PL - 2º Grado - Graciela Montes
PL - 2º Grado - Graciela Montes
PL - 2º Grado - Graciela Montes
Grado: 2do.
Contenidos:
Fundamentación:
Los cuentos y novelas de Graciela Montes cuentan con gran difusión y es común
encontrar muchos de sus títulos en las escuelas lo cual supone un beneficio a la hora de
realizar un seguimiento de autor. Asimismo, la autora posee una marca visible en sus
obras, ciertas características (el género fantástico, la exageración, el seguimiento de
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Diseño curricular para la escuela primaria: primer ciclo de la escuela primaria: educación general básica,
2004
personajes, como por ejemplo El Ratón Feroz y/o Clarita, entre otros) que colaboran en el
desarrollo de este tipo de propuestas.
Se espera poder trabajar con diversas instancias de escritura y lectura, es decir, a través
del docente y por sí mismos/as, para ambos casos ya que:
Al tratarse de una secuencia breve (3 encuentros), se trabajará en torno a uno solo cuento,
Doña Clementina Queridita, la achicadora. Dedicarnos durante los tres encuentros a un
solo texto permitirá trabajarlo en profundidad, ahondar en su riqueza, ir y volver sobre sus
páginas, desentrañar la trama, el conflicto, la resolución del mismo, entre otros.
Del mismo modo, si bien se trabajará con instancias de escritura y lectura por sí mismos
(tal como se menciona con anterioridad) utilizaremos esta oportunidad para poner especial
atención en la lectura a través del docente y el intercambio lector.
Mientras los niños y niñas se construyen como lectores/as y todavía no pueden realizar
lecturas de corrido para sí mismos/as y otros/as, es fundamental la figura del docente a fin
de que lo posibilite y de esta forma que la lectura cobre sentido e interpretación, por ello la
importancia de la lectura a través del docente.
Por otro lado, en relación al intercambio lector, nos permitirá profundizar en las diferentes
interpretaciones que los niños y niñas realicen, confrontarlas con las de los demás,
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Diseño curricular para la escuela primaria: primer ciclo de la escuela primaria: educación general básica,
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repensarlas, debatirlas, sostenerlas o reformularlas, se trata de que las prácticas cobren
nuevos sentidos en el contacto con los otros/as, fomentando así el trabajo colaborativo y
en comunidad.
Asimismo, cabe mencionar, que muchos/as de los/as niños/as todavía no leen letra
imprenta minúscula y de hecho, la docente comenzó a mediados del mes de abril a
utilizarla. A fin de que todos/as puedan seguir la lectura y en pos de fomentar la autonomía
a la hora de realizar las diferentes actividades se decidió adaptar el cuento Doña
Clementina, Queridita, la achicadora, a letra imprenta mayúscula.
Es pertinente mencionar que los niveles de alfabetización de los/as niños/as son variados,
por lo que las actividades a realizar también contemplan este escenario. Todas las
propuestas son compartidas pero se las puede resolver de múltiples maneras, pudiendo
acercarse no solo a través del texto sino también por las imágenes, permitiendo así que
puedan utilizar diferentes estrategias para su resolución, poniendo en juego sus
conocimientos y construyendo otros a partir de la socialización de las diferentes
producciones y evidenciando que no estamos buscando una sola respuesta como correcta
y acabada. De esta forma, al presentarse así las actividades, todos/as los/as niños y niñas
podrán realizarlas, independientemente del nivel de alfabetización en el que se encuentren.
Por último, pero no menos importante, la escuela debe funcionar como un espacio de
democratización del acceso al conocimiento, que los niños y niñas tengan la posibilidad de
acceder al mundo de la literatura como parte de la necesidad de construir ciudadanos/as
críticos/as es nuestra responsabilidad como docentes dentro del aula.
En esta secuencia puntual, el seguimiento de una autora nos permite que los niños y niñas
puedan continuar sumergiéndose en el mundo literario mientras se forman como
escritores/as y lectores/as. La escuela toma un rol activo y responsable, el acceso al
conocimiento no queda librado a la presencia o ausencia de posibilidades particulares de
los hogares a los cuales pertenecen los alumnos/as. Se trata de poder:
Bibliografía consultada:
http://www.lecturalia.com/autor/292/graciela-montes
Torres, Mirta. Leer y escribir en la escuela: desafíos en los primeros grados / Mirta Torres;
María Elena Cuter; Cinthia Kuperman. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
Santillana, 2014.
Hoja de ruta:
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Diseño curricular para la escuela primaria: primer ciclo, Prácticas del Lenguaje, 2019
Clase 1 (80 min.):
Se realiza una nueva lectura a través de la docente del mismo cuento, en esta instancia
cada uno de los niños y niñas sigue la lectura con su propio texto. En esta instancia deben
señalar cuándo hablan los personajes. Tras el primer diálogo deben explicar cómo se
dieron cuenta, se socializa de forma oral y grupal las estrategias utilizadas. Se les pide
entonces que todos/as estén atentos/as al cuento para los próximos diálogos porque
deben leerlos en voz alta, a coro, junto a la docente. No se espera que puedan realizarlo
solos ya que hay poco trabajo de lectura previo con el texto, el objetivo realmente es que
puedan identificar las marcas que indican el comienzo del diálogo. Posteriormente la
docente realiza preguntas de localización de información en el cuento a la totalidad del
grupo, se abre así una nueva instancia de intercambio entre lectores. En este caso el foco
está puesto en recuperar información que proveen los diálogos trabajados en un primer
momento, por ejemplo, personajes, objetos y lugares donde se producen los achiques y
antídotos, teniendo como apoyo las imágenes.
Por último, se propone una actividad de escritura por sí mismos/as (individual) en la que
deberán pensar y escribir el antídoto para las cosas que el cuento no menciona cómo se
vuelven a agrandar (kilo de manzanas, árbol y 7 velas), Se realiza una socialización de las
diferentes respuestas de forma oral y colectiva.
Luego presentará el cuento a trabajar, Doña Clementina Queridita, la achicadora. Les dirá
que lo eligió porque es muy divertido, que cuando lo leyó la hizo reír mucho y le pareció
que a ellos/as también les va a gustar tanto como a ella, que la historia los/as va a
atrapar.
La docente invitará a los niños y niñas a sentarse en un costado del aula, en el piso,
formando un círculo, ella formará parte del mismo. La docente generará un clima
adecuado para la escucha del cuento, dirá que van a leer el cuento, y propondrá
escucharlo y mirarlo en silencio, que después van a charlar sobre él. Una vez que
todos/as estén sentados/as y en silencio, la docente comenzará con la lectura (a través
del docente) del cuento. Lo hará de forma pausada y constante. Del mismo modo, el libro
mirará hacia los niños/as y lo mostrará, para un lado y para el otro, antes de girar las
páginas para que puedan observar las diferentes ilustraciones que se encuentran en él.
Seguramente muchos/as de los alumnos/as hagan comentarios en medio de la lectura, la
docente, en esta instancia, no interrumpirá la lectura para recuperarlos ya que se trata de
una instancia plena de lectura, el intercambio lector se realizará luego.
Una vez finalizada la lectura, la docente le preguntará a los niños y niñas qué les pareció
el cuento, si les gustó, por qué sí, por qué no. Seguramente digan que les pareció
gracioso que Doña Clementina achique los personajes con sus palabras. Sobre ello podrá
preguntar, cuándo se convirtió en achicadora. Seguramente algunos dirán que con el
gato. ¿Si, con el gato? ¿Todos coinciden? ¿Y cómo nos podemos dar cuenta en el libro
cuándo achicó al gato?, preguntará la docente. Se espera que digan que es al principio
del libro, cuando aparece el gato. A ver, busquemos la imagen del gato, agregará (el gato
aparece por primera vez en la página 7, en esta instancia todavía no se produjo su
achique). Acá aparece el gato, vamos a releer esta parte, a ver si se produjo o no el
achique del gato, ¿les parece? (La lectura comenzará en el último párrafo de la página 6,
donde se nombra al gato.) ¿Empezaron acá los achiques o no, qué dice el texto? Se
espera que digan que Doña Clementina se hizo famosa cuando empezó con los achiques,
que eso quiere decir que todavía no achicó a nadie y que lo nombra al gato pero que solo
dice que es su mascota.
Y entonces ¿cuándo achicó al gato, alguno se acuerda cómo se llama? Se espera que
algunos digan Polidoro ya que recién se leyó su nombre nuevamente. Cuándo achicó a
Polidoro, ustedes me dijeron que es cuando aparece la imagen del gato, ¿aparece
después?, se espera que digan que sí, la docente girará la página y ahí se espera que
digan que es cuando se produce el achique, la docente preguntará cómo saben, si
todavía no volvieron a leer esa parte, se espera que algunos/as digan que es porque se
acuerdan, otros dirán que es porque el gato se encuentra dentro del plato de comida,
preguntará al resto qué les parece, si están de acuerdo o no. La docente propondrá
confirmarlo con la lectura de esa parte, a ver qué dice el texto y que la paren cuando
crean que llegó a la parte del achique de Polidoro. Se espera que la paren cuando diga “y
ahí no más vino el primer achique”.
La docente les preguntará si se acuerdan por qué comenzaron los achiques, pero que
para responder a eso van a volver a sus asientos y que ella les va a entregar una copia a
cada uno/a del cuento así todos/as pueden buscar en el libro.
Una vez que todos/as estén sentados la docente les entregará un ejemplar del libro a
cada uno/a. Los/as invitará a que recorran sus páginas libremente por unos minutos,
posteriormente les dirá que hay una parte del libro en la que dice que pueden escribir su
nombre, les propondrá que de forma individual y en silencio busquen en dónde creen
ellos/as que deben poner su nombre y que lo hagan, así sabremos de quién es cada libro
cada vez que los usemos. Mientras, la docente pasará por los bancos a fin de ver qué
están realizando y brindarles orientación si así lo necesitaran, puede hacer preguntas,
como, por ejemplo: en tu cuaderno, tu nombre dónde lo anotaste, al comienzo o al final,
para que le brinde una pista de que no es por el final del texto sino al comienzo, así
reduce la amplitud de la búsqueda. Una vez que todos/as hayan finalizado la docente
iniciará un espacio de intercambio para compartir las diferentes estrategias que utilizaron
para darse cuenta dónde poner sus nombres. Se espera que todos/as lo hayan puesto en
el mismo lugar. Muchos/as dirán que es debajo de donde dice “este libro pertenece a” en
donde está la línea. Seguramente aparezca como estrategia de localización la línea
punteada, la docente puede preguntar al respecto, qué nos dice esa línea, seguramente
digan que hay algo que falta, que se debe completar algo allí.
Antes de comenzar la lectura se fijará que todos/as tengan sus libros arriba del banco y
abierto en la primera página, si notara que algunos/as no lo tienen de esa forma, puede
preguntar a la totalidad del grupo en dónde comienza el cuento, se espera que digan que
es en donde dice Doña Clementina Queridita, la achicadora, con una imagen de dos
personas sentadas, la docente pasará por los bancos viendo que todos/as tengan abierto
el libro en esa página.
La docente les dirá de forma oral y a la totalidad de la clase (mientras les reparte sus
ejemplares del cuento, banco por banco) que van a volver a leer el cuento desde el
principio, pero que esta vez quiere que la paren cuando vean que algún personaje habla.
Una vez que todos/as tengan el libro abierto en la página correcta, la docente pedirá que
hagan silencio, y recordará la consigna.
Se espera que la paren cuando Doña Clementina dice “-¡Poli!, ¡tenés hambre, pobre!”. La
docente detendrá la lectura y preguntará a la totalidad de la clase cómo se dieron cuenta
que ese es un diálogo. Se espera que algunos/as digan que es porque la letra está con un
color más oscuro, otros/as puede que noten que hay una raya antes la cual indica el
comienzo del diálogo. La docente volverá a repetir en voz alta las estrategias que
utilizaron para ver que se trata de un diálogo y les pedirá, entonces, que cada vez que
vean uno, marquen con un lápiz las palabras que producen los achiques al ser dichas por
Doña Clementina. Se realizará la lectura hasta la página 18 inclusive ya que leer la
totalidad del cuento puede resultar muy largo.
La docente les dirá que van a realizar una actividad de forma individual, que les va a
entregar un cuadro a cada uno/a en el que van a tener que completar solamente la
primera columna (les dará el cuadro doblado en forma de abanico). Explicará de forma
oral y a la totalidad de la clase que la primera columna pide que escriban todas las cosas
y personajes que Doña Clementina achicó, ¿qué cosas sabemos hasta ahora que
achicó?, se espera que digan que, al gato, a Don Ramón, a Oscar y al jarabe. La docente
las anotará en el pizarrón, les dirá que las anoten en sus cuadros y que ahora deben
buscar en el texto otras cosas o personajes que achicó, vale aclarar que en esta instancia
no se espera que encuentren la totalidad de las palabras, a medida que la docente circule
por los bancos se fijará en las posibilidades de cada uno/a y le pedirá más palabras a
quienes se encuentren más avanzados.
Mientras los niños/as realizan la actividad, la docente pasará por los bancos para
observar qué están haciendo y si necesitan orientación. Seguramente haya niños/as a los
que se les dificulte ir y venir por todo el texto en búsqueda de todas las palabras, por ello,
luego de darles un tiempo para que exploren el libro, la docente podrá decirle a la
totalidad de la clase que hace un rato, cuando leyeron el cuento todos juntos, leyeron una
parte en la que se nombran todos los objetos y personas que Doña Clementina achicó,
que lo busquen. La docente circulará por los bancos observando si todos/as pudieron
encontrar dicha página. Del mismo modo, seguramente haya niños/as que encuentren la
lista de objetos y personas achicadas (pag. 18). Lo interesante de problematizar con dicha
lista es que la gran parte de las cosas aparecen escritas en su versión achicadas, la
mayoría de los niños/as que la encuentren, seguramente copien las palabras sin reparar
en ello, se les puede preguntar si esas son las cosas en su tamaño normal o no. Se
espera que digan que son las cosas achicadas. La docente puede proponer un ejemplo
para que en base a eso los niños y niñas piensen las palabras originales y anoten esas.
Por ejemplo, puede anotar en el pizarrón la palabra “gatito” y preguntar cuál es la palabra
que le corresponde, se espera que digan “gato”, también la anotará. De todas formas, la
docente seguirá circulando por los bancos a fin de ver cómo lo están resolviendo y si
tienen dudas con alguna palabra puntual.
Una vez que todos hayan terminado, la docente propondrá un espacio de socialización de
las respuestas y estrategias que utilizaron para la búsqueda. Seguramente algunos/as
tengan más palabras escritas que otros/as, la docente puede comenzar por algún niño/a
que no tenga escrita la totalidad de palabras, le pedirá que diga las que encontró y las
agregará al listado que escribió anteriormente en el pizarrón, le preguntará cómo buscó
esas palabras, en qué parte del texto las encontró, si solo se guió por el texto o si se
ayudó por las imágenes, si respondiera que se ayudó con las imágenes, le preguntará por
qué imágenes, qué pista le dieron. Puede preguntar a toda la clase si también escribieron
esas palabras, o si les faltó alguna, si anotaron alguna otra que no figure en el listado
del/la compañero/a. Luego puede decir que a medida que pasó por los bancos notó que
muchos/as encontraron una página donde estaban todas las cosas y personajes, puede
preguntar ¿de qué página se trata?, se espera que digan que es la página 18. Invitará a la
clase a buscar esa página en sus textos, les pedirá que cuenten cuántas cosas achicó
Doña Clementina, se espera que la mayoría diga que achicó 10 cosas, ya que esas 10
son las que están listadas. La docente los/as invitará a leer nuevamente esa página para
comprobar que realmente sean 10 cosas (lectura a través de la docente), se espera así
que identifiquen que el texto sigue y agrega “tiempito”, “problemita” y “amorcito”, incluso
alguno/a puede que note que dice “muchas cosas más” pero que no las nombra- La
docente puede agregar al listado del pizarrón, las palabras de esta página, pero antes
preguntará si están todas escritas en su tamaño normal o cómo están, se espera que
digan que están achicadas. Irá pidiendo a diferentes alumnos/as que le digan las palabras
que debe agregar a la lista de las cosas que achicó, es decir, las palabras con el tamaño
normal, del mismo modo puede preguntar si todos/as la pensaron igual a la palabra.
Posteriormente la docente dará unos minutos para que completen la lista o modifiquen
algunas palabras, la docente pasará nuevamente por los bancos a fin de brindarles ayuda
si así lo necesitaran.
La docente pedirá que escriban sus nombres en el cuadro y los guardará, junto a los
libros, para seguir trabajando con ellos en el próximo encuentro.
Clase 3:
La docente les pedirá que le recuerden cómo identificamos un diálogo, se espera que
digan que por la letra más oscura y por la raya que se encuentra adelante. Les dirá que
esta vez van a tener que identificar en los diálogos las palabras dichas por Doña
Clementina que produjeron los antídotos.
Terminada la lectura, la docente les dirá que seguirán trabajando con el cuadro de forma
individual, le entregará a cada uno/a el suyo y les dirá que esta vez lo abran, les explicará
que en la segunda columna deberán completar la palabra que Doña Clementina utilizó
para achicar al objeto o personaje y que en la tercera deberán poner el antídoto. Los/as
invitará a hacer el primero entre todos/as a modo de ejemplo. Dirá: la primera palabra que
anotamos cuál fue, se espera que digan “gato” ¿cuál será la palabra que produjo el
achique, se acuerdan dónde estaba eso? Se viene trabajando con ello a lo largo de los
encuentros con lo cual no se espera que presente dificultades encontrar la respuesta,
dirán que, al comienzo, cuando empezaron los achiques, la docente podrá invitarlos a
buscarlo en sus textos y pedirá que digan el número de página donde lo encontraron así
todos/as lo ven. Se espera que digan que es en la página 8, que está escrito con letra
más oscura, en el segundo diálogo, que dice “gatito”, la docente los invitará a que lo
anoten en sus cuadros y agregará que eso mismo deben hacer con todas las palabras
que anotaron, tanto para los achiques, como para los antídotos.
Asimismo, la docente preguntará de forma oral y a la totalidad de la clase si en el cuento
se dice o no el antídoto para todas las cosas y personajes que Doña Clementina achicó.
Seguramente sea una pregunta que genere dudas y opiniones diversas. La docente
puede preguntar si se dice el antídoto, por ejemplo, para el árbol, se les puede proponer
volver sobre la lectura y marcas que realizaron en los diálogos hace un momento a ver si
el cuento dice o no el antídoto del mismo.
Luego, iniciada la actividad, la docente irá pasando por los bancos a fin de observar cómo
la están realizando, y guiarlos/as en caso de que necesiten ayuda. Seguramente
algunos/as recuerden que mucha información se encontraba en la página 18, la docente
puede comentarlo a la totalidad de la clase, señalarles que tal compañero/a se acordó que
la clase pasada encontraron muchas cosas en una sola página, puede preguntar si
recuerdan cuál era. Esa información los/as ayudará para la columna de achiques, pero de
todas formas deberán recorrer las páginas del cuento para encontrar los antídotos. Con
aquellos niños/as que observe que se les dificulta la tarea, que ir y venir por el libro los
marea un poco, puede ayudarlos a reducir la amplitud de la búsqueda realizando
preguntas como: ¿en qué página encontramos que estaban todos las cosas y personajes
achicados?, se espera que le muestren la página 18, ¿a vos qué te parece, el antídoto, la
solución a eso, va a estar antes o después de la página 18? Se espera que digan que
después. Entonces, ¿dónde te parece que tenés que buscar las palabras, antes o
después de la página 18? Se espera que digan que después.
Las intervenciones variarán según de qué palabras se trate. Si se trata de palabras que sí
presentan antídoto, la docente puede preguntarle cómo podemos darnos cuenta dónde
está la respuesta, si el cuento nos da alguna pista además del texto, se espera que digan
que están las imágenes, los invitará a apoyarse en ellas, que busquen las páginas donde
se encuentran a ver si ahí dice algo, también, si todavía no lo notaron, puede darles la
pista de la página 18 como quiebre en el libro en cuanto a la búsqueda.
Para el caso de las palabras que quedaron chicas, el cuento lo explica en la página 31, y
en la página 30 hay una imagen de los 3 elementos. La docente puede pedirle que le
recuerde cuáles son esas cosas que no encuentra, y le preguntará en qué página
empiezan los antídotos, cuando el/la alumno/a le muestre le preguntará si a partir de allí
no hay alguna pista sobre esos objetos, que se fije, que ella vuelve en un rato así le
cuenta.
Se espera que pocos niños/as lleguen a la instancia de buscar las palabras que no
especifica el antídoto, seguramente sean aquellos/as que presentan mayor fluidez en la
lectura por sí mismos/as. Para el caso de estas palabras la docente puede decirle a la
totalidad de la clase que, con lápiz en mano, marquen en el texto dónde menciona esas
palabras luego de los achiques, a ver si se puede encontrar el antídoto, que después lo
charlan. Para aquellos/as que la docente identifique que les cuesta más la actividad,
puede acotarles el lugar de búsqueda de la información, nuevamente indicando, por
ejemplo, el quiebre que implica la página 18.
Una vez que todos/as hayan terminado de completar el cuadro, la docente abrirá una
instancia de socialización de respuestas y estrategias. Irá solicitando a algunos/as
alumnos/as que cuenten al resto de la clase cuál es la palabra que Doña Clementina
utilizó para achicar al objeto o personaje, según corresponda. Preguntará al mismo tiempo
si el resto anotó lo mismo, se espera que para esta columna todos/as hayan escrito lo
mismo, de encontrarse alguna diferencia la docente puede proponer volver sobre el texto,
el párrafo puntual para corroborar cuál es la palabra. Del mismo modo la docente puede
preguntar en qué parte del texto encontró la palabra, si todos/as la encontraron en el
mismo lugar, si alguno/a siquiera se fijó en el texto, y de ser así cómo se dio cuenta. Si
apareciera un caso así, se espera que diga que es por cómo terminan las palabras, que
todas terminan igual y que por eso la escribió de esa manera. La docente puede partir
desde acá para preguntar por qué creen que Doña Clementina al decir esas palabras
achicó las cosas y/o personajes, qué tienen en común esas palabras, se espera que digan
que terminan de la misma forma, es decir, con “ito/a”, ¿y que indica el ito/a?, se espera
que digan que es cuando algo se vuelve chico.
Luego se trabajará con la columna de los antídotos. La docente comenzará por las
palabras que sí tienen antídotos, es decir, gato, Don Ramón y Oscar. Le preguntará a
diferentes alumnos/as sus respuestas, para el caso de “gato” será interesante ver si
todos/as escribieron las tres palabras que menciona el cuento, o solo una o dos, en el
caso de que no hayan escrito todas, la docente puede invitarlos/as a volver al texto para
corroborar cuales son las palabras que usa Doña Clementina, leerá esa parte.
Para el caso de las palabras frasquito, etiquetita y sillita, cuando la docente pregunte por
ellas, se espera que digan que Doña Clementina decidió dejarlas achicadas, preguntará si
todos están de acuerdo, si alguien encontró la palabra (puede que alguno la haya escrito
aunque no aparezca en el cuento), de todas formas, se los/as invitará a que sea el texto el
que responda, se buscará la página donde se brinda dicha información y la docente la
leerá para la totalidad de la clase.
Por último, para las palabras que no aparecen, la docente preguntará ¿qué pasó con esas
palabras? ¿Alguien las encontró? Se espera que digan que no, aunque nuevamente
puede que algunos/as hayan inventado las palabras al no encontrarlas. La docente
propondrá releer el texto a partir de la página 19, ellos/as deberán seguir la lectura con
sus textos y si en algún momento aparece el antídoto para alguna de ellas deberán
pararla. Una vez terminada la lectura, la docente preguntará si figuran o no los antídotos,
se espera que digan que no.
Luego la docente preguntará por qué creen que esas palabras funcionaron como antídoto
(señalando los casos de gato, Don Ramón y Oscar), qué tienen en común esas palabras,
se espera que digan que terminan de la misma forma, es decir, “gatón” termina como
“Ramonón” o “muchachote” termina como “gatote”, ¿y que indica la terminación?, se
espera que digan que es cuando algo se vuelve grande
La docente propondrá entonces, que cada uno, de forma individual, piense un antídoto
para las palabras que no lo tienen y las agreguen al cuadro. Mientras los/as niños/as
estén realizando la actividad, la docente pasará por los bancos para ver si alguno/a
necesita ayuda, aunque no se espera que la actividad presente dificultades en su
resolución. Una vez que todos/as hayan terminado, la docente preguntará a algunos/as
niños/as de forma oral sus respuestas, se espera que todos digan más o menos las
mismas palabras.
La docente preguntará (de forma oral y a toda la clase) qué estuvimos trabajando en el
encuentro, se espera que digan que completaron los cuadros, que buscaron las palabras
que achicaron y agrandaron las cosas y personajes del cuento.
Dicha conclusión será anotada por la docente en el pizarrón y los/as niños/as la copiarán
en sus cuadernos, previamente la docente les habrá pedido que peguen sus cuadros.