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prolonga hasta la actualidad. Oficialmente, la historia del Perú independiente empieza el 28 de julio de
1821, día en el que el general argentino José de San Martín, jefe de la Expedición Libertadora, proclamó
la independencia del Perú en Lima, la capital del entonces Virreinato del Perú. Para el historiador Jorge
Basadre el punto de partida del nacimiento de la República del Perú es la instalación del Primer Congreso
Constituyente del Perú, el 20 de septiembre de 1822.1
Inicios de la república
Historia del Perú entre 1821 y 1842
Instalación del Congreso Constituyente en la capilla de la Universidad de San Marcos el 20 de septiembre
de 1822. Cuadro de Francisco González Gamarra.
Al período de veinte años, que va de 1822 a 1842, el historiador Jorge Basadre denomina la Época
Fundacional de la República.
San Martín, tras proclamar la independencia del Perú, asumió el mando político militar de los
departamentos libres del Perú, bajo el título de Protector, según decreto dado el 3 de agosto de 1821.
Dio también al flamante Estado Peruano su primera bandera, su primer escudo, su himno, su moneda,
así como su inicial estructura y sus primeras instituciones públicas.
El 27 de diciembre de 1821, San Martín convocó por primera vez a la ciudadanía con el fin que eligiera
libremente un Congreso Constituyente, que tendría la misión de establecer la forma de gobierno que en
adelante regiría al Perú, así como dar una Constitución Política adecuada. Dicho Congreso se instaló el
20 de septiembre de 1822 y su primer presidente fue el clérigo Francisco Xavier de Luna Pizarro.
San Martín, no pudo, sin embargo, culminar la guerra contra los españoles. Si bien todo el norte del Perú
se había sumado voluntariamente a la causa patriota, el centro y el sur del país permanecían ocupadas
por las tropas virreinales. San Martín consideró necesaria la ayuda militar externa y en posteriormente
de ella fue a entrevistarse en Guayaquil con el libertador Simón Bolívar, que, al mando de la Expedición
Libertadora del Norte, había logrado la independencia de los actuales territorios de Venezuela, Colombia
y Ecuador, este último, con ayuda de tropas peruanas. En la entrevista de Guayaquil, realizada entre los
días 26 y 27 de julio de 1822, los Libertadores discutieron tres importantes cuestiones: La suerte de
Guayaquil, que siendo territorio peruano, fue anexado por Bolívar a la Gran Colombia.
La ayuda que debía prestar Bolívar para el fin común de la independencia del Perú.
La forma de gobierno que debían adoptar las nacientes repúblicas hispanoamericanas.
La entrevista no llegó ningún resultado concreto. En lo que respecta al primer punto, Bolívar ya había
decidido que Guayaquil perteneciera a la Gran Colombia y no admitió ninguna discusión al respecto. En
cuanto al segundo punto, Bolívar ofreció enviar al Perú una fuerza auxiliar grancolombiana de 2000
hombres, que San Martín consideró insuficiente. Y en lo referente al tercer punto, Bolívar era
decididamente republicano, contraponiéndose así al monarquismo del Libertador rioplatense.
Desilusionado, San Martín retornó al Perú, ya convencido de que debía retirarse para dar pase al
Libertador del Norte. Renunció ante el recién instalado Congreso del Perú, que acto seguido, entregó el
Poder Ejecutivo a tres de sus miembros, que conformaron un cuerpo colegiado de tres miembros
denominado la Suprema Junta Gubernativa y cuya cabeza era el general José de la Mar (21 de
septiembre de 1822). Los otros integrantes de dicha junta eran Manuel Salazar y Baquíjano y Felipe
Antonio Alvarado.
La Junta Gubernativa quiso acabar la guerra de la Independencia por cuenta propia y organizó la Primera
Campaña de Intermedios, que culminó en fracaso, tras las derrotas en Torata y Moquegua. Temerosos
de un avance realista a la capital, los oficiales del Ejército se sublevaron en el llamado motín de
Balconcillo y presionaron al Congreso para que destituyera a la Junta y nombrara como presidente del
Perú a José de la Riva Agüero (28 de febrero de 1823).
El Mariscal José de La Mar, vencedor de Ayacucho y presidente del Perú (1827-1829).
Riva Agüero quiso también derrotar a los españoles que aún resistían en el centro y sur del Perú, y
organizó una Segunda Campaña de Intermedios, cuyo mando encomendó a Andrés de Santa Cruz. Los
patriotas avanzaron hasta el Alto Perú, y tras ganar la batalla de Zepita, emprendieron una desordenada
retirada hacia la costa, culminando así, esta expedición igualmente en fracaso.
Desacreditado ante la opinión pública, Riva Agüero tuvo una abierta disputa con el Congreso. Se trasladó
a Trujillo, donde instaló su gobierno, mientras que en Lima el Congreso nombraba como nuevo
presidente a José Bernardo de Tagle, más conocido como el marqués de Torre Tagle. El Congreso, vista
la crítica situación, acordó llamar a Bolívar y a su Ejército Libertador.
El 1 de septiembre de 1823 arribó al Callao el Libertador Bolívar. El día 10 de septiembre el Congreso de
Lima le otorgó la suprema autoridad militar en toda la República. Seguía siendo Torre Tagle presidente,
pero debía ponerse de acuerdo en todo con Bolívar. El único obstáculo para Bolívar era Riva Agüero,
que, instalado en Trujillo con un ejército de 3000 hombres, dominaba toda la región aledaña. Sin
embargo, los mismos oficiales de Riva Agüero, apresaron a éste y lo enviaron al destierro. Así se pudo
finalmente unificar el mando del país en manos de Bolívar.
El 5 de febrero de 1824, se produjo un motín en las fortalezas del Callao, de resultas del cual los realistas
recuperaron este importante bastión. Ante tal delicada situación, el Congreso dio el 10 de febrero un
memorable decreto entregando a Bolívar la plenitud de los poderes para que hiciera frente al peligro,
anulando la autoridad de Torre Tagle. Se instaló así la Dictadura.
Tras reunificar el mando del país, Bolívar instaló su cuartel general en Trujillo y organizó la campaña final
de la Independencia, contando con la ayuda decisiva de los peruanos, tanto en soldados, como en
dinero, abastecimientos y recursos de toda índole. Tras las batallas de Junín y Ayacucho, el 6 de agosto
y 9 de diciembre de 1824 respectivamente, se logró derrotar definitivamente a las tropas realistas del
Perú. Los últimos episodios de esta guerra fueron la campaña del Alto Perú, donde el general realista,
Pedro Antonio de Olañeta, fue apresado y fusilado por sus propios subordinados en Tumusla (1825); y
el sitio de la fortaleza del Callao, donde resistió el brigadier José Ramón Rodil hasta enero de 1826.
Consumada la guerra de la independencia, la ciudadanía peruana esperaba el final de la dictadura
bolivariana y la instalación de un gobierno auténticamente peruano. Pero Bolívar se mantuvo en el
poder, empujado por su deseo de gobernar sobre todas las naciones por él liberadas, bajo su mando
vitalicio. El Libertador delegó sus funciones ejecutivas en un Consejo de Gobierno, entre cuyos titulares
se contaron Hipólito Unanue y Andrés de Santa Cruz, y si bien retornó a la Gran Colombia en septiembre
de 1826, dejó todo encaminado para que se jurara en el Perú la Constitución Vitalicia, lo que se hizo el
9 de diciembre de 1826, en medio de la indiferencia pública. Sin embargo, la influencia bolivariana
finalizó en enero de 1827, cuando una reacción liberal y nacionalista, alentada por Manuel Lorenzo de
Vidaurre y Francisco Javier Mariátegui y Tellería, expulsó de suelo peruano a las tropas colombianas que
aún permanecían allí.
Establecido formalmente el Estado Peruano bajo el molde republicano, los primeros años de vida
independiente se desarrollaron entre luchas caudillistas organizadas por los militares para alcanzar la
presidencia de la naciente República.
Tras el gobierno provisorio de una Junta de Gobierno presidida por Andrés de Santa Cruz, el mariscal
José de la Mar fue elegido presidente por el Congreso Constituyente, el 9 de junio de 1827. Durante su
mandato promulgó la Constitución Liberal de 1828. Ocurrió también el terremoto de Lima de 1828. En
el aspecto internacional, un ejército peruano al mando del general Agustín Gamarra invadió a Bolivia,
donde puso fin a la influencia bolivariana, expulsando al presidente de ese país, el mariscal Antonio José
de Sucre (1828). Asimismo, el Perú libró una guerra con la Gran Colombia, conflicto que fue desatado
por Bolívar, irritado por el fin de su influencia en el Perú y Bolivia; otra razón fue su ambición por ocupar
los territorios peruanos de Tumbes, Jaén y Maynas. La guerra tuvo dos escenarios, el marítimo y el
terrestre. En el primero de ellos, el Perú triunfó y ocupó Guayaquil, pero en el segundo no le fue bien,
sufriendo un revés en la batalla del Portete de Tarqui (27 de febrero de 1829), que, si bien no fue una
derrota decisiva, motivó que se abrieran las negociaciones de paz, pues ambas naciones no tenían
interés en proseguir las hostilidades. Se firmó así el llamado Convenio de Girón. Se hallaba La Mar
todavía en plena negociaciones con los colombianos, cuando fue derrocado por el general Agustín
Gamarra y desterrado a Costa Rica, en junio de 1829. Gamarra firmó un armisticio con los
grancolombianos y enrumbó hacia Lima, donde asumió el gobierno de manera provisoria. Luego se hizo
elegir presidente constitucional e instauró un gobierno conservador.
Agustín Gamarra, presidente del Perú (1829-1833 y 1839-1841).
Este primer gobierno de Gamarra (1829-1833) estuvo marcado por numerosas rebeliones internas. En
el plano internacional, puso fin a la guerra con la Gran Colombia, firmando un Tratado de Paz, Amistad
y Límites o Tratado Larrea-Gual por el que se mantuvo el statu quo fronterizo previo al inicio de
hostilidades (1829). En 1831 quiso declarar la guerra a Bolivia, pero ante la negativa del Congreso de
darle la autorización necesaria, abrió negociaciones diplomáticas con dicha república, logrando
finalmente ese mismo año firmar un tratado de paz y amistad con Bolivia, en Arequipa. También firmó
un tratado con la recién fundada República del Ecuador, el llamado Tratado Pando-Novoa (1832), por el
que los ecuatorianos reconocían los límites vigentes con el Perú. Ya por finalizar su gobierno, Gamarra
convocó a una asamblea constituyente, denominada Convención Nacional, que se encargó de elegir a
su sucesor.
Como el gobierno de Gamarra finalizaba en diciembre de 1833 sin haberse elegido a su sucesor (las
elecciones de ese año se frustraron), la Convención Nacional, dominada por los liberales, eligió como
presidente provisorio al general Luis José de Orbegoso. Descontentó Gamarra con el resultado de esta
elección, que implicaba la hegemonía de los liberales en el poder, incitó a uno de sus partidarios, el
general Pedro Pablo Bermúdez, a alzarse contra Orbegoso. La sublevación militar estalló en enero de
1834 y derivó en una guerra civil, que finalizó cuando las rebeldes bermuditas se reconciliaron con el
gobierno, en el llamado abrazo de Maquinhuayo, en abril del mismo año.
La Convención Nacional dio finalmente una nueva Constitución Liberal, que fue promulgada en julio de
1834. No obstante, las amenazas de quiebra del orden constitucional continuaron. Orbegoso realizó una
gira por las provincias del sur, a fines de 1834, lo que fue aprovechado por el general Felipe Santiago
Salaverry, para alzarse en armas en el Callao. Rápidamente, Salaverry tomó el control de gran parte del
país y se autoproclamó Jefe Supremo en 1835. Orbegoso, cuyo gobierno se redujo a Arequipa, llamó en
su auxilio al presidente de Bolivia, el mariscal Andrés de Santa Cruz, quien invadió al Perú, desatándose
un sangriento conflicto, denominado la guerra por el establecimiento de la Confederación peruano-
boliviana.
Para enfrentar la invasión extranjera, Salaverry y Gamarra se aliaron. La guerra tuvo dos fases: la guerra
entre Gamarra y Santa Cruz, y la guerra entre Salaverry y Santa Cruz. Santa Cruz derrotó a Gamarra en
la batalla de Yanacocha (13 de agosto de 1835) y a Salaverry en la batalla de Socabaya (7 de febrero de
1836), tras lo cual estableció la Confederación Perú-boliviana, que reunía a Bolivia con los dos estados
en que quedó dividido el Perú: el Estado Nor-peruano y el Estado Sud Peruano. Para discutir y aprobar
las bases de la estructura administrativa de la nueva entidad geopolítica se reunió el Congreso de Tacna,
el cual aprobó la Ley fundamental de la Confederación Perú-boliviana, más conocido como el Pacto de
Tacna (1837).
El Mariscal Andrés de Santa Cruz, presidente de la Confederación Perú-boliviana.
Santa Cruz realizó en el Perú una gran labor administrativa y dio la tranquilidad necesaria para su
bienestar y progreso. Pero la Confederación tuvo una vida efímera. En Chile, el todopoderoso ministro
Diego Portales alertó a sus conciudadanos del peligro que significaba la consolidación de la
Confederación para los planes expansionistas chilenos. Una alianza entre Chile y los emigrados peruanos
enemigos de Santa Cruz posibilitó la conformación del llamado Ejército Unido Restaurador con el
propósito de invadir el Perú y “restaurar” su situación política tal como era antes de 1835. La guerra de
los restauradores contra los confederados tuvo dos fases. En la primera, un ejército restaurador al
mando del marino chileno Manuel Blanco Encalada desembarcó en el sur peruano y se adentró hasta
Arequipa, pero no logró el apoyo de los lugareños, y fue cercado por las fuerzas de Santa Cruz. Los
restauradores se rindieron y firmaron el Tratado de Paucarpata (17 de noviembre de 1837). Pero el
gobierno chileno desconoció este acuerdo y envió una segunda expedición restauradora al mando del
general Manuel Bulnes y con Gamarra a la cabeza de los emigrados peruanos. Tras desembarcar en
Ancón, los restauradores marcharon a Lima, donde les salió al encuentro Orbegoso, presidente del
Estado Nor-Peruano, el cual se había separado de la Confederación y quería expulsar tanto a chilenos
como a bolivianos. Se produjo el Combate de Portada de Guías, en las afueras de Lima (21 de agosto de
1838), donde fueron derrotados los obregonistas, debido a su inferioridad numérica. Los restauradores
entraron en Lima y Gamarra fue proclamado como presidente provisional del Perú, en sesión de Cabildo
Abierto del 25 de agosto de ese año. Pero en noviembre los restauradores tuvieron que abandonar la
capital, que fue recuperada por los confederados.
Los restauradores decidieron entonces cambiar el escenario de la lucha. Se retiraron al Callejón de
Huaylas, donde se aprovisionaron y reorganizaron. El encuentro final se libró en la batalla de Yungay (20
de enero de 1839). Santa Cruz fue derrotado y huyó apresuradamente hacia Arequipa, para luego partir
al destierro. La Confederación se disolvió, volviendo a ser el Perú y Bolivia estados individuales.
La Batalla de Ingavi y muerte de Gamarra. Óleo anónimo del Museo Nacional de Historia de Lima. Sala
La República.
Gamarra, como presidente provisorio, convocó a un Congreso General en Huancayo, el mismo que dio
la Constitución Conservadora de 1839. Luego Gamarra se hizo elegir presidente constitucional en 1840.
Obsesionado con la idea de reunir nuevamente a Bolivia con el Perú, invadió dicho país, pero fue
derrotado y muerto en la batalla de Ingavi, el 18 de noviembre de 1841. Las tropas bolivianas invadieron
el sur peruano, pero fueron contenidas por el pueblo peruano organizado en guerrillas. La paz entre
Perú y Bolivia se firmó en Puno, el 7 de junio de 1842.
Véase también: Independencia del Perú
Caudillaje militar: Los caudillos fueron jefes militares que se disputaron el control del Estado durante
gran parte del siglo XIX. Por lo general, habían combatido en la guerra de independencia; tenían tropas
a su mando y prestigio militar. Esto les permitía tener el poder suficiente para llegar a la presidencia a
través de un golpe de Estado o un levantamiento.
Para lograr sus objetivos, el caudillo debía mantener buenas relaciones con las familias aristocráticas y
con los hacendados locales, que le prestaban tropas y dinero. Pero, al mismo tiempo, debía ganarse el
favor de las clases populares. La revuelta de un caudillo solía iniciarse con una declaración pública en la
que afirmaba que el gobernante de turno había quebrantado la ley, y que él le devolvería la legalidad al
país. Luego, ambos bandos se enfrentaban militarmente. Si el triunfador era el caudillo, se
autonombraba protector de la patria y convocaba a elecciones, las cuales ganaba fácilmente. Por último,
mandaba a elaborar una Constitución acorde con sus intereses. Por ello, entre 1827 y 1845 se
promulgaron cuatro Constituciones (1828,1834, 1836 y 1839) y más de una docena de caudillos
ocuparon la presidencia.
La anarquía (1842-1844)
Manuel Ignacio de Vivanco, Supremo Director de la República (1843-1844).
Tras la muerte de Gamarra estalló un período de anarquía. Numerosos caudillos militares entablaron la
lucha por el poder, desconociendo la autoridad de Manuel Menéndez, presidente del Consejo de Estado
(cargo equivalente al de vicepresidente). Estos caudillos fueron el general Juan Crisóstomo Torrico, jefe
del ejército del Norte; Antonio Gutiérrez de La Fuente, jefe del ejército del Sur; Domingo Nieto y
Francisco de Vidal, quienes formaban parte del ejército del Sur, y el general Manuel Ignacio de Vivanco,
quien anteriormente había encabezado en Arequipa la llamada “revolución regeneracionista” de 1841.
Torrico derribó a Menéndez y se proclamó Jefe Supremo del Perú, el 16 de agosto de 1842. Mientras
tanto, el ejército del Sur se pronunció en el Cuzco a favor del general Vidal, quien aceptó encabezar la
lucha contra el usurpador Torrico, en su calidad de 2.º vicepresidente del Consejo de Estado. Las fuerzas
de ambos rivales se enfrentaron en la batalla de Agua Santa, cerca de Pisco, el 17 de octubre de 1842.
Torrico fue completamente derrotado y se vio obligado a partir hacia Chile. Vidal asumió la presidencia
del Perú el día 20 de octubre y desempeñó su alto cargo con probidad y desinterés. Hizo cuanto estuvo
a su alcance por remediar los males de la administración pública. Logró que disminuyera la deuda
contraída por el estado y que gravara sobre las aduanas; también merece citarse su esfuerzo por mejorar
la educación de la juventud; pero la anarquía política vino a frustrar sus planes. Tuvo que afrontar la
revolución acaudillada por el general Vivanco, que se autoproclamó Supremo Director de la República,
el 14 de febrero de 1843. No queriendo desatar una guerra civil, Vidal declinó el mando en Justo
Figuerola, que era el 1.º vicepresidente del Consejo de Estado (15 de marzo de 1843). Figuerola asistió
al día siguiente a Palacio y recibió de manos de Vidal la banda presidencial. Días después, el mismo
Figuerola se vio obligado a arrojar dicha banda desde el balcón de su casa, a los vivanquistas que lo
pedían a gritos, según lo cuenta Ricardo Palma en una de sus tradiciones (19 de marzo de 1843).
Vivanco, que denominó a su régimen como el Directorio, representaba al sector más rígido del
conservadurismo peruano. Se rodeó de hombres cultos, implantando una especie de Despotismo
Ilustrado, pues creía que el país progresaría con el imperio del orden sobre la libertad. Poco a poco, la
popularidad con que fue encumbrado fue disminuyendo y el descontento se hizo notar rápidamente,
puesto que todas sus actividades las desenvolvió en medio del lujo, con detrimento de la hacienda
pública.
Atendiendo al descontento popular, en el Sur, más precisamente en Tacna y Moquegua, se sublevaron
los generales Ramón Castilla y Domingo Nieto, en defensa de la constitucionalidad (1843). Se
propusieron devolver el mando de la República a quien legítimamente le correspondía, es decir a
Meléndez. Estalló así la guerra civil. Castilla y Nieto, al mando de milicias, derrotaron a las fuerzas
regulares del gobierno en los combates de Pachía y San Antonio. Para combatir a los rebeldes, Vivanco
se trasladó a Arequipa, lo que fue aprovechado por el prefecto de Lima, Domingo Elías, para proclamarse
jefe de la Nación. Ante el peligro de que los vivanquistas comandados por el general José Rufino
Echenique invadieran Lima, Elías preparó la defensa de la capital durante la llamada "Semana Magna"
(julio de 1844). Finalmente, Echenique optó por no atacar, al darse cuenta de que la guerra iba a
decidirse en el sur. En efecto, cerca de Arequipa se trabó la sangrienta batalla de Carmen Alto, entre las
fuerzas de Castilla y las de Vivanco. Castilla resultó ganador (22 de julio de 1844).
Después de la guerra civil, Castilla y Elías se pusieron de acuerdo y devolvieron el poder a quien
constitucionalmente le correspondía: Manuel Menéndez. A su vez, éste convocó a elecciones, en las que
triunfó Castilla.
El último episodio de esta campaña fue el sitio de Arica, defendido por el anciano coronel Francisco
Bolognesi al mando de 2000 hombres, quienes se negaron a rendirse. La batalla de Arica, librada el 7 de
junio de 1880, constituyó otro acto de la heroica y esforzada resistencia peruana. Bolognesi, muerto en
el campo de batalla, se alzó como un nuevo héroe a la par de Grau.
La campaña de Lima
La defensa de los peruanos en uno de los reductos de Miraflores. Óleo del pintor peruano Juan Lepiani.
Esta campaña fue organizada por el gobierno chileno tras el fracaso de las negociaciones de paz
realizadas bajo mediación de los Estados Unidos, en las que el Perú se negó a firmar la paz con cesión
territorial. Previamente al inicio de la campaña de Lima, los chilenos enviaron una expedición de rapiña
a lo largo de la costa norte peruana, al mando del capitán Patricio Lynch. Piérola organizó la defensa de
Lima, tendiendo dos líneas defensivas. La primera línea partía del Morro Solar, en Chorrillos y pasaba
por la hacienda Villa y los llanos de San Juan, hasta llegar a Monte Rico Chico. La segunda línea partía de
la quebrada de Armendáriz, pasaba por las afueras de la villa de Miraflores y terminaba en Monte Rico
Grande. Si bien los peruanos contaban con 20 000 hombres, estos en su mayor parte estaban mal
preparados y peor equipados. Por su parte, los chilenos, bajo el mando del general Baquedano,
desembarcaron en Pisco y Chilca; luego acamparon en Lurín, al sur de la capital peruana. Sumaban en
total 25 000 soldados. Avanzaron hacia Lima y se enfrentaron a la primera línea defensiva peruana,
librándose la batalla de San Juan y Chorrillos, el 13 de enero de 1881. Baquedano debió usar todas sus
reservas para doblegar la tenaz resistencia peruana, especialmente en el Morro Solar. La villa de
Chorrillos fue saqueada e incendiada. La última batalla de la defensa de Lima se dio en la línea de
Miraflores, defendida mayormente por civiles, quienes se batieron con valor y denuedo en los llamados
«reductos» (15 de enero de 1881). Consumada la derrota peruana, Piérola se retiró a la sierra central,
quedando en Lima como única autoridad peruana el alcalde Rufino Torrico, que entregó de manera
pacífica la ciudad a los invasores, el 17 de enero de 1881. Los chilenos nombraron a su vez como
gobernador a Patricio Lynch. Posteriormente, se formó en La Magdalena (suburbio de Lima) un nuevo
gobierno peruano, encabezado por el doctor Francisco García Calderón, que se instaló el 12 de marzo
de 1881. Este presidente resistió las presiones de los chilenos para firmar una paz con cesión territorial,
por lo que fue apresado y enviado a Chile. Por su parte, Piérola renunció también al mando supremo y
marchó al extranjero.
La campaña de la Breña
Tratado de Ancón
El Tratado de Ancón, firmado el 20 de octubre de 1883, reconoció la derrota peruana y dio por terminada
la guerra con Chile. El Perú cedió a Chile perpetua e incondicionalmente la provincia de Tarapacá, y las
provincias de Tacna y Arica quedaron sujetas a la legislación chilena por un período de diez años más,
tras el cual se debía realizar un plebiscito para decidir su destino final. Por otra parte, en 1884, se firmó
un Pacto de Tregua entre Chile y Bolivia, en el que se estipuló una paz no definitiva.
Esta etapa es también conocida como la del Segundo Militarismo, pues los caudillos militares volvieron
al ruedo político, pero ya no como héroes triunfadores, sino como vencidos. No obstante, eran los únicos
que poseían la fuerza suficiente para ejercer el poder ante la desastrosa situación en que quedó el sector
civil luego de la derrota ante Chile.
El país quedó dividido en dos bandos: los "hombres de Montán" seguían al general Miguel Iglesias, y "los
de kepí rojo" al general Andrés Avelino Cáceres, héroe de la resistencia. Iglesias había sido proclamado
presidente regenerador en 1882 y, luego de la firma del tratado de Ancón, una Asamblea Constituyente
lo confirmó en el cargo. Con los pocos recursos existentes, Iglesias intentó sacar al país adelante, pero
sufrió la tenaz oposición de Cáceres.
Gobierno provisional de Andrés Avelino Cáceres
Pese a que el país recién había salido de una guerra desastrosa se desató la guerra civil. En 1884 Cáceres
logró “huaripampear” o poner fuera de juego al ejército principal de Iglesias en la sierra central, en una
brillante estrategia militar, luego de lo cual atacó Lima, donde puso sitio al Palacio de Gobierno, en
noviembre de 1885. Iglesias, derrotado, renunció a la presidencia.
Retrato del general Andrés Avelino Cáceres. Obra del pintor Nicolás Palas, año 1894.
Cáceres gobernó de 1886 a 1890, período que sería su primer gobierno constitucional. Tuvo que afrontar
la reconstrucción del país, especialmente en el campo económico. Puso fuera de curso el billete fiscal o
papel moneda, muy devaluado para entonces; creó impuestos nuevos; intentó la descentralización
tributaria; y para solucionar el problema de la enorme deuda externa firmó el Contrato Grace por el cual
entregó los ferrocarriles a los acreedores. Su gobierno fue autoritario y tuvo que enfrentar una tenaz
oposición desde la prensa y el parlamento.
José Pardo Barreda y Manuel Candamo, dos de los principales miembros de los Los veinticuatro amigos,
grupo oligárquico que gobernó al Perú durante la república aristocrática.
Con el advenimiento al poder de Nicolás de Piérola en 1895, se dieron las condiciones para la formación
de la República Oligárquica, llamada también República Aristocrática, término éste acuñado por Basadre.
Se extiende desde el 8 de septiembre de 1895 hasta el 4 de julio de 1919, período en el que se sucedieron
una serie de gobiernos elegidos democráticamente, con excepción del período de 1914-1915. Fue
entonces cuando se materializó una política pluto - oligárquica, con unas clases alta y media que vivían
acomodadamente y un pueblo llano con diversas carencias. Se acentuó la dependencia económica hacia
el capitalismo inglés y el norteamericano y se desarrolló de nuevas actividades económicas:
agroexportación (azúcar y algodón), extracción cauchera y la extracción petrolera. Sin embargo, el país
no se industrializó debido a que se formo una perspectiva de desarrollo puramente economicista
mediante un estado rentista y primario exportador el cual incremento la discriminación y la explotación
hacia los pueblos indígenas mediante Correríos, Yanaconajes y Enganches. El malestar de las clases
populares se manifestó en el surgimiento del movimiento obrero anarcosindicalista y el estallido de
huelgas.
Segundo gobierno de Nicolás de Piérola
Las principales fuerzas políticas eran el Partido Demócrata o pierolista y Partido Civil o civilista, que se
habían aliado en la coyuntura de 1894-1895. A partir de 1903 predominaría el civilismo en el gobierno,
lo que se conoce como el Segundo Civilismo, por distinción del primero de 1872-1874. Otras fuerzas
importantes fueron el Partido Constitucional o cacerista y el Partido Liberal.
El gobierno de Piérola (1895-1899) fue notable, contando con el apoyo de demócratas y civilistas. Piérola
convocó a los más capaces para ocupar funciones en el gobierno, sin tener en cuenta antecedentes
partidarios; respetó escrupulosamente la Constitución; fortaleció las instituciones públicas e impulsó el
desarrollo integral del país. Destacan las importantes reformas en el campo económico y financiero,
como la implantación de una nueva moneda (la Libra peruana), la primera ley normativa de la ejecución
presupuestal, la creación de la Compañía Recaudadora de Impuestos. Además, fomentó el ahorro
público, aplicó una política de austeridad gubernamental y evitó el endeudamiento externo. Asimismo,
fomentó y protegió la industria nacional, impulsó el desarrollo de la Amazonía, llevó a cabo un plan de
obras públicas sin recurrir a los empréstitos, impulsó la prolongación de caminos y ferrocarriles y la
modernización de ciudades. En el aspecto de la defensa nacional, contrató a una misión francesa para
que modernizara al Ejército, fundó la Escuela Militar de Chorrillos y estableció el servicio militar
obligatorio. En el aspecto material, continuó la expansión urbana de Lima, construyendo el Paseo Colón
e iniciando la Avenida de la Colmena, hoy llamada Avenida Nicolás de Piérola.
Ya finalizando su mandato, Piérola intentó mantener la coalición política que lo había apoyado y planteo
una convención civil-demócrata para presentar una fórmula común en el proceso electoral. Los
demócratas quedaron facultados para elegir el candidato y optaron por el ingeniero Eduardo López de
Romaña, quien logró la presidencia con relativa facilidad.
En el orden interno, Leguía afrontó también mucha perturbación. Enfrentó con valentía una intentona
golpista promovida por Carlos de Piérola, Isaías de Piérola y Amadeo de Piérola (el primero, hermano de
Nicolás de Piérola, y los restantes, hijos de este caudillo) que fue reprimida severamente (29 de mayo
de 1909). De carácter personalista y autoritario, Leguía se separó del Partido Civil, que se fraccionó en
dos: los leales a Pardo y los leales a Leguía. En los dos últimos años de su gobierno se manifestó una
aguda crisis económica, motivada por el endeudamiento interno acelerado, los gastos de la defensa
nacional y el déficit presupuestal.
En las elecciones presidenciales de 1912 Leguía quiso imponer a su candidato Ántero Aspíllaga pero
surgió entonces la candidatura opositora del ex alcalde de Lima Guillermo Billinghurst, que pronto
obtuvo una rápida y arrolladora popularidad. Los billinghuristas exigieron la anulación de los comicios,
vista la falta de garantías. Presionado por la opinión pública, el Congreso se vio obligado a elegir como
presidente a Billinghurst
Pardo convocó a elecciones en 1919, en las que postuló el ex presidente Augusto B. Leguía, que enfrentó
a la candidatura oficialista representada por Ántero Aspíllaga. Los comicios, que no fueron muy limpios,
dieron por ganador a Leguía, pero en el recuento oficial se le anularon numerosos votos. Ante el peligro
de que fueran anuladas las elecciones y que estas se trasladaran al Congreso, donde los civilistas tenían
mayoría, Leguía y sus partidarios dieron un golpe de estado, contando con el apoyo de la gendarmería
(4 de julio de 1919). Finalizó así la «República Aristocrática» y se inició una nueva etapa en la historia
republicana del Perú.
Augusto B. Leguia.
Segundo gobierno de Augusto Leguía
Consumado el golpe de estado de 1919, Leguía asumió el poder como presidente transitorio. Disolvió el
Congreso y convocó a un plebiscito para someter al voto de la ciudadanía una serie de reformas
constitucionales que consideraba necesarias; entre esas reformas se contemplaba elegir al mismo
tiempo al Presidente de la República y al Congreso, ambos con períodos de cinco años (antes, el mandato
presidencial era de cuatro años y el Parlamento se renovaba por tercios cada dos años).
Simultáneamente convocó a elecciones para elegir a los representantes de una Asamblea Nacional, que
durante sus primeros 30 días se encargaría de ratificar las reformas constitucionales, es decir, haría de
Asamblea Constituyente, para luego asumir la función de Congreso ordinario. Esta Asamblea se instaló
el 24 de setiembre de 1919 y fue presidida por Mariano H. Cornejo, ideólogo del gobierno. Una de las
primeras labores de dicha Asamblea fue hacer el recuento de votos de las anteriores elecciones
presidenciales, tras lo cual ratificó como ganador a Leguía, quien fue proclamado Presidente
Constitucional el 12 de octubre de 1919. La Constitución vigente (la de 1860) fue sustituida por la
Constitución de 1920.
Este segundo gobierno de Leguía se prolongaría por once años, ya que, tras sendas reformas
constitucionales, se reeligió en 1924 y en 1929. Por eso se le conoce como el Oncenio y también como
la «Patria Nueva», pues pretendía modernizar el país a través de un cambio de relaciones entre el Estado
y la sociedad civil.
Fue una época en que se restringieron las libertades públicas. El diario La Prensa, donde se había
parapetado la oposición, fue asaltado y confiscado. Se barrió también con la oposición en el parlamento,
que quedó sometido al Ejecutivo. Se puso fin a las municipalidades elegidas por voto popular, siendo
reemplazadas por organismos con personal designado por el gobierno. Los opositores políticos fueron
perseguidos, presos, deportados y hasta fusilados.
La figura del presidente fue adulada hasta límites extremos, se habló del «Siglo de Leguía», del «Gigante
del Pacífico», del «Júpiter Presidente», del «Wiracocha», y se le comparó hiperbólicamente con
personajes como Bolívar, Julio César, Alejandro Magno, Bonaparte, etc.
La preocupación esencial de Leguía fue la modernización del país, lo que quiso imponer a paso acelerado.
Suceso notable de este período fue la celebración pomposa del Centenario de la Independencia en 1921,
cuyo acto central fue la inauguración de la Plaza San Martín, en el centro de Lima. Un gigantesco
programa de obras públicas fue financiado con empréstitos obtenidos del exterior. Se arreglaron y
pavimentaron muchas avenidas, calles y plazas limeñas, se abrieron varias avenidas a fin de ampliar el
radio urbano, como la Avenida Progreso (hoy Venezuela) y la Avenida Leguía (hoy Arequipa).
Se fomentó la política colonizadora, se realizaron importantes obras de irrigación en la costa; entre ellas
en la pampa de Imperial (Cañete) y en las pampas de Olmos (Lambayeque). Se estudió también la
irrigación de las pampas de La Joya, en Arequipa. Se realizó una importante obra vial en toda la
República. Medida impopular fue la ley de Conscripción Vial (1920) que obligaba a todos los hombres de
18 a 60 años de edad a trabajar gratuitamente en la construcción y apertura de carreteras, por espacio
de 6 a 12 días al año, lo que en la práctica afectó mayormente a la población indígena.
Fueron creadas la Escuela de la Guardia Civil y Policía (a cargo de instructores españoles), la Escuela de
Aviación de Las Palmas y el Ministerio de Marina (el cual en 1929 pasó a llamarse de Marina y Aviación).
El Tratado Salomón-Lozano, con Colombia, el 24 de marzo de 1922, que fue aprobado por el Congreso
en 1927. Ello significó ceder a Colombia una porción territorial comprendida entre los ríos Caquetá y
Putumayo y el llamado "Trapecio Amazónico", donde se hallaba la población de Leticia. Este tratado fue
considerado excesivamente entreguista y generó resistencia entre los peruanos que habitaban las zonas
afectadas.
El Tratado Rada Gamio-Figueroa Larraín, con Chile, firmado el 3 de junio de 1929, en Lima (por lo que se
le conoce también como Tratado de Lima). Puso término a la cuestión limítrofe con Chile, tras más de
40 años de la firma del Tratado de Ancón de 1883. Ambas partes renunciaron a la realización del tantas
veces postergado plebiscito de Tacna y Arica, y acordaron el siguiente arreglo: Tacna regresaría al seno
de la patria peruana, pero Chile se quedaría con Arica.
En el aspecto político se eclipsaron los viejos partidos (el Civil, el Demócrata, el Constitucional y el Liberal)
y surgieron los primeros partidos modernos que aglutinaron a los sectores medios y populares de
tendencias reformistas o revolucionarias: el Partido Aprista, fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre y
el Partido Socialista Peruano, fundado por José Carlos Mariátegui.
En el aspecto económico, se incrementó notablemente la dependencia hacia los Estados Unidos debido
a los fuertes empréstitos contraídos a los bancos norteamericanos para realizar obras públicas; la deuda
llegó a los 150 millones de dólares en 1930. Ello provocó una aparente bonanza, que finalizó al estallar
la crisis mundial de 1929 afectando directamente a la población, siendo el factor que aceleró la caída de
Leguía, sumado al descontento por la evidente corrupción administrativa y por la firma de los tratados
con Colombia y Chile con cesión territorial.
El 22 de agosto de 1930 el comandante Luis Miguel Sánchez Cerro, al mando de la guarnición de
Arequipa, se pronunció contra Leguía. El movimiento revolucionario se propagó rápidamente por el sur
del país. También en Lima el ambiente era favorable para la revolución. Para dominar la situación Leguía
pretendió formar un gabinete militar, pero en las primeras horas de la madrugada del 25 de agosto la
guarnición de Lima lo obligó a renunciar. Finalizó así el Oncenio de Leguía.
La situación del país era crítica; se produjeron disturbios obreros, universitarios y militares. Sánchez
Cerro dictó una serie de medidas, como la creación del Tribunal de Sanción Nacional para juzgar los casos
de enriquecimiento ilícito durante el Oncenio, la derogación de la ley de conscripción vial, el matrimonio
civil obligatorio, la disolución de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), de
inspiración comunista. Para remediar la crisis económica contrató una misión de expertos financistas
estadounidenses, encabezado por el profesor Edwin Kemmerer, que sugirieron la aplicación de una serie
de medidas, de las que solo se acogieron parcialmente unas cuantas.
Sánchez Cerro prometió convocar a elecciones, pero cometió el error de querer postular a la presidencia
estando en el poder. Una nueva rebelión que estalló en Arequipa lo obligó a dimitir el 1 de marzo de
1931.
La oposición del aprismo al gobierno sanchecerrista se tornó exacerbada. Menudearon los atentados,
las revueltas y los actos terroristas. El Congreso aprobó leyes severas, entre ellas una llamada Ley de
Emergencia, que dio al gobierno poderes especiales para reprimir a los opositores, en especial a los
apristas, aunque también a los comunistas. Los diputados apristas fueron desaforados.
Luis M. Sánchez Cerro, presidente constitucional del Perú (1931-1933), Vestido Civil.
En 1932 ocurrieron una serie de sucesos sangrientos provocados por los apristas: un atentado criminal
contra la vida del mismo Sánchez Cerro, que se salvó fortuitamente (6 de marzo); una rebelión de la
marinería de la escuadra del Callao (7 de mayo), que fue sofocada severamente, siendo fusilados ocho
marineros; y la llamada revolución aprista de Trujillo (7 de julio), que fue reprimida sangrientamente por
el gobierno. Trujillo fue tomada por el ejército, que en represalia por la masacre de los oficiales
prisioneros en el cuartel O’Donovan, fusiló a un número no determinado de ciudadanos, que desde
entonces fueron considerados como los “mártires del aprismo”. Al año siguiente estalló una sublevación
militar en Cajamarca encabezada por el comandante Gustavo Jiménez, quien al ser vencido en Paiján se
quitó la vida disparándose un tiro en la cabeza (14 de marzo de 1933).
Obra importante del gobierno sanchecerrista fue la promulgación de la Constitución Política de 1933, el
3 de abril de 1933. Otras obras importantes fueron el otorgamiento a los obreros de vacaciones y el
descanso remunerado por el día del trabajo, la creación de los restaurantes populares, el equipamiento
de las Fuerzas Armadas, la continuación de la carretera Central, etc.
En el aspecto internacional, Sánchez Cerro declaró inicialmente su intención de respetar los tratados
firmados por sus antecesores, pero presionado por la opinión pública, se vio obligado a respaldar a los
patriotas peruanos de Leticia, que querían que su territorio, cedido a Colombia por el Tratado Salomón-
Lozano, volviera al seno del Perú (episodio conocido como el incidente de Leticia). Ello que provocó un
enfrentamiento bélico con dicha nación. Estando precisamente Sánchez Cerro pasando revista a los
reclutas en el Hipódromo de Santa Beatriz (hoy Campo de Marte, en Lima), el 30 de abril de 1933, cuando
fue víctima de un atentado: un individuo, llamado Abelardo González Leiva, se le acercó y le disparó
varios tiros, que le cegaron la vida. Se supo después que el magnicida se había afiliado al partido aprista
años antes, pero no se sabe hasta hoy si actúo solo o formó parte de un complot. Ese mismo día el
Congreso, violando la Constitución, nombró presidente de la República al general Óscar Benavides, para
que completara el período del difunto presidente, o sea hasta 1936.
Bajo el lema de «orden, paz y progreso», Benavides gobernó apoyado por la alta finanza y las Fuerzas
Armadas. Logró superar la crisis económica, mejoró notablemente el aspecto financiero, especialmente
en lo relacionado con la banca y la captación de impuestos, aplicándose algunos proyectos que había
dejado la misión Kemmerer en 1931. El país comenzó a entrar a un período de prosperidad debido a las
exportaciones, especialmente agrícolas. Se promulgó el Código Civil de 1936, se creó el Ministerio de
Salud Pública, Trabajo y Asistencia Social y el Ministerio de Educación Pública, se fomentó el turismo. Se
realizaron grandes obras de modernización en la capital, como la construcción de las actuales sedes de
los poderes ejecutivo (Palacio de Gobierno), legislativo (Palacio Legislativo) y judicial (Palacio de Justicia).
Se realizaron también obras de saneamiento en diversas ciudades, se culminaron varias obras de
irrigación iniciadas por Leguía, se construyeron barrios y comedores para los trabajadores y sus familias,
se instituyó el Seguro Social Obligatorio para Obreros, entre otras obras de tipo social.
Sin embargo, en el último tramo del gobierno de Benavides se hizo notorio el hastío de la población. El
19 de febrero de 1939 ocurrió la intentona golpista del general Antonio Rodríguez Ramírez, al parecer
con gran apoyo de diversos sectores. Aunque dicho caudillo resultó muerto en Palacio de Gobierno tras
ser ametrallado por un oficial de la policía, Benavides entendió el mensaje.
Viendo pues el panorama, que le era adverso, Benavides decidió convocar a elecciones y hacer el
traspaso de poder. Pero antes convocó a un plebiscito, que se realizó el 18 de junio de 1939, y por el
cual se aprobaron importantes reformas constitucionales, como la ampliación del período presidencial
de 5 a 6 años, el restablecimiento de los dos vicepresidentes y la disminución de las facultades
legislativas del Congreso en materia económica. Su intención era robustecer el Poder Ejecutivo en
desmedro del Legislativo.
Las elecciones generales se realizaron el 22 de octubre de 1939. El candidato del gobierno, el banquero
Manuel Prado Ugarteche (hijo del presidente Mariano Ignacio Prado), ganó con facilidad a su
contrincante, el abogado José Quesada Larrea. Se habló de fraude electoral.
Manuel Prado Ugarteche, presidente constitucional del Perú en dos períodos: 1939-1945 y 1956-1962.
Primer gobierno de Manuel Prado
Manuel Prado asumió la presidencia el 8 de diciembre de 1939, iniciando lo que sería su primer gobierno
(1939-1945). Político hasta entonces casi desconocido, se vaticinó que no duraría mucho en el cargo,
pero desplegó una combinación de astucia táctica, flexibilidad estratégica y encanto personal, que le
permitió gozar de respaldo. Su gobierno continuó en gran parte la obra realizada por el general
Benavides, manteniendo fuertes vínculos con la oligarquía. Fue de una relativa democracia. Mantuvo
proscrito al Partido Aprista y recibió el apoyo del Partido Comunista.
Este primer gobierno de Prado coincidió con el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial en la cual el
Perú se alineó decididamente con el bando aliado, siendo el primer país de Latinoamérica en romper
relaciones con las potencias del Eje. Durante una reunión extraordinaria de cancilleres realizada en Río
de Janeiro, a principios de 1942, fue la actitud peruana la que inclinó a los representantes de los demás
países americanos a apoyar a Estados Unidos.
Archivo:Jose1Quiñones.jpg
José Abelardo Quiñones héroe durante la guerra contra equador
Otro éxito internacional del gobierno de Prado fue la victoria sobre el Ecuador tras una breve guerra
librada en 1941, firmándose luego el Protocolo de Río de Janeiro (29 de enero de 1942), que zanjó la
centenaria disputa limítrofe con dicha nación, aunque los problemas derivados por la demarcación
fronteriza habrían de ocupar todavía el resto del siglo XX.
Prado tuvo que enfrentar las consecuencias económicas y sociales de la guerra mundial. Las
importaciones bajaron notablemente pero los productos de exportación aumentaron. La escasez de
productos de importación para el consumo nacional hizo surgir nuevas industrias que reemplazaron a
los productos extranjeros con buen éxito. La guerra hizo aparecer a numerosos "nuevos ricos".
Para las elecciones de 1945 se conformó por Frente Democrático Nacional (FDN), conformado las más
dispares partidos y movimientos, siendo el más importante el Partido Aprista, que para eludir la
prohibición constitucional por su calidad de “partido internacional”, adoptó el nombre de “Partido del
Pueblo”. Este Frente se logró gracias a un acuerdo entre el líder aprista, Haya de la Torre, y el mariscal
Benavides, que aún conservaba ascendiente en el Ejército. El FDN lanzó la candidatura del jurista José
Luis Bustamante y Rivero, mientras que el gobierno apoyó la candidatura del general Eloy Ureta, el
vencedor de la guerra del Ecuador.
En el aspecto económico se produjeron serias dificultades. La inflación creció y los salarios perdieron su
poder adquisitivo. Frente al malestar social, que se manifestó en huelgas, Bustamante aplicó una política
de asistencia social, de inspiración aprista. Escasearon los productos de primera necesidad, que solo
podían obtenerse en los “estanquillos” si se presentaba el carné de militante aprista. Otras medidas
aplicadas, como el control de cambios y los controles de precios, no variaron la aguda situación. Por su
parte, el sector exportador agro-minero reclamó la eliminación total del control de cambios y de la
restricción de las importaciones, que les afectaba directamente a los bolsillos.
En el aspecto político, Bustamante perdió pronto el apoyo del aprismo, pues se negó a someterse a su
influencia. El asesinato de Francisco Graña Garland, director del diario La Prensa (de tendencia
antiaprista), ocurrido el 7 de enero de 1947,6 fue atribuido al aprismo y marcó el inicio de la ruptura del
gobierno con este partido. Los apristas pasaron a ejercer una desaforada oposición y los más exaltados
de sus miembros planearon una revolución. Mientras que la oligarquía, que exigía mano dura contra los
apristas, pasó también a conspirar, entendiéndose con los militares. El 3 de octubre de 1948, el sector
extremista del aprismo fomentó la rebelión de la marinería en el Callao, que fue aplastada
sangrientamente. Bustamante puso fuera de la ley al partido aprista, pero ya era muy tarde.
Doctor Manuel Prado Ugarteche, presidente del Perú por segunda vez, de 1956 a 1962.
Manuel Prado Ugarteche asumió el gobierno por segunda vez el 28 de julio de 1956. Cumpliendo la
promesa hecha a los apristas, derogó la Ley de Seguridad Interior, comprendiendo en la amnistía
subsiguiente a todos los presos políticos y a los que se hallaban exiliados. Por ello esta nueva gestión fue
llamada el «período de la convivencia», ya que se produjo un entendimiento entre el pradismo y el
aprismo.
El segundo gobierno de Manuel Prado se desarrolló en un clima de agitación motivada por tres razones
principales:
Por la crisis económica, originada por la recesión producida en Estados Unidos en 1957. Se depreciaron
notablemente los productos de exportación y los dólares escasearon, por lo que se devaluó la moneda
peruana.
Por la agitación que surgió en el campo a favor de la realización de la reforma agraria; y
Por la enérgica campaña de alcance nacional a favor de la recuperación de los yacimientos petrolíferos
de La Brea y Pariñas que ilegalmente seguía explotando la compañía norteamericana International
Petroleum Company.
Para enfrentar la crisis económica se nombró como ministro de Hacienda y presidente del Consejo de
Ministros a Pedro G. Beltrán, el director del diario La Prensa, hasta entonces tenaz crítico del gobierno
(1959). Su misión era poner en orden las finanzas, equilibrar el presupuesto y estabilizar la moneda, lo
que se logró, no sin antes adoptarse medidas antipopulares de corte liberal, como el alza de la gasolina,
el recorte de los subsidios a los alimentos y el aumento de la carga tributaria.
Por esos años se desarrollaron mucho las migraciones de la sierra y se incrementaron las barriadas en
torno a Lima, al punto de hablarse del “cinturón de miseria” que empezaba a rodear la capital. También
por entonces empezó el despegue de la industria de la harina de pescado, hasta convertir al Perú en la
primera potencia pesquera del planeta, mérito que se debió a un talentoso empresario peruano: Luis
Banchero Rossi.
Al aproximarse el final del gobierno de Prado, el descontento popular era innegable. Menudearon las
huelgas y se hicieron protestas bulliciosas y hasta violentas en las calles. En medio de ese ambiente se
convocaron a las elecciones generales de 1962, siendo los principales candidatos los siguientes:
Entre las medidas adoptadas por esta junta militar, destacan las destinadas a la planificación estatal y a
la promoción cultural:
La creación del Sistema Nacional de Planificación del Desarrollo Económico y Social del Perú, que,
posteriormente se denominó Instituto Nacional de Planificación (INP). Su finalidad fue proyectar el
desarrollo del país de manera orgánica.
La creación de la Comisión Nacional de Cultura, el 24 de agosto de 1962, entidad autónoma encargada
de la promoción, desarrollo y difusión de las manifestaciones culturales del país, que en 1971 empezó a
llamarse Instituto Nacional de Cultura (INC), hoy Ministerio de Cultura.
La junta militar promulgó también la ley de bases de la Reforma Agraria, ante el agravamiento de la
tensión campesina en el país, incitada por los sucesos de los valles de La Convención y Lares, en el
departamento del Cuzco, donde los campesinos, acaudillados por Hugo Blanco, habían ocupado la
mayor parte de los latifundios.
Estas primeras medidas tenían como objetivo realizar una serie de reformas ante el temor de que el
descontento social pudiera ser canalizado por sectores radicales de izquierda.
Arquitecto Fernando Belaúnde Terry, presidente del Perú de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985.
El arquitecto Fernando Belaúnde resultó así elegido Presidente Constitucional para el período 1963-
1969. Su obra estuvo orientada mayormente a las grandes obras públicas: construcción de carreteras
(principalmente la Marginal de la Selva), aeropuertos, conjuntos habitacionales, reservorios, etc. Así
mismo, restituyó el origen democrático de las autoridades municipales. Sin embargo, su labor fue
obstaculizada constantemente en el parlamento por la oposición de los partidarios del general Odría
(agrupados en la ultraderechista UNO) y del APRA; estos dos partidos, que años antes habían sido
encarnizados enemigos, formaron la llamada COALICIÓN, poniendo en minoría parlamentaria a los
representantes de los partidos de gobierno: Acción Popular y la Democracia Cristiana, que formaron la
llamada ALIANZA.
En cuanto a política económica, Belaúnde no pudo controlar la inflación y la moneda nacional sufrió una
drástica devaluación el 1 de septiembre de 1967. Asimismo se elevó la deuda externa. Se produjeron
algunos levantamientos de campesinos y brotes guerrilleros en zonas andinas afectadas por la pobreza
y la opresión de los terratenientes y que fueron reprimidas rápidamente con ayuda del ejército. Se
acrecentaron las migraciones internas, del campo a la ciudad, especialmente en Lima, donde surgieron
numerosos barrios marginales, que se denominaron después “pueblos jóvenes”, que agudizaron el
problema de la vivienda y aumentaron el índice de desocupación.
Belaúnde inició la reforma agraria que afectaba principalmente a los latifundios no cultivados de la sierra
y la costa, pero sin tocar a los que tenían un rendimiento eficiente, como los agroindustriales de la costa.
Trató también de resolver el asunto del petróleo con la International Petroleum Company (IPC). El 13 de
agosto de 1968 se suscribió el Acta de Talara, por el cual todos los campos petroleros pasaban a poder
de la estatal Empresa Petrolera Fiscal (EPF), mientras que la IPC conservaba la refinería de Talara, el
sistema de distribución nacional del combustible y las llamadas Concesiones Lima. La IPC se obligaba a
comprar todo el petróleo que la EPF le quisiera vender, para procesarla en su refinería de Talara. Toda
la prensa se hizo eco de este suceso, estallando la ciudadanía en alegría. Sin embargo, la opinión pública
cambió cuando un sector de la prensa (la revista Oiga) dio a conocer las condiciones que había impuesto
la IPC para la firma del Acta. El momento cumbre del escándalo llegó cuando el renunciante presidente
de la EPF, ingeniero Carlos Loret de Mola, denunció que faltaba una página en el contrato de precios de
petróleo crudo entre la EPF y la IPC (10 de setiembre de 1968). Esa fue la famosa "Página Once", que
sirvió de pretexto para que un grupo de oficiales del ejército dieran un golpe de estado menos de un
mes después, acusando al gobierno de “entreguismo”.
En efecto, el 3 de octubre de 1968 el general Juan Velasco Alvarado encabezó el golpe de estado contra
Belaúnde, quien fue sacado a la fuerza de Palacio de Gobierno y desterrado a Argentina. Se inició así el
llamado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.
Discurso de miembros del gobierno revolucionario, en la fotografía se puede apreciar la imagen de Túpac
Amaru II.
El autodenominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, también conocido como el
reformismo militar radical, se instaló el 3 de octubre de 1968, tras el golpe de estado contra Belaúnde,
este se divide en dos fases, la primera estuvo encabezada por el general Juan Velasco Alvarado (1968-
1975) en la que se aplicó el “Plan Inca” de índole estatista y nacionalista y la segunda fue impulsada por
el general Francisco Morales Bermúdez (1975-1980) en la que se aplicó el “Plan Túpac Amaru" de índole
institucionalista y progresista. Durante la década de 1970 el Perú asumió un carácter claramente de
izquierda nacionalista, socialista, agrarista y antiimperialista. Además se realizaron una serie de reformas
que tuvieron un gran impacto a nivel nacional, sin embargo muchas de las políticas redujeron
drásticamente la inversión extranjera, aumentó la inflación y la escasez de algunos productos debido a
la intensa fuga de capitales extranjeros, pero a pesar de dicha política económica las reformas radicales
contribuyeron a construir un estado de justicia e igualdad social que destruyó el predomino de la
Oligarquía clasista y dignificó a la población humilde e indígena, que comenzó a tener mayor
participación en la vida política y social.
Juan Velasco Alvarado, presidente del gobierno revolucionario de la fuerza armada (1968-1975).
El general Juan Velasco Alvarado se alzó contra el reformismo de los gobiernos anteriores y se propuso
realizar cambios sustanciales en las estructuras del país. Su gobierno se reclamó nacionalista,
antiimperialista, (especialmente anti-estadounidense) y antioligarca, claramente orientado hacia la
izquierda, lo que lo diferenciaba del resto de las dictaduras latinoamericanas, que por lo general eran de
derecha. Su plan de gobierno lo expuso en el llamado “Plan Inca”.
Las principales reformas que realizó el gobierno de Velasco fueron las siguientes:
La toma de las instalaciones de la IPC en Talara, el día 9 de octubre de 1968, la misma que la realizaron
las fuerzas de la Primera Región Militar con sede en Piura, al mando del general Fermín Málaga. Este
hecho puso fin al viejo problema de La Brea y Pariñas y tuvo un gran impacto favorable en el país,
ayudando al gobierno a consolidarse en el poder. Para dirigir la política petrolera nacional se creó un
nuevo organismo, Petróleos del Perú (PETROPERÚ).
Se dio la ley de Reforma Agraria, el 24 de junio de 1969, que modificó el régimen de tenencia de la tierra,
proscribió el latifundio, promovió la integración de minifundios y su cultivo en armonía con el interés
social. Se expropiaron los fundos agroindustriales de la costa y se crearon las Cooperativas Agrarias de
Producción (CAP).
Estableció la Comunidad Industrial, por medio de la cual los trabajadores participarían corporativa e
individualmente en las utilidades, gestión y administración de las empresas y la propiedad misma.
Se reformó el sistema bancario, creándose la Banca Comercial Asociada. Se puso bajo control directo del
Estado al Banco Central de Reserva del Perú. Se prohibió a los bancos extranjeros la apertura de nuevas
sucursales y se trató de captar mayor ahorro a través de la Corporación Financiera de Desarrollo
(COFIDE).
Se estatizó la industria pesquera, creándose para tal efecto la entidad PESCAPERÚ. Se creó el Ministerio
de Pesquería.
Se dio la ley general de minería para promover la actividad minero-metalúrgica, con participación
estatal. Para tal efecto de creó la entidad MINEROPERÚ. Los centros mineros de Cerro de Pasco fueron
expropiados, creándose la entidad CENTROMIN PERÚ. También se crearon las entidades de HIERRO
PERÚ (para la explotación del yacimiento de Marcona) y SIDER PERÚ (para la producción de acero en
Chimbote):
Se creó el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (1970). Se promulgó la ley general de
telecomunicaciones que permitía la intervención estatal en la radio y la televisión. Se creó el organismo
ENTELPERÚ como ente rector de las comunicaciones. En las postrimerías de este gobierno, fueron
confiscados todos los diarios de la capital, en la medianoche del 27 de julio de 1974. También se
confiscaron diarios en provincias.
Cartel de la reforma agraria publicado en 1971 por el estado peruano durante el gobierno del presidente
Juan Velasco Alvarado.
Estas grandes reformas emprendidas con el propósito de cambiar la fisonomía del país agravaron la
situación económica, debido a sus costos enormes. Se multiplicaron las empresas estatales, con un
número crecido de empleados, que por corrupción o ineficiencia, produjeron enormes pérdidas. De otro
lado, el gobierno aplicó políticas económicas demagógicas, como los subsidios a la gasolina. Se empeñó
también en no devaluar la moneda, en momentos en que esta medida era necesaria. Cuando finalizó su
gobierno en 1975, ya no existían reservas en el Banco Central. Pero fue el atropello a la libertad de
prensa lo que originó que por primera vez surgieran en las calles de Lima manifestaciones populares
contra la dictadura. Los días 28 a 30 de julio de 1974 la juventud del distrito de Miraflores se apoderó de
las calles y plazas, alzando su voz de protesta. Más de 400 manifestantes fueron detenidos.
En febrero de 1975 se inició en Lima una huelga de policías, quienes se quejaban de maltratos y exigían
aumento de sus sueldos. Los policías se acuartelaron pacíficamente en Radio Patrulla, en la avenida 28
de julio del centro de Lima. En la medianoche del 4 al 5 de febrero, fueron despiadadamente atacados
por la tropa y las unidades blindadas del ejército. Muchos policías huyeron; otros se rindieron. Se
produjo también un número indeterminado de muertos y heridos.7 En la mañana del 5 de febrero estalló
la más grave protesta popular, el llamado Limazo. Grupos de revoltosos recorrieron la ciudad e
incendiaron el Casino Militar de la Plaza San Martín, el local del diario Correo y las oficinas de SINAMOS
(entidad estatal que oficiaba como base política del régimen). El ejército salió a la calle, y en el transcurso
de la tarde y la noche de ese mismo día, restableció el orden e hizo un número indeterminado de
víctimas. El gobierno suspendió las garantías constitucionales e impuso el toque de queda. El saldo oficial
fue de 86 muertos, 155 heridos, 1,012 detenidos y 53 policías enjuiciados.8 Velasco acusó a la CIA y al
Partido Aprista de alentar los disturbios. Pero su régimen ya estaba herido de muerte.
El 29 de agosto de 1975, el general Francisco Morales Bermúdez, entonces Presidente del Consejo de
Ministros, lideró un golpe de estado incruento desde la ciudad de Tacna, acción conocida como el
Tacnazo. Morales Bermúdez lanzó un manifiesto al país, el cual estaba respaldado por las Fuerzas
Armadas y Policiales, y donde explicaba que su propósito era “eliminar los personalismos y las
desviaciones” que el proceso revolucionario venía sufriendo. Velasco, que desde hacía meses se hallaba
enfermo, e incluso había sufrido la amputación de una pierna, abandonó pacíficamente Palacio de
Gobierno y se retiró a su residencia de Chaclacayo. Oficialmente se le consideró “relevado” del alto
mando. No volvió a intervenir en política y falleció en 1977.
Francisco Morales Bermúdez, presidente del gobierno revolucionario de la fuerza armada (1975-1980).
Morales Bermúdez enfrentó el descontento y presión popular para retornar a la democracia. En el plano
económico continuó la crisis financiera, caracterizada por las continuas devaluaciones de la moneda. El
19 de julio de 1977, se realizó un paro nacional impulsado por la CGTP, central sindical de tendencia
comunista, que reclamaba un aumento general de sueldos y salarios de acuerdo con el alza del costo de
vida. Este paro tuvo un masivo apoyo de parte de la ciudadanía. Lima quedó paralizada durante 24 horas
de un modo nunca antes visto. Luego vinieron diversas movilizaciones nacionales. Morales Bermúdez
convocó entonces a una Asamblea Constituyente, como un primer paso para el retorno a la legalidad.
Dicha Asamblea se instaló el 28 de julio de 1978 y fue presidida por el líder aprista Víctor Raúl Haya de
la Torre. Tras un año de debates se promulgó la Constitución de 1979, bajo cuya regencia se convocó a
las elecciones democráticas de 1980, en las cuales triunfó el líder de Acción Popular y ex presidente
Fernando Belaúnde Terry, que volvió así nuevamente al poder, retornando la democracia.
Otro episodio sangriento fue la masacre de decenas de campesinos en el pueblo de Cayara. En 1989, se
desató una brutal oleada de violencia que dejó miles de muertos al nivel nacional. El gobierno organiza
la creación del GEIN y los comités de autodefensa; sin embargo, en 1990, Víctor Polay Campos huye del
penal Canto Grande con 47 terroristas a través de un túnel subterráneo. En las elecciones presidenciales
de 1990, se presentaron como candidatos Mario Vargas Llosa por el FREDEMO y Luis Alva Castro por el
APRA. No obstante, surgió la figura del ingeniero agrónomo y exrector de la Universidad Agraria, Alberto
Fujimori Fujimori, hasta entonces desconocido en política, quien encabezó un improvisado partido
llamado «Cambio 90», que ganó las elecciones.13
El fujimorato
Artículo principal: Gobierno de Alberto Fujimori
Atentado contra Frecuencia Latina perpetrado con un coche bomba por Sendero Luminoso en la ciudad
de Lima.
El ejército secuestró al periodista Gustavo Gorriti debido a que sus investigaciones ponían en peligro al
gobierno. El 15 de febrero de 1992, terroristas de Sendero Luminoso convocan a un paro armado en
todo el distrito de Villa El Salvador. Ante este hecho, María Elena Moyano, junto a varias mujeres salieron
a las calles a desafiar contra Sendero, quienes deciden asesinarla para, luego, dinamitar su cadáver. Más
adelante, ocurre el asesinato de Pedro Huilca, líder sindicalista de la CGTP, quien fue tiroteado en la
puerta de su casa. El 5 de junio, ocurre el atentado contra el canal 2 de Lima, en el que un coche bomba
explota y destruye sus instalaciones, en donde mueren tres trabajadores. Luego, ocurre una oleada de
cientos de secuestros y asesinatos en todo el país, perpetrado por unidades terroristas. El Grupo Colina
realiza las masacres de La Cantuta, Barrios Altos, del Santa, Pativilca, entre otras. En ellas, varios
estudiantes, profesores y pobladores fueron secuestrados y asesinados por dicha agrupación paramilitar
al ser señalados como senderistas. Poco tiempo después, el 16 de julio de 1992, Sendero Luminoso
ejecuta el Atentado de Tarata en la avenida Larco de Miraflores, el cual mata a 25 personas y hiere a
155. La explosión destruyó y dañó 183 viviendas, 400 negocios y 63 automóviles estacionados. En
simultaneo, los terroristas perpetran decenas de explosiones en distintos bancos de Lima que
terminaron en múltiples asaltos, luego de los sucesivos atentados una huelga causó 52 muertes y
bloqueo los accesos a la capital. El 12 de setiembre de 1992, tras meses de seguimiento, el GEIN ejecutó
la Operación Victoria y capturó a Abimael Guzmán, junto a otros integrantes terroristas de Sendero
Luminoso, en la casa de Maritza Garrido-Lecca en Surquillo. Un mes después de su detención, la brigada
antisubversiva captura a Martha Huatay y a otros siete cabecillas de Sendero Luminoso, así como
también se da la recaptura de Víctor Polay Campos, líder del MRTA. Tras estos hechos, comenzó el
declive de la acción subversiva y los terroristas fueron reducidos paulatinamente hasta el VRAEM.
El primer encuentro entre Vladimiro Montesinos y Abimael Guzmán en la Isla San Lorenzo el 1 de octubre
de 1992.
El 29 de diciembre, el gobierno promulgó la Constitución de 1993, que significó la definitiva cancelación
del modelo político, económico y social dirigido por el Estado desde la época del reformismo militar.
Esta nueva constitución tuvo un carácter neoliberal y proempresarial, con la eliminación del inti y el
modelo desarrollista de industrialización por sustitución de importaciones y, en su reemplazo, se creó el
nuevo sol y se aplicó el modelo neoextractivo exportador, que plantaron los cimientos necesarios para
la recuperación de la golpeada economía peruana y su posterior despegue. También, el Gobierno redujo
el tamaño del Estado, abrió la economía al mercado internacional y se privatizaron varias empresas
estatales. Esto ocasionó el despido de miles de trabajadores y su incursión en la informalidad, así como
el crecimiento de la inestabilidad laboral. Desde entonces, los ciudadanos jubilados empezaron a perder
su poder adquisitivo en sus pensiones. El 19 de agosto de 1993, una división de Sendero Luminoso
asesino a ocho comunidades indígenas en el distrito de Mazamari. En respuesta, los Sinchis y el ejército
realizaron numerosos operativos y matan a todos los implicados. El 24 de agosto de 1994, la esposa del
presidente, Susana Higuchi, se divorció de Fujimori al acusarlo de haberla torturado física y
psicológicamente en respuesta por sus acusaciones en contra de su esposo en 1992 por corrupción.
Posteriormente, el presidente nombra a su hija Keiko Fujimori como Primera Dama de la Nación. En las
elecciones presidenciales de 1995, Alberto Fujimori logró ser reelegido con mayoría absoluta en el
Congreso, al derrotar la candidatura del embajador Javier Pérez de Cuéllar sin necesidad de ir a segunda
vuelta. Sin embargo, crea un autoritarismo competitivo.
Segundo gobierno
El Gobierno puso en funcionamiento un programa de esterilizaciones forzosas para las mujeres
indígenas, esencialmente del pueblo quechua, con el nombre de «Plan de salud pública». Un informe
del ministro Fernando Carbone concluyó que, aproximadamente, unas 300 000 mujeres fueron
esterilizadas.
En 1995, estalló la Guerra del Cenepa contra Ecuador. En la cordillera del Cóndor, se producen varias
escaramuzas fronterizas entre ambos ejércitos, liderados por el peruano Nicolás Ríos y el ecuatoriano
Paco Moncayo, respectivamente. Estos enfrentamientos dejaron decenas de muertos en ambos bandos,
pero la diplomacia internacional logró que Perú y Ecuador delimiten la frontera en un tramo de 78
kilómetros de acuerdo a un dictamen que finalizó con la declaración de la Paz de Itamaraty.
Réplica de la residencia del Embajador de Japón en Lima, construida para el entrenamiento de las fuerzas
especiales que participaron en la operación chavín de huántar.
El 17 de diciembre de 1996, 14 miembros de la organización terrorista MRTA dirigidos por Néstor Cerpa
Cartolini, tomaron como rehenes a cientos de diplomáticos, oficiales del gobierno, militares de alto
rango y hombres de negocios que asistían a una celebración en la residencia del embajador de Japón,
Morihisa Aoki, en Lima. Durante la crisis, el Estado actuó en busca de una salida pacífica y logró que
liberen gradualmente algunas de las 500 personas secuestradas hasta mantener cautivas solo a 72 de
ellas. El ejército cavó túneles para poder ingresar a la residencia y, simultáneamente, continuaron el
diálogo con los terroristas. No obstante, con el pasar de los días, las negociaciones se volvieron más
hostiles y, el 22 de abril de 1997, el gobierno ejecuta la Operación Chavín de Huántar: 148 comandos
irrumpieron disparando por varios accesos, en esta acción militar, fueron liberados 71 de los rehenes y
todos los emerretistas fueron abatidos. Sin embargo, el autoritarismo y la inmensa red de corrupción
que tejió su principal asesor Vladimiro Montesinos, jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, acabaron
por socavar al régimen fujimorista. En 1998, Fujimori destituyó a todos los miembros del tribunal
constitucional y aprobó la ley de interpretación auténtica para poder participar en nuevas elecciones.
Desde el Poder Ejecutivo, Fujimori capturó a todas las instituciones mediante redes de corrupción que
involucraron a cientos de políticos, empresarios, militares y periodistas. El gobierno ejerció un
neopopulismo en los comedores populares y organizaciones sociales de supervivencia. Además, financió
a los diarios chicha, periódicos controlados cuyo propósito era difamar a los opositores. Además,
Montesinos compró los principales canales de televisión abierta del país, al Congreso, al Poder Judicial,
a la ONPE y al JNE.
En las elecciones del 2000, Fujimori se presentó por tercera vez consecutiva como candidato presidencial
contra el economista Alejandro Toledo, pero como estas elecciones estaban manipuladas, Toledo
decidió no ir a la segunda vuelta. La oposición, conformada por varias organizaciones civiles se unieron
para intentar evitar la juramentación de Fujimori. Del 26 al 28 de julio, Toledo lideró la marcha de los
Cuatro Suyos organizada por el antifujimorismo. Durante la protesta, ocurrieron varios actos vandálicos
que ocasionaron en pérdidas materiales en millones de soles, así como la explosión y el incendio de una
sede del Banco de la Nación en la que murieron seis empleados. Tal hecho fue atribuido a agentes del
gobierno para culpar a los manifestantes. Sin embargo, las protestas continuaron.
Tercer gobierno
Vladivideo donde se aprecia a Montesinos entregando Fajos de billetes a un operador político para
encubrir los actos de corrupción.
Seis semanas después, el 14 de septiembre, Canal N difunde los vladivideos donde se mostraba a
Montesinos sobornando a políticos, periodistas y empresarios para que favorecieran al gobierno. El
escándalo de corrupción desencadenó muchas protestas sociales en todo el país, como el levantamiento
de Locumba. Frente a la gran inestabilidad, Vladimiro Montesinos, a bordo del velero Karisma, huyó del
país, zarpando a Panamá para finalmente llegar a Venezuela, donde posteriormente sería capturado y
extraditado. Fue recluido en la prisión de la Base Naval del Callao. Por su parte, aprovechó el permiso
para asistir a la cumbre de la APEC en Brunéi para huir y refugiarse en Japón, país del cual era ciudadano
y desde el cual renunció por fax. Sin embargo, el Congreso no aceptó su renuncia y, luego de la
aprobación de la destitución presidencial, Fujimori fue inhabilitado para ejercer todo cargo político por
diez años. Martha Hildebrandt fue censurada de la Presidencia del Congreso y, después de la renuncia
de Luz Salgado, el abogado Valentín Paniagua fue investido como nuevo Presidente, ante la renuncia de
los dos vicepresidentes Francisco Tudela y Ricardo Márquez Flores el 22 de noviembre del 2000. Este
hecho da inicio a la república empresarial.14
República empresarial
Local de Odebrecht en el distrito financiero de San Isidro, esta empresa ha sido una de las más vinculadas
en la política nacional peruana en la actualidad.
Con la consolidación del neoliberalismo impuesto desde el gobierno de Alberto Fujimori se dieron las
condiciones para la formación de la república empresarial,15 éste término acuñado por Francisco
Durand. Se extiende desde el 22 de noviembre del 2000 hasta la actualidad, época en el que se suceden
una serie de gobiernos elegidos democráticamente, bajo la regencia de la constitución de 1993, la
imposición del sistema neoliberal materializó una política (corporato - oligárquica)16 que exigió,
recortes de impuestos para las grandes empresas, el aplastamiento de los sindicatos, la desregulación
ambiental y la privatización del estado. En el aspecto social el país se polarizó en dos ideologías opuestas
diametralmente (fujimorismo y antifujimorismo) y en cuanto a los grupos de presión más relevantes se
encuentran los empresarios en la derecha política, los tecnócratas en el centro político y los
neocomunistas en la izquierda política. Actualmente el poder fáctico del momento son las élites
corporativas, tanto nacionales como extranjeras, aunque esta es una etapa de gran crecimiento
económico, las desigualdades sociales se incrementaron debido a la esencial (Captura del Estado)17 por
parte de las élites empresariales que imponen un modelo único de desarrollo, neo extractivo exportador,
frente a un estado rentista y a través de un capitalismo clientelista, las redes entre empresarios y
políticos influyen en la economía y sociedad en la medida que corrompen a los sectores públicos
mediante negociaciones privadas y lobbys con los que promueven decisiones lucrativas favorables a sus
intereses y a los de sus socios aprovechándose de la gran desconfianza política y de las organizaciones
sociales dispersas.18
Este artículo se refiere o está relacionado con un hecho o evento político reciente o actualmente en
curso.
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especulativos y recuerda colocar referencias a fuentes fiables para dar más detalles.
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Crisis política en Perú de 2017-presente
Political crisis in Peru from 2017-2018.png
En sentido horario de izquierda a derecha: El primer gabinete ministerial del presidente Pedro Pablo
Kuczynski; Kuczynski junto a sus dos vicepresidentes Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz durante el primer
proceso de vacancia presidencial; el nuevo gabinete de Kuczynski denominado gabinete de la
reconciliación; Kuczynski junto a su gabinete anunciando su renuncia a la presidencia durante el segundo
proceso de vacancia presidencial; Martín Vizcarra como nuevo presidente constitucional por orden de
la constitución; el gabinete de Vizcarra y la juramentación de Pedro Chávarry como nuevo fiscal de la
Nación, cargo al que renunciaria meses después.
La crisis política en Perú de 2017-presente se refiere al período de inestabilidad política en la República
del Perú que inició durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, en septiembre de 2017 hasta su caída
en marzo de 2018, reiniciándose en julio de 2018 bajo el gobierno de Martín Vizcarra (en la línea
sucesoria por ser el primer vicepresidente), quien finalmente disolvió el Congreso de la República el 30
de septiembre de 2019. La característica fundamental de esta crisis fue la constante pugna del Ejecutivo
con las fuerzas políticas opositoras del Congreso, encabezadas estas por el partido Fuerza Popular o
partido fujimorista. El Ejecutivo acusó a este partido de realizar una labor obstruccionista y de oponerse
a la reforma judicial y política, mientras que la oposición calificó al gobierno de incapaz, corrupto y con
tendencia al autoritarismo de tipo castro-chavista.
El resultado de las elecciones generales de 2016, que llevó a la presidencia a Pedro Pablo Kuczynski de
Peruanos por el Kambio, que ganó a Keiko Fujimori, del partido Fuerza Popular, por un estrecho margen
de ventaja. Pero el nuevo gobierno no logró obtener mayoría en el parlamento, ni siquiera la posibilidad
de hacer un contrapeso con eventuales alianzas con otras fuerzas políticas minoritarias, pues su rival en
las elecciones, el fujimorismo, obtuvo una aplastante mayoría, que lo llevó a tener el control del
Congreso (73 congresistas sobre 130). Los agravios mutuos proferidos entre ambos competidores
durante las elecciones llevó desde el primer momento a una confrontación entre ambos poderes, que
fue creciendo al pasar el tiempo, pese a que desde el punto de vista ideológico no tuvieran mayor
diferencia (ambos de centro-derecha).
La revelación del departamento de Justicia de los Estados Unidos sobre el caso Odebrecht (parte de Lava
Jato), en diciembre de 2016, que involucraba a importantes políticos y funcionarios de los gobiernos de
Perú desde principios del siglo XXI, en casos de corrupción. La enérgica y decidida labor de un equipo de
fiscales peruanos (entre ellos José Domingo Pérez) llevó adelante los procesos de investigación que
involucró a expresidentes como Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala, incluso al mismo
presidente en ejercicio Pedro Pablo Kuczynski, así como a importantes líderes políticos en actividad
como Keiko Fujimori. Sin embargo, se acusó sin mayores pruebas al Ejecutivo de controlar la fiscalía para
redireccionar las investigaciones a políticos que le eran desafectos; de otro lado se acusó a la mayoría
fujimorista aliada con el aprismo en el Congreso de «blindar» (proteger) a sus correligionarios
investigados, especificamente a través de la Comisión Lava Jato. La prisión preventiva de la expareja
presidencial Ollanta Humala-Nadine Heredia, la renuncia de Kuczynski a la presidencia, la prisión
preventiva de Keiko Fujimori, el suicidio de Alan García, fueron los principales sucesos derivados de la
investigación de Lava Jato que jalonaron este periodo, y que causaron mucha conmoción, acentuando
la crisis política.
El estallido del caso de corrupción judicial, llamado CNM Audios o Lava Juez (julio de 2018), gracias a la
labor de dos fiscales del Callao, Rocío Sánchez Saavedra y Sandra Castro. A través de escuchas telefónicas
legales, se revelaron supuestos actos de corrupción y tráfico de influencias que involucraban
directamente a jueces, fiscales y miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). A todos los
involucrados, entre ellos el juez supremo César Hinostroza y el fiscal de la Nación Pedro Chávarry, se les
consideró como miembros de una organización criminal, que fue denominada como Los Cuellos Blancos
del Puerto. Aunque se trataba de una investigación fiscal y judicial, el hecho desbordó a lo político
cuando se acusó a la mayoría fujimorista y su aliado el aprismo del Congreso de pretender «blindar» a
Hinostroza, Chávarry y otros involucrados, atizando más la pugna con el Ejecutivo, que se propuso,
contra viento y marea, llevar adelante la reforma de la justicia y del Ministerio Público.
La crisis política se puede dividir hasta ahora en siete períodos:
El primer período o «primera crisis» se debió a una serie de eventos que desembocaron oficialmente el
15 de septiembre de 2017 en una fractura total del Estado en dos. Por un lado el Ejecutivo, denominado
«oficialismo», liderado por el presidente elegido constitucionalmente Pedro Pablo Kuczynski y por el
otro el Congreso de la República del Perú controlado en su mayoría por el partido fujimorista Fuerza
Popular que se autodenomina «la oposición» dirigido por su líder Keiko Fujimori. El 13 de octubre el
congreso de la República dominado por la oposición reanudó las relaciones con el oficialismo aunque de
manera frágil.6
El segundo período o «segunda crisis» se debe a la falta de prestigio que perdió el presidente de la
República Pedro Pablo Kuczynski al ponerse al descubierto un supuesto conflicto de interés cuando fue
ministro de Estado del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), ocasión en la que una de sus empresas
unipersonales de consultoría había hecho servicios profesionales a la empresa Odebrecht y recibido
sustanciosos pagos. Hasta entonces, PPK había negado constantemente haber mantenido relación
laboral alguna con dicha empresa. Todo ello originó un primer pedido oficial vacancia presidencial por
«incapacidad moral» según la constitución vigente (que sería por haber mentido reiteradamente sobre
su relación con la empresa Odebrecht),7 que sin embargo no prosperó.8 Poco después, Kuczynski indultó
al expresidente Alberto Fujimori, quien purgaba una pena de 25 años por crímenes contra los derechos
humanos.9 La decisión desencadenó protestas masivas en varias ciudades,10 la renuncia de tres de sus
ministros11 y severas críticas de un amplio espectro de personalidades.12 Luego, el 28 de febrero de
2018 se aprobó por insistencia del APRA y del Fujimorismo la Ley Mulder que prohibía la publicidad
estatal en medios privados y poco después sobrevino un segundo pedido de vacancia presidencial,
promovida por la izquierda y apoyada por los fujimoristas de Fuerza Popular.
El tercer período o «tercera crisis» inició unos días antes de debatirse en el Congreso el pedido de
vacancia, cuando el 20 de marzo del 2018, los fujimoristas revelaron unos videos y audios donde se
mostraba que operadores del gobierno, incluyendo un ministro de Estado, negociaban con un
congresista de Fuerza Popular para comprar su voto en contra de la vacancia, a cambio de obras para su
región. Al día siguiente, el presidente envió su carta de renuncia al Congreso, que fue aceptada el 23 de
marzo de 2018. Ese mismo día juramentó como nuevo presidente el ingeniero Martín Vizcarra, por estar
en la línea de sucesión al ser el primer Vicepresidente de la República.
El cuarto período o «cuarta crisis» inició el 7 de julio de 2018 cuando el portal IDL-Reporteros sacó a la
luz los CNM Audios, unas grabaciones que revelarían presuntos ofrecimientos de rebajas de penas,
pedidos y agradecimientos de favores o negociaciones de ascensos de funcionarios del Consejo Nacional
de la Magistratura (cuerpo del Ministerio Público que se relacionaría con diversas figuras públicas como
políticos, empresarios y deportistas, encabezados por el abogado César Hinostroza), esto ocasionaría las
llamadas marchas contra la corrupción que exigen «que se vayan todos» refiriéndose a los políticos en
general y al congreso en particular.1314 El ahora presidente de la República Martín Vizcarra durante su
discurso por fiestas patrias dijo que convocará un referéndum sobre la no reelección de congresistas y
miembros de la Magistratura.1516 El referéndum se dio y provocó una relativa tranquilidad con la
victoria de la postura del oficialismo de Vizcarra.17
El quinto período o «quinta crisis» inició el 31 de diciembre de 2018 cuando el fiscal de la Nación Pedro
Chávarry a horas del año nuevo de 2019 removió a los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela Barba,
encargados del caso de la política Keiko Fujimori y ex presidente Alan García,18 ese mismo día se originó
toda una carga mediática por parte del Gobierno liderado por el Presidente Vizcarra19 —incluido tanto
sectores de la oposición20 y de la derecha e izquierda política21— en contra de esa decisión y contra la
propia figura del Fiscal, exigiendo su renuncia.22 La consecuencia, concretada el 2 de enero de 2019, fue
la orden de Chávarry de reponer a los fiscales Pérez y Vela.23
El sexto periodo empezó el 29 de mayo de 2019, cuando el presidente Vizcarra acusó al Congreso de
demorar la aprobación de un paquete de reformas políticas (una de ellas, sobre la inmunidad
parlamentaria, había sido archivada por la Comisión de Constitución sin mayor debate), y planteó una
cuestión de confianza para la aprobación de seis de ellas en un plazo determinado. El Congreso aprobó
la cuestión de confianza el 5 de junio de 2019 y agilizó la aprobación de los dictámenes, haciendo
diversas modificaciones a los proyectos originales del Ejecutivo. El 25 de julio de 2019 quedaron todas
aprobadas, aunque dos de ellas, por ser de carácter constitucional, quedaron pendientes de su
aprobación final para una segunda legislatura.
El séptimo periodo empezó el 28 de julio de 2019, cuando a través de un mensaje a la Nación, Vizcarra
señaló que uno de los proyectos medulares de la reforma política, el de la inmunidad parlamentaria (que
buscaba que sea el Poder Judicial y no el mismo Congreso el que levantara dicha inmunidad), no se había
aprobado en su esencia; también reprochó al Congreso que siguiera «blindando» al fiscal Chávarry y a
otros personajes relacionados con los Cuellos Blancos del Puerto (caso CNM Audios). Frente a ese
panorama, Vizcarra propuso el adelanto de las elecciones generales (para presidente y Congreso), cuya
aprobación sugirió que podría hacerse a través de un referéndum. Luego de más de un mes de debates,
la Comisión de Constitución del Congreso archivó el proyecto, al considerarlo anticonstitucional. A los
pocos días, el Congreso tenía programada la elección de los nuevos magistrados del Tribunal
Constitucional; sin embargo, el Ejecutivo anunció que presentaría una nueva cuestión de confianza para
modificar la Ley Orgánica del Tribunal, en lo referido al mecanismo de elección de dichos magistrados,
a fin de garantizar su transparencia, y poder aplicarlo para la elección en curso. En la mañana de 30 de
septiembre de 2019, el Congreso decidió continuar con la elección de los tribunos, eligiendo al primer
magistrado Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea y pospuso para la tarde del mismo día el debate de la
cuestión de confianza. Mientras culminaba el debate y se aprobaba la cuestión de confianza, el
presidente Vizcarra dio un mensaje a la Nación, anunciando que disolvía el Congreso al considerar que
se le había denegado de la confianza de manera fáctica al haber continuado con la elección de un
magistrado. De acuerdo a la Constitución, cuando el Congreso niega la confianza por segunda vez al
Ejecutivo, el presidente está facultado para disolver al Congreso (la primera negación de la confianza fue
al gabinete Zavala, en el gobierno de Kuczynski, pues se considera al gobierno de Vizcarra como una
prolongación de dicho gobierno). El Ejecutivo convocó a elecciones para un nuevo Congreso, que está
programado para enero de 2020.
La protestas laborales de 2017, fue una de las principales causantes de la ruptura total entre el legislativo
opositor y el ejecutivo oficialista.
Las elecciones de 2016 habían enfrentado a los bloques más grandes en su tiempo, Fuerza Popular
dirigido por Keiko Fujimori, Frente Amplio dirigido por Verónika Mendoza y Peruanos Por el Kambio
dirigido por Kuczynski.
En un primer momento se creyó que tanto el Congreso como la Presidencia serían ocupados por los
integrantes de Fuerza Popular debido a su abrumadora mayoría; los otros dos partidos ya mencionados
ocupaban el tercer y segundo lugar respectivamente. Mendoza (que se encontraba en tercer lugar)
decidió pedir a sus votantes que apoyaran a la elección del partido Peruanos Por el Kambio para que
este lograse llegar al poder.
El objetivo del Frente Amplio era contrarrestar la gran cantidad de votantes que tenía Fuerza Popular.
Dicho objetivo fue cumplido a medias, ya que Kuczynski llegó a la Presidencia por un estrecho margen24
, mientras que Fuerza Popular logró mantener la hegemonía en el Congreso.25
Esto dio como resultado que Fuerza Popular tuviese poder político decisivo para manejar algunos
asuntos que le competía a la nueva administración Kuczynski durante el período 2016-2021.
A pesar de que intentaron llevar una cierta armonía política, ambos «bandos» se enfrentaron por una
falta de entendimiento y por diferentes intereses. Las principales discrepancias que tuvieron fueron:
Censura del ministro de educación Jaime Saavedra.26
El 17 de diciembre de 2016, Saavedra presentó su renuncia y al día siguiente juró en su reemplazo la
educadora Marilú Martens.27
El presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, al lado de algunos de los miembros de su
gabinete ministerial.
El 25 de agosto de 2017 el pleno del Congreso aprobó, con 79 votos a favor, 12 en contra y 6
abstenciones, realizar dicha interpelación. Los votos a favor fueron de las bancadas de Fuerza Popular,
el Apra, Frente Amplio y Acción Popular. Se fijó como fecha de la interpelación el 8 de septiembre.
Ante esta amenaza de censura (que sería la segunda contra un titular de Educación en menos de un
año), el primer ministro Fernando Zavala solicitó al Congreso una cuestión de confianza para el gabinete
ministerial en pleno; en otras palabras, una renovación del voto de confianza que se le había dado al
inicio de su gestión.
Desde el Congreso se criticó esta solicitud, señalándose que Zavala se solidarizase con una ministra que
estaba cuestionada, poniendo en peligro a todo su gabinete, y más aún, cuando aún no se había
oficializado la moción de censura. Se dijo también que la «renovación de confianza» era algo que no
contemplaba la Constitución.41
De todos modos, la Junta de Portavoces del Congreso convocó a Zavala a las cuatro de la tarde del 14 de
septiembre para que sustentara su pedido de confianza. Zavala se presentó al pleno del Congreso con
los ministros y expuso su pedido en 12 minutos; su argumentación se centró en la intención del gobierno
de defender la política educativa a la que se pretendía, según él, socavar con la censura a la ministra de
Educación. Luego se procedió al debate parlamentario.42
La cuestión de confianza fue debatida durante 7 horas y votada la madrugada del 15. El gabinete no
logró obtener la confianza del Parlamento, que votó con 77 en contra de la confianza, con lo que se
produjo la crisis total del gabinete.43
La nueva jefa del gabinete juramentó con los 18 ministros en una ceremonia realizada en el Patio de
Honor de Palacio de Gobierno. El 6 de octubre, se dará el voto de confianza y si este es rechazado por
segunda vez, el presidente puede disolver el Congreso y convocar a nuevas elecciones, como dice la
Constitución de 1993.
El voto de confianza se atraso hasta el 12 de octubre iniciándose con las exposiciones del nuevo gabinete
liderado por Mercedes Aráoz Fernández y posterior intervención de las diferentes bancadas políticas del
Congreso hasta las 00:30 a.m. del día siguiente. Dio como resultado 83 votos a favor y 17 en contra.46
Nota 1
El ex abogado constitucionalista en una entrevista dijo que el ya ahora expresidente del Consejo de
Ministros Fernando Zavala «se está sacrificando por las políticas de Estado».,50 el expresidente del
Consejo de Ministros Pedro Cateriano advirtio que «Keiko Fujimori [líder del partido Fuerza Popular]
quiere dar un golpe de Estado».51
Segundo período
El presidente de la República es involucrado en el caso Odebrecht
Artículo principal: Caso Odebrecht en Perú
Aunque los pagos de Odebrecht a las empresas de consultoría relacionadas con PPK eran legales,hubo
quienes especularon que podría haber sido parte de la retribución de la empresa por favorecerla en la
buena pro de las obras.
Pedro Pablo Kuczynski al lado de sus vicepresidentes, Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz, en mensaje a
la Nación previo a la primera sesión de vacancia.
La oposición al gobierno, liderada por Fuerza Popular, exigió la renuncia de Kuczynski y le amenazó con
vacarlo de la Presidencia si no lo hacía. Frente Amplio, por su parte, planteó que se procediera
directamente a la vacancia.
En la medianoche del 14 de diciembre, Kuczynski, mediante un mensaje a la nación, negó las acusaciones
y dijo que no renunciaría a su cargo. «Estoy aquí para decirles: no voy a abdicar ni a mi honor ni a mis
valores ni a mis responsabilidades como presidente de todos los peruanos», expresó de entrada.
En su defensa, aseguró no tener ninguna relación con la empresa First Capital, que era propiedad
exclusiva de Sepúlveda, y que solo uno de los pagos mencionados tenían que ver con él, el fechado en
2012, cuando ya no era ministro de Estado. En cuanto a Westfield Capital, si bien reconoció que era su
empresa unipersonal, afirmó que nunca estuvo bajo su dirección y administración mientras fue ministro
de Estado, y que los contratos fechados en esa época los había firmado Sepúlveda, su socio. También
señaló que todos los pagos a su empresa eran legales, y que estaban debidamente registrados,
facturados y bancarizados.54
Las explicaciones de PPK no convencieron a la oposición, y se le achacó de seguir mintiendo, sobre todo
en lo referente a que se había desligado de Westfield Capital cuando fue ministro, cuando, según los
registros públicos, siempre figuró como director de esa empresa. Aunque PPK argumentó al respecto
que había existido una «muralla china», expresión que se usa en los negocios empresariales para
referirse cuando el socio o titular no tiene ningún contacto ni recibe información sobre el manejo de la
empresa, mientras desempeña un cargo público (pero en el caso de Wesfield Capital, al tratarse de una
empresa donde PPK era su único apoderado, no se entiende cómo podría darse esa «muralla china»).
Ante la negativa del presidente a renunciar, varias de las bancadas opositoras del Congreso plantearon
entonces someter su cargo a la vacancia.
La bancada del izquierdista Frente Amplio presentó la moción para que la solicitud de la vacancia fuera
debatida en el pleno del Congreso. Los congresistas de Fuerza Popular, Apra y Alianza para el Progreso
se sumaron al pedido y fue así como superaron más de las 26 firmas necesarias para proceder con el
trámite. Aprobada la moción, el debate se inició a las 4 y 38 de la tarde del día 15 de diciembre y duró
hasta las 10 de la noche.
Los legisladores opositores que introdujeron la moción citaron una incapacidad moral al denunciar que
el presidente mintió en las declaraciones que dio sobre sus vínculos con la compañía brasileña.
Los congresistas oficialistas reclamaron que se siguiera el debido proceso, reprochando el hecho de que
la oposición procediera con celeridad inusitada y que varios de sus miembros ya hubieran decidido vacar
al presidente sin haber escuchado su defensa. También cuestionaron que un solo informe proveniente
de Odebrecht fuera considerado prueba suficiente, con lo que se prescindía abiertamente de la
investigación que demandaba un caso tan delicado y trascendental.
Según el reglamento, se necesitaba para la admisión del pedido de vacancia el voto del 40% de
congresistas hábiles. Como se contabilizaron 118 congresistas presentes, se precisaban solo 48 votos, lo
que fue ampliamente rebasado, pues votaron 93 a favor y 17 en contra; estos últimos fueron, en su gran
mayoría, los de la bancada oficialista.55
Aprobado así el pedido de vacancia, el Congreso acordó que el jueves 21 de diciembre, a las 9 de la
mañana, Kuczynski debería presentarse ante el pleno del Congreso para realizar sus descargos; luego se
procedería a debate y finalmente se votaría para decidir la vacancia presidencial, necesitándose para
esto 87 votos del total de los 130 congresistas.56
El día señalado, PPK acudió al Congreso a ejercer su defensa, acompañado de su abogado Alberto Borea
Odría. La defensa dio inicio con la alocución del propio presidente, en la que negó haber cometido algún
acto de corrupción. Luego vino la defensa de Borea, que tuvo como eje la consideración de que el pedido
de vacancia era una exageración pues no se podía acusar a un presidente de la República sin demostrar
con pruebas fehacientes su «incapacidad moral permanente», concepto que los congresistas no tenían
al parecer muy claro, pues estrictamente el precepto constitucional estaría haciendo alusión a una
incapacidad mental. Consideraba que las faltas o delitos imputados debían ventilarse primero en la
comisión investigadora, antes de sacar conclusiones apresuradas. Rechazó también que PPK haya
mentido reiteradamente sobre su relación con Odebrecht (argumento que los fujimoristas usaban para
justificar su incapacidad moral permanente), pues los hechos en cuestión habían ocurrido hacía doce
años y no tenía por qué tenerlos presente al detalle.57
Terminada la alocución de Borea, se inició el debate congresal que duró catorce horas. La votación por
la vacancia se llevó a cabo pasadas las once de la noche, con el siguiente resultado: 78 votos a favor, 19
en contra y 21 abstenciones. Una de las bancadas, la de Nuevo Perú (izquierda), se retiró antes de la
votación, pues a decir de sus miembros no querían seguirle el juego al fujimorismo. Como se necesitaban
87 votos para proceder a la vacancia, esta fue desestimada.58 Toda la bancada de Fuerza Popular votó
a favor de la vacancia, con excepción de 10 de sus miembros, encabezados por Kenji Fujimori, que se
abstuvieron, y que decidieron así el resultado. Corrió el rumor que este grupo disidente, que luego sería
bautizado como los «Avengers», había negociado sus votos con el gobierno a cambio del indulto
presidencial a favor de Alberto Fujimori, su líder histórico que se hallaba entonces preso.59 Ese grupo
se separó después de la bancada de Fuerza Popular y encabezados por Kenji anunciaron la formación de
un nuevo grupo político, que apoyaría al gobierno.60
La Clínica Centenario, lugar donde estuvo internado Alberto Fujimori al momento de recibir el indulto.
Artículo principal: Indulto a Alberto Fujimori
El 24 de diciembre de 2017, el presidente PPK concedió el indulto humanitario a Alberto Fujimori, que
se hallaba preso desde hacía 12 años, con una sentencia de 25 años por delitos de violaciones a los
derechos humanos (casos La Cantuta y Barrios Altos).61 El gobierno aseguró que el indulto se había
decidido por razones puramente humanitarias, ante los diversos males físicos que aquejaban al
expresidente de la República, confirmados por informes de una junta médica.62
Sin embargo, surgió una fuerte sospecha de que el indulto habría sido el resultado de un pacto furtivo
del gobierno de PPK con el sector de la bancada fujimorista que se había abstenido durante la votación
por la vacancia presidencial y que de esa manera había evitado que se concretara esta. El indulto motivó
además la renuncia de los congresistas oficialistas Alberto de Belaunde, Vicente Zeballos y Gino Costa;
del ministro de Cultura Salvador del Solar y del ministro de Defensa Jorge Nieto Montesinos. Ya antes
había renunciado el ministro del Interior, Carlos Basombrío Iglesias. Se produjeron además diversas
marchas en Lima y el interior del país en protesta contra el indulto.
Alberto Fujimori, que días antes del indulto se había internado en una clínica por complicaciones en su
salud, fue dado de alta el 4 de enero de 2018 y así pudo, por primera vez, trasladarse en libertad.63
PPK formó un nuevo gabinete ministerial, al que llamó «el Gabinete de la Reconciliación», que según él,
debía marcar una nueva etapa en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. Se mantuvo en la
presidencia del Consejo de Ministros a Mercedes Aráoz y se realizaron ocho cambios ministeriales, la
renovación más importante en lo que iba del gobierno.64
Local de Odebrecht en el distrito financiero de San Isidro, esta empresa ha sido acusada de haber
sobornado a los principales líderes políticos del Perú.
Solo días después del primer intento de vacancia presidencial, en enero de 2018, la bancada de Frente
Amplio planteó un nuevo pedido de vacancia, teniendo como causal el indulto a Alberto Fujimori, que
supuestamente habría sido negociado y otorgado de manera ilegal. Ello no prosperó, ante la falta de
apoyo de Fuerza Popular, cuyos votos eran necesarios para llevar adelante una iniciativa como esa. Bajo
esa experiencia, las bancadas izquierdistas de Frente Amplio y Nuevo Perú promovieron otra moción de
vacancia, concentrándose exclusivamente en el caso Odebrecht, aduciendo que se habrían descubierto
nuevos indicios de corrupción y conflicto de intereses de parte de PPK cuando fue ministro de Estado en
el gobierno de Alejandro Toledo.70 Esta vez si lograron el apoyo de Fuerza Popular, así como de otras
bancadas como la de Alianza para el Progreso (cuyo vocero, César Villanueva, fue el principal promotor
de la iniciativa), reuniendo así los 27 votos mínimamente necesarios para presentar una moción
multipartidaria ante el Congreso de la República, lo que se hizo el 8 de marzo de 2018.71
El 15 de marzo se sometió a debate la admisión de dicha moción en el pleno del Congreso, siendo el
resultado 87 votos a favor, 15 votos en contra y 15 abstenciones. La moción recibió el respaldo de todas
las bancadas, a excepción de Peruanos por el Kambio y de congresistas no agrupados, entre ellos, los
tres ex oficialistas y el bloque de Kenji Fujimori.72 La Junta de Portavoces programó el debate del pedido
de vacancia presidencial para el jueves 22 de marzo.
Un informe reservado de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) sobre las movidas de dinero de las
cuentas bancarias de PPK, fue remitido al Ministerio Público y a la Comisión Lava Jato del Congreso, pero
inexplicablemente se filtró al conocimiento público. Ese documento de 33 páginas revelaba que desde
las empresas y consorcios vinculados al Grupo Odebrecht se habían hecho transferencias hacia Westfield
Capital, la empresa unipersonal de PPK, por 1.893.841 dólares, es decir, un millón y pico más de lo que
se conocía hasta el momento. También se revelaron transferencias hechas a la cuenta del chofer de PPK
y a la de Gilbert Violeta, aunque se demostraron que estos eran solo pagos de carácter laboral y de
servicios básicos.73 La filtración de este informe, que se presume fue hecho desde la Comisión Lava Jato
presidida por Rosa Bartra, habría sido con la intención de mellar aún más la credibilidad del presidente
de la República. Pero el golpe mortal para PPK vino unos días después.
Tercer período
Escándalo por la colección de los kenjivideos
Artículo principal: Kenjivideo
Pocas horas después, los fujimoristas dieron la estocada final, al difundir un conjunto de audios, en los
que se escucha al ministro de Transportes y Comunicaciones, Bruno Giuffra ofrecer a Mamani obras a
cambio de su voto para evitar la vacancia. La prensa resaltó una frase de Giuffra en la que dice:
«compadre, ya sabes cómo es la nuez y qué cosa vas a sacar», presumiblemente haciendo referencia a
los beneficios que sacaría Mamani si votaba en contra de la vacancia.75
Hasta entonces, se preveía que la votación para lograr la vacancia estaría muy ajustada y que incluso
PPK podría nuevamente salir airoso como había ocurrido en el primer proceso. Pero los Kenjivideos
determinaron que varios congresistas que hasta entonces habían manifestado su abstención (entre ellos
los tres ex oficialistas) se plegaran a favor de la vacancia, y así lo dieron a conocer abiertamente.76
Se dice que PPK, al enterarse de los kenjivideos, no le dio mucha importancia y dijo que Kenji Fujimori
era el que debía dar las explicaciones al respecto. Pero la difusión del audio entre Mamani y Giuffra fue
lo que lo obligó a presentar su renuncia.
Pedro Pablo Kuczynski anunciando su renuncia al cargo presidencial en su último mensaje a la nación.
Ante el escenario previsible que le aguardaba en el debate programado para el Congreso el día 22, PPK
optó por renunciar a la presidencia de la República, enviando la carta respectiva al Congreso, y dando
un mensaje televisado a la Nación, que fue transmitido a las dos y cuarenta de la tarde del día 21 de
marzo de 2018.77
Pienso que lo mejor para el país es que yo renuncie a la presidencia de la República. No quiero ser un
escollo para que nuestra nación encuentre la senda de la unidad y la armonía que tanto se necesita y
que a mí me negaron. No quiero que la patria ni mi familia sigan sufriendo con la incertidumbre de los
últimos tiempos.(...) Habrá una transición constitucionalmente ordenada.
Kuczynski, en su mensaje de renuncia a la presidencia de la República. Lima, 21 de marzo de 2018.
La Junta de Portavoces del Congreso, si bien rechazó los términos de la carta de renuncia de PPK,
aduciendo que este no hacía ninguna autocrítica y se victimizaba, aceptó la misma y programó para el
día 22 de marzo, a partir las cuatro de la tarde, un debate en el Congreso para evaluar la renuncia. Ese
debate se prolongó hasta el día siguiente.78 Aunque un sector de congresistas de la izquierda sostenía
que no se debía aceptar la renuncia de PPK y que el Congreso debía proceder a la vacancia por
incapacidad moral, la mayoría de congresistas consideraron que se debía aceptar, para poner de una vez
punto final a la crisis. Al hacerse público el texto preliminar de la resolución del Congreso, en el que se
le señalaba que el presidente había «traicionado a la patria», PPK anunció que retiraría su carta de
renuncia si se mantenía ese calificativo. La Junta de Portavoces decidió entonces omitir esa expresión.
La renuncia fue aceptada con 105 votos a favor, 12 en contra y 3 abstenciones.79 Instantes después se
procedió a la juramentación del primer vicepresidente Martín Vizcarra, como nuevo presidente
constitucional de la República.80 Poco después, el flamante gobierno anunció que su primer ministro
sería César Villanueva, el mismo que había sido el principal impulsor del segundo pedido de vacancia
presidencial contra PPK.
Cuarto período
La crisis en el sistema judicial
Artículo principal: CNM Audios
Palacio de Justicia de Lima, sede de la Corte Suprema y símbolo del poder judicial.
El 7 de julio de 2018 el portal IDL-Reporteros liderado por el periodista Gustavo Gorriti difundió una serie
de audios a través del programa periodístico Panorama. Se destapó así un grave escándalo de corrupción
denominado CNM Audios o caso Corte y Corrupción. Se trata de escuchas telefónicas en los que se
revelan supuestos actos de corrupción y tráfico de influencias que involucraban directamente a jueces y
miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). En los audios se escucha a César José
Hinostroza Pariachi (juez supremo), a Iván Noguera Ramos (consejero), a Julio Gutiérrez (consejero) y a
Walter Ríos (presidente de la Corte Superior del Callao), negociando y utilizando su influencia personal
en ámbitos de gobierno, a través de conexiones con personas, y con el fin de obtener favores y
tratamiento preferencial.81 Estos polémicos audios habían sido filtrados por los periodistas de una
investigación aprobada por la fiscal Rocío Sánchez Saavedra para interceptar las llamadas telefónicas de
números incautados por la policía a una organización criminal dedicada al tráfico de drogas (Las
castañuelas de Richport), que operaba en el puerto del Callao. Esos números telefónicos pertenecían a
los abogados de dicha organización que se contactaban con las autoridades judiciales, y fue así, de esa
manera accidental, como se destapó el escándalo que ha llevado a la crisis a todo el sistema judicial del
Perú.8283
El 11 de julio de 2018, el presidente Vizcarra anunció la creación de una comisión para reformar el Poder
Judicial (presidida por Allan Wagner Tizón) y ese mismo día el Presidente de la Corte Suprema de Justicia
Duberlí Rodríguez anuncio una crisis en el sistema judicial.84 De otro lado, el fiscal supremo de Control
Interno, Víctor Raúl Rodríguez Monteza, dio un plazo de tres días a IDL-Reporteros y al programa
Panorama para entregar los audios y sus fuentes.8586 Sin embargo, esto no se concretó debido a que
las escuchas telefónicas contenidas en esos audios se habían dado de manera legal, y porque los
periodistas no están obligados a revelar sus fuentes por su derecho a la confidencialidad. En los días
siguientes se dieron a conocer más audios que involucraban a personajes de todos los ámbitos, no solo
de la política.
El 13 de julio de 2018, el Ministro de Justicia y Derechos Humanos del Perú Salvador Heresi presentó su
carta de renuncia debido a que en uno de esos audios se le escucha conversando con el controvertido
juez César Hinostroza. En su reemplazo fue nombrado el abogado y congresista Vicente Zeballos Salinas,
que había sido miembro de la bancada parlamentaria de PPK.87
Ante la crisis institucional en el Poder Judicial, Duberlí Rodríguez renunció a la presidencia de la Corte
Suprema de Justicia el 19 de julio del 2018.88 Al día siguiente fue designado para presidir la Primera Sala
de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República.89
El 20 de julio de 2018, a raíz de la renuncia del presidente de la Corte Suprema Duberlí Rodríguez como
consecuencia del escándalo de CNM Audios, Francisco Távara Córdova, en su calidad de vocal supremo
decano, asumió interinamente la presidencia de dicha institución.90
La juramentación de Pedro Chávarry como nuevo fiscal de la Nación
Quiero decirle hoy a las autoridades y a los políticos que, porque ya no tengo fuerza para resistirlo.(...)
Quiero pedirle al presidente de la República, a los miembros del Poder Judicial una sola cosa: por favor,
no me maten. Si regreso a prisión, mi corazón no lo va a soportar, está demasiado débil para poder a
pasar por lo mismo. No me condenen a muerte, ya no doy más.
Fujimori, en la clínica Centenario, donde se encontraba internado, el 5 de octubre de 2018.97
En consecuencia de la anulación del indulto, los legisladores a fines del fujimorismo, aprobarían una
serie de reformas entre ellas se destacan:
Sin embargo, a los pocos días, el fiscal Pérez formalizó la investigación preparatoria y solicitó 36 meses
de prisión preventiva para Keiko Fujimori y otras once personas involucradas por presunto lavado de
activos.103 El fiscal Pérez dio una serie de argumentos para sustentar que en el seno de Fuerza Popular
se había constituido una organización criminal, y que había un serio peligro de que Keiko, estando en
libertad, obstaculizara la labor judicial, debido a las influencias políticas con que contaba. Las audiencias
duraron varios días y fueron trasmitidas por televisión, generando gran audiencia.104 El pedido del fiscal
fue aprobado el 31 de octubre por el juez Concepción105 quien alegó los antecedentes de
obstaculización y entorpecimiento del proceso orquestados por Fujimori, los miembros de su bancada
en el Congreso y personajes afines a ésta en el aparato judicial. Tras la lectura del auto fue trasladada a
la carceleta del Palacio de Justicia y el día siguiente, 1 de noviembre, al establecimiento penitenciario
Anexo Mujeres de Chorrillos. Un pedido de apelación que hizo Keiko para que se le revocara la prisión
preventiva, fue rechazado por la sala de apelaciones, en enero de 2019.106 Los otros once inculpados
en el caso Cócteles tuvieron diversos fallos.
El congresista Francesco Petrozzi renunció a la bancada de Fuerza Popular. El presidente del Congreso,
Daniel Salaverry, pidió licencia a su partido, pues consideraba que su alta investidura le obligaba a
mantenerse al margen de la política partidaria. Se reveló que el congresista Rolando Reátegui de Fuerza
Popular era uno de los testigos de la fiscalía en el caso Keiko Fujimori; decisión que tomó Reátegui, según
él, al verse abandonado por la dirigencia de su partido, luego que fuera involucrado en la captación de
«aportantes fantasmas» para la campaña de Keiko del 2011. José Chlimper Ackerman renunció a la
secretaría general de Fuerza Popular, luego de que el gerente de RPP revelara al fiscal Pérez haber
recibido de manos de Chlimper, 200 000 dólares en efectivo como pago de un contrato de publicidad en
el 2011 (lo que sería un indicio de lavado de activos). Se anunció la reestructuración general del partido,
nombrándose un Comité de Emergencia encabezado por el congresista Miguel Torres.109
A principios del 2019, cuatro congresistas de Fuerza Popular renunciaron a su partido, tras la anunciada
moción de censura contra el presidente del Congreso Salaverry. Ellos fueron: Miguel Castro, Rolando
Reátegui, Yesenia Ponce y Glider Ushñahua. También Salaverry, quien en una sesión del pleno fue
calificado de «traidor», oficializó su renuncia al partido.111 El 18 de enero de 2019, otro congresista de
Fuerza Popular, Israel Lazo, presentó su renuncia irrevocable.112 En junio de 2019, ocurrieron otras dos
bajas: Nelly Cuadros y Francisco Villavicencio. De 73 congresistas que tuvo al principio, la bancada de
Fuerza Popular quedó reducida a 53.113
De otro lado, dos congresistas de Fuerza Popular fueron suspendidos por 120 días sin goce de haber, por
haber sido denunciados por tocamientos indebidos. Ellos fueronː Moisés Mamani, acusado por una
aeromoza de la aerolínea Latam; y Luis López Vilela, acusado por la congresista Paloma Noceda. El Poder
Judicial pidió al Congreso el levantamiento de la inmunidad a Mamani para procesarlo, lo que fue
aprobado por el pleno del Congreso el 8 de marzo de 2019.114
El 26 de febrero de 2019, el congresista Héctor Becerril, antiguo vocero de la bancada fujimorista, solicitó
licencia temporal a su bancada al verse involucrado en un presunto cobro de sobornos para intervenir a
favor de una empresa en una licitación en Lambayeque, en la que también se hallan implicados sus
hermanos. Ha sido denunciado ante la Comisión de Ética y la Subcomisión de Acusaciones
Constitucionales del Congreso, denuncias que están pendientes por resolver.115
En cuanto al fiscal Chávarry, siguió aferrándose a su cargo de Fiscal de la Nación, aduciendo que el
Ministerio Público era un ente autónomo; incluso, al ser criticado por el mismo presidente Vizcarra, le
amenazó con investigarlo y hacer tramitar las 46 denuncias que tenía (43 de ellas cuando fue gobernador
de Moquegua).120
El congresista oficialista Juan Sheput presentó ante al Comisión de Acusaciones Constitucionales del
Congreso un informe contra el fiscal Chávarry, recomendando su destitución e inhabilitación por diez
años. El informe fue rechazado por una mayoría conformada por fujimoristas y apristas. Se justificó esa
decisión arguyendo que el informe mostraba falencias (11 de octubre de 2018).121 También se rechazó
un pedido para suspender e inhabilitar al congresista fujimorista Héctor Becerril, involucrado en algunos
audios.122
Los voceros de Fuerza Popular dijeron que no era cierto que estaban dilatando u obstruyendo el debate
de los proyectos de reforma, y que en realidad lo tenían ya todo programado. Como para dar prueba de
ello, el día lunes 17 la Comisión de Justicia aprobó el primer dictamen, sobre la reforma del CNM,125
que fue discutido y aprobado al día siguiente en el pleno del Congreso. Se cambió el nombre del CNM,
que pasó a llamarse Junta Nacional de Justicia.126
El 19 de septiembre, el primer ministro César Villanueva se presentó ante el Congreso en pleno para
sustentar la cuestión de confianza. Villanueva anunció que el gobierno no aceptaría una aprobación
parcial de los proyectos de reforma constitucional, sino de todos en general. Luego de un debate de
varias horas, se aprobó la confianza solicitada por el gobierno, con 82 votos a favor, 22 en contra y 14
abstenciones. Quedó establecido el 5 de octubre como el plazo máximo para que el Congreso aprobase
todos los proyectos de reforma constitucional.127
La comisión de Constitución del Congreso apresuró el debate y la aprobación de los tres dictámenes
restantes. El 26 de septiembre, el Congreso en pleno aprobó la reforma sobre el financiamiento de los
partidos políticos.128 Y finalmente, el 3 de octubre, se aprobaron las dos reformas restantes: sobre el
retorno de la bicameralidad y la no reelección parlamentaria. En cuanto a la primera, se acordó que el
nuevo congreso bicameral se denominaría Parlamento Nacional, y que constaría de 130 diputados y 50
senadores (es decir, se aumentaría el número de parlamentarios de 130 a 180). En la madrugada del día
4, el Congreso acordó por votación abrumadora que las autógrafas de las cuatro reformas
constitucionales planteadas por el Ejecutivo fuesen remitidas a la Presidencia de la República para que
continuaran su trámite y pudieran someterse a referéndum.129
Referéndum 2018
El 9 de diciembre de 2018 se realizó el referéndum por las reformas constitucionales y la segunda vuelta
de las elecciones regionales en 15 regiones.
Las cuatro preguntas claves del referéndum obtuvieron los siguientes resultados, al 95,76% de actas
contabilizadas:136
Nulo: 6,19%
Las tres primeras preguntas obtuvieron pues, un abrumador apoyo, mientras que la última, referida a la
creación de un Congreso Bicameral, fue rechazada mayoritariamente, todo lo cual se interpretó como
un triunfo del gobierno. En la noche del 12 de diciembre, el presidente Vizcarra dio un mensaje
televisado a la Nación, que duró treinta minutos. Hizo un balance del resultado del referendum y dijo ya
tener en manos el proyecto de ley orgánica para la implementación de la Junta Nacional de Justicia,
(redactado por la Comisión de Reforma Judicial y aprobado en el Consejo de Ministros), que sería
remitido al Congreso para su debate y aprobación. Exhortó al Congreso para agilizar la reforma judicial,
así como la aprobación de siete proyectos de ley complementarios que estaban en compás de espera en
las Comisiones del Congreso. Anunció también la creación de una comisión de alto nivel cuya finalidad
sería presentar al Congreso de la República propuestas para la reforma política, que se sumaría así a la
reforma judicial. Hizo finalmente un recuento de su gestión por sectores. El presidente del Congreso
Daniel Salaverry anunció que la legislatura se extendería hasta el 30 de enero del 2019 para atender los
casos pendientes, entre ellas la implementación de la reforma judicial.137
Quinto período
La destitución de los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez
Véanse también: Pedro Chávarry y José Domingo Pérez.
José Domingo Pérez, fiscal provincial que investiga el Caso Odebrecht en Perú.
El 31 de diciembre de 2018 cuando el fiscal de la Nación Pedro Chávarry removió a los fiscales Rafael
Vela Barba y José Domingo Pérez del Caso Odebrecht en Perú y en su reemplazo nombró a los fiscales
Frank Almanza Altamirano y Marcial Eloy Paucar, respectivamente. Este hecho provocó múltiples
protestas a nivel nacional lideradas por el antifujimorismo. En conferencia de prensa, convocada para el
cierre del 2018, Pedro Chávarry dijo que tomó dicha decisión, ya que los fiscales en cuestión, quienes
tuvieron a su cargo importantes investigaciones, habían «afectado la institucionalidad del Ministerio
Público» con sus comentarios a través de diferentes medios de comunicación.
Desde que asumí el cargo de Fiscal de la Nación he sido víctima de ataques mediáticos con falsas
afirmaciones y denuncias por parte de algunos congresistas amparados en su inmunidad parlamentaria,
representantes de ONG's y periodistas digitados por los directivos de algunos medios de comunicación
Pedro Chávarry al momento de su renuncia a la presidencia de la Fiscalía de la Nación.142
El apartamiento del juez Carhuancho del Caso Cócteles
El 16 de enero del 2019, la Segunda Sala Penal Nacional de Apelaciones resolvió apartar al juez Richard
Concepción Carhuancho del caso Cócteles por los que viene siendo investigado Keiko Fujimori y otros
altos miembros de Fuerza Popular. Esta medida fue presentada por la defensa de Jaime Yoshiyama. La
recusación contra el juez Richard Concepción fue evaluada por la Segunda Sala Penal Nacional de
Apelaciones conformada por los magistrados César Salhuanay Calsin, Jessica León Yarango e Iván Quispe
Auca, quienes la aprobaron por unanimidad.143
De acuerdo a la resolución de la Segunda Sala, los jueces consideraron que unas declaraciones públicas
de Richard Concepción Carhuancho pusieron en duda su imparcialidad, por lo que el caso pasó a manos
de otro juez de la Sala Penal Nacional. Este hecho desencadeno nuevas protestas sociales encabezadas
por el antifujimorismo en distintas ciudades del país.144
El acuerdo fue criticado por numerosos congresistas, esto debido a que no se tomó en cuenta el monto
total de la reparación civil y la empresa obtuvo beneficios sobre el manejo de sus utilidades, con la
posibilidad de volver a contratar con el Estado del Perú.147
Hecho destacado es que, por segunda vez en la historia republicana, se conformara un gabinete
paritario, es decir, de igual número de hombres y de mujeres (9 hombres y 9 mujeres, sin contar al primer
ministro); la primera vez había ocurrido en el 2013, durante el gobierno de Ollanta Humala (gabinete
Jiménez). Aunque el gabinete Del Solar si es el primer gabinete que con esa característica inicia su gestión
(el gabinete Jiménez empezó con seis mujeres y posteriormente sumó tres más).
Pedro Pablo Kuczynski, Ex presidente del Perú, las pruebas y delaciones contundentes en su contra
revelados en el caso Odebrecht lo obligaron a renunciar a la presidencia en el 2018 tras dos pedidos de
destitución en el Parlamento, el ex banquero de Wall Street afronta arresto domiciliario actualmente.
Tras su renuncia a la presidencia de la República en marzo de 2018, Pedro Pablo Kuczynski quedó
impedido de salir del país por 18 meses y continuó siendo investigado por la fiscalía por lavado de activos
y por presuntos pagos ilícitos que recibió de parte de la empresa Odebrecht. El 11 de septiembre de
2018, el poder judicial ordenó el congelamiento de su vivienda de San Isidro, a fin de que no pueda
vender o transferir el inmueble y de esa manera se asegure el eventual pago de una reparación civil
futura.
El 10 de abril de 2019, el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria, a pedido del fiscal José Domingo
Pérez, ordenó la detención preliminar de Kuczynski por 10 días, por un presunto delito de lavado de
dinero, en la modalidad de conversión, transferencia y ocultamiento, cuando fue ministro de Estado en
el gobierno de Toledo. De acuerdo a la tesis de la fiscalía, en su calidad de ministro, PPK habría favorecido
el acuerdo ilícito entre Barata y Toledo en la concesión de la obra de la carretera Interoceánica Sur,
mediante la firma de decretos supremos y haciendo arreglos técnicos políticos que facilitaron tal
concesión, así como en otra obra, el Proyecto Olmos. La fiscalía allanó también su vivienda. Kuczynsky
cumplió su detención preliminar en la carceleta de la Prefectura de Lima.
El gobierno peruano, a través del diario nacional El Peruano declaró tres días de duelo nacional: el 17,
18 y 19 de abril.157 Según el Ministerio Público el allanamiento del hogar de García que estaban incluidas
en las investigaciones del Caso Odebrecht continuarían su curso con normalidad, a excepción del
dormitorio que queda lacrado.158
Poco después, Miguel Atala confesó que el dinero de su cuenta de Andorra era en realidad de Alan
García, al que fue transfiriendo en partes fraccionadas entre el 2010 y 2018.
La bancada de PpK en el Congreso, que inicialmente era de 17 miembros, se redujo a 11. Dos de ellos,
Gilbert Violeta (a la vez dirigente de PpK) y Juan Sheput (hasta entonces solo invitado al partido) tuvieron
roces con Martín Vizcarra, dando a entender que había un distanciamiento entre el partido y el
gobierno.166
Se entreveía que en la bancada de PpK se habían formado dos facciones: una mayoritaria, encabezada
por Mercedes Aráoz y Carlos Bruce, que querían continuar apoyando con condiciones al gobierno; y otra,
comandada por Gilbert Violeta y Juan Sheput, apoyados en lo que quedaba del partido, que apuntaba a
romper con Vizcarra.167
El distanciamiento de Vizcarra con el partido PpK se agravó más a raíz de la revelación de que el Club de
la construcción había aportado cien mil dólares para la campaña de Kuczynki del 2016. Los dirigentes del
partido (Violeta, Heresi y el secretario general de PpK Jorge Villacorta), acordaron responsabilizar a
Vizcarra del control del financiamiento de la campaña, tal como se revela en unas conversaciones en
Whatsapp filtradas a la prensa.168 Al no estar de acuerdo con esta posición, tres congresistas de PpK
anunciaron su renuncia al partido: Jorge Meléndez (vocero de la bancada), Alberto Oliva y Janet Sánchez,
aunque sin afectar su permanencia en la bancada de PpK.169
El 2 de marzo de 2019, la asamblea del partido PpK acordó cambiar su nombre por el de Contigo.
También oficializó la admisión al partido de Juan Sheput, que hasta entonces solo había sido invitado.170
La dirigencia de Contigo dijo que el partido apoyaba a Vizcarra «al 100%» y consideró que la bancada de
PpK en el Congreso debía también cambiar su nombre. Pero los congresistas de PpK, en su mayoría,
acordaron mantener el nombre original. Violeta y Sheput pidieron entonces una licencia temporal a la
bancada, pero esta no aceptó e incluso abrió un proceso disciplinario contra ellos. Ante ello, ambos
congresistas decidieron renunciar a la bancada, que quedó así reducida a nueve miembros (6 de marzo
de 2019).171 Ninguno de esos nueve miembros de la bancada de PpK, entre los que se contaban
Mercedes Aráoz y Carlos Bruce, era militante del partido.172
Sexto período
Vizcarra se propone llevar adelante la reforma política
El 21 de diciembre de 2018, el gobierno oficializó la conformación de la Comisión de Alto Nivel para la
Reforma Política. Estaba integrada por el politólogo Fernando Tuesta Soldevilla, como coordinador, y los
académicos Paula Valeria Muñoz Chirinos, Milagros Campos Ramos, Jessica Violeta Bensa Morales y
Ricardo Martin Tanaka Dongo.173 Se instaló el 5 de enero de 2019. Basándose en el informe que dio
dicha Comisión, el gobierno presentó doce propuestas de reforma política ante el Congreso (11 de abril
de 2019). Excluyó, sin embargo, el tema de la bicameralidad, por haber sido recientemente rechazado
en el referéndum.174
Entre los tres proyectos de reforma constitucional se encontraba el que buscaba el equilibrio entre los
poderes Ejecutivo y Legislativo con el objetivo de establecer contrapesos entre ambos; la reforma que
modifica los impedimentos para ser candidato a cualquier cargo de elección popular, a fin de mejorar la
idoneidad de los postulantes; y la reforma que busca ampliar el mandato regional y municipal a cinco
años, para que coincidan con las elecciones generales. Para el Poder Legislativo, se planteaba que la
elección de los congresistas se realizara en la segunda vuelta presidencial; se proponía la eliminación el
voto preferencial y el establecimiento de la paridad y alternancia en la lista de candidatos. De otro lado,
para los partidos políticos, se buscaba promover la democracia interna y la participación ciudadana en
la selección de candidatos, estableciendo elecciones internas, abiertas, simultáneas y obligatorias
organizadas por la ONPE. Otras reformas se referían a la inscripción y cancelación en el registro de las
organizaciones políticas, y los requisitos para mantener la inscripción vigente, así como la regulación del
financiamiento de organizaciones políticas, para evitar la corrupción. Otra propuesta era que el
levantamiento de la inmunidad parlamentaria no sea competencia del Congreso, sino de la Corte
Suprema de Justicia.174
Al día siguiente, el primer ministro Salvador del Solar se presentó ante el Congreso para entregar el oficio
en el que solicita que se fije hora y fecha de la sesión plenaria en la que sustentará la cuestión de
confianza. En dicho documento, Del Solar indicó que plantearía que el plazo máximo para la aprobación
de las seis reformas políticas sea al finalizar la legislatura vigente (15 de junio); caso contrario,
consideraría que el Congreso negaba la confianza al gabinete ministerial.179 Atendiendo al pedido, el
presidente del Congreso Daniel Salaverry convocó al pleno para el 4 de junio para atender el pedido de
confianza del Ejecutivo.180
Terminada la exposición del primer ministro, se inició el debate parlamentario, que tuvo que ser
extendido hasta el día siguiente. Finalmente, al mediodía del 5 de junio de 2019 se realizó la votación.
La cuestión fue aprobada con 77 votos a favor, 44 en contra y 3 abstenciones. Los miembros de las
bancadas de izquierda (Frente Amplio y Nuevo Perú) y del Apra votaron en contra, mientras que los de
Fuerza Popular lo hicieron de manera dividida (33 a favor, 16 en contra y 2 abstenciones).183
Consultado el primer ministro Salvador del Solar sobre los dictamenes aprobados en la Comisión de
Constitución, consideró que solo cinco respetaban el espíritu de las reformas planteadas por el Ejecutivo,
y que el último, sobre la inmunidad parlamentaria, significaba un retroceso, pues no respetaba la
cuestión de confianza, que había surgido precisamente cuando la Comisión de Constitución mandó al
archivo ese mismo proyecto.185
Sometidos los seis proyectos al pleno del Congreso, se aprobaron entre el 22 y el 25 de julio, incluyendo
modificaciones que acentuaron más la distorsión de los proyectos originales del Ejecutivo, sobre todo
en lo que tenía que ver con la democracia interna y la inmunidad parlamentaria.
El ex presidente del Congreso Daniel Salaverry, se convirtió en un férreo opositor del fujimorismo tras
asumir la presidencia del legislativo. Los fujimoristas lo suspendieron del parlamento y lo denunciaron
Daniel Salaverry, elegido presidente del Congreso para la legislatura 2018-2019 con el apoyo de su
entonces bancada de Fuerza Popular, protagonizó una serie de enfrentamientos con sus correligionarios,
marcada por una serie de calificativos, intentos de censuras y acusaciones, que lo llevaron distanciarse
de Fuerza Popular y acercarse al presidente Vizcarra, que lo vio como un aliado para frenar el predominio
del fujimorismo en el Congreso. Ello le valió sufrir las represalias de sus excompañeros de bancada. Una
investigación del programa televisivo Panorama denunció que Salaverry habría presentado
reiteradamente datos falsos en sus informes de la semana de representación (una obligación que tienen
los congresistas de visitar las provincias a las que representan, para escuchar las demandas de sus
electores), que incluían fotos de otros eventos.186
Ubicado Toledo en los Estados Unidos, se inició el trámite de extradición, por el caso Odebrecht. El 16
de julio de 2019 la justicia estadounidense ordenó su detención preliminar. El 19 de julio de 2019 se
realizó la audiencia presidida por el juez Thomas S. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California,
para determinar su situación legal. Se esperaba que fuera liberado previo pago de una fianza, para que
siguiera el proceso de extradición en libertad, pero el juez determinó que permaneciera en prisión al
haber peligro de fuga. Uno de los argumentos a favor de esta decisión fue el haberse hallado en poder
de Toledo un maletín con US$ 40 000, lo que hacía sospechar que se estaba preparando para salir del
país.188 Se trata del primer paso en el proceso de extradición del ex mandatario, cuyo veredicto final se
calcula que pueda tardar de seis meses a un año.
En una entrevista dada al programa televisivo Panorama (2 de junio de 2019), la fiscal del caso Los
Cuellos Blancos del Puerto, Sandra Castro, aseveró que existía un testimonio de un «colaborador
estrella» de la fiscalía, que probaría que dicha organización criminal involucraría a la mayoría de los
congresistas de Fuerza Popular. Ello explicaría la persistencia de dicha bancada, sumada a la del Apra,
en «blindar» al fiscal Chávarry y en exonerar de responsabilidad en organización criminal a los
exconsejeros del CNM. Para la fiscal, resultaba inconcebible que una mayoría congresal rechazara el
trabajo especializado de la fiscalía, bajo el argumento de que no habían «pruebas suficientes», máxime
cuando solo se le estaba pidiendo al Congreso facilitar la labor de investigación, siendo el Poder Judicial
la única instancia que determinará la culpabilidad o inocencia de los imputados.189
Además el juez supremo Hugo Ñuñez, acepto la petición del Ministerio Público para abrirle proceso
penal por encubrimiento real al ex fiscal de la Nación por el Caso Odebrecht, tras haber removido
ilegalmente por unas horas a los Fiscales Pérez y Vela del equipo especial. Según la fiscalía y el Poder
Judicial, Chavarry intentaba sabotear el acuerdo de colaboración con la empresa Odebrecht para
favorecer los intereses de algunos partidos políticos del Parlamento.
Séptimo período
Vizcarra anuncia su proyecto de adelanto de elecciones
Artículo principal: Propuesta de adelanto de elecciones en Perú de 2019
En su Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias del 28 de julio de 2019, luego del recuento de su labor en
la presidencia, anunció que, en vista que el Congreso había desnaturalizado el proyecto de reforma
constitucional sobre la inmunidad parlamentaria, consideraba que no le habían dado la confianza, y por
tanto, anunció la presentación de un nuevo proyecto de reforma constitucional para adelantar las
elecciones generales para el 2020, es decir, un año antes del 2021, año en que culmina su período.192
Una reforma constitucional de ese tipo, realizada por el Congreso, precisaba de dos legislaturas con
votación mayoritaria de 87 votos en cada una, lo cual resultaba inviable por falta de tiempo; la propuesta
del Ejecutivo era aprobarla a través de un referendum, proyectado para fines del año en curso. La
aprobación del referendum requería solo de una votación con mayoría simple en el Congreso.
Reacciones ante el proyecto de adelanto de elecciones generales
El anuncio de Vizcarra de su proyecto de adelanto de elecciones (Proyecto de Ley 4637) tomó de
sorpresa a los parlamentarios y al público en general. Se había creado una gran expectativa sobre la
respuesta que Vizcarra daría ante el rechazo que el Congreso había hecho de una de las propuestas
medulares de la reforma política, el de la inmunidad parlamentaria; hubo quienes reclamaban al
gobierno que considerara que se negaba la cuestión de confianza por segunda vez y que, de acuerdo a
la Constitución, procediera a disolver el Congreso. Pero la propuesta de adelanto de elecciones era una
salida que nadie había esperado.
Para algunos analistas, el anuncio del presidente era una buena salida política, pues la disolución del
Congreso, bajo el argumento de la negación de la confianza, era un camino arriesgado, si se tiene en
cuenta que existe una consulta ante el Tribunal Constitucional (promovida por la oposición) de que si la
cuestión de confianza procede o no cuando se trata de una reforma constitucional (tipo de reforma que
solo es potestad del Congreso, y sobre la cual el Ejecutivo no tiene derecho a observación). Pese a que
en el momento de dar el anuncio, el presidente tenía en sus manos la carpeta donde se hallaba el título
proyecto, la mesa directiva del Congreso advirtió que no llegó a recibir el documento. Finalmente, el
ministro de Justicia Vicente Zeballos dio detalles del proyecto y anunció que se enviaría al Congreso el
día miércoles 31 de julio, el primer día laborable luego del largo feriado. Negó también la posibilidad de
que el presidente Vizcarra y la vicepresidenta Mercedes Aráoz vayan a renunciar, tal como algunos
congresistas plantearon.193
Hubo un cuestionamiento promovido por el aprista Jorge del Castillo, sobre si el Consejo de Ministros
había aprobado el proyecto de adelanto de elecciones antes de que el presidente diera su mensaje a la
Nación. La duda se disipó al mostrarse el acta de la sesión del gabinete ministerial del 24 de julio.194De
acuerdo a las encuestas de opinión pública, la ciudadanía recibió positivamente el adelanto de las
elecciones generales, bajo el lema de «Que se vayan todos».195 En el Congreso, los grupos de izquierda
se mostraban a favor del proyecto. Las demás fuerzas políticas opositoras, encabezadas por Fuerza
Popular, empezaron a coordinar la estrategia a seguir para hacer inviable la propuesta del gobierno,
según se desprendía de las declaraciones que daban algunos de sus voceros.196
Uno de los promotores de la vacancia presidencial fue el congresista aprista Mauricio Mulder, que
sustentaba su argumento en los audios de las conversaciones de Vizcarra con las autoridades regionales
y locales sobre el asunto de Tía María, en los que se escuchaba al presidente negociando una salida
irregular del conflicto. Mulder afirmaba contar con el respaldo de las bases del partido aprista, aunque
sus colegas parlamentarios se mantuvieron al margen de dicha posición.199
Olaechea ofreció también, vía twiter, dialogar con Vizcarra para llegar a una salida de la crisis política,
sugiriendo la Iglesia de San Francisco como lugar de reunión. Luego, el 26 de agosto de 2019, volvió a
dirigirse al mandatario, para plantearle una agenda de cuatros puntos a discutir: la generación de trabajo
en grandes cantidades; la seguridad ciudadana; la reconstrucción del norte; y el adelanto de las
elecciones.203
La reunión entre Vizcarra y Olaechea se llevó a cabo el 3 de septiembre de 2019 en Palacio de Gobierno,
y duró una hora y quince minutos. Ambos coincidieron en dar prioridad al proyecto para adelantar las
elecciones generales, así como a los temas económicos.204
Como jueza dirimente fue designada Susana Castañeda, que en su fallo del 12 de septiembre de 2019
decidió que Keiko Fujimori continuar en prisión preventiva, pero por 18 meses, rebajándose así los 36
meses que se le había impuesto. La jueza se sumó así a los tres magistrados que se habían pronunciado
en la misma línea y decidió así la resolución. La hermana de Keiko, Sachi Fujimori, interpuso un recurso
de habeas corpus ante el Tribunal Constitucional, a favor de la libertad de su hermana, que está todavía
por resolverse.209
El 4 de septiembre de 2019, el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar y el ministro de
Justicia, Vicente Zeballos asistieron a la comisión de Constitución para sustentar el proyecto de adelanto
de elecciones. También fueron citados los titulares de entidades como la Oficina Nacional de Procesos
Electorales (ONPE), el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y el Registrado Nacional de Identificación y
Estado Civil (Reniec), así como constitucionalistas y economistas. Las opiniones se mostraron divididas:
para unos era constitucional el adelanto de elecciones; para otros era anticonstitucional y
antidemocrático.211
De otro lado, la investigación de un medio ecuatoriano, llamado La Posta, dio a conocer una serie de
planillas del Departamento de Operaciones Estructuradas o Caja 2 de Odebrecht, que son listas de pagos
ilícitos dados a personas, ocultas bajo seudónimos o codinomes. Esta información fue extraída del
sistema My Web Day, el soporte informático de la Caja 2, que llegó a ser intervenido en el Lava Jato de
Brasil. En lo referente al Perú, se trataría de pagos ilícitos a funcionarios sobre varias obras, como el
Gasoducto del Sur, Olmos, Rutas de Lima, Chavimochic, Metro de Lima, Interoceánica del Sur, IIRSA
Norte, etc.214
En gran parte se trataba de información nueva, y en algunos casos de situaciones ya conocidas, todo lo
cual llegó a manos del Equipo de Fiscales Lava Jato, que programó entonces interrogatorios a Jorge
Barata, el exgerente de Odebrecht en el Perú, y a otros exdirectivos de dicha empresa. En agosto de
2019 se revelaron la identidad de algunos codinomes: Bigode sería Martín Bustamante, ex funcionario
del ex alcalde Castañeda; Careca sería la exalcaldesa Villarán; Almohadinha sería Horacio Cánepa, etc.
También Barata declaró que Odebrecht hizo pagos a César Villanueva, cuando fue presidente regional
de San Martín (luego sería premier de Humala y Vizcarra), como soborno para adjudicarse la carretera
Cuñumbuque-Zapatero-San José de Sisa. El codinome adjudicado a Villanueva sería Currículum Vita.215
Una nueva lista de 71 codinomes se reveló en septiembre de 2019, justo en plena crisis política por el
proyecto de adelanto de elecciones, y se especuló si algunos de esos codinomes (Sipan, Castelo, Dr. No)
serían de congresistas en funciones, como Javier Velásquez Quesquén, Jorge del Castillo y Luis Galarreta,
todos ellos opositores del gobierno. El equipo de fiscales Lava Jato solicitó un nuevo interrogatorio a
Barata y a otro exdirectivo. Trascendió que Barata, en principio, condicionó dar información a cambio
de que se oficialice el reembolso de S/ 524 millones a favor de Odebrecht por la venta de la hidroeléctrica
Chaglla. Pero luego fue convencido de acudir a dar declaraciones.216
El interrogatorio se realizó el 2 de octubre de 2019. Barata explicó que, por falta de fondos (la empresa
Odebrecht estaba a punto de declararse en quiebra) ya no podía corroborar las preguntas con la
información almacenada en el servidor My Web Day, ya que Odebrecht no lo controlaba, sino que lo
hacía otra empresa, a la que ya no podía pagar sus servicios. En el interrogatorio, Barata apeló solo a su
memoria y respondió sobre las identidades de algunos codinomes. No pudo precisar si Sipán era Javier
Velásquez Quesquén o Yehude Simon; confirmó que Pastor Alemao era Aurelio Pastor, pero no supo
precisar si se le dio dinero por campaña electoral o por obras. Pero si recordaba que el codinome Apra
se refería a la campaña electoral de Alan García. También reveló sobre los codinomes grupales:
Campanha Nacional (campañas presidenciales de Keiko Fujimori, Ollanta Humala y Alan García);
Campanha Regional (campañas de Luis Castañeda, Susana Villarán y Lourdes Flores); y Campaña
Legislativa (campañas de postulantes de provincias al Congreso).217
El caso Chinchero
El caso Chinchero, pese a ser archivado, no dejó de ser evocado por la oposición como amenaza contra
el gobierno. En marzo del 2018, el fiscal de la Nación Pablo Sánchez concluyó que no había elementos
suficientes para continuar con la investigación a Vizcarra por dicho caso. Sin embargo, especificó que de
encontrarse nuevos elementos, podría reabrirse el proceso.218
El 4 de septiembre de 2019, la Comisión de Fiscalización del Congreso pidió al pleno que debatiera el
informe preliminar sobre este caso elaborado hace dos años. Ello, justo en momentos de la crisis por el
pedido de adelanto de elecciones, y no faltaron opositores del gobierno que consideraban que Vizcarra
podría ser incluido en la investigación y con ello habría motivo para su vacancia.
La preocupación del fujimorismo y sus aliados por renovar a los miembros del TC se entendía porque,
por lo menos cuatro de los siete miembros de ese organismo (calificados de «rojos» o «caviares»
[izquierdistas]) aparentemente solían votar en contra de sus intereses, como había ocurrido con la Ley
Mulder que pretendía eliminar la publicidad estatal en medios de comunicación, y con la Ley
antitransfugas que Fuerza Popular quiso imponer en el Congreso. Por eso, cuando Velásquez hablaba de
«bajarse una llanta» al TC, se refería a que bastaba colocar un tribuno afecto a sus intereses para
desequilibrar a su favor las decisiones del TC.221
Se programó para el 30 de septiembre de 2019 la sesión del pleno para elegir a los nuevos magistrados
que conformarían el Tribunal Constitucional.
Ese mismo día se realizó también una sesión del Consejo de ministros y en la tarde, el premier Salvador
del Solar salió acompañado de los miembros del Consejo de Ministros a dar una conferencia de prensa.
Del Solar cuestionó a los congresistas que mandaron al archivo el proyecto de adelanto de elecciones,
lamentando que sobrepusieran sus intereses personales a los del país. Y es que pese a que el mismo
Congreso había solicitado la opinión no vinculante de la Comisión de Venecia, antes de tener una
respuesta procedía a archivar el proyecto. «Nuestro gobierno no se va a quedar con los brazos cruzados.
Vamos a actuar con la autoridad y fortaleza que nos dan la Constitución y las leyes, y actuar con la
responsabilidad que este Parlamento no ha sabido demostrar el día de hoy», dijo, aunque no precisó
qué medida tomaría el Ejecutivo. Invocó también a la reacción de la ciudadanía.223
Horas después, el primer ministro Salvador del Solar llegó al Congreso para presentar un documento
dirigido a Pedro Olaechea, pidiéndole que le permita solicitar ante el pleno del Parlamento una cuestión
de confianza por la elección de magistrados del TC.226 En respuesta, Olaechea convocó a Junta de
Portavoces para el día lunes 30 de septiembre, previo al inicio del pleno programado para tratar la
elección de los magistrados del TC.227 De modo que, ambas decisiones trascendentales, la elección de
los tribunos y el pedido de cuestión de confianza del Ejecutivo al Congreso, coincidieron en programarse
el mismo día.
En la noche del 29 de septiembre de 2019, en una entrevista concedida a un programa televisivo (Cuarto
Poder de América Televisón), el presidente Martín Vizcarra adelantó que si el Congreso no atendía con
prioridad la cuestión de confianza que buscaba modificar la ley orgánica del TC y continuaba con el
proceso de elección de los tribunos, asumiría que la confianza solicitada le había sido negada, y por lo
tanto, estaría facultado a disolver el Parlamento.228
Esa misma mañana, el premier Salvador del Solar llegó al Congreso y presentó ante el pleno la cuestión
de confianza sobre el proceso de elección de magistrados del Tribunal Constitucional. Del Solar declaró
que era importante que el mencionado proceso sea realizado con transparencia, ya que la confianza de
la ciudadanía sobre las autoridades estaba debilitada. Antes de ello, se produjeron incidentes cuando
algunos congresistas trataron de impedir al premier y a los ministros ingresar al hemiciclo del Congreso,
pese a que los ministros si pueden participar en las sesiones del Congreso, según el artículo 129 de la
Constitución.230
Al mismo tiempo, se produjo la juramentación de Vicente Zeballos como Presidente del Consejo de
Ministros en reemplazo de Salvador del Solar235 y la publicación del decreto de disolución del
Parlamento y la convocatoria a nuevas elecciones para el 26 de enero de 2020, firmado por Vizcarra y
Zeballos (Decreto Supremo 165-2019-PCM). Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional respaldaron al
gobierno de Vizcarra.236
Entrevistada por la prensa extranjera, Aráoz dijo que su juramentación como «presidenta interina» había
sido solo un «acto simbólico político» y que renunciaba a esa investidura al no haber garantías para
ejercerla. El premier Zeballos saludó la decisión de Aráoz de renunciar a la vicepresidencia de la
República, pero luego hizo notar que su renuncia no era válida, pues su carta lo había presentado ante
Olaechea, el expresidente del Congreso ya disuelto. Uno de los excongresistas, Marco Arana, denunció
a Aráoz ante la fiscalía por usurpación de funciones.
Se reúne la Comisión Permanente
El 2 de octubre de 2019, se reunió la Comisión Permanente del Congreso, conformado por 28
exparlamentarios, representantes en proporción de todas las ex bancadas y presidida por Pedro
Olaechea, tal como está previsto en la Carta Magna en caso de disolución constitucional del Congreso.
Cabe señalar que la Comisión Permanente tiene funciones muy limitadas y ya no puede legislar,
correspondiéndole al Ejecutivo esta función mediante decretos de urgencia.239 Olaechea, sin embargo,
hizo reiteradas declaraciones afirmando que seguía siendo el presidente del Congreso y no solo de la
Comisión Permanente. Incluso sugirió la posibilidad de convocar al pleno.240
La Comisión Permanente acordó permanecer en sesión continua. Los representantes de Nuevo Perú,
Frente Amplio, Bancada Liberal y Peruanos por el Kambio se retiraron del hemiciclo al no estar de
acuerdo con la posición de Fuerza Popular y sus aliados de arrogarse facultades que ya no le
correspondían. Uno de los primeros acuerdos de la Comisión fue presentar un recurso competencial
ante el Tribunal Constitucional para declarar nula la disolución del Congreso.241
Olaechea también envió una controvertida carta al presidente del Tribunal Constitucional Ernesto
Blume, pidiéndole que oficializara la elección de Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea como miembro de
dicho tribunal, incluso sugiriendo que reemplazara al magistrado con mandato vencido con la
colegiatura de menor antigüedad. Se criticó esto último, pues solo compete al mismo Tribunal
Constitucional decidir cuál de sus miembros es el que debe dejar su cargo en beneficio del elegido por
el Congreso. Además, la elección de Ortiz de Zeballos en el Congreso está siendo cuestionada, existiendo
recursos de reconsideración y nulidad pendientes, que el próximo Congreso tendrá que resolver.242
Olaechea y su grupo piden la renuncia de Vizcarra y el adelanto de elecciones generales
Otro punto importante de resaltar es que, tras la renuncia de Araóz a la vicepresidencia, tanto Olaechea
como los representantes de Fuerza Popular y sus aliados, dejaron tácitamente de insistir en la
suspensión temporal del presidente Vizcarra por incapacidad moral y pasaron a exigir su renuncia a la
presidencia, así como el adelanto de las elecciones generales. Esto desató ácidas críticas contra Olaechea
y el fujimorismo, pues el adelanto de elecciones había sido precisamente el proyecto del Ejecutivo, que
Fuerza Popular y sus aliados habían mandado al archivo en la Comisión de Constitución, una semana
antes de la disolución del Congreso.243
En Salud, se puso como meta el acceso universal a los servicios de salud pública para todos los
peruanos, mediante el Aseguramiento Universal en Salud (AUS). Se dio también a conocer un
decreto de urgencia para que las farmacias y boticas públicas y privadas tengan un stock
permanente de medicamentos genéricos de calidad.
En el aspecto laboral, se anunció que se coordinará con el Consejo Nacional del Trabajo un incremento
de la remuneración mínima vital de acuerdo al costo de vida, y que este aumento debería
institucionalizarse para que se haga periodicamente bajo criterios técnicos y no obedeciendo a
coyunturas políticas.
En el rubro de Mujer y Poblaciones Vulnerables, se anunció un aumento del presupuesto para la lucha
contra la violencia hacia la mujer.
En seguridad ciudadana, se planteó una estrategia integral que contempla la formación de policías
profesionales, el aumento del patrullaje, el fortalecimiento de la investigación policial, el control y uso
de armas, la situación de los penales, etc.
En Educación, se fortalecería las funciones de la Superintendencia Nacional de Educación Superior
Universitaria (SUNEDU), así como se impulsaría una secundaria técnica productiva que brinde a los
estudiantes mayores oportunidades, entre otras disposiciones.
En Transportes, se anunció que se continuaría la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez y la
construcción del Aeropuerto de Chinchero, de modo que para 2024 el país contaría con dos grandes
aeropuertos internacionales.