Revista REM #5
Revista REM #5
Revista REM #5
R E V I S TA D E E D U C A C I Ó N M E D I A
U N I V E R S I D A D D E L PA C Í F I C O / w w w . u p a c i f i c o . c l
Esta publicación fue financiada por la Universidad del Pacífico en el marco del proyecto
“Revista de Educación Media”de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación.
Revista de Educación Media, Facultad Ciencias Humanas y Educación, Universidad del Pacífico.
Dirección Postal: Avda. Las Condes 11.121, Las Condes, Santiago de Chile.
Correo Electrónico: [email protected]
Correspondencia dirigirla a:
Profesor Alonso Vela-Ruiz P.
ISSN 0718-7351
Vice-Rectora Académica
Profesora María Teresa Maldonado F.
Consejo Editorial
Profesor Cristián Antoine (Universidad del Pacífico)
Profesor Patricio de la Puente (Universidad de Chile)
Profesor Roberto Hernández (Universidad de Chile)
Profesor Carlos Ortiz (Universidad Andrés Bello)
Profesor Edison Otero (Universidad Diego Portales)
Profesor Angelo Salgado (Universidad del Pacífico)
Profesor Alejandro Tonelli (Universidad Nacional de Cuyo, Mandoza)
Diseño y Diagramación
Pedro Klarián H.
Impresión
Imprenta ANDROS
7
IV. ECONOMÍA Y SOCIEDAD 131
8
PRESENTACIÓN
9
ALONSO VELA-RUIZ P. / PRESENTACIÓN
artículo “Reflexiones sobre el Pensamiento Histórico Chileno” del profesor Mario Ore-
llana, donde se realiza un análisis crítico de la historiografía chilena, identificando a los
representantes y corrientes más significativas de los siglos XVI al XX. El autor concluye
que esta obra historiográfica nacional fue construyendo un estilo narrativo cada vez más
científico, al considerar los cambios en las tendencias mundiales, sin descuidar las surgi-
das dentro del país.
Abre la sección Derecho y Política el artículo “Sobre la Teoría de la Cultura Política”,
donde el profesor José Luis Cavazos se refiere al desarrollo teórico del concepto de
Cultura Política, destacando tres momentos: el de los politólogos, el revisionista y la
actual cultura política. Luego, el profesor Tadeu Maesse, en su artículo “Las Constitu-
ciones de Brasil”, ofrece un panorama de los documentos que rigieron en Brasil desde
su independencia en el año 1822 hasta la actual Constitución Federal de 1988. Por otra
parte, en su trabajo “Estado, Ciudadanía y Política en América Latina. Desarrollo his-
tórico-conceptual contemporáneo”, el profesor Alberto César Molina describe las tra-
diciones teóricas que forjaron la conceptualización de la Ciudadanía en Latinoamérica
desde Thomas Marshall hasta los constructos contemporáneos de la Patria Grande.
Otro estudio incluido en este apartado es “La Comunidad: Entre la Política y el Dere-
cho. Consideraciones para la cohesión social” del profesor Christian Quinteros, quien
analiza la tensión epistemológica existente entre los enfoques ciudadano y contractual
respecto de la comunidad como objeto de abordaje interdisciplinario, lo que constitui-
ría un obstáculo para el análisis comparativo de los problemas del espacio local.
La sección Economía y Sociedad comienza con el artículo del profesor Roberto Proco-
pio, “Sociedad y Economía: Una visión de la situación actual de Brasil”, en el cual se
analiza la crisis económica más seria que en las últimas décadas a afectado a Brasil,
por lo que el autor revisa alternativas para restablecer la estabilidad, la confianza y el
crecimiento. Luego se presenta el estudio “Globalización: Un nuevo escenario para el
siglo XXI” del profesor Nelson Stevenson, donde se presenta a la globalización como
un fenómeno inevitable en la historia, desde una perspectiva amplia que se extiende
desde lo tecnológico hasta lo económico, abarcando las áreas de finanzas, comercio,
producción, servicios e información. “De lo Rural a lo Urbano: Las Peleas de Gallos
en Monterrey” es el artículo del profesor Martín Velázquez, quien se refiere a la mar-
ginación de las tradiciones folklóricas por parte del establishment mexicano, las cuales
dotan de significado a una identidad rural asumida como subordinada. Cierra esta
sección el artículo “La Salud en el contexto socioeconómico actual” de los profesores
Elena Vuoto, Sergio Sáez y Fernández CN, donde se llama la atención sobre las caries
dentales como una enfermedad crónica que afecta principalmente a los sectores socia-
les más desfavorecidos.
En la sección Ecología y Recursos se incluyen cuatro trabajos sobre problemáticas
medioambientales. En primer lugar, el artículo “La Agricultura Mexicana: Búsqueda
de una senda utópica del desarrollo sostenible e incluyente en una economía ecológi-
ca” del profesor Jorge Álvarez, se propone superar la contradicción existente entre la
agricultura capitalista y la campesina, mediante una relación cualitativa de eficiencia
10
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 9 - 11
y dignidad. Luego el profesor Luiz Annunziata presenta los resultados del estudio
“Responsabilidad Social y Ambiental”, que se refiere a la aplicación de la RS en la
toma de decisiones según criterios medioambientales y busca promover el compro-
miso ecológico para el desarrollo sostenible a nivel local y global. El tercer artículo es
“Ecología y Sustentabilidad” del profesor Cesar Carriço, en el cual se realiza un análisis
de la relación entre ecología y sustentabilidad, describiendo la demanda internacional
por el desarrollo sostenible. Termina esta sección con el artículo “Reflexiones sobre
Federalismo y Recursos Naturales en el oeste argentino. Una Aproximación desde la
Ecología Política” de los profesores Facundo Rojas y Lucrecia Wagner, en el cual se
sostiene que el Federalismo tiene múltiples facetas, por lo que su aplicación se define
en el juego de intereses frente a una determinada problemática, como lo ha sido en los
últimos años la cuestión ambiental.
El apartado Arte y Cultura presenta el artículo “Cátedra Virtual para la Integración La-
tinoamericana: Patrimonio Identidad y Expresiones de Cultura” del profesor Santiago
Aránguiz, quien explora las tensiones y desafíos culturales que influyen en el proceso
identitario latinoamericano.
Finalmente se cierra este número con dos trabajos de la sección Colaboración de Estu-
diantes. El primer artículo “Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz
energética en América Latina: Claves para su reflexión” de los alumnos Paula Ferreira,
Daniel Ángel Glaván y Fernando Lautaro, analiza la crisis energética en América Lati-
na desde un paradigma no capitalista. En el segundo, “Los principios del Buen Vivir
en los movimientos sociales de Mendoza” de Leandro Arancibia, Vanina Romero y
Pehuén Barzola Elizagaray, se comparan tres organizaciones locales: la educación po-
pular, la cuestión de género y la economía de producción y comercialización, distin-
guiendo sus elementos comunes con miras hacia la recuperación de un movimiento del
Buen Vivir en la provincia de Mendoza.
La gran diversidad de perspectivas y enfoques sobre la desigualdad como freno para
el desarrollo sostenible publicados en este número presentan un tema que atraviesa la
realidad social de toda Latinoamérica. En Chile constituye aún una reflexión naciente,
pero estamos ciertos de que los artículos de esta monografía contribuirán de manera
importante a una discusión seria al respecto.
No quiero dejar pasar la oportunidad de reconocer el gran apoyo prestado por el Coor-
dinador Internacional de la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana, pro-
fesor Alejandro Javier Tonolli de la UNCUYO, que en conjunto con Luiz Annunciata
de la FIS, Janeth Flores y Antonio Balderas de la UANL, han contribuido de manera
significativa a seleccionar artículos de gran calidad, que nos permiten mantener la cola-
boración internacional y el interés de la comunidad académica en general.
Alonso Vela-Ruiz P.
Director
Revista REM
11
UN ESPACIO DE INTEGRACIÓN:
LA CÁTEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN
LATINOAMERICANA EN SU NOVENA EDICIÓN.
PRESENTACIÓN
La “Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana” que promueve la Universi-
dad Nacional de Cuyo (UNCuyo) constituye una estrategia de vinculación académica
y sociocultural, que tiene lugar en el marco de la promoción y consolidación de la
integración de la educación universitaria a través de procesos de internacionalización
y regionalización. La mencionada cátedra erige un espacio curricular transversal para
las carreras de grado, no sólo de esta universidad sino de todas aquellas universidades
latinoamericanas que han participado de esta iniciativa, y propone desde la educación,
complementar los esfuerzos de integración realizados en materia económica y comer-
cial y busca superar algunas de las restricciones que se observan en estos complejos
procesos de integración.
FUNDAMENTOS POLÍTICO-INSTITUCIONALES
Desde la creación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR)3, la integración latinoa-
mericana ha sido un reto proyectado en distintas direcciones que ha logrado variados
objetivos, pero resta aún avanzar en otros de mayor complejidad. En particular, desde
la educación universitaria, pensar en términos latinoamericanos implica por ejemplo,
fortalecer el conocimiento de la cultura de Latinoamericana en nuestros profesores y
estudiantes (base de las Universidades), plantear la necesaria integración de Latinoa-
mérica en la cotidianeidad académica y contribuir con los procesos continuos de retro-
13
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 11 - 15
14
ALEJANDRO JAVIER TONOLLI / Un Espacio de Integración: La Cátedra Virtual para la Integración Latinoaméricana en su Novena Edición
15
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 11 - 15
16
ALEJANDRO JAVIER TONOLLI / Un Espacio de Integración: La Cátedra Virtual para la Integración Latinoaméricana en su Novena Edición
DESAFÍOS Y AGRADECIMIENTOS
En términos de desafíos, el listado adquiere una dimensión imposible de contener en el
presente artículo, sin embargo destaco la importancia de continuar y ampliar la experien-
cia de la Cátedra Virtual para la Integración latinoamericana para que una mayor cantidad
de estudiantes y de profesores de muchas más universidades latinoamericana, puedan
tener la posibilidad de vivir esta experiencia y seguir aportando desde la educación y
desde la formación de profesionales al necesario proceso de integración latinoamericana.
Aprovecho la ocasión para agradecer personalmente y en nombre de la Universidad
Nacional de Cuyo a los coordinadores las universidades que participaron de la novena
edición, por la disposición y voluntad que mostraron en cada momento para atender
cada uno de los pedido solicitados. En especial mi agradecimiento al Profesor Alonso
Vela-Ruiz por haber abierto la Revista de Educación Media para que el trabajo realiza-
do en la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamérica sea difundido. Considero
dicho acto, una práctica de valoración que nos compromete y nos obliga a continuar
el camino de excelencia.
17
Historia y organización de la
Catedra Virtual de las
Universidades Latinoamericánas
CÁTEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN
LATINOAMERICANA. AYER, HOY ¿MAÑANA?
AYER
21
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 19 - 21
HOY
Las primeras experiencias se realizaron durante un semestre, en los años 2007 y 2009,
se consolidaron en 2010 y 2011, en 2012 y 2013 se cursaron en dos semestres cada año,
y en un semestre en 2015. En total, 9 ediciones.
A partir de 2012, se incorporaron a la experiencia la Universidad del Pacífico (Santiago
de Chile), la Faculdade Internacional Signorelli (Río de Janeiro), la Universidad de Los
Andes (Mérida, Venezuela) y la Universidad Autónoma de Nuevo León (Monterrey,
México).
A lo largo de las 9 ediciones de la Cátedra se han inscrito más de 500 estudiantes de las
7 Universidades que han participado. Como suele suceder en este tipo de actividades,
no todos los que se inscriben logran terminar el cursado con la evaluación correspon-
diente.
En este caso, el porcentaje de terminación ronda el 50%, con un total de alrededor
de 250 estudiantes que han aprobado sus monografías o trabajos finales, que suman
alrededor de 70.
Cabe destacar que en el proceso han participado como coordinadores locales, docentes
y tutores unos 80 profesionales.
A las autoridades de las 7 Universidades por su apoyo institucional, a los docentes y
tutores por su entusiasmo y compromiso y a los estudiantes que creyeron y aprovecha-
ron la oportunidad, nuestro reconocimiento.
A los estudiantes, que respondieron a la convocatoria en una cantidad muy superior al
cupo propuesto, mis felicitaciones y la exhortación para que aprovechen esta experien-
cia académica que signará su futuro.
22
MIGUEL LONGO / Cátedra Virtual para La Integración Latinoamericana. Ayer, Hoy ¿Mañana?
¿MAÑANA?
La experiencia está bastante madura como para rendir tributo al ideal que le dio na-
cimiento: lograr paulatinamente que la práctica de “estudiar juntos” entre docentes y
alumnos de distintos países, a través del espacio virtual, se fuera universalizando entre
las Universidades Latinoamericanas.
No ha sido fácil trabajar simultáneamente entre 7 universidades, con normativas diver-
sas y hasta husos horarios disfuncionales, se abre desde la UNCuyo, en sintonía con las
demás casas “fundadoras”, la propuesta de conformar una Red de Cátedras Virtuales
para la Integración Latinoamericana, a través de un mecanismo de expansión descen-
tralizada y articulada.
El sistema consistiría en que cada una de los 7 Universidades “fundadoras” actuales
constituya un Nodo en el que se vincule con otras dos nuevas casas de estudio, para
realizar el cursado de la Cátedra. La articulación se concretaría, a través de la vincula-
ción virtual y encuentros periódicos de esas instituciones, coordinadas por la UNCuyo,
que se constituirá el Nodo Central de la Red.
Poner en ejecución el plan de descentralización articulada implica acordar todo un
conjunto de estrategias y actividades. Se trata de ser fieles a los principios básicos
establecidos en cuanto a objetivos y metodología, de tal manera que la expansión no
resulte en una dispersión poco fructífera.
Para ello, la UNCuyo propone convocar un encuentro de los respectivos Coordinado-
res de cada Universidad, con la correspondiente preparación previa a través de la vía
virtual.
Como instrumento de trabajo sobre el que elaborar los acuerdos, hemos propuesto
un Proyecto de Protocolo que, una vez enriquecido y completado sobre la base de la
experiencia acumulada y la correspondiente evaluación, servirá de elemento unificador
de los desarrollos de toda la Red.
Esta perspectiva de consolidación y expansión que nos proponemos no es un mero
movimiento reflejo de crecimiento. Se ubica y pretende estar a la altura de lo que el
mundo de hoy y el del futuro exige a los países y pueblos latinoamericanos para su su-
pervivencia e influencia como un factor irreemplazable para la vida del planeta Tierra.
23
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 23 - 24
25
LEONARDO JEFFS CASTRO / La Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana y La Universidad de Valparaíso.
del estudiante Diego Hidalgo Soto. Ambos estuvieron a cargo de la operación de los
equipos para la comunicación virtual y acompañaron a los estudiantes y profesores a
las sesiones presenciales en Mendoza.
Para los efectos académicos de nuestra Universidad la Cátedra ha sido considerada
como una Asignatura de carácter Electiva.
A través de las diferentes versiones de la Cátedra se ha contado además del Coordina-
dor con la participación de los académicos Juan Estanislao Pérez de la Carrera de Fi-
losofía, Violeta Glaria de la Carrera de Socio Economía, Sonia Pinto Vallejos, Patricio
Quiroga Zamora, Luis Castro Castro, Jorge Gonzalorena Döll, Nelson Castro Flores,
Claudio Díaz Pérez, Luis Corvalán Márquez, Luis Manzo Guaquil y Jaime Cortéz , de
la Carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales.
Los académicos han hecho sus exposiciones en base a los siguientes ejes: Economía y
Sociedad, Derecho y Política, Recursos Naturales y Medio Ambiente, Historia y Pen-
samiento y Arte y Cultura.
La Universidad de Valparaíso ha sido sede de dos sesiones presenciales la primera de
estudiantes y profesores de la Universidad Nacional de Cuyo el año 2009 y la segunda
el 2010 de estudiantes y profesores de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Univer-
sidad Mayor de San Andrés.
Cabe destacar que el año 2008 concurrimos con el profesor Roberto Roitman de la
Universidad Nacional de Cuyo al Primer Encuentro de Universidades del Convenio
Andrés Bello en la ciudad de Quito con el propósito de dar a conocer la experiencia
que veníamos realizando en conjunto con la Universidad Mayor de San Andrés. Allí
tuvimos una buena recepción, pero, lamentablemente, no se tradujo en apoyos concre-
tos para nuestra experiencia.
Estimo que esta actividad académica no sólo ha proporcionado conocimientos sobre
aspectos fundamentales de la historia y actualidad social, económica, política y cultural
de los países involucrados, sino que ha aportado a la integración latinoamericana, la
cual tiene como desafíos superar la ignorancia y prejuicios que tenemos unos de otros
y sobre todo de los estados vecinos.
Uno de los aspectos más destacables de la experiencia ha sido el contacto y conoci-
miento entre los académicos y sobre todo entre los estudiantes de las universidades
participantes. Dicho contacto llevado a cabo por medio de las teleconferencias y el tra-
bajo conjunto y sobre todo en las sesiones presenciales ha contribuido a lograr nuevas
y más positivas percepciones del otro y desde allí se han ido logrando amistades que,
sin lugar a dudas, podrán aportar a la cooperación y amistad entre nuestros pueblos,
que es el propósito final de la Cátedra.
26
UNA FORMIDABLE EXPERIENCIA PARA CONSTRUIR
LA PATRIA GRANDE
ANTECEDENTES
Desde Mendoza, Argentina, la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) abrió un
camino como aquel que, atravesando la Cordillera de Los Andes hace dos siglos, con-
siguió surcar el general José de San Martín para impulsar y aportar sustancialmente a
la Independencia de América Latina frente a la opresión colonial europea y dejar un
legado sobre lo que significa la unidad de los pueblos hermanos que tienen una histo-
ria, una lengua y una cultura común y que esperan, al iniciar el siglo XXI, construir un
destino soñado por los Libertadores cuando se entrevistaron en Guayaquil.
La UNCuyo lo hizo cuando proyectó la realización de la Cátedra Virtual Para la In-
tegración Latinoamericana y encontró la respuesta sobre la base de la hermandad y
compromiso académico e institucional de la Universidad de Valparaíso, Chile, y de la
Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Bolivia.
Emergió la Cátedra con una fuerza particular alrededor de la iniciativa en la que, como
subrayó Miguel Longo, el más importante impulsor del proyecto, el “PARA” se con-
vertía en la tarea central, en la misión asumida en un momento histórico en el que las
fuerzas de avanzada de la liberación de nuestros países toman las calles y los caminos
y los gobiernos, en algunos casos, buscan un horizonte emancipador y de integración
latinoamericana. La respuesta inmediata y contundente para respaldar esta tarea fue
manifiesta en la palabra y práctica del académico chileno y latinoamericano, profesor
Leonardo Jeffs.
A ellos se sumaron docentes y estudiantes de las tres universidades (UNCuyo, UdeV
y UMSA) que comenzaron a desarrollar este proyecto que se ha convertido ya en un
legado a ser compartido de manera más amplia y profunda por otras universidades
de la región, desde México hasta Argentina. Inclusive una reunión de Rectores de la
Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), realizada en 2012, valoró
la importancia y aporte de esta experiencia universitaria.
27
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 26 - 28
Tanto Miguel Longo como Leonardo Jeffs han estado y están fuertemente vinculados
a Bolivia por su vivencia y compromiso durante décadas de trabajo e intercambio. Lon-
go, como periodista y corresponsal local y de la prensa internacional, conoció y analizó
la realidad boliviana en su manifestación cotidiana y particularmente los procesos de
transición de las formas dictatoriales a las formas democráticas y la emergencia del
movimiento nacional y popular con una larga tradición de lucha; en tanto que Jeffs, his-
toriador comprometido con el destino común de América Latina, estudió e investigó a
profundidad las relaciones de hermandad entre Chile y Bolivia y desarrolló la tarea de
reunir periódicamente a grupos de universitarios y académicos de ambos países para
compartir la historia, el presente y el destino común.
INÉDITA EXPERIENCIA
Sobre la base de esa voluntad y ese compromiso, las universidades públicas de los tres
países asumieron el reto pionero y han implementado el trabajo definiendo los conte-
nidos y competencias a ser desarrollados y tomando en cuenta la realización de cinco
Módulos Generales: Arte y Cultura, Ecología y Recursos Naturales, Derecho y Políti-
ca, Historia y Pensamiento y Economía y Sociedad; los cuales deben abordar en cada
gestión una temática distinta, acorde a los desafíos que surgían de la propia realidad.
De acuerdo a las características curriculares de cada universidad se aseguró la partici-
pación de estudiantes y docentes utilizando las nuevas tecnologías de información y
comunicación con videoconferencias, foros, grupos de trabajo, consultas en línea, etc.
y las plataformas de Educación Superior a distancia para acercar a los universitarios.
Se trata de la respuesta a una tendencia educativa alienante de tener una cercanía mayor
con realidades, teorías y conceptos de otras realidades, especialmente las europeas y
norteamericanas, y una lejanía absurda con las realidades, teorías, historias y experien-
cias de las universidades y pueblos que se encuentran a un paso de cada uno de nues-
tros países y que compartimos cultura, historia y futuro; la idea consiste en dejar de
vivir de espaldas entre nosotros y dependiendo de las metrópolis para, por el contrario,
impulsar un destino común de unidad continental en el marco de las actividades espe-
cíficas de formación profesional, investigación e interacción o extensión social con la
comunidad y la sociedad.
CONCIENCIA LATINOAMERICANA
Las temáticas que se han abordado en las ocho versiones de la Cátedra reflejan las
orientaciones identificadas y buscan motivar, informar, formar, investigar y reflexionar
con los estudiantes y docentes, para asumir una postura y una práctica creativa y com-
prometida. El abordar el tema “Recuperar la memoria secuestrada de América Latina”
ha significado realizar, desde cada país, una revisión crítica de la historia y de cómo ha
sido tratada por las versiones oficiales afines a un orden establecido, abriendo nuevas
perspectivas, lecturas e interpretaciones desde la experiencia de los pueblos y de las
28
EDUARDO PAZ RADA / Una Formidable Experiencia para Construir La Patria Grande
LA CÁTEDRA EN BOLIVIA
Inicialmente, cuando se inauguró la primera versión de la Cátedra Virtual Para la Inte-
gración Latinoamericana, fue el CIDES de la UMSA que realizó la tarea colaborativa
con la UNCuyo y la UdeV. Sin embargo, la característica de estar dirigida a estudiantes
de Pregrado universitario permitió que la Carrera de Sociología de la UMSA, desde
29
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 26 - 28
30
PENSAR Y REPENSAR LA FORMACIÓN DE PERSONAS Y
PROFESIONALES DESDE LA INTEGRACIÓN
LATINOAMERICANA Y LA CONFORMACIÓN DE REDES
31
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 37
32
OMAR BAQUEDANO - MABEL GARRIDO / Pensar y Repensar la Formación de Personas y Profesionales desde la Integración Latinoamericana y la Conformación de Redes.
33
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 37
34
OMAR BAQUEDANO - MABEL GARRIDO / Pensar y Repensar la Formación de Personas y Profesionales desde la Integración Latinoamericana y la Conformación de Redes.
• Convenios con instituciones, durante el año 2010 se iniciaron los vínculos con la
Universidad Nacional de Cuyo en la ciudad de Mendoza República de Argentina,
que se consolida a través del Acuerdo de movilidad de estudiantes entre la UPA
y UNCuyo acordado entre los meses de marzo-abril del 2011 con la firma de am-
bos rectores. Que ha permitido desarrollar entre ambas universidades intercambio
de experiencias, conocimientos, movilidad docente y estudiantil, es así, como por
ejemplo se ha llevado a cabo una investigación con el propósito de Identificar
las representaciones sociales que sobre la formación básica poseen los docentes
de Nivel Inicial-Jardín de Infantes de cinco (5) años- con una antigüedad mayor
o menor de cinco años, en relación con el contexto actual, respecto de la práctica
pedagógica, la práctica docente y la metacognición, cuya muestra se llevó a cabo en
salas de niños de 5 años en Santiago-Melipilla y Mendoza.
• Por otra parte, la visita y trabajo colaborativo realizado en Chile por la Dra. María
Emilia Ortiz de la Secretaria de RR.II. del rectorado de la UNCuyo, quién visita la
escuela en calidad de par extranjero, para juicio de experto en el proceso de autoe-
valuación de la carrera Dic-2011 y enero 2012.
• Desde el año 2012, se ha considerado -entre ambas instituciones- llevar a cabo las
siguientes acciones de colaboración e intercambio: desarrollo de la Cátedra Vir-
tual para la Integración Latinoamericana (Universidad Nacional de Cuyo- Argenti-
na, Facultad Internacional Signorelli- Brasil, Universidad Autónoma de Nuevo de
León- México y la Universidad del Pacífico- Chile); movilidad estudiantil -median-
te Programa de Pasantía Internacional- con duración de una semana para prácticas
tempranas y actividades culturales-académicas, entre ambas universidades, lo que
contempla la participación de estudiantes y docentes.
He aquí, un hito trascendental para la vida universitaria en la Facultad de Ciencias Hu-
manas y Educación la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana. Instancia
de formación integral que ha permitido movilizar a estudiantes y académicos de toda la
facultad y de otras instituciones públicas y privadas del país, al servicio de la integración.
Si bien, la Cátedra Virtual, se gesta en la Universidad del Pacífico al alero de la carrera
de PEGB, inmediatamente desde su génesis incorpora a estudiantes de las otras ca-
rreras de educación presentes en el antiguo campus Baquedano, es así, como estará
compuestas por estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación General Básica,
Pedagogía en Educación Media en Historia y Ciencias Sociales y Pedagogía en Educa-
ción Media en Lenguaje y Comunicación.
Hasta la fecha- el año 2012- las acciones formativas de las carreras de la Facultad no
habían logrado implementar una acción que movilizara a los estudiantes de manera
colaborativa e integradora y menos aún, de manera voluntaria y reflexiva- cabe especi-
ficar, que cada carrera realiza acciones exitosas con sus estudiantes de manera autóno-
ma- lo cual, es muy valorado por los estudiantes, egresados y comunidad en general.
35
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 37
36
OMAR BAQUEDANO - MABEL GARRIDO / Pensar y Repensar la Formación de Personas y Profesionales desde la Integración Latinoamericana y la Conformación de Redes.
37
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 37
La Cátedra Virtual, ha sido una instancia privilegiada para movilizar y desarrollar los
atributos, declarados en el perfil de egreso institucional (Modelo Educativo: 2012 Pág.
9), los cuales señalan:
1. “Mantenerse actualizado en el conocimiento de su disciplina, con énfasis en la
disposición y capacidad para generar y adaptarse al cambio.
2. Demostrar capacidades de autoaprendizaje continuo, vinculando la realidad
nacional e internacional.
3. Aplicar conocimiento teórico y práctico para investigar y solucionar problemas
de la disciplina, de manera creativa y vinculada con las necesidades efectivas del
entorno social.
4. Generar y fortalecer el trabajo en equipo, desarrollando proyectos innovadores
disciplinarios e interdisciplinarios.
5. Demostrar habilidades de emprendimiento y de autoaprendizaje en el desarro-
llo de proyectos concretos.
6. Reflexionar crítica y creativamente con el fin de aportar al desarrollo de su
medio (comunidad).
7. Demostrar habilidad para buscar, procesar y analizar información procedente
de fuentes diversas.
8. Demostrar espíritu emprendedor para el mejoramiento continuo en el ámbito
de su accionar profesional.
9. Actuar en forma honesta, coherente y responsable, respetando la diversidad
social y cultural, desde una postura humanista.
10. Demostrar actitud ética en la búsqueda, selección, evaluación y manejo de in-
formación”.
De igual manera, se reconoce la conformación de una comunidad de trabajo, confor-
mada por los estudiantes, que ha funcionado de manera rigurosa y exigente, exigiendo
a cada uno actuar de manera responsable y ética, permitiendo la toma de conciencia
en el proceso formativo y llegando a instalar la Metacognición y la evaluación 180° de
manera progresiva y como sello del quehacer.
A los estudiantes chilenos, les ha permitido movilizarse a otro país, crear vínculos y
redes con otros estudiantes de Brasil, México, Argentina, Bolivia, Venezuela. Principal-
mente, les lleva a tomar conciencia que son ciudadanos del mundo y gestores culturales.
Desde esta concepción, la cátedra virtual, es y seguirá siendo un hito relevante en la
formación de las nuevas generaciones, concibiendo las personas, su profesión, con
actitud crítica, mirada internacional y esperamos responsablemente responsables.
Las tareas y desafíos que continúan, son seguir soñando y convertir en realidad la justi-
cia como derecho de bien público, la dignidad de las personas y de los pueblos latinoa-
mericanos, a que nuestras instituciones de Educación Superior comprendan y trabajen
38
OMAR BAQUEDANO - MABEL GARRIDO / Pensar y Repensar la Formación de Personas y Profesionales desde la Integración Latinoamericana y la Conformación de Redes.
BIBLIOGRAFÍA
Áreas de desarrollo de las Facultades/Escuelas de la Universidad del Pacífico.
Abril, 2014.
Modelo Educativo (2012),
Universidad del Pacífico, Santiago Chile
Política Académica (2010),
Universidad del Pacífico, Santiago Chile
Resolución de Rectoría N° 061/2010 del 22 de nov. 2010:
Nuevo Organigrama de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación.
Resolución N° D.P. 027/2010 del 26 de Nov. del 2010
39
INTERNACIONALIZACIÓN DE EDUCACIÓN SUPERIOR:
CÁTEDRA LATINOAMERICANA DE MOVILIDAD VIRTUAL
41
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 47
42
HÉRCULES PEREIRA / Internacionalización de Educación Superior: Cátedra Latinoamericana de Movilidad Virtual.
43
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 47
44
HÉRCULES PEREIRA / Internacionalización de Educación Superior: Cátedra Latinoamericana de Movilidad Virtual.
Las redes de relacionamientos virtuales visan impulsar las relaciones humanas a través
de la tecnología.
Los estudiantes, en su mayoría, ya se comunican directamente por medio de servicios
de mensajes vía celular y redes sociales. Algunos, también, ya probaron herramientas
de mensajes instantáneas que prácticamente se tornaron una fiebre y modismo mun-
dial. Hay profesores probando las herramientas de comunicación instantánea para que
grupos de alumnos interactúen a partir de temas de estudio propuestos. A la medida
que incorporan las tecnologías a su hacer y pensar sobre el hacer, las personas cambian
y provocan cambios en la sociedad y en el uso de las tecnologías, creando relaciones
entre tecnología, ciencia y sociedad, que se interrelacionan e interfieren mutuamente.
La educación, como fenómeno social, se insiere en ese proceso y es obligada a repen-
sar su papel delante de los cambios provocados por la convergencia de los medios y
tecnologías. De acuerdo con Lévy (1993), las nuevas tecnologías de la comunicación
colocan el hombre delante de sí mismo, a nivel planetario. Así, se puede considerar que
el uso de las herramientas inherentes a la era de la información abre puertas y alargan
horizontes.
Se caracteriza una nueva sociedad en red, marcada por nuevos comportamientos y cos-
tumbres que irán determinar la inclusión o la exclusión social, cultural y profesional, en
la medida en que no se está preparado para ella. De esta forma, la cuestión orientativa
de este estudio se refiere a posibilidad de innovación y desenvolvimiento de nuevas
prácticas y estrategias de internacionalización del Enseñanza Superior, por medio de la
Implementación de una Cátedra de Movilidad Académica en conjunto con Institucio-
nes internacionales localizadas en América Latina.
45
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 47
46
HÉRCULES PEREIRA / Internacionalización de Educación Superior: Cátedra Latinoamericana de Movilidad Virtual.
Toda la producción de los alumnos, fue orientada por el(s) profesor (res) responsa-
ble(s) por la tutoría, orientación y evaluación de la disciplina, bien como por la presen-
tación de los proyectos que ocurrió por medio de teletransmisión.
El curso constó básicamente de un material educacional constituido por el contenido
presentado por los ponentes de acuerdo con las temáticas propuestas, con foco en el
abordaje de la internacionalización cultural y académico, teniendo como premisas el
cambio de vivencias culturales y sociales entre los estudiantes involucrados, matricula-
dos voluntariamente en la disciplina.
47
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 47
CONSIDERACIONES FINALES
Realizadas las adecuaciones necesarias a todo proyecto piloto, se puede destacar la con-
creción de la Cátedra de la Movilidad Virtual basándose en los números de alumnos
participantes y a través de las cuales el ambiente virtual podrá ser vivido en tiempo real
caracterizando así la interacción y garantizando la visibilidad del proyecto.
Es urgente aplicar los recursos tecnológicos para mucho más allá del aula, consistiendo
el trabajo pedagógico junto a las variadas e inúmeras posibilidades traídas por las herra-
mientas de la web. La implantación de una cátedra virtual posibilita a la institución de
enseñanza, un trabajo completo y consistente en lo que se refiere a la globalización de
enseñanza y a la formación de investigadores en un alumno ciberciudadano.
Conciliar la tecnología que invade el cotidiano con el contenido presentado en aula,
trae la reflexión de la importancia de la inclusión social y cultural para alejar de forma
casi que definitiva la exclusión digital. Por tratarse de una institución de enseñanza
internacional, la Faculdade Internacional Signorelli realiza y prioriza la implantación
de nuevas áreas de actuación e investigación, abriendo intercambios con instituciones
de enseñanza, valorizando siempre el desenvolvimiento de las nuevas modalidades de
enseñanza de la educación infantil a postgrado.
BIBLIOGRAFÍA
BARTELL, M. Internationalization of universities: A university culture-based framework. Hi-
gherEducation. Manitoba, Winnipeg, 2003, p. 37-52.
CASTELLS, M. A Era da Informação: o Poder da Identidade. São Paulo: Paz e Terra,
2002.
CHIANCA, T. K. Avaliando programas sociais: conceitos, princípios e práticas. In:
CHIANCA, T. K; M. E; SCHIESARI, L. (Org.). Desenvolvendo a cultura de
avaliação em organizações da sociedade civil. São Paulo: Global, 2011, p. 15-84.
LÉVY, P (1993). As Tecnologias da Inteligência. São Paulo: Editora 34.
LICHTY, P. Pensando a Cultura Nomádica: Artes Móveis e Sociedade. In: Artemov,
ed. 04. Disponível em: http://www.artemov.net/page/revista04_p3.php. Aces-
so em 07 de julho de 2010.
KNIGHT, J. e DE WIT, Hans (org.): Developing an institutional self-portrait using
the Internationalization Quality Review Process. In Quality and Internationali-
zation in Higher Education. Organization for Economic Cooperation and De-
velopment (OECD), Paris, France, 1999. Disponível em: http://www.aucc.ca/
events/2010/e-group/iqrp.pdf. Acesso em 13 de abril de 2011.
MASSEY, D. Um sentido global do lugar. In: Arantes, A.A. O espaço da diferença.
São Paulo, Campinas: Papirus, 2000.
48
HÉRCULES PEREIRA / Internacionalización de Educación Superior: Cátedra Latinoamericana de Movilidad Virtual.
49
LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA, DÉFICIT DE
INFORMACIÓN Y LA CÁTEDRA VIRTUAL
1 Investigador del Centro de Estudios de Fronteras e Integración (CEFI), Universidad de los Andes.
(Venezuela)
51
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 49 - 52
52
JOSÉ BRICEÑO RUIZ / La Integración Latinoamericana, Déficit de Información y La Cátedra Virtual.
53
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 49 - 52
54
PARTICIPACIÓN DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE
NUEVO LEÓN EN LA CÁTEDRA VIRTUAL
Fue hacia mediados del año 2012 que la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)
resultó distinguida con la invitación a formar parte de la Cátedra Virtual para la Integra-
ción Latinoamericana. Como el espíritu de la Cátedra y sus objetivos fueran tan afines
con aquéllos por los que existe nuestra institución, la UANL estrechó el compromiso y
designó a la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) su representante ante aquel noble en-
cuentro. Ahí habríamos de reunirnos con instituciones hermanas a lo largo y ancho del
continente: la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo, de Argentina), la Universidad
del Pacífico (UP, de Chile) y la Facultad de Signorelli del Río de Janeiro (FS, de Brasil).
Nuestras participaciones en la Cátedra han tenido lugar durante su sexta edición, ce-
lebrada aquel mismo año, y la octava, a finales de 2013. La primera vez congregó a
docentes y estudiantes latinoamericanos trabajando en conjunto por la generación de
nuevos conocimientos; la segunda, ha continuado esa labor al reforzar un vínculo que
se nutre de la suma de elementos. Estamos siendo parte de una verdadera experiencia
y eso nos transforma: crecemos con todos.
Una síntesis de la trayectoria que este acontecimiento ha recorrido comienza el 21 de
agosto de hace un par de años. En la inauguración de la Cátedra en la UANL estuvie-
ron presentes el Dr. Daniel González, Director General de Relaciones Internacionales
(en representación del Rector Jesús Áncer Rodríguez) y la QFB Emilia E. Vázquez
Farias, Directora de Estudios de Licenciatura; por el lado de la FFyL y como responsa-
ble del vínculo entre la UANL y el resto de los integrantes de la Cátedra, la Dra. María
Luisa Martínez Sánchez, Directora de la Facultad, quien designa como Coordinador
operativo al Mtro. Luis Antonio Balderas Ruiz.
Aquella versión de la Cátedra abordó cinco módulos; para cada uno de ellos ocupamos
alrededor de 12 horas, distribuidas a su vez en un par de días. Al final, y en suma, el en-
cuentro había transcurrido aproximadamente en 60 horas durante las que académicos
y estudiantes analizaron e hicieron propuestas en torno al “Desarrollo sostenible en
55
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 53 - 56
56
LUIS ANTONIO BALDERAS RUIZ - FÉLIX ENRIQUE LÓPEZ RUIZ / Participación de la Universidad Autónoma de Nuevo León en la Cátedra Virtual .
57
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 53 - 56
58
Historia y Pensamiento
HOMBRE, TIEMPO E HISTORIA:
LAS COORDENADAS DE UN DEBATE PERMANENTE
RESUMEN
El propósito de este trabajo es reflexionar historiográficamente acerca de la compleja
relación que se verifica en los procesos políticos, sociales, económicos, culturales e
ideológicos de América Latina y el Caribe, entre las coordenadas Hombre, Tiempo e
Historia. Utilizando la categoría temporalidad mixta, propuesta por Waldo Ansaldi y
Verónica Giordano (2012), se observa cómo estas vinculaciones pretenden construir
un horizonte de posibilidades donde se implican tanto las formas comprensivas de
reflejar la combinación de rupturas y continuidades, como las de buscar conciliaciones
por parte de diferentes grupos e intereses a lo largo de nuestra historia.
Palabras claves: América Latina y el Caribe - Hombre - Historia - Temporalidad
mixta.
ABSTRACT
The purpose of this paper is a historiographical reflection about the complex rela-
tionship that takes place in political, social, economic, cultural and ideological proces-
ses of Latin America and the Caribbean, between these coordinates Man, time and
History. By using the category Mixed temporality proposed by Waldo Ansaldi and
Veronica Giordano (2012), it is observed how these links want to build an horizon of
possibilities where both comprehensive ways to reflect the combination of ruptures
and continuities, as well as ways to look for reconciliation of different groups and in-
terests throughout our history.
Keywords: Latin American - Man - History - Mixed temporality
61
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68
TEMPORALIDAD MIXTA
¿Qué significa el “tiempo” si no esa Persistencia de la memoria, los Relojes blandos
o los Relojes derretidos, títulos con los que Salvador Dalí nombró a una de sus obras
icónicas, pintada en el año 1931? El pintor español se asienta epistemológicamente en
la idea de cultivar el engaño pero manteniendo la conciencia de que el control de la ra-
zón ha sido suspendido deliberadamente. Este proceso creativo implica tanto al autor
como al espectador de la obra y refleja una de las manifestaciones tan curiosas como
potentes del significado del tiempo.
La noción del tiempo es una de las más complejas dentro del campo del conocimiento
científico social. Por eso Marc Bloch señala que “escribirla [la historia] quiere decir hacer-
lo honestamente, verídicamente, yendo, mientras se pueda, hacia los resortes más ocul-
tos” (Bloch, 1984, cit. en Raga y Raga, 2012:173), pues aún como sujetos y miembros de
grupos, finalmente estamos a solas con nuestro libre albedrío. Esa conciencia de estar en
el tiempo –saber que lo que somos y hacemos se debe, en parte, a lo que ha sido y hecho
antes que nosotros y que lo que hagamos también influirá en la posteridad-; o sea de estar
ligado al pasado y al futuro, se la llama conciencia histórica o historicidad. De allí que la
libertad humana no se despliegue en un vacío absoluto de contenidos o determinaciones:
se nace en una cultura, en un estilo de vida, en una configuración de situación. Y se elige
desde esa situación, aceptando el estilo, modificándolo o rechazándolo. Vivimos desde
nuestras contingencias y en cada época histórica se realizan unas y se dejan otras, y así va
cambiando el cuadro de nuestras posibilidades reales:
“La totalidad [de la historia] no es el conjunto de todos los hechos históricos, de todos los
acontecimientos y cambios sociales ocurridos en el tiempo y en todos los lugares, sino que es
la representación hecha por el historiador desde el inventario exhaustivo de las condiciones en
que se produce cada proceso histórico que pretende ser explicado.” (Aróstegui, 2001:227)
Pero el correlato entre momento histórico y conciencia histórica ha sufrido desfases en
las sociedades de América Latina y el Caribe. En el intento por soslayar frustraciones
del presente –a veces intolerable, pero ineludible- algunos autores han elegido el pen-
samiento utópico/alternativo y otros han convertido al pasado en un santuario para
refugiarse y reconfortar los espíritus agobiados. Ambas vías tienen sus dilemas: mien-
tras los primeros se esfuerzan por problematizar la imaginación creadora, los segundos
actúan bajo la condición de la ignorancia de ese pasado. Esta ignorancia auspicia el
uso y abuso de la historia, en particular si busca establecer paralelismos supuestos con
personajes y conductas pretéritas, que suelen desembocar en analogías forzadas.
El hecho de que los americanos se asumieran críticamente como tales fue posible a
partir de la crisis del colonialismo español a fines del siglo XVIII. Hasta ese momento
América era un ser pensado e imaginado por otros. Desde entonces, y por vía de las
revoluciones anticoloniales, los americanos se abocaron a la tarea siempre vigente de
pensarse a sí mismos. Esos procesos de conquista del poder se desplegaron en un arco
temporal, no fueron naturalmente dados; es decir que tienen historia y esa historicidad
les adjudica un componente intencional. Por eso el tiempo es un factor fundamental de
los procesos de construcción del orden y, por tanto, del ejercicio de la política, la eco-
62
MARÍA MARCELA ARANDA / Hombre, Tiempo e Historia: Las Coordenadas de un Debate Permanente.
nomía, la sociedad, la cultura, el arte, etc. Norbert Lechner recuerda que “hacer política
implica estructurar el tiempo” y que “crear orden es una forma de crear continuidad”
en un proceso que remite al pasado y al presente, y se proyecta hacia el futuro, siendo
éste último siempre un “horizonte de posibilidades” (Lechner, 1988:71)
Si el tiempo histórico se conforma en la tensión entre el acontecimiento o evento y la
duración del mismo, de ello se infiere que el control del tiempo ha sido un elemento
valioso en la posesión y ejercicio del poder. La compleja relación entre tiempo e his-
toria en América Latina y el Caribe es pertinente pensarla a partir de la consideración
del impacto de la modernidad en nuestra región. Los estudios de los años 1960 resal-
taron el impacto de la modernización y esta centralidad se recuperó a fines de los 80.
Finalmente se instaló la noción de que la modernización se había realizado de manera
segmentada en nuestras sociedades y según ritmos que exigían la fusión de lo moderno
con lo antiguo o lo arcaico, para generar casi simultáneamente “la modernización de lo
arcaico” y “la arcaización de lo moderno” (Fernandes, 1973:276); es decir una moder-
nidad cuya grandeza fue secundaria y que no proclamó ninguna revolución “contra” el
orden, sino más bien “dentro” de él.
A partir de estas ideas, nos proponemos debatir historiográficamente las coordenadas
de Hombre, Tiempo e Historia en América Latina y el Caribe como un horizonte de
posibilidades y un utillaje que permita conocer, explicar y comprender de manera com-
pleja, no lineal, nuestros propios eventos políticos, sociales, económicos, culturales. La
idea de temporalidad mixta acuñada por Ansaldi y Giordano es la que mejor refleja tan-
to la combinación de rupturas y continuidades como la búsqueda de conciliaciones por
parte de diferentes grupos e intereses a lo largo de un periodo histórico determinado.
2 El análisis de la unidad y diversidad en América tiene una larga tradición, entre cuyos autores
principales merece citarse a: Zea, Leopoldo. “Convergencia y especificidad de los valores de
América Latina y el Caribe”. En su Latinoamérica, encrucijada de culturas. México: IPGH-Fon-
do de Cultura Económica, 1999, 9-34; Zuleta Álvarez, Enrique. “La historia de las ideas en el
marco político de la historiografía hispanoamericana”. Boletín de la Academia Nacional de la
Historia, Buenos Aires, Volumen LXI, 1988, 103-135; Uslar Pietri, Arturo. Nuevo Mundo, Mun-
do Nuevo. Sel. y pról.: José Ramón Medina. [1948]. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1988.
63
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68
3 Por “modernidad” entendemos el desarrollo de varios ritmos históricos temporales que sorpren-
dieron e incluyeron a la región latinoamericana y caribeña, a partir del contacto con los europeos,
en una entidad mayor que terminó atravesada por significantes vacíos para nuestras realidades
sociales y culturales originarias.
4 Por “modernización” entendemos los diferentes productos culturales finales que obtuvimos,
primero por importación y luego por adopción de las formas y contornos europeos, y no así
por el espíritu que había guiado a los europeos occidentales a posicionarse a la vanguardia del
desarrollo científico y tecnológico a partir del siglo XVIII.
64
MARÍA MARCELA ARANDA / Hombre, Tiempo e Historia: Las Coordenadas de un Debate Permanente.
65
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68
do” se volvió una filosofía del sentido común (Romero, 1986), casi indiscutible y quedó
despojada del circunstancialismo que define la historicidad del término. De esta manera
progreso, modernidad y modernización quedaron “extrañadas” del registro histórico.
Para superar esa dificultad de comprensión, algunos autores han propuesto una “so-
ciología de la historia lenta” (Martins, 1994 cit. en Giordano y Ansaldi, 2012, I:89), que
permitiría entender mejor la historia de nuestras sociedades. Aquélla busca descubrir e
integrar en el análisis, las estructuras, instituciones, concepciones y valores enraizados
en relaciones sociales plenas de sentido en el pasado, pero que sólo hoy y de cierta
manera podrían adquirir vida propia. Sin embargo, esta lentitud no favorecería la toma
de conciencia sobre las verdaderas dificultades para la transformación social, puesto
que esas instituciones, concepciones y valores del pasado son percibidos como tempo-
ralmente eternos, naturales y, por lo tanto, deshistorizados. Además, contribuye a una
visión condicionadamente fatalista de cualquier posibilidad transformadora.
La problematización de los procesos sociales, políticos, económicos y culturales de
nuestra región exige habilidad para aprehender lo social, que es cognitivamente esqui-
vo; y podría desplegarse en tres campos: la naturaleza, la sociedad y la cultura, siempre
que tal despliegue se realice uno a expensas del otro. Pero el uso y aplicación del térmi-
no cultura no es separable de su notable carga semántica, epistemológica y valorativa.
Convendría, entonces, pensarla al modo gramsciano, es decir como un componente
decisivo de la acción histórica y sometido inevitablemente al conflicto y a las luchas
sociales, políticas e ideológicas.
Un ejemplo de estas variaciones refiere a las prácticas democráticas de carácter re-
presentativo en América Latina y el Caribe, que han partido de patrones europeos sin
inclusión comprensiva de las diferencias que suponen los valores culturales de nuestras
etnias, en algunos casos numéricamente mayoritarias, y donde el concepto de derecho
de ciudadanía burgués, por ejemplo, termina siendo irrelevante e inclusive inexistente
en algunas sociedades. Si en la discusión tiempo-hombre-historia se incluyen las diferencias
étnicas y de clase que se desarrollan entre Nuestramérica, los procesos de construcción
de ciudadanía se tornan aún más complejos.5
A través de estas diferenciaciones temporales e históricas es posible evaluar, entre
5 Existe un concepto de ciudadanía que remite a derechos individuales asociados a la idea de igualdad jurí-
dica y política y ejercidos (no sólo reconocidos) en un marco nacional de participación casi plena. Pero en
América Latina y el Caribe esta idea ha chocado y choca con sociedades que están organizadas según el re-
conocimiento de derechos o demandas de tipo grupal o colectivo y donde el principio de individualización
está subordinado a la preeminencia de los intereses colectivos. Para graficar estas ideas, se podría recurrir
a la figura semántica: “un hombre=un ciudadano=un voto”, que fue la fórmula impuesta por los grupos
dirigentes americanos a partir del siglo XIX; sin embargo, en el mundo andino, por ejemplo, cuando hom-
bres y mujeres ejercen su derecho de voto lo hacen en un sentido corporativo. Obligarles a éstos últimos a
ejercer un derecho liberal republicano de voto sin previas prácticas de socialización, no debería impedirles
que tomen posiciones o decisiones individuales surgidas de un consenso colectivo, e incluso una diferencia-
ción dentro de la propia comunidad, pero siempre en la propia matriz sociocultural de pertenencia y en el
respeto a ella. La cuestión estriba, entonces, en redefinir conceptos de ciudadanía, modos de representación
y legitimidad, pero fundamentalmente en el intento de acercar cosmovisiones culturales tan diferentes. La
interculturalidad juega un rol trascendente.
66
MARÍA MARCELA ARANDA / Hombre, Tiempo e Historia: Las Coordenadas de un Debate Permanente.
otras nociones valiosas para entender la historia americana, la dialéctica histórica del
conflicto entre los hombres y mujeres incluidos en relaciones sociales distintas, con-
tradictorias y opuestas. Un estudio histórico fructífero difícilmente parta del orden
establecido, más bien parte epistemológicamente del sentido de orden como lo que no
es naturalmente dado, es decir una construcción social histórica resultante de conflic-
tos desplegados en tiempos y espacios precisos. El valor Estado en las organizaciones
sociales contemporáneos ya no es factor excluyente del análisis; en particular porque
las sociedades conforman relaciones sociales múltiples que interactúan sin considera-
ciones de fronteras: algunas muy localizadas, otras con una escala mundial y siempre
atravesadas por conceptos claves: explotación, dominación, asimetría, Estado, imagi-
nario social, violencia simbólica, hegemonía (Tilly, 1991).
Charles Tilly ha explicitado con acierto que no es posible soslayar el estudio de “gran-
des estructuras, largos procesos y enormes comparaciones” para estimular el diálogo
necesario entre hipótesis, teorías e investigación concreta de hechos singulares. La es-
tructuración de nuestras sociedades tiene una historia adherida, o sea un espacio tiem-
po demarcado, por ejemplo la aparición de los Estados-nación a partir del último ter-
cio del siglo XIX en América Latina. Reconocer la existencia de la realidad del tiempo
y de la historia es resaltar en la historiografía su intención fundacional, que es el afán de
conocimiento y de verdad pública, es decir social, discursiva, relativa, verificable y real.
Anthony Giddens planteaba en el Informe Gulbenkian (1996), la importancia de incorpo-
rar al debate sobre el rol de las ciencias sociales, ciertos elementos que consideramos
pertinentes. En primer lugar, atender la creciente convergencia entre los distintos tipos
de ciencias (sociales y naturales), pues ellas estudian sistemas complejos, donde los
desarrollos futuros son resultado de procesos temporalmente irreversibles. Nuestras
utopías, por ejemplo, muestran la compleja dinámica social pues si bien se basan en
tendencias existentes, las imágenes del futuro también influyen en el modo en que las
personas actúan en el presente.
En otras palabras, acentuar lo complejo, temporal e inestable significa, en términos
científicos practicar actitudes transdisciplinarias. Como hemos señalado, hacer inte-
ligible el mundo significa “ordenar un sistema de ideas generales, coherente, lógico
y necesario en cuyos términos sea posible interpretar cualquier elemento de nuestra
experiencia” (Whitehead, 1978 cit. en Giddens, 2007:86) Y en este sentido, la fragmen-
tación o descomposición en pequeñas partes de los fenómenos sociales no siempre
ayuda a abordar los problemas que surgen en la infinita interrelación de los hombres y
mujeres que actúan en comunidad.
En segundo lugar, reducir el estadocentrismo de los análisis de las ciencias sociales,
tradicionalmente concebido como una simplificación teórica que incluía la “suposición
de espacios homogéneos y equivalentes, cada uno de los cuales constituía un siste-
ma autónomo que operaba sobre todo por medio de sistemas paralelos” (Giddens,
2007:91-92). Para el caso latinoamericano y caribeño esta tesis resulta conveniente pues
ayuda a derribar conceptos aceptados acríticamente para resolver las transformaciones
sociales. Uno de los más emblemáticos es el de frontera, ampliamente tratado en nues-
67
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68
PALABRAS FINALES
América Latina y el Caribe conforman una construcción histórica que surgió del en-
cuentro violento que se produjo en el gozne de los siglos XV y XVI. Los autóctonos,
los africanos, los europeos, los asiáticos confluyeron con sus tiempos y ritmos cul-
turales, y la mayoría de las veces de manera forzada, en un proceso inigualable en el
mundo de creación de macroetnias. La difundida y escolarizada expresión “crisol de
razas” está destinada a encubrir la existencia de las diferencias, a la vez que las exalta
negativamente.
68
MARÍA MARCELA ARANDA / Hombre, Tiempo e Historia: Las Coordenadas de un Debate Permanente.
BIBLIOGRAFÍA
ANSALDI, Waldo (coord.). Calidoscopio latinoamericano. Imágenes históricas para
un debate vigente. Buenos Aires: Planeta-Ariel, 2004.
ANSALDI, Waldo y CLADERÓN, Fernando. “Las heridas que tenemos son las
libertades que nos faltan. Derechos humanos y derechos de los pueblos en Amé-
rica Latina y el Caribe”. David y Goliath, año XVII, nº 52, CLACSO, Buenos
Aires, sept., 65-69.
ANSALDI, Waldo y GIORDANO, Verónica. América Latina. La construcción del
orden. (De la colonia a la disolución de la dominación oligárquica, T. I). Buenos
Aires: Ariel, 2012.
ARÓSTEGUI, José. La investigación histórica, teoría y método. [1995]. Barcelona:
Crítica, 2001.
CARRERA DAMAS, Germán (dir.). Formación histórico-social de América Latina.
CENDES/Universidad Central de Venezuela.Caracas: Ediciones de la Binliote-
ca, 1982.
CARRERA DAMAS, Germán. “Sobre la significación histórica de América Lati-
na”. DE REZENDE MARTINS, Estevâo (dir.) y PÉREZ BRIGNOLI, Héctor
(coord.), Historia General de América Latina. (Teoría y metodología en la His-
toria de América Latina, V. IX), Madrid: UNESCO-Trotta, 2006, 27-46.
CLEMENTI, Hebe. La frontera en América. Una clave interpretativa de la historia
americana. 4 t. Buenos Aires: Leviatán, 1985-1986.
FERNANDES, Florestan. “Problemas de conceptualización de las clases sociales en
América Latina. BENÍTEZ ZENTENO, Raúl (coord.), Las clases sociales en
América Latina. México: Siglo XXI Editores, 1973, 191-276.
GIDDENS, Antthony. “¿Qué tipo de ciencia social debemos construir ahora?”. WA-
LLERSTEIN, Immanuel (coord.), Abrir las ciencias sociales. Comisión Gulben-
kian para la reestructuración de las ciencias sociales. Trad.: Mastrángelo, Stella.
[1996]. Madrid: Siglo XXI, 2007, 76-101.
LECHNER, Norbert. Los patios interiores de la democracia. Subjetividad y política.
Santiago de Chile: Flacso, 1988.
MARIÁTEGUI, José Carlos. 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana.
Lima: Minerva, 1928.
69
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68
70
REGÍMENES MILITARES Y ESTADO DE DERECHO EN
LATINOAMÉRICA; UNA REFLEXIÓN A PROPÓSITO DE LOS
42 AÑOS DE LA INTERVENCIÓN MILITAR EN CHILE
RESUMEN
El cono sur de Latinoamérica, estuvo marcado desde el punto de vista político, entre
las décadas del 60 y 80 del siglo pasado, por la hegemonía de las denominadas “dicta-
duras militares”. Brasil, Uruguay, Chile y Argentina, obedecen a dinámicas autoritarias
con puntos en común y con particularidades. El elemento horizontal, en estos regí-
menes, es la presencia de un cierto elemento ideológico: “La Doctrina de la Seguridad
Nacional”, que en la praxis supuso un grave quebrantamiento del Estado de Derecho.
En este artículo nos centraremos en el Régimen militar chileno, cuya violenta irrupción
ocurrió hace 42 años y que presenta esos rasgos análogos a los demás gobiernos de
corte burocrático militar del “Cono Sur”.
Palabras clave: Régimen Militar – Dictaduras - Estado de Derecho - Doctrina de la
Seguridad Nacional - Violaciones a derechos humanos
ABSTRACT
The southern cone of Latin America was marked from the political point of view, be-
tween the 60s and 80s of last Century, due to the hegemony of the so-called “military
dictatorship”. Brazil, Uruguay, Chile and Argentina, obey to authoritarian dynamics
with common situations and particularities. The horizontal element in these systems
is the presence of a certain ideological element: “The Doctrine of National Security,”
which in practice was a serious breach of the rule of law.
In this article, we will focus on the Chilean military governments regime, whose violent
eruption occurred 42 years ago and presents those analogous features to the other
bureaucratic cut military of “Southern Cone”.
71
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79
INTRODUCCIÓN
Tanto en Chile como en otros países de América Latina durante el siglo XX se vieron
enmarcados en un contexto de dictadura militar, es decir, gobiernos que llegan al poder
mediante el uso de la fuerza y de las armas.
Desde 1960 en adelante en América latina se produjeron una serie de golpes de Estado que
tuvieron como consecuencia gobiernos de carácter autoritario. En su mayoría estos golpes
de Estado fueron apoyados por Estados Unidos, que intervino en operaciones de sabotaje
destinando recursos materiales y humanos para ello, además contribuyó en la propaganda
política y apoyo logístico, destinada a desestabilizar gobiernos democráticos y de izquierda,
que se convertían en una amenaza para los intereses del país del norte. Así, se instalaron
gobiernos y dictaduras militares, en manos de oficiales, algunos de los cuales fueron ins-
truidos en la Escuela de las Américas, fundada en Panamá en 1946. Durante los años 60
y principios de los 70, la mayoría de los alumnos, eran oficiales que provenían de Bolivia,
Chile, Colombia, Honduras, Panamá y Perú. Entre 1970 y 1979, los países latinoamericanos
enviaron entre 1.100 y 1.800 estudiantes del Instituto de Cooperación para la Seguridad
Hemisférica; que juntos representaban el 63 por ciento del total de las matrículas”2.
El Periodo de dictaduras o Regímenes autoritarios, inspirados en la doctrina de segu-
ridad nacional, que se desarrollan en América Latina; en caso del llamado “cono sur”,
comienzan a partir de la década de los años 60 del siglo XX; y se extienden hasta los
años 80 y 90. Su ideal político, abogaba por la destrucción del comunismo el cual era
reconocido como el enemigo interno que alteraba la integridad de la nación y la tradi-
ción. Las dictaduras militares por lo tanto son una de las formas que adopta la guerra
fría en nuestro continente. El carácter ideológico de estos regímenes en discutible, y se
expresó por la manera en que los militares y sus aliados ejercían el poder, pasando a lle-
var los derechos humanos por sus prácticas violentas, así la tortura, la prisión política,
el exilio, el asesinato político de opositores y las desapariciones forzosas, se convirtie-
ron en prácticas usuales y herramientas de control de la población mediante el temor.
En este artículo, nos remitiremos a hablar sobre las principales dictaduras de América
del Sur, entre las que contamos los siguientes casos:
• Brasil (1964 - 1984)
• Uruguay (1973 - 1985)
• Chile (1973 - 1990)
• Argentina (1976 - 1983)
2 GILL, Lesley. “Escuela de las Américas Entrenamiento militar, violencia política e impuni-
dad en las Américas”, pág. 110. Disponible en http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/
MC0016010.pdf
72
HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.
73
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79
A. Dictadura.
B. Regímenes totalitarios.
C. Regímenes tradicionales.
C.1. Democracias oligárquicas.
C.1.1. Caudillismo
C.1.2. Caciquismo
C.2. Sultanatos
D. Regímenes autoritários.
D.1. Regímenes burocráticos-militares
D.2. Estatalismo orgánico
D.3. Regímenes de movilización post-democracia
D.4. Regímenes de movilización post-independencia
D.5. “Democracias” radicales.
D.6. Totalitarismo imperfecto
D.7. Regímenes post-totalitarios
Elaborado por Leonardo Morlino (1985) a partir de Juan J. Linz (1975).
En el cuadro supralite, debemos destacar que los rasgos fundamentales de los regíme-
nes autoritarios, son: a) mentalidad o ideología flexible y poco elaborada del régimen,
que se orienta a defender y justificar la estructura política existente como lo más idónea
74
HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.
75
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79
4 LEAL BUITRAGO, Francisco. “La Seguridad Nacional a la deriva. Del Frente Nacional a la
Postguerra fría”. Colombia, 2002, p. 57.
76
HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.
77
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79
78
HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.
este hecho con el fin de la Guerra Fría, ya que mientras la URSS se debilitaba, en Chi-
le la democracia se hacía latente. “En realidad, en el mundo se vivía un ambiente de
afirmación del futuro… Entre 1989 y 1990 parecía que Chile confirmaba tendencias
planetarias”5.
Lamentablemente, el “Cono Sur” de Latinoamérica, vivió situaciones análogas durante
el mediano o largo tiempo que duraron los llamados “Regímenes militares”, así las
particularidades son:
• BRASIL (1964 – 1985): En 1964 se establecerá la primera dictadura. En abril, los
militares brasileros a la cabeza del Mariscal Castello Branco, tomaron el poder me-
diante un golpe militar que ponía fin a los gobiernos de inspiración populista de
Quadros y Goulart que habían proclamado una política independiente de Estados
Unidos a la vez que entablaban contactos con los países socialistas de Europa y
con la Cuba de Castro. La situación se tornaba preocupante para los sectores con-
servadores, puesto que sectores políticos aún más radicalizados habían lanzado
guerrillas en el campo con el propósito de imitar la revolución cubana. Según esos
sectores conservadores, el gobierno populista no tendría ni la fuerza, ni la volun-
tad para combatirlas. De este modo, los militares, armados ideológicamente con la
“Doctrina de Seguridad Nacional”, tuvieron el ambiente propicio para iniciar su
protagonismo en la vida política del país e instaurar una dictadura militar.
• El nuevo gobierno, emitió “actas constitucionales” permitiendo al régimen repri-
mir las protestas sociales sin necesidad de tribunales civiles y prohibiendo la ac-
tividad de los partidos políticos (a excepción de ARENA –Alianza Renovadora
Nacional- que promovía el apoyo al régimen). La represión política se agudizó
cuando el régimen creo los “escuadrones de la muerte” que le permitía eliminar a
sus opositores y negar su responsabilidad en esos hechos.
• Consecuencias: La cantidad de 421 personas muertas o desaparecidas. (Según Co-
misión de Verdad, 2014).
• URUGUAY (1973 – 1985): También surgió otra dictadura en la antigua “Banda
Oriental”, cuando el Presidente Bordaberry clausuró el congreso en 1973 declaran-
do estado de guerra ante la insurgencia de la guerrilla urbana de los “Tupamaros”.
• Consecuencias: Un número de 174 detenidos desparecidos. (Según Comisión para
la Paz, 2003).
• ARGENTINA (1976 -1983): En 1976, el turno de experimentar una dictadura
militar de este nuevo tipo le tocaría a la Argentina, cuando la presidenta María
Estela Martínez viuda de Perón fuera derrocada por el general Jorge Videla. Las
posiciones políticas en este país se habían radicalizado con el surgimiento de dos
organizaciones guerrilleras, una de tipo castrista, el ERP (Ejército Revolucionario
del Pueblo) y los Montoneros de corte populista. Los militares consideraron que
79
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79
REFLEXIÓN FINAL
80
HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.
BIBLIOGRAFÍA
ARENDT, Hannah. “Los Orígenes del Totalitarismo”. Alianza Editorial, Madrid,
España, 2006.
BLAS GUERRERO, Andrés de y COTARELO, Ramón. “Teoría del Estado”.
Ediciones Universidad Nacional de Educación a distancia, Madrid, España,
1988.
COLLIER, Simon y SATER, William. “Historia de Chile. 1808 – 1994”, Editorial
Cambridge University Press, Barcelona, España, 1998.
FERMANDOIS, Joaquín. “Mundo y fin de Mundo: Chile en la Política Mundial,
1900-2004”. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 2004.
GILL, Lesley. “Escuela de las Américas Entrenamiento militar, violencia política e
impunidad en las Américas. Publicación electrónica, disponible en http://www.
memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0016010.pdf ”.
LEAL BUITRAGO, Francisco. “La Seguridad Nacional a la deriva. Del Frente Na-
cional a la Postguerra fría”; Bogotá, Colombia, 2002.
LINZ STORCH DE GRACIA, Juan José. “Sistemas totalitarios y regímenes autori-
tarios”. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, España, 2009.
NEUMANN, Franz. “El Estado democrático y el Estado autoritario”. Editorial Pai-
dós, Buenos Aires, Argentina, 1957.
SCHMITT, Carl. “La Dictadura”. Alianza Editorial, Madrid, España, 2013.
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-94597.html
81
REFLEXIONES SOBRE EL PENSAMIENTO
HISTÓRICO CHILENO
RESUMEN
La historiografía comienza en Chile con las Crónicas, las Historias, las Cartas de Re-
lación y los Poemas Épicos en los siglos XVI y XVII. Los primeros temas abordados
continuaron en los siglos posteriores, produciéndose una ampliación de ellos y un
enriquecimiento de métodos y teorías. Así, se produce especialmente en el siglo XX
una importante presencia de historiadores que representan diferentes interpretaciones
sobre el pasado.
Palabras claves: Historiografía chilena, Continuidad y Complejidad temática, Meto-
dología multidisciplinaria.
ABSTRACT
Historiography begins in Chile with the Chronicles, Histories, Letters of Relations
and epic poems in the sixteenth and seventeenth centuries. The first reviewed issues
continued in later centuries, producing an extension of them and an enrichment of
methods and theories. Thus, especially in the twentieth century it is produced a signifi-
cant presence of historians representing different interpretations of the past.
Keywords: Chilean Historiography, Continuity and thematic complexity, multidiscipli-
nary methodology.
1. MOTIVACIÓN DE LA PRESENTE REFLEXIÓN HISTORIOGRÁFICA.
Desde que el continente americano, a fines del siglo XV, comenzó a ser conocido por
los estados europeos, especialmente por España y Portugal, se inició no solo la incor-
poración de sus territorios, de sus riquezas naturales, de sus habitantes, sino que se
intentó convertir a su población en integrantes del sistema político-social y económico
propio de los conquistadores. Las experiencias vividas a lo largo de los siglos, e his-
toriadas, presentan parecidos y diferencias importantes en nuestros países. El estudio
1 Premio Nacional de Historia (1994). Doctor Honoris Causa de la Universidad del Pacífico. Chile.
83
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90
84
MARIO ORELLANA RODRÍGUEZ / Reflexiones sobre el pensamiento histórico chileno.
ros. Todos, sean memoristas, cronistas, historiadores, poetas, escriben para informar
a las autoridades superiores, y a todos quienes lean sus escritos, los acontecimientos
que suceden en América, hechos heroicos, gloriosos de los españoles y también de los
indígenas que defendían sus tierras y costumbres.
La gran mayoría de los autores del siglo XVI, unos más otros menos, escriben las nor-
mas, las tradiciones, las creencias, las conductas de comportamiento, sean pacíficas o
guerreras. Esta preocupación “etnográfica” crece en algunos autores del siglo XVII;
por ejemplo, Alonso de Ovalle (Histórica relación del reino de Chile) le dedica el libro
tercero a los “habitadores del reino” como también en el libro octavo los capítulos II
y XVIII. A su vez, Diego Rosales autor de la “Historia general del reino de Chile”,
escribe en los capítulos XVIII al XXXII del libro primero, especialmente sobre los
“araucanos”; igualmente Francisco Núñez de Pineda y Bascuñán en su “Cautiverio
feliz y razón individual de las guerras dilatadas del Reino de Chile”, escribió un tratado
en donde entre otros temas, relató su cautiverio entre los indígenas, caracterizando
condiciones y estilo de vida de sus captores. También, Alonso González de Najera,
autor de “Desengaño y reparo de la guerra del reino de Chile”, aunque muy crítico de
los aborígenes revelados contra el dominio de los españoles, dedica parte de su infor-
me a caracterizar a los “indios bárbaros y crueles”, rechazando el relato poético y muy
favorable que de ellos hizo Alonso de Ercilla.
Los estilos literarios que conocemos en las cartas, que se han conservado, del con-
quistador Pedro de Valdivia, en las crónicas de Vivar, de Góngora y de Lobera, y en el
poema épico de Ercilla, no solo son distintos, porque pertenecen a diferentes géneros
literarios, sino porque la educación de sus autores, sus experiencias profesionales, sus
contextos sociales y familiares difieren entre sí. Las cartas del hidalgo Valdivia, primer
gobernador de “Nueva Extremadura” (Chile), son despachos oficiales, relatos de sus
acciones y de sus compañeros, que también piden al Emperador Carlos V, recom-
pensas, mercedes, por todo lo hecho en favor de la Fe y de la Monarquía. Su estilo es
claro, sencillo, descriptivo, a veces fluido, con algunos modismos populares y también
con una y otra cita erudita, clásica o bíblica. Como hemos probado (Orellana, 2006) la
crónica sobre Chile de Jerónimo de Vivar (Bibar) se apoyó en algunas cartas de Valdi-
via para organizar en lo principal, la secuencia de sus relatos (al menos hasta 1552). El
cronista, un expósito formado en un convento, llegado a Chile en 1549, pudo haber
formado parte del “Scriptorium” del gobernador (Ferreccio, 1991). El estilo de nues-
tro cronista que narra lo que vio o lo que “por relación cierta alcancé de lo que yo no
viese”, es algo tosco, narrativo, coincidiendo su vocabulario con el de las cartas del go-
bernador, citando también algunos autores clásicos, lo que es común en todos los cro-
nistas del período renacentista, e incluso mencionando a “Dante Aligero” (cap. LX).
Sin duda el valor de la crónica de Vivar, que solo fue publicada en el siglo XX en Chile,
se encuentran en sus descripciones “etnográficas” de los distintos pueblos aborígenes.
Alonso de Góngora Marmolejo (“Historia de todas las cosas que han acaecido en el
reino de Chile y de los que han gobernado”), tampoco vio su crónica publicada; solo
lo fue en el siglo XIX. De estilo descriptivo vigoroso, este hijodalgo se caracteriza por
85
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90
4. EL SIGLO XVIII.
El siglo XVIII es un siglo de cambios en todos los aspectos de la vida social, eco-
nómica y cultural de Chile. Incluso el historiador Diego Barros Arana, un crítico del
desarrollo social y cultural del período de la colonia escribe en su Historia General de
Chile, en el tomo VII, cap. XXVII, “por grande que fuera el atraso intelectual del reino
de Chile al terminarse los tiempos coloniales, era evidente que en el último siglo había
hecho progresos considerables”.
Una cantidad importante de cronistas e historiadores escriben, y algunos publican, en
86
MARIO ORELLANA RODRÍGUEZ / Reflexiones sobre el pensamiento histórico chileno.
este siglo. Al menos mencionemos a tres estudiosos jesuitas, todos expulsados de Chile
en 1767, Miguel de Olivares, Juan Ignacio Molina y Felipe Gómez de Vidaurre.
Un cuarto importante historiador fue el capitán Vicente Carvallo y Goyeneche. Un
historiador español contemporáneo de Vicente Carvallo, de fines del siglo XVIII y
comienzos del siglo XIX, fue José Pérez García.
Sin duda el más valioso intelectual, naturalista e historiador fue Juan Ignacio Molina
(1740-1829). Era chileno, nacido cerca de Talca. Radicado en Bolonia después de la
expulsión de su orden escribió su primer libro sin colocar su nombre y apellido; en
1776 apareció su “Compendio della storia geografica natural e civile del reyno del
Chili”. Luego publicó su “Saggio sulla Storia Naturale del Chili” (1782) y en 1787 su
“Saggio sulla storia civile del Chili”. En este último libro estudió la vida y costumbre
de los araucanos y su idioma (traducido al español en 1795). Para la historia civil de
Chile se apoyó parcialmente en el manuscrito del padre Olivares, que historiaba a Chile
hasta 1655. Sus estudios sobre la lengua aborigen los hizo apoyándose en la gramática
del padre Andrés Febres (Arte de la lengua general del Reino de Chile; 1765). En 1810
publicó una nueva edición de la historia natural de Chile financiado por el Virrey de
Italia, príncipe Eugenio de Beauharnais y otras personalidades de Bolonia.
Hay varios rasgos de la historiografía del siglo XVIII, referidos a Chile, que podemos
sintetizar:
a) Una superación parcial de la narrativa militar (que se aprecia en el siglo XVII con
Ovalle) cubriendo aspectos más sociales, civiles.
b) En algunos historiadores se acentúa el estudio de los pueblos aborígenes, soste-
niendo así un desarrollo continuo de estudios que se inician en los cronistas del
siglo XVI.
c) Comienza con Vicente Carvallo y Goyeneche y también con José Pérez, el es-
tudio de algunos archivos (del Cabildo de Santiago, de la Real Audiencia y de la
Secretaría de Gobierno). Sin embargo en el siglo XVII, con Rosales se habían
citado “relaciones y papeles antiguos”.
Esta preocupación por conocer documentación del pasado histórico se reforzará en
el siglo XIX.
5. EL SIGLO XIX.
El ambiente político, social y cultural es diferente a los siglos anteriores, sin desconocer
líneas de desarrollo, sociales y culturales que se iniciaron en el pasado. La historia del
siglo XIX hace suya el estudio riguroso de las fuentes primarias, estudio de los archivos
y la búsqueda de la “verdad histórica”.
La Historia Física y Política de Chile, del naturalista francés Claudio Gay, en Chile des-
de 1828, comenzó a ser publicada en 1844. El último de los 30 volúmenes se publicó
en 1871. De estos 30, ocho volúmenes eran de Historia. Y lo más importante, dos más
87
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90
88
MARIO ORELLANA RODRÍGUEZ / Reflexiones sobre el pensamiento histórico chileno.
Su obra, además, tiene gran significado para las ciencias antropológicas ya que su libro
titulado “Los Aborígenes de Chile” de 1882 inauguró las ciencias antropológicas en
Chile (sobre todo Etno-historia y Arqueología).
Su obra documental ha sido seguida por otros especialistas como Tomás Thayer Oje-
da. En el límite entre el siglo XIX y XX, otro gran historiador, especialista en el trabajo
documental, Crescente Errázuriz, trabajó en forma rigurosa todo el siglo XVI y los
comienzos del siglo XVII.
6. EL SIGLO XX.
Así como el siglo XIX se caracterizó principalmente por historias escritas bajo el mo-
delo filológico que trabajaba críticamente los documentos y los archivos (tendencia
que algunos llaman “positivismo”), el siglo XX va a caracterizarse por diferentes es-
cuelas o por tendencias teóricas:
a) La investigación siguió centrada en la labor documental; en el trabajo en los
Archivos, en la crítica de las fuentes. Historiadores como Feliú Cruz, Ricardo
Donoso, Eugenio Pereira, Sergio Villalobos, Néstor Mesa, Mario Góngora, Ro-
lando Mellafe, Álvaro Jara, más allá de caracterizarse también por otras líneas de
pensamiento, fueron investigadores que respetaron las fuentes.
b) La escuela francesa de los Anales, de los decenios 1930 a 1980 influyó en distin-
tos historiadores, como Álvaro Jara, Rolando Mellafe y, parcialmente, en Sergio
Villalobos y Mario Góngora.
c) La visión Materialista Histórica fue también importante a mediados del siglo XX,
con estudiosos como Hernán Ramírez Necochea e incluso en el presente se apre-
cian visiones renovadas, como en el caso de Gabriel Salazar, quién ha recogido
influencias de los historiadores ingleses Eric Hobsbawm y Edward P. Thompson.
d) La visión hispánica y católica fue expuesta por Jaime Eyzaguirre quien escribió
buenas biografías y estudios monográficos.
e) Francisco Antonio Encina, publicó entre 1940 y 1952, veinte tomos sobre la
“Historia de Chile” (llegó hasta 1891). Su obra pretendió superar la Historia
de Barros Arana, a quién acusaba de utilizar un raciocinio lógico para narrar la
historia. Encina pretendió superar el método narrativo de hechos e intentó in-
terpretarlos haciendo uso de un método intuitivo, que ha sido criticado. En 1955
ganó el Premio Nacional de Literatura.
f) En la segunda mitad del siglo XX también puede distinguirse una tendencia
Etno-histórica que ha sido cultivada por arqueólogos, antropólogos e historia-
dores. Incluso varios premios nacionales de Historia, en Chile, han sido ganados
por arqueólogos y etno-historiadores que cultivan también la investigación his-
tórica (L. Núñez, J. Hidalgo y el autor del presente estudio). Esta relación entre
Historia e Antropología sigue en la actualidad cultivándose con éxito. Relaciona-
do con esta temática Sergio Villalobos ha insistido en los intercambios culturales
89
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90
Así, por ejemplo, hemos demostrado que desde el siglo XVI hasta el presente en
distintos cronistas e historiadores ha existido interés en conocer a los pueblos y
culturas aborígenes que se identifican a lo largo del territorio chileno. La combi-
nación de información científica, histórica, antropológica, lingüística, ha hecho
posible una investigación multidisciplinaria que emergió fuerte en el siglo XX y
que en el presente es muy importante en los distintos círculos académicos del
país.
Igualmente el enriquecimiento de los temas tratados por los historiadores, desde
el interés por el relato guerrero hasta la narración compleja de la vida social de
una nación, de una ciudad, de un grupo de instituciones o de una actividad labo-
ral específica, puede ejemplificarse a lo largo de los siglos.
Los estudios más generales, las historias generales, han ido cediendo el paso a
las investigaciones monográficas, hasta llegar a la “microhistoria”, sin perder su
preocupación por los contextos más amplios.
Finalmente, los grandes temas que identificamos, poco a poco, en las obras históricas
de los siglos XVI y XVII, van siendo mejor tratados, en los siglos venideros, convir-
tiéndo a la historiografía nacional en una valiosa realidad científica y educacional.
90
MARIO ORELLANA RODRÍGUEZ / Reflexiones sobre el pensamiento histórico chileno.
BIBLIOGRAFÍA
Barros Arana, Diego: Historia General de Chile. Editorial Universitaria y Centro de
Investigaciones Diego Barros Arana. Santiago, 2000-2006.
Carvallo y Goyeneche, Vicente: Descripción Histórico-geográfica del Reino de Chi-
le. Colección de Historiadores de Chile. Tomos VIII-IX y X. Santiago, 1874-75
y 76.
Encina, Francisco Antonio: Historia de Chile. Desde la Prehistoria hasta 1891. Edi-
torial Nascimiento. Santiago, 1947-1952.
Ercilla, Alonso de: La Araucana. Edición, introducción y notas de Marcos A. Mori-
nigo e Isaías Lerner. Clásicos Castalia; Madrid, 1979.
Errázuriz, Crescente: Historia de Chile. Pedro de Valdivia (2 tomos). Santiago, 1911-
1912.
Ferreccio, P. Mario: El Epistolario Cronístico Valdiviano y el Scriptorium de Con-
quista. En Cartas de Pedro de Valdivia; edición de Miguel Rojas M. Editorial
Andrés Bello y Editorial Lumen. Junta de Extremadura, 1991.
Góngora Marmolejo, Alonso de: Historia de todas las cosas que han acaecido en el
Reino de Chile y de los que lo han gobernado. Estudio, edición y notas de Miguel
Donoso R. Biblioteca Indiana. Universidad de Navarra. Editorial Iberoamerica-
na. Madrid, 2010.
Góngora, Mario: Estudios de Historia de la Ideas y de Historia Social. Ediciones
Universitarias de Valparaíso, 1980.
González de Nájera, Alonso: Desengaño y reparo de la Guerra del Reino de Chile.
Editorial Andrés Bello. Santiago, 1971.
Jara, Álvaro: Trabajo y Salario Indígena. Editorial Universitaria. Santiago, 1987.
Lovera, Pedro Mariño de: Crónica del Reino de Chile. Reducida a nuevo método y
estilo por el padre Bartolomé de Escobar, de la Compañía de Jesús. Colección de
Historiadores de Chile. Imprenta del Ferrocarril. Santiago, 1865.
Medina, José Toribio : Documentos Inéditos para la Historia de Chile. 30 tomos.
Santiago, 1888-1902.
Meza V., Néstor: Política Indígena en los Orígenes de la Sociedad Chilena. Instituto
de Investigaciones Histórico-Culturales. Santiago, 1951.
Molina, Juan Ignacio: Compendio de la Historia Geográfica Natural y Civil del Rey-
no de Chile. Primera parte. Compendio de la Historia Civil del Reyno de Chi-
le. Segunda parte. Biblioteca del Bicentenario. Pehuén Editores Ltda. Santiago,
2000.
Núñez de Pineda, Francisco: Cautiverio Feliz. Tomos I y II. Edición Crítica de Mario
Ferreccio y Raissa Kordic. Universidad de Chile. Biblioteca Antigua chilena. RIL
Editores. Santiago, 2001.
91
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90
92
Derecho y Política
SOBRE LA TEORÍA DE LA CULTURA POLÍTICA
RESUMEN:
El objetivo del presente trabajo es presentar un panorama del desarrollo teórico del
concepto de cultura política, destacando tres momentos fundamentales: el de los poli-
tólogos Almond y Verba, quienes definieron este concepto como la postura cognitiva,
afectiva y evaluativa que tiene una nación sobre su sistema político. A su vez pro-
pusieron tres formas de culturas políticas: parroquial, de súbdito y de participación,
que se asocian respectivamente a tres sistemas políticos: tradicional, autoritario y de
participación. El segundo momento que se aborda es el del periodo revisionista del
concepto de cultura política de los autores mencionados, donde se plantea la necesidad
de incursionar en el ámbito de los nuevos planteamientos teóricos de disciplinas como
la antropología, la sociología, la comunicación y la historia. Esto con el propósito de
actualizar la definición de cultura política. El tercer momento que se describe es el
de la configuración actual de cultura política, la cual se concibe como un concepto
complejo que comprende creencias, actitudes, identidades y conocimientos que un
colectivo tiene hacia su sistema político, y la manera en que esto se expresa en formas
de participación política en el contexto de estructuras de poder.
Palabras clave: cultura política, participación política, sistema político, poder, inter-
disciplinariedad.
ABSTRACT:
The objective of this work it is present a view of development theoretical concept
of political culture, highlighting three key moments: the first, when the Almond and
Verba political scientists which defined the concept of cognitive orientation, affective
and evaluative that a nation has on its political system. At the same time they proposed
three forms of political cultures: parochial, of citizen and participation, which are as-
sociated respectively to three political systems: traditional, authoritarian and participa-
95
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 93 - 104
tion. The second moment that is addressed is the revisionist period, about the concept
of political culture of the authors mentioned, where there is a need to venture into
the field of new theoretical approaches of disciplines such as anthropology, sociology,
communication and history. This in order to update the definition of political culture.
The third moment described is the current configuration of political culture, which is
conceived as a complex concept that includes beliefs, attitudes, identities and knowled-
ge that a group has towards its political system, and the way this is expressed in forms
of political participation in the context of power structures.
Keywords: political culture, political participation, political system, power, interdisci-
plinarity.
INTRODUCCIÓN
El concepto de cultura política tiene su origen y desarrollo esencialmente en la discipli-
na de la ciencia política, a principios de la segunda mitad del siglo pasado. Esta teoría
busca realizar un abordaje de la política desde la subjetividad de los mismos actores,
ya que lo que le interesa conocer es la cultura de la sociedad sobre la política (Almond
& Verba, 1970), es decir, pretende conocer los supuestos que se forman las personas
acerca de los fenómenos políticos. De forma específica, la cultura política refiere al
análisis de las creencias, conocimientos, actitudes, identidades, formas de participación
ante fenómenos de la política. Su objetivo es explicar la forma en que los colectivos
sociales construyen los objetos del ámbito político y la influencia en la conformación
de la democracia.
La metodología que utilizan los investigadores de la cultura política es muy rica, pues
no privilegian ninguna técnica de detección en particular; más bien, los autores propo-
nen una apertura a las diversas técnicas de investigación para el estudio del pensamien-
to sociocultural de los fenómenos políticos (Tejera Gaona, 1998). En función de esto,
los estudios de cultura política logran representarla como una entidad regularmente
estática o con pocos cambios, donde a lo más, se ha enfatizado considerar la existencia
de varias culturas políticas, pues como ha señalado Lagroye (1994), hablar de cultura
política en singular es ignorar las contradicciones sociales acerca del proyecto deseable
de organización política, y los grados de relación tan dispares que los habitantes de una
sociedad mantienen con lo político.
Una más de las cuestiones fundamentales de la cultura política, es lo referente al fenó-
meno de la participación política, la que para los autores más influyentes del ámbito,
ésta determina la participación (Almond & Verba, 1970; Inglehart et al, 1994; Basá-
ñez, 1996; Moreno, 2003; Basáñez, 2006; Welzel e Inglehart, 2008; Anduiza & Bosch,
2012). En otras palabras, esta perspectiva explica que el comportamiento es resultado
de la cultura política. No obstante, también es cierto que desde las primeras investiga-
ciones de cultura política se reconoció que la influencia operaba en ambas direcciones,
es decir, que la cultura política impacta, por ejemplo, en el comportamiento político y
la estructura gubernamental, y que estos objetos a su vez tienen un influjo en la cultura
96
JOSÉ LUIS CAVAZOS ZARAZÚA / Sobre la Teoría de la Cultura Política.
(Almond, 1988). Dicho lo anterior, se describirá un panorama general del concepto se-
ñalado con el propósito de introducir sus principales elementos al análisis de la política.
97
modernas, ya que estaban convencidos de que el tipo de cultura política definía el ca-
rácter del sistema político de estas naciones (García Jurado, 2006).
El contexto mundial en que aparece La cultura cívica, reclamaba comprender, por
ejemplo, cómo el sistema político democrático de Weimar se derrumbó surgiendo en
su lugar el nazismo. Para mediados del siglo pasado, la explicación que daban los estu-
dios de la personalidad autoritaria representada por Adorno, Marcuse y Fromm, entre
otros, se centraba en adjudicar a la estructura familiar y a la socialización infantil los
orígenes del nacionalismo, el antisemitismo y el etnocentrismo alemán; pero tal inter-
pretación no daba importancia a la comprensión del fenómeno desde la influencia de
la historia, el impacto de las vivencias en la edad adulta de las personas, así como los
procesos cognitivos autónomos (Almond, 1988) o representaciones culturales, que en
ocasiones se resisten a la determinación de las estructuras sociales sobre la conciencia
social que destaca la teoría marxista (Chartier, 2005).
En el escenario ideológico en el que surge La cultura cívica, también se trataban de
encontrar las claves culturales para establecer en varios países el idealizado modelo
democrático y capitalista angloamericano (Heras Gómez, 2002). En el ámbito cien-
tífico la influencia de la sociología cultural, la emergencia de la psicología social y la
antropología cultural, además del desarrollo de los métodos cuantitativos a través de
encuestas de opinión, fueron un marco importante de recepción en el que aparece la
investigación académica de la cultura política (Benedicto, 2004). Seguramente, el pro-
ceso de descolonización, la revolución cubana y la guerra fría también influyeron en el
desarrollo de esta perspectiva (Krotz, 2002; citado en Millán La Rivera, 2008).
En La cultura cívica, Almond y Verba (1970) definieron cultura política de una na-
ción a las “orientaciones específicamente políticas, posturas relativas al sistema po-
lítico y sus diferentes elementos” (p. 30). Para ellos, las orientaciones se constituían
por tres dimensiones articuladoras de la cultura: “1. “orientación cognitiva”, es decir,
conocimientos y creencias acerca del sistema político…; 2. “orientación afectiva”, o
sentimientos acerca del sistema político…; y 3. “orientación evaluativa”, los juicios y
opiniones sobre objetos políticos” (p. 31).
Esta primera aproximación del estudio de la cultura política, continua siendo un punto de
referencia en investigación por establecer tres patrones de orientación: cognitiva, afectiva
y evaluativa; y por definir tres formas de culturas políticas, las cuales se asocian más o
menos conforme a sistemas políticos tradicionales, autoritarios y de participación, éstas
son: de tipo parroquial, en donde no existe una diferenciación entre política, economía y
religión, los miembros de esta cultura desconocen su sistema político, no esperan nada de
éste y por lo tanto no influyen en él; de súbdito o subordinada, en la cual los individuos
sí conocen su sistema político, por lo que se pueden sentir contentos o descontentos con
éste, sin embargo la relación que mantienen con el sistema es esencialmente pasiva; y la
de participación, en la que la sociedad está totalmente orientada hacia su sistema político
como un todo, de tal manera que los sujetos tienen una participación política activa, ya sea
por la aceptación o rechazo que mantengan hacia su sistema (Almond & Verba, 1970).
98
De la misma forma, la vigencia de La cultura cívica se sostiene por concertar “el aná-
lisis comparado con la estadística y el survey” (Lanzaro, 2002, p. 45). De hecho, en la
actualidad uno de los paradigmas más dominantes en el estudio de la cultura política es
aquel que se plantea como variables de estudio las creencias, las actitudes y los senti-
mientos, expresado en una cantidad creciente de sondeos y encuestas sobre los valores
y expectativas de los votantes, que se miden a través de la metodología cuantitativa de
la encuesta, y que pone en evidencia la influencia de la investigación fundadora sobre
cultura política de Almond y Verba (García Jurado, 2006).
Alguno ejemplos representativos de esta influencia son, en primer lugar, el trabajo de
Hansen La política del desarrollo mexicano (1978), quien además de presentar en su
investigación un recorrido de los avatares de la economía mexicana, desde la indepen-
dencia hasta finales de los años sesenta del siglo XX, expone una caracterización de
la cultura política mexicana definiéndola al igual que Almond y Verba, como subordi-
nada; lo que significa que aunque el México del último lustro de los años sesenta tenía
una buena opinión de sus instituciones políticas principales, contradictoriamente, los
mexicanos de ese entonces esperan muy poco de éstas. Otra muestra de la influencia
de La cultura cívica, es la investigación de Segovia La politización del niño mexicano,
de 1975 (Castro Domingo, 2011), en la que el autor destaca el papel de los grupos
de referencia en la adquisición de los comportamientos y valores, como la influencia
que ejerce la escuela al procurar internalizar las concepciones del nacionalismo en los
niños mexicanos con el objetivo de legitimar al Estado. Asimismo, la tesis doctoral de
Peschard en 1995, Cambio y continuidad en el comportamiento electoral del Distrito
Federal, 1988/1994, que basa su exploración en la aplicación de tres cuestionarios para
medir las dimensiones de las actitudes políticas electorales: lo cognitivo, lo afectivo y
lo evaluativo (Ramos Lara, 2006). Y finalmente, el trabajo de Ai Camp La política en
México (2000), que se ocupa de la cultura política de los mexicanos, la cual analiza des-
de una amplia gama de encuestas de opinión y desde la definición de cultura política
entendida como “los valores y las actitudes relacionados con la posición y el compor-
tamiento político de cada individuo” (pág. 78).
99
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 93 - 104
100
JOSÉ LUIS CAVAZOS ZARAZÚA / Sobre la Teoría de la Cultura Política.
101
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 93 - 104
sado. Para el autor, los valores materialistas se asocian al bienestar material y seguridad
física, mientras que los valores posmaterialistas tienen que ver con la autorrealización
personal y la participación política. Sin embargo, es pertinente señalar que al parecer
dicha revolución cultural está retornando a la valoración de la seguridad individual,
social y colectiva en dimensiones globales, como resultado de la creciente inseguridad
social en todos los órdenes de la vida (Díez Nicolás, 2011).
La actitud se concibe como la disposición favorable o desfavorable que los individuos
y grupos sociales tienen respecto a un problema en un momento determinado (Mont-
mollin, 2008). En cuanto la identificación partidista, se le define como la vinculación o
autodefinición positiva que establecen las personas con los partidos políticos (Aguilar
López, 2008). El conocimiento, por su parte, es la información sobre una cosa o fe-
nómeno que posee un grupo social determinado. Más en concreto, el conocimiento
político trata de la información específica que tiene una grupo de personas sobre la
política, por lo que la acumulación considerable de conocimiento político puede ser
una dimensión explicativa de la formación de actitudes políticas (Adamo & García
Beaudoux, 2002).
Respecto a la variable participación política, se le define como todo tipo de comporta-
miento realizado por una persona o grupo con la intención de transformar en alguna
medida los asuntos de carácter público, la cual se divide en dos tipos: participación
política convencional y no convencional. La primera de ellas la integran comporta-
mientos asociados a los procesos electorales como votar, apoyar económicamente a un
partido, militancia, convencer a otros para que voten, entre otras. Mientras que la no
convencional se compone de conductas relacionadas a críticas políticas en medios de
comunicación, huelgas, boicots, manifestaciones, daños a la propiedad, violencia per-
sonal, etcétera (Sani, 1982; Sabucedo, 1988; Molero, 1998; Contreras-Ibáñez, Correa
Romero, García & Barragán, 2005; Anduiza & Bosch, 2012).
Otra de las concepciones teóricas para pensar la participación política, es la referente
a las denominadas culturas políticas contemplativas y combativas (Basáñez, 1996; Ba-
sáñez, 1998; Basáñez, 2006), las cuales corresponden con las formas de participación
política convencional y no convencional, respectivamente. Para Basáñez, las culturas
contemplativas que caracterizan a los países latinoamericanos, son orientadas por un
núcleo de valores instituidos por la familia, las amistades y la vida religiosa, los que por
su propia identidad se presentan resistentes a la libertar y el progreso; mientras que las
culturas combativas, principalmente angloamericanas, se distinguen por tener un alto
grado de concientización política, con la tendencia favorable hacia una ética en direc-
ción al progreso y hacia el espíritu crítico.
Algunos autores (Lagroye, 1994; Benedicto, 2004; Vallès, 2008) han señalado que para
comprender mejor el fenómeno de la cultura política, es relevante investigar la forma
en que fue construida, es decir, dar cuenta de dónde se adquiere, cómo se conserva y
modifica. Para ello, proponen el análisis de la socialización política, que se conceptuali-
za como el proceso de incorporación de actitudes, creencias, conocimientos, valores e
ideologías políticas, que las personas adquieren de agentes de socialización que se clasi-
102
JOSÉ LUIS CAVAZOS ZARAZÚA / Sobre la Teoría de la Cultura Política.
fican en tres grupos: los grupos primarios como la familia, los amigos, los vecinos; los
grupos secundarios como los sistemas educativos, los partidos, la iglesia, los medios de
comunicación y las ONG; y por último los grupos de referencia como la clase social,
la creencia religiosa, la profesión, los rasgos étnicos y el origen nacional.
Por último, el concepto de política se define como la acción social que tiene como fina-
lidad incidir en la trasformación de las estructuras de poder (Varela, 2000); por tanto, el
ejercicio de participación ciudadana en base a la cultura política, producirá efectos en la
organización política. Idealmente se espera que la cultura política sea participativa para
que la consecuencia sea la democratización del sistema político.
BIBLIOGRAFÍA
Adamo, O D & García Beaudoux, V. (2002). Actitudes y política. En J. F. Morales
et al (coords.). Psicología social (pp. 287-307). Bueno Aires: Pearson Educación.
Aguilar López, J. (2008). Identificación partidaria: apuntes teóricos para su estudio.
(Versión electrónica). Polis: Investigación y análisis sociopolítico y psicosocial,
4, 15-46. Recuperado el 6 de mayo de 2013, de http://www.juridicas.unam.mx/
publica/librev/rev/polis/cont/20082/art/art2.pdf
Almond, G. A. & Verba, S. (1970). La cultura cívica. Estudio sobre la participación
política democrática en cinco naciones. Madrid: FOESSA.
Almond, G. A. (1988). El estudio de la cultura política (Versión electrónica). Revista
de Ciencia Política, X (2), 77-89. Recuperado el 14 de Mayo de 2013, de http://
www7.uc.cl/icp/revista/pdf/rev102/ar5.pdf
Anduiza, E. & Bosch, A. (2012). Comportamiento político y electoral. Barcelona:
Ariel.
Aron, R. & Foucault, M. (2008). Diálogo. Buenos Aires: Claves.
Basáñez, M. (1996). El pulso de los sexenios. 20 años de crisis en México. México:
Siglo XXI.
Basáñez, M. (1998). Latino y angloamérica en las encuestas de valores (Versión elec-
trónica). Este país, (68). Recuperado el 6 de mayo de 2013, de http://estepais.
com/inicio/historicos/68/2_encuesta_latino_miguel.pdf
Basáñez, M. (2006). La aguja y el camello (Versión electrónica). Este país, (183).
Recuperado el 6 de mayo de 2013, de http://estepais.com/inicio/histori-
cos/183/14_encuesta1_la%20aguja_basanez.pdf
Benedicto, J. (2004). La construcción de los universos políticos de los ciudadanos.
En J. Benedicto & M. L. Morán (Eds.). Sociedad y política. Temas de sociología
política (pp. 227-267). Madrid: Alianza.
Bourdieu, P. (2011). Cuestiones de sociología. Madrid: Akal/Istmo.
103
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 93 - 104
104
JOSÉ LUIS CAVAZOS ZARAZÚA / Sobre la Teoría de la Cultura Política.
Heras Gómez, L. (2002). Cultura política: el estado del arte contemporáneo (Versión
electrónica). Reflexión política, 4 (8), 181-191. Recuperado el 14 de Mayo de
2013, de http://www.redalyc.org/pdf/110/11000812.pdf
Inglehart, R., Basáñez, M. & Nevitte, N. (1994). Convergencia en Norteamérica.
Comercio, política, cultura. México: Siglo XXI.
Lagroye, J. (1994). Sociología política. México: FCE.
Lanzaro, J. (2002). Cultura política. En C. Altamirano (dir.). Términos críticos de
sociología de la cultura (pp. 44-46). Buenos Aires: Paidós.
Linton, R. (1971). Cultura y personalidad. México: FCE.
Luhmann, N. (2009). La política como sistema. México: Universidad Iberoamericana.
Millán La Rivera, C. (2008). Cultura política: acercamiento conceptual desde Amé-
rica Latina. Perspectivas de la comunicación, 1 (1), 42-55. Recuperado el 31 de
marzo de 2010, de la base de datos Dialnet.
Molero, F. (1998). Participación política no convencional. En J. F. Molares (Coord.).
Psicología social (pp. 861-874). Madrid: MacGrawHill.
Montmollin, G. (2008). El cambio de actitud. En S. Moscovici (coord.). Psicología
social I (pp. 117-173). Barcelona: Paidós.
Morán, M. L. (1999). Los estudios de cultura política en España. Revista Española
de Investigaciones Sociológica, 85 (99), 97-129. Recuperado el 31 de marzo de
2010, de la base de datos Dialnet.
Moreno, A. (2003). El votante mexicano: democracia, actitudes políticas y conducta
electoral. México: FCE.
Murga Frassinetti, A. (2008). Cultura política: un inventario bibliográfico. Revista de
Ciencias sociales, (121), 107-131. Recuperado el 20 de agosto de 2012, de la base
de datos Dialnet.
Ramos Lara, E. (2006). El estudio de la cultura política en México. En M. A. Gonzá-
lez Pérez (Coord.). Pensando la política. Representación social y cultura política
en jóvenes mexicanos (pp. 91-118). México: Plaza y Valdés.
Sabine, G. H. (2012). Historia de la teoría política. México: FCE.
Sabucedo, J. M. (1988). Participación política. En J. Seoane & Á. Rodríguez (Eds.).
Psicología política. (pp. 165-194). Madrid: Pirámide.
Sani, G. (1982). Participación política. En N. Bobbio, N. Matteucci & G. Pasquino.
Diccionario de política (pp. 1180-1183). México: Siglo XXI.
Tejera Gaona, H. (1998). Cultura política, poder y racionalidad (Versión electróni-
ca). Alteridades, 8, 145-157. Recuperado el 12 de abril de 2013, de http://www.
uam-antropologia.info/alteridades/alt16-12-tejera.pdf
Touraine, A. (2006). ¿Qué es la democracia? México: FCE.
105
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 93 - 104
106
LAS CONSTITUCIONES DE BRASIL
Tadeu Maesse1
RESUMEN
La República Federativa del Brasil tuvo su independencia en el año 1822, desde en-
tonces ha sido objeto de varias formas de gobierno, desde la monarquía, en que tenía
cuatro formas de gobierno, siendo el principal de ellos, el poder moderador, que fue
ejercido por Don Pedro I. Ya en la primera República de Brasil las elecciones eran in-
directas y el voto voluntario, caracterizado por el poder de los coroneles en la política,
siendo la votación abierta y marcada por el fraude electoral, luego hubo el período de
la dictadura, donde la concentración del poder Ejecutivo era ejercido por el Ejército,
luego después de una elección indirecta de un civil durante la dictadura, se adoptó la
nueva República, donde cuenta con las votaciones y elecciones directas y obligatoria
para todas las clases sociales. Este artículo tiene por objeto contribuir con una visión
global e histórica de las Constituciones de Brasil del período de 1822 hasta nuestros
días, a través de una revisión de la literatura nacional.
Palabras claves: Gobierno; República; Dictadura; Voto; Constituciones.
ABSTRACT
The Federative Republic of Brazil had its independence from their colonizers in 1822,
since then several forms of government have undergone, from monarchy, in which
there were four powers, main of them, the moderating power, which was exercised by
the Emperor Don Pedro I. The indirect elections and its census and voluntary voting,
through the first Brazilian republic, was a period characterized by the power of the co-
lonels in politics, being open vote marked by electoral fraud, after there was the period
of dictatorship, in which the concentration of the executive power was dominated by
the army, after an indirect election of a Civil during the dictatorship, was adopted the
new Republic, through which direct and compulsory voting and elections were for all
social classes. This article aims to contribute to a comprehensive and historical view
of the Brazilian Constitutions of 1822 period to present days, through a review of
national literature.
Keywords: Government; Republic; Dictatorship; Vote; Constitutions.
107
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 105 - 111
INTRODUCCIÓN
El Brasil desde su independencia política en 1822, ha construido una rica historia po-
lítica, formada por momentos de gran inestabilidad democrática, alternando con otros
momentos de mayor estabilidad y respeto de los derechos humanos fundamentales.
A lo largo de la historia de Brasil la democracia y el derecho al voto fueron albos de
ataques políticos constantes y, en varias ocasiones, extintos de la sociedad.
Desde que Brasil se ha desactivado del estado colonial, a través de la Declaración de
Independencia, existieron siete (7) Constituciones federales, y no todas contemplaban
la democracia.
Para entender el contexto actual, en el que la democracia está ubicada es importante
analizar el pasado de las relaciones entre Brasil y la democracia. Para ello, se presentará
un estudio sobre la historia de las Constituciones de Brasil y su relación con la demo-
cracia y el derecho al voto.
DESARROLLO
Constitución del Imperio (1824)
Con la independencia de Brasil, el 07 de septiembre 1822 se inició la Era Imperial
brasileña.
El 25 de marzo de 1824, el emperador Pedro I trazó la primera Constitución brasileña,
conocida como la Constitución Política del Imperio del Brasil. Esa Constitución estu-
vo vigente hasta el 11/15/1889.
Todo el período monárquico se ha rígido por la Constitución de 1824, que, aunque
tuviera un concepto de democracia, en la práctica, no había nada democrático. Ese
período ha sido considerado por los historiadores como una “constitución antide-
mocrática”. La elección en ese período era indirecta y el voto era opcional, es decir,
sólo una pequeña parte de la población tenía derecho a elegir a sus representantes: los
hombres mayores de 25 años y los que tenían un ingreso superior a 100.000 reis anual.
En consecuencia, en la práctica pocos decidían el futuro de muchos.
Se puede decir, también, que los derechos políticos se limitaban a un grupo de personas que
tenían un cierto nivel de ingresos, con exclusión de la población pobre, como empleados,
esclavos, entre otros. También cabe destacar la instalación de un complejo proceso jerárqui-
co de las elecciones a través de reuniones, lo que limita el círculo de participantes.
Debe tenerse en cuenta que el punto de esta Constitución más llamativo es lo que Ben-
jamin Constant lo llamó formulación cuadripartita, que se presentan, además de los
poderes ejecutivo, legislativo y judicial, un cuarto poder: el poder moderador.
En resumen, el poder moderador del emperador, le daba el derecho de decidir acerca
de todo. Por lo tanto, en la práctica, aunque un grupo limitado elegía a algunos repre-
sentantes, era inútil si no estaban de acuerdo con la opinión del emperador.
108
TADEU MAESSE / Las Constituciones de Brasil.
109
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 105 - 111
110
TADEU MAESSE / Las Constituciones de Brasil.
contra el poder legislativo y el poder judicial. Fue una época marcada por el autori-
tarismo, la supresión de las garantías constitucionales y la censura de los medios de
comunicación.
La Constitución de 1967 recibió en 1969 una nueva redacción conforme la Enmienda
Constitucional Nº 1, aprobado por los ministros militares que se encontraban en el
ejercicio de la Presidencia, ya que el entonces Presidente Costa e Silva se encontraba
enfermo. Es considerado por algunos estudiosos como una nueva Constitución. José
Afonso da Silva (2015) afirma:
Teóricamente y técnicamente, no se trataba de una enmienda, pero de una nueva cons-
titución. La enmienda sólo sirvió como mecanismo de concesión, ya que realmente
promulgó el texto en su refundición, empezando por el nombre que se le dio a ella, la
Constitución de la República Federativa del Brasil, mientras que la de 1967 fue llamada
sola de Constitución de Brasil. (SILVA, 2015, p.89)
El propio Supremo Tribunal reconoce que, excepto en el aspecto formal, como una
nueva Constitución: “La Enmienda 1, 1969, asciende a una nueva constitución por su
estructura y por la determinación de que los dispositivos anteriores siguen en vigor.”
La Constitución de 1967, modificada por la Enmienda Constitucional n. 1/69 inten-
sificó la concentración de poder en el Ejecutivo dominado por el ejército y, permitió
la sustitución del presidente por una junta militar, a pesar de existir un vicepresidente,
Pedro Aleixo.
El Gobierno ha adoptado otras medidas, como la promulgación de una Ley de Seguri-
dad Nacional, que restringió severamente las libertades civiles en el marco de la lucha
contra la subversión, y la Ley de Prensa, que estableció la Censura Federal.
Sucede que, durante el régimen militar numerosas protestas sociales han tomado el
país para recuperar la democracia y otros derechos ya obtenidos por la legislación
anterior. Como explícita Barreiros Neto, una de las principales campañas contra el
gobierno militar fue la ‘directa ya’:
El 12 de enero de 1984, en Boca Maldita, en Curitiba, se lleva a cabo, el primer mitin
de la campaña de “directa ya.” A partir de esta reunión, varias otras comienzan a suceder
en todo el país. En 25 de enero de 1984, día del aniversario de 430 años de la fundación
de la ciudad de São Paulo, una gran manifestación se llevó a cabo en São Paulo, reuniendo
a miles de personas. Figuras políticas de diversas tendencias, como Ulysses Guimarães,
Teotonio Vilela, Tancredo Neves, Fernando Henrique Cardoso, Leonel Brizola y Luis
Inácio Lula da Silva se tornaran presentes constantemente en las manifestaciones a favor
de elecciones directas, que movilizo todo el país y denotan el fracaso del régimen militar.
(BARREIROS NETO, 2009)
Los militares dejaron el poder con la elección indirecta para presidente el 15 de enero
de 1985, cuando Tancredo Neves fue elegido como el primer presidente civil de Brasil
después de 21 años, derrotando al candidato Paulo Maluf.
111
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 105 - 111
112
TADEU MAESSE / Las Constituciones de Brasil.
BIBLIOGRAFÍA
BRASIL, Constituição (1988), Constituição da República Federativa do Brasil. Brasí-
lia, DF: Senado Federal, 1988.
BRASIL, ECA. Estatuto da Criança e do Adolescente. Brasília, DF. Senado, 1990.
GOMES, José Jairo. Direito Eleitoral. 11. Ed. revista, atualizada e ampliada. São
Paulo: Atlas, 2015.
LENZA, Pedro. Direito Constitucional Esquematizado. 19. Ed. São Paulo: Saraiva,
2015.
MENDES, Gilmar Ferreira; COELHO, Inocêncio Mártires; BRANCO, Paulo Gus-
tavo Gonet. Curso de Direito Constitucional. São Paulo: Malheiros, 2010.
MORAES, Alexandre. Direito Constitucional. 31 Ed. São Paulo: Atlas, 2015.
PENA, Guilherme Peña de Moraes. Curso de Direito Constitucional. 7. Ed. São
Paulo: Atlas, 2015.
SILVA, José Afonso da. Curso de Direito Constitucional Positivo. 38. Ed. revista e
atualizada. São Paulo: Malheiros, 2015.
SUPREMO TRIBUNAL FEDERAL. Guia de Direito Constitucional. Disponível
em: <http://www.stf.jus.br/portal/cms/vertextos.asp?servico=bibliotecacon-
sultaprodutobibliotecaguiad&pagina=constituicaoanterior:1988>. Acesso em
09, jun, 2015.
113
ESTADO, CIUDADANÍA Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA
DESARROLLO HISTÓRICO-CONCEPTUAL CONTEMPORÁNEO
RESUMEN
El presente texto pretende describir las diferentes tradiciones conceptuales más rele-
vantes que forjaron la conceptualización de la “ciudadanía” en Latinoamérica: T. H
Marshall y su clásico “Ciudadanía y clase social” (1949). Su proceso dominante y sus
criticas (Manuel Garreton, Josè Nun)
Seguidamente recorre los nuevos constructos teóricos que reflejan el estado de si-
tuación de la relación Estado-Política y las nuevas ciudadanías en la actualidad: Will,
Kimlicka, Iris Marion Young, Sonia Fleury, Alvaro García Linera,
Todo este proceso enmarcado históricamente en el debate político contemporáneo de
la “Patria Grande”.
ABSTRACT
This paper aims to describe the most important conceptual traditions that forged the
conceptualization of “citizenship” in Latin America: T. H Marshall and his classic
“Citizenship and Social Class” (1949). Its dominant process and its critics (Manuel
Garreton, Jose Nun)
Then, the text covers new theoretical constructs that reflect the state of situation of
relationship between State-Policy and new citizenships that are registered today: Will,
Kimlicka, Iris Marion Young, Sonia Fleury, Alvaro Garcia Linera, this whole process
historically is framed in contemporary political debate of the “Patria Grande”.
115
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 113 - 121
1. INTRODUCCIÓN
“Esto es, en suma, la ciudad:
el espacio donde nacen y se ejercen
los derechos y deberes de ciudadanía,
y donde el ciudadano se constituye
como el elemento esencial de la vida social”
(Carrión: 2007, 52).
En los albores del siglo XXI los modelos tradicionales de política, democracia y ciu-
dadanía que constituyeron los Estados y sociedades del todo el siglo pasado, están
siendo profundamente cuestionados. Dichas discusiones, no surgen exclusivamente
desde el plano analítico, sino de las mismas condiciones materiales de transformación
construidas e impuestas por los sectores dominantes –especialmente a partir del neo-
liberalismo- y de las respuestas creativas dadas por los nuevos sujetos sociales y polí-
ticos emergentes –nuevos movimientos sociales, minorías étnicas, religiosas, sexuales,
etc.- que abordan el espacio público.
2 “Marshall era un sociólogo destacado, con una considerable experiencia como académico y
como funcionario. Era también un heredero de las tradiciones del socialismo ético francés,
fuertemente orientadas desde el siglo XIX a promover por distintos medios la igualdad social.
No es extraño, entonces, que se volviese un convencido defensor y estudioso del Estado de
Bienestar…” (Nun, 2000: 55).
116
ALBERTO CÉSAR MOLINA / Estado, Ciudadanía y Política en América Latina Desarrollo Histórico-Conceptual Contemporáneo.
3 Entendiendo el autor que éste derecho “no es un derecho a poseer propiedad, sino un dere-
cho a adquirirla, si uno puede, y a protegerla, si se la puede adquirir” (Marshall: 2004, 42).
4 Entendiendo el autor que éste derecho “no es un derecho a poseer propiedad, sino un dere-
cho a adquirirla, si uno puede, y a protegerla, si se la puede adquirir” (Marshall: 2004, 42).
117
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 113 - 121
clase social, por otra parte, es un sistema de desigualdad.” (op. cit. 36).
5 “Por una parte, las conferencias de Marshall dotaron de ciertos anclajes institucionales con-
cretos a los derechos humanos que un año antes habían proclamado las Naciones Unidas, po-
niendo a la vez de manifiesto que tales derechos sólo son realizables si se dan determinadas
condiciones materiales. Por otra parte establecieron el carácter multidimensional de la noción
de ciudadanía, compuesta como mínimo por tres elementos: el político, el civil y el social.”
(Nun, 2000: 56).
6 “…hablar del Estado nunca es hablar de un dato sino de una construcción, de un artefacto
cultural que aparece, a la vez, como el producto y la expresión de determinados conflictos y
tradiciones, cristalizados en conjuntos históricamente específicos de instituciones y de prác-
ticas. De ahí el papel que han jugado los intelectuales en elaborar la teoría de su soberanía o
en establecer sus articulaciones con la sociedad civil y, sobre todo, en erigirlo en Occidente,
en los dos últimos siglos, en el portador de proyectos colectivos que, según los momentos y
lugares, se condensaron en el nacionalismo, en la modernización, en la justicia o en el desa-
rrollo. Decir Estado, entonces connota siempre experiencias particulares” (Nun: 2000, 63).
118
ALBERTO CÉSAR MOLINA / Estado, Ciudadanía y Política en América Latina Desarrollo Histórico-Conceptual Contemporáneo.
con el argumento de que (a) son incompatibles con la idea de libertad negativa y con
los reclamos de justicia basados en el mérito, (b) son económicamente ineficientes, y
(c) nos hacen avanzar en el camino hacia la servidumbre” (Kimlicka: 2004, 9).
Lejos estamos de hallar evidencia empírica que demuestren que las reformas impulsa-
das por la Nueva Derecha desde los años ochenta, hayan construido en el sentido de
una ciudadanía responsable.7
Finalmente, aun en aquellos que reivindican las categorías marshallianas, la ven incom-
pletas y caducas, ya que el esquema original no considera el creciente pluralismo social
y cultural de las sociedades modernas. El mismo Tom Bottomore8 sugiere una actua-
lización sobre las “nuevas cuestiones que surgen…concernientes a la relación entre
ciudadanía formal y sustantiva; la conexión entre derechos y ciudadanía; las concep-
ciones diferentes y conflictivas de la naturaleza y la magnitud de los derechos sociales”
(Marshall: 2004, 133).
119
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 113 - 121
largo de los siglos (desde la época de los griegos) y ha cobrado nuevos contenidos en lo
que se ha dado en llamar la ciudadanía moderna, que surge en los siglos XVIII y XIX,
según los países y regiones, y que marcan el paso de una sociedad estamental a una
moderna. A los largo de los tiempos, las concepciones y contenidos de la ciudadanía se
han ido ampliando y complejizando, en un permanente proceso alimentado ya sea por
la rectificación de los derechos existentes (Lister habla de dar sustancia a los derechos
existentes), ya sea por el descubrimiento de las nuevas exclusiones que se iban gene-
rando” (Vargas: 1999, 125).
Will Kimlicka nos introducen el la dicotomía ciudadana de igualdad-pluralidad. “La ciu-
dadanía no es un status legal definido por un conjunto de derechos y responsabilidades.
Es también una identidad, la expresión de la pertenencia a una comunidad política…
Con el tiempo ha resultado claro, sin embargo, que muchos grupos –negros, mujeres,
pueblos aborígenes, minorías étnicas y religiosas, homosexuales y lesbianas- todavía se
sienten [y nosotros diremos que efectivamente lo son] excluidos de la “cultura compar-
tida”, pese a poseer los derechos comunes propios de la ciudadanía. Los miembros de
tales grupos se sienten excluidos no sólo a causa de su situación socioeconómica sino
también como consecuencia de su identidad sociocultural: su “diferencia” (Kimlicka:
2004, 27).
Así, los hombres y mujeres, miembros de esos grupos excluidos, serían incorporados
a la comunidad política no sólo como individuos sino también a través del grupo, y
sus derechos dependerían en parte de su pertenencia a estos grupos o movimientos
sociales. (Op. cit., 28).
Una de las mas influyentes pensadoras del pluralismo cultural es Iris Marion Young,
quien señala que el intento de crear una concepción universal de la ciudadanía que tras-
cienda las diferencias grupales es fundamentalmente injusto, porque históricamente
conduce a la opresión de los grupos excluidos: “en una sociedad donde algunos grupos
son privilegiados mientras otros están oprimidos, insistir en que, como ciudadanos, las
personas deben dejar atrás sus filiaciones y experiencias particulares para adoptar un
punto de vista general, sólo sirve para reforzar los privilegios. Esto se debe a que la
perspectiva y los intereses de los privilegiados, tenderán a dominar este público unifi-
cado, marginado y silenciado a los demás grupos” (Young: 1989, 257).
Las razones básicas que esgrime Young para señalar que la genuina igualdad necesita
reafirmar las diferencias grupales son que, primeramente que los grupos culturalmente
excluidos están en desventaja de cara al proceso político y “la solución consiste al me-
nos parcialmente en proveer medios institucionales para el reconocimiento explícito y
la representación de los grupos oprimidos” (Young, 1989, 259). Segundo, los grupos
culturalmente excluidos tienen necesidades particulares que sólo se pueden satisfacer
mediante políticas diferenciadas.
Claro está que las diferenciaciones propugnadas por Young son para los grupos histó-
ricamente excluidos y dominados, para recobrar –o inaugurar- su integración plena a la
comunidad política. Se deja así fuera de éstas diferenciaciones positivas, las producidas
al interior de los mismos sectores dominantes –como la de las urbanizaciones priva-
120
ALBERTO CÉSAR MOLINA / Estado, Ciudadanía y Política en América Latina Desarrollo Histórico-Conceptual Contemporáneo.
10 Los críticos de la ciudadanía diferenciada: “temen que si los grupos son estimulados a reple-
garse sobre sí mismos y a cerrarse en su “diferencia” (sea racial, étnica, religiosa, sexual, o de
cualquier otro tipo) entonces la esperanza de una amplia fraternidad deberá abandonarse”
(Kimlicka, 2004, 31).
121
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 113 - 121
CONCLUSIÓN
A partir del recorrido planteado por el texto, podemos observar el desarrollo de la ma-
triz dominante de ciudadanía para mirar la propia realidad latinoamericana. Nos solo
tomando los desarrollos teóricos de la ciudadanía anglosajona desde su relevancia his-
tórica, sino como paradigma. Ésta grave situación para la generación del “pensamiento
situado” latinoamericano, ha despertado el interés en intelectuales de la patria Grande,
en ir construyendo nuestras propias categorías de análisis y praxis política.
Así, abrazamos el desafío desde los ámbitos universitarios, académicos, movimientos
sociales, partidos políticos, de ir posibilitando nuevas formas de pensar, desde “el aquí
y ahora”.
BIBLIOGRAFÍA
BARBEITO, A. y LO VUOLO, R. (1992). La modernización excluyente. Buenos
Aires: Losada-CIEPP-Unicef.
BAUMAN, Z. (2004). Modernidad Líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Eco-
nómica.
BORÓN, A, et. al (2002). Filosofía política contemporánea: controversias sobre ci-
vilización, imperio y ciudadanía, Bs. As: CLACSO
CALDERÓN, F. (2004). Las condiciones sociales de la democracia: el Estado y el
régimen. En PNUD (comp.), La Democracia en América Latina: el debate con-
ceptual sobre la democracia. Buenos Aires: Taurus/Aguilar/Altea/Alfaguara.
CARRION, F. (2007). El desafío político de gobernar la cuidad. Nueva Sociedad,
212 (36-52).
EMILIOZZI, S. (2006). La construcción de ciudadanía en el MERCOSUR. KAIRÓS,
10 (17), 1-10.
GARCÍA LINERA, A. (2008). La potencia Plebeya: acción colectiva e identidades in-
dígenas, obreras y populares en Bolivia (1° Ed.). Buenos Aires: Prometeo Libros.
___¬¬¬____ (2007). El retorno de la Bolivia plebeya. Bolivia: La muela del diablo.
GARRETÓN, M. A. (2005). Polis y sujeto. Nota conceptual sobre democracia y ciu-
dadanía hoy. En R. SALAZAR y P. LENGUITA, (comps.). Democracia Eman-
cipatoria. Argentina: Libros en red.
HELD, D. (1991). Modelos de Democracia. Madrid: Alianza
KYMLICKA, H. y NORMAN, W. (1994). El retorno del ciudadano. Una revisión
de la producción reciente en teoría de la ciudadanía. Cuadernos del Centro Lati-
noamericano de Economía Humana, (75), 81-112.
122
ALBERTO CÉSAR MOLINA / Estado, Ciudadanía y Política en América Latina Desarrollo Histórico-Conceptual Contemporáneo.
123
LA COMUNIDAD: ENTRE LA POLÍTICA Y EL DERECHO.
CONSIDERACIONES PARA LA COHESIÓN SOCIAL
RESUMEN
Desde pensadores clásicos como Aristóteles hasta Rossseau, la comunidad ha sido
considerada un objeto de análisis filosófico y político. Para los profesionales del Traba-
jo Social en particular, la comunidad constituye un espacio propicio para la obtención
de mejores condiciones de calidad de vida y bienestar para los grupos y familias que la
conforman. Sin duda la experiencia en comunidad supone el establecimiento obligado
de relaciones con otros, que a veces ni siquiera salen del anonimato natural pero cuyas
conductas impactan significativamente y determinan en la mayoría de los casos nuestra
percepción del hábitat. El artículo invita al lector a conocer una cierta tensión epis-
temológica entre enfoques más ciudadanos y otros más centrados en el intercambio
social pactado mediante contrato.
Palabras Claves: Comunidad, Contractualistas, Comunitaristas, Cohesión Social, Tra-
bajo Social de Comunidad
ABSTRACT
From classical thinkers like Aristotle to Rousseau, the community has been considered
an object of philosophical and political analysis. For professional of social work in
particular, the community is an environment conducive to the achievement of better
conditions of quality of life and welfare for families and groups that shape space. Cer-
tainly the experience in community involves the forced establishment of relations with
others, that sometimes even beyond nature anonymity but whose behaviors impact
significantly and determine in most cases our perception of the habitat. The article
invites the reader to know some epistemological tension between citizen approach and
other more focused on social exchange agreed by contract.
Keywords: Community contractarians, communitarians, Social Cohesion, Community
social work.
1 Christian Quinteros F.; Chileno, Académico Escuela de Trabajo Social Universidad del Pací-
fico-Chile. Trabajador Social de la Universidad de Valparaíso. Doctorando en Ordenamiento
Territorial y Desarrollo Sostenible Universidad Nacional de Cuyo. Magister en Ciencia Política
Universidad de Chile. Diplomado en Gestión Pública y Desarrollo Territorial Flacso –OEA.
Email: [email protected]. Tel. 56-9-86262816
125
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 123 - 130
COMUNIDAD
Tal como señala Victor Martínez, el enfoque comunitario es transversal a todas las dis-
ciplinas de las ciencias sociales: se construye con aportes generados desde la psicología,
la antropología, la sociología, la educación, el trabajo social, la historia, la economía.
Pero además, este enfoque – en su vertiente aplicada- va más allá de las fronteras de
estas disciplinas para adentrarse en ámbitos tan amplios y diversos como la medicina, la
psiquiatría, obstetricia, terapia ocupacional, enfermería; ingeniería, arquitectura, econo-
mía, nuevas tecnologías de información y comunicación, periodismo, administración
pública, leyes, filosofía, entre otros. (Martínez, 2000). Una comunidad se caracteriza
por generar vínculos afectivos y simbólicos más estrechos y frecuentes entre las perso-
nas y grupos que la componen, donde predomina lo “espontáneo” por sobre lo “racio-
nal”. (Tonnies en García, 2002). Consideraciones como el tamaño de una comunidad
son valores absolutamente relativos, uno no podría decir: éste es el tamaño ideal de una
comunidad, ya que el tamaño de la comunidad no debería superar –según Aristóteles- los
5.000 habitantes. (Schiavetti, 1980). Estos elementos son muy interesantes de revisar.
Dentro de lo que son las definiciones de comunidad y después de haber revisado varios
autores con distintas apreciaciones, se puede afirmar que la comunidad tiene en su in-
terior fuerzas psicoafectivas, fuerzas psicosociales que van determinando su dinámica.
Desde un punto de vista estructural funcionalista si se observa a la comunidad desde
esa perspectiva, vamos a decir que la comunidad tiene estructura y funciones y que en
este sentido estas fuerzas psicoafectivas que podrían estar representadas por ejemplo,
por las lealtades, los sentidos de pertenencia, los aspectos emocionales, los liderazgos,
son todas aquellas fuerzas muchas veces invisibilizadas que determinan que esa comu-
nidad se vaya desarrollando, o se cohesione.
Algunos elementos que buscan ayudarnos a comprender a esta dinámica de la comu-
nidad y que obligan a ser considerados en cualquier análisis de la comunidad lo aporta
Martínez. Algunos rasgos por ejemplo que determinan la dinámica de la comunidad, se
refieren a la localización geográfica de la comunidad, su estabilidad temporal, la iden-
tidad, sus rasgos culturales que otorgan cierta tradición, e incluso lo intergeneracional.
Tal como señala Edmund Burke, la comunidad está formada por los muertos de esa
comunidad y por lo que están por nacer (Friedrich, 1969). Aspectos muy interesantes,
más aún cuando las comunidades se relacionan e interactúan simbólicamente con to-
das las generaciones, en una suerte de co-existencia distinta al aquí y el ahora, es decir
alguien podría decir entonces razonablemente que la comunidad no solo se compone
de los miembros que co-existen en el aquí y en el ahora sino que incluye a todos los
que hicieron esfuerzos por generar esta comunidad, los que participaron en las guerras,
los derrotados, los ganadores, los “héroes” que participaron en su constitución. La es-
tabilidad temporal y la intergeneracionalidad resultan elementos fundamentales, pues
generan vínculos, generan consistencia orgánica, y cohesión.
Luego en el análisis de los servicios, la comunidad satisface sus necesidades organi-
zadamente a través de recursos materiales, físicos, humanos, dotándose de sistemas
de socialización o de transmisión de los roles, de uso del poder y de mecanismos de
126
CHRISTIAN QUINTEROS FLORES / La Comunidad: Entre La Política y El Derecho. Consideraciones para la cohesión social.
regulación de éste, son elementos que conviven en la comunidad, a su vez los dispo-
sitivos a través de los cuales se establecen las normas de desviación, la noción y figura
de autoridad hace que todos tiendan a producir comportamientos adecuados y el que
no lo hace “se tiene que ir” de la comunidad. Todas esas normas permiten controlar la
desviación social. Ya lo decía Merton cuando hablaba de las conductas anómicas que
ajustaban medios y fines. Finalmente el tema del poder es un tema muy interesante
de abordar en el análisis comunitario. Basado en la perspectiva de Michael Focault, el
control del poder no solamente está radicado en el Estado sino que el poder está en
todos los sistemas, en el los colegios médicos, en los gremios, todos direccionan el
poder de acuerdo a sus intereses, de alguna forma, los trabajadores sociales y quienes
nos hemos insertados en comunidades locales, hemos constatado que muchas veces las
personas que tienen un negocio o un almacén, son los ejercen el poder en el territorio
por sobre la autoridades formales. Es interesante ver como se inserta este tema en las
comunidades territoriales. Ese es el preámbulo, la introducción que quería presentarles
sobre un objeto de análisis como es la comunidad, que no tiene tamaño definido y que
básicamente hace que la consideración de comunidades territoriales pueda correspon-
der a espacios nacionales como lo decía Rosseau, o bien a espacios regionales o locales
ya que corresponde a una teoría más bien general.
127
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 123 - 130
preocupación por el actuar con otros bajo el concepto de la amistad como elemento
cohesionador. Dicen algunos autores que mientras más normas tenga una sociedad,
más restricciones tiene y menos cohesionada resulta, el enfoque aristotélico propone el
desarrollo de las virtudes humanas y la práctica de la amistad en la polis.
Aristóteles hablaba de la polis como estado o ciudades que se forman por aldeas donde
lo importante es vivir bien, el vivir bien quiere decir llevar una vida perfecta o suficien-
te, tiene que ver con el cultivo de virtudes como el sacrificio, la templanza, la búsqueda
de la justicia, la circunspección, la prudencia, eso es vivir una vida plena, para vivir bien
se requiere de alianzas, hoy si lo miramos desde una análisis contingente podríamos
decir que se refiere a la necesidad de asociarse a otros para vivir. Lógicas racionales
indican que hoy con el mínimo costo queremos lograr el máximo de beneficios, una
actitud pasiva, donde predominan crecientemente los “free raiders” que esperan que
el otro haga algo para luego sumarse al beneficio colectivo, quizás esto explica hoy
la participación social, enfoque muy distante de la lógica aristotélica en esta materia.
Lograr el bien común a partir de los sacrificios públicos pareciera ser hoy una práctica
lejana, no estamos tan dispuestos a hacer sacrificios por el otro. Según el filosofo grie-
go, la polis no debía superar los 5000 habitantes porque de lo contrario no se podía
mantener el orden, señalando que no puede haber orden en una gran multitud, por eso
insisto en la relevancia del virtuosismo ciudadano para lograr el bien común.
La polis requiere de demasiada unidad afirmaba Aristóteles (Schiavetti, 1980). De al-
guna forma, para poder vivir una práctica social los ciudadanos debían desarrollar la
práctica de la amistad: “La amistad que es una virtud o le acompaña la virtud, y, además
es cosa muy necesaria para la vida, pues sin amigos nadie desearía vivir aunque poseye-
ra todos los demás bienes” (Aristóteles, 2002). Para Aristóteles la comunidad requería
también de demasiada unidad pero en la diversidad. Por lo tanto no es una unidad que
se basa en un mismo parecer, sino que necesita entendimiento y comprensión de lo
diferente, concepto muy vigente sobre todo hoy donde producto de la globalización
conviven distintas culturas en un mismo espacio público. En este sentido la comunidad
política entonces depende de la amistad. Para ir avanzando, nos centraremos en que el
concepto de amistad de Aristóteles trataba de estimular prácticas sociales empáticas,
recíprocas y solidarias. La legitimidad del otro consistía en ver al otro como otro yo.
En esta convivencia virtuosa, el que gobernaba era el prudente, el que sabe lo que la
polis requiere pero está dispuesto a practicar el virtuosismo en favor de la polis, el
phronimo, ayuda a buscar a los demás a alcanzar una vida buena y perfecta: “Por ello
creemos que los prudentes son capaces de considerar lo que es bueno para si mismos
y para la gente” (Aristóteles,2002)
Otras culturas posteriores que se basaron en Aristóteles fueron los estoicos quienes
se basaban en un orden natural de la convivencia y de la estructura social y que por lo
tanto planteaban que la sociedad y las prácticas ciudadanas tenían un destino natural,
las personas tienen un alma orientada a vivir bien. Una razón universal basada en lo
natural. Proponían una república universal, tal como hoy llamamos a la globalización
o la mundialización. San Agustín luego también planteó basado en Aristóteles, una
128
CHRISTIAN QUINTEROS FLORES / La Comunidad: Entre La Política y El Derecho. Consideraciones para la cohesión social.
129
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 123 - 130
pacto expreso o tácito mediante las cuales las partes se obligan a comprometerse con
el otro para compartir lo útil y necesario, desde esta perspectiva los ciudadanos no
estaban muy dispuestos a hacer grandes sacrificios o asumir muchos costos, pues les
eximía de responsabilidad a las personas en tanto individuos libres. La finalidad de
la comunidad para Althusisus es la convivencia sana, justa conveniente y feliz. Pero
otros contractualistas como Hugo Grocio, Thomas Hobbes o John Locke dieron poca
importancia a la comunidad. Más bien la experiencia con otros permitía al ciudadano
reducir ansiedades y evitar huir, Hugo Grocio es uno de los fundadores del derecho
internacional. Locke visualizada incluso a los países en posición de gladiadores, al estar
éstos en un permanente estado de alerta frente a la posible agresión de los otros. Como
vemos, nada de prácticas virtuosas. Rosseau, fue el que planteó la concepción de Es-
tado Nación donde las comunidades debían mínimamente compartir una lengua y un
territorio, estos elementos determinaban una comunidad nacional y eran importantes
para el establecimiento de un contrato social. Edmund Burke, planteó lo que esboza-
mos al inicio de este articulo que la sociedad era una asociación entre los vivos y los
muertos, eso explica y puede ayudarnos a comprender las conductas de arraigos étni-
cos o de otros grupos, que dicen “nadie nos mueve de acá, porque aquí están nuestros
antepasados”, Esta concepción otorga cierta trascendencia a las generaciones y a la
comunidad que va más allá del aquí y el ahora y que debe ser considerada al momento
de planificar el uso del territorio. El mismo autor señalaba respecto de la vida en comu-
nidad que “La más absoluta y total soledad, esto es la exclusión total y perpetua de toda
sociedad es el mayor dolor que puede llegar a concebirse”. (Burke, 1995). Y respecto
de la necesidad de contar con normas señala: “De no haber algunos principios en lo
relativo a nuestro juicio y sentimientos comunes a toda la humanidad, sería imposible
aprehender su razón o sus pasiones lo suficiente para mantener la correspondencia de
la vida. Cuando se discute vemos a la gente apelando a ciertos criterios y pautas que
son validas para todas las partes y se suponen inherentes a nuestra naturaleza común”.
(Burke, 1995).
130
CHRISTIAN QUINTEROS FLORES / La Comunidad: Entre La Política y El Derecho. Consideraciones para la cohesión social.
COMENTARIOS FINALES
La consideración de la comunidad como un objeto de abordaje interdisciplinario que
ha transitado entre la política y el derecho, ofrece oportunidades para los programas
sociales y para el mundo académico y la relación bidireccional entre ambas instan-
cias. Las posibilidades de discutir estas temáticas en base a experiencias locales de
Latinoamérica como lo plantea la naturaleza de esta experiencia académica, sin duda
representa un capital cognitivo y simbólico –siguiendo a Sergio Boisier- de incalculable
valor. Las metodologías de trabajo consideradas en esta experiencia de intercambio, fa-
vorece el análisis comparado pero también permite reconocer los elementos comunes
y matrices epistemológicas y filosóficas que subyacen a nuestros campos disciplinares.
Corresponde en consecuencia continuar profundizando esta materia en favor de un
marco referencial común que reconozca a la vez las particularidades locales de nuestras
comunidades para lograr fomentar la cohesión social o el grado de atracción de los
grupos sociales para estar unidos en el territorio.
BIBLIOGRAFÍA
Albano, S (2003), Michel Focault Glosario Epistemológico, Colección Herramientas
Globales, Buenos Aires, Editorial Quadrata
Aristóteles, (2002), Etica a Nicómaco Alianza Editorial S. A., Madrid
Boisier, S. (1999), El Desarrollo Territorial a partir de la Construcción de Capital Si-
nergético. Santiago de Chile, C.P.U Estudios Sociales N° 99.
Burke, E. (1995), De lo Sublime y lo Bello, Ediciones Altaya S.A.
Friedrich, C. (1969), El Concepto de Comunidad en la Historia de la filosofía Política
y Jurídica en La Comunidad y el Derecho, México, Editorial Roble.
131
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 123 - 130
132
Economía y Sociedad
SOCIEDAD Y ECONOMÍA:
UNA VISIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE BRASIL
RESUMEN
En este artículo se discute el concepto de la sociedad, lo que presupone el resultado
de la convivencia y la actividad conjunta de los seres humanos, disciplinada y organi-
zada de una manera consciente, lo que resulta en el objeto general del estudio de la
antigua ciencia del Estado, que ahora se conoce comúnmente como Ciencias Sociales.
Teniendo en cuenta que todas las sociedades viven su situación económica, que puede
ser positivo o negativo. A diferencia de la mayoría de los países desarrollados, Brasil
pasa por dificultades económicas y financieras que generan muchos conflictos entre
las entidades que conforman los diversos grupos sociales. De ahí surge la denominada
crisis. Sin embargo, no todas las situaciones de conflicto parecen sin esperanza, los
administradores de la nación brasileña deben ser conscientes de que la intolerancia no
es la solución. A partir de ahí, sistematizar las principales cuestiones planteadas, así
como los principales campos de discusión permitirán lograr una solución económica
favorable por el simple uso de estrategias eficaces y eficientes y tener una planificación
adecuada y capacitada para hacer de Brasil una gran potencia económica reconocida
en todo el mundo.
Palabras clave: Sociedad. Economía. Solución financiera. Brasil.
ABSTRACT
In this article the concept of society is discussed, which presupposes the result of
coexistence and joint activity of human, disciplined and organized in a conscious be-
ings, resulting in the overall purpose of the study of ancient science state, which is
now commonly known as Social Sciences. Taking into account that all societies live
their economical situation, which can be positive or negative. Unlike most develo-
ped countries, Brazil goes through economical and financial difficulties that generate
many conflicts between the entities that comprise the various social groups. Hence, the
1 Abogado especialista y Profesor del Posgrado en Derecho de la Faculdade Internacional Signorelli (Brasil).
135
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 133 - 138
so-called crisis arises. However, not all conflict situations seem hopeless, managers of
the Brazilian nation should be aware that intolerance is not the solution. From there,
systematize the main issues raised as well as the main areas of discussion will allow
to achieve a favorable economic solution for the simple use of effective and efficient
strategies and have adequate and qualified planning to make Brazil a major economic
power recognized all the world.
Keywords: Society. Economy. Financial solution. Brazil.
La sociedad puede ser definida como un conjunto de individuos que comparten una
cultura con sus formas de ser y de vivir, de comportarse, pensar, hacer, conocer y co-
municarse con el fin de componer una comunidad.
Las sociedades humanas se componen de entidades de población cuyos componentes
y su entorno se interrelacionan en un objetivo en común: el bien común, vivir en paz
y armonía, dando lugar a una cuota de pensamientos relacionados con el propósito de
desarrollo, incluidos los rasgos ideológicos, políticos y económicos.
Como resultado se supone que sociedad sea el resultado de la interacción y actividad
conjunta del hombre, ordenada u organizada conscientemente que constituye el ob-
jeto general del estudio de la antigua asignatura Ciencias del Estado, llamado hoy de
Ciencias Sociales.
Se cree, que casi todo lo que se desarrolla en la naturaleza de alguna manera, tiene ca-
rácter económico, que se desarrolla frente las políticas públicas y privadas.
Hay que señalar que la sociedad actual no puede vivir sin la integración de la economía
en general.
Al principio de lo que se entiende como sociedad, el modo de producción era comunal,
todo se hace a través de la unión de los componentes de una sociedad determinada,
ya que no había división de clases sociales. Más tarde, los pueblos antiguos, y luego la
sociedad de la Edad Media también tenían algunas características de la sociedad arcai-
ca, o sea la tierra era el principal medio de producción a través del uso la agricultura.
En comparación, la sociedad actual, para recibir los frutos financieros, tiene que ven-
der la fuerza de trabajo, lo que provocó un capitalismo sin límites, sobresaliendo: el
dinero, el valor de la producción y el valor financiero.
Así como vivimos una perspectiva de estar en una sociedad global, sin fronteras, nos
permite la circulación de los ciudadanos de forma libre para ejercer una permanencia
universal, se vive también para buscar una economía universal, en la que todo el mun-
do puede hacer uso del capitalismo sin trabas y en condiciones de igualdad, permi-
tiendo cumplir los preceptos de la Declaración universal de los Derechos Humanos.
Con eso se crea la idea de ciudadanos con nacionalidad definida, como seres humanos
capaces de desarrollar el entorno social por igual, sin distinción de color, raza, clase
social y económica.
136
ROBERTO CÉSAR PROCÓPIO CORRÊA / Sociedad y Economía: Una visión de la situación actual de Brasil.
137
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 133 - 138
LA CIENCIA ECONÓMICA
La economía trata de explicar el funcionamiento de los sistemas económicos y las rela-
ciones con los agentes económicos, ya sean el gobierno o por particulares, generando
reflexiones sobre los problemas existentes y sugiriendo posibles soluciones.
Actualmente la situación económica en Brasil está causando varios problemas, tenien-
do en cuenta que los brasileños confían en su fuerza de trabajo para la subsistencia.
En ningún país del mundo se encontrará una homogeneidad en la economía. El sector
económico puede fluctuar más o menos y la Administración Pública juega un papel
importante en este asunto.
Al acercarse a una mayor o menor estabilidad de la economía, no se puede negar la par-
ticipación de la población en este contexto. Es necesario que las personas administren
su país, presentando propuestas de mejoras y ser activo en el proceso del desarrollo
económico.
Es importante señalar que no hay cierto o errado. Lo que realmente ocurre es que
cada país tiene una manera de trabajar en su propia economía, debido a la acción de la
población.
Oímos rumores en Brasil de que la economía actual está causando a los inversores a
efectuar sus prácticas con más cautela. Estos son los momentos que requieren precau-
ción, además de una gran cantidad de información son meras especulaciones.
Cada momento social que presenta la incertidumbre, debe de ser analizado con frial-
dad ya que el pánico puede se establecer. La situación económica transmitida por los
grandes medios son parciales y no todo lo que se escuchas es verdad.
138
ROBERTO CÉSAR PROCÓPIO CORRÊA / Sociedad y Economía: Una visión de la situación actual de Brasil.
139
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 133 - 138
BIBLIOGRÁFICAS
ALVES, J. A. Lindgren. Os Direitos Humanos na Pós-Modernidade.SãoPaulo, Pers-
pectiva, 2005.
BRASIL. [CONSTITUIÇÃO(1988)]. Constituição da República Federativa doBra-
sil: textoconstitucional promulgada em 05 de outubro de 1988. Brasília:Senado Fede-
ral,1988.
BOBBIO, NORBERTO. Sociedade e Estado na filosofia política moderna. 3.Riode
Janeiro: Paz e Terra. 2010.
CASTELAR. Armando. Sociedade e economia: estratégias de crescimento e desen-
volvimento. Brasília: Ipea, 2009.
DECLARAÇÃO UNIVERSAL DOS DIREITOS HUMANOS – ONU, 1948.
LEITÃO, Miriam. Saga brasileira: a longa luta de um povo por sua moeda. Rio de
janeiro:Record, 2015.
_________. História do Futuro – o Horizonte do Brasil no século XXI. Rio de Janei-
ro: Intrínseca, 2015.
MARIANO, Jefferson. Introdução à economia brasileira. Rio de Janeiro: Saraiva,
2012.
FRANCISCO, Wagner de Cerqueira. Economia do Brasil. Disponível em <http://
brasilescola.uol.com.br/brasil/economia-brasil.htm>. Acesso em 11 de agosto de
2015.
PLATAO. A República. Fortaleza: UFC, 2011.
140
GLOBALIZACION,
UN NUEVO ESCENARIO PARA EL SIGLO XXI.
RESUMEN
A partir de ciertas características que están configurando el nuevo escenario competi-
tivo en el que se desenvuelven las organizaciones, se propone reconocer los factores
determinantes de la globalización y su impacto en los negocios, en una etapa en la que
se configuran algunos rasgos relevantes de un nuevo orden global.
Palabras Claves: Globalización. Escenario competitivo. Futuro.
SUMMARY
From certain characteristics that are shaping the new competitive environment in
which organizations operate, it is proposed to recognize the determinants of globali-
zation and its impact on business, in a stage in which some relevant features are set for
a new global order.
Keywords: Globalization. Competitive stage. Future.
I. INTRODUCCION.
La humanidad está experimentando una de sus más espectaculares mutaciones, tal vez
sólo comparable a las discontinuidades que representaron en su oportunidad la revolu-
ción industrial y, anteriormente, el cambio desde la era paleolítica a la neolítica, en las
que se reconfiguraron sistemas de vida, culturales y de producción, tan distintos a los
hasta entonces imperantes, que trastocaron para siempre la identidad, el orden y los
paradigmas compartidos y aceptados.
En estas oportunidades, la experiencia ya no es la única fuente de sabiduría, y el ser
humano debe aprender a olvidar, enfrentando la incertidumbre, equipado con su ca-
141
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 139 - 148
142
NELSON STEVENSON P. / Globalizacion, Un Nuevo Escenario Para El Siglo Xxi.
exigiendo tanto a los líderes políticos, sociales y empresariales, como a ejecutivos, consulto-
res y académicos a poner el énfasis en la búsqueda de nuevos conceptos y paradigmas que
reinterpreten la nueva realidad en la que las organizaciones deberán adoptar sus decisiones.
Lo anterior obliga a intentar construir una visión de aquel futuro complejo, incierto y
caótico en el que las organizaciones deberán legitimar socialmente su existencia.
Es consustancial a la persona humana obedecer su naturaleza de ser racional, pregun-
tándose y especulando permanentemente acerca de su futuro. Pero cuando la inquie-
tud sobre el porvenir se vincula a la gobernanza de la sociedad, y a la dirección de
empresas e instituciones, entonces ya no se trata de una mera especulación, sino que
de preguntarse cuáles serán los modelos o paradigmas que dejarán de ser útiles, o han
dejado ya de serlo; interrogarse sobre cuáles serán los paradigmas que regirán la ges-
tión en el futuro, y particularmente, cuáles serán los cambios que ellos experimentarán.
Porque la actual y las próximas generaciones de administradores deberán vivir entre
dos eras, la de los paradigmas idos y la de aquellos por venir y por ende, gestionar la
transición que se está produciendo entre ambas.
Por tanto, se debe intentar identificar los componentes, tanto de los cambios en la
cultura social y laboral, como los nuevos modelos o paradigmas a través de los que se
deberá estudiar, analizar y experimentar, tanto la gobernanza de la sociedad como la
dirección de empresas e instituciones, en los inicios de este tercer milenio. Para ello, se
debe establecer y caracterizar la configuración del escenario en el que se encuentran
hoy en día la sociedad, las empresas y las instituciones.
La globalización, la liberalización de las economías, el incremento tecnológico y de
las expectativas de ciudadanos y clientes, constituyen características o tendencias que
inciden determinantemente en configurar un escenario con un medioambiente extre-
madamente turbulento que todas las organizaciones deben considerar. Ellas se poten-
cias unas con otras. Por su importancia, en adelante se tratará el primer fenómeno, la
globalización.
III. LA GLOBALIZACION.
A lo largo y ancho del mundo existen ciertas necesidades y deseos similares, siendo po-
sible su satisfacción mediante los mismos satisfactores, comercializados en distintas la-
titudes. Los consumidores en el mundo se están pareciendo cada vez más, inicialmente,
en sus conductas de compra, por lo que se puede presagiar que esta homogeneización
se extenderá hacia otros comportamientos y estilos de vida.
A partir desde la noche del 10 de julio de 1962, cuando por primera vez, imágenes de
televisión cruzaron el atlántico gracias a un satélite, se comenzó a producir el adveni-
miento de la aldea global.
Las telecomunicaciones, con la capacidad y velocidad de las actuales redes interactivas
y multimediales, permiten a personas de todo el mundo exponerse simultáneamente a
la misma información e idénticos estímulos, disminuyendo las barreras culturales que
143
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 139 - 148
tradicionalmente separaban a los pueblos, las que han existido por desconocimiento,
más que por reales y profundas diferencias en las necesidades, deseos y expectativas de
las personas de esas distintas sociedades.
Este fenómeno presenta gigantescas oportunidades, progreso y éxitos potenciales a
quienes las asuman e internalicen en su cultura empresarial, y también grandes amena-
zas y causa de retraso y potencial fracaso para quienes pretendan evitar lo inevitable,
esta nueva forma de hacer negocios. Hoy es de vital importancia pensar global y actuar
local.
144
NELSON STEVENSON P. / Globalizacion, Un Nuevo Escenario Para El Siglo Xxi.
145
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 139 - 148
En este preciso sentido nos advierte el Premio Nobel de Física Albert Einstein, afir-
mando que “la manera de ver el problema es el problema. Los problemas significativos
que afrontamos no pueden solucionarse al nivel de pensamiento en el que estábamos
cuando los creamos”. Luego, el gran desafío es desprenderse del pasado en muchos de
los aspectos que tocará vivir, configurar y decidir.
Antes que aprender a aprender nuevas metodologías de análisis y diferentes esquemas
de pensamiento, es preciso aprender a olvidar, para entonces aprender las nuevas con-
cepciones y paradigmas del nuevo orden global que se está instalando.
La globalización trae empaquetamientos de las visiones e imágenes de los países, los
que están en una verdadera vitrina. Cada país compite como un todo: con su econo-
mía, con su cultura, con su sistema político, con su sistema jurídico institucional. Cada
país tiene un lugar en diferentes rankings, tienen notas y evaluaciones relativas; cada
país es casi como un commodity.
Este fenómeno, llamado mundialización por algunos tratadistas, no tiene vuelta atrás.
Es un hecho. Se puede estar de acuerdo con ella o no. pero es. Y es un hecho que
llegó para quedarse. Es un proceso que involucra un nuevo signo: interdependencia
económica, jurídica y política entre los países del mundo.
146
NELSON STEVENSON P. / Globalizacion, Un Nuevo Escenario Para El Siglo Xxi.
147
En contrapartida, esto implica asumir que decisiones adoptadas en otras latitudes pue-
den afectar el éxito de la empresa local.
3.5.2. El motor del desarrollo económico y social es la libertad individual,
la libertad de emprender, y de equivocarse también.
Es posible observar y constatar que las personas están más conscientes de su verdade-
ra naturaleza individual. Más individuo y menos regulaciones. Más individuo y menos
masa. Las personas están redescubriendo su propia libertad, lo que les ha revelado la li-
bertad de las otras personas, próximas y lejanas. Esta constatación impacta en la actitud
y también en la conducta de las personas, y a través de las expectativas, en la economía.
De esta forma, se extiende por el mundo y se perfecciona el mercado, requisito esencial
para la libre empresa. Las decisiones económicas cristalizan, finalmente, en un siste-
ma de precios, recogiendo en todo momento los diversos intercambios habidos entre
productores y compradores. La tendencia en el mundo, hoy, es a la liberalización de
los precios.
3.5.3. La riqueza se genera en las empresas privadas, las que permiten
el crecimiento necesario para desarrollar a la sociedad.
Es trascendente para toda la sociedad que a las empresas les vaya bien, y es una res-
ponsabilidad social de sus integrantes el que sean altamente eficientes y sean bien
administradas. Al decir del ex presidente francés, Francois Mitterand, “... la empresa
determina nuestro nivel de vida y nuestro sitio en el mundo”.
La prosperidad se sostiene en el respeto legal a la propiedad y a los contratos, pero su
fundamento más profundo está en la ética del deber, la que se expresa en una cultura
que valora la responsabilidad personal. Es así como una infinidad de talentos indivi-
duales que cooperan entre sí, contribuyen a la prosperidad general.
3.5.4. Disminuye el rol del Estado benefactor.
Ya no existe el Estado omnipotente, éste se moderniza, disminuye de tamaño y se pro-
fesionaliza, desempeñando un rol proveedor de estabilidad para que los particulares
expandan su accionar.
Se difunde el principio de subsidiariedad del Estado, disminuyen los controles buro-
cráticos y aumentan las privatizaciones de empresas estatales, las que al disminuir los
costos de agencia de sus operaciones y cambiar su cultura organizacional para adaptar-
se a la lógica del mercado y centrarse en los clientes, han estado obligadas a aumentar
su eficiencia y a desarrollar ventajas competitivas.
América Latina, y Chile en particular, fueron precursoras en materia de privatizar em-
presas que estaban en poder del Estado. Sectores como el eléctrico, telecomunicacio-
nes, transporte aéreo y marítimo, infraestructura, servicios financieros, generación y
distribución de energía, puertos, etc., han sido traspasados hacia inversionistas locales
y extranjeros.
Es importante destacar que el proceso privatizador en América Latina no sólo incre-
148
mentó los flujos de inversión hacia la región, sino que también ha tenido una signifi-
cativa incidencia en el ahorro fiscal y el aumento de la competitividad de las empresas
afectadas.
3.5.5. Disminuyen las barreras arancelarias.
La progresiva disminución de las barreras arancelarias constituye una poderosa señal
de apertura que se ha generalizado a lo largo y ancho del mundo, modificando las polí-
ticas cambiarias, a tal grado, que el Profesor Emérito Lawrence Klein, Premio Nobel
de Economía 1980, llegó a señalar que “con la progresiva desaparición de las barreras
arancelarias (...) el tipo de cambio se convierte en el principal arancel”.
Se abren los mercados al comercio internacional, existen intentos de “dolarización”
de varias economías latinoamericanas, simultáneamente a la configuración de grandes
zonas de libre comercio. Se perfeccionan acuerdos y tratados multilaterales y bilatera-
les que promueven el comercio internacional, tales como la Unión Europea, NAFTA,
Mercosur, APEC, UNASUR.
3.5.6. Se fomenta y flexibiliza el tratamiento a la inversión extranjera.
Existe una marcada liberalización de las inversiones en el exterior y corriente de desin-
termediación, globalización y desregulación financiera. Hoy los movimientos de dinero
entre países y empresas son instantáneos, acentuando la idea de la aldea global.
Chile fue el primer país latinoamericano en liberalizar su legislación para la inversión
extranjera, en 1974. A partir de 1989, cuando México se sumó a esta corriente, comen-
zó una rápida liberalización en la región.
América Latina ha sido, en la década de los noventa, una de las regiones del mundo con
mayor seguridad y rentabilidad para las inversiones extranjeras. Asimismo, se registran
importantes flujos de inversión intrarregional que demuestran el potencial económico
de los países del Grupo de Río.
Los hechos evidenciados obligan a las empresas e instituciones a asumir una adecuación
al entorno e incrementar sus niveles de competitividad, y ponen de manifiesto que su
eficiencia pasa, necesariamente, por satisfacer las expectativas de los clientes, dentro y
fuera de las fronteras, pero en mejor forma de aquella en que lo harían sus competidores.
Para ser competitivas, las organizaciones están aprendiendo a centrarse y poner su foco
de atención en el cliente, en usuario de sus productos y/o servicios.
La verdadera orientación hacia al cliente o usuario replantea la concepción y la práctica
de las relaciones comerciales, tradicionalmente consideradas meras transacciones, ha-
cia el establecimiento de relaciones de intercambios, en los que los clientes exigen reci-
bir valor en todo aquello que desean; valor que se puede lograr no sólo vía el beneficio
básico que proporciona el producto o servicio, sino que por todo el valor agregado
generado por la ampliación del producto.
De esta forma, y en forma casi natural, se llega a la diferenciación como estrategia
competitiva.
149
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 139 - 148
150
DE LO RURAL A LO URBANO:
LAS PELEAS DE GALLOS EN MONTERREY
RESUMEN
De lo rural a lo Urbano: Las peleas de gallos en Monterrey consistió en desarrollar
una serie de investigaciones en Monterrey y su área Metropolitana sobre la realización
de peleas de gallos. Además, se realizó un estudio en el archivo de Municipio de Mon-
terrey, donde se recabó información de lo acontecido durante inicios del siglo XX.
De esta forma, se destacó la partición secuencial de tradiciones folklórica emigradas
de diferentes partes de México a la ciudad de Monterrey que se establecieron en las
zonas periferias hasta ese momento como fue el caso de la Colonia Matehualita hoy la
Colonia Sarabia.
Las peleas de gallos son tradición, migración y establecimiento en zonas marginales
periféricas, las cuales dotan de significado a una identidad rural, la cual es asumida
como subordinada. Para efectos del estudio las peleas de gallos son parte fundamental
del sentido homogéneo que dota de simbolismos y significados la clandestinidad, for-
mando una estructura establecida, creando una cultura propia.
Palabras claves: Marginalidad, cultura popular, migración, folklore.
ABSTRACT
From rural to urban: Cockfighting in Monterrey was to develop a series of investiga-
tions in Monterrey and its metropolitan area on the conduct of cockfighting. In addi-
tion, a study was conducted in the archives of Municipality of Monterrey, where infor-
mation was gathered about what happened during the early twentieth century. Thus,
the sequential partition of folk traditions emigrated from different parts of Mexico to
the city of Monterrey who settled in the peripherical areas until that moment, as the
case of Matehualita Colony, now a days, Sarabia Colony.
Cockfighting is tradition, migration and settlement in outlying marginal areas, which give
meaning to a rural identity, which is assumed to be subordinate. For purposes of the study
151
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 149 - 155
cockfights are a fundamental part of the homogeneous sense that gives symbolisms and
meanings the underground, forming an established structure, creating own culture.
Keywords: Marginalization, popular culture, migration, folklore.
INTRODUCCIÓN
El interés del trabajo inició en el año 2003 durante la clase de historia cultural, donde
se abordaban la temática de las prácticas culturales alrededor del mundo. Fue muy sig-
nificativo el papel que desarrolló Geertz en su propuesta de juego profundo en Balí:
Las peleas de gallos. Me causo tal interés de tratar de indagar que sucedía en la ciudad
de Monterrey, si aún las peleas de gallos tenían su desarrollo, aunque desconocía su
carácter local. Las peleas de gallos tienen un significado cíclico, ya que la importancia
gira en un contexto familiar, ligado a las características del medio donde me fui desen-
volviendo.
Además, el ambiente de hogar causó mayor interés en el tema. Mi familia paterna du-
rante treinta años se familiarizó con el juego de gallos. De esta manera la propuesta del
estudio de las peleas de gallos es de tipo familiar, cuyas razones son dar a conocer la
importancia cultural de esta práctica.
Dado este interés, el objetivo de este trabajo consiste en examinar la forma como se
ha conservado una práctica rural como las peleas de gallos en un espacio marginal y
periférico como lo serían los asentamientos irregulares del sector norponiente de Mon-
terrey. Esto es importante estudiarlo para evaluar las tensiones existentes ante los va-
lores culturales modernos y urbanos, así como las costumbres tradicionales de origen
campirano en el contexto de la globalización que tiende a uniformar a la población.
Los objetivos de esta investigación consisten en evaluar qué tanto se han conservado
la imagen folklórica de las peleas de gallos y si existe un patrón cultural que otorgue
identidad a personas que participan en esta actividad. Así mismo se pretende estimar el
impacto de las peleas de gallos en las redes de sociabilización de un sector de población
regiomontana.
La hipótesis principal de este trabajo se ubica en demostrar que las peleas de gallos han
subsistido como un mecanismo de identidad de grupos marginales periféricos, que em-
plean su carácter de clandestinidad para reforzar su posición de grupo de tradiciones
que contrasta con los valores culturales modernos.
152
M.C. MARTÍN VELÁZQUEZ ROJAS / De lo rural a lo urbano: Las peleas de gallos en Monterrey.
153
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 149 - 155
154
M.C. MARTÍN VELÁZQUEZ ROJAS / De lo rural a lo urbano: Las peleas de gallos en Monterrey.
Los nuevos asentamientos llegaron a afectar los intereses de los sectores privilegiados.
Este fue el caso de algunas colonias pertenecientes al movimiento Tierra y Libertad,
creado en 1973. Sus asentamientos se localizaron al norte de la ciudad de Monterrey en
terrenos de poca plusvalía. Igualmente se establecieron en el sur en espacios que origi-
nalmente eran previstos para la expansión de áreas residenciales. La cantidad de inva-
siones promovidas por Tierra y libertad aumentó entre 1973 y 1976. En este periodo se
organizó el frente popular Tierra y Libertad, agrupando 31 colonias de posesionarios,
16 vecindades, tres uniones ejidales y tres organizaciones con actividades relacionadas
con trasporte, comercio y fotografía. (Zuñiga y Ribeiro, 1990)
En este tipo de espacios urbanos irregulares, marginados y periféricos en la ciudad
de Monterrey se van conformando elementos comunitarios distintivos en el contexto
urbano local. Las condiciones particulares de estos sitios contribuyen al desarrollo de
pautas culturales propias generadas a partir de los valores de la sociedad rural que se
confrontan con las visiones modernas globalizadas que caracterizan a la población de
las grandes ciudades.
El desarrollo histórico de las peleas de gallos en Monterrey.
El conocimiento sobre el origen del juego de gallos en Monterrey es incierto. Se pue-
de pensar como el Nuevo Reino de León era parte del territorio novohispano, estos
eventos se realizaban desde la época colonial. Pero no hay estudios que lo confirmen.
Al menos, en esta investigación, se pudo encontrar evidencia documental de esta acti-
vidad en la década de los años 20´s del siglo XX.
Durante el siglo XIX las peleas de gallos en Monterrey se realizaban en el contexto de
las ferias populares. Estas diversiones iniciaban desde la madrugada con una misa y se
ambientaban con una gran cantidad de fuegos pirotécnicos que marcaban el comienzo
de la celebración de las fiestas populares. Después de dicha celebración eucarística el
párroco de la comunidad expresaba las diversiones que tendría la fiesta, como pelea de
gallos, carreras de caballos y juegos de azar.
Durante las fiestas patronales, las peleas de gallos al igual que las carreras de caballos
y juegos de azar, eran los eventos populares más importantes entre la comunidad. El
juego de gallos representaba en las ferias lo más importante, aunque esto demostraba
que solo era un pretexto para apostar, puesto que dichas diversiones las realizaban los
hacendados, para su disfrute y desplume de la plebe. (Martínez, 2005, p. 70)
De esta información se desprende que las peleas de gallos eran una práctica recurrente
en la sociedad regiomontana en el siglo XIX. Esto da pie a considerar que, a inicios
del siglo XX, la lidia de estos animales estaba consolidada como una diversión urba-
na en la ciudad de Monterrey. Pero no es, hasta la década de los años veinte que se
localizó evidencia documental derivada de los intentos del municipio por regular esta
actividad. En estos registros, se puede observar las tensiones y ambigüedades entre las
autoridades públicas, los hombres de negocios y cierta parte de la población urbana,
principalmente la de los sectores marginales.
155
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 149 - 155
En la década de los años de 1920 en la ciudad de Monterrey las peleas de gallos fueron
organizadas por el señor Feliciano Caro en los barrios Matehualita y El Nacional. Esta
persona era originaria del último punto y había desempeñado diversos puestos públi-
cos como alcaide de la penitenciaría, comisionado de juntas y mejoras y planificación
de la ciudad. (Monterrey). (México) Archivo Histórico de Monterrey.
El día 31 de marzo de 1925, Feliciano Caro solicitó un permiso al ayuntamiento de
Monterrey para organizar peleas de gallos. La respuesta a esta petición fue afirmativa
bajo la condición de que los oficiales observarían de una manera tajante la vigilancia del
inmueble donde se realizarían las peleas de gallos. Esto era solamente para constatar
lo expedido en dicho permiso, además del nivel de apuestas, evitando altercados entre
los participantes y sobre todo para salvaguardar la seguridad de los asistentes en dicha
pelea establecida. Las peleas de gallos en la ciudad de Monterrey, han representado el
sentido de migración y apropiación de esta práctica cultural marginal, periférica- ur-
bano, dotando de significados a través de los años y conformando una dinámica muy
particular a lo regional.
CONCLUSIONES
Las peleas de gallos en Monterrey y su área metropolitana es una práctica que corres-
ponde a grupos sociales marginales de procedencia rural, los cuales reproducen valores
propios de su cultura autónoma que entra en tensión con elementos de cultura apro-
piada procedentes del entorno urbano.
Esta tensión entre sistema de valores distintos fomenta que la cultura marginal se adap-
te a los elementos prevalecientes del medio moderno. En este sentido se ejerce una
especie de control cultural en donde las prácticas originales de la cultura autónoma son
alteradas bajo condicionamientos sociales del otro sistema cultural.
A pesar de este control cultural, la práctica de las peleas de gallos en Monterrey se sigue
conservando y resulta importante para ciertos grupos marginales de procedencia rural
y para pobladores que quieren continuar con las tradiciones históricas que fundamen-
tan los espacios de sociabilidad masculina.
En conjunto de la sociedad del área metropolitana de Monterrey, las peleas de gallos
representan una práctica arcaica, salvaje que no encaja en el modelo cultural de la mo-
dernidad y urbanidad. Por ello esta actividad resulta ser identificada con los grupos
marginales y presenta rasgos de invisibilidad. Por esos motivos a las peleas de gallos se
les condena y se les desplaza hacia la clandestinidad.
La cultura autónoma deja de serlo al convertirse en una cultura apropiada ya que la
clandestinidad termina en los valores urbanos. La cultura matriz al trasladar sus prác-
ticas al entorno diferente que representa el espacio urbano, al compararlo deja de ser
legal, ya que su apropiación originaria es legal autónoma y deja de ser propia al estar
en la ciudad.
156
M.C. MARTÍN VELÁZQUEZ ROJAS / De lo rural a lo urbano: Las peleas de gallos en Monterrey.
BIBLIOGRAFÍA
Bonfil Batalla, Guillermo. (1991) Pensar Nuestra Cultura. Ed. Alianza. México. D.F.
Castells, Manuel. (1995). La ciudad informacional tecnologías de la información,
reestructuración económica y el proceso urbano-regional. Ed. Alianza. Madrid
España.
Geertz, Clifford. (2001). La Interpretación de las Culturas. Ed. Gedisa. Barcelona.
Guajardo Mass, Jésus E. (2008). Relatos y Recuerdos. Calles y Centro de Monterrey.
Ed. Colección 75 Aniversario. Ancla de Tiempo. Monterrey N.L.
Lefebvre, Henri. (1970) De lo Rural a lo Urbano. Ed. Lotus Mare. Argentina.
Linton, Ralph. (1971). Cultura y Personalidad. Ed. FCE. México.
Martínez, José Guadalupe. (2005). Juego de gallos en Nuevo León. Ed. Graffo
Print. Monterrey. N.L.
Sarabia Viejo, María Justina. (1972). El Juego de Gallos en Nueva España. Ed.
Publicaciones de la Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla. Sevilla
España.
Zúñiga, Víctor. (1990) La Marginación Urbana en Monterrey. Ed. UANL. F F Y L.
Monterrey, N.L.
FUENTES DE ARCHIVO
A.H.M. Fondo Monterrey Contemporáneo, Volumen 999, Foja 3, Colección Ac-
tas de Cabildo, Fecha 31/ marzo/ 1925.
157
LA SALUD EN EL CONTEXTO SOCIOECONÓMICO
ACTUAL. CARIES DENTAL UNA ENFERMEDAD COMPLEJA,
CRÓNICA Y SOCIAL
RESUMEN
Se muestra la importancia de considerar al individuo como un ser bío-psico social y
estudiar sus necesidades y demandas en Salud en relación al contexto.
Enfatiza en Salud Bucal presentando a la caries dental como una enfermedad com-
pleja, de etiología multifactorial, crónica, social y de aparición temprana, considerada
como un problema de salud pública prioritario por la OMS.
Cita estudios de prevalencia de caries en preescolares de la región, donde la misma
está presente desde edades muy tempranas justificando la necesidad de realizar el diag-
nóstico en etapas más precoces de la vida. Los estratos sociales más desfavorecidos
aparecen como los más afectados y desatendidos coincidiendo con registros de otras
regiones en el mundo.
Por tanto es pertinente y necesario contar con un diagnóstico situacional de la caries de
la infancia temprana en niños de riesgo social, abordarla con criterio de riesgo comuni-
tario y con la meta de trasladar la evidencia de la investigación a las políticas de salud.
Objetivar el alcance del problema a partir de los datos aportados facilita la elaboración
de programas preventivos coherentes en la región.
Palabras claves: Salud - caries – prevalencia – riesgo - contexto
159
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 157 - 163
SUMMARY
The importance of considering the individual as a bio-psycho social being and study
their needs and demands in health in relation to the context shown.
Oral Health emphasizes considering dental caries as a complex social disease of multi-
factorial etiology, chronic, and early onset, seen as a problem of public health priority
by the WHO.
It cites studies of prevalence of caries in preschool in the region where it is present
very early age justifying the need for diagnosis at earlier stages of life. The most disad-
vantaged social strata seem to be the most affected and neglected regarding oral health
in the world. Therefore, it is relevant and necessary to have a situational diagnosis
of caries early childhood in children of social risk, approach it with community risk
criteria and with the goal of moving research evidence to health policy (OMS. 2012)
Objectify the extent of the problem from the information provided it facilitates the
development coherent prevention programs in the region.
Keywords: Health - caries- prevalence - risk - context
INTRODUCCIÓN
En el marco de la 9ª edición de la Cátedra Virtual para la Integración la que versó sobre
el eje “EL DESAFIO DE SUPERAR LA DESIGUALDAD LATINOAMERICANA
“y durante el desarrollo del módulo III ECONOMÍA y SOCIEDAD, se brindó en
forma presencial a los estudiantes de Argentina y en forma virtual a los estudiantes
de las Universidades participantes de Chile, Brasil y México dos ponencias sobre “LA
SALUD EN EL CONTEXTO SOCIOECONÓMICO ACTUAL”.
En razón de que las enfermedades bucales califican como un gran problema de salud
pública con una alta prevalencia e incidencia en todas las regiones del mundo, sobre el
campo Salud Odontológica se trató el tema “LA CARIES DENTAL UNA ENFER-
MEDAD COMPLEJA, MULTIFACTORIAL, CRÓNICA Y SOCIAL”.
El marco de referencia se constituyó desde las experiencias llevadas a cabo en el con-
texto regional Gran Mendoza, Argentina donde se muestran conjuntos sociales de
diferentes características socio-culturales, su realidad y sus demandas a nivel Salud
Odontológica. (23)
La producción que se presentó es un aporte para el diagnóstico en salud bucal en la
región de influencia de la UNCuyo, basado en el trabajo académico y sanitario de la
Cátedra Odontopediatría I de la FO UNCuyo.
El marco teórico de este trabajo se basó: a) en los conceptos de “salud” y “enferme-
dad” entendiendo a la salud como un proceso dinámico, de construcción permanente,
que reconoce en su pertinencia al hombre y sus relaciones; b) en los objetivos del
modelo bío-psico-social, que tiene como actores al conjunto de los sujetos y grupos
160
VUOTO, ER - SAEZ, SJ - FERNÁNDEZ, CN. / La Salud En El Contexto Socioeconómico Actual. Caries Dental Una Enfermedad Compleja, Crónica Y Social.
161
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 157 - 163
162
VUOTO, ER - SAEZ, SJ - FERNÁNDEZ, CN. / La Salud En El Contexto Socioeconómico Actual. Caries Dental Una Enfermedad Compleja, Crónica Y Social.
En referencia a este concepto, Fejerskov (2004), destaca que no existen programas ex-
trapolables a todos los países o poblaciones. Por ello a iguales programas preventivos
aplicados en diferentes países se pueden obtener diferentes resultados. (7)
A fin de encontrar sustento en el ámbito de la salud comunitaria, estas recomenda-
ciones, deben responder y estar vinculadas a una planificación estratégica organizada
como programa de promoción y/o prevención en salud. (14, 15) Como ejemplo de lo
dicho, se pueden destacar las acciones de investigación, prevención y promoción de
salud bucal citadas que se vienen gestando en la FO de la UNCuyo. (2, 8, 9, 23)
Para finalizar, frente al nuevo concepto de “salud” y sus consecuencias estimamos que
puede ser útil conocer y analizar sus determinantes o condicionantes en referencia a las
poblaciones y su complejidad de abordaje. (14. 17)
La salud en términos físicos representa uno de los pilares de calidad de vida, bienestar
y en definitiva de la felicidad. Por ello el objetivo de alcanzarla no solamente corres-
ponde a la medicina y al individuo sino también a las políticas y a la comunidad. (4)
BIBLIOGRAFÍA
163
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 157 - 163
164
VUOTO, ER - SAEZ, SJ - FERNÁNDEZ, CN. / La Salud En El Contexto Socioeconómico Actual. Caries Dental Una Enfermedad Compleja, Crónica Y Social.
165
Ecología y Recursos
LA AGRICULTURA MEXICANA, BÚSQUEDA DE UNA SENDA
UTÓPICA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE E INCLUYENTE
EN UNA ECONOMÍA ECOLÓGICA
RESUMEN
Se realiza una búsqueda de la relación entre la agricultura capitalista y la campesina para
evidenciar la contradicción entre ambas. Asimismo, se trata de realizar la explicación
de esa contradicción y su superación mediante el alejamiento de la relación causa-efec-
to por un acercamiento a una relación cualitativa de eficiencia y dignidad. Además,
se pretende hacer evidente la obtención de una economía ecológica bajo los valores
enunciados de dignidad y eficiencia.
Palabras claves: Agricultura, desarrollo, ecología, economía, recursos naturales.
ABSTRACT
A search of the relation between the capitalist and the peasant agriculture is made to
demonstrate the contradiction between both. In this matter, the explanation and the
overcome of this contradiction is intended to get, by means of the alienation of the
relation cause-effect for an approach to a qualitative relation of efficiency and dignity.
Also, there tries to become clear the securing of an ecological economy under the
enunciated values of dignity and efficiency.
Keywords: Agriculture, development, ecology, economy, natural resources.
INTRODUCCIÓN
Ante el desafío de superar la desigualdad latinoamericana, se presenta una idea utópica
de reconfigurar la economía en pro de la ecología creando una economía ecológica
cuyo principio cierto radica en la ayuda mutua y desinteresada entre todos los habitan-
169
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 167 - 174
tes de los lugares naturales. Por lo que el siguiente discurso tiene la finalidad de mostrar
ciertos aspectos de base que se relacionan con el medio ambiente y los recursos natu-
rales, pero siendo esta relación extensa y profunda, el debate se mantiene únicamente
sobre el ámbito de la agricultura, el campo y la ecología, buscando la integración de
los nexos entre estos elementos. Sabiendo que existe una relación de facto entre las
actividades económicas y los espacios geopolíticos-económicos, se ha establecido que
el espacio cultural es resultante de la combinación de diversos complejos, pero que se
enfatiza la combinación del agro con la naturaleza y la economía. Es necesario advertir
que la configuración geocultural de México ha sido desarrollada siguiendo la estructura
natural del territorio de tal forma que esa estructura se ha mantenido tanto de manera
esencial como de facto; el altiplano central mexicano y sus vertientes naturales confor-
man al México contemporáneo desde el mundo prehispánico que se continua sumán-
dose al colonial hasta el presente; dice García Martínez que “cada uno de los grandes
componentes de la geografía del país que conforme hemos visto, han llegado hasta el
presente como herencia del espacio prehispánico –el México Central y sus dos ver-
tientes hacia ambas costas- así como de la experiencia colonial-la vertiente norteña de
expansión y las dos cadenas tendidas hacia Centroamérica y el Caribe-” (García; 2004:
97-8). Por lo que se hace esencial dilucidar la contradicción de fondo que no permite el
desarrollo del campo mexicano; para logarlo se propone examinar la relación entre la
agricultura capitalista y la agricultura campesina que tienen, por principio, finalidades
contrapuestas que proponen proyectos y formas de vida distintos, pero no excluyentes.
Asimismo, continuando con la configuración de espacios geoculturales que se entrete-
jen esencialmente con el medio ambiente y los recursos naturales no se ha de olvidar
los recursos del subsuelo que han definido sólidas regiones que han sobrevivido por
siglos. Según Herrera y González, ambos afirman que “por más de 400 años, la mi-
nería ha configurado espacios geoeconómicos; en primer lugar, por factores de índole
natural como fueron la ubicación y la riqueza de los yacimientos, y luego por factores
económicos como los cambios en la demanda, el volumen y los tipos de minerales”
(2004: 116). No obstante, dada la brevedad del discurso, el eje articulador ha de ser el
agro mexicano con algunas referencias a esta cuestión de los recursos del subsuelo.
170
JORGE ÁLVAREZ BERRONES / La agricultura mexicana, búsqueda de una senda utópica del desarrollo sostenible e incluyente en una economía ecológica.
171
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 167 - 174
áreas municipales, las plazas y los parques, también como elementos del equipamiento
urbano y rural destinando una mayor extensión del equipamiento urbano y rural (inclu-
yendo huertos urbanos y rurales) en función de las densidades de población; también
se habría de considerar su administración en un binomio público-privado. Y es aquí
donde más fuerte llama el pasado, de las cinco clases de tierras de los aztecas, se daba
la denominada tecpantlalli, o tierra de las casas de la comunidad y dentro de esas tierras
se incluían “los calpullalli (barrio), en que cada macegual2 trabajaba su tlalmilli (tierra cul-
tivada); también contaban con un monte utilizado colectivamente para obtener piedra,
leña y pastos, o como refugio” (Fujigaki; 2004: 20). Recordando precisamente que en
aquellos remotos tiempos sin electricidad, sin contaminantes, se reflejaban una vida ur-
bana y rural integrada en una polis ecológica, en una ciudad determinada y construida
sobre una economía ecológica. No es extraño, entonces, que los conquistadores hayan
quedado asombrados ante el espectáculo del México prehispánico; tal como dice un
soldado de Cortés, Bernal Díaz: “Contemplando tan maravillosas visiones, no sabía-
mos qué decir ni si lo que aparecía delante de nosotros era real, pues a un lado, sobre la
tierra, se levantaban grandes ciudades y el lago mismo estaba atestado de canoas, y en
el camino había numerosos puentes a intervalos, y frente a nosotros aparecía la Ciudad
de México” (Bookchin; 1978: 16).
172
JORGE ÁLVAREZ BERRONES / La agricultura mexicana, búsqueda de una senda utópica del desarrollo sostenible e incluyente en una economía ecológica.
(Rojas; 2001: 24 y 62). El enlace entre la ecología y la agricultura se da desde los mis-
mos orígenes de la agricultura, la cual debe su subsistencia, en primera instancia, a
la adaptación e integración con su medio natural; explican Derry y Williams que “el
cultivo sistemático del suelo dependiendo del conocimiento de los procesos de la na-
turaleza y de sus estaciones, así como de la elección de zonas adecuadas, como las que
la naturaleza proporcionaba en los valles de los grandes ríos” (2004:73). Asimismo,
la relación minería-agricultura fue bien explotada en la época de la Colonia tal como
afirma Konetzke “la minería tuvo una significación decisiva para el desarrollo de la
agricultura. Allí donde se desvanecía la ilusión de obtener enormes tesoros de oro y
plata, o se agotaban con mayor o menor rapidez los veneros de metales preciosos, los
conquistadores y primeros colonos se veían obligados a ganarse el sustento con las
actividades agropecuarias” (2007: 287).
Siguiendo esta línea de ideas, puede observarse con claridad que una economía ecoló-
gica necesariamente debe ser desarrollada a partir de la agricultura capitalista y, además,
tal como ya se ha hecho, a partir de la intervención del gobierno. Donde la interven-
ción gubernamental de ayuda al agro campesino ha sido y seguirá siendo necesaria,
pero su base está fincada en la distribución del ingreso del erario público. Este tipo de
ayuda se ha llevado a efecto en diversos periodos políticos en la historia de México;
sin embargo, el problema se ha acentuado de tal manera que se ha pensado en dejar
actuar al liberalismo económico como respuesta y solución a la crisis agraria; mediante,
por ejemplo, la propuesta neoliberal de un plan nacional de desarrollo (1989-1994) que
pugnaba, según Fujigaki, por “Modernizar el campo implica, de manera fundamental,
que los campesinos sean los que determinen sus programas de producción y sus com-
promisos y sistemas de trabajo, sin que las autoridades ejerzan tutelajes anacrónicos y
nocivos. Modernizar el campo requiere, también, de la práctica de esquemas equitati-
vos de asociación entre ejidatarios, pequeños propietarios y empresarios que, con ape-
go a la ley, promuevan el flujo de capital, el trabajo de tierras y recursos ociosos, el uso
de mejores técnicas y la obtención de mayores rendimientos ” (2004: 142). Y también
se ha de añadir el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), el cual
ha pretendido solucionar no sólo la crisis agraria, sino toda la crisis del sistema mexica-
no; sin embargo, el ascenso del modelo neoliberal dio origen al problema alimentario
que se reflejan en el estancamiento y disminución de la producción nacional de granos
básicos. En cuanto a la tecnología, se puede decir que ésta ha beneficiado más al sec-
tor de la agricultura capitalista que a la campesina; por ejemplo, el ferrocarril que ha
beneficiado tanto a la agricultura como a la minería, Corona Treviño asegura que “el
transporte por ferrocarril trae un enorme ahorro unitario en las operaciones de carga y
permite que prosperen la minería y las industrias de exportación agrícolas” (2004: 106).
De lo que se sigue que la respuesta está dentro del mismo sistema; si éste lo generó
también éste lo puede erradicar. En este texto se considera que el problema principal
es la ganancia en sí misma y no la obtención de ella. Esto quiere decir que partiendo
de la existencia de la ganancia, la cual es producto de las empresas privadas, del sec-
tor privado. Pero este sector se encuentra dentro de un todo, la economía mexicana.
En el mundo contemporáneo, en el mundo moderno, el hombre ha progresado por
173
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 167 - 174
asociación, las sociedades mercantiles han hecho crecer y desarrollar las civilizaciones;
claro está que han intervenido el gobierno y el pueblo; sin embargo, se ha hecho uso
del liberalismo como estrategia para mantener el statu quo; esto significa que mientras
ciertos individuos se han agrupado para la realización de empresas, se ha dejado creer
que la construcción de las mismas se debe únicamente a individuos aislados y a ellos
se les da el crédito de haber sido ellos quienes han realizado y construido las ciudades,
tanto urbanas como rurales, del México moderno; siendo un claro ejemplo la actividad
fundamental de los transportes para los intercambios de mercados; los cuales seguían
las rutas y directrices impuestas por la geografía natural y por el desarrollo de la econo-
mía, Jáuregui señala que “una buena parte del territorio mexicano muestra una diver-
sidad geográfica particularmente difícil para el desarrollo de los transportes: desiertos,
junglas, montañas, pocos ríos navegables, un descenso sumamente pronunciado del
altiplano central a las costas” y agrega que “parte de los sectores del México actual,
la característica principal de los transportes ha sido la convivencia de diversos modos
que aparecieron en su momento por la necesidad que imponía la geografía y que, aun
obsoletos, permanecieron debido a los problemas estructurales de la economía” (Jáu-
regui; 2004: 11 y 12).
No es precisamente evocar el retorno del diezmo obligatorio medieval, sino que existe
la necesidad de que los hombres reconozcan las bases ideológicas del mismo capita-
lismo, el cual hunde sus raíces en el mismo seno religioso. La postura liberal y la neo-
liberal se han nutrido de la idea de que el mundo creado es del señorío del hombre; el
hombre es señor de la creación; idea que se introdujo desde la edad media hasta la pri-
mer tercio del siglo XX, pero aún sigue vigente por ser sostenida por diversos grupos
religiosos; pero de mayor peso es la idea que no se ha de olvidar de que todo el mundo
occidental es cristiano por razones históricas. Aún dentro de la postura neoliberal se da
un ejercicio de ética cristiana retórica, recordando que la era neoliberal hizo disminuir
la productividad del campo debido a la desigualdad económica generada con la idea del
Estado mínimo y su sofistica de un gobierno incluyente, democrático y constitucional;
Ávila explica que “los sectores económicos -1995- evolucionaron en forma sumamen-
te desigual, sobresaliendo el estancamiento agropecuario” y advierte del imperativo
ético sobre la desigualdad: “la disminución de la desigualdad y de la pobreza no es sólo
un imperativo ético del desarrollo sino también una oportunidad para fortalecer el
mercado interno y, por ende, una fuente importante del crecimiento económico nacio-
nal” tratando de mostrar que la respuesta a estos problemas que incluyen, por supues-
to, el agro mexicano, es “una política económica que aliente la formación de capital
privado, de capital humano y el aumento del empleo formal y de la productividad de
las actividades orientadas al mercado interno, pueden sentar bases firmes para avanzar
en la construcción de una sociedad justa” (Ávila; 2006: 172, 261 y 262).
Así que siguiendo esta misma línea de pensamiento, los mismos preceptos cristianos
que enseñan al hombre como señor y rey de la creación; también le dicen que los hom-
bres deben ayudarse unos a otros, la sabiduría antigua añade que todo pobre es hijo de
un rico. Preceptos que también deben tomarse en cuenta para no hacer acepción de
principios, buscando la imparcialidad. Sin embargo, el hombre ha subido tan poco en
174
JORGE ÁLVAREZ BERRONES / La agricultura mexicana, búsqueda de una senda utópica del desarrollo sostenible e incluyente en una economía ecológica.
la escala evolutiva que tiene más de bestia que de hombre; además, presentar esta ética
sublime a un mundo burlón e incrédulo puede convertirse en una ética que grita en la
desertificación.
Tierra, agua, aire, vegetación y animales forman una zona climática determinada. Toda
transformación en esta zona que modifique, altere, destruya o dañe tal región ocasiona
problemas al medio ambiente. De lo que se sigue que la intervención que se realice ha
de ser hecha conforme a la naturaleza de los lugares afectados. De este modo, sería po-
sible conservar y recuperar sitios naturales y también sería posible mejorar los lugares
ya construidos. Siguiendo este orden de ideas, no es la extensión de la tierra la que pue-
de producir mayor rendimiento, sino el uso eficiente de la tierra, haciendo valer los dos
valores del mundo posmoderno, la eficacia y la dignidad. Fujigaki señala que en treinta
años no ha crecido la superficie cultivada del país (1990) y que la superficie agraria del
país es de 196.7 millones de hectáreas; territorio donde habita el 25 % de la población
con más del 50% del territorio del país. Y dentro de ese territorio, 51.5 % corresponde
al sector social, pero genera sólo el 8% del PIB (Fujigaki; 2004: 148-9).
Estos hechos muestran que se ha de hacer énfasis en políticas públicas y privadas que
benefician al agro campesino destinando y sosteniendo planes económicos que redun-
den en beneficios en educación, salud y tecnología. Asimismo, se ha de implementar el
sistema de riego como condición sine qua non en todas las zonas que lo necesiten y no
en forma desigual como se hizo en la llamada revolución verde, considerando que sin
agua no hay vida. Es sabido que la erosión y las sequías pueden acelerar el proceso de
desertificación, y, por ello, una adecuada planeación es necesaria. Ante el desafío de la
revolución verde, el monocultivo termino por erosionar la tierra, mientras que el uso
y el abuso de las aguas freáticas y de superficie provocó el abatimiento de los mismos
efectos desastrosos para la ganadería y la agricultura. Aquí puede señalarse que el ex-
perimento de la revolución verde consideraba para la familia campesina un pequeño
predio de temporal que tenía un tamaño promedio de tres hectáreas de extensión;
mientras que el tamaño para los solares de irrigación diecisiete hectáreas. Puede obser-
varse con claridad la ingenuidad del huerto urbano para satisfacer las necesidades de
autoconsumo de una familia promedio; se entiende que las hectáreas promedio fueron
hechas para fines de autoconsumo y de mercantilización, lo cual no demerita la nece-
sidad de una dimensión adecuada para el cultivo de hortalizas de los huertos urbanos
(cf. Fujigaki, 2004: 122 y 126).
Existe también la necesidad de decir que se estima que los policultivos mejoran la
calidad d la tierra y por ello se hace énfasis en la sustitución de los monocultivos por
esta otra opción. Además, se piensa que en los deslindes d los predios rurales se han
de considerar el sembrado y cultivo de árboles frutales que refuercen la biodiversidad
natural de los lugares; la idea es combinar los recursos naturales de la vegetación para
cuidar la ecología. De este modo, se puede comenzar una síntesis entre la economía y
la ecología dando lugar a una economía ecológica que pudiese ser llevada a efecto en
el siglo veintiuno.
175
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 167 - 174
CONCLUSIONES.
En el México moderno se ha creído que la solución al problema de la contradicción
entre la agricultura capitalista y la campesina es una solución de causa-efecto; en la
cual se pretende obtener resultados diferentes a los ya conseguidos y registrados por la
historia. En efecto, la aplicación de las mismas causas da por consiguiente los mismos
resultados. Se ha creído que solamente mediante el trabajo el agro campesino podría
recuperarse y volver a ser competitivo; la paradoja del campesino enunciada por Roger
Bartra en su libro, Y venimos a contradecir, ‘el campesino no tiene dinero por que no
trabaja y no trabaja porque no tiene dinero’ se hace patente y manifiesta una reforma
estructural.
Ahora bien, la contradicción es más profunda que hunde sus raíces en la ganancia, es
decir, es la ganancia la que permite crear la infraestructura necesaria para el crecimiento
y desarrollo económico. La ganancia capitalista se manifiesta en medios de producción
(maquinaria y equipo, instalaciones y edificaciones, nuevas tierras y mejoramiento de las
ya existentes). Por ello, compartir libremente la ganancia es dotar de los medios de pro-
ducción al agro campesino, lo cual es muy distinto de endeudarlo con créditos que no
podrá pagar y que tiene una resonancia esencial con el peonaje con deudas de la Colonia.
BIBLIOGRAFÍA.
Ávila, José Luis. La era neo-liberal. México. UNAM-Océano. 2006.
Bookchin, Murray. Los límites de la ciudad. Madrid. H. Blume ediciones. 1978.
Cabrera, Luis. Diccionario de aztequismos. México. Colofón. 2002.
Corona Treviño, Leonel. La tecnología, siglos XVI al XX. México. UNAM-Océano. 2004.
Derry, T. K. y Williams, Trevor. Historia de la Tecnología: desde la antigüedad hasta
1750. Vol. 1. México. Siglo XXI. 2004.
Fujigaki, Esperanza, La agricultura, siglos XVI al XX. México. UNAM-Océano. 2004.
García Martínez, Bernardo. El desarrollo regional, siglos XVI al XX. México.
UNAM-Océano. 2004.
Herrera, Inés y González, Eloy. Recursos del subsuelo, siglos XVI al XX. México.
UNAM-Océano. 2004.
Jáuregui, Luis. Los transportes, siglos XVI al XX. México. UNAM-Océano. 2004.
Konetzke, Richard. América Latina II. La época colonial. Historia Universal. México.
Siglo XXI. 2007.
Rojas Rabiela, Teresa. La tecnología agrícola; páginas 15-68 (Coordinadores Man-
zanilla, Linda y López Luján, Leonardo) En Historia Antigua de México. Vol. IV:
Aspectos fundamentales de la tradición cultural mesoamericana. México. Miguel
Ángel Porrúa. 2001.
176
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y AMBIENTAL
RESUMEN
El movimiento ambiental se inició en la década de 1920, alcanzando el ápice de la lucha
ambiental alrededor de los años 70, cuando las organizaciones no gubernamentales
- ONG ganaron fuerza e influencia en el mundo, desarrollando actividades sociales,
acciones de conservación y mantenimiento de la calidad de vida de cada ciudadano
global y local. La responsabilidad ambiental no puede ser confundida con la responsa-
bilidad civil, no puede permitirse que sucedan primeros impactos para que más tarde,
las acciones de conservación y mantenimiento se desarrollen. Cabe señalar que el ideal
de desarrollo sostenible del medio ambiente sólo será plenamente posible del aparejo
del compromiso del Estado y de toda la comunidad, personas físicas o jurídicas, siendo
conscientes y comprometiéndose a adoptar actitudes que consagran la preservación de
nuestro planeta. El objetivo de este artículo es intentar crear una conciencia ambien-
tal y abordar la importancia de su papel en la sociedad, incentivando a la población
a repensar sus actitudes en busca de un ambiente equilibrado para la actual y futura
generaciones a través de una revisión de la literatura.
Palabras clave: Brasil, Rio-92, Desarrollo Sostenible, Global, Medio Ambiente.
ABSTRACT
The environmental movement began in 1920, reaching the apex of the environmental
struggle around the 70s, when non-governmental organizations - NGOs gained stren-
gth and influence in the world, in social activities and conservation actions and main-
tenance quality of life of each global and local citizen. Environmental liability cannot
be confused with civil responsibility, cannot be afforded that early impacts happen for
later, conservation and maintenance actions be carried out. It should be noted that the
177
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 175 - 181
ideal of sustainable development of the environment will only be fully possible rigging
of state commitment and the whole community, natural or legal persons, aware and
agreeing to adopt attitudes that establish the preservation of our planet. The aim of
this article is to try to create environmental awareness and address the importance of
their role in society, encouraging people to rethink their attitudes in search of a balan-
ced environment for present and future generations through a literature review.
Keywords: Brazil, Rio-92, Sustainable Development, Global, Environment.
INTRODUCCIÓN
En 2015, cumpliese cincuenta y cinco años de la publicación del libro “ Silent Spring “
(CARSON, 1972), uno de los iconos del movimiento ecologista, escrito por el cientí-
fico estadounidense Rachel Carson. Cuarenta y tres años de la realización de la Confe-
rencia de Estocolmo y de la publicación de libro Limites del Crecimiento (Meadows).
Veintinueve años de la publicación del libro Nuestro Futuro Común (Comisión, 1992)
elaborado por la Comisión Brundtland, en la que el concepto de desarrollo sostenible
fue introducido por primera vez para analizar la crisis ambiental y proponer alternati-
vas sostenibles.
Y, por último, veintitrés años de la realización de la Eco 92 y dieciocho años de la
adopción de la Agenda 21 (1997). Después de unas décadas de activismo, debates,
encuestas, y una suma importante de recursos públicos y privados invertidos en pro-
gramas y proyectos ambientales es el momento de hacer un análisis más objetivo de los
resultados hasta ahora obtenidos.
La Río + 10 (Conferencia de las Naciones Unidas), celebrada en 2002 en la ciudad de
Johannesburgo, llamó la atención sobre esta importante tarea. ¿Qué progreso se ha
hecho? ¿Cuáles son las principales limitaciones y obstáculos que aún se interponen
en el camino de la sostenibilidad? ¿Qué resultados relevantes, publicaciones sobre los
movimientos ambientalistas, las conferencias sobre la legislación ambiental y la im-
portancia educativa del proceso de sensibilización ambiental: de los ciudadanos, de las
organizaciones de la sociedad civil, de las instituciones de educación superior, de los
cursos de formación de profesores, educadores y estudiantes en general fueron pues-
tos en práctica?
Este tema viene siendo discutido en los últimos tiempos, en todos los medios, pero hay
una gran brecha entre la teoría y lo que realmente ocurre en la práctica.
El propósito de este artículo es hacer una revisión de la literatura sobre la conciencia
ambiental y abordar la importancia de su papel en la sociedad como: repensar sus acti-
tudes en busca de un ambiente equilibrado para la actual y futura generaciones.
178
LUIZ ANNUNZIATA NETO / Responsabilidad social y ambiental.
DESARROLLO
El tema de la responsabilidad ambiental comprende varios aspectos entre ellos el prin-
cipal es la degradación de nuestro planeta por medio de las acciones humanas, ya sea en
el contexto individual, corporativo o estatal como consecuencia de la industrialización
y del proceso de desarrollo tecnológico.
Se puede ver que por las acciones y prácticas, las naciones y los gobiernos también
realmente sólo se preocupan por preservar el medio ambiente cuando sus actitudes
reflejan en el ámbito civil o penal, trayendo consecuencias financieras de gran escala.
Por último, cabe señalar que nuestra supervivencia y de las generaciones futuras de-
penden únicamente de las actitudes que deben adoptarse en el presente, siendo así la
educación ambiental es necesaria para despertar la conciencia ambiental y sobre todo
la conciencia planetaria.
Como ejemplos de síntomas del desequilibrio medioambiental a nivel mundial incluyen:
• Efecto invernadero.
• Agujero en la capa de ozono.
• Los cambios en la superficie de la Tierra.
• Las exacerbaciones de Cambio Climático.
• La deforestación.
• Incendios.
• Erosión del Suelo.
• Destrucción del Hábitat.
• Pérdida de la Biodiversidad.
• La escasez de agua para beber.
• La erosión y la pérdida de la diversidad cultural.
• Exclusión Social.
• Transgénicos.
• Contaminación del aire. Y muchos otros.
La responsabilidad ambiental no puede ser confundida con la responsabilidad civil, no
se puede permitir que sucedan primeros impactos para que más tarde, las acciones de
conservación y mantenimiento se desarrollen.
La responsabilidad ambiental no tiene el mismo significado para todos, ya que para
algunos es la idea de obligación, como para otros un comportamiento ético, de forma
socialmente consciente.
De hecho, este concepto visa cambiar los métodos de producción de manera que las
acciones ambientales sean concretas, con la inclusión de políticas que aborden la armo-
nización de los impactos sociales y ambientales.
179
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 175 - 181
RESUMEN HISTÓRICO
A partir de la Revolución Industrial a finales del siglo XIX, el uso de materiales, recur-
sos naturales y las emisiones de gases de efecto invernadero eran rampantes. Por otro
lado, a principios del siglo XX, algunos estudiosos y observadores se han preocupado
por la tasa de destrucción de los recursos naturales y la cantidad de residuos que la
humanidad estaba produciendo. Luego surge el concepto de reciclaje es decir, la reuti-
lización de los materiales.
MOVIMIENTOS AMBIENTALES
El movimiento ambiental se inició en la década de 1920, alcanzando el ápice de la lucha
ambiental alrededor de los años 70, cuando las organizaciones no gubernamentales - ONG
ganaron fuerza e influencia en el mundo, desarrollando actividades sociales y acciones de
conservación y de mantenimiento de la calidad de vida de cada ciudadano global y local.
Evolución histórica y cronológica del concepto de responsabilidad ambiental:
• 1929- Constitución de Weimar (Alemania) - Función Social de la Propiedad.
• 1960- Los movimientos para la Responsabilidad Social (EE.UU.).
• 1971- Reunión de Founex (Suiza).
• 1972- Conferencia de Estocolmo.
• 1972- ONU - Resolución 1721 del Consejo Económico y Social - estudios sobre el
papel de las grandes empresas en las relaciones internacionales.
• 1973- PNUMA Programa de las Naciones Unidas (Ginebra).
• 1992- ECO 92 o CNUMAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo) - Planificación del proyecto Agenda 21.
• 1997- Protocolo de Kioto (Japón).
• 1999- Sello de la Creación “Ciudadano Corporativo”.
• 1999- primera Conferencia Internacional del Instituto Ethos.
• 2000- Naciones Unidas y el Pacto Mundial.
• 2009 - Conferencia sobre el cambio climático (Copenhague).
180
LUIZ ANNUNZIATA NETO / Responsabilidad social y ambiental.
• Identificar las estrategias regionales y globales para las acciones oportunas en rela-
ción con los temas ambientales.
• Recomendar medidas a niveles nacional e internacional sobre la protección del
medio ambiente a través de políticas de desarrollo sostenible.
• Promover la mejora del derecho ambiental internacional.
• Examinar las estrategias para promover el desarrollo sostenible y la erradicación de
la pobreza en los países en desarrollo.
181
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 175 - 181
182
LUIZ ANNUNZIATA NETO / Responsabilidad social y ambiental.
CONSIDERACIONES FINALES
No podemos ignorar los avances tecnológicos e industriales de los últimos tiempos, ya
que trajo beneficios innegables para los seres humanos.
Sin embargo, lo que se busca es la adecuación del cambio tecnológico con la adopción
de prácticas que no dañan el medio ambiente, la promoción de lo que se llama desa-
rrollo sostenible.
En este sentido, se han producido importantes cambios legislativos y regulatorios en
los últimos años, aunque todavía no es suficiente para resolver todos los conflictos
inherentes a los problemas del medio ambiente.
Por último, cabe señalar que el ideal de desarrollo sostenible sólo será plenamente
posible a través del compromiso del Estado y de toda la comunidad, personas físicas o
jurídicas, siendo conscientes y comprometiéndose a adoptar actitudes que consagran la
preservación de nuestro planeta, en virtud del artículo 225 de la Constitución brasileña.
BIBLIOGRAFÍA
Almeida JR, J.M.G.de.”Desenvolvimento ecologicamente auto-sustentável: concei-
tos, princípios eimplicações,” Humanidades. Brasília,10(4), 2004
Annunziata, Luiz Neto.” A Evolução do Movimento Ambientalista. Rio de Janeiro.
IGM, 2005.
Bilsborrow, RE e Okoth-Ogendo, H.W.O. “populacion-driven Changes in Land
Use im Developing Coubtries”. Ambio 21 (1), 2012, 37-45p.
Comissão Interministerial para a Preparação da Conferência das nações Uni-
das sobre o Meio Ambiente e Desenvolvimento. “Educação Ambiental no
Brasil”. Subsídios Técnicos para a Elaboração do Relatório Nacional do Brasil
para a Cnumad, 1991,p.63.
183
ECOLOGÍA Y SUSTENTABILIDAD
César Carriço1
RESUMEN
El globo terrestre es el nicho ecológico del mundo y alberga toda la fauna, la flora, el
agua, el aire, los recursos minerales y un ciento de diferentes culturas, por eso se hace
necesaria una conciencia ecológica de preservación y conservación por parte de todos
los habitantes del planeta, posibilitando una calidad de vida mejor para las futuras ge-
neraciones, pero para logar un hecho de esa magnitud es imprescindible un inversión
basada en el desarrollo sostenible o sea cultivando la sustentabilidad ambiental, la jus-
ticia social y una economía eficiente que favorece a todos y no sólo una pequeña frac-
ción de la población mundial y con eso será posible dejarnos un mundo un poco más
sano para las próximas generaciones. El presente artículo pretende contribuir con una
panorámica sobre la ecología y la sustentabilidad desde un aspecto económico, social
y del medio ambiente a través de una revisión de la literatura nacional e internacional.
Palabras claves: Biodiversidad, Brasil, Medio Ambiente, Recursos, Sociedad.
ABSTRACT
The globe is the ecological niche of the world and home to all the fauna, flora, water,
air, mineral resources and hundreds of different cultures, so ecological awareness of
preservation and conservation is needed by all on the planet, enabling a better quality
of life for future generations, but for attaining an event of this magnitude, it is essential
to have investment based on sustainable development and environmental sustainabi-
lity, social justice and an efficient economy that favors all and not just a small fraction
of the world population, by doing so this will be possible and it will be healthier for
future generations. This article aims to contribute to an overview of the ecology and
sustainability from economic, social aspects and the environment through a review of
national and international literature.
Keywords: Biodiversity, Brazil, Environment, Resources, Society.
185
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 183 - 186
1. INTRODUCCIÓN
El crecimiento económico en el mundo en los últimos 50 años tuvo como principal
foco aumentar el bienestar de la población, pero lo único que fue alcanzado fue la no
mejoría social y muchos impactos ambientales, como por ejemplo, el fenómeno “el
Niño”, el accidente nuclear de Fukushima en Japón y el rompimiento de la presa de la
minería Samarco que devasto el rio dulce en Brasil, dejando como herencia la contami-
nación y la extinción de inúmeras especies de plantas y animales.
Las primicias de los estudios de la ecología fueron elaboradas por Charles Darwin en
1859, aunque su esencia también fue examinada por Alfred Russell Wallace, su con-
temporáneo y corresponsal, pero sólo en 1866 que la palabra fue creada por el biólogo
y naturalista alemán Ernst Heinrich Haeckel.
La ecología es una rama de la Biología, que tiene como propuesta estudiar los seres
vivos y su relación con el medio ambiente. Es una palabra de origen del idioma griego,
que significa “estudio de la casa”, o sea todo aquello que está en el globo terrestre. Esta
Ciencia es de extrema importancia ya que los resultados de sus investigaciones permi-
ten conocer la salud de los seres vivos y del ecosistema, y así desarrollar estrategias para
su manutención.
La emisión de gases de efecto invernadero continua aumentando y más de la mitad de
todas las especies conocidas pueden ser extintas, caso los cambios climáticos no sean
reducidos. Para dejarnos un mundo un poco más sano para las próximas generaciones
se hace necesario enfrentar las problemáticas de la pobreza y de la desforestación.
El presente artículo pretende contribuir con una panorámica sobre la ecología y la
sustentabilidad desde un aspecto económico, social y del medio ambiente a través de
una revisión de la literatura
2. DESARROLLO
Ecología, Biodiversidad y Sustentabilidad
Las raíces de la ecología están muy conectadas con los estudios de la historia natural.
El desarrollo de la misma fue muy rápido, pero todavía no hay una teoría de funda-
mentación muy rígida y por eso es posible tener unas cuantas definiciones para eco-
logía, como por ejemplo, historia natural científica (Elton, 1926); biología de grupo
de organismos (Odum, 1963), estudio del medio ambiente y su interrelación entre los
organismo (Ricklefs, 1980) y otros (Pinto-Coelho, 2009).
En la ecología política la sustentabilidad es basada en la articulación de la sociedad y
la naturaleza, bajo una perspectiva de justicia social y gobernanza. Aunque no siempre
reconocida formalmente, la temática territorial está implícitamente relacionada en la
noción de desarrollo sustentable.
La polución, el uso en exceso de los recursos naturales, la expansión urbana e industrial
son ejemplos de amenazas para las florestas en el mundo y para el desequilibrio eco-
186
CÉSAR CARRIÇO / Ecología y sustentabilidad.
lógico. A cada año casi 17 millones de hectáreas de floresta tropical son desmatados,
lo que podrá llevar a la extinción de inúmeras especies de plantas y animales en menos
de 30 años.
Según Martinez-Alier (2007), la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Am-
biente Humano, celebrada en Estocolmo en 1972 fue importante para diferenciar en
la práctica los actuales crecimientos económicos y sus relaciones con la degradación
ambiental. Con esa percepción no sería posible el uso de un modelo de desarrollo que
no fuera sustentable.
20 años después de la Conferencia de Estocolmo, en la “Conferencia de la Diversidad
Biológica – Rio-92”, biodiversidad fue definida como “la variabilidad de organismo
vivos de todos los orígenes, comprendiendo los ecosistema terrestres, marinos y los
otros complejos ecológicos de que hacen parte; comprendiendo también la diversidad
dentro de las especies, entre especies y ecosistemas” (Cnumad, 1992).
El ambiente político internacional en el año de 92 fue importante para la aceptación
por los países desarrollados de que la responsabilidad por la preservación del medio
ambiente y la construcción de un convivio equilibrado en el mundo era necesario y
para eso los países en desarrollo deberían de tener un apoyo financiero y tecnológico
para alcanzar otro modelo de desarrollo que sea sustentable (Cnumad, 1992).
Aun en la Rio-92 fue analizado que los componentes económicos, ambientales y so-
ciales deben de ser trabajados en conjunto y que sin eso no será posible garantizar la
sustentabilidad del desarrollo.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable “Rio+20” fue
importante para sugerir la transición para una economía más verde, la erradicación de
la pobreza, proteger los océanos de la sobrepesca, de la desnutrición de los ambientes
marinos, de los efectos de los cambios climáticos, hacer las ciudades más habitables y
eficientes, ampliar el uso de los recursos de energía renovables que puedan disminuir la
emisión de carbono, reducir la deforestación hasta 2030 y conservar los recursos hídri-
cos, los asuntos superaron aquellos propuestos en Rio-92, pero el ambiente político
ya no era tan favorable como a 20 años atrás (ONU, 2012).
Algunos ejemplos de sustentabilidad fueron abordados en la Conferencia Rio+20,
como lo de Kenia sobre el uso de energías renovable (eólica, solar, biogás y energías de
residuos urbanos) generando ingresos y empleos; en Uganda con la práctica de la agri-
cultura orgánica beneficiando la economía, la sociedad y el medio ambiente; en Brasil
empleando el metano producido por la basura para generar un millón de megawatts de
electricidad; en Francia casi 90 mil empleos fueron creados en el sector de economía
verde, principalmente para el desarrollo de energías renovable (ONU, 2012).
A partir de Conferencia Rio+20, la cuestión social surge como un elemento impor-
tante para el desarrollo de la sustentabilidad tiendo como punto de partida las escalas
(local, nacional y global) sociales.
187
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 183 - 186
BIBLIOGRAFÍA
Conferência das Nações Unidas sobre o Meio Ambiente e Desenvolvimento. 1992.
Martinez-Alier, Joan. O ecologismo dos pobres: conflitos ambientais e linguagens de
valoração. São Paulo: Contexto, 2007.
Pinto-Coelho, Ricardo Motta. Fundamentos em Ecologia. Porta Alegre: Artmed.
2009.
ONU. Rio+20 Conferência das Nações Unidas sobre Desenvolvimento Sustentável –
O Futuro que queremos. 2012 (http://www.onu.org.br/rio20).
188
REFLEXIONES SOBRE FEDERALISMO Y RECURSOS
NATURALES EN EL OESTE ARGENTINO.
UNA APROXIMACIÓN DESDE LA ECOLOGÍA POLÍTICA.
RESUMEN
El denominado federalismo ha producido encendidos debates e innumerables crisis en la
Historia argentina. En el presente artículo se buscará reflexionar sobre algunos puntos
en los que se cruza el federalismo y los denominados recursos naturales, desde diferentes
categorías de la Ecología política y la Historia ambiental. El primer objetivo es, sin duda, co-
menzar a pensar categorías superando la tradicional dicotomía Sociedad/Naturaleza.
Categorías clásicas de Economía Política, como desarrollo y democracia son también de
sumo interés para este tipo de planteos.
Palabras claves: Ecología política, Federalismo, Democracia, Desarrollo.
ABSTRACT
The so-called federalism has fueled fiery debates and countless crises in the history of
Argentina. This article reflects on a few points where federalism intersects with natural
resources, from various perspectives of political ecology and environmental history.
The first objective is to begin to think in terms of categories that go beyond the tra-
ditional dichotomy of nature–society. Classic categories of political economy, such as
development and democracy are also quite interesting for this type of discussion.
Keywords: Political Ecology, Federalism, Democracy, Development.
1. INTRODUCCIÓN
Sobre federalismo han existido muchos debates en Argentina, y han sucedido inclusive
guerras civiles en su nombre. En estas luchas, se disputaba la distribución del poder
político y económico (y por lo tanto también de lo que hoy denominamos recursos
naturales) entre gobiernos provinciales y nacionales.
189
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203
El federalismo como doctrina política busca que una organización formada por dife-
rentes entidades sociales, (estados, asociaciones, agrupaciones, sindicatos) se asocie,
delegando algunas libertades y poderes a otro organismo superior, pero conservando
otros. De esta forma, mantendrían cierta autonomía política, económica y cultural.
Ha sido conceptualizado por autores muy diversos, algunos cercanos al anarquismo
como Pierre-Joseph Proudhon, otros cercanos al sistema republicano norteamericano
(GONZALEZ SCHMAL, 2003).
Sin embargo han existido diferentes interpretaciones en Argentina. Desde el “fede-
ralismo confederativo con pacto recíproco” de Artigas, o el “federalismo de espíritu
jeffersoniano” que proponía Dorrego, hasta la “federación unitaria” o “unidad federa-
tiva” propuesta por Alberdi en el siglo XIX, y finalmente triunfante en la Constitución
de 18533. En el siglo XXI podemos mencionar el que enuncian las Provincias Cor-
dilleranas en su Declaración de 2010, en Salta: “siendo el federalismo un sistema político de
distribución territorial de las competencias que permite resolver con eficacia las cuestiones ambientales
particulares y verificables en los territorios de cada una de dichas Provincias.”.4
La actualidad de estas discusiones se puede percibir en las continuas apariciones en los
medios de este tema. Hace pocos meses en el MALBA (Museo de Arte Latinoamerica-
no de Buenos Aires), se discutió sobre federalismo en un ciclo organizado por el grupo
Clarín, denominado “Democracia y Desarrollo”5, en el cual participaron gobernado-
res provinciales, especialistas de diferentes áreas y representantes sectoriales. Durante
inicios del 2016, con otro escenario político nacional, el recién asumido presidente
Mauricio Macri aumentó por Decreto de Necesidad y Urgencia los fondos asignados
a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo cual generó nuevas rispideces, aún en sus
aliados políticos.6
190
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..
Sin hacer una amplia recopilación o una sistemática exposición de tan densas catego-
rías, se buscará reflexionar sobre algunos puntos donde se cruzan el federalismo y los
denominados recursos naturales7. Aunque, sin duda, las discusiones referidas al desa-
rrollo y a la democracia son también de sumo interés para este tipo de planteos.
Si bien en este momento de la historia argentina es probable que ningún argentino
sostenga que está en contra del federalismo, como categoría general y sin mayores pre-
cisiones, el debate puede tornarse mucho más complejo al subsumirse en las diferentes
interpretaciones y prácticas de su uso.
Hay muchos ejemplos de las aristas y ribetes que pueden complicar una respuesta
unívoca a estas discusiones. Una muy concreta y actual es que a pesar de los aparentes
consensos, siguen discutiéndose leyes nacionales de coparticipación, y las que existen8,
se cumplen relativamente9.
El debate sobre federalismo incluyó siempre alguna vinculación con la idea de justicia
o equilibrio territorial entre diferentes jurisdicciones argentinas. Este punto del debate
contiene viejas demandas de justicia desde regiones más pobres, las cuales habrían
sido, de acuerdo a una interpretación cercana al revisionismo, provincias dejadas de
lado por los modelos de desarrollo agropecuarios de fines de siglo XIX y principios
del XX. Coincidentemente y a grandes rasgos, serían las mismas jurisdicciones que no
fueron beneficiadas por los procesos industrializadores de mediados de siglo XX.
Vale mencionar a La Rioja y Catamarca, por enumerar algunos ejemplos, provincias
que mostraron escaso dinamismo económico durante gran parte del período mencio-
nado, en comparación con las provincias pampeanas, a las que se suelen sumar en cier-
tas clasificaciones Mendoza y Tucumán (siempre destacando diferencias entre ambas).
Algunas de estas provincias, integrantes del grupo que podríamos denominar subalter-
no, en 1973 se vieron beneficiadas por un reconocimiento nacional, mediante el Acta
de Reparación Histórica10, firmada por los gobiernos de Catamarca, La Rioja, San Luis
y el gobierno nacional. En este documento se manifestaba la necesidad de que el go-
7 En este ensayo se usarán como sinónimos recursos naturales, bienes naturales y bienes na-
turales comunes, pues las diferencias entre estas denominaciones no está consensuada y tal
debate excede el objetivo de éste artículo.
8 Ley Nº 23548, de Coparticipación Federal de Recursos Fiscales, de 1988.
9 “Precisamente, para compensar en cierta medida la pérdida de los saldos coparticipables por
parte de las Provincias, se estableció un mecanismo mediante el cual se transfieren recursos
desde el Tesoro Nacional hacia los ejecutivos provinciales, fondos que sirven tanto para el
pago de salarios de empleados públicos como para ejecución de obras públicas. Se trata de
una medida que se aplica “a discreción” del Gobierno nacional y constantemente se la tilda
de ser utilizada con fines políticos.” http://www.abeceb.com/web/content/show/668081/
lo-basico-para-entender-la-problematica-de-la-coparticipacion; http://www.lanacion.com.
ar/1104269-la-coparticipacion-esta-en-problemas; http://www.pagina12.com.ar/diario/el-
pais/1-212504-2013-01-24.html
10 http://www.diputadossanluis.gov.ar/diputadosasp/paginas/verNorma.asp?NormaID=226
191
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203
11 http://www.diputadossanluis.gov.ar/diputadosasp/paginas/verNorma.asp?NormaID=226
12 http://www.mdzol.com/nota/368483-promocion-industrial-cinco-razones-de-por-que-la-
nacion-no-quiere-a-mendoza-y-la-politica-hace-agua/
13 El argumento del fallo cuestionaba el costo fiscal de la Promoción Industrial para Catamarca,
San Luis, San Juan y La Rioja, el cual fue asumido por todas las provincias, las que no fueron
consultadas. Además se cuestionó que la promoción industrial había sido prorrogada por
Decreto de Necesidad y Urgencia (Carlos Menem, Nº804 de 1996), lo cual no correspondía
porque legisló en temas impositivos, siendo esto una facultad del Congreso de la Nación,
justamente por un criterio republicano y federal. http://www.mecon.gov.ar/sip/dnip/dltp/
normativa/69.htm
192
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..
193
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203
Es así que cabe preguntarnos si el federalismo de los estados provinciales, sin mayores
consideraciones, nos acerca linealmente a la autonomía de los ciudadanos o al desarro-
llo socioeconómico y a la justicia social en diferentes regiones del país. O, en cambio,
hasta qué punto en la práctica, se ha transformado en una noción vacía, como el desa-
rrollo sustentable. Es decir, una idea equívoca, políticamente correcta pero que contiene
demasiados significados (no explicitados casi nunca en el mismo significante). Y lo más
grave, no presenta casi ningún practicante, pues pocos sectores se muestran favorables
a respetarlo en sentido estricto, más allá de las ocasionales proclamas.
194
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..
15 Más allá de las definiciones de tales categorías, siempre discutibles e incompletas, los prin-
cipales campos y desafíos de la Historia ambiental (H.A.) según algunos autores clásicos en
Latinoamérica, como Stefania Gallini (2004), Adrián Zarrilli (2002) o Escobar Ohmstede
(2013), se podrían resumir a partir de la preocupación por:
• Reconstrucción de las variaciones ecosistémicas y condiciones ambientales en determinados
periodos históricos.
• Procesos políticos e institucionales, disputas de poder vinculadas al am¬biente.
• Ideas, representaciones e imaginarios que las sociedades construyen en relación a la naturaleza.
16 La Ecología política estudia la desigual distribución de acceso a los bienes y servicios de la
naturaleza, como también la distribución social de los perjuicios y pasivos ambientales entre
diferentes grupos sociales. Como destaca Germán Palacio, es un campo de discusión inter y
transdisciplinario que reflexiona y discute las relaciones de poder en torno a la naturaleza, en
términos de su fabricación social, apropiación y control de ella o parte de ella, por distintos
agentes socio–políticos (PALACIO, 2006).
17 Entendida esta complejidad desde una visión cercana a algunos estudios sobre sistemas com-
plejos, especialmente aquellos que destacan la imprevisibilidad de sus propiedades emergen-
tes. Se trata de metodologías plurales y flexibles, que destacan la importancia de las relaciones
y contextualidad (organizacional) del método que elijamos (MORIN, 1977). Los problemas
ambientales se caracterizan por la confluencia de múltiples procesos cuyas interrelaciones
constituyen la estructura de un sistema que funciona como una totalidad organizada, denomi-
nada “sistema complejo” (GARCIA, 1994).
18 La interdisciplina, entendida aquí como la práctica académica que supera los límites discipli-
nares para generar nuevos campos, conceptos, métodos y preguntas, no contenidas original-
mente en las disciplinas de origen. Implica transferencia de una disciplina a otra, tanto teórica
como metodológica. Asume la autocrítica y las limitaciones disciplinares.
195
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203
comprender, estudiar y enseñar las problemáticas ambientales que nos preocupan. Es-
tos campos de estudio, que surgen del diálogo entre diferentes campos tradicionales,
han crecido acostumbrados al desgaste que implica trabajar buscando superar muchos
límites corporativos de la academia y las instituciones.
Por otra parte, la H.A. y E.P. han sido percibidas en nuestro trabajo, como campos
académicos con gran potencial pedagógico. Entre otras razones, porque son flexibles
a ser trabajados por graduados de diferentes disciplinas, en principio con sus particu-
laridades teóricas-metodológicas. Además suelen ser adaptables al contexto educativo
en el cual estemos trabajando. Por último, promueven un acercamiento a la formación
continua (y a la docencia-investigación), debido al desafío que implica trabajar variadas
problemáticas socioambientales.
Joan Martínez Alier destacaba, en noviembre de 2014, en ocasión de recibir el título de
doctor honoris causa en la Universidad Nacional de Córdoba: “La ecología política estudia
los conflictos socio-ambientales. Al mismo tiempo, el término designa un amplio movimiento social y
político por la justicia ambiental que es más fuerte en América Latina que en otros continentes. Este
movimiento lucha contra las injusticias ambientales en ámbitos locales, nacionales, regionales y globales
(…) En América Latina la ecología política no es tanto una especialización universitaria dentro de
los departamentos de geografía humana o de antropología social (al estilo de Michael Watts, Raymond
Bryant, Paul Robbins) como un terreno de pensamiento propio de relevancia internacional, con autores
muy apegados al activismo ambiental en sus propios países o en el continente como un todo”.
Agrega Héctor Alimonda (2015) “A lo largo de las últimas dos décadas, se ha ido extendien-
do en el campo intelectual internacional, y muy especialmente en América Latina, la denominada
“ecología política”. Originada básicamente a partir de elaboraciones académicas de las tradiciones an-
glo-sajonas (como los estudios de ecología humana, la geografía de Carl Sauer y los estudios culturales
urbanos de Lewis Munford) y francesa (una sólida producción geográfica y antropológica, sumada a la
tradición de economía regional), no registra, sin embargo, obras capitales de referencia que establezcan
nuevos paradigmas o puntos de partida. (…) Por un lado, en diferentes áreas disciplinarias se fue
produciendo un “giro eco-político”, que abrió un doble programa de trabajo: la relectura de la propia
tradición disciplinaria, a partir de nuevas claves, y el establecimiento de nuevos diálogos interdiscipli-
narios” (ALIMONDA, 2015:6).
196
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..
19 En Argentina no se acostumbra a usar el término federal para referirse al gobierno del país,
sino se utiliza nacional. A diferencia de México, USA o Brasil, donde federal remite al go-
bierno de “la Nación” y no de los estados o provincias, en Argentina, justamente por estar
siempre en tensión el gobierno “nacional” con el concepto de federalismo, se acostumbra a
diferenciarlos.
20 La megaminería es un término utilizado para hacer referencia a explotaciones mineras de
gran magnitud, en cuanto a la superficie implicada, el consumo de recursos naturales y los
impactos ambientales generados, entre otras variables. Hace referencia principalmente a em-
prendimientos de minería metalífera a cielo abierto, aunque no exclusivamente.
197
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203
21 Son normativas de fomento que suspende o prorroga los impuestos por un plazo de determi-
nada cantidad de años, hasta que la actividad se consolide y la ecuación económica le permita,
ya sí tributar normalmente.
198
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..
El federalismo entendido como “un sistema político de distribución territorial del po-
der”, no presenta a priori límites de delimitación de tales unidades territoriales, pues se-
rían contextuales e históricas. Esto es diferente a la democracia, la cual podría pensarse,
en algunas de sus interpretaciones, como un sistema en el cual los ciudadanos tendrían
los mismos derechos, siendo los ciudadanos más fácilmente identificables entre sí; a
diferencia de la dificultad que presenta delimitar y definir unidades de aplicación del
federalismo, que no están determinadas de hecho, como los ciudadanos. El espíritu de
tal federalismo, como lo comprendemos desde aquí, excede la propia norma constitu-
cional, para incluir usos y costumbres sobre el tema y los mitos instalados al respecto en
la opinión pública. Por ello excede (aunque incluye también) la interpretación, estricta,
de los académicos. En la práctica política, muchos de los actores sociales que esgrimen
algunas de estas interpretaciones muy arraigadas en los imaginarios sociales del Interior,
en otros casos, sin mayor problema evaden sus propias interpretaciones, cuando se
trata de la aplicación del principio al interior de su Provincia.
Si la noción de federalismo no alcanza los municipios, se estaría delimitando el sujeto
de la distribución de poder territorial en forma definitiva, sólo en favor de los go-
biernos provinciales. O dicho de otra manera, ¿no es posible que la capital provincial
estuviere, bajo esta interpretación literal, cometiendo los mismos abusos centralistas
denunciados por más de un siglo contra Buenos Aires, contra los (salvajes) unitarios?
De hecho, quien tenga oportunidad de recorrer el interior de La Rioja y Catamarca,
encontrará que el fuerte sentimiento de abandono, por parte de la capital provincial, es
generalizado entre sus habitantes. Ello ha dejado muy atrás la disputa Buenos Aires/
Interior, que ya suena anacrónica, para quienes se quejan de la falta de infraestructura,
salud y educación en el interior de esas provincias, desatendida por sus propias capi-
tales.
¿Cuál sería la opinión, desde el federalismo, si gobierno central, antes de 1994, no
hubiera querido compartir con las provincias los beneficios impositivos del aprovecha-
miento de los recursos naturales? Pues hasta ese momento la letra de la Constitución
no lo especificaba, pero se entendía que el federalismo explícito en diferentes artículos
de la Constitución, sí daba lugar a una distribución de recursos (fueren cuales fueren)22.
Desde las luchas entre Quiroga y Rivadavia, ya existían esas disputas, en este caso por
los beneficios mineros, aunque ninguno de estos dos próceres le llamaba, por aquel
entonces, “conflictos por las regalías de los recursos naturales.” En esta línea, el economista
catalán Joan Martínez Alier (2014) se pregunta cómo investigar acerca de los miles
de conflictos ecológicos locales, que muchas veces no se reportan en los periódicos
regionales y que no fueron asumidos por grupos que se autodenominaran “ambienta-
listas” o “ecologistas”. En trabajos previos, este mismo autor se interrogaba, al hablar
de una historia ecológica, si ésta podría fundarse en ampliar y modificar la historia
22 Por lo cual, y por nombrar un solo ejemplo, se concretó en 1988 la ya mencionada Ley de
coparticipación, en la cual se compartía, entre otros recursos fiscales, el beneficio obtenido de
la explotación de los recursos naturales.
199
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203
23 http://www.errepar.com/nova/nova_modulos/separatas/default.aspx?d=Legisla-
cion/20141119104039348.docx
24 http://www.losandes.com.ar/article/autonomia-para-el-municipio-mendocino
200
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..
25 “Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren las
jurisdicciones locales.”
26 h t t p : / / w w w. c l a r i n . c o m / o p i n i o n / s o m b r a s - g l a c i a r e s _ 0 _ 5 0 4 5 4 9 6 3 7 . h t m l ;
http://www.greenpeace.org/argentina/Global/argentina/report/2010/9/respuesta_decla-
racion_provincias_cordilleranas.pdf
201
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203
27 Para mayor detalle sobre este proceso, ver Bottaro y Sola Álvarez (2016).
28 Utilizamos esta noción como sinónimo de megaminería.
202
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..
caso de los fallos de las Cortes de Córdoba y de Mendoza. Éste último, al respecto del
fallo de Villibar, sostiene “la Corte Nacional desarrolla una doctrina clara y precisa que
debería despejar en lo sucesivo el empleo de argumentos banales respecto a la compe-
tencia y jurisdicción de la provincial en materia de protección ambiental de la actividad
minera.” (Asesoría de Gobierno, 2007).
En el caso del dominio de los recursos naturales por parte de las provincias, éste ha
tenido diferentes consecuencias según el tema en el que se haga hincapié. En el caso
de la conflictividad ambiental, al tener las provincias la potestad de aprobar –o no-
los estudios de impacto ambiental de las empresas, éstas se han transformado en el
principal escenario donde se dirimen estos conflictos, llevando a que, parafraseando
a Gabriela Merlinsky (2013), Argentina esté constituida por diversas cartografías del
conflicto”, en relación a esta actividad, más allá incluso de la posición al respecto del
Estado nacional. Esto podría ser positivo si es pensado desde la participación social,
ya que las poblaciones locales tienen más posibilidad de incidir en la decisión que en
el caso de otros países, donde estas decisiones se toman a escala nacional. En cambio,
desde los aspectos económicos, algunos analistas sostienen que las provincias tienen
menor capacidad de negociación con las empresas transnacionales: “la fragmentación
de la política pública respecto de la explotación de los recursos naturales no renovables
limitó notablemente el poder de negociación del Estado frente al capital transnacio-
nal. Así, las corporaciones mineras encontraron condiciones más que favorables para
conducir el rumbo de la actividad y diseñar su perfil productivo en base a la lógica de
maximización del beneficio” (Basualdo, 2012: 10).
BIBLIOGRAFÍA:
Alimonda, Héctor (2015) “En clave de Sur: la ecología política latinoamericana y el
pensamiento crítico.” Inédito.
Asesoría de Gobierno, “Contesta acción de Inconstitucionalidad en contra la Ley
Provincial N° 7.722”, Gobierno de la Provincia de Mendoza, 2007.
Basualdo, Federico (2012a). “Regular la minería”, Le Monde Diplomatique, Buenos
Aires, septiembre, pp. 10-11.
Bottaro, Lorena y Sola Alvarez, Marian (2016). “Los vaivenes de la legislación pro-
tectora de glaciares en Argentina. Los conflictos por la megaminería más allá de
la escala local”. En: Bottaro, Lorena y Sola Álvarez, Marian (coords.), Agua y
Megaproyectos mineros en América Latina, Editorial de la Universidad Nacional
de General Sarmiento-Red Waterlat, en prensa.
Cafferatta, Nestor A. (2007). “Minería y presupuestos mínimos del ambiente en un
fallo ejemplar de Corte”. La Ley, 2007-C.
Escobar Ohmstede, Antonio (2014). Presentación. ¿Para qué acercarnos al ambien-
te? En: Escobar Ohmstede, Antonio (comp.) La ecología política, la ecología
cultural y la historia ambiental a través de relaciones. Estudios de historia y so-
ciedad. Editorial El Colegio de Michoacán. Michoacán.
203
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203
204
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..
205
Arte y Cultura
CATEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
PATRIMONIO IDENTIDAD Y EXPRESIONES DE CULTURA.
RESUMEN
Múltiples factores pueden ser considerados como determinantes en la búsqueda de
una mayor integración latinoamericana. Aspectos relevantes los encontramos en las
manifestaciones culturales, educacionales y procesos históricos que marcan las identi-
dades del continente. Ante los temas candentes de la sociedad como la pobreza, falta
de equidad, sustentabilidad, recursos y sistema económico, surgen alternativas que per-
miten vislumbrar la solución.
Palabras claves: Cultura, identidad, herencia, medio, educación
ABSTRACT
Multiple deciding factors can be considered as vital, in search of a greater Latin Ame-
rican integration.
Relevant aspects are found in the cultural background such as, educational demonstra-
tions and historical processes that show the identity of the continent.
Given the hot topics of society, such as poverty, lack of equity, sustainability, resources
and economic system, alternatives that allow a glimpse the solution.
Keywords: Means culture, identity, heritage, education
INTRODUCCIÓN
En medio de momentos significativamente relevantes en la vida de los países de Amé-
rica Latina, surge esta iniciativa para hacernos pensar en un sueño de larga data y cuyo
objetivo, como ideal alcanzable, es la Integración Latinoamericana. Son múltiples
209
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218
las instancias donde este ideal se trabaja permanentemente en diferentes niveles que
la sociedad y sus organizaciones lo han formulado y donde las agendas oficiales de los
gobiernos, organismos e instituciones de toda naturaleza llenan de esperanzas a sus
integrantes y a toda la comunidad que conforman nuestra América Latina para resolver
los más variados temas que preocupan a la sociedad. No obstante, nos cuesta enumerar
los logros y recordar las acciones con un grado de precisión que permita relacionarlos
con nuestra propia percepción al cambio positivo o a través del componente tangi-
ble que se graba en nuestra mente como individuos y como sociedad. Por una parte
nuestra memoria es limitada, y por otra no nos damos cuenta la forma en que muchos
acuerdos de integración nos benefician directamente o indirectamente permitiéndonos
muchas veces avanzar significativamente en las relaciones, tratados, convenios, acuer-
dos y acciones internacionales que los conforman. ¿Cuántos aprendizajes y acciones
posibles pueden aplicarse para sentirnos integrados? En estos meses las respuestas y
propuestas de quienes han participado de esta estimulante iniciativa y encuentro uni-
versitario bajo el sello de “Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana
“nos llenó de un sano optimismo, abriendo los sentidos y los espacios necesarios para
el diálogo, para transitar con ideas y experiencias en este laberinto lleno de obstáculos,
pero también de imaginación y alternativas para avanzar. Como un gran espejo, los or-
ganizadores, nos han hecho vernos a nosotros mismos y nuestras sociedades, nuestras
creencias más íntimas y las relaciones con los ojos del alguien distinto, provocándonos,
acelerando los procesos de autocrítica y estimulando alternativas para una evolución
social sana para ésta y las futuras generaciones. La historia, las raíces culturales, las
semejanzas y los problemas comunes, los cambios y altibajos de la política, los dramas
de la economía y la pobreza, las amenazas y los permanentes cambios que llenan de
frustraciones a unos y de esperanzas a otros, la falta de equidad, los escándalos de los
dirigentes, la corrupción y la lucha por el poder, nada se escapa en esta reflexión frente
a este “sismo” que afecta al continente y que la historia y los medios de comunicación
registran para la memoria de todos. Del mismo modo pudimos apreciar en las presen-
taciones de distinguidos expositores las miradas y ejemplos para construir desde nues-
tro quehacer un universo distinto donde sus miradas y experiencias nos entregaron una
cuota de mayor optimismo.
La Educación en todos sus niveles nunca estará ausente en estos espacios de la discu-
sión, es nuestro ámbito donde pesa con mayor gravedad el rol para la construcción de
una sociedad más sana, es la Universidad el espacio donde se hizo posible durante estas
semanas conocer las potencialidades que permiten el trabajar juntos y darnos cuenta
de los obstáculos y de las ideas que posibilitan despejar el camino. Nuestro mundo
circundante sin darnos cuenta pasa a ser inadvertido, nos acostumbramos a todo, se
trata de una sociedad quejumbrosa que crítica sin cesar lo que no está bien y esperamos
pacientemente que suceda algo peor, o un que suceda un hecho extraordinario para
llamarnos la atención, lo demás queda en un segundo plano y nuestra capacidad de
admiración se reduce significativamente. Parece ser que las reservas verdaderamente
importantes que normalmente forman al ser latinoamericano nos sirven de refugio
o defensa natural frente al desastre de lo cotidiano o al fatalismo que también forma
210
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.
211
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218
212
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.
213
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218
UN CAMINO POSIBLE
214
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.
dad. No olvidemos que la Universidad es uno de los espacios más nobles reconocidos
por la sociedad y su rol definitivamente crucial para alcanzar el verdadero desarrollo.
215
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218
del pasado como un legado trascendente, es ésta una de las formas para sensibilizar
y llegar a respetar nuestro ámbito o nicho ecológico como la expresión del medio en
que se desarrolla la vida nuestra permitiéndonos a través de los recursos, darle sentido
a la economía y al arte de habitar nuestros territorios. Nuestro continente cuenta con
una riqueza extraordinaria en sus riquezas naturales y materias primas, suficiente como
para terminar con la pobreza que nos asedia y avergüenza.
Desde esta perspectiva la Universidad juega un rol determinante en la formación de
sus estudiantes, en la investigación de lo que responsablemente nos compete, enorme
compromiso que no debemos eludir pues compromete a las futuras generaciones que
deben dar cuenta de estos valores y hacerse cargo de estos problemas enfrentando los
desastres y pérdida de valores fundamentales de nuestra cultura.
La memoria es importante a la hora de recordar los aciertos de nuestro devenir his-
tórico y del mismo modo se recuerdan los grandes errores que también forman parte
del acontecer y es lógico tratar de impedirlos. La memoria nos permite saber quiénes
somos, lo que constituye nuestra vida en el presente y en el pasado. Proyectado al país
no tener o perder la memoria equivale quedar sujetos a los vaivenes e influencias forá-
neas, a las tendencias de la moda, a esperar ser llevados de la mano por el que sabe y ve
el camino, ciegos de nuestras potencialidades y recursos, quedamos inhabilitados para
caminar seguros hacia metas claras de nuestra propia visión y misión de país.
A comienzos del Siglo XIX, Chile logró construir una imagen de país gracias al aporte
de grandes pensadores como Andrés Bello, Venezolano de identidad, Claudio Gay
francés, e Ignacio Domeyko de origen Polaco. La Universidad, las leyes, la gran riqueza
minera, las maravillas del territorio, sus recursos y principalmente el reconocimiento y
registro primero de quienes eran sus habitantes junto a la naturaleza y la historia, per-
mitieron alcanzar un grado notable en el proyecto del naciente y libre país. La memoria
nos señala una forma de aportar a través de la integración de hombres notables que
llegaron por diversas razones a vivir a nuestro país. Con ellos nació el sentido de reco-
nocimiento, pertenencia y potencial desarrollo para nuestro país. Muchos personajes
e intelectuales de la Historia Latinoamericana han participado en el enriquecimiento
de la educación y cultura nuestra, también Chilenos y Chilenas, han contribuido en la
educación y cultura de muchos países de nuestro continente.
Hoy me pregunto si tendremos que esperar a que los sabios del presente saquen su
voz y nos orienten a quienes hemos sido sólo entusiastas aprendices en el mundo de la
cultura y la educación. Sabemos que son muchos pero su silencio los convierte en cóm-
plices de una deshumanización cuyas consecuencias las vivirán nuestros descendientes.
La complejidad de la integración latinoamericana nubla la mirada para encontrar el
camino de las potencialidades existentes, el aporte de América Latina a la Economía
del mundo hoy sólo se mide en cifras, números que nunca son suficientes para el equi-
librio con otras áreas del planeta. No obstante, pocos estudios y estadísticas destacan
en conciencia la enorme contribución nuestra, a la vida y felicidad del planeta: arte,
literatura, naturaleza, deporte, música, tradiciones, junto a la belleza escénica sobre-
cogedora de América Latina, son tal vez la mayor riqueza nuestra para compartir y
216
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.
RIQUEZA PATRIMONIAL
No me cabe duda que lo más significativo de una nación es su Patrimonio, los bienes
existentes, su acervo material y espiritual, sus reservas materiales e inmateriales. Dicho
patrimonio lo conforman las infinitas expresiones de la cultura, los bienes muebles e
inmuebles que se convierten en carácter simbólico y nos identifican, son las manifesta-
ciones a través de lo tangible e intangible de la creación humana o por la naturaleza que
se transforma en interés cultural para el usufructo de la sociedad. Sin embargo no se
trata de una acumulación de bienes, es la síntesis de lo que se convierte en señales que
diferencian el espíritu, el producto y la inteligencia de quienes lo originaron. General-
mente son los estados los principales responsables de la acumulación y mantenimiento
de dicho caudal, independiente de los resultados para su conservación, investigación,
documentación y extensión en beneficio de la comunidad. Dichos bienes nos enrique-
cen y se multiplican. No hay país de América Latina que no sorprenda con su patrimo-
nio, desde la prehistoria a nuestros días nos maravillamos de la gran riqueza cultural
existente, países como México, Perú, Colombia, son poseedores de una inmensa rique-
za patrimonial producto de un trabajo realizado a partir de un reconocimiento de sus
identidades y acervo patrimonial de valor universal en permanente investigación y de-
sarrollo. Desde esa base han proyectado su cultura y lo siguen haciendo y sorprendien-
do al mundo con su puesta en valor y rescate permanente a partir del reconocimiento
como valores fundamentales y a partir de sus orígenes prehistóricos hasta el presente.
Argentina y Brasil nos sorprenden con sus manifestaciones de todo orden, originadas
desde sus increíbles territorios, sus aportes al intelecto, la belleza, el arte, la música, el
deporte en forma permanente. Ecuador, Paraguay, Bolivia siempre nos sorprenderán
por la vigencia de las manifestaciones de sus pueblos originarios tan vigentes y respe-
tadas por todos quienes hemos podido conocerlos y admirarlos.
Patrimonio de la humanidad que nos obliga a su protección permanente, riquezas ma-
teriales tangibles, tesoros inmateriales que se transmiten de generación en generación,
que forman parte de una riqueza enorme que nos identifica como países y continente.
Lenguas, tradiciones, folclore, ritos y ceremonias, lo mágico y lo religioso, lo efímero y
permanente, que transita en la vida diaria de nuestras naciones. A lo anterior debemos
sumar los recursos naturales que como Patrimonio Natural, habla de la riqueza mate-
217
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218
rial más valiosa para la vida de nuestros países es también el espacio donde el hombre
ha creado el arte de habitar su territorio, justificando hoy más que nunca su defensa
ante las amenazas que imponen los desastres ecológicos, la sobreexplotación de los
recursos, el desequilibrio ambiental, las amenazas ecológicas, climáticas y las destruc-
ciones, producto de fenómenos catastróficos que no podemos prever.
El patrimonio exige a las naciones una proyección continua y depende de la voluntad
política de sus pueblos llevar a cabo esta labor para una permanente y mejor calidad de
vida en favor de sus habitantes. El patrimonio pertenece a todos y su esencia es ma-
teria de transmisión de mensajes culturales a través de cada uno de sus componentes
tangibles o intangibles los que finalmente formarán parte de la identidad de nuestros
pueblos. El concepto de patrimonio es definitivamente una construcción social y cul-
tural, sin embargo, siempre ha sido objeto de peligrosos mecanismos ideológicos por
parte de intereses ajenos al pensamiento libre y de construcción de identidades.
218
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.
vencia, no obstante, el hombre es más que alimentarse, es mucho más que vender y
comprar, es necesario tener una reserva para el crecimiento espiritual e integral del ser
humano. Hoy vemos con cierto horror como se destruye lo que el hombre ha cuidado
y respetado por miles de años, las ciudades y sitios arqueológicos, patrimonio de la hu-
manidad desaparecen bajo ataques terroristas o simplemente por la acción de intereses
económicos o por vandalismo. Los efectos catastróficos e inmediatos de la destrucción
del patrimonio, tienen su origen en muchos actos originados por el hombre y otros por
la propia naturaleza: guerras, vandalismo, terremotos, inundaciones, urbanización, ex-
portaciones ilegales, junto a los errores de la gestión, el olvido, la falta de investigación,
la falta de protección jurídica y la falta de conciencia del valor del patrimonio, obligan
a nuestras sociedades a tomar un rumbo nuevo frente para el rescate y puesta en valor
de la memoria cultural .
La responsabilidad permanente frente a nuestro patrimonio tiene los riesgos propios
de quienes creen conocerlo , en creer que los bienes de cada nación y del propio conti-
nente forma parte del saber cotidiano al cual no hay que agregar datos, pues lo que se
sabe se calla. Muy por el contrario, el desafío radica en rescatar, investigar, documentar,
dar a conocer por todo medio posible nuestras riquezas patrimoniales, se trata de una
labor de grandes proporciones pero llena de grandes expectativas en sus resultados
y efectos positivos en la enseñanza. Nos es sólo responsabilidad de los organismos
tradicionales como los archivos, bibliotecas, museos o variados centros culturales vin-
culados al patrimonio, es materia de enorme responsabilidad también para las Univer-
sidades quienes juegan un rol fundamental, pues de ella depende la formación de los
profesionales que se harán cargo de estos desafíos y no sólo en las diferentes especiali-
dades que compromete esta acción. El desafío es formar a las futuras generaciones con
una nueva conciencia en materia de integración, con un pensamiento humanista de
mayor dimensión y valoración por los temas culturales, educativos y patrimoniales. No
debemos perder la dimensión humana de la Educación, ni estar pendientes solamente
del crecimiento económico, estamos manifestando un verdadero desprecio por las ma-
nifestaciones del espíritu, del arte, la literatura, la historia y todo lo que reconocemos
como valores culturales y humanistas.
En medio de las grandes transformaciones de la época actual este sueño no puede ser
realidad sin un cambio trascendente del mundo político que rige las grandes transfor-
maciones del desarrollo presente y futuro de nuestras naciones, se trata de una falta de
voluntad basada en el cambio de conducta para aceptar incompatibilidades en el orden
cultural, en la imposibilidad de entender la importancia de estas materias para logros
superiores. Se trata de la acción nuestra, como educadores para provocar un cambio,
un asedio grato al ser humano que posibilite una proximidad al registro universal de
valores, en este caso a los valores propios de la realidad y conocimiento profundo de
lo nuestro.
El ser humano se alimenta de los bienes propios de la naturaleza para su desarrollo,
los alimentos que ingiere le permiten vivir, le otorgan salud y crecimiento desde que
nace hasta su etapa final. Del mismo modo la memoria representada por los bienes
219
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218
CONCLUSIONES
Patrimonio, Identidad, Cultura, Educación son componentes de alta complejidad
si se analizan en su conjunto, individualmente son un universo donde caben miles
de posibilidades para proponer acciones, ideas, o sencillamente intentar explorar a
modo de ensayo la construcción de un proyecto para trabajarlo conjuntamente entre
Universidades que lo estimen abordable. Una reciente experiencia en la Universidad
de Palermo permitió que un grupo de representantes de Universidades Latinoame-
ricanas se sentarán a conversar la forma de integrarnos en nuestra disciplina y desde
ahí establecer acciones orientadoras en materias de organización para hacer del Dise-
ño una herramienta eficaz en el desarrollo económico, social y cultural de la región.
Del mismo modo estimo que las Universidades participantes de este importante
Encuentro para la Integración Latinoamericana puedan iniciar un encuentro o diálogo
tendiente a discutir la forma que los temas expresados en este documento nos per-
mitieran un análisis de mayor profundidad y riqueza intelectual. Obviamente esta le-
gítima aspiración me llena de sueños, pues no solo nos haría crecer recíprocamente,
también nos permitiría conocernos mejor en todos los temas que hacen del hombre
un ser sensible dispuesto a dar y recibir para construir una mejor y más digna inte-
gración y vida en sociedad.
220
Colaboración de estudiantes
RELACIÓN ENTRE EL PARADIGMA CIVILIZATORIO ACTUAL Y LA
MATRIZ ENERGÉTICA EN AMÉRICA LATINA:
CLAVES PARA SU REFLEXIÓN
RESUMEN
El presente trabajo tiene la finalidad de abordar la problemática ambiental actual que,
por su condición apremiante, crítica y de carácter transversal a otros desafíos en la re-
gión latinoamericana, es un tópico insoslayable para la reflexión contemporánea. En
tal sentido, la cuestión ambiental emerge como un hecho de vital importancia no sólo
en su condición geopolítica y estratégica a nivel regional, sino también en la implicancia
multidisciplinar inherente a la problemática. De este modo, analizaremos como una
alternativa viable a la visión hegemónica de la civilización tecno-científica occidental el
paradigma del Buen Vivir. Dicha perspectiva es acuciante para alcanzar una compren-
sión integral en clave emancipadora. Para ejemplificar este problema, tomaremos el
caso de la “crisis energética” en relación a la matriz energética global y el caso concreto
de América Latina en este escenario mundial.
Palabras clave: Environmental –América Latina - matriz energética – Buen Vivir –
sustentabilidad
ABSTRACT
This article aims to explore the environmental crisis which, due to its urgent condition,
is an unavoidable topic for contemporary reflection. In this sense, the environmental
issue emerges as a fact of vital importance not only for a strategic and geopolitical an-
gle, but also for the multidisciplinary approach needed. Therefore, we will analize the
Buen Vivir (Good living) paradigm as a potential alternative to the hegemonic tech-
no- scientific vision of western civilization. This perspective is urgent to achieve a full
understanding in an emancipatory direction. To illustrate this problem, we will speak
about the “energy crisis” related to the global energy matrix and the situation of Latin
America in this world stage.
Key Words: Environmental – Latin America – energy matrix – Buen vivir (“good
living”) – sustainability
223
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237
“Esto quiere decir que lo que está en el punto de mira no es el medio ambiente, sino el am-
biente entero. Un ser vivo no puede ser considerado aisladamente como un mero represen-
tante de su especie, sino que debe ser visto y analizado siempre en relación con el conjunto de
las condiciones vitales que lo constituyen y en equilibrio con todos los demás representantes
224
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.
225
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237
caída del muro de Berlín en 1991, el mundo asistió a la hegemonía del capitalismo en
su versión neoliberal.
En la actualidad la situación adquiere dimensiones aún más aberrantes, en tal sentido,
dice Boff:
“Hasta 1961 necesitábamos solamente del 63% de la Tierra para atender nuestras de-
mandas. Con el aumento de la población y del consumo, en 1975 necesitábamos ya el
97% de la Tierra. En 1980, el 100,6%, la primera Sobrecarga de la Huella Ecológica
Planetaria. En 2005 alcanzábamos ya la cifra de 1,4 planetas. Y actualmente, en agosto
de 2015, 1,6 planetas.” (LeonardoBoff, 2015).
En este sentido, la desigualdad distributiva de los recursos marca récores, según la
ONG Oxfam Intermón el 1% más rico de la población mundial (61 millones de per-
sonas) ganaron la misma cantidad que los 3500 millones de personas más pobres de
la tierra (un 56% de la población) (Oxfam, 2013). Esta denuncia también es llevada
a cabo por el Papa Francisco en su última encíclica: Laudato Sí; puesto que, para él, el
problema de la crisis ecológica no está disociado del problema de la desigualdad y la
pobreza, sino que los efecto alcanzan su máxima repercusión en los más pobres (Fran-
cisco, 2015, pág. 37).
Desde esta perspectiva se revela la necesidad imperiosa de un cambio en nuestros mo-
dos de producción y consumo, es decir: la reproducción material de la vida no puede
tener como único fundamento la maximización de las ganancias a cualquier costo, sin
evaluar los impactos reales sobre la tierra y los pueblos.
CARGAR LA REALIDAD:
FUNDAMENTOS DE LA CRISIS DEL PARADIGMA CIVILIZATORIO VIGENTE.
La expresión cargar la realidad para Ellacuría, tiene que ver con la dimensión ética, pues-
to que toda realidad está teñida de oscuridades, de aspectos onerosos y perniciosos que
deben ser superados.
En tal sentido, la necesidad de rastrear y recuperar las pistas que han llevado a la crisis
actual se retrotrae a tiempos donde la modernidad tenía la primacía completa en el
modo de comprensión de la realidad; así, pues, es vital detectar en qué puntos se pro-
dujo una fractura del paradigma civilizatorio vigente con lo ecológico.
Todos los grandes pensadores de la modernidad, Decartes, Bacon, Locke y Kant, ma-
nifiestan una increíble confianza en los avances de las ciencias naturales, es decir, son
ellos los encargados de dar los fundamentos metodológicos y epistemológicos para
que quede asentada la subjetividad como fundamento metafísico de toda la realidad.
De este modo, la gestación de la subjetividad a lo largo de la modernidad fue ex-
perimentando un creciente fraccionamiento, división, cortes y cesuras en paralelo al
espíritu científico-técnico de la época, que derivaron en las concepciones económicas,
políticas y sociales que hoy tenemos.
226
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.
227
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237
y recíprocas que viven en armonía con la naturaleza, a partir de un cambio en las relacio-
nes de poder. El Sumak Kawsay (que da sustento a la reforma de la Constitución de 2008
en Ecuador, por dar un ejemplo) busca fortalecer la cohesión social, los valores comuni-
tarios y la participación activa de individuos y colectividades en las decisiones relevantes
para la construcción de su propio destino y felicidad. Se fundamenta en la equidad con
respeto a la diversidad, cuya realización plena no puede exceder los límites de los ecosis-
temas que la han originado, no busca la opulencia ni el crecimiento económico infinito,
sino hacer viable la sostenibilidad del sistema económico.
No se trata de volver a un pasado idealizado, sino de encarar los problemas de las so-
ciedades contemporáneas con responsabilidad histórica, a partir de la revalorización de
saberes locales, resignificados en tanto los desafíos de la actualidad. El Buen Vivir no
postula el no desarrollo, sino que aporta una visión distinta de la economía, la política,
las relaciones sociales y la preservación de la vida en el planeta, es decir: asume criterios
cualitativos y cuantitativos de estructuración social, a fin de no caer en los patentes
desequilibrios actuales. En este sentido, promueve la búsqueda comunitaria y susten-
table de la felicidad colectiva, y una mejora de la calidad de vida a partir de patrones
culturales definidos social y localmente.
Esta noción, atendiendo las particularidades que le dan origen, ha estado presente en
los pueblos originarios del mundo entero y también en la propia civilización occidental;
su esencia es universal, ha sido una aspiración constante de la humanidad. Aristóteles
consideraba que la “vida buena” consistía en la satisfacción de las necesidades mate-
riales, en el cultivo de la mente y en la práctica de la virtud. En la sabiduría ancestral
común a los pueblos de la Tierra, el calificativo bueno de esta aspiración abarca no solo
la definición de agradable y hermoso, sino la idea ética de lo bueno.
Aun así, esta idea social de solidaridad y redistribución es diferente al ideal aristotélico de
la Vida Buena. El Buen Vivir es una idea social movilizadora, que va más allá del concep-
to de desarrollo –que se encuentra vigente en la tradición occidental-, pues está asociado
a una noción más amplia de progreso como mero patrón de acumulación material.
No se trata de un nuevo paradigma de desarrollo, sino de una alternativa social, libera-
dora, que propone otras prioridades para la organización social, diferentes del simple
crecimiento económico implícito en el paradigma del desarrollo. El crecimiento eco-
nómico es deseable en una sociedad, pero también importan sus pautas distributivas y
redistributivas, en este sentido es necesario el compromiso de defender el derecho de
la población a vivir en un ambiente sano y el respeto a los derechos de la naturaleza.
Desde esta perspectiva consideramos que se ofrecen alternativas para construir una
sociedad más justa, en la que el centro de la acción pública sea el ser humano y la vida.
Esta mirada supera los límites de las visiones convencionales de desarrollo, que lo con-
ciben como un proceso lineal, de etapas históricas sucesivas, que reducen el concepto
a una noción exclusiva de crecimiento económico.
Desde la posguerra, estas concepciones han conducido las políticas públicas naciona-
les y la acción de organismos internacionales y, aunque han generado algunos resulta-
228
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.
229
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237
230
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.
3 Ver gráfico Nº3 (Consumo por fuente de energía en países con diferentes ingresos) del Anexo.
4 Ver gráfico Nº4 (Matriz energética latinoamericana) del Anexo.
231
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237
se obtiene (una tonelada de caña de azúcar genera 300 a 400 litros de etanol). Además,
varios países europeos tienen legislación que los obliga a introducir estos combustibles
pero no tienen territorio para producirlos. Por esta razón, se extiende la frontera agrícola
de la mano de transnacionales como Cargill, Bunge y Dreyfuss en nuestros países (pen-
semos en el avance de la caña de azúcar sobre el amazonas a modo de ejemplo).
La importancia estratégica de América Latina en materia energética se manifiesta en
la existencia de hidrocarburos: es responsable del 10% de la producción del petróleo
mundial y cuenta con el 17% de las reservas probadas del mundo. México y Venezuela
son los mayores productores del continente, aportando el 30% cada uno. Luego siguen
Brasil, Argentina, Ecuador y Colombia. Aunque la producción actual de Venezuela y
México sea similar, las reservas de Venezuela alcanzarían para 70 años más, mientras
que México tiene reservas aproximadas para 9. De hecho, Venezuela es el país con
mayores reservas de petróleo a nivel mundial por fuera de Oriente Medio.
Pero, pese a esta situación privilegiada que nos ubica como una región teóricamen-
te autoabastecida, hay que analizar el destino de esa producción: México, Venezuela,
Ecuador y Colombia exportan el 60% de su producción total de petróleo.
Justamente, examinando la relación entre la producción y el consumo de energía en
todas sus fuentes, se desprende que la región genera un 20% más de lo que consume:
ese porcentaje es la exportación directa, y el destino principal de la misma es EE. UU.
Sin embargo, las deficiencias en los acuerdos de comercio interregionales, y la escasa
capacidad de refinación en esta parte del continente, generan dependencia en la im-
portación de fuentes primarias y secundarias de energía desde otros países y regiones.
El origen principal de los productos introducidos se ubica, del mismo modo y paradó-
jicamente, en los EE.UU.
Muchos autores coinciden en la importancia de la propiedad estatal de la riqueza hi-
drocarburífera y sus empresas productoras: existen empresas petroleras estatales en 14
países, entre ellas PDVSA en Venezuela y PEMEX en México, las mayores producto-
ras y exportadoras de la región. PETROBRAS, la tercera en magnitud, cuenta con el
32% de propiedad nacional brasilera. Bolivia, al igual que Argentina, privatizó en los
’90 la empresa estatal YPFB pero fue re-estatizada en 2006; la petrolera argentina, YPF,
cuenta con el 51% de las acciones en manos del Estado desde 2012.
En referencia al destino del consumo energético en la región, los principales sectores
son la industria (37%) y el transporte (33%)5, pero hay diferencias intraregionales. Los
países más industrializados tienen ese orden. En los países andinos y centroamericanos
el sector principal de consumo es el transporte, muy por encima del industrial. El gran
peso del sector se debe a un ineficiente sistema de traslado de mercaderías en camio-
nes. Además, el transporte de personas es muy dependiente del automotor, sobre todo
del individual por sobre el público. Esta situación es muy distinta a la realidad europea,
por ejemplo.
5 Ver gráfico Nº5 (Consumo energético latinoamericano por sector) del Anexo.
232
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.
El sector residencial ocupa el tercer lugar, representando un 13% del consumo total,
pero con grandes diferencias en cuanto a las posibilidades de acceso entre países y
regiones rurales y urbanas dentro de cada país (Argentina tiene un 24% de consumo
residencial y Brasil solo el 11%). Un dato importante a analizar es el acceso a la energía
eléctrica, teniendo en cuenta que es una fuente limpia, segura y saludable de energía. El
promedio de electrificación urbana es del 98%, mientras que en las zonas rurales es del
65%. Dentro del continente hay grandes diferencias: países como Uruguay presentan
el 98% de acceso a la electricidad y otros como Nicaragua solo el 55%. En Brasil, un
13% de la población todavía depende de la leña para la cocción (como mencionamos,
es el principal consumidor de leña a nivel regional).
Hasta el momento, podemos determinar algunos de los problemas estructurales de
nuestra situación energética: el peso de los hidrocarburos y la decisión de exportarlos
aun siendo fuentes no renovables de energía; la necesidad de importar energía desde
otras regiones por la falta de integración y de planificación regional; las inequidades de
acceso entre países con distintos ingresos; las diferencias respecto del tipo de energía
utilizada entre zonas urbanas y rurales, sectores más pobres y de mayor concentración
de la riqueza; el gran consumo del sector del transporte por la falta de un eficiente sis-
tema público de pasajeros y la primacía del transporte automotor de cargas.
Por último, debemos problematizar el crecimiento del consumo energético en la re-
gión. Los últimos 25 años significaron la duplicación del consumo de energía sin que
haya implicado una reducción de la pobreza. De hecho, como sostiene Honty (2006,
citado en Bertinat y Arelovich, 2012),
“(…) no hay, en la historia reciente de la región, una relación directa entre la energía y
los indicadores sociales. Así, por ejemplo, una inversión energética que incida en el sector
del transporte público de personas tendrá mayores efectos sobre los sectores de bajos recursos
que otra relacionada con la industria del aluminio.”
Y agrega al respecto de la eficiencia energética:
“En América Latina, el consumo de energía aumenta cuando crece la economía, pero no
cae en la misma proporción cuando hay recesión. De manera que la tendencia del consumo
energético es siempre creciente, aun cuando la economía no crezca. Hoy se consume 7% más
de energía que en 1980 para generar la misma unidad de producto, lo que demuestra que
la región ha perdido grados de eficiencia energética”
CONCLUSIONES
A lo largo del trabajo hemos hecho mención de los principios rectores y estructurado-
res del paradigma civilizatorio vigente, en ese marco lo ambiental se presenta como el
elemento axial de la crisis global actual. En efecto, la fractura fundamental que enfrenta
la humanidad contemporánea, y que define su destino, tiene que ver con el modo de
autocomprensión en relación con toda la biodiversidad. De este modo, hemos visto
cómo todo el campo de pensamiento actual está abocado a repensar la subjetividad
233
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237
por fuera de la comprensión moderna del sujeto donde el ser humano ocupa un lugar
preferencial y decisivo en la estructuración de los lazos con su entorno vital.
Como contrapartida, el Sumak Kawsay o Buen vivir es revitalizado en la región La-
tinoamericana en los últimos 20 años como componente disruptor y alternativo a la
sociedad neoliberal imperante. Parte de una cosmovisión ancestral surgida de las pro-
pias entrañas de América Latina, intentando constituirnos en una identidad que nunca
acaba de configurarse, al tiempo de ser una noción movilizadora que propone repensar
los criterios de desarrollo de la humanidad. Fundamentalmente sitúa a Latinoamérica
en el concierto de las naciones, lo que permite establecer un horizonte que desande los
caminos preestablecidos en la búsqueda de un desarrollo económicamente sustentable
y emancipado de los intereses de los países centrales.
En virtud de esto, la sustentabilidad energética implica considerar y satisfacer las ne-
cesidades de la sociedad en su conjunto, entendidas no sólo como la condiciones para
la subsistencia física, sino también como el ejercicio de los derechos económicos, so-
ciales, políticos, culturales y ambientales para una vida digna como la propuesta por el
Sumak Kawsay.
A raíz de nuestra reflexión, es una falacia hablar de “crisis energética”. Es necesario
rediscutir primero la necesidad real de mayor energía y repensar las asignaciones y el
modo en que satisfacemos nuestras necesidades humanas.
El momento actual se encuentra fuertemente atravesado por lo que resultó de los de-
bates alrededor de la COP 21. Por un lado, la iniciativa oficial es terreno de intensas
disputas entre países “desarrollados” y “no desarrollados” respecto de quiénes van a
cargar con los costos para enfrentar la alarmante situación socioambiental. Es necesa-
rio un paradigma que, basado en las responsabilidades diferenciadas e históricas, asuma
el compromiso de construir otra realidad. Pues, retomando lo expuesto en el desarro-
llo del trabajo, observábamos que la demanda energética mundial no es homogénea,
más específicamente, no es pareja ni equitativa. Es en este sentido que nos negamos
a aceptar que la única opción de superación de la realidad actual sea la dictada por
el mercado, las grandes corporaciones y las instituciones de la gobernanza mundial.
También reconocemos en la región dificultades para sortear estas lógicas. Sin embargo,
creemos que las alternativas se encuentran aquí mismo, y que debemos ser capaces de
valorarlas, potenciarlas y empoderarlas.
Como propuestas concretas, profundizando la integración comercial y energética se
reduciría la pérdida exagerada de energía por el transporte y la exportación hacia fue-
ra del continente. Además, nuestra región debe aprovechar el enorme potencial hi-
droeléctrico y eólico, diversificando paulatinamente su matriz y superando las penosas
consecuencias de la dependencia hidrocarburífera. Asimismo, debemos concebir a la
energía como Derecho Humano para garantizar un acceso más equitativo al interior de
nuestras sociedades. En ese sentido, y como explicábamos anteriormente, la política
energética estatal tiene que analizar las prioridades de consumo y de inversión para que
las obras públicas tiendan a beneficiar a los sectores más postergados.
234
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.
Por otro lado, América Latina tiene que defender la soberanía sobre sus bienes co-
munes dentro del esquema mundial de saqueo, ya que sin el control de sus fuentes
energéticas es imposible discutir un desarrollo razonable y armonioso con el ambiente.
Para concluir, queremos acentuar la necesidad de reflexionar y generar espacios de
acción sobre los procesos de integración regional, en perspectiva emancipadora, que
den cuenta de las necesidades y prioridades de América Latina, esperando alcanzar de
manera integral la realización de nuestros pueblos.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos especialmente al Dr. Facundo Rojas (UNCuyo) por sus aportes y obser-
vaciones.
235
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237
ANEXOS
Gráfico Nº1
MATRIZ ENERGÉTICA MUNDIAL Y PROYECCIÓN
Matriz 2010 Matriz 2030
Gráfico Nº2
PICO MUNDIAL DE PRODUCCIÓN DE HIDROCARBUROS
236
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.
Gráfico Nº3
CONSUMO POR FUENTE DE ENERGÍA EN PAÍSES CON
DIFERENTES INGRESOS
Gráfico Nº4
MATRIZ ENERGÉTICA LATINOAMERICANA
237
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237
Gráfico Nº5
CONSUMO ENERGÉTICO LATINOAMERICANO POR SECTOR
BIBLIOGRAFÍA
Bertinat, P. y Arelovich, L. (2012). “Los desafíos de la integración energética: una
introducción necesaria”. En: Revista Energía y Equidad, Año 2, Nº 3, pp. 5-14.
Bertinat, P. y Arelovich, L. (comp.) (2008). Escenarios energéticos en América del
Sur. Fundación Heinrich Boll, Santa Fe.
Bertinat, P. y Salerno, J. (2006). Un modelo energético en apuros. Alternativas para
la sustentabilidad energética en Argentina. Fundación Heinrich Boll, Santa Fe.
Boff, L. (8 de 1996). Ecología: grito de la tierra, grito de los pobres. Madrid: Trotta.
Boff, L. (2002). El cuidado esencial. Ética de lo humano, compasión por la tierra.
Madrid: Trotta.
Boff, L. (1 de 9 de 2015). leonardoBoff. Recuperado el 8 de 12 de 2015, de leonar-
doBoff: https://leonardoboff.wordpress.com/2015/09/01/no-hay-mas-recur-
sos-en-la-despensa-de-la-casa-comun/ 7/12/2015
Ellacuría, I. (1990). Filosofía de la Realidad Histórica. San Salvador: UCA editores.
Ellacuría, I. (1975). Hacia una fundamentación filosófica del método teológico lati-
noamericano. ECA, 419.
Fitoussi, Jean Paul; Laurent, Éloi. (2011). La nueva ecología política: economía y
desarrollo humano. Buenos Aires: Capital Intelectual.
238
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.
Francisco, P. (2015). Laudato sí: sobre el cuidado de la casa común. Ciudad autónoma
de Buenos Aires: Conferencia Episcopal Argentina.
Lovelok, J. (2007). La venganza de la tierra. La teoría de Gaia y el futuro de la huma-
nidad. . Barcelona: Planeta.
Oxfam, I. (13 de 12 de 2013). Intermón Oxfam. Recuperado el 8 de 12 de 2015, de
Intermón Oxfam: http://www.oxfamintermon.org/sites/default/files/docu-
mentos/files/Informe_IO_Crisis_desigualdad_y_pobreza_300113.pdf
Panikkar, R. (2006). Emanciparse de la ciencia. La interpretación del mundo: cuestio-
nes para el tercer milenio , 53-76.
Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017 (2013). Secretaría Nacional de Planificación.
Secretaria Nacional de Planificacion y Desarrollo – Senplades, Quito, Ecuador.
Scandizzo, H. (2013). “Fracking para el modelo”. En: Invasión Fracking, Observato-
rio Petrolero Sur, N°2, pp. 4-6.
Thompson, W. I. (1989). Las implicaciones culturales de la nueva biología. En J.
Lovelock, G. Bateson, L. Margulis, F. Varela, H. Maturana, & W. I. Thompson,
Gaia, implicaciones de la nueva biología (págs. 11-35). Barcelona: Kairós.
White, L. (2007). Raíces históricas de nuestra crisis ecológica. Ambiente y desarrollo,
78-86.
239
LOS PRINCIPIOS DEL BUEN VIVIR EN MOVIMIENTOS
SOCIALES DE MENDOZA
RESUMEN
Los movimientos sociales van marcando el avance de las corrientes ideológicas de una
nación y de una época, y forman el núcleo principal de las fuerzas contra-hegemónicas,
siempre presentes en el devenir histórico. Particularmente en Latinoamérica, estos movi-
mientos guardan siempre un paralelismo histórico sorprendente entre los distintos países
y, aunque manteniendo la identidad y las particularidades de cada una, han marchado casi
simultáneamente por caminos análogos; en gran parte debido a la dominación común,
por parte de las naciones centralizadas, a que se han visto sometidos sus países.
En el presente trabajo, comparamos tres principios o pilares representativos de los
movimientos sociales, materializados en tres casos de organizaciones de Mendoza.
Para ello consideraremos: la educación popular, la cuestión de género y la economía
de producción y comercialización. Compararemos esos casos locales con el proceso
político-cultural latinoamericano que se podría considerar a la vanguardia actualmente,
tanto por ostentar un alcance de legislación nacional en dos países, como por abarcar
amplia e integradamente varios de esos pilares de avance de los movimientos actuales,
conocido como Buen Vivir. Por lo que los de nuestro país, considerados individuales
aunque interrelacionados, podrían, si se integraran formando un gran movimiento y
poniendo en común la diversidad de sus principios, constituir la expresión local del
paradigma del Buen Vivir en Mendoza y en nuestro país.
Palabras clave: Buen Vivir, Sumak Kawsay, movimientos sociales, organizaciones,
educación popular, género, economía social.
241
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 239 - 251
ABSTRACT
Social movements continuously set the advance of a nation’s and a time’s ideologies,
and they form the main core of counter-hegemonic forces, always active in historical
development. Specifically in Latin America, these movements maintain an amazing pa-
rallelism develop between the different countries and, though keeping each one its’ own
identity and singularity, they have marched together through similar paths; mainly due
to the common domination, by centralized nations, to which they have been subjected.
In this work, we compared three principles or pillars representative of social move-
ments, materialized in three cases of social organizations from Mendoza. The pillars
we considered were: popular education, gender and economy of production and tra-
ding. We compared these local cases with the Latin American political-cultural process
that could be considered at the forefront now, both, for having a national legislation
reach in two countries, as for integrating those pillars of current social movements,
known as Good Living. Therefore, our own ones, now considered separated but inte-
rrelated, could, if they integrated themselves becoming a great movement, by putting
in common the diversity of their principles; built the local expression of the Good
Living paradigm in Mendoza and in our country.
Key words: Good Living, Sumak Kawsay, social movements, organizations, popular
education, gender, social economy.
INTRODUCCIÓN
El concepto de Buen Vivir ha cobrado notoriedad a partir de los debates en América
del Sur y en especial, por sus recientes formulaciones constitucionales en Ecuador y
Bolivia. Es justamente, desde la visión de los marginados por la historia (Gudynas, &
Acosta, 2011), desde los pueblos y naciones indígenas, desde donde se plantea el Buen
Vivir como una oportunidad para construir otra sociedad sustentada en la convivencia
del ser humano en diversidad y armonía con la naturaleza, a partir del reconocimiento
de los diversos valores culturales existentes en cada país y el mundo, como cambio
cualitativo (Acosta, 2012) en respuesta al fracaso del “progreso” en su deriva produc-
tivista; del “desarrollo”, en tanto tenga éste dirección única, sobre todo en su visión
mecanicista de crecimiento económico, y del “antropocentrismo” propio de la heren-
cia cultural europea, que hace que todo sea valorado y apreciado según su utilidad para
los humanos.
Entendemos que, como plantea el Buen Vivir o Sumak Kawsay (quechua), no hay un
proceso único para todos los variados contextos regionales, sino que su paradigma se
basa en principios aplicables a todos los tipos de relaciones, a saber: sociedad-natura-
leza, persona-persona, productor/a-consumidor/a, hombre-mujer, etc.; entender su
implementación a cada contexto particular para conseguir su implementación según
las cosmovisiones de cada lugar, es la tarea a seguir.
Los pilares de Educación, Género y Economía de Producción y Comercialización son
242
LEANDRO ARANCIBIA - VANINA ROMERO - PEHUÉN BARZOLA ELIZAGARAY / Los principios del buen vivir en movimientos sociales de mendoza.
los que se trabajarán aquí. Para ello, realizamos entrevistas a tres organizaciones que
operan en la Provincia de Mendoza en cada una de estos pilares, cotejando con biblio-
grafía respecto a los mismos desde la mirada del Buen Vivir. Estas organizaciones son,
respectivamente:
• UST (Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra): Es una organización de
productores campesinos de toda la provincia, que se creó en 2002 y lucha por los
derechos a tierra, agua, trabajo y justicia para los campesinos y por la soberanía
alimentaria.6 Entrevistamos a José Ortega, educador popular miembro de la UST
que participa de la Escuela, el día 10 de diciembre de 2015 en Mendoza Capital.
• Soy Nosotras: Es un colectivo de mujeres del Departamento de Guaymallén
(Provincia de Mendoza, Argentina) creado en el 2014, que acompaña a mujeres
víctimas de violencia familiar y lucha contra el patriarcado y el capitalismo y por la
reivindicación de los derechos de la mujer. Entrevistamos a Eliana Ortubia, mili-
tante de la organización desde su inicio, el día 11 de diciembre de 2015 en Capital.
• Feria Popular de Agroecología Familiar de Mendoza (Bioferia): Es un espa-
cio de organización de pequeños productoros agroecológicos que se reúnen todos
los sábados por la mañana en la plaza del Barrio Cano de Mendoza Capital, a
comercializar sus productos brutos y manufacturados bajo la lógica del comercio
justo, ecología practicada, alimentos saludables, elaboración artesanal, entre otros.
Entrevistamos a Dina, productora agroecológica que participa de este espacio des-
de el 2010, el día 5 de diciembre de 2015 en Capital.
MARCO TEÓRICO
El Buen Vivir y la Educación
El Buen Vivir plantea una perspectiva comunitaria y emancipadora frente a la educa-
ción convencional que propone occidente: individualista, competitiva, antropocéntri-
ca; que se ha venido reproduciendo en América Latina desde la colonia hasta nues-
tros días. Plantea que la liberación de nuestras mentes pasa por restablecer nuestras
propias formas de educación. Ésta no es un área aislada de la política, la economía,
la filosofía, sino que es un pilar fundamental del proceso de cambio estructural en el
horizonte del buen vivir. Denuncia la falta de cobertura de la educación colonizadora,
de las necesidades de los pueblos originarios y del campesinado, y que, ni siquiera ha-
biendo satisfecho esta demanda por medio de infraestructura, mejoras salariales a los
docentes, etcétera, ésta podrá garantizar el empoderamiento y la emancipación de los
pueblos originarios. Así mismo, las universidades no han aportado significativamente
a la reflexión, tan solo se han limitado a generar profesionales funcionales al mercado
capitalista depredador.
6 En 2009 comienzan a llevar adelante, como parte de su lucha, el proyecto de la Escuela Cam-
pesina de Agroecología, como espacio de formación para campesinxs de toda Mendoza. Ésta
se ubica en Jocolí, Lavalle, al noreste de la provincia.
243
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 239 - 251
244
LEANDRO ARANCIBIA - VANINA ROMERO - PEHUÉN BARZOLA ELIZAGARAY / Los principios del buen vivir en movimientos sociales de mendoza.
Por otro lado, el planteo del Buen Vivir, incluye, necesariamente, la lucha feminista en
contra del patriarcado, por cuanto busca reorientar el modelo para poner su foco de aten-
ción en el cuidado de la vida; además “recupera la relación respetuosa entre el hombre y
la mujer, entre los diferentes sexos y géneros, en una relación de interdependencia” (Pé-
rez & Domínguez, 2014), así como entre lo humano y no-humano. Existe una relación
esencial entre el patriarcado y el capitalismo. Desde que existen como sistemas articula-
dos entre sí, hacen una alianza para naturalizar todo lo que en adelante se iba a considerar
“naturalezas inferiores”. Capitalismo y Patriarcado, establecen el cuerpo femenino junto
con la Pachamama (personificación femenina) “naturaleza sexual inferior”.
Para existir, el capitalismo debe explotar pensando en la máxima ganancia como eje
de la constitución de la cultura colocando al ser humano sobre la Madre Tierra, sobre
los recursos naturales –“planeta mercancía”, tanto como el trabajo productivo y repro-
ductivo de las mujeres –“cuerpo mercancía”. Ello permite la reproducción inmediata y
estratégica de la vida social en su conjunto, es decir la prevalencia de lo que se conoce
como androcentrismo.
Somos conscientes, de que, de los enunciados teóricos de un modelo a su implementa-
ción, hay una amplia brecha no exenta de contradicciones; y que no se trata nunca de
“volver al pasado”, sino de combinar lo mejor de cada pensamiento y de cada época.
Aguinaga (2010), recalca: “no hay que caer en idealizaciones de estos movimientos en
lo que se refiere a las relaciones de género, eso sería potenciar una actitud benevolente
con los patriarcados originarios, o negar que los machismos que trajo consigo la colo-
nización occidental, se mezclaron con otros ya existentes.”
La reforma agraria a partir del Sumak Kawsay que establece la constitución ecuatoriana,
busca enmendar las condiciones de precarización de la vida campesina, para ello, se
encamina hacia gestiones colectivas de la tierra, reconociendo las formas comunales y,
dentro de ellas, regulando el derecho de las mujeres a este acceso. La Ley Orgánica del
régimen de soberanía alimentaria a partir de la cual se materializa dicha reforma agra-
ria, establece de forma explícita entre sus objetivos, la transformación de la sociedad
y de las relaciones patriarcales y capitalistas (León 2009, en Aguinaga 2010). Además,
garantiza “igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres en el acceso
a recursos para la producción y en la toma de decisiones para la administración de la
propiedad” (Extraído de Magdalena León, 2008), entre algunas otras reformas.
245
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 239 - 251
El especialista explica que el Buen Vivir, como alternativa al desarrollo, exige necesa-
riamente otra economía basada en principios fundacionales tales como solidaridad y
sustentabilidad, reciprocidad, complementariedad, responsabilidad, integralidad, sufi-
ciencia, diversidad cultural, identidad, equidad y, democracia (Acosta, 2012).
Así una economía que se sustente en el principio de solidaridad, debe buscar otro tipo
de relaciones de producción, intercambio, de cooperación y también, de acumulación
del capital y distribución del ingreso y la riqueza8. En consecuencia, esta propues-
ta deberá enfrentar poderosos intereses de todo tipo; consolidándose sobre bases de
creciente autodependencia comunitaria en todos los ámbitos. Es así que esta nueva
economía ya no sólo trata de defender la fuerza de trabajo y de recuperar las horas de
ocio de los trabajadores sino también la defensa de la vida porque para los pueblos ori-
ginarios -que plantean el sistema comunitario- la vida es lo más importante (Huanacuni
Mamani, 2010).
Así, los objetivos económicos, subordinados a las leyes de funcionamiento de los sis-
temas naturales, deben tener en la mira el respeto por la dignidad humana y la mejoría
por la calidad de vida de las personas, las familias, las comunidades, sin sacrificar la
Naturaleza y su diversidad. Para lograrlo es necesario repensar esta nueva economía
desde una visión holística y sistémica, plasmada en los Derechos Humanos y de la
Naturaleza.
Podemos decir que el objetivo final de una economía fundada en el principio de solida-
ridad es construir un sistema económico sobre las bases comunitarias (de producción,
intercambio, cooperación, etc.) y orientado por los principios de reciprocidad, comple-
mentariedad, responsabilidad e integralidad; siempre amparado en un sistema jurídico
de Derechos Humanos, Sociales y de la Naturaleza, que garanticen la equidad y digni-
dad humana así como el respeto por la Naturaleza, en tanto no se siga profundizando
en el actual sistema extractivista de desarrollo, y con un rol proactivo del Estado tanto
en la regulación como promoción de políticas públicas, así como contemplar todas las
voces de los diversos actores que intervienen en dicho sistema económico.
Otro principio fundante de esta nueva economía es la sustentabilidad, es decir que
desde el inicio, y en todo momento, procesos respetuosos de los ciclos ecológicos, sin
ayuda externa y sin que se produzca la escasez de los recursos existente, debe permitir
las posibilidades de las generaciones futuras en condiciones que aseguren relaciones
cada vez más armoniosas de los seres humanos consigo mismos, con sus congéneres
y con la Naturaleza.
Sin lugar a dudas el cumplimiento de estos objetivos requiere un proceso de transición,
donde el mayor desafío se encuentra en superar aquellos patrones culturales asumidos
8 Lo que se quiere incorporar es la lógica de la suficiencia antes que sostener la lógica de la efi-
ciencia (entendida como la acumulación material cada vez más acelerada); construyendo otra
lógica económica, que no radique en la acumulación permanente del capital, así como también
superar los esquemas organizativos de la producción antropocéntrica mayormente causantes de
la degradación ambiental.
246
LEANDRO ARANCIBIA - VANINA ROMERO - PEHUÉN BARZOLA ELIZAGARAY / Los principios del buen vivir en movimientos sociales de mendoza.
RESULTADOS Y DISCUSIONES
Entrevista a la UST
Respecto a utilizar la educación como herramienta para beneficios comunitarios, José dice:
“Acceder a la educación de que fuera una propuesta más de formar compañeros, que se
quedaran en el campo y que pudieran, también, ser parte de su comunidad y poder entender
las problemáticas, y poder accionar en esas problemáticas muy arraigadas. (…) Como que
se veía mucho en las comunidades y decir: bueno, ¿la educación para qué la queremos?
Para poder exigirle al gobierno que pueda darnos políticas públicas o cosas para nuestra
comunidad”
“La lucha por la tierra, la lucha por el agua. Poder acceder a esos bienes que, por ahí,
los campesinos no podemos acceder, que es algo necesario para nosotros. Por ahí, no sé, la
cuestión de la soberanía alimentaria, qué poder comer y qué nos alimenta y poder producir
para subsistir en este lugar (…). Entonces, esta cuestión de poder acceder a estas cosas, fue
algo muy fuerte que se empezó a plantear en la organización.”
Cuando surge la necesidad de las comunidades campesinas que conforman la UST de
la alfabetización y de la formación dirigida a su lucha de emancipación, comienzan a
articular para conformar un sistema educativo adaptado a su propia realidad. Tal como
247
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 239 - 251
248
LEANDRO ARANCIBIA - VANINA ROMERO - PEHUÉN BARZOLA ELIZAGARAY / Los principios del buen vivir en movimientos sociales de mendoza.
249
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 239 - 251
Entrevista en la Bioferia
En cuanto al principio de solidaridad que se plantea en la nueva economía del Buen
Vivir encontramos algunas relaciones respecto al proceso de acompañamiento de lxs
compañerxs de Dina en la toma de sus decisiones frente a su crítica situación familiar
y su toma de conciencia en cuanto a los resultados que iba viendo:
“Mi marido se enfermó y me toca a mí decidir seguir trabajando de ese modo o cambiar.
Decidir (yo tenía seis hijos chicos) cómo mantener a esa familia. Y yo iba a la universidad
en esa época, así que en un café decidimos con tres compañeros cambiar mi tierra de pro-
ducción y armar una pequeña empresa, sería, de trabajar sin químicos y hacer reparto a
domicilio (…), de hecho te tengo que decir que cuando yo empecé, seguí trabajando de la
otra forma también pero un día me puse a ver las ambas situaciones, dije el de la feria que
se la plante él, y yo me tiré de una para este lado con miedo, te digo, porque no sabíamos
cómo nos iba a ir, si había clientes para nuestra producción, si iba a ser todo el tiempo
porque aún todavía no entraba en la Bioferia”
Otra de las nuevas relaciones de intercambio que plantea esta economía solidaria queda
reflejado en el testimonia de Dina:
250
LEANDRO ARANCIBIA - VANINA ROMERO - PEHUÉN BARZOLA ELIZAGARAY / Los principios del buen vivir en movimientos sociales de mendoza.
“Y aquí ¿viste que a veces haces trueque? no consumimos todo orgánico pero la mayor
parte sí (…). Vamos cambiando de a poco y la salud han cambiado más que nada ellos.”
Una tercera relación de solidaridad y reciprocidad que practican los productores de la
Bioferia es la certificación participativa y el cronograma de siembra :
“La certificación participativa se usa para la agricultura familiar porque ellos pueden
ir a la finca y ver que es como vos decís que estás trabajando. ¿Por qué? (…) porque en
tu tierra siempre vas a tener algún yuyo o muchos yuyos ahora con la lluvia, en el vecino
no, es un jardín totalmente súper verdura, limpito, no hay ni un yuyo pero la nuestra es
la abandonada ¿viste? pero bueno, cuando vos entrás te das cuenta, esa es la certificación
participativa. Y aparte hacemos un cronograma de siembra, repartimos la siembra en
distintas épocas (…)”
Otro aspecto de este modelo de producción que puede vincularse con la calidad de
vida que plantea como base el Buen Vivir es, el cambio gradual que ella fue observando
en la salud de sus hijxs:
“Y te digo que el cambio es muy importante porque llevamos ya 5 años y todos los críos de
mi casa, que han empezado a cambiar de a poco, consumiendo de estos productores de acá,
agroecológicos, su salud ha cambiado totalmente. (…) en el invierno tenían bronquitis todo
el tiempo y bueno llevo tres años, creo, que no pisamos el hospital, de hecho el más chico
nunca. Asique yo creo que es muy relevante el cambio, así es muy marcado el vivir sano
y el vivir de la forma convencional, que de hecho te envenenan antes de plantar, te están
envenenado la tierra.”
Además, queremos destacar su conciencia acerca del daño que causan los agroquími-
cos y la dependencia de insumos que genera la agricultura convencional. Así como el
derecho de acceso a la soberanía y seguridad alimentaria y, la importancia de la biodi-
versidad en su agroecosistema .
En cuanto al mayor desafío de las transiciones, que se encuentran en superar aquellos
patrones culturales Dina nos dice:
“Y porque el sistema, o sea el chacarero común de repente viene de sus padres, de sus abue-
los trabajando de esta forma y que quizás ha salido el padre y el abuelo en la revolución
verde, entonces le han enseñado a él que de esa forma se puede producir y de esa forma nada
más, ¿me entendés?”
Y concluye:
“Así que bueno, creo que la falta de producción de esta manera es de mucha desinforma-
ción, no hay información, quizás al gobierno no le convenga, al gobierno, a la semillería, a
todos esos no les conviene.”
Éstos son desafíos que se dan inminentemente en un proceso de transición pero que
también trae aires de nuevas relaciones y diálogos con otros actores de la sociedad .
Otras tantas y diversas experiencias, similares a la de la Bioferia, nos demuestran que
de ninguna manera se puede creer que todo el sistema económico está inmerso en la
251
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 239 - 251
lógica dominante del mercado, pues hay muchas otras lógicas que se inspiran en otros
principios de indudable importancia y que generan bienes públicos y comunes que no
se producen y regulan a través de la oferta y la demanda de la macroeconomía.
CONCLUSIÓN
El Buen Vivir es hoy para muchas personas y movimientos sociales, un ícono de la lu-
cha contra la dominación del capitalismo, la colonización y el antropocentrismo; sirve
de ejemplo a imitar para muchos colectivos que buscan unificar los distintos aspectos
de la lucha, rescatando los conocimientos de los pueblos originarios. No obstante, es-
tas mismas luchas se vienen dando en todos los países y regiones de Latinoamérica y
la Provincia de Mendoza no es la excepción. Los procesos de cambio tienen siempre
la marca particular de la historia y realidad de cada lugar y no existe un proceso único
y unidereccional como justamente pretendían las teorías desarrollistas del siglo XX.
La UST ha generado un sistema educativo basado en la horizontalidad, solidaridad y
la construcción colectiva de saberes. El trabajo de esta organización emerge desde la
periferia de los centros hegemónicos de poder: en el campesinado. Han comenzado a
generar iniciativas de una democracia más participativa en la toma de sus decisiones.
Todos, aspectos fundamentales que atraviesan el Buen Vivir.
Los colectivos de mujeres como la organización Soy Nosotras, llevan adelante las lu-
chas por los derechos de las mujeres, concientizando, exigiendo que se cumplan y
acompañando a las mujeres víctimas de violencia de género. Conscientes de la vin-
culación que existe con los planteos del Sumak Kawsay y de los grupos de mujeres
indígenas que también llevan adelante una lucha de liberación sumada al vínculo con
la naturaleza, no siempre encuentran, sin embargo, momentos de lucha conjunta con
esos otros colectivos. El trabajo que hacen es de apoyo mutuo, comunitarismo y soli-
daridad con el resto de las luchas.
Y la Bioferia como espacio organizativo de comercialización y visibilización de otros
modelos de producción y por lo tanto de consumo, ha demostrado ser un ejemplo
genuino de construcción hacia una transición de un modelo que necesita de relacio-
nes más justas y equitativas entre consumidores y productores, a la vez de respeto y
sincronía con los ciclos naturales de los agroecosistemas en los cuales se producen los
alimentos que consumimos y que, en su mayoría, se encuentran en manos de pequeñas
productoras que, cada vez más, toman conciencia de lo devastadoras y nocivas que son
las prácticas agrícolas que nos heredó la revolución verde.
El Buen Vivir no es una nueva teoría que quiere ser implementada sino todo lo contra-
rio, es un conocimiento práctico filosófico ancestral de los pueblos originarios por lo
que se debe comenzar es, la reivindicación de Su dignidad y reconocimiento pleno de
todos sus derechos para así sentar las bases de equidad e igualdad social fundamentales
para avanzar en el ámbito ambiental y económico del Buen Vivir.
252
LEANDRO ARANCIBIA - VANINA ROMERO - PEHUÉN BARZOLA ELIZAGARAY / Los principios del buen vivir en movimientos sociales de mendoza.
BIBLIOGRAFÍA
Acosta A. 2012. Buen Vivir. Sumak Kawsay, una oportunidad para imaginar otros
mundos. Edit. Abya-Yala, Quito, Ecuador.
Aguinaga M. 2010. Ecofeminismo: mujer y pachamama, no solo es posible una críti-
ca al capitalismo y al patriarcado. Exposición realizada en los curso de Ecología
realizados por Acción Ecológica.
Gudynas E. y Acosta A. 2011. El Buen Vivir o la disolución de la idea de progreso.
En Rojas M., “La medición del progreso y del bienestar. Propuesta desde Amé-
rica Latina”, pp 103-110, D.F., México.
Huanacuni Mamani F. 2010. Buen Vivir/Vivir Bien. Filosofía, políticas, estrategias
y experiencias regionales andinas. Edit. Por Coordinadora Andina de Organiza-
ciones Indígenas, Lima, Perú.
Magdalena León T. 2008. El ‘buen vivir’: objetivo y camino para otro modelo. En
Análisis: Nueva Constitución, ILDIS – La Tendencia, Quito.
Pérez Prieto L. y Domínguez-Serrano M. 2014. Una reformulación feminista
del Decrecimiento y el Buen Vivir. Contribuciones para la sostenibilidad de la
vida humana y no humana. En XIV Jornadas de Economía Crítica, Valladolid,
España.
253
Facultad de Ciencias Humanas y Educación