Embargo Ejecutivo
Embargo Ejecutivo
Embargo Ejecutivo
justicia los bienes muebles corporales del deudor, para hacerlos vender públicamente y
cobrar su acreencia, amparado en uno de los títulos ejecutorios designados por la ley.
También se define el embargo ejecutivo como el procedimiento de retención o
apoderamiento de los bienes del deudor, con el fin de que, con ellos o con el producto
de su venta, el acreedor satisfaga la obligación incumplida, siempre que el acreedor
posea título ejecutorio.
Todos los acreedores tienen derecho a embargar los bienes de su deudor, a fin de cobrar
su crédito del precio de venta de los objetos embargados o de hacerse atribuir
judicialmente el crédito en dinero de su deudor contra un tercero. (Froilán Tavárez,
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. Tomo IV, p.43). Sin embargo, para
llevar a cabo un embargo de tipo ejecutivo al acreedor le será indispensable estar en
posesión de un título denominado ejecutorio, cuyas particularidades veremos a seguidas.
En consecuencia, son títulos las sentencias, los documentos parajudiciales, los títulos
contractuales, los títulos documentales (escrituras públicas y documentos privados), los
títulos al portador (o nominativos), las pólizas originales de contratos celebrados con un
agente de bolsa o corredor público, etc.
Por su parte, los títulos ejecutorios tienen una definición legalmente diferenciada de los
precedentemente definidos: para nuestra legislación, los títulos ejecutorios son «las
primeras copias de las sentencias y otras decisiones judiciales y las de los actos
notariales que contengan obligación de pagar cantidades de dinero, ya sea
periódicamente o en época fija; así como las segundas o ulteriores copias de las mismas
sentencias y actos que fueren expedidas en conformidad con la ley en sustitución de la
primera».
(Código de Procedimiento Civil, artículo 545). Por tanto, los títulos ejecutorios (causa o
fundamento de un derecho que permite el embargo por parte del acreedor), son
determinados por la ley, que le reconoce esta calidad a los siguientes documentos:
En sentido general, sabemos que el crédito no pagado en virtud del cual se persigue al
deudor debe reunir una serie de condiciones, que son las siguientes:
a) Certidumbre,
b) Liquidez, y
c) Exigibilidad.
Los bienes que pueden ser susceptibles de embargarse ejecutivamente son los bienes
muebles corporales pertenecientes al deudor. Los bienes muebles corporales equivalen
al mobiliario, propiamente dicho; es decir, son aquellos bienes que se encuentran en la
esfera de nuestros sentidos y tocamos o podemos tocar: joyas, cuadros, etc. Son las
cosas tangibles, cuya equivalencia en la vida diaria se encuentra en la voz cosa. Como
una excepción a este principio se citan el embargo de frutos no cosechados o pendientes
de sus ramas (que en realidad son considerados inmuebles), y el embargo de naves
(pues la nave es considerada un inmueble, por lo que es susceptible de hipoteca). Dado
que en materia de muebles la propiedad vale título, de acuerdo a las disposiciones del
Código Civil, son susceptibles de embargarse todos los efectos mobiliarios encontrados
en la casa del deudor, que se reputan suyas, salvo algunas excepciones.
2) El lecho y el las ropas de uso del embargado y su familia, que no pueden ser
embargados por ninguna clase de crédito;
3) Los libros relativos a la profesión del embargado, elegidos por él, que alcancen un
valor de trescientos pesos;
6) De la misma manera, no pueden embargarse los instrumentos de los obreros que sean
necesarios para el desarrollo de su arte u oficio, ni los granos, harinas y géneros para la
manutención del embargado y su familia durante un mes;
7) Por último, no se embargará una vaca, ni tres ovejas o dos cabras elegidas por el
embargado; ni el forraje, granos o alimentos necesarios para el pesebre o su
sostenimiento durante un mes.
En cuanto a lo primero, «el acreedor debe notificar a su deudor el título en virtud del
cual procede», pudiendo hacerlo «junto al mandamiento de pago», el cual se define
como «un acto de alguacil por medio del cual se pone en mora al deudor, de proceder al
pago del crédito del acreedor en un plazo determinado, con la advertencia de que sí
transcurrido el mismo no obtempera al pago, se procederá al embargo de sus bienes».
(Salvador J. Blanco, Las Vías de Ejecución -Los Embargos-).
Finalidad del Mandamiento de Pago. Uno de los aspectos más importantes contenidos
en el mandamiento de pago es la atribución de competencia. En efecto, la elección de
domicilio hecha en el mandamiento de pago atribuye competencia específica en el sitio
del embargo, que es el mismo donde se conocerán los incidentes que pudieran surgir
aun los promovidos por terceros o por el depositario de los bienes embargados.
Menciones que a pena de nulidad debe contener el mandamiento de pago:
a) Notificación del título que fundamenta el crédito. Debe comunicarse en cabeza del
mandamiento de pago, si no se ha notificado anteriormente;
b) Enunciación precisa de la suma adeudada;
c) Intimación a pagar, con la advertencia expresa de que a falta de pago se procederá al
embargo de los bienes del deudor;
d) Elección de domicilio por parte del acreedor, hasta la conclusión del procedimiento
de embargo, en el lugar donde deba cumplirse la ejecución.
Los mandamientos de pago no son actos de ejecución sino formalidades previas de
carácter obligatorio en los embargos, excepto cuando se trata de embargos
conservatorios.
Inicio del Procedimiento.
El guardián. Una vez embargados los bienes se designa un depositario de los mismos,
conocido como "guardián", persona a cuya responsabilidad quedarán los bienes antes de
su venta. El Código de Procedimiento Civil regula la designación del guardián en sus
artículos 596 al 598. Según los términos del Artículo 596 del C.P.C., el guardián es
propuesto por el embargado y deberá ser aceptado por el alguacil a condición de que sea
solvente -pudiendo nombrarse como guardianes al cónyuge, los amigos, los parientes y
los afines, e inclusive al mismo embargado- y que, por otro lado, no sea ni el cónyuge,
ni los afines del embargante; ni el alguacil ni sus afines.
El Guardián y la disposición de los bienes. A pesar de quedar los bienes a su cuidado,
el guardián no puede disponer de los bienes embargados, caso del cual se ocupa el
Artículo 400 del Código Penal. Si el guardián es el mismo embargado, no podrá
disponer libremente de los bienes embargados, aunque queda con el goce de los
mismos, evidentemente. Sin embargo, en caso de que el guardián sea una persona
diferente del embargado, no puede ni disponer ni disfrutar de los bienes entregados a su
custodia, absolutamente, según las prescripciones del Artículo 408 del Código Penal,
pues su único deber es vigilarlos y conservarlos hasta su presentación oportuna ante el
funcionario judicial que lo disponga.
La fijación de edictos se comprobará por acta de alguacil anexa al edicto (Artículo 619
C.P.C.) y, de acuerdo a las prescripciones del Artículo 621 del C.P.C., cuando se trate
de sortijas o alhajas, además de los edictos, se harán tres exposiciones en el mercado o
en el lugar donde se encuentren los efectos, haciéndose una valoración pericial de los
mismos. Debe publicarse la venta de estos artículos cuando menos tres veces
consecutivas en los periódicos.
Cuándo deben fijarse los edictos y menciones que deben contener. Los edictos
deben fijarse un día antes de la venta, conteniendo (según el artículo 681 del Código de
Procedimiento Civil): lugar, día y hora de la venta.
Estas formalidades, si se han omitido, pueden dar lugar a que el embargado demande en
daños y perjuicios, si comprueba que la falta de cumplimiento de las mismas le han
ocasionado perjuicio.
-Funcionario Competente para la realización de la venta. El funcionario competente
para realizar la venta es el Vendutero Público, según el Artículo 114 de la Ley 821 de
Organización Judicial, o, en su defecto, el Alguacil en funciones de Vendutero Público.
Procedimiento para la venta. El artículo 613, exige que hayan transcurrido por lo
menos 8 días entre la notificación del embargo al deudor y la venta. Este plazo es franco
y prescrito a pena de nulidad, según el artículo 614, "si los objetos embragados pueden
deteriorarse, el juez puede abreviar el plazo de la venta, como también el juez puede
aumentar el plazo, en el caso de que surjan incidentes".
Quiénes no pueden subastar. No pueden participar en las subastas los tutores, los
administradores de bienes públicos, oficiales públicos de Bienes Nacionales, Jueces o
Suplentes, Ministerio Público ni Secretarios, Abogados, Alguaciles, Notarios y
defensores que hayan sido encargados de la venta... todo bajo pena de nulidad y
posibles daños y perjuicios.