Geografía de África - Resumen
Geografía de África - Resumen
Geografía de África - Resumen
Geografía de África
Posición geográfica y límites.
África constituye la porción sudoccidental de la gran masa continental llamada viejo
mundo, integrada a sí mismo por Europa y Asia. De estas tres partes, África es la única
que está realmente individualizada, pues las otras dos carecen de verdaderos límites
naturales de separación, y se las considera en conjunto como un único continente con el
nombre de Eurasia.
África se halla netamente separada de Eurasia casi por todas partes, con excepción de un
breve trecho en el noroeste, donde se halla unida a aquella por el desértico istmo de
Suez. Por tal causa es considerada, por algunos autores, como la mayor de las
penínsulas de la masa continental euroasiática. Pero también desde la apertura del canal
de Suez, en noviembre de 1869, construido artificialmente por el hombre, y que puso en
comunicación las aguas del mar Mediterráneo con el mar Rojo, la unión de tierras con el
viejo mundo ha quedado rota, y desde ese momento África es posible de circunnavegar.
El asilamiento del continente africano es muy relativo, mientras que Américas y Australia
se hallan separadas por amplias extensiones oceánicas, las costas africanas tienen
enfrente las costas de Asia (Arabia) y de Europa, separadas por simples mares
continentales de escasa anchura, como el Rojo y el Mediterráneo. El istmo de Suez, así
como los estrechos de Gibraltar y de Túnez, que hasta hace tiempos geológicos recientes
eran también puntos de unión y han permitido el intercambio de la flora y la fauna, así
como los desplazamientos humanos.
La unión de África con Eurasia era solamente en el istmo de Suez, de 145 Km. de ancho
entre Port Said y Suez, y con una elevación de 16 msnm. En el resto de su contorno, los
límites están determinados por distintos océanos y mares. En toda su costa septentrional
la baña el Mediterráneo, que la separa de Europa. Al oeste el Océano Atlántico, que lo
separa de América de Sur, de la cual dista 2500 Km. en su punto de máxima
aproximación, entre Dakar y Natal; al este por el Océano Indico y el Mar rojo, ambos
Este continente no constituye una unidad natural, ya sea por es resultado de una
yuxtaposición de tres zonas estructural y morfológicamente distintas, la región del Atlas, el
África de las mesetas y el África austral, o bien porque desde el punto de vista estructural,
morfológico, climático y biogeográfico, África no termina en el mar rojo, sino que se
continúa en la península arábiga.
La mayor separación de África con Asia, sacando el canal de Suez, es en el mar Rojo,
entre las costas de Dijibuti y el extremo sudeste de Arabia, donde se halla el estrecho de
Bab el Mandeb (puertas de las Lágrimas), es de solo 26 Km. de ancho, en el cual se
halla el islote volcánico de Perín, que se encuentra a solo a 20 Km. de la costa africana.
Por su posición, África ha tenido desde épocas remotas intensas relaciones con Europa
por el Mediterráneo y con Asia por el istmo de Suez y el mar Rojo.
Entre los puntos extremos mencionados, África se extiende 72° 10 en sentido latitudinal y
69° 17 en sentido longitudinal; es decir que entre los puntos extremos Norte y Sur hay una
distancia de 8100 Km., y entre los extremos Este y Oeste es de 7800 Km.
Según los valores anteriores, África se encuentra situada en su mayor parte dentro de un
área intertropical, ya que se encuentra atravesada por su parte central por el Ecuador y se
encuentra casi por igual más allá de los trópicos. Por lo tanto, en latitud se encuentra
situada en ambos hemisferios, el boreal y el austral; en longitud , la mayor parte de su
territorio queda en el hemisferio oriental y solo una pequeña porción en el occidental.
A si mismo, África se distingue por su considerable altitud media, 750 msnm, a causa del
dominio de mesetas y terrazas escalonadas en sus formas de relieve, y por la escasez de
llanuras aluvionales, que solamente forman angostas franjas costeras. Las costas son
monótonas, regulares y con pocos refugios seguros, en general poco favorables para la
instalación humana. En Europa, la parte mas alejada del mar se halla a solo 800 Km.,
mientras que en África se halla a 1600 Km.
Otros rasgos distintivos de África son los ríos llenos de cascadas y rápidos, sobre todo en
su curso inferior; su cuenca lacustre, que es la segunda más grande del mundo por su
extensión; su semejanza climática entre sus áreas al norte y sur de ecuador; sus extensos
desiertos y sus selvas impenetrables.
África se presenta extendida hacia el norte, en tanto que se va adelgazando hacia el sur.
Por su forma, se puede dividir en dos grandes regiones: al norte una de forma
trapezoidal, y al sur una de forma triangular.
Faltan en África las verdaderas penínsulas, ya que Somalia está tan unida al tronco
continental, que solo con dificultad puede ser considerada como tal. Carece también de
grandes islas continentales como también mares costeros, e incluso hay ausencia de
grandes golfos, solo los de pequeño y gran Sirte (mar mediterráneo) y el de Guinea (Oc.
Atlántico)
El litoral Africano carece también de los variados accidentes de las tierras del viejo
mundo, donde los golfos son vastos y abiertos. En tanto que la costa carece de
accidentes en largos trechos. Por la escasa articulación del litoral, el africano carece de
territorios insulares, lo que constituye otra diferencia con el viejo mundo. Madagascar es
la de mayor tamaño, constituye una región independiente y la separa del continente el
canal de Mozambique, que alcanza una profundidad máxima de 3420 m. De las islas
restantes, la mayoría son oceánicas, ya sea de origen volcánico o coralino, representando
formaciones independientes del continente. Solamente algunas pocas islas se asientan
sobre la plataforma continental.
Entre las islas continentales, que representan porciones del continente africano aisladas
por la erosión marina o por hundimiento litoral, y que por lo tanto se hallan próximas al
continente, debemos mencionar las islas de Kerkennah y Jerba, en el golfo de pequeña
Sirte; las islas de Bissagos en la costa de Guinea; las de Zalzíbar, Mafia y Pemba en la
costa oriental; la de Socotra, relacionada con África por una dorsal y el archipiélago
coralino de Dahlak, al sur del mar Rojo
El nombre de África aparece por primera vez en algunos escritos aplicado a la parte de
África próxima a Italia, y fue luego extendido a todo el continente. Su origen real es
desconocido; según algunos autores derivaría del griego Afrigos (a= negativo – frigos=
frío, o sea sin frío). Otros piensan que era el nombre propio de Cartago; que en lengua
púnica, Afrigah significaría colonia.
Hasta el siglo III a C., o sea antes de que se llegara a conocer el Mar Rojo, el límite de
África sería el río Nilo, por lo tanto a Egipto se lo consideraba perteneciente a Asia. Fue
solo después de las conquistas de Alejandro Magno, que el límite de África fue extendido
hasta el mar Rojo.
Los pliegues de la región del Atlas forman un sistema relacionado con la zona
euroasiática del plegamiento alpino-andino, ocurridos durante la era cenozoica. En
particular se relacionan con los de Europa meridional, sobre todo con la cordillera
Penibética y con los Apeninos, con los cuales se conectan a través de los estrechos de
Gibraltar y de Túnez.
Hay pues una acentuada uniformidad en la estructura de África, como así mismo en la
configuración vertical, ya que predominan de modo absoluto las mesetas, que al norte
tienen entre 400 y 600, y al sur entre 1000 y 1200 msnm. Después de Antártida y Asia,
África es el continente de mayor altura media 750 msnm. Su relieve es sobre todo tabular
y aún las mismas montañas rara vez presentan forma aguda como en el resto de los
continentes, en tanto que predominan las formas aplanadas. El interior de la meseta
africana aparece hoy en posición deprimida, y por tal motivo se ha comparado al
continente africano con una serie de cubetas circundadas por montañas litorales.
África es uno de los más antiguos cratones o núcleos cristalinos precámbricos del planeta;
en efecto, su basamento está formado por terrenos cristalinos, que pueden ser
metamórficos (gneis o esquistos) o bien, ígneos intrusivos (granitos y dioritas)
pertenecientes al período arqueozoico y proterozoico del precámbrico.
De toda esta serie de observaciones, se deduce que la mayor parte del continente
africano ha sido ascendido sobre el nivel del mar desde tiempos muy remotos; los
sedimentos antiguos, paleozoicos y mesozoicos, de carácter continental; solamente en el
norte del Sahara y a lo largo de Somalia se hallan depósitos marinos, acumulados durante
el mesozoico superior y el cenozoico terciario.
En la cuenca del Lago Chad y en las de los casi todos grandes los ríos, principalmente
alto Nilo, Níger y Congo, el basamento cristalino se encuentra cubierto por extensos
mantos aluvionales recientes
En la era paleozoica, África parece haber estado unida hacia el oeste con América del Sur
y hacia el este con Arabia, Dekán (India), Madagascar, Antártida y Australia, cuyo
desmembramiento se inicio en el mesozoico inferior. En el terciario, el bloque de África,
que abarcaba el centro y sur del continente, se agrego al África menor, extendida al
sudoeste del plegamiento alpino europeo. La enorme presión de las fuerzas orogénicas,
determinaron tales plegamientos, y la masa rígida africana se dividió, formándose
profundas fallas, intensificándose la actividad volcánica. Los mayores quiebres se
produjeron en el África oriental, donde se formaron enormes fosas tectónicas encerradas
y dominadas por extensas acumulaciones volcánicas.
Las actuales características del relieve africano son debida a la acción de los agentes
externos, en especial del agua y el viento, como también las dislocaciones que crearon
los largos hundimientos de la zona oriental y las erupciones volcánicas que los
Los relieves de África han sufrido el desgaste de los agentes erosivos, que han actuado
con gran intensidad, originando una topografía muy particular en la cual escasean las
llanuras. Estas únicamente se encuentran en la zona costeras, entre el mar y las
montañas, pero son muy estrechas, de no más de 60 Km. de ancho. De ahí que la
comunicación con el interior sea difícil y esa es la causa por la cual el continente se halla
explorado bien entrado el siglo XIX.
El Atlas es un sistema complejo de montañas constituidos por una serie de macizos que
se disponen en dos cadenas principales, que encierran una altiplanicie central árida y
esteparia. El atlas se extiende desde el Uad Draa en la costa del Océano Atlántico, hasta
Gabes en Túnez, en el golfo de la pequeña Sirte
Por su origen (plegamiento terciario o alpino de la era cenozoica) los atlas se pueden
considerar como un elemento estructural extraño al África; su desgaste por la acción de
los agentes erosivos no ha sido muy intenso, por la escasez de precipitaciones.
La cadena del Riff o Rifeño describe un semicírculo, desde el cabo de tres forcas hasta
el estrecho de Gibraltar, bordeando la costa del mar mediterráneo y relacionándose con la
cordillera Penibética del sur de España. Si ser excesivamente elevado es inaccesible
desde el mar. Pasada la desembocadura del río Muluya se prolonga hacia el este en una
serie de cadenas aisladas próximas a la costa, siendo la mas importante el de la Gran
Kabila, al norte de Argelia, que culmina en el macizo de Djurjura de 2300 msnm
En el Atlas medio, más elevado que el riff, culmina en el Djebel Musa, de 3400 msnm.
Esta cadena se prolonga en Argelia con distintas denominaciones (Atlas Tall o pequeño
Atlas) y luego para terminar en el norte de Túnez
El Gran Atlas se extiende desde el cabo Ghir, en el atlántico, hasta el límite de Marruecos
con Argelia. Es una cadena en general abrupta, con numerosas cumbres que sobrepasan
En el territorio de Marruecos se desprende del gran Atlas otra cadena, el Anti Atlas, que
con dirección sudoeste va a terminar junto al océano Atlántico. Esta limitado por el norte
por el valle Uad Sus, que lo separa del Gran Atlas y hacia el sur por el valle Uad Draa,
que lo separa del desierto del Sahara. Es de poca elevación, alcanzando 2360 en Djebel
Kest.
Las dos cadenas que forman este complejo son: el Atlas Télico, al norte y el Atlas del
Sahara, al sur, encerrando las elevadas mesetas argelinas llamadas “altiplanos de los
Chotts”, pues allí abundan lagos salados, completamente secos en verano, los chotts son
verdaderas estepas áridas interrumpidas por depresiones salitrosas que se originan con
las escasas precipitaciones, que no han permitido la formación de corrientes fluviales. Los
chotts no son lagos, sino estanques salados, en grandes áreas secos y cubiertos por una
costra de sal.
El Sahara se extiende desde el Atlántico hasta el mar Rojo, solo interrumpido por la
cuenca del río Nilo, que forma un oasis estrecho y alargado. Su límite norte se halla
marcado por el Uad Draa y los Chotts argelino – tunecinos, que lo separan del Atlas.
Luego se extienden directamente hasta el mar Mediterráneo. Por el sur llega hasta la
sabana del Sudan, siendo el límite una línea que une la boca del rio Senegal con el codo
septentrional del río Niger, el lago Chad, la confluencia del los ríos Nilo y Atbara, y el
puerto de Suakin en el mar Rojo. Es decir que el Sahara comprende toda África
septentrional situada al norte del paralelo de 16°, solo excluida la zona del Magreb.
El Sahara es una de las regiones más secas del globo, esa sequedad no es por la
naturaleza de las rocas, ni al relieve, sino debido a la escasez de precipitaciones. Lo que
le confiere identidad al Sahara es el clima, que es excesivamente cálido por el día y muy
frío por la noche. Las lluvias so rarísimas y además sumamente irregulares, y cuando se
producen son cortos chaparrones de forma torrencial. Los nativos de estas regiones
llaman al Sahara “país de la sed”
Las temperaturas se caracterizan por las grandes oscilaciones entre el día y la noche
(gran amplitud térmica diaria); este proceso es uno de los principales factores de
transformación del relieve, pues las rocas se dilatan durante el día por las altas
temperaturas y se contraen durante la noche, con el resultado final de dividirlas en trozos
cada vez más pequeños. Durante el día el termómetro puede marcar 50° C a la sombra y
durante la noche descender a varios grados bajo cero. Durante el invierno el Sahara se
transforma en una zona anticiclónica (alta presión) que emite vientos extremadamente
secos. En verano se transforma en una zona ciclónica (baja presión) que atrae vientos,
pero estos vientos han condensado la humedad en los rebordes montañosos y por lo
tanto llegan a la zona como secos.
En este clima, el viento ejerce su acción abrasiva (corrosión) redondeando y facetando las
rocas y los escombros, que por tal motivo se denominan ventifactos, y desgastando las
rocas que toman forma de hongo. El viento por deflación, removiendo el material más
finos (arenas, limos, arcillas), el cual es levantado y transportado hacia regiones
marginales mas húmedas, donde se deposita y origina campos de duna o erg. Las arenas
se hallan acumuladas en dunas alineadas en series larguísimas y aproximadamente
paralelas. Las dunas son colinas de arena movedizas, que el viento constantemente
remueve y empuja; alcanzan alturas considerables, que pueden superar los 100 metros.
El Sahara impresiona en grandes extensiones como vasto mar de arena, por lo general
inmóvil y silencioso; pero cuando soplan los vientos huracanados, ya que se trate del
“Simun”, del “Harmattan”, del “Ghibli”, se levantan densas nubes de arena, que pueden
llegar a sepultar a grande caravanas de camellos. Estas suelen recorrer el desierto
haciendo etapas en los oasis, que a veces se hallan separados por varios días de marcha
La sección oriental del Sahara comprende el desierto de Libia al oeste del Nilo y el
desierto de Arabia al este del gran río y hasta la costa del mar Rojo. Allí se encuentra la
máxima depresión absoluta de África, la de “Qattarah”, que desciende hasta los -134 m.
Hacia el sur la altura aumenta y grandes zonas del desierto arábigo pasan los 1000
msnm.
Los Uadis del desierto se han formado en épocas geológicas pasadas, en el cual el
Sahara poseía un clima más húmedo que el actual. Pero no todo es desolado en este
enorme desierto; de trecho en trecho se hallan distribuidos, como islas en medio del
océano, afloramientos de aguas subterráneas, es decir “Oasis”, donde reaparecen las
aguas que se infiltran en los bordes del continente, y luego circulan de manera
subterránea por debajo del desierto. En los oasis, gracias a la presencia de agua, crece
una vegetación muy rica, sobre todo de palmeras datileras, donde se reúne la mayoría de
la población, formada por pastores nómades, ya sean árabes, beduinos, tuaregs o moros,
los cuales recorren el desierto en dromedarios o a caballo de oasis en oasis. El extremo
oriental del Sahara se halla atravesado por el valle del Nilo, que en realidad es también un
gran oasis de gran fertilidad, la civilización de Egipto debe el agua a este río.
El Sudán
Al sur del Sahara y desde la desembocadura del río Senegal hasta Abisinia, se extiende
el Sudán, nombre que en árabe significa “país de los negro”. El límite sur del Sudán esta
marcado por la costa del Golfo de Guinea y luego por la cuenca del río Congo. El Sudán
es un conjunto de mesetas escalonadas y de cuencas, dentro de las cuales la mayor es la
del lago Chad. Su estructura es análoga a la del Sahara, pero las diferentes condiciones
climáticas, en particular las precipitaciones más abundantes, han determinado el
desarrollo de una rica red hidrográfica superficial, formada por ríos perennes; por
consiguiente su aspecto es muy diferente al del Sahara, ya que sea por su morfología,
dado que las formas dependen de la erosión fluvial y no eólica, y también por su
vegetación natural, que hacia el norte predomina la vegetación herbácea y al ir al sur va
pasando a una vegetación de sabana
El Sudán central corresponde a la cuenca del lago Chad, zona carente de salida al mar.
En parte montañoso (montes Adamaua 2680 msnm) y en parte formado por mesetas
entre los 300 y 1000 msnm. Cuando nos acercamos a la cuenca del lago Chad (16000
Km2) es bajo y pantanoso. Hacia el este se vuelve a eleva, donde los montes Marra
alcanzan los 2000 msnm. En esta zona se halla la divisoria de agua entre la cuenca del
lago Chad y la cuenca del Nilo
El Sudán oriental se encuentra atravesado por la cuenca superior del Nilo. Esta zona está
dominada por las estepas y las sabanas, drenada por el río Nilo y con una elevación de
500 a 1000 msnm. En el extremo sudeste presenta una amplia cuenca pantanosa de
forma casi circular, donde se el Nilo con el Bahr el Ghazal.
La franja costera Atlántica, entre el cabo Verde y el cabo Frío (10° Lat. S) constituye la
Guinea, dividida en alta y baja guinea, donde se encuentra el cono volcánico del monte
Camerún (4075 msnm)
Mesetas Orientales
Entre la cuenca del Congo y el Océano Indico, y desde el Nilo medio, mar Rojo y golfo de
Adén hasta el Río Zambeze, se extiende la región más elevada y de estructura más
irregular de toda África, formada por una serie de mesetas ricas en volcanes y por lagos
de origen tectónico.
De esta manera se han originado fosas tectónicas de paredes elevadas, casi verticales,
en cuyo fondo se han acumulado las aguas de lluvia, originando lagos alargados en
sentido de la falla. Por su parte en los bordes de las fallas salieron enormes coladas
volcánicas, edificando grandes conos volcánicos, como los son el Kilimanjaro (5890
msnm) que es la mayor altura del continente y el Kenia (5195 msnm)
La otra rama de la falla tectónica se inicia en el Lago Nyassa, pero se desvía hacia el
oeste, pasando por los Lagos Tangaika, Kivu, Eduardo y Alberto, para terminar en l alto
valle del Nilo.
Toda esta vasta región de altiplanos tiene una morfología que permite distinguir
subregiones. Al norte de las mesetas de los lagos se halla el gran altiplano Etíope-Somalí,
formado por rocas cristalinas del precámbrico, cubierta por sedimentos y rocas volcánicas
del mesozoico y cenozoico. Este macizo está dividido en dos secciones, Etiopía al oeste y
Somalia al este
África Austral
Al sur de la divisoria de aguas de la cuenca del Congo, se inicia el África Austral, al sur de
una línea que se extiende entre el río Cuanza y del Zambeze. Es un conjunto de extensos
altiplanos, de una altura media de 1000 msnm y en la cual se nota un reborde costero;
estos son de considerable altitud y descienden en forma escalonada hacia la costa,
dejando una franja de llanura costeras, hacia el interior descienden de forma más suave.
Pasando el río Orange, se hallan las montañas de Sudáfrica, que se disponen en arco a lo
largo del sur del continente. Están formadas por cordones paralelos limitando mesetas
áridas, aunque no desérticas, que tienen su mayor altura en el monte Sneeberg de 2503
msnm, en medio los montes Zwaterberge (montes negros) y al sur los montes
Langeberge ; entre ellos quedan respectivamente la meseta del Gran Karoo al norte y la
En el norte del África austral se halla la cuenca del río Zambeze y del Okavango, que
logran abrirse paso mediante una serie de rápidos antes de llegar a las llanuras litorales.
Más al sur se encuentra la cuenca del río Limpopo y hacia el sudoeste la del río Orange,
que se origina en los montes Drakensberge, cerca del Océano Indico y desemboca en el
Atlántico.
Madagascar
Es la cuarta isla del globo, por su tamaño, y se encuentra separada de África por el ancho
y profundo canal de Mozambique; pero antes ha estado unida al tronco africano en
épocas remotas (era Mesozoica) dada su estructura de mesetas análogas a las de África
Austral.
Madagascar está rodeada de islas menores, como las Comores y Albabra, las islas
Almirantes y Seychelles, las Macareñas (Reunión, Mauricio y Rodríguez). El origen de las
islas es variado, Comores, Reunión y Mauricio surgen de las profundidades del Océano
Indico y su origen es volcánico, mientras que las de Almirantes y Seychelles son de origen
coralino.