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Consejeria

Este documento presenta los principios bíblicos de la consejería. En primer lugar, destaca que la consejería bíblica debe basarse en las Escrituras, las cuales fundamentan nuestro consejo y vida cristiana. Segundo, señala que la consejería no es exclusiva de expertos o profesionales, sino que la Biblia dice que es una responsabilidad de toda la iglesia. Tercero, explica que aunque toda la iglesia debe dar consejería, los pastores tienen una responsabilidad especial de aconsejar como parte de su llamado a past

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Este documento presenta los principios bíblicos de la consejería. En primer lugar, destaca que la consejería bíblica debe basarse en las Escrituras, las cuales fundamentan nuestro consejo y vida cristiana. Segundo, señala que la consejería no es exclusiva de expertos o profesionales, sino que la Biblia dice que es una responsabilidad de toda la iglesia. Tercero, explica que aunque toda la iglesia debe dar consejería, los pastores tienen una responsabilidad especial de aconsejar como parte de su llamado a past

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Consejería Bíblica

para Todos
Autor
Dr. Jaime Morales Herrera

MINTS
Miami, Florida
2007
2
Tabla de contenidos
Introducción 5

Capítulo 1: Principios bíblicos en el aconsejar 6

Capítulo 2: Consejería y los problemas humanos 15

Capítulo 3: La Biblia ante la psicología 19

Capítulo 4: Características, habilidades y técnicas en la consejería 25

Capítulo 5: Fases de la consejería 34

Capítulo 6: Consideraciones para aconsejar en diversos contextos 38

Capítulo 7: Consejería, emociones y sentimientos 42

Conclusión 45

Lista de referencias 46

Apéndice 1: Formulario de información básica familiar 47

Apéndice 2: Hoja de Atención en Consejería 49

Apéndice 3: Estudios de Caso 50

Guía de estudio 52

3
4
Introducción
El presente curso aborda la temática de la consejería bíblica y cristiana dando
prioridad fundamental a la Palabra de Dios, reconociendo que este es un ministerio que
debe ser desarrollado por toda la iglesia, algo que se comprueba más adelante en las
páginas del curso.
Por otro lado, hago notar que la consejería es un ministerio que es parte del hacer
discípulos, es decir, es parte de la missio dei. Por medio de la consejería estamos
discipulando en forma individual a los creyentes para que estos puedan aplicar las
Escrituras en los problemas que les surgen en el diario vivir.
Así que este manual es útil para todos los que trabajan en el ministerio, pastores,
evangelistas, misioneros, pastores de jóvenes, maestros de escuela dominical, líderes de
ministerios (damas, varones, niños, jóvenes, matrimonios jóvenes, etc.), profesores guías,
maestros, consejeros y demás personal de escuelas cristianas. En general, para toda la
iglesia. Así como la Gran Comisión de hacer discípulos es un llamado para toda la
congregación, las labores de aconsejamiento es un llamado que ningún creyente puede
eludir.

5
Capítulo 1
Principios Bíblicos en el Aconsejar
Objetivos
1. Comprender que la consejería bíblica debe basarse en una visión de mundo según
las Escrituras.
2. Comprender que las Escrituras son las que fundamentan nuestro consejo y vida
cristiana.

Introducción
Los términos consejería y aconsejamiento no pertenecen al español según el
Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), por lo menos no en la connotación
que nosotros les damos. Estos vocablos más bien son una traducción de la jerga
evangélica de la palabra inglesa counseling, una palabra que describe una de las
funciones más importantes del ministerio pastoral y de todos los miembros de una iglesia.
Con la expresión “consejería bíblica” me refiero a aquella que tiene como
fundamento las Sagradas Escrituras. Con esto quiero decir que la Biblia es la que define
las motivaciones, los objetivos y las estrategias de la consejería. Son las Escrituras las
que nos dan el fundamento teórico para la práctica de aconsejar.
Con esto me refiero no solamente a la parte espiritual sino todas las partes del ser
humano porque somos seres integrales. A veces creemos que como cristianos podemos
aconsejar sólo en el campo de las cosas espirituales, pero según la Escritura todas las
cosas son espirituales, todas están interrelacionadas. Un problema de ira es espiritual, un
problema matrimonial es espiritual, etc. La Biblia es suficiente para cambiar vidas, no
solo los problemas "espirituales" (Salmo 119).

El consejero bíblico
Hoy en día existe la idea generalizada de que los únicos que pueden dar la
consejería son los psicólogos, psiquiatras, orientadores u otros profesionales de las
ciencias sociales. Pero la Biblia dice otra cosa, ella afirma que la consejería no es
exclusiva para los expertos o profesionales. La consejería no es una ciencia es una
cuestión espiritual.
La Biblia dice que la consejería puede ser dada por parte de toda la iglesia (Ro
15:1, 14; Ga 6:1-2; Col 3:16; 1 Ts 4:18; 5:11; Hb 3:13; Stg 5:16). Adams, lo expresa de
la siguiente manera: “Dios llama a cada aconsejar a otros en algún punto, algún tiempo,
sobre algo.1” Con respecto a Galatas 6:1, Adams continúa diciendo: “La orden es clara:
todos tenemos que restaurar a cualquier hermano o hermana a quién Dios haya colocado
providencialmente en nuestro camino cada día”2.
La Consejería Bíblica es parte del discipulado cristiano que Dios nos llama a
hacer en la Gran Comisión (Mt 28:19-20) como parte de la missio dei, este nos dice que
debemos hacer “discípulos” en todas las naciones. Y parte del discipulado cristiano es
ayudar a los creyentes a que se conduzcan según la Palabra de Dios, y una forma de hacer

1
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 13.
2
Ibíd., p. 14.

6
esto es mediante la consejería bíblica. Así, que si el mandato de la Gran Comisión es para
todos los creyentes, la consejería también es un mandato para todos los creyentes.
John McArthur por su parte lo describe de la siguiente manera “desde los tiempos
apostólicos, la consejería se ha realizado en la iglesia como una función natural de la vida
espiritual del cuerpo de Cristo. Después de todo, el nuevo testamento manda a los
creyentes: "amonestaros los unos a los otros"; “exhortaos los unos a nosotros”; "animaos
unos a otros, edificaos unos a otros"; "confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad
unos por otros, para que seáis sanados”3. Todos en un momento u otro necesitamos
consejo del otro, o damos consejo a otros. Esto es un ministerio mutuo entre los
creyentes.
Por supuesto, el cristiano laico no debe andar buscando problemas que resolver
entre los hermanos, esto es ser un entrometido, lo que lo vuelve un pecado (2 Tes 3:11),
más bien, debe dar consejería cuando Dios ha colocado a otro en su camino4.
Es una necesidad que cada ministerio de la iglesia realice consejería, los pastores,
misioneros, maestros de escuela dominical, pastores de jóvenes, líderes de varones o
mujeres, etc. Cada uno de estos ministerios tiene bajo su cargo la responsabilidad de una
parte del Cuerpo de Cristo, y estos tienen la necesidad de recibir consejo bíblico.
Por supuesto, tampoco niego que puede haber especialistas en consejería bíblica5,
y que en algunos casos podrían resultar necesarios, pero tampoco hay que pensar que la
consejería es exclusiva de estos últimos, la iglesia en sí es una comunidad terapéutica6.
Atkinson y Field7 y nos dicen “La iglesia debería constituir la mejor comunidad
terapéutica del mundo. A diferencia de cualquier otra, centrada en un consejero
psicológico y sus clientes, la iglesia no es una comunidad artificial. Enfatiza la aceptación
(Ro 15:7); el perdón (Ef. 4:32), la compasión (Fil 2:1; Col 3:12) y la gracia; es decir, un
amor incondicional y divino (Jn 13:34, 35; Ro 12:9, 10; 1 Co 13; Gá 5:13). Estás
cualidades nacen del hecho de que han recibido la aceptación, el perdón, la compasión y
la gracia de Cristo. Por tanto, se crea una verdadera comunión… La verdadera comunión
debería ofrecer seguridad, y ser el terreno perfecto para sanar las heridas y alcanzar la
madurez”.
Ahora, como lo dije anteriormente considero que puede haber especialistas en
consejería bíblica y uno que es llamado a esto, es el pastor de la iglesia. El pastor es
esencialmente llamado a la tarea de aconsejar, el ha sido llamado a pastorear la grey, y
esto incluye la labor de la consejería. Adams menciona “si bien todo cristiano tiene que
ser un consejero para su hermano cristiano, la obra de aconsejar, como una vocación
especial es asignada particularmente al pastor”8. El pastor ha sido llamado a la consejería
como su función u oficio dentro de la iglesia, además, de la labor de la predicación.
Al pastor Dios le ha dado la carga y la autoridad para ejercer el aconsejamiento.
Adams, nos menciona que los pastores si son llamados a “buscar los problemas entre los
miembros de la iglesia, con miras a cortarlos de raíz. Como pastores, no se les requiere

3
MacArthur, J. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p.17
4
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 16.
5
Con esto me refiero a pastores que conocen lo suficiente la escritura como para poder aplicarla en
diversos casos prácticos. No me refiero en ninguna manera a expertos en psicología.
6
No importa si la persona es una experta o no, lo que realmente es importante es si el consejo fue bíblico o
no lo fue.
7
Atkison y Field. Ética Cristiana y Teología Pastoral, p. 80.
8
Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p. 23.

7
sólo que se hagan cargo de los problemas con los cuáles tropiezan en su camino, sino que
han de vigilar sobre las almas (vidas) de cada miembro”9 (Hb 13:17).
Por otra parte, hay personas con dones especiales dentro de la iglesia que pueden
apoyar al pastor en situaciones específicas. Por ejemplo, puede que hayan personas que
Dios los ha dotado de una mayordomía excelente de sus finanzas, por tanto, el pastor
puede recurrir a ellos cuando se busca dar consejo a una persona que tiene problemas en
esa área.

La consejería y la Biblia
En la consejería bíblica la revelación especial de Dios en las Escrituras tiene
preponderancia. Dios se ha revelado a nosotros a través de la Biblia, esto es lo que los
teólogos han llamado “revelación especial”. Así, Dios en las Escrituras nos revela en
forma especial las verdades sobre si mismo, y sobre la relación del hombre en cuatro
dimensiones: su relación con Dios, su relación consigo mismo, su relación con su
prójimo y su relación con la creación.
No hay nadie que conozca mejor el ser humano que el Dios que lo creo, y este se
ha revelado en las Santas Escrituras para guiarnos en los asuntos prácticos de las
Escrituras. Así, las Escrituras son la única fuente de autoridad para resolver nuestros
problemas espirituales (Sal 119:9; 24, 98-100; Jn 6:63; 2 Ti 3:16-17). La consejería sin
las Escrituras es una consejería sin el Espíritu Santo. 2 Timoteo 3:16 nos dice que las
Escrituras son útiles para perfeccionar a lo santos, mediante lo que podemos considerar
los medios de la consejería bíblica: enseñanza, reprensión, corrección e instrucción. Dios
es el verdadero y único consejero, nosotros solamente somos sus voceros.
Adams nos dice: “Sólo la palabra de Dios mismo puede decirnos propiamente
como hemos de cambiar. Sólo en la Biblia puede hallarse la descripción veraz del
hombre, su situación apurada y difícil y la solución que da Dios en Cristo. Sólo las
escrituras pueden decirnos qué clase de personas hemos de llegar a ser. Sólo Dios puede
mandar, dirigir, y dar poder para efectuar los cambios apropiados que van a permitir a los
hombres, a los cuales él redime, a que renueven su propia imagen corrompida por la
caída.”10
La Palabra de Dios es suficiente para conducirnos en la vida piadosamente. La
Palabra trata todo lo que necesitamos. No hay un versículo para cada tema, eso sería
demasiado simplista, pero habla sobre todos los temas. Podemos resumirlo en la
expresión "En la Biblia no esta todo, pero habla de todo". La Biblia no es una
enciclopedia, e ir a ella con la actitud enciclopedista de la era de la información es
incorrecto. Ella no está acomodada así. Por supuesto, hay temas que en la Palabra de Dios
que si tiene versículos concretos, pero, en muchos otros casos solo contamos con
principios bíblicos, y estos hay que explicarlos a las personas.
Lo que nos dice la Biblia es que pensemos bíblicamente y visualicemos las cosas
desde la perspectiva de la Escritura. Por ello, la consejería cristiana debe hacerse desde
una verdadera cosmovisión bíblica. Por tanto, sus conceptos sobre Dios, Jesucristo, el
hombre, el pecado, los medios de la gracia, la vida y del mundo en general; deben partir
de las Sagradas Escrituras.

9
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 16.
10
Adams, J. La práctica de la consejería, pp. 31-32.

8
La consejería y el ser humano
La consejería bíblica debe de partir de una antropología bíblica y no de una
humanista o de otro tipo. Recomiendo que un consejero cristiano haya leído libros y
tomado cursos de antropología bíblica, ya que es esencial el entender como Dios ve al ser
humano para poder aconsejarle de manera adecuada11.
A continuación cito algunos principios que vienen de la Biblia sobre el ser
humano:

1. Los seres humanos somos creados con la necesidad de consejo, eso parte
de la humanidad, desde Génesis vemos un Dios que nos muestra como hemos de
vivir. A Dios llamamos el es el admirable consejero (Isaías 9:6).

2. El hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza para agradar a Dios;
aunque esa imagen ha sido distorsionada por el pecado desde la caída. Contrario a
lo que dicen los psicólogos humanistas, el hombre no es un animal, no funciona
por instintos (instinto sexual, instinto de supervivencia) sino por decisiones. El
hombre no tiene las respuestas dentro de sí mismo; ni es autónomo como lo
proclama el humanismo, especialmente la línea de Carl Rogers. Sino que la única
respuesta la tiene Dios y Él la ha revelado a través de su Palabra en las Sagradas
Escrituras. El hombre es totalmente dependiente del Dios que lo ha creado, le ha
dado la vida y le permite vivir; el hombre en definitiva necesita a Dios.

3. El hombre no es naturalmente bueno sino que es pecador. El pecado es una


transgresión de la ley divina, una afrenta contra Dios (I Jn 3:6; Sal 7:11). Muchos
de los problemas humanos como el alcoholismo y la homosexualidad no deben
ser tildados simplemente como "enfermedades", este concepto lo que hace es
quitar la propia responsabilidad. Muchos de los problemas del ser humano son
originados por el pecado (hamartiagénicos, es decir, engendrados por el pecado)
de la persona sea este sujeto pasivo o activo; y aún cuando es sujeto pasivo12 es
responsable por sus reacciones pecaminosas. Nunca como consejeros debemos
minimizar el pecado; recordemos que es rebelión contra Dios y debe ser tomado
seriamente. Para el humanista Carl Rogers los consejeros deben ayudar a los
clientes a que acepten sus sentimientos negativos, los admitan y los validen13.
Para el consejero bíblico los sentimientos negativos son pecado, y le llama a la
confesión de pecados y al arrepentimiento.

4. El hombre es responsable por sus problemas; los problemas no se deben a


baja autoestima (Ef 5:29; Ro 12:2) ni son producto de los pecados de los demás.
No hay que echarle la culpa a la sociedad u otros; la Biblia dice que yo soy
responsable por mi propio pecado (Jer. 31:29-30); desde el Edén el hombre
siempre ha buscado esconderse para no enfrentar sus problemas y además, echarle

11
En el momento de escribir estás líneas, puedo mencionar que MINTS tiene dos cursos de antropología,
uno escrito por el Dr. Cornelio Hegeman, y otro escrito por la hermana Natalie Carley.
12
Con el termino “sujeto pasivo”, me refiero a cuando pecan contra él, a diferencia del termino “sujeto
activo” con él cuál me refiero a que la persona ha pecado contra alguien o algo.
13
Rogers, C. Orientación Psicológica y Psicoterapia, p. 123.

9
la culpa a otro. La responsabilidad es la capacidad de responder a cada situación
de la vida según los mandamientos de Dios.

5. En nuestra condición de pecadores no somos aceptados por Dios (Sal 58:3;


Ro 3:10-18; Sal 7:11); por tanto, la persona impía no debe simplemente aceptarse
tal y como es; ni mucho menos debe creer que Dios lo acepta tal y como es.
Aunque afirmamos paradójicamente que "Dios ama al pecador pero odia al
pecado", esto no implica que Dios acepte al pecador. El Salmo 7:11 nos dice más
bien que "Dios está airado contra el impío todos los días". Ahora bien, es cierto
que los cristianos son aceptados por Dios "en el Amado" (Efesios 1:6), que llevó
nuestras culpas y nos acepta porque nuestros pecados han sido perdonados, y
también que como cristianos debemos aceptarnos los unos a los otros solamente
porque somos hermanos en Cristo (Romanos 15:7); pero, en este tipo de
aceptación no existe ninguna implicación que nos diga que no se pueden hacer
juicios sobre pecado. El pasaje en Mateo 7:1-5 lo que condena son los juicios
ilegítimos; en la Biblia se manda a juzgar en forma específica (Jn 7:24).
Recordemos, que "aceptar" el comportamiento pecaminoso ante los ojos de la
persona aconsejada es lo mismo que aprobarlo.

La consejería y la santificación
El único tratamiento para el pecado es la justificación por la fe y la santificación
progresiva por medio del Espíritu Santo. El hombre debe confesar su pecado, arrepentirse
y aceptar el perdón de Dios. En el fondo la consejería bíblica es una aplicación de los
medios de santificación. R.C. Sproul nos menciona sobre el papel santificador del
Espíritu Santo “Es tarea del Espíritu Santo hacernos santos. Él nos consagra. El Espíritu
Santo cumple el papel de santificador. Ser santificado es ser hecho santo o justo. La
santificación es un proceso que comienza en el instante en que nos convertimos en
cristianos. El proceso continúa hasta nuestra muerte cuando el creyente es hecho justo por
última vez, completamente y para siempre”14.
La santificación en las Escrituras es un estado pero también es un proceso. De
cierta manera somos santos e igualmente Dios nos está santificando. Ningún cristiano
puede afirmar “es que yo soy así”, eso es negar el proceso de santificación. Nosotros
como creyentes estamos siendo santificados, estamos en construcción, Dios esta
trabajando en nuestras vidas. La consejería desde el punto de vista de la santificación es
mostrarle a la persona que Dios le está cambiando a él o a ella a través de las
circunstancias, no es cambiar las circunstancias.
La santificación implica cambios personales. Todo hombre puede cambiar con la
ayuda de Dios (Mt 19:25-26). El cambiar hábitos no es fácil pero es posible, los
cristianos no pueden decir no se puede (I Co 10:13; Fil 4:13). Recordemos que no hay
nada imposible para Dios. La personalidad puede ser cambiada, Dios nos da excelentes
ejemplos en sus Escrituras de hombres totalmente transformados como Israel, Pedro y
Pablo. No se debe permitir que una persona alegue que él es así y que no se puede hacer
nada respecto a ello.

14
Sproul, R.C. Las Grandes Doctrinas de la Biblia, p. 135

10
“El remedio de Dios para los problemas del hombre es la confesión”15 (Pr. 28:13);
está debe ser primeramente a Dios y luego a las personas afectadas; además de ello la
Biblia demanda restitución. Además, de confesar que se ha pecado contra la otra persona,
y pedirle perdón, es bueno, si esto es posible, solicitarle su ayuda para romper las viejas
pautas y establecer nuevos patrones bíblicos.

La consejería y el Espíritu Santo


El Espíritu Santo es el consejero por excelencia, el es llamado por Juan
“paracleto” (consejero) y por Isaías el “el espíritu de consejo” (Isaías 11:2). El es el autor
de la Palabra y por tanto, opera por medio de la Palabra de Dios (Jn 3:5; 15:3; Ef 5:26).
“Para que la consejería sea realmente cristiana, tiene que ser llevada en armonía con la
obra regeneradora y santificadora del Espíritu de Dios"16; recordemos que es el Espíritu
Santo junto con la Palabra la que produce los cambios (Hb 4:12; 6:3; Hch 20:32). John
MacArthur nos dice “el nuevo nacimiento es obra soberana del Espíritu Santo (Jn 3:8). Y
todo aspecto de verdadero crecimiento espiritual en la vida del creyente es producido por
El, utilizando las escrituras (Jn 17:17). El consejero que pasa por alto este punto
experimentará fracaso, frustración y desaliento17. Sólo el espíritu santo puede lograr
cambios fundamentales en el corazón; por tanto, él es el agente indispensable en toda
consejería bíblica efectiva. El consejero, armado con la banda bíblica, puede ofrecer guía
y pasos objetivos hacia el cambio. Pero, a menos que el Espíritu Santo esté obrando en el
corazón del aconsejado, cualquier cambio aparente será ilusorio, superficial y temporario,
y los mismos o peores problemas reaparecerán muy pronto”18.
En palabras de Jay Adams: “Si el aconsejar es en esencia un aspecto de la otra de
santificación, entonces el Espíritu Santo, cuya obra principal en el hombre regenerado es
santificarle, tiene que ser considerado como la persona más importante en el contexto del
aconsejar”19. Si el Espíritu Santo es la persona más importante en el aconsejar, significa
que la función del consejero es simplemente declarar lo que Dios dice, los cambios le
corresponden solamente al Espíritu de Dios. De ahí la importancia de tener una buena
pneumatología20.

La consejería y la gloria de Dios


La meta de la consejería no es que la persona se sienta mejor sino la gloria de
Dios. (Efesios 1:6, 12, 14; Ef 3:21; 1 Co 10:31). Su segunda meta es perfeccionar a los
santos (Ef 4:11-16). Al ser como Cristo, Dios será glorificado. El objetivo de la
consejería no es simplemente el resolver los problemas, sino el cómo vamos a vivir la
vida, como Adán o como Cristo, de una manera que demos rienda suelta a nuestra
naturaleza pecaminosa o de una manera que agrade a Dios.

15
Adams, J. Capacitados para orientar, p. 135.
16
Adams, J. Capacitado para orientar, p. 47
17
Peor aún, un consejero no nacido de nuevo, que no le conoce y que ignora su actividad.
18
MacArthur, J. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p. 160
19
Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p. 20.
20
Al momento de escribir estás líneas el reverendo chileno Carlos Antonio Mena Carreño está escribiendo
un curso de Pneumatología Reformada para MINTS y que pronto estará disponible. También recomiendo
este estudio para tener una buena perspectiva del papel del Espíritu Santo.

11
Si Carl Rogers21 llama a su sistema terapia centrada en el cliente, los creyentes
tenemos consejería centrada en Dios. Los esposos Bobgan lo expresan así “En lugar de
centrarse en los problemas o procurar revelar lo que hay en sus corazones, el pastor y su
congregación deben ocuparse activamente en la santificación, creciendo en el fruto del
Espíritu, aprendiendo a andar en el Espíritu, teniendo a Jesús por centro de atención y
haciéndose semejante a Él, que es la meta de nuestra vida”22.
El consejero no está para remover los problemas sino para que la persona se
someta a la voluntad de Dios; no estamos para que la gente se sienta bien, sino para que
haya cambios en sus vidas y sean santificados; hay que guiar y exhortar a las personas a
que sus normas de comportamiento se conformen a la norma bíblica; sólo de está forma
se glorificará a Dios. Esto especialmente cuando la consejería debe tomar forma
noutética23, es decir, de exhortación por el pecado. El “éxito” en la consejería se mide en
relación a si Dios ha sido glorificado o no; no importa que la persona le haya gustado o
no.
Recordemos que el consejero no trata de imponer sus propias normas sino las
normas de Dios; y se debe ser cuidadoso en no confundir ambas. Para evitar la
dependencia al consejero se debe por medio del modelado y la práctica supervisada (hoy
se hablaría de mentoría, en los tiempos neotestamentarios de discipulado); enseñar a las
personas a utilizar las Escrituras por su propia cuenta a fin de dar respuesta a sus
problemas. Una forma de iniciar esto es promoviendo el desarrollo de devocionales
personales (que por supuesto incluya lectura y meditación de la Biblia) en los
aconsejados.
La consejería bíblica no consiste solamente en escuchar para que la persona se
sienta bien; por supuesto, la Biblia llama al consejero a escuchar; pero esto es antes que
responder (Pr 18:13). Escuchar es interesarse en lo que el otro dice y responder de una
manera adecuada de acuerdo a las normas divinas. El humanista Carl Rogers menciona
que el terapeuta debe estar alerta y responder a los sentimientos expresados del cliente y
no al contenido intelectual24. Para Rogers el terapeuta debe evitar contestar y responder al
sentimiento acompañado por las expresiones25. Es decir, se refiere a que lo importante es
comprender los sentimientos del aconsejado y no responder a lo que está diciendo
realmente. Esto no es verdaderamente escuchar, es sólo alcahuetear los sentimientos de la
persona que normalmente están asociados al pecado. El aconsejado está esperando una
respuesta bíblica y sabia para poder aplicar en el problema.
Por otra parte, la simple "catarsis" no es el objetivo de la consejería bíblica sino el
que las personas se sujeten a la voluntad de Dios. Esto es lo que realmente glorificará a
Dios. La consejería bíblica en este caso es opuesta a la consejería humanista. Por
ejemplo, para el consejero humanista Carl Rogers uno de los elementos centrales de la

21
Cito continuamente a Carl Rogers porque es el primer propulsor de la psicología humanista, y es
precisamente el teórico que utiliza más actualmente la psicoterapia. La mayoría de sistemas desarrollados
por otros teóricos parten de las mismas premisas básicas que estableció este psicoterapeuta.
22
Bobgan, M. y Bobgan D. El ministerio centrado en Cristo comparado con el asesoramiento centrado en
el problema, p. 77.
23
La consejería noutética es un término acuñado por el Dr. Jay Adams, viene del griego nouteteo que
significa: amonestar, advertir, instruir.
24
Rogers, C. Orientación Psicológica y Psicoterapia, p. 114
25
Ibíd., p. 134.

12
terapia es la descarga emocional, es decir, la liberación de los sentimientos26. Para él está
descarga emocional o liberación de los sentimientos se vuelve el propósito esencial de la
consejería. Pero como consejeros cristianos sabemos que sencillamente la descarga
emocional no tiene sentido si la persona lo hace como un fin en sí mismo, y no con la
motivación de agradar a Dios.
Según Rogers cuando el consejero muestra una simpatía vigilante ante las
actitudes expresadas por el cliente y reconoce y clarifica sus sentimientos, la entrevista
está centrada en el cliente27. Y esto, es cierto, está centrada en el cliente, en el pecado del
cliente, y no en como deben ser las cosas. La entrevista debe tener en el centro a Dios y
no a la persona. Cuando ponemos en el centro a la persona estamos siendo humanistas,
cuando ponemos en el centro a Dios estamos siendo cristianos.
Por otra parte, Adams nos dice “cada consejero debe ver claramente que todo lo
que hace en el aconsejar no sólo lo hace para el aconsejado sino también para Cristo y
para su iglesia”28.

La consejería, la esperanza y la soberanía de Dios


La esperanza verdadera está fundada en la Escritura (Ro 4:18; 2 P 1:4.). Adams
menciona “En un sentido, todo aconsejado necesita esperanza. El pecado ha producido
sus efectos de abatimiento y desánimo en las vidas de todos. Todo cristiano está
desanimado en una u otra ocasión. Con frecuencia, esta actitud deteriora en el pecado de
la falta de esperanza”29.
Por otro lado, los psicoterapeutas solo pueden infundir falsa esperanza (Pr 10:28;
11:7). Cuando las cosas no tienen sentido para los seres humanos, para Dios si tienen
sentido. El sabe que está haciendo en su soberanía, y es algo en que podemos reposar los
creyentes (Ro. 8:28). El consejero humanista no tiene el recurso de la soberanía de Dios,
sólo los consejeros bíblicos podemos dar aliento en medio de las situaciones de crisis
donde se cree que las cosas no tienen sentido. Los casos de Job, José (Gn. 50:20), Sadrac,
Mesac y Abednego (Dn. 3:17) son testimonio de la soberanía de Dios sobre sus hijos.
Podemos confiar en que la soberanía de Dios es suprema.
Hay esperanza en el Dios soberano. En palabras de Jay Adams “Si Dios es
soberano, la vida no es absurda; tiene un designio, un significado, un propósito”30. Dios
tiene el control de todo, el es el que no permite que el mundo se desboque.
Pero la esperanza es realista. Romanos 8:28 dice que todas las cosas nos ayudan a
bien, no que todo va a ser “color de rosa”. “Aún cuando la verdadera esperanza aguarda
que un bien resulte de las pruebas, no procura negar la realidad el pecado ni del
sufrimiento y dolor que esas pruebas pueden causar”31.
Nuestro objetivo es enseñar a las personas a que miren las cosas como Dios las
ve, desde la perspectiva de Él. Hay que enseñar a no solo mirar el lado malo de las cosas,
sino lo que Dios desea cumplir a través de la dificultad.

26
Rogers, C. Orientación Psicológica y Psicoterapia, p. 113
27
Ibíd., p. 118.
28
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 21.
29
Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p. 54
30
Adams, J. La práctica de aconsejar, p. 74.
31
Mack W. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p. 217.

13
Conclusión
Hemos visto como las Sagradas Escrituras son el fundamento de la obra de
consejería. Ellas son indispensables para la tarea del aconsejamiento que debe ser
realizada por toda la iglesia, especialmente por aquellos que Dios ha llamado al servicio
pastoral. Estudiemos y meditemos en la Palabra para que conduzca nuestras vidas y nos
ayude a conducir a otros.

14
Capítulo 2
Consejería y los problemas humanos
Objetivos
1. Conocer los tipos de problema que habla la Escritura.
2. Comprender lo que la Biblia nos dice acerca de los problemas humanos.
3. Conocer tres tipos diferentes de consejería que el autor considera que pueden ser
usados en diversas circunstancias.

Clasificación de los problemas humanos


Hay diversas formas de clasificar los problemas humanos. Josh McDowell en su
Manual para Consejeros de Jóvenes los divide en áreas como problemas emocionales,
las relaciones con otros, problemas familiares, problemas sexuales, abusos, adicciones,
trastornos, asuntos educativos, problemas físicos y la vocación. Para Jay Adams solo hay
tres fuentes específicas de problemas en la vida: actividad demoníaca (principalmente
posesión), pecado personal y enfermedades orgánicas32. Hay problemas que son
personales, otros interpersonales como los matrimoniales, familiares, etc. Muchas veces
el aconsejado ira buscando resolver un problema de su vida personal y otras veces
buscando asesoría para resolver un problema de su hijos, su conyugue, un subordinado a
su cargo, etc.
En general, podemos clasificar los problemas en dos grandes áreas: problemas
orgánicos33 y los no orgánicos. Los problemas orgánicos son campo de la medicina, los
problemas no orgánicos son campo de la consejería pastoral. No hay base bíblica para
reconocer la existencia de una disciplina distinta llamada psiquiatría o psicoterapia.
Realmente no existen problemas “mentales” no orgánicos. Escribo mentales entre
comillas, debido a que realmente deberían llamarse problemas cerebrales, ya que los
problemas llamados mentales surgen de un mal funcionamiento en el cerebro humano, y
no de la mente. El doctor en medicina Robert Smith lo explica así “Aun cuando la mente
utiliza el cerebro, ella no es el cerebro. Tumores, heridas serias, derrames cerebrales, etc.,
pueden dañar parte del cerebro y afectar el modo de pensar y actuar de la persona, pero
estás no son enfermedades mentales sino enfermedades orgánicas que pueden ser
probadas en laboratorios. Ellas pueden ser causa de que el cerebro esté enfermo pero no
la mente. Si bien las partes dañadas del cerebro no están disponibles para la mente, la
mente no está enferma. En este caso hay un daño cerebral pero no una enfermedad
mental. El concepto de mente enferma es una teoría no probada científicamente”34.
Es importante entonces, poder definir si el problema es orgánico o no, si hay
sospecha de que el problema puede ser orgánico lo mejor es enviar al consejero al médico
para una revisión médica.
También, no hay que olvidar que el ser humano es un todo, es decir, que su
dimensión física está estrechamente relacionada con su dimensión espiritual (2 Co 4:16),
por tanto, hay enfermedades físicas que pueden venir de causas no orgánicas. Por
ejemplo, una persona puede tener colitis a causa de estrés, o puede tener alucinaciones

32
Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p. 23.
33
Estos les tocaría resolverlos a un médico o sencillamente no tienen solución como ciertas discapacidades.
34
MacArthur, J. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p. 367.

15
por no dormir bien, y esto debido a culpa por ciertos pecados. “Los problemas
psicosomáticos son verdaderos problemas somáticos (del cuerpo) que son resultado
directo de una dificultad psíquica interna”35. Es decir, las enfermedades psicosomáticas
son enfermedades reales pero causadas por alguna cuestión no orgánica debido a la
integralidad del ser humano.
Por otro lado, un desequilibrio en la nutrición puede afectar la conducta, por
ejemplo, la cafeína y el azúcar son normalmente estimulantes. La falta de ejercicio,
ciertas enfermedades y medicamentos pueden tener efectos en nuestra conducta.
También, es sabio que una persona que es alcohólico, drogadicto o que ha sufrido algún
tipo de abuso es recomendable que reciba algún tipo de tratamiento médico para ayudarle
en medio de su problema.
Por otra parte, sólo podemos aconsejar a personas que están en un estado sobrio.
“Las personas que toman drogas o bebidas alcohólicas en profusión no deberían ser
aconsejados hasta que estén libres de la influencia de la droga. Debes aprender algo sobre
drogas, de modo que reconozca si la persona obra y habla bajo su influencia. En este caso
la conversación es inútil. Cuando interfieren las drogas, el aconsejado tiene que ir a un
médico especialista y pedir que reduzca o elimine la dosis. El aconsejar sólo es posible
con personas sobrias.36”
Aunque la Biblia no es una enciclopedia a la que podamos recurrir con un índice
sobre los problemas, si habla de todos los problemas humanos. Siempre vamos a
encontrar en la Biblia principios para tratar nuestros problemas y los de los aconsejados.
Adams lo menciona así: “Tal como el consejero cristiano sabe que no hay ningún
problema único que no haya sido mencionado claramente en las escrituras, sabe también
que hay una solución bíblica para cada problema”37.
En 1 Corintios 10:13, Pablo nos dice que no hay problema que no sea común a los
demás. Nadie puede alegar que su caso es diferente o especial. Los elementos básicos del
problema que se está enfrentando no son significativamente diferentes de aquellos que
otros han afrontado. Cristo afrontó los mismos problemas que muchos han afrontado; al
igual que numerosos creyentes han enfrentado los mismos problemas y han salido
adelante. Esto es importante para dar aliento y esperanza.

Tipos de Consejería
En mi caso voy a plantear que hay tres tipos de consejería cristiana que se pueden
utilizar en diversas ocasiones con problemas no orgánicos:

Consejería noutética o de amonestación


La consejería noutética es un término acuñado por el Dr. Jay Adams, viene del
griego nouteteo o nouthesia que significa: amonestar, advertir, instruir.
La palabra noutheteo o nouthesia se refiere a la “instrucción de palabra”, tanto si
es de aliento como, en caso necesario, de reprensión o reproche. Significa poner en
mente, amonestar (Hch 20.31; Ro 15.14; 1 Co 4.14; Col 1.28; Col 3.16: “exhortándoos”

35
Adams, J. Capacitados para orientar, p. 56.
36
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 68.
37
Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p.36.

16
en la Reina Valera 1960; «amonestándoos» en la VM; 1 Ts 5.12,14; 2 Ts 3.15). Se traduce
«exhortándoos» en Col 3.1638.
Con consejería noutética o de amonestación me refiero a aquella en la cual se
debe exhortar a un hermano por un pecado cometido. Lo que buscamos con la misma es
que la persona norme su vida con respecto a las Escrituras. Se incluye en este caso las
personas que necesitan ser restauradas.

Consejería paraklética o de consuelo


El termino consejería paraklética lo acuñe basándome en el termino griego
“parakaleo” que significa “llamar al lado de uno”. Se traduce con el verbo consolar en Mt
2.18; 5.4; Lc 16.25; Hch 15.32; 16.40; 20.12; 2 Co 1.4, dos veces; v. 6; 2.7; 7.6,7,13;
13.11; Ef 6.22; Col 2.2; 1 Ts 3.7.Es traducido “alentar” en 1 Ts. 4:18, aparece como
animar en 1 Ts 5.11, “animaos unos a otros”, “confortar” en Col 4.8 y 2 Ts 2: 17.
Es importante que el termino “Parakletos” es el mismo que traduce como
“Consolador” y se usa para Jesucristo y luego para el Espíritu Santo. Significa
literalmente “llamado al lado de uno, en ayuda de uno”, y sugiere la capacidad o
adaptabilidad para prestar ayuda. Se usaba en las cortes de justicia para denotar a un
asistente legal, un defensor, un abogado; de ahí, generalmente, el que aboga por la causa
de otro, un intercesor, abogado, como en 1 Jn 2.1, del Señor Jesús. En su sentido más
amplio, significa uno que socorre, que consuela. Cristo fue esto para sus discípulos, por la
implicación de sus palabras “otro” Consolador, es decir, de la misma clase, al hablar el
Espíritu Santo (Jn 14.16). En 14.26; 15.26; 16.7 le llama el Consolador39.
Con este término me refiero a aquella consejería que consiste en dar aliento y
apoyo en medio de las situaciones difíciles de la vida, que son parte de la misma. Por
ejemplo, las diferentes situaciones de perdida como la muerte de un ser querido, un
hermano enfermo en el hospital, entre otros.

Consejería jodegotica o de guía


Este termino también es de mi autoría, y me baso en la palabra griega “jodegos”
que significa “guía en el camino” (jodos, camino; jegeomai, conducir, guiar). Este
termino se usa en forma literal en Hch 1.16, de guiar a los ciegos (Mt 15.14; Lc 6.39); de
guiar a fuentes de agua de vida (Ap 7.17). También se usa figurativamente en (Mt 15.14;
Mt 23.16, 24; Jn 16.13; Ro 2.19)40.
Con este tipo de consejería me refiero a aquellos casos donde se ayuda a tomar
una decisión a la persona conforme a las Escrituras. También es aplicable cuando la
persona ocupa algún tipo de asesoría para resolver un problema de un tercero, o sobre un
asunto de otra índole.
Como ejemplos de ellos podemos citar aquellos que tienen que ver con cuestiones
de decisiones vocacionales o ocupacionales acerca de su proyecto de vida y cuestiones
académicas, por ejemplo, la persona que no sabe que profesión seguir, la persona que
tiene problemas con selección de empleo, la decisión sobre a cual universidad asistir, la
persona que no tiene claro cuál es su llamado para el ministerio cristiano. Cuando un
consejero tiene que dar consejo acerca de estos casos vocacionales-ocupacionales, llamo

38
Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, W. E. Vine (versión digital)
39
Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, W. E. Vine (versión digital)
40
Ídem.

17
esto “Pastoral Académica” o “Pastoral Vocacional”. Si quiere más información sobre este
tema puede ver el curso de MINTS escrito por su servidor llamado “Pastoral Académica
y Vocacional”.

Conclusión
En este capítulo hemos podido observar lo que la Escritura dice acerca de los
problemas humanos. Hemos visto que los problemas humanos tienen diferentes causas y
por tanto, diferentes formas de afrontar los problemas. Como consejeros debemos tener
sabiduría para poder discernir cómo debemos abordar cada caso. Está sabiduría sólo Dios
puede darla a través de su Palabra y por medio de su Espíritu Santo. Apoyémonos
siempre en Dios, la Biblia y el Espíritu, Él es quién nos hace competentes para la obra.

18
Capítulo 3
La Biblia ante la Psicología
Objetivos
1. Comprender que relación hay que guardar entre la psicología y las Escrituras.
2. Conocer los diversos problemas que tiene la psicoterapia cuando la confrontamos
con la Biblia.

Introducción
¿Por qué hablar sobre la Biblia y la Psicología en un curso de consejería bíblica?
Porque esta disciplina está cada vez inundando más nuestro contexto. Cada vez es más
frecuente ver que los hermanos en Cristo recurren más al consejo de psicoterapeutas
profesionales en detrimento de los pastores u otros cristianos. En forma constante vamos
a ver a personas que piensan y hablan en forma psicológica, y esto es cada vez más entre
los creyentes. Constantemente entre nuestra jerga utilizamos los términos psicológicos
como autoestima, complejo, trastorno, etc. Por tanto, no podemos sencillamente ignorar
este fenómeno como si no existiera.
Gary Almy incluso llega a decir “La iglesia parece estar enamorada de los
doctores de psicología y psiquiatría, quienes toman cada vez más el lugar de liderazgo en
medio de ella. Ya no es un grado teológico que permite a uno ejercer responsabilidad en
la iglesia, escuela o instituto bíblico, sino más bien un grado en psicología.”41 Tanto ha
afectado la psicología el cristianismo que aquellos que quieren ayudar a las personas
buscan primero prepararse en la psicología que en labores pastorales.
Precisamente mientras escribía este manuscrito tuve un encuentro con un
excompañero del seminario. Este compañero ya tiene varios años graduado del seminario
teológico, y hoy en día es pastor de jóvenes en una iglesia conservadora de mi país. Lo
que me sorprendió un poco fue que lo encontré en la universidad estudiando psicología.
El me explicaba que había decidido estudiar esa carrera para poder dar terapia a los
jóvenes con los cuáles trabajaba, ya que consideraba que con los conocimientos
teológicos no podía ir más allá con sus problemas. Para el era una forma de trabajar más
“profundamente” con los problemas de sus jóvenes mediante la psicología, la cuál la veía
como una herramienta para su ministerio. Casos como estos son comunes en nuestras
iglesias.
En esta anécdota podemos notar varias cosas, en primer lugar la enseñanza
generalizada de que las Escrituras no son suficientes para aconsejar, y en segundo lugar,
la elevación de la psicología al lado de las Escrituras.

La declaración de la insuficiencia de las Escrituras


Se considera que los conocimientos teológicos y de la Escritura no son
suficientes para atender los diferentes problemas que se presentan en la vida diaria, ya
que algunos son muy “profundos”, y en esto la Escritura queda corta, y sería muy

41
Almy, Gary. De la Psicología a Cristo.
http://personal.telefonica.terra.es/web/familiaknott/de%20la%20psicilogia%20a%20Cristo.htm

19
simplista resolverlo de esta manera. Muchos pastores hoy en día se siente incapacitados
de dar consejo en muchas áreas de la vida de las personas.
William MacDonald los expresa de la siguiente forma: “En contradicción a 2
Timoteo 3:16, 17, la Biblia ya no es considerada como suficiente como base para el
aconsejamiento. Necesitamos psicoterapia. Ya no se confía en el Espíritu Santo para que
produzca los necesarios cambios en las vidas de los creyentes. Los ancianos ya no son
competentes para orientar. Tienen que enviar a su gente a un terapeuta profesional. Esto a
pesar del hecho de que Dios nos ha dado en la Palabra y mediante el Espíritu todo lo
necesario para la vida y la piedad (2 Pedro 1:3).”42 Además, esta postura da demasiada
importancia al consejero humano43 cuando realmente el que produce los cambios es Dios;
el único especialista que provoca el cambio es el Espíritu Santo.
Las Escrituras afirman que toda la iglesia está en posición de dar consejería (Ro
15:1, 14; Ga 6:1-2; Col 3:16; 1 Ts 4:18; 5:11; Hb 3:13; Stg 5:16) y que especialmente el
pastor tiene ese llamado dentro de la iglesia (Hb 13:17). Creo que la mejor manera de
aprender a dar consejo es capacitarse en un buen seminario teológico para aprender a
tener un buen conocimiento y uso de las Escrituras.

La elevación de la psicología a lado de las Escrituras


Se ve claramente que se ve a la disciplina de la psicología como un aliado para el
ministerio. Incluso podríamos decir que se pone la psicología al lado de la Escritura,
dando a entender que las “verdades” de la Psicología pueden complementar las verdades
escriturales.
Ahora nos preguntamos ¿Puede verdaderamente la psicología ser un aliado de la
consejería? ¿Las verdades de la Escritura pueden ser complementadas con las verdades
de la psicología?. Se va a analizar varios puntos antes de dar respuesta a esto
interrogantes.

El objeto de estudio de la psicología


La palabra psicología etimológicamente significa estudio o tratado del alma,
curiosamente según el Diccionario de la Real Academia Española, la psicología es una
parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y sus operaciones. La Asociación
Psicológica Americana (APA) define la psicología como la ciencia que estudia la mente y
la conducta44, no solamente la humana sino la animal.
Observando tanto su definición etimológica como su definición actual podemos
darnos cuenta que tanto el alma como la conducta humana son áreas que la Escritura trata
ampliamente. No hay nadie que conozca el alma del ser humano tan claramente como
aquel que es su Creador. Ni el ser humano mismo se conoce tanto como lo conoce su
Creador. Por otro lado, la Escritura describe ampliamente la conducta del ser humano, las
razones de su conducta y las soluciones para la misma. La Escritura fue dada por Dios
para que el hombre supiera como comportarse y conducirse en la vida. En otras palabras,
la Escritura prescribe como debe comportarse el hombre.

42
MacDonald, W. La Psicologización de la iglesia. http://www.sedin.org/propesp/X0129_Ps.htm
43
Esto también es cierto con los consejeros bíblicos. Muchas veces nos concentramos más en el consejero
bíblico humano y no tanto en Dios, que es el que produce el cambio en las vidas de las personas.
44
http://www.psychologymatters.org/psycdefinition.html

20
Aunque la Biblia no es un manual de arquitectura, ni de biología, ni de otra
ciencia humana45, si podemos afirmar basándonos en la definición actual de psicología
que la Escritura es el mejor manual de psicología. “¿A qué otra parte puede uno dirigirse
para obtener los datos precisos necesarios para hacer frente a los dos puntos principales
en el aconsejar, a saber, el problema de cómo amar a Dios, y el problema de cómo amar
al prójimo?”46.
Por tanto, si realmente las Escrituras tratan acerca de la conducta humana y de la
prescripción de soluciones para ésta, el único verdaderamente capacitado para hacer este
tipo de funciones es el creyente en Cristo, y especialmente los pastores ordenados por
Dios. La consejería no es una ciencia, es algo espiritual, por tanto, le corresponde a la
iglesia y no al mundo.

La gracia común y los aportes humanas


La gracia común o gratia communis es aquella que se extiende a todos los
hombres, en contraste, de la gracia salvadora o gratia particularis que se limita a los
elegidos47. Por medio de la gratia communis podemos aceptar lo que los muchos teóricos
no regenerados han producido. Aunque ello no ha sido producido por creyentes, ni ha
sido dedicado en forma consciente para la gloria de Dios, Dios en su obra de la gracia
común en este mundo presente los ha capacitado para hacer contribuciones valiosas para
la cultura e incluso para la edificación de la iglesia. “Si algo es verdad es verdad de
Dios”.
Juan Calvino – uno de los grandes reformadores del siglo XVI - nos dice “Toda la
verdad viene de Dios; y por consiguiente, si los hombres perversos han dicho algo que
sea cierto y justo, no debemos rechazarlo porque ha venido de Dios”48. “Cuando al leer
los escritores paganos veamos en ellos esta admirable luz de verdad que resplandece en
sus escritos, ello nos debe de servir como testimonio de que el entendimiento humano,
por más que allá caído y degenerado de su integridad y perfección, sin embargo no deja
de estar adornado aún y enriquecido con excelentes dones de Dios. Si reconocemos al
Espíritu de Dios por única fuente y manantial de la verdad, no desecharemos, ni
menospreciaremos la verdad donde quiera que la halláremos, a no ser que queramos
hacer una injuria al Espíritu de Dios, porque los dones del Espíritu no pueden ser
menospreciados sin que Él mismo no sea menospreciado y rebajado.”49
Así que siguiendo el principio bíblico de “Examinadlo todo, retened lo bueno,
absteneos de todo especie de mal” (1 Ts 5:21-22), podemos utilizar algunos elementos de
la psicología como auxiliar a la consejería, esto especialmente de la psicología en su
sentido descriptivo, es decir, cuando lo que hace la psicología es describir lo que Dios ya
ha creado. Por ejemplo, por medio de la psicología evolutiva podemos comprender en
mejor manera el desarrollo del ser humano para poder atender mejor sus necesidades
específicas según su etapa de vida, ya sea la infancia, la adolescencia, la adultez o la
vejez. Otro ejemplo, podría ser la psicología educativa que nos ayuda a comprender

45
Algunos pueden argumentar que porque si no usamos la Biblia como manual para otras ciencias, si lo
usamos para la conducta del ser humano, pero es que precisamente ese el tema de las Escrituras.
46
Adams, J. La práctica de aconsejar, p. 196.
47
Berkhof, Louis. Teología Sistemática, p. 517.
48
Calvino, Juan. Comentario a las Epístolas Pastorales, p. 347.
49
Calvino, Juan. Institución de la Religión Cristiana, Libro II:2:15, Vol 1, p. 185-186.

21
diversos estilos de aprendizaje, inteligencias múltiples, necesidades educativas especiales
de los estudiantes para poder integrarlos mejor en el medio académico.
Por tanto, mientras que la psicología realmente se dedique a observar, describir y
clasificar la conducta humana podemos retomar aquello que no contradiga las verdades
escriturales; porque aún sus métodos de describir y clasificar el comportamiento humano
en ocasiones están muy lejos de conformarse al modelo bíblico. Un ejemplo de esto es
que en el actual DSM50 no está clasificada la “orientación” homosexual como un
problema, sino que sería un problema solamente si la persona no se siente cómoda con su
“orientación”.

La Psicoterapia
Especialmente, como creyentes tenemos diversos problemas con la psicología
cuando queremos tomarla en sentido prescriptivo, es decir, cuando hablamos de
psicoterapia, ya que como mencione en párrafos anteriores, la única fuente que puede
prescribir la conducta humana y conducirla son las Sagradas Escrituras. Incluso puedo
afirmar en base a ello que los psicoterapeutas están invadiendo un terreno que
corresponde a los pastores y consejeros bíblicos.
Antes decía que “Si algo verdad es verdad de Dios”, pero con ello quiero decir lo
que realmente es verdad. La psicoterapia no es realmente una ciencia exacta, existen
decenas de posiciones teóricas, puedo citar un sin número de ellas: psicoanálisis,
conductismo, terapia centrada en la persona, análisis transaccional, terapia racional-
emotivo-conductual, logoterapia, etc. Por lo que no tiene una posición absoluta como la
tienen las Escrituras, sino más bien cae en el relativismo postmoderno de nuestro mundo
actual. MacArthur lo describe así “la psicología no es un cuerpo uniforme de
conocimiento científico como la termodinámica o la química orgánica. Cuando hablamos
de psicología, nos referimos a una colección compleja de ideas y teorías, muchas de ellas
contradictorias. La psicología ni siquiera ha probado ser capaz de tratar con eficacia la
mente humana ni sus procesos mentales y emocionales”51. La psicología es muchos casos
una pseudociencia, ya que en muchas ocasiones no utiliza verdaderos métodos de
investigación, sino sencillamente la opinión de la sociedad. Los esposos Bobgan afirman
“Las teorías del asesoramiento psicológico son conjuntos de opiniones humanas
arregladas en marcos teóricos. Son invenciones basadas en la percepción de los teóricos y
en sus experiencias personales. Estas teorías sirven de casa de espejos que reflejan a los
teóricos mismos”52. Entre los diversos problemas que tiene la psicoterapia podemos citar:

Su cosmovisión es humanista
Su visión de mundo ubica en el centro al ser humano y no a Dios. Para el
humanismo lo principal es la dignidad del hombre y no la gloria de Dios como es para la
fe cristiana. Para la mayoría de estos sistemas el hombre es esencialmente bueno, y el
puede encontrar su propia verdad y resolver sus problemas. En cambio, la cosmovisión
bíblica afirma que el hombre es pecador, y que necesita de Dios y de su Palabra para
guiarse en la vida.

50
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders.
51
MacArthur, J. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p. 26.
52
Bobgan, M. y Bobgan D. El ministerio centrado en Cristo comparado con el asesoramiento centrado en
el problema, p.38.

22
Mientras que la cosmovisión bíblica busca la santificación, el humanismo busca el
desarrollo personal; las Escrituras buscan la gloria de Dios y el humanismo la
autorrealización. Los motivos y metas son distintos.
Incluso muchos han llegado a afirmar que la psicología en sí misma es una
religión debido a que presupone un sistema de creencias tan complejo que podría
compararse al de un sistema religioso. El psiquiatra húngaro Thomas Szasz menciona
“La psicología no es tan sólo una religión que pretende ser una ciencia, es de hecho una
falsa religión que procura destruir la religión verdadera… psicoterapia es un nombre que
suena científico, moderno, para lo que solía llamarse la "cura de almas"… con el declive
de la religión y el crecimiento de la ciencia en el siglo dieciocho, la cura de almas
(pecadoras), que había sido parte integral de las religiones cristianas, fue denominada
cura de mentes (enfermas), y pasó a formar parte integral de la medicina”53.

Los diferentes sistemas son reduccionistas.


Con esto me refiero a que presentan como verdad su propia postura e incluso
como si fuera la única en exclusiva. Existen diversos sistemas psicológicos: psicoanálisis,
conductismo, terapia centrada en la persona, análisis transaccional, terapia racional-
emotiva-conductual y un puñado más de sistemas. Curiosamente ninguno está de acuerdo
con el otro. Jay Adams se hace la pregunta: “¿Si los médicos estuvieran tan divididos y
confusos, les confiaríamos nuestro cuerpo?”54.
Los sistemas psicológicos tienen cosas que son “verdad”, pero no toda la verdad.
Aplicarlos en forma completa sería una irresponsabilidad ya que la mayoría de ellos van
en sentido totalmente opuesto al bíblico. Recordemos que esa “verdad parcial” que tienen
es al mismo tiempo una mentira parcial, por tanto, no son una verdad real.
Muchas veces lo que hace el mal llamado “psicoterapeuta cristiano” es hacer un
sincretismo entre la fe y el paganismo humanista. Esto es un yugo desigual que Dios
condena. Los Bobgan dicen: “Casi siempre los que ejercen la psicoterapia llaman
“asesoramiento bíblico” a lo que hacen, aun cuando el ejercicio de esta tiene que ver más
con las teorías y terapias seculares que con la Biblia.”55

La psicoterapia es determinista
Muchos pecados son llamados enfermedades o resultado del contexto, quitando la
responsabilidad personal del hombre ante estás conductas pecaminosas, y por tanto,
privando a las personas de una solución verdadera y pronta, desde la perspectiva divina.
MacArthur dice “al pecado se lo llama enfermedad, por eso la gente piensan que
lo que necesita es terapia y no arrepentimiento. Al pecado común se les llama conducta
adictiva o compulsiva.”56 Por otro lado, John Bettler nos dice “El salvar a los pecadores
es el trabajo en el que Dios se ocupa. Sí tú estás sirviendo en el nombre del Dios viviente,
entonces tú también tienes que ocuparte en esta obra. El problema es que ya no tenemos
"pecadores". Tenemos víctimas. Tenemos hijos adultos de alcohólicos. Tenemos

53
Citas de Psicoterapia. http://www.consejeriabiblica.org/downloads/citas.doc
54
Adams, J. La práctica de aconsejar, p. 28
55
Bobgan, M. y Bobgan D. El ministerio centrado en Cristo comparado con el asesoramiento centrado en
el problema, p. 86.
56
MacArthur, J. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p. 31

23
codependientes. Pero no tenemos pecadores. Y si no tenemos pecadores, no necesitamos
la salvación. En vez de esto, necesitamos la recuperación.”57
Los ejemplos son muchos, un hombre adultera, y es porque es parte de la crisis de
los cuarenta; otro se emborracha pero no tiene la culpa porque tiene la enfermedad del
alcoholismo; otro roba y dice ser cleptómano, otro tiene un problema y es culpa de los
padres que no lo educaron bien. Las mujeres son “víctimas inocentes, cuyas
"equivocaciones" son debidas a cosas como maridos malos, o el haber sido abusadas
como niñas, o un desequilibrio químico”58. Todas formas de evitar la responsabilidad, tal
como lo hicieron Adán y Eva desde el momento de la caída, echando la culpa al otro.
Al decir que el pecado es una enfermedad, declaran que realmente no hay cura
para ello. Por ejemplo, los alcohólicos tienen que declarar que siempre serán alcohólicos,
y esto es muy común en los Alcohólicos Anónimos. Igualmente al considerar la
homosexualidad simplemente como una alternativa sexual más, están dejando sin
esperanza al ser humano.
Pero al tratar estos males como pecados tal y como lo declara la Escritura si hay
una esperanza, hay redención en Cristo Jesús, "Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los
adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los
avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de
Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios”59 (1 Co. 6:10-11). “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. (2 Co 5:17)

Conclusión
La psicología humanista es una forma más como el ser humano busca autonomía
y su independencia de Dios. Algo que ha buscado el hombre desde la caída en Génesis.
Parafraseando lo que sucedió en Génesis podemos afirmar que el ser humano afirma “Yo
seré mi consejero independiente de Dios, sabiendo el bien y el mal”. El ser humano
prefirió seguir el consejo de Satanás y lo reinterpretó desde otra cosmovisión (la del
enemigo); hoy en día no es diferente, queremos el consejo humano de la psicología,
queremos ser nuestros propios consejeros desde una cosmovisión que es diferente. Ya no
nos es suficiente el consejo de Dios en su Palabra.

57
Bettler, J. La Consejería y la Doctrina del pecado.
http://www.thirdmill.org/files/spanish/67819~1_19_01_1-38-15_PM~Consejoypecado.html
58
Tharp, C. ¿Es la mujer una víctima?. http://personal.telefonica.terra.es/web/familiaknott/mujer-
victima.htm
59
La negrita es énfasis propio.

24
Capítulo 4
Características, Habilidades y Técnicas en la Consejería
Objetivos
1. Conocer una serie de características y habilidades que el consejero bíblico
debe poseer.
2. Conocer diversas técnicas que el consejero puede usar en su labor de
aconsejamiento.

Introducción
Hace unos años se pusieron de moda los perfiles de personalidad para los puestos
vocacionales, de ahí surgió la teoría de los rasgos, según la cuál para un tipo específico de
oficio se necesitaba una personalidad específica. Ahora, pregunto, ¿necesitamos algún
tipo de personalidad para ser consejeros?. Mi respuesta es sí. La única personalidad que
se necesita para ser consejero, es la del Señor Jesucristo, por eso tenemos que seguir
creciendo y cambiando cada día. A continuación analizaremos una serie de
características, habilidades y técnicas que debe tener y manejar el consejero bíblico.

Características del Consejero Bíblico

Integridad
Para Roger Smalling la integridad es la virtud fundamental del liderazgo
cristiano60. Está virtud es igualmente vital para el consejero bíblico, por ello le dedico el
mayor espacio entre las características que anoto. Este debe tener consistencia entre sus
palabras y acciones. Sus hechos deben ser congruentes con el consejo bíblico, a
diferencia del psicólogo que orienta de maneras que no cree en forma personal y que
nunca aplicaría a su vida.
Eso si hay que reconocer el mito de que el consejero debe ser perfecto. Según este
mito los pastores y los consejeros bíblicos deben tener una vida matrimonial perfecta, una
vida espiritual perfecta, etc. Ninguno de nosotros es perfecto, todos somos pecadores.
Todos somos pacientes, un paciente aconseja a otro paciente, el médico es el Señor.
Debemos reconocer que el pecado también influye en la vida del consejero. Puede
que no digamos algo al aconsejado porque es un área débil en nuestra propia vida.
Incluso el aconsejado nos puede tentar y darnos ideas para pecar. Por eso es importante,
seguir el consejo de Pablo a Timoteo "Ten cuidado de ti mismo" (1 Ti 4:16) y el
versículo en 1 Corintios 10:12 “El que piensa que esta firme cuide que no caiga”. 1 Co
10:12
Por ello, el consejero debe estar alimentando su vida, y debe estar en constante
cambio al ser tocado por la Palabra. Vamos a fallar en aconsejar a otros en áreas que son
débiles para nosotros, por lo que debemos trabajar en nuestros propios problemas, y si es
necesario remitir a otro, mientras trabajamos en ello.
El consejero bíblico también debe saber reconocer sus propios límites. Debe
reconocer cuando no se tiene la competencia para atender un caso particular y referir a
otro consejero. En algunas ocasiones no sabremos que hacer con el caso, o no podremos
60
Smalling, R. Liderazgo Cristiano: Principios y Práctica, p. 20.

25
manejarlo, por ejemplo, no todos pueden aconsejar a un violador. Así que en muchos
casos va a ser necesario remitir la persona a otro que pueda atenderlo mejor.
Adams menciona que no debemos remitir el aconsejado a otro sencillamente
como un medio para evitar nuestra propia responsabilidad en la materia. “Ha de recordar
que Dios lo colocó, providencialmente, al cristiano que yerra en su camino, para que él le
ministre”61. El remitir de esta manera no es ético, ni cristiano.
Por otro lado, es importante reconocer que lo que se diga en consejería es
confidencial aunque no se diga abiertamente. Aunque el consejero bíblico no está
obligado por ley62 a seguir el sigilo o secreto profesional como los psicólogos o los
abogados, el consejero que guarde la debida confidencialidad va a ser considerado
integro. Por otro lado, como nuestra guía principal es buscar la gloria de Dios, en algunas
ocasiones lo que le agrada a Dios es que rompamos la confidencialidad como cuando hay
que denunciar un abuso.
Por otro lado, no debemos dejar lugar a que se pueda poner en duda nuestra
integridad por un mal testimonio, por lo que recomiendo, que nunca una persona de
consejería a una del sexo opuesto en un lugar sólo. Una alternativa para que esto no
suceda es la co-consejería. Es decir, dar consejo entre dos personas, si son un matrimonio
es lo ideal.

Humildad
La consejería es impredecible, no sabemos que caso se nos va a presentar para
atender en nuestras vidas y eso nos puede dar miedo. Esto muestra nuestra incapacidad,
ya que muchas veces no sabemos “por donde entrarle al asunto”, pero hay que reposar en
Dios. Hay que recordar que Dios tiene control, Él si sabe que va a suceder. Debemos
reconocer su soberanía y al mismo tiempo nuestra pequeñez. El se perfecciona en
nuestras debilidades (2 Co 2:4-6). No debemos sentirnos competentes por nosotros
mismos sino recordar que “Dios no elige a los capacitados, Él capacita a los elegidos”. El
es el que nos hace competentes. Hay que reconocer que Él es el que obra a través nuestro.
Nosotros sólo somos canales.

Bondad (Ro. 15:14)


Según Adams63 esta cualidad se refiere a la “actitud buena en el corazón de
interés y afecto por los demás. Es un deseo de ayudar y dar la mano a otros en su
necesidad; una buena voluntad hacia los otros que te impulsa, sin interés egocéntrico,
hacia ellos”. El consejero debe ser un hombre o mujer dispuesto a ayudar al otro en
medio de los problemas.
Como lo que nos mueve es el interés genuino por la persona no el dinero (como
pasa con muchos psicólogos), no nos preocupa el tiempo que damos a la persona, ya que
lo invertimos para servirle a la persona y a Dios.

Respeto
El respeto es considerar a los otros como dignos de honor, y la Biblia
constantemente nos llama a esto (Ro 12:10; Fil 2:3; 1 P 2:17). Preste atención a los

61
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 15.
62
Por lo menos en la mayoría de países latinoamericanos.
63
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 40

26
aconsejados, mantenga un volumen de voz adecuado y establezca contacto visual con las
personas están hablando. Debemos creer a los aconsejados (1 Co 13:7). No minimice los
problemas del aconsejado. Mantenga la confidencialidad.

Conocimiento de la Palabra (Ro. 15:14; Col 3:16)


Un buen consejero bíblico tiene que conocer la Palabra de Dios, dado que este es
la guía y contenido de su aconsejar. Por ello debe conocer los principios de la Palabra
para poder aplicarlos en diversas situaciones de la vida diaria. Este conocimiento
solamente se obtiene mediante el estudio continuo y concienzudo de las Sagradas
Escrituras en forma constante. Adams lo expresa de la siguiente manera “como el
aconsejar es un ministerio de la Palabra, y como el Espíritu Santo cambia a las personas
por medio de la Palabra, es esencial un conocimiento siempre creciente de la Palabra”64.
Los aconsejados pueden tener dificultades debida a creencias incorrectas, por lo
que es necesario que el consejero conozca la Palabra para poder discernir el error y
corregirlo de manera adecuada.
Por otro lado, el conocimiento de la Palabra no solo debe ser teórico debe ser
experiencial, porque lo hemos vivido. No podemos hablar solamente en teoría de la
Palabra tenemos que conocerla en el diario vivir, tenemos que haberla aplicado en
nuestras vidas, para que realmente se haya interiorizado en nosotros y así poseamos un
verdadero conocimiento de la misma.

Sabiduría (Col. 3:16)


Las Escrituras, especialmente el libro de Proverbios, nos dicen que el principio de
la sabiduría es el temor de Jehová (Pr. 1:7; 2:5; 9:10; Job 28:28; Sal 111:10). El temor de
Jehová podemos visualizarlo como “una preocupación consciente de complacer a Dios en
todos los aspectos de la vida”65. Está es una actitud que todo consejero bíblico siempre
debe tener.
Ahora también, la sabiduría es poder aplicar la Palabra en las diversas situaciones
de la vida cotidiana. Adams menciona “no es suficiente que tú, y tu aconsejado, conozcan
meramente lo que Dios dice; deben de aprender cómo encarnar y dar forma a la verdad y
la creencia en la vida de cada día. Cuanto más capaz es uno en el uso y, especialmente, en
el poner en práctica la verdad bíblica en el vivir de cada día, más apto será también para
ayudar a otros a hacerlo”66.

Fe
El consejero debe ser un hombre de fe y esperanza, que crea firmemente en las
promesas escriturales. El debe confiar en las Escrituras para poder dar esperanza al que
no la tiene. “Tiene que estar convencido de que la Biblia es verdad y estar dispuesto y ser
capaz de dirigir a otros a sus promesas con seguridad y convicción”67.

64
Ídem.
65
Lasor, W. Panorama del Antiguo Testamento, p. 535
66
Adams, J. Capacitados para restaurar, p.41.
67
Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p. 27

27
Autoridad
El consejero bíblico tiene autoridad, pero está no le es propia, le ha sido dada por
Dios. La autoridad del consejero reposa en las Sagradas Escrituras. Ya sea que sea un
pastor (1 Ts 5:12, 13) o un miembro que aconseja, ejerce la autoridad que Cristo le ha
conferido (Col 3:16; Ro 15:14).

Autenticidad (2 Co 4:2)
Seamos sinceros con nuestras capacidades y limitaciones. (1 Co 2:1-3).
Reconozcamos nuestras propias debilidades. (2 Co 1:8; 1 Co 10:13). Seamos sinceros
acerca de las metas y el programa que tenemos para el aconsejado. Hay que ser
transparentes en cada momento con el aconsejado.

Habilidades del Consejero

Escucha activa
Hay que escuchar los hechos (Pr 18:13) pero escucharlos de manera activa (Pr
18:15). Esto le cuesta bastante a los predicadores, están tan acostumbrados a hablar que
les cuesta escuchar. Pero hay que escuchar al aconsejado si realmente deseamos ayudarle.

Empatía cristiana
Hablo de empatía cristiana dado que es diferente a la mundana. En la empatía
mundana no está Dios, es solamente una técnica para entender una persona. En la empatía
cristiana el motor es el amor. Hay que pensar como nos sentiríamos en los pies del
aconsejado e identificarnos con su problema. Esto es mirar con compasión como lo hizo
Jesús. Al consejero bíblico le mueve la compasión por los demás. Jesús es el mejor
ejemplo de ello (Mt 9:35-38; Mr 10:21; Lc 7:11-15; Jn 11:33-35). Ver al otro como si
fuera alguien cercano (1 Tm 5:1-2) y tratarlo como si fuera uno de nuestra propia familia.
Y por supuesto, dándonos cuenta de nuestra propia pecaminosidad (Ga 6:1).

Mack da las siguientes sugerencias para mostrar compasión68:


• les ha dicho se preocupa por ellos (Flp 1:8)
• ha orado con ellos y por ellos (Col 4:12-13)
• se ha regocijado y entristecido con ellos (Ro 12:15)
• ha tratado con ellos con gentileza y ternura (Mt 12:20)
• ha usado la delicadeza con ellos (Pr 15:23)
• ha tenido gracia al hablar con ellos (Col 4:6)
• Ha seguido amándolos y aceptándolos aunque hayan rechazado el consejo
(Mr 10:21)
• los ha defendido de aquellos que los maltratan y acusan (Mt 12:1-7)
• los ha perdonado por cualquier cosa incorrecta que un hecho (Mt 18:21-
22)
• ha estado dispuestos suplir cualquier necesidad física si fuera necesario (1
Jn 3:17)

68
Mack, W. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p. 199

28
Aunque el mundo nos dice que no tenemos que involucrarnos emocionalmente
con el paciente, la Biblia dice que hay que involucrarte emocionalmente (no
sentimentalmente). Hay que compartir la carga, por supuesto, sin quitarle la
responsabilidad a la persona. Recordemos la Escritura "gozaos los que se gozan, llorad
con los que se lloran".

Hospitalidad
Debemos tener el don de la hospitalidad, generar la confianza para que la gente se
nos acerque a pedir consejo, especialmente, si se está en funciones pastorales.
Sinceramente hay pastores que da miedo acercárseles, que no generan ese rapport
necesario para poder tenerles confianza (Prov 27:6). En palabras de Wayne Mack “somos
más receptivos al consejo de alguien que sabemos está con y por nosotros. Ellos pueden
hablarnos con franqueza acerca de nuestros defectos y, aunque nos molestemos
temporalmente, pronto entenderemos que sólo han estado tratando de ayudarnos porque
tienen interés en nosotros. En cambio, si alguien a quien sentimos extraña o enemigo
viene a criticarnos, nuestra tendencia es ponernos a la defensiva y sospechar de sus
motivaciones”69.

Uso de la Palabra
Hay que interpretar la palabra correctamente, en armonía con el resto de la
Escritura. Un curso de hermenéutica es esencial para un buen consejero bíblico. “Si no
tenemos cuidado de entender la Palabra de Dios con exactitud, podemos terminar dando
instrucción parecida a la bíblica pero sin serlo, en realidad”70.Hay que tener cuidado de
no confundir la Palabra con nuestras propias ideas.

Mentoría
Un consejero debe ser mentor o discipulador en el sentido de que debe enseñar al
aconsejado a aplicar las verdades de la Escrituras a su vida por sí mismo. Esto ayuda a no
crear una dependencia al consejero.

Técnicas de la Consejería

Técnicas para reunir información


Es necesario conocer a los aconsejados para poder determinar sus necesidades
reales y poder atender mejor a las personas. En muchos casos, el aconsejado será un
familiar, un amigo, un alumno, o sencillamente un hermano en la fe que se acerca. Si la
relación es cercana de forma bastante obvia se conocerá a la persona, pero no siempre va
a ser así.
Van ha haber ocasiones donde el aconsejado es poco o nada conocido por el
consejero, por lo que este último debe de usar diversas técnicas para reunir información
acerca de los mismos. Entre las diversas técnicas para reunir información podemos
mencionar:

69
Mack, W. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p.195
70
Ibíd., p. 276

29
La Observación
Es decir fijar la atención en personas, fenómenos, hechos o situaciones para
describir lo que se capto. Puede ser espontánea o planificada. Es importante que la
observación sea objetiva – describir los hechos como se presentan - y selectiva – dirigida
a captar aspectos significativos -.
En sesiones de consejería se debe observar muy bien al aconsejado, tanto sus
expresiones, gestos y postura, como el tono en que dicen las cosas. “Algunas expresiones
de su rostro revelan claramente enojo, dolor u otras emociones. Otras veces mueven su
silla más cerca del escritorio o mas lejos que cuando entraron a la habitación. Unas veces
una pareja mueven sus sillas para alejarse algo uno del otro. Otras ocasiones las familias
se ubican a sí mismas de un modo que revelan quien está con buenas relaciones y quién
no; o cuál de los hijos es favorecido por los padres. El aconsejado en cierto momento
frota los brazos de su silla o mira al piso cuando el consejero menciona algo en
particular”71.
Es recomendable tener un registro de observaciones hechas a los aconsejados, en
forma descriptiva (sin interpretar). Un tipo de registro puede ser el registro anecdótico
que se utiliza en educación. A continuación un ejemplo de registro anecdótico:

Fecha Observador Situación Incidente Comentario

Expedientes
Este tipo de instrumentos se utiliza especialmente cuando se da consejería en
forma formal, ya sean pastores, consejeros educativos, etc. Proporciona una visión
progresiva del desarrollo de los aconsejados. Incluye los datos personales, antecedentes
familiares, historia escolar, datos sobre salud, resultados de tests, etc.

Entrevista
Es la conversación entre dos o más personas, al menos el entrevistado y el
entrevistador en forma dinámica para buscar información. Según Adams, “debido ha que
el aconsejar es autoritativo, tiene que ser también directivo. La palabra que usa el nuevo
testamento para aconsejar (nouthesia) implica dirección escritural”72 por tanto el tipo de
entrevista debe ser directiva, guiada por el mismo consejero.

Formularios, Inventarios y tests


Los formularios, inventarios y tests también son buenas formas de recoger
información acerca de la persona. En el apéndice 1 de este manual hay un formulario para
recopilar información de la persona.

71
Mack, W. Una nueva mirada a la consejería bíblica, p. 249
72
Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p. 29.

30
Técnicas para usar en una entrevista o sesión de consejería

Retroalimentar y Resumir
Una de las formas donde hay más malentendidos es en la comunicación hablada.
El retroalimentar es una forma de asegurarse que no haya una interpretación errónea.
Básicamente, es decirle al aconsejado en nuestras palabras lo que se entendió acerca de lo
que este último dijo. Podemos decir algo así, “hermano, fulano, lo que yo he entendido es
que…” o algo similar. Esto también nos ayuda a ir resumiendo el problema para su
posterior análisis.

Preguntar
Yo recomiendo hacer preguntas naturales. Es decir, preguntas que nos ayuden a
analizar mejor el problema. Lo mejor es utilizar preguntas abiertas para que estás arrojen
mayor información para analizar el problema.

Dado que ya sabemos que la razón por la que las personas entran en problemas es
el pecado, el énfasis debe caer en el "¿Qué?" y no en el "¿Por qué?". El "¿Por qué?" lleva
a especular y a evitar la propia responsabilidad, en cambio el "¿Que?" lleva a solucionar
los problemas. Ej. "¿Qué se hizo? ¿Qué ha estado haciendo usted? ¿Qué se puede hacer
para rectificarlo? ¿Qué se puede hacer en esta situación? ¿Qué es lo que dice Dios que se
puede hacer en esta situación? ¿Cuáles deberían ser las futuras respuestas?".

Toma de apuntes
El consejero puede tomar apuntes en medio de la sesión. Esto es bueno
especialmente cuando el problema es muy grande, y han surgido varias cosas que usted
considera que deben ser tratadas en otra sesión. También es bueno llevar al final de la
sesión un registro para colocarlo en el expediente, especialmente, si se trata de consejería
formal.

El silencio
Un buen consejero sabe manejar los silencios. Sabe que son momentos donde se
puede dar la oportunidad al aconsejado para pensar ya sea en sus acciones para una
decisión, o por si está olvidando algún detalle. Smalling le llama la “pausa incomoda”73.
De este modo, el silencio puede ser importante en un momento determinado.

Deshabituación y rehabituación
Muchas veces un aconsejado cuando tiene problemas con su conducta, necesita
cambiar hábitos pecaminosos por otros que no lo son, a esto le llamamos dinámica de
deshabituación y rehabituación, y en forma bíblica podemos llamarle “despojaos del viejo
hombre, y vestíos del nuevo hombre” (Ef 4:17-32). Por lo que el consejero muchas veces
en un plan debe hacer una lista de cosas para despojarse y otras para vestirse para el
aconsejado, es decir, hábitos pecaminosos que quitar, con conductas cristianas que deben
substituirlas.

73
Smalling, R. Liderazgo Cristiano: Principios y Práctica, p. 101.

31
Las tareas o trabajos para la casa
El dejar tareas es una forma de ayudar a los aconsejados a resolver sus problemas.
Con ello se gana tiempo de trabajo para el consejero, y al mismo tiempo se estimula al
aconsejado a no depender tanto del consejero, ya que el consejero lo está discipulando
para que él mismo pueda resolver sus propios problemas según los métodos de Dios.

Entre las múltiples tareas a sugerir están:


• El estudio o lectura de ciertos pasajes bíblicos o de temas relacionados con su
problema.
• Hacer un devocional personal, basado en Proverbios, y apuntar los versículos
relacionados con su problema.
• Leer libros o artículos asignados u oyen algún mensaje grabado, y escriben lo que
han aprendido.
• La oración, no sólo en forma regular, sino como parte de la solución de un
problema. Por ejemplo, se puede asignar a un aconsejado que cuando este
desanimado haga una oración (Lc 18:1).
• Hacer un diario especial donde el aconsejado escriba sus reacciones y la
manifestación hacia un problema en particular.
• Las hojas de deshabituación/rehabituación.
• Listas de pecados propios, fortalezas, dones, habilidades, formas de complacerse
el uno al otro, etc.
• Test o inventarios de algún tipo. Por ejemplo, el Cuestionario Houts-Wagner
sobre dones espirituales74.
• Horarios, planes, presupuestos, etc.
• Las mesas de diálogo: los miembros de la familia se sientan en una mesa cada
noche y hablan de sus problemas. Las reglas son simples: “El padre llama a la
mesa, y en general, como cabeza del hogar, está a cargo de la reunión. La madre
debe actuar como secretaria y anotar las cosas. El diálogo se abre determinar con
una oración. Se estudia la Biblia durante la mesa diálogo, para descubrir la
voluntad de Dios con respecto a las cuestiones entre los participantes”75. Es
conveniente iniciar con los propios fallos, e indicar como rectificarlos.
• Modelos y Entrevistas (Fil 4:9; Fil 3:17), es decir, asignar que vean como otra
persona o familia realiza algo. Por ejemplo, que vean como una familia hacen su
culto familiar o como resuelven sus diferencias. Otro ejemplo, podría ser que
entrevisten a una familia y que estos cuenten como criaron a sus hijos tan
obedientes76.
• Tomar una segunda luna de miel para renovar votos matrimoniales.

74
Se refiere al Manual “Cómo hallar sus dones espirituales” publicado por Editorial UNILIT, escrito por
Richard Houts y revisado por Peter Wagner del Seminario Teológico Fuller.
75
Adams, J. Manual del Consejero Cristiano, p. 324.
76
Ibíd., p.336.

32
Conclusión
Lo que vimos en este capítulo es lo más similar a un perfil para un consejero
cristiano. En el enumeramos toda una serie de características, habilidades y técnicas que
debe manejar el consejero cristiano, aunque muchas de las técnicas especialmente
dependerán de lo formal o informal que sea el contexto donde ofrece el consejo. No se
desanime si usted no corresponde al perfil, recuerda que El es que nos capacita para la
obra y que Él se perfecciona en nuestras debilidades.

33
Capítulo 5
Fases de la consejería
Objetivos
1. Conocer diferentes partes que puede tener una sesión o un proceso de consejería.
2. Conocer diversas recomendaciones para abordar cada una de las partes que se
sugieren.

Introducción
En este capítulo estaremos analizando una serie de fases sugeridas que puede
tener una sesión o un proceso de consejería. Hago la diferencia entre una sesión y un
proceso, porque hay asuntos en consejería que se podrán resolver en una sola sesión de
consejería, pero va a ver otros casos donde nos damos cuenta que el problema necesita
ser tratado en más de una sesión y que incluso debe ser dividido en problemas más
pequeños que deben ser tratados por separado, a este último es que llamó proceso de
consejería. El autor resume una sesión en estás fases para propósitos prácticos, pero en
ningún momento sugiere que está es la única manera de hacerlo, sino busca solamente
ofrecer una guía para la acción en la consejería.

Preparación previa
Con preparación previa me refiero a lo que sucede antes de la sesión de
consejería. Lo primero que debería hacer un consejero cristiano en preparación previa es
orar a favor de sí mismo y de sus aconsejados. Por otro lado, si es una sesión informal
como ocurre muchas veces entre hermanos en Cristo, esto se va a referir además a
preparar el ambiente; y si más bien, el tipo de consejería es un poco más estructurada y
formal como la que realizan los pastores y otro tipo de consejeros bíblicos en
instituciones cristianas va a consistir además de mantener un ambiente adecuado, el
revisar expedientes.
Con respecto al ambiente, se debe tratar que sea propicio para el momento de la
consejería. Si es consejería entre hermanos en la fe puede realizarse en la iglesia, un aula
de escuela dominical, un hogar, etc. Si es un poco formal como en el caso de un pastor o
un consejero de una institución cristiana o iglesia lo mejor es que se haga en una oficina.
Si es necesario que el ambiente sea cómodo para el aconsejado, que tenga
confidencialidad, que no tenga muchos detalles que funcionen como distractores pero
tampoco tan vacío que se vea frío.
Por otro lado, el ambiente debe promover el buen testimonio, lo ideal es que sea
cerrado para que haya confidencialidad pero que haya grandes ventanas para que lo que
sucede adentro pueda ser visto por todos. Recuerdo que cuando trabaje en un colegio
cristiano como consejero, hubo un gran esfuerzo de la institución, ya que me proveyeron
una oficina que tenía absoluta confidencialidad debido a que sus paredes tenían por
dentro estereofón y al mismo tiempo había una gran ventana que daba hacia fuera, donde
se podía ver lo que sucedía en la oficina. Cualquiera que trabaja con adolescentes sabe lo
delicado que son estás cosas, y que fácilmente se pueden malinterpretar los hechos de que
un consejero este sólo en su oficina con una estudiante, por lo que este tipo de
previsiones son adecuadas para preservar el testimonio cristiano.

34
Por otro lado, si se maneja consejería formal, es bueno antes de recibir una
persona en consejería revisar el expediente del mismo, para conocer sus antecedentes
personales y familiares, y familiarizarse con problemáticas previas que se han presentado.

Inicio de la sesión
En está parte se saluda a la persona, puede haber una presentación personal de ambas
partes (en caso de no conocerse), y en caso de ser necesario muchas veces hay que
romper el hielo con algunas preguntas no tan relacionadas con la problemática. Aunque la
mayoría de las veces sencillamente la persona va a introducir su problema y pedirnos el
consejo directamente. Igualmente podemos ayudar con la frase “en que puedo servirle” o
algo similar. El inicio también es un buen momento para orar pidiéndole dirección y
sabiduría a Dios para tratar el problema.
Si es una primera sesión hay que reconocer que es de suma importancia, ya que la
primera establece la norma, y en muchos casos sólo se cuenta con una sola reunión para
trabajar un problema. Puede ser bueno analizar cuales son las circunstancias en que vino
la persona, ya que si la persona vino en forma voluntaria va a actuar de una manera muy
diferente a si vino remitido por otra, o en el peor de los casos si vino obligado por otra
persona. Es importante que el consejero determine en este momento si el aconsejado es
cristiano o no, ya que si no lo es, es mejor, iniciar con lo que llamaremos “preconsejo”77,
es decir, presentar el evangelio.
Por otro lado, si usted se da cuenta que el caso amerita consejería múltiple, es decir,
que este presente otra u otras personas, es mejor detener la sesión y solicitar que la
próxima vez venga con las personas implicadas en el problema. Por ejemplo, esto puede
suceder cuando una persona tiene problemas con su conyugue, o cuando un matrimonio
tiene un problema con su hijo adolescente. Lo mejor es que la persona venga con su
esposo o esposa para resolver el problema, o que la pareja traiga al hijo adolescente.
Por otra parte, hay que reconocer no siempre es posible conseguir que los diferentes
afectados se presenten al aconsejamiento. Así, que un caso de este tipo hay que hablar de
la persona que está presente y no sobre la otra (el hablar sobre la otra es pecado de
murmuración, y además, no sirve de nada). Hay que concentrar el caso en hablar de cómo
la relación de la persona presente con la ausente es la correcta delante de Dios.
En caso de ser una segunda sesión, se puede pedir la tarea dejada en la sesión
anterior. Jay Adams, se refiere a esto: “al principio de cada sesión el consejero pide el
trabajo de casa dado en la sesión previa. Algunas veces hay que dedicar la mitad de la
sesión a este asunto, incluso toda la sesión”78.
Es importante siempre iniciar puntualmente las sesiones ya que esto le refleja a la otra
persona que hay un verdadero interés en ayudarle en su situación.

Desarrollo de la sesión

Recolección de datos
En esta parte la persona va a contar al consejero su problema. Puede que en
muchos casos el consejero deba hacer preguntas al aconsejado para poder tener una mejor
visión del problema. En el caso de ser una situación de crisis las preguntas que realice el

77
Para más detalles sobre esto véase el capítulo 6, sección sobre “la consejería y los no creyentes”.
78
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 56.

35
consejero van a ser claves. Aquí es de suma importancia que se maneje bien la toma de
apuntes para que pueda recoger los datos de una manera precisa.
Hay que tener los suficientes datos, si no podemos tener una mala interpretación
tal como lo hizo Elí cuando vio a Ana; o como los amigos de Job; por ello es de suma
importancia darse el tiempo para escuchar al aconsejado y reunir información sobre la
situación que enfrenta (Stgo 1:19).
Se necesita muchas veces tomar datos de asuntos físicos, como patrones de sueño,
dieta, ejercicios, medicación y otros. Considere la situación espiritual de la persona, las
emociones del aconsejado, y otros aspectos que considere importantes.

Identificar el problema
En está etapa el consejero debe identificar bíblicamente el problema, basado en
los datos que conoce. La Biblia le pone nombre a los diferentes problemas humanos, por
lo tanto, debemos identificar los términos que utiliza para describir los problemas que
enfrentamos en la consejería. Esto nos ayuda a identificar sus causas y su solución.
En muchas situaciones el consejero va a notar que lo que relata el consejero no es
un solo problema, sino que son varios, o que el problema es lo suficientemente amplio
para abarcar más de una sesión. Por lo que deberá informarle al aconsejado que el
problema va a abarcar más de una reunión y estructurar el proceso79 en varias sesiones.
Así, aconsejado y consejero deben ponerse de acuerdo sobre los objetivos, especialmente
si es la primera sesión. Además, es importante que el aconsejado se comprometa a llevar
a cabo el proceso de consejería en caso de necesitar más de una sesión.
El primer problema que presenta el aconsejado no necesariamente es aquel que
tiene mayor importancia, sino que “es posible que haya sido ofrecido como un globo
sonda para ver como manejas los problemas”80. Incluso pudo haber sido mencionado
sencillamente para ver la reacción inicial del consejero ante este problema, para medir si
le menciona uno que a su consideración es “más grave” o “más pecaminoso”.
Cuando hemos identificado el problema, debemos comunicarlo al aconsejado.
Aquí ya habremos determinado que tipo de consejería debemos de utilizar, si es de
consuelo, de amonestación o de guía. De cualquier manera hay que explicarle el
problema de manera bíblica, y hacer que el aconsejado entienda el problema de la forma
en que lo ve Dios.

Solucionar el Problema
Luego de identificar desde el punto de vista de la Escritura, cuál es el problema
del aconsejado ello debe buscar la solución bíblica del problema, y buscar como llevar
esa solución bíblica a la práctica.
Por supuesto, en muchos casos hay que primeramente motivar a la persona para
que tome las decisiones que demanda la Escritura para poder resolver el problema. Ya
sea que consolemos, amonestemos o guiemos las personas tienen que tomar la decisión
de hacer el cambio en sus vidas y comprometerse en ello.

79
En este mundo del facilismo donde todo es “fast food” y se quieren recetas rápidas; hay que recordar que
la consejería es un proceso, parte del discipulado del creyente y de la obra de santificación que el Espíritu
Santo está operando en cada cristiano.
80
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 88

36
La mejor manera de llevar a la práctica la solución de un problema es con un plan.
Un plan debe incluir el objetivo u objetivos bíblicos a ser alcanzados, tanto a corto, como
a largo plazo, y por supuesto, las estrategias para alcanzar dichos objetivos e incluso la
forma de evaluar que se han cumplido los objetivos y las estrategias. En entre estás
estrategias deben incluirse cuestiones de horarios, métodos, técnicas, procedimientos, etc.
Adams nos dice “el comprometerse a un plan bíblico es totalmente esencial porque a
menos que el aconsejado haga lo que Dios requiere, todo lo demás es inútil”81.
Desde la primera sesión el consejero debe dar una respuesta bíblica, eso incluye
dar esperanza de que el problema tiene solución en Cristo, pedir que deben cambiarse las
conductas pecaminosas, y dar bases bíblicas sobre los diferentes problemas que se
enfrentan.

Cierre de la sesión
Cada sesión debe tener su propio objetivo y agenda, aunque siempre se
debe estar abierto a la flexibilidad de alterar, agregar o posponer algo de la agenda. Como
cierre de la sesión podemos resumir lo que se ha logrado y decidido en la sesión.
Podemos asignar trabajo para la casa (en caso de ser necesario), esto, nos ayuda a que la
persona vaya poniendo en práctica lo aprendido y además, a que sea más rápido el
proceso. Si notamos que se ocupan próximas sesiones, podemos estructurarle al
aconsejado que vamos a tratar en estás y debemos fijar la próxima sesión. La oración
final debe enfocarse sobre el contenido vital de la hora previa.

Inmediatamente después de la sesión


Luego de la sesión el consejero deberá hacer un resumen escrito de lo tratado en
la reunión y colocarlo en el expediente en caso de ser consejería formal. Además, si el
consejero se comprometió en la sesión hacer alguna diligencia debe prepararla para la
siguiente sesión, o para entregarla al aconsejado.

Seguimiento
El seguimiento debe darse siempre, independientemente de que se trate de un
proceso de varias sesiones o de una sola. Siempre es recomendable preguntar a la
persona, ¿Cómo fue con el plan diseñado? ¿Qué sucedió con la decisión bíblica tomada?
¿Se logró lo propuesto? ¿Cuáles obstáculos se han presentado?. Y por supuesto, también
podemos seguir orando por el aconsejado y sus problemas.

Conclusión
Hemos visto una serie de fases que debe tener una sesión de consejería y la
relación que ésta tiene con un proceso de consejería. No todas las sesiones van a
corresponder a todo lo que se ha mencionado, pero espero sea una guía para su
ministerio.

81
Adams, J. La práctica de aconsejar, p. 240

37
Capítulo 6
Consideraciones para aconsejar en diversos contextos
Objetivo
Conocer algunas recomendaciones para abordar casos en diversos contextos que
se le pueden presentar al consejero bíblico.

Introducción
En este breve capítulo vamos a analizar algunas consideraciones para dar consejo
en diferentes contextos. Serán evaluadas cuatro contextos diferentes:
1. Las personas de diferentes edades
2. Los asuntos interpersonales
3. Las situaciones de crisis
4. El aconsejamiento a los no creyentes

La consejería a personas de diversas edades


En todos los casos hay adaptar el lenguaje verbal y no verbal y estrategias a las
características y necesidades del aconsejado. Este es el principio encarnacional de las
Escrituras. Jesús tuvo que encarnarse y Dios tuvo que revelarnos su Palabra en la Biblia
para que pudiéramos entenderle. Igualmente Pablo lo hizo para ganar algunos para el
Evangelio (1 Co 9:19-23).
En el caso de consejería a niños hay que considerar que ellos describen las cosas a
su manera, que no entienden las cosas abstractas, que tienen períodos diferentes de
atención a los de un adulto, etc. Con los adolescentes se puede hablar un poco más
informal que con adultos pero siempre teniendo los límites adecuados, con los adultos
mantener el nivel de respeto adecuado especialmente si se trata de adultos mayores al
consejero. Recordemos que en muchos casos cuando hay menores de edad y la consejería
es formal, es bueno que lo padres conozcan y que se le está aconsejando a sus hijos.

La consejería en asuntos interpersonales


En asuntos interpersonales, se debe preferir la consejería múltiple82 como norma y
no como la excepción; esto para que el consejero tenga una visión total de lo que ha
sucedido al presentar ambos lados de la cuestión (Pr 18:17; 14:15) y para llegar a
soluciones más efectivas. En la medida de las posibilidades todos los afectados deben
estar presentes para que el consejero pueda escuchar realmente todos los hechos. La
cantidad de participantes que deberían quedar incluidos parece ser tan grande como el
número de individuos que se hallan involucrados en el problema.
Cada uno debe escuchar lo que el otro dice, a fin de tener una comprensión del
problema desde los diversos puntos de vista.
Este tipo de consejería es muy común cuando se da consejería prematrimonial o
matrimonial y cuando hay que mediar en asuntos de resolución de conflictos. Recuerdo
que una vez atendí un caso de un chisme, donde tuve que traer a prácticamente diez
personas a la oficina: la persona ofendida, la que provoco el chisme, y varias más que

82
Con consejería múltiple me refiero a aconsejar a dos o más personas en forma simultánea dentro del
mismo espacio físico.

38
escucharon el chisme. Esto para que el asunto no pasará a más y frenar realmente el
pecado del chisme.
Consideremos el siguiente ejemplo, de consejería matrimonial según las
recomendaciones de Adams: “para empezar, los dos cónyuges han de venir juntos para
ser aconsejados. No tiene ningún sentido darles horas separadas a cada uno. No sólo las
citas separadas llevan a recoger datos más parciales y deficientes, y aún falsos, sino que
como el otro no está presente para rectificar y ampliar lo que su cónyuge dice (en
conformidad con Pr 18:17), se da ocasión para que se creen sospechas innecesarias y se
propicia una situación que tiende a tentar al está presente a hablar mal del otro cuando
éste no lo oye, lo cual está prohibido por las Escrituras”83.

La consejería y las situaciones de crisis


Las crisis son parte normal de la vida del ser humano. Hay crisis que se presentan
sencillamente por la etapa de la vida que atraviesa una persona, y otras que son
inesperadas.
La mayoría de las Epístolas fueron escritas para resolver crisis personales o
eclesiales. Talvez la peor crisis que presenta la Escritura en el Antiguo Testamento es la
de Job. Lo peor del caso es que sus amigos consejeros no supieron tratar la crisis
adecuadamente.
El consejero que recibe a una persona en crisis debe saber como actuar sino más
bien ayudará a hacer la crisis más grande, y sea como los amigos de Job.
Nuevamente tenemos que decir que el consejero bíblico debe de basar su consejo
en la Palabra, pero en estos casos debe hacerlo con mayor intensidad, ya sea que necesite
confrontar o consolar. Normalmente una situación de crisis es una situación de urgencia,
por lo que realmente lo que debe el consejero aplicar son primeros auxilios para ayudar a
la persona en el estado de urgencia. Posteriormente, se puede dar un acompañamiento
pastoral más completo.
Adams84 dice que hay tres elementos a considerar en una crisis: la situación de
crisis, el individuo en crisis y la respuesta que ha de dar a los motivos de la crisis.

La situación de crisis
La situación de crisis debe ser analizada, el consejero debe analizar cada una de
sus partes, y dividirlas en partes para poder manejarlas mejor. Esto le da claridad tanto al
consejero como al aconsejado. El consejero debe esforzarse en analizar la crisis desde el
punto de vista de Dios, y hacer que el aconsejado lo vea de la misma manera.
Adams dice “Dios es soberano. No importa lo grave que sea la crisis o lo parezca,
nunca está más allá de la capacidad de Dios para resolverla. Además, tampoco está fuera
de los intereses y alcance de Dios. Todo cabello de la cabeza del aconsejado está
contado”85.
Por tanto, nuestra función es hacer que el aconsejado vea que Dios está en medio
de la crisis. Esto da entender que la crisis es limitada, “la situación no es ni perdida ni
imposible ni sin esperanza. Ni tampoco es demasiado ni está fuera de control”86. Jesús

83
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 49.
84
Adams, J. La práctica de aconsejar, p. 100
85
Ibíd., p. 112
86
Ibíd., p. 114.

39
está con nosotros. Además, esto da a entender que la crisis tiene un propósito en los
planes de Dios. Dios sabe como está operando en nuestras vidas, así como lo hizo en la
vida de Job. Por último, el reconocer que Dios está en medio de la crisis nos alienta
porque sabemos que contamos con su fortaleza y sabiduría.

El individuo en la crisis
Se recomienda analizar al individuo en crisis. ¿Cuál es su estado? ¿Está
totalmente consciente o no cuenta con todas sus facultades? ¿Es cristiano o no creyente?
¿Su actitud ayuda o empeora el asunto? ¿Qué ha hecho hasta ahora para resolver la
crisis? ¿Con cuáles recursos cuenta?.

La respuesta a los motivos de la crisis


Se recomienda en estos casos ser totalmente directivo debido a las condiciones
exaltadas en que se encuentra la persona. Lo mejor es dirigir a la persona a tomar un plan
de acción. Hay que actuar con autoridad bíblica y llevar a la persona a tomar la decisión y
las acciones que requiere en medio de la situación de crisis. Por otro lado, las acciones
deben de ser concretas, es decir, deben darse pasos específicos.

La consejería y los no creyentes


A veces sucede que personas no creyentes se acercan a solicitar consejo a
nosotros como parte de la iglesia. No importa si usted es pastor o sencillamente un
miembro de la iglesia, usted debe recordar que la consejería bíblica dirigida a personas no
creyentes debe ser evangelística; entendiendo esto como que en la misma se debe de dar
la seriedad al pecado tal y cómo se la dio Dios al enviar a su Hijo al morir por los
pecadores. Un no creyente en ningún momento tiene por motivo agradar a Dios, ni tiene
el Espíritu Santo que es el que cambia y santifica, por lo que un consejero bíblico está
imposibilitado para darle consejo, primero debe de evangelizarlo para que puedan tener el
mismo punto de partida.
“Los que no son creyentes no tienen deseo de servir a Cristo como su señor (1 Co.
12:13b); no tienen la capacidad de entender las escrituras (1 Cor 2); y no tienen poder
para hacer la voluntad de Dios (Ro. 5:6). En vez de ello, tiene un corazón de piedra que
no puede ser tocado ni moldeado hasta que el espíritu lo transforma en uno de carne (Ez.
11:19). A menos que el espíritu regenerador de Dios sea derramado en su corazón y lo
transforme, el no creyente no puede amar a Dios o a su prójimo (Ro 5:5), o seguir
ninguno de los mandamientos de Dios (Ez 11:20)”87.
Debemos usar en estos casos un “preconsejo88” o una fase previa que incluya el
evangelismo de la persona. “Consejo previo es la tarea de presentar a Cristo a los no
creyentes no sólo como la entrada a la vida eterna, sino como la manera de llegar a
soluciones en sus problemas en la vida. Al dar consejo previo a los no creyentes, el
consejero debe dejar bien claro, desde el principio, que no ha empezado todavía el
aconsejar, y que bajo las circunstancias presentes no es posible hacerlo”89.

87
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 43
88
Frase acuñada por Jay Adams.
89
Adams, J. Capacitados para restaurar, p. 45

40
En todo momento se debe señalar que nuestra orientación es bíblica utilizando las
Escrituras como la norma autoritativa. Se debe mencionar a Dios con frecuencia, orar en
los momentos adecuados y presentar el evangelio dentro del contexto del pecado y sus
consecuencias; al mostrar el pecado como el origen de sus problemas90.

Conclusión
Cada caso es distinto, y debe ser tomado en forma independiente. No existen las
recetas “mágicas” en la consejería. De todos modos, este pequeño capítulo fue escrito
para que el consejero tenga algunos principios generales para tratar con diversos tipos de
personas en casos diversos. Espero que estás sugerencias puedan ser evaluadas por los
consejeros y tomadas en cuenta a la hora de abordar las diversas problemáticas que se nos
presentan en las labores de consejería.

90
La mayoría de los problemas de los no creyentes van a partir de que sus vidas no estás sujetas a Dios.

41
Capítulo 7
Consejería, emociones y sentimientos
Objetivos
1. Comprender lo que dice la Escritura acerca de las emociones y los sentimientos.
2. Aplicar una buena teología de las emociones en el aconsejamiento.

Introducción
Dedico todo un capítulo al tema de las emociones y los sentimientos debido a que
nos encontramos en la postmodernidad, una era que realza lo subjetivo a expensas de lo
objetivo. Muchas veces se justifica el pecado y el no arrepentimiento usando como
excusa las emociones y los sentimientos, por lo que me parece que es de suma
importancia, analizar lo que nos dicen las Escrituras al respecto.

Definiendo las emociones y los sentimientos


Es importante diferenciar entre emociones y sentimientos. Las emociones según
el Diccionario de la Real Academia Española se refieren a una alteración del ánimo
intensa y pasajera. Es decir, se refiere a lo que sentimos en determinado instante. Entre
las diversas emociones primarias podemos citar: la alegría, el enojo, la tristeza, el miedo,
etc. En cambio un sentimiento es un estado afectivo del ánimo producido por causas que
lo impresionan vivamente. A diferencia de las emociones que son instantáneas, los
sentimientos es un estado en que está la persona.

Teología de las emociones y los sentimientos


Las emociones y los sentimientos son buenos en sí mismos. Dios nos hizo así. Y
todo lo que Dios hace tiene un propósito y un sentido. Además, el todo lo hizo bueno
(Gn. 1:31). La capacidad de sentir es una bendición de Dios. Mediados por está
capacidad de sentir podemos mostrar afecto, sentir gozo, mostrar compasión, hacer
misericordia, y muchas cualidades esenciales de la vida cristiana. Por medio del sentir es
que podemos cumplir con el mandato “gozaos con los que se gozan, llorad con los que
lloran” (Ro. 12:15). Pero sí hacemos de la capacidad de sentir el summo bonum de la
humanidad, esto no es otra cosa que simple y llano hedonismo.

Debemos aprender a ejercer una buena mayordomía de nuestros sentimientos y


emociones; esto es parte de la Imago Dei del ser humano, nuestro Dios es un Dios
emotivo. Dios es un Dios de gozo, dice Sofonías 3:17 que Él “se gozará sobre ti con
alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos”. Es un Dios que se enoja (Jn.
2.13-22), que llora (Jn 11:35), que se compadece (Mt 9:36; 14:14; 15:32) y que en toda la
Escritura nos deja ver su amor hacia nosotros, expresado en sumo grado al enviar al
Unigénito a morir en la cruz por nosotros (Jn 3:16). Por esa capacidad de sentir podemos
sentirnos tristes por el pecado cometido a otros y por el propio y de está manera llegar al
arrepentimiento; por está capacidad nos indignamos ante el dolor ajeno y los males
sociales como el racismo, la xenofobia, el machismo, etc.

42
Tenemos que ver a las emociones y sentimientos como aliados no como
enemigos. Dios nos hizo de está manera con un propósito. Cada una de las emociones
que sentimos tiene un propósito determinado. Hay personas que por tener una lesión en el
córtex frontal pierden la capacidad de sentir emociones, estás tienen un humor agradable
pero no son conscientes del uso del tiempo ya que no sienten la presión de este, no
conocen sus preferencias, ni sienten motivación, no pueden entender las emociones de los
otros y son desinteresados o atrevidos en la relación con los otros. Son como el androide
Data de “Viaje a las Estrellas: La Nueva Generación” (StarTrek) que no puede entender
las emociones humanas ni mucho menos sentirlas.

Las emociones las puso Dios en nosotros y tienen un propósito dentro de nuestro
desenvolvimiento diario. El miedo nos avisa que hay un peligro ante el cual debemos
huir, el enojo nos indica que hay una amenaza y nos da el vigor para defendernos de él, la
tristeza busca que nos recuperemos, la alegría nos hace sentirnos bien y por tanto nos
ayuda a recuperarnos del estrés del diario vivir y de la enfermedad; y así, cada una de las
emociones tiene su función en nuestra vida.

Ahora, hay que reconocer que con la caída del hombre, está también depravó
nuestras emociones y sentimientos, y que ellas también han sido contaminadas con el
germen del pecado. Por ello, en reacción a nuestras emociones primarias nos
conducimos muchas veces en forma pecaminosa, y muchos de nuestros sentimientos
como el odio y el resentimiento son verdaderos pecados según la Escritura.

Los problemas emocionales


No podemos hablar bíblicamente sobre "problemas emocionales"; cuando una
persona está deprimida, ansiosa, hostil, etc.; el problema no reside en sus emociones sino
en la forma como se comporta respondiendo a sus emociones. Las personas se sienten
mal a causa de sus malas acciones (Gn 4:6-7; 1 P 3:16). Las emociones son buenas, es
parte de lo que Dios nos dio. Nuestro problema radica en como manejamos las
emociones, es decir, en cómo actuamos según nuestras emociones. Por supuesto que hay
emociones-conductas que son pecado pero esto se debe a un manejo pecaminoso de
nuestra emoción, y por otro lado, hay sentimientos que también son pecado delante de
Dios.

Una buena mayordomía de las emociones, incluye el sentir y actuar


adecuadamente. Las emociones se deben sentir pero sin pecar; si se reprimen las
emociones podemos enfermarnos o acumularse hasta que explotamos; por ello deben
expresarse de manera sana. Jesús se enojó pero porque la gloria de Dios fue opacada, sólo
Él puede enojarse sin pecar; aún, así las Escrituras nos llaman a enojarnos sin pecar (Ef.
4:26). Igualmente podríamos hablar de manejar adecuadamente emociones como la
tristeza, el gozo, el miedo, etc. Somos responsables por lo que sentimos, es un dualismo
no responsabilizarnos por ello, como si los sentidos nos dominaran. Recordemos, que en
la Biblia las palabras referidas a estados internos connotan siempre su correspondiente
expresión exterior. En la cosmovisión bíblica los sentimientos y las acciones están
estrechamente interrelacionados. El amor no es sólo un sentimiento sino una acción, al
igual que cada uno de los aspectos del fruto del Espíritu.

43
La cultura de hoy en día pone mucho énfasis en los sentimientos; nosotros en
cambio como cristianos que buscamos obedecer la Biblia debemos pensar en forma
diferente. Nosotros creemos que las conductas están ligadas a los sentimientos, y no que
los sentimientos producen las conductas. Un buen ejemplo de ello está en Génesis 4:3-7
donde Dios le dice a Caín ¿Si bien hicieres no estarías enaltecido?. Hoy en día una
respuesta común sobre por que no se actúa es "Es que no me nace", esto es solamente una
excusa y una rebeldía contra Dios, un cristiano debe actuar, conforme al bien y esto
producirá sentimientos positivos.

Conclusión
Los sentimientos no deben ser ignorados, Dios los dejó porque son una señal que
nos evidencia que hay un problema. No hay que eliminar las emociones (aunque si el
manejo de estas) sino tratar el problema que perturba las emociones. Dios nos ayude a
aconsejar a las personas para que ejerzan de manera agradable a Dios sus emociones y
sentimientos.

44
Conclusión
El presente manual ofrece un marco teórico bíblico para sustentar el quehacer de
la consejería cristiana. Este analiza los principios bíblicos que subyacen como
fundamento de la consejería para luego ver como se ejecutan en la práctica. Es mi
intención el que usted pueda aplicar en su ministerio los principios y sugerencias que se
han detallado en las páginas de este manual.
A usted le corresponde evaluar este material desde los parámetros bíblicos y
definir si aplica o no los principios y contenidos que en el se esgrimen.
Sigamos haciendo la labor que Dios nos ha encomendado a todos los que
formamos parte del Cuerpo de Cristo, hagamos discípulos, y enseñémosles por todos los
medios, incluyendo la consejería sustentada en las Sagradas Escrituras; por supuesto para
la extensión del Reino y para la Gloria de Dios.

45
Lista de Referencias
Adams, J. (1981). Capacitados para orientar. Gran Rapids: Portavoz.

Adams, J. (1986). Capacitados para restaurar. Barcelona: CLIE.

Adams, J. (1984). La práctica de aconsejar. Barcelona: CLIE.

Adams, J. (1984). Manual del Consejero Cristiano. Barcelona: CLIE.

Almy, Gary. De la Psicología a Cristo. Citado en:


http://personal.telefonica.terra.es/web/familiaknott/de%20la%20psicilogia%20a%20Crist
o.htm

Atkinson, D. y Field, D. (2004). Diccionario de Ética Cristiana y Teología Pastoral.


Barcelona: Publicaciones Andamio-Editorial CLIE.

Berkhof, L. (1998). Teología Sistemática. Grands Rapids: Libros Desafío.

Bettler, J. La Consejería y la Doctrina del pecado. Vinculo en:


http://www.thirdmill.org/files/spanish/67819~1_19_01_1-38-
15_PM~Consejoypecado.html

Bobgan, M. y Bobgan D. El ministerio centrado en Cristo comparado con el


asesoramiento centrado en el problema, Versión digital en: http://www.psychoheresy-
aware.org/e-books/Spanish-ebk.pdf

Calvino, J. (1998). Comentario a las Epístolas Pastorales. Grand Rapids: TELL.

Calvino, J. (1999) Institución de la Religión Cristiana, Vol.1. Barcelona: FELiRe

Lasor, W. et al. (1995). Panorama del Antiguo Testamento. Buenos Aires: Nueva
Creación.

MacDonald, W. La Psicologización de la iglesia. Vinculo en:


http://www.sedin.org/propesp/X0129_Ps.htm

McArthur, J. y Mack, W. (1996). Una nueva mirada a la Consejería Bíblica. Tenesse:


Editorial Caribe.

Rogers, C. (1984). Orientación Psicológica y Psicoterapia. Madrid: Nancea Ediciones.

Sproul, R.C. (1996). Las Grandes Doctrinas de la Biblia. Miami: LOGOI-UNILIT.

Tharp, C. ¿Es la mujer una víctima?. Vinculo en:


http://personal.telefonica.terra.es/web/familiaknott/mujer-victima.htm

46
Apéndice 1: Formulario de información básica familiar
El siguiente cuestionario tiene como objetivo recopilar una serie de datos acerca
de su persona. Responde al propósito de tener una fuente de información confiable que
nos permita desarrollar un programa de atención en función de necesidades particulares
de cada creyente.

INFORMACIÓN DE LA PERSONA
Nombre Teléfono
Lugar y fecha
Edad
de nacimiento
Lugar de
residencia
FICHA DE IDENTIFICACIÓN FAMILIAR (LLENELO SI EL CREYENTE ES
MENOR DE EDAD)
Madre Padre
Nombre Nombre
Edad Edad
Profesión u Profesión u
oficio oficio
Último Último
Grado Grado
Académico Académico
Lugar de Lugar de
Trabajo Trabajo
Teléfono Teléfono
del del
Trabajo Trabajo

Teléfono Habitación
Madre:
Correo Electrónico
Padre:

Dirección

Ambos Padres están Sí ( ) No ( ) Por qué?


de acuerdo con que
el menor de edad se
congregue en la
iglesia

INFORMACIÓN DEL NÚCLEO FAMILIAR


N° de miembros en la familia (incluyendo padres)
Nombre del conyugue:

47
( ) Estable
Estado Actual de la ( ) Separados
Pareja ( ) Divorciados
( ) Viudez, ¿Cuál miembro?

Edad
Nombre y
edad de los
hijos (as) de
mayor a
menor.

Además de los
padres e hijos.
¿Qué otros
miembros
viven en la
casa?

SITUACIÓN ECONÓMICA DE LA FAMILIA


Cómo califica usted la situación económica de la familia
( )Excelente ( )Muy Buena ( )Buena( ) Regular ( ) Mala ( ) Muy Mala
N° de Ocupaciones
miembros que Parentesco
trabajan:
__________

La vivienda que ocupan es:


1. ( ) Alquilada ( ) Propia ¿Cuántos años llevan viviendo allí?
2. ( ) Prestada ( ) Otro

48
Apéndice 2: Hoja de atención en consejería
Iglesia: ________________________
Ministerio: ______________________

HOJA DE ATENCIÓN EN CONSEJERÍA

Número de entrevista: _____


Nombre del aconsejado: ________________________

Tipo de asunto
Espiritual Escolar Conducta Emociones Interpersonal
Otro, especifique: ______________________________________

Motivo Apuntes

Resoluciones

Comentarios

Necesita seguimiento Seguimiento efectuado Firma del consejero: ___________

49
Apéndice 3: Estudios de Caso
Nota: Uno de los principios de consejería es que cada caso es distinto, no hay recetas que
se puedan aplicar en todos los casos. Los siguientes casos están escritos para que usted
practique habilidades no para que usted busque recetas que pueda aplicar en casos
similares.

Caso #1
Jorge es el baterista del ministerio de música de la iglesia. Es un joven de 17 años. El
viene a consejería porque no sabe si continuar o no en el ministerio de música. Te
comenta que hace unos años cuando no era cristiano se masturbaba en forma compulsiva
varias veces al día viendo pornografía. Y que ahora cuando está muy estresado se
masturba esporádicamente. Esto hace que sienta culpable y que no se sienta digno de
servir a Dios en el ministerio.

¿Qué consejo bíblico le daría?

Caso #2
Luisa es una joven de 21 años. Te comenta que hace unos meses el pastor le solicito que
se hiciera maestra de escuela dominical. Ella dijo que sí porque vio la necesidad y se dio
cuenta que nadie mas quería hacer el trabajo. Pero ahora, no se siente segura de que haya
sido la mejor decisión. Y quiere saber si realmente la Escuela Dominical es el ministerio
que Dios tiene para ella.

¿Qué consejo bíblico le daría?

Caso #3
Una joven te confiesa que el padrastro con el que vive la ha estado tocando cuando su
madre la deja sola. Ella tiene miedo de decírselo a su mamá porque cree que no le va a
creer.

¿Qué acciones tomaría usted en ese caso según la Escritura?

Caso #4
Una joven de 17 años viene a consejería y te comenta que ella se ve gorda cuando se mira
en el espejo. Usted nota que la joven es pequeña de estatura y bastante delgada.

¿Qué acciones tomaría usted en ese caso según la Escritura?

Caso #5
El hermano Robert tiene 35 años. Tiene tres años de casado. El ha estado siendo infiel
con su esposa. Una noche llega a su casa y se da cuenta que su esposa lo abandonó. El
hombre llega borracho a consejería y le pide a usted a que le ayude a recuperar a su
esposa.

¿Qué acciones tomaría usted en ese caso según la Escritura?

50
Caso #6
Un joven de 27 años se acerca y te pide el visto bueno de su futuro matrimonio. El es
cristiano pero su novia es católica. El afirma que no es yugo desigual ya que ambos creen
en el mismo Dios, y ella es muy buena.

¿Qué acciones tomaría usted en ese caso según la Escritura?

Caso #7
Un joven de 15 años te viene a pedir consejo. Te comenta que le gusta una jovencita de la
iglesia que tiene su misma edad. Dice que él le ha pedido a la joven que sea su novia,
pero ella se ha negado a ser su novia.

¿Qué acciones tomaría usted en ese caso según la Escritura?

Caso #8
Diana es joven madre soltera de 23 años. Esta a punto de casarse con Hector un hombre
exitoso de 30 años. Ella viene a consejería porque no sabe si contarle o no a su futuro
esposo que cuando fue adolescente tuvo varias experiencias lésbicas con sus amigas.
¿Qué consejo le daría a Diana?

Caso #9
Usted se da cuenta de que anda el chisme de que uno de los jóvenes de la iglesia es
homosexual. El joven se siente muy mal por el chisme, y viene a usted a solicitarle su
consejo, ya que no sabe como manejar la situación. Usted sabe que el joven es realmente
heterosexual.

¿Qué acciones tomaría usted en ese caso según la Escritura?

Caso #10
El esposo de una de las señoras de la iglesia ha muerto. Doña Alba que es como se llama
la señora, no entiende porque le sucedió esto ya que su esposo era un excelente esposo y
padre, según ella.

¿Qué acciones tomaría usted en ese caso según la Escritura?

Caso #11
Esther es una joven que está por decidirse entre estudiar psicología, educación preescolar
o administración de empresas. Ella acude a usted tratando de obtener su consejo.

¿Qué consejo le daría a Esther?

51
Guía de Estudio
Consejería Bíblica Para Todos

Está guía de estudio fue diseñada para que este libro sirviera como base para el
curso “Consejería Bíblica Práctica” para los centros de estudio del Seminario
Internacional de Miami (MINTS).
Para más información sobre centros de estudio más cercanos a su localidad puede
visitar la página http://www.mintsespanol.co.cc. Si cerca de su localidad no hay un centro
de estudio de MINTS, y usted desea abrir uno, por favor, comuníquese con el director de
MINTS en español, el Dr. Cornelio Hegeman al correo: [email protected].
Este curso también puede ser estudiado a través del internet con crédito o sin
crédito académico en la página http://miamiinternationalseminary.com/spanish/. Para
recibir crédito por los cursos por internet, comuníquese con el Dr. Jaime Morales al
correo: [email protected].

52
Programa del Curso
I. Generalidades
Nombre del curso: Consejería Bíblica Práctica
Nombre del autor: Jaime Morales Herrera
Área: Estudios Ministeriales, Estudios Pastorales

II. Propósito:
El propósito de este curso es que el estudiante pueda conocer y aplicar los
principios bíblicos acerca de la consejería bíblica.

III. Resumen descriptivo del curso


En este curso se analizarán diversos principios que pueden ser tratados en la
consejería, además, de ello el estudiante podrá conocer un perfil, las técnicas y los pasos
necesarios para realizar consejería de forma efectiva.

IV. Materiales
El material básico es el presente manual. Como lectura adicional el estudiante
podrá leer alguno de los materiales que aparecen en la bibliografía anotada que aparece al
final de este manual.

V. Objetivos
a. Conocimientos
i. Conocer los fundamentos bíblicos de la consejería.
ii. Conocer los diversos tipos de consejería propuestos por el autor.
iii. Conocer las características, habilidades y técnicas que debe manejar un
consejero.
iv. Conocer algunas consideraciones para aconsejar a personas de
diferentes edades, en crisis, no creyentes y problemas interpersonales.
b. Actitudes
i. Apreciar la Palabra de Dios como la base indispensable para la
consejería cristiana.
ii. Interiorizar la idea de la suficiencia de las Escrituras para el aconsejar.
iii. Dar el lugar adecuado a las emociones en nuestras vidas como
creyentes y en nuestros aconsejados.
c. Habilidades
i. Aplicar diversas técnicas de consejería.
ii. Aplicar diversas recomendaciones para las etapas de una sesión de
consejería.
iii. Dar el lugar adecuado a la ciencia de la psicología en relación con
nuestras vidas y ministerio.

VI. Metodología del curso


En su forma presencial el curso asumirá un enfoque ecléctico combinando el
método magistral con metodologías más participativas. Se recomienda el uso de casos

53
para poner en práctica poco a poco lo aprendido, al igual que la práctica de la consejería
entre los estudiantes.

VII. Estructura del curso


El curso en su forma presencial dispondrá de ocho horas de conferencia y siete
horas de trabajo supervisado por un facilitador. Tanto el profesor conferencista como el
profesor facilitador deben ser asignados previamente por MINTS.

VIII. Requisitos
a. El alumno asistirá a 15 horas de clases.
b. El alumno cumplirá con sus tareas (los cuestionarios al final de cada
Capítulo).
c. El alumno se familiarizará con las lecturas relacionadas con el tema.
d. El alumno participará en un proyecto especial.
e. El alumno rendirá el examen final.

IX. Evaluación
a. Asistencia y participación. 15%. Un punto por cada asistencia a una hora
clase. Este curso en su forma presencial tiene 15 sesiones de una hora
académica de cincuenta minutos cada una.
b. Cuestionarios al final de cada capítulo. 15%. Por responder los cuestionarios
al final de cada capítulo del presente módulo el estudiante recibirá 2pts. por
cada uno.
c. Informe de lectura adicional obligatoria. 20%. Los alumnos del programa de
licenciatura deberán leer 300 páginas, y deben entregar un informe de lectura
de 3 páginas. Los alumnos del programa de maestría leerán 500 páginas, y
deben entregar un informe de lectura de 5 páginas. Las lecturas pueden ser
tomadas de la bibliografía anotada al final de este manual. Para este informe
de lectura el estudiante tendrá que utilizar el “Formulario de Informes de
Lectura” provisto en este manual. Utilice letra Arial 10, Verdana 11 o Times
New Roman 12, a espacio sencillo, en forma normal.
d. Proyecto especial final. 30%. Como proyecto final la persona aconsejará a
otra. Se espera que al menos realice una sesión de consejería con una persona
real. En su informe no debe colocar el nombre de la persona sino un
pseudónimo, pero recuerde el caso debe ser real, no puede ser inventado. Para
los efectos de este proyecto deberá presentar su informe conforme a la “Hoja
de Atención en Consejería” que está en el apéndice 2 del presente manual. El
estudiante tendrá que transcribir la “Hoja de Atención en Consejería” con
todas sus anotaciones del caso, y en las páginas posteriores explicar las
diferentes anotaciones. Debe colocar una portada al trabajo, y realizarlos
utilizando letra Arial 10, Verdana 11, o Times New Romana 12, a espacio
sencillo en forma normal. La extensión del trabajo debe de ser de siete
páginas, incluyendo la portada y la “hoja de atención en consejería” transcrita.
e. Examen final. 20%. El alumno demostrará por este medio el dominio de los
conceptos y contendidos del curso.

54
Preguntas para los diferentes capítulos
Preguntas para el Capítulo 1

Complete
1. La consejería ________ es aquella que tiene como fundamento las Sagradas
Escrituras.
2. Muchos de los problemas humanos son _______________, es decir, engendrados por
el pecado.
3. El único tratamiento para el pecado es la justificación por la fe y la _______________
progresiva por medio del Espíritu Santo.
4. La meta de la consejería no es que la persona se sienta mejor sino la __________ de
Dios.

Falso o verdadero
5. Según el autor, la consejería debe ser dada solamente por los profesionales. ( )
6. Según el autor, la consejería es parte de la Gran Comisión. ( )
7. Según el autor, hay que ir a la Biblia como si fuera una enciclopedia. ( )
8. Según el autor, la santificación en las Escrituras es un estado pero también es un
proceso. ( )
9. El consejero humanista tiene el recurso de la soberanía de Dios. ( )
10. Según el autor, la "catarsis" es uno de los objetivos de la consejería bíblica. ( )

Preguntas para el Capítulo 2

Selección única
1. Según el autor, los problemas orgánicos son campo de
a. la consejería pastoral
b. la medicina
c. la psicología
2. Según el autor, los problemas no orgánicos son campo de
a. la psicología
b. la consejería pastoral
c. la medicina
3. La palabra griega "nouteteo" significa
a. amonestar
b. guía en el camino
c. llamar al lado de uno
4. La palabra griega "parakaleo" significa
a. amonestar
b. llamar al lado de uno
c. guía en el camino
5. La palabra griega "jodegos" significa
a. guía en el camino
b. llamar al lado de uno
c. amonestar

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Falso o verdadero
6. Hay enfermedades físicas que pueden venir de causas no orgánicas. ( )
7. La Biblia es una enciclopedia a la que podemos recurrir con un índice sobre los
problemas. ( )

Asocie el tipo de consejería a su definición


8. Consejería noutética
9. Consejería paraklética
10. Consejería jodegótica
( ) Donde se ayuda a tomar una decisión a la persona conforme a las Escrituras
( ) Se debe exhortar a un hermano por un pecado cometido
( ) Dar aliento y apoyo en medio de las situaciones difíciles de la vida

Preguntas para el Capítulo 3

Falso o verdadero
1. Según el autor, las Escrituras no son suficientes para aconsejar. ( )
2. Según el autor, la consejería no es una ciencia, es algo espiritual, por tanto, le
corresponde a la iglesia y no al mundo. ( )
3. Según el autor, podemos utilizar algunos elementos de la psicología como auxiliar
a la consejería, esto especialmente de la psicología en su sentido descriptivo. ( )
4. Según el autor, la Palabra de Dios afirma que el hombre es esencialmente bueno y
puede encontrar en sí mismo la respuesta a sus problemas. ( )
5. Según el autor, los sistemas psicológicos tienen cosas que son “verdad”, pero no
toda la verdad. ( )
6. Según el autor, el ver el pecado como enfermedad ayuda a que se vea como
curable. ( )
7. Según el autor, muchas veces lo que hace el mal llamado “psicoterapeuta
cristiano” es hacer un sincretismo entre la fe y el paganismo humanista. ( )

Complete
8. La palabra psicología etimológicamente significa tratado del ______.
9. La Asociación Psicológica Americana (APA) define la psicología como la ciencia
que estudia la mente y la ________.
10. Por medio de la gracia ________ podemos aceptar lo que los muchos teóricos no
regenerados han producido.

Preguntas para el Capítulo 4

Verdadero o falso
1. El consejero bíblico nunca orientaría de formas que no cree personalmente y que
nunca aplicaría a su vida. ( )
2. El consejero bíblico debe tener una vida espiritual perfecta. ( )
3. El autor recomienda que el énfasis en las preguntas debe caer en el "por qué". ( )
4. El autor dice que en una sesión de consejería nunca se deberían tomar apuntes. ( )
5. Un buen consejero sabe manejar los silencios. ( )

56
Selección única
6. La empatía según el autor es una
a. característica
b. habilidad
c. técnica
7. La integridad según el autor es una
a. característica
b. habilidad
c. técnica
8. La observación según el autor es una
a. característica
b. habilidad
c. técnica
9. La escucha activa según el autor es una
a. característica
b. habilidad
c. técnica
10. El preguntar según el autor es una
a. característica
b. habilidad
c. técnica

Preguntas para el Capítulo 5

Falso o verdadero
1. Según el autor, es lo mismo hablar de un proceso de consejería que hablar de una
sesión de consejería. ( )
2. Según el autor, lo primero que debería hacer un consejero cristiano en preparación
previa es orar a favor de sí mismo y de sus aconsejados.
( )
3. Según el autor, no importa que la persona sea no cristiana, hay que iniciar la
consejería como si fuera un creyente. ( )
4. Según el autor, no es importante tomar apuntes de datos físicos sino concentrarse
en las cosas espirituales. ( )
5. Según el autor, hay que identificar el nombre que le da la psicología al problema.
( )
6. Según el autor, la mejor manera de llevar a la práctica la solución de un problema
es con un plan. ( )
7. Según el autor, el consejero no puede desviarse del objetivo y agenda que tiene
para la sesión, porque entorpecería el proceso. ( )
8. Según el autor, no es conveniente dejar trabajo para la casa. ( )
9. El autor recomienda que luego de la sesión el consejero deberá hacer un resumen
escrito de lo tratado en la reunión. ( )
10. Según el autor, no es necesario el seguimiento si el proceso de consejería abarca
una sola sesión. ( )

57
Preguntas para el Capítulo 6

Falso o verdadero
1. Según el autor, los niños pequeños entienden las cosas abstractas. ( )
2. Para el autor, en las crisis nuestra función es hacer que el aconsejado vea que Dios
está en medio de la crisis. ( )
3. Hay crisis que corresponden a la etapa de vida que está pasando la persona. ( )
4. Normalmente una situación de crisis es una situación de urgencia. ( )

Complete
5. Hay tres elementos a considerar en una crisis: la __________ de crisis, el
___________ en crisis y la __________ que ha de dar a los motivos de la crisis.
6. El autor llama consejería __________ al aconsejar a dos o más personas en forma
simultánea dentro del mismo espacio físico. Está debe preferirse en los asuntos
_____________________.
7. El autor llama “___________” a una fase previa que incluya el evangelismo de la
persona no creyente.

Preguntas para el Capítulo 7

Complete
1. Una ____________ es una alteración del ánimo intensa y pasajera.
2. Un ___________ es un estado afectivo del ánimo producido por causas que lo
impresionan vivamente.
3. A diferencia de las emociones que son ______________, los sentimientos es un
_____________ en que está la persona.

Selección única
4. La siguiente no es una emoción
a. miedo
b. alegría
c. amor

Falso o verdadero
5. Las emociones y los sentimientos son buenos en sí mismos. ( )
6. Nuestro Dios es un Dios emotivo. ( )
7. Hablar de problemas emocionales tiene base en la Escritura. ( )
8. Con la caída del hombre también se depravaron nuestras emociones y
sentimientos. ( )
9. Tenemos que ver a las emociones y sentimientos como enemigos. ( )

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Formulario para el Informe de Lectura

Nombre del estudiante: ____________________________ Fecha: __________________


Nombre del profesor facilitador: __________________ Centro de Estudio:____________
Asignatura: Consejería Bíblica Práctica Nivel Licenciatura † Maestría †

Ficha bibliográfica completa de cada lectura

Breve resumen
Haga una síntesis de la lectura, sin mezclarlo con sus opiniones personales.

Aplicaciones para la vida personal y ministerio

Opinión sobre la lectura


¿Es claro, preciso, confuso, bien documentado, fuera de contexto, muy simple, muy
profundo, antibíblico, muy técnico, etc.? Respalde su opinión con argumentos.

Nota: los espacios en blanco son una guía, recuerde que el informe a nivel de licenciatura
es de 3 páginas y a nivel de maestría es 5 páginas.

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