pago.
• Eurodólares. Depósitos a plazos, denominados en dólares en bancos de ultramar.
El efectivo disponible en caja y cuentas corrientes no produce rendimiento alguno, más bien tienen un costo
implícito y explícito, pero es necesaria su tenencia para el desempeño de la gestión empresarial. Existen variados
motivos para mantener un saldo óptimo de efectivo.
Saldo óptimo de
Incertidumbre Oportunidades
efectivo
Ciclo operativo
El ciclo operativo o ciclo de explotación, permite definir con cierta exactitud el capital de trabajo que debe operar
una empresa. En él se observa el periodo que media entre la adquisición de materia prima y el cobro por las ventas
efectuadas a los clientes, periodo en el que se produce todo un conjunto de salidas de efectivo que generalmente no
armonizan o no coinciden en el tiempo con las entradas de caja, razón que define la necesidad de poseer cierta cantidad
de efectivo para hacerle frente o poder liquidar las deudas que llegan a su fecha de vencimiento.
Todas las líneas de negocios no tienen el mismo ciclo operativo; el patrón o ciclo de flujo de efectivo no es igual
para todos los casos, deberá ser estudiado y definido con vista a mantener un saldo promedio de su cuenta de banco
suficiente, pero no excesivo.
El carácter cíclico de muchas empresas influye de forma determinante en los requerimientos cíclicos de efectivo
para enfrentar altos volúmenes de compras en determinados periodos, sobre todo los relacionados con el procesa-
miento de productos agrícolas. También, pueden generar grandes volúmenes de salida del efectivo en labores de
reparación y mantenimiento.
Estas características ocasionan que los requerimientos más altos de efectivo se produzcan en determinadas épocas
del año, así como los excesos de efectivo en otras épocas del año. Por tanto, el saldo óptimo de efectivo no puede ser
un indicador estático, debe definirse según cada negocio y para cada época del periodo de planeación.
Ciclo de caja
El ciclo de caja puede definirse como el tiempo que media entre los pagos efectuados a proveedores y empleados,
y las entradas de efectivo que se producen por los cobros de las ventas a clientes.
Se considera que este tiempo puede ser más largo o más corto, según el tipo de negocio, la habilidad y el poder que
se tiene para acortar el ciclo de cobro y alargar el ciclo de pago.
Las políticas y la forma de administrar el inventario pueden hacer más largo o más corto el ciclo de caja. En la medida
en que el ciclo de caja demore más tiempo en cerrarse, serán más altos los requerimientos financieros para cubrir las
necesidades de capital de trabajo, de lo que resulta una necesidad mayor de saldo de efectivo en banco para liquidar
las deudas que van creciendo a lo largo de dicho periodo.
76 / A. Demestre, C. Castells, A. González
La mayoría de las empresas no pueden conocer con exactitud en qué momento se producirán las entradas de
efectivo por las ventas que ejecutarán o por las ya
efectuadas. Incluso cuando las ventas ya han sido ejecutadas, si estas son a crédito se corre el riesgo de que el
cliente no pague en la fecha de vencimiento. Para cubrirse del riesgo de tal incertidumbre, la empresa debe crear
capacidades de pago que, aun cuando no reciba las entradas por ventas programadas o efectuadas, ella esté en
condiciones de pagar las deudas contraídas en sus fechas de vencimiento.
Existen empresas que prefieren satisfacer las necesidades de saldo óptimo provocadas por la incertidumbre de
entradas de caja, invirtiendo en activos equivalentes a efectivo.
Otras empresas, por lo contrario, tienen flujos de efectivo predecibles con gran exactitud, pero aun así necesitan
mantener pequeñas cantidades de efectivo para cubrir imprevistos y contingencias.
Las oportunidades de nuevos negocios se pueden vincular al carácter especulativo que pudiera tener una alterna-
tiva entre el efectivo y su utilización más eficiente en la compra de valores negociables que ofrecen un rendimiento,
contra el costo que supone mantener el efectivo en cuenta bancaria corriente.
Aprovechar las rebajas en precio que se ofrecen por diversas causas y que es común encontrar en el mercado, es
otra alternativa lucrativa para la que se debe crear capacidad de respuesta, así como aprovechar los descuentos
comerciales que ofrecen los proveedores cuando se ejecuta el pronto pago. Tanto el descuento por pronto pago como
las rebajas en precio, constituyen rendimientos obtenidos al hacer uso de la alternativa ofrecida, contra el costo que
supone no hacer uso de ellas.
No dejar escapar oportunidades de nuevos negocios que retribuyen a la empresa con rendimientos superiores al
costo de capital, significa la creación de capacidades de tesorería con que poder aceptar o hacer uso de tales alterna-
tivas lucrativas.
La posición de crédito favorable de una empresa puede lograrse, entre otros factores, cuando se es capaz de poseer
buena liquidez general e inmediata (prueba ácida), pero la razón de disponibilidad determina la solidez de la capacidad
que se tiene para pagar a corto plazo. Es primordial respetar los promedios ramales si se espera mantener una posición
crediticia favorable. Por tanto, las razones de liquidez brindan mayor cobertura crediticia cuando el efectivo y su
equivalente aumentan su participación con respecto al resto de los componentes del activo circulante. Esta es una
buena razón para mantener el saldo óptimo.
Las emergencias no pueden planearse, no se pueden predecir, lo que hace extremadamente difícil definir un monto
para cubrir posibles imprevistos o eventos de emergencias, pero es recomendable, en materia de negocios, estar
preparados para enfrentarlas. Las emergencias que demandan liquidez suelen ser frecuentes en muchos negocios, por
tanto no es desacertado aconsejar la inclusión de un por ciento de efectivo en cuenta corriente para hacerles frente.
EL PRESUPUESTO DE EFECTIVO
El presupuesto de efectivo proporciona una proyección de las entradas y salidas de efectivo que se producirán
durante un periodo de tiempo futuro. Permite conocer de forma anticipada los requerimientos de efectivo, así como los
excesos de efectivo. El conocimiento de ambos eventos es necesario con vista a la planeación del financiamiento a
corto plazo que deberá usarse para cubrir el déficit, teniendo en cuenta la premisa fundamental de la política de
financiamiento –menor riesgo y más barato–, y colocar convenientemente los excesos temporales de recursos mone-
tarios. Toda esta información es de alto valor en la administración del efectivo y por lo general se elabora para un
periodo de un año, aunque es común aceptar como correcto cualquier periodo futuro: un mes, un trimestre, un
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semestre, más de un año, etcétera. Si un presupuesto de efectivo es elaborado para un periodo de un año, es recomen-
dable hacerlo con una base mensual, para que quede bien diferenciado el flujo estacional de entradas y salidas de
efectivo.
Para la preparación del presupuesto de efectivo hay que elaborar previamente el resto de los presupuestos que le
sirven de insumo, tales como: presupuestos del área de producción, presupuestos del área comercial y mercadotecnia,
presupuestos del área de investigación y desarrollo, presupuestos del área de administración, y otros presupuestos
que sirven de base para el presupuesto de efectivo. El pronóstico de ventas constituye el insumo fundamental de este
presupuesto y se considera que es la base principal en la cimentación de todo el proceso de planeación financiera.
Las entradas y salidas de dinero proyectadas se pueden estructurar en tres niveles de actividades: a) actividades
de operación; b) actividades de inversión; y c) actividades de financiamiento, las que posibilitan el análisis por
separado de los diferentes flujos netos de efectivo, de manera tal que se facilite la proyección de la capacidad de la
empresa para generar flujos positivos a partir de sus operaciones de negocio, su capacidad futura para enfrentar los
pagos de las obligaciones con los suministradores y otros acreedores, el pago de los intereses e impuestos, así como
los dividendos del periodo; proyectar las entradas y salidas por actividades de inversión, compra y venta de activos
fijos, de inversiones financieras, así como la capacidad de captar efectivo proveniente del financiamiento externo,
préstamos bancarios, emisiones de acciones, emisiones de bonos, etcétera.
Operación
Efectivo Inversión
Financiación
Las operaciones que producen entradas y salidas de efectivo se relacionan fundamentalmente con las operaciones
de la empresa, pero existen otras transacciones no menos importantes, que producen flujos de efectivo y que se
relacionan con las inversiones y la financiación.
Ejemplo 4.1
OPERACIONES
Cobranza de las ventas 172 000
Pago de las compras 100 767
Pago a empleados y otros proveedores 69 415
Pago de intereses 7 247
Pago de impuestos 5 926
Total de pagos 183 355
FLUJO NETO EN OPERACIONES (11 355)
Como puede observarse, en este presupuesto se están proyectando flujos de efectivo negativo en las operaciones
corrientes de las empresas; es evidente que las entradas de efectivo por concepto de cobranzas serán menores que los
pagos previstos. Esta situación es totalmente desfavorable, pues una empresa tiene que ser capaz de generar flujos de
efectivo excedentarios, provenientes de sus operaciones corrientes. No se proyectan flujos por la actividad de inver-
DECISIONES FINANCIERAS.Una necesidad empresarial / 79
sión; esto denota que la empresa no está destinando efectivo para garantizar el crecimiento. La actividad de financia-
ción presupuesta un saldo positivo, donde la entrada de efectivo será por la vía del endeudamiento mediante un
préstamo a largo plazo, sin embargo se proyectan pagos por préstamos a corto plazo, otros pagos y dividendos, pero
estas salidas son menores que el préstamo recibido y quedará un flujo neto en financiamiento positivo.
Este flujo será capaz de cubrir el flujo negativo en operaciones y quedará un flujo neto de efectivo total de $ 13 516,
que sumado al saldo inicial en cuenta corriente dará un saldo final de $ 13 916, que excederá al saldo óptimo en $ 6 668,
mostrando un superávit en tesorería, que habrá de buscarle una colocación, o sea, invertirlo para obtener algún
rendimiento. El hecho de estar anticipando lo que va a ocurrir le da a la empresa la posibilidad de buscar las mayores
alternativas para tal exceso.
El presupuesto de efectivo se puede presentar hasta el saldo final en caja sin financiación o con financiación, que
son los dos modelos básicos para su elaboración. Se pueden confeccionar atendiendo a las entradas y salidas de
efectivo de forma general o subdividido por actividades de: operación, inversión y financiación, más o menos escalo-
nados, pero todos aplicarán la ecuación siguiente:
Entradas – salidas + saldo inicial = saldo final
Si se agrega el saldo óptimo, resultará el cálculo de los requerimientos o excesos de efectivo, quedando la ecuación
de la forma siguiente:
Saldo final – saldo óptimo = déficit o exceso de efectivo
Si se integran ambas ecuaciones para aplicar los dos modelos básicos de presupuesto de efectivo, se obtendrá el
siguiente procedimiento por fases de integración.
Entradas
Salidas
Saldo inicial
Saldo óptimo
Déficit = Exceso
+ –
Finaciación Inversión
= =
Ejercicio 4.1
Con los datos que se muestran a continuación, elabore el presupuesto de efectivo según el modelo básico mostra-
do anteriormente.
EMPRESA ALFA
Ejercicio 4.2
ACTIVO PASIVO
Efectivo 10 Cuentas por pagar 640
Valores negociables 18 Préstamo bancario 152
Cuentas por cobrar 526 Salarios por pagar 8
Inventarios 346 Total pasivo circulante 800
Total activo circulante 900 Documentos por pagar 192
Inmovilizado bruto 400 Total pasivo 992
Menos: Depreciación 110 Acciones emitidas 200
Inmovilizado neto 290 Utilidades retenidas 76
Gastos diferidos 90 Utilidades del periodo 12
Total de capital 288
VENTAS NETAS
Cobros: 40 (días de crédito)
? 67 % un mes después de la venta.
? 33 % dos meses después de la venta.
TOTAL DE COBROS
Compras:
? 90 % de las ventas del mes siguiente.
PAGO DE LAS COMPRAS
? 30 días después de la compra.
82 / A. Demestre, C. Castells, A. González
Nota: Esta hoja de trabajo permite calcular los cobros por ventas y los pagos por compras, de acuerdo con las
políticas fijadas por la empresa y por los acreedores. Esta información pasará al presupuesto de efectivo.
Comentarios:
La inversión de efectivo y en valores negociables debe disponer de una provisión para equilibrar los flujos de
entradas y salidas de efectivo; es necesario, además, tener un margen de seguridad que servirá para evitar los costos
en los que se puede incurrir si no se tienen suficientes fondos para satisfacer las necesidades actuales. En la gestión
del efectivo, la provisión básica es el saldo óptimo de efectivo, el cual debe determinarse por varios requerimientos
explicados anteriormente en este capítulo.
DECISIONES FINANCIERAS.Una necesidad empresarial / 83
Este saldo debe ser suficiente para cubrir las necesidades de transacciones de la empresa. Los flujos de entradas
provienen principalmente de los ingresos, de los préstamos y de las ventas de valores negociables. Los flujos de
salidas se encuentran representados por los desembolsos de efectivo. La cartera de valores negociables actúa como
una reserva o como una provisión de seguridad, contra las oportunidades y necesidades futuras.
Debido a que los costos de oportunidad aumentan a medida que se mantiene una mayor cantidad de efectivo, y que
los costos de transacciones o comerciales aumentan con menor cantidad de efectivo (por las frecuentes transferencias
de valores negociables a la cuenta de efectivo), debe existir algún nivel óptimo de efectivo y algún tamaño de transfe-
rencia que minimice el costo total de la gestión del efectivo.
Modelo Baumol
William Baumol es considerado como la primera persona en proporcionar un modelo de gestión de efectivo, donde
se incluyen los costos de oportunidad y los costos de transacciones o comerciales.
Su modelo permite determinar un saldo óptimo de efectivo:
Costo total de mantener saldos en efectivo = costo de oportunidad + costo de transacciones comerciales
El costo de oportunidad será el rendimiento que hubiera podido ganarse si el dinero que se mantiene en la cuenta
de efectivo estuviera invertido en valores negociables. El costo de transacciones o comerciales se encuentra repre-
sentado por los costos de oficina, costos de corretaje por la venta de los títulos negociables, etcétera.
Establecer fuertes saldos iniciales de efectivo disminuye los costos comerciales, pues serán menos frecuentes las
transferencias de valores negociables a la cuenta de efectivo, pero aumenta el costo de oportunidad porque al mante-
ner mayores saldos de efectivo se está dejando de invertir ese dinero en títulos negociables que brindan un rendimien-
to mayor, y el dinero en cuenta corriente generalmente no gana intereses, de ganarlos, las tasas son realmente muy
bajas.
Existe una expresión matemática que permite determinar el tamaño óptimo de la transferencia de efectivo (de valores
negociables a la cuenta de efectivo):
2SR
Q?
C
Esta fórmula también se utiliza para determinar la cantidad óptima de pedido en los inventarios. Partiendo del
principio de que todo en el activo se puede considerar como inventario, es válido usar dicha fórmula para determinar
el tamaño óptimo de la transferencia.
Esta expresión se obtiene de igualar el costo de transacción con el costo de oportunidad, con sus respectivas
ecuaciones y despejar Q, que es el costo mínimo de pedido o tamaño óptimo de la transferencia. El saldo óptimo será
el punto en que los dos se compensan entre sí.
Utilizando la fórmula en la gestión del efectivo, las variables significarán lo siguiente:
Q = tamaño óptimo de la transferencia de efectivo.
S = costo de transacción o comercial.
R = consumo total de efectivo para el periodo.
C = tasa de rendimiento extraído a la inversión del efectivo n valores negociables (costo de oportunidad).
Ejemplo 4.2
Q $ 6 324,56
Saldo óptimo ? ? ? $ 3 162,28
2 3
84 / A. Demestre, C. Castells, A. González
?Q? ?R?
? C ? ? ? S ?? ??
? 2? ? Q?
= 0,10 (3 162,28) + 20 (16)
= 316,23 + 320
= $ 623,23
La empresa deja de ganar $ 316,23 por mantener saldos de efectivo y las 16 transferencias que tiene que hacer en el
periodo, de valores negociables a cuenta de efectivo le cuestan $ 320,00, entonces el costo total será de $ 636,23.
El modelo Baumol se considera el más racional y sencillo para determinar el saldo óptimo de efectivo; su limitación
está en suponer la existencia de flujos de efectivo ciertos. Supone que no existen entradas de efectivo durante el
periodo y que los desembolsos se comportan sobre una tasa constante. Por tanto, sólo tiene en cuenta los saldos por
debajo del óptimo, o sea, solamente considera las transferencias en un solo sentido (de valores negociables a cuenta
de efectivo).
En la realidad, las fechas de salidas de efectivo difieren; pueden ser administradas parcialmente y los costos no se
pueden proyectar con seguridad absoluta. Además, la mayoría de las empresas experimentan a diario, tanto entradas
como salidas, y requieren un margen de seguridad en la cuenta de efectivo que les permita reducir la posibilidad de un
faltante de efectivo.
Modelo Miller-Orr
Este otro modelo fue diseñado para operar con la incertidumbre. Mertun Miller y Daniel Orr desarrollaron un
modelo que contempla flujos de efectivo, de entradas y salidas que fluctúan diariamente de manera aleatoria, es decir,
existen saldos por encima y por debajo del saldo óptimo de efectivo, por tanto, se hacen transferencias automáticas en
los dos sentidos. Cuando el saldo de efectivo queda por debajo del óptimo, se hará una transferencia de valores
negociables a efectivo; cuando el saldo de efectivo queda por encima del óptimo, se hará una transferencia de efectivo
a valores negociables para poner a rendir el exceso de efectivo.
DECISIONES FINANCIERAS.Una necesidad empresarial / 85
TÉRMINOS CLAVE
PREGUNTAS DE AUTOCONTROL