2 Personas Manipuladoras Cómo Descubrirlas y Desarmarlas
2 Personas Manipuladoras Cómo Descubrirlas y Desarmarlas
2 Personas Manipuladoras Cómo Descubrirlas y Desarmarlas
Esas personas que no tienen ningún reparo en pedirte que antepongas sus
necesidades a las tuyas “por el bien común” o por cualquier otra
estrategia. Esas personas que después de lograr lo que querían de ti, ni
siquiera se muestran agradecidos…
La sensación de control
La que se procuran con todo este juego, les hace sentirse superiores al
resto de mortales. Ese es un licor que embriaga a la vez que encadena en la
búsqueda constante de mantener o mejorar el nivel alcanzado.
Por otro lado, las personas que necesitan sentirse superiores, especialmente a
través de pisar a los demás, reflejan un interior podrido y pobre, lleno de
carencias e inseguridades que protegen con esa falsa apariencia de poder y
control.
¿Todos los manipuladores siguen el mismo patrón?
La pobre víctima:
Es un clásico. La persona es una víctima del mundo. Todo le pasa a ella y los
demás se aprovechan de forma perenne. Este tipo de manipulador hace que
te sientas culpable de sus desgracias y de lo injusta que es la vida con él, hasta
que finalmente accedes a sus peticiones por una mezcla de pena y culpa que
te embargan. Después te sientes hastiado y ciertamente decepcionado porque
no es lo que tú deseabas, pero de alguna manera ha conseguido convencerte
con sus lágrimas de cocodrilo.
El eterno dependiente:
Este manipulador juega con tu ego. Hace que te sientas muy superior, el
mejor, mientras que él es poca cosa, débil e inútil, y por supuesto, incapaz de
hacer cosas que tú sí que puedes hacer… Ahí te ha pillado.
Tu compasión hacia su debilidad sumada a tu ego personal de fortaleza y
capacidad te pierden, obligándote sin que te des cuenta a hacer cosas que la
otra persona puede hacer, pero que no hará porque se las haces tú.
Así se libra de las consecuencias que puedan tener esos actos que te incita a
realizar y se evita también el esfuerzo que suponen.
El provocador
Este manipulador juega totalmente al revés. Demuestra su fuerza y
agresividad, de tal modo que prefieres acabar cediendo a tener que
enfrentarte a él, o generar una disputa.
Utilizando esta baza, el manipulador siempre se lleva el gato al agua,
consiguiendo “un consenso” a su favor en la inmensa mayoría de los casos, y
anulando al resto en su favor. Los demás, a su vez, cada vez se sienten con
menos capacidad de decisión o de convocación, por lo que poco a poco acaban
allanándole el camino, al macho alfa dominante.
El interpretador
Este sujeto resulta mucho más enrevesado y maquiavélico, ya que extrae las
palabras de tu boca, para transformarlas en otra cosa, la cual supuestamente
has dicho, pero que va a perjudicarte contundentemente. Con sus malas artes,
al final, acabarás sintiendo remordimientos por haber presuntamente dicho
algo inapropiado o por haber herido a alguien con esos imaginados
comentarios. También así, modificando levemente tus dichos, haciéndoselos
llegar a la persona idónea y tergiversando ligeramente la perspectiva e
intencionalidad del contenido, siendo el malo, sin haber tenido siquiera un
papel en la función.
El desprestigiador
Este individuo se siente simplemente perfecto. Una deidad en estado puro.
Cada vez que hagas un comentario que pueda aprovechar, va a hacer notar
que te has equivocado, va a resaltar cuando se le dé oportunidad
tus defectos y va a ridiculizarte con sus ácidos comentarios hacia tus
particularidades. Son los jueces del mundo y si estás en su punto de mira,
cierran la sesión a golpe de mazo, sin posibilidad de réplica o defensa.
Primero:
Hacernos conscientes
El primer paso es hacernos conscientes de que nos están manipulando.
Existen unos derechos que son inviolables entre los que se encuentran:
Derecho a ser tratado con respeto.
Derecho a expresar tus sentimientos, opiniones e ideas.
Derecho a establecer tus propias prioridades.
Derecho a decir NO sin sentirte culpable.
Derecho a defenderte de las agresiones externas, sean físicas o
emocionales.
Si sientes que cuando te relacionas con algunas personas, no puedes ejercer
estos derechos, plantéate que puedes estar siendo manipulado.
Segundo:
Mantener la distancia
Aprende a mantener la distancia (emocional) de seguridad. Igual que en la
carretera, si estás cerca de personas que puedan dar “frenazos o volantazos”
de forma brusca e inesperada y lastimarte con ello, simplemente retrocede y
mantente en una distancia adecuada que evite su aproximación
estratégica. Recuerda: Nadie puede herirte sin tu consentimiento.
Tercero:
No eres culpable
Si te respondes NO a alguna de las preguntas antes citadas, plantéate que es
posible que la víctima no sea el otro, sino que seas tú. De la misma manera no
puedes tener la culpa de todo lo que pasa a tu alrededor, así que si eso
empieza a pasar, averigua qué es lo que está ocurriendo.
Cuarto:
Preguntas clave:
Hacer una serie de preguntas clave a tiempo puede salvarte
de un manipulador:
– ¿Crees que lo que me pides es razonable o mínimamente justo?
– Según tu… ¿qué tendría que responder?
– ¿Me lo estás pidiendo o solo me lo estás comentado?
Preguntas de esta índole harán plantearse al manipulador que su plan ha sido
descubierto y, por lo tanto, es posible que busque a otra víctima más sensible
a sus encantos.
Quinto:
Tomarse el tiempo necesario
Tómate tu tiempo para responder a sus demandas. Ellos suelen jugar con la
presión, para obtener respuestas inmediatas. No te permiten pensar y la
presión hace que finalmente cedas a sus peticiones. Solo hay prisa para amar,
para el resto, tómate tu tiempo.
Sexto:
Ser firme
Se firme en tus afirmaciones. Son grandes expertos en la lectura de tu
comunicación no verbal, por lo que, si titubeas o vacilas, lo notarán,
aumentando sus esfuerzos a la espera de tu caída.
Fuente:
http://psicopedia.org/4598/personas-manipuladoras-como-descubrirlas-y-
desarmarlas/
CANAL DE HIPNOSIS
https://www.youtube.com/user/osote77?disable_polyme
r=true
ATENTAMENTE
Hipnoterápeuta
Isidro Pérez
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