Política Cocina Ancestral
Política Cocina Ancestral
Política Cocina Ancestral
Ministerio de Cultura
Dirección de Patrimonio
Ministerio de Cultura
Mariana Garcés Córdoba
ministra
María Claudia López Sorzano
viceministra
Enzo Rafael Ariza Ayala
Secretario General
Juan Luis Isaza Londoño
Director de Patrimonio
Carrera 8 8-43
Línea gratuita 01 8000 913079
(571) 342 4100
Bogotá, Colombia
www.mincultura.gov.co
Contenido
Introducción 9
pa rt e i
Contexto 13
1. Antecedentes 13
PARTE II
Principios, objetivos, estrategias y líneas de acción de la
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
de la alimentación y las cocinas tradicionales de Colombia 63
4. Elementos de diagnóstico 65
5. Ámbito de la Política 69
6. Bases legales 70
9. Visión de la Política 76
Referencias bibliográficas 91
[5]
Nuestras cocinas desde El Nuevo
Política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento de la
alimentación y las cocinas tradicionales de Colombia
1. Antecedentes
1.1. Las raíces históricas
El patrimonio cultural alimentario de Colombia tiene raíces profundas en la
producción y el consumo de alimentos de los pueblos amerindios que habitaron el
territorio nacional antes de la llegada de los europeos. Muchas de esas tradiciones,
asociadas a productos como el maíz, la yuca y otros tubérculos, o al consumo de
animales “de monte” y domésticos, como el cuy, se han mantenido hasta el presen-
te. Arepas, tamales, chichas y amasijos que se consumen en la actualidad tienen
su origen en el mundo indígena. De raíz amerindia son el maíz, la papa, la yuca, la
oca, el ulluco, la arracacha, el achiote, el zapallo, el cacao, el aguacate, la uchuva, la
curuba, el chontaduro, la piña y frutos de palmas, entre muchos otros alimentos cul-
tivados o silvestres que en la actualidad se utilizan en nuestras cocinas tradicionales.
Los ibéricos, junto con los africanos llegados al continente americano, introdujeron
su propia matriz culinaria, que se adaptó a las nuevas circunstancias del neotrópico.
Los europeos trajeron, por ejemplo, el trigo, cuya harina sustenta una compleja
y diversa panadería que tiene innumerables expresiones regionales y locales. Los
afrodescendientes, ocupantes de tierras bajas, desarrollaron una amplia diversidad de
alimentos alrededor del consumo del arroz, plátano, coco y productos del mar.
La fuente principal que se tiene sobre las cocinas indígenas se debe a los cronistas,1
1. Entre los cronistas merecen mención, por su importancia, fray Pedro Simón con sus No-
ticias historiales de la conquista de Tierra Firme en las Indias Occidentales; Bernal Díaz del
Castillo, autor de la Conquista de Nueva España, y Gonzalo Fernández de Oviedo con su
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Sumario de la natural historia de las Indias. El científico vallecaucano, Víctor Manuel Pati-
ño, hizo en sus obras numerosas referencias a estos y otros cronistas y viajeros, como Joseph
de Acosta (Historia natural y moral de las Indias, 1590) que estuvieron en el neotrópico
americano.
1. Un especial interés tiene la obra de Felipe Cárdenas Arroyo, Datos sobre la alimentación
prehispánica en la sabana de Bogotá (2002). Véase también los trabajos de Domínguez (1981);
Langebaek (1985, 1986); Cardale de Schripff (1988, 1989); Correal Urrego (1990); Cárde-
nas Arroyo (1993, 1995, 1996); Cavalier y Mora (1995); Herrera y Urrego (1996); Rodríguez
(1998); Morcote y Cavelier (1999), y Ardila (1989), entre otros.
1. Antecedentes
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1. Otras referencias alimentarias, en inventarios de plantas útiles, pueden verse en los trabajos
de investigaciones biológicas de los institutos Humboldt y Sinchi.
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
1. La autora estudia allí las siguientes fases de la cocina: a) alimentos disponibles, entre los
que distingue los cultivados y manufacturados localmente de los “importados” o de fuera;
b) la cocina, termino referido de manera especial al tipo de fogón u hornilla, los utensilios,
la mesa y el ambiente culinario; c) la preparación, que divide en sopas; secos (incluyen
alimentos cocidos, fritos y asados); dulces; amasijos de harina o azúcar; y bebidas; d) formas
de consumo, tema en que se diferencian los alimentos normativos de los opcionales y festivos;
y e) las recetas culinarias (Dussán, 1953).
1. Antecedentes
17
1. Sobre este texto, Jorge Orlando Melo dice que la edición de 1884, publicada en Bogotá,
puede ser el tomo primero o segundo de una primera edición de 1878 o 1882, con la autoría
de John Truth, seudónimo de Jerónimo Argáez.
2. Carlos Ordóñez además produjo un recetario, Cocina básica colombiana, que puso en
circulación Editorial Norma en el 2005.
1. Antecedentes
19
1. Investigadores como los antropólogos Julián Estrada, quien dirigió la iniciativa presidencial
“De sal y dulce”, orientada a la investigación del patrimonio culinario; Carlos Alberto Illera,
Ramiro Delgado, Esther Sánchez Botero y María Eugenia Romero; los cocineros Lácydes
Moreno Blanco, Carlos Ordóñez Caicedo, Laura Ospina, Sonia Serna, Leonor Espinosa,
María José Yances, Estrella de los Ríos, Luz Marina Vélez, Alex Quessep y el desaparecido
cocinero escocés Kendon McDonald; restauradores como Andrés Jaramillo y Eduardo
Martínez; historiadores como Cecilia Restrepo Manrique; periodistas como Fernando
Quiroz, entre muchos otros, han venido realizando una labor encomiable por la revaloración
y el rescate de las tradiciones culinarias del país.
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Preparaciones (comidas)
Reciclaje
Salud
Valores sociales alimentaria
Oraciones
Rituales
Narrativas
Música y cantos
[23]
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
1. Los licores artesanales de caña de azúcar tienen una diversidad de nombres regionales:
ñeque, chirrinche, viche, arrechón, tomaseca, vinete, tapetusa, entre muchos otros.
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Preparación de “marinillos”1
Media libra de harina de maíz, una libra de quesito fresco, cuatro
yemas de huevo y una copita de anís o unos granos de anís verdes; se
amasa muy bien la pasta; se hacen los buñuelos; se echan en manteca
fría y se les va aumentando el fuego a medida que vayan creciendo; no
se deben tocar sino al momento de sacarlos. Cuando se están haciendo,
es bueno mojarse las manos para impedir que se rajen.
y cocidos; arroces, incluyendo los llamados atollados; carnes asadas, fritas, desmechadas;
embutidos; tamales y pasteles; arepas, empanadas, buñuelos, bollos y otros amasijos;
ensaladas de verduras y frutas; salsas; quesos; bebidas lácteas; aceites; picantes; chichas,
masatos, champuses y otras bebidas fermentadas; bebidas de café y chocolate; té y otras
tisanas; jugos, zumos y sorbetes; dulces de frutas y de leche; panes, tortas y bizcochos, entre
muchas otras categorías.
1. Receta tomada de un libro de recetas de cocina de Elisa Hernández, edición de 1915.
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
y tamales, algunas de las comidas presentes en todo el territorio nacional, son muy
diferentes, y por ende su gusto y sabores son distintos. Estas técnicas demandan
en ocasiones el aprendizaje de destrezas especiales para cortar la carne, “darles
punto” a los dulces, mezclar los ingredientes, entre muchos otros ejemplos.
Las herramientas y muebles o enseres y medios de cocina. En relación con las
técnicas, se encuentra un rico y variado instrumental que expresa la creatividad y
el ingenio de la cocina popular.
Son numerosos los muebles o enseres, las herramientas y los medios de
cocina. Herramientas como los molinos, molinillos, mecedores o “meniadores”,
morteros y pilones, piedras de moler, coladores, achoteras, pataconeras, cucharas,
cucharones, cuchillos, platos, pailas, espumadores, bandejas, ollas, moyos de
barro, tinajeras, peroles, rodillos, raspadores o rayadores, exprimidoras, entre
muchas otras, encuentran su sitio en la cocina popular, al igual que enseres como
mesas, sillas, graneros, escurridores, y medios como la leña y otros combustibles.
Las herramientas, los muebles y enseres tienen una estrecha relación con las
tradiciones artesanales, entre las cuales se destacan las de elaborar vajillas y ajuares,
manteles o “vestidos” de la mesa. Son famosas en el país las vajillas del Carmen de
Viboral, en Antioquia, las de la Chamba, en el Tolima; las de Ráquira, Boyacá, y las
de los indígenas de bajo río Caquetá. En cuanto a tejidos para la mesa, son famosos
los de Cartago, Valle del Cauca. La cestería que se usa en la cocina –guapas, balayes,
cebucanes, canastos– tiene numerosas expresiones artesanales, en especial en el
Pacífico (con fibras como la matamba, el chocolatillo y werregue); en la Amazonia y
la Orinoquia, donde se utiliza de manera principal el cumare; en el Caribe, donde se
utiliza la caña-flecha, y en los Andes, con su cestería de bejucos tripa-de-perro; en
Antioquia son comunes los cestos de alambre para guardar las “arepas redondas”.
Hay objetos utilitarios que se adoran o cuyos diseños tienen un alto valor
estético. Este es el caso de los rayadores de yuca del Vaupés, la cestería de hojas
de plátano de Córdoba, o la de Guacamayas en Boyacá, los cedazos de cola de
caballo, las bateas y bandejas de madera, entre muchos otros ejemplos.
Las mesas y sillas tienen expresiones regionales, pero en numerosas
comunidades indígenas no se consumen los alimentos en una mesa. En el
Amazonas es común que los alimentos se dispongan en balayes y ollas colocadas
en trípodes junto a la cocina, junto a los cuales se sientan las personas en pequeños
bancos para tomar lo que quieren consumir; hay quienes comen sentados en el
suelo, y en las comunidades ribereñas es común que se haga en la parte anterior
de la casa, en el corredor, frente al río. Las vajillas pueden ser muy elaboradas
2. El universo cultural de las cocinas tradicionales
29
o ser simples recipientes (cuyas) de totumo con cucharas del mismo material. A
veces se disponen los alimentos en el piso sobre hojas de plátano. En muchas
comunidades indígenas no se usan cubiertos occidentales y se toman los alimentos
con las manos. En fin, hay numerosas maneras de comer, pero todas tienen sus
reglas, bien sea que se acostumbre lavarse las manos antes o después del consumo
de los alimentos, que se ore, que se respete un orden en la mesa (el jefe de hogar en
la cabecera, por ejemplo) o en la distribución de los alimentos.
El agua es fundamental en las cocinas, tiene numerosas funciones como medio
de cocción o hidratante, pero es parte constitutiva de casi todos los alimentos. Es
la base misma de sopas y bebidas, y sola es una bebida que se consume para calmar
la sed y acompañar numerosas comidas. Hay diferentes maneras de recoger, hacer
potable y conservar el agua con fines alimentarios. Llama la atención, en el caso de
Colombia, que siendo uno de los países más ricos en fuentes de agua, no se tenga
una tradición en la valoración de la calidad del agua como bebida y alimento.
Una mención especial merece entre estas tecnologías la construcción y el manejo
de fogones, hornillas, anafes y budares para el asado y cocción de los alimentos. Está
el fogón sencillo de tres piedras, los hay de barro cocido, otros utilizan lajas de piedra
–como el utilizado en el municipio de La Calera para asar las arepas emblemáticas
del lugar–, otros incorporan adobe y muchas láminas de hierro. En algunos pueblos
indígenas el fogón es un referente importante de tradiciones míticas.
El conocimiento de los árboles productores de leña y carbón vegetal, y la cali-
dad de los mismos, es todo un campo del saber culinario, lo mismo que el conoci-
miento y uso del humo como saborizante (ahumado) y de diferentes cenizas para
las lejías y algunas preparaciones especiales.
La organización y disposición de la cocina en el hábitat cambia de una región
a otra. En algunos lugares, como en los Llanos Orientales, la cocina está fuera de
la vivienda, en una construcción independiente. En el Pacífico la cocina ocupa la
parte posterior de la vivienda, junto a una plataforma descubierta. En el Caribe
ocupa la parte posterior, junto a un patio con árboles que sirve de lugar de reunión.
En Nariño la cocina tiene, además de la función de calentar la casa, la de generar
un medio abrigado para los cuyes, que son uno de los alimentos emblemáticos de
la región.
1. Los grupos indígenas del área amazónica y los Llanos Orientales tienen como fuente prin-
cipal para la alimentación una horticultura que utiliza la roza, tala y quema, y la siembra de
numerosas variedades de yuca como cultivo principal. Este sistema de cultivo, denominado
de chagras o conucos, responde a un proceso agrícola y de manejo del bosque en el que cada
producto se siembra de acuerdo a un patrón predefinido en un modelo de referencia. Además
de su función alimentaria, la chagra ocupa un lugar primordial dentro del sistema de repre-
sentaciones de los grupos indígenas: las plantas son consideradas como personas o como
partes del cuerpo humano, condición que establece relaciones de afinidad entre las personas
y sus cultivos (Van der Hammen, 1992).
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
1. Son comunes estas fórmulas rituales: “Señor, bendice estos alimentos que recibimos de tu
generosidad. Te lo pedimos por Cristo nuestro señor. Amén”. “Bendícenos, Señor, y bendice
estos alimentos que por tu bondad vamos a tomar. Amén”.
2. Tomado de Queixalos y Jiménez (1991).
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Mono de Noche comía sin compartir con los demás. Conocía el ár-
bol de la comida que estaba al otro lado del Gran Río. Mono de Noche
se iba todos los atardeceres al arroyo donde la gente acostumbraba a ir
a sacar agua. No se detenía ahí, sino que seguía hacia donde estaba el
árbol de la comida. Se iba a comer piña del árbol kaliawiri.
Mono de Noche regresaba saciado y satisfecho de haber comido
allá. Como iba todas las noches a comer, se la pasaba los días durmien-
do. Llegaba con olor a piña madura. Entre ellos se preguntaban:
– ¿Qué será lo que come? ¡Parece que come comida!
Traía olor a comida, y ellos comentaban sin que él se diera cuenta.
Dormía con la boca abierta y le quedaban fragmentos de comida entre
los dientes. Se acercó uno de ellos y le sacó un pedacito de comida. Se
lo pasaron de mano en mano y olía a bueno, olía a comida.
Y en Santander:
Mi marido se murió
y lo enterré en la cocina,
y del pesar que me dio,
me puse a bailar encima.
Ortiz, 1960
2. Como estas décimas que provienen del Chocó, dedicadas a la defensa del chocolate
frente a otros alimentos:
El chocolate es buen santo
que de rodillas se muele
en la olleta se cocina
y alzando santo se bebe. […]
Quiero la leche al momento
y a favor del chocolate
entrar en el argumento
con gran fuerza de combate:
a mí me cae muy bien
y creo que el café también
del chocolate el encanto
pues siempre muy grato huele
y cómo será de santo
que de rodillas se muele.
Fragmento tomado de Caicedo, 1992
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
36
de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Las plazas de mercado son verdaderos centros de riqueza culinaria. Los restau-
rantes cercanos a las grandes ciudades (la Vuelta a Oriente, en Medellín; la Vuelta
a la Sabana, en Bogotá, por ejemplo) conforman circuitos culinarios que recrean
comidas tradicionales.
La persistencia de tradiciones culinarias, y también su mezcla, configuran
arquetipos de cocinas regionales en los que predomina la utilización de recursos
alimentarios propios del medio.
A nivel regional existen numerosos textos de cocina, en especial de la región
antioqueña (cocina paisa), la costa caribe y el Valle del Cauca; y se encuentran
textos de recetas de cocina sobre la mayoría de los departamentos y muchos de
sus municipios.1
Una regionalización de las cocinas colombianas es un reto para la investigación
social y cultural sobre las cocinas. La Política insta a las instituciones deinvestigación
a avanzar en este campo para contribuir a la formulación de estrategias particula-
res, de carácter regional, de fomento y salvaguardia de las cocinas tradicionales.
Se recomienda tener en cuenta ejercicios de regionalización social y cultural ya
realizados, como el sugerido por el historiador Jaime Jaramillo Uribe (1997), que
combina factores etnodemográficos, sociales y económicos, y en el que distingue
las siguientes regiones culturales: 1) costa atlántica, 2) costa pacífica, 3) Antioquia
y antiguo Caldas, 4) región andina meridional, 5) Santanderes, 6) Cundinamarca
y Boyacá, 7) Tolima y Huila, 8) Llanos Orientales, y 9) Amazonia. Desde el punto
de vista de la cultura culinaria, estas son macroregiones, áreas muy extensas en
las cuales es necesario hacer un trabajo más detallado. Por ejemplo, en el Caribe
se separa fácilmente la comida tradicional wayuu, que obedece a particularidades
ecológicas y culturales especiales. Para algunos, Cartagena de Indias tiene sus
propias tradiciones y particularidades culinarias. Las tradiciones culinarias de los
afrocolombianos del Pacífico, no obstante compartir muchos elementos, tienen
diferencias significativas entre el norte y el sur de la región. Ejercicios similares
deben hacerse para caracterizar mejor el patrimonio culinario del país y de sus
Base alimentaria: yuca, Casabe; fariña; pescado moqueado o en caldo; caldos, carnes
pescado, carne de monte, ají, y zarapaté de charapa y otras tortugas; carne de animales
piña, chontaduro. de monte, como danta, armadillo, cerrillo, monos, caimanes
y babillas; mojojoy asado; hormigas, muñica; tucupí;
preparaciones de ají y hojas de yuca; chichas de yuca,
chontaduro, piña y otros frutos; caguanas o bebidas de piña,
copoazú, umarí, camu-camu y otros frutos amazónicos.
ANDES
ajíes
v e n ta d e g r a n o s
va j i l l a d e t o t u m o
CHuCULA
CUBIOS
CEBOLLA JUNCA
>
mangostinos
IBIAS
MANGOSTINOs
MAZORCA ASADA
p r e pa r a n d o l a s a c e l g a s
MOLINILLOS
MORAS SILVESTRES
PAN DE QUESO
habas
ALMOJáBANAS, garullas, cotudos
>
pa pa s s a l a d a s
REMOLACHAS
TOMATES DE áRBOL
UCHUVAS
1. De este grupo ad hoc hicieron parte las siguientes personas: Esther Sánchez Botero,
Julián Estrada, Sofy Arboleda, Germán Patiño Ossa, Ximena Hernández, Ramiro
Delgado, Juana Camacho, Carlos Humberto Illera y Lácydes Moreno Blanco. Se contó
con la colaboración de Carlos Pavón, Juanita Pavón, Juliana Duque, Cecilia Restrepo,
Sonia Serna, José Antonio Carbonell y Carlos Franco. Por parte del Ministerio de Cultura
participaron Enrique Sánchez, Daniela Rodríguez, Ruth Flores y Maday Romero.
4. Elementos de diagnóstico
4.2. La poca valoración de las tradiciones culinarias del país y sus regiones
La poca valoración social de las cocinas tradicionales del país está asociada al
punto anterior: es muy difícil valorar lo que no se conoce o se conoce mal. Pero
uno de los mayores problemas está relacionado con la desvalorización de la propia
cultura alimentaria. Hasta épocas recientes –y aún persiste en muchos sectores
sociales– no se valoraba la comida tradicional y se tenía por “rudimentaria”, “poco
elaborada” o “comida de pobres”, contraponiéndola a platos de otros países con-
siderados como “comidas de prestigio”, o a comidas industrializadas consideradas
[65]
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
4.7. No hay un sistema ni mecanismos que incentiven y fomenten las cocinas tradicio-
nales2
No existen incentivos, monetarios y no monetarios, ni políticas de fomento que
contribuyan a la salvaguardia de las cocinas tradicionales.
4.8. Las medidas de higienización y formalización de las cocinas artesanales, que son
necesarias, en ocasiones obran en detrimento de las tradiciones culinarias
Las normas y políticas de higiene son necesarias e importantes para garantizar
la salud de los consumidores de alimentos, pero a veces estas medidas son excesi-
vas y no consultan las particularidades culturales de las cocinas tradicionales.
[69]
6. Bases legales
[70]
7. Instituciones relacionadas con la Política
ministerio de Cultura
Establece directrices para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial,
incluido el patrimonio culinario; coordina el Sistema Nacional de Cultura y
Patrimonio; administra la Lista representativa de PCI del ámbito nacional; en su
Programa de Estímulos desarrolla el Concurso Nacional de Cocina Tradicional;
apoya algunas iniciativas por medio del Programa Nacional de Concertación;
apoya el programa Escuelas Taller.
Ministerio de Educación
Gobiernos departamentales
[71]
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Gobiernos municipales
ICA
ICBF
Artesanías de Colombia
Escuelas Taller
Desarrollan actividades en Cartagena, Mompox, Popayán, Bogotá, Barichara,
Tunja, Salamina y Buenaventura.
Universidades públicas
La Universidad del Cauca tiene un grupo de investigaciones sobre patrimonio
culinario del departamento del Cauca (GPC) y tiene líneas de investigación en culi-
naria, patrimonio cultural y etnografía.
[73]
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
COCINAS TRADICIONALES
Derecho a la Derechos
Derechos alimentación culturales
Acceso Disfrute
Equidad
POLÍTICAS Seguridad alimentaria Salvaguardia cultural
PÚBLICAS Bienestar social
INDUSTRIA Y COMERCIO
Acción sectorial AGRICULTURA CULTURA
MEDIO AMBIENTE EDUCACIÓN
SALUD
9. Visión de la Política
[76]
10. Objetivo general
[77]
11. Estrategias y directrices
Estrategia 1
Reconocer, valorar y enseñar el patrimonio de las cocinas y la alimentación
tradicional.
Objetivos
1. Contribuir desde el ámbito de la cultura a la valoración y el reconocimiento
de la diversidad de las culturas culinarias del país y de la producción tradicional
de alimentos.
2. Fomentar el conocimiento, la documentación y divulgación de los valores y
tradiciones de la cocina y la alimentación, y fomentar su enseñanza y aprendizaje.
Directrices
El conocimiento, valorización y fomento de las cocinas tradicionales debe ser
un propósito del Sistema Nacional de Patrimonio Cultural.
Como señala el Decreto 2941 de 2009, las entidades que integran el Sistema
Nacional de Patrimonio Cultural tienen la responsabilidad de fomentar la
salvaguardia, sostenibilidad y divulgación del patrimonio cultural inmaterial, con
el propósito de que sirva como testimonio de la identidad cultural nacional en el
presente y en el futuro. Para tal efecto las entidades estatales, de conformidad con
sus facultades legales, podrán destinar los recursos necesarios para este fin (art. 4).
El fomento debe llevar aparejado el desarrollo de un esquema de alianzas
entre el sector público, el sector privado y los grupos interesados en el fomento y
la salvaguardia de la alimentación y las cocinas tradicionales.
[78]
11. Estrategias y directrices
79
Estrategia 2
Salvaguardar el patrimonio cultural en riesgo de las cocinas
y la alimentación tradicional.
Objetivo
Poner en marcha procesos efectivos de salvaguardia del patrimonio
cultural culinario, en especial el que está en riesgo, y adoptar medidas para su
documentación, rescate, revitalización, fomento y divulgación.
Directriz
Existen numerosas expresiones y tradiciones culinarias en riesgo de
desaparecer, o que han desparecido, y que deben ser documentadas y
recuperadas como parte fundamental del patrimonio culinario de la nación y sus
regiones.
De acuerdo con las normas nacionales, la salvaguardia efectiva comprende
un complejo de acciones relacionadas entre sí, de identificación, documentación,
valoración cultural, rescate, fomento, divulgación y protección del patrimonio.
La salvaguardia promueve la adopción de acuerdos entre los actores sociales y
estrategias y planes de acción para la gestión del patrimonio.
•
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Estrategia 3
Fortalecer la organización y la capacidad de gestión cultural de los
portadores de las tradiciones de la alimentación y la cocina.
Objetivos
1. Reconocer la labor y función social de los portadores de las tradiciones
culinarias, y estimular su capacidad creativa e innovadora.
2. Apoyar y fortalecer la conformación de redes y organizaciones sociales y su
articulación con los productores del campo.
3. Contribuir, en el marco de procesos de turismo comunitario y desde
el ámbito de la cultura, al desarrollo de emprendimientos productivos que
involucren de manera respetuosa y responsable las tradiciones culinarias y el
mercado justo de productos alimenticios.
Directrices
La Política debe servir al reconocimiento de la labor y función social que
cumplen los cocineros y cocineras tradicionales.
La pervivencia y salvaguardia de las tradiciones culinarias dependen en gran
medida del estado, diversidad y capacidad de oferta de las economías campesinas.
En otras palabras, están relacionadas de manera muy estrecha con las políticas de
seguridad y soberanía alimentaria y el desarrollo rural campesino.
La Política considera que las cocinas tradicionales tienen un enorme
potencial, no solo como un factor de identidad y pertenencia, sino también como
una alternativa productiva y de generación de empleo e ingresos. En el turismo
cultural, la cocina remite a la vivencia del turista de una experiencia nueva,
fundamentada en la cultura de un pueblo o de una comunidad. Interesan a la
Política aquellos procesos de turismo comunitario que a su vez fortalezcan los
procesos de producción cultural, entre ellos, la cocina tradicional. En el campo
del turismo cultural se debe dar prioridad al turismo nacional, y en segundo lugar
al turismo internacional.
La Política promoverá la protección de los saberes tradicionales asociados a la
alimentación y la cocina.
•
11. Estrategias y directrices
81
Estrategia 4
Fomentar el conocimiento y uso de la biodiversidad con fines alimentarios.
Objetivo
Fortalecer y apoyar, desde el ámbito de la cultura, el conocimiento,
uso y recuperación de los recursos de la biodiversidad silvestre y cultivada para
la alimentación.
Directriz
La Política considera que es necesario crear conciencia pública sobre la
relación que existe entre la alimentación y la cultura culinaria y la oferta natural
para velar por la protección del medio ambiente y ampliar la base alimentaria a
partir del uso sostenible de la biodiversidad.
Estrategia 5
Adecuación institucional.
Objetivo
Establecer los mecanismos administrativos, técnicos, financieros y de
coordinación intersectorial y con las administraciones departamentales y locales,
para la implementación de la política.
Directriz
La cocina debe ser entendida como un sistema complejo que involucra el
compromiso, con una visión a largo plazo, de diversos sectores del Estado en los
distintos niveles de la gestión pública, la vinculación del sector privado y, lo más
importante, la participación activa de las comunidades locales.
El fomento y salvaguardia integral de las cocinas tradicionales es una tarea que
compromete a numerosas instituciones públicas y privadas de diferentes sectores
de la vida social y económica de la nación. Es función del Ministerio de Cultura
orientar y liderar esta política, que se cruza con el sector agropecuario, ambiental,
educativo, la salud nutricional, la industria, el comercio y el turismo.
Desde la acción misional del Ministerio de Cultura, la Política tiene dos ejes
principales: la salvaguardia y el fomento del patrimonio cultural culinario. En
relación con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, interesa el tema
de los emprendimientos culinarios como fuentes de generación de empleo e
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
•
Anexo al documento de Política
Estrategia 1
Reconocer, valorar y enseñar el patrimonio de las
cocinas y la alimentación tradicional.
Acciones recomendadas
1. Elaborar directrices ministeriales y guías para la inclusión de la cultura culinaria
en los planes e iniciativas departamentales y municipales de cultura y patrimonio. El
Ministerio de Cultura realizará el seguimiento pertinente a estas acciones.
2. Fomentar la investigación sobre la alimentación y las cocinas tradicionales.
Se recomienda crear y apoyar líneas de investigación, en concertación con el
Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias),
el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y las instituciones académicas
interesadas.
3. Dar especial atención en el Programa Nacional de Estímulos y en el Pro-
grama Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura a los estudios de la
cultura culinaria y de las manifestaciones de las regiones cuyo patrimonio cultural
culinario es menos conocido.
[83]
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Estrategia 2
Salvaguardar el patrimonio cultural en riesgo de
las cocinas y la alimentación tradicional.
Acciones recomendadas
1. Determinar, por medio de consultas a las regiones y localidades, el estado
del patrimonio cultural culinario, elaborar un inventario y una estrategia para la
política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
Estrategia 3
Fortalecer la organización y la capacidad de gestión cultural de los
portadores de las tradiciones de la alimentación y la cocina.
Acciones recomendadas
1. La cocina, además de su función alimentaria y social, es una forma de expre-
sión cultural, un “arte”. El Ministerio de Cultura, por intermedio de su Dirección
de Patrimonio, creará directrices, incentivos y medios para reconocer la labor de
las cocineras y cocineros destacados en sus regiones y localidades como cultores
relevantes del patrimonio cultural culinario del país.
2. Uno de los principales ejes de la Política debe ser el apoyo y fortalecimien-
to de las redes sociales de los cocineros y cocineras tradicionales. A partir de ini-
ciativas regionales y locales, y de procesos sociales en marcha, se recomienda a
los ministerios de Comercio, Industria y Turismo, y de Agricultura y Desarrollo
Rural, apoyar la conformación de dichas redes.
3. Se recomienda promover y diseñar manera concertada con los ministe-
rios de Agricultura y Desarrollo Rural, y de Ambiente y Desarrollo Sostenible,
así como con las organizaciones rurales, planes estratégicos y proyectos piloto
Anexo al documento de Política
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Estrategia 4
Fomentar el conocimiento y uso de la biodiversidad con fines alimentarios.
Acciones recomendadas
1. Se recomienda a los ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y Agri-
cultura y Desarrollo Rural, en el marco de esta Política, promover y concertar con
los institutos de investigación biológica, con la Academia y con los entes territo-
riales, la identificación, el estudio, adaptación y fomento de especies promisorias
para la alimentación. Una primera actividad en esta materia es la compilación y
sistematización de la copiosa información existente. Se recomienda explorar, con
este fin, la plataforma informática del Instituto Humboldt sobre usos tradicionales
de la biodiversidad.
2. Se recomienda a los ministerios del Ambiente y Desarrollo Sostenible, y de
Agricultura y Desarrollo Rural, promover eventos, concursos y mecanismos de
incentivos para fomentar el uso de especies promisorias con fines alimenticios en
el marco de sistemas ecológicamente sostenibles.
Estrategia 5
Adecuación institucional.
Acciones recomendadas
1. Conformar una mesa intersectorial con la participación de las siguientes
entidades públicas: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural; Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo; Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible;
Ministerio de Educación; Ministerio de Salud y de la Protección Social; Ministe-
rio de Cultura; Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (icbf); Departamento
Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) y Departamen-
to Nacional de Planeación (dnp).
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
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política para el conocimiento, la salvaguardia y el fomento
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de la alimentación y las cocinas tradicionales de colombia
isbn 978-958-753-077-3
(obra completa) isbn 978-958-753-058-2
tradicionales de colombia
la colección biblioteca básica de cocinas