Posmodernidad Decada de Los 80
Posmodernidad Decada de Los 80
Posmodernidad Decada de Los 80
13
The precipitation of the processes has propitiated, in the postmodern epoch, an ambiguous and
doubtful consideration of "new" (of the results), questioning the idea of easy work sprinkled with
suspicion, because under the trama of stylistic camouflage (eclecticism) it is possible to hide a bad
painting or a work Iacking in resources. These aspects that have determined confusion and altitudes
of xenophobia toward artistic modes.
l. INTRODUCCIÓN
El arte más reciente ha estado sometido a conjeturas continuas, que han
cuestionado no sólo la validez (la legitimidad) de los procesos artísticos y con ello
los propios resultados, sino incluso -y sobre todo-, la durabilidad de los mismos
en el tiempo, a sabiendas, de lo imprudente que pudiera resultar el "otorgar un
6. Thomas Lawson: "Last exit: Painting" en Ad after Modernism: Rethinking Representation. The
New Museum, New York (Publishing Brian Wallis), 1986, p. 153.
En los ochenta la posmodernidad 239
7. Omar Calabrese: La era neobarroca. Madrid (Ediciones Cátedra), col. "Signo e imagen",
n. 16, 1989, p. 12.
8. Op. cit., Lyotard, p. 11.
9. Op. cit., Lyotard, p. 9.
10. Op. cit., Calabrese, p. 12.
11. Op. cit., Jameson, pp. 9-10. El término "coupure" trasladado al español significaría "corte o
incisión".
240 Francisco José Lara Barranco
12. M. Carmen Africa Vida!: ¿Qué es el posmodernismo? Alicante, (Universidad de Alicante), 1989, p. 11.
13. Op. cit., Africa Vidal, contraportada del libro.
14. Gp. cit., Calabrese, p. 28.
15. Op. cit., Africa Vida!, pp. 17-18.
16. Op. cit., Jameson, p. 16.
En los ochenta la posmodernidad 241
17. Según las épocas históricas, estos poderes han sido diferentes pero en tal caso, los artistas y las
formas de expresión, fueron mediatizadas por los mismos. "Si en otro tiempo las ideas de una clase
dominante (o hegemónica) configuraron la ideología de la sociedad burguesa, actualmente los países
capitalistas desarrollados son un campo de heterogeneidad discursiva y estilista carente de norma."
Op. cit., Jameson, p. 43.
18. Op. cit., Lawson, p. 164.
242 Francisco José Lara Barranco
Todas las claves que se enuncian del Posmodernismo, una vez asimiladas, nos
servirán de ayuda, y de pista, para una aproximación al entendimiento de "la
filosofía" de lo que ha sido la década de los ochenta que ha girado en plena
relación con el sentir de un momento histórico reciente.
que los productores de cultura no tengan ya otro lugar al que volverse que no
sea el pasado: la imitación de estilos caducos, el discurso de todas las máscaras
y voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura hoy global.""
La cultura de los setenta ya apuntaba hacia el triunfo del Nihilismo y la
decadencia de los cánones. En esta actitud de desconfianza hacia toda verdad
absoluta, las normas se rompen, los límites dejan de existir, es una situación en
la que "todo está permitido", donde las definiciones fijas, dogmáticas y precisas
se disuelven y desaparecen. La incertidumbre, la incoherencia, la ambigüedad en
ciertos "modos" se imponen. Dado que los límites han desaparecido, en la época
posmoderna, la interrelación y la invasión de un medio sobre otro, no resulta
casual, sino más bien, es un factor de estrategia en los procesos artísticos y una
forma que define y reconoce las obras. 34
Contrariamente al espíritu modernista, la idea de lo nuevo y lo original se
destruye. La utilización del pasado no se realiza con el fin de "superar los
conceptos anteriores" sino que se hace desde la parodia, la burla o la crítica, de
todo lo que anteriormente era considerado como bueno o ideal. Cobra una impor-
tancia relevante la idea de la copia, y sobre todo la simulación. Se destruye toda
referencia de "aura", de poder, en cualquier parcela, tanto del artista como de la
obra. "Todo es meta" -en palabras de Africa Vidal-, sería como decir que con la
ausencia de verdades únicas, cualquier punto de vista, venga de donde venga, tiene
valía y sentido. Todo se mezcla. "Se mezcla el "dripping" con fotografías y
gráficos, la figuración con la abstracción, el formalismo con el mimetismo, etc.
Los grandes movimientos de la historia de la pintura acaban siendo referencias
sin seguir norma alguna." 36 Estamos en un terreno movedizo, donde la apariencia,
la ilusión o la metamorfosis son constantes y cobran una valía capital; lo más falso
puede ser el referente más verdadero, y al mismo tiempo, lo más verdadero puede
convertirse en la pista más errónea.
Así bajo éstos parámetros, ya enunciados, la incertidumbre, se convierte
en el asidero más real. El origen de los hechos se encuentra en el azar, en el
accidente incluso, que nos conduce al cambio continuo, donde todo puede disol-
verse en instantes.
La confusión cobra protagonismo, ya que lo original en el arte se enfrenta y
se aleja de forma reiterada, quedando muchas interrogantes en el aire ante la
imposibilidad de respuesta única o viable: ¿Existe más originalidad a mayor
novedad? ¿Dónde radica la novedad de una obra? ¿A mayor originalidad (o mayor
novedad), mayor valor estético y de mercado? ¿El valor de la obra reside en lo
nuevo, lo original, o en la apropiación? Hoy, se utiliza el pasado no con el fin
único de "superarlo" estéticamente y se entiende lo nuevo como algo creado no
sólo a partir de un elemento eterno o invariable, sino también (y a partir) de un
elemento relativo, circunstancial, o transitorio, formado por la época, por la moda,
por las ideas del presente o por la yuxtaposición de las imágenes del pasado. La
mayoría de las críticas que intentan describir el término posmoderno, definen la
experiencia estética como dudosa, es decir, se duda de su legitimidad. Sin duda
el cinismo del mercado capitalista le ha hecho mucho daño al arte, porque ha
"inflado" la situación de producción-adquisición llegando a originarse una
condición descontrolada. Y en éste estado de cosas, no ha sido extraño encontrar
artistas que se han limitado a "re-presentar" (presentar algo ya presentado)
actuaciones de otros autores, poniendo en duda la originalidad de su propia obra
(incluso la autoría), o cuestionando la producción privilegiada del talento indivi-
dual. El caso de Sherrie Levine (il. 2), que considera que "lo nuevo" y "lo original"
en la actividad creativa llega a ser imposible, y por tanto fundamenta su obra en
las apropiaciones de lo que le hace falta. Ésta actitud en palabras de Benjamin,
sería hoy "irrecusable". No se acusa, al artista que como método emplea el de
la apropiación, y es más se considera una actitud que estaría legitimada como práctica
artística (Cindy Sherman, il. 3; David Salle, il. 4; Julian Schnabel, II. 5; ...). La
ausencia de la esperanza como valor puesto en el futuro, desaparece en tales
circunstancias y se crea un "clima" desesperanzador.
40. A modo de ejemplo, nos podemos remitir a la obra del artista *Francesc Torres. Sus instalaciones
tienen como origen una idea, y ésta se desarrolla, posteriormente, de forma compleja a través de un
conjunto de "unidades" o elementos, unas veces de lectura simple y otras ambigua, a fin de crear un
primer contacto que determine una desorientación inicial en cierto modo necesaria para que se produzca
un proceso de reflexión. En los "escenarios" de Torres predomina pues, la idea, y la multiplicidad de
datos, extraídos de las múltiples también, unidades. No existe un punto de partida, ni una jerarquía
en la lectura de la obra conjunta y la lectura va más allá de las apariencias. Con la independencia y
la especificidad que caracteriza a toda obra, de un modo general, se puede decir que la obra de Torres
plantea conflictos, de un modo continuo, en tomo a los hechos históricos o contemporáneos, en tomo
a la naturaleza y la cultura en general.
41. "Las figuras de David Salle, por ejemplo, quedan inconexas, fragmentadas, pero, por alguna
extraña razón que nunca llegaremos a entender, existe a la vez una cohesión momentánea, aunque jamás
una resolución definitiva. Son obras creadas por un yo múltiple que a su vez reflejan al hombre en
constante lucha y en el proceso continuo de definirse mediante sensaciones y percepciones tanto del
pasado como del momento presente y cambiante". op cit., Africa Vidal, p. 72.
42. Kevin Power: "David Salle: Interpretado a mi modo", en David Salle, Madrid (Fundación Caja
de Pensiones), Salas de la Fundación Caja de Pensiones, 27 Septiembre-13 Noviembre, 1988, p. 19.
250 Francisco José Lara Barranco
ecléctico de nuestra sociedad, ha influido de tal manera en los artistas, que éstos
adoptan también esta postura camaleónica, para interpretar y reinterpretar, así todo
significado unidireccional o categórico es reemplazado por lo sutil, lo artificioso
o lo complejo. Bajo la superficie se esconde una amplia gama de posibles signi-
ficados, todas las partes tienen igual categoría.
De lo señalado se deduce que "la entrada" en este tipo de obras no resulta
fácil, y sobre todo, debe hacerse desde varios puntos de vista. La interrelación de
medios equivale a la interpretación, primero fragmentaria y después global; de otro
modo el acceso a la obra puede manifestarse equívoca o parcialmente. La obra
adquiere un sentido amplio, y en cierto modo, reina el desconcierto, en un
ambiente donde la asimilación depende, estrechamente, de factores íntimos,
escondidos o camuflados. La lectura lineal desaparece en favor de algo más abierto
y por qué no, confuso, diferenciado e intencionadamente contradictorio. Evidente-
mente, lo que aquí se encuentra, es un juego de significados existentes y de otros
aún por descubrir, a fin de ir, más allá, de todo límite.
Las manifestaciones artísticas vanguardistas e innovadores que parezcan (y
sean), necesitan de un público, de unos receptores, que se encarguen de ver,
comprender y hacer trascender el ideario que las obras arrojan. Y el conocimiento
de las claves para acceder a la resolución del significado escondido es pues, muy
importante y necesario. Todo lo descrito nos conduce a lo que los filósofos han
considerado con el término de "alegoría" 43 , metáforas o todo tipo de giros
enigmáticos y sugerentes. Surge entonces la duda de cómo interpretar. Si no existe
ningún tipo de referencias que permitan la entrada a cualquier indicio, se producirá
un "escuchar" sin "recibir" sonido alguno. Así, hay que considerar como premisa
fundamental al empleo que de los fragmentos se hace con un sentido alegórico:
"("A llos" = otro + "agoreuei" = hablar; 'A legoría" = otro habla). La "alegoría"
llega a ser el modelo de todo comentario, de toda crítica." 44 La imagen alegórica
es la imagen apropiada, el alegorista no inventa, no crea las imágenes sino que
las confisca, reclama el significado cultural, interpreta las imágenes y llegan a ser
algo diferente. No se restaura el significado original, que quizás se haya perdido
u oscurecido; la alegoría no es "hermenéutica" 45 (no llega a interpretar los textos
los fragmentos que adopta del pasado) para fijar su verdadero sentido. Insistimos,
no se restaura, sino que se le añade otro significado a la imagen al descontextuali-
zarla de su contexto real. El significado alegórico suplanta y propone un nuevo
43. "Las alegorías posmodemas son enigmáticas, porque, por una parte, no conoces la historia que
se está contando, ni tampoco el mito con el que se ha de comparar de ahí que, en vez de dos centros,
tengamos dos cosas descentradas". Op. cit., Africa Vidal, p. 22.
44. Craig Owens: "The allegorical impulse: Toward a theory of Postmodernism", en Art after
Modernism: Rethinlcing Representation. The New Museum, New York (Publishing Brian Wallis), 1986,
p. 205.
45. Op. cit., Owens, p. 205.
En los ochenta la posmodernidad 251
BIBLIOGRAFÍA
AFRICA VIDAL, M. Carmen: ¿Qué es el posmodernismo? Alicante, (Universidad de
Alicante), 1989.
BENJAMIN, Walter: Discursos interrumpidos!. Madrid (Ediciones Taurus), 30 reimp., 1988.
BONITO OLIVA, Achille: El arte hacia el 2000. Madrid (Ediciones Akal), col. "Arte
y Estética", n. 29, 1992.
BREA, José Luis: "Visiones en Madrid, o los trabajos y los días del "portador de un
mensaje arcaico y paradójico", o un "no" comporta múltiples posibilidades", Figura,
no. 5, Primavera-Verano (1985).
CALABRESE, Omar: La era neobarroca. Madrid (Ediciones Cátedra), col. "Signo e
imagen", n. 16, 1989.
DELGADO, Gerardo: "Entrevista a Achille Bonito Oliva", Figura, n. 3, Otoño (1984).
FEAVER, William: "A New Spirit- Or Just a Tired Ghost?", A rt News, n. 80, Mayo (1981).
HONNEF, Klaus: L'A rt contemporain. Külh (Benedikt Taschen), 1990.
JAMESON, Fredric: El posmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado.
Barcelona (Ediciones Paidós), 1 ed., 1991.
LAWSON, Thomas: "Last exit: Painting" en A rt after Modernism: Rethinking Representa-
tion. The New Museum, New York (Publishing Brian Wallis), 1986.
LYOTARD, Jean-Frangois: La condición postmoderna. Madrid (Ediciones Cátedra), col.
"Teorema", 4a ed., 1989.
MARCHAN FEZ, Simon: Del arte objetual al arte de concepto, 1960-1974. Epílogo sobre
la sensibilidad "posmoderna". Madrid (Akal), col. "Arte y Estética", n. 4, 3' ed., 1988.
OVVENS, Craig: "The allegorical impulse: Toward a theory of Postmodernism", en A rt after
Modernism: Rethinking Representation. The New Museum, New York (Publishing
Brian Wallis), 1986.
POVVER, Kevin: "Releyendo a Bonito Oliva: Unos pensamientos que algunos aparentemen-
te no comparten", Figura, n. 5, Primavera-Verano (1985).
— "David Salte: Interpretado a mi modo", en David Salle, Madrid (Fundación Caja de Pensio-
nes), Salas de la Fundación Caja de Pensiones, 27 Septiembre-13 Noviembre, 1988.
ROSE, Barbara: "A Critical Interpretation", en A merican Painting: The Eighties, Barcelona
(Generalitat de Barcelona), Salón del Tinell, Marzo-Junio, 1982, (separata en español).
254 Francisco José Lara Barranco
En los ochenta la posmodernidad 255
a
262 Francisco José Lara Barranco