3.1 Medios de Contraste
3.1 Medios de Contraste
3.1 Medios de Contraste
Antecedentes
Los medios de contraste radiológicos (MCR) son sustancias químicas de moléculas complejas que,
inyectadas dentro del torrente sanguíneo, aumentan la densidad devasos y de tejidos,
permitiendo que contrasten de esta forma con las estructuras vecinas.
En los Estados Unidos, los MCR se emplean en alrededor de 15 millones de estudios anuales.
Sin embargo, la irrupción en la circulación por vía endovenosa de una sustancia extraña al cuerpo
humano, no siempre es totalmente inocua y puede producir reacciones no deseadas o
inesperadas, cuyos mecanismos no están lo suficientemente aclarados. Cuando estas reacciones
generan manifestaciones clínicas, se consideran como reacciones adversas. Desde el comienzo se
han informado distintas y variadas reacciones, algunas de las cuales conllevan expresiones
similares a las de origen alérgico, justificando que la Alergología desempeñe un papel de
importancia como especialidad clínica en el estudio de sus causas y prevenciones.
De cualquier manera, son tales los beneficios del uso de los MCR, permitiendo diagnósticos
médicos imposibles de obtener con otros métodos, que su utilización, lejos de disminuir, aumenta
cada día, habiéndose desarrollado ya medios de contraste para resonancia magnética nuclear
(RMN) y ecografía.
Reacciones adversas por inyección de MCR
Tóxicas.
Se producen por acción de la estructura química del compuesto sobre células de los vasos
sanguíneos, proteínas circulantes y sistemas enzimáticos, provocando cambios hemodinámicos en
dichos órganos y estructuras. Si bien pueden ocurrir en todas las personas, resultan más
frecuentes cuando existen enfermedades asociadas que puedan predisponer al daño renal o
cardíaco.
Tales reacciones están en relación con la cantidad de contraste inyectado y suelen ser reversibles,
salvo por daño grave en enfermedad preexistente. Las enfermedades asociadas con potencial
afectación renovascular son:
• Diabetes.
• Hipertensión.
• Colagenopatías.
• Policitemia.
• Mieloma múltiple.
Se añade la deshidratación como condición clínica que predispone a daño renal. Por eso se
recomienda siempre que los pacientes estén bien hidratados, como una manera sencilla de evitar
daño renal o clínico.
Pseudoalérgicas o anafilactoideas.
Son reacciones que ocurren en algunas personas por acción directa de los MCR sobre células del
organismo que almacenan mediadores químicos que, al liberarse, pueden provocar
manifestaciones de tipo alérgicas como urticaria, edema, asma, rinitis y shock.
Leves
Son las más frecuentes, con el 99% del total de las reacciones. Incluyen síntomas tales como
náuseas, calor generalizado y enrojecimiento de la cara. No necesitan tratamiento y ceden
espontáneamente en pocos minutos.
Moderadas
Significan el 1% del total de las reacciones adversas. Se presentan como urticaria difusa, edema,
broncoespasmo leve y vómitos. Requieren tratamiento en la Sala de Rayos. La flebitis química,
común a cualquier inyección endovenosa, se considera en este grupo, pero es de aparición tardía.
Graves
A partir de 1985 aparecen en el mercado productos de menor osmolaridad que los conocidos
hasta entonces, que tienen entre 1.500 a 2.000 mOsm/l. La mayoría de ellos no disocian en iones y
fueron llamados “no iónicos”, aunque no todos los son. Su osmolaridad varía entre 600 y 800
mOsm/l. Estos nuevos MCR presentan una tasa menor de reacciones adversas moderadas –hasta
la quinta parte para algunos autores–, aunque no existe evidencia que reduzcan las reacciones
graves y fatales.
Precauciones previas
Aunque no es posible descartar o asegurar la probabilidad de que ocurra una reacción adversa y
aun una fatalidad, se recomienda una serie de medidas para brindar mayor seguridad a los
pacientes. Éstas son:
En todos los casos, el paciente deberá brindar su consentimiento en legítimo uso de su principio
ético de autonomía, luego de que ha sido informado en forma suficiente y sin coerción acerca de
los riesgos, beneficios y costos que surgen del uso de los medios de contraste, así como también
de las medidas que se tomarán para evitar, hasta donde es posible, una reacción adversa de
cualquier tipo.
Los grupos con riesgo incrementado de sufrir una reacción adversa son:
• Pacientes que tienen una historia previa de reacción adversa moderada o grave por MCR.
• Pacientes que sufren otras enfermedades asociadas tales como diabetes, enfermedad cardíaca,
renal; y situaciones clínicas particulares, como la hipertensión arterial tratada con ß-bloqueantes.
De acuerdo con estas características, los pacientes pueden ser agrupados según su riesgo
potencial en:
• Grupo de riesgo bajo: cuando existan dudas en el interrogatorio o alguna de las causas de riesgo
mencionadas.
• Grupo de riesgo moderado: cuando se reúnen más de una de las causales o enfermedad
concomitante, antecedentes claros de atopía o reacción adversa moderada previa.
• Grupo de riesgo alto: cuando existan múltiples causales de riesgo y/o enfermedades de base o
razones de edad, que hagan riesgosa cualquier intervención médica. Se incluyen los antecedentes
de reacción adversa grave.
Se sugiere indicar premedicación en los otros grupos, en donde también será aconsejable el uso
de MCR de baja osmolaridad.
Para aquellos casos del Grupo de riesgo alto se deberán proponer métodos de diagnóstico
alternativos, que no utilicen contrastes, y si el riesgo es muy alto, aplicando un valor bioético que
es la objeción de conciencia, se podrá optar por no hacer el examen con inyección endovenosa.
Estas Sociedades consideran que las personas adecuadas para realizar la inyección endovenosa del
contraste
radiológico serían las más entrenadas para ello, pero advierten que es imprescindible la presencia
del Médico Radiólogo, quien evalúa cada caso para decidir la correcta indicación, el tipo y la dosis
de sustancia a utilizar y es responsable de la conducción del tratamiento frente a la eventualidad
de una reacción adversa.
Es de suma importancia detallar pormenorizadamente toda reacción, así como toda medicación
utilizada, confeccionando una breve Historia Clínica de Emergencia, para que quede constancia de
lo ocurrido.
La misma deberá ser entregada al equipo que continúe la atención del paciente o a los familiares.
Conducta médico-legal frente al uso de los MCR
La correcta utilización de todos los medios descriptos no evita un eventual accidente.
Toda reacción adversa, a la vez que genera angustia y preocupación tanto en quien lo sufre como
en el que lo produce, conlleva la posibilidad de una querella judicial (civil o penal). En ella, el
profesional involucrado debe demostrar que en su accionar no hubo error, desconocimiento o
descuido; esto es, en lenguaje legal, que no hubo impericia, imprudencia o negligencia. Esta
demostración debe ser sencilla, si corresponde al accionar habitual del médico, tanto en las etapas
previas como posteriores al accidente, porque ha respetado el siguiente decálogo:
Paso 2.
En caso de sospecharse que la víctima tiene una lesión en el cuello,
No se le debe inclinar la cabeza, sino colocar las manos al lado de las mejillas y halarle la cara
con los dedos índices hacia la persona que realiza la maniobra.
Luego, se examina dentro de la boca y se limpia con los dedos cualquier desecho que se
encuentre.
Paso 3:
Se inclina la cabeza de la víctima hacia atrás, se obstruye el paso de aire por la nariz tapándola
con los dedos
Se efectúa una inspiración profunda, se coloca la boca sobre la boca de la víctima y se exhala.
Este procedimiento se repite contando 4 segundos y se repite en el 5 segundo y
a medida que se exhala el aire, se observa si el pecho de la víctima se eleva.
Paso 5:
Se verifica el pulso de la víctima colocando los dos primeros dedos en su cuello, justo al lado de
la manzana de Adán.
Si la persona tiene pulso, pero aún no respira, se debe continuar con la respiración boca a boca
Se busca con la vista a alguien que pueda llamar a una ambulancia , sin dejar que la cabeza de la
victima se baje, Se alza la otra mano y se dice
Usted.(Señálelo y diga su seña particular Ejemplo: El de la camisa roja con lentes, Usted llame
inmediatamente a una Ambulancia y dígale que hay una victima que no respira pero tiene pulso, y
REGRESE)
Se debe continuar con la respiración boca a boca hasta que llegue la ayuda médica o la víctima
comience a respirar por su cuenta.
Este procedimiento se realiza de 12 a 15 veces mientras la persona que lo hace cuenta: mil uno,
mil dos, mil tres , mil cuatro y da la respiración etc.
Paso 6:
Después de 4 ciclos se verifica si hay respiración y pulso y se continúa con este patrón hasta que
la ayuda médica llegue o la víctima comience a respirar por sí sola.
UABJO
IMAGENOLOGIA