Brailovsky
Brailovsky
9
Revista
Pedagógicos
Facultad de Educación y Ciencias Sociales
Revista
Pedagógicos
REVISTA
SENDEROS PEDAGÓGICOS
Editora
Bibiana Escobar Garcia
Dirección editorial
Jorge Ivan Correa Alzate
Institución editora
Tecnológico de Antioquia -Institución Universitaria
Facultad de Educación y Ciencias Sociales
Grupo de Investigación Senderos
Calle 78B 72A - 220, Medellín, Colombia, Suramérica
PBX: (+57 4) 444 3700 ext.: 2101
[email protected]
http://ojs.tdea.edu.co
Los artículos publicados en esta revista incorporan contenidos derivados de procesos de investigación
y reflexión académica, y no representan necesariamente los criterios institucionales del Tecnológico
de Antioquia. Los contenidos son responsabilidad exclusiva de los autores, y cualquier observación
o cuestionamiento sobre la originalidad de los textos puede ser notificada al correo electrónico de la
Revista Senderos Pedagógicos y a los autores. El Tecnológico de Antioquia autoriza la reproducción
total de los textos con fines exclusivamente académicos, dando estricto cumplimiento a las normas
de referenciación bibliográfica en favor de los autores y de la institución editora. Cualquier uso
diferente requerirá autorización escrita de la dirección-edición, y su omisión inducirá a las acciones
legales dispuestas por las leyes nacionales e internacionales sobre la propiedad intelectual y los
derechos de autor.
Hecho en Colombia.
Comité Editorial
Comité Científico
Ph.D. Claudia Vélez de la Calle. Docente
Universidad de San Buenaventura, Cali,
Colombia.
Ph.D. Norelly Soto Builes. Universidad de
Medellín, Colombia.
Ph.D. Olga Patricia Ramírez Otálvaro.
Docente Tecnológico de Antioquia -
Lorenzo Portocarrero Sierra Institución Universitaria, Colombia.
Rector Ph.D. Martha Vergara Fregoso. Docente
Universidad La Salle de Guadalajara, México.
Ph.D. María Gladys Romero Quiroga.
Elimeleth Asprilla Mosquera Docente Institución Universitaria Luis
Vicerrector Académico Amigó, Colombia.
Dirección Editorial
Fabio Alberto Vargas Agudelo Jorge Ivan Correa Alzate
Director de Investigación Tecnológico de Antioquia
Comité Arbitral
Luz Elena Mira Olano Ph. D Bibiana Escobar García
Decana de la Facultad de Educación Mg. Juan Julián Alzate Giraldo
y Ciencias Sociales Mg. Claudia María Rodríguez Castrillón
Mg. Elizabeth Montoya Vélez
Pd.D. Claudia Arcila Rojas
Jorge Iván Correa Álzate Mg. Isabel Cristina Acevedo
Director Grupo Investigación Mg. Juan Felipe Garcés Gómez
SENDEROS Mg. Víctor Daniel Gómez
El sufrimiento
de un ser humano determina
la universalidad y la universalidad
consiste en dejar completo lo que está roto.
Manuel Reyes Mate ( 2015 )
Revista
Pedagógicos
Contenido
Presentación 7
Editorial 9
Pedagógicos
Presentación
En cada número, la Revista Senderos Pedagógicos publica una o varias de las siguientes
secciones:
Los artículos en todas las tipologías de son evaluados por el Equipo Editorial y
compromete mecanismo de arbitraje.
Artículo de opinión: debe presentarse por un solo autor. Son trabajos cortos que
presentan la reflexión sobre un problema de interés disciplinar o de actualidad que
incida en la opinión pública. El límite del artículo es de 2.000 palabras incluyendo
notas de pie de página, referencias, tablas, figuras y mapas. En este tipo de artículo la
libertad expresiva y la libre estructura formal son el sello de identidad del autor. Su
revisión está a cargo del Equipo Editorial.
Pedagógicos
Editorial
Pedagógicos
Resumen
Este trabajo pretende mostrar la relación
Autora: entre socialización infantil, medios de
Sara Carolina Carrillo David1 comunicación (media) y educación,
asumiendo que la socialización mediática
Recibido: 12 de mayo de 2017 no hace referencia a un mero proceso de
Aprobado: 16 de mayo de 2018 adaptación. La noción de socialización
mediática infantil se profundiza como un
potencial investigativo que les importa
a la sociología y a la pedagogía como
1. Licenciada en Pedagogía Infantil de la campo conceptual. Las líneas de trabajo
Universidad de Antioquia. Magíster de la U. de A. y que se proponen al final parten de una
estudiante del doctorado en Educación de la U. de revisión teórica sobre socialización y
A. Docente de cátedra de la U. de A. y docente de
Educación Infantil. socialización mediática.
Introducción
El propósito de este trabajo es mostrar la relación entre socialización infantil, medios
de comunicación (media) y educación. En el trabajo se sustenta la tesis según la cual
la socialización mediática no es un simple proceso adaptativo y que los medias hoy
en día, además de fungir como agentes socializadores, se han vuelto también parte
inmanente de otras instancias (agentes, espacios) socializadoras como la familia y
la escuela. Para ello se trabaja conceptualmente la noción de socialización mediática
infantil y se muestra el potencial investigativo de dicho concepto para la investigación
sociológica y pedagógica. En la primera parte se hace una revisión a las diferentes
concepciones y planteamientos de la socialización y la socialización mediática y se
propone un punto de vista anclado en la apropiación mediática. En la segunda parte
se señalan las perspectivas de trabajo (a manera de programática) que se abren para
un estudio de la socialización mediática y se concluye sobre el papel de la pedagogía
como campo de investigación sobre dichos asuntos.
Planteamiento ecológico-social
(la socialización como creación social de redes)
padres) hacia afuera (los pares y las instituciones). Ello conduce a una diferenciación
de esas zonas.
Cuando se mira desde el punto de vista social y pedagógico el papel de los medios
en relación con los seres humanos, a menudo esto se comprende con el concepto de
socialización mediática (Süss, Lampert y Wijnen, 2010, pp. 29 y ss.). Sin embargo, detrás
de dicha expresión no hay un concepto unitario, sino un espectro de teorías diferentes,
unas surgidas en el marco de la pedagogía y otras, en el marco de la sociología, de la
comunicación, de las teorías de la recepción o de la psicología comunicacional.
• Una en la que se observa el influjo sobre los sujetos por parte de los medios.
Esto gira en torno a preguntas como: ¿qué hacen los medios con los seres
humanos (efectos de los medios)?, ¿cómo cambian los medios los procesos de
socialización en general y son estos cambios promotores del desarrollo de la
personalidad o más bien amenazas o peligros (efectos de los medios)?
• Otra en la que se plantea una elección activa de los medios y una elaboración
de los contenidos por parte de los sujetos. Esto gira en torno a preguntas como
las siguientes: ¿qué hacen los seres humanos con los medios (selección y uso de
los medios)?, ¿cómo aprenden los seres humanos a tratar o arreglárselas con los
medios y qué formas de tratos se pueden diferenciar (competencias mediáticas)?
A partir de este punto se pueden identificar otras perspectivas que tienen que ver con
la utilización de los medios:
• Lo que tiene que ver con la socialización (elección de los medios, si se trata de
decisiones autónomas o prescritas),
• El trato con el mundo del consumo (los medios como mercancías, todo el
problema de los consumidores y todo lo que tiene que ver con los costos),
• La participación política (mantenimiento de ciertos valores, intereses,
contenidos políticos, el comportamiento en el tiempo libre),
• La búsqueda de gratificaciones (necesidades, influjos, motivos, comunicación,
público),
• El contexto de generación de los medios (lugar de los medios, valores, formas de
pensar, comportamientos, contenidos de los medios, riesgos, utilidades, metas,
intereses de búsqueda).
Siguiendo a Kübler (2009, pp. 18 y ss.) planteamos acá que las investigaciones sobre
la socialización mediática, más que estar integradas a una “gran” teoría unificada
de la socialización mediática, representan esfuerzos desde diferentes perspectivas
disciplinarias, enfoques y metodologías, por lo que cobra importancia con ello una
preocupación más por problemas que por el desarrollo de una teoría unificada.
Científicos sociales y pedagogos (Petit, 2009; Moser, 2010; Süss, Lampert y Wijnen,
2010; Graviz, 2010; Racioppe, 2008) ven los media como una instancia socializadora
de la infancia junto con la familia, los pares, la escuela y otros agentes. Los media y
sus tecnologías permiten la construcción de los mundos sociales, marcan e influyen
sobre el comportamiento de los infantes y, por su multiplicidad de funciones, hoy
en día son acompañantes permanentes de niños y niñas. La socialización infantil se
ve cada vez más influenciada por los medios y las tecnologías de la comunicación.
En ese sentido, los medios y las tecnologías fungen como factores mediadores de
la socialización, pero también como instrumentos (artefactos) en el proceso de
socialización infantil. Se trata de procesos de socialización que cobran cada vez más
una relevancia pedagógica.
Muchos estudios muestran que la cotidianidad infantil es cada vez más atravesada y
marcada por los medios electrónicos (Buckingham, 2002). Se conoce además que las
configuraciones mediales de nuestro entorno tienen influjo sobre nuestras maneras de
pensar y de actuar. Los medios electrónicos permiten que los sujetos orienten su vida
diaria (ello va desde utilizar el celular como despertador hasta establecer relaciones
amorosas por medio del internet), pero también son un apoyo en el aprendizaje y
procesamiento de la información (función cognitiva y epistemológica), igualmente
ayudan a que los individuos se distraigan, se relajen, se diviertan, se tematicen a
sí mismos y reflexionen sobre sí. Es decir, cumplen con una función afectiva, por
ejemplo, en el sentido de que posibilitan que uno se “pierda” en el mundo de la
fantasía y puede así vivir y tener sentimientos y vivencias intensos. Particularmente
la televisión, cumple con ciertas funciones psicosociales y del desarrollo de ciertas
edades. Para los infantes son factores importantes la fantasía, los controles —de los
impulsos— y el progresivo descubrimiento del mundo real. Junto con la distensión y
el relax que los media promueven se ejercitan, de manera lúdica, ciertas reacciones
en un mundo virtual donde pueden entrar en escena y ser manejadas —o no— en
situaciones reales posteriores.
En la medida en que cada vez más se expande el internet, también las formas de
estructuración de los grupos se reconfiguran. Ello les exige a los niños y las niñas
A modo de conclusión
Así, como en las actuales teorías de la socialización, cuando se habla de socialización
mediática se cuestiona la idea de un efecto unidireccional y se plantea, más bien, que
se trata de un proceso interactivo en el que los individuos —los infantes— cumplen
un papel activo. Las reflexiones sobre la socialización mediática abarcan los aspectos
y efectos tanto negativos como positivos de los media (Vollbrecht, 2003, p. 13). La
socialización mediática se puede ver como el aprendizaje no planeado —pero con
reglas, e intencionalidades— de actitudes, formas de comportamiento mediante
cierto tipo de estímulos (Lukesch, 2008). Se puede entender la socialización mediática
como el resultado de influjos socializadores dado por el uso de los medias, lo cual
no solo abarca el uso como tal, sino también la transformación de las actividades,
comportamientos, situaciones —o marcos en el sentido de Goffman (1977)—, rituales,
comportamientos, interacciones, etc., gracias a su presencia (por ejemplo, cuando me
levanto una de mis acciones rutinizadas es ubicar mi celular, así no lo vaya a usar en el
sentido estricto. El artefacto transforma mis prácticas, mis rutinas de acción).
En ese sentido también el cuerpo y los artefactos son parte del orden social e,
igualmente, se encuentran involucrados en los procesos de socialización. Se vuelve
claro entonces que algunas prácticas se encuentran en una relación estrecha con los
artefactos y que se originan a partir de ellos. Por ejemplo, las prácticas de escritura,
que van desde el desarrollo de la escritura pasando por la imprenta hasta la escritura
por computadores, se encuentran estrechamente ligadas a artefactos técnicos y tienen
efectos en las prácticas de comunicación y transmisión del saber, en las formas de
archivar la información y también en la interacción, pues, por ejemplo, un encuentro
entre amigos ya hoy puede tener lugar por medio de la escritura a través de chats.
Mediante los medios se inician procesos de cambio de los individuos. Esto tiene que
ver con procesos cotidianos de organización del mundo, lo que lleva a preguntarse
por cómo los individuos consiguen en las situaciones cotidianas adscribirles sentido
y a lo que allí sucede o hace presencia (circunstancias), y lleva a que se pregunte
también por cómo se llega a concordancias sociales a partir de esas adscripciones de
sentido. Podemos decir con Goffman (1977), que el individuo vive su mundo como una
corriente de situaciones (no el hombre y sus circunstancias, sino las circunstancias y
sus hombres). Y para otorgarles sentido a esas situaciones aplica o utiliza uno o varios
marcos (frames) que le dan una explicación de lo que allí sucede y de cómo se puede
definir a partir de allí un comportamiento adecuado. Esos marcos o situaciones —en
los que están presentes cada vez más los media— se basan, en su capa más profunda,
en normativas e instituciones sociales.
Referencias
Baacke, D (1998). Die 6-12 Jährigen. Einführung in die Probleme des Kinderalters.
Weinehim y Basel: Beltz Verlag.
Brigido, A. (2006). Sociología de la educación. Temas y perspectivas fundamentales.
Córdoba, Argentina: Ed. Brujas.
Bronfenbrenner, U. (1979). La ecología del desarrollo humano. Experimentos en
entornos naturales y diseñados. Barcelona: Paidós.
Buckingham, D. (2002). Crecer en la era de los medios electrónicos: tras la muerte de
la infancia. Madrid: Morata.
Buckingham, D. (2013). La infancia materialista. Crecer en la cultura consumista.
Madrid: Morata.
Dubet, F. y Martuccelli, D. (1996). Teorías de la socialización: una definición
sociológica. Revista francesa de Sociología, 37, 511-535.
Durkheim, E. (1976). La educación como socialización. Salamanca: Sígueme.
Gebauer, G. y Wulf, Ch. (1995). Mimesis. Berkeley/Los Angeles, University of
California Press. (Ed. alem. 1992).
Goffman, E. (1977). Rahmen-Analyse. Ein Versuch über die Organisation von
Alltagserfahrungen. Frankfurt am Main: suhrkamp Verlag.
Pedagógicos
Resumen
El presente artículo propone enfocarse
Autora: en la diferencia que presenta la pedagogía
Isabel Cristina Vélez Restrepo2 y la memoria, y cómo se da la relación
y reflexión de la memoria misma con
Recibido: 12 de mayo de 2017 la historia. El problema se sitúa en el
Aprobado: 30 de mayo de 2018 olvido, al explicar que las prácticas
pedagógicas se basan en el mismo olvido,
en el sufrimiento y en el daño que vive
el hombre de hoy. Para ello, se retoman
1. Artículo resultado de la investigación planteamientos de Benjamin, en la
“Globalización neoliberal y crisis de la educación”, concepción de memoria e historia, y
adscrito a la Línea de investigación: Desarrollo
posturas de otros autores que aportan al
Humano y Contextos Educativos de la Universidad
de San Buenaventura Medellín. El proyecto inició el desarrollo de la temática: Educar contra el
20 de agosto de 2015 y finalizó el 25 de agosto de 2017. olvido: pedagogía y memoria.
2. Licenciada en Básica Primaria, con énfasis en
Humanidades y Lengua Castellana. Magíster en
Ciencias de la Educación. Correo electrónico: Palabras clave: Educación, memoria,
[email protected] olvido, pedagogía, historia, tradición.
Introducción
El tema de la memoria ha logrado recientemente un tratamiento más sistemático dentro
de los estudios de la violencia, el olvido y la tradición. Además, existen grandes debates
en torno al pasado que efectúan una enorme cantidad de discusiones provenientes
del ámbito académico. Estos revelan tensiones en relación con la configuración de los
relatos del pasado en los que intervienen representaciones históricas que entran en
el problema de la formación. La historia se muestra como un terreno inestable en el
que entran situaciones políticas que afectan la educación. Consideraciones en torno al
pasado: quién, qué y de qué modo las sociedades deben recordar.
La primera parte del artículo presenta la reflexión entre los conceptos de pedagogía
y memoria y la relación memoria historia, con el objetivo de comprender el valor de
la memoria en la educación. En la segunda y última parte se explica por qué no se
debe olvidar el pasado, por qué se deben tener presentes las huellas que dejaron los
oprimidos como un propósito en la formación del hombre.
En primer lugar, Muñoz (2016, p. 97) entiende que “la pedagogía como campo
disciplinar pretende dar respuestas a las maneras de devenir seres humanos desde
diferentes tradiciones”. Quiere decir que la tradición debe entenderse como aquella
formación humana que busca una reivindicación y reestructuración de los procesos
educativos de acuerdo con las prácticas pedagógicas; y también se interesa por las
producciones de los saberes, legados y actuaciones propias de las sociedades. Además,
se ocupa de aclarar todo lo referente a las tareas, objetivos o metas de la educación.
Trata de asuntos que abren el horizonte de la formación (Bildung) y que tienen como
punto de partida el cuestionamiento en torno a la finalidad de educar. Cuestión que
se tratará más adelante en el capítulo: “Educar contra el olvido”.
En segundo lugar, Benjamin (2008) entiende la memoria como aquella que mira hacia
el pasado, y encuentra el estado de excepción permanente en el sujeto. En relación
con lo anterior, Elizabeth Jelin (2002, pp. 9-10) dice que “la memoria tiene entonces
un papel altamente significativo, como mecanismo cultural para fortalecer el sentido
de pertenencia a grupos o comunidades”. La autora hace referencia especialmente
a los grupos oprimidos y silenciados, a un pasado común que permite obtener
sentimientos de autovaloración y mayor confianza en el sujeto mismo y en otros. Por
tanto, la memoria ha cuestionado desde siempre a la humanidad, pues lo que más
preocupa es no recordar, no retener en la memoria. Además, en el plano cotidiano, la
incógnita de por qué olvidamos nos acompaña permanentemente.
Esto también quiere decir que hasta ahora se imaginaba que el hombre procedía de
una esencia superior que lo situaba por encima del mundo (la consciencia), pues ya se
tiene claro que lo efectivo en el proceso de educar ha sido la dominación y la clase que
posee los medios de producción es la que tiene el poder de establecer las condiciones
como las únicas posibles y las más indicadas para la organización de la sociedad y de la
formación de los hombres. En otras palabras, el proceso de formación y pedagógico ha
sido marcado por la dominación, delegando la producción como el medio posible para
responder a las necesidades y condiciones que establecen las clases dominantes para
organizar la vida social y la formación de los hombres. Asimismo, Hincapié García
(2016a), citando a Marx (2007), muestra que “la economía, el Estado y la cultura
actúan para preservar condiciones de clase. La clase que domina es la clase que forma”
(p. 263). De esta manera, se exige tener presente que la formación es un proceso de
emancipación integral, política y ética, aplicable al margen de la lucha de clases, y que
todo es político, todo repercute a favor o en contra de la liberación humana.
No obstante, Hincapié García (2016a), citando a Sánchez (1980), habla de “la praxis
cuando la actividad de los hombres está orientada hacia un fin consciente” (p. 265).
Quiere decir que la praxis es actividad a medida que el hombre la hace consciente
desde su propio ejercicio y vivencia para poder transformarla. De esta manera, se
puede dar un verdadero proceso de formación. En la perspectiva del problema por
la formación, la sociedad actual se interpreta como contexto en crisis y en proceso
de identificación de sí misma y con sus consecuencias. Esto apunta al requerimiento
de una conducta autocrítica capaz de significar los problemas como oportunidad de
cambio, de decisión, no como desalentadora o de desasosiego.
Se puede decir que estamos vivenciando una gran aceleración de la historia, lo cual
hace que la transferencia de conocimientos y experiencias de nuestros ancestros,
de generación en generación, sea reemplazada y modificada por una aplicación de
nuevas generaciones, que hacen que ya no pueda efectuarse por medio de la tradición
histórica de nuestros antepasados, por lo que cada vez más, las generaciones se
separan las unas de las otras por la influencia del capitalismo. Entonces, el problema
solo se puede resolver mediante la transformación o transición a un nuevo modo
de aprendizaje, dejando de realizar lo impuesto. Para resolverlo, se debe trascender
Dentro de esta reflexión es importante decir que se puede tomar el problema como un
evento posible de instaurar una sociedad a la altura del hombre y una oportunidad de
crear una educación con sujetos libres, es decir, una pedagogía que origine acuerdos
entre la transmisión y la emancipación, una pedagogía donde el sujeto pueda
interactuar de manera inmediata con la verdad. Por todo lo anterior, es que se dice
que la crisis se centra en la ingenuidad de las civilizaciones, en su falta de conciencia
sobre los orígenes de su propia razón, explicando, de esta manera, una interpretación
antropológica de un ser humano actual que es ingenuo. Viendo la rigurosidad del
problema de la formación y de la práctica pedagógica, se debe mostrar a la sociedad
la necesidad de los sentimientos de comunidad y la pobreza de la consciencia de sí
mismos (Hincapié García 2016b). Puede decirse que el hombre actual ha estado sujeto
a los pensamientos que tengan de él, no a los que él puede tener por sí mismo, para
poder transformar en medio de la lucha y el cambio. Lo que realmente se pretende
es que el sujeto realice todo lo contrario a lo anteriormente relatado, es decir que el
hombre esté en la capacidad de pensar por sí mismo y que no esté sujeto a lo que otros
puedan hacer por él.
Ahora bien, el deber de la memoria parece consistir en luchar contra el olvido, pues
se presenta como una amenaza cuando trata de recuperarse el pasado. El historiador
no tiene que rehabilitar solamente lo que tuvo lugar, sino lo ocurrido en el pasado. A
partir de ahora, no hay por qué decir que la huella repite únicamente el enigma de la
señal o de la marca. Al sustituir a estas últimas, el testimonio desplaza el problema de
la huella. La discusión precedente implica que el tratamiento por separado del pasado
Nuestra historia muestra que el paso generacional del hombre responde en gran
medida a los modos en los que cada generación ubica su memoria, es decir, los
movimientos sociales en contexto, los cuales reivindican un pasado histórico para
elaborar sus reclamos, exigir su lugar o demandar atención a sus demandas. En
estos actos la memoria construye una imagen de sí misma alimentada de modo
selectivo por datos significativos de las generaciones anteriores, dichas imágenes
suelen construirse narrativamente, aunque la intención es la misma: desarrollar una
imaginación generacional que les permita la distancia con otras y transmitir un sentido
de lo común a quienes temporalmente comparten su espacio y contexto. Hasta aquí
la memoria, como reconstrucción del pasado que se hace desde el presente, pretende
dar forma a diversas narrativas que filtran las interpretaciones del pasado, por lo cual,
es importante prestar atención a la forma oficial de la historia en la vida del hombre.
Después de haber visto esta necesidad de formación en el hombre y de saber que nos
encontramos en un problema actual por no saber dar cuenta de nosotros mismos, se
hace necesario continuar con la relación conceptual memoria e historia, para poder
dar cuenta de esta reflexión característica que gira en torno a las necesidades de
formación del ser humano y que no se debe olvidar el pasado sin preocuparnos por
las huellas que dejaron los oprimidos. Por tal motivo, Benjamin (2012) explica que “la
función de la memoria es la protección de las impresiones, pues el recuerdo tiende a
su deterioro. La memoria es en lo esencial conservadora mientras que el recuerdo es
destructivo” (p. 213). Quiere decir que la memoria conserva y el recuerdo destruye,
además, no todo lo pasado le sirve a la vida, y para que ella pueda desarrollarse el
hombre debe apropiarse de las cosas útiles volviendo al pasado y desechar lo poco
servible para transformar su presente. Por eso el porvenir nuestro no está en el futuro
sino en el pasado. En otras palabras, la memoria estaría en la capacidad de ocuparse
de lo no escrito, sino de los recuerdos.
De antemano, el mismo deseo por lograr los bienes materiales está cargado con
el conocimiento de saber que dichos bienes se han conseguido con el sufrimiento
de los vencidos; así, pues, esto impulsa la lucha del hombre por un ideal político y
ético, que no solo tiene como objetivo recuperar la memoria de los vencidos, de los
que sufrieron, sino también los proyectos a los cuales fuimos sometidos a olvidar
(Hincapié García, 2016b). Teniendo en cuenta lo dicho en el apartado primero
del artículo, en Benjamin (2008) la relación establecida entre memoria e historia
funda un nuevo concepto de historia basado en la rememoración y la redención.
Por un lado, se entiende por rememoración aquella mirada específica al pasado,
una construcción del presente desde el pasado, es decir, creación del presente
con elementos del pasado, y para que esta tenga sentido debe darse un encuentro
entre determinaciones del pasado y del presente. Por otro lado, siguiendo a Löwy y
Benjamin (2003), se explica que la redención exige la rememoración del pasado, sin
hacer diferencias entre lo vivido por el hombre.
muertos, los caídos o vencidos no podrán descansar en paz y los vencedores no dejarán
de cumplir con su función, la cual consiste en vencer. En este sentido, el olvido del
sufrimiento de las víctimas implica que no hay liberación posible, pues es indispensable
salvar del olvido cada intento liberador, reconociéndolo y rememorándolo por igual.
La redención del pasado es la realización y la reparación según la imagen que tenga el
ser humano de sí mismo, pues se da si el pasado toma una nueva forma y reestructura
al presente en relación con lo prometido, lo cual podría haberse olvidado, pero que
reinscrita en el presente ilumina lo actual de manera innovadora según la imagen de
hombre y de cada generación.
Hasta aquí, todo lo anterior genera una transformación activa del presente desde el
acto de educar, y esa transformación implica una mirada crítica del presente mismo,
reconociendo nuestra tarea: la de traer al frente el verdadero estado de excepción
permanente, lo que permitirá mejorar nuestra lucha contra el pasado teniendo en
cuenta la memoria de los vencidos. Se pretende que en la educación se constituyan
nuevas pedagogías fuera de los límites de la opresión, del condicionamiento, de la
disciplina y del control, porque la educación se debe orientar a las nuevas formas
de pensamiento, donde el aprendizaje genere nuevas experiencias, de acuerdo con
las necesidades de la época, para que el sujeto construya su propio conocimiento
con libertad y produzca relaciones oportunas con los otros, dejando a un lado la
homogeneidad para dar entrada a la heterogeneidad y singularidad de cada ser.
Con la preocupación del mundo actual, Butler (2006) en su texto Vida precaria.
El poder del duelo y la violencia, habla del duelo y de sus funciones en un mundo
atravesado por manifestaciones punzantes y masivas de creciente violencia y
vulnerabilidad. Para entender la dinámica del duelo, la autora propone considerar
la central filiación que relaciona al yo y al tú, porque estos dos vínculos humanos se
encuentran basados también desde el pensador Lévinas en Butler (2006), cuando
explica que la precariedad de la vida empieza con la vida precaria del otro. De ahí que la
vulnerabilidad constituya la más básica y radical de las condiciones humanas, y que se
debe reconocer y mantener esa vulnerabilidad para protegerla, pues se debe conservar
y reproducir. Sólo en la vulnerabilidad y en el reconocimiento de las distintas maneras
en que el otro se separa de mí, es donde se hace la invitación al desconocimiento de sí
mismo. Por ende, se diría que el duelo se conoce como el proceso psicológico y social
a través del cual se reconoce pública y privadamente la pérdida del otro, porque es la
perspectiva más obvia de la vulnerabilidad y de la condición de lo humano. Así, pues,
el duelo busca hacer conciencia de la condición de lo humano y al mismo tiempo crea
una modificación de sí mismos. Se requiere de la aceptación de lo vivido, porque este
se pudo vivir de otra manera y en otro contexto. En otras palabras, cuando el hombre
sea capaz de reconocer la vida vivida del otro, se vuelve más vulnerable y más humano.
A partir de lo anterior, se puede decir que el proceso educativo del hombre debe poner
la formación propia del sujeto en relación con la del otro, porque la formación propia
del sujeto supone al otro de manera recíproca y relacionada. Entonces, parte del yo es
reflejo del tú, porque hay huellas del otro que hacen parte del sí mismo, lo que concibe
que en realidad no se pueda ser consciente por completo de sí mismo. Es decir, aquí
es donde se manifiesta el acto de educar contra el olvido, las huellas del otro también
hacen parte del yo al mismo tiempo. En este sentido, el hombre no puede conocerse
a sí mismo ni conocer sus diferencias respecto al otro. Esto requiere cuestionar la
formación cultural que al día de hoy nos permite pensar lo humano, porque si las
humanidades tienen algún futuro como crítica reflexiva ante la cultura, se debe a que
la crítica cultural tiene la responsabilidad de regresarnos y repensarnos con relación
a lo humano.
En esta misma línea, el concepto de violencia en Manuel Reyes Mate (2003, p. 89)
se describe con la significación de Auschwitz, es decir, “la barbarie nazi contra el
pueblo judío, nos cae lejos. Lejos en el tiempo, lejos en el espacio y, más lejos aún,
en la sangre”. Es un momento central de la historia del siglo XX que nos afecta. Es la
fragilidad en nuestro tiempo, donde se producen barreras culturales que conducen
a la decadencia social y al fracaso, propiciando en el fondo de cada ser humano la
barbarie. Como se puede observar, Auschwitz lleva a cabo un rompimiento epocal que
expone una dificultad de identidad por la problemática moral del momento, la cual
no se advirtió en otros tiempos históricos. Digamos que Auschwitz es la imagen de una
barbarie aterradora, pero que culmina un proceso histórico de violencia. Quiere decir
que es un hecho singular, desconocido y lleno de maldad, que no surge de la nada ni
por sí mismo, sino que es el producto de ciertas eventualidades que sucedieron desde
muy atrás en la historia.
Se puede decir que de Auschwitz podemos conocer casi todo por su información
global, pero no lo podemos comprender porque no se reconocen las causas y acciones
históricas que de una manera lógica lleven a una respuesta a favor de la historia del ser
humano. Recordar Auschwitz lleva consigo la construcción de la memoria que envuelva
y sensibilice el recuerdo específico de ella. A eso quizá se refiere Adorno (citado por
Mate, 2003) cuando expresa que no se queda en la memoria de Auschwitz, sino que
pone como condición redirigir el pensamiento y el obrar. En otras palabras, se invita a
la creación de una cultura de la memoria como presupuesto de la educación:
El deber de la memoria entonces será una invitación al combate contra la barbarie propia
o ajena. Además, se invita a recordar a través de la educación el pasado, desde las huellas
y marcas que han dejado los oprimidos y las víctimas. En consecuencia, Auschwitz en la
educación reconoce la fragilidad de la época, sus tradiciones que forman la humanidad,
las cuales son las grandes tradiciones occidentales. El sentido de la educación es
enfrentar la barbarie, o sea, enseñar a vivir humanamente. Tal consideración solo
será posible si se trata el problema, abiertamente, sin miedo de chocar con poderes
establecidos de cualquier tipo, sin perder de vista que el hombre convive consciente o
inconscientemente con la barbarie que amenaza al mundo de hoy.
Se hace necesario entonces participar de una sociedad más justa donde las normas
establecidas se puedan cumplir, porque si queremos conocer el pasado debemos
conocer la memoria como ausencia que cuestiona lo presente. Debemos reconocer
nuestra condición de humanidad. Hacer justicia es aliviar todos los daños que la
violencia ha causado a la sociedad, por eso ella misma genera indiferencia entre los
mismos hombres, porque la memoria carga con el peso del pasado, del recuerdo, del
mismo pecado y es donde el perdón la hace libre, para que, desde allí, se puedan
generar nuevos proyectos para establecer un futuro próspero y se pueda enmarcar un
nuevo comienzo dirigido desde la educación y formación del hombre.
En cada momento del presente, así como lo expresa Hincapié García (2016b, p. 51),
“hay una leve fuerza mesiánica que puede hacerse funcionar, una fuerza mesiánica
que puede ayudarnos a actuar distinto”. Para el autor, significa reconocer que el
materialismo histórico puede también ponerse al servicio del conformismo y de la
sumisión, suscribiendo el ideal de progreso, y que el capitalismo, por la contradicción
de sus elementos, se destruiría a sí mismo dando paso a la sociedad producida por
una superación desde la reflexión (dialéctica). Entonces, en este caso el materialista
histórico no debe esperar a que ello suceda, sino que debe comprometerse con la
redención del pasado, destruyendo en el presente la idea de progreso.
y una vez más, cuando nos hacemos conscientes de lo que falla y su consecuente
necesidad de modificación.
Así pues, el recuerdo que experimentamos no es solo el carácter pasado de las cosas
ausentes, sino el propio tiempo, lo destacable en el modo de aprender. No ha de
hablarse de un desplazamiento, pero sí de un reconocimiento, el que brota de todo un
trabajo, también del olvido, para hacer resurgir nuevas líneas de conocimiento para
el hombre. Con ello nos vemos en la necesidad de reelaborar permanentemente el
sentido de los acontecimientos que, como los textos, no se reducen a su materialidad.
Si hemos de aprender del futuro es al precio de escribir el pasado y podernos reinventar
constantemente a nosotros mismos. La carga del pasado que recae en el futuro insta
a incorporar la noción de deuda, que ya no es pura carga sino recurso, necesidad de
relato. Gracias a aquello por lo que podemos ser, no todo se reduce a lo que ya ha sido.
Ello ofrece todo un acopio de compromisos con el presente en el que se precisa una
nueva representación y recreación de la realidad.
Conclusiones
Lo que somos y lo que sabemos está realizado desde el recuerdo y de la memoria, es
decir, somos lo que sabemos, pero se logra sólo si nos acercamos al sufrimiento de
nuestros antepasados, los ausentes y los invisibles, los cuales han sufrido la injusticia
y la violencia. Por ello, en nombre de las futuras generaciones, no cabe el olvido de
un pasado y un presente que no aprecia el valor de la memoria y que sigue dejando
en el pasado a las víctimas del sufrimiento. Para hacer visible lo que se ha dejado
atrás es necesario mirar el mundo con la mirada de las víctimas, de los vulnerados,
y reivindicar el derecho a la memoria como un deber de justicia con los olvidados.
De ahí que educar en la memoria de las víctimas constituya un deber ineludible de la
educación, o sea, educar contra el olvido.
de los otros que han sido abatidos por el problema postmoderno y que han sido
sometidos al silenciamiento. Esto nos lleva a pensar lo roto, no sólo como aquello
que se dejó de hacer o de pensar, sino como algo que nos exige un cambio de mirada
y explorar críticamente lo que se dejó atrás y recuperar en ello el potencial que trae
el presente.
Así, superar la tradición no es reconocer y dejar lo que lleva la libertad del hombre,
sino centrar la mirada para ver la posibilidad de encontrar otras respuestas al
mundo de hoy. De este modo, el compromiso de las nuevas generaciones no es
solo con el presente, es con el imperativo moral de hacer justica al pasado, de crear
en ellas la consciencia histórica del daño y del sufrimiento, como también de la
capacidad de repararlos, lo que lleva a luchar por la realización de los propósitos
por los cuales los vencidos fueron derrotados y abrir la posibilidad de integrar lo
nuevo, sin dejar de comprometernos con los objetivos que los vencidos no pudieron
llevar a cumplimiento.
Referencias
Andréu, J. (2000). Las técnicas de análisis de contenido: una revisión actualizada.
Sevilla: Fundación Centro Estudios Andaluces.
Benjamin, W. (2008). Tesis sobre la historia y otros fragmentos. (Introducción y
traducción de Bolívar Echavarría). México: U.A.C.M.
Benjamin, W. (2012). Sobre algunos motivos en Baudelaire. Libro 1\vol.2. Madrid:
Abada. Cap. III.
Butler, J. (2006). Vida Precaria. El poder del duelo y la violencia. Buenos Aires: Paidós.
Escobar García, B. e Hincapié García, A. (2017). Dar la palabra. En torno al lenguaje
de los niños y las niñas en la cárcel. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales,
Niñez y Juventud, 15(1), 59-70.
Fullat, O. (1992). La educación y sus saberes. Educación, 1(2), 145-166.
Hincapié García, A. (2016a). Formación y praxis pedagógica revolucionaria.
Andamios. Revista de Investigación Social, 13(32), 257-279.
Hincapié García, A. (2016b). “Imaginación política”, historia e impulso anti-
narrativo. El retorno revolucionario de Walter Benjamin (1892-1940). En B.
Escobar García y A. Hincapié García (eds.), Modernidad y Política. Sobre la
pregunta antropológica. Medellín: Unaula.
Jelin, E. (2002). Los trabajos de la memoria. Madrid, Buenos Aires: Siglo XXI.
Löwy, M. (2003). Walter Benjamin: Aviso de incendio. Una lectura de las tesis “Sobre el
concepto de historia”. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Márquez, J. y Vélez, I. C, (2017). Globalización neoliberal y crisis de la educación.
(Tesis de maestría). Universidad de San Buenaventura, Medellín. Recuperado
de http://bibliotecadigital.usb.edu.co/handle/10819/4200 .
Mate Rupérez, M. R. (2003). Por los campos del exterminio. Barcelona: Anthropos
Editorial.
Mate Rupérez, M. R. (2015). Notas sobre el Seminario Historia, Memoria y
Reconciliación. Seminario ofrecido por la Universidad de Antioquia y la
Universidad de San Buenaventura.
Muñoz, D. A., Cano, C. T., Pérez, G., Ríos, J. I., Giraldo, J. L., Escobar, J. V. y Ramírez,
L. E. (2010). El compromiso social fundador y las propuestas pedagógicas
motivadas por las exigencias legales, conceptuales y contextuales en la última
década de las facultades de educación adscritas a Ascofade. En Una mirada
hermenéutico - reconstructiva sobre el quehacer de las facultades de educación
adscritas a Ascofade. Capítulo Antioquia-Chocó (pp. 17-41). Bogotá: Ascofade.
Muñoz, D. A. (2016). Una aproximación filosófica y pedagógica a la obra de Paulo
Freire. Hacia una antropología filosófico-pedagógica latinoamericana. En B.
Escobar G. y A. Hincapié G. (eds.), Modernidad y política. Sobre la pregunta
antropológica (pp. 71-105). Medellín: Ediciones Unaula.
Piñeres Sus, J. D. (2016). Antropología e idealidad. Algunas reflexiones sobre
crueldad y superfluidad. En B. Escobar G. y A. Hincapié G. (eds.), Modernidad
y Política. Sobre la pregunta antropológica. Medellín: Unaula.
Prior, Á., Bello, E., Capillo, A., Guillamón, F. J., Lrite, J., Peñalver, F. et al. (2002).
Nuevos métodos en ciencias humanas. Barcelona: Anthropos.
Runge Peña, A. K. y Muñoz Gaviria, D. A. (2012). Pedagogía y praxis (práctica)
educativa o educación. De nuevo: una diferencia necesaria. Revista
Latinoamericana de Estudios Educativos, 8(2), 75-96. Recuperado de: http://www.
redalyc.org/articulo.oa?id=134129257005
Pedagógicos
Resumen
El diseño universal del aprendizaje,
Autora: como modelo que se fundamenta en
Nátaly Restrepo Restrepo2 eliminar las barreras para el acceso
al aprendizaje y la participación, es
un eje de análisis para comprender
Recibido: 28 de febrero de 2018
las relaciones que se establecen entre
Aprobado: 23 de abril de 2018 docente, estudiante y aprendizaje en los
escenarios educativos de la educación
infantil; la vinculación y relación entre
niño-niña-docente, agente educativo
1. El presente artículo hace parte de los resultados
del macroproyecto: Comunicación no verbal:
están interpeladas por múltiples
fortalecimiento de las habilidades comunicativas prácticas y estrategias que en el hacer
en niños, niñas, adolescentes y jóvenes de 4 educativo se transforman en procesos
a 18 años, mediante el Diseño Universal de de integración, inclusión, exclusión, o
Aprendizaje. Proyecto pedagógico investigativo
realizado entre 2017-02 y 2018-02. En el marco de
segregación, por ello se lleva a cabo un
la práctica pedagógica. proyecto pedagógico investigativo con
2. Magíster en Educación, docente ocasional del enfoque cualitativo acción participativa.
programa Licenciatura en Educación Infantil.
Los resultados permiten identificar
Miembro del grupo de investigación Senderos del
Tecnológico de Antioquia. cómo la implementación de enfoques
Correo electrónico: nrestr13 @tdea.edu.co como el diseño universal del aprendizaje
favorece la participación efectiva y el
logro de aprendizajes de los niños y
niñas, se resaltan las implicaciones
que se deben tener en cuanto a la
comprensión de la diversidad, la práctica
pedagógica-educativa, los aprendizajes
y la participación de los niños en la
educación infantil.
Introducción
El diseño universal del aprendizaje (DUA) en la educación es un tema que en los
últimos años ha sido eje de gran interés para el campo educativo: las construcciones
socioeducativas en relación con la diversidad, la diferencia, la inclusión, la exclusión,
la flexibilización de los currículos y el mejoramiento de los procesos de enseñanza-
aprendizaje asientan una variedad de perspectivas que constituyen un reto significativo
para los sistemas educativos; hay que decir que en la actualidad las desigualdades se
asocian a fenómenos relacionados con la calidad de la educación, especialmente para
aquellos grupos excluidos que han enfrentado múltiples barreras en la participación
educativa, donde la pertinencia curricular, la calidad de la enseñanza y la calidad de los
aprendizajes han sido ejes transversales para la discusión por las brechas existentes
entre lo político, lo social y lo educativo.
Otros autores (Berquist y Moore, 2014; Johnson y Mundschenk, 2014; Katz, 2014;
Sánchez, Díez y Martín, 2015) analizan las metodologías docentes siguiendo los
principios del diseño universal en la educación formal y universitaria, y demuestran
que el desarrollo de currículos basados en el DUA favorece la puesta en marcha de
estrategias inclusivas y la creación de contenidos de aprendizaje más accesibles para
todos los estudiantes, asimismo identifican que una de las dificultades es ofrecer solo
una opción en el acceso a las actividades.
El diseño como enfoque metodológico es una demanda que además está propuesta
desde las orientaciones políticas en América latina, orientaciones como: la declaración
de Jomtien (Unesco, 1990) y el marco de acción Dakar (2000); la Cumbre Mundial a
Favor de la Infancia (Unicef, 1990); la Cuarta Reunión Ministerial Americana sobre
Infancia y Política Social (1998); los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2007); las
metas OEI (OEI, 2021); los informes de la OCDE (2016); el Foro Mundial de Incheon
sobre la Educación (2015), entre otros, refieren pronunciamientos que orientan y dan
línea frente al desarrollo de procesos educativos en cuanto al acceso, la permanencia y
los procesos de enseñanza-aprendizaje en la educación inicial, formal y universitaria.
A nivel nacional la atención a la diversidad, específicamente en el campo de la
educación, ha estado sujeta a las construcciones legislativas y normativas establecidas
por la Ley 1618 de 2013, en concordancia con las normas que forman parte del bloque de
constitucionalidad (Decreto1421 de 2017). La prioridad se ha mediado por garantizar
atenciones de calidad enmarcadas en los principios de la educación inclusiva de
calidad, la diversidad, la pertinencia, la participación, la equidad y la interculturalidad,
su objetivo se centra en favorecer el acceso, la participación y el reconocimiento de
los derechos de los grupos poblacionales en los diferentes entornos.
Bajo esta premisa, y reconociendo la importancia que tienen las nuevas construcciones
que se han tejido frente a la diversidad y la identidad en el marco pedagógico y
didáctico, se busca analizar cómo la implementación de enfoques como el diseño
universal del aprendizaje favorece la participación efectiva y el logro de aprendizajes
de los niños y niñas en la educación infantil. Este análisis pretende generar algunas
reflexiones frente a su implementación e implicación para el proceso de enseñanza-
aprendizaje en la educación infantil.
Metodología
Resultados
docentes de los grados transición, primero y de las fundaciones en las cuales se aplicó
la propuesta en relación a la comprensión y aplicación de cada uno de los principios, es
proporcionar múltiples formas de representación de la información y los contenidos,
así como múltiples formas de expresión del aprendizaje y múltiples formas de
implicación, que aún están mediadas por concepciones teóricas e imaginarios que si
bien lo centran en la atención a la diversidad desde la participación que puede tener
el sujeto, también es claro que se permea por un asunto actitudinal en el que los
docentes unifican los principios y centran sus miradas en el desarrollo de estrategias
para representar la información o para el diseño de materiales. De esta forma, el diseño
universal lo concibe como un modelo para presentar la información de acuerdo a los
estilos y estrategias de los niños y niñas, es una forma de facilitar la participación y
aceptación dentro de los procesos académicos, no obstante, refieren la dificultad para
aplicarlo en tanto lo relacionan directamente con el diseño de materiales:
Bajo esta mirada es posible identificar que existen diversas configuraciones con
respecto a lo que se entiende por diseño universal, si bien este se comprende como
ese conjunto de principios y estrategias que favorecen las posibilidades de aprendizaje
y la participación efectiva de todos los aprendices en el aula, en tanto permite al
maestro orientar sus espacios pedagógicos con metodologías flexibles y alternativas
que abarcan las singularidades e identidades del sujeto, y que responde a las metas y
objetivos educativos, es cierto que de acuerdo con las voces de las docentes aún falta
apropiarlo, discutirlo y replantearlo a partir del ejercicio educativo.
6 Las propuestas pedagógicas implementadas en cada una de las instituciones se diseñaron con múltiples estrategias
respetando las metodologías institucionales, por ello se planearon a partir de los lenguajes artísticos, los portadores
de texto, la expresión dramática y las estrategias sensoriales. La planeación contó con unidades didácticas que fueron
transversales a los contenidos propuestos por las docentes en sus planes de estudio y estructuradas de acuerdo a los
principios del diseño universal (representación, expresión, implicación).
En los momentos de interacción y manipulación con los elementos didácticos, los niños
tuvieron mejor reconocimiento por las actividades guiadas que se les presentaban. En
la realización de las diferentes secuencias en las que tenían que manipular, construir
y sentir demostraron empatía, gusto y felicidad, lo que ocasionaba que cada vez
que se realizaba alguna actividad su motivación fuera más alta y tuvieran una mejor
comprensión hacia los contenidos. Por otra parte, también se logró visualizar la
atención y concentración que lograban durante las actividades. Cabe resaltar que a
los niños que se les dificultaba tener una concentración en los temas dirigidos por la
docente, demostraron un gran cambio y mejoría en su atención, un ejemplo de ello es
que seguían las instrucciones, terminaban las actividades y participaban sin desertar
de la actividad.
Carlos Parra (2010, p. 77) anota que pese a los dilocuentes discursos entre integración
e inclusión los ‘otros’ ‘discapacitados’ ‘diferentes’ continúan invisibilizados en la
escuela. Un dato estadístico del Banco Mundial 2004 revela que:
Sólo entre el 20% y el 30% de los niños y niñas con discapacidad asisten a la
escuela. Según los datos disponibles, puede concluirse que los niños y niñas
con discapacidad suelen ser excluidos de los sistemas educativos. En Colombia,
sólo el 0,32% de los alumnos que asisten a la escuela tienen una discapacidad –
promedio muy por debajo del porcentaje de niños y niñas con discapacidad en
el país, de acuerdo a los datos del Monitoreo Internacional de los Derechos de
las Personas con Discapacidad (2004). El acceso a la educación varía según el
tipo y el grado de discapacidad, y la gran mayoría de las matrículas se concentran
en la educación primaria. (OMS y Banco Mundial, 2011)
Por ello, para mediar la participación en el país se han propuesto múltiples alternativas
entre ellas el diseño universal del aprendizaje, el cual busca que el “docente transforme
el aula y la práctica pedagógica, facilite la evaluación y seguimiento a los aprendizajes”
(MEN, 2017). Elizabeth Hartmann enuncia que el DUA es una nueva manera de
pensar la educación, “es una filosofía, que tiene el potencial para reformar el currículo
y hacer que las experiencias de aprendizaje sean más accesibles y significativas” para
la población estudiantil en general (2011, p. 1). Pastor, Sánchez y Zubillaga (2011)
relacionan que el (DUA) ayuda a tener en cuenta la variabilidad de los estudiantes al
sugerir flexibilidad en los objetivos, métodos, materiales y evaluación.
Poniendo en discusión el rol del agente educativo versus el rol del niño como actor
fundamental en el proceso de aprendizaje y la institución como mediadora en la
enseñanza, y comprendiendo que en ocasiones se tiende a discriminar a los estudiantes
con un capital distinto al dominante o se brindan atenciones que garantizan el
acceso, pero no el acompañamiento en la trayectoria escolar y la transición del sujeto
de la educación inicial a la educación formal en Colombia, y en pro de trascender
lo metodológico y pedagógico, se proponen las siguientes reflexiones frente a la
implementación del diseño universal y la implicación que tiene no solo para los
docentes, agentes educativos, sino para las instituciones como escenarios educativos
incluyentes (Tabla 2).
7. Esta construcción hace parte de la ponencia “Retos y desafíos en la educación inicial” presentada en el marco del IX
Congreso internacional de discapacidad realizado en la ciudad de Medellín (2018).
Conclusiones
A modo de cierre, la cobertura para los programas de educación inicial en respuesta a
la atención a la diversidad implica una atención diferenciada en la que se potencie el
desarrollo integral y el reconocimiento de los intereses y particularidades personales,
culturales y sociales de las niñas, niños y sus familias, así como las características y
las condiciones de los contextos en donde viven, lo que exige para el profesional en
este campo de saber tener una formación en atención a la diversidad y el desarrollo
Referencias
Alba, C., Sánchez, J. y Zubillaga, A. (2011). Diseño Universal para el Aprendizaje
(DUA). Pautas para su introducción en el currículo. España: DUALETIC.
Recuperado de http://www. educadua.es/doc/dua/dua_pautas_intro_cv.pdf
Correa A., J. I. y Restrepo R., N. (2018). Atención a la diversidad: retos y desafíos
en la Educación Superior. En J. C. Tovar (Ed.), Trends and challenges in Higher
Education in Latin America (pp. 179-190). Eindhoven, NL: Adaya Press.
Blanco, M. (2008). Construyendo las bases de inclusión y la calidad de la educación
en la primera infancia [Internet]. Revista de Educación, (347), 33-54. Recuperado
de http://www.revistaeducacion.mec.es/re347/ re347_02.pdf
Blanco, R. (1999). Hacia una escuela para todos y con todos. Boletín del Proyecto
Principal de Educación para América Latina y el Caribe, (48), 57-72. Santiago de
Chile: Unesco.
Blanco, R. (2006). La equidad y la inclusión social: uno de los desafíos de la
educación y la escuela hoy. REICE: Revista Electrónica Iberoamericana sobre
Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 4(3), 1-15. Recuperado de http:// www.
rinace.net/arts/vol4num3/art1.pdf
Berquist, L. & Moore, J. (marzo, 2014). Using UDL exchange to teach the universal
design for learning framework to pre-service teachers. In M. Searson & M.
Ochoa (Eds.), Proceedings of Society for Information Technology & Teacher
Education International Conference (SITE 2014) (pp. 6-7). Chesapeake, VA.
Congreso de la República de Colombia (2 de agosto de 2016). Ley 1804 de 2016.
“Por la cual se establece la Política de Estado para el Desarrollo Integral de la
Primera Infancia de Cero a Siempre y se dictan otras disposiciones. Recuperado
de https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-381611.html
Congreso de la República de Colombia (27 de febrero de 2013). Ley 1618 de 2013.
“Por medio de la cual se establecen las disposiciones para garantizar el pleno
ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad”. Recuperado de
http://wsp.presidencia.gov.co/Normativa/Leyes/Documents/2013/LEY%20
1618%20DEL%2027%20DE%20FEBRERO%20DE%202013.pdf
Contreras, J. (1994). La investigación en la acción: ¿Qué es? Cuadernos de pedagogía,
(224), 8-12.
Contreras, J. (2002). Educar la mirada… y el oído. Percibir la singularidad y también
las posibilidades. Cuadernos de Pedagogía, (311), 61-65. Barcelona. España
Donzelot, J. (1979). La policía de las familias. Valencia: Ed. Pre-textos.
Dussel, I. (2004). Inclusión y exclusión en la escuela moderna argentina: una
perspectiva postestructuralista. Cadernos de Pesquisa, 34(122), 305-335.
Fernández, A. (2003). Educación inclusiva: Enseñar y aprender entre la diversidad.
Revista Digital UMBRAL, (13), 1-10.
Hartmann, E. (2011, septiembre). Diseño Universal para Aprendizaje (ULD).
Perspectiva de Práctica. Destacando la información sobre sordoceguera, (8).
Consorcio Nacional sobre Sordoceguera. Recuperado de: http://www.perkinsla.
org/recursosbiblio/_1UDL-spanish.pdf
Johnson-Harris, K. & Mundschenk, N. (2014). Working effectively with students
with BD in a general education classroom: The case for universal design for
learning. The clearing house. Journal of Educational Strategies. Issues and Ideas,
87(4), 168-174. doi: 10.1080/00098655.2014.897927
Katz, J. (2014). Implementing the three block model of universal design for
learning: Effects on teachers’ self-efficacy, stress, and job satisfaction in
inclusive classrooms K-12. International Journal of Inclusive Education, 8(12),
5-33. doi: 10.1080/13603116.2014.881569
Sánchez, S., Díez, E. y Martín, R. (2015). El diseño universal como medio para
atender a la diversidad en la educación. Una revisión de casos de éxito en
la universidad. Contextos Educativos. Revista de Educación, 0(19), 121-131. doi:
http://dx.doi.org/10.18172/con.2752
Unesco (2015). Educación 2030. Declaración d’Incheon y Marco de acción.
Hacia una educación inclusiva y equitativa de calidad y un aprendizaje a lo
largo de la vida para todos. Recuperado de http://www.redem.org/wp-content/
uploads/2016/10/Educaci%C3%B3n-2030.pdf
Unesco (1990). Declaración Mundial sobre Educación para Todos: La satisfacción
de las necesidades básicas de aprendizaje. Declaración de Jomtien. Nueva
York: Unesco.
Unesco (2008). La educación inclusiva: el camino hacia el futuro. Conferencia
Internacional de Educación. Cuadragésima octava reunión. Ginebra.
Unicef (1990). Cumbre Mundial en Favor de la Infancia, México: Primera reunión
de evaluación y seguimiento. México: Editorial Sistema Nacional para el
Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Recuperado de http://www.redalyc.
org/pdf/106/10632617.pdf
Pedagógicos
La presencia antropológico-filosófica de
Max Scheler en la obra de Paulo Freire: El
ser humano como ser de apertura1
The anthropological-philosophical presence of Max Scheler in the
work of Paulo Freire: The human being as being of openness
Resumen
Este texto pretende reconstruir, en
Autor: las obras tempranas de Paulo Freire
Diego Alejandro Muñoz Gaviria2 Educación como Práctica de la libertad
(1969) y Pedagogía del Oprimido (1970),
Recibido: 16 de agosto de 2017 la presencia de la Antropología Filosófica
Aprobado: 28 de mayo de 2018 Moderna de Max Scheler en su libro El
Puesto del Hombre en El Cosmos (1928),
lo que origina una Antropología Filosófica
de la Apertura. La recepción que Freire
1. Este escrito hace parte de la tesis doctoral hace de las tesis de Scheler se centra
titulada: “La concepción de lo humano y su en la recuperación de la consideración
educación - formación en la obra de Paulo del ser humano como ser excéntrico,
Freire: Aportes para una antropología filosófica
y pedagógica crítico-latinoamericana”, adscrita es decir, llamado a romper consigo
al Doctorado en Filosofía de la Universidad mismo para llegar a ser más. En Freire la
Pontificia Bolivariana, Medellín. excentricidad humana se concreta en tres
2. Sociólogo, especialista en contextualización
psicosocial del crimen, magíster en psicología aspectos o subcategorías antropológicas
y candidato a doctor en Filosofía. Profesor de de la apertura: la diferencia ser humano
la Facultad de Ciencias de la educación de la – animal, la apertura humana y el diálogo
Universidad Católica de Oriente.
humanizador. Queda como asunto para
seguir investigando: la conexión, en
Paulo Freire, de la excentricidad humana
desde una antropología de la apertura
con la relacionalidad y la liberación.
A modo de introducción
Una vez más los hombres, desafiados por la dramaticidad de la hora
actual, se proponen a sí mismos como problema. Descubren qué poco
saben de sí, de su “puesto en el cosmos”, y se preocupan por saber más.
Por lo demás, en el reconocimiento de su poco saber de sí radica una de
las razones de esa búsqueda. Instalándose en el trágico descubrimiento
de su poco saber de sí, hacen de sí mismo un problema. Indagan.
Responden y sus respuestas los conducen a nuevas preguntas
Paulo Freire (1972)
En 1927 Max Scheler impartió en Darmstadt una conferencia titulada “el puesto
singular del hombre en el cosmos”, que se publicó en 1928 con el título el puesto
del hombre en el cosmos, y que es considerado el comienzo de la Antropología
Filosófica. Scheler fallece ese mismo año y el proyecto anunciado de una obra
3. Pedagogía del Oprimido se publicó por primera vez en portugués en 1970, la versión en castellano aquí citada es la de
1972 de Siglo XXI editores.
antropológica para 1929 queda interrumpido sin haber alcanzado una forma
acabada. En cambio, el filósofo y biólogo Helmuth Plessner presentó en 1928
su obra antropológica más importante, Los grados de lo orgánico y el ser humano.
A pesar de las grandes diferencias en el material y en la argumentación, los
escritos de Scheler y el libro de Plessner se asemejan en el punto de partida, la
construcción gradual de lo orgánico. De ello se aleja la investigación de Arnold
Gehlen, El hombre, su naturaleza y su lugar en el mundo, que aparece en una
versión expurgada de las resonancias nacionalistas y reelaborado en 1947, en
cuyo centro figura el ser humano como ser de acción. (Wulf, 2008, pp. 52-53)
La tesis a sustentar en este escrito es: la presencia de Max Scheler en la obra de Paulo
Freire se establece sobre el reconocimiento antropológico del ser humano como ser
de apertura (Scheler, 1960, pp. 134,135). Para este diálogo académico es pertinente
resaltar la base antropológica del pensamiento de estos autores, su antropología
filosófica establecida en la premisa de la complejidad y problematicidad del ser
humano, con ello sus diferencias con otras formas de vida. El ser humano es la única
especie inconclusa que ha de tomar conciencia de su inacabamiento para hacer algo
de sí misma. En el caso del filósofo alemán Max Scheler (1960),4 la pregunta por el
ser humano se establece desde la consideración de su existencia como una existencia
peculiar o diferente de lo animal, lo vegetal y lo inorgánico. La particularidad humana
reside en su capacidad de romper con su propio centro, de ser capaz de verse a
sí mismo como tema de reflexión y estudio. La excentricidad humana permite
antropológicamente que el ser humano se reconozca como ser que puede romper
con sus propios límites, un ser llamado a trascender los hechizos del entorno. Para el
profesor Scheler:
[…] cabe decir que en ninguna época de la historia ha resultado el hombre tan
problemático para sí mismo como en la actualidad. Por eso me he propuesto
el ensayo de una nueva antropología filosófica sobre la más amplia base. En lo
que sigue quisiera dilucidar tan sólo algunos puntos concernientes a la esencia
del hombre, en su relación con el animal y con la planta, y al singular puesto
metafísico del hombre – apuntando una pequeña parte de los resultados a que
he llegado. (Scheler, 1960, p. 26)
Siguiendo a Scheler, Freire reconoce que el ser humano en los últimos tiempos se ha vuelto
un “problema” para sí mismo y, en ese sentido, escribe: “El problema de su humanización
[…] asume hoy el carácter de preocupación ineludible” (Freire, 1972, p. 31). Con ello Freire
vincula sus ideas a esa tradición de pensamiento —antropología filosófica (alemana5)—
para la que el ser humano se ha vuelto problemático y que lleva a la cuestión por resolver
acerca de su “puesto en el cosmos” (Scheler, 1960). Cuestión que surge en un momento en
4. El texto de Max Scheler “El puesto del hombre en el cosmos” fue editado por primera vez en 1928. La edición citada en
este trabajo es de 1960, de la biblioteca filosófica de la editorial Losada.
5. Entre los precursores de la antropología filosófica están Max Scheler (1928), Helmuth Plessner (1928), Martin Heidegger
(1927) y Arnold Gehlen (1940).
el que, como lo plantea el mismo Scheler: “Estamos alrededor del año 10.000 de nuestra
historia, en una época en la que el hombre se ha vuelto entera y totalmente ‘problemático’;
en una época en la que el hombre no sabe lo que es, pero que igualmente sabe que no lo
sabe” (Scheler, 1960, p. 62). Freire parte igualmente de dicho reconocimiento de época: el
ser humano no sabe lo que es, pero se ha vuelto igualmente consciente de que sabe que no
lo sabe. La antropología filosófica se instaura —se despliega como saber— en este ámbito
problemático (Freire, 1972). Por lo anterior, tanto Scheler como Freire reconocen en la
condición humana una cuestión problemática que deberá ser abordada desde una lectura
esperanzadora que proponga alternativas a la crisis antropológica contemporánea. Es de
anotar que los dos autores, si bien comparten sus intuiciones antropológicas, generan en
sus fundamentaciones y formas concretas de actuación diferencias políticas y pedagógicas.
6. Esta idea de Horkheimer se puede encontrar en los siguientes textos: Observaciones sobre ciencia y Crisis y teoría
tradicional y teoría crítica. Estos textos han sido trabajados en este escrito en la versión incluida en el libro Teoría crítica
de editorial Amorrortu (2003). Las críticas realizadas por Horkheimer a la moderna Antropología Filosófica de Scheler se
pueden sintetizar en las siguientes ideas: el problema filosófico y político de creer que el ser humano es susceptible de ser
reducido a una unidad estable en el devenir, lo cual implicaría una suerte de esencia de lo humano que se independiza de la
historia; para la teoría crítica será fundamental establecer una lectura y propuesta antropológico-filosófica que dialoga con
la historia, una suerte de antropología histórica que ubica dialécticamente las relaciones configuradas entre la historia y la
acción humana concreta. En este sentido, es pertinente aclarar que, para el autor, toda lectura de la historia está cargada
de intereses, éstos hacen parte de nuestros mundos de la vida y se manifiestan en nuestras miradas desde el presente al
pasado, lo que hace de todo abordaje una lectura particular que no puede asumirse como absoluta o determinista. Por
último, Horkheimer defiende unas categorías antropológicas que en su concreción histórica permitan defender la dignidad
humana, protestando y transformando las condiciones de opresión que limitan o imposibilitan la realización de dicha
dignidad.
7. Según Wulf, existen otras críticas a la Antropología Filosófica de Scheler, en primer lugar: “la descripción que hace
Scheler de la capacidad del ser humano para objetualizar como rasgo distinto de la apertura al mundo no tiene suficiente
alcance. Tanto la capacidad para la objetualización como para la observación imparcial tienen en su base elementos
históricos y culturales, son resultado de un largo proceso civilizatorio que en nuestra cultura nos da hoy la posibilidad
de percibir el mundo como lo hacemos (Wulf, 2008, p. 55). En segundo lugar: “tampoco ha podido superar la dicotomía,
presente por lo menos desde Platón y Aristóteles, entre cuerpo y espíritu. Más bien prolonga la separación cartesiana
de cuerpo y alma. Deudora de la intuición y ontología de esencias fenomenológicas y heredera de un concepto de
persona y mundo tradicionales, la antropología de Scheler queda fuertemente atrapada en las corrientes filosóficas de
su tiempo y por eso no ha trabajado con suficiente material empírico procedente de las ciencias naturales y humanas”
(Wulf, 2008, pp. 55-56).
8. Para una lectura crítica a la Antropología Filosófica Moderna en clave de una antropología pedagógica negativa, ver
la obra del profesor Juan David Piñeres Sus (2017). Lo humano como ideal regulativo. Imaginación antropológica: cultura,
formación y antropología negativa (2017). Medellín: Universidad de Antioquia.
Con el interés de sustentar estas ideas se proponen a continuación los siguientes ejes
temáticos: en primer lugar, siguiendo a Max Scheler (1960), se propone una revisión
de las tesis centrales de la antropología filosófica moderna en torno a la concepción
del ser humano como ser excéntrico que dará piso a la configuración de una
antropología filosófica de la apertura. En el segundo apartado del escrito se tematizan
las principales recepciones y resignificaciones que Freire, como representante de la
teoría crítica latinoamericana, realiza a las tesis de Scheler a partir de la identificación
de tres “subcategorías antropológicas” o derivaciones de la antropología filosófica de
la apertura: la diferenciación ser humano – animal, la apertura humana y el diálogo
humanizador. Por último, se retoman algunas conclusiones que permiten rescatar
la centralidad filosófica y pedagógica de la lectura de Freire a Scheler y algunas
cuestiones abiertas que posibilitan futuras pesquisas sobre el tema.
9. Para Runge y Muñoz la Antropología Pedagógica Radical en Freire es “para mostrar la mencionada conexión, en este
escrito, hemos tratado de restringirnos a las ‘Primeras palabras’ y al capítulo uno de Pedagogía del Oprimido. Nuestra tesis
—si se quiere— es que en esas casi cincuenta páginas Paulo Freire no solo tiene como propósito esbozar su “programa
pedagógico”, su “pedagogía del oprimido”, sino que sienta también allí las bases de una concepción antropológica que
ha de ser considerada estrictamente en un sentido teórico-formativo, es decir, y como trataremos de mostrar, como una
antropología pedagógica radical (Runge y Muñoz, 2016, p. 184).
En los textos de 1928, El puesto del hombre en el cosmos (Scheler) y Los grados de lo orgánico
en el ser humano (Plessner), se configuran las bases filosóficas y biológicas del intento
de respuesta a la pregunta por el ser humano en clave antropológica moderna. Siendo el
humano la única especie que tiene que desplegar sobre su propia existencia una suerte
de trabajo vivo, su naturaleza sólo puede derivarse de su autoactividad, deja de ser una
naturaleza preestablecida para llegar a ser una actividad de la apertura humana. Para
estos autores, la principal diferencia del ser humano con los otros animales está en su
capacidad de hacerse a sí mismo, con base en las condiciones biológicas e históricas
que le son propias. El ser humano no nace al mundo con un proyecto plenamente
trazado, al contrario, su natalidad establece la condición de un quehacer constante
como humano. La antropología filosófica moderna tematiza esta autoactividad de la
humanidad como excentricidad. En palabras de Scheler (1960, p. 64):
Pese a esta problematización, el autor logra evidenciar que el puesto o el lugar del
hombre en el cosmos cuenta con un aspecto central: Su excentricidad, o capacidad
de romper con su propio centro. Con esta idea se deja claro que el ser humano es
El ser humano es el ser que sabe decir no, el asceta de la vida, el eterno protestante
contra toda mera realidad. En comparación también con el animal, es el eterno Fausto,
la bestia cupidissima rerum novarum, nunca satisfecha de la realidad circundante,
siempre ávida de romper los límites de su ser ahora, aquí y de este modo, de su “medio”
y de su propia realidad actual (Scheler, 1960, p. 85). El ser humano tiene la posibilidad
de no conformarse con lo que es dado por determinismos históricos y biológicos.
Romper con sus límites es su formación constante como sujeto y como especie, de
allí que su “naturaleza” no sea más que el cúmulo de autoactividad de los humanos
humanizándose. Retomando a Plessner, Wulf expone lo siguiente:
En la antropología de Freire, sus reflexiones sobre el ser humano en clave crítica, y por
ende desde sus diálogos con autores como Marx y Fromm (Muñoz, 2014), reivindican
al ser humano en condiciones concretas, no como especulación metafísica sino como
sujeto concreto actuando en la historia. Como lo expone la profesora Stella Accorinti:
El reconocimiento del ser humano como ser de apertura, de su ser más, consigue
una fundamentación en el diálogo antropológico-filosófico de Freire y Scheler a la
luz de las siguientes inquietudes antropológicas: ¿cuál es la diferencia entre el ser
humano y el animal? ¿Qué es la apertura humana? ¿Cómo se construye el diálogo
en dicha apertura? A continuación, se tematizará cada una de estas preguntas como
subcategorías antropológicas de la antropología de la apertura en Freire.
10. En este sentido escribe Azevedo: “ao se perceber um ser –no-mundo e un ser-com-outros, o ser humano se diferencia
dos outros animais, pois não apenas sabe do mundo, mas sabe o porquê de saber do mundo” (2008, p. 42).
La diferencia entre los dos, entre el animal, de cuya actividad, por no constituir
“actos límites”, no resulta una producción más allá de sí, y los hombres que,
a través de su acción sobre el mundo, crean el dominio de la cultura y de la
historia, radica en que solo estos son seres de la praxis. (Freire, 1972, p. 118)
La apertura humana
Plessner, sólo lo que se cierra puede tener apertura11, sólo lo orgánico en el ser
humano permite que éste en su reconocimiento-cierre, pueda relacionarse-abrirse
hacia los otros y lo otro.
Si en la vida del animal, el aquí no es más que un “hábitat” con el que entra en
contacto, en la existencia de los hombres el aquí no es solamente un espacio
físico, sino un espacio histórico. Rigurosamente, para el animal no hay un aquí,
un ahora, un allí, un mañana, un ayer, dado que, careciendo de conciencia de
sí, su vivir es una determinación total. Al animal no le es posible sobrepasar los
límites impuesto por el aquí, por el ahora, por el allí (Freire, 1972, p. 116).
El cerrarse es sinónimo de reconocerse como ser, sólo con este cierre la apertura es
posible. El ser humano enfrenta desde esta lectura antropológica de la apertura el
reto de encontrarse en el encuentro con los otros y lo otro, de hacerse a sí mismo
sólo en la apertura a los otros y lo otro. El ser humano es así un ser que sólo se puede
configurar a sí mismo en la relación, de allí nuevamente las ideas de Freire sobre la
importancia de reconocer que el ser humano no se libera ni educa sólo, lo puede
hacer en sus relaciones dialógicas. El ser humano desde el reconocimiento de sí y del
otro, parte de la idea de Freire según la cual cuando el hombre se reconoce a sí mismo
puede reconocer al otro.
11. En palabras de Wulf (2008, p. 56), “a diferencia de las cosas, los cuerpos vivos tienen una relación con su límite, que
tiene una doble función: cierra y abre hacia el ‘exterior’. El límite sólo es comprendido adecuadamente si se percibe bajo
aspecto del ‘exterior’ y el ‘interior’. Este doble aspecto conlleva la cuestión de la relación entre organismo y entorno. A
diferencia de las cosas inertes, el límite vincula la planta, el animal y el ser humano con el mundo de lo vivo”.
El diálogo humanizador
A modo de cierre
La reflexión antropológico-filosófica del “ser humano como apertura” permite, en
la reconstrucción de la obra de Freire y su lectura a Scheler, establecer una base
antropológica que reivindica en la condición humana su llamado existencial a
establecer vínculos y relaciones con los otros, las otras y con lo otro. En la existencia
del ser humano, su apertura configura una mediación con el mundo, es decir, genera
en él la necesidad de crearse en contacto – relación con los demás, porque sin el
otro no hay una construcción de mi propio ser, de mi actitud, de mi lenguaje, de mi
identidad (Muñoz, 2015).
12. Para Azevedo: “a dialogicidade, enquanto concepção existencial dos seres humanos, é uma categoria determinante pra
Freire na formulação de sua pedagogia e de seu humanismo. A filosofia existencialista é o grande aporte conceitual em
que ele vai se apoiar teoricamente para desenvolver os princípios fundantes da educação dialógica, razão de ser da sua
própria pedagogia libertadora. O reconhecimento dos seres humanos como seres abertos – ontologicamente inconclusos e
vocacionados para o ser mais -, que não estão apenas no mundo, mas com o mundo, num permanente processo relacional,
implica a firmação de que os homens e mulheres são existencialmente seres de comunicação” (2008, p.122)
De otro lado, el efecto liberador del ser humano como apertura se encuentra en la
posibilidad de ser éste un sujeto histórico, no sólo un reproductor de cultura, sino
también un productor de cultura, es un heredero que reflexiona con rigor lo que se
puede hacer desde lo que se está siendo (Muñoz, 2015). El llamado liberador de la
apertura reconoce en los seres humanos seres que están en búsqueda de superar
limitaciones y de sustentar su subjetividad como constructora de vida.
Tanto para Freire como para Scheler, el ser humano ante la construcción del mundo se
auto-realiza, porque genera una conciencia universal que le permite dar y recibir. En
la medida en que el ser humano recibe, se abre y así descubre lo que el otro tiene para
ofrecer, porque cada día que pasa la vida sorprende con experiencias que realizan y
equilibran a la vez que sumergen en relaciones necesarias y viables, una particularidad
existencial del ser humano que le hace diferente a otras especies.
Queda por desarrollar ¿cómo desde la base antropológica del reconocimiento del ser
humano en sus relaciones y aperturas se configura un sentido de libertad, una idea de
ser humano como ser libre?
Referencias
Accorinti, S. (2006). Práxis político-pedagógica de Paulo Freire. En M.
Gadotti (ed.), Lecciones de Paulo Freire, cruzando fronteras: experiencias que
se complementan (pp. 93-97). Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales
Azevedo (2008). Pedagogía Da humanização. A pedagogía humanista de Paulo Freire.
São Paulo: Paulus editorial.
Escobar, M. (2012). Pedagogía Erótica. Paulo Freire y el EZLN. México: UNAM.
Freire, P. (1971). La educación como práctica de la libertad. México: Siglo XXI Editores.
Freire, P. (1972). Pedagogía del Oprimido. México: Siglo XXI Editores.
Gadotti, M. (1996). Paulo Freire Una Biobibliografía. Sâo Paulo: IPF.
Hernández, O. A. (2010). Hacia una antropología de la educación en América
Latina desde la obra de Paulo Freire. Revista Magistro, 4(8), 19-32. Bogotá: Ed.
Universidad Santo Tomás.
Horkheimer, M. (2003). Observaciones sobre la Antropología Filosófica. En Teoría
crítica (pp. 50-75). Buenos Aires: Amorrortu Editores.
Muñoz, D. A. (2014). Antropología Filosófica Relacional en la obra de Paulo Freire:
Diálogos con la Teoría Crítica de Karl Marx. Revista Perseitas, 2(2), pp. 186-203
Muñoz, D. A. (2015). Una aproximación filosófica y pedagógica a la obra de Paulo
Freire: Hacia una antropología filosófico-pedagógica latinoamericana. En
Modernidad y política. Sobre la pregunta antropológica. Medellín: Unaula.
Piñeres, J. (2017) Lo humano como ideal regulativo. Imaginación antropológica:
cultura, formación y antropología negativa. Medellín: Universidad de Antioquia
Rubens, J. y Jardilino, L. (2009). Paulo Freire: Apuntes bio-bibliográficos. Bogotá:
Editorial Magisterio.
Runge, A. (2008). Ensayos sobre pedagogía alemana. Bogotá: UPN.
Runge, A. y Muñoz, D. (2016). La Antropología Pedagógica Radical de Paulo Freire:
Formabilidad, inacabamiento, formación y educación del ser humano. En
Pedagogía crítica latinoamericana y género. Bogotá: Siglo del Hombre.
Scheler, M. (1960). El puesto del hombre en el cosmos. Buenos Aires: Losada.
Villa, E. y Muñoz, D. (2017, enero-julio). Paulo Freire en la educación popular
latinoamericana: El porqué y el para qué de estarse formando como pueblo
político. Revista Kavilando, 9(1), 276-286.
Wulf, C. (2000). Introducción a la ciencia de la educación. Entre teoría y práctica.
Medellín: Universidad de Antioquia.
Wulf, C. (2008). Antropología, historia, cultura, filosofía. México: Anthropos.
Pedagógicos
Resumen
La experiencia de enseñanza sobre la cual
Autora: se describe e interpreta la construcción
Patricia Ramírez Otálvaro1 guiada de aprendizajes en investigación,
se enmarca en la gestión de los seminarios
Recibido: 2 de marzo de 2018 de trabajo de grado de la Maestría en
Aprobado: 18 de noviembre de 2018 Educación del Tecnológico de Antioquia -
Institución Universitaria, cuyas evidencias
redundan en constantes sobre el rol de los
aprendices en investigación, los entornos
1. Licenciada en Educación Especial, magíster de aula y los profesores de educación
en Educación, línea Desarrollo cognitivo superior; proceso y resultado respaldados
y creatividad, doctora en Psicología de la en la apreciación de egresados sobre la
Educación, Cultura y Sistemas Semióticos.
Docente investigadora del Tecnológico de ejecución, el seguimiento, la evaluación y
Antioquia - Institución Universitaria. Grupo de el mejoramiento del diseño metodológico.
Investigación Senderos. Medellín, Colombia. Metodología que integra prácticas de
Correo electrónico: [email protected]
enseñanza orientadas por los profesores
(tutor, invitado o integrante del comité
curricular); prácticas cooperativas entre
los estudiantes o colaborativas entre
profesores y estudiantes, y prácticas de
aprendizaje independientes mediadas por
formatos guías de escritura orientadores
de los procedimientos de investigación.
2. Registro Calificado otorgado por el Ministerio de Educación Nacional por medio de la Resolución 7189 del 27 de junio
de 2012.
El aprendizaje de los estudiantes se percibe por parte del equipo del currículo y los
egresados, en coherencia con la participación en los STG, el discurso compartido y los
productos escritos de aprendizaje. Se encontraron las siguientes constantes:
Los formatos guía como tareas que exponen alcances diferenciados para cada uno de
los STG, se enuncian como apoyos sistemáticos que orientan el logro de indicadores,
la reflexión sobre fortalezas y límites del proyecto, según fase de investigación, y
la autoevaluación del entregable como evidencia de aprendizaje; son percepciones
que confirman el aprovechamiento de los formatos para identificar la actividad, el
propósito, la demanda y las condiciones de realización.
Respeto y reconocimiento del saber de todos, independiente del grupo de trabajo […]
Acompañamiento al otro para que aprenda haciendo o corregirlo paso a paso […]
Aprendizaje personal al escuchar las devoluciones desde otras temáticas, y relaciones con
la investigación […] Escuchar y aprender de expertos con posiciones epistemológicas,
incluso distintas. (13 egresados)
Los discursos compartidos en los STG también otorgan visibilidad a los sujetos
y las maneras de expresar los saberes en discusión, percepciones en las que se
destacan la memoria comprensiva, la visión global del objeto de estudio desde la
secuencialidad y estructura del contenido conversacional, la explicación argumentada
del sentido particular con el global o viceversa, según la exposición teórico o técnico
metodológica, la vinculación del conocimiento conceptual, social y situado, y la toma
Por último, los STG fueron nominados como una experiencia articulada al proceso,
pertinente, flexible, interdisciplinar, exigente y rigurosa desde lo académico y
formativo (15 participantes), con una percepción contraria: “la interacción y las
estrategias tuvieron una constancia autoritaria, en especial cuando uno no podía o
no tenía tiempo de debatir los argumentos de los evaluadores internos o externos”.
Apreciación sobre la cual se pone en discusión la temporalidad para la ejecución de los
seminarios y la toma de posición argumentativa del estudiante frente a los profesores.
La dependencia entre las prácticas de enseñanza y las prácticas de aprendizaje con
énfasis en la construcción colegiada de conceptos, en razón de los diálogos sobre
los procedimientos para resolver problemas metodológicos y precisar conceptos, fue
otra constante:
El diseño metodológico de los STG devela una dinámica cuyas acciones se acercan
a los postulados del enfoque constructivista, sociocultural y sociocognitivo para la
práctica educativa: acción individual y grupal, interacción social, discusión y reflexión
escrita sobre la transformación, y comunicación de aprendizajes; uso del ejemplo, el
contra-ejemplo, el argumento y el contra-argumento; manejo didáctico del error para
reaprender; evaluación por procesos hasta conseguir los indicadores; utilización del
saber histórico, disciplinar y situado desde una organización sistemática e intencional
que retroalimente aprendizajes en proceso, y relaciones mediadas por las interacciones
recíprocas y el diálogo igualitario. Todo ello en procura de la toma de conciencia de
los aprendices en el aprendizaje cooperativo y el aprendizaje individual, a propósito
de sus competencias, factores motivacionales y disposiciones para autorregular su
aprendizaje (pensar en el saber, sobre el saber y el cómo sobre el saber).
La reflexión sobre las percepciones de los STG se convierte en el punto de partida para
investigar las prácticas de enseñanza y su incidencia en los discursos y actuaciones
investigativas de los estudiantes, las estrategias de lectura, escritura y aprendizaje,
la transcendencia del acceso y uso de portadores de texto, herramientas y formatos,
el impacto de los resultados de investigación en el campo educativo, el contexto, las
prácticas, la población, el rol y las concepciones sobre la enseñanza, el aprendizaje y la
investigación de los participantes (estudiantes y docentes), la trayectoria profesional,
laboral e investigativa de los egresados, etcétera.
Aproximación a la discusión
Referencias
Albertín, P. (2007). La formación reflexiva como competencia profesional.
Condiciones psicosociales para una propuesta reflexiva. El diario de campo
como herreamienta. Enseñanza Universitaria (30), 7-18.
Alonso, C., Gallego, D. y Honey, P. (2007). Los estilos de aprendizaje. Procedimientos
de diagnóstico y mejora. Bilbao, País Vasco: Ediciones Mensajero.
Arciniegas, E. (2012). La escritura en el aula universitaria: estrategias para su
regulación. Cali: Editorial Universidad del Valle.
Bolívar, A. (2006). La formación del profesorado: entre la posibilidad y la realidad.
Con-Ciencia Social, (10), 69-81.
Coll, C. (2004a). Lenguaje, actividad y discurso en el aula. En C. Coll, J. Palacios y
A. Marchesi (comps.), Desarrollo psicológico y educación. Tomo II. Psicología de
la educación escolar (pp. 387-414). Madrid: Alianza.
Coll, C. (2004b). Constructivismo y educación: la concepción constructivista de
la enseñanza y el aprendizaje. En C. Coll, J. Palacios y A. Marchesi (comps.),
Desarrollo psicológico y educación. Tomo II. Psicología de la educación escolar (pp.
157-188). Madrid: Alianza.
Coll, C., Onrubia, J. y Mauri, T. (2008). Ayudar a aprender en contextos educativos:
el ejercicio de la influencia educativa y el análisis de la enseñanza. Revista
Educación (346), 33-70.
Coll, C. y Solé, I. (2004). Enseñar y aprender en el contexto de aula. En C. Coll,
J. Palacios y A. Marchesi (comps.), Desarrollo psicológico y educación. Tomo 2.
Psicología de la educación escolar (pp. 357-386). Madrid: Alianza.
Correa, J. (Coord.). (2012). Proyecto educativo de programa. Maestría en Educación
profundización en Infancia y Poblaciones Vulnerables. Medellín: Tecnológico de
Antioquia - Institución Universitaria.
De la Cruz, G. (2017). Tutoría en Educación Superior: análisis desde diferentes
corrientes psicológicas e implicaciones prácticas. CPU-e, Revista de Investigación
Educativa, (25), 34-59.
Flavell, J. H. (1976). Metacognitive aspects of problem solving. En L. B. Resnick
(ed.), The nature of intelligence (pp. 231-236). Hillsdale, N. J.: Lawrence Erlbaum.
Freire, P. y Shor, I. (1987 [2014]). Miedo y osadía. La cotianidad del docente que se arriesga
a practicar una pedagogía transformadora. (12 ed.). Buenos Aires: Siglo XXI.
Hargreaves, A. (1999). Profesorado, cultura y postmodernidad. Cambian los tiempos,
cambia el profesorado. Madrid: Morata.
Johnson, D, Johnson, R. y Holubec, E. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula.
(G. Vitale, Trad.) Buenos Aires: Paidós.
Manzano, V. (2011). La universidad comprometida. Barcelona: Hipatia.
Martí, E. (1995). Metacognición: entre la fascinación y el desencanto. Infancia y
Aprendizaje, 72, 9-32.
Anexos
Anexo 1. Ejemplo de formato guía
Facultad de educación y ciencias sociales
Maestría en educación - profundización en poblaciones vulnerables
Encuesta de opinión de los estudiantes y egresados del programa de formación: Maestría en Educación profundización en
poblaciones vulnerables, sobre el Diseño Metodológico de los Seminarios de Trabajo de Grado.
Propósito:
Conocer las opiniones de los estudiantes y de la maestría en educación sobre el diseño metodológico de lo seminarios de
trabajo de grado, buscando encontrar constantes que permitan validar o modificar dicho diseño.
Instructivo:
La encuesta se compone de 5 preguntas de opción múltiple y 3 preguntas abiertas.
En las preguntas de selección múltiple debe señalar con una “X” la opción que considera mas oportuna para su
experiencia. En caso de no encontrar dicha opción, encontrara un espacio en blanco para enunciar su particularidad. En
las preguntas abiertas debe responder, de manera breve y precisa, en coherencia con su experiencias.
2. ¿Como fueron las estrategias que caracterizaron el diseño metodológico de los seminarios de trabajo de grado?
a. Estrategias flexibles
b. Estrategias inflexibles
c. Estrategias de construcción
d. Estrategias de resolución de problemas
e. Otra ¿Cual?_____________________
3. ¿Por qué se caracterizó la interacción profesor-estudiante en el espacio de los seminarios de trabajo de grado?
a. Interacción autoritaria
b. Interacción sobreprotectora
c. Interacción de cooperación
d. Interacción de construcción
e. Otra ¿Cual?_____________________
4. ¿Qué aportes ofreció el diseño metodológico de los seminarios de grado a su proyección como estudiante?
a. Estrategias de aprendizaje
b. Estrategias de escritura y lectura
c. Habilidades de pensamiento
d. Factores motivaciones
e. Otra ¿Cual?_____________________
5. ¿Qué aportes ofreció el diseño metodológico de los seminarios de grado para la formación académico-investigativa
a. Exactitud conceptual
b. Precisión metodológica
c. Claridad procedimental
d. Reafirmación de aprendizajes
e. Otra ¿Cual?_____________________
Preguntas abiertas
1. ¿Cuál es el aporte del diseño metodologico de los seminarios de trabajo de grado, para el proceso y el resultado de su
proyecto de trabajo de grado?
2. ¿Qué replicaría usted en su espacio profesional-laboral de la experiencia acumulada de los seminarios de trabajo de
grado?
3. ¿Qué mejoraría o modificaría del diseño metodológico de los seminarios de trabajo de grado?
Pedagógicos
Resumen
En el presente trabajo se reflexiona
Autora: críticamente en torno los métodos
Laura María Giraldo Urrego1 de la investigación educativa desde
el enfoque cualitativo, se discuten
Recibido: 21 de febrero 2018 algunas complicaciones que acarrea la
Aprobado: 1 de abril 2018 construcción del conocimiento desde
esta perspectiva y que se relacionan con su
legitimación en la comunidad científica.
Las producciones cuantitativas no
1. Licenciada en Pedagogía Infantil de la padecen de problemáticas relacionadas
Universidad de Antioquia, magíster en con la credibilidad y objetividad en sus
Investigación Educativa de la Universidad de procedimientos, y, como corolario, la
Alicante, España. Docente de la Universidad
Católica de Oriente y de la Universidad ciencia que se crea a partir de parámetros
de Antioquia. Publicaciones anteriores: cuantitativos resulta ser por definición
“Representaciones Conceptuales de las/os legítima. Como conclusión, se plantea
Maestras/os de Infantil en torno a la Organización
Espacial del Aula” En Profesorado, Revista de que ningún método de investigación
Currículum y Formación del Profesorado; “El debe pretender “capturar” verdades
Espacio y su Uso en la Construcción Social científicas absolutas, pues no es este el
de la Norma” En Zona Próxima y “Estética
Corporalidad y Política” En antes Humanidades propósito de la investigación educativa.
Populares, ahora Cuadernos de Descolonización
y Liberación. Palabras clave: investigación, enfoque
Correo electronico: [email protected]
científico, método científico, ciencia.
Introducción
La investigación, ya sea cualitativa o cuantitativa, es una
actividad científica que provee los fundamentos para los
informes y las representaciones del «Otro».
Denzin y Lyncoln, 2005
Ahora bien, el modo mediante el cual se llega a la Ciencia ha sido desde hace mucho
tiempo la investigación. Esta última implica el permanente preguntar sobre el porqué,
para qué y el cómo de determinado fenómeno, en otras palabras, investigar comienza
con la indagación exhaustiva sobre las cosas (Pulido, Ballén y Zúñiga, 2007).
Etimológicamente hablando, investigar viene del latín “in” (en) y “vestigare” (pos de
la huella de), lo que implica la búsqueda de pistas y vestigios, que, históricamente,
Asimismo, Denzin y Lincoln (2012) refieren ocho periodos por los que la
investigación cualitativa ha atravesado, a saber: el tradicional de 1900-1950, el
modernista (1950-1970), el desdibujamiento de los géneros (1970-1986), la crisis
de la representación (1986-1990), el posmodernismo (1990-1995), la investigación
posexperimental (1995-2000), el presente de las luchas metodológicas (2000-2004) y el
futuro fracturado (2004 a la fecha). Estos periodos, enmarcados entre el siglo XX y
el presente, logran cobijar los distintos enfoques metodológicos que se han llevado
Puede decirse que lo anterior vendría a significar una suerte de retorno al pasado
con aires de posmodernismo. Simultáneamente, esta situación pone nuevamente
en tensión los paradigmas cualitativo y cuantitativo, evidenciando, al parecer, una
suerte de ‘guerra fría donde un método busca imponerse sobre el otro, o por lo
menos mostrarse como el más valido. Por todo ello actualmente resurgen intentos
por ratificar los criterios de veracidad que han amparado la investigación cualitativa
desde sus inicios, en palabras de Sandín:
La polémica que se remonta al siglo XIX, versa entonces sobre los modos de
concebir la realidad; esta confrontación entre los exponentes de las ciencias ‘duras’
y los representantes de las ciencias ‘blandas’, por el modo más lícito de presentar la
existencia, sigue hoy vigente, en ocasiones flexible una con la otra, pero otras veces
radicalizadas en sus posturas (López, 2005). A pesar de este eterno enfrentamiento
entre paradigmas, hay quienes apelan a un acoplamiento entre ambas.
la subjetividad (Cabrero y Richart, 1996). Otro eje del debate mantiene que los
métodos cualitativos son básicamente exploratorios, inductivos, frente a los
métodos cuantitativos, que son de utilidad confirmatoria y de naturaleza hipotético-
deductiva. Sin embargo, es menester destacar los argumentos de los dos ‘padres’ de
la investigación cualitativa y creadores de la teoría fundamentada, a saber, Glaser y
Strauss (1967):
Lo señalado por Glaser y Strauss resulta coherente en tanto es posible que el dilema
entre lo cualitativo y lo cuantitativo sea más una cuestión de relaciones de poder
que realmente un problema sustancial, incluso epistémico, de validez. Puede decirse
que para una situación o problemática concreta existen varias formas de abordarse,
pero es en consideración de los fines que uno u otro método le vendría mejor,
siendo así la manera más fiable y válida de solucionar o comprender el problema. De
hecho, en el mejor de los casos las distintas metodologías de intervención podrían
complementarse, no necesariamente alienarse, pero sí contribuirse mutuamente.
Cuando se pretende ser partidario exclusivo de un método u otro, vale tomar en cuenta
el hecho de que muchos de los investigadores de determinado campo se basan no solo
en el resultado de sus análisis para generar teoría, sino que también aprovechan los
‘descubrimientos’ de su ‘contrincante’ para apoyar y respaldar sus propias cuestiones.
Lo anterior no quiere decir que uno u otro método tengan que cuidarse de no
inmiscuirse en el camino del otro. Por el contrario, se presenta como un indicio de que
ambos pueden soportarse el uno al otro (Glaser y Strauss, 1967, p. 18).
Las fronteras entre los diseños cualitativos realmente no existen. Por ejemplo,
un estudio orientado por la teoría fundamentada abarca elementos narrativos
y fenomenológicos. Una investigación-acción puede generar codificación axial
(teoría fundamentada) cuando analiza entrevistas realizadas a participantes
respecto a cierto problema de interés. Creemos que el estudiante no debe
preocuparse tanto sobre si su estudio es narrativo o etnográfico, su atención
más bien tiene que centrarse en rea1izar la investigación de manera sistemática y
profunda, así como a responder al planteamiento del problema.
(Hernández et al., 2006, p. 713)
Pues bien, comenzando por la Investigación- acción, puede decirse que es un diseño que
busca indicios que propicien la transformación de una realidad concreta, procurando su
mejora desde un enfoque crítico y contextual. Su propósito no se basa en la generación
de teoría sino, más bien, en la solución de problemas, en formar de manera continua a
los participantes, en introducir nuevos modelos de enseñanza, en crear un puente de
comunicación entre investigadores y participantes y en afrontar situaciones problémicas
del aula (Cohen y Manion, 1985, citado en Sandín, 2003). Una definición que brindan
Kemmis y MacTaggart (1988) apunta a la investigación-acción como:
the motivation and will to address their shared concern (citados en Altrichter,
Kemmis, MacTaggart y Skerritt, 2002, p. 125).
[…] es bastante más que una serie de técnicas de recogida de datos que se
puedan describir y adoptar con facilidad. Su soporte conceptual y su modo de
utilización reflejan básicamente las características de la disciplina dentro de la
que fue concebida y desarrollada. Etnografía no es sinónimo de observación
participante, trabajo de campo o investigación cualitativa. Una comprensión más
profunda de la etnografía requiere así mismo una comprensión de la disciplina
de la Antropología. (Wilcox, 1993, citado en Axpe, 2003, p. 16).
Por tanto, este diseño no es algo que deba tomarse a la ligera por el hecho de no
comprender una serie de fases sistemáticas de aplicación. Precisamente, es lo anterior
lo que torna la etnografía en educación como algo complejo que requiere desentrañar
los presupuestos de los que se parte, de modo que el mismo investigador marque las
pautas para realizar la investigación, proceso que supone una mayor rigurosidad en la
elaboración del esquema.
Me enseñó que lo familiar y lo ordinario eran barreras que había que penetrar y
que un modo bastante mecánico de lograrlo consistía en desligarse uno mismo
de su semiparticipación en la actividad en curso y dedicarse a observar lo que
sucedía como si estuviera muy distante o como si viera una película sin sonido ni
subtítulos. […] me mostraba verdaderamente ambivalente acerca de mi supuesta
neutralidad, aunque no siempre lo reconociera entonces ni siquiera en mi fuero
interno. (Jackson, 1992, pp. 32-38)
Most writing on sociological method has been concerned with how accurate
facts can be obtained and how theory can thereby be more rigorously tested.
In this book we address ourselves to the equally important enterprise of how
the discovery of theory from data-systematically obtained and analyzed in
social research-can be furthered. We believe that the discovery of theory from
data-which we call grounded theory-is a major task confronting sociology
today, for, as we shall try to show, such a theory fits empirical situations, and
is understandable to sociologists and layman alike. Most important, it works-
provides us with relevant predictions, explanations, interpretations and
applications. (Glaser y Strauss, 1967)
A propósito de esta cuestión, Tadeu da Silva hace una crítica a esta concepción que, sin
ánimo de debatir la filosofía que soporta la teoría fundamentada, valdría la pena traerla
a colación, en la medida en que es quizás un asunto que corre el riesgo de olvidarse en
el momento en que la figura ‘Teórica’ deslumbra la mirada del lector o investigador:
Siempre es oportuno reflexionar sobre este tipo de cuestiones, que, aunque parecieran
alejadas del método concreto de una investigación, tienen más relación con él del que
aparentan, toda vez que el conjunto de presupuestos que configuramos respecto a un
fenómeno, tema o cuestión suele ser el foco que guía nuestro accionar. En esa medida,
nuestros esquemas mentales, producto de las creencias y experiencias que, a su vez,
se derivan de aquello que legitimamos como verdad, repercuten en la vida social de
manera trascendental. Por ende, es necesario tener claridad sobre el nivel de validez
que otorgamos a determinada ‘teoría’, de modo que esta última no actúe como veto a
fenómenos que se no se enmarquen dentro de sus generalizaciones.
Con relación al Estudio de Casos, es necesario acotar que muchas veces es catalogado
como método de investigación en sí mismo y otras tantas como parte de las
estrategias metodológicas de un estudio (Denzin y Lincoln, 2006). De todas formas,
en la práctica investigativa, tanto una como otra forma de asumirlo se presentan
como legítimas ante la comunidad científica. Grosso modo, el Estudio de Caso se
basa en la investigación de una realidad o fenómeno concreto, caracterizado por ser
particularista, sistémico, basado en la descripción e inductivo (Pérez, 1994, citado
en Sandín, 2003). Frente a este particularismo, es necesario reflexionar cuántas
veces el ser humano analiza y focaliza sus sentidos hacia un objeto o persona que
aparentemente es común e insignificante, puesto que normalmente se vuelca la
atención sobre algo extraordinario u ostentoso. No obstante, el estudio de casos se
basa precisamente en la particularidad, en el análisis minucioso y detallado de lo
singular para poder comprender su complejidad (Stake, 2007).
Por lo anterior, es factible que la filosofía tendría mucho que ver como parte del
proceso de la investigación en un Estudio de Casos. Quizás la pregunta que surja sea
¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Pues bien, se trata de que hay una imposibilidad
por construir de la nada, ya que se requiere partir de algo para generar nuevas cosas,
el problema radica en hallar ese algo, en encontrar un asunto tan meritorio y nunca
antes visto, que sea merecedor de la atención humana. Posiblemente esta sea una
labor agobiante… o no, depende. Al respecto, vale la pena propender por una actitud
o asombro filosófico que coadyuve a encontrar lo deseado, incluso si aún no se conoce.
El asombro filosófico que se refiere es de aquel que se sorprende con la mismidad
permaneciente al fenómeno u objeto, el mismo que es recurrente en el tiempo, en el
espacio y en el ser, pero que se convierte siempre en único, nuevo e irrepetible cada
vez que el investigador lo mira con un lente nuevo.
Este asombro o actitud filosófica se relaciona con el Estudio de Casos, dado que su
metodología implica observar fenómenos que para algunos podrían resultar triviales
o que son “poco significativas” en el ámbito científico, ya sea porque son muy
específicos y no se pueden generalizar (Flyvbjerg, 2006), o porque no se les considera
de alto impacto social. Como agravante, no son valorados lo suficiente si el caso no es
lo bastante llamativo o inusual dentro del campo investigativo. Pero lo que se pretende
realzar aquí es que cualquier caso o fenómeno es susceptible de análisis y puede ser
atrayente e importante para la sociedad, puesto que estas dos últimas cualidades son
atributos otorgados por el ser humano; no son propias de ningún objeto o fenómeno
en sí mismo, sino que son los sujetos quienes tienen la facultad de realzar o denigrar
el valor de cualquier objeto, persona o situación, y para ello se requiere de esta actitud
y mirada filosófica. En relación con este punto neurálgico de los estudios de casos,
Flyvbjerg, estudioso de las ciencias sociales, afirma:
One can often generalize on the basis of a single case, and the case study may be
central to scientific development via generalization as supplement or alternative
to other methods. But formal generalization is overvalued as a source of scientific
development, whereas “the force of example” is underestimated. (2006, p. 228)
Ahora bien, un último diseño del que se hará mención es la Investigación Evaluativa,
misma que busca, concretamente, evaluar programas educativos a fin de determinar
si estos son eficaces y pertinentes, que a su vez posibiliten la toma de decisiones
pertinentes en la práctica educativa (Latorre et al., 1996, citado en Sandín, 2003).
Por otro lado, Escudero (2003) afirma que, en investigación evaluativa, de hecho,
más que hablar de metodologías para llevarla a cabo, se puede hablar de enfoques,
ya que son distintas las maneras de llevarla a consecución, algunas desde miradas
más instrumentales y otras desde ópticas tradicionales. En materia de educación,
vale destacar un momento histórico crucial para la investigación evaluativa, Escudero
señala que en los años sesenta se pueden diferenciar dos modelos de procedimiento:
Para el caso del proyecto social educativo, mencionaré las características principales
que Escudero (2003) recopila, puesto que las considera necesarias a la hora de diseñar
un programa evaluativo. Lo primero a tener en cuenta es el objeto o propósito de la
investigación evaluativa y, en consonancia con ello, quiénes serían los implicados o
beneficiados. En segundo lugar, habría que definir qué aspectos se busca evaluar con su
respectiva justificación, y una vez establecidos delimitar qué información se requiere
y cómo se recogerá. Asimismo, se elegirá el o los métodos de análisis, así como las
personas que harán parte de ese proceso, el cual debe ser secuenciado valiéndose de
100 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 100 - 106
Reflexiones sobre los métodos de la investigación educativa
Es menester resaltar que la Investigación Evaluativa puede hacerse desde una mirada
cuantitativa o cualitativa, en función de los intereses particulares de la comunidad
que requiere la evaluación. Lastimosamente, los métodos cualitativos son los menos
utilizados en este ‘mercado’ académico, dado que requieren mucho más tiempo y
posiblemente recursos para llevarse a cabo. Por ende, los test y pruebas paramétricas
imperan dado el grado de demanda a la hora de evaluar programas educativos.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 101 - 106 101
Giraldo, L.
Como resultado del sustento teórico que ampara los grupos de discusión, hay una
legitimación de estos como instrumento idóneo siempre y cuando esté en consonancia
con los objetivos y el tipo de participantes de la investigación. Experiencias del
profesorado testimonian la recurrencia de situaciones donde se hacen preguntas a
un grupo de niños (entre 3 y 6 años) y uno de ellos contesta en primer lugar, los
demás suelen adherirse a la primera respuesta, o al menos varios de ellos lo hacen.
Lógicamente, esto no sucede siempre, ni en todos los contextos ni con todos los
niños, pero siendo un fenómeno que se presenta no pocas veces, tanto en niños como
en adultos, debe considerarse a la hora de pretender recoger resultados ‘limpios’ de
un grupo de discusión.
Es factible que el ejemplo anterior no suceda tan a menudo con adultos, pero puede
ser que, si bien a los adultos no los convoque la idea de repetir respuestas por falta
de imaginación o intimidación, podrían ser otras cuestiones las que les guíen hacia
ese tipo de reacciones. Verbigracia, en un grupo de discusión puede presentarse que
un participante formule su respuesta igual a la de otros participantes, a razón de una
inclinación de la mayoría. Es posible que este fenómeno tenga sentido, quizás por
el miedo a contestar algo que vaya en contraposición de lo que aparentemente es la
respuesta más obvia, ‘normal’ o mejor aceptada. Esto debe contemplarse a la hora
de establecer grupos de discusión. Recuérdese el famoso experimento de Solomon
Asch en la década de 1950, que demuestra cómo, por diversos motivos, un grupo de
sujetos puede distorsionar su juicio y, por ende, modificar sus respuestas frente a una
pregunta guiándose por lo que piensa la mayoría (Henle, 1961).
En menester señalar que los grupos de discusión no siempre resultan idóneos para
cualquier investigación cualitativa, puesto que cada metodología, sea etnográfica,
fenomenológica, estudio de caso, etcétera, sugiere los instrumentos más convenientes
102 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 102 - 106
Reflexiones sobre los métodos de la investigación educativa
Por otra parte, es necesario no dejar a un lado las posibilidades y virtudes del grupo
de discusión, comenzando por decir que muchas veces este instrumento posibilita
que los participantes de un estudio entren en una zona de tranquilidad, confianza
y reconocimiento que les incita a hablar y poner en palabras sus sentires y criterios,
cosa que en ocasiones la entrevista individual no logra obtener. Pero lo más loable
de este asunto es que la voz y las disertaciones de los participantes son las que
esgrimen la base para construir y configurar los saberes que denotan en sus discursos.
Puede entablarse un símil con El Banquete de Platón (2013), reunión donde no pocos
filósofos se encontraron para discutir cuestiones sobre el amor, y a pesar de que cada
participante del banquete emitía un breve discurso sobre un asunto derivado, fuese
la homosexualidad, los sentimientos, el eros, etcétera, todos tenían la posibilidad de
debatir o apoyar las ideas con sus propios argumentos. Esta analogía tiene lugar en
tanto hace las veces de génesis romántica de los grupos de discusión como entornos
de construcción de racionalidad conjunta.
Es así como las historias de vida y las biografías parecen tener, hoy día, una
trascendencia renovada, toda vez que hay una exploración a profundidad de
los saberes del colectivo social, en contraposición a las grandes estructuras
o dispositivos de poder que suelen adquirir protagonismo por su mera
existencia. Y es en este escenario investigativo, donde los docentes tienen
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 103 - 106 103
Giraldo, L.
Referencias
Altrichter, H., Kemmis, S., MacTaggart, R. & Skerritt, O. (2002). The Concept
of Action Research. The Learning Organization, 9(3), 125-131. Recuperado de
http://www.naclc.org.au/cb_pages/files/The%20concept%20of%20Action%20
research%20-%20Kemmis%20and%20McTaggart.pdf [Consultado el 13 de
enero de 2018].
Álvarez, J. (2003). Cómo hacer investigación cualitativa: fundamentos y metodología.
México: Paidós.
Axpe, M. (2003). La investigación etnográfica en el campo de la educación. Una
aproximación meta–analítica. (Tesis doctoral). Universidad de La Laguna.
Barbour, R. (2013). Los grupos de discusión en Investigación Cualitativa. Madrid: Morata.
Bolívar, A. (2002). “¿De nobis ipsis silemus?”: Epistemología de la investigación
biográfico-narrativa en educación. Revista electrónica de investigación educativa,
4(1), 1-26. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/pdf/redie/v4n1/v4n1a3.pdf
[Consultado el 1.º de enero de 2018].
Bolívar, A. y Domingo, J. (2006). La investigación biográfica y narrativa en
Iberoamérica: campos de desarrollo y estado actual. Forum Qualitative
Sozialforschung, 7(4). Recuperado de http://www.qualitative-research.net/
index.php/fqs/article/view/161/357 [Consultado el 10 de enero de 2018]
Borjas, M. I. y Vílchez, C. F. (2009). Ciencias “duras” vs ciencias “blandas”.
REDHECS: Revista electrónica de Humanidades, Educación y Comunicación
Social, 4(7), 195-209. Recuperado de http://publicaciones.urbe.edu/index.php/
REDHECS/article/viewArticle/624/1590 [Consultado el 1.º de enero de 2018].
Cabrero, J. y Richart M., M. (1996). El debate investigación cualitativa frente a
investigación cuantitativa. Enfermería Clínica, 6(5), 212-217. Recuperado de
104 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 104 - 106
Reflexiones sobre los métodos de la investigación educativa
https://www.researchgate.net/publication/266217625_El_debate_investiga-
cion_cualitativa_frente_a_investigacion_cuantitativa [Consultado el 12 de
enero de 2018].
Cruces, S. et al. (1991). El fenómeno del conformismo ante situaciones no
estructuradas: Confirmación de la hipótesis gestáltica de Asch. Revista de
Psicología Social, 6(1), 61-71.
Denzin, N. (2012). Triangulation 2.0. Journal of Mixed Methods Research, 6(2), 80-88.
Recuperado de http://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1558689812437186
[Consultado el 1.º de enero de 2017].
Denzin, N. y Lincoln, I. (2012). El campo de la investigación cualitativa. Barcelona: Gedisa.
Escudero, T. (2003). From tests to current evaluative research. One century,
the XXth, of intense development of evaluation in education. Relieve, 9(1).
Recuperado de http://www.uv.es/RELIEVE/v9n1/RELIEVEv9n1_1eng.pdf
[Consultado el 1.º de enero de 2017].
Flyvbjerg, B. (2006). Five misunderstandings about case-study research.
Qualitative Inquiry, 12(2), 219-245. Recuperado de http://flyvbjerg.plan.aau.
dk/Publications2006/0604FIVEMISPUBL2006.pdf [Consultado el 30 de
enero de 2017].
Geertz, C. (1990). La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa. Recuperado
de https://antroporecursos.files.wordpress.com/2009/03/geertz-c-1973-la-in-
terpretacion-de-las-culturas.pdf [Consultado el 1.º de enero de 2018].
Gil, J. (1993). La metodología de investigación mediante grupos de discusión.
Enseñanza, (10-11), 199-214. Recuperado de https://idus.us.es/xmlui/bitstream/
handle/11441/16848/file_1.pdf?sequence=1&isAllowed=y [Consultado el 1.º de
enero de 2018].
Glaser, B. & Strauss, A. (1967). The Discovery of Grounded Theory: Strategies for
Qualitative Research. Chicago: Aldine Pub. Co. Recuperado de http://www.sxf.
uevora.pt/wp-content/uploads/2013/03/Glaser_1967.pdf [Consultado el 11 de
enero de 2018].
Henle, M. (1961). Documents of Gestalt Psychology. Berkeley: University of
California Press.
Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2006). Metodología de la investigación
(4.ª ed.). Madrid: McGraw-Hill.
Jackson, P. (1992). La vida en las aulas. Madrid: Morata.
Kuhn, T. (2004). La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de
Cultura Económica.
Llopis, R. (2004). El grupo de discusión: Manual de aplicación a la investigación social,
comercial y comunicativa. Madrid: ESIC. Recuperado de https://books.google.es/
books?id=ZuKMii2TatcC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false
[Consultado el 5 de enero de 2017].
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 105 - 106 105
Giraldo, L.
106 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 106 - 106
Reflexiones sobre los métodos de la investigación educativa
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 107 - 106 107
La investigación,
ya sea cualitativa o cuantitativa,
es una actividad científica que provee
los fundamentos para los informes
y las representaciones del «Otro».
Denzin y Lyncoln, 2005
Revista
Pedagógicos
Resumen
El artículo presenta el análisis de
Autora: algunos de los resultados obtenidos en
Nadia Milena Henao García2 la caracterización del perfil profesional
de los agentes educativos que atienden
Recibido: 1 de febrero de 2018 primera infancia en la Zona 1 (Nororiental)
Aprobado: 28 de febrero de 2018 y Zona 2 (Noroccidental) de la ciudad de
Medellín, enfocados en el conocimiento
de la infancia que dichos agentes
tienen desde una perspectiva histórica,
1. Este artículo fue escrito con base en algunos de política, de desarrollo y de derechos;
los resultados del proyecto “Perfil Profesional, para lo cual se aplicó una encuesta a
Ocupacional y de Inteligencia Emocional de docentes, auxiliares docentes, madres
los Agentes Educativos que Atienden Primera
Infancia en la Ciudad de Medellín: Zona 1 comunitarias, directivos y profesionales
(Nororiental) y Zona 2 (Noroccidental)”, de apoyo pertenecientes a instituciones
desarrollado entre los años 2012 y 2013, que se oficiales y privadas de las zonas en
centró en la caracterización del perfil profesional
de los agentes educativos de las zonas ya mención que ofrecen el Programa Buen
mencionadas. Comienzo. La investigación se enfocó
2. Coordinadora del Área de Enseñabilidad y en el paradigma cuantitativo de tipo no
coordinadora de la línea de investigación en
Infancias de la Licenciatura en Educación Infantil experimental, descriptivo correlacional.
y Preescolar, de la Facultad de Educación y Los resultados muestran, con respecto al
Ciencias Sociales del Tecnológico de Antioquia - conocimiento de la infancia, que existe
Institución Universitaria.
Correo electrónico: [email protected] un desconocimiento no generalizado
de la categoría de infancia, es decir,
se conocen elementos históricos, del
desarrollo y la participación, pero no de
manera amplia.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 109 - 128 109
Henao, N.
Introducción
Desde 1968, Colombia inició acciones de política pública dirigidas a promover la
protección de los niños con la creación del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
(ICBF) mediante la Ley 75, tales acciones dieron vida a una concepción asistencialista,
centrada en la protección y satisfacción de necesidades básicas como el cuidado y la
nutrición, pero fue una visión alejada por mucho tiempo de concepciones educativas
y pedagógicas. Fue así como nacieron los Centros de Atención Integral al Preescolar
(CAIP) mediante la Ley 27 de 1974, orientados a la atención de los hijos e hijas de los
trabajadores, a partir de allí se empezaron a gestar diferentes programas que buscaban
no solo asistir al niño3, sino generar espacios educativos (Simarra, 2010).
Fue así como en el 2007 se formuló la Política Pública Nacional de Atención Integral
a la Primera Infancia mediante el Conpes 109, la cual busca “promover el desarrollo
3. En adelante cuando se haga mención a los niños, se hace referencia a los niños y las niñas respondiendo a la perspectiva
de género.
110 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 110 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
integral de los niños y niñas desde la gestación hasta los 6 años de edad; respondiendo
a sus necesidades y características específicas, y contribuyendo así al logro de la
equidad e inclusión social en Colombia” (Conpes y DNP, 2007, p. 28), lo cual permite
tener una visión amplia de la atención integral, ya que no se queda en la satisfacción
de las necesidades básicas sino que se ocupa de la formación, el aprendizaje y el
desarrollo integral de los niños.
4. Los niveles del Sisbén, para atender a los niños, son retomados de la Política de Atención Integral a la Primera Infancia
de Medellín, aprobada en el año 2011.
5. Según el Departamento Nacional de Planeación-DNP de Colombia, el Sisbén es el Sistema de Identificación de
Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales, que por medio de un puntaje clasifica a la población de acuerdo con sus
condiciones socioeconómicas.
6. Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, la situación de vulnerabilidad está relacionada con
aquellas personas o grupos de personas que, por razones inherentes a su identidad o condición y por acción u omisión de
los organismos del Estado, se ven privados del pleno goce y ejercicio de sus derechos fundamentales y de la atención y
satisfacción de sus necesidades específicas.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 111 - 128 111
Henao, N.
El proyecto surge, por tanto, de la necesidad de apoyar las políticas públicas de primera
infancia que existen en la ciudad de Medellín (Colombia), puntualmente el Programa
Buen Comienzo, a través de un asunto tan crucial, como lo son los agentes educativos
que atienden a la primera infancia, reconociendo que el concepto de infancia no es
único, ya que depende de las representaciones sociales que tiene cada cultura con
relación a ella, y de los momentos históricos de la humanidad. De acuerdo con los
planteamientos de Alzate (2002, p. 2):
112 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 112 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
Conscientes de la responsabilidad social que tenemos los adultos con los niños, se
consideró importante realizar una investigación enfocada en los agentes educativos
que atienden la primera infancia, con el fin de identificar el perfil profesional y las
interacciones que tiene dicha población desde sus concepciones. Por ello les otorgamos
a los agentes educativos un papel fundamental en dicho proceso investigativo, pues
son ellos quienes de manera directa permiten que la atención que se le brinda a la
infancia en la ciudad de Medellín sea integral y de calidad, con un enfoque de derechos
y de responsabilidad social.
Metodología
7. La ciudad de Medellín (Antioquia, Colombia) se encuentra dividida en siete zonas: zona 1 nororiental, zona 2
noroccidental, zona 3 centroriental, zona 4 centroccidental, zona 5 suroriental, zona 6 suroccidental y zona 7 distrito rural;
y estas a su vez se dividen en comunas, sumando un total de 16 comunas. Las zonas se emplean para agrupar las comunas
según su ubicación dentro de la ciudad.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 113 - 128 113
Henao, N.
Resultados y discusión
A partir de reconocer la formación como el eje central que permite la constitución de los
sujetos en un campo social y cultural, y teniendo en cuenta la formación de los agentes
educativos que atienden la primera infancia en la ciudad de Medellín, es necesario que
el proceso de interacción que se establezca con la infancia parta de su reconocimiento
profundo desde diferentes perspectivas, pero sobre todo que se construya una
concepción clara sobre ella, ya que de esto depende el modo de relacionarse con esta
población y la garantía de sus derechos desde un enfoque de integralidad.
114 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 114 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
No existe una única concepción sobre la infancia, ya que este concepto depende de
las representaciones sociales de cada cultura con relación a ella y de los momentos
históricos de la humanidad (Alzate, 2002).
Los agentes educativos que hacen parte del Programa Buen Comienzo evidencian un
mayor conocimiento de la infancia como población sujeto de derechos con relación
a los agentes de las instituciones oficiales y privadas, lo cual puede deberse a que se
encuentran en una relación más estrecha con la Política Pública de Atención Integral
a la Primera Infancia de Medellín, y además participan en eventos académicos y
procesos formativos permanentes, donde se parte del reconocimiento de los niños
como sujetos de derechos con base en la Convención de los Derechos del Niño de
1989, la Constitución Política de Colombia de 1991 y el Código de la Infancia y la
Adolescencia de 2006.
Es necesario hacer un estudio para indagar por qué los agentes educativos que
pertenecen a instituciones oficiales y privadas y algunos a los oferentes de Buen
Comienzo, aún tienen una visión de los niños y niñas como agentes-activos, agentes-
pasivos o como objetos de protección, lo cual puede deberse a los niveles de formación,
a un desconocimiento de la evolución histórica que ha tenido la categoría de infancia,
de los movimientos sociales a favor de ella, de las políticas, programas y proyectos que
se han gestado para garantizar sus derechos, o tal vez porque siguen considerando la
infancia como una etapa de fragilidad y de carencias y desconocen que, como en todas
las etapas de desarrollo del ser humano, se poseen potencialidades y capacidades
susceptibles de desarrollo por medio de relaciones con los objetos y los sujetos.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 115 - 128 115
Henao, N.
Concepciones de la Infancia
0 10 20 30 40 50 60
9,5% 1
12
Oferentes Programa 7% 50,7% 123
Buen Comienzo 9,5%
1234
7,5%
124
Instituciones Oficiales 20% 40% 13
25% 134
16,7% 14
Instituciones Privadas 33,3% 2
25%
8,3% 23
Figura 1. Opinión de los agentes educativos por tipo de institución respecto a las concepciones
de la infancia.
(1) objeto de protección, (2) sujeto de derechos, (3) agente-activo, (4) agente-pasivo.
Fuente: Elaboración propia.
116 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 116 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
SI NO No Responde
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Oferentes Programa 42,8%
55,2%
Buen Comienzo 2%
27,5%
Instituciones Oficiales 72,5%
41,7%
Instituciones Privadas 58,3%
Figura 2. Opinión de los agentes educativos por entidad respecto al significado relevante de la
infancia para la sociedad en todas las épocas.
Fuente: Elaboración propia.
En la segunda pregunta: ¿puede decirse que para todas las culturas la infancia tiene el
mismo significado?, entre un 81,6 % y un 92,5 % de los agentes educativos consideran
que la infancia NO tiene en todas las culturas el mismo significado, y existe una
tendencia marcada entre los tres tipos de instituciones (ver Figura 3).
SI NO No Responde
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
14,9%
Oferentes Programa 81,6%
Buen Comienzo 3,5%
7,5%
Instituciones Oficiales 92,5%
8,3%
Instituciones Privadas 91,7%
Figura 3. Opinión de los agentes educativos por tipo de institución respecto al significado de
la infancia para todas las culturas.
Fuente: Elaboración propia.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 117 - 128 117
Henao, N.
SI NO No Responde
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
52,5%
Oferentes Programa 40,8%
Buen Comienzo 7%
55%
35%
Instituciones Oficiales 10%
8,3%
Instituciones Privadas 83,3%
8,3%
Figura 4. Opinión de los agentes educativos por tipo de institución respecto al conocimiento
de la influencia de otras culturas en América Latina en la transformación positiva de la
concepción de infancia.
Fuente: Elaboración propia.
118 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 118 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
SI NO No Responde
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
22,9%
Oferentes Programa 75,1%
Buen Comienzo 2%
10%
Instituciones Oficiales 90%
8,3%
Instituciones Privadas 91,7%
Figura 5. Opinión de los agentes educativos por tipo de institución respecto a la superación de
infanticidio, abandono, ambivalencia e intrusión en la época actual.
Fuente: Elaboración propia.
Segundo, al indagar si en todas las culturas existe el mismo significado con respecto
al concepto de infancia, se encuentra que en porcentajes muy amplios los agentes
educativos de los tres tipos de instituciones consideran que NO, lo cual evidenciaría
que tienen claro que cada sociedad y cultura construyen sus propias concepciones
según las creencias y costumbres, sin embargo, esta respuesta es contradictoria frente
a la de la anterior pregunta, en la cual un porcentaje significativo responde que en
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 119 - 128 119
Henao, N.
todas las épocas las sociedades SÍ han tenido el mismo significado sobre la infancia. Es
decir, por un lado consideran que no todas las culturas tienen el mismo significado de
la infancia, pero, por otro, que todas las sociedades en todas las épocas han tenido el
mismo significado de la infancia.
Por eso los agentes educativos no pueden generalizar las concepciones que se han
tenido sobre la infancia a lo largo de la historia, ya que es evidente que el significado
de la infancia no ha sido el mismo en todas las sociedades y culturas en las diferentes
épocas. Este conocimiento permite reconocer las concepciones e imágenes de la
infancia en diferentes épocas históricas, así como las prácticas a favor o en contra y
las características de los contextos familiares, sociales y culturales que la han rodeado,
y de este modo llegar a la concepción actual sobre infancia como una categoría social,
y de los niños como sujetos de derechos reconocidos mediante la Convención de los
Derechos del Niño en 1989, lo que ha generado movilizaciones sociales a favor de su
protección, bienestar, educación y participación.
120 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 120 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
Se observa que no existe una tendencia entre los tres tipos de instituciones respecto de
la subvariable que indaga por el conocimiento que tienen los agentes educativos de las
normas referentes a la atención integral a la primera infancia: un 16,9 % de los agentes
educativos del Programa Buen Comienzo conocen la Ley 1098 de 2006 y un 11,4 %,
las áreas de derecho. En cuanto a los agentes educativos de las instituciones oficiales,
un 30 % conocen las guías del MEN y la Ley 1098 de 2006, y un 33,3 % de los de las
instituciones privadas conocen las guías del MEN. Los otros porcentajes se distribuyen
en las demás opciones de respuesta (ver Figura 6).
Al analizar estos resultados, se evidencia que no existe una unificación en cuanto a los
documentos legales que ellos dicen conocer. El porcentaje más amplio de los agentes
educativos del Programa Buen Comienzo se ubican en un conocimiento de la Ley 1098
de 2006 y de las áreas de derecho, lo cual es lógico en el sentido que ellos pertenecen de
manera directa a la política pública de atención integral a la primera infancia, de la cual
ambos documentos son el sustento, ya que, por un lado, la Ley 1098 plantea el principio
de corresponsabilidad entre familia, sociedad y Estado, y la importancia que tienen los
primeros años de vida en el desarrollo cognitivo, social, afectivo y comunicativo del
ser humano, y por otro lado, porque las áreas de derecho son las que sustentan las
políticas públicas, ya que a partir de ellas se materializa la atención en salud, nutrición,
protección, educación, ciudadanía y desarrollo integral de la primera infancia.
El mayor de los porcentajes entre los agentes educativos de las instituciones oficiales y
privadas, por su parte, dicen conocer las guías del Ministerio de Educación Nacional, lo
cual se explica porque ellos pertenecen no al ámbito de la educación inicial regida por
las políticas públicas de primera infancia, sino al ámbito de la educación formal, donde
los lineamientos que plantea el Ministerio son los que rigen el funcionamiento de las
instituciones y la práctica pedagógica y educativa de los agentes.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 121 - 128 121
Henao, N.
Conocimiento de la Política
0 5 10 15 20 25 30 35
1
6,5% 12
123
Oferentes
3,5%
Programa 1234
Buen Comienzo 7,5%
11,4% 12345
16,9% 1235
124
20%
125
134
Instituciones 15%
5% 14
Oficiales 30%
2,5% 145
10%
15
8,3% 2
23
33,3% 234
Instituciones
25%
Privadas 2345
16,7% 24
8,3%
Figura 6. Opinión de los agentes educativos por tipo de institución respecto al conocimiento
de las políticas o normas referentes a la Atención Integral a la Primera Infancia.
(1) Conpes 109, (2) Guías MEN, (3) Áreas de Derecho, (4) Ley 1098 de 2006, (5) Otra.
Fuente: Elaboración propia.
122 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 122 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
Se observa que con base en la subvariable que indaga por el conocimiento que tienen
los agentes educativos frente a la teoría del desarrollo que sustenta la política pública
de atención integral a la primera infancia, no existe una tendencia entre los tres
tipos de instituciones, ya que desde los oferentes del Programa Buen Comienzo y las
instituciones privadas entre un 45,3 % y un 50 % de los agentes educativos consideran
que en la política pública la teoría del desarrollo que actualmente se reconoce como
relevante para el trabajo con la primera infancia es la Teoría Estímulo-Ambiente. Por
su parte los agentes educativos de las instituciones oficiales, consideran que la teoría
relevante es la Ecológico-Contextual con un 52,5% (ver Figura 7).
Los agentes educativos del Programa Buen Comienzo y de las instituciones privadas
presentan niveles altos de desconocimiento respecto a la teoría del desarrollo que
sustenta la Política Pública de Atención Integral a la Primera Infancia, la cual plantea que
el desarrollo es un proceso cambiante de reconstrucción y reorganización permanente, en
interacción consigo mismo y con el contexto. El desconocimiento de los agentes puede
deberse a que no conocen las políticas públicas que se han gestado a nivel nacional y
municipal en torno a la primera infancia, lo que puede repercutir en la manera como los
agentes educativos planean sus actividades y las desarrollan, y los objetivos que proponen
para las mismas, ya que ellos afirman que la teoría relevante en el trabajo con los niños es
la de estímulo-ambiente, que se relaciona con los postulados de la teoría sociocultural, la
cual plantea el desarrollo del ser humano dentro de un contexto social, es decir, primero
se establecen relaciones con el entorno y posteriormente nos desarrollamos.
1 12 123 13 2 3 4 5 No Responde
0 10 20 30 40 50 60
45,3%
Oferentes Programa
Buen Comienzo 34,3%
8%
27,5%
Instituciones Oficiales 52,5%
10%
50%
Figura 7. Opinión de los agentes educativos por tipo de institución respecto al conocimiento
de la teoría del desarrollo que sustenta la Política Pública de Atención Integral a la Primera
Infancia.
(1) Estímulo-Ambiente, (2) Organicista, (3) Ecológico-Contextual, (4) Otra, (5) No Sabe-No Responde.
Fuente: Elaboración propia.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 123 - 128 123
Henao, N.
Dentro de la subvariable que indaga por el conocimiento que tienen los agentes
educativos de los derechos de la infancia, se tuvieron en cuenta dos preguntas
fundamentales para la investigación. Se observa que en la primera pregunta (¿qué
tipo de derechos de la infancia conoce?) existe una tendencia en los tres tipos de
instituciones, ya que entre un 55,2 % y un 67,5 % de los agentes educativos dicen
conocer solo los derechos fundamentales de la infancia (ver Figura 8).
124 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 124 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
1 12 2 3 No Responde
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Oferentes Programa 21,9% 55,2%
Buen Comienzo
67,5%
Instituciones Oficiales 20%
33,3% 66,7%
Instituciones Privadas
Figura 8. Opinión de los agentes educativos respecto al tipo de derechos de la infancia que conoce.
(1) Fundamentales, (2) Áreas de Derechos, (3) No conoce, (4) Otros.
Fuente: Elaboración propia.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 125 - 128 125
Henao, N.
Conocimiento de la Política
0 5 10 15 20 25 30 35
1
6,5% 12
123
Oferentes
3,5%
Programa 1234
Buen Comienzo 7,5%
11,4% 12345
16,9% 1235
124
20%
125
134
Instituciones 15%
5% 14
Oficiales 30%
2,5% 145
10%
15
8,3% 2
23
33,3% 234
Instituciones
25%
Privadas 2345
16,7% 24
8,3%
Figura 9. Opinión de los agentes educativos por entidad respecto a los documentos legales
que conocen relacionados con los derechos de la infancia.
(1) Constitución, (2) Convención, (3) Protección, (4) Derechos Áreas, (5) No conoce, (6) Otra.
Fuente: Elaboración propia.
126 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 126 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
En segundo lugar, con relación a la pregunta sobre cuáles documentos legales conocen
en relación con los derechos de la infancia, se evidencia que existe coherencia con la
pregunta anterior, cuya respuesta predominante fue los derechos fundamentales, en
este caso predominó el conocimiento de la Constitución Política, en cuyo Artículo 44
están estipulados los derechos fundamentales de los niños, lo que muestra una vez
más el desconocimiento que existe respecto de las áreas de derecho y por tanto de la
Convención de los Derechos del Niño.
Conclusión
En el proceso de descripción y análisis de los resultados arrojados en la aplicación
del instrumento de perfil profesional a los agentes educativos que atienden primera
infancia en la Zona 1 Nororiental y Zona 2 Noroccidental de la ciudad de Medellín,
se concluye que el conocimiento de la infancia de los agentes educativos incide en
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 127 - 128 127
Henao, N.
las relaciones que se establecen entre agente educativo y niño, ya que es a partir
de los procesos de socialización, institucionalizados o no, que se generan procesos
de mediación pedagógica que afectan directa o indirectamente el modo de ver y de
obrar en el mundo de la vida, para desarrollar la capacidad de expresión, movilizar
pensamientos y potenciar acciones consigo mismo, con el otro y con lo otro, para
integrarse a una cultura y a su vez transformarla.
Por lo tanto, el perfil profesional de los agentes educativos de primera infancia debe
ir en correspondencia con un proyecto histórico-pedagógico, es decir, debe reflejar
el arquetipo de ser humano que se anhela formar y el tipo de ciudadanía a la que se
aspira en un momento determinado, pues esto condiciona las actividades y orienta los
esfuerzos que se llevan a cabo en los niveles personal, social y gubernamental a fin de
seguir en el reconocimiento de la infancia como una categoría social, y de los niños
como sujetos de derechos.
Referencias
Alcaldía de Medellín. Decreto 01277 del 5 de julio de 2013, “Por el cual se reglamenta
el Acuerdo 58 de 2011, mediante el cual se adoptó la Política Pública de Atención
Integral a la Primera Infancia Buen Comienzo, se desarrolló un Sistema de
Atención Integral y se modificó el Acuerdo 14 de 2004”. Gaceta Oficial, N.° 4176.
Alzate, M. (2002). Concepciones e imágenes de infancia. Revista de
Ciencias Humanas, (28). Recuperado de http://repository.unad.edu.co/
bitstream/10596/4863/1/514517%20infancia.pdf
Asamblea Nacional Constituyente (1991). Constitución Política de Colombia.
Bogotá, D.C.
Casas, F. (2006). Infancia y representaciones sociales. Política y Sociedad, 43(1), 27-
42. Recuperado de http://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/view/23779
Coleman, J. (1990). Foundations of Social Theory. Cambridge, Mass.: Harvard
University Press.
128 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 128 - 128
Perfil profesional de los agentes educativos que atienden primera infancia
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 129 - 128 129
Los seres humanos
no son sólo socializados,
sino que se socializan
a sí mismos.
Revista
Pedagógicos
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 131 - 148 131
Violante, R.
132 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 132 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
3. Para ampliar la caracterización de los diferentes niveles de teorización de Ferry se transcribe a continuación un fragmento
de la tesis de maestría de Rosa Violante: “[…] Ferry (1997) muestra en la escala de teorización propuesta qué lugar ocupa
la teoría en la formación docente desde el nivel de las acciones hasta el nivel del conocimiento científico. En este sentido,
plantea que puede teorizarse sobre las prácticas o bien sobre aspectos de la realidad que inciden en las prácticas. En su escala,
Ferry reconoce cuatro niveles:
1. Nivel de la práctica o nivel del hacer
2. Nivel del conocimiento técnico
3. Nivel del conocimiento praxiológico
4. Nivel del conocimiento científico
Resulta importante hacer dos precisiones en relación con estos cuatro niveles. En primer lugar, desde el nivel 2 al nivel 4
aparece la expresión “conocimiento de”, es decir, explicitación de razones, referencia a algún tipo de construcción teórica.
El nivel 1 se refiere al nivel de la acción. En segundo lugar, Ferry plantea que los tres primeros niveles representan diferentes
grados de “teorización” con relación a las acciones prácticas. El cuarto nivel se diferencia de los otros tres porque se “despega”
de las acciones, busca explicar condiciones, situaciones que inciden en las acciones prácticas, produce saberes libres de la
preocupación por las acciones. En este último nivel, la teoría no responde a interrogantes sobre las acciones.
El primer nivel de la práctica o nivel del hacer se refiere al hacer empírico. Se responde con acciones frente a la pregunta ¿qué
hacer? Se hacen presentes al actuar el conocimiento tácito (Polanyi, 1970), el conocimiento en la acción (Schön, 1986). No
hay conciencia de tal conocimiento.
En el segundo nivel (técnico) se da un primer distanciamiento respecto de la acción, se produce un discurso sobre el hacer,
un discurso empírico, dado que consiste en explicar pasos, proponer recetas para conseguir determinados resultados.
Correspondería al primer nivel propuesto por Van Manen, el nivel técnico. Es un discurso técnico. Se construye con la
respuesta a la pregunta ¿cómo hacer? Estos saberes son los saberes característicos que se necesitan para desarrollar un oficio.
Los sujetos logran apropiarse de un “saber hacer” pero sin conciencia de las razones que justifican esas acciones. Este nivel,
junto con el siguiente, correspondería a lo que Schön considera la “reflexión sobre la acción”.
La diferencia entre el segundo y el tercer nivel, que a continuación desarrollaremos, consiste en que mientras en el segundo
nivel se reflexiona sobre el qué hacer, y que supone dar cuenta de una racionalidad técnica (Habermas, 1971), en el tercer nivel
se reflexiona sobre las razones, las finalidades y los fundamentos. Es una reflexión que puede dar cuenta de una racionalidad
práctica, que en términos de Habermas supone un compromiso ético y social además de la consideración de las técnicas.
En el tercer nivel (praxiológico) se construyen las respuestas a las preguntas ¿por qué hacer...? y ¿para qué hacer? Los modelos
del “saber hacer” se ponen en cuestión; se reflexionan y analizan cuáles son las implicancias de las acciones.
A nuestro entender, este tercer nivel correspondería al 2º y 3º niveles propuestos por Van Manen, es decir, se reflexiona
tanto sobre los objetivos y principios de la práctica educativa como sobre los matices morales y políticos enmarcados en una
perspectiva más amplia. Ferry explica que en este nivel “podemos empezar a hablar realmente de teoría porque no se trata
de reproducir de manera idéntica recorridos o desarrollos que se pudieron haber practicado anteriormente sino que se va
a pensar, a reflexionar sobre el sentido de estos trayectos” (Ferry, 1997, 78) . Este nivel refiere al concepto de praxis, que no
implica sólo el hacer técnico; la praxis demanda del docente “sabiduría práctica”, capacidad para tomar decisiones en orden a
los aspectos no sólo técnicos, sino éticos y sociales. Para Ferry, “la praxis no es sólo la práctica, la praxis es la puesta en obra
de diferentes operaciones en un contexto dado que es necesario analizar y en el que habrá que tomar decisiones referentes al
plan de ejecución de lo que se hace”. Este concepto de praxis explica el carácter ético, moral y político de la actividad docente
mostrando cómo va más allá de un conjunto de pasos técnicos a seguir.
“En la praxis, el pensamiento y la acción (o la teoría y la práctica) guardan entre sí una relación dialéctica; deben entenderse
como mutuamente constitutivas, en un proceso de interacción por medio del cual el pensamiento y la acción se reconstruyen
permanentemente, en el seno del proceso histórico vivo que se manifiesta en toda situación social real. Ni el pensamiento es
preeminente, ni lo es la acción” (Carr y Kemmis, 1986).
Finalmente, y en relación con el cuarto nivel, Ferry caracteriza al conocimiento científico como aquel que está conformado
por las teorizaciones referidas a aspectos educativos, pero no directamente vinculados a la toma de decisiones para la acción.
Son conocimientos que responden a preguntas tales como: ¿Cómo podríamos caracterizar la institución escuela? Perrenoud
(1994) los llama saberes de referencia.
La reflexión y la teorización se realizan sobre las prácticas docentes, que son nuestro objeto de estudio y en cada uno de los
niveles propuestos se abordan, a nuestro entender, diferentes dimensiones de dichas prácticas que no resultan excluyentes
entre sí; por el contrario, toda práctica docente conlleva una dimensión técnica y práctica.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 133 - 148 133
Violante, R.
Su tarea incluye proponer una organización de contenidos que atienda los modos
más apropiados para ofrecerlos a los niños pequeños. De este modo se permite la
democratización del conocimiento ofreciendo la posibilidad de que todos y todas
puedan acceder a él. Permite llegar a todos y todas, los niños y las niñas, porque ayuda
a encontrar las múltiples formas de lograrlo. Al mismo tiempo se ocupa de la reflexión
sobre la función de la evaluación de los aprendizajes, y la incluye, para la re-visión de
las propuestas de enseñanza en función de promover una educación integral.
134 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 134 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
Educación integral
Los propósitos generales de la educación inicial se orientan a considerar que
la formación personal y social y la alfabetización cultural, constituyen las
dimensiones de una educación integral. Este enfoque integral se propone satisfacer
las necesidades e intereses de los niños y niñas en forma armónica y equilibrada.
Implica responder a las necesidades de afecto, cuidado, sostén, confianza y al
interés por jugar, explorar, conocer el mundo y sus múltiples manifestaciones
culturales. Proponer una educación integral es pensar en el derecho incuestionable
a la educación, a acceder al conocimiento, a los saberes, las actitudes, los modos de
actuar y pensar y las habilidades —expresados en los Núcleos de Aprendizaje/ en
los contenidos, para todos los niños y las niñas. Este pilar ofrece orientaciones a la
hora de seleccionar que enseñar.
Globalización
Las propuestas de enseñanza que se ofrecen a los niños y niñas pequeños han
de responder al principio de globalización. Esto significa presentar situaciones
totalizadoras y evitar la fragmentación a la que se tiende cuando se seleccionan
contenidos para enseñar desgajados de las propuestas o de los contextos de los que
forman parte. Los organizadores de la enseñanza propios de la educación inicial
(proyectos de juego, proyectos para conocer el ambiente, la vida cotidiana, las
experiencias estéticas y la multitarea) (Violante y Rodríguez, 2017) se caracterizan
por constituirse en propuestas - recortes “globales” o con una estructura, o
propuestas totalizadoras que resultan significativas para los niños y las niñas. Desde
las propuestas se apela a la inclusión de los diferentes contenidos de los campos de
experiencias que sean pertinentes de abordar para cada caso. Se nuclea o aglutina
aquello que guarda sentido con determinado proyecto de juego, o con la oferta de
multitarea, o con el organizador de la enseñanza que lleve adelante el docente.
De este modo se posibilita que todos los niños y las niñas accedan a la construcción
de conocimientos a partir de una intencionalidad docente, que enfatiza el derecho
a la democratización de los saberes como patrimonio de todas y todos. Este pilar
constituye una de las argumentaciones a partir de la cual se proponen los organizadores
de la enseñanza ya mencionados como “configuraciones didácticas” propias de la
educación inicial.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 135 - 148 135
Violante, R.
de jugar diferentes juegos que han de estar presentes en el devenir cotidiano de todas
las salas de la escuela infantil.
La centralidad del juego involucra pensar las propuestas en clave de juego a sabiendas
de que existen otras actividades también legítimas, que no son juegos, como las
experiencias estéticas, u otras propuestas pertenecientes a distintos campos de
experiencias que promueven también aprendizajes significativos. El juego constituye
un contenido de alto valor cultural, y al mismo tiempo un medio para enseñar otros
contenidos-núcleos de aprendizaje de otros campos de experiencias comprometidos
en los verdaderos juegos. Estos tres primeros pilares (educación integral, globalización
y centralidad del juego) responden a las preguntas de para qué y qué enseñar. Se
propone ofrecer los saberes y contenidos culturales con el propósito de promover la
educación integral. Los pilares que siguen se pronuncian sobre cómo enseñar.
Multitarea
La multitarea (Violante, 2013a) ha de constituirse en una de las modalidades
privilegiadas para organizar la enseñanza. Propone ofertar en simultáneo varias
alternativas de actividades y/o juegos, entre los que espontáneamente los niños y
las niñas pueden optar. Supone una organización del espacio particular, zonificado;
conlleva la conformación de pequeños grupos de niños y niñas, hecho que aumenta y
enriquece la interacción entre ellos. Permite el respeto por los tiempos individuales
de aprendizaje y una intervención docente más particularizada, sin perder de vista el
desenvolvimiento de la actividad en el grupo total. Al proponer diferentes actividades,
se promueve la educación integral.
Ambiente alfabetizador
Se caracteriza un ambiente alfabetizador cuando implica considerar que el espacio
ha de ser mediado o intervenido pedagógicamente por el docente que enseña. La
construcción de escenarios es condición básica para poder llevar una enseñanza
que ofrezca contextos de vida enriquecedores para los niños y niñas. Las formas
convencionales que suponen un espacio con mesas y sillas exclusivamente y
actividades dirigidas al grupo total, para que al mismo tiempo todos realicen las
mismas acciones y del mismo modo, resultan escenarios empobrecidos, en los que
se dificulta armar dinámicas de trabajo en las que se promueva la autonomía y la
atención individual de cada niño y cada niña. La oferta de materiales diversificados
y polivalentes conforma una parte constitutiva de la construcción de un ambiente
alfabetizador. Un ambiente alfabetizador supone considerar que el espacio enseña, si
es diseñado intencionalmente por el docente.
136 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 136 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
total de la jornada escolar, para las niñas y niños más grandes han de prevalecer
situaciones de enseñanza en clave de juego y multitarea.
Los tiempos propuestos para las diferentes actividades también han de considerar las
edades y posibilidades de los niños y las niñas, sus umbrales de tolerancia atencionales
y el tipo de juegos y tareas que se les han de ofrecer. Las “rutinas”5 estables (en tanto
actividades cotidianas no automatizadas) resultan organizadores estructurantes de las
experiencias cotidianas, las hacen previsibles, contribuyen a promover la autonomía,
la seguridad y la confianza en los niños y niñas.
5. Rutinas (se toma de los aportes de Zabalza [1996]) pero no comprendidas como rutinización en estructuras rígidas
de horarios y de distribución espacial, sino como rutinas constructivas, entendidas como ciertos rituales, secuencias de
acciones que se reiteran y se pueden anticipar para generar un sentimiento de seguridad por el porvenir cotidiano.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 137 - 148 137
Violante, R.
Una definición de enseñanza dirigida a niños y niñas desde el nacimiento hasta los 6 años
tiene que responder a las particulares formas de aprender de los niños pequeños, por
lo tanto, atender a formas de enseñar específicas de la educación inicial. La enseñanza
en el nivel inicial exige una definición propia6, se refiere a todo el conjunto de acciones7
que despliega el adulto para que los bebés y los niños crezcan en un ambiente seguro
y enriquecedor, que potencie el desarrollo en sus diferentes dimensiones (física,
afectivo-social, cognitiva, lingüística, artística, etc.), al mismo tiempo que se les
ofrezca como un “universo a descifrar, construir, transformar”. Enseñar en el nivel
inicial supone acompañar al bebé y al niño en la construcción de los significados
culturales que portan los objetos, las acciones, los gestos, los modos de actuar, los
festejos, las costumbres. Supone también ofrecer experiencias de observación,
exploración y experimentación para ampliar y enriquecer el conocimiento de las
características del mundo físico y natural.
6. Se transcriben fragmentos del documento: Violante, R. (2001). Enseñanza en el Nivel Inicial I y II. Disponible en http://
studylib.es/doc/6335702/ense%C3%B1anza-en-el-nivel-inicial-1-y-2
7. Al hablar de “las acciones docentes” incluimos las realizadas antes, durante y después del desarrollo de la actividad
propiamente dicha llevada a cabo junto con los niños. Es decir, planificar es una de las acciones que despliega el docente
para lograr que los niños aprendan, de igual modo que las reflexiones posteriores al desarrollo de la actividad.
8. En las primeras secciones tiene una importancia fundamental y ocupa gran parte del tiempo de la jornada, lo que no
significa que no se continúe con la crianza en las edades más avanzadas.
138 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 138 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
sólo ofrecer la comida, el biberón, etc., nutrir se refiere a ofrecer conjuntamente con
el biberón la contención afectiva, el sostén, los brazos que ofrecen la calidez humana
que hacen del momento de la alimentación una experiencia plena que se desea repetir
porque produce bienestar físico y emocional. Tomando una definición genérica de
enseñanza (Fenstermacher, 1988) como una actividad intencional que implica una
relación particular entre, por lo menos, dos personas, en la que una de ellas posee un
saber, experiencia y conocimiento que quiere transmitir a otro sujeto, vemos que en
el nivel inicial se enseña, pero la modalidad en que se transmite a los bebés y niños la
cultura, las habilidades, la necesidad de autonomía y la seguridad para confiar en los
otros adquiere formas particulares.
9. La síntesis se ha elaborado a partir de dos escritos anteriores. Véanse: Violante (2006) y Soto y Violante (2005).
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 139 - 148 139
Violante, R.
140 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 140 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
lo pueden hacer con otros chicos y chicas, sin necesidad de la presencia del adulto.
Como se ha tratado, más lo juegan, más lo comprenden, mayor dominio y autonomía
van adquiriendo. Cuanta mayor autonomía logran, mayor libertad adquieren. Para
el logro del dominio y la autonomía hace falta un docente que haya enseñado, vaya
“haciendo juntos”, o bien, que enseñe a jugar, jugando (P. Sarlé). Tal como lo plantea
Bárbara Rogoff, al desarrollar la conceptualización de “participación guiada” y
“traspaso paulatino del control de la situación”, es evidente que el adulto atento, que
sabe observar las posibilidades de acción de los bebés y niños, logra retirarse a tiempo
y favorecer la asunción de la responsabilidad de la acción por parte del niño, en el
momento en que cuenta con las condiciones para asumirlo.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 141 - 148 141
Violante, R.
El lenguaje se enseña y enseña otros aspectos hablando junto con los niños-niñas
y para los niños-niñas. A partir de estas ocho formas de enseñar es interesante
reflexionar acerca de cuáles resultan más apropiadas según el contenido o núcleo de
aprendizaje que se quiera enseñar. A modo de ejemplo, para enseñar a jugar juegos de
exploración de propiedades de los objetos / juegos de construcción, principalmente se
proponen escenarios con diversos materiales para favorecer la actividad exploratoria
autónoma de los niños. En cambio, para enseñar un juego tradicional como el “veo-
veo”, es la realización conjunta y la repetición del formato lo que permitirá que el
niño se apropie de este juego y luego pueda jugarlo en forma autónoma.
142 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 142 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
El cómo enseñar nos remite a las formas de enseñar propias de la educación inicial ya
expuestas en el apartado anterior. Se entiende que estas configuraciones didácticas
se constituyen en una forma de concretar el derecho a acceder a una educación de
calidad, y por lo tanto en oportunidad de verdadera inclusión. No es suficiente con que
los niños asistan a las instituciones, en ellas además han de ofrecerse oportunidades
para aprender los contenidos correspondientes a cada eje de experiencias, área
curricular, dimensiones, etc., para recibir educación integral. Este planteo de cómo
lograr calidad e inclusión lo analizaremos en la cuarta reflexión.
En relación con los modos de actuación del docente, las diferentes formas de enseñar
resultan unas más adecuadas que otras según el contenido que se vaya a enseñar.
Por otra parte, consideramos de interés reflexionar acerca de no polarizar en falsas
antinomias el enseñar por medio de escenarios, disponiendo materiales como una
forma hoy reconocida y oponerlos a la presentación de consignas más precisas que
indican modos de resolución de determinadas situaciones. Pensamos que para el
caso de los juegos de construcción puede resultar tan valioso proponer materiales
y dejar que autónomamente el niño explore, pruebe y construya, como también
ofrecer ‘modelos’ para construir siguiendo algunos pasos, no como la única forma
de proponer los juegos de construcción, sino como una entre tantas propuestas con
diferentes grados de direccionalidad externa ejercida por parte del docente.
A modo de ejemplo, en el caso del juego dramático, es tan válido proponer armar
un escenario que represente el almacén y proponer jugar a comprar y vender, como
también dejar dispuestos elementos no estructurados como cajas, telas, tubos, y
otros objetos para que surja el tema de la dramatización de parte de los niños. Ambas
propuestas contribuyen y enriquecen el desarrollo personal y social y la alfabetización
cultural, porque ayudan a que los niños aprendan los modos sociales de ser y estar
en diversos contextos, en la calle, el almacén, el colectivo, el teatro, la casa, el museo,
etcétera. Se propone incluir situaciones de juego dramático con diferentes grados
de direccionalidad externa. En general, en el juego en el patio o en el rincón de
dramatizaciones suceden los juegos dramáticos cuyas temáticas son propuestas por
los niños, y en otras situaciones se suman las temáticas y los escenarios dispuestos y
propuestos por los docentes.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 143 - 148 143
Violante, R.
En cada espacio o zona pensados se disponen materiales con cuya interacción los
niños podrán aprender diversos contenidos específicos que contribuyen a lograr
una educación integral. La idea es principalmente ofrecer espacios simultáneos
todos desafiantes, interesantes, con ofertas que inciten al aprendizaje de contenidos
de los diversos ejes de experiencias y dimensiones del aprendizaje. La multitarea,
principio pedagógico, pilar y a la vez organizador privilegiado de la enseñanza para
los niños pequeños, ofrece posibilidades de elección, trabajo en pequeño grupo, lo
que implica mayor interacción y respeto por los tiempos individuales y grupales en
forma simultánea, logrando un clima cotidiano de interés, trabajo, participación y
aprendizaje significativo en el cual el docente puede intervenir en los subgrupos de
manera más tranquila, pudiendo escuchar u observar a cada uno en su hacer y al
grupo en el devenir cotidiano.
Partimos de afirmar que, desde nuestro punto de vista, las escuelas infantiles han de
ser las instituciones que se ocupen de educar a los niños de 45 días a 5 años inclusive,
es decir, las instituciones para concretar la educación inicial hoy. “El nombre Escuelas
Infantiles surge de esta nueva voluntad para adecuar las organizaciones de educación
inicial a las necesidades actuales y a la evolución alcanzada por el conocimiento.
Pensar en las Escuelas Infantiles: “dos puntos”, significa pensarla como institución
en sentido amplio, es decir, explicitando e incluyendo todas las formas y modalidades
144 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 144 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
organizativas. Así podemos pensar como Escuelas Infantiles (“dos puntos”), jardines
de infantes, jardines integrales, jardines maternales, centros de desarrollo infantil,
salas cuna, salas de juego, centros de crianza, centros de primera infancia, comedores
escolares con extensión horaria, ludotecas, entre otras modalidades diversas. Se
propone también la idea de pensar en Escuelas Infantiles “por crear”. Cuando planteamos
“por crear”, quiere decir en respuesta a demandas y/o necesidades particulares, pero
siempre interpretadas desde el marco de las normativas y regulaciones nacionales,
provinciales, jurisdiccionales y/o las construidas a partir de aportes de especialistas en
educación inicial. Entonces pensamos en instituciones que respondan a necesidades,
demandas, y posibilidades regionales, familiares y comunitarias, es decir, en formatos
aún “por crear”. Se incluyen en esta categoría las instituciones de gestión estatal y
privada pertenecientes a organizaciones diversas, gremios, sindicatos, etcétera.
En todos los documentos y escritos actuales, con la nominación escuela infantil se hace
referencia sólo a las instituciones que tienen a su cargo a niños de 45 días a 5 años y
en las cuales se reconocen seis secciones (sala de bebés, deambuladores, salas de 2, 3,
4 y 5 años), dentro de la educación inicial como primer nivel del sistema educativo10.
Pensar las escuelas infantiles en sentido amplio, refiere a una acepción y nominación
presentadas aquí que se proponen para incluir bajo la misma nominación todas las
diferentes modalidades y formatos organizativos diversos que hoy existen y a los que
asisten los niños menores de 6 años, apelando a que todas tengan una dependencia,
supervisión o trabajo compartido con el área de educación.
¿Cuál es la condición que han de cumplir todas las instituciones para ser consideradas
escuela infantil?
10. Para ampliar se puede consultar Bialostocki et al. (2016). En el ítem III del capítulo 2, “Un poco de historia acerca de
las instituciones de Educación Inicial”, se desarrolla con más detalle cuándo surgen las escuelas infantiles en Argentina.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 145 - 148 145
Violante, R.
Quinta reflexión. Reflexionar acerca del papel central que tiene la didáctica de la
educación inicial en la propuesta de formación docente
11. Si bien las instituciones muchas veces nacen para atender necesidades, de las familias, madres que trabajan, etc., no
debe dejar de considerarse que los niños, en tanto portadores del derecho a la educación desde el nacimiento, han de
asistir a las instituciones que se constituyan en espacios de protección integral de derechos.
146 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 146 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
A partir de estas reflexiones que señalan el lugar “clave” que ocupa la Didáctica de la
Educación Infantil en el recorrido formativo de la carrera de formación de docentes,
presentamos a continuación algunas líneas para poner en marcha lo señalado. Como
hemos planteado es necesario “poner en diálogo” lo que se trabaja y/o aborda en los
espacios curriculares y las prácticas que suceden en las instituciones infantiles. También
“poner en diálogo” lo trabajado en los distintos espacios curriculares de la formación
docente. Para concretar este “doble diálogo” proponemos, a modo de ejemplo:
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 147 - 148 147
Violante, R.
Síntesis
Las cinco Propuestas para pensar juntos en las mejores formas de organizar la
enseñanza para los niños pequeños son:
148 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 148 - 148
Didáctica de la Educación Infantil. Reflexiones y Propuestas
Referencias
Bialostocki, P., Macías, M., Marotta, E., Moreno, P., Rebaglistti, S., Sena, C., y
Violante, R. (2016). Debates y claves en la educación maternal hoy. Recuperado de
https://drive.google.com/open?id=0BzIc3yoPeIQ4SHZpbmF1eG1wSTA
Penchansky de Bosch, L. y San Martin de Duprat, H. A. (1995). El nivel inicial.
Estructuración. Orientaciones para la práctica. Buenos Aires: Colihue.
Sarlé, P., Rodríguez S., I. y Rodríguez de P., E. (2010). Juego. Fundamentos y reflexiones
en torno a su enseñanza. Serie: El Juego en el Nivel Inicial. Propuestas de
enseñanza. Cuadernillo N.º 1. IDIE /OEI, Unicef, Fundación BBVA. Recuperado
de http://files.unicef.org/argentina/spanish/Cuaderno_1_Fundamentos.pdf
Soto, C. y Violante, R. (2005). En el Jardín Maternal. Investigaciones y propuestas.
Buenos Aires: Paidós.
Soto, C. y Violante, R. (2009) Didáctica de la Educación Inicial documento
de apoyo curricular MC y E INFD 2009. Recuperado de http://repositorio.
educacion.gov.ar/dspace/bitstream/handle/123456789/89819/Didactica%20
inicial.pdf?sequence=1
Violante, R. (2001) Enseñanza en el nivel inicial I y II. Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires (GCBA). Dirección de Currícula. Formación Docente 2001.
Aportes para el debate curricular. Recuperado de http://studylib.es/doc/6335702/
ense%C3%B1anza-en-el-nivel-inicial-1-y-2
Violante, R. (2006). Cómo enseñar a los niños pequeños. Educrianza. Recuperado
de https://es.slideshare.net/NadiaJorgelinaLopez/2006-educrianzacomo-en-
sear-a-los-nios-pequeos
Violante, R (2008) Por una Educación Integral Selección de fragmento del Cap.
1 ¿Por qué Pedagogía de la Crianza? En C. Soto y R. Violante, Pedagogía de la
crianza. Un campo teórico en construcción. Buenos Aires: Paidós.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 149 - 148 149
Violante, R.
Violante, R. (2011, septiembre). La centralidad del juego como uno de los pilares de la
didáctica de la educación inicial. Conferencia Cátedra Abierta Juego. Ministerio
Nacional de Educación. Dirección de Educación Inicial. Disponible en https://
drive.google.com/a/bue.edu.ar/file/d/0Bx_irZGIWcSISDVZNEs2cmlpcW8/
view?usp=sharing
Violante, R. (2013a). La Multitarea y la construcción de escenarios como
dispositivos pedagógicos privilegiados en la Educación Inicial. Conferencia.
Congreso de Educación Inicial. Escuela Normal Superior (ENS) N° 3, Rosario.
Sept. 2013. Revista Aula, (3). Recuperado de https://drive.google.com/a/bue.
edu.ar/file/d/0Bx_irZGIWcSINzJaRDJ0bFFsdExxaVhsUXVhX0ppbVN3bFY4/
view?usp=sharing
Violante, R. (2013b). El juego trabajo, o juego en rincones, o en sectores o rincones
de actividades. Cambios y permanencias. e-Eccleston. Temas de Educación
Infantil, 9(18). Recuperado de http://ieseccleston.caba.infd.edu.ar/sitio/upload/
Revista_18_final_1.pdf
Violante, R. y Soto, C. (2011). Didáctica de la Educación Inicial: Los Pilares. En Foro
para la Educación Inicial. Encuentro Regional del Sur. Políticas de Enseñanza
y definiciones curriculares. MC y E. Recuperado de https://drive.google.com/a/
bue.edu.ar/file/d/0Bx_irZGIWcSIOHQ1QnliYWdlMXM/view?usp=sharing
Violante, R. y Soto, C. (2015). La organización de la enseñanza. Temas de inicial. Vol. 8.
La organización de la enseñanza. Ministerio de Cultura y Educación. Recuperado
de http://repositorio.educacion.gov.ar:8080/dspace/handle/123456789/110172
Violante, R. y Rodríguez de Pastorino, E. (2017). Encuadre Pedagógico-Didáctico para
versión preliminar del diseño curricular para la educación inicial de la Provincia
de Río Negro. Ministerio de Educación y Derechos Humanos. Dirección de
Planeamiento, Educación Superior y Formación. Documento sin publicar.
Zabalza, M. (2000). Equidad y calidad en la educación Infantil. Una lectura
desde el currículo. Ponencia en el Simposio Mundial de educación Infantil,
Santiago de Chile.
150 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 150 - 148
Revista
Pedagógicos
Introducción
Puede sorprender el título de este
documento, porque con frecuencia se
tiende a considerar que, en la educación
Autora:
inicial la didáctica no tiene cabida y aún
Rosa Julia Guzmán Rodríguez2
menos se considera que la infancia sea
una etapa de la vida en la que en las
aulas1 se puedan establecer relaciones
con la cultura.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 151 - 158 151
Guzmán, R.
“a fin de evitar que estos niveles se conviertan en lugares de cuidado, sin ningún
propósito de aprendizaje y de desarrollo” (Guzmán, Ghitis y Ruiz, 2018, p. 129).
Otro tanto sucede con el diseño de actividades para desarrollar en el aula, que se
presentan como llamativas para los niños. Sin embargo,
Es muy diferente entretener a los niños con actividades “lúdicas” que despertar
su interés y entusiasmo a lo largo del proceso de enseñanza, gracias a que la
estrategia seleccionada es adecuada para el objetivo propuesto y responde a las
necesidades e intereses de los niños”. (Guzmán et al., 2018. p. 98)
Por otra parte, es importante tener en cuenta una afirmación de Emilia Ferreiro (2010),
refiriéndose a la pregunta de si a los niños hay que enseñarles a leer y a escribir en
preescolar o en primer grado: “Esa es una pregunta mal planteada, porque los niños
tienen la mala costumbre de no pedir permiso para aprender”. La afirmación anterior
152 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 152 - 158
Relaciones entre la didáctica en educación inicial y la cultura
se refiere a los aprendizajes que hacen los niños de manera espontánea, por el hecho
de participar de una cultura letrada. A este proceso se le reconoce como “alfabetismo
emergente”, entendido como “el surgimiento de comportamientos alfabéticos
durante el camino temprano o inicial que los niños y las niñas recorren para llegar
a ser lectores y escritores competentes. Estas evidencias tempranas revelan ciertos
conocimientos relacionados con los dominios involucrados en el aprendizaje inicial
de la lectura y la escritura” (Flórez, Restrepo y Schwanenflugel, 2007, p. 17).
Frank Smith (1983) reconoce este aspecto como información no visual. Este autor
señala que la lectura es un proceso que se lleva a cabo con el cerebro y no con los
ojos; estos son solamente el canal por el que entra la información (para el caso de las
personas videntes). Afirma que en el proceso de lectura entran en juego la información
visual, constituida por los signos impresos, y la información no visual, que se refiere
al conocimiento del mundo, del tema que leemos, de la lengua, etc. Mientras más
información no visual tengamos, menos información no visual requerimos y viceversa.
Dicho lo anterior, podemos sintetizar la importancia de pensar la alfabetización inicial
con los niños más pequeños, enfatizando en que no tiene sentido que estando en un
medio letrado, el único lugar en que los niños no puedan entrar en contacto con las
letras, sea el jardín infantil o los centros de desarrollo. Lo importante es pensar cómo
hacerlo de manera que podamos aprovechar los conocimientos que los niños traen del
medio para ayudarlos a avanzar en ellos sin presionarlos y sin caer ni en aprendizajes
académicos del nivel de primeria ni en aprendizajes estereotipados basados en planas
y copias que ya se sabe que producen efectos adversos.
¿Cómo enfocar una didáctica que facilite la alfabetización inicial en los niños
pequeños?
Para lograr una didáctica que facilite la alfabetización inicial en los niños pequeños
es necesario precisar a qué nos referimos. Entendemos por facilitación de la
alfabetización inicial “el acercamiento de los niños a los usos sociales de la lectura
y la escritura y al desarrollo de la oralidad” (Guzmán y Guevara, 2013, p. 863). Es
decir que se busca continuar en las instituciones del nivel inicial con el proceso que
los niños adelantan en un medio letrado de manera natural, también conocido como
alfabetismo emergente.
Cualquier persona que haya interactuado con niños pequeños habrá visto cómo ellos
preguntan constantemente: ¿qué dice ahí?, ¿cómo se escribe tal cosa?, ¿esta es mi
letra?, ¿esta es la letra de mamá?, entre muchas otras preguntas. Habrá visto también
que empiezan a reconocer los nombres de los almacenes y otros establecimientos,
así como de los productos que consumen, por los logos que tienen. Asimismo, los
habrá visto con sus intentos de escritura haciendo rayones, palos, bolas y otros
trazos con intención comunicativa. A todos estos intentos les subyace una lógica
diferente a la del adulto, porque los niños plantean hipótesis sobre la escritura, como
ya lo demostraron Ferreiro y Teberosky (1989) con sus investigaciones, como en los
ejemplos que se muestran a continuación.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 153 - 158 153
Guzmán, R.
En este ejemplo vale la pena detenerse en dos aspectos: por una parte, el número
de letras que utiliza el niño para expresar lo que quiere. Son 12, lo que desvirtúa la
creencia de que los niños no saben escribir porque no conocen las letras. Por otra
parte, es importante detenernos a pensar en lo que implica escribir para este niño: si
bien está muy lejos todavía de la convencionalidad, sabe que se escribe para comunicar
las ideas, tal como hacen quienes ya hacen parte de una cultura letrada.
154 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 154 - 158
Relaciones entre la didáctica en educación inicial y la cultura
Miremos en este otro texto cómo la niña que lo escribe, a pesar de saber escribir
casi convencionalmente su nombre, todavía está probando una hipótesis muy inicial
respecto a la forma en que funciona el sistema de escritura. Este texto muestra cómo
pueden darse procesos simultáneos de aprendizajes memorísticos en la escritura,
como es el caso de ser capaz de reproducir su nombre, mientras que el proceso
cognitivo va más atrasado. En este caso, el conocimiento de letras es más escaso que
en el ejemplo anterior.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 155 - 158 155
Guzmán, R.
En este caso, el pequeño autor inserta letras dentro del dibujo en su texto. Para él
todavía no es tan clara la separación entre la representación que se hace por medio del
dibujo y la que se hace por medio de las letras. Sin embargo, se evidencian hipótesis
de variedad, porque usa diferentes letras para escribir y las combina de diferentes
maneras para escribir diferentes letras. Además, pone en práctica la hipótesis de
cantidad, porque en ninguna parte usa menos de tres letras para escribir una palabra.
Aunque a simple vista parece un proceso incipiente, en él ya se ven hipótesis de alta
exigencia cognitiva para escribir.
156 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 156 - 158
Relaciones entre la didáctica en educación inicial y la cultura
Los ejemplos anteriores muestran procesos de largos recorridos que se han iniciado
de una manera espontánea en el medio; ningún adulto los ha enseñado a los niños.
Sin embargo, ellos, como sujetos activos que son en la construcción de conocimiento,
han avanzado en el planteamiento de hipótesis que, bien orientadas, los deben llevar
a comprender cómo funciona el sistema de escritura. Pero antes de estos logros, se
requiere ayudar a los niños a responder preguntas anteriores sobre el sistema de
escritura.
La base de una buena didáctica que facilite la alfabetización inicial está relacionada,
entonces, con el conocimiento de diferentes portadores de texto, porque los niños se
preguntan en dónde se puede leer, qué se puede leer y para qué se lee. Un portador
de texto es “cualquier material impreso o digital, susceptible de ser interpretado”
(Guzmán et al., 2018, p. 110). Esto implica que en las aulas haya libros de cuentos que
los niños puedan manipular fácilmente, pero también revistas, periódicos y afiches,
entre otros materiales, y que los niños puedan preguntar qué dice en cada uno, que los
puedan hojear y que puedan jugar “a leer” lo que dicen.
Por otra parte, es importante que puedan seguir formulando hipótesis acerca de cómo
se lee y cómo se escribe. En ese sentido, es necesario que el profesor les produzca
a los niños situaciones en las que haya un conflicto cognitivo y que los oriente
para superarlo. Por ejemplo, cuando un niño hace un intento de escritura, puede
preguntarle qué escribió y luego escribirlo debajo correctamente, para preguntarle
cuántas letras hay en su escritura y cuántas en la del profesor, cuáles son iguales y
cuáles son diferentes, cuáles conoce y otras preguntas que considere pertinentes de
acuerdo con cada situación que se presente.
usar el juego “para otros fines”, en este caso, no le quita valor al juego en sí
mismo, ya que se constituye en una magnífica oportunidad para propiciar
aprendizajes de peso en el marco de la vida social y cultural, así como también
para generar un momento grupal grato. (Kispersain y Rodríguez, 2012, p. 65)
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 157 - 158 157
Guzmán, R.
sobre ellos, mediante la relación de los niños con distintos portadores de textos,
el disfrute de la lectura de diferentes tipos de textos, el apoyo en la resolución de
conflictos cognitivos, la respuesta oportuna a sus preguntas acerca del conocimiento
de las letras, la incorporación de juegos al aula y el ingreso de prácticas culturales del
entorno respecto a la oralidad, la lectura y la escritura.
Empezamos por plantear que “el lenguaje en sí mismo, marca un hito muy importante
en el desarrollo del niño, pero cuando se logra la apropiación del lenguaje escrito, esta
posibilidad se amplía gracias a la reflexión que implica el acto de escribir” (Guzmán y
Chocontá, 2018, p. 31). Este acto de escribir le permite al niño empezar a reconocerse
como miembro de una cultura letrada. La relación de los niños con diferentes
símbolos de la cultura, incluidos los escritos, se da desde muy temprano.
Es necesario entonces que los educadores tengan claro que cuando están diseñando
estrategias de enseñanza para los niños, están definiendo de qué maneras van a
favorecer su relación con la cultura de la que hacen parte y de otras culturas más
amplias: la local, la nacional, la regional y la global. Esto puede suceder en diferentes
direcciones: para desconocer la cultura de origen, cuando esta no se toma en cuenta
para nada; para menospreciarla cuando no se valora lo que ella aporta; para valorarla
y recuperarla, cuando se parte de ella para el diseño de estrategias de enseñanza.
Asimismo, mediante la definición de estrategias de enseñanza se puede reducir a
los niños exclusivamente a lo local, o bien puede ampliarse hacia otras culturas. Es
el educador quien debe tomar las decisiones sobre lo que sucederá en su aula, pero
ello demanda conocimiento del medio en que trabaja, del desarrollo infantil, de la
importancia de la alfabetización inicial y la posibilidad que existe en la educación
inicial de facilitarla, y de las opciones que ofrece a los niños de hacer parte de una
cultura letrada para que puedan tener un ejercicio pleno de sus derechos como
ciudadanos. No en vano afirma Vigotsky:
158 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 158 - 158
Relaciones entre la didáctica en educación inicial y la cultura
Esta posibilidad está muy marcada por lo que haga durante los primeros años, porque,
como afirma Mustard (2003, p. 85, citado por Guzmán y Chocontá, 2018, p. 21), “el
periodo de desarrollo temprano —que incluye el periodo intrauterino— puede
demarcar trayectorias en la salud, el aprendizaje y la conducta e influir en las futuras
etapas de desarrollo”.
Con esta afirmación podemos volver sobre lo dicho por Peralta (2018), con respecto
a que la educación inicial se ha tomado con cierta liviandad. Luego de presentar las
relaciones entre la didáctica de la alfabetización inicial, el desarrollo infantil y la
cultura, es claro que el trabajo de los educadores de este nivel no se puede agotar
en la práctica repetida de actividades solamente porque ellas son “lúdicas”, ni en la
escogencia de materiales con los que puedan entretener a los niños. La función de un
educador del nivel inicial es fundamental en el desarrollo individual y social de los
niños, así como en su relación con la cultura.
Referencias
Ferreiro, E. y Teberosky, A. (1979). Los sistemas de escritura en el desarrollo del
niño. México: Siglo XXI.
Ferreiro, E. (2010, octubre 13). DGCyE – Conferencia de la Dra. Emilia Ferreiro
(Fragmento IV) (Video). Recuperado de httpps//:www.youtube.com/
watch?v=LvtXrtdSQcO
Flórez Romero, R., Restrepo, M. A. y Schwanenflugel, P (2007). Alfabetismo
emergente: investigación, teoría y práctica, el caso de la lectura. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia.
Gardner, H. (2012). El desarrollo y la educación de la mente. Barcelona: Paidós.
Guzmán, R. J. y Guevara, M. (2013). El aprendizaje de los educadores sobre los
procesos de enseñanza: la alfabetización inicial. Pedagogía y Saberes, (37), 179-189.
Guzmán, R., Ghitis, T. y Ruiz, C. (2018). La lectura y la escritura en los primeros
años. Transiciones en el desarrollo y el aprendizaje. Chía, Colombia: Universidad
de La Sabana.
Guzmán, R. J. y Chocontá, J. (2018). Desarrollo infantil y escritura. Chía, Colombia:
Universidad de La Sabana.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 159 - 158 159
Guzmán, R.
160 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 160 - 158
Revista
Pedagógicos
Resumen
En este artículo se ensaya un análisis
de las categorías “tradicional” y
“nuevo” empleadas para dar cuenta
Autor: Daniel Brailovsky1 de posicionamientos pedagógicos,
didácticos y educativos en general.
Se parte de la hipótesis de que, bajo
la falsa apariencia de un debate entre
conservadurismo y progresismo, se
simplifican cuestiones que ameritan un
1. Correo electrónico: [email protected] tratamiento más complejo y profundo.
Se propone reconocer la heterogeneidad
de visiones que se presentan como
“críticas a la educación tradicional”,
donde conviven los ideales liberadores
del escolanovismo de principios del siglo
XX junto a otros discursos enunciados
desde las reformas neoliberales, de
rasgos eficientistas, neurocientíficos y
moralizantes.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 161 - 176 161
Brailovsky, D.
162 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 162 - 158
Lo nuevo y lo tradicional en educación: una oposición engañosa
El esquema, así planteado, propone un universo dividido muy nítidamente entre dos
conjuntos de argumentos. Unos conservadores, otros progresistas. Unos apegados
al hábito y lo consolidado, otros a la innovación y la creatividad. Unos aburridos,
descomprometidos, mecánicos. Otros entusiastas, vocacionales y disruptivos. Unos
“conductistas” y otros “constructivistas”. Así presentado, el mundo de la pedagogía
se divide en “buenos” y “malos” muy claros y establecidos, y los desafíos del buen
docente se limitan a apegarse lo mejor posible a los principios del lado derecho de la
Tabla. Deberá sortear, claro, la “resistencia al cambio”, los “hábitos profesionales” y
otros demonios que impiden a la nueva pedagogía manifestarse en todo su esplendor,
pero finalmente todo se trata de elegir el lado indicado y tener el coraje de ocuparlo.
Al situarse en el territorio de lo nuevo, además, será conceptuado como un docente
moderno, actualizado y hasta innovador.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 163 - 176 163
Brailovsky, D.
[Se trató de] una filosofía educacional que expandió nuevas consignas
pedagógicas basadas en la experimentación en el plano de la enseñanza, la puesta
en obra de metodologías renovadoras y la impronta de corrientes psicológicas
[…], que pretendió superar el disciplinamiento de la clase y el enciclopedismo en
la transmisión de conocimientos, característicos de la denominada ‘educación
tradicional’, y se hizo sentir, con diversos grados de intensidad, en la mayor parte
de los países de América Latina. (Jafella, 2002, p. 334)
La Escuela Nueva, por otro lado, “no es un sistema didáctico determinado, sino un
conjunto de principios tendiente a rever las formas tradicionales de la enseñanza”
(Arrondo, 2004, p. 8). A lo largo del siglo XX, además, las ideas escolanovistas se
entrelazaron con las pedagogías críticas, el constructivismo y el reproductivismo, y
fueron dando forma a un discurso progresista que, sin dejar de identificarse con el
escolanovismo, trasciende ampliamente sus postulados originales.
164 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 164 - 158
Lo nuevo y lo tradicional en educación: una oposición engañosa
Ahora bien, repasando las biografías de estos autores, si algo puede decirse de
inmediato con respecto a la escuela nueva es que sus ideas están cumpliendo
un siglo de vida. Si se consideran, además, varios antecedentes de los planteos
escolanovistas en autores de los siglos anteriores —como Fröebel, Rousseau o
Pestalozzi— la edad del escolanovismo es aún mayor3. Es cierto, como escribió
Lourenco Filho, que si acaso “no existe institución más antigua que la de educar,
puede asegurarse también que no hay novedad más vieja que la de la Escuela Nueva”
(citado en Marín Ibáñez, 1976, p. 23). Y por eso mismo es imprescindible señalar el
falso carácter de nuevas, en un sentido estricto, de las voces que proponen revisar
el mundo de la educación tradicional.
En este marco, cabe preguntarse: si se trata de ideas antiguas que han sido vueltas a
formular tantas veces, ¿por qué estas ideas siguen siendo consideradas “nuevas”? ¿Por
qué siguen ocupando caprichosamente la mitad derecha de ese remanido esquema,
reproducido hasta el hartazgo en manuales de pedagogía y congresos pedagógicos,
pero también en memes y redes sociales? Y sobre todo: ¿Cómo es que, habiendo un
consenso tan nítido respecto de la conveniencia de adoptar el espíritu escolanovista
2. Un buen repaso reciente de ideas de autores de la escuela activa puede verse en Meirieu, P. (2016). Recuperar la pedagogía.
De lugares comunes a conceptos claves. Paidós Argentina. Dos excelentes fuentes de material biográfico sobre estos
autores son, por otro lado, la serie Maestros de América, de Unipe (donde pueden verse semblanzas en video de pedagogos
latinoamericanos, como Paulo Freire, Gabriela Mistral, Jesualdo Sosa, Simón Rodríguez y José Martí, entre otros) y las
biografías de IBE-Unesco, donde hay una larguísima lista de autores cuyas biografías se presentan en artículos muy bien
escritos. Ver serie Maestros de América en https://www.youtube.com/playlist?list=PLJtilfDswj1dFoZIHPhq8o8KAi_HxGfI5
Biografías de la revista trimestral de educación comparada (París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación) en
http://www.ibe.unesco.org/es/documento/pensadores-en-educaci%C3%B3n
3. Como señala Paola Varela: “A pesar de la autoatribución de novedad, el movimiento pedagógico de Escuela Nueva no
surgió de modo espontáneo y abrupto, puesto que el capital cultural se va renovando, pero sobre la base de conocimientos
precedentes. Dos pedagogos decimononos vendrían a tener gran influencia sobre los principios de puerocentrismo y
educación para la vida; los aportes del suizo-italiano Pestalozzi (1746-1827) y del alemán Fröebel (1782-1852) se convirtieron
en fundamentales para la pedagogía contemporánea” (2011, p. 82).
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 165 - 176 165
Brailovsky, D.
en la escuela, las prácticas escolares siguen siendo percibidas, en gran medida, como
tradicionales? ¿No nos hemos convencido todavía de las virtudes de lo nuevo frente
a lo tradicional?
Se puede observar cómo ciertas críticas a la escuela tradicional, que fueron usualmente
esgrimidas por los educadores marxistas o los promotores de escuelas de formatos
alternativos, reaparecen en la actualidad como argumentos para la modernización
liberal, la denostación del lugar del maestro y la promoción de modelos neurocientíficos
o moralizantes. Podríamos hablar, para nombrar a estas corrientes de algún modo, de
un escolanovismo emancipador, y de una especie de escolanovismo de mercado. O de
una vieja escuela nueva y una reversión de la escuela nueva, que bajo el estruendo
de las críticas al enciclopedismo y a la clase expositiva, intervienen con un arsenal
propositivo que reedita parte del eficientismo y el espíritu tecnicista más tradicional,
en cóctel con nuevos movimientos emergentes como las neurociencias y la educación
emocional, con las prescripciones de los organismos internacionales y con el lenguaje
propio del ámbito de la gestión empresarial, el coaching y hasta la autoayuda.
4. Aggiornado: término empleado en Argentina proveniente del italiano Aggiornare (Actualizar). Se encuentran versiones
españolizadas como agiornado y ayiornado. (N. del E.)
166 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 166 - 158
Lo nuevo y lo tradicional en educación: una oposición engañosa
Del otro lado del cuadro, inmutable, la escuela “tradicional” recibe las
bofetadas.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 167 - 176 167
Brailovsky, D.
168 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 168 - 158
Lo nuevo y lo tradicional en educación: una oposición engañosa
lenguajes” del niño (de los que noventa y nueve le son robados), descubrir al niño es
descubrir todo aquello oculto y negado, sus códigos y sus sensibilidades. Aun antes, a
fines del siglo XIX, Janusz Korczak escribía en un periódico escolar:
Los nombres de Pestalozzi, Froebel y Spencer tienen tanta importancia como los
de los inventores que anuncian el siglo XX. Lo que han descubierto es mucho
más que las fuerzas desconocidas de la naturaleza; han descubierto la mitad
desconocida de la humanidad: los niños. (Lewowicky, 1994)
Este gesto político, que consistió en poner toda la atención en los niños y destronar
la dictadura del método y de la racionalidad adulta, constituyó una verdadera
revolución pedagógica y devino en propuestas de enseñanza y de organización escolar
disruptivas que siguen ensayándose, como aquellas conocidas hoy como “pedagogías
alternativas” y asociadas a la visión de Montessori, de la corriente Waldorf, etc.
crea una nueva forma de ver la educación, la Neurodidáctica, que analiza las
competencias que el cerebro tiene, que se llega a la comprensión de la diversidad
personal en el proceso del aprendizaje […]. El cambio fundamental dentro de la
educación, es que el educador, asuma un nuevo rol y se prepare para accionar
desde esta nueva postura, [donde] el educador es un modificador cerebral, que
puede cambiar con su práctica, la estructura, la química y la actividad eléctrica
del cerebro. (Paniagua, 2013, p. 72)
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 169 - 176 169
Brailovsky, D.
170 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 170 - 158
Lo nuevo y lo tradicional en educación: una oposición engañosa
Los conocimientos científicos acerca del aprendizaje siempre han sido un insumo
del trabajo escolar. Sirven para acompañar hipótesis de trabajo de los docentes y para
brindarles una formación amplia y general. Pero no son el único modo de fortalecer
el lugar de los alumnos en las relaciones educativas. Y no lo son, porque en lugar
de acercar a maestros y alumnos en una relación más libre, más sincera y más
comprometida, estos saberes (psicológicos o neurocientíficos) ponen el aprendizaje
y la enseñanza en lugares rígidos y supuestamente asépticos. Puede ser útil saber
qué límites impone la biología a los tiempos de un bebé, por ejemplo, o cada cuántos
minutos la mente debe descansar, o cuán necesaria es la hidratación para prestar
atención. Pero lo cierto es que las acciones de los maestros se significan en sus
relaciones con los alumnos, y no hay un modo de estandarizar ni medir en forma
absoluta sus efectos.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 171 - 176 171
Brailovsky, D.
En ese sentido, una cuestión que vale la pena mencionar tiene que ver con el modo en
que los neurólogos ven la educación a la hora de realizarle sus aportes. El fenómeno
de las neurociencias en educación es uno de orden discursivo, con todo lo que ello
implica: tribus que crean y habitan sus jergas, y lenguajes que, al decir de Foucault,
tallan los objetos que nombran. En ese punto, el cruce entre ambas disciplinas
(neurobiología y pedagogía) se funda en una serie de malentendidos, el primero de
los cuales es la visión deformada que cada una tiene de la otra. Muchos educadores
aceptan con demasiada confianza todo lo que proviene de las investigaciones
neurológicas, tal vez por la legitimidad que brinda per se el discurso médico: ¿quién
se va a oponer a tomar aquello que los científicos descubren como plataforma de la
enseñanza, con lo serios y asépticos que se ven en sus delantales? Los expertos en
neurociencias, por su parte, tienen en general una visión algo simplificada de lo que
significa educar. Los relatos de sus experiencias en la escuela y algunas estadísticas
generales suelen ser toda la evidencia que aportan para reconocer en la escuela un
recipiente ideal de los avances en las investigaciones. Los reduccionismos a ambos
lados de la relación, entonces, no ayudan.
Finalmente, lo que parece haber detrás de esta euforia por los avances neurocientíficos
como panaceas capaces de revolucionar la educación, es la vieja idea iluminista del
progreso, siempre solidaria con los afanes de control. Por eso, desde una visión crítica
parece improbable que los aportes de las neurociencias a la educación constituyan
algún tipo de revolución copernicana para la educación, la enseñanza y las prácticas
escolares. Los modos de la educación de cambiar de paradigma, de atravesar sus
“revoluciones”, en general tienen que ver con cosas pequeñas, pero muy trascendentes:
cómo establecemos una conversación maestros y alumnos, cuánto y cómo sabemos
escucharnos, cómo imaginamos el futuro común, qué permisos habilitamos para
ser uno mismo dentro del aula, y cómo conciliamos las demandas que la enseñanza
presenta a nivel de las relaciones individuales y de las utopías sociales.
Entre los principios escolanovistas, el de humanizar las relaciones y dar lugar a la vida
afectiva y a los sentimientos aparece como una respuesta a la excesiva racionalidad de
la vida escolar. Como sucedió con prácticamente todas las ciencias sociales, también
la educación, en cierta medida, asumió algunos principios de la racionalidad científica
más dura para legitimarse como disciplina. La búsqueda de métodos de enseñanza,
de teorías sobre el aprendizaje, de visiones estructuralistas y funcionalistas sobre el
funcionamiento de la educación y de las escuelas, llevó a lo que más adelante tendría
su expresión máxima en la llamada “pedagogía tecnicista”, que hace de la planificación
racional y sistemática un principio totalizador. La escuela tradicional, podría decirse,
es una escuela racional y científica. La escuela nueva, sin dejar de asumirse científica,
convivió con enfoques más espiritualistas y observó con preocupación el sesgo
mecanicista de los métodos tradicionales, a los que sistemáticamente cuestiona. Aun
tratándose de un movimiento metódico y científico, hizo suya una ética y una filosofía
desde las cuales dedicó una cuantas páginas a procurar humanizar y ablandar ese
imaginario tan racionalista. Adolphe Ferière, uno de los grandes referentes de esta
172 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 172 - 158
Lo nuevo y lo tradicional en educación: una oposición engañosa
corriente, es autor de un breve poema que se convirtió en todo un ícono de las críticas
a la escuela tradicional: Y siguiendo las indicaciones del diablo, se creó la escuela. Y
allí dice:
Ahora bien, del mismo modo que la neuropedagogía tomó el principio escolanovista
de centramiento en el niño, transformándolo en una nueva versión del cientificismo
estigmatizante, existe una forma análoga de apropiación de la concepción holística
del niño: la llamada “educación emocional”. Desde esta visión también se critica la
idea de que la educación sea vista como una cuestión puramente intelectual, y se
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 173 - 176 173
Brailovsky, D.
propone dar relevancia al mundo de las emociones, como un aspecto hasta ahora
menoscabado que merece ser puesto al mismo nivel que la racionalidad. La idea se
apoya en la tradición escolanovista. La educación emocional hace propia la idea de
Malaguzzi según la cual de los cien lenguajes del niño, noventa y nueve le son robados
y sólo se le permite el lenguaje de la razón. Y la valoración del mundo emocional
es, efectivamente, un punto de partida de esta corriente. Sin embargo, los marcos
conceptuales más habituales de la educación emocional se alejan de los ensayos
filosóficos, psicoanalíticos o pedagógicos desde los cuales se planteaban estas ideas
en la tradición escolanovista. Algunos autores de la educación emocional señalan al
escolanovismo como un antecedente importante, pero que no llegó a profundizar lo
suficiente la cuestión. Darder, por ejemplo, observa que en el escolanovismo siguió
dándose una coexistencia desigual a favor del conocimiento, aunque “la presencia
de las emociones —la afectividad era la expresión que se utilizaba entonces— era
constante en los propósitos y en las prácticas renovadoras (2006, p. 61).
La escuela del siglo XXI ha asumido y reflejado desde el inicio este debate y se ha
comprometido con la doble misión de educar tanto la cabeza como el corazón,
lo académico y lo emocional. Con la certeza de que ambos tipos de aprendizajes
están inseparablemente interconectados y que se trata de una falsa dicotomía.
(2005, p. 61)
174 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 174 - 158
Lo nuevo y lo tradicional en educación: una oposición engañosa
Como puede verse en el ejemplo, el estilo discursivo hace propio el tono de los libros
de autoayuda. A continuación, el documento ofrecerá un esquema gráfico compuesto
de afirmaciones del orden de “Esperanza (oración)”, “Compasión”, “Ejercicios de
respiración” y “Yoga”.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 175 - 176 175
Brailovsky, D.
los libros de autoayuda y “gestionen sus emociones”? ¿A quién le haría daño un poco
de ejercitación new age en la escuela, o algunos cuentos moralizantes? ¿Qué hay de
malo en “perfeccionar” las propias emociones, como propone uno de los especialistas
en la materia? La respuesta a esas preguntas es más política que didáctica: pensadas
como prácticas particulares y espontáneas, ninguna de esas propuestas hace daño
ni resulta cuestionable. Pero sí resultan problemáticas cuando se entiende que estas
prácticas llegaron aquí porque fueron impulsadas explícitamente con la finalidad de
llevar al plano individual los problemas sociales y responsabilizar a los individuos por
los efectos perniciosos de las políticas desigualitarias.
Conclusiones
Las críticas dirigidas actualmente hacia la escuela como institución, a su lógica de
funcionamiento, a sus efectos sobre la vida de las personas y las sociedades, como
hemos visto, no se limitan a los planteos escolanovistas. En muchos casos, aunque se
formulen desde una visión progresista, ni siquiera coinciden del todo con aquéllos,
pues éstos no son un manifiesto único y perdurable, sino un discurso cambiante
que se va ajustando a las épocas, las coyunturas, y las distintas expresiones de las
prácticas educativas señaladas como tradicionales. La dicotomía nuevo/tradicional
confunde, da la sensación de articular dos mundos homogéneos que en realidad no lo
son. El empleo del término “nuevo” puede significar libertario, humanista, promotor
de autonomía, pero también puede significar ajuste al mercado, sintonía con el
marketing de ciertas modas pedagógicas, o innovación. El término “tradicional”
también tiene su propio abanico de sentidos. Puede significar autoritario, rígido,
dogmático, automatizante, o también ineficiente, inútil, banal. Lo que nos interesa
es tomar nota de las formas en que, en nuestros días, estos términos son apropiados
eclécticamente por los actores de la educación, justamente para demarcar los bordes
políticos de ese eclecticismo discursivo. La distinción que proponemos aquí entre
las viejas críticas escolanovistas y las nuevas críticas de mercado, permite avanzar un
176 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 176 - 158
Lo nuevo y lo tradicional en educación: una oposición engañosa
Referencias
Abramowski, A. (2018) El avance de la educación emocional en la Argentina,
Revista Bordes, UNPAZ. Recuperado de http://revistabordes.com.ar/
respiracion-artificial/
Arrondo, C. A. (2004). Una aproximación hacia las ideas de la “Escuela Nueva” en
la historia de la Universidad Nacional de La Plata, de Julio Castiñeiras (1897-
1938). Anuario del Instituto de Historia Argentina, (4), 7-29.
Brailovsky, D. (18 de octubre de 2016). “Las neurociencias no revolucionan la
educación”. La Izquierda Diario. Recuperado de http://www.laizquierdadiario.
com/Las-neurociencias-no-revolucionan-la-educacion
Calvache López, J. E. (2014). La escuela nueva y los conceptos básicos de la
educación en el pensamiento de John Dewey: Una aproximación teórica.
Revista Historia de la Educación Latinoamericana, (5), 107-126.
Cucuzza, H. R. (2017). Desembarco de la escuela nueva en Buenos Aires:
heterogéneas naves en puertos heterogéneos. Revista Brasileira de Pesquisa
(Auto) biográfica, 2(5), 310-329.
Darder, P. y Bach, E. (2006). Aportaciones para repensar la teoría y la práctica
educativas desde las emociones. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria,
(18) 55-84.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 177 - 176 177
Brailovsky, D.
178 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 178 - 158
Revista
Pedagógicos
• Los textos deben ser inéditos de su autoría, sin publicación previa en otros
medios editoriales o de divulgación académica y sin postulación paralela para
publicación en otra revista.
• Con el fin de asegurar la confidencialidad y transparencia en el proceso editorial,
los artículos derivados de investigación no deben contener el nombre ni otra
información que revele la identidad del autor. La información personal se
consigna en la ficha de autor, la cual se encuentra disponible en goo.gl/Mq6nKt
• Se permiten hasta tres (3) autores por artículo.
• Adjuntar como un archivo independiente la declaración de conflicto de intereses.
El formato se encuentra disponible en goo.gl/Mq6nKt
• Los artículos deben tener una extensión entre 4.000 y 7.000 palabras, incluyendo
notas de pie de página, referencias, tablas, figuras y mapas.
• Los manuscritos deben estar escritos en tercera persona.
• Se pide al autor que al momento de elaborar su artículo evite una excesiva
autocitación y cualquier tipo de dato en el cuerpo del texto que ofrezca pistas
sobre su identidad o la del grupo autoral.
• El título no debe exceder 10 palabras y 15 con subtítulo.
• Resumen de máximo 150 palabras. Se escribe en un solo párrafo y no debe
contener referencias, ni abreviaturas.
• Palabras clave: incluir de tres (3) hasta cinco (5) palabras clave tomadas del
tesauro de la unesco: http://databases.unesco.org/thessp
• El título, resumen y palabras clave deben traducirse al idioma inglés.
• La estructura que debe seguir un artículo resultado de investigación es:
introducción, metodología, resultados y discusión, conclusiones y referencias.
Consultar guía de apoyo en goo.gl/Mq6nKt, remitirse a la tipología del artículo.
Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 179 - 168 179
• Los artículos sometidos a consideración deberán presentarse en formato Word
para Windows, letra Times New Roman, 12 puntos, tamaño carta, espaciado
anterior y posterior cero (0) puntos, interlineado de 1,5 puntos y escritos
a una sola columna.
• Las citas y referencias deben seguir las normas apa (6tª edición). Estas pueden
consultarse de manera detallada en goo.gl/Mq6nKt
• Si el artículo incluye tablas o figuras se deben anexar los originales lo
suficientemente claros para facilitar la edición.
• Los artículos no deben superar las 5 tablas y figuras en total.
• Al emplear una sigla o una abreviatura, primero se registra su equivalencia
completa y a continuación, entre paréntesis, el término que será utilizado en el
resto del documento.
• Si se resalta en el texto alguna palabra y se emplea algún anglicismo, se
recomienda que sea en letra cursiva. Sin embargo, en el primer caso, no se debe
abusar de esta.
• Los números al interior del texto van en prosa, seguidos del número arábigo
entre paréntesis. Ejemplo: se entrevistaron a tres (3) personas.
• Los pies de página se utilizan para hacer comentarios o aclaraciones que
enriquezcan el texto; deben ser cortos y en ningún caso deben utilizarse para
citar autores. Se transcriben en Times New Roman de 10 puntos.
• Las referencias se ubican al final del documento, en orden alfabético y solo se
colocan las citadas en el artículo. Se transcriben en Times New Roman de 11
puntos e interlineado sencillo.
180 Revista Senderos Pedagógicos • Nº9 • Enero - Diciembre 2018 • pp. 180 - 168
Revista
Pedagógicos
Tipografía: Freight Text Pro - Arial Rounded Mt
Materiales: Propalcote 300 gr y Bond 75 gr
Impreso por:
Divegraficas S.A.S.
Cra. 53 No. 54-30 Medellín, Antioquia
Teléfono: 511 76 16