Clij Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil 4
Clij Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil 4
Clij Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil 4
NÚMERO 4
MARZO 1989
400 PTAS.
•-Ja
SERIE GENERAL
Los hechos sociales, culturales, económicos
y políticos de las diferentes etapas históricas.
La vida en el pasado
<L
e x -, La recreación documental y gráfica
, de usos y costumbres, armas,útiles de
l i b r i s
H
mm trabajo, muebles y enseres...
Todo lo que constituía la forma de
Carmen B r a v o - V i l l a s a n t e
ANAYA
Comercializan las redes de ANAYA Y GRUPO DISTRIBUIDOR EDITORIAL. Solicite información al apañado 14.632. Ref. D, de C. 28080 Madrid
Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil
5
EDITORIAL
¿Existe la literatura juvenil?
1
4
SUMARIO
52
FACSÍMIL
El ombligo de las sirenas.
EN TEORIA
Novela juvenil.
56
LOS CLASICOS
Jack London: una biografía
La existencia o no de una de aventuras.
literatura juvenil y sus características Begoña Gárate.
centran el debate del tema de este mes.
La aventura es no dejarse morir.
Mario Merlino.
Del amor en tiempos de iniciación.
Juan Antonio Pérez Millán.
Realismo... ¿con apellido?
59
DONDE VIVEN LOS LIBROS
Biblioteca Infantil Santa Creu.
Anna Gasöl y Assumpció Lissón. Teresa Maña
La novela de aventuras.
Rai Ferrer y Fernando Savater.
34
62
LIBROS
TINTA FRESCA
Un comparchufeiro.
Un cuento original de Paco Martín. Novela juvenil
Londres: coleccionistas de cuentos
80
LA COLECCIÓN DEL MES
39
REPORTAJE
Tinta Fresca: Paco Martín La joven colección.
Maribel G. Martínez.
Coleccionistas de cuentos.
Cristina Ferrer.
NUESTRA PORTADA
Barcelona, Madrid, París
y Barcelona son las ciudades
83
COLEGAS
44
LA PRACTICA
que han jalonado la vida de
Arnal Ballester, joven autor
audodidacta que, con humor
El realismo crítico
en la literatura
infantil-juvenil.
Michi Strausfeld.
Canarias: leer la propia identidad.
Humberto Hernández. e ironía, se presenta a sí El iletrismo: realidad, causas
mismo en la sección y remedios.
Jean Foucambert.
48
EXLIBRIS
Autorretrato. Sus incursiones
en la literatura infantil son
aún escasas, aunque todas
ellas denotan la misma 94
Cuando Julio Verne era el rey.
Fernando Lara. soltura de trazo y el mismo AGENDA
amor por la línea clara
50
AUTORRETRATO
que se puede observar, hoy,
en la portada de CLIJ o en
las secciones Tinta Fresca y
98
EL ENANO SALTARÍN
Arnal Ballester. El Enano Saltarín. Aburridamente creativos.
PAUL PEPPER
FEUX HUBY
CLIJ
Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil
Directora
Victoria Fernández
PAUL PEPPER Coordinador
Y LOS RESIDUOS Fabricio Caivano
TÓXICOS Redactora
Teresa Duran
¿^ Säiüa-
Secretaria de redacción
Mai Bonet
Diseño gráfico
|*3SBS^'"J^^ Antoni Martos
Ilustración portada
1. Paul Pepper y la amenaza de bomba 3. Paul Pepper y el salto mortal Director General
2. Paul Pepper y los residuos tóxicos 4. Paul Pepper y el buceador misterioso José Gili Casals
Suscripciones
Valencia, 359, 6 o I a
08009 Barcelona. Tel. (93) 258 55 08
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Charo de la Torre Láinez
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Fotocomposición
Montserrat Altimira
Marta Casòliva
Impresión
Litografía Rosés, S.A.
Cobalto, 7. Barcelona. España
Depósito legal. B-38943-1988
ISSN: 0214-4123
© Editorial Fontalba, S.A. 1988
CLIJ no hace necesariamente suyas las opinio-
nes y criterios expresados por sus colaboradores.
EDITORIAL MOLINO CLIJ no devolverá los originales que no solicite
previamente, ni mantendrá correspondencia so-
Calabria, 166 - Apartado 25 - 08015 Barcelona bre los mismos.
El precio para Canarias es el mismo de portada
incluida sobretasa aérea.
EDITORIAL
5
CUJ4
LA RECHERCHE , versión en castellano
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Novela juvenil
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^
^ ^ i existe o no una literatura juvenil, y si la que
1 evidentemente existe debería ser de una u otra
los escritores adultos. Un tercer artículo analiza con deta-
lle la nueva literatura juvenil que ha irrumpido con fuerza
en el mercado: la corriente que algunos denominan «rea-
^^^r manera, son temas para un debate que quedan lismo crítico» (ver sección «Colegas» pág. 83), y otros,
apuntados en el editorial de este mismo número. Nuestra como es el caso de las autoras, realismo a secas.
intención, en el bloque «En Teoría», es dar un repaso a Finalmente cerramos tema con una recuperación: la del
las características de la novela juvenil; tanto a la que tra- libro La novela de aventuras de Rai Ferrer (Onomatope-
dicionalmente han leído los jóvenes, como a la que se está ya) que, prologado por Fernando Savater y a través de di-
imponiendo en la actualidad. seños y montajes gráficos de gran impacto, constituye un
Abrimos tema con la novela de aventuras, género «ju- nostálgico y apasionado homenaje a los grandes narrado-
venil» por excelencia, con un artículo poco convencional, res del género.
aventurado y aventurero, que intenta romper los rígidos Queda así, con este «En Teoría», apuntada la cuestión
límites del género proponiendo obras que, seguramente, de la novela juvenil. Pero parece claro que el debate acer-
la mayoría no catalogaría como tal. ca de la relación libros-jóvenes, que va mucho más
Continuamos con una breve incursión en la que deno- allá de sus características estrictamente literarias o de gé-
ninaríamos, sin pretensión de género, novela sentimental nero, sigue pendiente. Desde CLIJ intentaremos hacerlo
o «de amor», tan atractiva temáticamente para los lecto- avanzar.
res jóvenes, como escasa y, sin duda, difícil de abordar por
CLIJ4
EN TEORÍA
La aventura es
no dejarse morir
por Mario Merlino*
Propone el autor de este artículo la teoría de Dedico estas líneas a Tarzán, poique nació,
que «novela de aventuras» es cuanta narrativa según su biografía de ficción, hace poco
más de cien años: el 22 de diciembre de
se ha escrito, entre otras cosas 1888, que era jueves; y porque demuestra,
a fin de cuentas, que un lord también des-
porque la aventura —o el acontecimiento— es ciende del mono.
1) el prejuicio que ha descalificado lo que instruye y hace pensar es 3) la pretensión de delimitar el gé-
el marbete «novela de aventuras», bueno; nero, calificándolo de especialmente
usado como medio de subestimar el 2) el error que consiste en ocultar apto como lectura para jóvenes, lo
género, de colocarlo por debajo de la el hecho de que la aventura (el acon- que ha originado adaptaciones ñoñas,
gran literatura (y la literatura —algu- tecimiento, diría Yuri Lotman) es la cuando no guías de lectura simplifi-
nos necios no lo saben todavía— no unidad mínima necesaria para que cadoras y hasta moralistas, como si
se anda con pequeneces), por consi- haya argumento y, por lo tanto, suce- leer fuese cosa de catecismo.
derar que lo que entretiene es malo y sión narrativa; y Por estas razones, y por ser en lo
9
CLIJ4
rra, le propone a
Sancho un pacto
que implica un
trueque de ver-
dades soñadas:
«...pues vos que-
réis que se os crea
lo que habéis vis-
to en el cielo, yo
quiero que vos me
creáis a mí lo que
posible fiel a la utopía anunciada en vi en la cueva de
el primer párrafo, voy a hacer un re- Montesinos. Y no
corrido de vagabundo por aquellas os digo más».
obras que rescato de mi memoria ado- viaje o a lo desconocido, cuyo desen- Cómplices en la mentira o en el sue-
lescente (y no tanto), con el ánimo lace es inesperado. Esta definición no ño, caballero y escudero se ponen a
perverso de poner el dedo y abrir la se contradice, por ejemplo, con el epi- la par y abarcan una extensa línea es-
llaga de ciertas obras o tópicos litera- sodio del caballo Clavileño, ese ani- pacial que va de la subida al cielo
rios que nunca se leyeron como tex- mal que es la forma de la imagina- (Sancho) al decenso más abajo del
tos de aventuras o se relegaron al ción, ya que vuela sin moverse de su suelo, al infierno grato de la cueva de
mundo de las malas-ideas literarias. sitio. Pero el caballo, aún con ser un Montesinos (Quijote).
Y lanzo la primera piedra, pero a la ingenio ficticio (tal vez sea mejor de- Volviendo a Vázquez de Parga, ve-
manera de un contemporizador cuya cir «artificioso»), adquiere en el ca- mos que, en su legítimo deseo de aco-
piedra es, en realidad, una canica: ¿y pítulo XLI de la segunda parte de tar el campo de la novela de aventu-
si nos disponemos a leer La Divina Don Quijote una impresión de ver- ras, excluye la mitología, las
Comedia como un aventurado viaje dad, mayor que la de los otros artifi- narraciones épicas y todas aquellas
por espacios ilusorios —que sólo la cios usados para engañar al caballe- historias en que las acciones del hé-
imaginación soporta—, desde los es- ro y su escudero: los fuelles que imitan roe se funden con un ideal colectivo,
pacios inferiores (el infierno) hasta los el viento o las estopas que prenden así como las obras en que lo fantásti-
superiores (el paraíso, el cielo)? ¿Por fuego a la cola del caballo. Sancho, co supera con creces los datos de la
qué no admitir que la geografía es ar- en esta aventura, se coloca en el mis- realidad inmediata, histórica. Si el
quitectura del universo y que todo via- mo plano que Don Quijote al fingir aventurero ha de ser ante todo rebel-
je es encuentro con lo desconocido, (o creer) que ha visto la tierra y a los de, porque la aventura expande su
circunstancia propicia para las enso- hombres desde el cielo —«toda ella no propio gusto por la libertad, queda-
ñaciones de quien quiere traspasar la era mayor que un grano de mostaza, ría fuera de juego Ulises, ya que su
realidad inmediata: aquí, allá, o en los y los hombres que andaban sobre ella, propósito es la «vuelta a casa». Olvi-
dos extremos a la vez del dedo que poco mayores que avellanas»—, que da el especialista que la vuelta a íta-
señala? se ha entretenido con las Siete Cabri- ca es el retorno al origen y a sí mis-
Porque aventura, etimológicamen- llas y que ha llegado a la perogrulles- mo, pero transformado por las
te, significa «las cosas que han de lle- ca, aunque sabia, conclusión de que pruebas heroicas. Y en todo caso,
gar, de advenire» y, para que la haya, no son iguales «las cabras del cielo a ¿por qué Tarzán sí responde al esque-
según Salvador Vázquez de Parga, tie- las del suelo». Por una rigurosa ley de ma? ¿Por qué Tarzán, ese apasionan-
ne que darse una empresa arriesgada, simetría, don Quijote, que en este epi- te híbrido entre la civilización blanca
inusual, normalmente vinculada a un sodio parece tener los pies en la tie- y la «simiedad» selvática, es más
10
CLIJ4
EN TEORÍA
aventurero que Ulises, cuando en ri- del Coyote y no con En busca del quien tiende hacia un fin, quien pre-
gor el rey de la selva puede recuperar tiempo perdido.m Cito de nuevo a tende. El fin no tiene por qué ser tras-
uno u otro origen sin renunciar a nin- Borges para esta réplica: «El único cendente o meramente exterior. Pue-
guno? La dimensión aventurera está tema es el hombre; una obra de Con- de ser el encuentro con la realidad leí-
en la narración misma, en la prueba rad que abarca los siete mares del da (Quijote, Tartarín, Mme. Bovary,
heroica, y no siempre en el resultado. mundo, no es menos íntima que una exquisita y trágica aventurera que no
El héroe —por más referencias histó- novela sedentaria de Proust». Cito a logra colmar sus sueños románticos);
ricas que haya en la novela— sigue Cyrano de Bergerac (1619-1655) quien, puede ser la demostración de la fuer-
siendo un «personaje de papel». en ese maravilloso texto que es El otro za y una nebulosa necesidad de justi-
Como afirma José María Bardavío en mundo o Los estados e imperios de la cia y de ayuda a los necesitados (Ro-
su excelente ensayo La novela de aven- Luna, cita a su vez una obra en la que bin Hood, Tarzán, el Zorro); puede
turas (Madrid, Sociedad General Es- se afirma que «todo es verdad» y que ser la urgencia de sobrevivir (de Ro-
pañola de Librería, 1977), «el héroe hay una «manera de unir físicamente binson Crusoe, de Daniel Defoe
es simbólicamente un discurso atrave- las verdades de toda proposición con- [1661-1731], a El señor de las moscas
sando un universo maniqueo», divi- tradictoria, como, por ejemplo, que el [1954] de William Golding); el desa-
dido entre aquello que colabora con blanco es negro y que el negro es blan- fío a la muerte (Hemingway); el jue-
el destino trazado y lo que se opone, co, que se puede ser y no ser al mis- go y la burla, sobre todo cuando los
alejándolo de su meta. mo tiempo, que puede existir una otros se convierten en objeto de es-
Opto otra vez por el eclecticismo, montaña sin valle, que la nada es algo, carnio.
porque quiero huir de las clasificacio- y que todo lo que es no es». Y si digo «juego» es porque estoy
nes (entre otras razones, porque me Claro que importan las aventuras pensando en Mark Twain (1835-1910).
cuesta retenerlas) y porque, errabun- que realiza Tartarín de Tarascón, de Y con toda la arbitrariedad que deseo
do como soy, me pregunto por qué no Alphonse Daudet (1840-1897). Pero la y me llena de gozo —aunque en el
podrá abordarse la literatura narrati- gran comicidad y la red que nos atra- fondo no crea que la arbitrariedad a
va como la sucesión —coincidencia, pa desde el comienzo residen en per- tope sea posible—, afirmo que el pri-
diferencia— de distintos viajes aven- cibir cómo el protagonista vive aque- mer aventurero es el que hace trave-
tureros: hacia dentro, hacia fuera, ha- llo que proyecta y sueña, y lo cuenta suras, aquel que pone las cosas de tra-
cia abajo o hacia arriba, sentimental a sus conciudadanos sin haberlo vi- vés («travertir» sería el verbo
o bélico, de acción lenta o precipita- vido en realidad. En la aventura, ade- hipotético en castellano), que estorba
da, más allá de afirmaciones tajantes más del enfrentamiento, además de la y crea dificultades. También la natu-
sobre el carácter objetivista de la no- lucha sin cuartel contra lo desconoci- raleza o, en general, los otros, juegan
vela de aventuras, en la que importan, do, que suele ser hostil, existe la pa- malas pasadas: el héroe atraviesa el
más que en cualquier otro género, las sión del proyecto. mundo e ingresa en la dialéctica del
ilustraciones (Fernando Savater). Muy Lo que se proyecta juego que exige destreza, audacia y,
«aventurado» me parece, siguiendo hacer es cualidad de más está decirlo, mala leche. En
este razonamiento, decir que es posi- heroica: el héroe es Las aventuras de Tom Sawyer (y, a
ble hacer un cómic con las aventuras continuación, las de su compañero
EN TEORÍA
Huckleberry Finn), la cuadrilla que na; transcurrido un tiempo, dan un viajar conmigo en este libro», apun- imperio perdido, de Borroughs, obra de la aventura como unidad narrati- tancia, el reino de Utopía, haya que
forman los niños supone mantenerse corte y extraen el feto muerto, pero lo tando hacia la identificación entre el en la que descubrimos que en un rin- va, debería abarcar la serie de las ka- mezclar las «maravillas» del viajero
unidos en el juego y la aventura y, tal exponen al viento con la boca abierta viaje y el texto mismo. cón africano pervive el imperio de tábasis o descensos a los infiernos que veneciano con las que imagina Lewis
vez, remedar humorísticamente otras y le hacen vivir». Esta obra de Lucia- La aventura es el camino hacia lo Roma y allí Tarzán, además de seguir unen a Odiseo con Eneas, a Virgilio Carroll a través de Alicia) y Antonio
cuadrillas más adultas y seguramente no fue retomada por Cyrano de Ber- desconocido, el otro mundo. Implica dialogando con los monos en «simio» con Dante; a toda la imaginería me- Pigafetta, autor del Primer viaje al-
más peligrosas. En Tom Sawyer, dice gerac, por Voltaire en Micromegas y, trazar una línea por la que un orden avanzado, encuentra la oportunidad dieval que habla de la muerte y el más rededor del Globo.
Bardavío, hay necesidad vital de aven- desde luego, anticipa la literatura de se trastorna en su contacto con otro. de mejorar su latín); el lejano Oeste allá, con las transgresiones de la línea El vértigo no me deja estar quieto.
turas, necesidad que se revela con grá- ciencia ficción ligada con los viajes al Y ese otro mundo admite paisajes di- y el mundo de los cowboys y los in- divisoria entre vida y muerte, tan co- He dicho Stevenson y no puedo dejar
fico humor en este fragmento de espacio, desde Jules Verne y De la Tie- versos: recuperación de épocas pasa- dios, desde James Fenimore Cooper munes en la novela gótica; a las de- de mencionar La isla del tesoro, esa
Huckleberry Finn: «Cuando se está rra a la Luna hasta Stanislaw Lern y das (y en este caso, partiendo de Ivan- hasta Zane Grey, el mismo Borroughs sesperadas aventuras de los vampiros, magnífica narración del viaje hacia
con gente distinguida, en un funeral, su Diario de las estrellas, sin olvidar hoe, de Walter Scott [1771-1832], se y hasta Stevenson, por no citar sino que no soportan la luz del día, con el una isla sin nombre, que sintetiza y
o procurando dormirse sin ganas, es a H.G. Wells, Jack London, Emilio puede retroceder desde la recupera- algunos; la idealización de la mística constante desafío a la muerte en los engloba los ingredientes esenciales de
decir, siempre que se está en un lugar Salgari y hasta Edgar Rice Burroughs, ción romántica de lo medieval, sin ol- india unida a la de la colonización bri- duelos de capa y espada (Los tres toda acción o movimiento aventure-
en donde parece mal el rascarse, em- el creador de Tarzán. El lugar imagi- vidar la presencia del legendario jus- tánica (Rudyard Kipling). mosqueteros, los corsarios de Salga- ro: el tesoro que hay que alcanzar,
pieza uno a sentir picores en mil si- nario, que muchas veces roza el ám- ticiero Robin Hood, hasta las novelas ri, los piratas de Defoe, etc.); a la su- aunque tenga existencia exterior, es en
Ese otro mundo es también el mun-
tios del cuerpo». La aventura/trave- bito de la utopía (sea ésta o no cientí- de caballería y los relatos de peregri- tileza de Cyrano, para quien el infier- realidad la figuración del propio te-
do de la muerte. En la base de la aven-
sura es en Mark Twain casi un fin en fica), nos impulsa a mencionar Los naciones a tierras extrañas); viaje ha- no está en el centro de la tierra (y aquí soro, el que llevamos dentro. Y ese bo-
tura está, asimismo, el reto de traspa-
sí mismo, ya que reniega de toda fi- viajes de Gulliver, de Jonathan Swift cia el encuentro con civilizaciones per- asoma una vez más Verne y el viaje tín, sea el objetivo de navegantes o pi-
sar el umbral que vincula el mundo
nalidad didáctica y moral. Habría que (1667-1745), quien se despide del lec- didas (Henry R. Haggard con Las científico), con el otro gran maestro ratas, sea el de Poe en El escarabajo
de los vivos con el mundo de los
analizar, de todos modos, los víncu- tor, «que se ha tomado la molestia de minas del rey Salomón o Tarzán y el contemporáneo en el humor y la sa- de oro, sea el de Tom Sawyer, sea el
muertos. Una visión amplia del tema
los con los ardides picarescos. En la biduría —Quevedo—, y a éste con los Santo Graal (Chrétien de Troyes),
novela picaresca, la vida cotidiana im- sueños y las visiones medievales y los contiene los estímulos del encuentro
pone la aventura de la sobrevivencia. egipcios y los griegos en su navegación con la propia identidad. Es el tesoro
Hasta el cinismo es una solución he- por las aguas de la muerte. de los que hace ya casi treinta años
roica cuando los que administran la buscaban el camino a Katmandú; es
ley son la otra cara de la supuesta No han de faltar, claro está, los via-
jes por mar, sea éste pretexto de nau- el fin no siempre logrado de los vaga-
amoralidad del picaro. bundos del Dharma; el «viajero soli-
fragio (Robinson, Gulliver) o escena-
rio permanente de la acción tario» de Jack Kerouac, que viaja para
La línea de los espacios novelesca, desde Herman Melville y encontrar el origen de su propio nom-
Moby Dick hasta bre. La novela de aventuras no ha
Luciano de Samósata, sirio que vi- Joseph Conrad, muerto: ha cambiado de forma. Y se-
vió en el siglo II d.C. y que escribía Edgar Allan Poe, guirá viva porque no tiene límites la
en griego, es autor de la primera obra Jack London, búsqueda del tesoro, la de nuestro
conocida en la que se narra un viaje Robert L. Steven- nombre propio, sea porque lo hemos
a la Luna: Relatos verídicos.™ Su ob- son, Fenimore perdido o porque no ha surgido toda-
jetivo es sobre todo paródico: burlarse Cooper, Cristo- vía el que de verdad nos correspon-
del abuso del elemento fantástico y bal Colón, Alvar de. Ése es el texto que nos narra; el
maravilloso en la literatura de su tiem- Núñez Cabeza de que no, nos deja morir. •
po. Además de referirse a seres ex- Vaca, aquel otro
traordinarios como los Hippógypoi descubridor de * Mario Merlino es escritor, traductor y profe-
(«cabalgabuitres»), Lachanópteroi costumbres nue- sor de literatura.
(«alas de lechuga»), Skorodomáchoi vas e inventor de
(«luchadores con ajos»), entre otros, monstruos para (1) Savater, Fernando, «Prólogo» a La novela
Luciano nos relata rarezas propias de de aventuras, Onomatopeya (Rai Ferrer), Ma-
nombrar lo des- drid, Legasa, 1981, p. 7. Por citar un sólo ejem-
la vida en la Luna: «... no nacen de conocido que fue plo de cómo en la historieta es posible también
mujeres, sino de hombres; se casan Marco Polo (tal la introspección, véase «Hotel Placenta 1», de
con hombres y ni siquiera conocen la vez en este caos Federico del Barrio, en Medios revueltos núm.
palabra mujer. Hasta los veinticinco 3, otoño 1988, pp. 39-42.
de nombres que (2) En Obras, 1, Luciano, traducción y notas
años actúan como esposas y, a partir es, en última ins- por Andrés Espinosa Alarcón, Madrid, Gredos,
de esa edad, como maridos. Y no que- 1981, pp. 176-227. Según la traducción de Fe-
dan embarazados en el vientre, sino derico Baráibar y Zumárraga: «Historias ver-
en la pantorrilla. A partir de la con- daderas», Obras completas, Luciano, tomo II,
cepción, comienza a engordar la pier- Madrid, Librería de los Sucesores de Hernan-
do, 1917, pp. 243-290.
13
CLIJ4
EN TEORÍA
Aunque no es posible
Del amor hablar de literatura
juvenil amorosa como
género, el tema del
en tiempos de amor —con diferentes
tratamientos e
intenciones y con
iniciación • r
mayor o menor
claridad o
por Juan Antonio Pérez Millar»
ambigüedad— está
presente en la
narrativa para jóvenes.
El autor de este
artículo propone, sin
afán de exhaustividad,
un análisis de las
obras que abordan
esta temática en la
actualidad, sin olvidar
a los siempre
recurrentes clásicos y,
curiosamente, a dos
autores que iniciaron a
toda una generación
de lectores españoles
en las cosas del
querer: Martín Vigil y
Michel Quoist.
JONATHAN CAPE
que todavía vale lo infantil, en algu-
nos casos, pero también empieza a va-
ler lo adulto, en otros. Y como, jus-
tamente, el llamado «primer amor»
puede ser en la práctica el síntoma
más visible del paso de una edad a
otra, resulta que ese acontecimiento
sufre las consecuencias de todas las
ambigüedades, titubeos e insegurida-
des de quienes escriben pensando en
el lector joven.
Y, hablando de inseguridades, no
estará de más recordar que el lengua-
je de los sentimientos, y en concreto
el del amor, sigue siendo el más rea-
cio a evolucionar, el menos capaz de
asumir nuevas formas, acordes con las
transformaciones evidentes en todos
los aspectos de las sociedades moder-
nas. En plena era audiovisual e infor-
mática, en un momento de aparatosa
modificación de las costumbres, las
relaciones interpersonales, y de modo
muy particular las íntimas, permane-
cen esclavas de un puñado de fórmu-
las añejas, devaluadas por el uso y el
abuso, pero por lo visto difíciles
de sustituir. Si desde el «te quiero» de
la más blanca de las historias amoro-
sas hasta el esforzado retorcimiento fi-
JONATHAN CAPE
siológico de la literatura pornográfi-
c
ca padecen la misma escasez de
recursos expresivos eficaces, ¿cómo va
a poder contar un adulto con como-
simple ojeada al panorama de la lite- didad una historia de amor entre jó-
^ ^ upongo que está usted lelo ratura juvenil actual arroja un balan- venes que, definitivamente, tampoco
A 1 por ella, como ocurre con la ce casi desolador por lo que se refiere son ya como era él mismo hace unos
^ ^ ^ r gente en los libros...». La a los relatos que pudiésemos conside- años?
frase es de Guillermo Brown, a pro- rar «de amor», aún con todas las cau- Por unas razones y por otras, que
pósito de cualquiera de los para él in- telas. Hay muy pocas narraciones en sería largo enumerar, no parece que
comprensibles y ridículos amoríos de las que el amor sea eje argumentai y pueda hablarse de la literatura amo-
sus hermanos mayores, y expresa a la son pocas también las que, centradas rosa para jóvenes como de un género
perfección, como tantas otras en la en otros asuntos, aborden el hecho de consolidado, al estilo de la aventura,
voluminosa obra de Richmal Cromp- forma relevante aunque episódica. la ciencia-ficción o cualquier otro. Ni
ton, la postura de un niño de once Puede que el problema tenga que siquiera resulta posible ensayar una ti-
años frente al hecho del enamora- ver con la definición misma, tan pro- pología rigurosa, una descripción
miento y, en general, frente a todo lo blemática, de la literatura juvenil en analítica de lugares comunes, situa-
que pueda oler a sentimentalismo más sí. El concepto de lo infantil está hasta ciones características o recursos de es-
o menos exacerbado. cierto punto claro, aunque en ocasio- tilo, en un terreno que, muy lejos de
Lo curioso es que esa actitud, ca- nes se llegue a él por pura decantación constituir un corpus, está compuesto
racterística a tal edad, parece haber o por eliminaciones sucesivas. En lo por islotes inconexos que a veces es
impregnado, a modo de dogma táci- «juvenil», en cambio, queda una vasta preciso rastrear con lupa y al que nos
to, a los propios autores de libros di- zona oscura, difícil de delimitar, en la acercamos aquí de manera introduc-
rigidos también a los jóvenes: una
15
CUM
EN TEORIA
toria, sin el menor afán de exhaus- menos conocido, aunque presente Vara, que narra el amor rendido de un
tividad. también en varias colecciones, el re- sirviente hacia la diosa-niña del Kat-
lato de Iván Turgueniev, Primer amor, V • w . mandú, que deja de ser ambas cosas
Ei recurso a los clásicos trágica historia del despertar amoro- a la vez cuando experimenta la prime-
so de un joven ruso de posición aco- ra menstruación. O incluso La llama-
Llama la atención, por ejemplo, el modada en contacto con una hermo- da del muecín, de Helen Keiser, que
hecho de que en la mayoría de las sa princesa venida a menos, hasta plantea el apasionante problema de la
grandes colecciones de literatura ex- acabar descubriendo que el amante transculturación entre parejas, a tra-
presamente dirigidas a lectores jóve- oculto de ella es el propio padre del vés de las dificultades de una joven
nes, que en los últimos años han al- protagonista. El conflicto desemboca alemana actual que decide casarse con
canzado un notable auge al compás en varias muertes, como no podía ser un médico irakí y, rompiendo prácti-
de las innovaciones introducidas en menos, y el encuentro inicial con el camente con su familia, se va a vivir
los mecanismos comerciales de distri- amor se tiñe de culpabilidades y de- con él a Oriente Medio... A un Orien-
bución y venta (volúmenes de apari- sesperanzas, cosa frecuente en este te Medio, sin embargo, donde no exis-
ción periódica, coleccionables de tipo de obras. ten por lo visto guerras ni otros
quiosco, etc.), entre los escasos títu- conflictos que no sean los del conser-
los de tema amoroso dominan am- El amor como excusa vadurismo de las familias árabes y
pliamente las reediciones de novelas donde los beduinos del desierto llevan
clásicas, de extracción romántica so- Ya en la literatura expresamente una vida apacible, sugerente y cuaja-
bre todo y que se consideran suficien- creada para jóvenes aparecen también da de atractivos para la protagonista...
temente inocuas como para incluirlas algunas novelas en las que el amor
en catálogos juveniles. No vamos a ocupa un lugar central, pero donde re- El amor de ahora
detenernos en ellas, porque se trata de sulta fácil descubrir que se trata de un
obras ya estudiadas hasta en los ma- puro pretexto argumentai al servicio No deben confundirse con esa idea-
nuales académicos, y porque todo pa- de una intención «formativa», clara- lización voluntaria aquellos otros re-
rece indicar, asimismo, que la temáti- mente moralizante. De la concepción latos que tratan de concretar con pre-
ca de amor es también la que peor del amor como un peligro, a la apo- cisión las circunstancias en que se
resiste el paso del tiempo frente a la logía cerrada de una «pureza» de vie- desarrollan, e incluso de abordar pro-
sensibilidad de las nuevas generacio- jo cuño y al despliegue de una confe- blemas de verdadera y real actualidad
nes de lectores. El género de aventu- sionalidad religiosa más o menos para sus lectores, pero que al publi-
ras, por ejemplo, admite bien la atem- solapada, no suele haber más que un carse en países distintos del suyo de
poralidad en uno y otro sentido: una paso, que se da con notable frecuen- origen sufren un inevitable efecto de
acción adecuadamente desarrollada cia. La bibliografía española tiene en distanciamiento. Este efecto es parti-
puede resultar apasionante, tanto si se este apartado un precedente «glorio- cularmente frecuente en países como
sitúa en la más idílica o idealizada de so» en aquella célebre La vida sale al España, donde, en ésta como en otras
las épocas pasadas como si tiene por encuentro, de Martín Vigil, que, jun- vertientes de la literatura infantil y ju-
escenario las más futuristas construc- to con las dos obras simétricas de Mi- venil, aparecen muchas más traduc-
ciones cibernéticas o intergalácticas. chel Quoist, Amor, diario de Daniel ciones que creaciones autóctonas. Así,
Una historia de amor decimonónica, y Dar, diario de Ana María, sirvieron tiene que resultar necesariamente le-
en cambio, corre el riesgo de cargar, para iniciar a toda una generación en jana para el lector español una histo-
a los ojos de un lector de hoy, con el las cosas del querer, con un estilo li- JONATHAN C4¡PE
ria como la de Camila, de Madeleine
lastre polvoriento de la lectura más o terario y una orientación ideológica Querido Bruce Springsteen, de Kevin unir indisolublemente el amor huma- contextualización reconocible para el L'Engle, densa y estimulante crónica
menos obligada, necesaria en todo que hoy sonrojan a cualquiera, pero Major, el Diario de un joven maniá- no con la religión y los sentimientos lector e insertando el hecho amoroso de la maduración de una adolescen-
caso por razones ajenas al disfrute y que dan también que pensar a la vis- tico, de Macfarlane y McPherson, o positivos con la culpabilidad... en una esfera vaporosa, intangible. te, en la encrucijada de los conflictos
poco placentera en sí misma. El pan- ta de su éxito arrollador en un mo- El tigre de Mary Plexiglás de Miguel Así, por ejemplo, La alquimia del co- entre sus padres (uno de los elemen-
teón de las obras consagradas es poco mento dado y de la persistencia de sus Obiols, el peculiar didactismo sermo- El amor remoto razón, de Eusebia Rayó, recupera los tos arguméntales más frecuentes de la
propicio para la inmediatez y la fres- secuelas en el tiempo. Porque si los tí- neante de un Martín Vigil puede ha- tópicos del cuento mágico para pre- literatura juvenil actual), las relacio-
cura, incluso puramente «informati- tulos de Quoist se insertaban en una berse modernizado exteriormente, Hay una forma más elaborada y li- sentar una doble peripecia de amor nes con sus compañeras, el descubri-
va», que muchas veces busca el lec- forma específica de narración para jó- hasta llegar al desenfado en el trata- terariamente productiva de abordar el entre una enano y una dama conver- miento del amor, la filosofía trascen-
tor que se inicia en estos temas. Entre venes, la forma del «diario íntimo», miento de temas «escabrosos» —a la amor juvenil que insiste, con llamati- tida en árbol, por una parte, y un dentalista a la que antes aludíamos y
tanta Dama de las camelias, y tantas que se ha mantenido vigente hasta la vez que muy comerciales—, pero su va frecuencia, en situar las historias príncipe jorobado y una princesa ma- hasta las repercusiones de la guerra de
Cumbres borrascosas, merecería la actualidad, aunque con tendencias de moralismo intrínseco sigue vivo en en tiempos o en lugares lejanos o in- ravillosa, por otro, en un escenario Vietnam... ambientado todo ello en el
pena citar en este apartado, quizá por fondo muy distintas, en obras como bastantes obras de hoy, empeñadas en definidos, renunciando a cualquier medieval. O La kumari, de Mariano Manhattan de hoy. O Yamila, de
16 17
CLIJ4 CLIJ4
EN TEORÍA
Chingiz Aitmatov, una de las más be- Otra vez el campo. En este caso, una enfoque muy peculiar los problemas
llas historias de amor adolescente, que de las regiones más deprimidas de del amor entre niños de siete u ocho
es curiosamente una historia de amor Portugal. María conoce a un pesca- años, en el marco de la tradicional
«ajeno», puesto que el protagonista dor de Nazaré y se enamora de él. Las guerra de los sexos y con frecuentes
narra en primera persona la fascina- circunstancias familiares, minuciosa- referencias a las parejas jóvenes que
ción que empieza a sentir por la jo- mente descritas, les separan, y la pe- han decidido vivir de otra manera en
ven esposa de su hermano ausente, nuria y el abatimiento impulsan a Ma- una sociedad opulenta. En Peter co-
pero después se centra, con un liris- ría a emigrar clandestinamente a noce a Cecilia, por ejemplo, Kerstin
mo y una proximidad a la tierra ad- Francia donde conocerá la zozobra Thornvall bombardea con suavidad y
mirables, en las tímidas relaciones de del desarraigo y la marginación. Un encanto el viejo tópico de «los niños
aquella con un compañero común. Y final feliz, quizá excesivamente forza- con los niños, las niñas con las ni-
todo eso sucede en la lejana Kirgui- do, quita hierro a uno de los pocos re- ñas», y en Jonás se enamora, va más
sia, región natal del autor de la latos juveniles en los que el amor se lejos y plantea un caso de enamora-
novela. inserta de lleno en la vida cotidiana. miento infantil cuyo «fracaso» con-
Más cercana puede resultar, por Como cotidianas quieren ser tam- ducirá al protagonista masculino a
muchos conceptos, otra novela que bién las obras cortas de la escritora buscar compañeros de juego de su
guarda cierto paralelismo con ésta, sueca Kerstin Thor vall, probablemen- mismo sexo, subvirtiendo así el dog-
aunque literariamente resulte inferior: te dirigidas a un lector más infantil ma establecido que pretende que los
María de A morería, de Luce Fillol. que juvenil pero que abordan con un niños primero odian a las niñas, am-
VIA UBRE
. Para
o
jóvenes
adultos
las chicas por la recuperación de la su-
bliteratura rosa de consumo —porque
un apresurado sondeo estadístico en
librerías demuestra que ese género,
como el de las fotonovelas, sigue go-
zando del favor de muchas lectoras—
y para los chicos por el abandono
puro y simple de la letra impresa o,
quizá, por la elección de la pornogra-
fía como banco de datos en una ma-
teria de primera necesidad. Salvo muy
honrosas excepciones, los libros con-
firman la apreciación de Guillermo
Brown: enamorarse es volverse «lelo».
O, en palabras de los protagonista de
la obra citada de Härtling: «Oye,
Holger, ¿cómo es estar enamora-
do?». Respuesta: «¿Estás chalado,
enano?». •
Referencias
19
CLU4
EN TEORÍA
De un tiempo a esta
parte, se habla con
cierta frecuencia de
«realismo crítico» en
la literatura infantil y
juvenil. Un término
que ha desatado la
polémica y sobre el
que parece no haber
acuerdo. Las autoras
de este artículo
sostienen la existencia
de un realismo sin
apellidos y realizan un
análisis de las
características,
contenidos y estilos de
las obras más
representativas
del llamado
realismo juvenil.
EDWARD GOREY
20
CLIJ4
D
EDWARD GOREY
a la impresión de que la de la historia de la literatura para de- o a cualquier grupo social, ofrecién-
palabra realismo y sus de- finir la distintas escuelas literarias nos dolas con un lenguaje adaptado a las
rivados han adquirido permiten situar cómodamente a éste exigencias y necesidades de la edad a
rango de superioridad en la literatu- o aquel autor, en el marco de una épo- partir de la que el niño o niña pue-
ra. Una especie de aura sagrada que ca y unas características generales. La den leer el libro, y adaptado también
nos hace pensar que la novela, desde costumbre de buscar términos que de- a las necesidades de un mundo en
el siglo xix hasta hace aproximada- finan los fenómenos sociales, artísti- constante cambio. Debería mostrar
mente dos décadas, hubiera soslaya- cos o literarios, sea cual sea el ámbi- cómo salvaguardar el difícil equilibrio
do todo cuanto hacía referencia al to en que éstos se manifiesten, ha del «yo» integrando las más diversas
mundo real, y que, por arte de magia, bautizado con el nombre de «realis- realdiades y experiencias para que ni-
la nueva generación de escritores nor- mo crítico» a la literatura infantil y ju- ños y jóvenes aprendan a sobrevivir
teamericanos, encuadrada por Bill venil nacida seguramente como con- en un mundo duro, que los adultos
Buford en la «escuela» o «corriente» trapartida a un tipo de literatura que les hemos precedido no hemos
denominada «dirty realism» o «rea- edulcorante y de color de rosa que lo sido capaces de convertir en más hu-
lismo sucio», estuviera aportándonos único que conseguía era adormecer el mano. Debería darles a conocer cómo
una visión inédita de la realidad. La sentido crítico de los lectores. librar sus propias batallas, olvidándo-
novedad en la novela realista, ameri- Buscar una definición en términos se de las que dejaron pendientes sus
cana o europea, habría que encontrar- de escuela o movimiento literario y padres y abuelos. Debería enseñarles
la, tal vez, en la visión del entorno, precisar sus características por contra- a escoger con buen criterio las cons-
que flota alrededor de los personajes, posición a las de los términos oficial- tantes vitales que les impedirán vivir
sin que se describa. No hace falta... mente aceptados por la historia de la a la deriva...
es común a todos. Los personajes, se- literatura, dándole un sentido cohe- La literatura infantil y juvenil debe,
res sencillos, casi, casi insignificantes, rente, nos parece que comporta in- en definitiva, tener en cuenta el aspec-
al igual que los demás seres de nues- mensas dificultades. El tiempo y la to psicológico, además del literario.
tro mundo, explican sus sencillas his- historia se encargarán de determinar En un momento en que los jóvenes
torias en constantes diálogos consigo si se trata de una corriente literaria o precisan de tantas referencias de com-
mismos o con sus semejantes. Plan- simplemente de un fenómeno pasaje- portamiento, hemos de ser conscien-
teando interrogantes, preguntas sin ro puesto de moda por un grupo de tes de la influencia vital que reciben
respuesta que acostumbran a condu- escritores. a través de la literatura.
cir a un final abierto, al estilo de
El realismo en la literatura infantil Partiendo del conocimiento de ni-
Woody Allen en la película Septem-
y juvenil quizá debería consistir en no ños y jóvenes y de su posibilidad de
ber, de reciente estreno.
excluir nada del conjunto de experien- acceso a los libros, interesa proporcio-
Los términos acuñados a lo largo cias propias a cualquier ser humano narles, dentro de la amplia oferta del
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CLIJ4
EN TEORÍA
pañía de una madre que le rechaza Gran parte de las obras citadas fue- nuevos lazos de comunicación y
cuando más la necesita. María Gripe ron publicadas en lengua original du- creando en él la esperanza de que pue-
plantea con Elvis Karlsson el conflic- rante la década de los 70, como he- de arreglárselas sin ayuda.
to del niño con el adulto. L'amenaça mos señalado más arriba, aunque las
del sueco Lennart Frick enfronta al traducciones en lengua castellana o B. Realidad diversa a través
protagonista con la angustia psicoló- catalana no aparecieron hasta más de comprensión y afecto
gica, producida en esta ocasión por la tarde, por lo general hasta comienzos
escuela. De manera parecida, La ci- de los años 80. Contrastando con las característi-
catriz muestra cómo un defecto físi- Algunas de las obras de autores his- cas anteriormente citadas, distingui-
co puede representar un trauma insu- panos y muchas de las traducciones mos los siguientes rasgos en otras
perable para un niño que no recibe la publicadas en nuestro país durante la obras:
comprensión y el afecto necesarios. A década de los 80, siguen mantenien- —Los personajes están presentados
trompicones, de K. Thorvall, presen- do las mismas características que he- con ternura.
ta a un adolescente inválido que vive mos apuntado anteriormente, aunque —No son seres desarraigados.
el suicidio de un hermano pequeño. acentuando el desarraigo y presentan- —Las situaciones, aún siendo rea-
Una situación vivida de forma dramá- do personajes más ingenuos e insegu- les, no conducen a la marginación.
tica, pero no sin salida. ros. Se incrementa el diálogo y la con- —Los personajes se mueven entre
traposición de puntos de vista, y en la seguridad y la inseguridad.
A.2 Final con total degradación, muchos casos conocemos la trama a —El conflicto del niño con el mun-
física y moral, o con final abierto través de los pensamientos y diálogos do adulto que le rodea no es total.
en el que no se prevé salida de los personajes. —El protagonista puede interpretar
Un rey en el jardín, del cubano Paz la realidad a través de diálogos con el
G. Pausewang, en Los últimos ni- Senell, presenta un mundo mágico adulto. No existe una falta de comu-
ños, J. Christopher en Un mundo va- visto a través de los ojos de un niño; nicación completa.
cío y R. Swindells en Germà de la te- Los pájaros de la noche, de Haugen, —Algunos personajes superan los
rra, intentan provocar sentimientos de mantiene la oposición de los persona- conflictos gracias a la protección de
rechazo en el lector, a partir de histo- jes con el mundo que les rodea; El vie- los adultos que les rodean.
rias que nos hablan de la despiadada jo y las palomas, de J. Procházka, en En los pertenecientes a este grupo,
lucha por la supervivencia después de la que, aún sabiendo que la sociedad señalaríamos la novela El niño que
un desastre nuclear. Una excusa para está en su contra, un anciano que sólo vino con el viento, de Juan Farias,
presentar los conflictos de las relacio- espera morir se esfuerza hasta el final sencilla y llena de sentimiento y ter-
nes humanas llevadas al límite. Si- de su vida por salvar a un ser desco- nura. Querido Sr. Henshaw, de la nor-
guiendo esta línea, pero con matices nocido, hechos que conocemos a tra- teamericana Beverly Cleary, en la que
más suaves, Mecanoscrito del segun- vés del diálogo del viejo consigo hay una toma de posición de los tres
do origen, de M. de Pedrolo, publi- mismo. personajes que permite que el niño en-
cada en 1974. La lucha por la super- Lois Lowry habla del tema de la tienda y acepte la decisión de los pa-
vivencia es también el tema de Encara muerte en Un verano para morir y del dres de vivir separados. En El viejo
sóc viu!, escrita por el francés Jean de la inadaptación en Rayaduras en John Peter Härtung, a través del pun-
Coué, que presenta la terrible situa- el tablero de la mesa, historia que va- to de vista de la familia, puede hablar-
ción de un joven herido en una con- mos conociendo a través de las pre- nos del anciano John. Asimismo,
frontación bélica, y nos trae a la me- guntas de la nieta de la protagonista John Donovan, en Para abrir, hundir
moria el film Johnny cogió su fusil. a los distintos miembros de la familia. aquí, plantea la relación de amistad
B. Preusler, en Arañazos en la pin- entre un niño solitario y una anciana
Coincidiendo con estas mismas fe-
tura, encara al muchacho protagonis- de la calle. Christine Nöstlinger, con
chas, años 70 y principios de los 80, EDWARD GOREY
ta con un desgraciado accidente que ción en que se ha visto inmerso. Mer- una gran dosis de humor, presenta si-
nuestros autores cultivan el género denominado «realismo crítico». Asi- duro golpe para la propia supervivien-
hipotecará su futuro. cè Company, en Germà gran, también tuaciones de conflicto que se resuel-
realista. Cabe destacar la publicación, mismo, Operado borinot, de Joa- cia. Maria Barbai, en Pedra de tarte-
habla de la falta de adaptación del ven mediante el diálogo en Una his-
El alemán Wolfgang Gabel presen- en 1976, de El Barcelonauta, de Pep quim Carbó, publicada en 1983, es la ra nos ofrece la visión de una mujer
personaje, pero en este caso la autora toria familiar, Un marido para mamá,
ta el mundo de la droga en Hecho pol- Albaneil, que obtuvo el premio Joa- historia de una degradación progresi- llena de inseguridad porque carece de
no se mantiene al margen, sino que y en Olfi y el Edipo, poniendo de re-
vo. Adiós, uno de los cuentos que la quim Ruyra de aquel año. La adap- va por la hostilidad del entorno. elementos para actuar en defensa de
al igual que Miquel Obiols en El tigre lieve, en esta última, la brutalidad de
autora brasileña Lygia Bojunga Nu- tación de Quim a la vida de la ciudad, En los últimos años, Nàufregs a sus intereses. Gemma Lienas, en Ca-
de Mary Plexiglas, provoca el recha- que los padres pueden ser capaces, y
nes recoge en la colección del mismo al busca de un trabajo que le asegure l'espai, de Josep Vallverdú, nos da a llejón sin salida, plantea la angustia
zo del adulto por parte del niño, sin el hecho de que la excesiva protección
nombre, aparentemente más candido, la subsistencia, la soledad..., etc., son entender cómo el desarraigo del lugar del adolescente desarraigado social-
plantear la posibilidad de establecer puede estropear la personalidad del
tiene también un final sin salida. rasgos de lo que más adelante se ha y de las personas puede representar un mente, sin posible salida de la situa-
CLIJ4 CLIJ4
EN TEORÍA
27
CLIJ4
EN TEORÍA
La novela de aventuras
por Rai Ferrer y Fernando Savater
u
de las condiciones sociales que sirven
de trasfondo a sus peripecias galopan-
tes. No hay más remedio que recono-
cer estas limitaciones y alegrarse de
que en el mundo, además de relatos
«¿Conoces tú la montaña y su sendero ce-
1 enry James admiraba el
aventureros, haya otros dedicados a
ñido de nubes? I estilo narrativo de Steven-
tratar estos temas de un modo que
El corcel se abre camino entre la niebla; la I son, pero no su temática,
vieja estirpe del dragón mora en sus gru- puede resultar tan fascinante como la
poco realista para su gusto: «Yo he
tas; las rocas caen en picado y sobre ellas relación de cualquier hazaña prodi-
sido niño pero nunca he ido a buscar
los torrentes. giosa. Sin embargo, la narración tie-
¿La conoces? Allí, allí está nuestro cami- un tesoro escondido». En su réplica
ne su propio mundo, un ámbito de
no. ¡Oh, padre déjanos ir!» a esta aseveración, Stevenson se pas-
imaginación y voluntad que es tan im-
(Goethe. Wilhelm Meister). ma ante la desconcertante infancia de
James: «Aquí hay ciertamente una pa-
EN TEORÍA
DEL
LYLE JUSTI5
BDICIÓN ILUSTRADA
A C M E A G E N C Y ,
lid. WIT** HI
En 1942,
con el seu-
dónimo de
«Carter
Mulford»,
aparecía
en España
su primera
novela pro-
tagonizada
por El Co-
yote. Se
publicaron
más de 90
títulos y
fue tradu-
cido a más
de trece
idiomas.
qué hacer lo que prevalece. De aquí
proviene, creo yo, la diversión que las
¡VEN A TU
novelas de aventuras proporcionan,
trasunto fiel a este respecto de lo que
ocurre en la vida misma. Pues nadie
se aburre en un naufragio —«nadie
CLUB DE
duerme en el carro que le lleva al pa-
tíbulo», dijo John Donne— ni defen-
diendo su vida contra el asalto de tres
enemigos bien armados, pero darle
INFORMÁTICA!
vueltas en el magín a nuestra incapa-
cidad de ser plenamente buenos o ma- Alquiler de ordenadores PC color
los puede desembocar muy bien en
cierto hastío, mientras que los intrin-
cados quidproquo de la relación amo-
por horas, con asesoramiento
rosa acaban con frecuencia en el bos- de un monitor.
tezo o el dolor de cabeza...
Más que en ningún otro tipo de Gran cantidad de soft a tu disposición.
obra literaria, importan en la novela
de aventuras las ilustraciones. Prota- Impresoras color, láser,
gonizadas por selvas y gestos, por la
velocidad y por galeones, por caníba- plotter, digitalizador, etc.
les y elefantes, por la energía y el te-
rror, por pistoletazos en la noche y cu-
chillos al amanecer, requieren la
Próximos cursillos intensivos para
ilustración como complemento natu-
ral a la exterioridad esencial de sus re-
maestros, de 20 h. Utilización
latos. La narración es objetivista y pedagógica del ordenador en el aula.
planteada desde fuera, no introspec-
tiva: por eso se hermana perfectamen-
te con la representación gráfica. Pue-
Asesoramiento y consulting
de hacerse un comic de «El Coyote»,
pero no de «En busca del tiempo per-
dido»... Y por eso también la histo-
ria entera de los clásicos de la aven-
Oferta limitada:
tura puede plantearse como una serie
de imágenes de diversos órdenes pic- Ordenador
tóricos —incluido el cinematógrafo,
por supuesto— al modo en que se rea-
liza en este libro. El lector paseará
compatible PC
ahora, como por un museo ardiente
y sugestivo, de Stevenson a Verne, de
Kipling a Salgari, de Mayne Reid a
Sólo 155.000 ptas + VA
Wells; a la evocación de las ilustracio- (Gestionamos la financiación)
nes resurgirán quizá en su memoria
los pasados fervores de horas excitan-
tes y necesitará acudir a su bibliote-
ca, — ¡o a la de su hijo!— para zam-
TODO ESTO Y MÁS,
bullirse en el más enigmático y sutil
de los placeres: la lectura. En tal caso, TE ESPERAMOS
el libro que tiene hoy entre las manos
habrá cumplido su cometido iniciáti- Horario: de 10 a 21 horas
co y provocador. • Bailen, 119, bajos -08009- Barcelona. Tel. (93) 257 57 61
TINTA FRESCA
Paco Martín
Lugo, 1940.
Un
Bachillerato y Magisterio en Lugo.
Maestro en ejercicio, en escuelas ru-
rales de Asturias, Euskadi y Galicia
desde 1961. Actualmente trabajo en
un colegio público de Lugo.
comparchufeiro
Casado desde 1969 con Ángela
Franco, profesora de Lengua y Lite-
ratura españolas en un instituto de por Paco Martín
Lugo. Dos hijos: chica, 17 años y chi-
co, 15 años.
Director de Axóuxere, primer se-
manario infantil en lengua gallega que
apareció en las páginas del diario La
Región de Ourense en los años 1974
y 1975. ;i ste e o resume da historia tes individuos, barallanse, para se re-
Colaborador en las programaciones |j de Anxeliño Cadadía que, ferir a eles, denominacions que soan
que, desde 1979, se hicieron para la Lnoa aínda hoxe, se gaba de máis requintadas e cultas. Hai quen
enseñanza del gallego. se-lo inventor dun novo oficio —pro- lies chama Comparchufeiros e quen,
Conferenciante en más de cien cen- fesión quere el que lie chamen—, do dicindo que así é en italiano, Infrapa-
tros de enseñanza (EGB, EM y Uni- que vivíu, e non mal, moitos dos anos ragone.
versidad), bibliotecas y asociaciones da súa vida. Pero mellor será que falemos unha
culturales, de Galicia principalmente. Anxeliño Cadadía, se irnos contar miguiña de iso do que Anxeliño Ca-
Pregonero en ferias del libro, fiestas verdade, non inventou nada, mais, e dadía quixo facer unha profesión. O
populares, etc. iso compre recoñecerllo, adicou gran- labor do Comparchufeiro consiste,
Colaboraciones en prensa, radio y des esforzos e unha vocación incom- básicamente, en facer louvanza das
TV. bustible a un mester que, na realida- persoas que lie pagan, diferenciándose
Premios en varios certámenes de de, ven ser tan vello coma a propia do chufón normal no estilo e mais no
Galicia y Portugal. humanidade. método que, no caso que agora nos
Premio Nacional de Literatura In- El pretendeu que ó seu treballo se ocupa, venen ser moitísimo máis em-
fantil y Juvenil de 1986 por Das cou- lie chamase Cadadismo e a aqueles polados e efectivos. O Comparchufei-
sas de Ramón Lamote (Ed. Galaxia- que o practicaban Cadadistas —todo ro non realiza o treballo dun xeito di-
SM, Vigo 1985), libro que mereció isto a nivel local, naturalmente—, recto senón conseguindo que o seu
también los premios O Barco de Va- mais a xente normal utilizou de sem- amo saia ben visto gracias á compa-
por 1984 y Losada Diéguez 1985, ade- pre, e utiliza agora, termos moito máis ranza que con el se faga.
más de ser incluido en la lista de ho- prosaicos e pouco respetuosos, aínda Quizáis resulte máis crarexador que
nor del IBBY (1986) y en el catálogo que altamente expresivos, para no- deamos un exemplo: imaxinemos a un
Los mirlos blancos de la Biblioteca mear ós que se adican ó mesmo labor señor que, polas razóns que sexa, aca-
Internacional de la Juventud de Mu- ca el. dou un posto político de certa impor-
nich (1988). Tamén é certo que, nos círculos tancia e que, gracias a el, ten por de-
Última obra publicada: Lembran- onde se moven aqueles que, por ra- diante un futuro ricaz en honras, e
za nova de vellos mesteres (Ed. Gala- zóns económicas ou sociais, están en mesmo en caitos, pero que, e iso son
xia, Vigo 1988). condicions de utiliza-los servicios des- cousas da natureza, ten de estatura un
ARNAL BALLESTER
metro sesenta e cuatro centímetros e que a cativeza estea referida só á es- ó tempo que, coa axuda do cortos co-
isto, que no caso de calquera de nós tatura, naturalemente—, pero cando laboradores, termará dos que son
no tería ningunha importancia, pode alguén chega onde este home chegou máis altos para que non se podan che-
resultarlle incomodo ó noso home que esquece de todo á xente da rúa e non gar cabo do seu patrón, especialmente
precisa de asistir a actos públicos, lie resulta doado admitir que outre nos intres de sair nunha foto ou can-
aparecer nas fotos da prensa e sair que está por baixo sexa mellor mozo do as cámaras da televisión estean
pola televisión nun lugar onde os seus ca el. En realidade isto é algo que filmando.
oponentes políticos, e mesmo os nunca poderá aturar, precisamente Non é un traballo doado, contra o
membres da súa propia formación — porque é algo que todos poden ver. que alguén poda pensar, e para acada-
o que aínda é moito máis perigoso—, Pos bien, eiquí é onde comenza o la- las alturas ás que Cadadía chegou,
andan do metro setenta e cinco para bor do Infraparagone. precísase dunha fonda vocación e
arriba. Así as cousas e postos a facer El terá que aparecer sempre preto dunha práctica que compre obter den-
calquera clase de comparanzas, o do seu amo e haberá er moito máis de moi novo, como o noso home fixo.
noso amigo sae sempre perdendo. baixo ca el, amosar un bandullo moi- Xa na escola, se o César, que non
Non é que á xente normal lie interese to máis prominente, llevar torto o nó era moi agudo a pesares de ser filio
moito aló que aqueles que os rexen se- da garabata, luxado o eos da camisa do señor Simón, o home de máis car-
xan máis ou menos cativos —sempre e uns pantalons rabenos e engurrados tos de toda a parroquia, se engañaba
TINTA FRESCA
Deseo que me envíen los siguientes libros cuyo pago efectuaré mediante:
D Contrarreembolso (más 75 ptas. gastos de envío).
ü Cheque bancario adjunto.
REPORTAJE
Coleccionistas de cuentos
por Cristina Ferrer
39
CLIJ4
REPORTAJE
CLIJ4
Helen Bannerman: La historia del negrito Sambo. 1899. A.A. Milne: Winnie the Poo. Primera edición 1926. Con la tirina de Milne
y un dibujo de E.H. Shepard, fechado y firmado en 1931.
su infancia, como Winnie el oso, una suelen hacer los de su especie, y se le ra edición de su Alicia porque no le
historia de Beatrix Potter, o un libro encuentra por todas partes. Aún así, gustaron las ilustraciones. Unos 20
de Walt Disney, y a continuación pien- también hay conejos valiosos. Beatrix ejemplares escaparon a su celo perfec-
sa que estaría bien tener una primera Potter no consiguió interesar a ningún cionista, y hace dos años una de es-
edición o un ejemplar firmado». Esta editor en sus dos primeros cuentos tas Alicias repudiadas alcanzó en pú-
gente llega a pagar sumas bastante —El conejo Peter y El sastre de blica subasta un precio de 8 880 000
fuertes y son capaces de coleccionar Gloucester— y los publicó por su pesetas.
todo tipo de objetos insólitos como cuenta. La autora hizo una edición de A veces hay libros prohibidos en el
juegos de té o sonajeros de plata con 200 ejemplares de Peter y 500 del Sas- sentido estricto de la palabra. La his-
la imagen del popular Peter Rabbit. tre. Ahora cada uno de estos libritos toria del Negrito Sambo de Helen
Probablemente, el coleccionista de vale su peso en oro. Bannerman, que había sido muy po-
conejos Peter no es el prototipo de mi- Otra variante de las ediciones pri- pular desde su publicación en 1899,
llonario excéntrico que frecuenta las vadas son las prohibidas, aquellas que está vetada ahora en las bibliotecas
subastas. Sobre todo porque el famo- por no agradar al autor fueron reti- públicas del Reino Unido y oficial-
so roedor de Beatrix Potter se ha mul- radas de la circulación. Lewis Caroll, mente catalogada de racista. Así, los
tiplicado de manera desaforada, como por ejemplo, destruyó toda la prime- negritos se han convertido en piezas
41
CLIJ4
¿wC ¿-C *¿+**>*í Z4*4*£. ¡¿V*- *í£*-fo *a-£" V¿-*^ K^tíJC
con las acuarelas originales de Edward fry 4 * . ^ « ^ >&*~*.ft &f •&-**£ A-£*V.J 5C*
42
CLIJ4
PREMIO
LAZARILLO
1988
Afortunadamente, en el coleccio-
nismo de cuentos infantiles hay un
elemento de magia que perturba las
simples leyes del mercado y hace que
algunas veces sea imposible hablar de
inversiones sensatas.
Entre el origen remoto del cuento
de la Cenicienta y el día de hoy hubo
un momento, a mitad del siglo pasa-
do, en que a un ilustrador Victoriano,
vagamente reformista, se le ocurrió
diseñar un marco especial para su di-
bujo de la protagonista sentada jun-
to a la chimenea con el hada madri-
na. Al pie del marco se puede leer:
«Cenicienta o la...» y en el espacio de
los puntos suspensivos se encuentra
un cajoncito en el que se guarda una
minúscula zapatilla de cristal. En un En 1857 estalla la revuelta india dirigida por el majaraní
caso como éste, los profesionales sólo Jhansi. John, muchacho inglés hijo de un militar colonial,
pueden hacer conjeturas, porque logra salvar a una niña huérfana británica y ambos, sin
¿cómo se pone precio a la zapatilla de saberlo, jugarán un papel importante en la resolución de
Cenicienta? • los acontecimientos.
CLIJ4
LA PRÁCTICA
Canarias:
leer la propia realidad
por Humberto Hernández*
44
CLIJ4
preguntamos cómo conseguir desper-
tar el gusto por la lectura en nuestros
alumnos. La respuesta es así de sen-
cilla: ofreciéndoles textos que sean
atractivos, capaces de motivarlos pol-
lo que dicen y por cómo lo dicen. Por
experiencia se sabe que gran parte de
los textos literarios que aparecen en
los manuales y antologías que sole-
mos manejar, no poseen los elemen-
tos motivadores necesarios para atraer
a nuestros alumnos, lo que hasta cier-
to punto es lógico, ya que los intere-
ses de un niño catalán no son los mis-
mos que los de un niño canario; así
como tampoco son exactamente los
mismos los de un niño de Tenerife y
los de uno de Las Palmas. En conse-
cuencia, debe ser el profesor quien, de
acuerdo con los intereses de sus alum-
nos, seleccione los textos y las obras
que habrán de leer, quien elabore su
propia antología; aunque esos textos
y esas obras no estuviesen incluidos
en los programas oficiales, pues los
torios y convendría plantearse, entre logo esencial de autores y obras de programas están al servicio del pro-
otras cosas, la conveniencia de sepa- nuestra historia literaria. Y, sin em- fesor y no a la inversa.
rar o no la lengua de la literatura en bargo, nos sorprenderíamos si al pre-
estos niveles de la enseñanza. Pero pa- guntarles qué entienden por literatu- Un proyecto pedagógico
semos a analizar cuáles podrían ser al- ra respondieran que es una asignatura
gunas de las causas del fracaso y a que «sirve para conocer una serie de Preocupados por esta realidad, ha-
proponer posibles soluciones. personas que han escrito algo intere- biendo comprobado que las clasifica-
Los profesores de lengua y literatu- sante» o que es «una asignatura que ciones de lecturas por temas según las
ra solemos lamentarnos de que nues- tienes que estudiar porque si no te sus- edades sirven para muy poco, y ha-
tros alumnos escriben mal, se expre- penden»(2). Paradójicamente suele ex- ciéndonos eco de una de las conclu-
san mal o no leen. Es probable que plicarse todo lo que rodea a la obra siones del 1 Simposio nacional de li-
su deficiente expresión oral y escrita literaria, sin advertir que «sólo (las teratura infantil que proponía
se deba, precisamente, a su escaso de- obras literarias) justifican todo nues- «Promover la elaboración de un estu-
sarrollo lector; y esto ocurre porque tro interés por la vida de un autor, por dio de las motivaciones que inducen
los docentes encargados de impartir su ambiente social y por todo el pro- a la lectura», un grupo de profesores
estas materias en E.G.B. y B.U.P., sal- ceso de la literatura»11'. Con relación decidimos averiguar cuáles eran las
vo honrosas excepciones, hemos olvi- a este hecho conviene recordar que lecturas que más atraían a nuestros
dado que el objeto fundamental de la «La enseñanza de la literatura debe alumnos o, por lo menos, a un ma-
literatura como asignatura es el de ini- basarse en los textos; no es la infor- yor número de ellos. Esta investiga-
ciar y acercar a los alumnos a los tex- mación lo que interesa sino la forma- ción nos llevó a concluir que los tex-
tos y obras literarias para despertar en ción de los alumnos»141. Gabriel Gar- tos más motivadores eran aquellos en
ellos el gusto por la lectura; es decir, cía Márquez dice que «un curso de los que el alumno veía reflejada su
convertir a los alumnos en lectores. literatura no debería ser mucho más propia realidad, textos en los que se
Tenemos que admitir que, con mucha que una buena guía de lecturas. Cual- le presentaran paisajes, ambientes o
frecuencia, el objetivo que nos hemos quier otra pretensión no sirve para situaciones próximos a él.
propuesto no ha sido el adecuado, nada más que para asustar a los
Partiendo de la anterior conclusión
pues nos hemos conformado con que niños»'5'.
comenzamos a elaborar una antolo-
nuestros alumnos conocieran el cata- El problema se plantea cuando nos gía, seleccionando textos literarios de
LA PRACTICA
46
CLIJ4
INTELIGENTES
PARAS JÓVENES
y
DE TODAS LAS
EDADES
Cuando
Julio Verne
era el rey
por Fernando Lara"
CLIJ4
sus adaptaciones-resumen y unas pa-
ginas en plan «còmic», que eran
—tantas veces— lo único que acabá-
bamos leyendo. Había un único rey:
Julio Verne. Bajo su imperio, y sin
despreciar a nadie, Robin Hood, El
Prisionero de Zenda, Tarzán, Gulliver,
Alicia, Robinsón, Los Tres Mosque-
teros,... Y un libro que releí sin parar,
ante la estupefacción de mis amigos,
a quienes no hacía la más mínima gra-
cia: Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno,
en el papel parduzco y lleno de gru-
mos con que la editorial Maucci nos
regalaba.
Hubo, es cierto, un momento de in-
terrupción: a los ocho años, me dio
por los clásicos. En una famosa car-
ta de Reyes, y junto a un Mecano de
plástico y la Vuelta Ciclista a España
en juego de mesa, pedía La Iliada, La
Odisea (en los tomitos de la colección
«Crisol», de Aguilar) y, si era posible,
las Vidas paralelas de Plutarco y La
Guerra de las Galios de Julio César,
exactamente con lo que me tendría
que enfrentar tiempo después en cla-
ses de latín y griego. Digo que la car-
ta fue «famosa» porque se armó un
considerable revuelo familiar, con las
opiniones divididas entre quienes
creían vislumbrar a un Rodríguez
Adrados en potencia, los que se ate-
rrorizaban ante la perspectiva de un
repelente Ginesito y aquellos —mis
hermanos— que sólo lo entendían
como una sofisticada manera de lla-
mar la atención. La verdad no estaba
de ninguna de las tres partes: mi ob-
sesión de entonces ya era ganar tiem-
po, aprender enseguida para poder
aprender más.
Pronto pasó aquel arrebato greco-
romano, y el combate entre Homero
y Diego Valor se resolvió a favor del dacción de una «novela» (inacabada, gil. Igual que Ignacio, igual que Ka-
«piloto del espacio, el guerrero sin te- por supuesto) que quería ser del gé- rin, sus protagonistas, yo tenía quin-
mor», para desembocar en los ídolos nero y a la que puse de título algo tan ce años. •
citados, los que realmente me pedía exacto y atractivo como «Un crimen
el cuerpo. La llegada a la adolescen- en Londres»... Después, ¡ay después!,
cia estuvo marcada por el interés ha- surgiría el primer libro que me pertur-
cia los relatos policiacos, Agatha bó realmente en mi adolescencia; fue
* Fernando Lara es periodista, crítico de cine
Christie sobre todo, curiosamente no —lo reconozco, no sin pudor— La y director de la Semana Internacional de Cine
continuado sino precedido por la re- vida sale al encuentro, de Martín Vi- de Valladolid.
Arnal
Ballester
No soy un ilustrador especializado en
literatura infantil. Soy un dibujante que
algunas veces hace los dibujos de un li-
bro para niños. Eso ocurre desde que mi
hija me enseñó a respetar y temer a esos
individuos cortos de talla pero de larga
mano.
Gracias a ella y a tres o cuatro más,
aprendí que la caricia tierna de un niño
puede ser el prólogo de una loca patada
dirigida con precisión al punto más dolo-
roso o al objeto más frágil. También des-
cubrí que sus terrores nocturnos no son in-
compatibles con el paseo matutino por la
cima de un muro de contención, a cinco
metros del suelo y sin red. Y que si ahora
sollozan porque el osito ha perdido a su
mamá, más tarde reirán con la placidez de
los justos, mientras le arrancan las patitas
a la industriosa pero asquerosa hormiga.
Todo eso me interesó y me estimuló.
Hay más. Antes de eso yo no creía en
los ogros ni en las brujas, ni en ningún
tipo de ser volador que no perteneciera al
mundo de las aves, los insectos o ciertos
mamíferos. Pensaba que los lobos esta-
ban en vías de extinción y los extraterres-
tres eran una mera hipótesis científica.
Los reyes, príncipes y princesas me daban
repelús, quizás porque los de la vida real
son poco prácticos y caros de mantener.
Ahora confieso que abro el armario con
recelo —nunca se sabe qué diablos se en-
conde allí— y me consta que al menor des-
cuido puedo encontrarme metido en una
charca, papando moscas y esperando un
beso salvador; aunque también se que ten-
go el recurso de un rey amigo de verdad,
protector eficaz y, mejor aún, gratuito.
Yo trato de que mis dibujos sean fieles
a esta realidad, la realidad. Lo único que
me disgusta, cuando hago mis incursio-
nes en el mundo de la literatura infantil,
es tener que nadar entre la cantidad de
morralla a colorines, el exceso de morali-
na boba y la invasión de seudopedagogía
y seudocivismo que desembocan en un gi-
gantesco bostezo. Cualquier día me jun-
to con cuatro magos amigos y mandamos
a los responsables de este desaguisado a
Nuncajamás... el cocodrilo empieza a te-
ner hambre.
El ombligo de las sirenas
]
A _
^ \ nal, este asunto del om-
m mbligo de las sirenas ha
sido tema de investigación de impor-
tantes estudiosos, y también ha intri-
gado a muchas otras personalidades
poco sospechosas de banalidad. Al-
varo Cunqueiro, por ejemplo, no
dudó en confesar su curiosidad: «En
un colegio brasileiro, a los alumnos de
dibujo les fue puesto por tema la ima-
gen de la sirena. Y habiendo pintado
la encantadora de la mar todos los
alumnos, solamente a uno se le ocu-
rrió ponerle ombligo dos dedos enci-
ma de donde empieza la escamosa
cola de pez. El profesor —según leo
en un periódico carioca—, le dio a
éste la máxima puntuación. Aún tra-
tándose de arte hiperrealista, habría
que ver si la sirena del premiado era
la más natural de todas las pintadas.
Y habría que ver, sobre todo, si las si-
renas tienen o no ombligo. Confieso
que éste es un asunto que a mi me ha
preocupado.»
Sin embargo, parece que ya no cabe
seguir preocupándose. El enigma ha
sido resuelto y se puede decir que el
problema del ombligo de las sirenas
I CARTABI (1571): IMÁGENES DE SIRENAS. FUENTE: DICCIONARIO DE ICONOLOGÍA Y SIMBOLOGIA ED: TAURUS. 1984.
no es tal, ya que, al menos en sus orí-
genes, había dos tipos de sirenas: las
que tenían ombligo y las que no lo te- grabados, carecen de ombligo. Las si- dominan en la iconología del libro
nían. Las sirenas de la mitología renas de las mitologías nórdicas, en ilustrado.
greco-romana, citadas en la Odisea, cambio, eran mitad mujer y mitad Veámoslo en esta breve colección de
eran mitad mujer y mitad pájaro. És- pez, y son éstas, con ombligo, las que sirenas, atrapadas al vuelo y bajo las
tas son las que, según los antiguos han impuesto su imagen y las que pre- aguas por CLIJ.
CLIJ4
GRABADO ANÓNIMO DE ROMANCE POPULAR S. XIX.
8 ASUN BALZOLA (1981): DOS CUENTOS DE SIRENAS ED ALTEA. BRAD HOLLAND (1972): EPIGRAMAS GRIEGOS. PLAY BOY.
8
Curiosamente, hay una constante en
la representación icónica de las sire-
nas que consiste en presentarlas con
medio cuerpo fuera del agua y miran-
do hacia la izquierda del espectador
(¿hacia Finisterre?). Esta direcciona-
lidad en el dibujo es más fácil de ob-
servar en láminas aisladas.
10
...Y la de Robert Ingpen, el australia-
no que ganó con este libro el premio
Internacional de Ilustración Hans
Christian Andersen 1986, por la pro-
fundidad de las aguas en las que se
10 ROBERT INGPEN (1985): ENCICLOPEDIA DE LAS COSAS QUE NUNCA EXISTIERON. ED. ANAYA. mueve la sirena.
LOS CLASICOS
56
CLIJ4
los días que hubo de pasar en una cár-
cel de Búfalo, por el delito de ser un
vagabundo que duerme en la calle y
no en un hotel, también debieron ayu-
darle a reflexionar. En conclusión, lo
único que tenía claro a su regreso a
Oakland era que no quería ser un
miembro más del ejército de los explo-
tados, y que a lo que le tenía que sa-
car partido era a su inteligencia, y no
a su fuerza física.
Al cumplir los diecinueve ingresa
London en la Escuela Secundaria de
Oakland, donde su carrera literaria y
sus escarceos políticos como entusias-
ta socialista se van consolidando.
Aparecen sus publicaciones en la re-
vista de la escuela, y se amplía consi-
derablemente su círculo de amistades.
Hasta entonces los únicos logros lite-
rarios con los que contaba eran: un
abundante bagaje literario, fruto de
sus numerosas, aunque atropelladas,
lecturas desde los primeros años de su
vida, allá en la biblioteca pública de
Oakland, y aquel primer premio de
veinticinco dólares que obtuvo en el
concurso organizado por el periódi-
co de San Francisco Morning Call con
su «Relato de un tifón frente a las cos-
tas japonesas», escrito a la vuelta de
su viaje por los mares del Pacífico.
Señalan sus biógrafos que la lectu-
ra de Signa, de la novelista Ouida
(María Luisa de La Ramée) que rela-
ta la historia de un niño italiano ile-
gítimo que termina convirtiéndose en
un gran compositor, debió de dejar,
Jack London. Ed. Vicens Vives. sin duda, una gran impronta en el jo-
vencísimo, y también hijo ilegítimo,
dejó en él la ruda experiencia diaria cide dirigirse al Este en busca de nue- Johnny: todo era posible de conseguir
de su vida a bordo durante siete me- vos horizontes. Los doce meses que en este mundo, aun teniendo en con-
ses, queda fielmente reñejada en su estuvo recorriendo como vagabundo tra todos los elementos; sólo había
novela El lobo de mar (1904). los Estados Unidos (sumándose a la que tener la decidida voluntad de su-
Pero aún no había sonado la hora marcha del Ejército Industrial de perar los obstáculos. Y para predicar
del triunfo para Jack London. Y a su Kelly, que pretendió llegar a Washing- con el ejemplo, acelera el ritmo de los
regreso ha de volver a trabajar «como ton en solicitud de ayudas guberna- estudios secundarios que le han de
un animal» por un mísero salario, en mentales para los desempleados) no permitir el acceso a la Universidad,
una fábrica de yute primero, y cargan- hacen más que confirmar lo que ya dedicándose a estudiar de forma ex-
do carbón a pala en una central eléc- conocía por su propia experiencia: haustiva durante el verano del 1896.
trica más tarde. A los dieciocho años que la sociedad es injusta, y que la Aprobados los exámenes se incorpo-
está London desesperado ante la ex- opulencia de los menos es fruto de la ra a la Universidad de California ese
plotación a que se ve sometido, y de- opresión de los más. Y sin duda que mismo año. Mas el destino no pare-
cía dispuesto a facilitarle el camino, primera esposa, Bessie Maddern, con
y al cabo de unos meses ha de aban- la que había contraído matrimonio en
donar sus estudios y volver al mundo 1900. Adquiere un extenso rancho en
del trabajo para seguir sacando ade- California y con ello comienza la es-
lante a su familia. calada de desatinos en pos de hacer-
Con todos los originales que había se con un latifundio, un proyecto tan
enviado al Este rechazados, y un tra- megalómano como condenado al fra-
bajo exhaustivo a sus espaldas en una caso. Un nuevo desacierto fue su de-
lavandería, surge en su vida una nue- cisión de fabricarse él mismo un bar-
va oportunidad, que habría de resul- co, el Snark, en el que anduvo
tar decisiva para su carrera literaria. deado de «amigos» y gentes de toda navegando dos años, que terminaron
En la primavera de 1897 se descubrió condición, para quienes permanente- de minar su salud, aunque le permi-
oro en el Klondike (Alaska), y acto se- mente tenía abiertas las puertas el sor- tieron recoger nuevos materiales para
guido estallaba la fiebre de los busca- prendente escritor. En 1900 aparece su sus relatos.
dores de oro. London decide embar- primer libro, El hijo del lobo, que in- Muere London a los cuarenta años
carse para estas tierras heladas del cluye varias historias breves. Conti- por una sobredosis de narcóticos (se-
Norte ese mismo verano, y cuando al núan otras recopilaciones, y en 1903 gún algunos un suicidio) con los que
cabo del año regresa con casi medio se publica La llamada de lo salvaje, intentaba mitigar los dolores de su en-
cuerpo paralizado, de cintura para obra que le consagraría definitiva- fermedad. La última etapa de su vida
abajo, a causa del escorbuto, lo hace mente. Le siguen El lobo de mar, fue hasta cierto punto contradictoria
con toda una fortuna, pero no en oro. (1904), Colmillo Blanco (1906), Mar- con el credo del que se había alzado
Ahora sí que había encontrado un fi- tín Edén (1908), etc., por citar algún como profeta.
lón del que durante los meses que si- título de los cincuenta libros que pu- Para terminar, y como explicación
guieron sabría extraer magistralmen- blicara entre novelas, cartas, ensayos, de los elementos contradictorios que
te la más fina mena: esas bellas obras de teatro, y sobre todo relatos se observan tanto en la vida como en
historias que fueron apareciendo en breves a los que el paso del tiempo no la obra de London, digamos que fue
diversas revistas durante la primave- ha hecho más que ennoblecer, convir- un individuo, que demostró ser un
ra del 99, y que constituyen auténti- tiendo a su autor en uno de los «superhombre» nietzscheniano, y que
cas obras maestras por su fuerza, vi- clásicos. como tal comulgaba con las ideas del
veza y precisión. Su vida privada sigue siendo una científico Darwin y del filósofo Spen-
Empieza ahora una nueva vida para aventura, pero ahora de tintes ya más cer. En cambio, las circunstancias de
London y su madre, ya viuda. Se tras- prosaicos. En 1905 se casa por segun- injusticia social y de dureza que le to-
ladan a una casa más confortable y su da vez, con Charmian Kittredge, a los caron vivir en su infancia, unidas a su
vida social se intensifica, siempre ro- dos días de obtener el divorcio de su especial sensibilidad ante todo lo hu-
mano le hicieron simpatizar y defen-
! __ der los postulados asumidos por el so-
cialismo de su época. De ahí se explica
que sus obras hayan despertado entu-
siasmo tanto en la Rusia comunista
como en la Alemania nazi, y que la
lectura de una novela como El lobo
de mar dé pie a extraer conclusiones
contrarias: para unos representa una
exaltación del superhombre que se
hace a sí mismo; para otros, en cam-
bio, es una prueba de que el indivi-
dualismo a ultranza no conduce a nin-
guna parte y termina por destruir a
quien no quiere vivir integrado en la
sociedad.«
Militares japoneses comprueban las credenciales de corresponsal de guerra de Jack London * Begoña Gárate Ayastuy es licenciada en Fi-
en 1904. (Ed. Vicens Vives). lología Inglesa y traductora.
CLIJ4
DONDE VIVEN LOS LIBROS
Biblioteca Infantil
Santa Creu
por Teresa Maña'
59
CLIJ4
DONDE VIVEN LOS LIBROS
CLIJ4
Maca y los treinta DE 6 A 8 AÑOS
gatos
Zulema Moret.
Ilustraciones de Eulàlia Sariola.
Abracadabra,
Editorial Juventud.
Barcelona, 1988.
pata de cabra
390 ptas. Mira Lobe.
Existe versión en catalán. Ilustraciones de Javier Vázquez.
Traducción de Jesús Larriba.
Este libro pertenece a una nueva co- Colección El Barco de Vapor, 157.
lección de cuentos para niños peque- Ediciones S.M.
ños, de formato reducido, ilustrados Madrid, 1988.
a todo color y que cuentan historias 395 ptas.
de gatos.
La protagonista es Maca, una gata El mago Abra y la bruja Cadabra
para la que cualquier hecho cotidia- están desesperados porque no pueden
no es una aventura: desde aprender a tener un hijo. A pesar de que lo in-
pintar o cumplir años, hasta atibo- tentan, una y otra vez, de nada valen
rrarse de golosinas, descubrir la pri- sus artes mágicas y sus hechizos. Por
mavera o jugar con sus amigos. sonajes y cuenta las pequeñas anéc- este motivo, Abra y Cadabra discuten
En este título, Maca va a pasar la dotas de los juegos y la merienda. Las y se pelean continuamente. Cuando al
tarde a casa de una vieja señora ingle- ilustraciones subrayan el texto y apor- fin consiguen tenerlo, el bebé les
sa que vive con treinta gatos. Un tex- tan gracia y muchos detalles que en- abandona porque no está dispuesto a
to sencillo describe a los distintos per- riquecen la lectura. soportar a unos padres tan peleones.
Una divertida historia, acompaña-
da por unos dibujos graciosos y ex-
presivos, pero quizá demasiado esque-
máticos para lectores de estas edades.
Pasito a pasito
Miep Diekmann.
Ilustraciones de The Tjon Khing.
Traducción de Pilar Rodríguez.
Versión castellana de Mario Merlino. Mira Lobe
Colección Austral Infantil, 35.
Editorial Espasa Calpe. Abracadabra,
Madrid, 1988. pata de cabra
360 ptas.
Ilustraciones de Javier Vázquez
CLIJ4
LIBROS/NOVEDADES
El circo de Paco
Francisco Carvajal.
Ilustraciones de Alfonso Ruano.
Colección Cuentos de la Torre y la
Estrella, 39
Ediciones S.M.
Madrid, 1989.
690 ptas.
DE 8 A 10 AÑOS
Historia de
ALFAGU
una receta
Carlos Cano.
I El bloque de granito Ilustraciones de Paco Giménez.
1 en el cine Traducción de Juli Avinent.
Franz Hohler Colección El Duende Verde, 17.
Ediciones Generales Anaya.
Madrid, 1988.
451 ptas.
El bloque de granito
en el cine El vellet de la
Franz Hohler. barba verda
Ilustraciones de Arthur Loosli
Traducción de Margarita O'Neil. Miquel Rayó.
Colección Juvenil Alfaguara, 339. Ilustraciones de Antoni Castell Rey.
Editorial Alfaguara. Colección Graó-Baldufa, 15.
Madrid, 1988. Editorial Teide.
610 ptas. Barcelona, 1988.
600 ptas.
Conjunto de narraciones breves, lle- Edición en lengua catalana.
nas de ironía y humor, con unos pro- Existe versión en castellano.
tagonistas insólitos —un bloque de
granito, una bota de montaña, un par Dos hermanos, Bet y Miqueló, ven
de tornillos...— y resueltas siempre de desde su ventana a un anciano de lar-
modo conciso y brillante. ga barba verde que se pasea por los
Un libro inteligente e imaginativo tejados. El anciano, que dice buscar torias de mar, de amor y de amistad.
que aporta auténticos hallazgos en el historias y plantas entre las tejas, les Un relato entre el sueño y la reali-
terreno del humor y del nonsense. arrastra a una insólita aventura en la dad, en tono lírico y con trasfondo
Muy recomendable, aunque no todas cual, además de descubrir los anima- ecológico, de lectura amena y sugeren-
las historias alcancen el mismo nivel les y plantas que viven en los tejados te. Las ilustraciones, sencillas y claras,
de calidad. de la ciudad, conocerán hermosas his- resultan muy adecuadas al texto.
Ixtorio-Mixterio
andana bat
Recopilación de Txema Larrea.
Ilustraciones de Erramun Landa.
Colección Tamaina Ttikia.
Editorial Pamiela.
Pamplona, 1988.
475 ptas.
Edición en lengua vasca.
67
CLIJ4
LIBROS/NOVEDADES
MOISÉS
DE LANT1C TESTAMENT
451 ptas.
El muñeco de queso
Les dues
Carlotes
ERICH KAESTNER
69
CUJ4
LIBROS/NOVEDADES
Scott O'Dell.
fäfcj Lida Durdikova
traducción de Silvia Komet
Ilustraciones de Carmen Andrada.
Traducción de Marta Sansigre. ALEXANDRA
Colección Cuatro Vientos, 65.
Los niños Editorial Noguer.
Madrid, 1988.
de los ojos 510 ptas.
71
CLIJ4
LIBROS/NOVEDADES
MÁS DE 14 AÑOS
Los ojos del ciego
Alison Morgan.
Traducción de Emilio Ortega.
Colección Gran Angular, 89.
Ediciones S.M.
Madrid, 1988.
545 ptas.
¿Y luego qué?
Kerstin Thorvall. On floreixen els lliris
Ilustraciones de la autora.
Traducción de Beatriz Barros de Lis. Vera y Bill Cleaver.
Colección Juvenil Alfaguara, 340. Ilustraciones de Jim Spanfeiler.
Editorial Alfaguara. Traducción de Montserrat Canela.
Madrid, 1988. Alfaguara/Grup Promotor.
610 ptas. Barcelona, 1988.
870 ptas.
Magnus vive con su madre, María, Edición en lengua catalana.
y ésta convive con Leffe, a quien el al- Existe versión en castellano.
cohol conduce a la delincuencia y a
la prisión. Aunque Magnus se aver- Mary Call, de catorce años, se con-
güenza a veces de él, le quiere como vierte en el cabeza de familia a la
si fuera su padre. Las cosas se com- muerte de su padre. Ella y sus tres her-
plican durante el largo encarcelamien- manos viven en un rincón de los Apa-
to de Leffe, hasta llegar a un dramá- laches, en la alta montaña, y su me-
tico final que, sin embargo, no impide dio de vida es la recolección de
que la novela mantenga un tono es- plantas medicinales y algún que otro
peranzados trabajo ocasional. rácter, independiente y decidida—
Bien escrito y con propuestas que La novela, escrita con indudable que, en difíciles condiciones, lucha
incitan a la reflexión, este libro cons- simpatía hacia las gentes de la alta para sacar adelante a su familia.
tituye una buena muestra de la narra- montaña, describe la peripecia perso- Una buena novela, amena y llena
tiva realista en los países nórdicos. nal de la protagonista —todo un ca- de interés.
72
CLIJ4
El pequeño dios Canciones para
Okrabe una armónica
Robert Escarpit. Barbara Wersba.
Traducción de E. Sánchez Pascual. Traducción de J.L. Moreno y S. Ávila.
Colección Vía Libre, 7. Colección Cronos, 19.
Ediciones B. Editorial La Galera.
Barcelona, 1989. Barcelona, 1988.
650 ptas. 495 ptas.
Existe versión en catalán.
De entre todos los dioses y todas las
religiones que aglutinan a los fieles de J.E Me Allister es una adolescente
estos dioses, Okrabe es, quizá, el que problemática de 16 años. Hija de una
menos fieles tiene. Ello le impide ejer- rica familia neoyorquina, es indepen-
citar sus facultades sobrenaturales diente y hace una vida muy libre, al
—para un dios son completamente margen de unos padres muy ocupa-
naturales— compitiendo con Jehová dos con los que tiene poco contacto.
y Cia. o Alá S.L. Con la ayuda de su Estudiante sin entusiasmo, poco dis-
único fiel, un muchacho de quince ciplinada y nada convencional, acu-
años llamado Androle, Okrabe desa- El autor elabora una audaz y lúci- de con regularidad al psiquiatra y, fi-
rrollará su omnipotencia, consiguien- da fábula satírica sobre las deforma- nalmente, se enamora de su profesor
do una comunidad-república de dio- ciones de la religión, bien escrita e in- de poesía.
ses en la que cada dios y cada fiel teligentemente narrada. Una novela Escrita en primera persona, es una
encontrarán su lugar. original y sorprendente. novela ágil, entretenida y divertida,
•••••••••••••¡¡^•^^^¡•^^^^••l que describe el sofisticado mundo de
los ricos e intelectuales de Nueva
York, a través de los ojos de una ado-
lescente terrible, pero sin embargo
El ritual tierna.
Margaret Mahy
Margaret Mahy.
Traducción de Lucinda Blanco.
Colección Vía Libre, 6.
Ediciones B.
Barcelona, 1988.
500 ptas.
Existe versión en catalán.
CLIJ4
LIBROS/CÓMIC
P»—«MP» i li
Misión
MAC COT «Apocalipsis»
MISIÓN
el desierto d e los locos
EMOtitt JP ñou^min Hfsmte*:** B « *.M PH.AI.KK
Charlier/Bergèse
Traducción de Bañólas.
APOCAUPSIS
Colección Las Aventuras de Buck
Danny, 41.
Ediciones Junior.
Grupo Editorial Grljalbo.
Barcelona, 1988.
760 ptas.
75
CLIJ4
LIBROS/DE AULA
SOCIALES
COMO ES
LA
La Peste Negra
TIERRA Ángel Blanco.
Colección Biblioteca Básica de
Historia.
Ediciones Generales Anaya.
Madrid, 1988.
530 ptas.
CLIJ4
ALICIA EN EL PAÍS
DE LAS MARAVILLAS
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CLIJ4
LIBROS/DE AULA
Los secretos
de la naturaleza LABOR BOLSILLO JUVENIL Aprendamos collage
Laura Bour. Jordi Vives.
Ilustraciones de la autora. PRENDAM Ilustraciones del autor.
Traducción de María Puncel. Colección Labor Bolsillo Juvenil, 82.
Colección Benjamín Información.
Editorial Altea.
LLA' Editorial Labor.
Barcelona, 1988.
Madrid, 1988. 430 ptas.
665 ptas.
El collage es una técnica plástica
Para aquellos que sienten curiosi- llena de posibilidades expresivas. El
dad por la naturaleza, este libro repre- autor, convencido de ello, presenta,
senta una útilísima y atractiva inicia- pues, un amplio espectro de estas po-
ción a la observación y valoración del sibilidades e invita al joven lector a ex-
entorno. perimentarlas, presentándolas con
Es un manual para pequeños afi- claridad, sencillez y —lo más impor-
cionados —maravillosamente ilustra- tante— con mucha documentación
do— lleno de consejos prácticos, in- gráfica, aunque sea en blanco y negro.
formaciones y curiosidades para saber Bajo su explícita sencillez, el libro
desenvolverse en el campo. representa una guía clara de la técni-
Mucha, buena y bien planteada in- ca del collage y del proceso a seguir,
formación en un libro tan últil como sin tener más ambición que la de ser
hermoso y manejable. una invitación a la acción plástica.
DA partir de 7 años. DA partir de 10 años.
LOS MÁS LEÍDOS
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CLIJ4
LA COLECCIÓN DEL MES
La joven colección
ños que viven en zonas urbanas, el ra- cierto que otros libros, técnicamente
cismo y su crítica, el robo en la prea- bien escritos, fueron asimismo recha-
dolescencia, las desavenencias zados por no aportar nada a la reno-
conyugales, la contaminación am- vación de la literatura infantil y juve-
biental y su denuncia, y en definiti- LÖGUEZ nil; renovación en la que estamos
va, el respeto por los que son diferen- EDICIONES empeñados desde el principio y en la
tes, tema presente en cada una de las que no estamos solos.
por Maribel G. Martínez' historias. hijos con el nuevo marido de la ma- El cuidado en la edición de nues-
Otros temas de La Joven Colección dre en Chloris y el nuevo padre, de tros libros incluye no sólo la selección
son: Kin Platt; de textos, sino también la traducción
—la delincuencia juvenil en Mala- —la pobreza, el paro, la mendici- y corrección de estilo, así como el aca-
taverne, de Bernad Clavel; dad,... en La Familia Caldera, de Gu- bado formal (papel, impresión, ilus-
L
—el síndrome tóxico, el 23-F y los drun Pausewang. tración, maquetación, encuadema-
sucesos del 1981, a través de los ojos Estos son algunos de los muchos te- ción, etc), todo aquello, en definitiva,
as historias de La Joven Co- Cuando iniciamos La Joven Colec- les. Así, en Campos verdes, campos de un niño de 10 años, en Diario de mas que se plantean en los relatos de que hace y configura un libro bello.
lección tienen en común ese ción, con la publicación en España de grises se abordan temas tales como el Lolo, de Juan Clemente Gómez; La Joven Colección; sin embargo, Esta labor se ha visto compensada
invisible arco mágico que Campos verdes, campos grises de Ur- miedo de los niños, el abandono e in- —la disminución psíquica y la vida pese a la línea, al espíritu temático por la reacción favorable de la críti-
toca una recóndita y sensible cuerda sula Wölfel, hoy ya un clásico, partía- comprensión de la tercera edad, la lu- en un orfelinato en ¿Quéfue del Gir- —lo que en otras partes se ha venido ca, pese a algunas reticencias en de-
que todos poseemos. Son historias mos de la necesidad de romper con el cha de clases, la diferencia de razas, bel?, de Peter Härtung; considerando como «libro-proble- terminados sectores frente a lo que
tiernas, pero no felices; son dulces, tabú de temática de la literatura infan- el alcoholismo, el divorcio, la dismi- —la locura en La imbécil, de Mer- ma»—, no es el tema lo que decide la ellos consideran el libro «duro», así
pero no optimistas; son risueñas, pero til y juvenil: el niño no sólo podía, nución física y/o psíquica, los celos cè Company; inclusión o no de un manuscrito en la como con la concesión de diversos
no alegres. Estos libros contienen re- sino que debía leer todo aquello que entre hermanos, etc. Campos verdes... —la emigración laboral en Nino y colección, sino el tratamiento de ese premios, algunos de los cuales nos sa-
latos para entretener y hacer gozar, le enriqueciera espiritualmente y con- marcó un hito en la historia de la li- la suerte, de G. Feustel; tema, y por encima de todo, su cali- tisfacen enormemente, como son los
pero no sólo para eso. Los mensajes tribuyera a su formación integral teratura infantil europea y ha tenido —el holocausto nuclear en Los úl- dad literaria. Un buen libro para ni- concedidos por el Jurado Infantil del
que están contenidos en esta colección como persona. Si el niño vive inmer- imitadores más o menos afortunados. timos niños y el escape de radioacti- ños, antes que nada, ha de estar bien Banco del Libro de Caracas que, en
apuntan más alto: quieren abrir los so en la sociedad, la problemática que Las botas de fútbol, de Frederik Het- vidad de una central nuclear en La escrito. Por mantenernos fieles a esa dos ocasiones y por unanimidad, eli-
ojos y hacer despertar las conciencias plantea esa sociedad no debe ser aje- mann, incidía en esa línea con temas nube, ambos de Gudrun Pausewang; máxima, nos hemos visto obligados a gió sendos libros de Onelio Jorge Car-
hacia la realidad social del mundo que na a los temas de las lecturas infanti- como la profesora incomprendida que —el divorcio y las relaciones de los rechazar muchos manuscritos, cuyos doso, Negrita (1985) y Caballito blan-
nos rodea». Así se expresaba Angéli- co (1987), entre los diez mejores libros
ca Ramos a través de la revista «Ser del año.
Padres hoy» y es, hasta la fecha, el co- Según la edad de sus lectores, La
mentario que más se ajusta a la reali- Joven Colección se presenta con tres
dad de esta colección. colores diferentes en las cubiertas: se-
La Joven Colección son unos cuan- rie verde, 6/9 años; serie naranja,
tos títulos —todavía pocos— de auto- 10/13 años, y serie azul, 14/18 años;
res muy prestigiosos a nivel interna- teniendo siempre en cuenta que esta
cional, que han cosechado importan- diferenciación es meramente orienta-
tes premios literarios en sus países de tiva y no rígida ni impuesta. De he-
origen —Ursula Wölfel, Frederik Het- cho, la experiencia nos dice que La Jo-
mann, Gudrun Pausewang, Chinguiz ven Colección es leida tanto por
Aitmátov, etc.—, algunos de los cua- chicos/as de esas edades, como por
les fueron incluso Premio Nobel de muchos adultos que hace tiempo de-
Literatura —Gabriel García Márquez, jaron de leer libros para niños.
Heinrich Böll—, junto con otros auto- Los nuevos títulos en preparación
res aún desconocidos fuera de nues- inciden en la línea marcada y comple-
tras fronteras —Juan Farias, Juan tan una colección que pretende ofre-
Clemente Gómez— que pueden colo- cer calidad con contenido. Los lecto-
carse al lado de los grandes y que, en res tienen la última palabra. •
algunos casos, empiezan a ser cono-
cidos internacionalmente, como por * Maribel G. Martinez es co-directora de Ló-
ejemplo, Mercè Company. guez Ediciones.
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CLIJ4 CLIJ4
LIBROS/RECIBIDOS
Renate Welsh A. Arriazu / E. Gil Bera
ALFAGUARA GALAXIA Gus, el gusanillo Iñaxioren kéfir bereziak
H. Villar Janeiro Marian Moreno / Manu Lopez
Madrid, 1988 Vigo, 1988 II. Josefina Pereira Berdez jantzitako neskak
Dingo el fugitivo A laranxa mais laranxa Las cartas de Quica Xabier Etxanizen
Gunnel Linde de tódalas laranxas Maite Carranza Ijiloak dauzkat ñire etxcan
Carlos Casares / Luis Seoane II. Mercè Arànega Josemari Iturralde
ANAYA Por se che pasa La barca de mi abuelo
David Otero Fdz. / F. Mantecón Mariasun Lauda PLAZA & JANES
Madrid, 1988 Aloumiños II. Carlos Zabala
El secreto de Gabriela
A. García Teijeiro Una año fuera de casa Barcelona, 1988
II. Manuel Janeiro M. Àngels Bogunyà Cómo ha vivido la humanidad
J.L, Olaizola
Carta ó meu amigo El petit Nicolas i els companys Anne Millard
II. J.R. Alonso
Maite Carranza / Mercè Arànega Sempé / Goscinny 11. Sergio
El tesoro de las mariposas
Ver miño El petit Nicolas i els problemes
.VI.A. García Quesada
11. J. Gabán
Helena Villar Janeiro
II. Josefina Pereira
d'en Joachim PROA
Romanies Sempé / Goscinny
O avó Un hallazgo sorprendente Barcelona, 1988
Marta Osorio
Mariasun Lauda / Carlos Zabala Jaume Cela
11. Carlos Molinos L'anell del nibclungs
A vida sobre la terra La tarta voladora
Luna en la frente J. Carbó
M. Rius / J.M. Parramon Gianni Rodari
.1. Aguirre Bellver II. Maria Rius
A cidade
II. Julia Díaz
El viriviví
M. Rius / J.M. Parramon LA MAGRANA RIALP
A vida baixo terra
Consuelo Armijo
M. Rius / J.M. Parramon Barcelona, 1988
II. Javier Serrano
A montaña Madrid, 1988
Eope y su amigo indio Lectures de COU 1988/89 El puente de Tilla
M. Rius / J.M. Parramon
Juan Ignacio Herrera Autores Varios Willi Fährmann
A vida no aire
II. J.L. Cabanas IL Luis Jover
M. Rius / J.M. Parramon
Alejandro no se ríe
O campo
Alfredo Gómez Cerda
M. Rius / J.M. Parramon S.M.
II. Viví Escrivà
A vida no mar Barcelona, 1988
M. Rius / J.M. Parramon Historia de All Baba Madrid, 1988
0 mar y otros cuentos de Las Mil y Una Noche Ariane y el futuro del espacio
M. Rius / J.M. Parramon Michel Forgit
Madrid, 1988 LUMEN La conquista del Himalaya
La rana mundana GRIJALBO Béatrice Rouer
Carlos Murciano Barcelona, 1988
Barcelona, 1988 Las cajas de cristal TEIDE
EL PAISAJE El ídolo de Armorica Adela Turin / Nclla Bosnia
R. Goscinny / A, Uderzo Novela picaresca Barcelona, 1988
Aranguren (Vizcaya), 988 Cartland Versión E. Ortembaeh Si narices no perdices
Tempestades del alma L. Harle / M. Blanc-Dumont La Celestina Miquel Desclot
Versión E. Ortembaeh II. Marta Cano
EDELVIVES JUCAR La ventana
AJERO Gabriel Janer Manila
Zaragoza, 1988 Gijón, 1988 II. Violeta Monreal
Lun El secreto del abismo
Bilbao, 1988 Kwa
Carlos Murciano Afrikako Ilerri Ipuinak III Joles Senell
F.J. Gutiérrez / A. de la Calle
El conuco de tio conejo Kazetari bal iheska 11. Roser Capdevila
El laberinto de Krochne
Arturo lisiar Pietri T. Calvo / B. del Rosal Imanol Zaldua
Sin trompa y sin melena
Jesús Ballaz JUVENTUD
Ilerriska bat crdi aroait hrttrel!
Sheila Sancha
BEB S-VIVES
El gato chino Barcelona, 1988
José Luis Olaizola Barcelona, 1988 NOGUER El faro del fin del mundo
La estrella Jules Verne
Maca quiere pintar
Jesús Olóriz
Zulema Morel / Eulalia Sariola
Madrid, 1988 II. George Roux
Eelipe Marlot, detective El mundo de Buster LI escarabajo de oro
Maca se llama mi gala Edgar Allan Poe
Joaquín Carbó Bjarne Reuter
Zulema Moret / Eulalia Sariola II. Arthur Rackham
El cabrerillo Una gala casi blanca
Maca cumple años La llamada de lo salvaje
Juan Antonio De Laiglesia Meindert De Jong
Zulema Moret / Eulalia Sariola Jack London
Nuevas aventuras de Fray Perico
Els cinc es diverteixen 11. Josep Buixadera
Juan Muñoz
Enid Blyton ONDA
El arca de Noé
Alfonso Martínez Mena
El niño que llegó de Kampuchea
M. Marcela Sánchez-Coquillat Barcelona, 1988 XERAIS
El vidente
Barrilete viajero Viaje a egipto Vigo, 1988
Pilar Mateos
Zulema Moret V. Solanilla
Apex, la guerra de las horas 0 zoo do Pilus
El viatge dels ocells
Miguel Angel Mendo S. Sorribas Roig
Tres cuentos
Asun Esteban / Ricardo Alcántara PAMIELA II. Pilarín Bayés
Barnaby y los fantasmas
Arturo Lisiar Pietri Moncho e Dríar
El rey de las alcantarillas
Valerie Solís Vitoria, 1988 M. García Yánez
La cigonya Guita
Carlos Fresneda Zikoinen kabian sartuko naiz IL R. Pérez Rilo
J. Jané / R. Pujol Boira
Historia de San Kildán Joxemari Iturralde 0 rei de nada e outros contos
Avelino Hernández Haur folklorearen bilduma Sábela Alvarez Núñez
Norte y sur LA GALERA Xabier Etxaniz IL Dánae Banal
César Pérez de Tudela Euskal mitologia (I) A princesa Lúa e o enigma de Kian
Habitantes de las marismas Barcelona, 1988 Joaquín Resano / J.M. Barandiarán Palmira G. Boullosa
Jesús González Green Johanna Murtxanteko Lapurrak II. M" Fe Quesada
COLEGAS
El realismo crítico
en la literatura
infantil-juvenil
por Michi Strausfeld
83 SEYMOUR SCHWATZ
CLIJ4
COLEGAS
lato y no por la (probable) intención canon clásico, lisios autores son hoy
pedagógica del autor. los maestros indiscutidos en el pano-
Efectivamente existen obras de rea- rama de la literatura infantil y juve-
lismo crítico para lectores jóvenes des- nil. Pienso en Peter Härtung: La
de el siglo xix, sobre todo en los paí- abuela (1975), C ristine Nöstlinger: Ilse
ses anglosajones y nórdicos (y excluyo Janda, 14(1914), Hans-Georg Noack:
a sabiendas las obras originalmente Escalera de bajada (1970), Leonie Os
escritas para adultos y luego conver- sowski: Schocker se quiere largar
tidas en textos infantiles/juveniles). (1977), Ole Lund Kirkegaard: Otto es
Pero son obras aisladas, sin mayor un rinoceronte (1972), NJaria Gripe:
peso o incidencia en la sociedad. Do- Elvis Karlsson (1972), Judith Kerr:
minan los cuentos de hadas, los rela- Cuando Hitler robó el conejo rosa
tos de viajes reales o imaginarios. Re- (1971), Susan E. Hinton: Rebeldes
cién en el segundo tercio del siglo XX (1971), Jan Procházka: Viva la Repú-
se inaugura la tendencia contemporá- blica (1968), Gianni Rodari: Cuentos
nea de esta corriente literaria con la escritos a máquina (1973) o Lydia Bo-
publicación de dos libros magistrales: junga Nunes: Ea cuerda floja (1979):
Emilio y los detectives (Erich Kästner, y la lista se podría alargar mucho más.
1929) y Pippi Calzaslargas (Astrid Varios de estos autores han sido ga-
Lindgren, 1945). En todos estos años lardonados con el premio de más re-
ha aumentado continuamente, hasta nombre en el mundo infantil/juvenil,
llegar a su auge en los años 70, des- el Hans Christian Andersen (Kästner,
pués de las revueltas estudiantiles del Rodari, Gripe, Bojunga Nunes, Nös-
68 y de los muchos y profundos cam- tlinger); otros recibieron premios no-
bios en la sociedad que se produjeron tables en Alemania, Estados Unidos,
a continuación. Desde entonces pa- Inglaterra, Holanda y otros países.
dres y profesores pidieron libros con Desde luego, lodos estos libros han
nuevos contenidos para los chicos, sido traducidos a una veintena de len-
para que desde pequeños llegasen a guas, y se venden en ediciones de seis
familiarizarse con nuestro planeta. Te- cifras. Obviamente responden ;i una
nían derecho a obtener amplia infor- necesidad palpable de los lectores, que
mación sobre los problemas y conflic- encuentran en estas novelas y cuentos
tos en el mundo laboral, político, las respuestas a mucha de sus pregun-
social, económico (y más larde eco- tas, que sus padres y profesores no sa-
lógico); había que iniciarles en otro ben o no quieren contestar convincen-
tipo de convivencias, en las relaciones temente. Pero una vez más quisiera
antiautoritarias, sea en casa o en el co insistir en el hecho de que el realismo
legio, ellos tenían que cuestionar el crítico, tal como se presenta en los tí-
comportamiento de sus padres y pro- tulos arriba mencionados, queda libre
fesores, y ser capaces de afrontar pro- de cualquier lastre didáctico: son
blemas que ahora se convertían en co- obras que satisfacen plenamente las
tidianos: separación o divorcio, la mayores exigencias literarias. De ahí
madre que trabaja y deja al niño solo su universalidad y su encanto, de ahí
en casa, la muerte de un ser querido, su éxito perenne.
el abandono, y muchos otros que apa-
Obviamente la literatura crítico-
recían por doquier. Más adelante se
realista está permanentemente enfren-
añadían los temas propios de la ado-
tada con varios problemas: al presen-
lescencia: el primer amor, las bandas
SEYMOUR SCHWATZ SEYMOUR SCHWATZ tar realidades complejas bajo aparien-
de barrio, la criminalidad. Y por su- altas de calidad literaria, de prestigio
disfrutar de un texto literario y lúdi- rras mundiales o la guerra civil, el ra- literaturas nórdicas y anglosajonas, ya cias sencillas (dependiendo de la edad
puesto faltaban muchas explicaciones y de aceptación por parte de los lec-
co —lo cual es su derecho—. A la vez cismo, nazismo, subdesarrollo y un que éstas han desempeñado el papel de los lectores), puede caer rápida-
acerca de la historia contemporánea tores de todas las edades.
confía en que las soluciones, que se largo etcétera. La literatura crítico- de comenzar esta corriente literaria, mente en simplificaciones torpes, en
y del pasado inmediato, para ayudar
realista abarca hoy todos los temas a Quisiera dar unos ejemplos concre- y han dado muchas, muchísimas ópticas miopes, en soluciones fáciles
dan a los problemas presentados, le a explicar fenómenos como las gue-
imaginar, y ha alcanzado cotas muy tos, la mayoría de ellos tomados de las obras magistrales, convertidas ya en e inverosímiles. El dedo pedagó-
convenzan por la lógica interna del re-
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CLIJ4
CLIJ4
COLEGAS
la fantasía. «La fantasía al poder», Yo creo, sin embargo, que esta ten- Artículo publicado en la revista Faristol, mi-
gico asoma con demasiada frecuen- presentado y encontrar tal vez solucio- mantener la esperanza y la fe, la ale- otro viejo eslogan de la rebelión estu- dencia —o hasta escuela— literaria mero 6, junio 1988, editada por el Consell Ca-
cia, por más camuflado que esté, de- nes individuales. Pero hay más peli- gría y la risa. Ellos también necesitan diantil del 68, mantiene su plena ac- seguirá siendo, tanto hoy como en los
talà del Llibre per a Infants.
trás de la historia, que entonces pier- gros inherentes a esta corriente litera- siempre, como lo postuló Bruno Bet- tualidad en el campo de la literatura años venideros, la más fuerte en el pa-
de gran parte de su fascinación. Por ria: muchos autores presentaron por telheim en pleno auge de la literatura infantil/juvenil. Para niños y adoles- norama de la literatura infantil/juve-
ello los autores se esfuerzan mucho en ejemplo panoramas tan negros y de- crítico-realista, los cuentos de hadas centes (¿tal vez hasta para mayores?), nil. Conforme como cambia nuestro
presentar la realidad como entidad en primentes de nuestro medio ambien- y otros libros, donde reina y triunfa cualquier análisis de una situción no mundo y nuestra sociedad, surgirán
permanente desarrollo, con voluntad te, que a su vez sobrepasaron la capa- puede excluir el optimismo, ya que nuevos problemas, nuevas respuestas
de cambiar al estar abierta y moldea- cidad receptiva y de resistencia de sus sólo así existe la posibilidad de cam- y nuevas preguntas. Pero si se man-
ble, para incitar así a los jóvenes lectores. Para los chicos resulta vital bios positivos en circunstancias nega- tienen los haremos de calidad de los
lectores a debatir el problema tivas. De ahí se explica el fuerte rena- títulos antes enumerados estos nuevos
cimiento de la literatura fantástica (en libros por escribir seguramente po-
su sentido más amplio y formidable), drán fascinar a nuevas generaciones
durante la década de los ochenta, de niños, jóvenes y mayores. Ya lo de-
como por ejemplo el éxito mundial de cía Erich Kästner: «Quien escribe bien
Michael Ende con Momo y La histo- para los niños escribe para la
ria interminable, ya que actuó como eternidad». •
contrapeso a los excesos de los libros
de realismo crítico.
SEYMOUR SCHWATZ
La Facultad de Para asuntos de
Psicología de la redacción continúen
Universidad de dirigiéndose a la
Barcelona ha cedido Facultad de
a Editorial Fontalba Psicología, y
la edición, para suscripciones
distribución y a Editorial
gestión de Fontalba.
suscripciones de la
revista que venía Periodicidad
publicando trimestral.
«ANUARIO Venta exclusiva
DE PSICOLOGÍA» por suscripciones
El iletrismo: realidad,
causas y remedios
por Jean Foucambert
L os diferentes aspectos de la
crisis que conocen todos los
países industrializados, y
que entre otros aspectos se manifies-
tan en el paro, debido al desajuste en-
tre el resultado de la formación y las
nuevas exigencias del trabajo relativas
a las mutaciones tecnológicas y a un
cierto deterioro de la vida democráti-
ca, incitan a buscar soluciones dentro
de una política más dinámica de la
educación inicial y permanente. Pero
ésta se estrella regularmente, a pesar
de un siglo de escolarización crecien-
te, ante la insuficiente práctica de lec-
tura, tanto de los niños como de los
adultos. Suele abordarse la cuestión
empleando tres términos que, indis-
tintamente, sin embargo, encubren
realidades diferentes:
• el analfabetismo indica la imposibi-
lidad de comprender o de producir un
mensaje escrito simple, que trate de
cuestiones concretas tomadas de la
vida cotidiana: se produce por una
ausencia del dominio del sistema de
correspondencia entre grafemas y fo-
nemas. El analfabetismo deriva de
MAURICE SENDAK
COLEGAS
una ausencia de alfabetización, muy estrategias de lectura, sabiendo que no-implicación en la experiencia so-
rara en nuestros países, o por dificul- por debajo de un cierto nivel el recur- cial, en el estatus de poder, en las
tades reales de aprendizaje que con- so a lo escrito es tan laborioso, lento preocupaciones y los modos de aná-
ciernen sólo a menos del 2% de los e infructuoso que se limita a la estricta lisis que engendran la producción de
individuos, proporción aparentemente necesidad, cada vez más reducida por lo escrito. Ser lector es sentirse afec-
estable o en ligero descenso desde el crecimiento de otros medios de co- tado por la situación y la transforma-
principios de siglo; municación. Según estos criterios de ción de uno mismo, de los demás, de
• el analfabetismo funcional hace re- eficacia, se puede considerar que del las cosas; es creer que se tiene poder
ferencia a la misma imposibilidad, 60 al 70% de los individuos no tienen sobre el mundo desde el momento que
pero afecta a persr nas que han sido necesidad de recurrir voluntariamen- se comprende que aquello que hace
escolarizadas durante varios años y te a lo escrito para distraerse o infor- que uno sea lo que es y esa compren-
que han dominado estas técnicas en marse, y que, de hecho, ya están en sión, no se puede separar de la mis-
un momento dado de sus vidas: si han situación parcial de iletrismo. ma acción para transformar lo que
perdido su uso es por ausencia de de- En resumen, dentro de las socieda- teoriza lo escrito.
manda y falta de ejercicio. Según las des industriales, el iletrismo no tiene Podría decirse de la literatura lo que
encuestas y los países, este analfabe- nada que ver con una mayor o menor Marx dijo de la ciencia: existe porque
tismo funcional (también llamado de alfabetización, que es efectiva para un las cosas no son como parecen ser a
rechazo) atañe al 25% de la población 95 o 98% de la población, sino que simple vista. Para verlas de otro modo
de los países industrializados y va en encuentra sus causas en los parcela- que no sea a simple vista, es necesa-
aumento constante. Algunas estima- mientos, los estatus y las relaciones rio, al mismo tiempo, no dejarse
ciones constatan, en los Estados Uni- sociales comunes en todos estos paí- arrastrar por ellas como si fuesen una
dos, un aumento de cerca de un mi- ses. Por el contrario, sí es cierto que avalancha, imaginar que pueden ser
llón y medio de personas por año; el analfabeto funcional es consecuen- de otro modo, o sea, no situarse en
• el iletrismo caracteriza el alejamien- cia directa del iletrismo: los nuevos el fatalismo y la impotencia, y sentir-
to de los sistemas de la comunicación analfabetos se recluían por fuerza en- se autorizado a transformar, sea por
escrita, la ausencia de familiaridad tre los iletrados que han sido alfabe- un estatus legítimo de poder, sea por
con libros y periódicos, la exclusión tizados durante más tiempo y con me- una acción militante respecto a sí mis-
de las preocupaciones y de las respues- dios más eficaces que los que se mo (quizás ésta sea la mejor defini-
tas contenidas en la elaboración de lo conocían hace 30 ó 60 años. Es, jus- ción del autodidacta), ciertos aspec-
escrito. Las estimaciones de este fenó- tamente, la exclusión de las redes de tos del sistema o a su totalidad.
meno varían según se intente ver en comunicación escrita y la ausencia de Así, pues, el iletrismo que caracte-
ello una responsabilidad individual o razones para recurrir a lo escrito lo riza todas las sociedades industriali-
social. Pero, ¿mediante qué criterios que arrastra, más o menos rápida y zadas (es decir, el hecho de que la ma-
se puede describir una práctica así? masivamente, hacia la pérdida de los yor parte de su población no se sienta
¿Por la adquisición, el préstamo y la saberes alfabéticos adquiridos prece- implicada en lo que es la razón de
lectura de libros y periódicos?, ¿según dentemente. existir de sus sistemas de comunica-
la frecuencia?, ¿según la diversidad?, ción escrita), así como el analfabetis-
¿según el grado de elaboración de es- Las causas del iletrismo mo funcional (que fio es otra cosa que
tos textos? Sin embargo, algunas ci- la consecuencia técnica de esta exclu-
fras permiten abordar la cuestión: se Lo escrito es un instrumento del sión a pesar de la fuerte alfabetización
considera, por ejemplo, que el 80°7o de pensamiento y la comunicación que, inicial), son ambos la otra cara (ni
la producción escrita es consumida desde su materialidad, conduce a la causa ni efecto) de una organización
por menos del 20% de la población, construcción, a partir de la experien- social basada en la desigualdad en el
de lo que resulta que la lectura es una cia, de un modelo teórico y a la in- reparto del poder. Un sistema econó-
práctica concentrada en una minoría; vención de una coherencia en la bús- mico que reivindica, con Taylor, que
se sabe, por otro lado, que la asisten- queda de las relaciones entre sus «el buen productor deja su cerebro en
cia a las bibliotecas, allí donde éstas elementos. Recurrir a lo escrito, en la el vestuario» y que exige la misma ac-
están bien implantadas, afecta a un lectura y en la escritura, es un acto titud en el consumo de los diferentes
«público natural» que no sobrepasa esencial y específico en toda la elabo- bienes y en la delegación y la perso-
el 15% de los que podrían utilizar di- ración de un punto de vista, un me-
MAURICE SENDAK
nalización políticas, funciona al con-
cho servicio. Asimismo, se puede in- dio de distanciación y de teorización Todo individuo en actitud de situarse trario de aquel que hace que todos los
de pensamiento y, por ello, a encon- génesis del no-lector, y no en una im-
tentar cuantificar este fenómeno eva- que permite pasar de lo coyuntural de activamente en el mundo, se ve obli- individuos puedan ser usuarios de lo
trarse con lo escrito. Y es justamente posibilidad técnica, una falta de inte-
luando la calidad técnica de las la oralidad a lo estructural del texto. gado a poner en práctica esta forma escrito como instrumento del pensa-
ahí donde se efectúa la exclusión y la rés o de apetencia de leer, sino en una
91
CLIJ4 CLIJ4
COLEGAS
¡TTTïïîirmTïïmïïTTmmTrTTTTTTTnim
I im I
miento y de la comunicación. En todo sus consecuencias en el plano indi yas premisas nunca están explicitadas:
momento hay un encubrimiento del vidual. 1. Asimilándolo al analfabetismo,
número de lectores y del número de se intenta limitar el iletrismo a una
actores sociales, tanto si éstos están en Remedios franja social al borde de la margina-
una situación dominante o en una lidad. En 1979, el gobierno francés
transformación de las distintas formas Las prácticas actuales se apoyan respondía a una encuesta de la UNES-
de relaciones sociales existentes y de prioritariamente en dos principios cu- CO diciendo que no existían analfa-
92
CLIJ4
betos en el país; después, las cifras
aumentaron progresivamente hasta el
15% a costa de largas «negociacio- Mumm [UHi)iiniiinii»'iii(iiiiwiHiiMiiHi:iii(iruiiimniiiiuiiuniirinininnii»iBiijiiiiiiiiii(ii«i\uiuur¡iiiiNiiHiimiiifniii!iiiiiii!!iinif
nes», aunque son cifras siempre expli-
cables por circunstancias individuales:
pobreza excesiva, mala escolarización,
dificultades psicológicas... como una
especie de restos bien diferenciados
del sólido estado de lectura del 80%
de la población. Lo que se pretende-
ría demostrar es que la explotación y
la desigualdad económicas no impi-
den una real repartición democrática
de todos los demás bienes, excepto
para una minoría a la que, por un de-
ber de solidaridad, se debe proteger;
¿y por qué no con unas «bibliotecas
del corazón»?
2. Las prácticas de lectura de los
que leen y los escritos existentes no
son cuestionados por ser como son,
ya que caracterizan la minoría social
que'los realiza. Al contrario, todo
pasa como si el estatus de lector, el
modo de leer, el material a leer, las ra-
zones de leer, los efectos de leer, todo
eso tuviese un sentido universal y un
valor en sí mismo, para toda la eter-
,nidad y para todos los individuos. Na-
die imagina que lo que hace de esto
el apaño de una minoría es, precisa-
mente, lo que excluye de ello a la ma-
yoría. No se acaba de ver cómo la lec-
tura y los escritos de los que leen
podrían dejar de aparecer como el
MAURICE SENDAK. ALFAGUARA
modelo que es bueno y deseable ge-
neralizar, puesto que es el modelo de
los privilegiados actuales. Sin embar-
go, la lectura, como práctica social, dominantes y los que ejecutan. La lee- y de nuevos lectores. En este sentido,
es así porque es obra de quienes, al tura aparece así, en este enfrentamien- uno se convierte en lector transfor-
mismo tiempo, gracias a ella domi- to, como un instrumento de conquis- mando la situación que hace que uno
nan, se identifican y se distinguen. ta, por otros actores, de un poder, no lo sea.B
Pensar su democratización como una mucho antes de ser un medio de ocio
ampliación que no transformaría su o de evasión. El acceso a la lectura de
naturaleza no conduce más que a pas- nuevas capas sociales implica que lec-
torales donde se agotan todas las ac- tura y escritura se convierten en los
ciones que no se enfrentan a las cau- instrumentos del pensamiento de una
sa de la desigualdad social, de la que experiencia social renovada: supone la
el iletrismo no es más que una conse- búsqueda de nuevos puntos de vista
cuencia. sobre una realidad más amplia que lo
La criba entre lectores y no lecto- escrito ayuda a concebir y a cambiar,
res recorta la división social entre el la invención simultánea y recíproca de Artículo publicado en L'École et la Nation,
poder y la exclusión, entre las clases nuevas relaciones, de nuevos escritos núm. 391, junio 1988.
AGENDA
94
CUJ4
COLECCIONE
CUJ
Asociación
de Amigos del Libro
Infantil de Galicia
Curso sobre Acaba de constituirse en Galicia la
monstruos Asociación de Amigos del Libro In-
fantil, con objetivos similares a las
que ya existen en Madrid, Barcelona,
En el Círculo de Bellas Artes de Valencia y Málaga.
Madrid se han ido realizando diferen- Dichas asociaciones, amparadas
tes cursos sobre literatura a cargo de por el IBBY (International Board on
Clara Obligado y Mario Merlino. Books for Young People) realizan una
Los días 29 de marzo y 10, 12, 17 tarea básica en la difusión y apoyo a
y 19 de abril, se efectuará el último de la literatura infantil y juvenil, dentro
estos cursos, con el sugerente título de de las diferentes comunidades socio-
Monstruos. El responsable será Ma- lingüísticas de nuestro país.
rio Merlino, y el programa propone Los interesados en tomar contacto
los siguientes puntos: con la nueva asociación gallega, pue-
Lo deforme y lo feo como categoría den dirigirse a David Otero. C/ Xe-
estética; Monstruos y pruebas del hé- sús Sánchez s/n, Io B. 36670 Cuntís.
roe; Infierno y visiones monstruosas; Pontevedra.
Catálogos y bestiarios; El sueño y los
monstruos (Bosco-Goya) y los despla-
zamientos metonímicos (Arcimbol-
do); La monstruosidad cotidiana
(Rimbaud, Lautremont, Kafka). Congreso sobre
La inscripción puede efectuarse,
por las mañanas, en el Círculo de Be- historia de la
llas Artes. Alcalá 42. 28014 Madrid.
La matrícula es de 6 000 ptas. para los
literatura infantil
socios, y de 12 000 ptas. para quienes
no lo son. La Asociación Internacional de In-
vestigación de Literatura Infantil (In-
ternacional Research Society for Chil-
dren's Literature), con sede en
Maryland (U.S.A.) celebrará su pro- Deseo que me envíen:
Literatura en colores ximo congreso en Salamanca, el pró- D las TAPAS 700 pts.*
ximo mes de setiembre de 1989, sien- j Efectuaré el pago mediante:
Este mes de marzo, la Fundación do la Fundación Germán Sánchez i D contrarrembolso más 75 pts.
Caixa de Pensions inaugurará, en Vic, Ruipérez la encargada de organizarlo. gastos de envío.
una exposición que, con el título Li- El lema general del congreso será:
teratura en color, pretende mostrar al «La historia de la literatura infantil»,
público la labor de los ilustradores del y en él se debatirán los siguientes te- I Nombre ¡
libro infantil, así como la importan- mas: Relación con la historia de la in-
¡ Profesión Tel I
cia cultural del libro ilustrado para fancia; Relaciones con la literatura de
niños. adultos; Aspectos de las historias na- ! Domicilio I
Dicha exposición, que será itineran- cionales de literatura infantil; Interre- j Población D.P. |
te, reúne la obra de casi un centenar laciones entre las diferentes historias
de ilustradores actuales. Irá acompa- nacionales; Periodización y otros pro- l Provincia ¡
ñada de un interesante catálogo ana- blemas de método. l Firma
lítico y de actividades complementa- Puede solicitarse información en:
rias, como los talleres escolares que se Fundación Germán Sánchez Ruipé-
efectuarán en todos los lugares visi- rez. Calle Peña Primera 14. 37002 Sa- • * Precio válido sólo para España.
tados por la exposición. lamanca. I I
95
CLIJ4
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Con objeto de ampliar información acerca del perfil pro-
fesional de nuestros suscriptores, nos sería de gran utilidad
que cumplimentase voluntariamente las siguientes cuestiones;
— Ejerce la docencia en un Centro:
P Público • Privado
Scfltlc B período ¿c luicripdon que le inlereu: — Nivel de Enseñanza que imparte:
• E. Infantil D EGB Q BUP
Q FP G Universidad
Form* d* pï(o. Senile £] — Años de dedicación a la Enseñanza
P Cheque adjunto D Conira rtembolio D ?<" B' nc
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(Banco o Caja de Ahorros)
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Domicilio
Población
Forma de pago: D contra reembolso (400 ptas. ejemplar, más 75 ptas. por gastos de envío expedición).
Nombre Domicilio
Población Código postal Provincia
EL ENANO SALTARÍN
M
Los asistentes, por su parte, salie-
ron emocionalmente desarmados ante
e encanta ser el ena- cuestión. Esa pareja, encantadores e esa imparable exposición de creativi-
no infiltrado. Esta re- inocentes, dejaron bien sentado que dad; sus rostros reflejaban el conven-
vista me envió, hace la creatividad es un don inmaterial cimiento de que ellos, mortales no to-
unas semanas, como invisible obser- que se tiene —como en su caso— o cados por el aura de la creatividad
vador de una ceremonia del ramo de no se tiene —como el resto del excelsa, jamás alcanzarían el olimpo
la literatura infantil y juvenil. Un mundo—. Punto dos de su base teó- de los elegidos, edén en el que ese par
ramo en el que, como tantos otros, no rica: la escuela es un horno cremato- de simpáticos narcisistas pastan, en
todo lo que reluce es oro. Les contaré rio en el que unos malvados maestros prados ajenos, angelicalmente satisfe-
lo que vi en esa arriesgada y diverti- reducen a cenizas a una manada an- chos. Me consta que no todo es como
da misión. gelical de niños y niñas imaginativos este falso brillo y que, más anónima-
Se trataba de un curso consistente y supercreativos por naturaleza, ge- mente, hay creativos trabajando en al-
en un par de conferencias magistra- nios innatos en estado puro. gún lugar.
les, al que, sin embargo, se denomi- Demostrado lo cual, pasaron al Pero seamos algo más serios. Se ha
naba «taller de creatividad», nombre contenido propiamente creativo del repetido que lo que no es tradición es
carpintero tan activo como impropio. curso, digo del taller. El primer crea- plagio. En la literatura infantil, don-
Los asistentes eran dos docenas lar- tivo, personaje singular con nostalgia de tanta y tan excelente tradición pue-
gas de maestras y un solitario varón, de espejo, se dedicó durante una lar- de encontrarse, es doblemente lamen-
también enseñante. Venían buscando guísima hora a declamar sus ingenio- table ahuyentar la autoexigencia y el
desesperadamente alguna varita má- sos poemillas, juegos de palabras, rigor en nombre de un concepto de la
gica capaz de cambiar la rutina del acrósticos, adivinanzas y otros pro- creatividad que maquilla, malamen-
aula a base de libros e imaginación. ductos que, benévolamente, podría- te, la imitación, el plagio y el mero
La cosa en sí consistía, en la prác- mos llamar «textos literarios». Escon- eco. Y eso es lo que vi y talmente lo
tica, en una exhibición narcisista, y a dido detrás de una enciclopedia de cuento aquí.
ratos impúdica, de los dos insignes jardinería, yo tenía la sensación de es-
creativos responsables del taller en tar tomándome a la fuerza un espeso El Enano Saltarín.
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El profesor de Educación Infantil,
Primaria y Secundaria,
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