Sustantivos y Sus Sufijos
Sustantivos y Sus Sufijos
Sustantivos y Sus Sufijos
El Nombre o Sustantivo
El sustantivo también conocido como nombre es una categoría gramatical (clase de palabra)
que sirve para denominar a las personas, animales y cosas concretas o ideas abstractas; son
unidades de pensamiento autónomas que reciben directamente la acción del verbo admitiendo
acompañantes (artículos u otros determinantes) y adjetivos calificativos que concuerdan con
él en género y número.
El sustantivo al ser una palabra variable está sujeta a modificaciones en su forma, es decir, es
susceptible de aceptar modificaciones al interior de su estructura; es por esta razón que al
lexema gat-, (de la palabra gato) se le puede anexar el morfema sufijo diminutivo –ito, o el
aumentativo –azo, resultando: gatito, gatazo.
Sin embargo, no todo sustantivo está dotado de un lexema, porque hay sustantivos carentes
de él. Por ejemplo: ají, pared, sol, etc.; estos vocablos no portan lexema, pero sí son palabras
variables porque se puede decir, ajíes, paredes, solazo, etc.
1.1. Género del sustantivo.- Según el Esbozo[1], los sustantivos se clasifican de acuerdo
a su género, en masculino y femenino; se considera que la presencia de la terminación –o, es
característica de los sustantivos masculinos y la terminación –a de los
femeninos: alumno /alumna.
Sin embargo, el género gramatical masculino/ femenino de los nombres o sustantivos es
arbitraria y no sólo se presenta con las terminaciones –a para el femenino y –o para el
masculino, sino que también puede presentar otras terminaciones.
Para el estudio y comprensión del género se presentan cuatro grupos: 1) masculinos en –o/
femenino en –a y otras terminaciones, 2) de género común, 3) epicenos, 4) ambiguos.
1.1.1. Masculino –o/ femenino –a/ y otras terminaciones.- Efectivamente, hay un grupo de
sustantivos donde la presencia del género está marcado por el morfema –o para el masculino,
y el morfema -a para el femenino: gato/gata. Pero también, hay aquellos que presentan
diferentes terminaciones, y sólo se reconoce su género cuando se le antepone un artículo. Los
presentamos en tres grupos. a) en consonante, b) en vocales átonas y c) en vocales tónicas.
b club …….
d ataúd ciudad
j reloj ……
l árbol cárcel
m álbum ……..
n corazón razón
r amor flor
s país bilis
x clímax .......
z arroz paz
a drama cena
e mensaje costumbre
i taxi pepsi
o alojamiento mano
u espíritu tribu
c) Los nombres o sustantivos, y sobre todo los masculinos, también terminan, aunque con
menos frecuencia, en vocales tónicas: –á, -é, -í, -ó, -ú.
á maná mam
é taropé ---------
í maní ---------
ó bongó ...........
ú bambú ...........
El hecho de que determinado sustantivo sea de género masculino o femenino, obedece, en
términos generales, a la influencia del género de la lengua madre de donde proviene el
sustantivo, (por ejemplo, copa es femenina porque se origina en el sustantivo femenino
latino cuppa); pero puede deberse también a la influencia de otro sustantivo con el cual está
relacionado, ya sea por su sinónimo (por ejemplo, lumbre, era neutro en latín, pero es
femenino en español por influencia de su sinónimo femenino luz); ya sea por estar englobado
en éste como su término genérico (por ejemplo, lunes es masculino o por influencia del
sustantivo genérico masculino día)[2].
-n : barman, guardalmacén.
Existen, además, otras terminaciones muy diversas para el género común: capataz, comensal,
concejal, cónsul, general, juez, oficial, prez, réferi.
1.1.3. Epicenos.- Este grupo de sustantivos cuyo único género gramatical expresa los dos
géneros, es decir, que con el mismo nombre o sustantivo puede referirse tanto a machos
como a hembras, a varones o mujeres. Por ejemplo: ballena, si bien posee el género
gramatical femenino, este término está referido indistintamente al macho y/o hembra; lo mismo
sucede con búfalo, a pesar de poseer el género gramatical masculino, con este vocablo se
usa para ambos sexos.
Las terminaciones características de estos sustantivos son: –a,-e, -o, (átonas): alpaca,
liendre, armiño, en: –é, -í, ú (tónicas): chimpancé, tapetí, pacú, y las consonantes: –z, -
n: avestruz, halcón.
Hay también un gran número de sustantivos que son considerados de género común, porque
poseen ambos géneros, pero en los cuales la diferencia de género implica también una
diferencia de significado: capital, clave, cólera, cometa, cura, doblez, frente, génesis, orden,
parte.
Número del Sustantivo
Número del sustantivo.- Cuando hablamos de número del sustantivo, nos referimos a la
pluralización. Según La Real Academia de la Lengua Española, al colocar un nombre o
sustantivo al plural, generalmente, el género masculino se utiliza para abarcar ambos géneros
(masculino y femenino): Los criados deben dormir temprano. El término “criados” puede
referirse tanto a criado y criada; esto ocurre cuando se trata de designar a seres animados, ya
que el femenino plural sólo designa a los de su clase.
Desde el punto de vista morfológico, el sustantivo se caracteriza por aceptar morfemas
flexivos que indican el número plural que afecta por igual, prácticamente, a todos los
sustantivos. Sin embargo, en nuestra lengua, no existe un morfema específico que indique el
singular de las palabras; el número singular se expresa a través del morfema cero (0), es
decir, por la inexistencia del mismo, en oposición al plural que se representa con el morfema –
s, en algunos casos y –es, en otros. La pluralización de los nombres o sustantivos, sigue las
siguientes normas.
a) Las palabras que terminan en: –á, –é, –ó (tónicas) forman el plural en –s:
mamá mamás
café cafés
dominó dominós
Sin embargo, hay vacilaciones al producir este plural porque en el lenguaje popular y
coloquial, en los diferentes niveles sociales, es corriente escuchar: achachairuses en vez de
achachairúes o también: ajíses en vez de maníes.
d) Las palabras que terminan en consonante, forman el plural aumentándoles el morfema: –es
ciudad ciudades
labor labores
postal postales
canción canciones
antifaz antifaces
e) Las palabras terminadas en –ay –ey, –oy, -uy, agregan –es en el plural.
anay anayes
rey reyes
convoy convoyes
cacuy cacuyes
f) Las palabras monosílabas y las agudas terminadas –s, forman el plural agregándoles el
morfema: –es:
mes meses
compás compases
g) A las palabras graves o llanas y esdrújulas que terminan en –s , no se les agrega ninguna
terminación para formar el plural:
el atlas los atlas
la pelvis las pelvis
el paréntesis los paréntesis
h) Los nombres o sustantivos que terminan en “x” no agregan ningún morfema cuando forman
el plural:
el tórax los tórax
el clímax los clímax
el kárdex los kárdex
j) Se utilizan exclusivamente en plural (entre ellas hay muchas palabras que están
relacionadas con la medicina): abiogénesis, acidosis, adenitis, aguachas, agüetas,
afueras, alforjas, albricias, alrededores, ambages, amigdalitis, análisis, angarillas, anticresis,
antiparras, añicos, arras, apódosis, apófisis, aritenoides, ataderas, basílicas, bilis, cacharpas,
carnestolendas, catacumbas, comicios, cosquillas, creces, croquis, cuchillas, despabiladeras,
elipsis, efemérides, enseres, epidermis, estrés, esposas, exequias, gafas, ínfulas, jueves,
lunes, manes, martes, miércoles, natillas, nupcias, otitis, pertrechos, preces, quermés, tijeras,
viernes, vísperas, víveres, viveros, zampabollos.
1.3.1. Simples.- Estos sustantivos tienen sentido comunicativo por sí solos, sin que
necesariamente estén acompañados de prefijos o sufijos. Ellos no preceden de otros
sustantivos del español. Se los llama también primitivos porque están formados por una
palabra sin morfemas derivativos, pero son susceptibles de ser génesis de
otros: agua, azúcar, carpeta, color, calle, carne, débil, látigo, mar, mármol, mártir, mes,
pie, pizarra, plan, pez, sol, etc.
1.3.2. Derivados.- Son palabras que aglutinan afijos en su alrededor donde, por lo menos,
uno de sus elementos (prefijo o sufijo), no es susceptible de ser empleado en forma
independiente. En otras palabras, se da el fenómeno de la derivación cuando se añade a una
palabra simple o a su raíz un afijo. La estructura de las palabras derivadas puede darse de
dos maneras: 1) una palabra simple más un afijo: mar/ marina,
marinero; pizarra /pizarrón, látigo / latigazo, azúcar /azucarera; 2) un lexema más un
afijo: cuchillo/ cuchillada, rosa /rosal.
a) nominales.- Se los llama así porque se forman sobre la base de un nombre o sustantivo
entre ellos encontramos los patronímicos que vienen a coincidir con un gran número de
apellidos, así: Rodríguez, viene de Rodrigo; los sufijos que contribuyen para la formación de
una gran cantidad de derivados nominales son, entre otros, los aumentativos: marquesota; los
diminutivos: hombrecito; los despectivos: mujerzuela.
b) adjetivales.- Se los llama así porque proceden adjetivos calificativos: amable/amabilidad,
blanco/blancura; cruel/crueldad; rápido/ rapidez; bella/ belleza.
c) verbales.- Se los llama así porque derivan de verbos. Una buena cantidad de ellos indican
acción: devolver/ devolución, entrar/ entrada, tolerar/ tolerancia, etc.
a) Núcleo o sujeto (N), es la palabra más importante del SN y concuerda en género y número
con el verbo de la oración.
SN SV
El teléfono suena muy fuerte.
Núcleo
b) Aposición (Apos.), es el término que sirve para explicar, aclarar o especificar algo del
núcleo del SN.
SN SV
La capital de Bolivia, Sucre, es una ciudad encantadora.
Aposición
a) Complemento directo. (CD), el sustantivo está en esta función cuando recibe directamente
la acción verbal. El complemento directo es aquel que está exigido por el verbo y completa su
significado al designar la entidad que afecta directamente la acción verbal. Generalmente, se
construye sin preposición.
SN SV
Aquéllos lanzaban almohadillas.
CD
El complemento directo puede sustituirse y a veces co-aparecer, con los pronombres átonos
(que en tercera persona adoptan las formas: lo, los, la, las). Algunos estudiantes los lanzaban
en la marcha. La esperaba a mi madre.
SV
Te espero a la salida.
CC
Complemento del verbo exigido o no por el significado de éste; expresa las circunstancias
de lugar, tiempo, modo, instrumento, medio, causa, finalidad, cantidad, etc., relacionadas con
la acción verbal: Trabajo en un banco. Amanece a las cinco.
d) Atributo (Atrib.), atribuye una cualidad al núcleo (o sujeto) del SN, y concuerda con éste en
género y número. Normalmente, esta función la desempeña un adjetivo, pero en algunos
casos, el sustantivo también puede ejercer esta función.
SV
Confío en mi amigo.
C.Prep.
f) Complemento Agente, (C.A.), aparece únicamente en oraciones en voz pasiva y siempre
está acompañado de la palabra “por” para indicar la persona, animal o cosa que realiza la
acción denotada por el verbo.
SN SV
La carretera fue destruida por la lluvia.
Sustantivación
Sustantivación.- Cuando la palabra no pertenece a la categoría morfológica del nombre o
sustantivo, pero funciona como tal, se produce la sustantivación. Este fenómeno sucede al
anteponer un artículo u otro determinante a la palabra que se va a sustantivar. Por ejemplo, El
azul de tus ojos me encanta. El adjetivo azul está antecedido por el artículo “El”, en estos
casos, se dice que se ha sustantivado ya que lo ha desplazado y está ejerciendo funciones
propias de éste. En la oración cualquier palabra: adjetivo, verbo, adverbio, etc.,
puede sustantivarse y ejercer las funciones de él
3.1. Clasificación semántica.- Según ciertos rasgos semánticos que son inherentes a su
significado, vale decir, a su contenido, los sustantivos se encargan de designar a
un ser animado u objeto inanimado: hombre/ lápiz; o también, real / irreal, mujer/ bondad.
Unas veces (caso de los nombres propios) de una manera individual y arbitraria, es decir, sin
atender a la especie de ser que se nombra: Juan, José; otras veces (caso de los nombres
comunes), definiendo el ser por medio de una etiqueta que es, para el hablante como para del
oyente, como una serie de características precisas: mesa, silla, etc.
Los sustantivos se clasifican en base a una oposición semántica que existe entre ellos
en: animados/animados; concretos/abstractos;comunes/propios; colectivos
/individuales.
3.1.1. Animados/ Inanimados.- Los primeros (animados) se refieren a seres que tienen
vida como: piloto, gusano, niño, etc., en cuanto los segundos (los inanimados) designan a
objetos o ideas como: cuchillo, mechero, concepto, etc.
3.1.2. Concretos/ Abstractos.- Los concretos designan seres u objetos perceptibles, reales o
palpables al sentido del tacto: mesa, hombre, árbol, estrella. En el caso de los abstractos, el
referente sólo existe en nuestra mente. Suelen aludir a cualidades como consecuencia de un
proceso de abstracción mental: bondad, calidez, pensamiento, etc.
Hay que aclarar que, muchos sustantivos son difíciles de clasificar como abstractos o
concretos: viento, semana, luz, etc.
3.1.3. Comunes/ Propios.- En el caso de los comunes, éste expresa los rasgos semánticos
comunes a todos los miembros de su especie: cuadro, tierra, hojas, nariz, etc. Y
tienen mayor posibilidad de flexión de género y número, que los propios. Dada sus
características semánticas abundan, en torno a cada uno de ellos las connotaciones, así si
decimos. Hoja, podemos pensar en la hoja de un árbol, como también de un en la hoja de
papel, pues ambas tienes cosas en común. En cambio, los propios designan el nombre
particular de personas, ciudades, montañas, países: Mario, Amazonas, Venus. Los propios
son individualizadores y están subdivididos en: topónimos y antropónimos.
a) Topónimos, son los nombres propios de los lugares: Santa Cruz, Madrid, Montero, etc.
b) Antropónimos, son los nombres propios de las personas: María, Luis, Pedro, etc.
Tanto los topónimos como los antropónimos, salvo excepciones, no suelen ir acompañado de
los artículos, a diferencia de los comunes que sí pueden estar acompañados de artículos.