Introducción Responsabilidad Civil

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Introducción

Dentro del régimen de la Responsabilidad Civil prevista por el Código Civil,


se encuentra la responsabilidad civil por los daños de las cosas inanimadas, la
cual es regida por el artículo 1384 párrafo 1ro. Del Código Civil Dominicano. La
Responsabilidad Civil se produce por causas de unos requisitos exigibles, que a
su vez produce unos efectos que fundamentan la misma.

Cuando se celebra un contrato, nace una primera obligación para cada una
de las partes, que es la de cumplir la prestación prometida. Cuando no se cumple
o se cumple mal la prestación debida, se crea un nuevo vínculo obligacional, o sea
la obligación para el deudor autor del incumplimiento, de reparar el perjuicio que
se ocasiona.

La responsabilidad delictual o cuasidelictual es la que nace de un delito o


de un cuasidelito civil. Cuando el autor de un daño causado con intención está
obligado a repararlo, se dice que ha comprometido su responsabilidad delictual
(Art. 1382 del Código Civil).

Cuando su autor ha actuado sin intención de causar el daño, se dice que ha


comprometido su responsabilidad cuasidelictual (Art. 1383 del Código Civil).

La responsabilidad delictual o cuasidelictual constituye la responsabilidad


civil de derecho común, y por lo tanto toda responsabilidad civil que no sea
contractual, es delictual o cuasidelictual (Subero, 2000).
Los Regímenes de la Responsabilidad Civil

El objetivo principal de la responsabilidad civil es procurar la reparación,


que consiste en restablecer el equilibrio que existía entre patrimonio del autor del
daño y el patrimonio de la víctima antes de sufrir el perjuicio. La responsabilidad
civil posee un aspecto preventivo, que lleva a los ciudadanos a actuar con
prudencia para evitar comprometer su responsabilidad; y un aspecto punitivo, de
pena privada.

La responsabilidad civil intenta asegurar a las víctimas de reparación de los


daños privados que le han sido causados, tratando de poner las cosas en el
estado en que se encontraban antes del daño y reestablecer el equilibrio que ha
desaparecido. Por estas razones, la sanción de la responsabilidad civil es, en
principio, indemnizatoria, y no represiva.

La responsabilidad civil consiste en la obligación que recae sobre una


persona de reparar el daño que ha causado a otro, sea en naturaleza o bien por
un equivalente monetario, (normalmente mediante el pago de una indemnización
de perjuicios).

El que obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daño a


otro, está obligado a repararlo. La responsabilidad civil puede ser contractual o
extracontractual.

Cuando la norma jurídica transgredida es una obligación establecida en una


declaración de voluntad particular (contrato, oferta unilateral, etcétera), hablamos,
entonces, de responsabilidad contractual.

Cuando la norma jurídica violada es una ley (en sentido amplio), hablamos
de responsabilidad extracontractual, la cual, a su vez, puede ser delictual o penal
(si el daño causado fue debido a una acción tipificada como delito), o cuasi-
delictual o no dolosa (si el perjuicio se originó en una falta involuntaria).
La responsabilidad penal es, en Derecho, la sujeción de una persona que
vulnera un deber de conducta impuesto por el Derecho penal al deber de afrontar
las consecuencias que impone la ley. Dichas consecuencias se imponen a la
persona cuando se le encuentra culpable de haber cometido un delito o haber sido
cómplice de éste. La responsabilidad penal la impone el Estado, y consiste en una
pena que busca castigar al delincuente e intentar su reinserción para evitar que
vuelva a delinquir.

Responsabilidad Civil Contractual

Nace del incumplimiento total o parcial de un contrato y se rige por el art.


1146 y siguientes del Código Civil. Cuando una parte no cumple con sus
obligaciones incurre en responsabilidad contractual, también cuando cumple mal,
llamado prestación defectuosa, todo esto a menos que haya causa de
exoneración. Las causas de exoneración son generalmente el caso fortuito, la
fuerza mayor y el hecho de un tercero. Un ejemplo es el vendedor que no entrega
a tiempo después de recibir el precio y una causa de exoneración seria el hecho
de un tercero.

Los requisitos por la responsabilidad civil contractual son:

1) La existencia de un contrato,
2) Que el contrato sea válido,
3) Que el contrato sea entre el responsable y la víctima.

Estos quieren decir: la existencia de un contrato válido entre el responsable


y la víctima; que la víctima haya sufrido un daño directo por la inejecución del
contrato y que tal inejecución nazca de una falta.

En cuanto al tercer requisito de la responsabilidad civil contractual:

a) Debe existir una relación de causalidad entre el daño y la falta


contractual.
b) Hay que determinar qué tipo de obligación se ha incumplido, si era de
medios o resultado.
c) El incumplimiento o falta se evalúa in concreto, sobre el caso concreto
en específico, no se puede aplicar la teoría general sobre la falta que es
in abstracta, ni siquiera puede aplicarse la misma falta a dos contratos
aunque sean de la misma naturaleza (Metro Tours no es lo mismo que
una voladora).
d) El incumplimiento puede ser sobre obligaciones accesorias. Por
ejemplo, en un contrato de venta había una cláusula accesoria de
cancelar una hipoteca y no se hizo. Lo complicado es a la hora de
determinar si la obligación era de medios o resultado. La jurisprudencia
ha insertado cláusulas accesorias tácitas para beneficiar a la víctima en
los contratos de adhesión. En los contratos de transporte de pasajeros,
por ejemplo, no sólo debe transportase al pasajero, sino llevarlo sano y
salvo, es una obligación de resultados.
e) El incumplimiento debe darse dentro de la vigencia del contrato. Si un
contratante hace creer al otro que el contrato estaba vigente, pero no es
cierto, la responsabilidad será delictual.

Durante el periodo post contractual, toda falta genera responsabilidad


delictual.

En principio, sólo los contratantes pueden invocar la responsabilidad


contractual (art. 1165 C. Civil). Existe una excepción en el 1121, estipular a
beneficio de otro. Por ejemplo, Pedro tiene un seguro de vida con Pedrito como
beneficiario. Si al morir Pedro, la aseguradora no quiere pagar, Pedrito puede
demandar por el 1146. Esta excepción la utilizan a menudo los causahabientes
pues se consideran continuadores de la persona del de cujus.

Al lado de la responsabilidad civil contractual general establecida por los


artículos 1146 y siguientes del Código Civil, se encuentra una responsabilidad
especial que pesa sobre el inquilino hacia el arrendador y consagrada por el Art.
1733 del mismo código, responsabilidad que es una consecuencia del contrato de
inquilinato.

El Art. 1733 de dicho código dispone que el inquilino es responsable en


caso de incendio, a menos que pruebe, que el incendio fue causado por caso
fortuito, fuerza mayor, o por vicio de construcción, o que el fuego se comunicó por
una casa vecina.

Art. 1734. Si hay muchos inquilinos, son todos solidariamente responsables


del incendio, a no ser que se pruebe que el incendio empezó en la habitación de
uno de ellos, porque entonces éste solo será el responsable. O también cuando
algunos prueben que no pudo tener principio en su casa; pues entonces éstos no
son responsables.

Tipos de daños contractuales

Existen dos tipos de daños contractuales, compensatorios y moratorios:

1) Compensatorios: Nacen de la inejecución de las obligaciones en general.


1) Los daños deben ser causados al acreedor. 2) Debe haber, existir, una falta
contractual imputable al deudor. Estos daños siempre tienen una evolución
pecuniaria. Solo existen en las obligaciones de hacer, no hacer o entregar una
cosa distinta al dinero.

2) Moratorios: Nacen del art. 1153. En la responsabilidad contractual se


permite la limitación y exoneración, salvo que se afecte el orden público. La orden
Ejecutiva 312 de 1919 establecía el interés legal del 1%, pero el Código Monetario
y Financiero la derogó. La Suprema dice que ya no puede condenarse por el
interés legal, pero los tribunales inferiores lo continúan haciendo.
Responsabilidad delictual y cuasi delictual

Es aquella que se refiere a ocurrencias no regidas por términos


contractuales. La idea de contrato se encuentra ausente en este orden de
responsabilidad. Está consagrada fundamentalmente por los arts. 1382, 1383 y
1384 del Código Civil, constituye el derecho común de nuestra responsabilidad
civil.

El Art. 1382 de dicho código establece una disposición general común y


aplicable a todos los órdenes de responsabilidad y al mismo tiempo de orden
público. Las disposiciones de este artículo son obligatorias tanto para los
comitentes como para los terceros porque son de orden público.

Los redactores del Código Civil trataron la responsabilidad delictual en los


Arts. 1382 al 1386, estos artículos reglamentan:

1) responsabilidad por el Hecho personal (Arts. 1382 y 1383),


2) la responsabilidad por el hecho de otro (Art. 1384, párrafos: 2, 3 y 4);
3) La responsabilidad por el hecho de las cosas inanimadas;
4) responsabilidad por el hecho de los animales (Art.1385) y
5) La responsabilidad por las ruinas de los edificios.

Responsabilidad por el hecho personal.

Se dice que una persona compromete su responsabilidad civil por su hecho


persona: cuando ella misma, de manera personal, ha sido la causante del daño
que le ocasiona a la víctima. Dentro de las diferentes esferas de la responsabilidad
delictual, se puede afirmar que la responsabilidad por el hecho personal constituye
la responsabilidad de derecho común.
Responsabilidad delictual

Cuando ha actuado con la intención de ocasionar el daño, en cuyo caso el


articulo aplicable es el 1382 del Código Civil, a cuyo tenor cualquier hecho del
hombre que causa a otro un daño, obliga aquel por cuya culpa sucedió, a
repararlo.

Responsabilidad cuasidelictual

Cuando el daño ha sido causado sin intención de ocasionarlo, en este caso


la disposición legal aplicable es el Art. 1383 de dicho código, que dispone que
cada cual es responsable del perjuicio que ha causado, no solamente por un
hecho suyo, sino también por su negligencia o su imprudencia.

La esfera de la responsabilidad civil delictual se encuentra dominada


fundamentalmente por la idea de falta, pues hasta la fecha no existe ningún texto
legal ni criterio jurisprudencial que establezcan un presunción de culpabilidad o de
responsabilidad contra el autor personal de una obligación delictual. De ahí resulta
que la ausencia de la falta probada contra el autor del daño impide la existencia de
la responsabilidad civil por su hecho personal; al reconocer daños y perjuicios,
toda sentencia deberá establecer el hecho ilícito a cargo del causante, so pena de
ser casada.

La falta supone una actuación contra el derecho de otro; derecho que


puede resultar para ese otro ya sea de un contrato, ya sea de la ley, ya sea de los
principios de justicia. Por esta razón es que una persona no compromete su
responsabilidad civil cuando el daño es causado por el ejercicio normal de un
derecho, para que el ejercicio de un derecho causante de un daño comprometa la
responsabilidad civil de su autor es preciso probar que su titular lo ejerció con
ligereza censurable, o con el propósito de perjudicar, o con un fin contrario al
espíritu del derecho ejercido; o cuando constituya un acto de malicia o de mala fe
o de un error equivalente al dolo; o cuando el titular del derecho ejercido haya
abusado de ese derecho.

La noción de abuso de derecho requiere, para su eficacia como alegato


jurídico, entre otras condiciones y como elemento fundamental característico, la
realización por el agente demandado, de una actuación notoriamente anormal,
pero no la de actuaciones normales dentro de un status jurídico real, o de una
relación contractual.

El abuso cometido en ocasión del ejercicio de un derecho degenera en una


falta que compromete la responsabilidad civil de su autor, este criterio es
dominante en nuestra jurisprudencia.

Diferencias entre la Responsabilidad Delictual y Cuasidelictual:

La prescripción de la acción en responsabilidad delictual (Art. 1382 del


Código Civil) es de un año, conforme al Art. 2272 del mismo código.

La prescripción de la acción en responsabilidad cuasidelictual (Art. 1383 del


Código Civil) es de seis meses, según el Art. 2271 del mismo código, a menos que
dicha acción tenga su nacimiento en una infracción a la ley penal, en cuyo caso la
prescripción se rige por los plazos propios de la acción pública.

Según el Dr. Ramón Tapia Espinal: "Para que la responsabilidad civil


prevista en los artículos 1382 y 1383 este en juego, ha sido tradicionalmente
indispensable la prueba a cargo de la víctima, no solo de la falta y el daño, sino
también de la relación de causalidad entre estos elementos constitutivos de la
responsabilidad civil".

Diferencia entre la responsabilidad civil contractual y la delictual:

La contractual: Nace del incumplimiento total o parcial de un contrato y se


rige por el art. 1146 y siguientes del C. Civil. Cuando una parte no cumple con sus
obligaciones incurre en responsabilidad contractual, también cuando cumple mal
(llamado prestación defectuosa), todo esto a menos que haya causa de
exoneración. Las causas de exoneración son generalmente el caso fortuito, la
fuerza mayor y el hecho de un tercero. Un ejemplo es el vendedor que no entrega
a tiempo después de recibir el precio y una causa de exoneración seria el hecho
de un tercero.

La delictual: También llamada extracontractual, nace del delito, del


cuasidelito o del incumplimiento de un cuasicontrato (el cuasicontrato es un hecho
jurídico). Su fundamento jurídico o causa son los artículos 1382-1386 y se
considera de orden público.

Diferencias Fundamentales

En lo referente a la fuente de las obligaciones, la responsabilidad


contractual nace de la violación a un contrato y la delictual de la violación a una
norma legal preexistente.

La contractual surge de actos voluntarios, la delictual generalmente de


actos involuntarios.

Los principios de la responsabilidad civil contractual tienen carácter


particular casi siempre referido al contrato y los de la delictual son principios
generales que se aplican a la mayoría de los casos de responsabilidad civil.

Ambas tienen diferentes elementos constitutivos.

En cuanto al tipo de obligación, en la contractual debe buscarse el fin de las


partes al pactar el contrato. En la delictual debe buscarse el fin perseguido por el
legislador al dictar la norma legal preexistente.
Conclusión

La responsabilidad contractual proviene del incumplimiento de un contrato y


consiste en tener que indemnizar los perjuicios resultantes de la infracción.

Esta responsabilidad supone un vínculo preexistente entre el autor del daño


y la víctima del mismo. Mientras que la responsabilidad delictual y cuasidelictual
proviene de la ejecución de un hecho ilícito sea culposo o doloso. Ninguna
relación previa liga al autor del daño y quien lo sufre, siendo el hecho ilícito y
perjudicial la que genera la obligación.

La responsabilidad mira el pasado no el futuro, vale decir, los medios de


resarcimiento se refieren al defecto ya producido y no pueden convertirse en un
mecanismo de política judicial. Pese a ello, el ciudadano tiene el derecho a no
soportar en su patrimonio los defectos estructurales de la justicia, la cual es
probablemente la más importante función que debe cumplir el Estado frente a los
particulares.
Bibliografía

Acosta, Juan Pablo (2010). Código Civil de la República Dominicana. Decima


quinta Edición. Moca, República Dominicana: Editora DALIS.

Mazeud, Henry, León y Jean (1974). Lecciones de Derecho Civil: La


Responsabilidad Civil, Los Cuasicontratos. Parte 2 Volumen II. Buenos
Aires, Argentina: Ediciones Jurídicas Europa-América.

Capitant, Henri (1977). Vocabulario Jurídico. Buenos Aires, Argentina: Ediciones


Depalma.

Subero Issa, J.A. (2000). Tratado Práctico de Responsabilidad Civil Dominicana.


4ta. Moca, R. D.: Editora Dalis.

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