Entremos en El Silencio - Conferencias Neville Goddard
Entremos en El Silencio - Conferencias Neville Goddard
Entremos en El Silencio - Conferencias Neville Goddard
NEVILLE
Traducción de Marcela Allen
wisdom collection
ENTREMOS EN EL SILENCIO
Colección con las Conferencias de Neville Goddard
Copyright © 2017 Marcela Allen Herrera
Todos los derechos reservados
Wisdom Collection
“El Mundo que ve tu Imaginación es el Mundo Real”
PRESENTACION
I. IMAGINAR CREA
X. ESTADOS INFINITOS
CONFERENCIAS
DE
NEVILLE GODDARD
IMAGINAR CREA
Neville 03 -06-1968
Neville 12-05-1969
Neville 06-10-1969
Neville 1955
Neville 1953
Neville 21-04-1969
**************
Ahora estaré aquí las cinco noches la próxima semana. El lunes por la
noche será la noche práctica, y lo que será en las cuatro siguientes no lo sé.
Los títulos están aquí, pero cómo los presentaré, no lo sé aún. Pero la noche
del lunes será muy práctica. Yo llamo la de esta noche una práctica.
Ahora, ¿hay algunas preguntas, por favor?
Neville 07-03-1969
Neville 29-09-1969
Neville 22-03-1968
Muchas veces alguien me dice: "No creo que los demás te entiendan."
Me hicieron esta pregunta: Cuando usas la palabra ‘estado’, no creo que los
demás sepan lo que quieres decir, así que ¿puedes por favor explicarlo?' "Esta
noche lo intentaré.
Se nos ha dicho "Ustedes son hijos del Altísimo" (no sólo unos pocos,
sino todos nosotros). "Sin embargo, ustedes morirán como hombres y caerán
..." ... en infinitos estados de consciencia, porque los estados son aquello en lo
que caen los hijos del Altísimo.
Un estado es una actitud de la mente, un estado de experiencia con un
cuerpo de creencias con el que vives. Expresando siempre un estado, te
identificas con el diciendo: Yo Soy pobre o Yo Soy rico. Yo Soy conocido o
Yo Soy desconocido. Yo Soy querido o Yo Soy despreciado". Podría
continuar indefinidamente, porque hay infinitos estados en los que puede caer
un hijo individual del Altísimo.
Blake hizo esta declaración: "La eternidad existe y todas las cosas en
la eternidad, independiente de la creación, que fue un acto de misericordia.
Por esto se puede ver que no considero que el justo o el malo estén en un
Estado Supremo, sino que cada uno de ellos son Estados del Sueño en los que
el Alma puede caer en sus sueños mortales del Bien y del Mal ".
Cuando te encuentras en un estado o veas a un aparente otro en un
estado, no lo condenes ni lo alabes, porque todos los estados existen y ningún
estado es mejor que otro. Cada estado es una actitud, un estado de
experiencia con un cuerpo de creencias que un hijo individual del Altísimo
ocupa. Y si es hijo del Altísimo, ¿no somos hermanos de la Unidad Suprema?
¿Y no somos también miembros del cuerpo último que es Dios el Padre? Así
que los estados en los que caemos no pueden estropear ni de ninguna manera
frenar a nuestro ser inmortal que cayó.
Tu poder creativo no cayó voluntariamente. Fue la voluntad de tu
Padre que tú, su poder creativo, descienda y experimente estados. En el
capítulo 8 de Romanos, Pablo nos dice: "Se hizo sujeto a futilidad, no
voluntariamente, sino por voluntad de aquel que lo sometió, en esperanza”.
Hay unidad en Dios, pero Dios el Padre está hecho de dioses, los hijos. Así,
el poder creativo de Dios cayó en división y pasa a través de estados que, en
la resurrección, resultan en unidad. Como hijo del Altísimo tú puedes, en un
abrir y cerrar de ojos, moverte a cualquier estado, pero lo más probable es
que no te quedes allí porque un estado está compuesto por un cuerpo de
creencias. Si tú pasas el día pensando desde cierta base, un cierto cuerpo de
creencias, lo más probable es que te duermas esa noche en la misma creencia.
Sabiendo que puedes pasar a otro estado, otro cuerpo de creencias, puedes
tratar de moverte, pero debes persistir en permanecer en el nuevo estado hasta
que se vuelva natural.
Hay innumerables estados y el ocupante de un estado no es mejor que
el ocupante de otro, porque cada uno es un hermano en la más alta unidad y
todos son uno en el cuerpo de Dios el Padre. Pero el estado, la actitud de la
mente a la cual más constantemente regresas, constituye tu morada. Si vives
en la auto-compasión, expresarás el estado, pero al ocupar ese estado no serás
menos que uno que tiene ambiciones de entrar en la Casa Blanca, o en el
Vaticano como el Papa. El individuo que desea un estado ambicioso no es
mayor o menor que el que no sabe que está en un estado y permanece
sometido a el.
¿Cómo salir de un estado? ¡A través de la creencia! Debes creer en la
doctrina. Se te dice: "Todo lo que desees, cree que lo has recibido y lo
recibirás". Los preceptos de Cristo deben ser aceptados literalmente, porque
serán cumplidos literalmente. ¿Puedes creer en el precepto de que creer que
ya has recibido tu deseo lo hará surgir en tu mundo? Si es así, entonces esta
noche puedes cambiar las cosas que están sucediendo en tu mundo. Y si
puedes creer y persuadirte de que las cosas son como quieres que sean hasta
el punto de moverte realmente hacia el sentimiento de que son ciertas, serán
sentidas y vistas en tu mundo.
Debes sentir que tus deseos ya están realizados, que ya son
verdaderos, porque la verdad de cualquier concepto es conocida por el
sentimiento de certeza de que el pensamiento es verdadero. Asumiendo que
eres el hombre o la mujer que quieres ser, sabrás que realmente lo eres por el
sentimiento de certeza que inspira en ti, porque si te sientes seguro, actuarás
sobre el. Si no actúas no estás convencido, porque Dios en ti es tu propia
maravillosa imaginación humana y Dios está siempre actuando. Tú puedes
estar físicamente incapacitado, pero estás actuando siempre en tu
imaginación, que es Dios, el Padre de tu vida.
Por estados me refiero a las actitudes de la mente. El Nuevo
Testamento comienza: "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está
cerca, arrepiéntanse y crean en el evangelio". La palabra "arrepentimiento"
significa "un cambio radical de actitud". Tu actitud no necesita ser hacia otro,
sino una actitud respecto a sí mismo. Si sientes que no tienes nada por lo que
vivir, debes arrepentirte cambiando tu actitud radicalmente de ese estado. No
te condenes por el estado en el que has caído. Si no te gusta muévete hacia
otro. No te compadezcas de ti mismo, porque si lo haces, harás del estado un
hábito y permanecerás allí durante el resto de tus días en la tierra. En cambio,
tú puedes creer esta doctrina y salir de cualquier estado.
Permíteme ilustrar con esta historia. Un caballero, que asiste a las
conferencias, y su esposa se mudaron a su nuevo hogar en la playa.
Queriendo hacer algo de paisajismo, invitaron a cinco paisajistas a darles
ofertas. Dos ni siquiera hicieron una oferta debido a la ubicación de la
propiedad, pero después de elegir uno, fueron plantados el césped y jardines,
así también varios árboles. Dentro de seis meses habían muerto tres árboles.
Ahora, en lugar de enfadarse y llamar al hombre, exigiendo que los árboles
fueran reemplazados, mi amigo decidió poner a prueba su imaginación; así
que mientras estaba sentado en su automóvil, se imaginó que estaba apoyado
contra el árbol sano, mientras miraba a los tres que parecían estar muertos,
pero ahora eran sanos y hermosos. Entonces un día el paisajista vino a la
casa, preguntando sobre el jardín, especialmente por los árboles. Parece que
sus hombres habían utilizado demasiado nitrógeno en el fertilizante, lo que
causó que las raíces se quemaran. Al ver los árboles, regresó el martes
siguiente y los reemplazó de forma gratuita.
Este mismo caballero compartió otra experiencia conmigo, diciendo:
"Una mañana, en mi camino al trabajo, pasé por un edificio muy prominente
y me dije:" Me pregunto cómo sería trabajar allí? " Sin saber nada de la
compañía, jugué con la idea de que me ofrecieran un fantástico salario e
incluso imaginé viendo mi nombre en la puerta de la oficina. Ese mismo día,
mientras trabajaba, recibí una llamada de una agencia contratada para cubrir
los puestos ejecutivos de la empresa cuyo edificio había pasado y cuyo
empleo acababa de imaginar. La agencia estaba llamando para preguntar si yo
consideraría trabajar para su cliente. Estaba tan sorprendido al darme cuenta
de que la ley podría funcionar tan rápido, pero ahora sé que sí "
Tú no tienes que permanecer en un estado si has cometido un error.
Puedes cambiar los estados por la mañana, al mediodía y por la noche, pero
el estado al que más constantemente regresas constituye tu morada. Es a
partir de ahí que vas a vivir y perpetuar hasta que te muevas en el
pensamiento. Como Blake dijo: "El roble es cortado por el hacha y el cordero
es muerto por el cuchillo, pero su forma eterna permanece para siempre y
reproduce su forma externa por la semilla del pensamiento contemplativo".
El ser que realmente eres, descendió a la debilidad de la carne,
haciéndote experimentar el estado en el que estás ahora. Contempla otro
estado, y el mismo ser que trajo tu presente forma a la existencia, restaurará y
hará vivo el otro estado, el estado deseado. Esto lo seguirá haciendo hasta que
su propósito se cumpla. Ese propósito es seguir un patrón determinado de
regreso a la unidad del ser. Ya ves, en el principio fuimos obligados. No nos
ofrecimos voluntariamente a caer en estos estados. Fuimos sometidos a
futilidad, no voluntariamente sino por la voluntad de aquél que nos envió.
Pero cuando regresamos descubrimos que somos el mismo ser que nos
sometió. Ahora somos los hijos, destinados a regresar como Dios el Padre.
Ahora déjame compartir contigo una palabra que yo uso noche tras
noche. La palabra es “David” y significa “amante; amado” pero
específicamente “hermano del padre”. Todos somos hermanos, pero después
de mi resurrección y retorno a la unidad, David (hermano del padre) me
llamó Padre. Llegará el día en que David te llamará a ti también Padre, pues
él es el hermano del padre. Todos somos hermanos de la más alta unidad,
predestinados a resucitar en esa unidad que se rompió en nuestra caída en
división. Así que el nombre de David en el sentido más específico es “tío”. Si
David es el hermano del padre y cada uno de nosotros es un hermano en la
caída en la división, cuando resucitamos en la unidad David es el que revela a
todos como el Padre. La unidad se rompió por un propósito. El poder creativo
de Dios descendió a la experiencia de los estados para llegar a ser mayor de
lo que era antes del descenso. Teniendo unidad en el pensamiento, el poder
creativo cayó en la división y será resucitado de regreso a la unidad del
pensamiento una vez más.
Así que cuando hablo de estados estoy hablando de estados de
consciencia, actitudes de la mente que crean un cuerpo de creencias. Mi
hermana y mis hermanos en casa no creen en el mismo Cristo que yo, a pesar
de haber nacido todos en la misma familia y de habernos criado en el mismo
ambiente. Mis hermanos se llaman a sí mismos cristianos, pero su definición
de Cristo difiere de la mía. Desde su estado de conciencia ellos creen en un
hombre que vivió hace dos mil años, sin embargo, yo te diría que Cristo es la
sabiduría y el poder creativo de Dios que desciende a estados, resucita, y
regresa como el ser que lo envió. Llegará el día cuando comprendas todos
estos preceptos como siendo literalmente verdaderos. Aquí hay uno que se
encuentra en la primera epístola de Juan 3:2: “Ahora somos hijos de Dios y
aún no se ha manifestado lo que seremos, pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él”. ¿Cómo lo conoceremos?
Convirtiéndonos en lo que él es.
Los predicadores del mundo te dirán que cuando él venga, serás como
él en carácter, en tu actitud hacia la vida. Serás amable y considerado y
tendrás sus buenas cualidades, pero yo te digo: serás como aquel que está en
el fondo de tu alma meditándote. Esto lo sé por experiencia.
Fue en el año 1936 cuando vi la roca que las escrituras declaran como
el Dios que me dio a luz. Un día mientras estaba tranquilamente sentado en el
silencio, una roca apareció repentinamente ante mi vista. Luego se dividió e
igual de rápido se volvió a unir en la forma de un hombre sentado en la
postura del loto, meditando profundamente. Cuando miré más de cerca
descubrí que estaba viéndome a mí mismo meditando. Y entonces supe que
cuando se despertara yo no podría desaparecer, sino más bien sabría que yo
era él. Este llamado Neville que está frente a ti es su emanación. Él la trajo a
la existencia, y aunque le cortes su cabeza un millar de veces él restaurará su
forma eterna a través de la semilla del pensamiento contemplativo.
Nada deja de ser, porque todas las cosas existen en la eternidad y
pueden ser traídas a la existencia por este ser meditativo, que se ve
exactamente como tú, sólo que elevado a la enésima potencia de la majestad.
Nunca has visto tu cara lucir tan hermosa. Nunca la has visto contener tal
majestuoso poder, tal fuerza de carácter. Mirándose a sí mismo y sabiendo
que no hay otro, mientras brilla como el sol tú regresas al ser que él está
meditando en este mundo de mortalidad.
Cuando tengas esta experiencia no tendrás nada que ver con nadie que
afirme que él o ella es Cristo. No dejarás que nadie te disuada, ya que cuando
le veas serás como él. ¿Has visto alguna vez a alguien en este mundo que sea
exactamente como tú? Tus hijos pueden parecerse a ti, pero si pones una foto
de uno de ellos al lado de la tuya, sabrías que son fotos de personas
diferentes, ¿no es cierto? Nadie tiene las mismas huellas dactilares o el
mismo olor que otro. Pero cuando conozcas a la roca que te engendró y al
Dios que te dio a luz, le conocerás porque serás exactamente como él.
Cuando ves a este ser en la profundidad de tu alma estás viendo al que
descendió a estos estados, meditándose a sí mismo. Tú eres su emanación, su
reflejo actuando los papeles que él sueña. Y cuando él despierta de su
descenso y empieza a ascender, tú eres Él. No hay dos semillas de
pensamiento contemplativo en la profundidad del alma que sean idénticas.
Todos somos hermanos, y habiendo sido sometidos, cuando regresamos a la
unidad somos Dios el Padre. Ahora ves a quién se refiere la palabra “David”
– “el hermano del Padre”. Dios el Padre es mi hermano, que un día se
levantará y, llevándome de regreso a la unidad del ser, me llamará Padre.
¡Ése es David! ¡Ése es el juego! ¡Ése es el misterio de la vida!
Ahora volviendo al principio: todo es un estado. Puedes ser cualquier
hombre, cualquier mujer que quieras ser cuando entiendes el misterio de los
estados. Un estado es simplemente una actitud de la mente, un cuerpo de
creencias, una fase de la experiencia. Ahora bien, no seas como la luna, que
cambia de un cuarto, a una mitad, a tres cuartos y luego a luna llena – o como
la tierra que se repite una y otra vez estación tras estación. ¿Alguna vez has
notado que en ciertas épocas del año el mismo conjunto de circunstancias te
suceden? ¿Cada año está siempre muy caluroso cuando es tiempo de salir de
vacaciones o siempre te encuentras sin dinero cuando se acerca la Navidad?
¿o cuando comes fresas siempre tienes un sarpullido? Todos estos son
patrones creados en el mundo de los estados en el que todos vivimos.
Hay infinitos estados y combinaciones de estados en los que Dios, tu
propia maravillosa imaginación humana, cae. Afortunadamente hay un límite,
que llega cuando la infinita misericordia (que está dentro de ti) da un paso
más allá y se despierta a sí misma, y mientras lo hace, tú – el que ella puso en
la tormenta – despiertas, mejorado por el descenso a estos estados. Y regresas
como uno, trayendo tus dones que son el resultado de tus experiencias
viajando a través de estos estados. Traes tus talentos, de los cuales el mayor
es el arte del perdón, la capacidad de entrar y participar de lo contrario.
Cuando ves a alguien en desesperación ¿puedes representártelo a ti mismo
como a él le gustaría ser visto? ¿Y puedes convencerte a ti mismo de que lo
que ves es real? En la medida en que te convenzas a ti mismo él se convertirá
en ese hombre. Entonces habrás conquistado a través del perdón. Le habrás
sacado de un estado y colocado en otro.
Ahora, cada acto de bondad es una muerte en la imagen divina pues
en cada acto te sacrificas a ti mismo. Al darle vida a lo que ya no quieres ver,
mueres a eso y vives en lo que tú quieres ver, así que cada bondad hacia otro
es una muerte en la imagen divina. Al representarme a otros y persuadirme a
mí mismo de que ellos son como me gustaría que fueran, en la medida en que
me convenzo a mí mismo llegarán a serlo, y mientras llegan a serlo yo muero
a lo que anteriormente di vida. Yo vivía en lo que pensé que ellos eran, y
luego muero a ese pensamiento. Lo hice deliberadamente, así que yo mismo
lo sacrifiqué. Tengo el poder para sacrificarlo y el poder para levantarlo otra
vez. Sacrifiqué mi vida a propósito a aquello que vi, y la levanté para aquello
que quería ver, resucitando así a otro (que soy yo mismo) en un nuevo estado.
¿Con qué frecuencia debo hacerlo? Setenta veces siete o el tiempo que me
tome convencerme de que es cierto. Cuando sacrifico mi vida por otro él es
mi hermano, porque tenemos el mismo Padre. Como hermanos caemos en
estados y nos resucitamos a nosotros mismos en la unidad del Padre.
Así que el mayor talento, el mayor reto a superar, es el arte del
perdón. Por perdón no quiero decir un acuerdo verbal, dejando el recuerdo de
lo que fue perdonado. Para perdonar completamente, debo olvidar
completamente el evento. No importa lo que fue dicho, si me perdonas ni
siquiera puedes recordar lo que yo hice o dije. Sólo estando dispuesto a ver lo
que quieres ver, si te persuades a ti mismo de que ahora eres lo que quieres
ser, has olvidado lo que eras antes. Eso es el perdón.
El verdadero perdón es completo olvido. Blake nos dice: “El arte de
vivir es olvidando y perdonando”. Si no perdonas completamente no puedes
olvidar, porque perdonar es cambiar tu actitud hacia otro, y en la medida que
la cambias perdonas lo que ellos hicieron o dijeron, por lo tanto, ya no los
mantienes en el estado que les obliga a hacer lo que hicieron.
Mientras permanece en un estado, el hombre debe desempeñar el
papel que el estado dicta, y el hombre debe interpretar cada parte. Dios en su
infinita misericordia nos ha ocultado los papeles que hemos desempeñado,
porque el shock sería demasiado grande si fuéramos a ver los horrores que
hemos cometido mientras pasábamos a través de todos estos estados. Cuando
caes en un estado no puedes evitar actuar desde esa premisa, y puedes caer en
cualquier estado.
No te estoy diciendo que un estado es correcto y otro equivocado.
Simplemente te estoy pidiendo que juzgues todos los estados con amor. Si
alguna vez tienes alguna duda siempre haz lo que contenga amor. Entonces
sabrás que estás haciendo lo correcto. Si alguien se te acerca y te cuenta que
quiere un trabajo, no le preguntes cómo perdió su trabajo anterior,
simplemente escúchale decirte que ahora tiene un trabajo maravilloso. Haz
eso y le habrás sacado del estado de desempleo y lo habrás colocado en el
estado de trabajador bien remunerado.
Te insto a usar tu propio maravilloso poder creativo y
deliberadamente moverte hacia el estado de tu elección. Hazlo ahora
ocupando el estado el tiempo suficiente para que se sienta natural. ¿No has
tenido un traje que se sentía tan nuevo que estabas consciente de él a cada
momento? Sé que cuando me compré mi primer traje caminaba por la Quinta
Avenida pensando que todas las personas con las que me cruzaba sabían que
mi traje era nuevo. La gente que pasaba no me prestaba atención, pero yo era
muy consciente, muy consciente de mi traje nuevo. Eso es exactamente lo
que sucede cuando entras en un nuevo estado. Si el estado de riqueza es
nuevo, crees que todo el mundo lo sabe, pero nadie sabe o le importa si eres
rico o pobre, por lo tanto, camina en el estado hasta que llegue a ser natural.
En el momento en que el sentimiento sea natural, la riqueza es tuya.
Pagué treinta dólares por mi primer traje. Hoy en día un traje me
costaría doscientos dólares, pero sin importar el costo, cuando el traje es
nuevo soy consciente de el. Pero déjame llevarlo el tiempo suficiente para
sentirlo natural y ya no seré consciente de el. Lo mismo es cierto para un
estado. Es posible que desees el estado de fama. Si pensaras que eres famoso
y permanecieras consciente del estado el tiempo suficiente para hacerlo
natural, a medida que los pensamientos fluyen de ti llegarán a ser una parte
natural de tu cuerpo de creencias, y entonces el mundo proclamará tu fama.
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