Estrategias Alimentacion Saludable
Estrategias Alimentacion Saludable
Estrategias Alimentacion Saludable
Estrategias para una alimentación saludable
Los buenos hábitos alimenticios pueden ayudarnos a
prevenir algunas enfermedades.
La importancia de la educación
Se aprende el gusto por los alimentos hipercalóricos, se aprende a modificar el apetito de
manera que cualquier situación y cualquier hora nos incite a comer y se aprende estilos de vida
sedentarios.
Por lo tanto, es importante por un lado conocer qué alimentos y proporciones de alimentos son
las adecuadas para tener una alimentación saludable, y al mismo tiempo, es necesario conocer
cómo se instauran los hábitos alimenticios para poder corregir sus posibles vicios y prevenir las
conductas que pueden conllevar riesgos para la salud.
Las conductas alimenticias aprendidas durante la infancia influirán significativamente en el estilo
de alimentación que tendrá la persona durante el resto de su vida. Lo que destaca el papel
importante que tienen los padres o responsables del cuidado de los niños en instaurar pautas
saludables a sus niños.
Hay que tener siempre presente que la educación requiere constancia, tiempo y plazos,
calma y sobre todo actuar con ejemplo en consonancia con lo que se intenta trasmitir.
Cómo hacer que desayunen: convertirlo en la mejor manera de empezar el día
Las prisas o falta de tiempo por las mañanas y el poco apetito al despertar son las primeras
causas de que los niños y jóvenes no desayunen correctamente. Sin duda, este comportamiento
afectará negativamente al rendimiento escolar e incluso, puede ser el origen de enfermedades
como la obesidad infantil y juvenil o dolencias cardiovasculares y mayor riesgo de padecer
determinados tipos de cáncer en la edad adulta.
El desayuno ideal se compone de una parte de lácteos, hidratos de carbono y fruta.
Aspectos importantes a tener en cuenta para fomentar un adecuado hábito durante el
desayuno:
Es importante dedicarle atención y tiempo al desayuno. Intenta reservar al menos 15
minutos para el desayuno durante las mañanas antes de salir de casa. Tómatelos con
tranquilidad, desayuna sentado y en una situación lo más apaciguada posible.
Si es posible, desayuna con tus hijos, actúa como modelo. Los niños tienden a imitar las
conductas de sus cuidadores. Recuerda que desayunar es tan importante para los niños
como para los adultos.
Elige alimentos saludables y apetecibles para los niños, será más fácil que los coman.
Cuida el aspecto y la presentación de los alimentos. Si dispones de recipientes divertidos para
los niños, úsalos para el desayuno. La comida les resultará más atractiva.
Premia las buenas conductas de los niños, sobre todo aquellas que supongan un esfuerzo
para ellos. Es suficiente con mostrar entusiasmo y alegría ante los logros. Palabras como
“¡Qué bien Marta!” o una muestra de afecto cuando Marta se tome la leche con los cereales
o el zumo de naranja, pueden provocar un gran efecto en la educación.
Si tus hijos no se terminan todo el desayuno, pueden llevarse los alimentos que no se hayan
acabado al colegio.
Cuando el niño se resista a desayunar o a tomar aquellos alimentos más saludables, hay que
intentar ser persistente, regular y no ceder ante sus primeras negativas. Sin embargo, hay
que evitar los continuos castigos para que el desayuno no resulte una situación
desagradable. Las actitudes responden mejor a estímulos positivos y mal a los negativos.
El desayuno puede ser un buen momento para empezar el día, para llenarse de energía
y vitalidad.
Los cambios son más sencillos cuanto más pequeños sean tus hijos y sin duda creamos
unos hábitos sanos desde la infancia que posiblemente permanezca a lo largo de la
vida.
Más fruta y verdura... ¿pero cómo?
Poco a poco se está perdiendo el hábito de tomar fruta y verdura diariamente, algo muy erróneo
dado que tomar fruta y verdura supone un seguro para la salud, además de una gran cantidad
de beneficios y aportes necesarios de vitaminas, minerales y fibra.
Se recomienda consumir 3 o más piezas de fruta al día y 2 porciones o más de verduras,
preferiblemente fresca y variada.
Para hacer más atractivo el consumo de frutas y verduras a tus hijos, te sugerimos:
Actúa como ejemplo. Siempre será más fácil y eficaz que al mismo tiempo que sugerimos a
nuestros hijos comer frutas y verduras, las comamos nosotros también.
Presentar la fruta y verdura de forma apetecible. Limpiarla, cortarla, colocarla de forma
divertida, presentarla en diferentes formatos (fresca, en compota, en puré, asada…).
La verdura puede ser el acompañante perfecto de un plato de carne o pescado. De esta
forma, puede resultar más apetitoso.
La verdura también puede prepararse con otros alimentos más sabrosos que la condimenten
como beicon, piñones, huevo.
Ofrece a tus hijos verdura y fruta variada, de diferentes colores. Si desde pequeños
acostumbran su paladar a diferentes sabores, es más probable que cuando sean adultos
consuman alimentos variados.
Las características de la mayoría de las frutas (individuales, no requieren de recipiente, ni de
condiciones físicas especiales) permiten su consumo en un gran número de situaciones.
Anima a tus hijos a que se lleven fruta al colegio como tentempié de media mañana.
Uno de los aportes importantes de la fruta es la glucosa. Por este motivo, se convierte en un
buen complemento para las meriendas.
Incluye en todas las comidas una porción de verdura: como acompañante del plato principal,
como entrante en una ensalada, como un ingrediente más de un plato de pasta o de un
asado, en una pizza, etc.
Si los niños no tienen mucha hambre durante la comida, no permitas que el alimento que
siempre se dejen sea la verdura o fruta y únicamente se coman lo que más les gusta.
Explícales que la verdura o fruta son alimentos importantes para crecer, estar sano y que no
son optativos.
Felicítales por las buenas conductas, por ejemplo, cuando se coman toda la verdura y la fruta.
Con una sencilla muestra de afecto o alegría será suficiente.
Intenta que el consumo de fruta y verdura no se convierta en una situación desagradable.
Evita los numerosos castigos y peleas. Te aconsejamos una buena dosis de paciencia y
constancia para conseguir tus objetivos.
Aspectos a tener en cuenta durante la comida
A la hora de comer hay que tener en cuenta ciertos aspectos que harán más sencillo comer
sano:
Muchas veces debido al ritmo de vida de hoy en día, comemos
Dedica un tiempo mientras realizamos otra actividad al mismo tiempo (de camino al
trabajo, colegio, mientras se trabaja…). Este hábito poco sano no
exclusivo para nos permite atender a la conducta de comer, por lo que comemos
comer, sobre todo más y más rápido, sin darle mucha importancia a qué comemos,
sino más bien a lo compatible que sea lo que comemos con la
en las comidas actividad que estamos realizando. Es en estas ocasiones, cuando es
principales habitual recurrir a la comida rápida o preparada que resulta casi
siempre poco saludable.
Si se recurre a la comida como elemento de premio o de castigo, es
Evita premiar o normal que se asocie que tomar determinado alimento es un
castigar con premio y otros un castigo, por lo tanto, se tenderá a ingerir aquellos
alimentos más gratificantes, que normalmente son más calóricos y
comida poco saludables.
Cada vez más en muchos hogares se come delante de la televisión.
Evita ver la Cuando esto sucede, se atiende más al programa de la televisión
que a lo que comemos y a las señales de saciedad que envía el
televisión cuerpo, provocando que comamos más. Además, con esta conducta
mientras se come asociamos la televisión con comer, y cada vez que veamos la
televisión puede ser que nos apetezca comer.
En nuestra sociedad cada vez es más frecuente que se coma en
soledad, muchas veces porque los horarios de cada miembro de la
familia no coinciden o porque se prefiere realizar una actividad
Procura que los mientras se come (estudiar, jugar con el ordenador,…).
niños coman en Con más frecuencia encontramosniños y jóvenes que comen solos
compañía de debidos a las ocupaciones de sus padres, lo que puede afectar
negativamente a su alimentación, ya que para que coman, los
adultos padres tienden a prepararles las comidas que más les gustan en
lugar de alimentos más sanos que les desagradan (verduras,
hortalizas, legumbres…).
Una comida de calidad: la preparación de los alimentos.
Los hábitos de la dieta y las técnicas culinarias son una parte importante de nuestra cultura. No
podemos olvidar que el hecho de comer no sólo se hace por salud, sino también por placer, y el
modo de preparar los alimentos influye directamente en el sabor de los mismos.
Dentro de estas técnicas culinarias destacan la fritura, la cocción y el asado.
Es aconsejable preparar las verduras al vapor ya que así conservan el máximo de vitaminas y
sales minerales. La pérdida de vitaminas y sales minerales durante la cocción puede aumentar
por varias causas:
Mayor superficie en contacto con el agua (mayor pérdida por las hojas y menor por las
raíces).
Por el tiempo de cocción y el volumen de agua empleado.
Número de aguas que se utilicen en la cocción.
Con respecto a la fritura conviene tener en cuenta diversos aspectos:
No toda la grasa empleada para la preparación del alimento se consume, tan sólo se
consume aquella que ha penetrado en el alimento en el momento de freírlo.
Si el aceite de fritura no se sobrecalienta, no se producen sustancias tóxicas
El proceso de fritura produce cambios cualitativos importantes en la grasa de los
alimentos, es decir, la composición de los ácidos grasos del aceite y de los alimentos
cambia, ya que, los ácidos grasos saturados de los alimentos pasan al aceite y los ácidos
grasos monoinsaturados del aceite de oliva pasan a los alimentos.
Es importante no abusar de alimentos fritos o asados a la parrilla, ya que la fuente de calor
alcanza temperaturas muy altas, por lo que los alimentos se queman con mayor facilidad, y se
producen benzopirenos (sustancias cancerígenas).
Los niños también pueden ser cocineros
Normalmente cuando preparamos las comidas los niños no suelen participar, por diferentes
motivos como que requiera de ciertas acciones que pueden ser peligrosas para los más
pequeños (uso de cuchillos, fuego…). Sin embargo hay algunos platos o alimentos que son
sencillos de preparar para un niño sin que entrañen peligro y que le pueden beneficiar.
Si implicamos a los niños en la preparación de las comidas y les dejamos escoger el modo de
presentación o entre ciertos ingredientes:
Despertaremos su interés por los alimentos.
Será más probable que coman bien esos alimentos que han preparado.
Aprenderá a combinar ciertos ingredientes, los componentes de una comida saludable o
las variedades que existen de preparación.
Potenciaremos su creatividad.
Le enseñaremos qué alimentos son adecuados para cada comida o momento del día.
Es importante considerar algunas pautas a la hora de hacerles partícipes:
Al principio, cocinad algo sencillo, con tiempos de preparación cortos y en los que ellos
tengan cierta libertad para decidir qué alimentos elegir o cómo presentarlos. A medida
que vayan participando en la cocina y dependiendo de la edad, podemos ir variando los
alimentos, preparar comidas más elaboradas y darles más responsabilidades.
Cuando cocinéis, intenta que sea una situación lúdica, divertida y entretenida. Se pueden
realizar formas divertidas con los alimentos que gusten a los niños. Evita las disputas, riñas
o castigos durante estas actividades, sino puede convertirse en una actividad
desagradable tanto para los niños como para los adultos, provocando una reacción
contraria a la buscada.
Algunas recetas para realizar con niños:
Ensalada de frutas.
Verdura y hortaliza animada (zanahorias, tomates, berenjenas con
formas de animales u objetos) para acompañar algún plato de
carne o pescado.
Batido de yogur con frutas.
Naranja con azúcar.
Macedonia.
Ensalada verde.
“Pa amb tomàquet”.