Monografia (Reyna C.-Contaminacion Marina)

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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA

ESCUELA PROFESIONAL DE AGRONOMÍA

Departamento Académico de Ciencias Agrarias

MONOGRAFÍA

Título : “CONTAMINACIÓN MARINA”

Curso : ECOLOGIA AGRICOLA

Alumno : Reyna Cajas, Anthony Larry

Docente : M. Sc. José Luis GIL BACILIO,

Tingo María – Perú


Enero, 2019
I. Introducción

Las basuras marinas son uno de los mayores retos ambientales a los que se
enfrenta la humanidad ya que afecta a todos los países en mayor o menor medida,
independientemente de dónde se originen los residuos, las basuras marinas están
compuestas por multitud de materiales tales como: plásticos, madera, metales,
vidrio, goma, telas, papel, incluyendo los derivados o desechados de las actividades
pesqueras (Jiménez, 2016).
Naciones Unidas define como “basura marina” cualquier material sólido
persistente, manufacturado o procesado que ha sido descartado, vertido o
eliminado en el medio ambiente marino o costero, si la basura es un síntoma del
nivel de contaminación de los mares, entonces no cabe duda de que nuestros mares
están muy enfermos, la presencia de basuras en el mar se ha convertido en una
auténtica plaga cuyos impactos no se reducen a los daños sobre las especies
marinas, hoy tenemos que añadir que la presencia de basuras en las costas es un
problema de salud, y es un problema económico, cada día cientos de millones se
invierten en retirar de las playas las basuras que arrastra el mar o que dejan detrás
los bañistas, en los últimos años hay amplios debates sobre la globalización y sus
consecuencias, sin embargo, no hay ejemplo más evidente de que vivimos en único
mundo que la cantidad de basuras que encontramos en el mar, el hecho es que las
basuras se mueven por el mar arrastrados por las corrientes y, debido a su alta
persistencia, pueden aparecer en lugares muy lejanos de los que fueron vertidos
inicialmente (Greenpeace. 2005).
Además de la acidificación de los océanos, nuestros mares y su vida silvestre
se enfrentan a una grave amenaza debido al vertido o la liberación de
contaminantes tóxicos en el medio marino (Madsen, 2013)

Objetivo:
 Buscar información referente a la contaminación marina y todo
referente al tema.

II. Revisión de literatura

Los mares han sido históricamente el sitio común para la disposición de


desechos generados por el hombre. Los impactos ambientales negativos que ello
genera van desde daños y riesgos para la salud humana y la seguridad, así como
impactos económicos y estéticos, muerte de especies marinas y destrucción de su
hábitat. Más de la mitad de la población del mundo vive en los 60 km (promedio) de
las zonas costeras y esta proporción podría elevarse a las tres cuartas partes para
el año 2020 y muchos de los pobres del mundo están hacinados en zonas costeras.
Esta realidad la encontramos también en nuestro país y es la presión de esta
población la que afecta seriamente a los ecosistemas marinos (Alfaro, 2002).
Se estima que el 70% de los contaminantes que afectan a mares y océanos
provienen de fuentes terrestres siendo los desechos sólidos uno de los
contaminantes principales y entre ellos el plástico es el predominante (más del
50%). Por otro lado, encontramos que los ecosistemas acuáticos de ríos y lagos
también soportan una gran presión de las poblaciones que se establecen en sus
orillas o que hace uso de los cursos de agua para actividades recreativas o
económicas. Estos ecosistemas sufren también el impacto de los pobladores en
tránsito. Uno de los principales contaminantes que afecta a estos ecosistemas
acuáticos continentales, al igual que a los marinos, son los desechos sólidos y en
especial la presencia de aquellos que no son biodegradables como el plástico,
espuma y hule. Lamentablemente la presencia de desechos sólidos en nuestros
lagos, ríos y océanos, es algo que los peruanos observamos continuamente en
todas las regiones de nuestro país. Diversos factores son la causa de este problema
que ocasiona una alteración de los ecosistemas acuáticos, con perjuicio para la
biodiversidad que en ellos habita, así como para todos aquellos que hacemos uso
de dichos ambientes ya sea para recreación o como fuente trabajo (Alfaro, 2002).
2.1. Actualidad del problema de la contaminación de aguas marinas

En los últimos años, los países de la Comunidad Europea están


prestando más atención a la contaminación, la preservación y al control del medio
ambiente terrestre y marino debido al aumento, en las últimas décadas, de la
presión antropogénica sobre los ecosistemas marinos y, sobre todo, en las zonas
costeras. Durante siglos el Océano ha podido soportar la contaminación natural y
actuación de la sociedad humana sin sufrir grandes modificaciones, pero desde
inicio del siglo XX las actividades humanas se han incrementado alcanzando tal
nivel que pueden perturbar gravemente los ciclos vitales del ambiente
marino/costero y poner en peligro toda su diversidad biológica. El término
“contaminación” de los sistemas acuáticos, en general, abarca efectos nocivos
ocasionados por el hombre mediante acciones como son los vertidos de substancias
tóxicas y/o radiactivas, sobrecalentamiento del agua de mar como resultado de su
paso por los circuitos de refrigeración de las instalaciones industriales costeras
(contaminación térmica), vertidos de agentes patógenos, de desechos sólidos y
dispersos, transporte de especies ajenas al hábitat local (contaminación biológica),
ruidos provocados por los motores de los vehículos marítimos (contaminación
acústica), etc. Actualmente, la contaminación química es el que tiene mayor
importancia porque ocurre con mayor frecuencia y provoca mayor impacto
ecológico. En este contexto, cada año se vierten más de medio millón de toneladas
de petróleo como resultado de operaciones marítimas, accidentes y descargas
ilegales.
El carácter de dicha contaminación no es solamente local, sino
regional e incluso global. La contaminación perjudica la salud de la sociedad, el
turismo, las actividades marítimas como la pesca y la acuicultura, empeora la
calidad del agua y sus propiedades útiles pudiendo eliminar totalmente las cadenas
tróficas. Un sesenta por ciento de la población mundial vive en la zona litoral
marítima. Es decir, más de 2.700 millones de personas viven a menos de cien
kilómetros de la costa marina, y este número podría elevarse a un 75% para el año
de 2020. Hay 595.814 kilómetros de litoral mundial donde los recursos costeros son
vitales para muchas comunidades locales. La Unión Europea cuenta con
aproximadamente 89.000 Km de costas. El litoral español, con casi 8.000
kilómetros de longitud a lo largo de 25 provincias y 428 municipios, acoge a una
tercera parte de la población del país y a cuatro de cada cinco turistas que llegan a
España, por lo que está sometido a una serie de presiones ambientales de diverso
tipo que amenazan a muchos de los ricos y variados ecosistemas naturales que lo
caracterizan. En particular, en la provincia de Barcelona más de 50% de la población
vive en una franja costera de unos 15 – 20 Km. En esta franja de agua, tierra y
atmósfera se encuentran muchas riquezas naturales y donde además efectuamos
diversas actividades económicas como la pesca, comunicación marítima, ocio y
otros, en fin, nuestra calidad de vida depende mucho de las condiciones
ambientales de ella. Sin duda, el crecimiento de las industrias, del turismo y del
transporte marítimo, trae bastantes beneficios a la población catalana pero, por otro
lado, crecen los problemas ambientales como, por ejemplo, la marea roja (los
“blooms” fitoplanctónicos) o la aparición de nuevas fuentes de contaminación
industrial/urbana/rural, se observan cambios paisajísticos provocados por la
construcción descontrolada, etc. Por esto es importante la labor de los científicos de
todas áreas, debemos definir claramente los problemas ambientales y mostrar sus
efectos negativos sobre nuestra calidad de vida y sobre el medio ambiente, tanto a
corto como a largo plazo.
2.2. ¿Cuánta basura hay en el mar?
Los primeros estudios en profundidad que tratan de poner cifras al
problema de las basuras en el mar datan de hace ya treinta años. Sin embargo, a
día de hoy es todavía muy complicado dar datos concretos de cuánta basura hay
en el mar, debido a la diversidad de datos y fuentes. Los datos más significativos
los ofrece el PNUMA (Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas) que cifra
en 6,4 millones de toneladas el total de basura que acaba cada año en el mar. Esa
basura se extiende de forma desigual por la columna de agua. Mientras un 70%
acaba el fondo marino, otro 15% se mantiene en la columna de agua y el resto
termina en las playas. Por tanto, la parte que finalmente acaba en las playas es una
mínima parte del total de basuras marinas (Greenpeace, 2005).
Los cálculos de presencia de objetos en los mares varían según las
fuentes. Aunque hay consenso en determinar que es el fondo marino el que acumula
la mayor parte de los residuos. Así, un estudio realizado por Greenpeace en 1992
en los fondos del Parque Nacional de Cabrera (Islas Baleares) resultaba en un total
aproximado de entre 166.859 y 289.766 objetos por kilómetro cuadrado en el fondo
marino de ese archipiélago. En cuanto a basuras flotantes, una investigación
realizada en el mar de Alborán desde el buque Sirius de Greenpeace determinó que
el número de objetos flotantes por Km2 oscilaba entre los 23,8 y los 132,9, siendo
las zonas cercanas a la costa las que acumulaban mayor número de basuras
flotantes y las zonas de alta mar las de menor densidad de basuras. Hay que tener
en cuenta que dicho estudio sólo cuantificó los residuos flotantes en superficie, y no
aquellos que, al estar en suspensión no eran visibles desde la superficie. Los
residuos flotantes son en su mayor parte plásticos. Según la fuente que se consulte
el porcentaje oscila entre un 80 y más de un 90% del total de los residuos flotantes
son restos de plásticos. En concreto el estudio realizado en el mar de Aborán resultó
que en un 90,04% de los residuos recogidos eran plásticos (bolsas y plásticos
blandos en su mayor parte. Botellas, plástico duro, etc. el resto). Por el contrario, en
los residuos acumulados en los fondos el objeto más numeroso es el de vidrio,
aunque también se encuentran plásticos, pilas, restos de artes de pesca, incluso
objetos de gran volumen. En cuanto las basuras que se recogen en las playas, el
estudio Coastwatch que Greenpeace ha desarrollado en las costas de Cataluña en
los últimos años muestra el gran número de objetos recogidos y la variedad de los
mismos: entre los residuos higiénico-sanitarios encontrados destaca la presencia
de bastones de los oídos (hasta 55.000 en el mismo día), seguidos de compresas
(casi 5.000) aplicadores de tampones y preservativos. Los restos de mayor
dimensión están constituidos principalmente por basura doméstica (42%), restos de
colillas de cigarrillos, enseres, restos de naufragios y diversos objetos metálicos
(Greenpeace, 2005).
En cuanto a la basura doméstica, las bolsas de plástico (hasta 18.000
contabilizadas el mismo día) son los residuos más habituales, seguidos de envases
de plástico (unos 16.000), envases de plástico PVC (unos 8.000), latas o envases
de cartón (unos 6.000). Hay que tener en cuenta que nos referimos a productos de
larga vida en el medio ambiente. Se calcula, por ejemplo, que una botella de plástico
puede durar más de 450 años sin degradarse. Sobre las basuras recogidas en la
playa existe mayor información debido a la recogida que se realiza en las zonas
turísticas. Sin embargo, se calcula que sólo el 15% del total de la basura en el mar
llega a las playas. Una sencilla extrapolación puede darnos idea de la cantidad de
basura que se acumula en los mares.
El conjunto de los datos nos da una visión certera de la cantidad de
basuras que se acumulan en el mar. El PNUMA establece una media de 13.000
piezas de plástico por Km2 (Greenpeace, 2005).
2.3. Fuentes y tipos de contaminación en el Océano
Este tema es bastante amplio y en este trabajo vamos a centrarnos en
la contaminación química en general (que está más asociada con las tareas de la
presente investigación). Las fuentes generales más importantes de la
contaminación química marina son las siguientes:
 Los vertidos directos de aguas residuales de industrias o desechos urbanos
al mar o mediante los ríos.
 Los sedimentos y metales pesados, la basura y el material plástico.
 Las substancias químicas (fertilizantes, nutrientes, pesticidas, etc.)
procedentes de las tierras agrícolas o de los bosques.
 Hundimiento a propósito de los productos contaminantes al ambiente marino,
incluyendo los radionucleidos.
 Vertidos accidentales, por averías y a propósito durante las operaciones
técnicas de los buques mercantes, petroleros, plataformas petrolíferas y
tuberías submarinas del petróleo.
 La exploración de los minerales submarinos.
 Transporte y deposición de contaminantes (aerosoles, productos gaseosos
de las emisiones industriales atmosféricas, el escape de transportes
automovilísticos, partículas sueltas, etc.) mediante la atmósfera.
Los vertidos de desechos líquidos procedentes de industrias y de
saneamiento urbano (penachos de aguas residuales), de accidentes técnicos en los
buques petroleros y mercantes, de la limpieza de tanques, de descarga de los
residuos y de aguas de lastre, y de accidentes en las plataformas petrolíferas
marítimas, provocan una continua aparición de manchas y/o estelas de crudo (oil
spills) en alta mar, en las aguas costeras e incluso en las playas (las pequeñas bolas
de crudo descompuesto). Peor aún, las comunidades bióticas marinas a través de
la cadena alimenticia consumen estas substancias oleosas depositadas en el seno
del mar. No es necesario explicar qué tipo de daño para la sociedad provoca
constantemente el consumo final de estas especias marinas contaminadas por las
substancias tóxicas y cancerígenas. Para el océano, el material de origen terrestre
representa cerca de un 70% de la contaminación marina, mientras que las
substancias asociadas con las actividades del transporte marítimo y los vertidos en
el mar solamente el 10% cada una. (Ministerio de Medio Ambiente, 1999, p.7) Sin
embargo es poco conocido que en realidad la mayor parte del volumen de productos
oleosos echados al mar no son los famosos desastres ambientales asociados con
los naufragios de petroleros, sino los pequeños derrames de crudo “cotidianos” a
causa de la limpieza de tanques, efectuada clandestinamente, por los buques en
alta mar, por las actividades portuarias y de refinerías, por el funcionamiento de las
plataformas petrolíferas, etcétera. Hay otros tipos de contaminación marina
asociados con las aguas contaminadas procedentes de los ríos y de los emisarios
submarinos del saneamiento urbano y con el deslastre de los buques. En algunas
ocasiones, el efecto sinérgico de diferentes fuentes de contaminación química junto
con la contaminación térmica provoca la eutrofización de aguas costeras o el
fenómeno de marea roja asociado con el crecimiento exagerado de algunas
especias de algas marinas.
Un ejemplo de la contaminación térmica continua presenta la zona del
agua anómalamente tibia situada a lo largo de la costa sur del Mar Báltico. En esta
franja costera están concentrados decenas de ciudades grandes de diferentes
países, desde Genta hasta Klaypeda. La longitud de esta franja es de 1500 Km y la
anchura de 40-60 Km (Fedorov, 2000). No obstante, las actividades de deslastre de
los buques provocan no solamente el impacto químico-físico debido a los derrames
de aguas oleosas con todas sus tristes consecuencias, sino el biológico o biogénico.
La globalización de los transportes marítimos también conlleva la
invasión de especies exóticas, extranjeras o invasoras de invertebrados, algas,
bacterias, virus protozoarios que viajen alrededor del mundo en el agua de lastre de
los navíos. La introducción de organismos extraños en los ecosistemas que no son
propios para ellos puede generar pérdidas de Biodiversidad muy significativas. Los
Océanos del mundo han comenzado biológicamente a ser homogeneizados. El
agua de lastre se transporta dentro de los tanques de los buques hasta miles de
millas de distancia del lugar donde fue tomada y contiene una diversidad enorme de
especies extranjeras, lo que constituye el principal vector para la transferencia
marina de las especies a través del mundo. Las naves modernas se diseñan para
transportar cargas pesadas o un volumen enorme de materia líquida, al ser
descargadas las mercancías y los productos líquidos las naves se transforman en
inestables, por eso se toma agua de lastre que proporciona una buena forma de
estabilizar el navío; se toma fácilmente a bordo y se descarga; y puede ser
cambiada de sitio entre los tanques de lastre dentro de un barco. Además de usar
el agua para la maniobralidad y estabilidad del barco, se usa para compensar el
resultado del consumo del combustible durante el viaje. Más de 100 millones de
toneladas son transportadas anualmente. La descarga de agua de lastre trae
millones de plantas y animales no nativos en los ecosistemas marinos de los países.
La organización Marítima Internacional señala que existen riesgos de enfermar o
incluso morir por causa de patógenos marinos introducidos por las aguas de lastre.
2.4. Impactos de la basura en el mar
Los impactos sobre la fauna marina están ampliamente
documentados. Las basuras se encuentran ya ampliamente distribuidas por todos
los mares del mundo, desde las más pobladas hasta las zonas casi vírgenes
(Greenpeace, 2005).
a. Sobre la fauna marina
El nivel de contaminación es tal que se investigaciones en el mar
del Norte han evidenciado que el 98% de los fulmares tienen restos de plástico en
sus estómagos. El estrangulamiento por anillos de plástico es uno de los efectos
más conocidos. Según la Comisión de Mamíferos Marinos de los EEUU se han
documentado estrangulamientos en 136 especies marinas, incluyendo 6 especies
de tortuga, 51 especies de aves marinas y 32 especies de mamíferos marinos.
También es dramático el efecto de la ingesta. El mismo organismo documentó en
1996 constató ingesta de basuras en 6 especies de tortuga, 111 especies de aves
marinas y 26 de mamíferos marinos. Los animales confunden la basura con comida
y su ingestión les puede acabar causando la muerte. Las basuras afectan también
a la calidad del medio en el que los seres marinos se desenvuelven, pueden llegar
a destruir el coral o los fondos vegetales. Los restos de basura son también agente
de transporte de especies invasoras, debido a la durabilidad de dichos objetos son
transportados a largas distancias, llevando con ellos esos organismos invasores
(Greenpeace, 2005).
Mamíferos marinos, aves, tortugas marinas, peces, crustáceos,
entre otros, pueden quedar atrapados o enredados en la basura marina. Esto ocurre
cuando los animales son atraídos como parte de su comportamiento normal o por
curiosidad por trozos de redes, cuerdas, hilos de pescar, anillos de plástico, entre
otros que han sido desechados o abandonados en los ambientes de costa y
marinos. El enredamiento puede: 1) matar; 2) causar heridas o amputaciones; 3)
reducir o impedir la habilidad para nadar, encontrar alimento y defenderse de
depredadores; 4) causar estrangulación, ahogamiento o asfixia (por ejemplo,
cuando los lobos marinos escapan con trozos de redes en su cuello, el objeto
estrangula gradualmente al animal a medida que éste crece). El enredamiento de
mamíferos marinos, aves y tortugas marinas puede impedir que éstos salgan a la
superficie a respirar y se ahoguen. Basura marina como colillas de cigarrillos,
bolsas, tapas y pellets plásticos puede ser confundida con alimento y ser ingerida
accidentalmente por aves, tortugas marinas, peces, zooplancton, moluscos,
crustáceos, mamíferos marinos y otros organismos. Por ejemplo: una bolsa plástica
puede parecer una medusa o un alga y ser consumida por una tortuga marina.
Ingerir basura marina puede: 1) causar envenenamiento; 2) bloquear el paso del
aire ocasionando dificultad para respirar o la muerte por asfixia; 3) causar muerte
por inanición si la ingesta de desperdicios bloquea el tracto digestivo e impide la
digestión, haciendo que el animal se sienta lleno y pierda el deseo de alimentarse;
4) ocasionar pérdida de peso como consecuencia de una falsa sensación de llenura
impidiendo que los animales cuenten con el peso necesario para migrar y
reproducirse; 5) dañar la mucosa estomacal, el tracto digestivo y otros órganos
internos, causar dolor, infecciones y hasta la muerte del animal, especialmente
cuando se trata de objetos con bordes afilados o agudos. En las aves, los
desperdicios pasan a los polluelos a través del alimento regurgitado por sus padres
(Acorema, 2015).
Aparejos de pesca como, redes, trampas y nasas que los
pescadores han perdido o desechado continúan atrapando y matando un gran
número de organismos marinos. Este problema se conoce como pesca fantasma.
En este caso, tanto en lo que se refiere a redes de pesca como a las trampas y
nasas se establece un ciclo según el cual los organismos marinos son capturados
y, a su vez, éstos atraen especies predadoras que también quedan atrapadas. Este
tipo de basura marina se describe como las eternas “máquinas de matar”.
Organismos marinos como el zooplancton ingieren diminutas partículas de plástico
(que concentran restos de hidrocarburos y pesticidas como el DDT) y las acumulan
en sus cuerpos. Estos contaminantes pasan a otros organismos que se alimentan
de zooplancton y así sucesivamente tanto las piezas de plástico como los tóxicos
se acumulan en el cuerpo de los depredadores a medida que se avanza en la red
trófica marina, lo que se conoce como bioacumulación o biomagnificación. Los
daños no sólo se circunscriben a la vida del mar, sino que pueden llegar al ser
humano, cuando consume productos marinos. Basura marina depositada en el
fondo del mar puede afectar tanto al número como al tipo de organismos que allí
habitan. Las capas de plástico y otros desperdicios pueden sofocar plantas y
organismos sésiles, dando lugar a zonas desiertas sin ningún tipo de vida. Restos
de redes, bolsas, etc. se pueden envolver alrededor de un coral vivo, asfixiar los
organismos y romper las estructuras coralinas que lo componen. Todas las
especies, desde los diminutos organismos planctónicos hasta las enormes ballenas,
pueden ser afectadas por la basura marina. Sin embargo, el daño de la basura
marina a las especies amenazadas y en peligro de extinción es particularmente
significativo (Acorema, 2015).
b. Sobre la salud humana.
Un corte en la playa con un vidrio roto es el ejemplo más evidente.
Pero las basuras flotantes incluyen condones, compresas, residuos médicos…que
pueden transportar elementos patógenos como estreptococos, coliformes y otros
contaminantes bacterianos. Hay que tener en cuenta que los bañistas ingieren
también involutariamente el agua en el que se desenvuelven, con el consiguiente
aumento del riesgo (Greenpeace, 2005).
Impacta negativamente en el ánimo de las personas. Amenaza la
salud pública de los asentamientos humanos ubicados en el litoral. Reduce el
tiempo, recursos humanos, infraestructura y dinero disponible para obras y servicios
públicos, al ser éstos destinados para limpiar los desechos que se acumulan en el
litoral y en los ambientes marinos. Desechos médicos, industriales y domésticos
pueden llegar al medio marino cuando los desagües colapsan o desembocan en el
mar sin tratamiento alguno. Muchos de estos artículos contienen bacterias y
sustancias tóxicas susceptibles de causar enfermedades. Jeringas para
inyecciones, vidrios y latas rotas son un peligro para los bañistas que recorren la
playa o ingresan al mar sin zapatos. Buzos y nadadores pueden quedar enredados
o atrapados por restos de redes, cuerdas, cilindros, etc. y limitar sus movimientos,
causarles heridas, mutilaciones y hasta la muerte por cansancio o ahogamiento
(Acorema, 2015).
Influye en la opinión de los turistas, que dejan de visitar la zona
afectada perjudicando económica y socialmente a las comunidades costeras que
dependen del turismo. Afecta la navegación, ocasiona gastos, pérdida de tiempo y
puede poner en riesgo la vida de las personas. Las bolsas, hilos de pescar, restos
de redes, cuerdas, ropa y otros desechos pueden enredarse en las hélices o tapar
las entradas para las válvulas de enfriamiento por agua de los motores, causando
averías en botes y otras embarcaciones, pudiendo éstos encallar, volcar, colisionar
o quedar a la deriva. Disminuye la rentabilidad de las actividades pesqueras, no sólo
por los daños y pérdidas que causa en aparejos, equipos y embarcaciones de
pesca, sino también porque la basura marina mata peces y otras especies
comerciales que podrían ser capturadas y vendidas (Acorema, 2015).
c. Impactos económicos.
Hay pocas experiencias más desagradables que bañarse en una
playa en la que los residuos flotan por doquier. Pese a los esfuerzos de recogida en
playa, esa recogida se realiza fundamentalmente una vez se han depositado en la
orilla después de haber estado flotando durante horas en el agua de la playa. La
abundancia de basuras flotantes ha obligado en muchas zonas a fletar
embarcaciones que recogen la basura flotante. Cada vez es más común la
presencia de estas embarcaciones, que a duras penas pueden hacer frente a un
problema de tal magnitud. Sin embargo, estas operaciones de recogida suponen un
alto coste económico. Recientemente la Consejería de Territorio de la Generalitat
Valenciana cifraba en 445.000 euros el coste en el verano de 2004 de 11
embarcaciones de recogida de residuos. Esta cifra nos orienta sobre el coste que el
problema de las basuras en el mar está teniendo sobre las arcas públicas de
municipios y Comunidades Autónomas. No recoger las basuras ha dejado de ser
una opción, puesto que espantaría a los visitantes (Greenpeace, 2005).
d. Impacto sobre la navegación.
Las cuerdas, plásticos, bolsas y otros objetos flotantes son la
pesadilla de los navegantes, y suponen un peligro escondido para los miles de
embarcaciones que surcan nuestros mares. Las basuras se enganchan a las hélices
sin previo aviso causando accidentes en la navegación (Greenpeace, 2005).
e. Otros impactos
Se conocen también daños en plantas industriales costeras,
debido a la entrada de residuos por las tuberías de refrigeración; daños en las artes
de pesca; etc (Greenpeace, 2005).
2.5. ¿De dónde proviene?
Aunque hay muchos tipos de basura marina todos tienen un origen
común: las personas. Niños, jóvenes y adultos pueden generar basura marina a
partir de actividades que se realizan tanto en tierra como en el mar. Estas
actividades pueden ser domésticas, industriales, de pesca, turísticas, recreativas,
de transporte, agrícolas, entre otras. La manipulación inadecuada de los desechos
y de una gran cantidad de materiales y objetos forma el centro del problema de la
basura marina. A esto se suma el hecho que la mayor parte de la población mundial
se concentra en ciudades ubicadas en las costas, lo que significa millones de
personas generando una creciente demanda de productos manufacturados y
empacados. Como resultado se produce un aumento significativo en la cantidad de
residuos sólidos (incluyendo botellas y bolsas plásticas), la mayoría no
biodegradables, que ingresan y se acumulan en el medio marino. Tradicionalmente
los investigadores clasifican la basura marina de acuerdo a sus fuentes en terrestres
(si se genera en tierra) y marinas (cuando se genera en el océano). Las principales
fuentes de basura marina incluyen (Acorema, 2015):
a. Fuentes terrestres
La disposición inadecuada de desperdicios como resultado de
actividades que se dan en o muy cerca de la orilla como: acampar, ir a la playa,
pescar, eventos deportivos, festivales culturales, turismo y comercio genera basura
marina. Gran parte de los desperdicios y objetos dejados sobre o enterrados en la
orilla (como pilas, platos, vasos y cubiertos descartables, cigarrillos, anteojos,
botellas plásticas, accesorios de pesca, bolsas, artefactos, juguetes, cajas, etc.)
llegarán al mar por acción del viento, la marea u otros eventos naturales (Acorema,
2015).
Desechos como: papeles, bolsas, empaques de golosinas, etc.
provenientes de parques, calles, patios y demás ambientes de zonas urbanas y
rurales cercanas a la costa, así como desperdicios mal empaquetados o
depositados en contenedores (tachos, cilindros, etc.) manejados inadecuadamente
(por ejemplo: no vaciados regularmente, etc.) pueden terminar en el mar al ser
arrastrados por el viento o por las aguas pluviales. Esto puede ser crítico cuando la
lluvia es abundante y provoca inundaciones. Desperdicios y objetos diversos
provenientes de localidades urbanas y rurales, incluyendo campos agrícolas y
zonas mineras ubicados a miles de kilómetros de la costa pueden generar basura
marina al ser arrastrados al mar a través de ríos y de eventos naturales como:
huracanes, tormentas y tornados.
Sistemas inapropiados de recolección, transporte y disposición de
residuos sólidos en botaderos (legales e informales) y rellenos sanitarios pueden
liberar inadvertida o intencionalmente la basura colectada y hacer que ésta por
acción del viento y otros factores termine en el medio marino (Acorema, 2015).
Objetos y desperdicios como: cadenas, ganchos, sortijas, tapitas de dentífrico,
pañales, etc. arrojados intencional o accidentalmente por los inodoros, lavaderos y
duchas, pueden convertirse en basura marina al llegar al mar a través de sistemas
de desagües deficientes que desembocan al medio marino sin tratamiento alguno.
Productos utilizados en la industria, comercio y salud (sean productos terminados,
insumos o desechos) se convierten en basura marina cuando no se manipulan,
almacenan y transportan adecuadamente, lo cual incluye las operaciones de carga
y descarga en los puertos. Un claro ejemplo son los pellets (bolitas) de resina de
unos 2-6 mm de diámetro que se emplean como materia prima para la fabricación
de plásticos. Eventos naturales como: inundaciones, tornados, huracanes y
tsunamis generan desperdicios y también contribuyen a introducir residuos
provenientes de diversas fuentes terrestres al medio marino. La cantidad y tipo de
basura marina que se genere por esta fuente dependerá de la magnitud y del área
donde se produzca el evento (Acorema, 2015).
b. Fuentes marinas
Todo tipo de embarcación: buques de carga, militares y de
investigación; barcos de pesca industrial, de turismo y de recreo; botes de pesca
artesanal, yates, veleros, entre otros, generan basura marina cuando las personas
a bordo arrojan al mar diversos objetos (gorras, anteojos, ropa, etc.), residuos de
las comidas (bolsas, empaques de alimentos, latas, botellas plásticas, entre otros);
de aseo personal (cepillos de dientes, envases de dentríficos, razuradoras, toallas,
etc.); además de equipos y materiales de mantenimiento de las embarcaciones
(botellas de aceite de motor, guantes, baterías, botas de jebe, celulares, recipientes
de pinturas, etc.), entre otros. La pesca industrial, artesanal y deportiva, así como la
maricultura y afines generan basura marina cuando pierden o desechan
deliberadamente en el mar sus aparejos de pesca (redes, trampas, anzuelos, boyas,
líneas de pesca, arpones, cajas de carnada, etc.) (Acorema, 2015).
Instalaciones industriales ubicadas en el mar (plataformas
petroleras y de gas) generan basura marina (como: cascos, coberturas y lonas,
equipos de cómputo y comunicaciones, materiales de reconocimiento, empaques
de alimentos, bidones de agua, y otros propios del personal) debido a malas
prácticas y accidentes (Acorema, 2015).
Eventos naturales, como el viento y el fuerte oleaje generan
basura marina al arrastrar una gran variedad de residuos y objetos desde las
embarcaciones e instalaciones industriales marinas. Eventos naturales de mayor
magnitud como tormentas, huracanes, tsunamis, etc. generan una amplia variedad
y cantidad de basura marina que incluye embarcaciones hundidas, contenedores
de sustancias tóxicas, entre otros (Acorema, 2015).
2.6. Factores generales que determinan la gravedad del impacto ambiental
de vertidos en el ambiente marino
Los factores generales que inciden en la magnitud e impacto ambiental
de los derrames de productos tóxicos en el mar son siguientes. El primero es la
ubicación geográfica del vertido. La gravedad de impacto de sustancias tóxicas se
incrementa cuando se produce en las zonas costeras debido a la gran diversidad
biológica existente, a la concentración de zonas pobladas, lugares de turismo y de
protección ambiental, y decrece en alta mar donde el número total de especies y de
actividades humanas disminuye notablemente. No obstante, existen lugares de
mejor o peor posibilidad de acceso inmediato para los grupos de “urgencias
marítimas” que instalan las barreras para acercar el vertido, limpian las costas, etc.
En las costas de Alaska, por ejemplo, tal tipo de trabajo cuesta mucho más en todos
los sentidos que en los lugares donde hay una infraestructura desarrollada y las
condiciones climáticas son más suaves. Otro factor importante es el tiempo
biológico del crecimiento de las especies marinas. En las zonas polares que poseen
un clima frío, la actividad biológica es bastante lenta y tiene que pasar mucho tiempo
hasta que las desagradables consecuencias de un impacto ambiental desaparecen
por completo. Lo mismo podemos decir sobre las zonas de arrecifes situadas en los
mares cálidos, donde los corales crecen en rango de milímetros en un período de
docenas de años. El segundo, son los factores hidrometeorológicos imperantes en
el lugar del accidente. Las mareas altas, las corrientes, el oleaje y los fuertes vientos
agravan los efectos ambientales del derrame. Pero influyen, también, los factores
ambientales secundarios como son las particularidades locales del proceso de la
difusión de la sustancia vertida, la temperatura de la capa superficial del mar, el nivel
de la salinidad de aguas marinas, la batimetría del lugar. Y el tercero es la
composición de la sustancia tóxica vertida. También influye el período del tiempo
de impacto, es decir si es un derrame instantáneo y puntual o prolongado mientras
el buque averiado estaba en deriva. Es necesario notar que las consecuencias
ecológicas y los factores físicos determinantes en el caso general de un derrame
submarino desde un barco que se hundió y está en el fondo del mar o desde un
emisario submarino, hasta hoy no están estudiados suficientemente.
2.7. Basura en los Ambientes Costeros y Marinos (Perú)
En el Perú, no existe una definición precisa de Io que se entiende por
"basura marina". A las basuras (en las playas, costas o mar o en cualquier otro lugar
también) se le llama "residuos sólidos", de conformidad al concepto que sobre la
materia se encuentra establecido en la vigente Ley General de Residuos Sólidos,
Ley 2731437. Sin embargo, para efectos del presente informe haremos referencia
a ésta como "basura marina" (Alfaro, 2002).
a. Tipos y Cantidades de Basura Marina
Hasta antes del inicio de las Campañas de Limpieza de Playas, en
el Perú no se contaba con información y caracterización de la basura marina, sólo
se podía encontrar referencias sobre determinados residuos sólidos encontrados en
las playas, puertos y otros ambientes acuáticos propios de la costa (Alfaro, 2002).
Es a partir del año 1999 que se puede contar con la primera
información sobre el tema gracias a la ejecución en el Perú de la Limpieza
Internacional de Costas, que es promovida en el mundo por la organización The
Ocean Conservancy. Su ejecución en el Perú está a cargo de VIDA y la Marina de
Guerra del Perú a través de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas
(DICAPI). Cabe señalar que en el llenado de las fichas se encuentra dificultad
cuando las playas tienen una gran cantidad de residuos y se tienen que utilizar
muchas fichas e incluso se termina haciendo aproximaciones ya que de otro modo
no se podría terminar la acción de limpieza en la fecha programada. Al parecer las
fichas han sido diseñadas por The Ocean Conservancy atendiendo a la realidad de
las playas de su país, pero la realidad de algunas playas en el Perú es distinta
(Alfaro, 2002).
VIDA ha ejecutado esta campaña en un aproximado de 111 playas
en toda la costa peruana y en algunos muelles, embarcaderos y desembocaduras
de ríos (de Tumbes hasta Tacna), y en un aproximado de 30 km de playa como
total, lo cual representa el del total del litoral peruano, pero se ha atendido las playas
que son más utilizadas por los veraneantes en las principales ciudades costeras del
Perú.
Cabe indicar que el Ministerio de Salud realiza un monitoreo de la
calidad de agua de las playas de mayor uso en el verano que son un aproximado
de 220, lo cual nos mostraría que estamos haciendo limpieza en un 50% de las
playas de mayor uso del país. A continuación, presentamos los resultados de las
actividades de limpieza realizadas del año 1999 hasta el 2005. Las acciones de
limpieza se realizaron con voluntarios y personal de la Marina de Guerra del Perú
quienes recogían los desechos y llenaban los datos, para esta labor VIDA
capacitaba a los jefes de los equipos de limpieza para que sepan identificar los
residuos y llenar adecuadamente la ficha de datos. Cabe señalar que, durante los
años 1999, 2000 y 2001 utilizamos la ficha de datos según tipo de material y a partir
del 2002 se ha utilizado la ficha según posible fuente de contaminación (Alfaro,
2002).
2.8. Satélites ambientales y teledetección: una herramienta moderna para
detección de fuentes de contaminación de aguas y fenómenos
naturales en la superficie marina en mesoescala
En el medio marino, el volumen de observaciones oceanográficas que
se necesitan realizar constantemente para conseguir detectar in situ los fenómenos
naturales o relacionados con las actividades antropogénicas es muy grande. Un
método idóneo para investigar la superficie del océano son los datos de los satélites
oceanográficos. Las ventajas principales de estos satélites modernos es la gran
capacidad de acumular y trasmitir informaciones relevantes tanto a meso como a
macro escala con periodicidad constante en función de sus órbitas. Los satélites
diseñados para las investigaciones del océano pueden detectar concentraciones de
clorofila, temperatura superficial, manchas y estelas de petróleo, transporte de
sedimentos en las zonas costeras, migración de icebergs, deriva de campos de
hielo, batimetría del litoral, corrientes y oleaje, estructuras dinámicas como vórtices
y espirales, etc.
La variedad de los sistemas y satélites ambientales operacionales en
el espacio es muy grande. Desde 1960, solamente EE.UU. ha lanzado a la órbita
espacial más de 50 satélites oceanográficos y meteorológicos, por esto
presentamos únicamente algunas herramientas espaciales oceanográficas más
útiles para nuestros fines. Unos ejemplos de los sensores ambientales y los satélites
son:
 Advanced Very High Resolution Radiometr (AVHRR) de satélites NOAA-12
y NOAA-14 de EE.UU. (que registra la temperatura de superficie del mar y
albedo).
 Thematic Mapper (TM) a bordo de SPOT (Francia), LANDSAT-5 (EE.UU.),
dispositivo MSU-E de satélite RESURS-01 (Rusia) (tienen sensores en
bandas de visible y de infrarrojo).
 Along Track Scanning Radiometer (ATSR) a bordo de satélite ERS-1/2 y
ENVISAT de la ESA (tiene los sensores que actúan en el espectro de visible,
también de infrarrojo cercano y térmico);
 Coastal Zone Colour Scanner (CZCS) de satélite Nimbus-7 (EE.UU.),
Modular Opto-electronic Scanner (MOS) de la construcción alemana
instalado en satélite IRSP3 (India) y Sea-viewing Wide-Field-of-view Sensor
(SeaWiFS) a bordo de IRS1C/1D (India), MEdium Resolution Imaging
Specrometer Instrument (MERIS) del ENVISAT (todos detectan el color de la
superficie marina).
 Synthetic Aperture Radar (SAR) a bordo de satélites de la ESA (Agencia
Espacial Europea) ERS-1/2 y ENVISAT (ASAR), RADARSAT
(Canadá/EE.UU.), OKEAN (Rusia) (un radar activo que registra la rugosidad
de la superficie en microescala, es decir en el rango de milímetros-
centímetros)
 Radar Altimeter (ALT) instalado en los satélites ERS-1/2 y ENVISAT (RA-2),
Topex/Poseidón (EE.UU/Francia), Geosat (EE.UU) (el dispositivo ALT
permite obtener las características del oleaje y del viento superficial, la
topografía de la superficie marina).
Los sensores del satélite ruso ELECTRO (GOMS) pueden medir la
velocidad del viento en diferentes alturas y detectar los impactos medioambientales.
Los satélites de serie METEOR miden la temperatura de la superficie marina y
hacen seguimiento de los campos de hielo suelto en los mares. Un gran obstáculo
en el uso directo y sistemático de las imágenes de satélites en el visible es la
nubosidad, a pesar de la aplicación de programas específicos en interpretación de
imágenes parcialmente cubiertas. Otro obstáculo es la ausencia de la iluminación
solar, es decir que en el tiempo nocturno o con una mala iluminación de la superficie
terrestre, los sensores en el visible no funcionan bien. Los sensores activos (radar)
a frecuencias donde las nubes son transparentes y la iluminación solar no influye
permiten complementar y enriquecer las observaciones habituales incluso detectar
indirectamente las oscilaciones de baja frecuencia de la superficie del mar (marea,
flujo y reflujo) y las particularidades estructurales de la superficie oceánica, como
rugosidad, oleaje y estado del mar en general. Con los Radares de Apertura
Sintética SAR a bordo de satélites como SEASAT, RADARSAT, Okean-O, ERS-1/2,
ENVISAT las posibilidades científicas y las aplicaciones en oceanografía se han
ampliado significativamente (Martínez-Benjamin, 1995), incluso en la detección y
seguimiento de los derrames de crudo y de aguas residuales procedentes de los
focos de la contaminación marina. A pesar de que las informaciones de los satélites
oceanográficos en la actualidad se han convertido en algo muy habitual, algunos
problemas quedan por resolver, y uno de ellos es la verificación de datos adquiridos
mediante los satélites a partir de datos medidos in situ. Las campañas
oceanográficas no han perdido su valor práctico ni en la época de los satélites
espaciales.
III. CONCLUSIÓN

 De que la contaminación marina es uno de los factores en gran parte


afectado en la actualidad a nivel mundial, hemos dañado en gran parte
sus ecosistemas marinos por el arrojo inmensurable de desechos en el
mar y si no ponemos cartas en el asunto terminaremos destruiremos el
mar y la vida que alberga los mares.

IV. BIBLIOGRAFÍA

Acorema. 2015. El mar se ahoga sálvalo una mirada al grave problema de la basura
en el mar. Deutsche Umwelthile. Pisco-Perú. 21 Pg.
Alfaro A. 2002. Problemática de la basura marina en el Perú. Comisión permanente
del pacífico sur – cpps, secretaría ejecutiva del plan de acción del pacífico
sudeste. Perú. 103 Pg.
Greenpeace. 2005. Basuras en el mar. 7 Pg.
Jiménez L. 2016. GT-16 Basuras marinas Coordina: Asociación de Ciencias
Ambientales (ACA). Asociación Ciencias Ambientales (ACA). Madrid,
España.157 Pg.
Madsen M. 2013. Efectos dé la contaminación en los océanos y la vida marina.
División de Información Pública del OIEA. 2 Pg.
V. ANEXOS

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