Método Trazadores Ok

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

Método químico para la medición de caudales en

Canales abiertos, utilizando Solutos por el método de trazadores

Resumen

El presente informe se presenta con la finalidad de conocer y ampliar una metodología que nos
permita realizar el aforo o medición de caudal de tramos de corriente de agua y arroyos en donde
por sus características topográficas a veces resulta complicado medir el caudal por otros métodos
ya establecidos. El método presentado corresponde a uno de los métodos de aforo por dilución en
donde utilizamos como trazador un producto químico que puede ser: cloruro de sodio, Cloruro de
Litio, Yoduro de sodio, Nitrito de sodio, sulfato de magnesio, bicromato de sodio en cantidades que
no mantenga la dilución en el sistema a analizar y se realice en etapas donde no haya servicio de
agua potable.

En este método se vierte rápidamente a la corriente del arroyo en volumen conocido de una
solución concentrada que se elija y mediante la oportuna extracción de muestras aguas abajo de la
corriente de agua, se comprueba el paso de la “nube del trazador”, con la oportuna medición de
conductividad eléctrica junto al análisis químico del trazador. Integrando la curva de la gráfica de
concentración del trazador vs tiempo, es posible determinar el caudal de la corriente del agua en
litros por segundo (L/s).

Este método puede resultar útil en secciones de canal bastante estrechos o con aguas turbulentas.
INTRODUCCIÓN

El agua es esencial para la vida. El agua y a la vida son indispensables. La vida en el planeta se originó
en el agua. En algunas partes el agua es tratada con respeto, en otras su importancia es ignorada.
Se usa y se abusa de ella causando su destrucción, algunas veces por ignorancia y otras por falta de
comprensión.

El tema del agua siempre será de vital importancia, sobre todo cuando los asentamientos humanos
cada día son más grandes y las grandes ciudades requieren de mayores cantidades de agua. Es un
problema de todos. Es por ello que ante un panorama no muy claro, es de vital importancia
fomentar el estudio de este recurso, así como también buscar alternativas para su máximo cuidado.

En las corrientes y arroyos de montaña y en cauces mucho más pequeños, el uso de vertedores, de
molinetes o flotadores es prácticamente imposible debido a la topografía. En estos casos es mucho
más recordable el uso de una sustancia trazadora que tenga las siguientes características:

a) Se disuelve rápidamente en el agua de la corriente a temperaturas normales


b) No se encuentra normalmente presente en el agua del río o cauce o solo existe en
cantidades ínfimas
c) No se descompone en el agua del río, ni es retenida o absorbida por sedimentos, plantas y
organismos
d) Su concentración puede ser medida en forma exacta por métodos sencillos
e) Es inofensiva para el hombre, en las concentraciones que se utiliza menores a lo que
establece la norma Bolivia NB 512.

Esta sustancia debe poder medirse fácilmente y que no está presente en cantidades relativamente
grandes en la corriente de agua y sobre todo porque no se pierde por acción química, al combinarse
con otras sustancias presentes en el agua. Este método de aforo químico, básicamente consiste en
“soltar una cantidad conocida de partículas en una sección de la corriente de agua y medir el tiempo
que tardan en llegar a un punto de muestreo aguas abajo.”

En este método (o trazado), se vierte súbitamente un volumen determinado de una solución de


Cloruro de Sodio de concentración conocida (C) a la corriente de agua y a una distancia previamente
establecida aguas abajo se establece un control de muestreo a determinados periodos de tiempo,
para comprobar el paso del volumen total vertido agua arriba, ahora ya disuelto, formando una
especie de “nube del trazador”.

Esta “nube” expansiva del trazador (C) será prácticamente uniforme en todas las direcciones de la
corriente debido al fenómeno de la dilución. Así durante un espacio de tiempo determinado en el
punto de muestreo: la conductividad eléctrica y los sólidos disueltos totales (SDT), tenderán a
elevarse; lo mismo que la cantidad del trazador (C).

A medida que el tiempo avanza, estas concentraciones aumentaran hasta un punto máximo, para
de nueva cuenta disminuir hasta una cantidad relativamente igual a la medida antes de realizar el
trazado.

Al graficar el cambio de concentración del trazador con respecto al tiempo, durante un trazado de
una corriente de agua se puede obtener una gráfica como la siguiente:
Figura1. Variación de la concentración del trazador (C) con respecto al tiempo durante un trazado
sobre una corriente de agua.

En una sección del canal se adiciona un pequeño volumen de trazador (C) con una concentración
inicial. Si en el arroyo existiese una concentración del trazador (C), el perfil de concentración (C) en
el punto de muestreo, se comporta con el tiempo según se muestra en la figura 1.

La longitud aguas abajo puede cumplir la siguiente ecuación:

L=0.13*c*(0.7*c+6)*w^2/(g*d)

Donde w=ancho promedio de la sección

C: coeficiente de Chezy (15<C<50)

G: Gravedad

Así, un volumen (V) de solución del trazador de concentración conocida se “inyecta”


instantáneamente a la corriente de agua; la concentración del trazador en el punto de muestreo
será variable en función del tiempo. Si consideramos que la cantidad que se “inyectada” a la
corriente es la misma que pasa por el punto de muestreo.

Por la ley de la conservación de la masa se tiene. V1*C1=V2*C2 en el término V2*C2 la


concentración C2 cambiará con respecto al tiempo teniendo como resultado:

Como caudal es volumen sobre tiempo se tendrá:


Por lo tanto corresponde a la variación de la concentración del trazador (C) con respecto al
tiempo (dT) .Para evaluar la integral es necesario calcular el área bajo la curva de la figura 1, la cual
se puede hallar por métodos numéricos como el trapezoidal o Simpson 3/8 así poder determinar el
caudal requerido.

METODOLOGIA Y RESULTADOS

Para la medición de caudal por método químico, el utilizar un producto trazador usual, tiene la
ventaja: que puede ser detectado en una corriente de agua casi al instante mediante la utilización
de un medidor de un conductivímetro, permitiendo de esta forma estimar el caudal que circula. Sin
embargo tiene la desventaja que puede requerirse mucha cantidad sobre todo cuando se trata de
elevados caudales, lo que sería prácticamente inviable para caudales de muchos centenares de litros
por segundo; por otra parte, es un método que puede resultar mucho muy económico si se compara
con otras metodologías que requieren de otro tipo de trazadores y sobre todo del instrumental
requerido para esas determinaciones. Es por ello que la metodología aquí presentada, puede ser de
mucha utilidad para caudales relativamente pequeños; es decir, caudales que van hasta los 500
lt/sg.

Es muy importante, ubicar el sector de pruebas por encima de lugares que haya turbulencia, para
que el trazador se mezcle rápidamente con el agua. Este requisito es indispensable, ya que si la
densidad de la solución del trazador puede ser tan alta que en lugar de ser arrastrada por la corriente
se quede “casi inmóvil”, invalidando cualquier resultado. La distancia que tiene que recorrer el
trazador para que se mezcle perfectamente con el agua depende de la turbulencia. Antes de
inyectar la solución, es necesario calcular y estimar el tiempo de toma de muestra en el punto de
muestreo aguas abajo. Esto se logra con la adición de una pequeña cantidad de solución
previamente preparada de cualquier colorante vegetal. Con ello se estima el tiempo que tardara el
trazador en recorrer la distancia previamente establecida, así como también el tiempo en que se
tomaran las muestras.

Una vez establecido el tiempo de colecta de muestras, una persona “inyecta” la solución del
trazador, a la corriente de agua y en ese preciso momento, otra persona aguas abajo empieza a
tomar datos de concentración con un equipo que pueda registrar el tiempo o bien sacar muestras
de agua en pequeños frascos polietileno de 150ml. Las muestras de agua deben ser tomados cada
un determinado tiempo constante por ejemplo 30 segundos. Si se saca muestras, éstas deben ser
llevadas a laboratorio o si se prefiere utilizar técnicas a micro escala para la determinación del
trazador, esto puede realizarse “in situ”. También se puede sacar la concentración mediante la
medición de la conductividad eléctrica la cual se puede transformar por un factor a concentración
o bien también se puede hallar el caudal mediante la determinación de los sólidos disueltos totales
(SDT).
CONCLUSIONES

Este método químico que requiere de tres personas como mínimo para llevarlo a cabo.

Consiste en la adición controlada de un trazador químico (inerte con el medio) en un punto del canal
de aforo y seguir la dinámica temporal de su concentración o dilución en un punto aguas abajo. La
variación de la concentración del soluto o trazador con respecto al tiempo y sus respectiva gráfica
hacen del método un ensayo confiable para la medición de caudal en caudales menores a 500 lt/sg.

El método de aforo químico o también llamado integración, permite estimar de una manera
relativamente sencilla, el caudal en pequeños arroyos, que pueden resultar un tanto complicados
por otra metodología.

1) Inyectando un volumen determinado de una solución del trazador y tomando muestras a


intervalos de tiempo iguales en un segundo punto de muestreo, ubicado algunos metros aguas
abajo. Esta distancia dependerá básicamente de las condiciones del canal o caudal que se pretende
medir. En el punto de muestreo colectar en frascos de polietileno las diferentes muestras de agua.
El número de muestras a utilizar, es un factor importante de considerar; entre más número de
muestras (n) sean tomadas, la integración de la curva será mucho más precisa. Sin embargo el
trabajo de laboratorio, para la determinación de cloruros aumentaría.

2) Inyectando el volumen de solución del trazador y tomando muestras aguas abajo a intervalos de
tiempo establecidos y ahí mismo “in situ” realizar las medidas de conductividad eléctrica como
sólidos Disueltos Totales, por medio de un conductivímetro portátil. En la práctica esto será mucho
más sencillo.

Como se ha observado en el resultado de la medición de caudales utilizando las dos metodologías,


hay una pequeña variación entre ellas; por lo que es aconsejable el uso de las dos y al final obtener
un caudal promedio. Sin embargo a veces las condiciones de muestreo y trabajo de laboratorio
requerían de mayor tiempo y una logística más complicada. La decisión de utilizar una o las dos,
quedará bajo el punto de vista de los operadores y del resultado que se pretende obtener. Como lo
hemos establecido en el anterior desarrollo, consideramos que la metodología es aplicable, bajo
aquellas condiciones en las que otra metodología resulta complicada, y no perder de vista también
el bajo costo que está metodología requiere. Se debe buscar un trazador que no afecte el entorno
natural, ya que se trabaja con una pequeña cantidad de solución, que al ser introducida a la corriente
del arroyo, se diluye aún más, sin representar algún riesgo en especial luego de colocar en
condiciones el vertido a la red de distribución del agua potable..

También podría gustarte