El Movimiento Del Segundo Advenimiento
El Movimiento Del Segundo Advenimiento
El Movimiento Del Segundo Advenimiento
Introducción
¿Por qué estudiar historia de la iglesia adventista del séptimo día?
¿Qué es la historia?
No es simplemente la acumulación fiel de datos, una crónica, o un relato; sino la
interpretación científica de esos datos. Los datos ocurrieron en el pasado, pero la
interpretación es más bien ocurre en el presente.
Podemos caer en errores:
Enseñar datos.
Interpretar la historia parcialmente y hacer mitad historia y mitad mito.
El objetivo.
Todo país usa la historia para socializar y crear ciudadanos que van a ser
ordenados, es decir para que sean gente de bien y que van a contribuir al
desarrollo de la sociedad.
Además, mediante la historia, toda organización explica sus orígenes, y la
esencia y el propósito de su existir.
Nuestra Iglesia Adventista del Séptimo Día también tiene su historia.
Mediante la historia, que ha sido narrada por muchos, podemos conocer sus
raíces y la manera cómo Dios ha conducido a este movimiento a través de
sus 163 años de peregrinar en este mundo.
Pero también la historia cumple un fin pedagógico, trasmite enseñanzas a
los que están apercibidos de la misma. Se sacan lecciones de los aciertos,
así como de los desaciertos cometidos por los mortales sujetos de la
historia.
1
Elena White en una carta al Presidente de la Asociación General A.G. Daniells
expresó:
La Biblia nos enseña en Tito 2:13, que existe una esperanza bienaventurada, y
define claramente en qué consiste esa esperanza: la manifestación gloriosa del
gran Dios y Salvador Jesucristo. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento
se hace énfasis en la promesa del regreso del Señor en gloria y majestad. Fue la
nota tónica de los mensajes de Cristo y los apóstoles. Y a través de los siglos
constituyó la esperanza de la Iglesia Cristiana.
Llegó un momento histórico en las marcas de las profecías: el año 1798. Ese año
era un punto específico en la marcha del tiempo:
En él terminaba el período de 1260 años de supremacía papal.
En el comenzaba el tiempo del fin.
Una serie de eventos habían llamado la atención de los estudiosos de las profecías
de la Biblia, especialmente las relacionadas con la segunda venida de Cristo:
El terremoto de Lisboa (1 Noviembre de 1755).
El día oscuro (19 de Mayo de 1780).
La cautividad del papa por los republicanos franceses (1798), el Papa Pio VI
es apresado por el General Berthier de Francia.
Caída de la estrellas (meteoros) el 13 de Noviembre de 1833. (Lluvia de las
Leónidas).
La expansión misionera en los países paganos.
La revolución industrial y la facilidad en los medios de comunicación.
3
Era indudable que había llegado una etapa nueva para la humanidad. Se notaba
un reavivamiento en la interpretación de las profecías de la Biblia. Para hacer
frente a la amplia demanda de Biblia en los principales idiomas de Europa, se
fundaron Sociedad Bíblicas que difundieron el Libro Santo en muchos idiomas de
África y Asia:
1804. Sociedad Británica y 1816. Americana.
Extranjera / Sociedad Bíblica 1818. Francesa.
Suiza. 1819. Griega.
1809. Sociedad Bíblica Sueca. 1826. Rusa.
1814. Alemana.
Europa religiosa.
Podríamos decir que la iglesia europea, aún los movimientos protestantes, no eran
el medio propicio para el desarrollo de un movimiento religioso como lo sería el
movimiento adventista.
La iglesia estaba infestada por la tradición. Había una iglesia unida al estado que
era dominante. La densidad de la población ofrecía pocas oportunidades a los
inconformes el escapar de la persecución. Así que se necesitaba buscar una salida
a un lugar dónde se pudiera con libertad pensar y adorar a Dios.
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Los padres peregrinos: La situación en Inglaterra con Jaime I.
Los separatistas o heterodoxos huyen a Holanda con su pastor John Robinson,
viven allí 12 años y emigran a América (6 de sept.) y llegan en noviembre de
1620. Hacía mucho frío y antes de desembarcar firmaron un pacto de libertad. El
25 de diciembre empezaron a construir su primera casa, pero la lluvia fría y el
viento se los impide. El tardarse en construir una casa les costó caro, pues se
enfermaron, sufrieron hambre, ya que su ración diaria de comida eran cinco
granos de maíz y cuando llegó la primavera casi la mitad de los que habían
desembarcado habían muerto.
Este remanente creía en la libertad religiosa, pues prometieron fundar un estado
sin rey, y una Iglesia sin papa.
Los puritanos.
En Inglaterra existían unos que se hacían llamar Puritanos, los cuales fueron
perseguidos por la iglesia oficial y estos también decidieron emigrar a América.
Llegaron, pero no creían en la libertad religiosa como los primeros que llegaron.
Ellos fundan Bay Colony, y forzaban a los habitantes a aceptar su religión.
Eso llevó a que muchos tuvieran que viajar hacia lo que llama Sepúlveda, la
“región infestada”, una de las razones más poderosas para hacerlo, era que el
Estado de Massachusetts, había dictado varias leyes que protegía sus intereses con
muy poca consideración de los pobres. Los pobres eran considerados,
especialmente en Boston como laxos e irresponsable. Así que para finales del siglo
18, muchos de estos agricultores que rentaban tierra, entre los que estaban los
Miller, no tuvieron otra opción que abandonar la agricultura y salir de la región.
Otra de las razones por la que la zona se llamó la “región infestada” es que allí fue
el lugar de nacimiento de nuevas y a veces desconocidas conductas e ideas.
Casamientos interraciales, considerados en Boston como indeseables y
corruptores de la sociedad.
La apertura del “Erie Canal” (1825) atrajo más y más gentes a la región,
inmigrantes y emigrantes pobres, los que trabajaban por doquier y en
cualquier cosa.
Todo este ambiente abrió la puerta a lo que los historiadores han llamado
“El Segundo Gran Despertar”
Es allí, al oeste de New York, dónde van a surgir nuevos movimientos cristianos y
protestantes. Estos movimientos y nuevas congregaciones del oeste de New York,
eran muy diferentes a las establecidas en las costas este. Los principales cambios
ocurrieron en:
Los estilos de adoración, especialmente en las reuniones evangelísticas.
Considerados por los Unitarios de Nueva Inglaterra como incoherentes y
extravagantes. Se permitía aplaudir y alabar efusivamente, así que se
consideraron estos movimientos erráticos y emocionales, dejando detrás
completamente el sentido común y la razón.
Los participantes en la adoración: A las mujeres se les permitió pasar al
frente para predicar y dar sus testimonios.
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Es también en esa zona donde surgen movimientos fanáticos que promovían
puntos de vistas anti-bíblicos y anti-cristianos.
Uno de los más fuertes y que ha llegado hasta nuestros días, fue el iniciado por un
joven llamado Joseph Smith en Palmyra, New York. Dijo haber encontrado un libro
de uno de los antiguos profetas hebreos, llamado Lehi, que había venido a América
para predicar a los Indios Americanos y creó una próspera civilización que
esperaba el retorno de Jesús. En 1827 terminó de traducir las sagradas tablas y
escribió el “Libro del Mormón”.
Es allí igualmente dónde aparece Anne Lee, la hija analfabeta de un herrero inglés,
con un movimiento conocido como los “Shakers- tembladores” en New Lebanon,
NY. Enseñaba que los deseos sexuales eran contrarios al plan de Dios y eran el
origen mismo de todo mal, así que instaba a sus seguidores a abstenerse de todo
contacto sexual pues la segunda venida de Cristo estaba cerca.
Es en medio de todos estos cambios que Dios escoge a Guillermo Miller, el “mejor
hombre disponible”, como le llama Mervyn Maxwell.
Entonces dijo con una firme convicción: “La Biblia llegó a ser mi “delicia” y Jesús
mi mejor amigo”.
A partir de 1816, comienza a estudiar la Biblia, texto por texto, sin ayuda alguna
excepto la “Concordancia de Cruden”. Hace una serie de descubrimientos, entre
los cuáles, los más cruciales eran las profecías de tiempo y que el mundo podría
terminar con la segunda venida de Cristo, alrededor de 1843.
Estaban conquistando Europa para 1840 y ya estaba debilitada, así que la revista
“Signs of the Times” predice la caída del mismo el 11 de Agosto de 1840. Se basó
en el principio de Miller día por año, aplicandolo a Apoc. 9:5 y 15; cinco meses por
30 días es igual a 150 años.
Gibbon en su libro “Decadencia y caída del Imperio Romano” predijo que Turquía
jugaría un papel importante en el desmoronamiento romano y que entrarían a las
fronteras el 27 de Julio de 1299 y efectivamente así fue.
Josías tomó esas fecha y dijo que los turcos castigaban y atormentaban a Roma, si
a 27 julio de 1299 se le suman 150 años llegamos a 27 de julio de 1449, en esa
fecha el emperador romano muere y el sucesor se niega a tomar el poder sin el
permiso de los turcos. Josías reconoce que para esa fecha los otomanos eran
superiores (Roma Oriental: Constantinopla, Grecia y Bizantina).
1
Richard W. Schwarz y Floyd Greenleaf, Portadores de luz: Historia de la Iglesia Adventista del Séptimo
Día (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2000), 32.
12
El verso 15 habla de hora, día, mes y año. Así que él dijo:
Muchos milleritas no deseaban que se publicará esa afirmación, pero se hizo y los
periódicos la pusieron en la primera plana. Los periódicos de Europa y del Nuevo
Oriente no comenzaron a llegas hasta Octubre, y sólo en noviembre se supo que
las predicciones de Litch se habían cumplido2. Muchos incrédulos le escribieron a
Litch, sobre lo acertado de su posición, algunos creyeron y se convirtieron en
predicadores.
En 1839 se une a la predicación del mensaje, el que llegaría a ser la persona que
mejor encarnaría el espíritu, el ideal y la fe del adventismo3, Joseph Bates, por
muchos años un respetable capitán de marina, profesión que abandonó después
de haber acumulado una considerable fortuna.
2
Egipto estaba en guerra con Turquía, el Pasha de Egipto destruyó todo el ejército musulmán y tomó sus
barcos. Se negó a devolverlos y el Sultán turco recurrió a Europa para que intercedieran y le pidieran a Egipto
la devolución de sus barcos. Inglaterra, Austria, Rusia, Prusia se reunieron en London, acordaron que fueran
devueltos pero le pusieron la condición de devolver la tierras a Egipto. El embajador turco fue a buscar los
barcos y el Sultán escribió el 11 de Agosto de 1840 una carta solicitando protección de las potencias europeas,
reconociendo que había perdido su poder.
3
Enoch de Oliveira, La mano de Dios al timón (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 1986), 155.
13
En compañía del millerita H. S. Gurney, evangelista de canto, se dirigió a Maryland
y predicó en la Isla Kent, en la bahía de Chesapeake. Mucho público se reunió y un
gran despertar se produjo en esa ocasión y muchos se añadieron al mensaje del
advenimiento.
James White, llegaría a ser uno de los fundadores y líder principal de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día, pero era uno de los predicadores menos conocidos del
movimiento millerita. Él es un ejemplo típico de aquellos que no predicaron en las
grandes ciudades, pero que se dedicaron a propagar el mensaje del advenimiento
en las casas y las escuelas.
Lewis escribió un libro biográfico acerca de su vida titulado: “The Life, Labors,
and Travels of Elder Charles Bowles, of the Free Will Baptist
Denomination”4. No se percataron de un problema básico: La mayoría de los
afro-americanos vivían en los estados del sur en condición de esclavos. Las ideas
abolicionistas de la mayoría de los predicadores del movimiento lo hacían en la
región personae non grata.
4
Ver en http://docsouth.unc.edu/neh/lewisjw/lewisjw.html accesado 5 de septiembre de 2007, a las 2: 20 pm.
5
Herbert Douglas, Mensajera del Señor (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana
ACES, 2000), 38.
14
estado de trance en que se hallaba Daniel.6 Jerry Moon concuerda con Delbert
Baker en considerarlo como “el profeta del pre-chasco”.
Ha habido una falsa concepción acerca de Foy, quizás relacionada con la similitud
con el nombre de Foss. Foy fue renuente y vacilante ante el llamado de relatar las
visiones, pero nunca declinó la comisión de relatar la visión ante grandes
auditorios en toda Nueva Inglaterra.
Schwarz and Greenleaf, dicen que él comenzó a contar la visiones pero que más
tarde principalmente por su condición racial y algunas presiones financieras y una
tercera visión que no podía comprender dejó de relatar los mensajes. Esta es la
perspectiva que han seguido la mayoría de los historiadores adventistas.
Así que declara: “Foy habló a los primeros adventistas, asegurándoles el interés
personal de Dios, animándoles a un mayor reavivamiento y reforma. Trajo a
consideración verdades oportunas que más tarde, si hubiesen sido comprendidas,
le habrían ahorrado a su pueblo el gran Chasco, o al menos los hubiese preparado
para el mismo”.8
Algún tiempo antes del 22 de octubre de 1844, Elena Harmon oyó hablar a Foy en
el Salón Beethoven, en Portland, Maine. Unas pocas semanas más tarde, poco
después de la primera visión de Elena en diciembre de 1844, Foy estuvo presente
en una reunión celebrada cerca de Cape Elizabeth, Maine, durante la cual ella
habló de su primera visión. “Cuando ella empezó, Foy se sintió absorto en lo que
ella estaba diciendo; se contagió con el entusiasmo y la expresión que
acompañaban a su presentación.
En 1906 Elena de White rememoró sus conversaciones con William Foy. Recordó
que él había tenido cuatro visiones, todas antes de su primera visión. “Fueron
escritas y publicadas, y es… [extraño] que no puedo encontrarlas en ninguno de
mis libros. Pero nos hemos mudado tantas veces”. Luego dio de Foy una lisonja
muy significativa: “Él fue el portador de testimonios notables”.
Publicaciones.
El primer periódico “Signs of the Times” se convirtió en todo un éxito y al final del
primer año ya tenía 1500 suscriptores regulares. Para la primavera de 1842 ya el
mismo se volvió una edición semanal. A este primer intento de publicar las ideas
se añadieron toda una hueste de periódicos milleritas.
En la ciudad de New York apareció en el otoño de 1842. “The Midnight Cry”, salía
una edición diaria durante cuatro semanas y se vendían los 10,000 ejemplares de
la misma, luego comenzó a ser semanal. Con el paso del tiempo y el creciente
interés en el tema, llegó a ser costumbre editar periódicos con los temas tratados
en las reuniones. Muchos de ellos duraban unas pocas semanas o meses, algunos
permanecieron hasta la fecha final.
Los más importantes entre ellos “The Voice of Truth” en Rochester, “The Western
Midnight Cry” en Cincinnati, “Trumpet of Alarm” en Filadelfia, “The Second Coming
of Christ” en Cleveland y “Voice of Elijah” en Montreal. Para ese tiempo llegaron a
circular unos 40 periódicos en el Noreste del territorio.
Tanto éxito tuvieron estas conferencias que en los siguientes años se realizaron
unas 15 más de las generales desde Maine a Filadelfia. Pero en manera regional se
hicieron a lo menos 120 reuniones de este tipo, sólo que estas regionales tendían
a ser evangelísticas y de reavivamiento y no de intercambios eruditos como las
generales.
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Miller enfatizó claramente que las mimas tenían el objetivo de llamar la atención al
advenimiento y de preparar a los oyentes para ese momento, y no la formación de
una nueva iglesia. Pero la tendencia a la separación creció mediante una circular
autorizada en 1841 por la Segunda Conferencia General. En la misma se les
aconsejaba a los creyentes adventistas que permaneciesen en sus iglesias, pero
que además formarán grupos de estudio de la Biblia y celebraran reuniones
sociales de estímulo mutuo. Así se desarrolló una especie de organización mínima.
Así que ya la organización embrionaria era un hecho, y mucho más cuando Himes,
organizador nato, inició y alentó la formación de la Asociación General de
Cristianos que Esperan el Advenimiento, en Octubre de 1840, unas 15 más de las
mismas aparecieron más tarde9. Más tarde también comenzaron a aparecer
iglesias locales en la forma de Asociaciones de la Segunda Venida, la primera
organizada en la ciudad de New York, el 18 de mayo de 1842, veintenas de
asociaciones de este tipo se propagaron por doquier.
9
George Knigth, Una historia resumida de los Adventistas del Séptimo Día (Nampa, Idaho: Pacific Press
Publishing Association, 2005), 12.
18
Para más información consultar:
Richard W. Schwarz y Floyd Greenleaf, Portadores de luz: Historia de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día. Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2000.
Herbert Douglas, Mensajera del Señor. Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora
Sudamericana ACES, 2000.
George Knigth, Una historia resumida de los Adventistas del Séptimo Día. Nampa, Idaho: Pacific
Press Publishing Association, 2005.