Revista REM #5

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Facultad de Ciencias Humanas y Educación

R E V I S TA D E E D U C A C I Ó N M E D I A

Número 5 • Año 2015

ISSN: 0718 -7351

U N I V E R S I D A D D E L PA C Í F I C O / w w w . u p a c i f i c o . c l
Esta publicación fue financiada por la Universidad del Pacífico en el marco del proyecto
“Revista de Educación Media”de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación.

Revista de Educación Media, Facultad Ciencias Humanas y Educación, Universidad del Pacífico.
Dirección Postal: Avda. Las Condes 11.121, Las Condes, Santiago de Chile.
Correo Electrónico: [email protected]

Correspondencia dirigirla a:
Profesor Alonso Vela-Ruiz P.

© Facultad Ciencias Humanas y Educación, Universidad del Pacífico, 2015.


Los artículos y documentos de esta Revista no pueden ser traducidos ni reproducidos sin la
autorización previa y escrita de la Universidad del Pacífico.
La revista declina en los autores la total responsabilidad de las opiniones.

ISSN 0718-7351

Revista de Educación Media


Número 5, Año 2015
Santiago de Chile
Revista Educación Media (REM)
Publicación de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación de la Universidad del Pacífico

Rector de la Universidad del Pacífico


Profesor Gilberto Zárate B.

Vice-Rectora Académica
Profesora María Teresa Maldonado F.

Decana de la Facultad Humanidades y Educación


Profesora Violeta Vargas B.

Director Revista R.E.M.


Profesor Alonso Vela-Ruiz P.

Editor Revista R.E.M.


Profesor Mario Orellana R.

Consejo Editorial
Profesor Cristián Antoine (Universidad del Pacífico)
Profesor Patricio de la Puente (Universidad de Chile)
Profesor Roberto Hernández (Universidad de Chile)
Profesor Carlos Ortiz (Universidad Andrés Bello)
Profesor Edison Otero (Universidad Diego Portales)
Profesor Angelo Salgado (Universidad del Pacífico)
Profesor Alejandro Tonelli (Universidad Nacional de Cuyo, Mandoza)

Diseño y Diagramación
Pedro Klarián H.

Impresión
Imprenta ANDROS

La REVISTA DE EDUCACIÓN MEDIA es una publicación oficial de la Facultad de Ciencias


Humanas y Educación de la Universidad del Pacífico.
Dicha Revista, de carácter monográfico, está concebida como una instancia difusión de informes finales de
investigación, reflexiones teóricas, entrevistas, traducciones y reseñas críticas en torno a los temas de educación, pedagogía,
didáctica, docencia, antropología, filosofía, sicología de difusión, historia, geografía, economía, ciencia política, sociología, literatura,
lenguaje, comunicación y semiología.
La Revista cuenta con un comité editorial que recibirá los trabajos de académicos de la Universidad del Pacífico,
de universidades chilenas y extranjeras.
Las opiniones señaladas en notas o artículos firmados no representan necesariamente las del
Comité Editorial ni las de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación.
Esta publicación está incluida en: LATINDEX - Sistema Regional de Información en Línea para
Revistas Científicas de América Latina, El Caribe, España y Portugal.
ÍNDICE

Presentación del Director de la Revista de Educación Media,


Alonso Vela-Ruiz P. 7

Presentación del Profesor Dr. Alejandro Javier Tonolli 11

I. HISTORIA Y ORGANIZACIÓN DE LA CATEDRA VIRTUAL


DE LA UNIVERSIDADES LATINOAMÉRICANAS 17

• Miguel Longo (U. Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina) 19


• Leonardo Jeffs (U. de Valparaíso, Chile) 23
• Eduardo Paz Rada (U. Mayor de San Andrés, Bolivia) 25
• Omar Baquedano - Mabel Garrido V. (U. del Pacífico, Santiago, Chile) 29
• Hércules Pereira (Facultade Internacional Signorelli, Brasil) 39
• José Briceño Ruiz (Universidad de Los Andes, Venezuela) 49
• Luis Antonio Balderas (U. Autónoma de Nueva León, México) 53

II. HISTORIA Y PENSAMIENTO 57

HOMBRE, TIEMPO E HISTORIA: LAS COORDENADAS DE UN DEBATE PERMANENTE 59


• María Marcela Aranda

REGÍMENES MILITARES Y ESTADO DE DERECHO EN LATINOAMÉRICA;


UNA REFLEXIÓN A PROPÓSITO DE LOS 42 AÑOS DE LA INTERVENCIÓN
MILITAR EN CHILE 69
• Héctor Raúl Correa

REFLEXIONES SOBRE EL PENSAMIENTO HISTÓRICO CHILENO 81
• Mario Orellana Rodríguez

III. DERECHO Y POLITICA 91

SOBRE LA TEORÍA DE LA CULTURA POLÍTICA 93


• Dr. José Luis Cavazos Zarazúa

LAS CONSTITUCIONES DE BRASIL 105


• Tadeu Maesse

ESTADO, CIUDADANÍA Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA DESARROLLO


HISTÓRICO-CONCEPTUAL CONTEMPORÁNEO 113
• Alberto César Molina

LA COMUNIDAD: ENTRE LA POLÍTICA Y EL DERECHO.


CONSIDERACIONES PARA LA COHESIÓN SOCIAL 123
• Christian Quinteros Flores

7
IV. ECONOMÍA Y SOCIEDAD 131

SOCIEDAD Y ECONOMÍA: UNA VISIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE BRASIL 131


• Roberto César Procopio Correa

GLOBALIZACION, UN NUEVO ESCENARIO PARA EL SIGLO XXI. 139


• Nelson Stevenson Palamara

DE LO RURAL A LO URBANO: LAS PELEAS DE GALLOS EN MONTERREY 149


• Martín Velázquez Rojas

LA SALUD EN EL CONTEXTO SOCIOECONÓMICO ACTUAL. CARIES DENTAL


UNA ENFERMEDAD COMPLEJA, CRÓNICA Y SOCIAL 157
• Elena Vuoto, Sergio Sáez, Fernández CN.

VI. ECOLOGÍA Y RECURSOS 165

LA AGRICULTURA MEXICANA, BÚSQUEDA DE UNA SENDA UTÓPICA DEL


DESARROLLO SOSTENIBLE E INCLUYENTE EN UNA ECONOMÍA ECOLÓGICA 167
• Dr. Jorge Alberto Alvarez Berrones

RESPONSABILIDAD SOCIAL Y AMBIENTAL 175


• Luiz Annunziata Neto

ECOLOGÍA Y SUSTENTABILIDAD 183


• Cesar Carriço

REFLEXIONES SOBRE FEDERALISMO Y RECURSOS NATURALES EN EL


OESTE ARGENTINO. UNA APROXIMACIÓN DESDE LA ECOLOGÍA POLÍTICA. 187
• Facundo Rojas y Lucrecia Wagner

VII. ARTE Y CULTURA 205

CATEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA


PATRIMONIO IDENTIDAD Y EXPRESIONES DE CULTURA 207
Santiago Aránguiz Sánchez

VIII. COLABORACIÓN DE ESTUDIANTES 219

RELACIÓN ENTRE EL PARADIGMA CIVILIZATORIO ACTUAL Y LA MATRIZ


ENERGÉTICA EN AMÉRICA LATINA: CLAVES PARA SU REFLEXIÓN 223
Paula Ferreira, Daniel Angel Glaván y Fernando Lautaro Ramírez

LOS PRINCIPIOS DEL BUEN VIVIR EN MOVIMIENTOS SOCIALES DE MENDOZA 241


Leandro Arancibia, Vanina Romero y Pehuén Barzola Elizagaray

8
PRESENTACIÓN

El número 5 de la Revista REM presenta una selección de artículos de académicos


e investigadores nacionales y extranjeros de las siguientes instituciones: Universidad
Nacional de Cuyo (Argentina), Facultade Internacional Signorelli (Brasil), Universidad
Mayor de San Andrés (Bolivia), Universidad del Pacífico (Chile), Universidad de Val-
paraíso (Chile), Universidad Autónoma de Nuevo León (México), Universidad de Los
Andes (Venezuela), que publican aquí las investigaciones expuestas en la novena ver-
sión de la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana, encuentro de colabo-
ración internacional que en 2015 abordó temáticas contingentes al Desafío de Superar
la Desigualdad Latinoamericana.
Inaugura esta edición monográfica la sección Historia y Organización de la Cátedra Virtual
de las Universidades Latinoamericanas, compuesta de siete ensayos referidos a los orígenes
de esta instancia de formación de los futuros profesionales de las instituciones asocia-
das: “Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana. Ayer, hoy ¿mañana?”, del
profesor Miguel Longo; “La Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana y la
Universidad de Valparaíso”, del recientemente fallecido profesor Leonardo Jeffs; “Una
formidable experiencia para construir la Patria Grande”, del profesor Eduardo Paz;
“Pensar y repensar la Formación de Profesionales desde la Integración Latinoamerica-
na y la Conformación de Redes”, de los profesores Omar Baquedano y Mabel Garrido;
“Internacionalización de la Educación Superior: Cátedra Latinoamericana de Movili-
dad Virtual”, del profesor Hércules Pereira; “La Integración Latinoamericana: Déficit
de Información y la Cátedra Virtual”, del profesor José Briceño; y, “Participación de la
Universidad Autónoma de Nueva León en la Cátedra Virtual”, de los profesores Luis
Balderas y Félix López.
En el primer texto de la sección Historia y Pensamiento, “Hombre, Tiempo e Historia:
Las Coordenadas de un Debate Permanente”, de la profesora María Marcela Aranda,
se examinan los procesos de ruptura y continuidad en América Latina y el Caribe, con-
cluyendo que una sociología de la historia “acelerada” ayudaría a pensar en términos de
procesos de construcción de órdenes más justos, que atiendan a la temporalidad espe-
cífica de la región. Luego, en su artículo “Regímenes Militares y Estado de Derecho en
Latinoamérica. Una reflexión a propósito de los 42 años de la intervención militar en
Chile”, el profesor Héctor Correa investiga la influencia de la Doctrina de la Seguridad
Nacional en las dictaduras latinoamericanas que partieron en 1960. Cierra la sección el

9
ALONSO VELA-RUIZ P. / PRESENTACIÓN

artículo “Reflexiones sobre el Pensamiento Histórico Chileno” del profesor Mario Ore-
llana, donde se realiza un análisis crítico de la historiografía chilena, identificando a los
representantes y corrientes más significativas de los siglos XVI al XX. El autor concluye
que esta obra historiográfica nacional fue construyendo un estilo narrativo cada vez más
científico, al considerar los cambios en las tendencias mundiales, sin descuidar las surgi-
das dentro del país.
Abre la sección Derecho y Política el artículo “Sobre la Teoría de la Cultura Política”,
donde el profesor José Luis Cavazos se refiere al desarrollo teórico del concepto de
Cultura Política, destacando tres momentos: el de los politólogos, el revisionista y la
actual cultura política. Luego, el profesor Tadeu Maesse, en su artículo “Las Constitu-
ciones de Brasil”, ofrece un panorama de los documentos que rigieron en Brasil desde
su independencia en el año 1822 hasta la actual Constitución Federal de 1988. Por otra
parte, en su trabajo “Estado, Ciudadanía y Política en América Latina. Desarrollo his-
tórico-conceptual contemporáneo”, el profesor Alberto César Molina describe las tra-
diciones teóricas que forjaron la conceptualización de la Ciudadanía en Latinoamérica
desde Thomas Marshall hasta los constructos contemporáneos de la Patria Grande.
Otro estudio incluido en este apartado es “La Comunidad: Entre la Política y el Dere-
cho. Consideraciones para la cohesión social” del profesor Christian Quinteros, quien
analiza la tensión epistemológica existente entre los enfoques ciudadano y contractual
respecto de la comunidad como objeto de abordaje interdisciplinario, lo que constitui-
ría un obstáculo para el análisis comparativo de los problemas del espacio local.
La sección Economía y Sociedad comienza con el artículo del profesor Roberto Proco-
pio, “Sociedad y Economía: Una visión de la situación actual de Brasil”, en el cual se
analiza la crisis económica más seria que en las últimas décadas a afectado a Brasil,
por lo que el autor revisa alternativas para restablecer la estabilidad, la confianza y el
crecimiento. Luego se presenta el estudio “Globalización: Un nuevo escenario para el
siglo XXI” del profesor Nelson Stevenson, donde se presenta a la globalización como
un fenómeno inevitable en la historia, desde una perspectiva amplia que se extiende
desde lo tecnológico hasta lo económico, abarcando las áreas de finanzas, comercio,
producción, servicios e información. “De lo Rural a lo Urbano: Las Peleas de Gallos
en Monterrey” es el artículo del profesor Martín Velázquez, quien se refiere a la mar-
ginación de las tradiciones folklóricas por parte del establishment mexicano, las cuales
dotan de significado a una identidad rural asumida como subordinada. Cierra esta
sección el artículo “La Salud en el contexto socioeconómico actual” de los profesores
Elena Vuoto, Sergio Sáez y Fernández CN, donde se llama la atención sobre las caries
dentales como una enfermedad crónica que afecta principalmente a los sectores socia-
les más desfavorecidos.
En la sección Ecología y Recursos se incluyen cuatro trabajos sobre problemáticas
medioambientales. En primer lugar, el artículo “La Agricultura Mexicana: Búsqueda
de una senda utópica del desarrollo sostenible e incluyente en una economía ecológi-
ca” del profesor Jorge Álvarez, se propone superar la contradicción existente entre la
agricultura capitalista y la campesina, mediante una relación cualitativa de eficiencia

10
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 9 - 11

y dignidad. Luego el profesor Luiz Annunziata presenta los resultados del estudio
“Responsabilidad Social y Ambiental”, que se refiere a la aplicación de la RS en la
toma de decisiones según criterios medioambientales y busca promover el compro-
miso ecológico para el desarrollo sostenible a nivel local y global. El tercer artículo es
“Ecología y Sustentabilidad” del profesor Cesar Carriço, en el cual se realiza un análisis
de la relación entre ecología y sustentabilidad, describiendo la demanda internacional
por el desarrollo sostenible. Termina esta sección con el artículo “Reflexiones sobre
Federalismo y Recursos Naturales en el oeste argentino. Una Aproximación desde la
Ecología Política” de los profesores Facundo Rojas y Lucrecia Wagner, en el cual se
sostiene que el Federalismo tiene múltiples facetas, por lo que su aplicación se define
en el juego de intereses frente a una determinada problemática, como lo ha sido en los
últimos años la cuestión ambiental.
El apartado Arte y Cultura presenta el artículo “Cátedra Virtual para la Integración La-
tinoamericana: Patrimonio Identidad y Expresiones de Cultura” del profesor Santiago
Aránguiz, quien explora las tensiones y desafíos culturales que influyen en el proceso
identitario latinoamericano.
Finalmente se cierra este número con dos trabajos de la sección Colaboración de Estu-
diantes. El primer artículo “Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz
energética en América Latina: Claves para su reflexión” de los alumnos Paula Ferreira,
Daniel Ángel Glaván y Fernando Lautaro, analiza la crisis energética en América Lati-
na desde un paradigma no capitalista. En el segundo, “Los principios del Buen Vivir
en los movimientos sociales de Mendoza” de Leandro Arancibia, Vanina Romero y
Pehuén Barzola Elizagaray, se comparan tres organizaciones locales: la educación po-
pular, la cuestión de género y la economía de producción y comercialización, distin-
guiendo sus elementos comunes con miras hacia la recuperación de un movimiento del
Buen Vivir en la provincia de Mendoza.
La gran diversidad de perspectivas y enfoques sobre la desigualdad como freno para
el desarrollo sostenible publicados en este número presentan un tema que atraviesa la
realidad social de toda Latinoamérica. En Chile constituye aún una reflexión naciente,
pero estamos ciertos de que los artículos de esta monografía contribuirán de manera
importante a una discusión seria al respecto.
No quiero dejar pasar la oportunidad de reconocer el gran apoyo prestado por el Coor-
dinador Internacional de la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana, pro-
fesor Alejandro Javier Tonolli de la UNCUYO, que en conjunto con Luiz Annunciata
de la FIS, Janeth Flores y Antonio Balderas de la UANL, han contribuido de manera
significativa a seleccionar artículos de gran calidad, que nos permiten mantener la cola-
boración internacional y el interés de la comunidad académica en general.

Alonso Vela-Ruiz P.
Director
Revista REM

11
UN ESPACIO DE INTEGRACIÓN:
LA CÁTEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN
LATINOAMERICANA EN SU NOVENA EDICIÓN.

Alejandro Javier Tonolli 1 2

PRESENTACIÓN
La “Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana” que promueve la Universi-
dad Nacional de Cuyo (UNCuyo) constituye una estrategia de vinculación académica
y sociocultural, que tiene lugar en el marco de la promoción y consolidación de la
integración de la educación universitaria a través de procesos de internacionalización
y regionalización. La mencionada cátedra erige un espacio curricular transversal para
las carreras de grado, no sólo de esta universidad sino de todas aquellas universidades
latinoamericanas que han participado de esta iniciativa, y propone desde la educación,
complementar los esfuerzos de integración realizados en materia económica y comer-
cial y busca superar algunas de las restricciones que se observan en estos complejos
procesos de integración.

FUNDAMENTOS POLÍTICO-INSTITUCIONALES
Desde la creación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR)3, la integración latinoa-
mericana ha sido un reto proyectado en distintas direcciones que ha logrado variados
objetivos, pero resta aún avanzar en otros de mayor complejidad. En particular, desde
la educación universitaria, pensar en términos latinoamericanos implica por ejemplo,
fortalecer el conocimiento de la cultura de Latinoamericana en nuestros profesores y
estudiantes (base de las Universidades), plantear la necesaria integración de Latinoa-
mérica en la cotidianeidad académica y contribuir con los procesos continuos de retro-

1 Profesor y Coordinador Internacional de la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana,


Secretaría Académica, Universidad Nacional de Cuyo. [email protected]
2 Se agradece a la Dra. Aranda, la Dra. Matilla y la Ing. Calíguli por las contribuciones insertas en el
presnte artículo.
3 El 26 de marzo de 1991, los presidentes de las Repúblicas de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay
firmaron el Tratado de Asunción, que dio origen a la constitución del Mercado Común del Sur o
MERCOSUR. Además de perseguir objetivos relacionados con el libre comercio y la complemen-
tariedad económica en la región, el acuerdo contempla programas de cooperación y vinculación
social, cultural y educativa entre los Estados partes. Inclusive deja abierta la posibilidad de que
otros Estados de la región se sumen al proyecto que pretende convertir a América del Sur y, en
consecuencia a América Latina y el Caribe, como un bloque regional trascendente.

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 11 - 15

alimentación con el resto de la sociedad para que la integración latinoamericana sea la


gran quimera que movilice las energías y la creatividad de varias generaciones y logre
con ello, propiciar un escenario de formación que circunscriba problemáticas y realice
propuestas de integración entre los países que conforman América Latina
En la actualidad, la Universidad Nacional de Cuyo cuenta con la autonomía acadé-
mica, los recursos humanos y los medios técnicos para constituirse en vanguardia y
construir un espacio donde los intereses, quizás contrapuestos, las desconfianzas y las
rivalidades, aún persistente en parte de los pueblos de Latinoamérica, sean tratados
bajo la intención de buscar acuerdos y lograr respeto, en pos de un desarrollo regional
pleno. En este sentido, la propuesta académica de la Cátedra Virtual para la Integración
Latinoamericana recoge la pretendida e inicial unidad político-cultural de los Esta-
dos-miembros del MERCOSUR, y las hace converger en tres pilares fundamentales:
información, educación y contactos humanos a todo nivel.
La cátedra virtual para la integración latinoamericana se acobija en la Ley Nacional de
Educación n° 26.206 (Argentina) que establece que “la educación y el conocimiento son
un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado” (Artículo
2, Capítulo 1). Asimismo, al definir los objetivos de la política educativa, propone la
construcción de una identidad nacional abierta a los valores universales y a la integración
regional y latinoamericana; por lo cual “formarán parte de los contenidos curriculares
comunes a todas las jurisdicciones: a) El fortalecimiento de la perspectiva regional lati-
noamericana, particularmente de la región del MERCOSUR, en el marco de la construc-
ción de una identidad nacional abierta, respetuosa de la diversidad” (Artículo 92, inciso
a, Capítulo 2). En igual sentido, en el marco del Plan Estratégico 2021 de la Universidad
Nacional de Cuyo, se recuperan los siguientes objetivos y líneas particulares que dan en-
tidad institucional a la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana:
Objetivo I “contribuir al desarrollo integral de la comunidad estudiantil,
articulando los saberes y prácticas con una clara orientación interdisciplinar,
en un marco de responsabilidad institucional.” Dentro de este objetivo, la
principal línea estratégica que se recupera es el “fortalecimiento de la partici-
pación activa de la UNCUYO en los procesos de integración de la educación
superior a nivel nacional, latinoamericano y caribeño e internacional.”
Objetivo II “responder a la creciente demanda de educación superior en to-
dos sus niveles, asegurando gratuidad e inclusión con calidad y pertinencia, y
promoviendo una formación integral y de excelencia”. Dentro de este objeti-
vo, la principal línea estratégica que se recupera es la “promoción del uso de las
tecnologías de la información y la comunicación en los procesos de enseñanza
y aprendizaje, tanto en los ámbitos educativos presenciales como virtuales”.
Objetivo III “propiciar la innovación en la gestión política, institucional,
académica, administrativa, informacional y comunicacional que contemple
los cambios y continuidades necesarios para acompañar las transformacio-
nes que se propone la UNCUYO”. Dentro de este objetivo, las principales
líneas estratégicas que se recuperan son: a) “el fortalecimiento de la vincula-

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ALEJANDRO JAVIER TONOLLI / Un Espacio de Integración: La Cátedra Virtual para la Integración Latinoaméricana en su Novena Edición

ción y articulación con organismos de ciencia y técnica nacionales, latinoa-


mericanos y caribeños e internacionales” y b) “la promoción de instancias
eficaces de articulación horizontal y vertical, entre las Unidades Académicas
entre sí y con el Rectorado”.

FUNDAMENTOS PEDAGÓGICO-DIDÁCTICOS DEL ESPACIO CURRICULAR


La Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana constituye una opción peda-
gógico-didáctica integral que se concreta a través de la creación de un entorno virtual
de aprendizaje contextualizado y también, como espacio de formación en el que se
provoca el trabajo y la comunicación. Es un punto de encuentro e interacción entre
estudiantes, docentes y herramientas tecnológicas que favorecen la construcción del
conocimiento enriquecido por las lógicas y culturas propias de cada una de la Univer-
sidades Latinoamericanas participantes.
La cátedra aborda el proceso de enseñanza y aprendizaje desde una perspectiva so-
cio-constructivista, dado que define estrategias cognitivas-socioculturales y expresi-
vo-creativas específicas y transversales de diferentes disciplinas (Historia y Pensamien-
to, Derecho y Política, Economía y Sociedad, Ecología y Recursos Naturales y Arte y
Cultura), las que se articulan en torno a problemáticas determinadas anualmente por el
equipo de docentes de las universidades participantes. El propósito fundamental de la
cátedra, es la búsqueda de comprensión y producción de conocimiento, promoviendo
el compromiso, la flexibilidad y la responsabilidad personal y social en el proceso de
formación universitaria. Dichas estrategias apuntan a alcanzar la calidad y la innova-
ción del proceso educativo para favorecer, entre otros aspectos, el respeto por la diver-
sidad académica y socio-cultural, y también la inclusión social.
En lo educativo, se trabaja en: a) la adquisición de nuevas competencias, disciplinares
y genéricas; b) el pasaje de la enseñanza al aprendizaje, del enfoque disciplinario al in-
terdisciplinario, de la educación nacional a la educación internacional, de la educación
presencial a modelos mixtos, desde sistemas catedráticos a sistemas de autoaprendi-
zaje, desde el espacio exclusivo del aula a espacios múltiples y abiertos y, de manera
especial, desde sistemas excluyentes a dinámicas multiculturales y c) la reelaboración
de la información, a partir de la reestructuración socio-cognitiva enriquecida en la
interacción y colaboración entre pares (estudiantes y docentes) desde las diversas con-
figuraciones didácticas, según los contextos culturales a los que pertenecen.

IX EDICIÓN DE LA CÁTEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN


LATINOAMERICANA: “EL DESAFÍO DE SUPERAR LA DESIGUALDAD
LATINOAMERICANA”
Los países de América Latina transitan años cercanos a la conmemoración de los 200
años de su independencia y se arriba con propósitos aún sin resolver enteramente, que
nos impone el ejercicio de reflexión y nos advierte sobre la necesidad de incrementar

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 11 - 15

los esfuerzos para colocar las proclamas de libertar, independencia, autogobierno y


democracia, en las agendas actuales de estudio, práctica y reflexión.
En los últimos quince años, América Latina ha vivido profundos cambios de la mano
de fuerzas progresistas, y no tan progresistas, que han ocupado el poder estatal me-
diante procesos democráticos y que han establecidos mayores niveles de institucionali-
dad así como han propiciado nuevos mecanismos de consolidación democrática, entre
otros aspectos. No obstante, los procesos nunca son totalmente acabados y la institu-
cionalidad no siempre logra garantizar la continuidad de los proyectos emprendidos,
provocando con ello, inconsistencias y vaivenes en los procesos, que en algunos casos
ha abierto la posibilidad a volver a situaciones que se creyeron superadas (dictaduras,
desestabilizaciones políticas y crisis económicas). Todo ello refleja que la disputa polí-
tica es permanente y tensa. Se anhela que estas naturales disputas encuentren canales
institucionales que promuevan el dialogo y permitan resolver las diferencias en pos de
una mejor condición socioambiental y se alejen de los procesos de violencia (simbólica
y material) y de exclusión, donde sin lugar a dudas, se gesta la base de la inseguridad
en nuestros territorios latinoamericanos. Asimismo se incita a transitar los múltiples
caminos de la integración, para que desde el encuentro, el intercambio, la experiencia,
el respeto y los acuerdos emerjan propuestas y compromisos que atiendas las desigual-
dades presentes en nuestro continente.
La novena edición de la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana desarro-
llada entre los meses de agostos y noviembre del año 2015, contó con la participación
de profesores y estudiantes de la Universidad del Pacífico (Chile), la Universidad Au-
tónoma de Nuevo León (México) y la Facultade Internacional Signorelli (Brasil). A lo
largo de los cinco módulos establecidos (Historia y Pensamiento, Derecho y Política,
Economía y Sociedad, Ecología y Recursos Naturales y Arte y Cultura) expusieron
36 profesores de las distintas universidad que abordaron desde sus disciplinas, temá-
ticas vinculadas con la convocatoria realizadas por la cátedra (El desafío de superar
la desigualdad Latinoamericana). Asimismo fueron 63 los estudiantes de las distintas
universidades participantes (12 de Chile, 16 de México, 10 de Brasil y 25 de Argentina)
que pudieron escuchar en forma presencial y virtual el conjunto de las exposiciones.
Dichos estudiantes conformaron grupos compuestos por miembros de las distintas
universidades y trabajaron no sólo las actividades pos módulo propuestas por los pro-
fesores responsables, sino que elaboraron y recibieron preguntas de interés a/de sus
pares de otros países, para luego preparar exposiciones que respondieron a dichas pre-
guntas. Finalmente dichos grupos elaboraron trabajos finales que fueron elaborados
y una vez aprobados, les sirvieron de crédito académico en su respectiva universidad.
Finalmente es de destacar que en el último módulo, profesores y estudiantes de la
Universidad del Pacífico visitaron la Universidad Nacional de Cuyo, donde además de
compartir el desarrollo de módulo de Arte y Cultura, se logró establecer diálogos e
intercambios que superaron lo estrictamente académico.

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ALEJANDRO JAVIER TONOLLI / Un Espacio de Integración: La Cátedra Virtual para la Integración Latinoaméricana en su Novena Edición

PUBLICACIÓN EN LA REVISTA DE EDUCACIÓN MEDIA.


El presente número especial de la Revista de Educación Media de la Universidad del
Pacífico está abocado a la publicación de las exposiciones de los docentes participan-
tes de la IX edición de la Cátedra virtual para la Integración Latinoamericana y de los
mejores trabajos realizados por los estudiantes de las distintas universidades que par-
ticiparon de la misma.
Esta publicación está plateada desde la convicción de que será de gran utilidad para los
docentes y estudiantes que a posteriori se interesen por esta experiencia y también será
un aporte a los estudios sobre América Latina que se estén realizando o se realizaran
en los años venideros.
Los trabajos aquí presentados nos invitan de recorrer diversas y plurales miradas a
distintos aspectos, vistas construidas por profesores que desde sus trayectorias acadé-
micas han aportado con sus exposiciones al análisis de situaciones actuales e históricas,
mostrando aportes, experiencias, continuidades y discontinuidades presentes en los
diferentes procesos sociales y ambientales, que aportaron a la comprensión de las des-
igualdades de nuestro continente americano y al conocimiento de posibles propuestas
que atiendan la mencionada problemática. De igual modo, los trabajos realizados por
los estudiantes reflejan el producto de la participación, la interacción con otros estu-
diantes y la utilización de las herramientas conceptuales y prácticas vertidas durante el
cursado de la cátedra.
Por último y no menor, en este número especial de la revistas, se presentan las pers-
pectivas de los diferentes coordinadores de las universidades que han participados en
las diferentes ediciones. En dichos artículos se rescata la experiencia, la importancias y
el aporte de la cátedra virtual en cada una de la universidades, asimismo se marcan los
desafíos no sólo de la cátedra sino de la integración latinoamericana.

DESAFÍOS Y AGRADECIMIENTOS
En términos de desafíos, el listado adquiere una dimensión imposible de contener en el
presente artículo, sin embargo destaco la importancia de continuar y ampliar la experien-
cia de la Cátedra Virtual para la Integración latinoamericana para que una mayor cantidad
de estudiantes y de profesores de muchas más universidades latinoamericana, puedan
tener la posibilidad de vivir esta experiencia y seguir aportando desde la educación y
desde la formación de profesionales al necesario proceso de integración latinoamericana.
Aprovecho la ocasión para agradecer personalmente y en nombre de la Universidad
Nacional de Cuyo a los coordinadores las universidades que participaron de la novena
edición, por la disposición y voluntad que mostraron en cada momento para atender
cada uno de los pedido solicitados. En especial mi agradecimiento al Profesor Alonso
Vela-Ruiz por haber abierto la Revista de Educación Media para que el trabajo realiza-
do en la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamérica sea difundido. Considero
dicho acto, una práctica de valoración que nos compromete y nos obliga a continuar
el camino de excelencia.

17
Historia y organización de la
Catedra Virtual de las
Universidades Latinoamericánas
CÁTEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN
LATINOAMERICANA. AYER, HOY ¿MAÑANA?

Por Lic. Miguel Longo

AYER

La propuesta de creación de la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana


tiene detrás una historia personal y una historia institucional.
Después de haber logrado eludir las garras del Plan Cóndor -esa versión perversa de
la Integración Latinoamericana que pergeñaron las dictaduras del Cono Sur- surgió
espontánea en mí la vocación por la Integración virtuosa de los pueblos latinoameri-
canos. Esa vocación, más la oportunidad de haber trabajado como periodista en varios
países latinoamericanos, están en la raíz de esta iniciativa.
La otra historia es más reciente. En marzo de 2004, la señora rectora de la Universidad
Nacional de Cuyo, María Victoria Gómez de Erice (2002-2008) recibió la propuesta
y nos indicó que hiciéramos las acciones necesarias para llegar a su concreción. Entre
esas varias acciones, presentamos la idea a varias Universidades de la región, fuimos
definiendo pautas de trabajo, exploramos posibles vías para obtener un financiamiento
mínimo.
Finalmente, la propuesta fue incluida en el Proyecto de Integración Interna y Externa
que la UNCuyo presentó al Fondo Universitario para el desarrollo Nacional y Regional
(FUNDAR), que la aprobó y otorgó el primer financiamiento.
Por otra parte, la Universidad de Valparaíso (Chile) y la Universidad Mayor de San
Andrés (Bolivia) asumieron el compromiso concreto de participar, y así acordamos
comenzar con una experiencia piloto.
La idea apunta a superar algunas restricciones que se observan en el proceso complejo
de la integración. Por una parte, su excesiva concentración en las actividades económi-
cas y comerciales. A poco de andar, la experiencia muestra que esos acuerdos econó-
micos y los flujos comerciales naufragan ante el choque de intereses, las desconfianzas
y las rivalidades que, desgraciadamente, subyacen en los pueblos.
En el ámbito académico, también se dan algunas restricciones. Por un lado, la temática
de la Integración es tratada, en general, en el nivel de Posgrado. Y por otro lado, existen

21
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 19 - 21

valiosos programas de intercambio estudiantil en el ámbito latinoamericano, pero por


sus mismas características y por sus costos, esos programas llegan a un exiguo porcen-
taje del alumnado.
La idea, entonces, es aprovechar la oportunidad que brinda el ámbito virtual para que
alumnos de Grado (o Pregrado como se dice en algunos países) -que son la base de la
Universidad- de muchas instituciones tengan la oportunidad de vincularse, a través de
un trabajo académico como corresponde a universitarios, con pares de otros países,
tutorizados por docentes comprometidos con la Integración. El soporte informático
del trabajo lo proporciona el Campus Virtual de la UNCuyo.
El sueño fue que, con el tiempo, una gran masa de estudiantes universitarios latinoa-
mericanos tengan la oportunidad de “estudiar juntos” en una breve experiencia, de tal
manera que su mirada personal y profesional se ensanche hasta las fronteras de Améri-
ca Latina. Del sueño a la realidad, Antonio Machado guió nuestros pasos: “Caminante:
no hay camino. Se hace camino al andar”.
Y el camino recorrido ha sido fecundo.

HOY
Las primeras experiencias se realizaron durante un semestre, en los años 2007 y 2009,
se consolidaron en 2010 y 2011, en 2012 y 2013 se cursaron en dos semestres cada año,
y en un semestre en 2015. En total, 9 ediciones.
A partir de 2012, se incorporaron a la experiencia la Universidad del Pacífico (Santiago
de Chile), la Faculdade Internacional Signorelli (Río de Janeiro), la Universidad de Los
Andes (Mérida, Venezuela) y la Universidad Autónoma de Nuevo León (Monterrey,
México).
A lo largo de las 9 ediciones de la Cátedra se han inscrito más de 500 estudiantes de las
7 Universidades que han participado. Como suele suceder en este tipo de actividades,
no todos los que se inscriben logran terminar el cursado con la evaluación correspon-
diente.
En este caso, el porcentaje de terminación ronda el 50%, con un total de alrededor
de 250 estudiantes que han aprobado sus monografías o trabajos finales, que suman
alrededor de 70.
Cabe destacar que en el proceso han participado como coordinadores locales, docentes
y tutores unos 80 profesionales.
A las autoridades de las 7 Universidades por su apoyo institucional, a los docentes y
tutores por su entusiasmo y compromiso y a los estudiantes que creyeron y aprovecha-
ron la oportunidad, nuestro reconocimiento.
A los estudiantes, que respondieron a la convocatoria en una cantidad muy superior al
cupo propuesto, mis felicitaciones y la exhortación para que aprovechen esta experien-
cia académica que signará su futuro.

22
MIGUEL LONGO / Cátedra Virtual para La Integración Latinoamericana. Ayer, Hoy ¿Mañana?

¿MAÑANA?
La experiencia está bastante madura como para rendir tributo al ideal que le dio na-
cimiento: lograr paulatinamente que la práctica de “estudiar juntos” entre docentes y
alumnos de distintos países, a través del espacio virtual, se fuera universalizando entre
las Universidades Latinoamericanas.
No ha sido fácil trabajar simultáneamente entre 7 universidades, con normativas diver-
sas y hasta husos horarios disfuncionales, se abre desde la UNCuyo, en sintonía con las
demás casas “fundadoras”, la propuesta de conformar una Red de Cátedras Virtuales
para la Integración Latinoamericana, a través de un mecanismo de expansión descen-
tralizada y articulada.
El sistema consistiría en que cada una de los 7 Universidades “fundadoras” actuales
constituya un Nodo en el que se vincule con otras dos nuevas casas de estudio, para
realizar el cursado de la Cátedra. La articulación se concretaría, a través de la vincula-
ción virtual y encuentros periódicos de esas instituciones, coordinadas por la UNCuyo,
que se constituirá el Nodo Central de la Red.
Poner en ejecución el plan de descentralización articulada implica acordar todo un
conjunto de estrategias y actividades. Se trata de ser fieles a los principios básicos
establecidos en cuanto a objetivos y metodología, de tal manera que la expansión no
resulte en una dispersión poco fructífera.
Para ello, la UNCuyo propone convocar un encuentro de los respectivos Coordinado-
res de cada Universidad, con la correspondiente preparación previa a través de la vía
virtual.
Como instrumento de trabajo sobre el que elaborar los acuerdos, hemos propuesto
un Proyecto de Protocolo que, una vez enriquecido y completado sobre la base de la
experiencia acumulada y la correspondiente evaluación, servirá de elemento unificador
de los desarrollos de toda la Red.
Esta perspectiva de consolidación y expansión que nos proponemos no es un mero
movimiento reflejo de crecimiento. Se ubica y pretende estar a la altura de lo que el
mundo de hoy y el del futuro exige a los países y pueblos latinoamericanos para su su-
pervivencia e influencia como un factor irreemplazable para la vida del planeta Tierra.

23
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 23 - 24

LA CÁTEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN


LATINOAMERICANA Y LA UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO.

Leonardo Jeffs Castro1

El año 2007 el Instituto de Historia y Ciencias Sociales recibió de la Dirección de


Vínculos y Cooperación Internacional de la Universidad la invitación a participar en el
Proyecto de la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana, que le había hecho
llegar la Universidad Nacional de Cuyo.
Dicha invitación fue acogida inmediatamente por la Dirección del Instituto y se de-
cidió después de una serie de reuniones con personeros de la Dirección de Vínculos
y Cooperación Internacional y la de Universidad Nacional de Cuyo iniciar nuestra
participación ese mismo año. De tal manera, que a partir de ese año, un grupo de 10
estudiantes de la Carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, dependiente del
Instituto de Historia y Ciencias Sociales se incorporó a las actividades de la Cátedra.
El 2007 los estudiantes acompañados del suscrito y del profesor Nelson Castro Flores y
dos ayudantes, concurrimos a la sesión inaugural que se realizó en la ciudad Mendoza.
Corresponde dejar constancia que a partir de ese año se incorporó a participar en las
actividades de la Cátedra la Universidad Mayor de San Andrés, de La Paz, Bolivia y que
todas las versiones que se han realizado han incorporado la idea que por lo menos una
de las sesiones tiene que ser presencial.
Nuestra Universidad ha participado, además en las versiones realizadas en el año 2009,
2010, 2011 y 2012.
El 2008 no se llevó a efecto la Cátedra; en el 20011 debido a las movilizaciones estu-
diantiles chilenas participó sólo el suscrito en la Sesión Inaugural a través de una Video
Conferencia y en la Sesión de Clausura en La Paz; en el 2013 no se logró el número
mínimo de estudiantes de la Carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales para
que la Cátedra pudiera funcionar.
Durante las versiones del 2007, 2009 y 2010 se contó con la colaboración del entonces
estudiante de la Carrera Juan Manuel Caamaño Guerra y en la versión del 2012 con la

1 Académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales Facultad de Humanidades.


Fallecido el año 2015

25
LEONARDO JEFFS CASTRO / La Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana y La Universidad de Valparaíso.

del estudiante Diego Hidalgo Soto. Ambos estuvieron a cargo de la operación de los
equipos para la comunicación virtual y acompañaron a los estudiantes y profesores a
las sesiones presenciales en Mendoza.
Para los efectos académicos de nuestra Universidad la Cátedra ha sido considerada
como una Asignatura de carácter Electiva.
A través de las diferentes versiones de la Cátedra se ha contado además del Coordina-
dor con la participación de los académicos Juan Estanislao Pérez de la Carrera de Fi-
losofía, Violeta Glaria de la Carrera de Socio Economía, Sonia Pinto Vallejos, Patricio
Quiroga Zamora, Luis Castro Castro, Jorge Gonzalorena Döll, Nelson Castro Flores,
Claudio Díaz Pérez, Luis Corvalán Márquez, Luis Manzo Guaquil y Jaime Cortéz , de
la Carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales.
Los académicos han hecho sus exposiciones en base a los siguientes ejes: Economía y
Sociedad, Derecho y Política, Recursos Naturales y Medio Ambiente, Historia y Pen-
samiento y Arte y Cultura.
La Universidad de Valparaíso ha sido sede de dos sesiones presenciales la primera de
estudiantes y profesores de la Universidad Nacional de Cuyo el año 2009 y la segunda
el 2010 de estudiantes y profesores de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Univer-
sidad Mayor de San Andrés.
Cabe destacar que el año 2008 concurrimos con el profesor Roberto Roitman de la
Universidad Nacional de Cuyo al Primer Encuentro de Universidades del Convenio
Andrés Bello en la ciudad de Quito con el propósito de dar a conocer la experiencia
que veníamos realizando en conjunto con la Universidad Mayor de San Andrés. Allí
tuvimos una buena recepción, pero, lamentablemente, no se tradujo en apoyos concre-
tos para nuestra experiencia.
Estimo que esta actividad académica no sólo ha proporcionado conocimientos sobre
aspectos fundamentales de la historia y actualidad social, económica, política y cultural
de los países involucrados, sino que ha aportado a la integración latinoamericana, la
cual tiene como desafíos superar la ignorancia y prejuicios que tenemos unos de otros
y sobre todo de los estados vecinos.
Uno de los aspectos más destacables de la experiencia ha sido el contacto y conoci-
miento entre los académicos y sobre todo entre los estudiantes de las universidades
participantes. Dicho contacto llevado a cabo por medio de las teleconferencias y el tra-
bajo conjunto y sobre todo en las sesiones presenciales ha contribuido a lograr nuevas
y más positivas percepciones del otro y desde allí se han ido logrando amistades que,
sin lugar a dudas, podrán aportar a la cooperación y amistad entre nuestros pueblos,
que es el propósito final de la Cátedra.

26
UNA FORMIDABLE EXPERIENCIA PARA CONSTRUIR
LA PATRIA GRANDE

Eduardo Paz Rada1

ANTECEDENTES
Desde Mendoza, Argentina, la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) abrió un
camino como aquel que, atravesando la Cordillera de Los Andes hace dos siglos, con-
siguió surcar el general José de San Martín para impulsar y aportar sustancialmente a
la Independencia de América Latina frente a la opresión colonial europea y dejar un
legado sobre lo que significa la unidad de los pueblos hermanos que tienen una histo-
ria, una lengua y una cultura común y que esperan, al iniciar el siglo XXI, construir un
destino soñado por los Libertadores cuando se entrevistaron en Guayaquil.
La UNCuyo lo hizo cuando proyectó la realización de la Cátedra Virtual Para la In-
tegración Latinoamericana y encontró la respuesta sobre la base de la hermandad y
compromiso académico e institucional de la Universidad de Valparaíso, Chile, y de la
Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Bolivia.
Emergió la Cátedra con una fuerza particular alrededor de la iniciativa en la que, como
subrayó Miguel Longo, el más importante impulsor del proyecto, el “PARA” se con-
vertía en la tarea central, en la misión asumida en un momento histórico en el que las
fuerzas de avanzada de la liberación de nuestros países toman las calles y los caminos
y los gobiernos, en algunos casos, buscan un horizonte emancipador y de integración
latinoamericana. La respuesta inmediata y contundente para respaldar esta tarea fue
manifiesta en la palabra y práctica del académico chileno y latinoamericano, profesor
Leonardo Jeffs.
A ellos se sumaron docentes y estudiantes de las tres universidades (UNCuyo, UdeV
y UMSA) que comenzaron a desarrollar este proyecto que se ha convertido ya en un
legado a ser compartido de manera más amplia y profunda por otras universidades
de la región, desde México hasta Argentina. Inclusive una reunión de Rectores de la
Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), realizada en 2012, valoró
la importancia y aporte de esta experiencia universitaria.

1 Licenciado en Sociología y Docente Titular de la Universidad Mayor de San Andrés


(La Paz, Bolivia).

27
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 26 - 28

Tanto Miguel Longo como Leonardo Jeffs han estado y están fuertemente vinculados
a Bolivia por su vivencia y compromiso durante décadas de trabajo e intercambio. Lon-
go, como periodista y corresponsal local y de la prensa internacional, conoció y analizó
la realidad boliviana en su manifestación cotidiana y particularmente los procesos de
transición de las formas dictatoriales a las formas democráticas y la emergencia del
movimiento nacional y popular con una larga tradición de lucha; en tanto que Jeffs, his-
toriador comprometido con el destino común de América Latina, estudió e investigó a
profundidad las relaciones de hermandad entre Chile y Bolivia y desarrolló la tarea de
reunir periódicamente a grupos de universitarios y académicos de ambos países para
compartir la historia, el presente y el destino común.

INÉDITA EXPERIENCIA
Sobre la base de esa voluntad y ese compromiso, las universidades públicas de los tres
países asumieron el reto pionero y han implementado el trabajo definiendo los conte-
nidos y competencias a ser desarrollados y tomando en cuenta la realización de cinco
Módulos Generales: Arte y Cultura, Ecología y Recursos Naturales, Derecho y Políti-
ca, Historia y Pensamiento y Economía y Sociedad; los cuales deben abordar en cada
gestión una temática distinta, acorde a los desafíos que surgían de la propia realidad.
De acuerdo a las características curriculares de cada universidad se aseguró la partici-
pación de estudiantes y docentes utilizando las nuevas tecnologías de información y
comunicación con videoconferencias, foros, grupos de trabajo, consultas en línea, etc.
y las plataformas de Educación Superior a distancia para acercar a los universitarios.
Se trata de la respuesta a una tendencia educativa alienante de tener una cercanía mayor
con realidades, teorías y conceptos de otras realidades, especialmente las europeas y
norteamericanas, y una lejanía absurda con las realidades, teorías, historias y experien-
cias de las universidades y pueblos que se encuentran a un paso de cada uno de nues-
tros países y que compartimos cultura, historia y futuro; la idea consiste en dejar de
vivir de espaldas entre nosotros y dependiendo de las metrópolis para, por el contrario,
impulsar un destino común de unidad continental en el marco de las actividades espe-
cíficas de formación profesional, investigación e interacción o extensión social con la
comunidad y la sociedad.

CONCIENCIA LATINOAMERICANA
Las temáticas que se han abordado en las ocho versiones de la Cátedra reflejan las
orientaciones identificadas y buscan motivar, informar, formar, investigar y reflexionar
con los estudiantes y docentes, para asumir una postura y una práctica creativa y com-
prometida. El abordar el tema “Recuperar la memoria secuestrada de América Latina”
ha significado realizar, desde cada país, una revisión crítica de la historia y de cómo ha
sido tratada por las versiones oficiales afines a un orden establecido, abriendo nuevas
perspectivas, lecturas e interpretaciones desde la experiencia de los pueblos y de las

28
EDUARDO PAZ RADA / Una Formidable Experiencia para Construir La Patria Grande

clases oprimidas y de sus luchas por la emancipación; en la misma perspectiva “Bicen-


tenario, hacia la Segunda Independencia” ha implicado analizar las luchas conjuntas de
nuestros pueblos a principios del siglo XIX por conseguir la independencia y forjar
una patria común y que, al cumplirse doscientos años de esa gesta, se abren nuevos
procesos de transformación que abren posibilidades para avanzar hacia la integración
y unidad de nuestros países.
“Pensamiento Crítico hacia nuevas emancipaciones” se orientó a la revisión de los
aportes teóricos, metodológicos y a las investigaciones y debates en torno a lo que se
está produciendo en el ámbito académico e intelectual sobre los acontecimientos y
conflictos que se dan desde principios de este siglo en América Latina y el Caribe en el
contexto de la crisis mundial y que son impulsados hacia la recuperación de la sobera-
nía y la liberación; asimismo el tema “Impulsar la integración latinoamericana” ha per-
mitido realizar un recuento de las experiencias de integración en las últimas décadas,
desde el SELA, el Grupo Andino, SICA, MERCOSUR o CARICOM hasta la emer-
gencia de nuevos proyectos como ALBA, UNASUR o CELAC que están marcando
las nuevas potencialidades de conformar un bloque regional más fortalecido y amplio.
Para estudiar y proyectar las perspectivas de la región se desarrolló el tema “Construir
un futuro común” que, tomando en cuenta las tendencias históricas de los años re-
cientes, permita vislumbrar las posibilidades, potencialidades y contradicciones que se
presentan en los procesos políticos, sociales y económicos en los países de la región,
para impulsar objetivos comunes y acciones colaborativas y de complementación que
hagan posible la construcción de una Patria Grande continental.
También se implementó el tema “América Latina: Protagonista del Nuevo Orden
Mundial” apuntando a explicar el lugar de la región en el mundo multipolar que está
en gestación y las acciones que se han adoptado en los años que van del siglo XXI para
adquirir un peso y personalidad propios en el ámbito mundial; y otro tema abordado
por la Cátedra Virtual ha sido “Superar la desigualdad en América Latina” orientado a
identificar la causas y manifestaciones de relaciones inequitativas internas y la necesi-
dad de implementar políticas públicas y acciones en cada país y conjuntas para vencer
estas trabas a la construcción de sociedades sin desigualdad, exclusión y discriminación.
Todas las temáticas abordadas en los módulos semestrales configuran un cuadro com-
pleto de las líneas trazadas y de los objetivos planteados, su implementación ha signi-
ficado la movilización de un centenar de docentes especialistas en distintas disciplinas
e investigaciones y varias centenas de estudiantes de distintos campos de formación
profesional.

LA CÁTEDRA EN BOLIVIA
Inicialmente, cuando se inauguró la primera versión de la Cátedra Virtual Para la Inte-
gración Latinoamericana, fue el CIDES de la UMSA que realizó la tarea colaborativa
con la UNCuyo y la UdeV. Sin embargo, la característica de estar dirigida a estudiantes
de Pregrado universitario permitió que la Carrera de Sociología de la UMSA, desde

29
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 26 - 28

2008, se haga cargo de esta iniciativa internacional interuniversitaria en Bolivia, hasta


la fecha.
El avance y consolidación de la Cátedra contó con el respaldo de las autoridades uni-
versitarias, Rectorado y Decanatura de la Facultad de Ciencias Sociales, las que par-
ticiparon en varias sesiones inaugurales y manifestaron constantemente su apoyo y
aliento para que continúen la actividades. Fue también importante el apoyo técnico y
administrativo de la UMSA, en particular de Lino Maldonado, quien se convirtió en el
eje de la realización efectiva de las sesiones de videoconferencias por su disposición y
conocimiento de las nuevas tecnologías virtuales, así como de las oficinas técnicas de
la UMSA, UMSATIC y DTIC.
Los estudiantes bolivianos que han participado en las siete versiones de la Cátedra han
sido casi ciento cuarenta procedentes de las Carreras de Sociología, Historia, Trabajo
Social, Derecho y Antropología, tomando en cuenta que en las primeras versiones su
aprobación no tenía homologación curricular. Sin embargo, en las últimas versiones se
ha conseguido la aprobación de Resoluciones de Carrera y Facultativas para convalidar
la Cátedra con materias de Seminario. El aporte de la exposiciones desde el país ha
sido realizado por veintidós docentes de sociología, historia, economía, artes, pintura,
música, literatura, pensamiento andino, formación social boliviana, políticas públicas,
medio ambiente y filosofía, los que han aportado en las sesiones de videoconferencias
y en las presenciales y han asistido a los estudiantes en la realización de sus trabajos de
investigación conjunta.
Las experiencias de formación de grupos mixtos de estudio con estudiantes de dife-
rentes países, la realización de sesiones presenciales con asistencia de docentes y es-
tudiantes de Chile, Argentina y Bolivia, las visitas de intercambio y el establecimiento
de relaciones permanentes entre estudiantes y profesores han producido una amistad
y crecimiento mutuo en quienes han compartido la Cátedra. Especial mención corres-
ponde realizar respecto a las sesiones presenciales porque en éstas el contacto directo
permitió compartir experiencias muy ricas y productivas; los estudiantes bolivianos
que viajaron a Valparaíso y Mendoza retornaron entusiasmados y marcados por el ideal
latinoamericano, de la misma manera los estudiantes y docentes chilenos y argentinos
que estuvieron en La Paz pudieron compartir las distintas facetas culturales, académi-
cas, políticas y sociales de Bolivia.
Finalmente corresponde afirmar que la combinación de tecnologías avanzadas incor-
poradas a la Cátedra Virtual Para la Integración Latinoamericana y a la Educación
Superior con agendas temáticas de compromiso académico, formación, investigación
e interacción social relacionadas a la crítica a las formas de dominación y opresión
impulsando la reflexión y el análisis sobre los horizontes de emancipación de nuestros
países y pueblos abren perspectivas a la unidad de la Patria Grande.

30
PENSAR Y REPENSAR LA FORMACIÓN DE PERSONAS Y
PROFESIONALES DESDE LA INTEGRACIÓN
LATINOAMERICANA Y LA CONFORMACIÓN DE REDES

Omar Baquedano San José1


Mabel Garrido Vargas

La Universidad de Pacífico, es una de las instituciones de Educación Superior (ES) chi-


lenas privadas, más antiguas, a partir de la Reforma en Educación Superior de la década
de los 80, por lo cual, ya cuenta con 38 años de trayectoria académica y ha alcanzado
un nivel de madurez propio- a su sello institucional- gracias al espíritu de creatividad,
innovación y emprendimiento, que ha heredado de su fundador Julio Ortuzar Prado y
de sus colaboradores.

ORÍGENES Y FUNDACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO


El Proyecto Educativo que da origen a la Universidad del Pacífico se remonta al año
1976, en que se crea la Escuela de Publicidad de Chile cuyo desarrollo concluye en el
año 1981 con su transformación en el Instituto Profesional del Pacífico que incorpora
las carreras de Administración de Empresas y Diseño Gráfico.
La consolidación del Instituto Profesional del Pacífico sentó las bases para la fundación
de la Universidad del Pacífico el 6 de marzo de 1990. Durante sus primeros años como
Universidad, se agregaron las carreras de Ingeniería Comercial, Educación Parvularia
y Periodismo, y funcionó paralelamente con el Instituto Profesional del Pacífico. Entre
1993 y 2002 paulatinamente fueron incorporándose las demás carreras del Instituto a
la Universidad.
Desarrollo y Diversificación: Reconociendo la solidez de la labor académica, la Uni-
versidad del Pacífico, el año 2002, obtuvo su Plena Autonomía. Una vez consolidado
el proyecto educativo, la Universidad decidió ampliar su oferta académica mediante la
apertura de la Sede Melipilla (2004). En 2006 se incorporaron las carreras de Agrono-
mía, Medicina Veterinaria y Enfermería.
Consolidación, la Universidad del Pacífico, en su constante búsqueda por dar fe pú-
blica del aseguramiento de la calidad y el mejoramiento continuo de sus procesos de
gestión, fue una de las primeras Instituciones de Educación Superior Privadas en pre-

1 Integrante de la Red de Docentes de América Latina y el Caribe (REDDOLAC)

31
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 37

sentarse y obtener la Acreditación Institucional, ante la entonces Comisión Nacional


de Acreditación de Pregrado (CNAP), en el año 2004, la Universidad ha participado,
desde esa fecha en sucesivamente en procesos de Autoevaluación Institucional.
Como resultado de esto se ha logrado establecer progresivamente una cultura de auto-
rregulación orientada a garantizar una oferta académica de calidad. En sintonía con lo
anterior, ha desarrollado un Modelo Educativo centrado en el estudiante y su proceso
de aprendizaje, acorde a los requerimientos de una sociedad altamente dinámica que
demanda la actualización permanente de los conocimientos. Junto con lo anterior, ha
trazado en su Plan de Desarrollo Estratégico las directrices que le permiten fortalecer
la calidad, la robustez y la pertinencia de un proyecto educativo caracterizado por una
alta dedicación a la formación integral de profesionales y servicios a la comunidad.
Determinando así, dar a conocer públicamente su nueva Visión Institucional, que ema-
na desde la identidad institucional y del sello mismo de la casa de estudios: “La Uni-
versidad del Pacífico se propone formar personas integrales con actitud reflexiva y con
capacidad de crear y emprender para su mejor inserción y contribución al desarrollo
de la sociedad”
De igual manera su Misión explicita lo siguiente: “La Universidad del Pacífico es una
Comunidad Educativa que aporta al desarrollo de la sociedad mediante la generación
y transmisión de conocimientos para la formación de profesionales, técnicos y gra-
duados. Se apoya en un modelo formativo centrado en el estudiante, de acuerdo a los
valores institucionales, y en una gestión apoyada en procesos continuos de evaluación
y aseguramiento de la calidad”

LA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y EDUCACIÓN


La Facultad de Ciencias Humanas y Educación (FCH y E) de la Universidad del
Pacífico (UPA), se constituye a partir del año 2006 en el organigrama del gobierno
universitario dependiendo de la Vice-Rectoría Académica (VRA), con el propósito de
dar continuidad y atención a las carreras que habían experimentado un significativo
crecimiento, ellas eran las Escuelas de Educación, Psicología y Trabajo Social.
Posteriormente la Facultad de Ciencias Humanas y Educación experimenta un creci-
miento en la oferta académica que entrega, incorporando a las carreras fundacionales:
Pedagogía en Educación Parvularia, Pedagogía en Educación General Básica, Psico-
logía y Trabajo Social. Las carreras de Pedagogía en Educación Media en Lenguaje y
Comunicación; Historia y Ciencias Sociales; Educación Física.
En el nuevo organigrama 2010 la FCH y E , atendiendo a las políticas institucionales
conforma Escuela a partir de la expertise profesional de cada una de sus carreras.
Las carreras de la Facultad de CH y E , se encuentran acreditadas en su totalidad, con
resultados sobresalientes- a nivel nacional- es así como las carreras de Trabajo Social
y Pedagogía en Educación Física, han obtenido 5 años de acreditación, las carreras de
Pedagogía en General Básica y Pedagogía en Educación Media en Historia y Ciencias

32
OMAR BAQUEDANO - MABEL GARRIDO / Pensar y Repensar la Formación de Personas y Profesionales desde la Integración Latinoamericana y la Conformación de Redes.

Sociales, Pedagogía en Educación Parvularia cuentan con 4 años de acreditación, Psi-


cología 3 años y Pedagogía en Educación Media en Lenguaje y Comunicación 2 años
de acreditación. Por otra parte, las políticas institucionales y facultativas promueven
una permanente autoevaluación de las carreras.
En la actualidad la Facultad de Ciencias Humanas y Educación ha diseñado su Plan
Estratégico 2014-2020 de acuerdo a los propios de la Universidad y de la VRA. Por tal
razón, su misión “Formar profesionales y graduados centrados en el desarrollo huma-
no, comprensivos, reflexivos y críticos sobre los fenómenos educativos, psicológicos
y sociales, aportando desde su formación disciplinar al bienestar de la comunidad con
compromiso ético, liderazgo emprendedor, innovador y responsabilidad social”, se
encuentra en proceso de socialización y difusión.
Las carreras que integran la FCH y E se encuentran presentes en las sedes de Las
Condes y Melipilla. Por tal razón, la Facultad se encuentra presente en todas las ins-
talaciones de la Universidad y hace presente el compromiso institucional de formar
graduados responsables y socialmente comprometidos con el desarrollo del país.
A partir del año 2014, la Facultad ha determinado su línea de desarrollo determinando
la calidad de vida, como tal, para ello, señala:
“La calidad de vida es un fenómeno estudiado desde hace ya varios años y surge in-
terés en su estudio más científico, debido a algunas de las consecuencias indeseables
que trajo consigo el desarrollo generado por la industrialización, período en el que se
evidencian claramente en la realidad social las diversas repercusiones que trajo apare-
jada para las condiciones de vida de la población, generando un contexto social que
se conoce con el nombre de “cuestión social”. A partir de lo anterior, se entiende la
calidad de vida como la combinación de las condiciones de vida material y la satisfac-
ción personal en función de una escala de valores. En esta perspectiva, a la Facultad
le interesa profundizar el estudio de los componentes psicosociales que influyen en la
calidad de vida” (UPA: 2014)
Desde ésta línea de desarrolla, la facultad y sus escuela, guiara su quehacer formativo,
de extensión, vinculación con el medio e investigación.

LA ESCUELA DE PEDAGOGÍA EN EDUCACIÓN GENERAL BÁSICA


La Escuela de Pedagogía en Educación General Básica (EPEGB) es instituida en no-
viembre del año 2010 , de acuerdo al nuevo organigrama de la Facultad de Ciencias
Humanas y Educación (FCH y E), instancia colegiada que se encuentra atenta a los
nuevos desafíos nacionales e internacionales y asume las políticas institucionales de
fortalecimiento a la Formación Profesional de las carreras de la UPA, especialmente
aquellas asociadas a la Formación Inicial Docente (FID), como una tarea emergente y
prioritaria a nivel institucional y nacional.
En su historia se pueden determinar 2 hitos de desarrollo organizacional: La Escuela
de Educación (2003-2006) y la Escuela de Educación Inicial (2006-2010).

33
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 37

La Escuela de Educación nace como estructura organizacional el año 2003, y es la en-


cargada de gestionar y coordinar los procesos de las carreras de Educación Parvularia
y Educación General Básica, los programas de formación post profesional y las activi-
dades de extensión relacionadas con los ciclos mencionados, como respuesta explícita
a la Educación Infantil y Escolar asumiendo los desafíos de la articulación entre los ni-
veles Pre-básico y Básico, tarea emanada por el Ministerio de Educación de Chile a las
entidades de Educación Superior encargadas de la Formación Inicial Docente (FID).
Es en este contexto de la FID, donde la Universidad del Pacífico el año 2006 instituye
la Escuela de Educación Inicial (EEI) a cargo de las carreras de Pedagogía en Educa-
ción Parvularia y Pedagogía en Educación General Básica, reafirmando así su compro-
miso con la formación de educadores y profesores con conocimientos conceptuales,
procedimentales y actitudinales propicios para la atención de la primera infancia desde
los 0 años al NB 4 de la Educación General Básica. Para ello la Escuela concretiza un
plan de estudio común de 2 años entre ambas carreras, que constituyen los cimientos
básicos del desarrollo y el aprendizaje de los niños y niñas en aquellas etapas anteriores
o posteriores a su formación de especialidad, con capacidades para gestionar e imple-
mentar la articulación entre ambos niveles de formación. Complementados con los
conocimientos disciplinares específicos de cada carrera (PEP y PEGB), en el tercer
y cuarto año. La gestión y consolidación de la FID se ve reflejada en el Acuerdo de
Acreditación de cada una de las carreras, proceso que ha sido dirigido y desarrollado
por la Escuela de Educación Inicial, en el proceso de acreditación 2008; obteniendo
Pedagogía en Educación Parvularia 4 años y Pedagogía en Educación General Básica
3 años y en el proceso 2012 4 año.
La Escuela de Pedagogía en Educación General Básica (EPEGB) se constituye a partir
de la Resolución 027 del año 2010 de Rectoría , siendo conformada por un equipo de
docentes directivos que constituían parte de la universidad, de igual manera el equipo
académico mantiene y da continuidad al trabajo realizado en la antigua Escuela de
Educación Inicial, dado su permanencia y compromiso profesional.
La carrera de Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad del Pacífico,
se imparte en Jornada Diurna - Vespertina en la Sede Las Condes y la Sede Melipilla,
existiendo un Plan de Estudio común para las dos sedes y jornadas- que mantiene un
ciclo común con PEP de 4 semestres. Así se llevan a cabo los mecanismos de gestión
académicos correspondientes para ambas sedes y jornadas de manera centralizada des-
de la Dirección de Escuela. Que además vela por las políticas de docencia, investiga-
ción y extensión acorde a las Políticas Institucionales.
Cabe señalar, que para el año 2012, la escuela de PEGB no contempla admisión para alum-
nos nuevos de primer año, para la carrera de Pedagogía en Educación General Básica.
Durante el tiempo transcurrido entre el proceso de acreditación 2008 y el actual, la
escuela de PEGB ha continuado su quehacer en relación a los vínculos de coopera-
ción con varias instituciones del Estado, privadas y de la sociedad civil las cuales se han
consolidado y además se han ampliado, ejecutándose las siguientes acciones:

34
OMAR BAQUEDANO - MABEL GARRIDO / Pensar y Repensar la Formación de Personas y Profesionales desde la Integración Latinoamericana y la Conformación de Redes.

• Convenios con instituciones, durante el año 2010 se iniciaron los vínculos con la
Universidad Nacional de Cuyo en la ciudad de Mendoza República de Argentina,
que se consolida a través del Acuerdo de movilidad de estudiantes entre la UPA
y UNCuyo acordado entre los meses de marzo-abril del 2011 con la firma de am-
bos rectores. Que ha permitido desarrollar entre ambas universidades intercambio
de experiencias, conocimientos, movilidad docente y estudiantil, es así, como por
ejemplo se ha llevado a cabo una investigación con el propósito de Identificar
las representaciones sociales que sobre la formación básica poseen los docentes
de Nivel Inicial-Jardín de Infantes de cinco (5) años- con una antigüedad mayor
o menor de cinco años, en relación con el contexto actual, respecto de la práctica
pedagógica, la práctica docente y la metacognición, cuya muestra se llevó a cabo en
salas de niños de 5 años en Santiago-Melipilla y Mendoza.
• Por otra parte, la visita y trabajo colaborativo realizado en Chile por la Dra. María
Emilia Ortiz de la Secretaria de RR.II. del rectorado de la UNCuyo, quién visita la
escuela en calidad de par extranjero, para juicio de experto en el proceso de autoe-
valuación de la carrera Dic-2011 y enero 2012.
• Desde el año 2012, se ha considerado -entre ambas instituciones- llevar a cabo las
siguientes acciones de colaboración e intercambio: desarrollo de la Cátedra Vir-
tual para la Integración Latinoamericana (Universidad Nacional de Cuyo- Argenti-
na, Facultad Internacional Signorelli- Brasil, Universidad Autónoma de Nuevo de
León- México y la Universidad del Pacífico- Chile); movilidad estudiantil -median-
te Programa de Pasantía Internacional- con duración de una semana para prácticas
tempranas y actividades culturales-académicas, entre ambas universidades, lo que
contempla la participación de estudiantes y docentes.
He aquí, un hito trascendental para la vida universitaria en la Facultad de Ciencias Hu-
manas y Educación la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana. Instancia
de formación integral que ha permitido movilizar a estudiantes y académicos de toda la
facultad y de otras instituciones públicas y privadas del país, al servicio de la integración.
Si bien, la Cátedra Virtual, se gesta en la Universidad del Pacífico al alero de la carrera
de PEGB, inmediatamente desde su génesis incorpora a estudiantes de las otras ca-
rreras de educación presentes en el antiguo campus Baquedano, es así, como estará
compuestas por estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación General Básica,
Pedagogía en Educación Media en Historia y Ciencias Sociales y Pedagogía en Educa-
ción Media en Lenguaje y Comunicación.
Hasta la fecha- el año 2012- las acciones formativas de las carreras de la Facultad no
habían logrado implementar una acción que movilizara a los estudiantes de manera
colaborativa e integradora y menos aún, de manera voluntaria y reflexiva- cabe especi-
ficar, que cada carrera realiza acciones exitosas con sus estudiantes de manera autóno-
ma- lo cual, es muy valorado por los estudiantes, egresados y comunidad en general.

35
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 37

La Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana, se lleva a cabo en la UPA des-


de la siguiente concepción:
• Las acciones de gestión, producción de conocimiento y exposiciones se centra en
los estudiantes, sujetos protagónicos del proceso, que responde a la esencia misma
del Modelo Educativo de la Universidad, el cual señala que “el o la estudiante es el
centro” (Modelo Educativo: 2012, Pág 15). Por lo cual, “asumiendo este enfoque,
se legitiman sus saberes, reconociéndolos en sus diferencias previas al desarrollo de
nuevos aprendizajes” (ídem). Es así, como por ejemplo, la inauguración de la Cá-
tedra Virtual por parte de Chile el año 2012, es asumida por los 5 integrantes de la
misma, que son docentes en formación, quienes asumen el deber y responsabilidad
de exponer ante las otras casas de estudios que integran la red.
En dicha oportunidad, el centro de reflexión y exposición son las distintas miradas que
existen desde el movimiento estudiantil secundario chileno, fenómeno ocurrido el año
2006, que llevo al país a centrar su atención en la calidad de la educación, impactando
el quehacer nacional que llevo a modificar la Ley en relación a educación, derogando
la discutida Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) por la Ley General
de Educación (LGE) y ha marcado el rumbo de los tres últimos gobiernos: Bachellet-
Piñera- Bachellet.
• Si bien, la mayoría de las exposiciones de la Cátedra Virtual para la Integración
Latinoamericana desde la UPA han estado presentadas por los mismos estudiante,
ellos han sido capaces de movilizar y gestar la participación de otros expositores:
estudiantes de la Facultad, ex alumnos de la carrera de PEGB, docentes-acadé-
micos de otras instituciones, agentes culturales de la sociedad chilena, entre los
cuales, se pueden destacar y recordar a Francisco Guajardo, creador del Banco de
Aprendizaje (BAP) y co- fundador de la Fundación Educándonos; Fernando Lody,
nieto y sobrino de los Mártires de Lonquén - quién aborda el tema de educar en la
memoria; Pilar Muñoz, memoria viva de las víctimas de la dictadura y gestora de
la cátedra de DD.HH. en la Universidad Diego Portales; Cecilia Satriani, destacada
gestora cultural de la Provincia de Melipilla.
• Las exposiciones de los estudiantes de la Universidad del Pacífico fueron fruto de
la siguiente metodología de trabajo: estudio documental, investigación acción, ela-
boración de documentos argumentativos/ensayos, mesas de discusión, autoapren-
dizaje y aprendizaje colaborativo en el eje de oratoria-exposición en público y dise-
ño de presentaciones digítales.
• La metodología de desarrollo de las exposiciones- durante los dos días- de desa-
rrollo de las temáticas abordadas, de acuerdo a la propia estructura de la cátedra,
los estudiantes de la PCH y E movilizaban a sus compañeros de carreras y a otros
agentes de la misma universidad para participar como espectadores de las exposi-
ciones, quienes a su vez, manifestaron en cada ocasión su aprecio y admiración por
la calidad de los trabajos nacionales e internacionales de cada expositor, valorando
principalmente, que dicha actividad en el caso de Chile, sea gestada y coordinada
por los mismos estudiantes de educación.

36
OMAR BAQUEDANO - MABEL GARRIDO / Pensar y Repensar la Formación de Personas y Profesionales desde la Integración Latinoamericana y la Conformación de Redes.

• Desde su inicio, los estudiantes participantes de la Cátedra chilena, manifestaron el


interés y desafió de participar en una nueva experiencia a la fecha, y esa era, la reu-
nión presencial entre los estudiantes de cada casa de estudios. Acción que se lleva
a cabo y con éxito en la Universidad Nacional de Cuyo (UNcuyo) en Noviembre
del 2012 y se ha mantenido hasta la fecha.
Desde los puntos presentados, se puede comprender con claridad el impacto positivo
que ha tenido a nivel de Facultad ésta experiencia pionera y liderada por el Licenciado
Miguel Longo y la Dra. María Emilia Ortiz de la UNCuyo, que han sido unos referen-
tes en el quehacer de la integración.

DESAFÍOS Y PROYECCIONES ACTUALES DE LA CÁTEDRA EN LA UNIVERSIDAD


DEL PACÍFICO

La comunidad de la Universidad del Pacífico ha valorado y reconocido la importancia


de la Cátedra en su quehacer formativo de los nuevos profesionales y graduados, más
aún, en el plan de trabajo de la Facultad de CHyE, se contempla como uno de las accio-
nes sello que tributaran al desarrollo del Plan de Desarrollo Institucional 2014-2020.
Desde Dirección de Docencia, se espera formalizar la acción formativa de la Cátedra,
que hasta la fecha es sólo un elemento formativo extra curricular- dado que no tributa
al créditaje y al sistema de evaluación de los estudiantes, por lo cual, a partir del segun-
do semestre 2014, se espera reconocer a la cátedra como una asignatura de Formación
General Optativa (FGO) y que ésta sea ofertada para todos los estudiantes de la ins-
titución- primero en Sede Las Condes, de manera piloto y luego a sede Melipilla. Las
asignaturas del área de FGO son definidas por la institución como:
“FGO corresponde a los cursos de formación complementaria y general, al currículo profe-
sional de la carrera, aquí se consideran cursos de deportes, idiomas extranjeros, que no se
encuentren contemplados en el plan de estudio con carácter de obligatorios, y otros de orden
cultural. Cada plan de estudio debe contar con un mínimo de dos cursos de esta área. Por
su carácter, estas asignaturas son de 3 créditos cada una”. (Política Académica: 2010)
De esta manera, la Cátedra será reconocida como una acción formativa explicita de la
Universidad y tributará al sistema de créditos y evaluación de los estudiantes.

APRENDIZAJES E HITOS SIGNIFICATIVOS


La Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana, ha permitido durante su desa-
rrollo y gestión en la universidad del Pacífico, tributar a la formación de profesionales
del área de la educación, centrándose en las tres dimensiones del saber: el saber cono-
cer, el saber hacer-emprender y el saber ser y convivir, que la institución ha señalado
para la formación de sus estudiantes en el Modelo Educativo.

37
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 37

La Cátedra Virtual, ha sido una instancia privilegiada para movilizar y desarrollar los
atributos, declarados en el perfil de egreso institucional (Modelo Educativo: 2012 Pág.
9), los cuales señalan:
1. “Mantenerse actualizado en el conocimiento de su disciplina, con énfasis en la
disposición y capacidad para generar y adaptarse al cambio.
2. Demostrar capacidades de autoaprendizaje continuo, vinculando la realidad
nacional e internacional.
3. Aplicar conocimiento teórico y práctico para investigar y solucionar problemas
de la disciplina, de manera creativa y vinculada con las necesidades efectivas del
entorno social.
4. Generar y fortalecer el trabajo en equipo, desarrollando proyectos innovadores
disciplinarios e interdisciplinarios.
5. Demostrar habilidades de emprendimiento y de autoaprendizaje en el desarro-
llo de proyectos concretos.
6. Reflexionar crítica y creativamente con el fin de aportar al desarrollo de su
medio (comunidad).
7. Demostrar habilidad para buscar, procesar y analizar información procedente
de fuentes diversas.
8. Demostrar espíritu emprendedor para el mejoramiento continuo en el ámbito
de su accionar profesional.
9. Actuar en forma honesta, coherente y responsable, respetando la diversidad
social y cultural, desde una postura humanista.
10. Demostrar actitud ética en la búsqueda, selección, evaluación y manejo de in-
formación”.
De igual manera, se reconoce la conformación de una comunidad de trabajo, confor-
mada por los estudiantes, que ha funcionado de manera rigurosa y exigente, exigiendo
a cada uno actuar de manera responsable y ética, permitiendo la toma de conciencia
en el proceso formativo y llegando a instalar la Metacognición y la evaluación 180° de
manera progresiva y como sello del quehacer.
A los estudiantes chilenos, les ha permitido movilizarse a otro país, crear vínculos y
redes con otros estudiantes de Brasil, México, Argentina, Bolivia, Venezuela. Principal-
mente, les lleva a tomar conciencia que son ciudadanos del mundo y gestores culturales.
Desde esta concepción, la cátedra virtual, es y seguirá siendo un hito relevante en la
formación de las nuevas generaciones, concibiendo las personas, su profesión, con
actitud crítica, mirada internacional y esperamos responsablemente responsables.
Las tareas y desafíos que continúan, son seguir soñando y convertir en realidad la justi-
cia como derecho de bien público, la dignidad de las personas y de los pueblos latinoa-
mericanos, a que nuestras instituciones de Educación Superior comprendan y trabajen

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OMAR BAQUEDANO - MABEL GARRIDO / Pensar y Repensar la Formación de Personas y Profesionales desde la Integración Latinoamericana y la Conformación de Redes.

para generar programas de formación profesional y de grados colaborativos-inter ins-


titución, que permita la movilidad social- académica, entre nuestros países.
Desde este trabajo colaborativo, hemos de proponer a los Estados de cada país, políti-
cas de inclusión, educación y dignidad por la persona humana y por el estado susten-
table de nuestras naciones.
Por su parte, la Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana de la universidad
del Pacífico, ha de seguir trabajando desde un nuevo desafío: la Sustentabilidad, la
Educación y la calidad de Vida.
Nada de este quehacer, sería una realidad, sin las esperanzas y peculiaridades de quie-
nes han puesto su juventud y voluntad, a disposición de los sueños de un grupo de
académicos nacionales e internacionales, nuestros estudiantes y ahora profesionales:
Susana Meneses, Martín Rodríguez, Soledad Berrios, Cinthya Sotomayor, Carlos Cha-
morro y Nathalia Molina.

BIBLIOGRAFÍA
Áreas de desarrollo de las Facultades/Escuelas de la Universidad del Pacífico.
Abril, 2014.
Modelo Educativo (2012),
Universidad del Pacífico, Santiago Chile
Política Académica (2010),
Universidad del Pacífico, Santiago Chile
Resolución de Rectoría N° 061/2010 del 22 de nov. 2010:
Nuevo Organigrama de la Facultad de Ciencias Humanas y Educación.
Resolución N° D.P. 027/2010 del 26 de Nov. del 2010

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INTERNACIONALIZACIÓN DE EDUCACIÓN SUPERIOR:
CÁTEDRA LATINOAMERICANA DE MOVILIDAD VIRTUAL

Prof. Dr. Hércules Pereira1

1- LA INTERNACIONALIZACIÓN DE EDUCACIÓN SUPERIOR


El mundo se transforma a pasos rápidos y la sociedad del conocimiento avanza en la
constitución de recursos humanos de alto nivel, aptos al ejercicio de la interpretación
de las condiciones internacionalizadas que alimentan la propia internacionalización de
las universidades (MORHY, 2005).
El epígrafe remite ser posible considerar que la internacionalización no es un concepto
reciente, en verdad, es un procedimiento que ocurre desde la Edad Media, cuando los
estudiantes salían de una universidad o escuela y realizaban visitas en otras institucio-
nes de enseñanza, distantes de sus localidades oriundas. De esa forma, en aquella épo-
ca, universidades como las de Siena, Boloña, París y Oxford eran consideradas como
verdaderas comunidades internacionales. Los principales objetivos en la época eran la
búsqueda del conocimiento, de la aventura y nuevos conocimientos.
De acuerdo con Morisini (2006), el término internacionalización de la educación supe-
rior es un concepto complejo, pues abarca una diversidad de términos relacionados y
basados en diversas consideraciones, tales como:
• a) dimensión internacional, presente desde el inicio del siglo XX y caracterizada
por ser una fase necesaria en un mundo globalizado;
• b) educación internacional, actividad organizada prevalente en Estados Unidos,
entre la segunda guerra mundial y el término de la guerra fría, preferentemente por
razones políticas y de seguridad nacional;
• c) internacionalización de la educación superior, posterior a la guerra fría y con
características de un proceso estratégico ligado a la globalización y a la regionaliza-
ción de las sociedades y su impacto en la educación superior.
Bartell (2003) conceptúa la Internacionalización como cambios internacionales rela-
cionados a la educación y la globalización como una avanzada fase en el proceso que

1 Rector Faculdade Internacional Signorelli

41
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 47

envuelve la internacionalización. Asimismo, existen diferentes definiciones para el tér-


mino internacionalización cuando se trata de la educación, y que podemos destacar
como relevantes para el abordaje de la propuesta a ser desenvuelta.
Teichler (2004) señala que el proceso de mayor internacionalización en la educación
superior está relacionado a tres términos: internacionalización, europeización y globa-
lización. De acuerdo con el autor, existe cierta semejanza entre los términos, pues los
tres consideran la tendencia de la transmisión del conocimiento y envuelve múltiples
actores. La internacionalización representa la creciente actividad que va además de las
fronteras locales, practicada en términos de movilidad física, cooperación académica y
transferencia de conocimiento académico.
La globalización relacionada al hecho de que las fronteras nacionales se aproximan
pudiendo incluso terminar por medio de la transferencia de conocimiento comercial y
político. Se relaciona con el flujo de tecnología, economía, conocimientos, individuo,
valores e ideas extra-fronteras. Afecta cada país de manera diferente debido a la histo-
ria individual de las naciones, sus tradiciones, cultura y prioridades (KNIGHT e DE
WIT, 1997).
Mientras que la europeización es considerada como una probable variedad regional de
la internacionalización, pues además de la cooperación y movilidad, visa a la integra-
ción y convergencia de contextos pedagógicos y tecnológicos, en el ámbito académico
la internacionalización es marca de las relaciones entre las universidades. Justamente
por presentar un enfoque basado en la producción de conocimiento y desenvolver
prácticas inherentes, como la función de la pesquisa, esta, apoyada en la autonomía del
investigador.
Hoy, es necesario aceptar la existencia de nuevos vínculos, sujetos y derechos a ser
pensados también con otra perspectiva, bajo pena de reproducirse una mentalidad
insuficiente a las necesidades que el mundo global exige. Boaventura de Souza Santos
resalta que:
Las transformaciones de la última década fueron muy profundas, a pesar de haber sido
dominadas por la mercaderización de la educación superior, no se redujeron a eso. Envol-
vieron transformaciones en los procesos de conocimiento y en la contextualización social del
conocimiento. Ante eso, no se puede enfrentar el nuevo contraponiéndole a lo que existió
antes [...]. La resistencia tiene de envolver la promoción de alternativas de pesquisa, de
formación, de extensión y de organización que señalen para la democratización del bien
público universitario, o sea, para el aporte específico de la universidad en la definición de
solución colectiva dos problemas sociales, nacionales y globales. (SANTOS, 2005, p. 61).
La propuesta de una educación sin fronteras, centrada en métodos activos de apren-
dizaje y en el desenvolvimiento de competencias para la tomada de decisiones en es-
cenarios inciertos, se torna cada vez más presente en la realidad de las instituciones de
enseñanza.

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HÉRCULES PEREIRA / Internacionalización de Educación Superior: Cátedra Latinoamericana de Movilidad Virtual.

1.1 Internacionalización en casa


La internacionalización es un proceso de fortalecimiento y enriquecimiento de las ins-
tituciones de enseñanza superior. La Internacionalización en Casa (IaH) es el proceso
de vinculación de aspectos internacionales y multiculturales a partir de los ámbitos
universitarios: aulas, salas de profesores, espacios de convivencia, bibliotecas, labora-
torios, salas de multimedia, de extensión e investigación. El concepto gira en torno de
la idea de que la integración cultural internacional puede acontecer sin desplazamiento
geográfico de los participantes a través de la aplicabilidad de la internacionalización del
currículo favoreciendo la multiculturalidad y promoviendo la integración.
Este concepto surgió en 1999, en la Universidad de Malmö, Suecia. Nilsson (2003)
define Internacionalización en Casa “como el conjunto de todas las actividades relacio-
nadas a la temática, excepto a las desarrolladas por los estudiantes out”.
La posibilidad de traer el mundo para casa, segundo Hanneke Teekens (2005), posi-
bilita ultrapasar la dificultad de muchos estudiantes, docentes, investigadores y demás
profesionales académicos de desplazar -sea geográficamente sea por cuestiones econó-
micas, institucionales o culturales. Esta autora afirma que:
La Internacionalización se tornó una actividad organizada institucionalmente, en la ma-
yoría de los casos con alta burocracia, que no incluye todos los estudiantes y frecuentemente
con pérdidas financieras. Ante los ojos de muchos estudiantes, académicos y administrati-
vos, el intercambio se tornó problemático y burocrático. (TEEKENS, 2005)
Para el autor, la internacionalización se constituía en un proceso excluyente y la posibi-
lidad de la internacionalización en casa posibilitaba la inclusión de muchos sectores de
la comunidad universitaria. En esa perspectiva, surge el debate envolviendo las cuestio-
nes sobre si es necesario e imprescindible el desplazamiento geográfico para la efectiva
internacionalización o si existen otras posibilidades para concreción de la misma.
Dentro de las opciones y considerando que la IaH presenta posibilidades más justas al
alcance de todos los integrantes de las IES, fue desarrollado el proyecto de internacio-
nalización en casa por medio de la Cátedra Virtual.

2- PRINCIPIOS DE LA MOVILIDAD VIRTUAL


El concepto de movilidad trabajado por Massey (2000) envuelve, además de las cues-
tiones económicas, relaciones de género, raza, nacionalidades, culturas. ¿Será posible
llevar ese modelo a la realidad de la práctica pedagógica?
Seguro que sí. La movilidad virtual, como un campo de pesquisas, precisa considerar las
demandas específicas de los usuarios sean ellos individuos o comunidades y su espectro
de movilidad, que puede darse en ámbito local o incluso global. La propuesta visa:
• a. democratizar el acceso a una experiencia de aprendizaje internacional, transdis-
ciplinar y multicultural, actualmente solo disponible para una minoría relativamen-
te pequeña de estudiantes, con lo que se contribuiría para la cohesión social;

43
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 47

• b. favorecer una colaboración estable entre equipos docentes e investigadores,


así como entre las respectivas instituciones, a partir de especializaciones y comple-
mentariedades reconocidas mediante actividades en red;
• c. promover los títulos comunes, en varios niveles académicos (programas de
licenciatura, máster y doctorado) y con diferentes modalidades (cursos, disciplinas,
talleres, seminarios y workshops) y
• d. procurar que otras instituciones de educación superior establezcan vínculos
entre sí y con otras instituciones en todo el mundo.
Se sabe que la evolución de las herramientas de la sociedad de la información retratada
en la actualidad de la historia humana, que nunca en la historia económica alguna cosa
avanzó tan rápidamente o ejerció un impacto mayor del que la Era de la Internet. To-
dos son usuarios de las nuevas tecnologías y totalmente cercados por esa herramienta.
Pero, la Revolución Industrial avanzó tan rápidamente como ella y en el mismo espacio
de tiempo lo que, probablemente ejerció impacto igual o quizá superior.
Con el nacimiento de la tecnología de la Internet, con fines bélicos y militares, no tardó
para que ese conocimiento fuese llevado al medio académico, y todo carácter volcado
para la guerra, se tornó volcado para la comunicación e investigación.
Con las innovaciones tecnológicas, el concepto a ser aplicado es de movilidad virtual,
caracterizada por la utilización y empleo de nuevas tecnologías (ambientes virtuales de
aprendizaje) a fin de capacitar y habilitar a estudiantes a nuevas experiencias educativas,
culturales, sociales y la internacionalización de la enseñanza.
Desde hace mucho, se habla a respecto de las posibilidades propiciadas por la movili-
dad virtual, desde la simple utilización de telefonía móvil hasta el impacto de las redes
sociales en la sociedad, con mayor intensidad en los últimos diez años. A pesar de las
tecnologías citadas ya ser elementos integrados en nuestro medio cotidiano, ellas aún
no se reflejan en la mayoría de la población, principalmente al considerar la compleji-
dad envuelta en el análisis del impacto de las Tecnologías de Información y Comunica-
ción (TIC´s) en larga escala y como factor potenciador para la inclusión social.
La movilidad virtual que, en ese caso, debe ser considerada a partir de la utilización de
las tecnologías, en especial las TIC´s, como instrumento para el beneficio de las condi-
ciones de vida de una determinada comunidad, región o ciudad. O sea, las discusiones
sobre el acceso a redes wireless abiertas y sobre el desenvolvimiento y utilización de
los softwares libres por la población de baja renta, son elementos constituyentes e
imprescindibles para comprenderse la relación existente entre la movilidad virtual y la
inclusión social.
Es notorio que, hoy en Brasil, inúmeras iniciativas que prevén la implantación de nubes
de conexión wireless gratuitas en el intuito de elevar la utilización de las TIC´s y de la
internet en diversas localidades. En términos de movilidad virtual, la utilización masiva
de la web puede crear posibilidades de desenvolvimiento en términos de organización
de las comunidades en favor del desenvolvimiento académico y de otros escenarios.

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HÉRCULES PEREIRA / Internacionalización de Educación Superior: Cátedra Latinoamericana de Movilidad Virtual.

Las redes de relacionamientos virtuales visan impulsar las relaciones humanas a través
de la tecnología.
Los estudiantes, en su mayoría, ya se comunican directamente por medio de servicios
de mensajes vía celular y redes sociales. Algunos, también, ya probaron herramientas
de mensajes instantáneas que prácticamente se tornaron una fiebre y modismo mun-
dial. Hay profesores probando las herramientas de comunicación instantánea para que
grupos de alumnos interactúen a partir de temas de estudio propuestos. A la medida
que incorporan las tecnologías a su hacer y pensar sobre el hacer, las personas cambian
y provocan cambios en la sociedad y en el uso de las tecnologías, creando relaciones
entre tecnología, ciencia y sociedad, que se interrelacionan e interfieren mutuamente.
La educación, como fenómeno social, se insiere en ese proceso y es obligada a repen-
sar su papel delante de los cambios provocados por la convergencia de los medios y
tecnologías. De acuerdo con Lévy (1993), las nuevas tecnologías de la comunicación
colocan el hombre delante de sí mismo, a nivel planetario. Así, se puede considerar que
el uso de las herramientas inherentes a la era de la información abre puertas y alargan
horizontes.
Se caracteriza una nueva sociedad en red, marcada por nuevos comportamientos y cos-
tumbres que irán determinar la inclusión o la exclusión social, cultural y profesional, en
la medida en que no se está preparado para ella. De esta forma, la cuestión orientativa
de este estudio se refiere a posibilidad de innovación y desenvolvimiento de nuevas
prácticas y estrategias de internacionalización del Enseñanza Superior, por medio de la
Implementación de una Cátedra de Movilidad Académica en conjunto con Institucio-
nes internacionales localizadas en América Latina.

3- LA GÉNESIS DE LA CÁTEDRA VIRTUAL


El Proyecto Piloto fue realizado a través de teleconferencias realizadas en conjunto
con las Universidades de la Argentina (Universidad Nacional de Cuyo), de Chile (Uni-
versidad de Valparaíso y Universidad Silva Henríquez), México (Universidad Autóno-
ma de Nuevo León) y Bolivia (Mayor de San Andrés de La Paz). Los contenidos son
organizados en torno de cinco descriptores: Derecho y Política, Economía y Sociedad,
Historia y pensamiento, Arte y Cultura y Ecología y Recursos Naturales. Los temas
fueron abordados por todos los ponientes de las universidades involucradas, que im-
partieron conferencias sobre una misma temática de forma a posibilitar a los estudian-
tes acceso a las visiones política, económica y cultural de los países participantes. Son
objetivos de la cátedra:
Lograr que los estudiantes de Grado adquieran una visión integrada de la Historia,
Situación Actual y Proyección Latinoamericana, a través del estudio de sus desafíos y
problemas comunes; lograr que se interesen por los estudios comparados de temas comunes a
los países latinoamericanos, evaluando similitudes y diferencias y vías de cooperación en su
tratamiento; educar ciudadanos que sintonicen con, y aporten a, los procesos de integración
desarrollados en la región; promover el conocimiento y el aprecio del “otro”, destacando los

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 47

valores del pluralismo cultural, la convivencia y la tolerancia en función del entendimiento


y la paz en la región y en el mundo (UN CUYO, 2007, pag.4)

3.1- Etapas de la implementación del proyecto


La propuesta de implantación de la disciplina de movilidad virtual se dio a partir de
una oferta, en la cual los estudiantes de los cursos de Graduación de Administración y
Pedagogía de la IES y de los países participantes, estuvieron intercomunicados a través
de la tecnología de la web.
Al momento en que el docente ministra su clase (ponencia), con la duración prevista de
50 minutos aproximadamente, los estudiantes de su institución son alumnos presencia-
les y los demás son alumnos a distancia. Luego, cuando en la exposición otro docente
en otro país, los estudiantes que eran presenciales pasan a ser virtuales y los que eran
virtuales son ahora presenciales, caracterizando de esa forma la vivencia del ambiente
de aprendizaje colaborativo. Otro factor relevante es la combinación de un horario pa-
trón para apertura de las teletransmisiones, a fin de garantizar el proceso síncrono de
la comunicación y la constante interacción entre los participantes docentes y discentes.
Otros ítems importantes que fueron considerados:
• el tema orientativo de las pesquisas y que envolvió todos los módulos fue permea-
do por la temática de la SUSTENTABILIDAD.
• otros funcionarios o profesores pudieron participar.
• los estudiantes que participaron de todos los módulos ganaron
Certificación de Extensión de 80 horas y 20 horas de Actividades Complementares,
además de una rica experiencia en cambios culturales, educacionales y de idioma.
Dando secuencia a la propuesta, las Instituciones de Enseñanza convencionadas, a
partir del segundo período, y los estudiantes directamente involucrados con el inter-
cambio, realizaron las actividades propuestas por la disciplina, utilizando como herra-
mientas principales la plataforma de la IES, que sirvió como canal conductor y reposi-
torio de los informes y registros realizados por los alumnos matriculados en la referida
disciplina, bien como el acceso a las bibliotecas virtuales disponibles en la plataforma,
siguiendo las etapas:
I) elección de un tema de investigación para desenvolvimiento de un proyecto a
partir de su área de estudios, envolviendo un mismo número de estudiantes de
las Instituciones involucradas.
II) pesquisas de campo.
III) relatos de experiencia.
IV) elaboración de informes y documentación de proyecto.
V) desenvolvimiento de medio electrónica para disposición en ambiente virtual con
los resultados del proyecto (diapositivas, películas, blogs y otros).

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HÉRCULES PEREIRA / Internacionalización de Educación Superior: Cátedra Latinoamericana de Movilidad Virtual.

Toda la producción de los alumnos, fue orientada por el(s) profesor (res) responsa-
ble(s) por la tutoría, orientación y evaluación de la disciplina, bien como por la presen-
tación de los proyectos que ocurrió por medio de teletransmisión.
El curso constó básicamente de un material educacional constituido por el contenido
presentado por los ponentes de acuerdo con las temáticas propuestas, con foco en el
abordaje de la internacionalización cultural y académico, teniendo como premisas el
cambio de vivencias culturales y sociales entre los estudiantes involucrados, matricula-
dos voluntariamente en la disciplina.

3.2- Discusión de los resultados


Considerando el uso de las TIC´s fueron seleccionados y propuestos temas de inves-
tigación al equipo pedagógico de los cursos de la institución dentro de las áreas de
adherencia y alcance de los cursos, conforme presentamos en la tabla 1.

Módulos Temas orientativos Alumnos participantes


1 Historia y Pensamiento 100
2 Derecho y Política 110
3 Economía y Sociedad 100
4 Ecología y Recursos Naturales 80
5 Arte y Cultura 90
Media de alumnos participantes por módulo: 96
Tabla 1: Levantamiento cuantitativo de participantes por módulo presentado

A lo largo del desenvolvimiento de la Cátedra se puede observar la importancia de un


sistema de educación superior cuyo proceso de internacionalización permita el cono-
cimiento directo y el respeto por la diversidad cultural, principalmente en lo que se
refiere a los valores éticos, religiosos y sociales.
Podemos observar que la cooperación internacional pasa a ser un objetivo común
de las sociedades científicas mundiales, pues asegura la calidad y la eficacia en la re-
novación y en la socialización del conocimiento producido. Conforme ya había sido
evidenciado en el inicio de los años de 1990 con la incorporación de la Educación Su-
perior como área de Comercio Internacional, presente en el ámbito del Acuerdo Ge-
neral Sobre Comercio y Servicios (GATS) de la Organización Mundial del Comercio
(OMC). Esta propuesta, por lo tanto, puede preparar ciudadanos del futuro de forma
a actuar en un mundo conectado e interdependiente.

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 29 - 47

CONSIDERACIONES FINALES
Realizadas las adecuaciones necesarias a todo proyecto piloto, se puede destacar la con-
creción de la Cátedra de la Movilidad Virtual basándose en los números de alumnos
participantes y a través de las cuales el ambiente virtual podrá ser vivido en tiempo real
caracterizando así la interacción y garantizando la visibilidad del proyecto.
Es urgente aplicar los recursos tecnológicos para mucho más allá del aula, consistiendo
el trabajo pedagógico junto a las variadas e inúmeras posibilidades traídas por las herra-
mientas de la web. La implantación de una cátedra virtual posibilita a la institución de
enseñanza, un trabajo completo y consistente en lo que se refiere a la globalización de
enseñanza y a la formación de investigadores en un alumno ciberciudadano.
Conciliar la tecnología que invade el cotidiano con el contenido presentado en aula,
trae la reflexión de la importancia de la inclusión social y cultural para alejar de forma
casi que definitiva la exclusión digital. Por tratarse de una institución de enseñanza
internacional, la Faculdade Internacional Signorelli realiza y prioriza la implantación
de nuevas áreas de actuación e investigación, abriendo intercambios con instituciones
de enseñanza, valorizando siempre el desenvolvimiento de las nuevas modalidades de
enseñanza de la educación infantil a postgrado.

BIBLIOGRAFÍA
BARTELL, M. Internationalization of universities: A university culture-based framework. Hi-
gherEducation. Manitoba, Winnipeg, 2003, p. 37-52.
CASTELLS, M. A Era da Informação: o Poder da Identidade. São Paulo: Paz e Terra,
2002.
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49
LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA, DÉFICIT DE
INFORMACIÓN Y LA CÁTEDRA VIRTUAL

Dr. José Briceño Ruiz1

La integración y cooperación regional tiene una larga tradición en América Latina y


el caribe, remontándose a los orígenes de los Estados latinoamericanos. Francisco de
Miranda, Simón Bolívar, Bernardo Monteagudo, José Cecilio del Valle, para sólo men-
cionar algunos de los líderes del movimiento independentista, concibieron su proyecto
de nación asociado a la idea de unidad con los otros territorios que habían estado bajo
el control español. Destaca Simón Bolívar, quien en la Carta de Jamaica, uno de los do-
cumentos fundacionales sobre el regionalismo latinoamericano, describió las razones
estratégicas que justificaban la unidad regional, aunque también observó las dificulta-
des de tal propuesta.
En los siglos XIX y XX, el interés en la integración y la cooperación regional no se
debilitó. Aunque los resultados obtenidos no hayan sido los más satisfactorios, las
propuestas de unidad regional en América Latina han demostrado una resiliencia que
merece ser objeto de estudio. En el siglo XIX, se desarrollaron iniciativas de integra-
ción política que expresaron la reacción de los países de la región frente a las agresiones
y amenazas provenientes de Europa y América del Norte. La manifestación de este
movimiento fueron los Congresos Americanos, que iniciados en Panamá en 1826,
se reunieron posteriormente en Lima en 1847-48, en Santiago en 1856 y el Lima en
1864-1865. Estos congresos promovieron la creación de mecanismos comunes para
la defensa frente agresiones externas, la solución pacífica de los conflictos entre los
Estados, normas de Derecho Internacional y, aunque en menor medida, el comercio.
En el siglo XX, el énfasis pasó de lo político a lo económico, siendo fundamental en
este proceso el papel desempeñado por la Comisión Económica para América Latina
(CEPAL) y su primer Secretario Ejecutivo, Raúl Prebisch. A partir de las propuestas
cepalistas de crear un mercado común latinoamericano, se inicia un proceso de nego-
ciaciones que concluyen con la creación en febrero de 1960 de la Asociación Latinoa-
mericana de Libre Comercio (ALALC), que inicia una nueva etapa del regionalismo en
la región. A la creación de la ALALC sigue el Mercado Común (MCCA) en diciembre
de 1960, la Asociación de Libre Comercio del Caribe (CARIFTA) en 1968, el Pacto

1 Investigador del Centro de Estudios de Fronteras e Integración (CEFI), Universidad de los Andes.
(Venezuela)
51
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 49 - 52

Andino en 1969 y, mientras que en 1973 la CARIFTA se transforma en la Comunidad


del Caribe (CARICOM), y en 1980 la ALADI se transforma en Asociación Latinoa-
mericana de Integración (ALADI). También se produjeron iniciativas de cooperación
como el Sistema Económico Latinoamericano (SELA).
Este movimiento regionalista es severamente afectado por la crisis de la deuda y la
década perdida de 1980, pero, aunque con un enfoque distinto al propuesto por la
CEPAL en los años de postguerra, se retoma con gran impulso desde el inicio de la
integración bilateral entre Argentina y Brasil, que conduciría a la creación del Mercado
Común del Sur (Mercosur). A mediado de la década de 1980, como respuesta a la cri-
sis en América Central se activas nuevos procesos de cooperación y concertación en
el área política, como el Grupo de Contadora, que sería el germen del Grupo de Río.
En la década de 1990, influidos bajo el enfoque de regionalismo abierto, el Pacto An-
dino se transforma en la Comunidad Andina (CAN), el Mercado Común Centroame-
ricano se convierte en un componente de un proceso mucho mayor que es el Sistema
de Integración Centroamericano (SICA), la CARICOM se propone la creación de un
mercado único y se inician nuevos proyectos como el Grupo de los Tres (G-3) y la
Asociación de Estados del Caribe (AEC). Es en este periodo que se suscribe el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), primer ejemplo de integración
norte-sur y se discute el proyecto de establecer un Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), que se abandona en 2005. Aunque estas dos últimas iniciativas no
pueden ser descritas como latinoamericanas, la participación de México en la primera,
y el intento a aglutinar a los países de América Latina y el Caribe para el liderazgo de
Estados Unidos, en la segunda, hace obligatoria que sean mencionadas.
Desde mediados del nuevo milenio, han surgido nuevos procesos regionales que pro-
ponen nuevas narrativas, nuevas estrategias y una crítica al modelo de integración basa-
do en las premisas del regionalismo abierto, aunque no puede afirmarse que éste haya
desaparecido en la región. De hecho, la CAN o el SICA están influenciados por la
lógica de integración de la década de 1990, si bien ambos vivan momentos de crisis. La
Alianza del Pacifico, es presentada como una dinámica iniciativa regional fuertemente
influenciada por el enfoque de regionalismo abierto. A pesar de ello, esquemas regiona-
les como la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), la Alianza Bolivariana para
los Pueblos de América (ALBA), la Comunidad de Estados de América Latina y el Ca-
ribe (CELAC) e incluso el denominado “nuevo Mercosur”, en formas e intensidades
distintas, plantean una ruptura con el enfoque del regionalismo abierto y por ello han
sido descritos como manifestaciones de regionalismo post-liberal o post-hegemónico.
Esta breve síntesis se hace para evidenciar la relevancia que ha tenido la integración
y cooperación regional en América Latina. A pesar de sus crisis, retrocesos y estanca-
mientos, el regionalismo no se detiene. Al margen de la ideología, los gobiernos man-
tienen su compromiso con la integración ya sea un Sebastián Piñera o Juan Manuel
Santos impulsando la Alianza del Pacífico o un Hugo Chávez y Evo Morales, propo-
niendo el ALBA. La persistencia y resiliencia de la integración regional es analizado en
diversos trabajos académicos y evidencia la importancia del tema para la región.

52
JOSÉ BRICEÑO RUIZ / La Integración Latinoamericana, Déficit de Información y La Cátedra Virtual.

No obstante, la integración regional o unidad regional es un tema en gran medida ajeno


para las poblaciones. Aún subsisten narrativas que destacan los problemas del pasado,
asociados a conflictos territoriales o guerras (como la del Paraguay o el Pacífico), que
dejaron su huella en la historia de algunos países. Por ello, es válido afirmar, por ejem-
plo, que aunque buena parte de los venezolanos consideran que Colombia es un “pue-
blo hermano”, a pesar que se hayan construido narrativas nacionales que destacan las
diferencias, para gran parte de la población el Pacto Andino o Comunidad Andina es
algo desconocido, ajeno, distante. Esto es válido para otros países y grupos regionales.
Se vive entonces una gran contradicción en torno a la integración regional: un im-
pulso permanente desde las esferas de poder y cierto grado de desconocimiento en
la población general. Este es uno de los mayores problemas que tiene que superar la
integración en América Latina, pues aunque los Estados tienen un papel crucial en el
impulso de iniciativas regionales (sean de integración o cooperación), el apoyo de los
actores económicos y sociales es un elemento fundamental para asegurar su sostenibi-
lidad en el tiempo.
El mayor involucramiento de la sociedad civil y los actores del sector productivo en
los procesos de integración implica en primer lugar un conocimiento de lo que es la
integración, las razones para su promoción, los costos y beneficios de la participación
en ella. No se puede participar en lo que no se conoce. Sin embargo, en los sistemas
educativos nacionales se trata poco la integración y cooperación con los países vecinos
o de la región, y continúan concentrados en las historias nacionales. Esto se distancia
de lo que ocurre en Europa, donde la integración es un componente en los programas
educativos.
Las Universidades tienen un papel crucial en este proceso. No obstante, no siempre lo
cumple de la manera esperada. En algunos países la integración regional se considera
un tema subalterno en los estudios económicos, políticos e históricos. Así, en algunas
Facultades de Economía, Ciencia Política, Derecho o Relaciones Internacionales no
existe un curso obligatorio sobre Integración Regional. El tema se trata en cursos
como Derecho Internacional Público, Economía Internacional, Relaciones Internacio-
nales o Estructura Económica Mundial. A lo sumo, se admite la integración regional
como un seminario optativo, que no siempre genera interés en los estudiantes cuyo
contacto previo con esta área de estudio ha sido mínimo.
Es por ello parece evidente que existe un déficit de información sobre la integración
regional, respecto al cual las Universidades no están cumpliendo cabalmente su rol,
pues, como acabamos de explicar, en el ámbito académico el tema es subalterno en los
estudios de pre-grado (o grado como se conoce en otra latitudes de nuestro extenso
continente) en muchos países de la región. Es cierto, que en existen algunos programas
de pos-grado y unos pocos Centros de Investigación dedicados al tema del regiona-
lismo latinoamericano, pero comparados con la extensión de estos, por ejemplo, en
Europa, es un número relativamente pequeño.
Es por ello, que destaca la iniciativa de la Universidad Nacional Cuyo, en Mendoza,
Argentina, de promover una Cátedra Virtual para Integración Latinoamericana, cuya

53
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 49 - 52

primera experiencia piloto se realiza en el año 2007, con la participación de la Univer-


sidad de Valparaíso (UV), Chile y Mayor de San Andrés de la Paz, Bolivia (UMSA). En
la actualidad las actividades de la Cátedra se han expandido para incluir a Universidades
de México, Colombia, Venezuela y próximamente Colombia y Uruguay.
La Cátedra Virtual es una idea innovadora y que puede ayudar a reducir el “déficit de
conocimiento” que existe en torno a las iniciativas de integración y cooperación regio-
nal. Ciertamente, es un esfuerzo que se limita al ámbito universitario, en específico, ésta
dirigida a los estudiantes de grado de las universidades participantes.
Pero esto no es un dato menor, pues como se ha señalado, existe un gran déficit en
cuanto a los estudios de integración y cooperación regional en las universidades de la
región. En tal sentido, la idea de convocar a estudiantes de las distintas instituciones
universitarias de la región es de por si un elemento que favorece la integración. Esto se
puede entender en un doble sentido.
Por un lado, les permite conocer, analizar y evaluar de forma crítica los distintos países
participantes en la Cátedra y el largo acervo de iniciativas regionales que se descri-
bieron al inicio de estas reflexiones, que van desde las decimonónicas propuestas de
unidad política hasta el complejo proceso de integración económica en sus etapas de
regionalismo autonómico, regionalismo abierto y regionalismo post-liberal. La Cáte-
dra, no obstante, tiene un enfoque mucho más amplio, que va más allá de la Ciencia
Política, las Relaciones Internacionales y la Economía. Al incluir como esferas de su
interés otras dimensiones de la integración y la cooperación regional, se conecta con
otras disciplinas como el Derecho, la Historia, el Arte y la Cultura y el pensamiento
latinoamericano.
Por otro lado, la Cátedra Virtual fomenta la integración de facto entre los estudiantes
que participan en ella. Utilizando las Tecnologías de Comunicación e Información,
los estudiantes entran en contacto con profesores de otros países, que les transmiten
su visión y sus enfoques sobre la compleja realidad de la integración y cooperación en
América Latina. Igualmente importante es el contacto que se establece entre los estu-
diantes gracias a nuevas formas de comunicación como el facebook, skype o whatsapp,
además de la normativa de la Cátedra que exige que la monografía final se realice en
grupos que deben estar constituidos por estudiantes de diversos países. Y finalmente,
la realización de una reunión presencial en Mendoza, es una forma de consolidar el
contacto que los estudiantes han iniciado de forma virtual.
La Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana es una contribución, por más
modesta que pudiera parecer, para ayudar a superar el déficit de conocimiento de las
iniciativas de integración y cooperación regional entre los países de América Latina.
Es también una innovadora forma de cooperación inter-universitaria. Finalmente, es
una manera de acercar a los estudiantes y académicos de nuestras universidades. Es por
ello, que la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de los Andes,
y en particular el Grupo de Estudios sobre Regionalismo, Integración Económica y
Desarrollo, se sienten honrados de ser parte de esta iniciativa.

54
PARTICIPACIÓN DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE
NUEVO LEÓN EN LA CÁTEDRA VIRTUAL

Mtro. Luis Antonio Balderas Ruiz1


Mtro. Félix Enrique López Ruiz

Fue hacia mediados del año 2012 que la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)
resultó distinguida con la invitación a formar parte de la Cátedra Virtual para la Integra-
ción Latinoamericana. Como el espíritu de la Cátedra y sus objetivos fueran tan afines
con aquéllos por los que existe nuestra institución, la UANL estrechó el compromiso y
designó a la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) su representante ante aquel noble en-
cuentro. Ahí habríamos de reunirnos con instituciones hermanas a lo largo y ancho del
continente: la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo, de Argentina), la Universidad
del Pacífico (UP, de Chile) y la Facultad de Signorelli del Río de Janeiro (FS, de Brasil).
Nuestras participaciones en la Cátedra han tenido lugar durante su sexta edición, ce-
lebrada aquel mismo año, y la octava, a finales de 2013. La primera vez congregó a
docentes y estudiantes latinoamericanos trabajando en conjunto por la generación de
nuevos conocimientos; la segunda, ha continuado esa labor al reforzar un vínculo que
se nutre de la suma de elementos. Estamos siendo parte de una verdadera experiencia
y eso nos transforma: crecemos con todos.
Una síntesis de la trayectoria que este acontecimiento ha recorrido comienza el 21 de
agosto de hace un par de años. En la inauguración de la Cátedra en la UANL estuvie-
ron presentes el Dr. Daniel González, Director General de Relaciones Internacionales
(en representación del Rector Jesús Áncer Rodríguez) y la QFB Emilia E. Vázquez
Farias, Directora de Estudios de Licenciatura; por el lado de la FFyL y como responsa-
ble del vínculo entre la UANL y el resto de los integrantes de la Cátedra, la Dra. María
Luisa Martínez Sánchez, Directora de la Facultad, quien designa como Coordinador
operativo al Mtro. Luis Antonio Balderas Ruiz.
Aquella versión de la Cátedra abordó cinco módulos; para cada uno de ellos ocupamos
alrededor de 12 horas, distribuidas a su vez en un par de días. Al final, y en suma, el en-
cuentro había transcurrido aproximadamente en 60 horas durante las que académicos
y estudiantes analizaron e hicieron propuestas en torno al “Desarrollo sostenible en

1 Coordinador de Área Interdisciplinaria y Formación General Universitaria. Universidad Autónoma


de Nuevo León.

55
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 53 - 56

la perspectiva latinoamericana”, temática general del evento en su sexta edición. Enri-


quecieron este intercambio los siguientes catedráticos de la FFyL con sus respectivas
participaciones temáticas:
• Brenda Araceli Bustos García (socióloga) y Félix Enrique López Ruíz (filósofo), con
el tema: «Desarrollo sostenible: contra-discursos desde las kalles sudamericanas»
• Mayra Janeth Flores Ramírez (filósofa e historiadora), con el tema: «Filosofía en
México. Visiones de la historia del pensamiento mexicano»
• Moisés Alberto Saldaña Martínez (historiador), con el tema: «Interpretaciones his-
toriográficas sobre la revolución mexicana»
• Rolando Picos Bovio (filósofo), con el tema: «Filosofía e identidad en el pensa-
miento mexicano»
• Ricardo César Villareal Arrambide (sociólogo), con el tema: «Los problemas del
significado en Max Weber y el problema de los valores»
• Beningno Benavides Martínez (sociólogo), con el tema: «La cultura del trabajo en
Monterrey»
• María Gabriela Guerrero Hernández (historiadora), con el tema: «Ecología y re-
cursos naturales»
• Javier Ernesto López Ontiveros (sociólogo), con el tema: «Enfermedades y el com-
portamiento de las personas en un ambiente in-seguro. Notas para una discusión»
• María Eugenia Flores Treviño (letras), con el tema: «El hombre de barro: una ven-
tana estética a la vida rural del noreste mexicano»
• David GGómez Ruíz (sociólogo), con el tema: «Sustentabilidad, arte y cultura»
Los estudiantes participaron complementado la integración: el objetivo de la Cátedra. A
ellos les tocó reunirse en grupos de cuatro constituidos por representantes de por lo menos
dos países. En ese intercambio trabajaron en equipo, y con el apoyo de un tutor asignado
por alguna de las distintas universidades, la elaboración y exposición de ponencias con las
reflexiones pertinentes al tema que nos convocó. El resultado de ese esfuerzo conjunto
validó académicamente su participación en el curso y les permitió obtener el diploma de la
Cátedra. El saldo del gran esfuerzo que significó la coordinación de los trabajos colectivos
rindió en la consecución de algunos trabajos finales interesantes y de calidad.
“El desafío de superar la desigualdad latinoamericana” fue el tema que volvió a reu-
nirnos en la octava edición de la Cátedra, durante el trimestre final de 2013. La FFyL
representaba una vez más a nuestra Alma Máter (y, de alguna manera, a México) ante
nuestros pares de Latinoamérica. Si bien el hábito común de la Cátedra es vincular vir-
tualmente a estudiantes y profesores aprovechando las redes sociales y las tecnologías
de la información, en esta ocasión hubo además una sorpresa vivencial.
La apertura de esta nueva edición de la Cátedra tuvo como sede las instalaciones de la
UNCuyo, en la ciudad argentina de Mendoza, y contó con la presencia de estudiantes

56
LUIS ANTONIO BALDERAS RUIZ - FÉLIX ENRIQUE LÓPEZ RUIZ / Participación de la Universidad Autónoma de Nuevo León en la Cátedra Virtual .

de nuestra Facultad, quienes pudieron convivir e intercambiar experiencias con sus


pares argentinos, así como con los chilenos y brasileños de la UP y la FS, respectiva-
mente. Además, se habían sumado a la Cátedra estudiantes de la Universidad Mayor de
San Andrés, Bolivia.
El viaje, y la experiencia que significó, no hubiera sido posible sin el apoyo del Rector
de la UANL, Dr. Jesús Ancer Rodríguez y de la Dra. María Luisa Martínez Sánchez,
directora de la FFyL. Por la gestión de este esfuerzo compartido, una delegación de 10
alumnos y dos profesores de nuestra Facultad pudo asistir a las sesiones de la Cátedra,
que esta vez se estructuró en tres ejes en torno al problema de la Desigualdad: sus Raí-
ces, sus Estructuras e incidencia social y las Perspectivas y experiencias para superarla.
El primero de estos ejes inauguró la cátedra el pasado 10 de octubre. En representa-
ción de México, el profesor Félix Enrique López Ruiz (FFyL) expusó un panorama de
la problemática de la identidad mexicana que enclavó en la disputa por una hegemonía
identitaria y su relación con la desigualdad y el rezago social en nuestro país. Argentina
(UNCuyo) presentó un enfoque histórico de la desigualdad en Latinoamérica mientras
que Brasil (FS) indagó en algunas de las diversas teorías y principios científicos que de-
terminan la desigualdad entre los individuos. Por su parte, la exposición de los colegas
chilenos (UP) partió del ámbito pedagógico para apostar por una educación alternativa
que supere la idea de la desigualdad y reúna, con sus diferencias, a un mundo diverso.
Una vez de vuelta en nuestro país, y continuando el encuentro en las sesiones virtuales,
los docentes de la FFyL colaboraron con la Cátedra impartiendo a nuestros colegas
latinoamericanos diversas ponencias, y recibiendo de ellos otras más en un intercambio
de conocimientos y situaciones que ampliaron nuestras visiones al respecto. En suma,
con la participación presencial en Argentina, fueron cinco las intervenciones académi-
cos con las que la UANL participó de esta Cátedra:
• Félix Enrique López Ruiz (filósofo), con el tema: «La disputa por la identidad
nacional como una de las causas de la desigualdad y del rezago mexicano» (sesión
inaugural en Mendoza, Argentina)
• Rolando Picos Bovio (filósofo), con el tema: «Pobreza y desigualdad en el campo
mexicano. El caso del EZLN»
• Rebeca Moreno Zúñiga (socióloga), con el tema: «Migración indígena a las ciuda-
des»
• Brenda Araceli Bustos García (socióloga), con el tema: «La perspectiva de la políti-
ca pública como alternativa superadora de la desigualdad en México»
• Jorge Arturo Castillo Hernández (sociólogo), con el tema: «Leyes y políticas públi-
cas hacia los pueblos indígenas en México. El caso de la Ley indígena en Nuevo
León»
Como la integración de nuestros estudiantes latinoamericanos comenzara a rendir fru-
tos, encontrando problemáticas comunes, coincidiendo con posiciones y propuestas
afines, o encontrando diferencias significativas ante lo que parecía un mismo proble-

57
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 53 - 56

ma, esta iniciativa de la UNCuyo ha comenzado a llegar a puerto. Finalmente, la Cá-


tedra es esa oportunidad que prometía una extraordinaria ocasión para el crecimiento
académico, personal y humano que nuestros estudiantes encuentran en el diálogo y
(re)conocimiento del otro. Este diálogo es un encuentro dialéctico cuyos involucrados
se aproximan, con más certeza, al encuentro con las verdades en su disciplina: el vis-
lumbramiento de las opciones con las que su materia de estudio colabora a resolver el
mundo cambiante en el que vivimos. Hay pluralidad y dinamismo; hay teoría y práctica.
Y son ese tipo de cosas las que otorgan a nuestra institución y a todos aquellos que
la integramos un carácter universal. Somos realmente universitarios. Somos nosotros.
Mexicanos. Latinos. Humanos. Somos.
Por este tipo de actividades la UANL cumple su compromiso: formar profesionales,
establecer las vías hacia su consumación como personas conscientes de este mundo y
de su papel en él. Gente capaz de intervenir y de transformar una realidad que conoce.
Esta educación de calidad nacional e internacional permite a nuestro alumnado tras-
cender su contexto: compartir conocimientos con distintas personas en el mundo, lo
que significa también saber asimilar el que los otros nos convidan —a veces por sus
obras, y la mayoría por existir. Así, al cabo, trascender la desigualdad también se trata
de dejar atrás aquella limitante que nos marca a los seres humanos incluso en el propio
contexto.
Así, por ejemplo, la situación de pertenecer a una institución generadora e impulsadora
de conocimientos y habilidades que se desarrollan a partir de las competencias de cada
uno de sus integrantes. La FFyL encuentra la distinción de representar a la UANL en
un contexto latinoamericano como un deber al que hay honrar. Así, asume igualmente
la condición de nuestra institución como representante de las universidades de México
ante los colegas de Latinoamérica. Asistimos con la digna humildad de poder cumplir
con las expectativas y necesidades de nuestros pares en México y en Latinoamérica. No
ser más ni menos: ser parte.
En el encuentro con los colegas de otras instituciones, lo propiamente universitario da
un paso adelante hacia la universalidad con esta Cátedra. Esa es la visión. Consumarla
implica la reunión de todos los saberes, y las formas de hacerse de ellos, generarlos y
compartirlos; su aplicación tangible a favor de un mundo donde lo humano preponde-
re, quizá por primera vez. Ese es el espíritu universitario. El que alienta la flama de la
verdad. Por ella somos y vamos.

58
Historia y Pensamiento
HOMBRE, TIEMPO E HISTORIA:
LAS COORDENADAS DE UN DEBATE PERMANENTE

María Marcela Aranda1


“También se escribe Historia con la Utopía de mejorar los tiempos y liberarse, a la vez,
de muchos materiales y formas muertas que arrastra el pasado” (Mariano Picón Salas,
“Los días de Cipriano Castro”, 1953)

RESUMEN
El propósito de este trabajo es reflexionar historiográficamente acerca de la compleja
relación que se verifica en los procesos políticos, sociales, económicos, culturales e
ideológicos de América Latina y el Caribe, entre las coordenadas Hombre, Tiempo e
Historia. Utilizando la categoría temporalidad mixta, propuesta por Waldo Ansaldi y
Verónica Giordano (2012), se observa cómo estas vinculaciones pretenden construir
un horizonte de posibilidades donde se implican tanto las formas comprensivas de
reflejar la combinación de rupturas y continuidades, como las de buscar conciliaciones
por parte de diferentes grupos e intereses a lo largo de nuestra historia.
Palabras claves: América Latina y el Caribe - Hombre - Historia - Temporalidad
mixta.

ABSTRACT
The purpose of this paper is a historiographical reflection about the complex rela-
tionship that takes place in political, social, economic, cultural and ideological proces-
ses of Latin America and the Caribbean, between these coordinates Man, time and
History. By using the category Mixed temporality proposed by Waldo Ansaldi and
Veronica Giordano (2012), it is observed how these links want to build an horizon of
possibilities where both comprehensive ways to reflect the combination of ruptures
and continuities, as well as ways to look for reconciliation of different groups and in-
terests throughout our history.
Keywords: Latin American - Man - History - Mixed temporality

1 Argentina, Facultad de Filosofía y Letras-Universidad Nacional de Cuyo, Profesora Asociada,


Mendoza, Rep. Argentina, Doctora en Historia (UNCuyo). Correo electrónico: marcela.aran-
[email protected]. Teléfonos: 0054-2615097446.

61
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68

TEMPORALIDAD MIXTA
¿Qué significa el “tiempo” si no esa Persistencia de la memoria, los Relojes blandos
o los Relojes derretidos, títulos con los que Salvador Dalí nombró a una de sus obras
icónicas, pintada en el año 1931? El pintor español se asienta epistemológicamente en
la idea de cultivar el engaño pero manteniendo la conciencia de que el control de la ra-
zón ha sido suspendido deliberadamente. Este proceso creativo implica tanto al autor
como al espectador de la obra y refleja una de las manifestaciones tan curiosas como
potentes del significado del tiempo.
La noción del tiempo es una de las más complejas dentro del campo del conocimiento
científico social. Por eso Marc Bloch señala que “escribirla [la historia] quiere decir hacer-
lo honestamente, verídicamente, yendo, mientras se pueda, hacia los resortes más ocul-
tos” (Bloch, 1984, cit. en Raga y Raga, 2012:173), pues aún como sujetos y miembros de
grupos, finalmente estamos a solas con nuestro libre albedrío. Esa conciencia de estar en
el tiempo –saber que lo que somos y hacemos se debe, en parte, a lo que ha sido y hecho
antes que nosotros y que lo que hagamos también influirá en la posteridad-; o sea de estar
ligado al pasado y al futuro, se la llama conciencia histórica o historicidad. De allí que la
libertad humana no se despliegue en un vacío absoluto de contenidos o determinaciones:
se nace en una cultura, en un estilo de vida, en una configuración de situación. Y se elige
desde esa situación, aceptando el estilo, modificándolo o rechazándolo. Vivimos desde
nuestras contingencias y en cada época histórica se realizan unas y se dejan otras, y así va
cambiando el cuadro de nuestras posibilidades reales:
“La totalidad [de la historia] no es el conjunto de todos los hechos históricos, de todos los
acontecimientos y cambios sociales ocurridos en el tiempo y en todos los lugares, sino que es
la representación hecha por el historiador desde el inventario exhaustivo de las condiciones en
que se produce cada proceso histórico que pretende ser explicado.” (Aróstegui, 2001:227)
Pero el correlato entre momento histórico y conciencia histórica ha sufrido desfases en
las sociedades de América Latina y el Caribe. En el intento por soslayar frustraciones
del presente –a veces intolerable, pero ineludible- algunos autores han elegido el pen-
samiento utópico/alternativo y otros han convertido al pasado en un santuario para
refugiarse y reconfortar los espíritus agobiados. Ambas vías tienen sus dilemas: mien-
tras los primeros se esfuerzan por problematizar la imaginación creadora, los segundos
actúan bajo la condición de la ignorancia de ese pasado. Esta ignorancia auspicia el
uso y abuso de la historia, en particular si busca establecer paralelismos supuestos con
personajes y conductas pretéritas, que suelen desembocar en analogías forzadas.
El hecho de que los americanos se asumieran críticamente como tales fue posible a
partir de la crisis del colonialismo español a fines del siglo XVIII. Hasta ese momento
América era un ser pensado e imaginado por otros. Desde entonces, y por vía de las
revoluciones anticoloniales, los americanos se abocaron a la tarea siempre vigente de
pensarse a sí mismos. Esos procesos de conquista del poder se desplegaron en un arco
temporal, no fueron naturalmente dados; es decir que tienen historia y esa historicidad
les adjudica un componente intencional. Por eso el tiempo es un factor fundamental de
los procesos de construcción del orden y, por tanto, del ejercicio de la política, la eco-

62
MARÍA MARCELA ARANDA / Hombre, Tiempo e Historia: Las Coordenadas de un Debate Permanente.

nomía, la sociedad, la cultura, el arte, etc. Norbert Lechner recuerda que “hacer política
implica estructurar el tiempo” y que “crear orden es una forma de crear continuidad”
en un proceso que remite al pasado y al presente, y se proyecta hacia el futuro, siendo
éste último siempre un “horizonte de posibilidades” (Lechner, 1988:71)
Si el tiempo histórico se conforma en la tensión entre el acontecimiento o evento y la
duración del mismo, de ello se infiere que el control del tiempo ha sido un elemento
valioso en la posesión y ejercicio del poder. La compleja relación entre tiempo e his-
toria en América Latina y el Caribe es pertinente pensarla a partir de la consideración
del impacto de la modernidad en nuestra región. Los estudios de los años 1960 resal-
taron el impacto de la modernización y esta centralidad se recuperó a fines de los 80.
Finalmente se instaló la noción de que la modernización se había realizado de manera
segmentada en nuestras sociedades y según ritmos que exigían la fusión de lo moderno
con lo antiguo o lo arcaico, para generar casi simultáneamente “la modernización de lo
arcaico” y “la arcaización de lo moderno” (Fernandes, 1973:276); es decir una moder-
nidad cuya grandeza fue secundaria y que no proclamó ninguna revolución “contra” el
orden, sino más bien “dentro” de él.
A partir de estas ideas, nos proponemos debatir historiográficamente las coordenadas
de Hombre, Tiempo e Historia en América Latina y el Caribe como un horizonte de
posibilidades y un utillaje que permita conocer, explicar y comprender de manera com-
pleja, no lineal, nuestros propios eventos políticos, sociales, económicos, culturales. La
idea de temporalidad mixta acuñada por Ansaldi y Giordano es la que mejor refleja tan-
to la combinación de rupturas y continuidades como la búsqueda de conciliaciones por
parte de diferentes grupos e intereses a lo largo de un periodo histórico determinado.

HACIA LA TEMPORALIDAD MIXTA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE


Cuando se analizan comparativamente los procesos capitalistas europeos y nuestro-
americanos se destaca un fenómeno singular: todos ellos tienen “una lógica similar
e historias distintas”. ¿Cómo sucedió este desfasaje entre momento histórico y con-
ciencia histórica, si además se advierte que el movimiento histórico de los segundos
ocasionalmente introduce variantes en el análisis lógico y que inciden de forma variable
en el modelo general? La dinámica es posible por la naturaleza conflictiva y la coexis-
tencia de historicidades y de pluralidad de identidades que organizan la relación entre
los procesos de acá y los procesos de allá.
La identidad en la diferencia2 es el elemento clave para adentrarnos en esa temporalidad

2 El análisis de la unidad y diversidad en América tiene una larga tradición, entre cuyos autores
principales merece citarse a: Zea, Leopoldo. “Convergencia y especificidad de los valores de
América Latina y el Caribe”. En su Latinoamérica, encrucijada de culturas. México: IPGH-Fon-
do de Cultura Económica, 1999, 9-34; Zuleta Álvarez, Enrique. “La historia de las ideas en el
marco político de la historiografía hispanoamericana”. Boletín de la Academia Nacional de la
Historia, Buenos Aires, Volumen LXI, 1988, 103-135; Uslar Pietri, Arturo. Nuevo Mundo, Mun-
do Nuevo. Sel. y pról.: José Ramón Medina. [1948]. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1988.

63
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68

mixta. La diversidad de temporalidades está expresando la diversidad social. Nuestros


tiempos sociales y culturales son diferentes: a veces sucesivos y otras superpuestos;
también podríamos etiquetarlos como: autóctono o precolonial, colonial, mercantil,
capitalista industrial y el posmoderno de la nueva reestructuración capitalista. Esto no
implica que se trate de la existencia de tiempos viejos y de tiempos nuevos; sino más
bien de una permanente y continua recreación interactual que quiere dar cuenta de una
vasta pluralidad de culturas. (Ansaldi y Calderón, 1987)
Fernando Calderón señala la existencia de tiempos culturalmente truncos y mixtos de
premodernidad, modernidad y posmodernidad; los que además son tiempos subordi-
nados (Calderón, 1987). En el mismo sentido, Aníbal Quijano sostiene que cuando una
modernización fragmentada se desenvuelve según ritmos temporales sincrónicos, su
mejor interpretación consistiría en distinguir entre modernidad3 y modernización4 por
un lado, y en privilegiar la especificidad latinoamericana de la relación entre historia y
tiempo, por otro lado (Quijano, 1988).
La tesis de Quijano resulta conveniente para analizar la complejidad de nuestros pro-
cesos sociales. América Latina y el Caribe serían, en esta óptica, partícipes activos de la
modernidad, pero al mismo tiempo víctimas tardías y pasivas de la modernización. Del
violento encuentro entre Europa y América a fines del siglo XV, en ambos escenarios
se asistió a una reconstitución radical de la imagen del universo y, hasta fines del siglo
XVIII, América Latina y el Caribe coparticiparon de la producción de la modernidad.
A partir de ese momento el mercantilismo europeo dejó paso al capitalismo industrial
y la sociedad mutó hacia la asociación deliberada entre razón y liberación.
En Nuestramérica, en cambio, se produjo un estancamiento económico, como resulta-
do de la aplicación de las políticas metropolitanas ahogadas por el final del colonialis-
mo, pero, en particular, por la aparición de Gran Bretaña en las relaciones económicas
y políticas mundiales, por cuya supremacía la razón instrumental fue puesta al servicio
del poder, la dominación y la acumulación. Fue una inflexión histórica significativa
para América Latina y el Caribe, pues la modernidad fue percibida de manera encu-
bierta bajo la forma de modernización y fue asimilada “naturalmente” al concepto de
dominación.
La crisis de la modernidad es, entonces, un dato esencial de nuestra historicidad puesto
que cuestiona el origen europeo (luego euronorteamericano) de esa misma moderni-
dad. América la enfrentó de diversas maneras pero siempre en el sentido de búsqueda
de su identidad sobre la base de una coexistencia de historicidades dinámicas y conflic-

3 Por “modernidad” entendemos el desarrollo de varios ritmos históricos temporales que sorpren-
dieron e incluyeron a la región latinoamericana y caribeña, a partir del contacto con los europeos,
en una entidad mayor que terminó atravesada por significantes vacíos para nuestras realidades
sociales y culturales originarias.
4 Por “modernización” entendemos los diferentes productos culturales finales que obtuvimos,
primero por importación y luego por adopción de las formas y contornos europeos, y no así
por el espíritu que había guiado a los europeos occidentales a posicionarse a la vanguardia del
desarrollo científico y tecnológico a partir del siglo XVIII.

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MARÍA MARCELA ARANDA / Hombre, Tiempo e Historia: Las Coordenadas de un Debate Permanente.

tivas, tiempos diferentes superpuestos y, según las mencionadas versiones epistemoló-


gicas, tiempos truncos y mixtos.
En los centros hegemónicos de poder la relación entre tiempo e historia puede verse en
términos secuenciales; pero entre nosotros es, sobre todo, simultaneidad. Se trata de “una
historia diferente del tiempo” y “un tiempo diferente de la historia”, en la cual el hecho
de percibir el tiempo de manera unilineal y la historia de modo unidireccional –propio de
la razón instrumental euronorteamericano- impiden aprehender la diferente articulación
de la temporalidad. Las novelas latinoamericanas y caribeñas son buenos ejemplos del
tratamiento simultáneo de todos los tiempos históricos que se convierten en uno solo:
Cien años de soledad (de Gabriel García Márquez), Tiempo nublado y El laberinto de
la soledad (de Octavio Paz), Cambio de piel y La edad del tiempo (de Carlos Fuentes),
Contrapunteo cubano del tabaco y del azúcar (de Fernando Ortíz), El reino de este
mundo (de Alejo Carpentier), El mundo alucinante (Reinaldo Arenas), Retorno al país
natal (Aimé Césaire), Tratado del Todo-Mundo (Édouard Glissant). También lo son los
superpuestos modos de producción en nuestros territorios, como la tesis de José C. Ma-
riátegui (1928) sobre la coexistencia de economías en el Perú de principios del siglo XX:
feudal-esclavista, comunal-indígena y burguesa; e incluso el concepto “sociedades im-
plantadas” elaborado por Germán Carrera Damas (1982) para sintetizar dialécticamente
tres fuentes de determinaciones principales: las formaciones sociohistóricas indígenas,
el crecimiento de las economías europeas (dentro de las cuales se gesta y desarrolla el
capitalismo) y el desarrollo del proceso de implantación en sí mismo.
En nuestra historiografía el pasado atraviesa el presente pero de manera distinta del exis-
tente en el imaginario europeo premoderno. El pasado no es, entre nosotros, la nostalgia
de una edad dorada por ser o haber sido el continente de la inocencia. En cambio, puede
ser una vivencia del presente, donde la relación tensional entre el pasado y el presente que
vuelven simultáneo y secuencial el tiempo de la historia no se explican si prescindimos
del elemento histórico de la dominación europea sobre América Latina y el Caribe.
A su vez, la coexistencia de tiempos diferentes, mixtos y truncos en la historia latinoa-
mericana define distintas temporalidades y diferentes expresiones de éstas. Las situa-
ciones no se repiten entre nosotros, sin embargo, lo que sí las atraviesa como conjunto
regional y más allá de las singularidades nacionales, es la dimensión general de la tem-
poralidad mixta que es específica de América Latina y el Caribe.

ANÁLISIS DE ALGUNAS CATEGORÍAS AL INTERIOR DE LA


TEMPORALIDAD MIXTA
Otro asunto estrechamente ligado a las consideraciones anteriores refiere al ritmo del
progreso en nuestras sociedades. Esta categoría acompañó los procesos de seculariza-
ción desde comienzos del siglo XIV y fue institucionalizada a través de la implemen-
tación exitosa del liberalismo hacia fines del siglo XVIII. Pasó por distintos estadios y
definiciones (por ejemplo, Ilustración, Romanticismo y Positivismo), fundada en la idea
de que se trataba de una línea ascendente, pretendidamente inclusiva y abarcadora de
todos los grupos, intereses y situaciones históricas. Al adquirir el carácter de “indefini-

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68

do” se volvió una filosofía del sentido común (Romero, 1986), casi indiscutible y quedó
despojada del circunstancialismo que define la historicidad del término. De esta manera
progreso, modernidad y modernización quedaron “extrañadas” del registro histórico.
Para superar esa dificultad de comprensión, algunos autores han propuesto una “so-
ciología de la historia lenta” (Martins, 1994 cit. en Giordano y Ansaldi, 2012, I:89), que
permitiría entender mejor la historia de nuestras sociedades. Aquélla busca descubrir e
integrar en el análisis, las estructuras, instituciones, concepciones y valores enraizados
en relaciones sociales plenas de sentido en el pasado, pero que sólo hoy y de cierta
manera podrían adquirir vida propia. Sin embargo, esta lentitud no favorecería la toma
de conciencia sobre las verdaderas dificultades para la transformación social, puesto
que esas instituciones, concepciones y valores del pasado son percibidos como tempo-
ralmente eternos, naturales y, por lo tanto, deshistorizados. Además, contribuye a una
visión condicionadamente fatalista de cualquier posibilidad transformadora.
La problematización de los procesos sociales, políticos, económicos y culturales de
nuestra región exige habilidad para aprehender lo social, que es cognitivamente esqui-
vo; y podría desplegarse en tres campos: la naturaleza, la sociedad y la cultura, siempre
que tal despliegue se realice uno a expensas del otro. Pero el uso y aplicación del térmi-
no cultura no es separable de su notable carga semántica, epistemológica y valorativa.
Convendría, entonces, pensarla al modo gramsciano, es decir como un componente
decisivo de la acción histórica y sometido inevitablemente al conflicto y a las luchas
sociales, políticas e ideológicas.
Un ejemplo de estas variaciones refiere a las prácticas democráticas de carácter re-
presentativo en América Latina y el Caribe, que han partido de patrones europeos sin
inclusión comprensiva de las diferencias que suponen los valores culturales de nuestras
etnias, en algunos casos numéricamente mayoritarias, y donde el concepto de derecho
de ciudadanía burgués, por ejemplo, termina siendo irrelevante e inclusive inexistente
en algunas sociedades. Si en la discusión tiempo-hombre-historia se incluyen las diferencias
étnicas y de clase que se desarrollan entre Nuestramérica, los procesos de construcción
de ciudadanía se tornan aún más complejos.5
A través de estas diferenciaciones temporales e históricas es posible evaluar, entre

5 Existe un concepto de ciudadanía que remite a derechos individuales asociados a la idea de igualdad jurí-
dica y política y ejercidos (no sólo reconocidos) en un marco nacional de participación casi plena. Pero en
América Latina y el Caribe esta idea ha chocado y choca con sociedades que están organizadas según el re-
conocimiento de derechos o demandas de tipo grupal o colectivo y donde el principio de individualización
está subordinado a la preeminencia de los intereses colectivos. Para graficar estas ideas, se podría recurrir
a la figura semántica: “un hombre=un ciudadano=un voto”, que fue la fórmula impuesta por los grupos
dirigentes americanos a partir del siglo XIX; sin embargo, en el mundo andino, por ejemplo, cuando hom-
bres y mujeres ejercen su derecho de voto lo hacen en un sentido corporativo. Obligarles a éstos últimos a
ejercer un derecho liberal republicano de voto sin previas prácticas de socialización, no debería impedirles
que tomen posiciones o decisiones individuales surgidas de un consenso colectivo, e incluso una diferencia-
ción dentro de la propia comunidad, pero siempre en la propia matriz sociocultural de pertenencia y en el
respeto a ella. La cuestión estriba, entonces, en redefinir conceptos de ciudadanía, modos de representación
y legitimidad, pero fundamentalmente en el intento de acercar cosmovisiones culturales tan diferentes. La
interculturalidad juega un rol trascendente.

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MARÍA MARCELA ARANDA / Hombre, Tiempo e Historia: Las Coordenadas de un Debate Permanente.

otras nociones valiosas para entender la historia americana, la dialéctica histórica del
conflicto entre los hombres y mujeres incluidos en relaciones sociales distintas, con-
tradictorias y opuestas. Un estudio histórico fructífero difícilmente parta del orden
establecido, más bien parte epistemológicamente del sentido de orden como lo que no
es naturalmente dado, es decir una construcción social histórica resultante de conflic-
tos desplegados en tiempos y espacios precisos. El valor Estado en las organizaciones
sociales contemporáneos ya no es factor excluyente del análisis; en particular porque
las sociedades conforman relaciones sociales múltiples que interactúan sin considera-
ciones de fronteras: algunas muy localizadas, otras con una escala mundial y siempre
atravesadas por conceptos claves: explotación, dominación, asimetría, Estado, imagi-
nario social, violencia simbólica, hegemonía (Tilly, 1991).
Charles Tilly ha explicitado con acierto que no es posible soslayar el estudio de “gran-
des estructuras, largos procesos y enormes comparaciones” para estimular el diálogo
necesario entre hipótesis, teorías e investigación concreta de hechos singulares. La es-
tructuración de nuestras sociedades tiene una historia adherida, o sea un espacio tiem-
po demarcado, por ejemplo la aparición de los Estados-nación a partir del último ter-
cio del siglo XIX en América Latina. Reconocer la existencia de la realidad del tiempo
y de la historia es resaltar en la historiografía su intención fundacional, que es el afán de
conocimiento y de verdad pública, es decir social, discursiva, relativa, verificable y real.
Anthony Giddens planteaba en el Informe Gulbenkian (1996), la importancia de incorpo-
rar al debate sobre el rol de las ciencias sociales, ciertos elementos que consideramos
pertinentes. En primer lugar, atender la creciente convergencia entre los distintos tipos
de ciencias (sociales y naturales), pues ellas estudian sistemas complejos, donde los
desarrollos futuros son resultado de procesos temporalmente irreversibles. Nuestras
utopías, por ejemplo, muestran la compleja dinámica social pues si bien se basan en
tendencias existentes, las imágenes del futuro también influyen en el modo en que las
personas actúan en el presente.
En otras palabras, acentuar lo complejo, temporal e inestable significa, en términos
científicos practicar actitudes transdisciplinarias. Como hemos señalado, hacer inte-
ligible el mundo significa “ordenar un sistema de ideas generales, coherente, lógico
y necesario en cuyos términos sea posible interpretar cualquier elemento de nuestra
experiencia” (Whitehead, 1978 cit. en Giddens, 2007:86) Y en este sentido, la fragmen-
tación o descomposición en pequeñas partes de los fenómenos sociales no siempre
ayuda a abordar los problemas que surgen en la infinita interrelación de los hombres y
mujeres que actúan en comunidad.
En segundo lugar, reducir el estadocentrismo de los análisis de las ciencias sociales,
tradicionalmente concebido como una simplificación teórica que incluía la “suposición
de espacios homogéneos y equivalentes, cada uno de los cuales constituía un siste-
ma autónomo que operaba sobre todo por medio de sistemas paralelos” (Giddens,
2007:91-92). Para el caso latinoamericano y caribeño esta tesis resulta conveniente pues
ayuda a derribar conceptos aceptados acríticamente para resolver las transformaciones
sociales. Uno de los más emblemáticos es el de frontera, ampliamente tratado en nues-

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 59 - 68

tra historiografía latinoamericana porque ha simbolizado históricamente las tensiones


político-administrativas y militares por el control efectivo de los territorios. En particu-
lar, porque se diseñaron comunidades luego desagregadas por decisiones de los grupos
dirigentes al no tener en cuenta la tradición de intercambios en los territorios de límite
entre nuestros países; y finalmente, y no menor, porque invisibilizó y profundizó las
denominadas fronteras “interiores” o enormes distancias que las ciudades-puerto lati-
noamericanas y caribeñas establecieron con las comarcas cercanas. (Clementi, 1985-86)
Por último, y considerando la antropología simbólica de Clitfford Geertz, la reflexión
del tiempo histórico en Nuestramérica es una tarea de carácter cultural, pues la acción
humana que trascurre en el mundo está mediada por diseños culturales que ordenan las
experiencias prácticas, las costumbres y la relación entre ambas. Sahlins indica que “[si]
el hombre es un animal suspendido en unas redes de significación tejidas por él mismo,
entiendo que la cultura son esas redes, y que el análisis cultural no es una ciencia ex-
perimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significados”
(Sahlins, 1988 cit. en Montrose, 1998:163). El muralismo mexicano refleja, entre otros
ejemplos, la yuxtaposición de planos temporales como expresión vertiginosa de las
vivencias históricas de este pueblo. Los personajes, sus rostros y las situaciones que
los ponen en relación conforman un extraordinario aporte educativo y de concientiza-
ción del impacto revolucionario en la vida cotidiana de los mexicanos. A través de la
literatura, Octavio Paz también ha dejado testimonio de esa secuencia/simultaneidad
de pasado-presente-futuro: “Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero
o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva:
máscara el rostro y máscara la sonrisa (…) todo le sirve para defenderse: el silencio y la
palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación” (Paz, 2004:32)

PALABRAS FINALES
América Latina y el Caribe conforman una construcción histórica que surgió del en-
cuentro violento que se produjo en el gozne de los siglos XV y XVI. Los autóctonos,
los africanos, los europeos, los asiáticos confluyeron con sus tiempos y ritmos cul-
turales, y la mayoría de las veces de manera forzada, en un proceso inigualable en el
mundo de creación de macroetnias. La difundida y escolarizada expresión “crisol de
razas” está destinada a encubrir la existencia de las diferencias, a la vez que las exalta
negativamente.

La relación de dependencia entre centros hegemónicos y periferias (incluyendo entre


éstas últimas a Asia y África) no se ha resuelto ni se resuelve por igual al interior de las
sociedades latinoamericanas. Al contrario, se conjugan las experiencias de dependen-
cia dominante y de dependencia dominada, siendo esta asimetría de dominación más
decisiva que la nota de dependencia. Asimismo, se produce un combate frontal entre
la tendencia a la uniformidad, igualación y universalización que se ejercen en el plano
simbólico, y la tendencia a la desnivelación y la resignificación que se llevan a cabo en
los planos social y étnico.

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MARÍA MARCELA ARANDA / Hombre, Tiempo e Historia: Las Coordenadas de un Debate Permanente.

A diferencia de la anteriormente indicada sociología de la historia lenta, una sociología


de la historia acelerada ayudaría, en este caso, a pensar América Latina y el Caribe en
términos de procesos de construcción de órdenes más justos que atiendan a la tem-
poralidad específica de la región: tiempos mixtos, truncos, simultáneos/secuenciales,
coexistentes y metamórficos de nuestras sociedades y culturas.

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70
REGÍMENES MILITARES Y ESTADO DE DERECHO EN
LATINOAMÉRICA; UNA REFLEXIÓN A PROPÓSITO DE LOS
42 AÑOS DE LA INTERVENCIÓN MILITAR EN CHILE

Héctor Raúl Correa Gutiérrez1

RESUMEN
El cono sur de Latinoamérica, estuvo marcado desde el punto de vista político, entre
las décadas del 60 y 80 del siglo pasado, por la hegemonía de las denominadas “dicta-
duras militares”. Brasil, Uruguay, Chile y Argentina, obedecen a dinámicas autoritarias
con puntos en común y con particularidades. El elemento horizontal, en estos regí-
menes, es la presencia de un cierto elemento ideológico: “La Doctrina de la Seguridad
Nacional”, que en la praxis supuso un grave quebrantamiento del Estado de Derecho.
En este artículo nos centraremos en el Régimen militar chileno, cuya violenta irrupción
ocurrió hace 42 años y que presenta esos rasgos análogos a los demás gobiernos de
corte burocrático militar del “Cono Sur”.
Palabras clave: Régimen Militar – Dictaduras - Estado de Derecho - Doctrina de la
Seguridad Nacional - Violaciones a derechos humanos

ABSTRACT
The southern cone of Latin America was marked from the political point of view, be-
tween the 60s and 80s of last Century, due to the hegemony of the so-called “military
dictatorship”. Brazil, Uruguay, Chile and Argentina, obey to authoritarian dynamics
with common situations and particularities. The horizontal element in these systems
is the presence of a certain ideological element: “The Doctrine of National Security,”
which in practice was a serious breach of the rule of law.
In this article, we will focus on the Chilean military governments regime, whose violent
eruption occurred 42 years ago and presents those analogous features to the other
bureaucratic cut military of “Southern Cone”.

1 Estudios Doctorales en la línea de Historia Política y Relaciones Internacionales en la Pontificia


Universidad Católica de Valparaíso. Magister y Licenciado en Historia y Geografía de la PUCV.
Profesor de la Universidad del Pacífico, Santiago de Chile. Investigador en temas históricos e
institucionales y formación ciudadana.

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79

Keywords: Military regime – Dictatorships - Rule of law - National Security Doctrine


- Human rights violations

INTRODUCCIÓN
Tanto en Chile como en otros países de América Latina durante el siglo XX se vieron
enmarcados en un contexto de dictadura militar, es decir, gobiernos que llegan al poder
mediante el uso de la fuerza y de las armas.
Desde 1960 en adelante en América latina se produjeron una serie de golpes de Estado que
tuvieron como consecuencia gobiernos de carácter autoritario. En su mayoría estos golpes
de Estado fueron apoyados por Estados Unidos, que intervino en operaciones de sabotaje
destinando recursos materiales y humanos para ello, además contribuyó en la propaganda
política y apoyo logístico, destinada a desestabilizar gobiernos democráticos y de izquierda,
que se convertían en una amenaza para los intereses del país del norte. Así, se instalaron
gobiernos y dictaduras militares, en manos de oficiales, algunos de los cuales fueron ins-
truidos en la Escuela de las Américas, fundada en Panamá en 1946. Durante los años 60
y principios de los 70, la mayoría de los alumnos, eran oficiales que provenían de Bolivia,
Chile, Colombia, Honduras, Panamá y Perú. Entre 1970 y 1979, los países latinoamericanos
enviaron entre 1.100 y 1.800 estudiantes del Instituto de Cooperación para la Seguridad
Hemisférica; que juntos representaban el 63 por ciento del total de las matrículas”2.
El Periodo de dictaduras o Regímenes autoritarios, inspirados en la doctrina de segu-
ridad nacional, que se desarrollan en América Latina; en caso del llamado “cono sur”,
comienzan a partir de la década de los años 60 del siglo XX; y se extienden hasta los
años 80 y 90. Su ideal político, abogaba por la destrucción del comunismo el cual era
reconocido como el enemigo interno que alteraba la integridad de la nación y la tradi-
ción. Las dictaduras militares por lo tanto son una de las formas que adopta la guerra
fría en nuestro continente. El carácter ideológico de estos regímenes en discutible, y se
expresó por la manera en que los militares y sus aliados ejercían el poder, pasando a lle-
var los derechos humanos por sus prácticas violentas, así la tortura, la prisión política,
el exilio, el asesinato político de opositores y las desapariciones forzosas, se convirtie-
ron en prácticas usuales y herramientas de control de la población mediante el temor.
En este artículo, nos remitiremos a hablar sobre las principales dictaduras de América
del Sur, entre las que contamos los siguientes casos:
• Brasil (1964 - 1984)
• Uruguay (1973 - 1985)
• Chile (1973 - 1990)
• Argentina (1976 - 1983)

2 GILL, Lesley. “Escuela de las Américas Entrenamiento militar, violencia política e impuni-
dad en las Américas”, pág. 110. Disponible en http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/
MC0016010.pdf

72
HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.

En general, tales regímenes obedecen a las causas que siguen:


• Fracaso de los gobiernos de tipo populista.
• Signos de una nueva crisis económica por razones internas o externas.
• Dinámicas derivadas de la Guerra fría o bipolaridad mundial.
• Rechazo y derrocamiento de gobiernos de orientación marxista.

DICTADURAS MILITARES EN AMÉRICA LATINA, DENOMINACIÓN Y CLASIFICA-


CIÓN
En primer lugar partiremos definiendo el termino dictadura, que según la Real Acade-
mia española significa: “régimen político, que por la fuerza o violencia, concentra todo
el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos huma-
nos y las libertades individuales” bajo esta acepción señalaremos que una dictadura o
régimen militar es llevado a cabo ya sea por una junta militar de estructura corporativa,
tal es el caso de Argentina o los Altos mandos, que es el caso de Chile en donde par-
ticiparon las Fuerzas Armadas, compuestas por el Ejército, Carabineros (policía con
instrucción de tipo militar); o bien por un militar carismático o caudillo que concentra
el poder en sí mismo, contando con el apoyo de los cuerpos armados.
Entre 1964 y 1984 casi todos los países de América Latina estaban dirigidos por regí-
menes militares con excepción en México (por la presencia del PRI), Colombia (con
una democracia bipartidista y bajo la amenaza de la guerrilla); Cuba (gobernado por
una dictadura comunista) y Costa Rica (única democracia regular que sobrevivió). Es
así como se comienza a desarrollar un debilitamiento de los movimientos de la clase
obrera, revolucionarios y reformistas; y además se reprime a los elementos de la po-
blación, que representen una amenaza al orden, aplicando la Doctrina de Seguridad
Nacional. Se producen momentos de alta agitación política y a la vez, violación de los
derechos humanos en toda América Latina, un claro ejemplo de este quebrantamiento
del Estado de Derecho, son los regímenes militares en Chile y Argentina.
Según Andrés de Blas las dictaduras poseen 4 características claves:
a) Se concentra el poder en una sola persona o en pequeños grupos marginando a
la mayoría de la toma de decisiones.
b) Personalización de la autoridad, es decir, que se le otorgan atributos especiales.
c) Existen mecanismos de control y represión.
d) Inestabilidad en las normas legales.
Por otro lado Carl Schmitt le da importancia a las formas de acción de las dictaduras
para así clasificarlas en dos tipos de gobiernos autocráticos.
1. Dictadura comisarial: Se justifican bajo cierta aura de regularidad y continuidad
constitucional, en ella se suspende transitoriamente la carta fundamental, estable-
ciendo un régimen de excepción, con el fin de proteger el orden institucional.

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79

2. Dictadura soberana: Es por esencia “anticonstitucional”, pues luego del rom-


per con el orden jurídico existente, se arroga el poder constituyente y por tanto
funda un nuevo régimen institucional y de derechos fundamentales.
Por otro lado Franz Neumann clasifica las dictaduras en simples, cesaristas y totalita-
rias.
1. Simples: quien gobierna lo hace como un monarca absoluto, un caudillo o una
junta la cual ejerce el poder mediante el uso de la coacción de tipo policial, recu-
rriendo al ejército entre otros cuerpos armados.
2. Cesaristas: que utilizan el apoyo popular, y tienen por tanto una mayor sensibi-
lidad política.
3. Totalitarias: se identifican con ideologías de tipo totalitaria u omnicomprensi-
vas; y que por tanto, intentan controlar la vida de las personas, quebrantando el
Estado de Derecho, al que sustituyen por un Estado policial.
En el siguiente cuadro se muestra la tipología de los regímenes de tipo no democrático:

Cuadro 1. Tipología de los regímenes no-democratico según Juan J. Linz

A. Dictadura.
B. Regímenes totalitarios.
C. Regímenes tradicionales.
C.1. Democracias oligárquicas.
C.1.1. Caudillismo
C.1.2. Caciquismo
C.2. Sultanatos
D. Regímenes autoritários.
D.1. Regímenes burocráticos-militares
D.2. Estatalismo orgánico
D.3. Regímenes de movilización post-democracia
D.4. Regímenes de movilización post-independencia
D.5. “Democracias” radicales.
D.6. Totalitarismo imperfecto
D.7. Regímenes post-totalitarios
Elaborado por Leonardo Morlino (1985) a partir de Juan J. Linz (1975).

En el cuadro supralite, debemos destacar que los rasgos fundamentales de los regíme-
nes autoritarios, son: a) mentalidad o ideología flexible y poco elaborada del régimen,
que se orienta a defender y justificar la estructura política existente como lo más idónea

74
HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.

para el bien de la comunidad estatal. b) el carácter relativamente cerrado de la elite, que


considera la política como su patrimonio, manteniendo al pueblo al margen del proce-
so decisorio. c) la desmovilización de los miembros de la sociedad civil, fomentando
la apatía política del pueblo; por último se menciona; d) la transitoriedad del régimen,
que depende esencialmente de la vida de su líder carismático fundador y de las élites
que asumieron con él el poder del estado.
Así, los regímenes autoritarios se clasifican de acuerdo al pluralismo limitado, grado de
movilización permitido y mentalidad de los gobernantes, en los siguientes:
1) Régimen autoritario de tipo burocrático militar: en el que existe una coalición entre
las fuerzas armadas y los sectores tecnocráticos y burocráticos, coalición que controla
el gobierno y excluye a otros grupos, existe una despolitización de la población, desa-
rrollándose una visión de carácter pragmático, basada en una “mentalidad” más que
en una ideología.
2) Autoritarismo de tipo estatista-orgánico: es aquel en el que existen una diversidad
de grupos creados por el estado o preexistentes, a los cuales se les permite participar
en el proceso político, aunque esa participación es controlada por el estado y realizada
a través de estructuras “orgánicas”. Por los intereses del grupo que detenta el poder, se
rechaza la existencia de partidos políticos y se fomentan estructuras de tipo corporati-
vo que controlan sectores predeterminados.
3) Autoritarismo de movilización: en el cual la participación es canalizada a través del
partido autoritario, el que asume roles importantes dentro del régimen y constituye el
canal privilegiado de participación de un sector de la ciudadanía, y para acceder a la
elite política autoritaria. En este tipo de regímenes existe una ideología más elaborada
que en los demás autoritarismos.

LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL


A la luz del exitoso movimiento guerrillero que culminó en la Revolución Cubana,
la Doctrina de Seguridad Nacional postuló que las democracias occidentales no sólo
estaban amenazadas por un enemigo externo, representado por el bloque socialista-so-
viético, sino también por uno interno, representado por los partidos, organizaciones y
personeros de izquierda.
Según la página educativa “Memoria chilena”, la Doctrina de Seguridad Nacional postuló
que las democracias occidentales no sólo estaban amenazadas por un enemigo externo,
representado por el bloque socialista-soviético, sino también por uno interno, represen-
tado por los partidos, organizaciones y personeros de izquierda. Frente a esta nueva
amenaza, ya no resultaba eficaz utilizar las tácticas y estrategias de la guerra convencional,
sino que fueron necesarios los nuevos métodos de la contrainsurgencia (lucha anti gue-
rrillera, infiltración, técnicas de interrogatorio), métodos gestados en Estados Unidos y
asumidos por la mayor parte de los ejércitos latinoamericanos, incluido el chileno.3
3 http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-94597.html

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79

Aspectos que influyen en la formulación de la Doctrina de la Seguridad Nacional


Según el profesor colombiano Francisco Leal Buitrago, la Doctrina de la Seguridad
Nacional, se desarrolla a partir de los siguientes acontecimientos:4
a) Reacción a los procesos de descolonización, iniciados a partir del fin de la Se-
gunda Guerra Mundial y que fueron aprovechados por grupos de orientación
revolucionario o populista.
b) Reacción contra la difusión del marxismo – leninismo y su expansión ideológica,
luego del triunfo de la Revolución Bolchevique (1917) y la fundación del Komi-
tern en Moscú (1921).
c) División del Mundo entre dos superpotencias (E.U.A. y la U.R.S.S.), conocido
como bipolarismo o “Guerra Fría”. Formulación de la Doctrina Truman (1947).
d) Consideraciones de carácter Geopolítico, división hemisférica del mundo y es-
tablecimiento de “áreas de influencia”, creación de Alianzas Militares (OTAN y
Pacto de Varsovia).
e) Nuevo escenario de subversión, creado a partir del triunfo de la “Revolución
Cubana” (1959) y la reacción de Estados Unidos (Estrategia de “contención” y
la Alianza para el Progreso de 1961).
f) Aislamiento de las Fuerzas Armadas Latinoamericanas al interior de las socieda-
des civiles (“sentimiento de ghetto”), que incentiva su “sesgo ideológico”.
g) Fomento del Panamericanismo por la O.E.A. (creada en 1948) y sistema defen-
sivo y de asistencia militar fomentado a su amparo por E.U.A. (TIAR de 1947),
(MAP de 1952 – 53).

CHILE BAJO EL RÉGIMEN MILITAR


Entre 1964 y 1984 casi todos los países de la Región estaban dirigidos por regímenes
militares y Chile no fue la excepción. Tras la llegada del Presidente Socialista Salvador
Allende Gossens a la Presidencia de Chile, las miradas se pusieron rápidamente para
nuestro país, ya que Estados Unidos vio una amenaza del surgimiento de una segunda
Cuba, posible un enemigo más peligroso, dado que el socialismo de corte marxista lle-
gó por la vía democrática al poder, y daba pie para que los países americanos copiaran
el modelo que se estaba implementando con Allende a la cabeza de la coalición política
denominada Unidad Popular; “La vía chilena al socialismo presentaba una oportuni-
dad única para demostrar al mundo que el marxismo era capaz de triunfar usando la vía
electoral, pacifica”. El gobierno norteamericano dirigido por Richard Nixon, desde an-
tes de la ratificación de la elección de Allende por el Congreso Pleno chileno, comenzó
un conjunto variado de acciones de desestabilización, que culminaron con el “golpe

4 LEAL BUITRAGO, Francisco. “La Seguridad Nacional a la deriva. Del Frente Nacional a la
Postguerra fría”. Colombia, 2002, p. 57.

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HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.

de estado” o “pronunciamiento militar” del 11 de septiembre de 1973. Dos causas


eficientes se conjugan para este efecto: el gobierno de los Estados Unidos de América
y las Fuerzas Armadas de Chile permeadas por la Doctrina de la Seguridad Nacional.
Quienes apoyaron internamente la intervención de las Fuerzas Armadas, e incluso
algunos opositores, justificaron el quebrantamiento del orden político - constitucional
con algunas de las siguientes razones:
1. Crisis económica, expresada en una inflación galopante (más del 300% el año
1973).
2. «Quebrantamiento del Estado de Derecho», según pronunciamientos de la Con-
traloría General de la República, Corte Suprema de Justicia, Cámara de Diputados,
Presidencias del Congreso y Colegio de Abogados de Chile.
3. Según sectores conservadores: «la introducción de una ideología y valores forá-
neos, ajenos a la tradición chilena».
4. Culminación de un proceso de «polarización » que venía incubándose desde fines
de los años 50 y que se agudizó en la década de los 60 y 70, con la aparición de
grupos violentistas.
5. El «Mea culpa» de los partidarios de la Unidad Popular: «el intento de realizar pro-
fundas reformas estructurales sin contar con la mayoría absoluta en la urnas y en
el Congreso Nacional».
6. Pérdida de control del «proceso revolucionario», por parte del Gobierno de la
Unidad Popular.
Se instauró así un Régimen autoritario de tipo burocrático militar, que se caracterizó
por anular los mecanismos políticos y democráticos, con el fin de restablecer un deter-
minado orden social y económico anterior, que había alterado como resultado por una
considerable organización autónoma de la población y en especial de los trabajadores,
impulsada por el régimen socialista. El gobierno encabezado por Augusto Pinochet,
organizó y centralizó las relaciones de poder a favor del ejecutivo con base en una
racionalidad que exigía el reforzamiento de un cuerpo burocrático de técnicos, espe-
cialmente en el campo económico, y expresaba la voluntad política de las fuerzas ar-
madas como institución. En este marco, las vinculaciones entre el régimen burocrático
autoritario y la sociedad civil se logran mediante la cooptación de individuos e intereses
privados en un sistema caracterizado por los siguientes aspectos:
• Autolegitimación. Las Fuerzas Armadas son las garantes del orden constitucional
y las salvadoras de la nación.
• Concentración de los Poderes Públicos en una “Junta Militar” y la Potestad Ejecu-
tiva en el Presidente de ésta.
• Militarización del Estado y la política, a través de la creación de nuevos órganos de
inspiración castrense (Ejemplo de ello es el Consejo de Seguridad Nacional, como
órgano consultivo del Presidente de la República).

77
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79

• Hegemonía doctrinaria de los altos mandos de las Fuerzas Armadas (cooptación


por el Jefe Supremo de la Junta).
• Exclusión de la Sociedad civil en la toma de decisiones y rumbo institucional (ex-
cepción: los tres plebiscitos, 1977, 1980 y 1988).
• Redefinición del papel del Estado en el ámbito económico y social (Principio de
subsidiariedad, modelo exportador de crecimiento “hacia afuera”, privatizaciones
de empresas públicas.
• Uso del temor como herramienta de “control social y político” (el “terror” según
la célebre sentencia de la politóloga alemana Hannah Arendt).
Tras el derrocamiento del gobierno socialista vinieron una infinidad de consecuencias
que se vieron reflejadas con el altísimo costo representado por la violación de los De-
rechos Humanos y el quebrantamiento del Estado de Derecho, que se expresa en los
siguientes hechos y antecedentes:
a) 28.259 víctimas de prisión política y tortura (Comisión Valech, 2004).
b) 2.298 ejecutados por razones políticas (Comisión Rettig, 1991).
c) 1.209 “detenidos desaparecidos”.
d) Número de exiliados no cuantificados.
e) Instauración de un modelo económico de corte “neoliberal”, inspirado en la
Universidad de Chicago.
f) Se agudizan “brechas” económicas, sociales y educacionales en la población chilena.
g Durante a lo menos 15 años, establecimiento de una “democracia protegida”,
tutelada por las Fuerzas Armadas.
h) “Apagón cultural”, por la desaparición y exilio de importantes exponentes del
arte y la literatura.
Las consecuencias inmediatas tras el golpe fueron los toques de queda, las radios, ca-
nales de televisión y diarios fueron silenciados; muchos dirigentes fueron detenidos y
ejecutados; se declaró ilegal al Partido Comunista y Socialista por su tendencia marxis-
ta. Pero claramente lo más grave fueron las ejecuciones de algunos que se opusieron
al régimen militar. Todo este proceso trajo repercusiones en la Identidad Chilena tras
el retorno de la Democracia, la época “post- dictadura”. La denominada “Transición”,
que fue un proceso que permitió al país terminar con un régimen de tipo autoritario
que había roto la tradición constitucional chilena. “La crisis que vivía el país entre
1982 y 1984 generó un gran descontento en la población con el gobierno militar, y
fue el “caldo de cultivo” para el inicio de periódicas protestas civiles. Que a su vez
gatilló la reorganización política de la oposición, destinada a terminar con el régimen
mediante la participación política, que suponía inscribirse en los Registros Electorales,
conducente a votar en el Plebiscito de 1988, en el que triunfa el NO. Así, tras 17 años
de dictadura militar Chile dio un paso importante hacia la democracia y vinculándose

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HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.

este hecho con el fin de la Guerra Fría, ya que mientras la URSS se debilitaba, en Chi-
le la democracia se hacía latente. “En realidad, en el mundo se vivía un ambiente de
afirmación del futuro… Entre 1989 y 1990 parecía que Chile confirmaba tendencias
planetarias”5.
Lamentablemente, el “Cono Sur” de Latinoamérica, vivió situaciones análogas durante
el mediano o largo tiempo que duraron los llamados “Regímenes militares”, así las
particularidades son:
• BRASIL (1964 – 1985): En 1964 se establecerá la primera dictadura. En abril, los
militares brasileros a la cabeza del Mariscal Castello Branco, tomaron el poder me-
diante un golpe militar que ponía fin a los gobiernos de inspiración populista de
Quadros y Goulart que habían proclamado una política independiente de Estados
Unidos a la vez que entablaban contactos con los países socialistas de Europa y
con la Cuba de Castro. La situación se tornaba preocupante para los sectores con-
servadores, puesto que sectores políticos aún más radicalizados habían lanzado
guerrillas en el campo con el propósito de imitar la revolución cubana. Según esos
sectores conservadores, el gobierno populista no tendría ni la fuerza, ni la volun-
tad para combatirlas. De este modo, los militares, armados ideológicamente con la
“Doctrina de Seguridad Nacional”, tuvieron el ambiente propicio para iniciar su
protagonismo en la vida política del país e instaurar una dictadura militar.
• El nuevo gobierno, emitió “actas constitucionales” permitiendo al régimen repri-
mir las protestas sociales sin necesidad de tribunales civiles y prohibiendo la ac-
tividad de los partidos políticos (a excepción de ARENA –Alianza Renovadora
Nacional- que promovía el apoyo al régimen). La represión política se agudizó
cuando el régimen creo los “escuadrones de la muerte” que le permitía eliminar a
sus opositores y negar su responsabilidad en esos hechos.
• Consecuencias: La cantidad de 421 personas muertas o desaparecidas. (Según Co-
misión de Verdad, 2014).
• URUGUAY (1973 – 1985): También surgió otra dictadura en la antigua “Banda
Oriental”, cuando el Presidente Bordaberry clausuró el congreso en 1973 declaran-
do estado de guerra ante la insurgencia de la guerrilla urbana de los “Tupamaros”.
• Consecuencias: Un número de 174 detenidos desparecidos. (Según Comisión para
la Paz, 2003).
• ARGENTINA (1976 -1983): En 1976, el turno de experimentar una dictadura
militar de este nuevo tipo le tocaría a la Argentina, cuando la presidenta María
Estela Martínez viuda de Perón fuera derrocada por el general Jorge Videla. Las
posiciones políticas en este país se habían radicalizado con el surgimiento de dos
organizaciones guerrilleras, una de tipo castrista, el ERP (Ejército Revolucionario
del Pueblo) y los Montoneros de corte populista. Los militares consideraron que

5 FERMANDOIS, Joaquín. “Mundo y fin de Mundo: Chile en la Política Mundial, 1900-2004”.


Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 2004, p. 173.

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 69 - 79

el gobierno peronista era incapaz de enfrentar el reto de desarticular estos gru-


pos subversivos y, entonces, interrumpieron el proceso democrático para generar
lo que luego se denominaría “La guerra sucia”. Este “proceso de reconstrucción
nacional”, tiene su lógica en el hecho de que los grupos guerrilleros habían desa-
rrollado un nuevo tipo de lucha guerrillera en las ciudades. Entonces, la represión
encontró su forma más eficaz en la política de las desapariciones forzadas, y en la
exacerbación del secuestro de opositores políticos cobró dimensiones inauditas,
pues no sólo eran secuestrados los opositores propiamente dichos, sino también
todas sus familias, incluidos los niños, algunos de los cuales fueron entregados en
adopción o apropiados por los mismos ejecutores de los secuestros. Crecieron
ignorando su verdadera identidad. Mientras tanto, las madres de los secuestrados
generaron un movimiento para el esclarecimiento de los hechos que sólo pudo
tener alguna repercusión cuando los golpistas dejaron el poder en 1983
• Consecuencias: Se ha logrado establecer un número que varía de 8.961 a 30.000
personas muertas o desaparecidas (Según cifras de CONADEP, 1984), (Una cifra
derivada de un informe de la DINA chilena, enumera en 22.000 personas las vícti-
mas del “Proceso” argentino para 1978).

REFLEXIÓN FINAL

Aún hoy día, se impone en nuestras naciones el anacrónico discurso de la “Guerra


fría”, que dio origen en los años 50 del siglo XX a varias instituciones de tipo hemis-
férico y continental, como el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca)
y la “Escuela de Las Américas”, situada en la Zona del Canal de Panamá, que conce-
bía como enemigos internos a los movimientos y partidos políticos de izquierda, en
especial los de inspiración marxista. El triunfo de la Revolución cubana en enero de
1959, acentuó aún más el discurso “bipolar” y extremó las “soluciones” que la poten-
cia hegemónica hemisférica, los Estados Unidos, aplicó en Latinoamérica para evitar
la repetición de una “Nueva Cuba”; junto a la benigna pero no inocua “Alianza para el
Progreso”, se recurrió a los “golpes militares”, que derribaron a gobiernos proclives al
izquierdismo y/o que amenazaren los intereses de la superpotencia dominante.
Sin lugar a dudas, la denominada “Doctrina de la Seguridad Nacional”, proporcionó
el sustrato “ideológico” y justificante de la fuerte represión ejercida por los gobier-
nos autoritarios o dictatoriales de corte militar. El quebrantamiento del “Estado de
Derecho”, fue particularmente grave en los países del “Cono Sur” de Latinoamérica
(Uruguay, Argentina y Chile) y en Brasil; llegándose incluso a la coordinación de las
acciones represivas y persecutorias contra los “enemigos” a través de la denominada
“Operación Cóndor”.
El gran desafío de nuestros países, es la profundización del sistema democrático, la
educación para la ciudadanía y la superación de la lógica de división interna, que inyec-
tó en nuestras sociedades la “Doctrina de la Seguridad Nacional”, como una suerte de
Macartismo continental.

80
HÉCTOR CORREA G. / Regímenes Militares y Estado de Derecho en Latinoamérica; Una Reflexión a Propósito de los 42 años de la Intervención Militar en Chile.

BIBLIOGRAFÍA
ARENDT, Hannah. “Los Orígenes del Totalitarismo”. Alianza Editorial, Madrid,
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BLAS GUERRERO, Andrés de y COTARELO, Ramón. “Teoría del Estado”.
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1988.
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Cambridge University Press, Barcelona, España, 1998.
FERMANDOIS, Joaquín. “Mundo y fin de Mundo: Chile en la Política Mundial,
1900-2004”. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 2004.
GILL, Lesley. “Escuela de las Américas Entrenamiento militar, violencia política e
impunidad en las Américas. Publicación electrónica, disponible en http://www.
memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0016010.pdf ”.
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NEUMANN, Franz. “El Estado democrático y el Estado autoritario”. Editorial Pai-
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SCHMITT, Carl. “La Dictadura”. Alianza Editorial, Madrid, España, 2013.
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-94597.html

81
REFLEXIONES SOBRE EL PENSAMIENTO
HISTÓRICO CHILENO

Mario Orellana Rodríguez.1

RESUMEN
La historiografía comienza en Chile con las Crónicas, las Historias, las Cartas de Re-
lación y los Poemas Épicos en los siglos XVI y XVII. Los primeros temas abordados
continuaron en los siglos posteriores, produciéndose una ampliación de ellos y un
enriquecimiento de métodos y teorías. Así, se produce especialmente en el siglo XX
una importante presencia de historiadores que representan diferentes interpretaciones
sobre el pasado.
Palabras claves: Historiografía chilena, Continuidad y Complejidad temática, Meto-
dología multidisciplinaria.
ABSTRACT
Historiography begins in Chile with the Chronicles, Histories, Letters of Relations
and epic poems in the sixteenth and seventeenth centuries. The first reviewed issues
continued in later centuries, producing an extension of them and an enrichment of
methods and theories. Thus, especially in the twentieth century it is produced a signifi-
cant presence of historians representing different interpretations of the past.
Keywords: Chilean Historiography, Continuity and thematic complexity, multidiscipli-
nary methodology.

1. MOTIVACIÓN DE LA PRESENTE REFLEXIÓN HISTORIOGRÁFICA.
Desde que el continente americano, a fines del siglo XV, comenzó a ser conocido por
los estados europeos, especialmente por España y Portugal, se inició no solo la incor-
poración de sus territorios, de sus riquezas naturales, de sus habitantes, sino que se
intentó convertir a su población en integrantes del sistema político-social y económico
propio de los conquistadores. Las experiencias vividas a lo largo de los siglos, e his-
toriadas, presentan parecidos y diferencias importantes en nuestros países. El estudio

1 Premio Nacional de Historia (1994). Doctor Honoris Causa de la Universidad del Pacífico. Chile.

83
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90

de cronistas, poetas épicos, memorialistas, historiadores, ayudarán a entender nuestras


particularidades, nuestras identidades nacionales pero también, nuestras semejanzas
como miembros de una nueva sociedad mayor (la americana).
Por estas razones presentamos, resumiendo una investigación de años, algunas carac-
terísticas de los autores de cartas, de memorias, de crónicas, de historias, etc., y ciertas
conclusiones sobre la historiografía chilena. Comparando nuestros libros de historias,
sus métodos, sus teorías, podríamos avanzar por un camino intelectual y científico, uno
entre otros, que ayudaría a alcanzar un mejor conocimiento, comprensión e integración
de los americanos del sur y del centro.

2. NUESTRO MARCO METODOLÓGICO Y TEÓRICO.


Postulamos que la historiografía chilena se inició en el siglo XVI con los primeros
cronistas. Sin embargo, todos fueron españoles, lo cual nos obliga a probar nuestra
hipótesis. Nuestro principal argumento es que en los tres cronistas: Jerónimo de Vivar,
Alonso de Góngora Marmolejo y Mariño de Lobera, hay rasgos de sus escritos que
encontramos más desarrollados en los siglos posteriores. Si agregamos las epístolas de
Pedro de Valdivia, primer Gobernador de Chile, y el poema épico de la Araucana, de
Alonso de Ercilla y Zúñiga, reforzamos las evidencias que muestran continuidades en
los estilos narrativos, en el desarrollo de los temas que abordan. Además observamos
como una metodología incipiente, del siglo XVI, va enriqueciéndose con los estudio-
sos de los siglos siguientes. Incluso en el siglo XVI conocemos textos críticos a como
se conquistaban los nuevos territorios, como se trataban a los “naturales de la tierra”;
en Góngora, en Lobera, en Ercilla, se expresan juicios condenatorios a las conductas
de los conquistadores y, en general, a las políticas de los gobernantes españoles, que
se van a encontrar en otros autores de los próximos siglos. Otra prueba que sostiene
nuestra hipótesis es la preocupación que se encuentra en la mayoría de los cronistas e
historiadores de todos los siglos por descubrir las costumbres, las creencias y los estilos
de vida de los aborígenes que habitaban las tierras que se conquistaban.
El método de estudio de los textos escritos en los diferentes siglos que nos interesan,
es el comparativo. Para conocer cómo se escribieron las primeras crónicas, las cotejare-
mos con otros textos de su mismo tiempo, conociendo los contextos socio-culturales
de los autores, su educación, su grupo social, sus creencias y valores. Como nos hemos
formado junto a historiadores, arqueólogos y filósofos, apreciamos la mirada multidis-
ciplinaria, en donde no debe faltar la reflexión filosófica.

3. ¿QUÉ TIENEN DE COMÚN Y EN QUÉ SE DISTINGUEN LOS CRONISTAS E


HISTORIADORES DEL SIGLO XVI Y XVII?
Desde la perspectiva metodológica, todos los autores de escritos, de géneros distintos,
que narran hechos, situaciones ocurridas en su presente se declaran “testigos de vista”,
o conocedores de lo que le ha ocurrido por relatos de otros testigos. Esta afirmación
que hacen les da seguridad de ser creídos y, por tanto de que narran hechos verdade-

84
MARIO ORELLANA RODRÍGUEZ / Reflexiones sobre el pensamiento histórico chileno.

ros. Todos, sean memoristas, cronistas, historiadores, poetas, escriben para informar
a las autoridades superiores, y a todos quienes lean sus escritos, los acontecimientos
que suceden en América, hechos heroicos, gloriosos de los españoles y también de los
indígenas que defendían sus tierras y costumbres.
La gran mayoría de los autores del siglo XVI, unos más otros menos, escriben las nor-
mas, las tradiciones, las creencias, las conductas de comportamiento, sean pacíficas o
guerreras. Esta preocupación “etnográfica” crece en algunos autores del siglo XVII;
por ejemplo, Alonso de Ovalle (Histórica relación del reino de Chile) le dedica el libro
tercero a los “habitadores del reino” como también en el libro octavo los capítulos II
y XVIII. A su vez, Diego Rosales autor de la “Historia general del reino de Chile”,
escribe en los capítulos XVIII al XXXII del libro primero, especialmente sobre los
“araucanos”; igualmente Francisco Núñez de Pineda y Bascuñán en su “Cautiverio
feliz y razón individual de las guerras dilatadas del Reino de Chile”, escribió un tratado
en donde entre otros temas, relató su cautiverio entre los indígenas, caracterizando
condiciones y estilo de vida de sus captores. También, Alonso González de Najera,
autor de “Desengaño y reparo de la guerra del reino de Chile”, aunque muy crítico de
los aborígenes revelados contra el dominio de los españoles, dedica parte de su infor-
me a caracterizar a los “indios bárbaros y crueles”, rechazando el relato poético y muy
favorable que de ellos hizo Alonso de Ercilla.
Los estilos literarios que conocemos en las cartas, que se han conservado, del con-
quistador Pedro de Valdivia, en las crónicas de Vivar, de Góngora y de Lobera, y en el
poema épico de Ercilla, no solo son distintos, porque pertenecen a diferentes géneros
literarios, sino porque la educación de sus autores, sus experiencias profesionales, sus
contextos sociales y familiares difieren entre sí. Las cartas del hidalgo Valdivia, primer
gobernador de “Nueva Extremadura” (Chile), son despachos oficiales, relatos de sus
acciones y de sus compañeros, que también piden al Emperador Carlos V, recom-
pensas, mercedes, por todo lo hecho en favor de la Fe y de la Monarquía. Su estilo es
claro, sencillo, descriptivo, a veces fluido, con algunos modismos populares y también
con una y otra cita erudita, clásica o bíblica. Como hemos probado (Orellana, 2006) la
crónica sobre Chile de Jerónimo de Vivar (Bibar) se apoyó en algunas cartas de Valdi-
via para organizar en lo principal, la secuencia de sus relatos (al menos hasta 1552). El
cronista, un expósito formado en un convento, llegado a Chile en 1549, pudo haber
formado parte del “Scriptorium” del gobernador (Ferreccio, 1991). El estilo de nues-
tro cronista que narra lo que vio o lo que “por relación cierta alcancé de lo que yo no
viese”, es algo tosco, narrativo, coincidiendo su vocabulario con el de las cartas del go-
bernador, citando también algunos autores clásicos, lo que es común en todos los cro-
nistas del período renacentista, e incluso mencionando a “Dante Aligero” (cap. LX).
Sin duda el valor de la crónica de Vivar, que solo fue publicada en el siglo XX en Chile,
se encuentran en sus descripciones “etnográficas” de los distintos pueblos aborígenes.
Alonso de Góngora Marmolejo (“Historia de todas las cosas que han acaecido en el
reino de Chile y de los que han gobernado”), tampoco vio su crónica publicada; solo
lo fue en el siglo XIX. De estilo descriptivo vigoroso, este hijodalgo se caracteriza por

85
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90

sus juicios críticos, en especial condenando comportamientos anormales de algunos


gobernantes (especialmente de Melchor Bravo de Saravia). Con sus retratos, el cronista
Góngora denuncia vicios y señala virtudes de los conquistadores españoles y gober-
nadores.
A su vez, Marino de Lobera, autor de “La crónica del reino de Chile”, pidió a su amigo
el jesuita Bartolomé de Escobar que la redujese a “Nuevo Método y estilo”. Por esta ra-
zón cuando mencionemos la crónica la adjudicaremos a “Lobera-Escobar”. También
este texto de fines del siglo XVI, solo fue publicado en el siglo XIX. Esta crónica realza
la actuación del gobernador García Hurtado de Mendoza (1557-1561) exagerando sus
virtudes morales, intelectuales y políticas. El retrato escrito, creemos más por Escobar
que por Lobera, aparece en el cap. XIII del Libro segundo de la Historia de Chile con
el subtítulo “De la pacificación del reino rebelado hecha por don García Hurtado de
Mendoza”. Al igual que Góngora, Lobera-Escobar hará uso de los retratos para carac-
terizar a los principales gobernadores.
Estos “retratos” de “hombres ilustres” tienen su origen en la historiografía clásica,
siendo usados por algunos autores en la Edad Media y continuada en los siglos XVII y
XVIII, en historiadores de Chile (por ejemplo, Rosales y Carvallo y Goyeneche).
Otra característica de las obras históricas del siglo XVI, que continúa o incluso crece
en el siglo XVII, se relaciona con las páginas dedicadas al paisaje y en general a la
geografía de Chile. Ya en las crónicas de Vivar y de Lobera-Escobar hay preocupación
por la descripción de las tierras conquistadas, de la misma manera que la hay por dar a
conocer a sus habitantes. En cambio, en Góngora Marmolejo hay mayor parquedad en
el tratamiento de estos temas.
A mediados del siglo XVII, exactamente en 1646, publica Ovalle su libro que es la ex-
presión más completa del amor que tiene a su patria. Los libros primero y segundo dan
a conocer con un lenguaje escritural elegante y hermoso el territorio, el clima, la flora y
fauna chilena. Igualmente en la “Historia general del reino de Chile. Flandes Indiano”,
de Rosales, en su Libro Segundo, en 117 páginas, se trata de la naturaleza de Chile “y
calidades de las cosas elementales que en él se contienen”.
En el siglo XVIII el abate Juan Ignacio Molina también nos mostrará, en sus libros, su
gran aprecio por la tierra y clima de su Chile.

4. EL SIGLO XVIII.
El siglo XVIII es un siglo de cambios en todos los aspectos de la vida social, eco-
nómica y cultural de Chile. Incluso el historiador Diego Barros Arana, un crítico del
desarrollo social y cultural del período de la colonia escribe en su Historia General de
Chile, en el tomo VII, cap. XXVII, “por grande que fuera el atraso intelectual del reino
de Chile al terminarse los tiempos coloniales, era evidente que en el último siglo había
hecho progresos considerables”.
Una cantidad importante de cronistas e historiadores escriben, y algunos publican, en

86
MARIO ORELLANA RODRÍGUEZ / Reflexiones sobre el pensamiento histórico chileno.

este siglo. Al menos mencionemos a tres estudiosos jesuitas, todos expulsados de Chile
en 1767, Miguel de Olivares, Juan Ignacio Molina y Felipe Gómez de Vidaurre.
Un cuarto importante historiador fue el capitán Vicente Carvallo y Goyeneche. Un
historiador español contemporáneo de Vicente Carvallo, de fines del siglo XVIII y
comienzos del siglo XIX, fue José Pérez García.
Sin duda el más valioso intelectual, naturalista e historiador fue Juan Ignacio Molina
(1740-1829). Era chileno, nacido cerca de Talca. Radicado en Bolonia después de la
expulsión de su orden escribió su primer libro sin colocar su nombre y apellido; en
1776 apareció su “Compendio della storia geografica natural e civile del reyno del
Chili”. Luego publicó su “Saggio sulla Storia Naturale del Chili” (1782) y en 1787 su
“Saggio sulla storia civile del Chili”. En este último libro estudió la vida y costumbre
de los araucanos y su idioma (traducido al español en 1795). Para la historia civil de
Chile se apoyó parcialmente en el manuscrito del padre Olivares, que historiaba a Chile
hasta 1655. Sus estudios sobre la lengua aborigen los hizo apoyándose en la gramática
del padre Andrés Febres (Arte de la lengua general del Reino de Chile; 1765). En 1810
publicó una nueva edición de la historia natural de Chile financiado por el Virrey de
Italia, príncipe Eugenio de Beauharnais y otras personalidades de Bolonia.
Hay varios rasgos de la historiografía del siglo XVIII, referidos a Chile, que podemos
sintetizar:
a) Una superación parcial de la narrativa militar (que se aprecia en el siglo XVII con
Ovalle) cubriendo aspectos más sociales, civiles.
b) En algunos historiadores se acentúa el estudio de los pueblos aborígenes, soste-
niendo así un desarrollo continuo de estudios que se inician en los cronistas del
siglo XVI.
c) Comienza con Vicente Carvallo y Goyeneche y también con José Pérez, el es-
tudio de algunos archivos (del Cabildo de Santiago, de la Real Audiencia y de la
Secretaría de Gobierno). Sin embargo en el siglo XVII, con Rosales se habían
citado “relaciones y papeles antiguos”.
Esta preocupación por conocer documentación del pasado histórico se reforzará en
el siglo XIX.

5. EL SIGLO XIX.

El ambiente político, social y cultural es diferente a los siglos anteriores, sin desconocer
líneas de desarrollo, sociales y culturales que se iniciaron en el pasado. La historia del
siglo XIX hace suya el estudio riguroso de las fuentes primarias, estudio de los archivos
y la búsqueda de la “verdad histórica”.
La Historia Física y Política de Chile, del naturalista francés Claudio Gay, en Chile des-
de 1828, comenzó a ser publicada en 1844. El último de los 30 volúmenes se publicó
en 1871. De estos 30, ocho volúmenes eran de Historia. Y lo más importante, dos más

87
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90

presentaron la documentación, las fuentes de la historia de Chile. Claudio Gay (1800-


1873) es el primer historiador que presenta una historia general de Chile, enriquecida
por las fuentes que él publicó (1846-1852). Para él y de acuerdo a la historiografía
europea y, especialmente, alemana, la historia debería escribirse a partir de los hechos
que las fuentes informaban.
En general, la mayoría de los historiadores del siglo XIX, muy apegados a los hechos,
a los documentos, sobre todo oficiales, continuaron esta tendencia científica (escribir
sobre lo que verdaderamente ocurrió). Por último, Gay también usó del método de
entrevistas para conocer mejor los hechos de la Independencia.
Para el siglo XIX, sobre todo en la segunda mitad de él, queremos solo destacar en
el presente artículo, entre tantos estudiosos, las figuras de Diego Barros Arana (1830-
1907) y la de José Toribio Medina (1852-1930).
Diego Barros Arana es el autor, entre otras muchas publicaciones, de la Historia Ge-
neral de Chile, en 16 tomos y publicada entre 1884 y 1902. Como muchos otros histo-
riadores de su tiempo, Barros Arana usa un método “narrativo”, sin entrar en grandes
reflexiones filosóficas (en eso sigue las ideas de Andrés Bello); políticamente es una
persona que simpatiza con las ideas liberales, crítico de la Iglesia Católica y de su par-
ticipación en el pasado de Chile; como historiador aprecia el estudio científico de las
fuentes, de los documentos; deja al lector que saque conclusiones, él solo quiere apor-
tar datos objetivos.
Su Historia General pretende ser la historia del pueblo (idea que hará suya en el siglo
XX, Sergio Villalobos). No solo de los gobernantes, de los generales, los políticos,
sino la de todos; historia por lo tanto social, económica, cultural, política y también
guerrera.
¿Logró Barros Arana su objetivo? Si examinamos sus 16 tomos observamos que los te-
mas sociales, económicos, culturales están expuestos en capítulos apartes, no logrando
integrarlos a la exposición de la vida nacional de los tiempos pasados. La narrativa, el
relato histórico en Barros Arana sigue siendo principalmente político (lo cual se entien-
de por los conceptos manejados por la historiografía europea, en donde los conceptos
de Estado y de Nación son fundamentales).
Sin duda que la publicación documental que hizo José Toribio Medina (los 30 tomos de
la Colección de Documentos Inéditos) enriqueció a los historiadores de fines del siglo
XIX y del siglo XX. La obra de José Toribio Medina nos toca profundamente, puesto
que nosotros nos formamos en la Universidad de Chile con un discípulo de Medina, el
historiador Guillermo Feliú Cruz, quien nos hacía leer documentos en la Sala Medina
de la Biblioteca Nacional. Estoy recordando una formación de hace 60 años atrás.
Además de los 30 tomos de documentos publicados entre 1888-1902; tenemos 378
grandes volúmenes de manuscritos. Las publicaciones de Medina son de tal número
que impresionan; entre libros, artículos, prólogos, folletos y recopilaciones documenta-
les se suman 408 títulos. Es una labor de investigación y de publicación que muy pocos
especialistas pueden igualar en América.

88
MARIO ORELLANA RODRÍGUEZ / Reflexiones sobre el pensamiento histórico chileno.

Su obra, además, tiene gran significado para las ciencias antropológicas ya que su libro
titulado “Los Aborígenes de Chile” de 1882 inauguró las ciencias antropológicas en
Chile (sobre todo Etno-historia y Arqueología).
Su obra documental ha sido seguida por otros especialistas como Tomás Thayer Oje-
da. En el límite entre el siglo XIX y XX, otro gran historiador, especialista en el trabajo
documental, Crescente Errázuriz, trabajó en forma rigurosa todo el siglo XVI y los
comienzos del siglo XVII.

6. EL SIGLO XX.
Así como el siglo XIX se caracterizó principalmente por historias escritas bajo el mo-
delo filológico que trabajaba críticamente los documentos y los archivos (tendencia
que algunos llaman “positivismo”), el siglo XX va a caracterizarse por diferentes es-
cuelas o por tendencias teóricas:
a) La investigación siguió centrada en la labor documental; en el trabajo en los
Archivos, en la crítica de las fuentes. Historiadores como Feliú Cruz, Ricardo
Donoso, Eugenio Pereira, Sergio Villalobos, Néstor Mesa, Mario Góngora, Ro-
lando Mellafe, Álvaro Jara, más allá de caracterizarse también por otras líneas de
pensamiento, fueron investigadores que respetaron las fuentes.
b) La escuela francesa de los Anales, de los decenios 1930 a 1980 influyó en distin-
tos historiadores, como Álvaro Jara, Rolando Mellafe y, parcialmente, en Sergio
Villalobos y Mario Góngora.
c) La visión Materialista Histórica fue también importante a mediados del siglo XX,
con estudiosos como Hernán Ramírez Necochea e incluso en el presente se apre-
cian visiones renovadas, como en el caso de Gabriel Salazar, quién ha recogido
influencias de los historiadores ingleses Eric Hobsbawm y Edward P. Thompson.
d) La visión hispánica y católica fue expuesta por Jaime Eyzaguirre quien escribió
buenas biografías y estudios monográficos.
e) Francisco Antonio Encina, publicó entre 1940 y 1952, veinte tomos sobre la
“Historia de Chile” (llegó hasta 1891). Su obra pretendió superar la Historia
de Barros Arana, a quién acusaba de utilizar un raciocinio lógico para narrar la
historia. Encina pretendió superar el método narrativo de hechos e intentó in-
terpretarlos haciendo uso de un método intuitivo, que ha sido criticado. En 1955
ganó el Premio Nacional de Literatura.
f) En la segunda mitad del siglo XX también puede distinguirse una tendencia
Etno-histórica que ha sido cultivada por arqueólogos, antropólogos e historia-
dores. Incluso varios premios nacionales de Historia, en Chile, han sido ganados
por arqueólogos y etno-historiadores que cultivan también la investigación his-
tórica (L. Núñez, J. Hidalgo y el autor del presente estudio). Esta relación entre
Historia e Antropología sigue en la actualidad cultivándose con éxito. Relaciona-
do con esta temática Sergio Villalobos ha insistido en los intercambios culturales

89
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90

entre españoles, chilenos y “araucanos” (Historia de la Frontera).


g) Un aporte valioso al conocimiento de la cultura chilena fueron los estudios he-
chos por Eugenio Pereira Salas sobre la historia de la Arquitectura, la Música y
el Arte en Chile.
h) Desde fines del siglo XX y comienzos del actual siglo se han escrito algunos li-
bros y artículos relacionados con las tendencias post-modernistas, con las críticas
a un “positivismo histórico”, a una “cientificidad” neutra y objetiva, insistiendo
en el valor de escribir textos que expresen el subjetivismo, la imaginación de los
autores, es decir coincidiendo con el llamado “giro lingüístico” de la década de
1970.
En resumen, y reconociendo que hemos sido selectivos en extremo, podemos expresar
que a lo largo de los siglos, los relatos históricos, los libros de historia, sean monográ-
ficos, biografías, obras generales, etc., han construido un estilo narrativo cada vez más
científico, que poco a poco han ido considerando los cambios en las tendencias, en las
orientaciones culturales, en las escuelas especializadas del mundo, pero que también
han tomado en cuenta los producidos dentro del país.

Así, por ejemplo, hemos demostrado que desde el siglo XVI hasta el presente en
distintos cronistas e historiadores ha existido interés en conocer a los pueblos y
culturas aborígenes que se identifican a lo largo del territorio chileno. La combi-
nación de información científica, histórica, antropológica, lingüística, ha hecho
posible una investigación multidisciplinaria que emergió fuerte en el siglo XX y
que en el presente es muy importante en los distintos círculos académicos del
país.
Igualmente el enriquecimiento de los temas tratados por los historiadores, desde
el interés por el relato guerrero hasta la narración compleja de la vida social de
una nación, de una ciudad, de un grupo de instituciones o de una actividad labo-
ral específica, puede ejemplificarse a lo largo de los siglos.
Los estudios más generales, las historias generales, han ido cediendo el paso a
las investigaciones monográficas, hasta llegar a la “microhistoria”, sin perder su
preocupación por los contextos más amplios.
Finalmente, los grandes temas que identificamos, poco a poco, en las obras históricas
de los siglos XVI y XVII, van siendo mejor tratados, en los siglos venideros, convir-
tiéndo a la historiografía nacional en una valiosa realidad científica y educacional.

90
MARIO ORELLANA RODRÍGUEZ / Reflexiones sobre el pensamiento histórico chileno.

BIBLIOGRAFÍA
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Lovera, Pedro Mariño de: Crónica del Reino de Chile. Reducida a nuevo método y
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91
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 81 - 90

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Mario Ferreccio P. Editorial Universitaria. Santiago, 1970.
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Vivar, Jerónimo de: Crónica de los Reinos de Chile. Edición de Ángel Barral Gómez.
Crónicas de América, 41. Historia 16. Madrid, 1988.

92
Derecho y Política
SOBRE LA TEORÍA DE LA CULTURA POLÍTICA

Dr. José Luis Cavazos Zarazúa1

RESUMEN:
El objetivo del presente trabajo es presentar un panorama del desarrollo teórico del
concepto de cultura política, destacando tres momentos fundamentales: el de los poli-
tólogos Almond y Verba, quienes definieron este concepto como la postura cognitiva,
afectiva y evaluativa que tiene una nación sobre su sistema político. A su vez pro-
pusieron tres formas de culturas políticas: parroquial, de súbdito y de participación,
que se asocian respectivamente a tres sistemas políticos: tradicional, autoritario y de
participación. El segundo momento que se aborda es el del periodo revisionista del
concepto de cultura política de los autores mencionados, donde se plantea la necesidad
de incursionar en el ámbito de los nuevos planteamientos teóricos de disciplinas como
la antropología, la sociología, la comunicación y la historia. Esto con el propósito de
actualizar la definición de cultura política. El tercer momento que se describe es el
de la configuración actual de cultura política, la cual se concibe como un concepto
complejo que comprende creencias, actitudes, identidades y conocimientos que un
colectivo tiene hacia su sistema político, y la manera en que esto se expresa en formas
de participación política en el contexto de estructuras de poder.
Palabras clave: cultura política, participación política, sistema político, poder, inter-
disciplinariedad.

ABSTRACT:
The objective of this work it is present a view of development theoretical concept
of political culture, highlighting three key moments: the first, when the Almond and
Verba political scientists which defined the concept of cognitive orientation, affective
and evaluative that a nation has on its political system. At the same time they proposed
three forms of political cultures: parochial, of citizen and participation, which are as-
sociated respectively to three political systems: traditional, authoritarian and participa-

1 Académico de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México).

95
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 93 - 104

tion. The second moment that is addressed is the revisionist period, about the concept
of political culture of the authors mentioned, where there is a need to venture into
the field of new theoretical approaches of disciplines such as anthropology, sociology,
communication and history. This in order to update the definition of political culture.
The third moment described is the current configuration of political culture, which is
conceived as a complex concept that includes beliefs, attitudes, identities and knowled-
ge that a group has towards its political system, and the way this is expressed in forms
of political participation in the context of power structures.
Keywords: political culture, political participation, political system, power, interdisci-
plinarity.

INTRODUCCIÓN
El concepto de cultura política tiene su origen y desarrollo esencialmente en la discipli-
na de la ciencia política, a principios de la segunda mitad del siglo pasado. Esta teoría
busca realizar un abordaje de la política desde la subjetividad de los mismos actores,
ya que lo que le interesa conocer es la cultura de la sociedad sobre la política (Almond
& Verba, 1970), es decir, pretende conocer los supuestos que se forman las personas
acerca de los fenómenos políticos. De forma específica, la cultura política refiere al
análisis de las creencias, conocimientos, actitudes, identidades, formas de participación
ante fenómenos de la política. Su objetivo es explicar la forma en que los colectivos
sociales construyen los objetos del ámbito político y la influencia en la conformación
de la democracia.
La metodología que utilizan los investigadores de la cultura política es muy rica, pues
no privilegian ninguna técnica de detección en particular; más bien, los autores propo-
nen una apertura a las diversas técnicas de investigación para el estudio del pensamien-
to sociocultural de los fenómenos políticos (Tejera Gaona, 1998). En función de esto,
los estudios de cultura política logran representarla como una entidad regularmente
estática o con pocos cambios, donde a lo más, se ha enfatizado considerar la existencia
de varias culturas políticas, pues como ha señalado Lagroye (1994), hablar de cultura
política en singular es ignorar las contradicciones sociales acerca del proyecto deseable
de organización política, y los grados de relación tan dispares que los habitantes de una
sociedad mantienen con lo político.
Una más de las cuestiones fundamentales de la cultura política, es lo referente al fenó-
meno de la participación política, la que para los autores más influyentes del ámbito,
ésta determina la participación (Almond & Verba, 1970; Inglehart et al, 1994; Basá-
ñez, 1996; Moreno, 2003; Basáñez, 2006; Welzel e Inglehart, 2008; Anduiza & Bosch,
2012). En otras palabras, esta perspectiva explica que el comportamiento es resultado
de la cultura política. No obstante, también es cierto que desde las primeras investiga-
ciones de cultura política se reconoció que la influencia operaba en ambas direcciones,
es decir, que la cultura política impacta, por ejemplo, en el comportamiento político y
la estructura gubernamental, y que estos objetos a su vez tienen un influjo en la cultura

96
JOSÉ LUIS CAVAZOS ZARAZÚA / Sobre la Teoría de la Cultura Política.

(Almond, 1988). Dicho lo anterior, se describirá un panorama general del concepto se-
ñalado con el propósito de introducir sus principales elementos al análisis de la política.

LA TEORÍA DE LA CULTURA POLÍTICA DE ALMOND Y VERBA


El estudio de la cultura política por encontrarse inmerso en el terreno de las concep-
ciones teóricas de las ciencias sociales, se presenta al investigador como un dinámico
debate epistemológico centrado “en las definiciones, los paradigmas y las metodolo-
gías, con una pregunta siempre abierta sobre la interacción entre cultura e institucio-
nes” (Lanzaro, 2002, p. 44); así como en “las dimensiones, conceptos y variables que
vertebran el análisis de la cultura política actual” (Murga Frassinetti, 2008, p. 108).
El concepto de cultura política mantiene un lugar sustancial entre las perspectivas
teóricas que han formulado las ciencias sociales. Desde los orígenes de la modernidad,
la noción de cultura política se fue construyendo cuando pensadores de la democracia
como Montesquieu o Tocqueville dieron cuenta de forma más o menos precisa, de la
relación de la cultura de los pueblos con su forma de organización política. Montes-
quieu, por ejemplo, con su libro El espíritu de las leyes, -quien puede ser considerado
uno de los principales precursores de la sociología contemporánea- (Aron & Foucault,
2008), intentó correlacionar la estructura del gobierno y el funcionamiento de las leyes
con la cultura que tiene una sociedad; es decir, las disposiciones psíquicas y costumbres
de la gente constituían el espíritu o forma de ser de las leyes de un pueblo (Sabine,
2012). Tocqueville, por su parte, en su texto La democracia en América, asentaba que
los derechos políticos de la sociedad no proceden necesariamente de una organización
positiva del sistema político, sino de la participación directa de la sociedad en éste
(Touraine, 2006).
Más adelante, el papel de las bases culturales en los modos en que se organiza la polí-
tica, se fue estableciendo de manera más sólida en el contexto de las independencias
americanas, cuando se observó que la implantación de modelos democráticos prove-
nientes de otros países para asegurar la vida democrática en la formación de los nuevos
Estados, no bastaba para el buen funcionamiento de la misma, pues la cultura de la
personas se convertía en una variable determinante del tipo de sistema político que se
implantara en cada nación (Cuche, 2007).
Si bien los antecedentes del análisis de la cultura política los tenemos en los orígenes de
la ciencia política, quien por primera vez introduce el concepto en las ciencias sociales
es Gabriel Almond en 1955 (Almond, 1988). Sin embargo, la preocupación científica
sobre su estudio comenzó de manera sistemática después de la segunda guerra mun-
dial, con la publicación en 1963 del trabajo La cultura cívica. Estudio sobre la participa-
ción política democrática en cinco países (1970), por los politólogos norteamericanos
Gabriel Almond y Sidney Verba. En esta investigación, Almond y Verba tenían como
propósito comparar las diversas formas de comportamiento político en países como
Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Italia y México, para exponer los aspectos cul-
turales que favorecen o frenan el funcionamiento efectivo de las instituciones políticas

97
modernas, ya que estaban convencidos de que el tipo de cultura política definía el ca-
rácter del sistema político de estas naciones (García Jurado, 2006).
El contexto mundial en que aparece La cultura cívica, reclamaba comprender, por
ejemplo, cómo el sistema político democrático de Weimar se derrumbó surgiendo en
su lugar el nazismo. Para mediados del siglo pasado, la explicación que daban los estu-
dios de la personalidad autoritaria representada por Adorno, Marcuse y Fromm, entre
otros, se centraba en adjudicar a la estructura familiar y a la socialización infantil los
orígenes del nacionalismo, el antisemitismo y el etnocentrismo alemán; pero tal inter-
pretación no daba importancia a la comprensión del fenómeno desde la influencia de
la historia, el impacto de las vivencias en la edad adulta de las personas, así como los
procesos cognitivos autónomos (Almond, 1988) o representaciones culturales, que en
ocasiones se resisten a la determinación de las estructuras sociales sobre la conciencia
social que destaca la teoría marxista (Chartier, 2005).
En el escenario ideológico en el que surge La cultura cívica, también se trataban de
encontrar las claves culturales para establecer en varios países el idealizado modelo
democrático y capitalista angloamericano (Heras Gómez, 2002). En el ámbito cien-
tífico la influencia de la sociología cultural, la emergencia de la psicología social y la
antropología cultural, además del desarrollo de los métodos cuantitativos a través de
encuestas de opinión, fueron un marco importante de recepción en el que aparece la
investigación académica de la cultura política (Benedicto, 2004). Seguramente, el pro-
ceso de descolonización, la revolución cubana y la guerra fría también influyeron en el
desarrollo de esta perspectiva (Krotz, 2002; citado en Millán La Rivera, 2008).
En La cultura cívica, Almond y Verba (1970) definieron cultura política de una na-
ción a las “orientaciones específicamente políticas, posturas relativas al sistema po-
lítico y sus diferentes elementos” (p. 30). Para ellos, las orientaciones se constituían
por tres dimensiones articuladoras de la cultura: “1. “orientación cognitiva”, es decir,
conocimientos y creencias acerca del sistema político…; 2. “orientación afectiva”, o
sentimientos acerca del sistema político…; y 3. “orientación evaluativa”, los juicios y
opiniones sobre objetos políticos” (p. 31).
Esta primera aproximación del estudio de la cultura política, continua siendo un punto de
referencia en investigación por establecer tres patrones de orientación: cognitiva, afectiva
y evaluativa; y por definir tres formas de culturas políticas, las cuales se asocian más o
menos conforme a sistemas políticos tradicionales, autoritarios y de participación, éstas
son: de tipo parroquial, en donde no existe una diferenciación entre política, economía y
religión, los miembros de esta cultura desconocen su sistema político, no esperan nada de
éste y por lo tanto no influyen en él; de súbdito o subordinada, en la cual los individuos
sí conocen su sistema político, por lo que se pueden sentir contentos o descontentos con
éste, sin embargo la relación que mantienen con el sistema es esencialmente pasiva; y la
de participación, en la que la sociedad está totalmente orientada hacia su sistema político
como un todo, de tal manera que los sujetos tienen una participación política activa, ya sea
por la aceptación o rechazo que mantengan hacia su sistema (Almond & Verba, 1970).

98
De la misma forma, la vigencia de La cultura cívica se sostiene por concertar “el aná-
lisis comparado con la estadística y el survey” (Lanzaro, 2002, p. 45). De hecho, en la
actualidad uno de los paradigmas más dominantes en el estudio de la cultura política es
aquel que se plantea como variables de estudio las creencias, las actitudes y los senti-
mientos, expresado en una cantidad creciente de sondeos y encuestas sobre los valores
y expectativas de los votantes, que se miden a través de la metodología cuantitativa de
la encuesta, y que pone en evidencia la influencia de la investigación fundadora sobre
cultura política de Almond y Verba (García Jurado, 2006).
Alguno ejemplos representativos de esta influencia son, en primer lugar, el trabajo de
Hansen La política del desarrollo mexicano (1978), quien además de presentar en su
investigación un recorrido de los avatares de la economía mexicana, desde la indepen-
dencia hasta finales de los años sesenta del siglo XX, expone una caracterización de
la cultura política mexicana definiéndola al igual que Almond y Verba, como subordi-
nada; lo que significa que aunque el México del último lustro de los años sesenta tenía
una buena opinión de sus instituciones políticas principales, contradictoriamente, los
mexicanos de ese entonces esperan muy poco de éstas. Otra muestra de la influencia
de La cultura cívica, es la investigación de Segovia La politización del niño mexicano,
de 1975 (Castro Domingo, 2011), en la que el autor destaca el papel de los grupos
de referencia en la adquisición de los comportamientos y valores, como la influencia
que ejerce la escuela al procurar internalizar las concepciones del nacionalismo en los
niños mexicanos con el objetivo de legitimar al Estado. Asimismo, la tesis doctoral de
Peschard en 1995, Cambio y continuidad en el comportamiento electoral del Distrito
Federal, 1988/1994, que basa su exploración en la aplicación de tres cuestionarios para
medir las dimensiones de las actitudes políticas electorales: lo cognitivo, lo afectivo y
lo evaluativo (Ramos Lara, 2006). Y finalmente, el trabajo de Ai Camp La política en
México (2000), que se ocupa de la cultura política de los mexicanos, la cual analiza des-
de una amplia gama de encuestas de opinión y desde la definición de cultura política
entendida como “los valores y las actitudes relacionados con la posición y el compor-
tamiento político de cada individuo” (pág. 78).

EL PERÍODO REVISIONISTA DE LA PROPUESTA DE ALMOND Y VERBA


La trascendencia de la investigación de Almond y Verba para la ciencia política, enfo-
cada desde el paradigma positivista, y sustentado teóricamente en una definición de
cultura política clara y constituida con conceptos con alto grado operacional para su
medición, no ha estado exenta de discusiones. En principio se ha reconocido que la
cultura política es un concepto que se encuentra situado en las fronteras de disciplinas
vecinas de la ciencia política como la antropología, la sociología, la historia y la psicolo-
gía (Morán, 1999); así como con las ciencias de la comunicación que invitan a observar
la cultura política como perteneciente a un sistema de comunicación; donde además,
ésta “no se puede entender sin incluir los medios de masas.” (Luhmann, 2009, p. 327).
Respecto a lo precedente, es importante señalar que en La cultura cívica Almond y
Verba ya habían realizado un trabajo interdisciplinario al relacionar la ciencia política

99
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 93 - 104

con las aportaciones de la antropología, la sociología y la psicología social al adoptar


el concepto de cultura de la antropología norteamericana de la década de los cuarenta,
representada por Benedict, Mead, Linton y Kardiner, los cuales entendían como cultu-
ra los aspectos psíquicos del individuo, esto es: “los conocimientos, las actitudes, y los
valores de que participan los miembros de una sociedad.” (Linton, 1971, p. 51). En este
sentido, los componentes psíquicos del individuo fueron las unidades de análisis que
Almond y Verba estudiaron, además de dirigir sus conclusiones a partir de la siguiente
fórmula: la personalidad está determinada por la cultura, algo que ellos tradujeron con
el modelo teórico: el tipo de cultura política de la sociedad define el tipo de sistema
político de la nación. Empero, el problema que aquí se podría señalar no es el modelo
de explicación de los fenómenos políticos descrito, sino más bien, el debate central
estribaría en torno a la noción de cultura hasta cierta medida limitada en que se funda-
mentan (Cruces & Díaz, 1995). Esto tiene como consecuencia para los estudiosos de
la cultura política, que no sólo conciban la cultura de la misma forma que Almond y
Verba, sino que busquen otras interpretaciones sobre ésta en la historia de la antropo-
logía (Harris, 2000), que los lleve a explicar de manera más completa la complejidad de
la cultura política contemporánea (Tejera Gaona, 1998).
Del mismo modo, los estudiosos de la cultura política se beneficiarían al retomar las
nuevas dimensiones teóricas y variables de análisis de las recientes aportaciones de la
teoría social (Burke, 2007), ya que el avance teórico de la teoría social reclama nuevos
acercamientos interdisciplinarios que es importante atender. Por ejemplo, es recomen-
dable que la ciencia política renueve el diálogo con la nueva antropología cultural,
sobre todo, comprender el concepto de cultura como una trama de significados de una
sociedad encarnados en símbolos que el hombre ha creado y a través de los cuales se
encuentra inserto (Geertz, 2000). Si bien la cultura política analizada desde esta vertien-
te antropológica, ha dado lugar a la corriente interpretativa de la cultura política desde
un enfoque comprensivo (Heras Gómez, 2002), es necesario que también la ciencia
política complemente su tendencia del estudio comportamental de la cultura política,
para darle espacio a la concepción interpretativa de los significados culturales que la
colectividad guarda sobre la política. De la sociología cultural, es importante considerar
las nociones de habitus y campo social de Bourdieu, la primera noción porque implica
pensar la cultura como disposiciones estructurantes que organizan en los sujetos las
representaciones y prácticas sociales que éstos despliegan bajo determinados procesos
sociales (Cuche, 2007); y el campo social, directamente implicado a lo anterior, ayuda a
entender cómo el habitus se encuentra inmerso en un estado de relaciones de fuerzas
entre los agentes y las instituciones que participan en él, con el objeto de conservar las
creencias y comportamientos propios del campo social (Bourdieu, 2011); de tal suerte
que la cultura política pudiera analizarse a partir del marco de las representaciones
simbólicas y desde los campos sociales que la producen.
Otra de las discusiones en torno a La cultura cívica, se ha enfocado en desarrollar la
propuesta de Almond y Verba, añadiendo temas como la importancia que tienen los
aspectos históricos de la identidad de las individuos, grupos sociales, estructuras políti-
cas; el papel del contexto social como determinante de las actitudes hacia la política; así

100
JOSÉ LUIS CAVAZOS ZARAZÚA / Sobre la Teoría de la Cultura Política.

como de la realidad multicultural latinoamericana compuesta por un mosaico de regio-


nes y comunidades con gran desigualdad económica, social y política que genera dife-
rencias de universos simbólicos asociados a conflictos por el poder entre segmentos de
la misma población (Millán La Rivera, 2008). Lo expuesto hace recordar el trabajo La
democracia en México de González Casanova (1983), en donde el autor refiriéndose a
la cultura política de los años sesenta en México, explicaba que la estructura política era
determinante de la forma en que participaba políticamente la sociedad.

LA CONFIGURACIÓN ACTUAL DEL CONCEPTO DE CULTURA


POLÍTICA: VARIABLES PER SE Y NUEVAS VARIABLES DE ANÁLISIS
Desde la aparición del trabajo La cultura cívica hasta la actualidad, se han desarrollado
una serie de investigaciones a nivel nacional e internacional, que han incluido nuevas
dimensiones o variables de análisis para el estudio de la cultura política (Murga Frassi-
netti, 2008). En tal sentido, con el propósito de definir de manera más desarrollada el
concepto de cultura política, se realizó una revisión de los principales autores de esta
temática (Almond & Verba, 1970; Duverger, 1983; Almond, 1988; Sabucedo, 1988;
Inglehart et al, 1994; Lagroye, 1994; Basáñez, 1996; Morán, 1999; Ai Camp, 2000; Mo-
reno, 2003; Benedicto, 2004; Durand, 2004; Anduiza & Bosch, 2012) a partir de la cual
se le define como un concepto complejo que comprende creencias, actitudes, identi-
dades, conocimientos, dimensiones que expresan la representación que un colectivo
heterogéneo comparte sobre los elementos del sistema político, a saber: el gobierno,
los partidos, los candidatos, las elecciones; y la manera en que este pensamiento se
manifiesta a través de formas de participación política; y, al mismo tiempo, cómo lo
predicho es el resultado de los efectos de determinados agentes de socialización políti-
ca en el contexto de estructuras de poder.
Las variables de análisis que conforman la definición de cultura política, provienen de
una actitud interdisciplinaria de la ciencia política, que en su propósito de dar mejores
explicaciones de los fenómenos políticos, como se expuso antes, instala sus inves-
tigaciones en la conceptualización de las disciplinas de las ciencias sociales como la
sociología cultural, la antropología cultural y la psicología social. Por lo que desde las
mencionadas disciplinas, se considera pertinente definir los componentes que integran
el concepto de cultura política planteado, pues como señala Varela (2000), entrar en la
discusión del tema de la cultura política remite insoslayablemente a detallar los elemen-
tos que la componen.
En primer término, para definir las dimensiones del concepto de cultura formulado
para la presente investigación, se define como creencias a los juicios sociales que se
hacen las personas sobre determinados sucesos del mundo físico o social, o las aso-
ciaciones que hacen las personas entre un determinado objeto o acontecimiento con
determinados atributos (Garrido & Álvaro, 2007). Como parte del análisis de los siste-
mas de creencias, Inglehart et al (1994) propuso la teoría de la revolución de los valores
materialistas a valores posmaterialistas, como un proceso más o menos continuo que
ha estado experimentando el mundo, sobre todo a partir los años sesenta del siglo pa-

101
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 93 - 104

sado. Para el autor, los valores materialistas se asocian al bienestar material y seguridad
física, mientras que los valores posmaterialistas tienen que ver con la autorrealización
personal y la participación política. Sin embargo, es pertinente señalar que al parecer
dicha revolución cultural está retornando a la valoración de la seguridad individual,
social y colectiva en dimensiones globales, como resultado de la creciente inseguridad
social en todos los órdenes de la vida (Díez Nicolás, 2011).
La actitud se concibe como la disposición favorable o desfavorable que los individuos
y grupos sociales tienen respecto a un problema en un momento determinado (Mont-
mollin, 2008). En cuanto la identificación partidista, se le define como la vinculación o
autodefinición positiva que establecen las personas con los partidos políticos (Aguilar
López, 2008). El conocimiento, por su parte, es la información sobre una cosa o fe-
nómeno que posee un grupo social determinado. Más en concreto, el conocimiento
político trata de la información específica que tiene una grupo de personas sobre la
política, por lo que la acumulación considerable de conocimiento político puede ser
una dimensión explicativa de la formación de actitudes políticas (Adamo & García
Beaudoux, 2002).
Respecto a la variable participación política, se le define como todo tipo de comporta-
miento realizado por una persona o grupo con la intención de transformar en alguna
medida los asuntos de carácter público, la cual se divide en dos tipos: participación
política convencional y no convencional. La primera de ellas la integran comporta-
mientos asociados a los procesos electorales como votar, apoyar económicamente a un
partido, militancia, convencer a otros para que voten, entre otras. Mientras que la no
convencional se compone de conductas relacionadas a críticas políticas en medios de
comunicación, huelgas, boicots, manifestaciones, daños a la propiedad, violencia per-
sonal, etcétera (Sani, 1982; Sabucedo, 1988; Molero, 1998; Contreras-Ibáñez, Correa
Romero, García & Barragán, 2005; Anduiza & Bosch, 2012).
Otra de las concepciones teóricas para pensar la participación política, es la referente
a las denominadas culturas políticas contemplativas y combativas (Basáñez, 1996; Ba-
sáñez, 1998; Basáñez, 2006), las cuales corresponden con las formas de participación
política convencional y no convencional, respectivamente. Para Basáñez, las culturas
contemplativas que caracterizan a los países latinoamericanos, son orientadas por un
núcleo de valores instituidos por la familia, las amistades y la vida religiosa, los que por
su propia identidad se presentan resistentes a la libertar y el progreso; mientras que las
culturas combativas, principalmente angloamericanas, se distinguen por tener un alto
grado de concientización política, con la tendencia favorable hacia una ética en direc-
ción al progreso y hacia el espíritu crítico.
Algunos autores (Lagroye, 1994; Benedicto, 2004; Vallès, 2008) han señalado que para
comprender mejor el fenómeno de la cultura política, es relevante investigar la forma
en que fue construida, es decir, dar cuenta de dónde se adquiere, cómo se conserva y
modifica. Para ello, proponen el análisis de la socialización política, que se conceptuali-
za como el proceso de incorporación de actitudes, creencias, conocimientos, valores e
ideologías políticas, que las personas adquieren de agentes de socialización que se clasi-

102
JOSÉ LUIS CAVAZOS ZARAZÚA / Sobre la Teoría de la Cultura Política.

fican en tres grupos: los grupos primarios como la familia, los amigos, los vecinos; los
grupos secundarios como los sistemas educativos, los partidos, la iglesia, los medios de
comunicación y las ONG; y por último los grupos de referencia como la clase social,
la creencia religiosa, la profesión, los rasgos étnicos y el origen nacional.
Por último, el concepto de política se define como la acción social que tiene como fina-
lidad incidir en la trasformación de las estructuras de poder (Varela, 2000); por tanto, el
ejercicio de participación ciudadana en base a la cultura política, producirá efectos en la
organización política. Idealmente se espera que la cultura política sea participativa para
que la consecuencia sea la democratización del sistema político.

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106
LAS CONSTITUCIONES DE BRASIL

Tadeu Maesse1

RESUMEN
La República Federativa del Brasil tuvo su independencia en el año 1822, desde en-
tonces ha sido objeto de varias formas de gobierno, desde la monarquía, en que tenía
cuatro formas de gobierno, siendo el principal de ellos, el poder moderador, que fue
ejercido por Don Pedro I. Ya en la primera República de Brasil las elecciones eran in-
directas y el voto voluntario, caracterizado por el poder de los coroneles en la política,
siendo la votación abierta y marcada por el fraude electoral, luego hubo el período de
la dictadura, donde la concentración del poder Ejecutivo era ejercido por el Ejército,
luego después de una elección indirecta de un civil durante la dictadura, se adoptó la
nueva República, donde cuenta con las votaciones y elecciones directas y obligatoria
para todas las clases sociales. Este artículo tiene por objeto contribuir con una visión
global e histórica de las Constituciones de Brasil del período de 1822 hasta nuestros
días, a través de una revisión de la literatura nacional.
Palabras claves: Gobierno; República; Dictadura; Voto; Constituciones.

ABSTRACT
The Federative Republic of Brazil had its independence from their colonizers in 1822,
since then several forms of government have undergone, from monarchy, in which
there were four powers, main of them, the moderating power, which was exercised by
the Emperor Don Pedro I. The indirect elections and its census and voluntary voting,
through the first Brazilian republic, was a period characterized by the power of the co-
lonels in politics, being open vote marked by electoral fraud, after there was the period
of dictatorship, in which the concentration of the executive power was dominated by
the army, after an indirect election of a Civil during the dictatorship, was adopted the
new Republic, through which direct and compulsory voting and elections were for all
social classes. This article aims to contribute to a comprehensive and historical view
of the Brazilian Constitutions of 1822 period to present days, through a review of
national literature.
Keywords: Government; Republic; Dictatorship; Vote; Constitutions.

1 Especialista en Derecho Penal Faculdade Internacional Signorelli (Brasil) .

107
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 105 - 111

INTRODUCCIÓN
El Brasil desde su independencia política en 1822, ha construido una rica historia po-
lítica, formada por momentos de gran inestabilidad democrática, alternando con otros
momentos de mayor estabilidad y respeto de los derechos humanos fundamentales.
A lo largo de la historia de Brasil la democracia y el derecho al voto fueron albos de
ataques políticos constantes y, en varias ocasiones, extintos de la sociedad.
Desde que Brasil se ha desactivado del estado colonial, a través de la Declaración de
Independencia, existieron siete (7) Constituciones federales, y no todas contemplaban
la democracia.
Para entender el contexto actual, en el que la democracia está ubicada es importante
analizar el pasado de las relaciones entre Brasil y la democracia. Para ello, se presentará
un estudio sobre la historia de las Constituciones de Brasil y su relación con la demo-
cracia y el derecho al voto.

DESARROLLO
Constitución del Imperio (1824)
Con la independencia de Brasil, el 07 de septiembre 1822 se inició la Era Imperial
brasileña.
El 25 de marzo de 1824, el emperador Pedro I trazó la primera Constitución brasileña,
conocida como la Constitución Política del Imperio del Brasil. Esa Constitución estu-
vo vigente hasta el 11/15/1889.
Todo el período monárquico se ha rígido por la Constitución de 1824, que, aunque
tuviera un concepto de democracia, en la práctica, no había nada democrático. Ese
período ha sido considerado por los historiadores como una “constitución antide-
mocrática”. La elección en ese período era indirecta y el voto era opcional, es decir,
sólo una pequeña parte de la población tenía derecho a elegir a sus representantes: los
hombres mayores de 25 años y los que tenían un ingreso superior a 100.000 reis anual.
En consecuencia, en la práctica pocos decidían el futuro de muchos.
Se puede decir, también, que los derechos políticos se limitaban a un grupo de personas que
tenían un cierto nivel de ingresos, con exclusión de la población pobre, como empleados,
esclavos, entre otros. También cabe destacar la instalación de un complejo proceso jerárqui-
co de las elecciones a través de reuniones, lo que limita el círculo de participantes.
Debe tenerse en cuenta que el punto de esta Constitución más llamativo es lo que Ben-
jamin Constant lo llamó formulación cuadripartita, que se presentan, además de los
poderes ejecutivo, legislativo y judicial, un cuarto poder: el poder moderador.
En resumen, el poder moderador del emperador, le daba el derecho de decidir acerca
de todo. Por lo tanto, en la práctica, aunque un grupo limitado elegía a algunos repre-
sentantes, era inútil si no estaban de acuerdo con la opinión del emperador.

108
TADEU MAESSE / Las Constituciones de Brasil.

La constitución de la Vieja República (1891)


La monarquía comenzó a debilitarse a partir de 1860 y varios acontecimientos han sa-
cudido, como: la insatisfacción de los militares durante la Guerra del Paraguay, en 1968;
Manifiesto del Centro Liberal en 1869; Manifiesto Republicano en 1870 y las fuertes
barreras entre la Iglesia católica y la monarquía en 1874. El Imperio sin sus “pilares
de apoyo” se derrumbó, y en el 15 de noviembre de 1889, se proclamó la República,
que de hecho, se trata más de un golpe militar y armado que cualquier movimiento de
la población. Así nació la República, pero sin legitimidad. Con el Decreto número 1
del 11/15/89, se instaló en Brasil el gobierno provisional, que duró hasta 1891, y tenía
la misión de consolidar el nuevo régimen y promulgar la primera Constitución de la
República. (LENZA in SILVA, 2015).
A través de una Asamblea Constituyente en el 24 de febrero, 1891 se anunció la prime-
ra Constitución republicana de Brasil, llamada de Constitución de los Estados Unidos
del Brasil.
Con esta constitución se abolió la monarquía, y se estableció la forma republicana de
gobierno y la forma federativa de Estado (artículo 1). Las provincias se transformaron
en estados de la Federación y la capital en Distrito Federal, que sigue siendo la capital
de la Unión (art. 2). Fue adoptado el régimen representativo y se optó por el sistema
presidencial, siguiendo el modelo estadounidense. El poder moderador fue extinguido
y fueron adoptando sólo tres poderes (el poder legislativo, ejecutivo y judicial), como
órganos de la soberanía nacional, todos armónicos y independientes entre sí, inspira-
dos en la teoría clásica de la división tripartita de poderes de Montesquieu (art.15º ).
(SILVA, 2015)
La Constitución de 1891, así como las que la sucedieron no establecieron el voto censo.
No había, por tanto, un gran adelanto en relación al sufragio universal, y si numerosas
restricciones, una vez que solo podían votar los hombres mayores de 21 años alfabe-
tizados, por lo tanto, se excluía: menores de 21 años, las mujeres, los analfabetos, los
soldados y religiosa. Además, el voto era opcional y abierto.
Aunque se considera más democrático que la Constitución de 1824, la participación
popular aún no fue efectiva. Este período se caracterizó por el poder de los coroneles
en la política, el voto abierto y el fraude electoral. El ejercicio efectivo de la democra-
cia era el privilegio de la oligárquica y líderes regionales. Aunque el derecho a voto se
extendió a otros individuos en realidad prevalecido los poderes de segmentos oligár-
quicos regionales. (SILVA, 2015).

Constitución de la República de los Estados Unidos del Brasil 1934


Como resultado de la Revolución de 1930 se abolió la “República Vieja”, en esa nueva
etapa de la historia de Brasil, el representante del país era Getulio Vargas, que en el
16 de julio, 1934, decreto la formación de la Constitución de los Estados Unidos del
Brasil.

109
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 105 - 111

La Constitución de 1934 mantuvo parte de la constitución anterior como: la república,


la federación, la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) independientes y
coordinados entre sí, el presidencialismo y el gobierno representativo.
El punto principal de esta Constitución fue el establecimiento del voto secreto, que no
se contemplaba en las constituciones anteriores. A partir de esto la Constitución esta-
blece el voto obligatorio para mayores de 18 años, lo que reduce la edad del derecho
electoral, las mujeres también pasan a tener derecho al voto, pero sólo aquellas que
ocupaban un cargo público remunerado.
Se observó una mayor participación popular, pero no se puede hablar sobre una de-
mocracia ideal, ya que los analfabetos, mendigos, militares hasta el rango de sargento y
religiosos, no tenían el derecho a la participación política.

Constitución de los Estados Unidos del Brasil 1946


Con la caída de Getúlio Vargas y el fin del Estado Nuevo, la Asamblea Nacional Cons-
tituyente fue establecida, con el objetivo de poner fin a los instrumentos represivos
creados durante ese período. En el 18 de septiembre de 1946, una nueva Constitución
fue promulgada y recuperó los principios democráticos y sociales que fueron consagra-
dos en la Constitución de 1934 y abolida por el Estado Nuevo de 1937.
El voto obligatorio y secreto se mantuvo para mayores de 18 años, y la participación
se extendió a todas las mujeres, no sólo para las que ocupaban cargos públicos. Sin
embargo, los analfabetos, los mendigos y los soldados, seguían excluidos.
En general, la Constitución de 1946, fue una Constitución liberal, ya que la libertad de
expresión y de prensa suprimida en la Constitución anterior, fue readquirida por los
ciudadanos.
Por lo tanto, la Constitución de 1946 de Brasil fue la premisa del progreso eminente-
mente de la democracia y de los derechos fundamentales de los ciudadanos brasileños.

La Constitución del Brasil de 1967 y la Enmienda Constitucional 1 de 1969


Después del golpe de 1964, en el que el presidente João Goulart fue destituido, se con-
virtiendo en presidente Humberto de Alencar Castelo Branco Mariscal, que perma-
neció en el poder hasta 1966. Sin embargo, los militares ejercieron una fuerte presión
sobre el Presidente Castelo Branco, que cometió algunos actos, como la extinción de
los partidos políticos, la cancelación de las elecciones presidenciales de 1965, lo que
extendió su mandato hasta 1967 y la aprobación de la Constitución de 1967.
El acto Institucional no. 4 asignado por Castelo Branco en 1967 y con los miembros
de la oposición fuera del gobierno, el Congreso Nacional recibió el poder originario
(ilimitado y soberano), tal acto fue redactó bajo la presión de los militares.
Con esta Constitución los militares buscaban legalizar e institucionalizar la dictadura
militar, que comenzó con el golpe de Estado de 1964, ampliando el poder del ejecutivo

110
TADEU MAESSE / Las Constituciones de Brasil.

contra el poder legislativo y el poder judicial. Fue una época marcada por el autori-
tarismo, la supresión de las garantías constitucionales y la censura de los medios de
comunicación.
La Constitución de 1967 recibió en 1969 una nueva redacción conforme la Enmienda
Constitucional Nº 1, aprobado por los ministros militares que se encontraban en el
ejercicio de la Presidencia, ya que el entonces Presidente Costa e Silva se encontraba
enfermo. Es considerado por algunos estudiosos como una nueva Constitución. José
Afonso da Silva (2015) afirma:
Teóricamente y técnicamente, no se trataba de una enmienda, pero de una nueva cons-
titución. La enmienda sólo sirvió como mecanismo de concesión, ya que realmente
promulgó el texto en su refundición, empezando por el nombre que se le dio a ella, la
Constitución de la República Federativa del Brasil, mientras que la de 1967 fue llamada
sola de Constitución de Brasil. (SILVA, 2015, p.89)
El propio Supremo Tribunal reconoce que, excepto en el aspecto formal, como una
nueva Constitución: “La Enmienda 1, 1969, asciende a una nueva constitución por su
estructura y por la determinación de que los dispositivos anteriores siguen en vigor.”
La Constitución de 1967, modificada por la Enmienda Constitucional n. 1/69 inten-
sificó la concentración de poder en el Ejecutivo dominado por el ejército y, permitió
la sustitución del presidente por una junta militar, a pesar de existir un vicepresidente,
Pedro Aleixo.
El Gobierno ha adoptado otras medidas, como la promulgación de una Ley de Seguri-
dad Nacional, que restringió severamente las libertades civiles en el marco de la lucha
contra la subversión, y la Ley de Prensa, que estableció la Censura Federal.
Sucede que, durante el régimen militar numerosas protestas sociales han tomado el
país para recuperar la democracia y otros derechos ya obtenidos por la legislación
anterior. Como explícita Barreiros Neto, una de las principales campañas contra el
gobierno militar fue la ‘directa ya’:
El 12 de enero de 1984, en Boca Maldita, en Curitiba, se lleva a cabo, el primer mitin
de la campaña de “directa ya.” A partir de esta reunión, varias otras comienzan a suceder
en todo el país. En 25 de enero de 1984, día del aniversario de 430 años de la fundación
de la ciudad de São Paulo, una gran manifestación se llevó a cabo en São Paulo, reuniendo
a miles de personas. Figuras políticas de diversas tendencias, como Ulysses Guimarães,
Teotonio Vilela, Tancredo Neves, Fernando Henrique Cardoso, Leonel Brizola y Luis
Inácio Lula da Silva se tornaran presentes constantemente en las manifestaciones a favor
de elecciones directas, que movilizo todo el país y denotan el fracaso del régimen militar.
(BARREIROS NETO, 2009)
Los militares dejaron el poder con la elección indirecta para presidente el 15 de enero
de 1985, cuando Tancredo Neves fue elegido como el primer presidente civil de Brasil
después de 21 años, derrotando al candidato Paulo Maluf.

111
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 105 - 111

Sucede que en la víspera de su toma de posesión, el presidente electo muere a causa


de un problema intestinal, asumiendo entonces su vice José Sarney, comenzando el
período conocido como la “Nueva República”.

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL EN 1988


La Nueva República trajo grandes cambios en relación con el régimen militar, como lo
destaca Barreiros Neto (2009):
Con el inicio de la “Nueva República”, Brasil toma el camino de la democracia. Se editó,
así la Enmienda Constitucional n. 25, estableciendo varios cambios políticos en el país,
tales como el establecimiento de elecciones directas para presidente por el sistema de mayoría
absoluta (dos turnos); la convocatoria de las elecciones del 15 de noviembre fue para: alcal-
des de capitales, municipios considerados áreas de seguridad nacional y para los concejales
y alcaldes de nuevos municipios; el permiso de las coaliciones en las elecciones para alcalde;
la representación del Distrito Federal en el Congreso, con tres senadores y ocho diputados;
la derogación de la lealtad al partido; la concesión del derecho de voto a los analfabetos y
la flexibilización de las normas existentes para organizar partidos políticos. Poco después,
por medio de la Enmienda Constitucional Nº 26, convocada por el presidente José Sarney,
para elegir la Asamblea Nacional Constituyente, con el fin de dar a luz a una nueva
constitución para Brasil, propagadora de la construcción de un Estado democrático de la
ley en nuestro país. (BARREIROS NETO, 2009).
Por lo tanto, la Constitución Federal de 1988 asegura que la República Federativa de
Brasil constituye un Estado democrático, lo que significa decir que el Estado deberá
rendir a las disposiciones constitucionales, las leyes y la voluntad del pueblo. Entre
los fundamentos de esta, la soberanía popular y la ciudadanía son conceptos de los
derechos políticos. Por lo tanto, es de suma importancia para la democracia el derecho
de participación del pueblo en el ejercicio del gobierno. Esta participación es a través
del sufragio universal, que se considera la mayor expresión política. Y la Constitución
Federal da el voto las siguientes características: directo, libre, periódica, muy personal,
igual, secreto y obligatorio.
Por lo tanto, considerada como ‘Constitución Ciudadana ‘ tiene como objetivo el ejer-
cicio del voto, hoy en día, se puede definir como un derecho o una obligación para
todos los ciudadanos expresar sus derechos políticos.

112
TADEU MAESSE / Las Constituciones de Brasil.

BIBLIOGRAFÍA
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sultaprodutobibliotecaguiad&pagina=constituicaoanterior:1988>. Acesso em
09, jun, 2015.

113
ESTADO, CIUDADANÍA Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA
DESARROLLO HISTÓRICO-CONCEPTUAL CONTEMPORÁNEO

Lic. Alberto César Molina1

RESUMEN
El presente texto pretende describir las diferentes tradiciones conceptuales más rele-
vantes que forjaron la conceptualización de la “ciudadanía” en Latinoamérica: T. H
Marshall y su clásico “Ciudadanía y clase social” (1949). Su proceso dominante y sus
criticas (Manuel Garreton, Josè Nun)
Seguidamente recorre los nuevos constructos teóricos que reflejan el estado de si-
tuación de la relación Estado-Política y las nuevas ciudadanías en la actualidad: Will,
Kimlicka, Iris Marion Young, Sonia Fleury, Alvaro García Linera,
Todo este proceso enmarcado históricamente en el debate político contemporáneo de
la “Patria Grande”.

ABSTRACT
This paper aims to describe the most important conceptual traditions that forged the
conceptualization of “citizenship” in Latin America: T. H Marshall and his classic
“Citizenship and Social Class” (1949). Its dominant process and its critics (Manuel
Garreton, Jose Nun)
Then, the text covers new theoretical constructs that reflect the state of situation of
relationship between State-Policy and new citizenships that are registered today: Will,
Kimlicka, Iris Marion Young, Sonia Fleury, Alvaro Garcia Linera, this whole process
historically is framed in contemporary political debate of the “Patria Grande”.

1 Licenciado en Ciencia Política y Administración Pública, Facultad de Ciencias Políticas y


Sociales, Universidad Nacional de Cuyo (Argentina). Docente de la Cátedra Virtual para la
Integración Latinoamericana. Correo: [email protected] Tel: +5492615182112

115
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 113 - 121

1. INTRODUCCIÓN
“Esto es, en suma, la ciudad:
el espacio donde nacen y se ejercen
los derechos y deberes de ciudadanía,
y donde el ciudadano se constituye
como el elemento esencial de la vida social”
(Carrión: 2007, 52).
En los albores del siglo XXI los modelos tradicionales de política, democracia y ciu-
dadanía que constituyeron los Estados y sociedades del todo el siglo pasado, están
siendo profundamente cuestionados. Dichas discusiones, no surgen exclusivamente
desde el plano analítico, sino de las mismas condiciones materiales de transformación
construidas e impuestas por los sectores dominantes –especialmente a partir del neo-
liberalismo- y de las respuestas creativas dadas por los nuevos sujetos sociales y polí-
ticos emergentes –nuevos movimientos sociales, minorías étnicas, religiosas, sexuales,
etc.- que abordan el espacio público.

2. T. H. MARSHALL Y LA CONCEPCIÓN TRADICIONAL DE CIUDADANÍA


La teoría de ciudadanía más influyente en el siglo XX en Occidente la constituyó el
modelo de ciudadanía construido por Thomas Humphrey Marshall y aplicado desde
una espacio-temporalidad concreta: la Europa Occidental en el período de posguerra
mundial. Se expresó a través de una serie de Conferencias dadas en la Universidad de
Cambrigde en 1949 y publicadas en 1950 bajo el título “Ciudadanía y clase social”. El
temprano impacto de la ciudadanía sobre la clase social es el núcleo de su obra. “Mi
preocupación principal es la ciudadanía y mi interés especial es su impacto sobre la
desigualdad social” (Marshall, 2004: 36).
Para Marshall,2 la principal inquietud es la igualdad humana, su desarrollo y crecimiento
en una sociedad de mercado, que posee como principal valor la distinción y diferenciación
clasista que pone en peligro, precisamente, dicha igualdad. “Hay una especie de igualdad
humana básica asociada con el concepto de membresía plena de la comunidad –o, como
yo diría, de ciudadanía- que no es inconsistente con las desigualdades que distinguen
los variados niveles económicos de la sociedad. Con otras palabras, la desigualdad del
sistema de clases sociales puede ser aceptable siempre que se reconozca la igualdad de
la ciudadanía” (Marshall, 2004: 19). Y continúa, planteándose cuatro preguntas sobre

2 “Marshall era un sociólogo destacado, con una considerable experiencia como académico y
como funcionario. Era también un heredero de las tradiciones del socialismo ético francés,
fuertemente orientadas desde el siglo XIX a promover por distintos medios la igualdad social.
No es extraño, entonces, que se volviese un convencido defensor y estudioso del Estado de
Bienestar…” (Nun, 2000: 55).

116
ALBERTO CÉSAR MOLINA / Estado, Ciudadanía y Política en América Latina Desarrollo Histórico-Conceptual Contemporáneo.

la hipótesis de igualdad de la ciudadanía “¿Sigue siendo cierto que la igualdad básica,


cuando está enriquecida en sustancia y corporizada en los derechos formales de ciu-
dadanía, es consistente con las desigualdades de la clase social? ¿Sigue siendo cierto
que la igualdad básica puede crearse y preservarse sin invadir la libertad de mercado
competitivo? ¿Cuál es el efecto del marcado desplazamiento del énfasis de los deberes
a los derechos? ¿Parece haber límites, que el moderno impulso a la igualdad social no
puede o es improbable que supere?” (op. cit, 20).
El autor divide la ciudadanía en tres partes o elementos, que los desarrolla según el
devenir histórico que habrían tenido en Inglaterra: civil, político y social.
El elemento civil “está compuesto por los derechos necesarios para la libertad indivi-
dual de la persona, libertad de palabra, pensamiento y fe, derecho a poseer propiedad3
y concluir contratos validos, y el derecho a la justicia. El último es de un orden diferen-
te a los otros porque es el derecho a defender y afirmar todos los derechos propios en
términos de igualdad con otros mediante el debido proceso legal.”(op. cit. 21). Institu-
ción directamente asociada: los tribunales de justicia. Seguidamente el elemento político:
derecho a participar en el ejercicio del poder político, como miembro de un organismo
dotado de autoridad política o como elector de los miembros de tal organismo.” (Ibíd.)
Instituciones directamente asociadas: parlamento y consejos del gobierno local.
Finalmente el elemento social: “toda la variedad, desde el derecho a una medida de
bienestar económico y seguridad hasta el derecho a compartir plenamente la herencia
social y a llevar la vida de un ser civilizado según las pautas prevalecientes en la socie-
dad”4 (Ibíd.). Instituciones directamente asociadas: sistema educacional y los servicios
sociales.
A su vez, Marshall identifica la aparición de cada uno de estos elementos en un proceso
evolutivo y continuo, asignando como “el periodo formativo de la vida de cada uno a
un siglo diferente: los derechos civiles al XVIII, los políticos al XIX y los sociales al
XX. Estos periodos deben tratarse con elasticidad y existe cierta evidente superposi-
ción, en especial entre los últimos dos.” (op. cit. 24).
Así, Marshall define la ciudadanía como “una condición otorgada a aquellos que son
miembros plenos de una comunidad. Todos los que poseen la condición son iguales con
respecto a los derechos y deberes de que está dotada esta condición”, resaltando que “No
hay ningún principio universal que determine cuales deben ser esos deberes y derechos,
pero las sociedades en que la ciudadanía es una institución en desarrollo crean la imagen
de una ciudadanía ideal con la cual puede medirse el logro y hacia la cual deben dirigirse
las aspiraciones. El impulso a avanzar por el camino así trazado es un impulso hacia una
medida mas plena de igualdad, un enriquecimiento de la materia con la que está hecha la
ciudadanía y un incremento en el numero de aquellos a los que se otorga la condición. La

3 Entendiendo el autor que éste derecho “no es un derecho a poseer propiedad, sino un dere-
cho a adquirirla, si uno puede, y a protegerla, si se la puede adquirir” (Marshall: 2004, 42).
4 Entendiendo el autor que éste derecho “no es un derecho a poseer propiedad, sino un dere-
cho a adquirirla, si uno puede, y a protegerla, si se la puede adquirir” (Marshall: 2004, 42).

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 113 - 121

clase social, por otra parte, es un sistema de desigualdad.” (op. cit. 36).

3. CAMBIOS EN EL PROCESO CIUDADANO CONTEMPORÁNEO


Como expresamos anteriormente, el trabajo de Marshall ha constituido la teoría es-
tructurante por muchas décadas del pensamiento formal-institucionalista-liberal en
Ciencia Política. Y aunque para su época tenga aspectos positivos y novedosos5, no
son menores las críticas contemporáneas al mismo.
Primeramente la periodización histórica-lineal del desarrollo de los elementos de la
ciudadanía. Esta corresponde a Europa, y específicamente a Gran Bretaña. Por lo
tanto, tratar de universalizar dicho procesos, traspolándolos a otras latitudes, como el
modelo único con el que cada Estado debió desarrollar su ciudadanía, es, por lo menos
equívoco, y tanto mas eurocéntrico y negador de las realidades particulares de cada
Estado-nación, especialmente los latinoamericanos. Esto no quiere decir que el autor
haya concebido de manera errónea el nacimiento de la ciudadanía ampliada, sino que
las realidades concretas presentan su propia identidad. Como afirma Fernando Calde-
rón “…la experiencia europea para América Latina es desde luego fundamental como
lección histórica, pero no como paradigma…” (Calderón: 2004, 104).
Las particularidades históricas de América Latina nos llevan a resaltar lo expresado
por Manuel Garretón “…una singularidad histórica original. Estas sociedades fueron
constituidas desde el Estado6…” (Garretón: 2004, 229) Esto nos lleva a postular una
inversión en el surgimiento de los derechos ciudadanos. Lejos de cierta secuencialidad,
la inversión y yuxtaposición en el surgimiento de los derechos resulta en la construc-
ción de una ciudadanía particular latinoamericana, fruto de su propia identidad, con
sus luces y sombras.
La concepción marshalliana suele ser denominada de ciudadanía pasiva o privada, dado
su énfasis en los derechos puramente pasivos y en la ausencia de toda obligación de
participar en la vida pública. Esta crítica “proviene del ataque de la Nueva Derecha a la
idea de ´derechos sociales´. Estos derechos siempre fueron resistidos desde la derecha,

5 “Por una parte, las conferencias de Marshall dotaron de ciertos anclajes institucionales con-
cretos a los derechos humanos que un año antes habían proclamado las Naciones Unidas, po-
niendo a la vez de manifiesto que tales derechos sólo son realizables si se dan determinadas
condiciones materiales. Por otra parte establecieron el carácter multidimensional de la noción
de ciudadanía, compuesta como mínimo por tres elementos: el político, el civil y el social.”
(Nun, 2000: 56).
6 “…hablar del Estado nunca es hablar de un dato sino de una construcción, de un artefacto
cultural que aparece, a la vez, como el producto y la expresión de determinados conflictos y
tradiciones, cristalizados en conjuntos históricamente específicos de instituciones y de prác-
ticas. De ahí el papel que han jugado los intelectuales en elaborar la teoría de su soberanía o
en establecer sus articulaciones con la sociedad civil y, sobre todo, en erigirlo en Occidente,
en los dos últimos siglos, en el portador de proyectos colectivos que, según los momentos y
lugares, se condensaron en el nacionalismo, en la modernización, en la justicia o en el desa-
rrollo. Decir Estado, entonces connota siempre experiencias particulares” (Nun: 2000, 63).

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ALBERTO CÉSAR MOLINA / Estado, Ciudadanía y Política en América Latina Desarrollo Histórico-Conceptual Contemporáneo.

con el argumento de que (a) son incompatibles con la idea de libertad negativa y con
los reclamos de justicia basados en el mérito, (b) son económicamente ineficientes, y
(c) nos hacen avanzar en el camino hacia la servidumbre” (Kimlicka: 2004, 9).
Lejos estamos de hallar evidencia empírica que demuestren que las reformas impulsa-
das por la Nueva Derecha desde los años ochenta, hayan construido en el sentido de
una ciudadanía responsable.7
Finalmente, aun en aquellos que reivindican las categorías marshallianas, la ven incom-
pletas y caducas, ya que el esquema original no considera el creciente pluralismo social
y cultural de las sociedades modernas. El mismo Tom Bottomore8 sugiere una actua-
lización sobre las “nuevas cuestiones que surgen…concernientes a la relación entre
ciudadanía formal y sustantiva; la conexión entre derechos y ciudadanía; las concep-
ciones diferentes y conflictivas de la naturaleza y la magnitud de los derechos sociales”
(Marshall: 2004, 133).

4. NUEVAS REALIDADES, NUEVOS CONCEPTOS


Así, a lo largo de las últimas décadas, diferentes autores comenzaron a re-indagar so-
bre la ciudadanía, experimentándose una “verdadera explosión”9 de estudios sobre la
temática. Aquí destacaremos los que hemos considerado más pertinentes para nuestro
análisis de las urbanizaciones cerradas en el Gran Mendoza.
José Nun -no desconociendo sus bases marshallianas- expresa que “…la ciudadanía
no es un mero dato, sino una construcción social que se funda, por un lado, en un
conjunto de condiciones materiales e institucionales y, por el otro lado, en una cierta
imagen del bien común y de la forma de alcanzarlo. Lo que equivale a decir que siem-
pre es objeto de una lucha, por más que en determinados lugares ésta puede haberse
resuelto desde hace mucho y haya tendido a naturalizarse así una forma particular de
construcción de la ciudadanía” (Nun, 2000: 66).
En ésta misma línea, la politóloga peruana Virginia Vargas Valente analiza “La ciuda-
danía es una categoría en construcción. Históricamente su contenido ha variado a lo

7 Las reformas impuestas por el neoconservadurismo “…pretendían extender la acción de los


mercados en la vida de la gente –mediante el libre comercio, la desregulación, la reducción de
impuestos, el debilitamiento de los sindicatos y el recorte de los seguros de desempleo- con el
propósito, al menos parcial, de enseñarle las virtudes de la iniciativa, la confianza en sí mismo
y la autosuficiencia (…) Sin embargo, muchas iniciativas desregulatorias condujeron a una era
de voracidad y de irresponsabilidad económica sin precedentes…las desigualdades de clase
se exacerbaron y los desempleados y trabajadores pobres fueron efectivamente “desciuda-
danizados” al volverse incapaces de participar en la nueva economía de la Nueva Derecha”
(Kimlicka: 2004, 11).
8 Este autor escribe un capitulo de reactualización “Ciudadanía y clase social, cuarenta años
después” a la reedición del libro de T. H. Marshall del año 2004.
9 Para mayor detalle de éste crecimiento en los estudios teóricos de ciudadanía, ver: Kymlicka,
W. y Norman, W. (1994).

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 113 - 121

largo de los siglos (desde la época de los griegos) y ha cobrado nuevos contenidos en lo
que se ha dado en llamar la ciudadanía moderna, que surge en los siglos XVIII y XIX,
según los países y regiones, y que marcan el paso de una sociedad estamental a una
moderna. A los largo de los tiempos, las concepciones y contenidos de la ciudadanía se
han ido ampliando y complejizando, en un permanente proceso alimentado ya sea por
la rectificación de los derechos existentes (Lister habla de dar sustancia a los derechos
existentes), ya sea por el descubrimiento de las nuevas exclusiones que se iban gene-
rando” (Vargas: 1999, 125).
Will Kimlicka nos introducen el la dicotomía ciudadana de igualdad-pluralidad. “La ciu-
dadanía no es un status legal definido por un conjunto de derechos y responsabilidades.
Es también una identidad, la expresión de la pertenencia a una comunidad política…
Con el tiempo ha resultado claro, sin embargo, que muchos grupos –negros, mujeres,
pueblos aborígenes, minorías étnicas y religiosas, homosexuales y lesbianas- todavía se
sienten [y nosotros diremos que efectivamente lo son] excluidos de la “cultura compar-
tida”, pese a poseer los derechos comunes propios de la ciudadanía. Los miembros de
tales grupos se sienten excluidos no sólo a causa de su situación socioeconómica sino
también como consecuencia de su identidad sociocultural: su “diferencia” (Kimlicka:
2004, 27).
Así, los hombres y mujeres, miembros de esos grupos excluidos, serían incorporados
a la comunidad política no sólo como individuos sino también a través del grupo, y
sus derechos dependerían en parte de su pertenencia a estos grupos o movimientos
sociales. (Op. cit., 28).
Una de las mas influyentes pensadoras del pluralismo cultural es Iris Marion Young,
quien señala que el intento de crear una concepción universal de la ciudadanía que tras-
cienda las diferencias grupales es fundamentalmente injusto, porque históricamente
conduce a la opresión de los grupos excluidos: “en una sociedad donde algunos grupos
son privilegiados mientras otros están oprimidos, insistir en que, como ciudadanos, las
personas deben dejar atrás sus filiaciones y experiencias particulares para adoptar un
punto de vista general, sólo sirve para reforzar los privilegios. Esto se debe a que la
perspectiva y los intereses de los privilegiados, tenderán a dominar este público unifi-
cado, marginado y silenciado a los demás grupos” (Young: 1989, 257).
Las razones básicas que esgrime Young para señalar que la genuina igualdad necesita
reafirmar las diferencias grupales son que, primeramente que los grupos culturalmente
excluidos están en desventaja de cara al proceso político y “la solución consiste al me-
nos parcialmente en proveer medios institucionales para el reconocimiento explícito y
la representación de los grupos oprimidos” (Young, 1989, 259). Segundo, los grupos
culturalmente excluidos tienen necesidades particulares que sólo se pueden satisfacer
mediante políticas diferenciadas.
Claro está que las diferenciaciones propugnadas por Young son para los grupos histó-
ricamente excluidos y dominados, para recobrar –o inaugurar- su integración plena a la
comunidad política. Se deja así fuera de éstas diferenciaciones positivas, las producidas
al interior de los mismos sectores dominantes –como la de las urbanizaciones priva-
120
ALBERTO CÉSAR MOLINA / Estado, Ciudadanía y Política en América Latina Desarrollo Histórico-Conceptual Contemporáneo.

das- ya que se diferencian no en función de la integración a la sociedad global, sino


de la autoexclusión privilegiada y teniendo como único valor diferencial, el monetario.
Esta línea de análisis ciudadano de las diferencias, con suma actualidad, no deja de
tener sus críticas.10
Álvaro García Linera, al hablar de ciudadanía, pone el énfasis en el proceso subjetivo
de los individuos y su compromiso colectivo “… el ciudadano no es un sujeto con de-
rechos, aunque necesite de ellos para verificar su ciudadanía: ante todo es un sujeto que
se asume como un sujeto con derechos políticos, que son correspondidos por la norma-
tividad estatal, es decir, es un sujeto en estado de autoconciencia de ciertas facultades políti-
cas. Es apto de producir el derecho, de reconocerse activamente en él, es lo decisivo de
su cualidad ciudadana, pues en el fondo nos hay ciudadano al margen de la práctica de
la ciudadanía, esto es, de la voluntad de intervenir e los asuntos que lo vinculan con los
demás conciudadanos. Estamos hablando entonces de la ciudadanía como responsabilidad
política ejercida, como forma de intersubjetivación política” (García Linera: 2008, 134).
Llega a definirla expresamente “…la ciudadanía es el proceso de producción del contenido y
la forma de los derechos políticos de una estructura social. A través de ella, la sociedad
se desnuda en sus capacidades e ineptitudes para gestionar los asuntos comunes; pero
también el Estado se exhibe en su consistencia material para cooptar las iniciativas que
se agitan en la “sociedad civil” (Ibíd.).
El intelectual y político boliviano subraya, al igual que otros autores (Svampa 2004;
O´Donnell 2004; Marshall 2004; Lechner 1990) la importancia de la ligazón afectiva de
los miembros de una comunidad política “La ciudadanía requiere de un ininterrumpi-
do ritual de seducción y adhesión entre Estado y “sociedad civil”, además el fluido de
pactos y compromisos a su interior. (op. cit., 134).
La politóloga brasileña Sonia Fleury, destaca el proceso de lucha y movilización social
como base de los derechos “….la ciudadanía es un presupuesto, una hipótesis jurídi-
co-política igualitaria inscrita como necesaria en la sociedad –cuyas relaciones se basan
en el intercambio de equivalentes-, pero su concretización material es producto de las
relaciones de lucha entre las diferentes clases y sectores sociales (Fleury: 2004, 66). En la
misma línea García Linera subraya “Aunque la ciudadanía evoca a un conjunto de dere-
chos políticos reglamentados y ejercidos por los individuos (ciudadanos) de un determi-
nado espacio social y geográfico, su sustancia no es la ley, un decreto o una sanción; la
ley y sanción sólo regentan una sustancia social, producida en los lugares mas prosaicos
y poderosos como la aglomeración, la rebelión, la derrota o la muerte vividas en común
(…) La ley, pálida trascripción de estos sucesos, evocará a la larga los fuegos primigenios
de las relaciones de fuerza, de los pactos, las osadías y servilismos que dieron lugar a los
“derechos”, mas no será capaz de sustituirlos.” (García Linera: 2008, 133).

10 Los críticos de la ciudadanía diferenciada: “temen que si los grupos son estimulados a reple-
garse sobre sí mismos y a cerrarse en su “diferencia” (sea racial, étnica, religiosa, sexual, o de
cualquier otro tipo) entonces la esperanza de una amplia fraternidad deberá abandonarse”
(Kimlicka, 2004, 31).

121
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 113 - 121

CONCLUSIÓN
A partir del recorrido planteado por el texto, podemos observar el desarrollo de la ma-
triz dominante de ciudadanía para mirar la propia realidad latinoamericana. Nos solo
tomando los desarrollos teóricos de la ciudadanía anglosajona desde su relevancia his-
tórica, sino como paradigma. Ésta grave situación para la generación del “pensamiento
situado” latinoamericano, ha despertado el interés en intelectuales de la patria Grande,
en ir construyendo nuestras propias categorías de análisis y praxis política.
Así, abrazamos el desafío desde los ámbitos universitarios, académicos, movimientos
sociales, partidos políticos, de ir posibilitando nuevas formas de pensar, desde “el aquí
y ahora”.

BIBLIOGRAFÍA
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123
LA COMUNIDAD: ENTRE LA POLÍTICA Y EL DERECHO.
CONSIDERACIONES PARA LA COHESIÓN SOCIAL

Christian Quinteros Flores1

RESUMEN
Desde pensadores clásicos como Aristóteles hasta Rossseau, la comunidad ha sido
considerada un objeto de análisis filosófico y político. Para los profesionales del Traba-
jo Social en particular, la comunidad constituye un espacio propicio para la obtención
de mejores condiciones de calidad de vida y bienestar para los grupos y familias que la
conforman. Sin duda la experiencia en comunidad supone el establecimiento obligado
de relaciones con otros, que a veces ni siquiera salen del anonimato natural pero cuyas
conductas impactan significativamente y determinan en la mayoría de los casos nuestra
percepción del hábitat. El artículo invita al lector a conocer una cierta tensión epis-
temológica entre enfoques más ciudadanos y otros más centrados en el intercambio
social pactado mediante contrato.
Palabras Claves: Comunidad, Contractualistas, Comunitaristas, Cohesión Social, Tra-
bajo Social de Comunidad
ABSTRACT
From classical thinkers like Aristotle to Rousseau, the community has been considered
an object of philosophical and political analysis. For professional of social work in
particular, the community is an environment conducive to the achievement of better
conditions of quality of life and welfare for families and groups that shape space. Cer-
tainly the experience in community involves the forced establishment of relations with
others, that sometimes even beyond nature anonymity but whose behaviors impact
significantly and determine in most cases our perception of the habitat. The article
invites the reader to know some epistemological tension between citizen approach and
other more focused on social exchange agreed by contract.
Keywords: Community contractarians, communitarians, Social Cohesion, Community
social work.

1 Christian Quinteros F.; Chileno, Académico Escuela de Trabajo Social Universidad del Pací-
fico-Chile. Trabajador Social de la Universidad de Valparaíso. Doctorando en Ordenamiento
Territorial y Desarrollo Sostenible Universidad Nacional de Cuyo. Magister en Ciencia Política
Universidad de Chile. Diplomado en Gestión Pública y Desarrollo Territorial Flacso –OEA.
Email: [email protected]. Tel. 56-9-86262816

125
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 123 - 130

COMUNIDAD
Tal como señala Victor Martínez, el enfoque comunitario es transversal a todas las dis-
ciplinas de las ciencias sociales: se construye con aportes generados desde la psicología,
la antropología, la sociología, la educación, el trabajo social, la historia, la economía.
Pero además, este enfoque – en su vertiente aplicada- va más allá de las fronteras de
estas disciplinas para adentrarse en ámbitos tan amplios y diversos como la medicina, la
psiquiatría, obstetricia, terapia ocupacional, enfermería; ingeniería, arquitectura, econo-
mía, nuevas tecnologías de información y comunicación, periodismo, administración
pública, leyes, filosofía, entre otros. (Martínez, 2000). Una comunidad se caracteriza
por generar vínculos afectivos y simbólicos más estrechos y frecuentes entre las perso-
nas y grupos que la componen, donde predomina lo “espontáneo” por sobre lo “racio-
nal”. (Tonnies en García, 2002). Consideraciones como el tamaño de una comunidad
son valores absolutamente relativos, uno no podría decir: éste es el tamaño ideal de una
comunidad, ya que el tamaño de la comunidad no debería superar –según Aristóteles- los
5.000 habitantes. (Schiavetti, 1980). Estos elementos son muy interesantes de revisar.
Dentro de lo que son las definiciones de comunidad y después de haber revisado varios
autores con distintas apreciaciones, se puede afirmar que la comunidad tiene en su in-
terior fuerzas psicoafectivas, fuerzas psicosociales que van determinando su dinámica.
Desde un punto de vista estructural funcionalista si se observa a la comunidad desde
esa perspectiva, vamos a decir que la comunidad tiene estructura y funciones y que en
este sentido estas fuerzas psicoafectivas que podrían estar representadas por ejemplo,
por las lealtades, los sentidos de pertenencia, los aspectos emocionales, los liderazgos,
son todas aquellas fuerzas muchas veces invisibilizadas que determinan que esa comu-
nidad se vaya desarrollando, o se cohesione.
Algunos elementos que buscan ayudarnos a comprender a esta dinámica de la comu-
nidad y que obligan a ser considerados en cualquier análisis de la comunidad lo aporta
Martínez. Algunos rasgos por ejemplo que determinan la dinámica de la comunidad, se
refieren a la localización geográfica de la comunidad, su estabilidad temporal, la iden-
tidad, sus rasgos culturales que otorgan cierta tradición, e incluso lo intergeneracional.
Tal como señala Edmund Burke, la comunidad está formada por los muertos de esa
comunidad y por lo que están por nacer (Friedrich, 1969). Aspectos muy interesantes,
más aún cuando las comunidades se relacionan e interactúan simbólicamente con to-
das las generaciones, en una suerte de co-existencia distinta al aquí y el ahora, es decir
alguien podría decir entonces razonablemente que la comunidad no solo se compone
de los miembros que co-existen en el aquí y en el ahora sino que incluye a todos los
que hicieron esfuerzos por generar esta comunidad, los que participaron en las guerras,
los derrotados, los ganadores, los “héroes” que participaron en su constitución. La es-
tabilidad temporal y la intergeneracionalidad resultan elementos fundamentales, pues
generan vínculos, generan consistencia orgánica, y cohesión.
Luego en el análisis de los servicios, la comunidad satisface sus necesidades organi-
zadamente a través de recursos materiales, físicos, humanos, dotándose de sistemas
de socialización o de transmisión de los roles, de uso del poder y de mecanismos de

126
CHRISTIAN QUINTEROS FLORES / La Comunidad: Entre La Política y El Derecho. Consideraciones para la cohesión social.

regulación de éste, son elementos que conviven en la comunidad, a su vez los dispo-
sitivos a través de los cuales se establecen las normas de desviación, la noción y figura
de autoridad hace que todos tiendan a producir comportamientos adecuados y el que
no lo hace “se tiene que ir” de la comunidad. Todas esas normas permiten controlar la
desviación social. Ya lo decía Merton cuando hablaba de las conductas anómicas que
ajustaban medios y fines. Finalmente el tema del poder es un tema muy interesante
de abordar en el análisis comunitario. Basado en la perspectiva de Michael Focault, el
control del poder no solamente está radicado en el Estado sino que el poder está en
todos los sistemas, en el los colegios médicos, en los gremios, todos direccionan el
poder de acuerdo a sus intereses, de alguna forma, los trabajadores sociales y quienes
nos hemos insertados en comunidades locales, hemos constatado que muchas veces las
personas que tienen un negocio o un almacén, son los ejercen el poder en el territorio
por sobre la autoridades formales. Es interesante ver como se inserta este tema en las
comunidades territoriales. Ese es el preámbulo, la introducción que quería presentarles
sobre un objeto de análisis como es la comunidad, que no tiene tamaño definido y que
básicamente hace que la consideración de comunidades territoriales pueda correspon-
der a espacios nacionales como lo decía Rosseau, o bien a espacios regionales o locales
ya que corresponde a una teoría más bien general.

EVOLUCIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL CONCEPTO DE COMUNIDAD


Dicho esto, vamos a continuar con la invitación que les planteaba al inicio de la confe-
rencia, referida a comentar de como el concepto de comunidad ha ido “evolucionan-
do” según Friedrich– concepto que hoy me atrevo a cuestionar después de escuchar al
profesor Mario Orellana en la conferencia anterior de esta Cátedra donde precisamen-
te cuestiona la pertinencia del concepto evolución o progreso y más bien recomienda
hablar de proceso (Orellana, 2012). En consecuencia, pareciera ser que no es reco-
mendable hablar entonces de “evolución”. Asi el “Mito del Progreso histórico” según
Focault, indicaría lo inconveniente de hablar de evolución en el desarrollo de los tipos
de comunidades (Albano, 2003).
Ahora bien, a los que le interese profundizar los análisis clásicos de comunidad les su-
giero leer a Carl Friedrich quien en la década del 50 escribió bastante sobre comunidad
convirtiéndose en un destacado autor y compilador en el tema. Friedrich señala que el
concepto de comunidad ha transitado desde el derecho conviviendo con las reglas, con
las sanciones, con los conflictos y con la política ya que está relacionado con el poder
y el ejercicio del control de la voluntad. Por lo tanto la comunidad ha considerado a un
grupo humano con el cual se ha relacionado constantemente la política y el derecho.
Con la política, porque ha estado relacionado con el poder y con el derecho porque ha
estado relacionado con el control, con las normas, con las sanciones, con lo que obli-
ga. Está asociada a las leyes, a los sistemas de jurisprudencia. Hoy presenciamos una
recuperación del concepto aristotélico de comunidad, que tiene que ver con la recupe-
ración de las virtudes, o con el virtuosismo ciudadano que hace que sea un tema pro-
bablemente recurrente en las políticas regulatorias de la convivencia comunitaria, esta

127
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 123 - 130

preocupación por el actuar con otros bajo el concepto de la amistad como elemento
cohesionador. Dicen algunos autores que mientras más normas tenga una sociedad,
más restricciones tiene y menos cohesionada resulta, el enfoque aristotélico propone el
desarrollo de las virtudes humanas y la práctica de la amistad en la polis.
Aristóteles hablaba de la polis como estado o ciudades que se forman por aldeas donde
lo importante es vivir bien, el vivir bien quiere decir llevar una vida perfecta o suficien-
te, tiene que ver con el cultivo de virtudes como el sacrificio, la templanza, la búsqueda
de la justicia, la circunspección, la prudencia, eso es vivir una vida plena, para vivir bien
se requiere de alianzas, hoy si lo miramos desde una análisis contingente podríamos
decir que se refiere a la necesidad de asociarse a otros para vivir. Lógicas racionales
indican que hoy con el mínimo costo queremos lograr el máximo de beneficios, una
actitud pasiva, donde predominan crecientemente los “free raiders” que esperan que
el otro haga algo para luego sumarse al beneficio colectivo, quizás esto explica hoy
la participación social, enfoque muy distante de la lógica aristotélica en esta materia.
Lograr el bien común a partir de los sacrificios públicos pareciera ser hoy una práctica
lejana, no estamos tan dispuestos a hacer sacrificios por el otro. Según el filosofo grie-
go, la polis no debía superar los 5000 habitantes porque de lo contrario no se podía
mantener el orden, señalando que no puede haber orden en una gran multitud, por eso
insisto en la relevancia del virtuosismo ciudadano para lograr el bien común.
La polis requiere de demasiada unidad afirmaba Aristóteles (Schiavetti, 1980). De al-
guna forma, para poder vivir una práctica social los ciudadanos debían desarrollar la
práctica de la amistad: “La amistad que es una virtud o le acompaña la virtud, y, además
es cosa muy necesaria para la vida, pues sin amigos nadie desearía vivir aunque poseye-
ra todos los demás bienes” (Aristóteles, 2002). Para Aristóteles la comunidad requería
también de demasiada unidad pero en la diversidad. Por lo tanto no es una unidad que
se basa en un mismo parecer, sino que necesita entendimiento y comprensión de lo
diferente, concepto muy vigente sobre todo hoy donde producto de la globalización
conviven distintas culturas en un mismo espacio público. En este sentido la comunidad
política entonces depende de la amistad. Para ir avanzando, nos centraremos en que el
concepto de amistad de Aristóteles trataba de estimular prácticas sociales empáticas,
recíprocas y solidarias. La legitimidad del otro consistía en ver al otro como otro yo.
En esta convivencia virtuosa, el que gobernaba era el prudente, el que sabe lo que la
polis requiere pero está dispuesto a practicar el virtuosismo en favor de la polis, el
phronimo, ayuda a buscar a los demás a alcanzar una vida buena y perfecta: “Por ello
creemos que los prudentes son capaces de considerar lo que es bueno para si mismos
y para la gente” (Aristóteles,2002)
Otras culturas posteriores que se basaron en Aristóteles fueron los estoicos quienes
se basaban en un orden natural de la convivencia y de la estructura social y que por lo
tanto planteaban que la sociedad y las prácticas ciudadanas tenían un destino natural,
las personas tienen un alma orientada a vivir bien. Una razón universal basada en lo
natural. Proponían una república universal, tal como hoy llamamos a la globalización
o la mundialización. San Agustín luego también planteó basado en Aristóteles, una

128
CHRISTIAN QUINTEROS FLORES / La Comunidad: Entre La Política y El Derecho. Consideraciones para la cohesión social.

base afectiva o espiritual de la comunidad donde era importante practicar la amistad.


Para Santo Tomás de Aquino uno de los mayores exponentes del pensamiento aristo-
télico, solo resultaba ajustado a derecho lo que estaba orientado hacia el bien común.
Incorpora el concepto de autoridad. Un aspecto importante que es clave para la comu-
nidad es considerar a las personas como verdaderas sustancias de ella. Esta era – nos
permitimos decir- una “sumatoria” de individualidades, idea distinta a la postulada
por Gierke y Maitland como veremos luego. Por otra parte para Marsilio de Padua lo
más importante era la paz y la tranquilidad, tema muy contingente en nuestra realidad
nacional y regional.
Gierke y Maitland aportaron a fines del siglo pasado y a partir de sus reflexiones sobre
la edad media, que la comunidad desarrollaba una determinada personalidad, como
contrapunto de lo planteado por Aristóteles que como dijimos pensaba que la comuni-
dad estaba formada por sustancia de las personas. La comunidad comparte así ciertas
características que le dan cierta personalidad o rasgos estables y duraderos, solo de esta
forma uno podría decir una comunidad pesquera es distinta a una comunidad agríco-
la, por eso los trabajadores sociales y los que trabajamos en el área de la intervención
comunitaria hablamos de las personalidades de las comunidades y de la importancia
de la identificación de sus rasgos en los diagnósticos que hacemos de ella. Finalmente,
Maquiavelo, estaba más bien preocupado del poder, un poder en absoluto no demo-
cratizado, sino al servicio del príncipe, lo natural era mantener el poder del Rey, y que
este sistema de poder debía ser útil a la política y al Rey, la comunidad para este au-
tor no tenía mucha importancia pero lo incorporo dentro del enfoque comunitarista
porque él hablaba del orden natural. Esta es una abreviada síntesis de los principales
comunitaritas.
En la otra vereda o extremo existen los que llamaremos contractualistas. Los contrac-
tualistas plantean que la comunidad y la cohesión de la comunidad solo es posible
mediante el establecimiento de acuerdos, pactos o normas. Como desconfiamos del
otro -citando a Hobbes o Locke- es necesario que algo o alguien- en este caso el Esta-
do con su autoridad- regule nuestra conducta lo que indica que nosotros no seriamos
capaces de convivir. Es sin dudas una mirada o diagnóstico pesimista, ya que lo que no
está normado no existe, ya que no somos capaces de autorregularnos de acuerdo a los
principios o virtudes de convivencia de Aristóteles.
Los contractualistas o segundo grupo de análisis, comenzaron con los sofistas griegos
ya en el siglo V AC, quienes planteaban de alguna forma que la vida social debía tener
ciertas instituciones y debía estar regulada. En el imperio romano, Cicerón por su
parte planteó el concepto legal como criterio decisivo para constituir una comunidad.
La base legal y/o racional de la convivencia: “No es pueblo cualquier colectividad de
hombres reunidos de cualquier manera sino una agrupación de muchos asociados
por convenio sobre derecho y por la comunidad de intereses”, (Cicerón en Friedrich,
1969).
Posteriormente Johannes Althusisus hablaba de la comunidad como un Consocietao,
la comunidad debe generar un contrato o una asociación permanente derivada de un

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 123 - 130

pacto expreso o tácito mediante las cuales las partes se obligan a comprometerse con
el otro para compartir lo útil y necesario, desde esta perspectiva los ciudadanos no
estaban muy dispuestos a hacer grandes sacrificios o asumir muchos costos, pues les
eximía de responsabilidad a las personas en tanto individuos libres. La finalidad de
la comunidad para Althusisus es la convivencia sana, justa conveniente y feliz. Pero
otros contractualistas como Hugo Grocio, Thomas Hobbes o John Locke dieron poca
importancia a la comunidad. Más bien la experiencia con otros permitía al ciudadano
reducir ansiedades y evitar huir, Hugo Grocio es uno de los fundadores del derecho
internacional. Locke visualizada incluso a los países en posición de gladiadores, al estar
éstos en un permanente estado de alerta frente a la posible agresión de los otros. Como
vemos, nada de prácticas virtuosas. Rosseau, fue el que planteó la concepción de Es-
tado Nación donde las comunidades debían mínimamente compartir una lengua y un
territorio, estos elementos determinaban una comunidad nacional y eran importantes
para el establecimiento de un contrato social. Edmund Burke, planteó lo que esboza-
mos al inicio de este articulo que la sociedad era una asociación entre los vivos y los
muertos, eso explica y puede ayudarnos a comprender las conductas de arraigos étni-
cos o de otros grupos, que dicen “nadie nos mueve de acá, porque aquí están nuestros
antepasados”, Esta concepción otorga cierta trascendencia a las generaciones y a la
comunidad que va más allá del aquí y el ahora y que debe ser considerada al momento
de planificar el uso del territorio. El mismo autor señalaba respecto de la vida en comu-
nidad que “La más absoluta y total soledad, esto es la exclusión total y perpetua de toda
sociedad es el mayor dolor que puede llegar a concebirse”. (Burke, 1995). Y respecto
de la necesidad de contar con normas señala: “De no haber algunos principios en lo
relativo a nuestro juicio y sentimientos comunes a toda la humanidad, sería imposible
aprehender su razón o sus pasiones lo suficiente para mantener la correspondencia de
la vida. Cuando se discute vemos a la gente apelando a ciertos criterios y pautas que
son validas para todas las partes y se suponen inherentes a nuestra naturaleza común”.
(Burke, 1995).

TIPOS DE COMUNIDAD Y EL SENTIDO DE LA COHESIÓN SOCIAL


Quiero llegar finalmente a decir algunas palabras respecto del grado de cohesión de
una comunidad, entendida ésta como el grado de atracción que los distintos grupos de
una comunidad experimentan entre ellos y que evita que una determinada comunidad
se desintegre como resultado de fuerzas centrifugas o dispersoras del orden local.
Al respecto quiero citar al destacado profesor de la U. de Valparaíso en Chile Patricio
García Letelier que plantea en su libro “Servicio Social y Desarrollo local” algunas
categorizaciones de la comunidad para poder identificar el grado de integración de
una comunidad. Él define tres niveles en el desarrollo de la comunidad: Los simples
agregados humanos, sujetos con ciertos vínculos muy individualistas expresados en
vecindarios de familias, pseudocomunidades, en segundo lugar, las protocomunidades
o pequeños grupos con bajo sentido de totalidad social, solidaridad en los pequeños
grupos, tendencias individualistas y finalmente las comunidades propiamente tales ex-

130
CHRISTIAN QUINTEROS FLORES / La Comunidad: Entre La Política y El Derecho. Consideraciones para la cohesión social.

presadas en comunidades afectivas, en la búsqueda de la perfección, con sentido de


cooperación, con sentido de unidad, búsqueda colectiva de la perfección, cooperación
para el bienestar común. Representaría la aspiración de cualquier trabajo con comu-
nidades. Respecto de las funciones de la comunidad García distingue las funciones
biológicas, económicas, sociológicas, entre otras. Pero en atención a la ponencia que
nos convoca nos referiremos a la función política jurídica, es decir la comunidad debe
entregar a sus miembros las reglas de convivencia que permiten definir cuáles son
las conductas deseables para lograr la convivencia comunitaria, además de aquellas
que la autoridad percibe como positivas y las tolera. (García, 2002). Esa función es
precisamente sobre lo que hemos conversado durante esta jornada entendiendo a la
comunidad con una convivencia deseable democrática y pacífica dirigida por una auto-
ridad que hoy incluso puede ser ejercida por los denominados movimientos sociales,
en reemplazo de liderazgos unipersonales deslegitimados.

COMENTARIOS FINALES
La consideración de la comunidad como un objeto de abordaje interdisciplinario que
ha transitado entre la política y el derecho, ofrece oportunidades para los programas
sociales y para el mundo académico y la relación bidireccional entre ambas instan-
cias. Las posibilidades de discutir estas temáticas en base a experiencias locales de
Latinoamérica como lo plantea la naturaleza de esta experiencia académica, sin duda
representa un capital cognitivo y simbólico –siguiendo a Sergio Boisier- de incalculable
valor. Las metodologías de trabajo consideradas en esta experiencia de intercambio, fa-
vorece el análisis comparado pero también permite reconocer los elementos comunes
y matrices epistemológicas y filosóficas que subyacen a nuestros campos disciplinares.
Corresponde en consecuencia continuar profundizando esta materia en favor de un
marco referencial común que reconozca a la vez las particularidades locales de nuestras
comunidades para lograr fomentar la cohesión social o el grado de atracción de los
grupos sociales para estar unidos en el territorio.

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132
Economía y Sociedad
SOCIEDAD Y ECONOMÍA:
UNA VISIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE BRASIL

Roberto César Procópio Corrêa1

RESUMEN
En este artículo se discute el concepto de la sociedad, lo que presupone el resultado
de la convivencia y la actividad conjunta de los seres humanos, disciplinada y organi-
zada de una manera consciente, lo que resulta en el objeto general del estudio de la
antigua ciencia del Estado, que ahora se conoce comúnmente como Ciencias Sociales.
Teniendo en cuenta que todas las sociedades viven su situación económica, que puede
ser positivo o negativo. A diferencia de la mayoría de los países desarrollados, Brasil
pasa por dificultades económicas y financieras que generan muchos conflictos entre
las entidades que conforman los diversos grupos sociales. De ahí surge la denominada
crisis. Sin embargo, no todas las situaciones de conflicto parecen sin esperanza, los
administradores de la nación brasileña deben ser conscientes de que la intolerancia no
es la solución. A partir de ahí, sistematizar las principales cuestiones planteadas, así
como los principales campos de discusión permitirán lograr una solución económica
favorable por el simple uso de estrategias eficaces y eficientes y tener una planificación
adecuada y capacitada para hacer de Brasil una gran potencia económica reconocida
en todo el mundo.
Palabras clave: Sociedad. Economía. Solución financiera. Brasil.

ABSTRACT
In this article the concept of society is discussed, which presupposes the result of
coexistence and joint activity of human, disciplined and organized in a conscious be-
ings, resulting in the overall purpose of the study of ancient science state, which is
now commonly known as Social Sciences. Taking into account that all societies live
their economical situation, which can be positive or negative. Unlike most develo-
ped countries, Brazil goes through economical and financial difficulties that generate
many conflicts between the entities that comprise the various social groups. Hence, the

1 Abogado especialista y Profesor del Posgrado en Derecho de la Faculdade Internacional Signorelli (Brasil).

135
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 133 - 138

so-called crisis arises. However, not all conflict situations seem hopeless, managers of
the Brazilian nation should be aware that intolerance is not the solution. From there,
systematize the main issues raised as well as the main areas of discussion will allow
to achieve a favorable economic solution for the simple use of effective and efficient
strategies and have adequate and qualified planning to make Brazil a major economic
power recognized all the world.
Keywords: Society. Economy. Financial solution. Brazil.

La sociedad puede ser definida como un conjunto de individuos que comparten una
cultura con sus formas de ser y de vivir, de comportarse, pensar, hacer, conocer y co-
municarse con el fin de componer una comunidad.
Las sociedades humanas se componen de entidades de población cuyos componentes
y su entorno se interrelacionan en un objetivo en común: el bien común, vivir en paz
y armonía, dando lugar a una cuota de pensamientos relacionados con el propósito de
desarrollo, incluidos los rasgos ideológicos, políticos y económicos.
Como resultado se supone que sociedad sea el resultado de la interacción y actividad
conjunta del hombre, ordenada u organizada conscientemente que constituye el ob-
jeto general del estudio de la antigua asignatura Ciencias del Estado, llamado hoy de
Ciencias Sociales.
Se cree, que casi todo lo que se desarrolla en la naturaleza de alguna manera, tiene ca-
rácter económico, que se desarrolla frente las políticas públicas y privadas.
Hay que señalar que la sociedad actual no puede vivir sin la integración de la economía
en general.
Al principio de lo que se entiende como sociedad, el modo de producción era comunal,
todo se hace a través de la unión de los componentes de una sociedad determinada,
ya que no había división de clases sociales. Más tarde, los pueblos antiguos, y luego la
sociedad de la Edad Media también tenían algunas características de la sociedad arcai-
ca, o sea la tierra era el principal medio de producción a través del uso la agricultura.
En comparación, la sociedad actual, para recibir los frutos financieros, tiene que ven-
der la fuerza de trabajo, lo que provocó un capitalismo sin límites, sobresaliendo: el
dinero, el valor de la producción y el valor financiero.
Así como vivimos una perspectiva de estar en una sociedad global, sin fronteras, nos
permite la circulación de los ciudadanos de forma libre para ejercer una permanencia
universal, se vive también para buscar una economía universal, en la que todo el mun-
do puede hacer uso del capitalismo sin trabas y en condiciones de igualdad, permi-
tiendo cumplir los preceptos de la Declaración universal de los Derechos Humanos.
Con eso se crea la idea de ciudadanos con nacionalidad definida, como seres humanos
capaces de desarrollar el entorno social por igual, sin distinción de color, raza, clase
social y económica.

136
ROBERTO CÉSAR PROCÓPIO CORRÊA / Sociedad y Economía: Una visión de la situación actual de Brasil.

El economista estudia la producción y distribución de bienes y servicios en la sociedad


entre personas, empresas o naciones. Está dedicado a los grandes temas, nacionales
o globales y los problemas de las empresas, públicas o privadas y el propio Estado, a
través del Gobierno. La economía tiene una serie de conceptos, incluyendo la ciencia
que investiga la producción y distribución y la acumulación, sobre productos de bienes
materiales. Es, por lo tanto, un sistema de retención de los costes o ahorro.
En otro sentido más popular, significa que la economía sirve para controlar y evitar el
desperdicio de cualquiera de los servicios o actividades.
Independientemente del concepto, la idea economía abarca las Naciones en su conjun-
to, con el fin de dirigir, orientar el uso de los recursos para producir bienes y servicios,
valores y distribución de los bienes entre todos los ciudadanos.
La escasez de recursos refleja la idea de que los recursos son limitados, teniendo en
cuenta que las necesidades humanas en el mercado de consumo, son ilimitadas y des-
enfrenadas. Así, la economía observa el comportamiento de los ciudadanos en la vida
cotidiana donde se encuentran, sólo para satisfacer esas necesidades.
Brasil tiene un vasto territorio y, por lo tanto, puede realizar diversas actividades eco-
nómicas. Dado el tamaño del país, donde se pueden encontrar varios tipos de riqueza,
es posible en grande parte de ese territorio, el desarrollo de las actividades agrícolas.
Además de la exportación de diversos productos y tener una economía fuerte, las ac-
tividades relacionadas con la agricultura y la industria, son también importante para el
crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto).
Las cuestiones sobre las finanzas públicas de Brasil poseen como punto de partida el
concepto del Sistema de Cuentas Nacionales, siguiendo las directrices internacionales
expresadas por las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Comisión Europea - Eu-
rostat, Fondo Monetario Internacional - FMI y la Organización para la Cooperación
Económica y el Desarrollo Económico - OCDE.
Mineral de hierro, acero, soja y derivados, los coches, la caña de azúcar, los aviones, la
carne, el café y la carne de pollo son los principales productos que Brasil exporta y el
petróleo crudo, productos electrónicos, motores de gas natural aeronaves, medicamen-
tos, entre otros, son los que importan.
Brasil, Paraguay, Argentina, Venezuela y Uruguay forman el bloque conocido como el
Mercosur (Mercado Común del Sur), siendo también el primer miembro de la Orga-
nización Mundial del Comercio. Bolivia y Ecuador tienen la intención de ser parte de
este bloque económico. El Mercosur ofrece gran movimiento de riqueza para todos los
países miembros, si estuviera funcionando totalmente, lo que traería un gran desarrollo
para los países miembros.
Las regiones brasileñas presentan áreas específicas de la economía, como en el Norte,
que se basa en la extracción vegetal de productos de madera, açaí, castaña, así como la
minería, que es muy fuerte, en la extracción de oro, cobre y hierro, especialmente en la
Zona Franca de Manaos.

137
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 133 - 138

El Noreste ya es bien diversificado, teniendo en el turismo una importante fuente de


riqueza. También son encontradas las industrias de la agroindustria y la exploración de
petróleo.
En el Medio Oeste, la economía funciona básicamente con la agricultura donde se
encuentran las plantaciones de soja y maíz, entre otros. La economía gira en torno a la
agricultura (soja, maíz, etc.), el ganado y las industrias.
En el Sudeste se encuentra el parque industrial más grande de Brasil, que alberga las
fábricas de automóviles y acero y los servicios y el comercio está bien diversificado y
sofisticado, lo que representa la principal actividad económica de esta región.
La mayor riqueza viene del Sur, principalmente por los sectores de alimentos, me-
talúrgicos, automotrices, textiles y, haciendo hincapié en que la agricultura está muy
presente en esta área.

LA CIENCIA ECONÓMICA
La economía trata de explicar el funcionamiento de los sistemas económicos y las rela-
ciones con los agentes económicos, ya sean el gobierno o por particulares, generando
reflexiones sobre los problemas existentes y sugiriendo posibles soluciones.
Actualmente la situación económica en Brasil está causando varios problemas, tenien-
do en cuenta que los brasileños confían en su fuerza de trabajo para la subsistencia.
En ningún país del mundo se encontrará una homogeneidad en la economía. El sector
económico puede fluctuar más o menos y la Administración Pública juega un papel
importante en este asunto.
Al acercarse a una mayor o menor estabilidad de la economía, no se puede negar la par-
ticipación de la población en este contexto. Es necesario que las personas administren
su país, presentando propuestas de mejoras y ser activo en el proceso del desarrollo
económico.
Es importante señalar que no hay cierto o errado. Lo que realmente ocurre es que
cada país tiene una manera de trabajar en su propia economía, debido a la acción de la
población.
Oímos rumores en Brasil de que la economía actual está causando a los inversores a
efectuar sus prácticas con más cautela. Estos son los momentos que requieren precau-
ción, además de una gran cantidad de información son meras especulaciones.
Cada momento social que presenta la incertidumbre, debe de ser analizado con frial-
dad ya que el pánico puede se establecer. La situación económica transmitida por los
grandes medios son parciales y no todo lo que se escuchas es verdad.

138
ROBERTO CÉSAR PROCÓPIO CORRÊA / Sociedad y Economía: Una visión de la situación actual de Brasil.

LA SITUACIÓN ECONÓMICA ACTUAL DE BRASIL


Y SUS PERSPECTIVAS
Brasil está pasando por grandes dificultades económicas y las cifras presentadas por el
Gobierno no dejan esta duda, a pesar de intentar enmascarar la crisis con interpretacio-
nes convenientes y la negación de los datos capturados por los distintos consultores eco-
nómicos, instituciones de clase e incluso de sus propios organismos y órganos gobierno.
La situación económica actual en Brasil es técnicamente de un paro. Mucho se ha ha-
blado en la crisis económica de 2015, que de hecho está sucediendo, pero nada dura
para siempre. La fuerza del constituyente es de hecho grande y los gobernantes deben
abrir este espacio para recibir las propuestas presentadas.
No se puede negar que la política de Brasil pasa por crisis, lo que trae como resultado
consecuencias inmediatas en la economía. Los administradores de la nación brasileña
deben ser conscientes de que los conflictos de intolerancia no resultan en soluciones.

EL PROBLEMA ECONÓMICO DE BRASIL


Se puede decir que hay muchos factores que desencadenaron la actual economía bra-
sileña, pero es urgente poner de relieves algunos. 1) La falta de inversiones en infraes-
tructura que resulta en la pérdida de competitividad en el entorno interno y externo; la
verificación de la ausencia de estrategias políticas; 2) la falta de planificación estratégica
para la economía brasileña que podrían ser resuelto si hubiera una planificación efi-
ciente y eficaz en general; 3) la subordinación de la política económica a los conducto-
res partidistas de la maquinaria pública y, 4) La problemática en diversos sectores de la
sociedad, como la educación, la seguridad, la salud pública y sobre todo la economía.
Como resultado, la credibilidad se queda estremecida, las prácticas y la impunidad son
el resultado de factores de un gobierno que administra los intereses de una clase sobre
los demás, mostrando un gobierno defectuoso, lo que podrá causar un gran daño a
población.
La situación económica en Brasil parece estancada, mientras que otros intereses se
ciernen sobre el gobierno, aunque la población vive casi frente a una situación que
representa una recesión de grandes proporciones, corriendo el riesgo de que Brasil
asuma la heterodoxia económica, lo que se percibe en algunos países de América, lo
que resulta en consecuencias trágicas. Por eso que la consigna debe ser “prudente”.

ALTERNATIVAS A LA REANUDACIÓN DEL CRECIMIENTO


En vista de lo anterior y de la situación económica brasileña actual, teniendo en cuenta
todo lo que se ha señalado, hay que pensar en diferentes maneras de traer de vuelta a
Brasil el crecimiento; el equilibrio de la economía dependerá del Gobierno, pero no sólo
a él, porque el pueblo debe manifestar colaborar con ideas productivas, todo en favor de
una desarrollo social, político y económico, los principales pilares de la exitosa trilogía.

139
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 133 - 138

La situación económica de Brasil se puede revertir rápidamente con la participación


del poder constituyente en colaboración con el Gobierno.
Brasil tiene varios privilegios, pero uno es fundamental; la riqueza de los recursos natu-
rales que no se encuentran en otras partes del mundo. El suelo brasileño puede extraer
las mayores reservas de muchos minerales que son de importancia estratégica para los
países más desarrollados, además de ser autosuficiente en petróleo y biocombustibles.
Cuenta con una superficie cultivable con potencial de ser el granero del mundo y es un
líder mundial en la producción y exportación de diversos productos, como el café, el
azúcar, jugo de frutas, soja, carne de res y pollo y alimentos procesados.
Sólo hay que utilizar estrategias eficientes y eficaces y contar con una planificación
competente y hábil para hacer de Brasil una gran potencia económica. Así, el equilibrio
económico será una mera consecuencia.

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PLATAO. A República. Fortaleza: UFC, 2011.

140
GLOBALIZACION,
UN NUEVO ESCENARIO PARA EL SIGLO XXI.

Nelson Stevenson P.1

RESUMEN
A partir de ciertas características que están configurando el nuevo escenario competi-
tivo en el que se desenvuelven las organizaciones, se propone reconocer los factores
determinantes de la globalización y su impacto en los negocios, en una etapa en la que
se configuran algunos rasgos relevantes de un nuevo orden global.
Palabras Claves: Globalización. Escenario competitivo. Futuro.

SUMMARY
From certain characteristics that are shaping the new competitive environment in
which organizations operate, it is proposed to recognize the determinants of globali-
zation and its impact on business, in a stage in which some relevant features are set for
a new global order.
Keywords: Globalization. Competitive stage. Future.

I. INTRODUCCION.
La humanidad está experimentando una de sus más espectaculares mutaciones, tal vez
sólo comparable a las discontinuidades que representaron en su oportunidad la revolu-
ción industrial y, anteriormente, el cambio desde la era paleolítica a la neolítica, en las
que se reconfiguraron sistemas de vida, culturales y de producción, tan distintos a los
hasta entonces imperantes, que trastocaron para siempre la identidad, el orden y los
paradigmas compartidos y aceptados.
En estas oportunidades, la experiencia ya no es la única fuente de sabiduría, y el ser
humano debe aprender a olvidar, enfrentando la incertidumbre, equipado con su ca-

1 Académico Universidad del Pacífico (Chile).

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 139 - 148

pacidad de imaginación, infinita creatividad y sentido de trascendencia. En estas opor-


tunidades, los individuos y las sociedades generalmente no han sabido advertir la
verdadera ruptura que se produce en el tránsito desde un orden conocido a uno total y
absolutamente nuevo. Y también tienen en común, todas ellas, el que son unos pocos
los que, intuitivamente o por una visión y acción transgresora, rupturista y desafiante
de la continuidad, han osado romper con lo establecido, emprendiendo nuevos rum-
bos, encontrando el fracaso en la mayoría de los casos; sin embargo, algunos de ellos
sembraron un nuevo surco e iluminaron, generalmente sin saberlo, a la humanidad.
Vivimos tiempos de cambios de paradigmas y el problema más trascendente, especial-
mente para quienes tienen responsabilidades de estado y de dirección superior en las
organizaciones, es interpretar los signos y señales débiles e imperceptibles que emite el
entorno, para poder gestionar aquella discontinuidad emergente entre los paradigmas
que se van y los que llegan.
Estos tiempos representan una oportunidad irrepetible para responder a lo descono-
cido con sentido ético y responsabilidad social, abriendo los espíritus y las mentes a la
magia de la creatividad, de lo posible dentro de la incertidumbre y las débiles señales
de lo nuevo, escuchando lo inaudible y viendo lo invisible, desplegando competencias
hasta ahora subvaloradas, revalorizando y rescatando la importancia de la verdadera
naturaleza del individuo.
Son tiempos de intentar comprender aquello que vendrá.
Son tiempos de comprender los cambios, que generan una permanente discontinuidad
respecto de la experiencia pretérita, y que están configurando un nuevo escenario en el
que ya se pueden vislumbrar algunas de sus características.

II. CARACTERISTICAS DEL NUEVO ESCENARIO COMPETITIVO.


La alta ebullición o turbulencia que caracteriza al medioambiente en el que se desen-
vuelven las empresas e instituciones hoy en día, se manifiesta por los frecuentes, pro-
fundos, variados, veloces y numerosos cambios, sociales, políticos, culturales, econó-
micos y tecnológicos, que condicionan y dinamizan sus actividades presentes y futuras,
afectándolas no solamente en sus operaciones, las que se expanden y contraen según
el nivel y volumen de actividades, sino que también en sus valores, en su tradición y
cultura. En su esencia. Y en su futuro.
En el mundo y en América Latina, se evidencia un conjunto de hechos relevantes e
históricos que están significando una transformación formidable en las bases cultu-
rales, políticas, económicas y sociológicas de nuestra civilización. Tan relevantes, que
cada día es más frecuente escuchar los conceptos de nueva economía y nueva sociedad,
fenómenos que afectan tanto el sentido de la vida de las personas como su identidad.
Son hechos, que a la vez constituyen tendencias características del inicio de un nuevo mile-
nio, en proceso de profundización. Son varios hechos, característicos de un nuevo tiempo,
que se entrelazan y potencian entre sí, los que configuran un nuevo escenario o sistema,

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NELSON STEVENSON P. / Globalizacion, Un Nuevo Escenario Para El Siglo Xxi.

exigiendo tanto a los líderes políticos, sociales y empresariales, como a ejecutivos, consulto-
res y académicos a poner el énfasis en la búsqueda de nuevos conceptos y paradigmas que
reinterpreten la nueva realidad en la que las organizaciones deberán adoptar sus decisiones.
Lo anterior obliga a intentar construir una visión de aquel futuro complejo, incierto y
caótico en el que las organizaciones deberán legitimar socialmente su existencia.
Es consustancial a la persona humana obedecer su naturaleza de ser racional, pregun-
tándose y especulando permanentemente acerca de su futuro. Pero cuando la inquie-
tud sobre el porvenir se vincula a la gobernanza de la sociedad, y a la dirección de
empresas e instituciones, entonces ya no se trata de una mera especulación, sino que
de preguntarse cuáles serán los modelos o paradigmas que dejarán de ser útiles, o han
dejado ya de serlo; interrogarse sobre cuáles serán los paradigmas que regirán la ges-
tión en el futuro, y particularmente, cuáles serán los cambios que ellos experimentarán.
Porque la actual y las próximas generaciones de administradores deberán vivir entre
dos eras, la de los paradigmas idos y la de aquellos por venir y por ende, gestionar la
transición que se está produciendo entre ambas.
Por tanto, se debe intentar identificar los componentes, tanto de los cambios en la
cultura social y laboral, como los nuevos modelos o paradigmas a través de los que se
deberá estudiar, analizar y experimentar, tanto la gobernanza de la sociedad como la
dirección de empresas e instituciones, en los inicios de este tercer milenio. Para ello, se
debe establecer y caracterizar la configuración del escenario en el que se encuentran
hoy en día la sociedad, las empresas y las instituciones.
La globalización, la liberalización de las economías, el incremento tecnológico y de
las expectativas de ciudadanos y clientes, constituyen características o tendencias que
inciden determinantemente en configurar un escenario con un medioambiente extre-
madamente turbulento que todas las organizaciones deben considerar. Ellas se poten-
cias unas con otras. Por su importancia, en adelante se tratará el primer fenómeno, la
globalización.

III. LA GLOBALIZACION.
A lo largo y ancho del mundo existen ciertas necesidades y deseos similares, siendo po-
sible su satisfacción mediante los mismos satisfactores, comercializados en distintas la-
titudes. Los consumidores en el mundo se están pareciendo cada vez más, inicialmente,
en sus conductas de compra, por lo que se puede presagiar que esta homogeneización
se extenderá hacia otros comportamientos y estilos de vida.
A partir desde la noche del 10 de julio de 1962, cuando por primera vez, imágenes de
televisión cruzaron el atlántico gracias a un satélite, se comenzó a producir el adveni-
miento de la aldea global.
Las telecomunicaciones, con la capacidad y velocidad de las actuales redes interactivas
y multimediales, permiten a personas de todo el mundo exponerse simultáneamente a
la misma información e idénticos estímulos, disminuyendo las barreras culturales que

143
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 139 - 148

tradicionalmente separaban a los pueblos, las que han existido por desconocimiento,
más que por reales y profundas diferencias en las necesidades, deseos y expectativas de
las personas de esas distintas sociedades.
Este fenómeno presenta gigantescas oportunidades, progreso y éxitos potenciales a
quienes las asuman e internalicen en su cultura empresarial, y también grandes amena-
zas y causa de retraso y potencial fracaso para quienes pretendan evitar lo inevitable,
esta nueva forma de hacer negocios. Hoy es de vital importancia pensar global y actuar
local.

3.1. La industria global.


Esta nueva realidad actual ha generado una industria global, con empresas cuyas prin-
cipales características se pueden sintetizar según se indica a continuación:
3.1.1. Emplean estrategias coordinadas en un escenario mundial.
3.1.2. Concentran la mayor cantidad de actividades en un país base o de origen.
3.1.3. Estandarizan al máximo las tareas que deben llevarse a cabo cerca del
consumidor en cada país.
3.1.4. El enfoque estandarizado no reconoce diferencias de ingreso per
cápita, niveles educacionales, normas sociales, ni sistemas de
distribución.
En este contexto, pasa a ser relevante el llamado marketing global pero con pensamien-
to local, el que concilia dos puntos de vista antes incompatibles:
• Cada país es una realidad local que necesita un traje a la medida.
• El know - how de negocios es uno sólo y es transferible de país a país.
Las empresas que han sido exitosas en su país base o de origen y en el mundo, han de-
sarrollado ventajas competitivas de marketing. Por eso salen fuera de sus países bases.
Tales ventajas son:
• Transferencia de conocimientos.
Estas empresas transfieren su know - how, a cada país en particular, lo que les permite
aplicar técnicas de investigación más avanzadas y usar ideas probadas que ya han sido
exitosas en otros países.
• Uso de marcas mundiales.
Con un producto con la misma marca comercial, registrada, e isotipo, un mismo
concepto y mensaje en todo el mundo, el mismo grupo objetivo y el mismo posicio-
namiento. Las marcas globales son producto de decisiones estratégicas centralizadas
y control creativo coordinado. Las diez marcas más famosas del mundo también están
en América Latina: Apple, Google, IBM, Mc Donald’s, Coca Cola, AT&T, Microsoft,
Marlboro, Visa, China Mobile.

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NELSON STEVENSON P. / Globalizacion, Un Nuevo Escenario Para El Siglo Xxi.

• Establecen programas estandarizados.


Con resultados probados, cuando es aconsejable se adaptan a las características locales.
Esto les permite mayor velocidad de acción y capacidad de respuesta. O sea: la com-
pañía conocida como multinacional, hoy global, está dejando de ser lenta. Además,
permite importantes ahorros de todo tipo, especialmente en costos de producción.
Sólo la estrategia de comunicaciones, en su ejecución, se adapta a las características
étnicas de cada mercado.
• Integración de esfuerzos.
Adecuación de estructuras para permitir una operación más ágil, más coordinada y
que aproveche al máximo la sinergia entre casa matriz y filiales. Adquiere importancia
la oficina regional más cercana a los hechos. Se usa el esquema de “país líder”, el que
inicia el desarrollo de un producto, estrategia de comunicaciones o de venta, para que
una vez materializado se extienda al resto de las áreas internacionales. Se organizan
divisiones por producto y no por regiones, caen las fronteras.
• Tecnología de venta.
Se incorporan equipos de profesionales altamente calificados en la atención de sus
clientes, vía ejecutivos de cuenta. Este esquema es superior al “vendedor de carte-
ra”. Buscan asociarse a los canales de distribución, mayoristas y detallistas.
• Talento entrenado.
Es altamente prioritaria la formación y el desarrollo de competencias y talentos vía
capacitación, entrenamiento y reentrenamiento a su personal en distintos países, inclu-
yendo experiencia “en la calle”.

3.2. La transnacionalización modificas las perspectivas.


La globalización también genera sorpresas, restricciones y aspectos que provocan ten-
siones en sectores de la economía, como la agricultura, y en sectores geográficos de-
terminados que son afectados negativamente.
Existe una transnacionalización de los problemas, por eso las soluciones ya no pueden
diseñarse solamente locales, sino que se requiere respetar toda la diversidad para inte-
grarse a la “aldea global” en paz y con respeto a los demás.
Los distintos factores productivos comienzan a tener mayor movilidad entre los paí-
ses. Las fronteras se pulverizan rápidamente, generando nuevas interrogantes jurídicas,
económicas, tecnológicas, sociales y políticas, provocando gran incertidumbre por la
extrema aceleración de la competencia, generando dimensiones de problemas para las
cuales hay que buscar nuevas respuestas y construir soluciones diferentes, lo que se
hace muy difícil, porque generalmente se plantean los problemas a partir de las expe-
riencias y conocimientos pretéritos, lo que en ningún caso encaminará una respuesta
adecuada a los nuevos tiempos.

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 139 - 148

En este preciso sentido nos advierte el Premio Nobel de Física Albert Einstein, afir-
mando que “la manera de ver el problema es el problema. Los problemas significativos
que afrontamos no pueden solucionarse al nivel de pensamiento en el que estábamos
cuando los creamos”. Luego, el gran desafío es desprenderse del pasado en muchos de
los aspectos que tocará vivir, configurar y decidir.
Antes que aprender a aprender nuevas metodologías de análisis y diferentes esquemas
de pensamiento, es preciso aprender a olvidar, para entonces aprender las nuevas con-
cepciones y paradigmas del nuevo orden global que se está instalando.
La globalización trae empaquetamientos de las visiones e imágenes de los países, los
que están en una verdadera vitrina. Cada país compite como un todo: con su econo-
mía, con su cultura, con su sistema político, con su sistema jurídico institucional. Cada
país tiene un lugar en diferentes rankings, tienen notas y evaluaciones relativas; cada
país es casi como un commodity.
Este fenómeno, llamado mundialización por algunos tratadistas, no tiene vuelta atrás.
Es un hecho. Se puede estar de acuerdo con ella o no. pero es. Y es un hecho que
llegó para quedarse. Es un proceso que involucra un nuevo signo: interdependencia
económica, jurídica y política entre los países del mundo.

3.3 Los motores de la globalización.


La globalización está íntimamente ligada e integrada por ciertas características propias,
las que se constituyen, de hecho, en los verdaderos motores de la globalización:

• Rápido incremento en las transacciones financieras internacionales.


• Rápido incremento en el comercio internacional.
• Emergencia de mercados globales.
• Difusión de tecnologías e ideas a través de un sistema global de comunicaciones y
transporte.
• Nuevas formas organizativas.
• Desindustrialización y tercerización.
• Competencia global de diversos bloques económicos.

3.4. La globalización abre oportunidades impensadas.


Para enfrentar este fenómeno localmente, en mejor forma, debieran aterrizarse visio-
nes del país, constituyendo una alianza estratégica entre el sector público y los priva-
dos, ya que el estado puede abrir puertas que en ocasiones no son sencillas de abrir
para los privados para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrecen los mer-
cados externos, cumpliendo con tres tareas prioritarias: la primera es volver a las raíces

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NELSON STEVENSON P. / Globalizacion, Un Nuevo Escenario Para El Siglo Xxi.

locales, estimular las decisiones y la vida en torno a la comuna, y profundizar la des-


centralización de las decisiones geográficas respecto del centro tradicional. La segunda,
buscar la cooperación, desterrar la polarización y la caricaturización de las situaciones.
La tercera, enfrentar la velocidad de los cambios con una cultura de cooperación y
participación.
En definitiva, la globalización abre oportunidades impensadas hace apenas una genera-
ción, enriqueciendo las posibilidades de mejorar el nivel de vida de países como chile,
los que gracias a ella no necesitarán seguir el camino de la industrialización, propio de
las naciones hoy desarrolladas.
Parafraseando a Jeffrey Sachs, “... esta es la ganancia fundamental que se deriva de la globaliza-
ción, esto es, el hecho que los países pobres puedan sacar ventaja de todos los conocimientos que existen
en el mundo, tanto en su forma más libre como en su modalidad vinculada a, por ejemplo, la tecnología
de los bienes de capital. Les proporciona una oportunidad única de alcanzar a los países desarrollados
sin necesidad de tener que reinventar la proverbial rueda”.

3.5. Una consecuencia importante: liberalización de las economías.


Por una parte, han caído estrepitosamente los antiguos, obsoletos e ineficientes
sistemas económicos cerrados, transitando desde una bipolaridad conocida a una
multipolaridad aún desconocida. Asimismo, se ha batido en retirada el modelo de sus-
titución de importaciones. Los medios de comunicación están hablando de una tercera
vía, en referencia a la incorporación de las ideas liberales al seno de la socialdemocracia.
Por otra parte, la globalización y las modernas tecnologías de telecomunicaciones
permiten que distintos pueblos se observen e imiten distintas formas de resolver
sus problemas, impactando poderosamente en la sensibilización y favorable predispo-
sición de la opinión pública hacia la idea de la liberalización económica en el mundo
entero.
Los dramáticos desarrollos en telecomunicaciones y consiguiente poder comunicacio-
nal incrementan la tasa de crecimiento económico mundial. El libre mercado ha dejado
de ser visto como sospechoso en la mayoría de las naciones del mundo, tendencia que
se manifiesta en la común aceptación de los siguientes hechos, hoy incuestionables:

3.5.1. El desarrollo económico y social de una nación depende de la apertura


a las oportunidades existentes más allá de las fronteras.
Cada día será más importante ampliar el tamaño de los mercados, no solamente por
razones de economías de escala, sino para soslayar los ciclos de auge y depresión de los
mercados nacionales y mantener los flujos monetarios con la mayor estabilidad posible.
El comercio internacional hace que todos ganen. Pero unos más que otros, en función de
los términos del intercambio: El conjunto hace que todos ganen, si cada país se especializa.
Por ello muchos países fomentan la implantación de modelos de crecimiento econó-
mico sustentados en una agresiva política de exportaciones.

147
En contrapartida, esto implica asumir que decisiones adoptadas en otras latitudes pue-
den afectar el éxito de la empresa local.
3.5.2. El motor del desarrollo económico y social es la libertad individual,
la libertad de emprender, y de equivocarse también.
Es posible observar y constatar que las personas están más conscientes de su verdade-
ra naturaleza individual. Más individuo y menos regulaciones. Más individuo y menos
masa. Las personas están redescubriendo su propia libertad, lo que les ha revelado la li-
bertad de las otras personas, próximas y lejanas. Esta constatación impacta en la actitud
y también en la conducta de las personas, y a través de las expectativas, en la economía.
De esta forma, se extiende por el mundo y se perfecciona el mercado, requisito esencial
para la libre empresa. Las decisiones económicas cristalizan, finalmente, en un siste-
ma de precios, recogiendo en todo momento los diversos intercambios habidos entre
productores y compradores. La tendencia en el mundo, hoy, es a la liberalización de
los precios.
3.5.3. La riqueza se genera en las empresas privadas, las que permiten
el crecimiento necesario para desarrollar a la sociedad.
Es trascendente para toda la sociedad que a las empresas les vaya bien, y es una res-
ponsabilidad social de sus integrantes el que sean altamente eficientes y sean bien
administradas. Al decir del ex presidente francés, Francois Mitterand, “... la empresa
determina nuestro nivel de vida y nuestro sitio en el mundo”.
La prosperidad se sostiene en el respeto legal a la propiedad y a los contratos, pero su
fundamento más profundo está en la ética del deber, la que se expresa en una cultura
que valora la responsabilidad personal. Es así como una infinidad de talentos indivi-
duales que cooperan entre sí, contribuyen a la prosperidad general.
3.5.4. Disminuye el rol del Estado benefactor.
Ya no existe el Estado omnipotente, éste se moderniza, disminuye de tamaño y se pro-
fesionaliza, desempeñando un rol proveedor de estabilidad para que los particulares
expandan su accionar.
Se difunde el principio de subsidiariedad del Estado, disminuyen los controles buro-
cráticos y aumentan las privatizaciones de empresas estatales, las que al disminuir los
costos de agencia de sus operaciones y cambiar su cultura organizacional para adaptar-
se a la lógica del mercado y centrarse en los clientes, han estado obligadas a aumentar
su eficiencia y a desarrollar ventajas competitivas.
América Latina, y Chile en particular, fueron precursoras en materia de privatizar em-
presas que estaban en poder del Estado. Sectores como el eléctrico, telecomunicacio-
nes, transporte aéreo y marítimo, infraestructura, servicios financieros, generación y
distribución de energía, puertos, etc., han sido traspasados hacia inversionistas locales
y extranjeros.
Es importante destacar que el proceso privatizador en América Latina no sólo incre-

148
mentó los flujos de inversión hacia la región, sino que también ha tenido una signifi-
cativa incidencia en el ahorro fiscal y el aumento de la competitividad de las empresas
afectadas.
3.5.5. Disminuyen las barreras arancelarias.
La progresiva disminución de las barreras arancelarias constituye una poderosa señal
de apertura que se ha generalizado a lo largo y ancho del mundo, modificando las polí-
ticas cambiarias, a tal grado, que el Profesor Emérito Lawrence Klein, Premio Nobel
de Economía 1980, llegó a señalar que “con la progresiva desaparición de las barreras
arancelarias (...) el tipo de cambio se convierte en el principal arancel”.
Se abren los mercados al comercio internacional, existen intentos de “dolarización”
de varias economías latinoamericanas, simultáneamente a la configuración de grandes
zonas de libre comercio. Se perfeccionan acuerdos y tratados multilaterales y bilatera-
les que promueven el comercio internacional, tales como la Unión Europea, NAFTA,
Mercosur, APEC, UNASUR.
3.5.6. Se fomenta y flexibiliza el tratamiento a la inversión extranjera.
Existe una marcada liberalización de las inversiones en el exterior y corriente de desin-
termediación, globalización y desregulación financiera. Hoy los movimientos de dinero
entre países y empresas son instantáneos, acentuando la idea de la aldea global.
Chile fue el primer país latinoamericano en liberalizar su legislación para la inversión
extranjera, en 1974. A partir de 1989, cuando México se sumó a esta corriente, comen-
zó una rápida liberalización en la región.
América Latina ha sido, en la década de los noventa, una de las regiones del mundo con
mayor seguridad y rentabilidad para las inversiones extranjeras. Asimismo, se registran
importantes flujos de inversión intrarregional que demuestran el potencial económico
de los países del Grupo de Río.
Los hechos evidenciados obligan a las empresas e instituciones a asumir una adecuación
al entorno e incrementar sus niveles de competitividad, y ponen de manifiesto que su
eficiencia pasa, necesariamente, por satisfacer las expectativas de los clientes, dentro y
fuera de las fronteras, pero en mejor forma de aquella en que lo harían sus competidores.
Para ser competitivas, las organizaciones están aprendiendo a centrarse y poner su foco
de atención en el cliente, en usuario de sus productos y/o servicios.
La verdadera orientación hacia al cliente o usuario replantea la concepción y la práctica
de las relaciones comerciales, tradicionalmente consideradas meras transacciones, ha-
cia el establecimiento de relaciones de intercambios, en los que los clientes exigen reci-
bir valor en todo aquello que desean; valor que se puede lograr no sólo vía el beneficio
básico que proporciona el producto o servicio, sino que por todo el valor agregado
generado por la ampliación del producto.
De esta forma, y en forma casi natural, se llega a la diferenciación como estrategia
competitiva.

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En un entorno altamente turbulento, la base de diferenciación es el servicio y la rela-


ción personalizada que se logre construir con los clientes.
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no século XXI. Sào Paulo, Editora Gente, 1996.

150
DE LO RURAL A LO URBANO:
LAS PELEAS DE GALLOS EN MONTERREY

M.C. Martín Velázquez Rojas1


En Memoria de Antonio Peña Guajardo

RESUMEN
De lo rural a lo Urbano: Las peleas de gallos en Monterrey consistió en desarrollar
una serie de investigaciones en Monterrey y su área Metropolitana sobre la realización
de peleas de gallos. Además, se realizó un estudio en el archivo de Municipio de Mon-
terrey, donde se recabó información de lo acontecido durante inicios del siglo XX.
De esta forma, se destacó la partición secuencial de tradiciones folklórica emigradas
de diferentes partes de México a la ciudad de Monterrey que se establecieron en las
zonas periferias hasta ese momento como fue el caso de la Colonia Matehualita hoy la
Colonia Sarabia.
Las peleas de gallos son tradición, migración y establecimiento en zonas marginales
periféricas, las cuales dotan de significado a una identidad rural, la cual es asumida
como subordinada. Para efectos del estudio las peleas de gallos son parte fundamental
del sentido homogéneo que dota de simbolismos y significados la clandestinidad, for-
mando una estructura establecida, creando una cultura propia.
Palabras claves: Marginalidad, cultura popular, migración, folklore.

ABSTRACT
From rural to urban: Cockfighting in Monterrey was to develop a series of investiga-
tions in Monterrey and its metropolitan area on the conduct of cockfighting. In addi-
tion, a study was conducted in the archives of Municipality of Monterrey, where infor-
mation was gathered about what happened during the early twentieth century. Thus,
the sequential partition of folk traditions emigrated from different parts of Mexico to
the city of Monterrey who settled in the peripherical areas until that moment, as the
case of Matehualita Colony, now a days, Sarabia Colony.
Cockfighting is tradition, migration and settlement in outlying marginal areas, which give
meaning to a rural identity, which is assumed to be subordinate. For purposes of the study

1 Docente de la Facultad de Filosofía y Letras. Facultad de Filosofía y Letras Universidad Autónoma


de Nuevo León, México.

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 149 - 155

cockfights are a fundamental part of the homogeneous sense that gives symbolisms and
meanings the underground, forming an established structure, creating own culture.
Keywords: Marginalization, popular culture, migration, folklore.

INTRODUCCIÓN
El interés del trabajo inició en el año 2003 durante la clase de historia cultural, donde
se abordaban la temática de las prácticas culturales alrededor del mundo. Fue muy sig-
nificativo el papel que desarrolló Geertz en su propuesta de juego profundo en Balí:
Las peleas de gallos. Me causo tal interés de tratar de indagar que sucedía en la ciudad
de Monterrey, si aún las peleas de gallos tenían su desarrollo, aunque desconocía su
carácter local. Las peleas de gallos tienen un significado cíclico, ya que la importancia
gira en un contexto familiar, ligado a las características del medio donde me fui desen-
volviendo.
Además, el ambiente de hogar causó mayor interés en el tema. Mi familia paterna du-
rante treinta años se familiarizó con el juego de gallos. De esta manera la propuesta del
estudio de las peleas de gallos es de tipo familiar, cuyas razones son dar a conocer la
importancia cultural de esta práctica.
Dado este interés, el objetivo de este trabajo consiste en examinar la forma como se
ha conservado una práctica rural como las peleas de gallos en un espacio marginal y
periférico como lo serían los asentamientos irregulares del sector norponiente de Mon-
terrey. Esto es importante estudiarlo para evaluar las tensiones existentes ante los va-
lores culturales modernos y urbanos, así como las costumbres tradicionales de origen
campirano en el contexto de la globalización que tiende a uniformar a la población.
Los objetivos de esta investigación consisten en evaluar qué tanto se han conservado
la imagen folklórica de las peleas de gallos y si existe un patrón cultural que otorgue
identidad a personas que participan en esta actividad. Así mismo se pretende estimar el
impacto de las peleas de gallos en las redes de sociabilización de un sector de población
regiomontana.
La hipótesis principal de este trabajo se ubica en demostrar que las peleas de gallos han
subsistido como un mecanismo de identidad de grupos marginales periféricos, que em-
plean su carácter de clandestinidad para reforzar su posición de grupo de tradiciones
que contrasta con los valores culturales modernos.

ESCENARIO SOCIAL DE LAS PELEAS DE GALLOS EN MONTERREY:


LAS COLONIAS IRREGULARES.
Modernidad, urbanidad y espacios sociales.
En esta propuesta de investigación se ha considerado asumir la hipótesis de que la
práctica de los juegos de gallos en el área metropolitana de la ciudad de Monterrey
constituye un cambio de las tradiciones rurales que permitió a los migrantes asentados

152
M.C. MARTÍN VELÁZQUEZ ROJAS / De lo rural a lo urbano: Las peleas de gallos en Monterrey.

en las áreas urbanas periféricas dotarlos de un sentido de identidad en el complejo


proceso de adaptación a las nuevas circunstancias de la ciudad.
Uno de los conceptos que califica esta relación es el construido por Manuel Castells de-
nominado ciudad dual. Este término manifiesta la coexistencia espacial de un gran sector
profesional y ejecutivo de clase media con una creciente subclase urbana compuesta por
grupos sociales que comparten el mismo espacio mientras que son mundos aparte en tér-
minos de estilos de vida y posiciones estructurales en la sociedad. (Castells, 1995, p.292)
La dualidad se refiere a la emprendedora contradicción de crecimiento y caída como
un constante cambio de efectos exclusivos sobre diversos grupos sociales. La ciudad
dual es una diversidad de aspectos en donde las posiciones del declive y el crecimiento
se cristalizan en los modos de vida. En este ámbito se vuelven totalmente comunica-
bles medios monetarios y niveles de cultura en donde se manifiesta una formación de
pequeñas sociedades a través de un croquis diferencial del espacio que interactúa en la
cultura, la comunicación, modos de vida y estructura financiera. (Castells, 1995, p 318)
Esta división de sectores urbanos ha estimulado el estudio de los espacios marginados.
Sobre esta temática, Emile Doré enfoca su atención en la proliferación de barrios de
hábitat precario denominados según las épocas y los países: favelas, barriadas, villas,
miseria. El aspecto y tamaño considerable de estos barrios evocan una propagación
impactante de la miseria pues han contribuido durante varias décadas a otorgarles una
posición central en el análisis sociológico urbano en distintos países; los marginales se
vieron sucesivamente satanizados e idealizados. Esta última tendencia fue exclusiva-
mente notable a partir de los años 1980. (Dore, 2008, p. 82)
Asimismo Doré asigna una reestructuración de la palabra marginalidad y la adecua a
su estudio. En palabras del autor: “para tratar de redefinir la marginalidad escojamos
como punto de partida una especie de predefinición material que nos ayudará a delimi-
tar el tema: llamaremos marginal a una persona excluida de los mercados inmobiliarios
y laborales formales, que por ende vive en barrios que facilitan el acceso a terrenos
fuera de las negociaciones inmobiliarias clásicas, la mayor parte del tiempo en zonas
no urbanizables, rocosas o desérticas, y sin infraestructura previa, donde predominan
las actividades informales” (Dore, 2008, p. 84)
Esta formación de espacios periféricos en las ciudades trae consigo un proceso de
adaptación de las antiguas tradiciones rurales en las nuevas condiciones que implica la
interacción en un nuevo ámbito urbano. En este sentido, se puede afirmar la existencia
de una cultura rural dentro de las ciudades modernas. (Dore, 2008, p.321)
Estas nociones aparecen señaladas por Henri Lefebvre en su estudio de los barrios
populares franceses. Dentro del margen de la vieja escuela se manifiestan costumbres,
tradiciones, juegos lúdicos pero sobre todo comunicación social y significativa. El mi-
grante crea el barrio, no sólo le otorga vida, sino además su fisonomía, ejerciendo
acción en la calle que lo agrupa, dentro de su primitividad como recién emigrado a los
nuevos territorios por asentar. (Lefebvre, 1970, p.196)

153
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 149 - 155

La calle desprende a las personas de la soledad y la insociabilidad. El terreno de juego


sin reglas suele ser un encuentro de materiales culturales. La calle es el resultado de
una sociabilización indispensable. En los nuevos barrios, las calles y el lenguaje son
significaciones que son reducidas a simples señales, pero, además las construcciones
han sido adaptadas por sí mismas al campo de las nuevas creaciones de los inmigrantes.
(Lefebvre, 1970, p 181)
Otorgando sensibilidad a los recién llegados, así como organizando las formas de há-
bitat, dialogo y creando significados que dotarán a su nueva forma de vida sentido.
De esta manera la calle crea una nueva cara, la dualidad entre lo céntrico y la periferia,
como será el caso de la ciudad de Monterrey y sus alrededores.
La migración a Monterrey y la formación de espacios urbanos periféricos.
La formación de áreas marginales en la ciudad de Monterrey se derivó de un proce-
so de migración rural llevando a cabo durante la segunda mitad del siglo XX. Estos
espacios periféricos se desarrollaron de manera distinta de los asentamientos urbanos
ya establecidos. Esta dinámica particular conllevó la configuración de condiciones es-
peciales en cuanto a la situación socioeconómica de los habitantes, el medio físico de
estos lugares y la estructuración de una cultura propia.
El motivo de la migración hacia la ciudad de Monterrey se derivó del atractivo del
auge industrial de la ciudad y de las cada vez más deplorables condiciones del campo.
Aparentemente, este proceso inició inmediatamente después de la recesión de los años
treinta. Esta coyuntura coincidió con una etapa de desarrollo económico acelerado en
la ciudad y con su mantenimiento progresivo hasta los años sesenta. (Zuñiga y Ribeiro,
1990)
A la par, la ciudad y la producción industrial crecían, la industria dirigía sus productos
a los mercados urbanos en vías de expansión los cuales eran alimentados por la migra-
ción rural hacia la ciudad. El círculo de dependencias se cerraba por la calidad de mano
de obra industrial de los nuevos migrantes.
Para el periodo comprendido de los años cuarenta a cincuenta, este proceso se aceleró
aún más, por lo que se presionó hacia la expansión urbana de la ciudad. Para los años
cincuenta y sesenta la tasa de crecimiento en el área metropolitana de Monterrey fue de
8.7%, cifra sumamente elevada. Este proceso de crecimiento fomentó la integración de
los municipios adyacentes a la ciudad en un área metropolitana, que en los últimos 50
años se ha incrementado de forma enorme. (Zuñiga y Riveiro, 1990)
Los migrantes procedentes no sólo de distintos estados de la república mexicana sino
además de las rancherías de los municipios no conformados en el área metropolitana,
llegaron en forma pacífica y dispersa con la ilusión de encontrar lugar en el mercado de
mano de obra industrial. Al llegar a la ciudad fueron ocupando las viviendas más eco-
nómicas, las casonas del centro de Monterrey, para después ir poblando los márgenes
del espacio urbano, principalmente las colonias cercanas a la zona industrial. (Zuñiga
y Ribeiro, 1990)

154
M.C. MARTÍN VELÁZQUEZ ROJAS / De lo rural a lo urbano: Las peleas de gallos en Monterrey.

Los nuevos asentamientos llegaron a afectar los intereses de los sectores privilegiados.
Este fue el caso de algunas colonias pertenecientes al movimiento Tierra y Libertad,
creado en 1973. Sus asentamientos se localizaron al norte de la ciudad de Monterrey en
terrenos de poca plusvalía. Igualmente se establecieron en el sur en espacios que origi-
nalmente eran previstos para la expansión de áreas residenciales. La cantidad de inva-
siones promovidas por Tierra y libertad aumentó entre 1973 y 1976. En este periodo se
organizó el frente popular Tierra y Libertad, agrupando 31 colonias de posesionarios,
16 vecindades, tres uniones ejidales y tres organizaciones con actividades relacionadas
con trasporte, comercio y fotografía. (Zuñiga y Ribeiro, 1990)
En este tipo de espacios urbanos irregulares, marginados y periféricos en la ciudad
de Monterrey se van conformando elementos comunitarios distintivos en el contexto
urbano local. Las condiciones particulares de estos sitios contribuyen al desarrollo de
pautas culturales propias generadas a partir de los valores de la sociedad rural que se
confrontan con las visiones modernas globalizadas que caracterizan a la población de
las grandes ciudades.
El desarrollo histórico de las peleas de gallos en Monterrey.
El conocimiento sobre el origen del juego de gallos en Monterrey es incierto. Se pue-
de pensar como el Nuevo Reino de León era parte del territorio novohispano, estos
eventos se realizaban desde la época colonial. Pero no hay estudios que lo confirmen.
Al menos, en esta investigación, se pudo encontrar evidencia documental de esta acti-
vidad en la década de los años 20´s del siglo XX.
Durante el siglo XIX las peleas de gallos en Monterrey se realizaban en el contexto de
las ferias populares. Estas diversiones iniciaban desde la madrugada con una misa y se
ambientaban con una gran cantidad de fuegos pirotécnicos que marcaban el comienzo
de la celebración de las fiestas populares. Después de dicha celebración eucarística el
párroco de la comunidad expresaba las diversiones que tendría la fiesta, como pelea de
gallos, carreras de caballos y juegos de azar.
Durante las fiestas patronales, las peleas de gallos al igual que las carreras de caballos
y juegos de azar, eran los eventos populares más importantes entre la comunidad. El
juego de gallos representaba en las ferias lo más importante, aunque esto demostraba
que solo era un pretexto para apostar, puesto que dichas diversiones las realizaban los
hacendados, para su disfrute y desplume de la plebe. (Martínez, 2005, p. 70)
De esta información se desprende que las peleas de gallos eran una práctica recurrente
en la sociedad regiomontana en el siglo XIX. Esto da pie a considerar que, a inicios
del siglo XX, la lidia de estos animales estaba consolidada como una diversión urba-
na en la ciudad de Monterrey. Pero no es, hasta la década de los años veinte que se
localizó evidencia documental derivada de los intentos del municipio por regular esta
actividad. En estos registros, se puede observar las tensiones y ambigüedades entre las
autoridades públicas, los hombres de negocios y cierta parte de la población urbana,
principalmente la de los sectores marginales.

155
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 149 - 155

En la década de los años de 1920 en la ciudad de Monterrey las peleas de gallos fueron
organizadas por el señor Feliciano Caro en los barrios Matehualita y El Nacional. Esta
persona era originaria del último punto y había desempeñado diversos puestos públi-
cos como alcaide de la penitenciaría, comisionado de juntas y mejoras y planificación
de la ciudad. (Monterrey). (México) Archivo Histórico de Monterrey.
El día 31 de marzo de 1925, Feliciano Caro solicitó un permiso al ayuntamiento de
Monterrey para organizar peleas de gallos. La respuesta a esta petición fue afirmativa
bajo la condición de que los oficiales observarían de una manera tajante la vigilancia del
inmueble donde se realizarían las peleas de gallos. Esto era solamente para constatar
lo expedido en dicho permiso, además del nivel de apuestas, evitando altercados entre
los participantes y sobre todo para salvaguardar la seguridad de los asistentes en dicha
pelea establecida. Las peleas de gallos en la ciudad de Monterrey, han representado el
sentido de migración y apropiación de esta práctica cultural marginal, periférica- ur-
bano, dotando de significados a través de los años y conformando una dinámica muy
particular a lo regional.

CONCLUSIONES
Las peleas de gallos en Monterrey y su área metropolitana es una práctica que corres-
ponde a grupos sociales marginales de procedencia rural, los cuales reproducen valores
propios de su cultura autónoma que entra en tensión con elementos de cultura apro-
piada procedentes del entorno urbano.
Esta tensión entre sistema de valores distintos fomenta que la cultura marginal se adap-
te a los elementos prevalecientes del medio moderno. En este sentido se ejerce una
especie de control cultural en donde las prácticas originales de la cultura autónoma son
alteradas bajo condicionamientos sociales del otro sistema cultural.
A pesar de este control cultural, la práctica de las peleas de gallos en Monterrey se sigue
conservando y resulta importante para ciertos grupos marginales de procedencia rural
y para pobladores que quieren continuar con las tradiciones históricas que fundamen-
tan los espacios de sociabilidad masculina.
En conjunto de la sociedad del área metropolitana de Monterrey, las peleas de gallos
representan una práctica arcaica, salvaje que no encaja en el modelo cultural de la mo-
dernidad y urbanidad. Por ello esta actividad resulta ser identificada con los grupos
marginales y presenta rasgos de invisibilidad. Por esos motivos a las peleas de gallos se
les condena y se les desplaza hacia la clandestinidad.
La cultura autónoma deja de serlo al convertirse en una cultura apropiada ya que la
clandestinidad termina en los valores urbanos. La cultura matriz al trasladar sus prác-
ticas al entorno diferente que representa el espacio urbano, al compararlo deja de ser
legal, ya que su apropiación originaria es legal autónoma y deja de ser propia al estar
en la ciudad.

156
M.C. MARTÍN VELÁZQUEZ ROJAS / De lo rural a lo urbano: Las peleas de gallos en Monterrey.

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FUENTES DE ARCHIVO
A.H.M. Fondo Monterrey Contemporáneo, Volumen 999, Foja 3, Colección Ac-
tas de Cabildo, Fecha 31/ marzo/ 1925.

157
LA SALUD EN EL CONTEXTO SOCIOECONÓMICO
ACTUAL. CARIES DENTAL UNA ENFERMEDAD COMPLEJA,
CRÓNICA Y SOCIAL

Vuoto, ER1; Saez, SJ2; Fernández, CN3.

RESUMEN
Se muestra la importancia de considerar al individuo como un ser bío-psico social y
estudiar sus necesidades y demandas en Salud en relación al contexto.
Enfatiza en Salud Bucal presentando a la caries dental como una enfermedad com-
pleja, de etiología multifactorial, crónica, social y de aparición temprana, considerada
como un problema de salud pública prioritario por la OMS.
Cita estudios de prevalencia de caries en preescolares de la región, donde la misma
está presente desde edades muy tempranas justificando la necesidad de realizar el diag-
nóstico en etapas más precoces de la vida. Los estratos sociales más desfavorecidos
aparecen como los más afectados y desatendidos coincidiendo con registros de otras
regiones en el mundo.
Por tanto es pertinente y necesario contar con un diagnóstico situacional de la caries de
la infancia temprana en niños de riesgo social, abordarla con criterio de riesgo comuni-
tario y con la meta de trasladar la evidencia de la investigación a las políticas de salud.
Objetivar el alcance del problema a partir de los datos aportados facilita la elaboración
de programas preventivos coherentes en la región.
Palabras claves: Salud - caries – prevalencia – riesgo - contexto

1 Dra. en Odontología. Especialista en Odontopediatría, Ortodoncia – Ortopedia Maxilar y


Docencia Universitaria. Prof. Titular Cátedra Odontopediatría I. FOUNCuyo. Mendoza.
Argentina. Estrada 2200 Guaymallén, Mendoza, Argentina. 54 261 4326816 – 54 2615636741.
[email protected]
2 Lic. en Filosofía. Prof. Titular Cátedra Antropología Filosófica. FO UNCuyo. Mendoza.
[email protected]
3 Mgter. en Gestión de Servicios y Sistemas de Salud Bucal. Especialista en Odontopediatría
y Docencia Universitaria. Prof. Adjunto Cátedra Odontopediatría I.FOUNCuyo. Mendoza.
[email protected]

159
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 157 - 163

SUMMARY
The importance of considering the individual as a bio-psycho social being and study
their needs and demands in health in relation to the context shown.
Oral Health emphasizes considering dental caries as a complex social disease of multi-
factorial etiology, chronic, and early onset, seen as a problem of public health priority
by the WHO.
It cites studies of prevalence of caries in preschool in the region where it is present
very early age justifying the need for diagnosis at earlier stages of life. The most disad-
vantaged social strata seem to be the most affected and neglected regarding oral health
in the world. Therefore, it is relevant and necessary to have a situational diagnosis
of caries early childhood in children of social risk, approach it with community risk
criteria and with the goal of moving research evidence to health policy (OMS. 2012)
Objectify the extent of the problem from the information provided it facilitates the
development coherent prevention programs in the region.
Keywords: Health - caries- prevalence - risk - context

INTRODUCCIÓN
En el marco de la 9ª edición de la Cátedra Virtual para la Integración la que versó sobre
el eje “EL DESAFIO DE SUPERAR LA DESIGUALDAD LATINOAMERICANA
“y durante el desarrollo del módulo III ECONOMÍA y SOCIEDAD, se brindó en
forma presencial a los estudiantes de Argentina y en forma virtual a los estudiantes
de las Universidades participantes de Chile, Brasil y México dos ponencias sobre “LA
SALUD EN EL CONTEXTO SOCIOECONÓMICO ACTUAL”.
En razón de que las enfermedades bucales califican como un gran problema de salud
pública con una alta prevalencia e incidencia en todas las regiones del mundo, sobre el
campo Salud Odontológica se trató el tema “LA CARIES DENTAL UNA ENFER-
MEDAD COMPLEJA, MULTIFACTORIAL, CRÓNICA Y SOCIAL”.
El marco de referencia se constituyó desde las experiencias llevadas a cabo en el con-
texto regional Gran Mendoza, Argentina donde se muestran conjuntos sociales de
diferentes características socio-culturales, su realidad y sus demandas a nivel Salud
Odontológica. (23)
La producción que se presentó es un aporte para el diagnóstico en salud bucal en la
región de influencia de la UNCuyo, basado en el trabajo académico y sanitario de la
Cátedra Odontopediatría I de la FO UNCuyo.
El marco teórico de este trabajo se basó: a) en los conceptos de “salud” y “enferme-
dad” entendiendo a la salud como un proceso dinámico, de construcción permanente,
que reconoce en su pertinencia al hombre y sus relaciones; b) en los objetivos del
modelo bío-psico-social, que tiene como actores al conjunto de los sujetos y grupos

160
VUOTO, ER - SAEZ, SJ - FERNÁNDEZ, CN. / La Salud En El Contexto Socioeconómico Actual. Caries Dental Una Enfermedad Compleja, Crónica Y Social.

sociales que se enferman y demandan atención médica por un lado, y al desarrollo


científico y profesional de la biomedicina por otro. (8)
En referencia a este encuadre, la Cátedra Odontopediatría I de la Facultad de Odonto-
logía de la Universidad Nacional de Cuyo, durante más de 10 años viene desarrollando
una serie de proyectos de investigación sobre el eje “La Salud Bucal del Preescolar en el
Gran Mendoza” considerando la forma en que el modelo salud/enfermedad/atención
se viene desarrollando a nivel sanitario en esta provincia. Los mismos revelaron un alto
grado de enfermedad caries, próximo al 63%, en la población de niños que concurren
a salitas de 4 y 5 años de edad (2, 8, 9, 22, 23)
El último estudio realizado en Mendoza durante el bienio 2013-2015 sobre una mues-
tra por conglomerado de 500 niños asistentes a 8 Centros de Desarrollo Infantil y Fa-
miliar de Mendoza, entre 12 a 71 meses de edad, muestra a la fecha resultados parciales
a tener en cuenta:
• 38% población menor a 5 años presentó experiencia de caries
• los valores aumentaron en el 2do y 3er año de vida
• 62% población mayor a 5 años presentó historia de caries
Las alarmantes cifras muestran claramente la necesidad de llegar a esta franja de la socie-
dad con políticas de Salud oportunas y factibles, que alcancen los objetivos propuestos
teniendo en cuenta el impacto que la relación socio-cultural tiene sobre la salud; salvar o
minimizar la desigualdad de oportunidades para mejorar las condiciones de vida median-
te acciones comunitarias organizadas, sencilla y sustentables en el tiempo, objetivos que
definen e identifican los aportes de esta Cátedra Virtual. (3, 11, 14, 15). Como resultado
esperado se plantea la construcción de conclusiones que marquen tendencias epidemio-
lógicas para la región, transferibles a futuros programas de salud pública.
La actual tendencia social inclusiva resulta una aliada del profesional y gestor de salud
a la hora de producir un cambio de las condiciones de vida desiguales. Las acciones
se orientan hacia la reducción de la probabilidad de enfermar al reforzar la acción co-
munitaria mediante la toma de conciencia, el generar corresponsabilidad y favorecer el
desarrollo de aptitudes personales en la comunidad. (7)
Los procesos de intervención se traducen en acciones de educación para la salud que
conforman la llamada “batería preventiva” en odontología que incluye el asesoramien-
to higiénico-dietético, detección temprana de la multicausalidad: hábitos y conductas
de riesgo; y el empoderamiento de responsabilidades en información y difusión de
medidas preventivas por parte de padres, docentes, directivos de gestión educativa y de
gobierno estatal para participar activamente en la reorientación de servicios de salud
hacia la construcción de políticas públicas saludables.( 11)
Si bien en los últimos 10 años en algunos círculos latinoamericanos se registra un
nuevo debate en torno al concepto de salud y enfermedad, es relevante el hecho de
que existe una distribución mundial de la caries en relación directa con los niveles so-
cio-económicos de una población. (16)

161
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 157 - 163

También es una realidad que debido a la diversa característica de los determinantes de


condiciones de vida y el impacto de estas en salud, riesgo y enfermedad se presentan
muy próximos entre sí. Las medidas protectivas no llegan a tiempo para funcionar
como preventivas, y resultan caras y de difícil ejecución. (19)
Entre ellas, una condición de vida con fuerte impacto en salud es la pobreza. (15,18)
Nuestra región no escapa a esta realidad. De allí que los proyectos odontológicos cita-
dos se llevaron a cabo en diferentes contextos socio-económico-educativos-culturales:
urbano, urbano-marginal y rural. Los resultados expresaron que las condiciones de
vida y las respuestas sociales interactuaban entre el nivel de desarrollo y la situación de
salud: aumento de las tasas de enfermedad y menor acceso a la salud en las poblaciones
más vulnerables. (2, 4, 9, 23)
Una visión integradora, plural y temprana del proceso salud/enfermedad/atención
favorece la posibilidad de aplicar alternativas variadas para realizar un diagnóstico si-
tuacional de la realidad sanitaria de los individuos y la comunidad posibilitando la
intervención oportuna para conservar e incrementar la salud. Pero su valor a nivel
comunitario es su importancia para prevenir enfermedades teniendo en cuenta que la
sensibilidad a la prevención aumenta cuando el problema no está instalado. (13)
La implementación de programas preventivos en salud bucal como parte de políticas
públicas de salud general, es una acción directa sobre la relación inequidades sociales
- salud. Estos programas aportan al sistema de atención herramientas eficaces para
mejorar las condiciones de vida y salud de los individuos y la comunidad. (3, 9,11, 15)
Resulta evidente que en respuesta a una demanda creciente, variable y generalizada
de servicios de salud, la Atención Primaria debe ser pensada como una estrategia de
transformación del modelo asistencial en función de los criterios de eficiencia, eficacia
y equidad y debería implementarse como un conjunto de acciones enfocadas en las
condiciones de vida de todos los sectores de la población, sus necesidades y sus posi-
bilidades de accesibilidad a la salud integral. Para alcanzar este propósito es necesario
estudiar a los seres humanos en su vínculo con el entorno sociocultural y allí está el
campo de acción de las Ciencias Sociales en vinculación estrecha con las Ciencias de
la Salud. (1, 11, 12, 15)
Es necesario diferenciar los escenarios sociales en que los mismos se aplican, ya cada
sujeto vive la enfermedad según sus propias características y las consecuencias del
padecimiento.
Al respecto, autores argentinos (17) proponen considerar la enfermedad desde la pers-
pectiva integrada de una dolencia personal y una construcción socio- cultural. La so-
ciedad por su característica dinámica sufre la aparición de nuevos problemas cada vez
a los cuales el paradigma prevalente no puede dar respuesta. Los nuevos problemas de
salud y sus posibles soluciones, implican el desarrollo de nuevos conocimientos y mo-
dos de resolver las dificultades, los que pueden llegar a construir un nuevo paradigma,
superador del anterior. (17)

162
VUOTO, ER - SAEZ, SJ - FERNÁNDEZ, CN. / La Salud En El Contexto Socioeconómico Actual. Caries Dental Una Enfermedad Compleja, Crónica Y Social.

En referencia a este concepto, Fejerskov (2004), destaca que no existen programas ex-
trapolables a todos los países o poblaciones. Por ello a iguales programas preventivos
aplicados en diferentes países se pueden obtener diferentes resultados. (7)
A fin de encontrar sustento en el ámbito de la salud comunitaria, estas recomenda-
ciones, deben responder y estar vinculadas a una planificación estratégica organizada
como programa de promoción y/o prevención en salud. (14, 15) Como ejemplo de lo
dicho, se pueden destacar las acciones de investigación, prevención y promoción de
salud bucal citadas que se vienen gestando en la FO de la UNCuyo. (2, 8, 9, 23)
Para finalizar, frente al nuevo concepto de “salud” y sus consecuencias estimamos que
puede ser útil conocer y analizar sus determinantes o condicionantes en referencia a las
poblaciones y su complejidad de abordaje. (14. 17)
La salud en términos físicos representa uno de los pilares de calidad de vida, bienestar
y en definitiva de la felicidad. Por ello el objetivo de alcanzarla no solamente corres-
ponde a la medicina y al individuo sino también a las políticas y a la comunidad. (4)

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165
Ecología y Recursos
LA AGRICULTURA MEXICANA, BÚSQUEDA DE UNA SENDA
UTÓPICA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE E INCLUYENTE
EN UNA ECONOMÍA ECOLÓGICA

Dr. Jorge Alberto Álvarez Berrones1

RESUMEN
Se realiza una búsqueda de la relación entre la agricultura capitalista y la campesina para
evidenciar la contradicción entre ambas. Asimismo, se trata de realizar la explicación
de esa contradicción y su superación mediante el alejamiento de la relación causa-efec-
to por un acercamiento a una relación cualitativa de eficiencia y dignidad. Además,
se pretende hacer evidente la obtención de una economía ecológica bajo los valores
enunciados de dignidad y eficiencia.
Palabras claves: Agricultura, desarrollo, ecología, economía, recursos naturales.

ABSTRACT
A search of the relation between the capitalist and the peasant agriculture is made to
demonstrate the contradiction between both. In this matter, the explanation and the
overcome of this contradiction is intended to get, by means of the alienation of the
relation cause-effect for an approach to a qualitative relation of efficiency and dignity.
Also, there tries to become clear the securing of an ecological economy under the
enunciated values of dignity and efficiency.
Keywords: Agriculture, development, ecology, economy, natural resources.

INTRODUCCIÓN
Ante el desafío de superar la desigualdad latinoamericana, se presenta una idea utópica
de reconfigurar la economía en pro de la ecología creando una economía ecológica
cuyo principio cierto radica en la ayuda mutua y desinteresada entre todos los habitan-

1 Nacionalidad Mexicana, Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Filosofía y Le-


tras, Docente, México, arquitecto y filósofo, Doctor en Filosofía con orientación en Arquitec-
tura y Asuntos Urbanos; Facultad de Arquitectura, Universidad Autónoma de Nuevo León.
E-mail: [email protected]

169
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 167 - 174

tes de los lugares naturales. Por lo que el siguiente discurso tiene la finalidad de mostrar
ciertos aspectos de base que se relacionan con el medio ambiente y los recursos natu-
rales, pero siendo esta relación extensa y profunda, el debate se mantiene únicamente
sobre el ámbito de la agricultura, el campo y la ecología, buscando la integración de
los nexos entre estos elementos. Sabiendo que existe una relación de facto entre las
actividades económicas y los espacios geopolíticos-económicos, se ha establecido que
el espacio cultural es resultante de la combinación de diversos complejos, pero que se
enfatiza la combinación del agro con la naturaleza y la economía. Es necesario advertir
que la configuración geocultural de México ha sido desarrollada siguiendo la estructura
natural del territorio de tal forma que esa estructura se ha mantenido tanto de manera
esencial como de facto; el altiplano central mexicano y sus vertientes naturales confor-
man al México contemporáneo desde el mundo prehispánico que se continua sumán-
dose al colonial hasta el presente; dice García Martínez que “cada uno de los grandes
componentes de la geografía del país que conforme hemos visto, han llegado hasta el
presente como herencia del espacio prehispánico –el México Central y sus dos ver-
tientes hacia ambas costas- así como de la experiencia colonial-la vertiente norteña de
expansión y las dos cadenas tendidas hacia Centroamérica y el Caribe-” (García; 2004:
97-8). Por lo que se hace esencial dilucidar la contradicción de fondo que no permite el
desarrollo del campo mexicano; para logarlo se propone examinar la relación entre la
agricultura capitalista y la agricultura campesina que tienen, por principio, finalidades
contrapuestas que proponen proyectos y formas de vida distintos, pero no excluyentes.
Asimismo, continuando con la configuración de espacios geoculturales que se entrete-
jen esencialmente con el medio ambiente y los recursos naturales no se ha de olvidar
los recursos del subsuelo que han definido sólidas regiones que han sobrevivido por
siglos. Según Herrera y González, ambos afirman que “por más de 400 años, la mi-
nería ha configurado espacios geoeconómicos; en primer lugar, por factores de índole
natural como fueron la ubicación y la riqueza de los yacimientos, y luego por factores
económicos como los cambios en la demanda, el volumen y los tipos de minerales”
(2004: 116). No obstante, dada la brevedad del discurso, el eje articulador ha de ser el
agro mexicano con algunas referencias a esta cuestión de los recursos del subsuelo.

LA CONTRADICCIÓN ENTRE LA AGRICULTURA CAPITALISTA Y LA CAMPESINA.


La economía mexicana ha enfrentado las crisis recurrentes de los últimos años median-
te la desigualdad productiva, el retraso tecnológico y rezagos sociales en educación,
alimentación, salud, servicios e ingresos tanto en el ámbito urbano como en el rural,
lugar que tiene acentuada estas características (cf. Fujigaki, 2004: 152). En el transcurso
histórico del México del siglo veinte se ha hecho evidente la base en que funciona la
agricultura, la cual se finca en una contradicción del sistema de la sociedad mexicana, a
saber, la agricultura capitalista frente a la agricultura campesina cuya relación propició
el establecimiento de una polarización creciente y desarrollo desigual en esos tipos de
producción; además que se establecieron diferentes nexos entre esas dos agriculturas
y la industria; nexos que se fueron desarticulando por factores como nuevos insumos

170
JORGE ÁLVAREZ BERRONES / La agricultura mexicana, búsqueda de una senda utópica del desarrollo sostenible e incluyente en una economía ecológica.

industriales sintéticos y el crecimiento de la industria de alimentos en ciertas zonas (cf.


Fujigaki, 2004: 134).
El proceso de crecimiento de las relaciones económicas entre los diversos sectores
implicados en el campo no atendió ni tampoco se dio cuenta que el problema del agro
mexicano se debía al crecimiento global económico y se dio énfasis a partir de los
años cuarenta al desarrollo de la agricultura capitalista y también a la ganadería de los
grandes propietarios y se abandonó a sus suerte a la agricultura campesina (cf. Fujigaki,
2004: 135-6). Ahora bien, mientras que, por una parte, la economía se ha dividido en
sectores definidos tales como el primario, el secundario, el terciario, el cuaternario o
terciario superior y aun pudiese hablarse de un sector quinario; por otra, al interior de
cada sector hay subdivisiones antagónicas que permiten poner en duda tan clara divi-
sión económica. En efecto, en el sector primario (agropecuario, silvicultura y pesca) se
ha desarrollado una dicotomía en el campo que tiene en sí misma una contradicción
cuya naturaleza es inherente al sistema capitalista y de ningún modo es de naturaleza
coyuntural.
Y es importante señalar que la agricultura capitalista se ha desarrollado en base de la
búsqueda de la ganancia económica, busca una tasa media de ganancia; además de
fundar su actividad mercantil en el liberalismo que privilegia al individuo sobre la so-
ciedad. Y a pesar de que la agricultura campesina es contradictoria en tanto en cuanto
busca el autoconsumo sobre la creación de mercancías y se halla bien diferenciada, es,
complementaria de la agricultura capitalista, pero en función de la mano de obra como
capital humano de reserva. De aquí que tal carácter complementario sea injusto para la
agricultura campesina debido a que privilegia a una parte de la dicotomía dando lugar
a la desigualdad y al desequilibrio.
Y esto bien puede observarse en la hacienda mexicana que duró hasta la primera mi-
tad del siglo XX; combinaba una amalgama de autoconsumo y comercio, pero en ella
existían las condiciones restrictivas al agro campesino (cf. Fujigaki, 2004: 52). En este
orden de ideas puede observarse que el campo mexicano ha vivido esa contradicción
inherente al sistema económico prevaleciente, ya bien se trate de la época colonial o de
la época del México independiente. Aún más, en la época prehispánica ya se daba una
estructura jerárquica bien definida, donde dicha organización agrícola y económica se
revive y se perpetua en la Colonia (cf. Fujigaki, 2004: 19). En pleno siglo XXI ante la
problemática del campo, la crisis alimentaria que se perpetua por la dependencia del
exterior extranjero, la crisis de los recursos naturales como la desertificación y la con-
servación de la biodiversidad; fenómenos que llevan a considerar como anacrónica,
esnobista y como una alucinación la implementación de soluciones como el llamado
huerto urbano que pudiese ser parte de dicha solución de la crisis del campo mexicano
de esos fenómenos mencionados.
Siguiendo esta línea de pensamiento, se puede hablar de un huerto rural y quizá de las
llamadas casas ecológicas autosuficientes. Existe la necesidad de decir que el huerto ur-
bano y el rural podrían ser parte de la solución si estos elementos se concibieran como
factores esenciales del planteamiento de los asentamientos humanos tales como las

171
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 167 - 174

áreas municipales, las plazas y los parques, también como elementos del equipamiento
urbano y rural destinando una mayor extensión del equipamiento urbano y rural (inclu-
yendo huertos urbanos y rurales) en función de las densidades de población; también
se habría de considerar su administración en un binomio público-privado. Y es aquí
donde más fuerte llama el pasado, de las cinco clases de tierras de los aztecas, se daba
la denominada tecpantlalli, o tierra de las casas de la comunidad y dentro de esas tierras
se incluían “los calpullalli (barrio), en que cada macegual2 trabajaba su tlalmilli (tierra cul-
tivada); también contaban con un monte utilizado colectivamente para obtener piedra,
leña y pastos, o como refugio” (Fujigaki; 2004: 20). Recordando precisamente que en
aquellos remotos tiempos sin electricidad, sin contaminantes, se reflejaban una vida ur-
bana y rural integrada en una polis ecológica, en una ciudad determinada y construida
sobre una economía ecológica. No es extraño, entonces, que los conquistadores hayan
quedado asombrados ante el espectáculo del México prehispánico; tal como dice un
soldado de Cortés, Bernal Díaz: “Contemplando tan maravillosas visiones, no sabía-
mos qué decir ni si lo que aparecía delante de nosotros era real, pues a un lado, sobre la
tierra, se levantaban grandes ciudades y el lago mismo estaba atestado de canoas, y en
el camino había numerosos puentes a intervalos, y frente a nosotros aparecía la Ciudad
de México” (Bookchin; 1978: 16).

LA ECOLOGÍA Y EL CAMPO, ALGUNAS CONSIDERACIONES


ESENCIALES.
En la época actual se tratan de consolidar las llamadas regiones biosféricas que son
aquellas regiones que integran dentro de su seno una y solo una zona climática (el
mundo tiene solamente diez) como por ejemplo las zonas polares o bien las zonas de
bosques. La integración de las polis actuales, urbanas y rurales, al medio ambiente es
por principio una cuestión de planeamiento de asentamientos humanos y, por ende, de
diseño. Sin embargo, todos los entes citadinos habrían de ser redefinidos, rediseñados y
replanteados para coadyuvar a la realización de una economía ecológica. No obstante,
se sigue la extensión y la construcción de ambientes artificiales, urbanos y rurales, con
los mismos principios de la ganancia económica. La edificación en altura (vertical) y
la horizontal bajo la idea del máximo rendimiento de área vendible por hectárea hace
impensable tal sueño de reconstrucción ecológica.
No obstante, hay que decir que la agricultura es una adaptación a la ecología y que ésta
se ha practicado desde la época prehispánica y aún desde la prehistoria; agricultura
integrada al medio ambiente natural y geográfico; según Rojas Rabiela –los sistemas
agrícolas- “se encontraban en laderas y somontes de la Sierra Madre Oriental, Sierra
Madre Occidental, Sierra Madre del Sur y, en menor proporción, en la Sierra Volcánica
Transversal (…) se practicaron desde la Huasteca hasta la península de Yucatán” y
además, añade que “de hecho los diversos sistemas agrícolas, sin dejar de ser en parte
adaptaciones ecológicas, fueron adaptaciones sociales, demográficas y económicas”

2 El término ortodoxo es macehual, de macehua, servir.

172
JORGE ÁLVAREZ BERRONES / La agricultura mexicana, búsqueda de una senda utópica del desarrollo sostenible e incluyente en una economía ecológica.

(Rojas; 2001: 24 y 62). El enlace entre la ecología y la agricultura se da desde los mis-
mos orígenes de la agricultura, la cual debe su subsistencia, en primera instancia, a
la adaptación e integración con su medio natural; explican Derry y Williams que “el
cultivo sistemático del suelo dependiendo del conocimiento de los procesos de la na-
turaleza y de sus estaciones, así como de la elección de zonas adecuadas, como las que
la naturaleza proporcionaba en los valles de los grandes ríos” (2004:73). Asimismo,
la relación minería-agricultura fue bien explotada en la época de la Colonia tal como
afirma Konetzke “la minería tuvo una significación decisiva para el desarrollo de la
agricultura. Allí donde se desvanecía la ilusión de obtener enormes tesoros de oro y
plata, o se agotaban con mayor o menor rapidez los veneros de metales preciosos, los
conquistadores y primeros colonos se veían obligados a ganarse el sustento con las
actividades agropecuarias” (2007: 287).
Siguiendo esta línea de ideas, puede observarse con claridad que una economía ecoló-
gica necesariamente debe ser desarrollada a partir de la agricultura capitalista y, además,
tal como ya se ha hecho, a partir de la intervención del gobierno. Donde la interven-
ción gubernamental de ayuda al agro campesino ha sido y seguirá siendo necesaria,
pero su base está fincada en la distribución del ingreso del erario público. Este tipo de
ayuda se ha llevado a efecto en diversos periodos políticos en la historia de México;
sin embargo, el problema se ha acentuado de tal manera que se ha pensado en dejar
actuar al liberalismo económico como respuesta y solución a la crisis agraria; mediante,
por ejemplo, la propuesta neoliberal de un plan nacional de desarrollo (1989-1994) que
pugnaba, según Fujigaki, por “Modernizar el campo implica, de manera fundamental,
que los campesinos sean los que determinen sus programas de producción y sus com-
promisos y sistemas de trabajo, sin que las autoridades ejerzan tutelajes anacrónicos y
nocivos. Modernizar el campo requiere, también, de la práctica de esquemas equitati-
vos de asociación entre ejidatarios, pequeños propietarios y empresarios que, con ape-
go a la ley, promuevan el flujo de capital, el trabajo de tierras y recursos ociosos, el uso
de mejores técnicas y la obtención de mayores rendimientos ” (2004: 142). Y también
se ha de añadir el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), el cual
ha pretendido solucionar no sólo la crisis agraria, sino toda la crisis del sistema mexica-
no; sin embargo, el ascenso del modelo neoliberal dio origen al problema alimentario
que se reflejan en el estancamiento y disminución de la producción nacional de granos
básicos. En cuanto a la tecnología, se puede decir que ésta ha beneficiado más al sec-
tor de la agricultura capitalista que a la campesina; por ejemplo, el ferrocarril que ha
beneficiado tanto a la agricultura como a la minería, Corona Treviño asegura que “el
transporte por ferrocarril trae un enorme ahorro unitario en las operaciones de carga y
permite que prosperen la minería y las industrias de exportación agrícolas” (2004: 106).
De lo que se sigue que la respuesta está dentro del mismo sistema; si éste lo generó
también éste lo puede erradicar. En este texto se considera que el problema principal
es la ganancia en sí misma y no la obtención de ella. Esto quiere decir que partiendo
de la existencia de la ganancia, la cual es producto de las empresas privadas, del sec-
tor privado. Pero este sector se encuentra dentro de un todo, la economía mexicana.
En el mundo contemporáneo, en el mundo moderno, el hombre ha progresado por

173
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 167 - 174

asociación, las sociedades mercantiles han hecho crecer y desarrollar las civilizaciones;
claro está que han intervenido el gobierno y el pueblo; sin embargo, se ha hecho uso
del liberalismo como estrategia para mantener el statu quo; esto significa que mientras
ciertos individuos se han agrupado para la realización de empresas, se ha dejado creer
que la construcción de las mismas se debe únicamente a individuos aislados y a ellos
se les da el crédito de haber sido ellos quienes han realizado y construido las ciudades,
tanto urbanas como rurales, del México moderno; siendo un claro ejemplo la actividad
fundamental de los transportes para los intercambios de mercados; los cuales seguían
las rutas y directrices impuestas por la geografía natural y por el desarrollo de la econo-
mía, Jáuregui señala que “una buena parte del territorio mexicano muestra una diver-
sidad geográfica particularmente difícil para el desarrollo de los transportes: desiertos,
junglas, montañas, pocos ríos navegables, un descenso sumamente pronunciado del
altiplano central a las costas” y agrega que “parte de los sectores del México actual,
la característica principal de los transportes ha sido la convivencia de diversos modos
que aparecieron en su momento por la necesidad que imponía la geografía y que, aun
obsoletos, permanecieron debido a los problemas estructurales de la economía” (Jáu-
regui; 2004: 11 y 12).
No es precisamente evocar el retorno del diezmo obligatorio medieval, sino que existe
la necesidad de que los hombres reconozcan las bases ideológicas del mismo capita-
lismo, el cual hunde sus raíces en el mismo seno religioso. La postura liberal y la neo-
liberal se han nutrido de la idea de que el mundo creado es del señorío del hombre; el
hombre es señor de la creación; idea que se introdujo desde la edad media hasta la pri-
mer tercio del siglo XX, pero aún sigue vigente por ser sostenida por diversos grupos
religiosos; pero de mayor peso es la idea que no se ha de olvidar de que todo el mundo
occidental es cristiano por razones históricas. Aún dentro de la postura neoliberal se da
un ejercicio de ética cristiana retórica, recordando que la era neoliberal hizo disminuir
la productividad del campo debido a la desigualdad económica generada con la idea del
Estado mínimo y su sofistica de un gobierno incluyente, democrático y constitucional;
Ávila explica que “los sectores económicos -1995- evolucionaron en forma sumamen-
te desigual, sobresaliendo el estancamiento agropecuario” y advierte del imperativo
ético sobre la desigualdad: “la disminución de la desigualdad y de la pobreza no es sólo
un imperativo ético del desarrollo sino también una oportunidad para fortalecer el
mercado interno y, por ende, una fuente importante del crecimiento económico nacio-
nal” tratando de mostrar que la respuesta a estos problemas que incluyen, por supues-
to, el agro mexicano, es “una política económica que aliente la formación de capital
privado, de capital humano y el aumento del empleo formal y de la productividad de
las actividades orientadas al mercado interno, pueden sentar bases firmes para avanzar
en la construcción de una sociedad justa” (Ávila; 2006: 172, 261 y 262).
Así que siguiendo esta misma línea de pensamiento, los mismos preceptos cristianos
que enseñan al hombre como señor y rey de la creación; también le dicen que los hom-
bres deben ayudarse unos a otros, la sabiduría antigua añade que todo pobre es hijo de
un rico. Preceptos que también deben tomarse en cuenta para no hacer acepción de
principios, buscando la imparcialidad. Sin embargo, el hombre ha subido tan poco en

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JORGE ÁLVAREZ BERRONES / La agricultura mexicana, búsqueda de una senda utópica del desarrollo sostenible e incluyente en una economía ecológica.

la escala evolutiva que tiene más de bestia que de hombre; además, presentar esta ética
sublime a un mundo burlón e incrédulo puede convertirse en una ética que grita en la
desertificación.
Tierra, agua, aire, vegetación y animales forman una zona climática determinada. Toda
transformación en esta zona que modifique, altere, destruya o dañe tal región ocasiona
problemas al medio ambiente. De lo que se sigue que la intervención que se realice ha
de ser hecha conforme a la naturaleza de los lugares afectados. De este modo, sería po-
sible conservar y recuperar sitios naturales y también sería posible mejorar los lugares
ya construidos. Siguiendo este orden de ideas, no es la extensión de la tierra la que pue-
de producir mayor rendimiento, sino el uso eficiente de la tierra, haciendo valer los dos
valores del mundo posmoderno, la eficacia y la dignidad. Fujigaki señala que en treinta
años no ha crecido la superficie cultivada del país (1990) y que la superficie agraria del
país es de 196.7 millones de hectáreas; territorio donde habita el 25 % de la población
con más del 50% del territorio del país. Y dentro de ese territorio, 51.5 % corresponde
al sector social, pero genera sólo el 8% del PIB (Fujigaki; 2004: 148-9).
Estos hechos muestran que se ha de hacer énfasis en políticas públicas y privadas que
benefician al agro campesino destinando y sosteniendo planes económicos que redun-
den en beneficios en educación, salud y tecnología. Asimismo, se ha de implementar el
sistema de riego como condición sine qua non en todas las zonas que lo necesiten y no
en forma desigual como se hizo en la llamada revolución verde, considerando que sin
agua no hay vida. Es sabido que la erosión y las sequías pueden acelerar el proceso de
desertificación, y, por ello, una adecuada planeación es necesaria. Ante el desafío de la
revolución verde, el monocultivo termino por erosionar la tierra, mientras que el uso
y el abuso de las aguas freáticas y de superficie provocó el abatimiento de los mismos
efectos desastrosos para la ganadería y la agricultura. Aquí puede señalarse que el ex-
perimento de la revolución verde consideraba para la familia campesina un pequeño
predio de temporal que tenía un tamaño promedio de tres hectáreas de extensión;
mientras que el tamaño para los solares de irrigación diecisiete hectáreas. Puede obser-
varse con claridad la ingenuidad del huerto urbano para satisfacer las necesidades de
autoconsumo de una familia promedio; se entiende que las hectáreas promedio fueron
hechas para fines de autoconsumo y de mercantilización, lo cual no demerita la nece-
sidad de una dimensión adecuada para el cultivo de hortalizas de los huertos urbanos
(cf. Fujigaki, 2004: 122 y 126).
Existe también la necesidad de decir que se estima que los policultivos mejoran la
calidad d la tierra y por ello se hace énfasis en la sustitución de los monocultivos por
esta otra opción. Además, se piensa que en los deslindes d los predios rurales se han
de considerar el sembrado y cultivo de árboles frutales que refuercen la biodiversidad
natural de los lugares; la idea es combinar los recursos naturales de la vegetación para
cuidar la ecología. De este modo, se puede comenzar una síntesis entre la economía y
la ecología dando lugar a una economía ecológica que pudiese ser llevada a efecto en
el siglo veintiuno.

175
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 167 - 174

CONCLUSIONES.
En el México moderno se ha creído que la solución al problema de la contradicción
entre la agricultura capitalista y la campesina es una solución de causa-efecto; en la
cual se pretende obtener resultados diferentes a los ya conseguidos y registrados por la
historia. En efecto, la aplicación de las mismas causas da por consiguiente los mismos
resultados. Se ha creído que solamente mediante el trabajo el agro campesino podría
recuperarse y volver a ser competitivo; la paradoja del campesino enunciada por Roger
Bartra en su libro, Y venimos a contradecir, ‘el campesino no tiene dinero por que no
trabaja y no trabaja porque no tiene dinero’ se hace patente y manifiesta una reforma
estructural.
Ahora bien, la contradicción es más profunda que hunde sus raíces en la ganancia, es
decir, es la ganancia la que permite crear la infraestructura necesaria para el crecimiento
y desarrollo económico. La ganancia capitalista se manifiesta en medios de producción
(maquinaria y equipo, instalaciones y edificaciones, nuevas tierras y mejoramiento de las
ya existentes). Por ello, compartir libremente la ganancia es dotar de los medios de pro-
ducción al agro campesino, lo cual es muy distinto de endeudarlo con créditos que no
podrá pagar y que tiene una resonancia esencial con el peonaje con deudas de la Colonia.

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176
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y AMBIENTAL

Luiz Annunziata Neto1

RESUMEN
El movimiento ambiental se inició en la década de 1920, alcanzando el ápice de la lucha
ambiental alrededor de los años 70, cuando las organizaciones no gubernamentales
- ONG ganaron fuerza e influencia en el mundo, desarrollando actividades sociales,
acciones de conservación y mantenimiento de la calidad de vida de cada ciudadano
global y local. La responsabilidad ambiental no puede ser confundida con la responsa-
bilidad civil, no puede permitirse que sucedan primeros impactos para que más tarde,
las acciones de conservación y mantenimiento se desarrollen. Cabe señalar que el ideal
de desarrollo sostenible del medio ambiente sólo será plenamente posible del aparejo
del compromiso del Estado y de toda la comunidad, personas físicas o jurídicas, siendo
conscientes y comprometiéndose a adoptar actitudes que consagran la preservación de
nuestro planeta. El objetivo de este artículo es intentar crear una conciencia ambien-
tal y abordar la importancia de su papel en la sociedad, incentivando a la población
a repensar sus actitudes en busca de un ambiente equilibrado para la actual y futura
generaciones a través de una revisión de la literatura.
Palabras clave: Brasil, Rio-92, Desarrollo Sostenible, Global, Medio Ambiente.

ABSTRACT

The environmental movement began in 1920, reaching the apex of the environmental
struggle around the 70s, when non-governmental organizations - NGOs gained stren-
gth and influence in the world, in social activities and conservation actions and main-
tenance quality of life of each global and local citizen. Environmental liability cannot
be confused with civil responsibility, cannot be afforded that early impacts happen for
later, conservation and maintenance actions be carried out. It should be noted that the

1 Faculdade Internacional Signorelli, Director del Posgrado a distancia de la Faculdade Inter-


nacional Signorelli, Brasil. Maestría en Educación de Ciencias de la Salud y del Ambiente,
Unpli-Anhanguera – Brasil.

177
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 175 - 181

ideal of sustainable development of the environment will only be fully possible rigging
of state commitment and the whole community, natural or legal persons, aware and
agreeing to adopt attitudes that establish the preservation of our planet. The aim of
this article is to try to create environmental awareness and address the importance of
their role in society, encouraging people to rethink their attitudes in search of a balan-
ced environment for present and future generations through a literature review.
Keywords: Brazil, Rio-92, Sustainable Development, Global, Environment.

INTRODUCCIÓN
En 2015, cumpliese cincuenta y cinco años de la publicación del libro “ Silent Spring “
(CARSON, 1972), uno de los iconos del movimiento ecologista, escrito por el cientí-
fico estadounidense Rachel Carson. Cuarenta y tres años de la realización de la Confe-
rencia de Estocolmo y de la publicación de libro Limites del Crecimiento (Meadows).
Veintinueve años de la publicación del libro Nuestro Futuro Común (Comisión, 1992)
elaborado por la Comisión Brundtland, en la que el concepto de desarrollo sostenible
fue introducido por primera vez para analizar la crisis ambiental y proponer alternati-
vas sostenibles.
Y, por último, veintitrés años de la realización de la Eco 92 y dieciocho años de la
adopción de la Agenda 21 (1997). Después de unas décadas de activismo, debates,
encuestas, y una suma importante de recursos públicos y privados invertidos en pro-
gramas y proyectos ambientales es el momento de hacer un análisis más objetivo de los
resultados hasta ahora obtenidos.
La Río + 10 (Conferencia de las Naciones Unidas), celebrada en 2002 en la ciudad de
Johannesburgo, llamó la atención sobre esta importante tarea. ¿Qué progreso se ha
hecho? ¿Cuáles son las principales limitaciones y obstáculos que aún se interponen
en el camino de la sostenibilidad? ¿Qué resultados relevantes, publicaciones sobre los
movimientos ambientalistas, las conferencias sobre la legislación ambiental y la im-
portancia educativa del proceso de sensibilización ambiental: de los ciudadanos, de las
organizaciones de la sociedad civil, de las instituciones de educación superior, de los
cursos de formación de profesores, educadores y estudiantes en general fueron pues-
tos en práctica?
Este tema viene siendo discutido en los últimos tiempos, en todos los medios, pero hay
una gran brecha entre la teoría y lo que realmente ocurre en la práctica.
El propósito de este artículo es hacer una revisión de la literatura sobre la conciencia
ambiental y abordar la importancia de su papel en la sociedad como: repensar sus acti-
tudes en busca de un ambiente equilibrado para la actual y futura generaciones.

178
LUIZ ANNUNZIATA NETO / Responsabilidad social y ambiental.

DESARROLLO
El tema de la responsabilidad ambiental comprende varios aspectos entre ellos el prin-
cipal es la degradación de nuestro planeta por medio de las acciones humanas, ya sea en
el contexto individual, corporativo o estatal como consecuencia de la industrialización
y del proceso de desarrollo tecnológico.
Se puede ver que por las acciones y prácticas, las naciones y los gobiernos también
realmente sólo se preocupan por preservar el medio ambiente cuando sus actitudes
reflejan en el ámbito civil o penal, trayendo consecuencias financieras de gran escala.
Por último, cabe señalar que nuestra supervivencia y de las generaciones futuras de-
penden únicamente de las actitudes que deben adoptarse en el presente, siendo así la
educación ambiental es necesaria para despertar la conciencia ambiental y sobre todo
la conciencia planetaria.
Como ejemplos de síntomas del desequilibrio medioambiental a nivel mundial incluyen:
• Efecto invernadero.
• Agujero en la capa de ozono.
• Los cambios en la superficie de la Tierra.
• Las exacerbaciones de Cambio Climático.
• La deforestación.
• Incendios.
• Erosión del Suelo.
• Destrucción del Hábitat.
• Pérdida de la Biodiversidad.
• La escasez de agua para beber.
• La erosión y la pérdida de la diversidad cultural.
• Exclusión Social.
• Transgénicos.
• Contaminación del aire. Y muchos otros.
La responsabilidad ambiental no puede ser confundida con la responsabilidad civil, no
se puede permitir que sucedan primeros impactos para que más tarde, las acciones de
conservación y mantenimiento se desarrollen.
La responsabilidad ambiental no tiene el mismo significado para todos, ya que para
algunos es la idea de obligación, como para otros un comportamiento ético, de forma
socialmente consciente.
De hecho, este concepto visa cambiar los métodos de producción de manera que las
acciones ambientales sean concretas, con la inclusión de políticas que aborden la armo-
nización de los impactos sociales y ambientales.

179
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 175 - 181

RESUMEN HISTÓRICO
A partir de la Revolución Industrial a finales del siglo XIX, el uso de materiales, recur-
sos naturales y las emisiones de gases de efecto invernadero eran rampantes. Por otro
lado, a principios del siglo XX, algunos estudiosos y observadores se han preocupado
por la tasa de destrucción de los recursos naturales y la cantidad de residuos que la
humanidad estaba produciendo. Luego surge el concepto de reciclaje es decir, la reuti-
lización de los materiales.

MOVIMIENTOS AMBIENTALES
El movimiento ambiental se inició en la década de 1920, alcanzando el ápice de la lucha
ambiental alrededor de los años 70, cuando las organizaciones no gubernamentales - ONG
ganaron fuerza e influencia en el mundo, desarrollando actividades sociales y acciones de
conservación y de mantenimiento de la calidad de vida de cada ciudadano global y local.
Evolución histórica y cronológica del concepto de responsabilidad ambiental:
• 1929- Constitución de Weimar (Alemania) - Función Social de la Propiedad.
• 1960- Los movimientos para la Responsabilidad Social (EE.UU.).
• 1971- Reunión de Founex (Suiza).
• 1972- Conferencia de Estocolmo.
• 1972- ONU - Resolución 1721 del Consejo Económico y Social - estudios sobre el
papel de las grandes empresas en las relaciones internacionales.
• 1973- PNUMA Programa de las Naciones Unidas (Ginebra).
• 1992- ECO 92 o CNUMAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo) - Planificación del proyecto Agenda 21.
• 1997- Protocolo de Kioto (Japón).
• 1999- Sello de la Creación “Ciudadano Corporativo”.
• 1999- primera Conferencia Internacional del Instituto Ethos.
• 2000- Naciones Unidas y el Pacto Mundial.
• 2009 - Conferencia sobre el cambio climático (Copenhague).

CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL


MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO - RIO - 92
La Rio-92 fue la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo. Reunidos en Río de Janeiro - Brasil representantes de 170 países. Con los
siguientes objetivos:
• Examinar la situación ambiental del mundo y de los cambios que se produjeron
después de la Conferencia de Estocolmo en 1972.

180
LUIZ ANNUNZIATA NETO / Responsabilidad social y ambiental.

• Identificar las estrategias regionales y globales para las acciones oportunas en rela-
ción con los temas ambientales.
• Recomendar medidas a niveles nacional e internacional sobre la protección del
medio ambiente a través de políticas de desarrollo sostenible.
• Promover la mejora del derecho ambiental internacional.
• Examinar las estrategias para promover el desarrollo sostenible y la erradicación de
la pobreza en los países en desarrollo.

CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y EL


DESARROLLO - RIO - 92 – RESULTADOS
• Llamo la atención del mundo para las cuestiones ambientales.
• Elaboro la Agenda 21, un plan de acción para el siglo XXI.
• Selo importantes acuerdos, tratados y convenciones sobre el ambiente.
• Como legado fue propuesto que la Sociedad Humana debe de adoptar un nuevo
estilo de vida.

AGENDA 21 – PLANO DE ACCIÓN PARA EL SIGLO XXI


Es un plan de acción para el siglo XXI, dirigido a la Sostenibilidad de la vida en la
Tierra. Es una estrategia de supervivencia en sus cuarenta capítulos. Y formula las
siguientes cuestiones:
• Dimensiones Económicos y Sociales.
• Conservación y Manejo de Recursos Naturales.
• Empoderamiento Comunitario.
• Medios de Implementación.
El objetivo principal de los movimientos ambientales es utilizar los recursos naturales
de la mejor manera posible, reducir o evitar posibles riesgos y daños, sin reducir los
beneficios de la promoción del llamado desarrollo auto-sostenible del planeta, las em-
presas y las personas en general.
Como ejemplos de programas y proyectos de responsabilidad ambientales tenemos:
la inclusión social, la inclusión digital, programas de alfabetización, bienestar social, la
recolección de basura, reciclaje, recolección de aguas residuales y de los programas de
residuos y reforestación, entre otros.
Es bueno señalar que el éxito de este concepto depende de: la conciencia, es decir: la
conciencia además de la acción de toda la sociedad, mediante la inversión en la educa-
ción de los niños que son el futuro de nuestro planeta y la especie humana.

181
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 175 - 181

LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR DAÑOS AMBIENTALES


Después de la Revolución Industrial había una intensa degradación del medio ambien-
te, como resultado de la acción del hombre en busca de nuevos descubrimientos, con
el fin de mejorar sus condiciones de vida, lo que ha provocado cambios visibles en el
equilibrio ambiental.
Como los cambios ambientales la población comenzó a preocuparse por las gene-
raciones futuras, dando así origen a las normas específicas de protección del medio
ambiente, que le obligaron a reparar el daño causado. Pero muchas veces la reparación
no aparecen de manera satisfactoria, porque no es posible reconstruir el espacio físico
destruido.
De ahí la importancia de la prevención, que podrá inhibir las actividades destructivas
futuras al proteger medio ambiente. Ante todo, la preservación ambiental es una obli-
gación del Estado y de la Administración Pública en liberar concesión de licencias,
sanciones administrativas, vigilancia y compromisos con el medio ambiente.
La aplicación de las sanciones ambientales, tiene como objetivo garantizar que el de-
recho constitucional a un medio ambiente ecológicamente equilibrado. Sobre la base
de este entendimiento, se introdujo la responsabilidad objetiva por daños al medio
ambiente.
La Administración Pública y sus agentes tienen el deber de la preservación del medio
ambiente asignado por la Constitución Federal del 88 de Brasil, conforme el artículo
225 establece: Toda persona tiene derecho a un medio ambiente ecológicamente equi-
librado y del uso común y esencial para una calidad de vida saludable, imponiendo al
Gobierno, ya la comunidad tendrá el deber de defenderlo y preservarlo para las gene-
raciones presentes y futuras.
Sin embargo, hay ciertas actividades que el propio Estado debe ser responsable, como
es lo que sucede cuando el Estado almacena productos radiactivos, causando daños al
medio ambiente.
La responsabilidad por daños ambientales no es objetiva dada la dificultad de la prueba
de los daños, sin embargo, la responsabilidad del Estado por daños al medio ambiente
tiene una responsabilidad triple, o sea, civil, penal y administrativa.

RESPONSABILIDAD AMBIENTAL CORPORATIVA E INDIVIDUAL


La responsabilidad ambiental es un conjunto de actitudes, individuales o corporativos,
orientada al desarrollo sostenible del planeta. Es decir, estas acciones deben tener en
cuenta el crecimiento económico ajustado a proteger el medio ambiente hoy y para las
generaciones futuras, asegurando la sostenibilidad.

182
LUIZ ANNUNZIATA NETO / Responsabilidad social y ambiental.

CONSIDERACIONES FINALES
No podemos ignorar los avances tecnológicos e industriales de los últimos tiempos, ya
que trajo beneficios innegables para los seres humanos.
Sin embargo, lo que se busca es la adecuación del cambio tecnológico con la adopción
de prácticas que no dañan el medio ambiente, la promoción de lo que se llama desa-
rrollo sostenible.
En este sentido, se han producido importantes cambios legislativos y regulatorios en
los últimos años, aunque todavía no es suficiente para resolver todos los conflictos
inherentes a los problemas del medio ambiente.
Por último, cabe señalar que el ideal de desarrollo sostenible sólo será plenamente
posible a través del compromiso del Estado y de toda la comunidad, personas físicas o
jurídicas, siendo conscientes y comprometiéndose a adoptar actitudes que consagran la
preservación de nuestro planeta, en virtud del artículo 225 de la Constitución brasileña.

BIBLIOGRAFÍA
Almeida JR, J.M.G.de.”Desenvolvimento ecologicamente auto-sustentável: concei-
tos, princípios eimplicações,” Humanidades. Brasília,10(4), 2004
Annunziata, Luiz Neto.” A Evolução do Movimento Ambientalista. Rio de Janeiro.
IGM, 2005.
Bilsborrow, RE e Okoth-Ogendo, H.W.O. “populacion-driven Changes in Land
Use im Developing Coubtries”. Ambio 21 (1), 2012, 37-45p.
Comissão Interministerial para a Preparação da Conferência das nações Uni-
das sobre o Meio Ambiente e Desenvolvimento. “Educação Ambiental no
Brasil”. Subsídios Técnicos para a Elaboração do Relatório Nacional do Brasil
para a Cnumad, 1991,p.63.

183
ECOLOGÍA Y SUSTENTABILIDAD

César Carriço1

RESUMEN
El globo terrestre es el nicho ecológico del mundo y alberga toda la fauna, la flora, el
agua, el aire, los recursos minerales y un ciento de diferentes culturas, por eso se hace
necesaria una conciencia ecológica de preservación y conservación por parte de todos
los habitantes del planeta, posibilitando una calidad de vida mejor para las futuras ge-
neraciones, pero para logar un hecho de esa magnitud es imprescindible un inversión
basada en el desarrollo sostenible o sea cultivando la sustentabilidad ambiental, la jus-
ticia social y una economía eficiente que favorece a todos y no sólo una pequeña frac-
ción de la población mundial y con eso será posible dejarnos un mundo un poco más
sano para las próximas generaciones. El presente artículo pretende contribuir con una
panorámica sobre la ecología y la sustentabilidad desde un aspecto económico, social
y del medio ambiente a través de una revisión de la literatura nacional e internacional.
Palabras claves: Biodiversidad, Brasil, Medio Ambiente, Recursos, Sociedad.

ABSTRACT
The globe is the ecological niche of the world and home to all the fauna, flora, water,
air, mineral resources and hundreds of different cultures, so ecological awareness of
preservation and conservation is needed by all on the planet, enabling a better quality
of life for future generations, but for attaining an event of this magnitude, it is essential
to have investment based on sustainable development and environmental sustainabi-
lity, social justice and an efficient economy that favors all and not just a small fraction
of the world population, by doing so this will be possible and it will be healthier for
future generations. This article aims to contribute to an overview of the ecology and
sustainability from economic, social aspects and the environment through a review of
national and international literature.
Keywords: Biodiversity, Brazil, Environment, Resources, Society.

1 Faculdade Internacional Signorelli. Tutor Académico e Doctor en Ciencias – Universidade


Federal Rural do Rio de Janeiro (Brasil).

185
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 183 - 186

1. INTRODUCCIÓN
El crecimiento económico en el mundo en los últimos 50 años tuvo como principal
foco aumentar el bienestar de la población, pero lo único que fue alcanzado fue la no
mejoría social y muchos impactos ambientales, como por ejemplo, el fenómeno “el
Niño”, el accidente nuclear de Fukushima en Japón y el rompimiento de la presa de la
minería Samarco que devasto el rio dulce en Brasil, dejando como herencia la contami-
nación y la extinción de inúmeras especies de plantas y animales.
Las primicias de los estudios de la ecología fueron elaboradas por Charles Darwin en
1859, aunque su esencia también fue examinada por Alfred Russell Wallace, su con-
temporáneo y corresponsal, pero sólo en 1866 que la palabra fue creada por el biólogo
y naturalista alemán Ernst Heinrich Haeckel.
La ecología es una rama de la Biología, que tiene como propuesta estudiar los seres
vivos y su relación con el medio ambiente. Es una palabra de origen del idioma griego,
que significa “estudio de la casa”, o sea todo aquello que está en el globo terrestre. Esta
Ciencia es de extrema importancia ya que los resultados de sus investigaciones permi-
ten conocer la salud de los seres vivos y del ecosistema, y así desarrollar estrategias para
su manutención.
La emisión de gases de efecto invernadero continua aumentando y más de la mitad de
todas las especies conocidas pueden ser extintas, caso los cambios climáticos no sean
reducidos. Para dejarnos un mundo un poco más sano para las próximas generaciones
se hace necesario enfrentar las problemáticas de la pobreza y de la desforestación.
El presente artículo pretende contribuir con una panorámica sobre la ecología y la
sustentabilidad desde un aspecto económico, social y del medio ambiente a través de
una revisión de la literatura

2. DESARROLLO
Ecología, Biodiversidad y Sustentabilidad
Las raíces de la ecología están muy conectadas con los estudios de la historia natural.
El desarrollo de la misma fue muy rápido, pero todavía no hay una teoría de funda-
mentación muy rígida y por eso es posible tener unas cuantas definiciones para eco-
logía, como por ejemplo, historia natural científica (Elton, 1926); biología de grupo
de organismos (Odum, 1963), estudio del medio ambiente y su interrelación entre los
organismo (Ricklefs, 1980) y otros (Pinto-Coelho, 2009).
En la ecología política la sustentabilidad es basada en la articulación de la sociedad y
la naturaleza, bajo una perspectiva de justicia social y gobernanza. Aunque no siempre
reconocida formalmente, la temática territorial está implícitamente relacionada en la
noción de desarrollo sustentable.
La polución, el uso en exceso de los recursos naturales, la expansión urbana e industrial
son ejemplos de amenazas para las florestas en el mundo y para el desequilibrio eco-

186
CÉSAR CARRIÇO / Ecología y sustentabilidad.

lógico. A cada año casi 17 millones de hectáreas de floresta tropical son desmatados,
lo que podrá llevar a la extinción de inúmeras especies de plantas y animales en menos
de 30 años.
Según Martinez-Alier (2007), la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Am-
biente Humano, celebrada en Estocolmo en 1972 fue importante para diferenciar en
la práctica los actuales crecimientos económicos y sus relaciones con la degradación
ambiental. Con esa percepción no sería posible el uso de un modelo de desarrollo que
no fuera sustentable.
20 años después de la Conferencia de Estocolmo, en la “Conferencia de la Diversidad
Biológica – Rio-92”, biodiversidad fue definida como “la variabilidad de organismo
vivos de todos los orígenes, comprendiendo los ecosistema terrestres, marinos y los
otros complejos ecológicos de que hacen parte; comprendiendo también la diversidad
dentro de las especies, entre especies y ecosistemas” (Cnumad, 1992).
El ambiente político internacional en el año de 92 fue importante para la aceptación
por los países desarrollados de que la responsabilidad por la preservación del medio
ambiente y la construcción de un convivio equilibrado en el mundo era necesario y
para eso los países en desarrollo deberían de tener un apoyo financiero y tecnológico
para alcanzar otro modelo de desarrollo que sea sustentable (Cnumad, 1992).
Aun en la Rio-92 fue analizado que los componentes económicos, ambientales y so-
ciales deben de ser trabajados en conjunto y que sin eso no será posible garantizar la
sustentabilidad del desarrollo.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable “Rio+20” fue
importante para sugerir la transición para una economía más verde, la erradicación de
la pobreza, proteger los océanos de la sobrepesca, de la desnutrición de los ambientes
marinos, de los efectos de los cambios climáticos, hacer las ciudades más habitables y
eficientes, ampliar el uso de los recursos de energía renovables que puedan disminuir la
emisión de carbono, reducir la deforestación hasta 2030 y conservar los recursos hídri-
cos, los asuntos superaron aquellos propuestos en Rio-92, pero el ambiente político
ya no era tan favorable como a 20 años atrás (ONU, 2012).
Algunos ejemplos de sustentabilidad fueron abordados en la Conferencia Rio+20,
como lo de Kenia sobre el uso de energías renovable (eólica, solar, biogás y energías de
residuos urbanos) generando ingresos y empleos; en Uganda con la práctica de la agri-
cultura orgánica beneficiando la economía, la sociedad y el medio ambiente; en Brasil
empleando el metano producido por la basura para generar un millón de megawatts de
electricidad; en Francia casi 90 mil empleos fueron creados en el sector de economía
verde, principalmente para el desarrollo de energías renovable (ONU, 2012).
A partir de Conferencia Rio+20, la cuestión social surge como un elemento impor-
tante para el desarrollo de la sustentabilidad tiendo como punto de partida las escalas
(local, nacional y global) sociales.

187
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 183 - 186

Podemos concluir que para que la sustentabilidad se desarrolle más en el mundo es


necesaria una visión basada en tres puntos: el ecológico, el ambiental y el económico,
puesto que cada uno tiene aspectos que deben considerase en las alternativas para la
sustentabilidad que todavía se están buscando para la humanidad.

BIBLIOGRAFÍA
Conferência das Nações Unidas sobre o Meio Ambiente e Desenvolvimento. 1992.
Martinez-Alier, Joan. O ecologismo dos pobres: conflitos ambientais e linguagens de
valoração. São Paulo: Contexto, 2007.
Pinto-Coelho, Ricardo Motta. Fundamentos em Ecologia. Porta Alegre: Artmed.
2009.
ONU. Rio+20 Conferência das Nações Unidas sobre Desenvolvimento Sustentável –
O Futuro que queremos. 2012 (http://www.onu.org.br/rio20).

188
REFLEXIONES SOBRE FEDERALISMO Y RECURSOS
NATURALES EN EL OESTE ARGENTINO.
UNA APROXIMACIÓN DESDE LA ECOLOGÍA POLÍTICA.

Facundo Rojas1 y Lucrecia Wagner2

RESUMEN
El denominado federalismo ha producido encendidos debates e innumerables crisis en la
Historia argentina. En el presente artículo se buscará reflexionar sobre algunos puntos
en los que se cruza el federalismo y los denominados recursos naturales, desde diferentes
categorías de la Ecología política y la Historia ambiental. El primer objetivo es, sin duda, co-
menzar a pensar categorías superando la tradicional dicotomía Sociedad/Naturaleza.
Categorías clásicas de Economía Política, como desarrollo y democracia son también de
sumo interés para este tipo de planteos.
Palabras claves: Ecología política, Federalismo, Democracia, Desarrollo.

ABSTRACT
The so-called federalism has fueled fiery debates and countless crises in the history of
Argentina. This article reflects on a few points where federalism intersects with natural
resources, from various perspectives of political ecology and environmental history.
The first objective is to begin to think in terms of categories that go beyond the tra-
ditional dichotomy of nature–society. Classic categories of political economy, such as
development and democracy are also quite interesting for this type of discussion.
Keywords: Political Ecology, Federalism, Democracy, Development.

1. INTRODUCCIÓN
Sobre federalismo han existido muchos debates en Argentina, y han sucedido inclusive
guerras civiles en su nombre. En estas luchas, se disputaba la distribución del poder
político y económico (y por lo tanto también de lo que hoy denominamos recursos
naturales) entre gobiernos provinciales y nacionales.

1 Departamento de Geografía, Universidad Nacional de Cuyo.


2 Grupo de Historia ambiental, Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Am-
bientales (IANIGLA), CONICET.

189
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203

El federalismo como doctrina política busca que una organización formada por dife-
rentes entidades sociales, (estados, asociaciones, agrupaciones, sindicatos) se asocie,
delegando algunas libertades y poderes a otro organismo superior, pero conservando
otros. De esta forma, mantendrían cierta autonomía política, económica y cultural.
Ha sido conceptualizado por autores muy diversos, algunos cercanos al anarquismo
como Pierre-Joseph Proudhon, otros cercanos al sistema republicano norteamericano
(GONZALEZ SCHMAL, 2003).
Sin embargo han existido diferentes interpretaciones en Argentina. Desde el “fede-
ralismo confederativo con pacto recíproco” de Artigas, o el “federalismo de espíritu
jeffersoniano” que proponía Dorrego, hasta la “federación unitaria” o “unidad federa-
tiva” propuesta por Alberdi en el siglo XIX, y finalmente triunfante en la Constitución
de 18533. En el siglo XXI podemos mencionar el que enuncian las Provincias Cor-
dilleranas en su Declaración de 2010, en Salta: “siendo el federalismo un sistema político de
distribución territorial de las competencias que permite resolver con eficacia las cuestiones ambientales
particulares y verificables en los territorios de cada una de dichas Provincias.”.4
La actualidad de estas discusiones se puede percibir en las continuas apariciones en los
medios de este tema. Hace pocos meses en el MALBA (Museo de Arte Latinoamerica-
no de Buenos Aires), se discutió sobre federalismo en un ciclo organizado por el grupo
Clarín, denominado “Democracia y Desarrollo”5, en el cual participaron gobernado-
res provinciales, especialistas de diferentes áreas y representantes sectoriales. Durante
inicios del 2016, con otro escenario político nacional, el recién asumido presidente
Mauricio Macri aumentó por Decreto de Necesidad y Urgencia los fondos asignados
a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo cual generó nuevas rispideces, aún en sus
aliados políticos.6

3 El constitucionalista Antonio María Hernández, director del Instituto de Federalismo de la


Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, sostiene que el federalismo
argentino en su faz normativa se desarrolló en tres etapas constitucionales: 1853, 1860 y 1994.
Con la reforma constitucional de 1994, se profundizó un federalismo más descentralizado.
“Por eso para nosotros no puede ya hablarse de un ‘federalismo mixto’ como decía Alberdi”,
agrega Hernández. http://www.lavoz.com.ar/suplementos/temas/luces-sombras-%EF%B-
F%BDdel-federalismoargentino
4 http://www.parlamentario.com/noticia-31678.html. Andrés Gil Domínguez realiza algunas
aclaraciones: “Los objetivos que persigue el federalismo argentino se encuentran presentes
en el art. 75 incisos 18 y 19, de la Constitución Nacional cuando se establece como una atri-
bución obligación del Congreso proveer al adelanto y bienestar de todas las provincias, así
como también el crecimiento armónico de la Nación promoviendo políticas diferenciadas
que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones.”
http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/pensar-en-derecho/revistas/5/el-federalis-
mo-unitario-argentino-1994-2014.pdf
5 http://www.clarin.com/politica/Democracia-desarrollo-encuentro-especialistas gobernado-
res_0_1381062073.html
6 http://www.mdzol.com/nota/652482-cobos-en-alerta-por-decreto-de-macri/; la oposición
también reaccionó: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-290800-2016-01-21.html

190
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..

Sin hacer una amplia recopilación o una sistemática exposición de tan densas catego-
rías, se buscará reflexionar sobre algunos puntos donde se cruzan el federalismo y los
denominados recursos naturales7. Aunque, sin duda, las discusiones referidas al desa-
rrollo y a la democracia son también de sumo interés para este tipo de planteos.
Si bien en este momento de la historia argentina es probable que ningún argentino
sostenga que está en contra del federalismo, como categoría general y sin mayores pre-
cisiones, el debate puede tornarse mucho más complejo al subsumirse en las diferentes
interpretaciones y prácticas de su uso.
Hay muchos ejemplos de las aristas y ribetes que pueden complicar una respuesta
unívoca a estas discusiones. Una muy concreta y actual es que a pesar de los aparentes
consensos, siguen discutiéndose leyes nacionales de coparticipación, y las que existen8,
se cumplen relativamente9.
El debate sobre federalismo incluyó siempre alguna vinculación con la idea de justicia
o equilibrio territorial entre diferentes jurisdicciones argentinas. Este punto del debate
contiene viejas demandas de justicia desde regiones más pobres, las cuales habrían
sido, de acuerdo a una interpretación cercana al revisionismo, provincias dejadas de
lado por los modelos de desarrollo agropecuarios de fines de siglo XIX y principios
del XX. Coincidentemente y a grandes rasgos, serían las mismas jurisdicciones que no
fueron beneficiadas por los procesos industrializadores de mediados de siglo XX.
Vale mencionar a La Rioja y Catamarca, por enumerar algunos ejemplos, provincias
que mostraron escaso dinamismo económico durante gran parte del período mencio-
nado, en comparación con las provincias pampeanas, a las que se suelen sumar en cier-
tas clasificaciones Mendoza y Tucumán (siempre destacando diferencias entre ambas).
Algunas de estas provincias, integrantes del grupo que podríamos denominar subalter-
no, en 1973 se vieron beneficiadas por un reconocimiento nacional, mediante el Acta
de Reparación Histórica10, firmada por los gobiernos de Catamarca, La Rioja, San Luis
y el gobierno nacional. En este documento se manifestaba la necesidad de que el go-

7 En este ensayo se usarán como sinónimos recursos naturales, bienes naturales y bienes na-
turales comunes, pues las diferencias entre estas denominaciones no está consensuada y tal
debate excede el objetivo de éste artículo.
8 Ley Nº 23548, de Coparticipación Federal de Recursos Fiscales, de 1988.
9 “Precisamente, para compensar en cierta medida la pérdida de los saldos coparticipables por
parte de las Provincias, se estableció un mecanismo mediante el cual se transfieren recursos
desde el Tesoro Nacional hacia los ejecutivos provinciales, fondos que sirven tanto para el
pago de salarios de empleados públicos como para ejecución de obras públicas. Se trata de
una medida que se aplica “a discreción” del Gobierno nacional y constantemente se la tilda
de ser utilizada con fines políticos.” http://www.abeceb.com/web/content/show/668081/
lo-basico-para-entender-la-problematica-de-la-coparticipacion; http://www.lanacion.com.
ar/1104269-la-coparticipacion-esta-en-problemas; http://www.pagina12.com.ar/diario/el-
pais/1-212504-2013-01-24.html
10 http://www.diputadossanluis.gov.ar/diputadosasp/paginas/verNorma.asp?NormaID=226

191
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203

bierno nacional, promoviera el crecimiento y ejecutara la reparación histórica11, a partir


de diferentes programas del gobierno central que establecieran condiciones más favo-
rables para estas provincias históricamente relegadas (en relación a otras provincias).
Entre las políticas que derivaron de este Acta, y en el mismo sentido apuntaron a lo-
grar desarrollo socioeconómico de las regiones rezagadas, podemos nombrar: la ley de
promoción industrial (Ley 20560/73; Ley 21.608/1977), y la de promoción a las Pro-
vincias de San Luis, La Rioja y Catamarca (Ley 22.021/1979) a partir de diferimientos
impositivos.
Sin embargo algunos años después, durante 1999, Mendoza inicia un juicio a la Nación
por perjuicios derivados de estas normas y solicita una compensación de 600 millones
de pesos (dólares), cómo mínimo. Durante 2003 el Procurador de la Corte falló de ma-
nera favorable a Mendoza, La Pampa y Misiones, quienes habían presentado la deman-
da12. Sin embargo, este fallo no desestimaba por arcaico el argumento del federalismo,
sino más bien lo entendía de manera completamente diferente13. En 2012, el propio
gobierno nacional derogó las normas que otorgaban dichos beneficios, argumentando
el alto costo fiscal de tales medidas.
Más allá de la discusión sobre el carácter político o el éxito económico de estas medidas
derivadas del Acta de Reparación Histórica, lo que se quiere destacar –en este breve
ensayo- es el carácter ambiguo de la noción de federalismo, aún entre gobiernos que se
declaran defensores de este principio.
Así, en primera instancia, situándonos para el caso de Argentina, un sistema legal más
federal sería aquel que de alguna manera busca equilibrar la concentración (de capital
económico, social, cultural) en ciertas ciudades y provincias por sobre otras. Aunque,
por todo lo expuesto, pareciera que no existe consenso sobre cuál sería la forma y el
momento adecuado para realizar tal equitativa tarea.
Tampoco hay acuerdo sobre si sería posible mitigar las consecuencias de aquellas lar-
gas disparidades socio-históricas-territoriales, sin afectar otros derechos y atendiendo a
contextos actuales, muy diferentes a los de aquel 1853 (cuando se consagra la primera
versión de la Constitución que hoy heredamos). También habría que pensar en qué
categoría ubicamos otros casos, como las provincias patagónicas que concentran gran
riqueza (energética por ejemplo) y son, a la vez, destinatarias de subsidios nacionales.
Otro punto, de no menor importancia, es que dicho potencial económico puede en-

11 http://www.diputadossanluis.gov.ar/diputadosasp/paginas/verNorma.asp?NormaID=226
12 http://www.mdzol.com/nota/368483-promocion-industrial-cinco-razones-de-por-que-la-
nacion-no-quiere-a-mendoza-y-la-politica-hace-agua/
13 El argumento del fallo cuestionaba el costo fiscal de la Promoción Industrial para Catamarca,
San Luis, San Juan y La Rioja, el cual fue asumido por todas las provincias, las que no fueron
consultadas. Además se cuestionó que la promoción industrial había sido prorrogada por
Decreto de Necesidad y Urgencia (Carlos Menem, Nº804 de 1996), lo cual no correspondía
porque legisló en temas impositivos, siendo esto una facultad del Congreso de la Nación,
justamente por un criterio republicano y federal. http://www.mecon.gov.ar/sip/dnip/dltp/
normativa/69.htm

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FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..

tenderse de variadas formas. ¿Cuál es el mejor modo de medir la riqueza (o la pobreza)


de un territorio? No hay hoy una respuesta unívoca. Es allí, donde empiezan a emerger
los dilemas redistributivos, cuando intentamos pensar un sistema de coparticipación de
ingresos nacionales, surgen siempre preguntas de este tipo:
a) ¿Debieran recibir todos los estados provinciales iguales cantidades de recursos
financieros nacionales?
Probables resultados: Esto puede llevar a continuar las brechas entre provincias de-
sarrolladas y poco desarrolladas y no solucionar la deuda histórica. Aunque para pro-
vincias con menores presupuestos provinciales estos montos pueden significar mayo-
res ingresos en términos relativos.
b) ¿Debiera recibir cada provincia un equivalente según el Producto Bruto Geográ-
fico que produce?
Probables resultados: Las provincias con menos valor de sus recursos (naturales o
sociales) estarían condenadas a menores niveles de desarrollo.
c) ¿Debiera recibir cada provincia un equivalente a la cantidad de sus habitantes en
condiciones de pobreza?
Desde algunas perspectivas, todas las políticas deberían estar destinadas –primero- a
las personas más necesitadas. No, en cambio, regidas por tradiciones histórico-geo-
gráficas que han dado lugar a la configuración de unidades administrativas. Probables
resultados: Buenos Aires debería recibir mucho más que Formosa porque tiene, en
números absolutos, muchas más personas bajo la línea de pobreza o indigencia. Ello
sería mal visto porque pronunciaría la concentración histórica en torno a Buenos Aires
y la región pampeana.
Puede observarse que la elección que tomemos no está libre de ser destinataria de
críticas por injusta y poco federal. Incluso hay voces que, renunciando a un espíritu
redistributivo manipulado por el gobierno, se lo delegarían a la libre operatoria del
mercado, pues advierten que buscar dicho federalismo, sólo es posible desde el Estado
a partir del aumento de algún tipo de subsidios, puesto que no es fácil desarrollar áreas
poco dinámicas económicamente, en regiones con pocos recursos y sobre las cuales las
empresas no tienen interés. Por lo tanto todo el esfuerzo del Estado se debería apuntar,
solamente, a favorecer el interés de las empresas en tales regiones.
Por otra parte, no siempre son tan explícitas las ventajas (y para quiénes) detrás de cada
opción, y más de una vez se dejan entrever intereses (sectoriales) de corporaciones pro-
vinciales, y no necesariamente las medidas propuestas son pensadas desde el beneficio
para la mayor parte de los habitantes de una provincia destinataria de mayor federalis-
mo. El debate sobre provincias más conservadoras en lo político, poco democráticas o
con sesgos populistas negativos versus sistemas con mayores niveles de institucionali-
dad y republicanismo (por lo menos a nivel simbólico), también han teñido los debates
sobre federalismo.

193
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 187 - 203

Es así que cabe preguntarnos si el federalismo de los estados provinciales, sin mayores
consideraciones, nos acerca linealmente a la autonomía de los ciudadanos o al desarro-
llo socioeconómico y a la justicia social en diferentes regiones del país. O, en cambio,
hasta qué punto en la práctica, se ha transformado en una noción vacía, como el desa-
rrollo sustentable. Es decir, una idea equívoca, políticamente correcta pero que contiene
demasiados significados (no explicitados casi nunca en el mismo significante). Y lo más
grave, no presenta casi ningún practicante, pues pocos sectores se muestran favorables
a respetarlo en sentido estricto, más allá de las ocasionales proclamas.

2. NUESTRA APROXIMACIÓN TEÓRICA-METODOLÓGICA:


HISTORIA AMBIENTAL Y ECOLOGÍA POLÍTICA
“Desde una perspectiva filosófica, naturaleza y sociedad son
dos dimensiones complementarias del ser humano, que remiten
básicamente a su condición de ser corporal, finito y necesitado.
En tanto corporales somos seres naturales, que pertenecemos a la
naturaleza y necesitamos establecer un metabolismo vital con ella
para seguir existiendo. Y somos seres sociales porque, también en
tanto cuerpos, la supervivencia de cada uno requiere de nuestra
integración en la sociedad, dentro de la cual la especialización
y división del trabajo nos asegura la provisión de los bienes y
servicios producidos por el trabajo colectivo, necesarios para la
reproducción de la vida. “
Estela Fernández14
Si naturaleza y sociedad son complementarias, nos preguntamos cómo podríamos pen-
sar una discusión tradicionalmente “social”, como el federalismo, en términos ambien-
tales o “socioambientales”.
El uso de este término se ha producido en Argentina por parte de los movimientos
sociales y asambleas “socioambientales”. Ante la primacía en el imaginario social de
“lo ambiental” ligado al ambientalismo conservacionista o ecoeficiente, ha surgido la
denominación “socioambiental” para enfatizar el hecho de que sus demandas van mu-
cho más allá de una reivindicación estrictamente preservacionista de una “naturaleza
prístina” o remediadora de los impactos ambientales generados, sino que incluyen ne-
cesariamente una discusión sobre los modelos productivos y de consumo, entre otras
problemáticas sociales (WAGNER, 2014:68-69).
Comenzar a enfocarnos en el vínculo federalismo/recursos naturales, es un buen co-
mienzo. Sin embargo, intentamos comenzar a hacerlo desde algunos campos que han

14 Estela Fernández, “Naturaleza y sociedad: dos dimensiones de la corporalidad. Una mirada


desde la filosofía latinoamericana”. Conferencia dictada el 22/09/2015, en el marco del ciclo
de charlas de INCIHUSA-CCT Mendoza, CONICET, Mendoza.

194
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..

tenido gran flexibilidad teórica-metodológica en los últimos años: la Historia ambiental15


y la Ecología política16.
Estos campos estudian temáticas que podrían resumirse en: los procesos históricos de
apropiación de bienes comunes, los conflictos ecológicos distributivos, los desastres
naturales –o de forma más general- las problemáticas ambientales. Todas estas líneas,
requieren un abordaje que generalmente supera el alcance de las teorías y métodos
estrictamente disciplinares. Más aún, la interpretación y análisis de tales problemáticas
de forma exhaustiva implica usualmente recurrir a saberes tradicionalmente utilizados
tanto en ciencias sociales como naturales.
Entonces, para estos estudios no sería suficiente un enfoque multidisciplinar, donde
cada disciplina demarcara a priori su objeto, de acuerdo a su abordaje conceptual y a su
repertorio metodológico, sino además de ello, desde un enfoque más inductivo, basado
en las particularidades de cada problemática ambiental –definidas desde las propias
demandas sociales-. Eso no sería lo mismo que el enfoque disciplinar tradicional, en el
cual el punto de inicio es preguntarse qué se puede hacer desde la disciplina. O tam-
poco el abordaje multidisciplinar, que intenta reunir una serie de aportes disciplinares,
realizados cada uno dentro de los bordes estrictamente disciplinares.
Esta aproximación propuesta, atenta a interpretar los procesos históricos y sociales
en toda su complejidad17, más que a focalizarse en función de alguna delimitación
rigurosa de los mismos, nos ha llevado a buscar alternativas interdisciplinarias18 para

15 Más allá de las definiciones de tales categorías, siempre discutibles e incompletas, los prin-
cipales campos y desafíos de la Historia ambiental (H.A.) según algunos autores clásicos en
Latinoamérica, como Stefania Gallini (2004), Adrián Zarrilli (2002) o Escobar Ohmstede
(2013), se podrían resumir a partir de la preocupación por:
• Reconstrucción de las variaciones ecosistémicas y condiciones ambientales en determinados
periodos históricos.
• Procesos políticos e institucionales, disputas de poder vinculadas al am¬biente.
• Ideas, representaciones e imaginarios que las sociedades construyen en relación a la naturaleza.
16 La Ecología política estudia la desigual distribución de acceso a los bienes y servicios de la
naturaleza, como también la distribución social de los perjuicios y pasivos ambientales entre
diferentes grupos sociales. Como destaca Germán Palacio, es un campo de discusión inter y
transdisciplinario que reflexiona y discute las relaciones de poder en torno a la naturaleza, en
términos de su fabricación social, apropiación y control de ella o parte de ella, por distintos
agentes socio–políticos (PALACIO, 2006).
17 Entendida esta complejidad desde una visión cercana a algunos estudios sobre sistemas com-
plejos, especialmente aquellos que destacan la imprevisibilidad de sus propiedades emergen-
tes. Se trata de metodologías plurales y flexibles, que destacan la importancia de las relaciones
y contextualidad (organizacional) del método que elijamos (MORIN, 1977). Los problemas
ambientales se caracterizan por la confluencia de múltiples procesos cuyas interrelaciones
constituyen la estructura de un sistema que funciona como una totalidad organizada, denomi-
nada “sistema complejo” (GARCIA, 1994).
18 La interdisciplina, entendida aquí como la práctica académica que supera los límites discipli-
nares para generar nuevos campos, conceptos, métodos y preguntas, no contenidas original-
mente en las disciplinas de origen. Implica transferencia de una disciplina a otra, tanto teórica
como metodológica. Asume la autocrítica y las limitaciones disciplinares.

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comprender, estudiar y enseñar las problemáticas ambientales que nos preocupan. Es-
tos campos de estudio, que surgen del diálogo entre diferentes campos tradicionales,
han crecido acostumbrados al desgaste que implica trabajar buscando superar muchos
límites corporativos de la academia y las instituciones.
Por otra parte, la H.A. y E.P. han sido percibidas en nuestro trabajo, como campos
académicos con gran potencial pedagógico. Entre otras razones, porque son flexibles
a ser trabajados por graduados de diferentes disciplinas, en principio con sus particu-
laridades teóricas-metodológicas. Además suelen ser adaptables al contexto educativo
en el cual estemos trabajando. Por último, promueven un acercamiento a la formación
continua (y a la docencia-investigación), debido al desafío que implica trabajar variadas
problemáticas socioambientales.
Joan Martínez Alier destacaba, en noviembre de 2014, en ocasión de recibir el título de
doctor honoris causa en la Universidad Nacional de Córdoba: “La ecología política estudia
los conflictos socio-ambientales. Al mismo tiempo, el término designa un amplio movimiento social y
político por la justicia ambiental que es más fuerte en América Latina que en otros continentes. Este
movimiento lucha contra las injusticias ambientales en ámbitos locales, nacionales, regionales y globales
(…) En América Latina la ecología política no es tanto una especialización universitaria dentro de
los departamentos de geografía humana o de antropología social (al estilo de Michael Watts, Raymond
Bryant, Paul Robbins) como un terreno de pensamiento propio de relevancia internacional, con autores
muy apegados al activismo ambiental en sus propios países o en el continente como un todo”.
Agrega Héctor Alimonda (2015) “A lo largo de las últimas dos décadas, se ha ido extendien-
do en el campo intelectual internacional, y muy especialmente en América Latina, la denominada
“ecología política”. Originada básicamente a partir de elaboraciones académicas de las tradiciones an-
glo-sajonas (como los estudios de ecología humana, la geografía de Carl Sauer y los estudios culturales
urbanos de Lewis Munford) y francesa (una sólida producción geográfica y antropológica, sumada a la
tradición de economía regional), no registra, sin embargo, obras capitales de referencia que establezcan
nuevos paradigmas o puntos de partida. (…) Por un lado, en diferentes áreas disciplinarias se fue
produciendo un “giro eco-político”, que abrió un doble programa de trabajo: la relectura de la propia
tradición disciplinaria, a partir de nuevas claves, y el establecimiento de nuevos diálogos interdiscipli-
narios” (ALIMONDA, 2015:6).

3. EL FEDERALISMO DE LOS RECURSOS NATURALES.


“What we call Man’s power over Nature
turns out to be a power exercised by some men over other men
with Nature as its instrument”.
Clive Lewis, The abolition of Man (1947:28-29)19
Lo dicho anteriormente está vinculado a otra gama de discusiones sobre democracia
y desarrollo, aristas que sin duda tocarán el debate. Concentrándonos en lo primero
que se entiende por un uso federal de los recursos naturales, éste sería un aprovecha-
miento (de los recursos naturales), que guarde respeto por la soberanía estatal de las
provincias y favorezca modelos de desarrollo que incorporen los intereses regionales/

196
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..

provinciales/locales, más allá de la escala nacional, priorizada desde finales de siglo


XIX, después de la llamada Organización Nacional, donde los “poderes” provinciales
se disciplinaron, en función y en pos, del nacional.
Hacia fines de siglo XX, se reactivan ciertos reclamos provinciales, desde el Acta de
Reparación Histórica, hasta la promulgación de la Constitución de 1994, que coloca
a los recursos naturales como propiedad de las provincias (corresponde a las provincias el
dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio), lo cual repercute en varios
ejes del derecho ambiental, enfocado hasta ese momento, mayormente, en disposicio-
nes nacionales.
Por ejemplo, la agenda de protección de bosques se marcó, históricamente, desde la
Nación en Argentina. De forma similar a lo que sucede en otros países latinoamerica-
nos, como Brasil, las agencias federales/nacionales19 han sido mucho más conserva-
cionistas que las provinciales/municipales, quienes en temas forestales no han conse-
guido ser estrictas con el mercado forestal.
Esto puede ser diferente a lo que sucede en otras problemáticas ambientales actuales
donde, por ejemplo, los municipios de Andalgalá (La Rioja), y Chilecito (Catamarca),
han sido muy flexibles con la deforestación, pero muy estrictos con problemáticas
ambientales vinculadas a la minería metalífera, especialmente en lugares donde la po-
blación movilizada en contra de esta actividad ha generado gran presión social. Eso ha
sucedido, mientras los gobiernos nacionales y provinciales (a la inversa que en el tema
forestal) han sido favorecedores de la actividad minera.
Se plantea aquí que algunos de estos posicionamientos tienen que ver con cuestiones
económicas y no estrictamente conservacionistas, aunque suelan presentarse bajo este
argumento. En el caso forestal, en estos municipios o departamentos, donde la activi-
dad rara vez paga impuestos o regalías a la provincia y tiene un carácter de subsistencia
(o a lo sumo de escala económica media) los –escasos- beneficios quedan mayor-
mente en las localidades. Esto es diferente a lo sucedido con los proyectos megami-
neros,20 donde están en juego grandes capitales, inversiones y rentabilidades, que son
absorbidos por la Nación, y en menor escala por la Provincia, sin que las localidades
obtengan los mayores beneficios (sí los mayores pasivos ambientales). Es así que los
intendentes que pueden perder elecciones si apoyan la megaminería se suelen posicio-
nar en contra de esta actividad, mientras, paralelamente, pueden apoyar políticas de

19 En Argentina no se acostumbra a usar el término federal para referirse al gobierno del país,
sino se utiliza nacional. A diferencia de México, USA o Brasil, donde federal remite al go-
bierno de “la Nación” y no de los estados o provincias, en Argentina, justamente por estar
siempre en tensión el gobierno “nacional” con el concepto de federalismo, se acostumbra a
diferenciarlos.
20 La megaminería es un término utilizado para hacer referencia a explotaciones mineras de
gran magnitud, en cuanto a la superficie implicada, el consumo de recursos naturales y los
impactos ambientales generados, entre otras variables. Hace referencia principalmente a em-
prendimientos de minería metalífera a cielo abierto, aunque no exclusivamente.

197
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diferimientos impositivos21, o la instalación de grandes paños de viñas en torno al Salar


de Pipanaco, o al este de Chilecito, eliminando el bosque nativo, sin mayor conflicto
ambiental.
En cuanto los beneficios, vale aclarar las diferencias entre Chilecito y Andalgalá, pues
en el primer caso, en La Rioja no hay explotación y por lo tanto tampoco renta que
distribuir. Diferente es el caso de Catamarca, sobre el que Basualdo (2012) destaca que
los mayores porcentajes de la renta de la explotación minera de los yacimientos de
La Alumbrera quedan para la empresa (54%), en segundo término en impuestos para
la Nación (41%) y en tercer término para la provincia (5%). A su vez la provincia de
Catamarca destinaría algún porcentaje de regalías a los municipios, además de la exis-
tencia de programas de “desarrollo local” de la empresa. Según datos recopilados por
Machado Aráoz (2012) del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Provincia, en los
últimos años aproximadamente el 51% del gasto provincial se dirige a pago de perso-
nal (mayoritariamente concentrado en la capital), mientras “el segundo rubro más im-
portante es el de transferencias corrientes (29%), cuyos sub-ítems más relevantes son
las transferencias a los municipios (63 %) y ‘ayuda social a personas’ (14 %)” (Machado
Aráoz, 2012: 475). De esta forma, queda claro que, de la renta total de la explotación,
es bajo el porcentaje destinado al municipio de Andalgalá, aunque no se ha podido
calcular la cifra exacta, por el momento.
Sin duda, además de la condición material de la distribución de la renta (minera y fo-
restal) existe la percepción de la población local, sobre “hacia donde” se dirige la renta.
Y aunque no es éste un trabajo dedicado a estudiar la explotación minera actual, parece
pertinente comenzar a discutir –en relación a los intereses diversos en las políticas am-
bientales-, el hecho de que la “menor” parte de la renta de la explotación minera quede
en los agentes “locales” (municipalidad, por un lado, y la mayor parte de los habitantes
de dichos municipios, por otro), lo cual es diferente a lo sucedido en la actividad fores-
tal, donde los habitantes locales sí son los principales y únicos favorecidos, pues poco
o nada llega a la provincia y a la Nación.
Retornando al tema del federalismo, de comprobarse que los municipios reciben un
bajo porcentaje de los beneficios de la explotación de determinados recursos naturales
(provinciales sensu stricto), ello podría interpretarse como poco federal, hacia los muni-
cipios, en términos de recursos fiscales.
Pareciera así que el federalismo terminaría a escala provincial, arguyendo que la letra de
la Constitución de 1994, refiere sólo a (estados centrales de) provincias. ¿No se estaría
así desatendiendo a los municipios, que también son parte constitutiva de las provin-
cias, y que su autonomía (política, económica, cultural) estaría también implícita en el
concepto y espíritu del federalismo?

21 Son normativas de fomento que suspende o prorroga los impuestos por un plazo de determi-
nada cantidad de años, hasta que la actividad se consolide y la ecuación económica le permita,
ya sí tributar normalmente.

198
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..

El federalismo entendido como “un sistema político de distribución territorial del po-
der”, no presenta a priori límites de delimitación de tales unidades territoriales, pues se-
rían contextuales e históricas. Esto es diferente a la democracia, la cual podría pensarse,
en algunas de sus interpretaciones, como un sistema en el cual los ciudadanos tendrían
los mismos derechos, siendo los ciudadanos más fácilmente identificables entre sí; a
diferencia de la dificultad que presenta delimitar y definir unidades de aplicación del
federalismo, que no están determinadas de hecho, como los ciudadanos. El espíritu de
tal federalismo, como lo comprendemos desde aquí, excede la propia norma constitu-
cional, para incluir usos y costumbres sobre el tema y los mitos instalados al respecto en
la opinión pública. Por ello excede (aunque incluye también) la interpretación, estricta,
de los académicos. En la práctica política, muchos de los actores sociales que esgrimen
algunas de estas interpretaciones muy arraigadas en los imaginarios sociales del Interior,
en otros casos, sin mayor problema evaden sus propias interpretaciones, cuando se
trata de la aplicación del principio al interior de su Provincia.
Si la noción de federalismo no alcanza los municipios, se estaría delimitando el sujeto
de la distribución de poder territorial en forma definitiva, sólo en favor de los go-
biernos provinciales. O dicho de otra manera, ¿no es posible que la capital provincial
estuviere, bajo esta interpretación literal, cometiendo los mismos abusos centralistas
denunciados por más de un siglo contra Buenos Aires, contra los (salvajes) unitarios?
De hecho, quien tenga oportunidad de recorrer el interior de La Rioja y Catamarca,
encontrará que el fuerte sentimiento de abandono, por parte de la capital provincial, es
generalizado entre sus habitantes. Ello ha dejado muy atrás la disputa Buenos Aires/
Interior, que ya suena anacrónica, para quienes se quejan de la falta de infraestructura,
salud y educación en el interior de esas provincias, desatendida por sus propias capi-
tales.
¿Cuál sería la opinión, desde el federalismo, si gobierno central, antes de 1994, no
hubiera querido compartir con las provincias los beneficios impositivos del aprovecha-
miento de los recursos naturales? Pues hasta ese momento la letra de la Constitución
no lo especificaba, pero se entendía que el federalismo explícito en diferentes artículos
de la Constitución, sí daba lugar a una distribución de recursos (fueren cuales fueren)22.
Desde las luchas entre Quiroga y Rivadavia, ya existían esas disputas, en este caso por
los beneficios mineros, aunque ninguno de estos dos próceres le llamaba, por aquel
entonces, “conflictos por las regalías de los recursos naturales.” En esta línea, el economista
catalán Joan Martínez Alier (2014) se pregunta cómo investigar acerca de los miles
de conflictos ecológicos locales, que muchas veces no se reportan en los periódicos
regionales y que no fueron asumidos por grupos que se autodenominaran “ambienta-
listas” o “ecologistas”. En trabajos previos, este mismo autor se interrogaba, al hablar
de una historia ecológica, si ésta podría fundarse en ampliar y modificar la historia

22 Por lo cual, y por nombrar un solo ejemplo, se concretó en 1988 la ya mencionada Ley de
coparticipación, en la cual se compartía, entre otros recursos fiscales, el beneficio obtenido de
la explotación de los recursos naturales.

199
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económico-social, combinando dentro de una misma narrativa o explicación histórica


los aspectos ecológicos con los económicos y sociales (Martínez Alier, 1993: 19). Ello
deberá hacerse, claro está, indagando en el conflicto a fin registrar elementos que pue-
dan clasificarse como demandas y conflictos de intereses en clave ambiental, para no
caer en una simplificación que lleve a pensar que todo conflicto histórico es, intrínse-
camente, ambiental o ecológico.
Es así que, como se dijo antes, la distribución federal de recursos naturales puede
acarrear problemas y equívocos. Eso conlleva además a que, una vez reafirmada la
noción de federalismo como derecho fundacional del país (desde una perspectiva
bastante esencialista por cierto), lógicamente los distritos y localidades del interior
de cada provincia, reclaman también más federalismo desde sus propios estados pro-
vinciales, y junto a ello, más descentralización del poder, y más poder local sobre sus
propios recursos naturales (MANZANAL, 2006). Incluso la misma Constitución de
1994, impone a las provincias el otorgamiento de mayores niveles de autonomía a los
municipios y comunas: La Corte Suprema nacional en el caso “Intendente Municipal
Capital s/Amparo” (11/11/2014), referido a la provincia de La Rioja, recuerda que
“durante la Convención Constituyente Nacional de 1994 se señaló que correspondía
la intervención federal si no se asegura el régimen cualificado de la autonomía muni-
cipal en las provincias”23. Dicho régimen aseguraría una ley de coparticipación mu-
nicipal, digamos negociación y repartos de fondos equitativos para los municipios.
Mayor federalización hacia los interiores provinciales, proceso frenado políticamente
en muchas jurisdicciones.24
¿Hasta dónde debería llegar el federalismo? ¿Debería terminar en las provincias?
¿Debería llegar hasta la escala municipal? ¿O pensarse también en escala local o
intra-municipal? Si se pensara desde esta última acepción, en favor del poder muni-
cipal, ¿podría afirmarse que ello devendría en más compromiso de protección am-
biental a escala local?
El federalismo coquetea con nociones complejas, como la justicia y la democracia, y
lleva en su mochila algunas reminiscencias geográficas y territoriales, quizás desde allí
herede algunas de sus contradicciones. “La reforma constitucional por primera vez introduce
la noción de región en el texto de nuestra ley fundamental. El término aparece en el título segundo de
la segunda parte de la constitución, “Gobiernos de Provincia”. El art. 124, en la parte pertinente,
faculta a las provincias a “crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con
facultades para el cumplimiento de sus fines...”. A partir de esta referencia es preciso determinar el al-
cance de la expresión, teniendo en cuenta de que existen distintos tipos de regiones y diferentes modelos
de regionalización.” (SABSAY, 1999).

23 http://www.errepar.com/nova/nova_modulos/separatas/default.aspx?d=Legisla-
cion/20141119104039348.docx
24 http://www.losandes.com.ar/article/autonomia-para-el-municipio-mendocino

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3. LOS BOSQUES Y LOS GLACIARES DESDE LAS VISIONES DEL FEDERALISMO


DEL SIGLO XXI.
Los recursos naturales son de dominio provincial, pero su uso puede condicionar a
otras provincias, por las sabidas relaciones y consecuencias ambientales de su explota-
ción, que no reconocen, necesariamente, fronteras políticas.
Por otra parte, no todas las provincias poseen los mismos recursos y, además del in-
terés económico sobre ellos, está en juego el interés político y conservacionista que
tampoco es igual en diferentes distritos políticos-administrativos.
Probablemente basada en el espíritu federal que, como se dijo, ha regido en el país, la
legislación en materia ambiental se basa en presupuestos mínimos a nivel nacional. Las
leyes ambientales nacionales, como por ejemplo, la de Protección del bosque nativo
(Ley 26.331, aprobada en 2007, reglamentada en 2009) y la de Protección de glaciares
(Ley 26.639, 2010, reglamentada en 2011) son de presupuestos mínimos, es decir, esta-
blecen la base de la protección ambiental, sobre la cual las provincias pueden avanzar
(sancionar leyes más restrictivas), pero no podrían sancionar leyes ambientales que
impliquen menos protección que la nacional. Estas normas están basadas en la Ley
General del Ambiente 25.675 y en el propio artículo 41 de la Constitución de 199425.
Aunque el texto de la Constitución no deja claro que tan amplio es el dominio provin-
cial en materia de recursos naturales (consagrado en el art. 124), o que tan estricta es
la potestad de los presupuestos mínimos, pues en el mismo artículo de la Constitución
otorga esos derechos a las provincias y punto seguido las limita (sin mayores precisio-
nes) a partir justamente de los mencionados Presupuestos Mínimos.
Sin duda esta ambigüedad puede ser leída de diferentes maneras, tanto desde una mi-
rada que propone la Declaración de Provincias Cordilleranas (arriba citada) o desde
sectores críticos a la actividad megaminera26. Esto se produce porque, si bien está claro
que el dominio de las provincias no es absoluto sobre los recursos naturales, en el
mismo artículo cita (sin precisar) dichos límites, y porque ningún atribución federal es
absoluta, ya que, por definición, reconoce algún poder superior más allá de cada tipo
de delegación de competencias.

4. PREGUNTAS ABIERTAS Y REFLEXIONES FINALES


Las leyes de presupuestos mínimos para glaciares y bosques constituyen un trascen-
dente avance en materia de protección ambiental de recursos naturales que podrían
considerarse estratégicos, sin embargo, el proceso de su sanción y su posterior puesta

25 “Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren las
jurisdicciones locales.”
26 h t t p : / / w w w. c l a r i n . c o m / o p i n i o n / s o m b r a s - g l a c i a r e s _ 0 _ 5 0 4 5 4 9 6 3 7 . h t m l ;
http://www.greenpeace.org/argentina/Global/argentina/report/2010/9/respuesta_decla-
racion_provincias_cordilleranas.pdf

201
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en práctica ha suscitado críticas y demandas desde diversos sectores de la sociedad.


Podríamos preguntarnos ¿Que falló? Cuáles son los problemas que llevaron a opinio-
nes divergentes en cuanto a lo que debía plasmarse en la letra de la ley, y en el proceso
de llevar adelante efectivamente lo que se había reglamentado? Ello nos convoca al
debate de si son problemas de legislación, o son problemas de la aplicación práctica de
dicha reglamentación. Todo esto sin dejar de lado la falta, en gran parte de las veces, de
voluntad política que permita la ejecución de esas normas.
Para algunos sectores, dichas normas violan principios federales o democráticos en
ciertas provincias. Por ejemplo, al sancionarse la Ley de Glaciares, las provincias más
vinculadas a la explotación minera en sus territorios, sancionaron su propia legislación
provincial, intentando invalidar la aplicación de la Ley nacional 26.639.27 Un caso de
ello fue la provincia de San Juan, donde esta ley, además, había quedado frenada en su
aplicación en territorio provincial, por medidas cautelares presentadas por empresas
mineras, que finalmente fueron revocadas por la Corte Suprema de Justicia de la Na-
ción, pasando a tener vigencia sobre territorio provincial, la ley nacional.
Podemos concluir, que el federalismo tiene múltiples facetas y definiciones, cuya apli-
cación se va definiendo en la práctica, en el juego de intereses, presiones y estrategias
que diferentes grupos sociales ponen en juego en torno a determinada problemática.
La cuestión ambiental es, por su innovadora trascendencia en las últimas décadas, uno
de los ejemplos más clarificadores de este “empirismo” del federalismo.
Estos debates son los que actualmente definen la posibilidad de llevar adelante –o no-
ciertas actividades en determinados territorios. Por ejemplo, en el caso de los conflictos
socioambientales por minería a gran escala28, los temas aquí destacados son parte de la
letra de fallos que han determinado el destino de ciertos proyectos –como en el caso de
Esquel - y que han sentado precedente para la definición de la legalidad o no de leyes
restrictivas, en conflictos posteriores. El más famoso de ellos es posiblemente el fallo
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Villivar, Silvana Noemí c/ Provincia del
Chubut y otros” – CSJN – 17/04/2007, que ha constituido un precedente en cuanto
a la posibilidad de las provincias de avanzar en legislación prohibitiva y/o restrictiva a
la actividad minera, y en frenar un proyecto cuestionado socialmente. El propio Nes-
tor Cafferatta, referente nacional en derecho ambiental, afirmó sobre este fallo: “La
doctrina de este fallo de la Corte es aleccionador, (…) Las provincias, cuando ejercen
la facultad de dictar normas complementarias, pueden agregar alguna exigencia o re-
quisito no contenido en la legislación complementada; En el caso, y para la Provincia
de Chubut, tiene plena aplicación la ley local, que prohíbe el desarrollo de procesos
mineros en la modalidad a cielo abierto, y la utilización del cianuro.” (Caferatta, 2007).
Este fallo y declaraciones como la de Cafferatta al respecto, han sido insumo de fallos
que determinaron la constitucionalidad de leyes que restringen la actividad minera,
que habían sido demandadas de inconstitucionalidad por los sectores mineros. Es el

27 Para mayor detalle sobre este proceso, ver Bottaro y Sola Álvarez (2016).
28 Utilizamos esta noción como sinónimo de megaminería.

202
FACUNDO ROJAS Y LUCRECIA WAGNER / Reflexiones sobre federalismo y recursos naturales en el oeste argentino. Una aproximación desde la ecología política..

caso de los fallos de las Cortes de Córdoba y de Mendoza. Éste último, al respecto del
fallo de Villibar, sostiene “la Corte Nacional desarrolla una doctrina clara y precisa que
debería despejar en lo sucesivo el empleo de argumentos banales respecto a la compe-
tencia y jurisdicción de la provincial en materia de protección ambiental de la actividad
minera.” (Asesoría de Gobierno, 2007).
En el caso del dominio de los recursos naturales por parte de las provincias, éste ha
tenido diferentes consecuencias según el tema en el que se haga hincapié. En el caso
de la conflictividad ambiental, al tener las provincias la potestad de aprobar –o no-
los estudios de impacto ambiental de las empresas, éstas se han transformado en el
principal escenario donde se dirimen estos conflictos, llevando a que, parafraseando
a Gabriela Merlinsky (2013), Argentina esté constituida por diversas cartografías del
conflicto”, en relación a esta actividad, más allá incluso de la posición al respecto del
Estado nacional. Esto podría ser positivo si es pensado desde la participación social,
ya que las poblaciones locales tienen más posibilidad de incidir en la decisión que en
el caso de otros países, donde estas decisiones se toman a escala nacional. En cambio,
desde los aspectos económicos, algunos analistas sostienen que las provincias tienen
menor capacidad de negociación con las empresas transnacionales: “la fragmentación
de la política pública respecto de la explotación de los recursos naturales no renovables
limitó notablemente el poder de negociación del Estado frente al capital transnacio-
nal. Así, las corporaciones mineras encontraron condiciones más que favorables para
conducir el rumbo de la actividad y diseñar su perfil productivo en base a la lógica de
maximización del beneficio” (Basualdo, 2012: 10).

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205
Arte y Cultura
CATEDRA VIRTUAL PARA LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
PATRIMONIO IDENTIDAD Y EXPRESIONES DE CULTURA.

Santiago Aránguiz Sánchez1

RESUMEN
Múltiples factores pueden ser considerados como determinantes en la búsqueda de
una mayor integración latinoamericana. Aspectos relevantes los encontramos en las
manifestaciones culturales, educacionales y procesos históricos que marcan las identi-
dades del continente. Ante los temas candentes de la sociedad como la pobreza, falta
de equidad, sustentabilidad, recursos y sistema económico, surgen alternativas que per-
miten vislumbrar la solución.
Palabras claves: Cultura, identidad, herencia, medio, educación

ABSTRACT
Multiple deciding factors can be considered as vital, in search of a greater Latin Ame-
rican integration.
Relevant aspects are found in the cultural background such as, educational demonstra-
tions and historical processes that show the identity of the continent.
Given the hot topics of society, such as poverty, lack of equity, sustainability, resources
and economic system, alternatives that allow a glimpse the solution.
Keywords: Means culture, identity, heritage, education

INTRODUCCIÓN
En medio de momentos significativamente relevantes en la vida de los países de Amé-
rica Latina, surge esta iniciativa para hacernos pensar en un sueño de larga data y cuyo
objetivo, como ideal alcanzable, es la Integración Latinoamericana. Son múltiples

1 Santiago Aránguiz Sánchez, Diseñador Gráfico y Museógrafo, Decano Facultad de Diseño,


Universidad del Pacifico, Santiago de Chile

209
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218

las instancias donde este ideal se trabaja permanentemente en diferentes niveles que
la sociedad y sus organizaciones lo han formulado y donde las agendas oficiales de los
gobiernos, organismos e instituciones de toda naturaleza llenan de esperanzas a sus
integrantes y a toda la comunidad que conforman nuestra América Latina para resolver
los más variados temas que preocupan a la sociedad. No obstante, nos cuesta enumerar
los logros y recordar las acciones con un grado de precisión que permita relacionarlos
con nuestra propia percepción al cambio positivo o a través del componente tangi-
ble que se graba en nuestra mente como individuos y como sociedad. Por una parte
nuestra memoria es limitada, y por otra no nos damos cuenta la forma en que muchos
acuerdos de integración nos benefician directamente o indirectamente permitiéndonos
muchas veces avanzar significativamente en las relaciones, tratados, convenios, acuer-
dos y acciones internacionales que los conforman. ¿Cuántos aprendizajes y acciones
posibles pueden aplicarse para sentirnos integrados? En estos meses las respuestas y
propuestas de quienes han participado de esta estimulante iniciativa y encuentro uni-
versitario bajo el sello de “Cátedra Virtual para la Integración Latinoamericana
“nos llenó de un sano optimismo, abriendo los sentidos y los espacios necesarios para
el diálogo, para transitar con ideas y experiencias en este laberinto lleno de obstáculos,
pero también de imaginación y alternativas para avanzar. Como un gran espejo, los or-
ganizadores, nos han hecho vernos a nosotros mismos y nuestras sociedades, nuestras
creencias más íntimas y las relaciones con los ojos del alguien distinto, provocándonos,
acelerando los procesos de autocrítica y estimulando alternativas para una evolución
social sana para ésta y las futuras generaciones. La historia, las raíces culturales, las
semejanzas y los problemas comunes, los cambios y altibajos de la política, los dramas
de la economía y la pobreza, las amenazas y los permanentes cambios que llenan de
frustraciones a unos y de esperanzas a otros, la falta de equidad, los escándalos de los
dirigentes, la corrupción y la lucha por el poder, nada se escapa en esta reflexión frente
a este “sismo” que afecta al continente y que la historia y los medios de comunicación
registran para la memoria de todos. Del mismo modo pudimos apreciar en las presen-
taciones de distinguidos expositores las miradas y ejemplos para construir desde nues-
tro quehacer un universo distinto donde sus miradas y experiencias nos entregaron una
cuota de mayor optimismo.
La Educación en todos sus niveles nunca estará ausente en estos espacios de la discu-
sión, es nuestro ámbito donde pesa con mayor gravedad el rol para la construcción de
una sociedad más sana, es la Universidad el espacio donde se hizo posible durante estas
semanas conocer las potencialidades que permiten el trabajar juntos y darnos cuenta
de los obstáculos y de las ideas que posibilitan despejar el camino. Nuestro mundo
circundante sin darnos cuenta pasa a ser inadvertido, nos acostumbramos a todo, se
trata de una sociedad quejumbrosa que crítica sin cesar lo que no está bien y esperamos
pacientemente que suceda algo peor, o un que suceda un hecho extraordinario para
llamarnos la atención, lo demás queda en un segundo plano y nuestra capacidad de
admiración se reduce significativamente. Parece ser que las reservas verdaderamente
importantes que normalmente forman al ser latinoamericano nos sirven de refugio
o defensa natural frente al desastre de lo cotidiano o al fatalismo que también forma

210
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.

parte de nuestra idiosincrasia. Lo puedo advertir en mi país como experiencia de vida


y acostumbramiento a las grandes tragedias, especialmente a los fenómenos de la na-
turaleza y sus gigantescas destrucciones, es en este tiempo y espacio donde aparece la
actitud del hombre frente al drama, es tal vez la forma en que se fundó el verdadero
carácter del ser nacional, su voluntad para recuperarse, para ser solidario y para aceptar
los designios sin renunciar a la permanencia de su nicho geográfico.
Estas fortalezas frente a la adversidad de todo orden, es la real resiliencia, es sin
duda parte esencial de nuestras identidades y la generadora de valores significativos,
como una cierta capacidad de asombro que aún no se pierde, el aprender a mirar y
contemplar, es una fuerza y fuente de esperanza que permite enfrentar los desafíos
del desarrollo futuro, son valores que disminuyen el desencanto, pues no es posible
pensar, avanzar e integrarnos para logros superiores cuando en millones de seres reina
la desilusión.
De ahí que ésta feliz iniciativa, nacida en la reflexión y pensamiento del entorno Uni-
versitario y en medio de los movimientos sociales de nuestro medio y los aconteci-
mientos de toda América Latina, nos obligan a conversar y trabajar para hacer de la
educación una herramienta eficaz que permita avanzar hacia un desarrollo con mayor
participación y equilibrio, que nos haga mirar el futuro con mayor optimismo en bien
de los habitantes de cada espacio de nuestra América Latina.

CULTURA, EDUCACIÓN Y REALIDAD


Parece audaz de mi parte intentar acercarme a proponer a nuestra circunstancial au-
diencia, una idea que permita al menos discutir su potencial como posible alternativa
de mejorar los medios para esta integración, en mi caso se trata simplemente de trans-
ferir a esta audiencia una larga experiencia de vida de trabajo en temas ligados a los
organismos de la cultura.
Educación y Cultura conforman, a mí parecer, un binomio inseparable, no es posible
disociar sus funciones fundamentales sin provocar distorsiones lamentables en la con-
cepción y formación del ser humano, en la noción básica de su identidad y sentido de
pertenencia a una determinada cultura, en la importancia y significado de su amplísima
definición y complejidad.
La cultura debe ser ajena a la política, no obstante, debe ser parte de la formación y
alimento para crear en un buen grado, el juicio crítico de la política, inculcándole los
valores propios de un pensamiento nacido de la preservación de los valores fundamen-
tales y basados en el origen y la protección de las manifestaciones y del patrimonio que
la constituye. Teoría y praxis, percepción y realidad de los valores que la conforman es
inherente a la educación del ser humano, esencia y fuente de una proyección mayor, o
elevada, de la concepción para el “proyecto país” que soñamos pero que no declara-
mos y que pasa por tener que identificarnos y reconocernos culturalmente hablando.
Mi experiencia de trabajo en el área de los organismos de la cultura y del patrimonio,
me ha permitido conocer mi propio país en su mágico espacio geográfico, relacio-

211
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218

nándome con la gente y haciéndome partícipe de sus historias, de su quehacer, de sus


problemas, proyectando y construyendo museos, creando bibliotecas y los archivos
históricos, trabajando con los representantes de nuestros pueblos originarios, creando
Centros Culturales destinados al crecimiento del alma nacional y vinculándolos a los
temas educacionales de las comunidades, publicando, llevando el arte y la cultura a lo
largo y ancho y en cada rincón de mi país y también a nuestros países latinoamericanos,
con ellos y no imponiéndoselos a ellos, definitivamente me dediqué a producir más
que a teorizar o investigar los problemas.
Desde esta práctica he podido comprobar como una comunidad se ve reflejada en
estos organismos e instituciones de la educación y la cultura cuando ellos se sienten
participes y generadores de sus bienes y de qué forma efectivamente logran identificar-
se en ellos, como parte de un todo. Se reconocen y son constructores importantes de
su acervo patrimonial, de los bienes que conforman su entorno, de su nicho ecológico,
su pasado y su presente, sus expresiones más sensibles, materiales e inmateriales y de
las propias creaciones del hombre y de la naturaleza. Es una verdadera trama, un tejido
lleno de significados sociales.
Tal vez sea una idealizada realidad creer en las potencialidades que tiene educar y
formar culturalmente a nuestros estudiantes en todos sus niveles, no siempre se ve
materializada esta creencia como consecuencia de esta disociación que se hace del que-
hacer cultural provocando un permanente debate y donde los temas de la Educación
no logran espacios para una verdadera integración de intereses y proyectos comunes,
los que no están exentos de ideologías y plagados de antagonismos que desaceleran
los procesos de producción, financiación y gestión cultural impidiendo una evolución
social más sana y madura.
Hablar de cultura hoy es ingresar a un laberinto donde el concepto ha cambiado hasta
hacerlo inmanejable, hoy todo es cultura y no todo aquello que hace de la vida algo
digno de ser vivido. Puedo diferenciar a un ingeniero de un arquitecto, médico, publi-
cista, diseñador, profesor o agrónomo también puedo ver y sentir la diferencia cuando
este profesional es culto, impronta que puede aportar la Universidad pero que gene-
ralmente nace del interés personal de cada individuo cuando hace efecto la motivación
de sus maestros.
Desde mi perspectiva y porfiado optimismo, me resulta fascinante reconocer el enor-
me potencial de las maravillas de este espacio nuestro, conmueve repasar la riqueza de
nuestro continente, sus recursos naturales, la belleza escénica incomparable, los logros
del intelecto de tantos hombres brillantes, del aporte nuestro a la felicidad del planeta, es
esto parte fundamental para entender de donde nace este amor y esta idea de la cultura.
Es esta la que pesa como ausencia en la educación y como la cultura debe ser inherente
en los proyectos educativos. Se trata de un objetivo superior que requiere de almas nobles
con sentido real de su importancia e impacto positivo para la sociedad y su desarrollo.
De igual modo la “Felicidad” parece ser palabra ajena al lenguaje de la economía, a
las consultas de los Censos, a los grandes ideales de la política, nadie pregunta por ella
en las encuestas oficiales ni tampoco interesa saber a los gobiernos de turno cuánto

212
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.

impacto provocan los libros, o si el teatro estuvo en tu programa anual, o si tu presu-


puesto te permitió realizar un anhelado cumplimiento de tu programa cultural, qué
lugares nuevos conociste, a dónde viajaste, qué música te entusiasma, cuánto del arte
incorporaste a tu forma de vida. La alegría y la felicidad de hoy se han tornado confu-
sas, frívolas, desorientadas y se han trasladado desde el espacio de la cultura al espacio
del comercio, al mercado del espectáculo fácil y liviano, se ofrece como antídoto al
aburrimiento como pasatiempo necesario para combatir tanta frustración, desespe-
ranza y pobreza. Un ejemplo cercano es un desfile que se realiza en Santiago de Chile
antes de Navidad desde hace varios años donde cerca de 500.000 personas se agolpan
en las calles del centro de la ciudad y se asombran viendo imágenes en forma de globos
que flotan por el aire en un desfile carente de valores culturales ligados a nuestra propia
identidad, es un espectáculo triste y patético del mercado ofreciendo las imágenes que
son parte del éxito del mercado internacional.
La poesía y la literatura tan imprescindibles para seguir soñando un mundo mejor para
nuestros hijos, se hace inalcanzable para mucha personas pues lo agrava el impuesto
a los libros entre otros costos de la verdadera cultura. Estos bienes que forman parte
de la lectura obligatoria en los procesos educacionales y que por consecuencia posi-
bilitarían elevar el nivel cultural la sociedad han sido reemplazados por las soluciones
fáciles que ofrece la tecnología a través de la informática. Las estadísticas en Chile son
alarmantes, la gente no compra libros, no lee y un porcentaje muy alto no entiende lo
que lee. La calidad en la Educación puede convertirse en el más preciado aporte que
hace posible ver el futuro con una mirada de mayor optimismo. Así como los libros, la
danza, el teatro, las artes visuales, el cine, las artesanías, el diseño, la mirada respetuosa
a los pueblos originarios y toda manifestación cultural que debe ser la reserva más
preciada de una nación. Es parte de los sueños, son materia de las discusiones por su
desarrollo y preservación, por la importancia implícita de todo orden y materia básica
de la educación, del desarrollo, de la integración y también deben ser parte de la discu-
sión de todos los temas políticos, económicos, sociales y culturales.
Las diferencias existen en nuestros países latinoamericanos, en Chile la Educación y la
Cultura no han logrado proyectarse conjuntamente. Miles de ejemplos diariamente nos
sobrecogen. Las ciudades no respetan sus bienes inmuebles, los museos no cuentan
con financiamiento para sus tareas, tampoco para la preservación y restauración de sus
colecciones, menos para las actividades de registro y documentación de las colecciones,
los ciudadanos no conocen ni siquiera el 5% de los tesoros acumulados en depósitos y
bodegas, millones de documentos y objetos patrimoniales, libros en archivos y biblio-
tecas permanecen inconsultos, el número de visitantes de estos centros es pobre y dan
tema para los argumentos y permanente postergación financiera por parte del Estado.
El ejemplo más dramático se ha dado en las últimas semanas en Chile, los Museos se
han cerrado en protesta por el nuevo proyecto de creación del Ministerio de las Cul-
turas, las Artes y el Patrimonio, tres semanas sin atender público… Nada ha pasado
y nadie reclama, como si no existieran… No puedo imaginar una situación similar en
ciudades como Londres, Madrid, París, Nueva York, ciudad de México, Buenos Aires.

213
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218

Obviamente que este increíble panorama debemos cambiarlo y no desde el discurso y


la teoría, hay que enfrentarlo y llevarlo a la práctica del día a día. Todos los años y desde
hace mucho tiempo imparto clases en asignaturas optativas en nuestra Universidad. Se
trata de temas referidos a la Identidad, Patrimonio, Arte y Cultura que me permiten
trabajar estas materias con un grupo de alumnos en dos frentes: el planteamiento teó-
rico en el aula transfiriendo el sentido y contenido de la asignatura y el acercamiento
y comprobación de la realidad. Discusiones, análisis, investigación y recorridos por la
ciudad, sus barrios, la forma de vida de las personas, las bibliotecas, los museos y archi-
vos junto a centros culturales y espectáculos. Es asombroso ver su despertar, nace el
interés de nuestros estudiantes al enfrentarlos a la belleza de la arquitectura y al sentido
de la vida en sociedad, recorriendo las calles, conociendo las formas de vida, visitando
los parques, viendo la riqueza y entendiendo los orígenes de la pobreza. Nada se escapa
en estos recorridos, el comercio, los mercados, las estaciones de trenes, los puntos de
encuentro y diversión de la población, la observación del abandono del patrimonio y
el reconocimiento de los pocos esfuerzos por su recuperación. Es a través de estos
recorridos, y las horas de caminatas fascinantes con ellos lo que me permitió transferir
el aprendizaje para aprender a ver, de observar y llegar a admirar lo propio y que es
posible alcanzar la contemplación gracias a un cambio de actitud en ellos. Es sin duda
el sentido y objetivo final de la enseñanza en este curso, sociedad, economía, cultura,
atención y abandono, descuido y errores que no se corrigen, comprobación de la in-
sensibilidad frente a esta realidad y alternativas para generar cambios cuando se toma
conciencia antes de ingresar al mundo laboral. Este curso me ha dado las satisfacciones
más inesperadas en el quehacer de la Universidad, he podido verificar el aprendizaje a
través del cambio de conducta de mis alumnos y el nuevo despertar de vocaciones que
orienta en muchos el anhelo de ser partícipes del cambio positivo.

UN CAMINO POSIBLE

Educación y cultura bien planificada en la vida Universitaria potenciaría en la socie-


dad un mayor respeto por la memoria, una mejor metodología para la transferencia
del conocimiento, un mayor espacio para el esparcimiento de los habitantes en los
espacios de la naturaleza, en los parques nacionales y en los jardines botánicos, en la
admiración de lo inmediato, al respeto de tu espacio de vida, el proponer mayores y
mejores argumentos para la designación y declaración de monumentos nacionales y de
Patrimonios de la Humanidad, mayor y más serio respeto y acercamiento a nuestros
pueblos originarios y mejor protección al medio ambiente, mejor defensa ante los
proyectos de explotación de los recursos naturales, mayores recursos para las artes y
manifestaciones del espíritu, mayor autonomía en las regiones y mejor distribución de
los recursos para el desarrollo cultural general, mejores y más sensible personas para
posibilitar un mejor futuro.
Es la Universidad la que potencia y proyecta una economía más sana a la sociedad con
los ejemplos e iniciativas que nacen desde las aulas y la conectan a través de la vincula-
ción con el medio proyectando miles de iniciativas un mejor bienestar para la comuni-

214
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.

dad. No olvidemos que la Universidad es uno de los espacios más nobles reconocidos
por la sociedad y su rol definitivamente crucial para alcanzar el verdadero desarrollo.

EDUCACION, ECONOMÍA, SOCIEDAD UNA TRILOGÍA COMPLEJA

Rabindranath Tagore, en su libro “Nacionalismo” escribió en 1917:


“La historia ha llegado a un punto en que el hombre moral, el hombre íntegro, está cedien-
do cada vez más espacio, casi sin saberlo (…) al hombre comercial, el hombre limitado a
un sólo fin. Este proceso, asistido por las maravillas del avance científico, está alcanzando
proporciones gigantescas, con un poder inmenso, lo que causa el desequilibrio moral del
hombre y oscurece su costado más humano bajo la sombra de una organización sin alma”.
Este pensamiento se me hace muy actual, han pasado casi cien años y su vigencia me
resulta sorprendente, más aún, cuando en mi país se discute la reforma de la educación
en todos los niveles, en medio de interminables discusiones acerca del costo que ella
involucra. Se habla de gratuidad pero no de calidad en la educación, se habla de be-
neficios pero no se discute acerca del “proyecto país” y cómo la educación permitiría
alcanzar objetivos superiores a través de la renovación de los programas y su impres-
cindible vínculo con los temas de la cultura. La complejidad no se enfrenta para resol-
verla y la participación ciudadana es escasa quedándonos sujetos al azar y al mandato
de la clase política que es el sector más baja reputación de la vida nacional según todas
las encuestas.
Creo que el rol de las Universidades debe centrarse en objetivos humanistas, donde su
acción debe estar centrada en las personas e íntimamente vinculada con la cultura en
todas sus expresiones, en especial con objetivos que respeten el sentido de pertenencia
a los valores fundamentales de la identidad, del patrimonio y su rol en la construcción
de ideales que fortalezcan su visión de futuro. ¿No es acaso legítimo aspirar a la bús-
queda y construcción de una vida plena de significado?
Al observar las inversiones que realizan nuestros países en investigación y tecnología,
me puedo dar cuenta la enorme brecha con los países desarrollados y la distancia cada
vez mayor para alcanzar el desarrollo. Esta brecha también me hace pensar que tal vez
no hemos podido visualizar nuestro verdadero potencial y rico patrimonio que puede
ser una alternativa diferente para mejorar la vida en América Latina. Obviamente que
al margen de los recursos naturales y la belleza incomparable de nuestros espacios geo-
gráficos es el hombre y su cultura lo más relevante que le podemos ofrecer al mundo.
En esto podemos competir y compartir con el resto de la humanidad.
Es en este campo donde visualizo un puente para la integración latinoamericana, en el
respeto por los componentes esenciales de unidad y equivalencias culturales que nace
a partir de la Herencia, el Medio y las Expresiones de nuestra cultura. Es esta tri-
logía la que permite presentarnos y respetarnos en nuestras interrelaciones cualquiera
sea el carácter de éstas. Es este el principio que le da sentido a las manifestaciones de
la cultura, lo que permite entender e interpretar los fenómenos de esta transmisión

215
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218

del pasado como un legado trascendente, es ésta una de las formas para sensibilizar
y llegar a respetar nuestro ámbito o nicho ecológico como la expresión del medio en
que se desarrolla la vida nuestra permitiéndonos a través de los recursos, darle sentido
a la economía y al arte de habitar nuestros territorios. Nuestro continente cuenta con
una riqueza extraordinaria en sus riquezas naturales y materias primas, suficiente como
para terminar con la pobreza que nos asedia y avergüenza.
Desde esta perspectiva la Universidad juega un rol determinante en la formación de
sus estudiantes, en la investigación de lo que responsablemente nos compete, enorme
compromiso que no debemos eludir pues compromete a las futuras generaciones que
deben dar cuenta de estos valores y hacerse cargo de estos problemas enfrentando los
desastres y pérdida de valores fundamentales de nuestra cultura.
La memoria es importante a la hora de recordar los aciertos de nuestro devenir his-
tórico y del mismo modo se recuerdan los grandes errores que también forman parte
del acontecer y es lógico tratar de impedirlos. La memoria nos permite saber quiénes
somos, lo que constituye nuestra vida en el presente y en el pasado. Proyectado al país
no tener o perder la memoria equivale quedar sujetos a los vaivenes e influencias forá-
neas, a las tendencias de la moda, a esperar ser llevados de la mano por el que sabe y ve
el camino, ciegos de nuestras potencialidades y recursos, quedamos inhabilitados para
caminar seguros hacia metas claras de nuestra propia visión y misión de país.
A comienzos del Siglo XIX, Chile logró construir una imagen de país gracias al aporte
de grandes pensadores como Andrés Bello, Venezolano de identidad, Claudio Gay
francés, e Ignacio Domeyko de origen Polaco. La Universidad, las leyes, la gran riqueza
minera, las maravillas del territorio, sus recursos y principalmente el reconocimiento y
registro primero de quienes eran sus habitantes junto a la naturaleza y la historia, per-
mitieron alcanzar un grado notable en el proyecto del naciente y libre país. La memoria
nos señala una forma de aportar a través de la integración de hombres notables que
llegaron por diversas razones a vivir a nuestro país. Con ellos nació el sentido de reco-
nocimiento, pertenencia y potencial desarrollo para nuestro país. Muchos personajes
e intelectuales de la Historia Latinoamericana han participado en el enriquecimiento
de la educación y cultura nuestra, también Chilenos y Chilenas, han contribuido en la
educación y cultura de muchos países de nuestro continente.
Hoy me pregunto si tendremos que esperar a que los sabios del presente saquen su
voz y nos orienten a quienes hemos sido sólo entusiastas aprendices en el mundo de la
cultura y la educación. Sabemos que son muchos pero su silencio los convierte en cóm-
plices de una deshumanización cuyas consecuencias las vivirán nuestros descendientes.
La complejidad de la integración latinoamericana nubla la mirada para encontrar el
camino de las potencialidades existentes, el aporte de América Latina a la Economía
del mundo hoy sólo se mide en cifras, números que nunca son suficientes para el equi-
librio con otras áreas del planeta. No obstante, pocos estudios y estadísticas destacan
en conciencia la enorme contribución nuestra, a la vida y felicidad del planeta: arte,
literatura, naturaleza, deporte, música, tradiciones, junto a la belleza escénica sobre-
cogedora de América Latina, son tal vez la mayor riqueza nuestra para compartir y

216
SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.

aportar a la calidad de vida de los países y al mundo. Los problemas de integración


nacen del desconocimiento mutuo de nuestras naciones generando desconfianzas. No
nos conocemos verdaderamente, pero sí, quienes viajan, por ejemplo, pueden formar
hermandad, seguridad, amistad y naturalidad en las relaciones, ellos se integran y cola-
boran para un crecimiento compartido. Brechas entre, entre las personas del campo y
la ciudad, entre ricos pobres, entre cultos e incultos, falta de equidad en la distribución
de la riqueza, acceso a la salud y a la vivienda digna, forman un conjunto de problemas
pendientes que debemos abordar a partir de una mejor educación unida a los temas de
la cultura, integrados y con objetivos que trasciendan los intereses políticos, ideológi-
cos y geográficos.

RIQUEZA PATRIMONIAL

No me cabe duda que lo más significativo de una nación es su Patrimonio, los bienes
existentes, su acervo material y espiritual, sus reservas materiales e inmateriales. Dicho
patrimonio lo conforman las infinitas expresiones de la cultura, los bienes muebles e
inmuebles que se convierten en carácter simbólico y nos identifican, son las manifesta-
ciones a través de lo tangible e intangible de la creación humana o por la naturaleza que
se transforma en interés cultural para el usufructo de la sociedad. Sin embargo no se
trata de una acumulación de bienes, es la síntesis de lo que se convierte en señales que
diferencian el espíritu, el producto y la inteligencia de quienes lo originaron. General-
mente son los estados los principales responsables de la acumulación y mantenimiento
de dicho caudal, independiente de los resultados para su conservación, investigación,
documentación y extensión en beneficio de la comunidad. Dichos bienes nos enrique-
cen y se multiplican. No hay país de América Latina que no sorprenda con su patrimo-
nio, desde la prehistoria a nuestros días nos maravillamos de la gran riqueza cultural
existente, países como México, Perú, Colombia, son poseedores de una inmensa rique-
za patrimonial producto de un trabajo realizado a partir de un reconocimiento de sus
identidades y acervo patrimonial de valor universal en permanente investigación y de-
sarrollo. Desde esa base han proyectado su cultura y lo siguen haciendo y sorprendien-
do al mundo con su puesta en valor y rescate permanente a partir del reconocimiento
como valores fundamentales y a partir de sus orígenes prehistóricos hasta el presente.
Argentina y Brasil nos sorprenden con sus manifestaciones de todo orden, originadas
desde sus increíbles territorios, sus aportes al intelecto, la belleza, el arte, la música, el
deporte en forma permanente. Ecuador, Paraguay, Bolivia siempre nos sorprenderán
por la vigencia de las manifestaciones de sus pueblos originarios tan vigentes y respe-
tadas por todos quienes hemos podido conocerlos y admirarlos.
Patrimonio de la humanidad que nos obliga a su protección permanente, riquezas ma-
teriales tangibles, tesoros inmateriales que se transmiten de generación en generación,
que forman parte de una riqueza enorme que nos identifica como países y continente.
Lenguas, tradiciones, folclore, ritos y ceremonias, lo mágico y lo religioso, lo efímero y
permanente, que transita en la vida diaria de nuestras naciones. A lo anterior debemos
sumar los recursos naturales que como Patrimonio Natural, habla de la riqueza mate-

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218

rial más valiosa para la vida de nuestros países es también el espacio donde el hombre
ha creado el arte de habitar su territorio, justificando hoy más que nunca su defensa
ante las amenazas que imponen los desastres ecológicos, la sobreexplotación de los
recursos, el desequilibrio ambiental, las amenazas ecológicas, climáticas y las destruc-
ciones, producto de fenómenos catastróficos que no podemos prever.
El patrimonio exige a las naciones una proyección continua y depende de la voluntad
política de sus pueblos llevar a cabo esta labor para una permanente y mejor calidad de
vida en favor de sus habitantes. El patrimonio pertenece a todos y su esencia es ma-
teria de transmisión de mensajes culturales a través de cada uno de sus componentes
tangibles o intangibles los que finalmente formarán parte de la identidad de nuestros
pueblos. El concepto de patrimonio es definitivamente una construcción social y cul-
tural, sin embargo, siempre ha sido objeto de peligrosos mecanismos ideológicos por
parte de intereses ajenos al pensamiento libre y de construcción de identidades.

LOS DESAFIOS QUE ENFRENTA AMÉRICA LATINA


La integración latinoamericana requiere del conocimiento mutuo, y el camino más
expedito es a través de las manifestaciones culturales de sus naciones, no es posible
establecer relaciones sanas en cada espacio del quehacer de la sociedad, en sus eco-
nomías, en los temas sociales, en la educación, la cultura, en los tratados de cualquier
índole como proyectos de desarrollo e integración, sin tener presente prioritariamente
los temas culturales y de identidad: identidad es identificarse, darnos a conocer y su
fórmula no es otra que dar cuenta de nuestra herencia, de nuestro medio y de nuestras
expresiones de cultura. Esta básica trilogía también es aplicable a lo que “llamamos
identidad Latinoamericana” de la que formamos parte todos quienes hemos com-
partido un continente, una prehistoria e historia común manifestada en nuestra heren-
cia como legado común, lenguas, patrimonio, conductas y tradiciones que dan cuenta
ante el mundo de nuestras singularidades, diferencias y coincidencias culturales. Somos
un continente extraordinario, con una belleza escénica incomparable y con recursos
que permiten un futuro promisorio para la supervivencia de sus habitantes. No obs-
tante, es la expresión de sus manifestaciones culturales del pasado y del presente las
que otorgan su mayor prestigio, la obra permanente de sus hombres y mujeres, son las
manifestaciones del pensamiento las que han hecho impacto en el resto del mundo y
posibilitan avizorar un mejor futuro a nuestro continente y a nuestro futuro en la medi-
da que encontremos la fórmula de hacer de ella una carta de presentación permanente.
Descuidar el rescate de lo más valioso del ser humano es negar el valor trascedente que
mueve la conducta humana en su propia evolución, las expresiones culturales son la
gran reserva para el futuro y debemos atender su preservación como hilo conductor
que las orienta. Es menester darse cuenta que la investigación y la ciencia nos impulsan
al futuro y sus acciones sorprendentes no las valoramos de inmediato porque están
pensadas precisamente en el futuro de la humanidad. Tal vez el ejemplo más cercano
sea la Bóveda Mundial de Semillas en Noruega, destinada a servir de reserva futura
para la vegetación y los alimentos del planeta. Reserva para la vida, para la supervi-

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SANTIAGO ARÁNGUIZ SÁNCHEZ / Catedra virtual para la integración latinoamericana patrimonio identidad y expresiones de cultura.

vencia, no obstante, el hombre es más que alimentarse, es mucho más que vender y
comprar, es necesario tener una reserva para el crecimiento espiritual e integral del ser
humano. Hoy vemos con cierto horror como se destruye lo que el hombre ha cuidado
y respetado por miles de años, las ciudades y sitios arqueológicos, patrimonio de la hu-
manidad desaparecen bajo ataques terroristas o simplemente por la acción de intereses
económicos o por vandalismo. Los efectos catastróficos e inmediatos de la destrucción
del patrimonio, tienen su origen en muchos actos originados por el hombre y otros por
la propia naturaleza: guerras, vandalismo, terremotos, inundaciones, urbanización, ex-
portaciones ilegales, junto a los errores de la gestión, el olvido, la falta de investigación,
la falta de protección jurídica y la falta de conciencia del valor del patrimonio, obligan
a nuestras sociedades a tomar un rumbo nuevo frente para el rescate y puesta en valor
de la memoria cultural .
La responsabilidad permanente frente a nuestro patrimonio tiene los riesgos propios
de quienes creen conocerlo , en creer que los bienes de cada nación y del propio conti-
nente forma parte del saber cotidiano al cual no hay que agregar datos, pues lo que se
sabe se calla. Muy por el contrario, el desafío radica en rescatar, investigar, documentar,
dar a conocer por todo medio posible nuestras riquezas patrimoniales, se trata de una
labor de grandes proporciones pero llena de grandes expectativas en sus resultados
y efectos positivos en la enseñanza. Nos es sólo responsabilidad de los organismos
tradicionales como los archivos, bibliotecas, museos o variados centros culturales vin-
culados al patrimonio, es materia de enorme responsabilidad también para las Univer-
sidades quienes juegan un rol fundamental, pues de ella depende la formación de los
profesionales que se harán cargo de estos desafíos y no sólo en las diferentes especiali-
dades que compromete esta acción. El desafío es formar a las futuras generaciones con
una nueva conciencia en materia de integración, con un pensamiento humanista de
mayor dimensión y valoración por los temas culturales, educativos y patrimoniales. No
debemos perder la dimensión humana de la Educación, ni estar pendientes solamente
del crecimiento económico, estamos manifestando un verdadero desprecio por las ma-
nifestaciones del espíritu, del arte, la literatura, la historia y todo lo que reconocemos
como valores culturales y humanistas.
En medio de las grandes transformaciones de la época actual este sueño no puede ser
realidad sin un cambio trascendente del mundo político que rige las grandes transfor-
maciones del desarrollo presente y futuro de nuestras naciones, se trata de una falta de
voluntad basada en el cambio de conducta para aceptar incompatibilidades en el orden
cultural, en la imposibilidad de entender la importancia de estas materias para logros
superiores. Se trata de la acción nuestra, como educadores para provocar un cambio,
un asedio grato al ser humano que posibilite una proximidad al registro universal de
valores, en este caso a los valores propios de la realidad y conocimiento profundo de
lo nuestro.
El ser humano se alimenta de los bienes propios de la naturaleza para su desarrollo,
los alimentos que ingiere le permiten vivir, le otorgan salud y crecimiento desde que
nace hasta su etapa final. Del mismo modo la memoria representada por los bienes

219
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 207 - 218

culturales, el patrimonio en todas sus manifestaciones, deben estar dispuestos para el


conocimiento a través de los organismos que velan por su conservación, investigación,
documentación y puesta en valor, pues permiten a las personas crecer como individuos
cultos. En paralelo a la educación, en todos los niveles conocidos, le permite crecer en
valores espirituales y culturales, que lo harán fuerte y responsable frente a su devenir.

CONCLUSIONES
Patrimonio, Identidad, Cultura, Educación son componentes de alta complejidad
si se analizan en su conjunto, individualmente son un universo donde caben miles
de posibilidades para proponer acciones, ideas, o sencillamente intentar explorar a
modo de ensayo la construcción de un proyecto para trabajarlo conjuntamente entre
Universidades que lo estimen abordable. Una reciente experiencia en la Universidad
de Palermo permitió que un grupo de representantes de Universidades Latinoame-
ricanas se sentarán a conversar la forma de integrarnos en nuestra disciplina y desde
ahí establecer acciones orientadoras en materias de organización para hacer del Dise-
ño una herramienta eficaz en el desarrollo económico, social y cultural de la región.
Del mismo modo estimo que las Universidades participantes de este importante
Encuentro para la Integración Latinoamericana puedan iniciar un encuentro o diálogo
tendiente a discutir la forma que los temas expresados en este documento nos per-
mitieran un análisis de mayor profundidad y riqueza intelectual. Obviamente esta le-
gítima aspiración me llena de sueños, pues no solo nos haría crecer recíprocamente,
también nos permitiría conocernos mejor en todos los temas que hacen del hombre
un ser sensible dispuesto a dar y recibir para construir una mejor y más digna inte-
gración y vida en sociedad.

220
Colaboración de estudiantes
RELACIÓN ENTRE EL PARADIGMA CIVILIZATORIO ACTUAL Y LA
MATRIZ ENERGÉTICA EN AMÉRICA LATINA:
CLAVES PARA SU REFLEXIÓN

Paula Ferreira1, Daniel Ángel Glaván2, Fernando Lautaro Ramírez3

RESUMEN
El presente trabajo tiene la finalidad de abordar la problemática ambiental actual que,
por su condición apremiante, crítica y de carácter transversal a otros desafíos en la re-
gión latinoamericana, es un tópico insoslayable para la reflexión contemporánea. En
tal sentido, la cuestión ambiental emerge como un hecho de vital importancia no sólo
en su condición geopolítica y estratégica a nivel regional, sino también en la implicancia
multidisciplinar inherente a la problemática. De este modo, analizaremos como una
alternativa viable a la visión hegemónica de la civilización tecno-científica occidental el
paradigma del Buen Vivir. Dicha perspectiva es acuciante para alcanzar una compren-
sión integral en clave emancipadora. Para ejemplificar este problema, tomaremos el
caso de la “crisis energética” en relación a la matriz energética global y el caso concreto
de América Latina en este escenario mundial.
Palabras clave: Environmental –América Latina - matriz energética – Buen Vivir –
sustentabilidad
ABSTRACT
This article aims to explore the environmental crisis which, due to its urgent condition,
is an unavoidable topic for contemporary reflection. In this sense, the environmental
issue emerges as a fact of vital importance not only for a strategic and geopolitical an-
gle, but also for the multidisciplinary approach needed. Therefore, we will analize the
Buen Vivir (Good living) paradigm as a potential alternative to the hegemonic tech-
no- scientific vision of western civilization. This perspective is urgent to achieve a full
understanding in an emancipatory direction. To illustrate this problem, we will speak
about the “energy crisis” related to the global energy matrix and the situation of Latin
America in this world stage.
Key Words: Environmental – Latin America – energy matrix – Buen vivir (“good
living”) – sustainability

1 Estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina)


2 Estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina)
3 Estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina)

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237

REPENSANDO EL PARADIGMA CIVILIZATORIO.


Dividiremos el análisis según tres dimensiones mutuamente relacionadas, establecidas
por el filósofo salvadoreño Ignacio Ellacuría (Ellacuría, 1975): En primer lugar, hacerse
cargo de la realidad; luego, cargar la realidad; por último, encargarse de la realidad. Cada una de
ellas será explicitada en su sentido en la medida que sea abordada a lo largo del artículo.

HACERSE CARGO DE LA REALIDAD:


EL ESTADO GENERAL DE NUESTRO PLANETA.
Esta noción, corresponde al momento activo y consciente de intelección de la realidad
que se presenta como “objeto” de estudio. Desde esta perspectiva intentamos romper
la pasividad y el conformismo automático al que las sociedades “administradas” de la
actualidad tienden.
El llamado general a las generaciones actuales a pensar su tiempo, fundamentalmente
su presente, es con la clara finalidad de entender las complejidades del mundo que las
generaciones anteriores les han legado. Esta tarea tiene como foco ineludible el pro-
blema de lo ecológico, puesto que, siguiendo los acertados diagnósticos de Lovelok, la
Tierra es un organismo autoregulado, pero que, dada la lentitud con que la ciencia pro-
cede en sus análisis acerca del proceso de reconfiguración homeostática de la misma,
nos estamos acercamos a un punto crítico que pone al borde de la extinción a todos
los seres vivos que la habitan. (Lovelok, 2007; pág. 23). Es menester aclarar qué com-
prendemos por “lo ecológico”: El concepto de ecología lo abordaremos en su sentido
originario, como oikología: conformado por las palabras griegas oikos (casa, vivienda,
hogar) y logos (estudio o tratado), por ello ecología significa «el estudio del hogar». El
interés por recurrir a su sentido etimológico griego consiste, fundamentalmente, en la
riqueza semántica contenida en la expresión final. Precisamente este sentido es símbo-
lo de un sentido segundo: esto es, el estudio sobre la inter-dependencia (o autonomía
relativa, nacida de la inter-relación) de todos los seres que constituyen el planeta tierra
(“nuestro hogar”), es decir: la humanidad y el conjunto de toda la biodiversidad.
En tal sentido, consideramos que urge avanzar hacia una concepción superadora de la
dicotomía hombre-naturaleza, cultura-ambiente de raigambre moderna, sobre la que
se vio jalonado todo el ideal económico, social y político de occidente. En suma, asu-
mir una comprensión más amplia, abierta, dinámica y coherente, en pocas palabras,
holística, con este único hogar para todos los organismos vivos y no vivos, es a fin de
reinsertar de modo óptimo al ser humano dentro del inmenso tejido de la realidad.
Es necesario aclarar que en este punto seguimos a Leonardo Boff, quien considera la
noción de medio ambiente como fragmentaria; cito:

“Esto quiere decir que lo que está en el punto de mira no es el medio ambiente, sino el am-
biente entero. Un ser vivo no puede ser considerado aisladamente como un mero represen-
tante de su especie, sino que debe ser visto y analizado siempre en relación con el conjunto de
las condiciones vitales que lo constituyen y en equilibrio con todos los demás representantes

224
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.

de la comunidad de los vivientes presentes (biótopo y biocenosis).” (Boff, Ecología: grito de


la tierra, grito de los pobres., 1996; pág. 6)
Asimismo, esta problemática tiene su fundamento en la actitud depredatoria y expolia-
dora sobre la tierra que el sistema capitalista viene ejerciendo. En este punto son acla-
ratorios los análisis de James O’Connor (O’Connor, 2001), quien puntualiza las bases
de un “marxismo ecológico”, según el cual el segundo punto de contradicción del
capital no está solo sobre en las contradicciones que se establecen entre las relaciones
de producción y las fuerzas productivas materiales señaladas por Marx, sino, también,
sobre las “condiciones de producción”; es decir: para O’Connor el capitalismo se ve
afectado por la apropiación y uso económicamente autodestructivo que hace de las
fuerzas de trabajo, la infraestructura, el espacio urbano y la naturaleza externa o am-
biente. Es importante aclarar que, para él, el papel de la ecología está en referencia a los
momentos de crisis que afectan al capital, y, por ende, deben ser incorporados en una
matriz más compleja de comprensión sobre la cual descanza una potencial transición a
modalidades “socio-ecológicas”. Sin embargo, no vemos en el autor una comprensión
verdaderamente amplia e integral sobre lo ecológico, como la explicitada más arriba.
A lo largo de la historia humana no han cesado de haber desafíos, problemas, con-
flictos, que han puesto en tela de juicio a toda la humanidad. Pues bien, los casos de
mayor envergadura, por su implicancia global, han tenido su origen en los distintos
proyectos ideológicos (comunismo, liberalismo, socialismo, y demás) que tuvieron
existencia a lo largo de los dos últimos siglos. La modernidad occidental (Alemania,
Francia e Inglaterra durante el siglo XIX; durante el siglo XX se agregarían EE.UU.
como la potencia dominante y la URSS con sus bemoles), en este sentido, asumió las
ciencias físico-matemáticas (mecanicismo) como paradigma englobante, y se ocupó de
volverlo hegemónico. En virtud de esto, la cuestión ecológica no resultó ser un asunto
apremiante ni para el capitalismo estatal tecnocrático ni para el socialismo científico de
plena guerra fría. Para ambos, según Thompson, lo ecológico resultaba un problema
secundario (Thompson, 1989, pág. 26), pues, de otro modo, se verían ante la necesaria
resignificación de lo que se comprende por ecología. En efecto, la cuestión de la eco-
logía no es tratada como un problema estructural de base para el liberalismo o el socia-
lismo a pesar de que ya, a finales de la década de los 60’, Lynn White escribía sobre las
incertidumbres en torno al problema ecológico, al respecto decía:
“La historia del cambio ecológico es todavía tan rudimentaria que sabemos muy poco acer-
ca de lo que realmente sucedió, o de cuáles fueron los resultados. […] en el actual estado
del conocimiento histórico generalmente no sabemos exactamente cuándo, dónde o cuáles
efectos tuvieron los cambios inducidos por el hombre. A medida que nos adentramos en el
último tercio del siglo veinte, sin embargo, la preocupación por el problema ecológico crece
febrilmente.”(White, 2007)
El problema ecológico es visto con creciente preocupación a comienzos de los 60’, no
obstante, el mundo bipolar con sus propias desavenencias ideológicas opacó el persis-
tente y tenaz efecto sobre la naturaleza que venían teniendo los modos de producción
y consumo de los mundos que competían por la supremacía. Asimismo, luego de la

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237

caída del muro de Berlín en 1991, el mundo asistió a la hegemonía del capitalismo en
su versión neoliberal.
En la actualidad la situación adquiere dimensiones aún más aberrantes, en tal sentido,
dice Boff:
“Hasta 1961 necesitábamos solamente del 63% de la Tierra para atender nuestras de-
mandas. Con el aumento de la población y del consumo, en 1975 necesitábamos ya el
97% de la Tierra. En 1980, el 100,6%, la primera Sobrecarga de la Huella Ecológica
Planetaria. En 2005 alcanzábamos ya la cifra de 1,4 planetas. Y actualmente, en agosto
de 2015, 1,6 planetas.” (LeonardoBoff, 2015).
En este sentido, la desigualdad distributiva de los recursos marca récores, según la
ONG Oxfam Intermón el 1% más rico de la población mundial (61 millones de per-
sonas) ganaron la misma cantidad que los 3500 millones de personas más pobres de
la tierra (un 56% de la población) (Oxfam, 2013). Esta denuncia también es llevada
a cabo por el Papa Francisco en su última encíclica: Laudato Sí; puesto que, para él, el
problema de la crisis ecológica no está disociado del problema de la desigualdad y la
pobreza, sino que los efecto alcanzan su máxima repercusión en los más pobres (Fran-
cisco, 2015, pág. 37).
Desde esta perspectiva se revela la necesidad imperiosa de un cambio en nuestros mo-
dos de producción y consumo, es decir: la reproducción material de la vida no puede
tener como único fundamento la maximización de las ganancias a cualquier costo, sin
evaluar los impactos reales sobre la tierra y los pueblos.

CARGAR LA REALIDAD:
FUNDAMENTOS DE LA CRISIS DEL PARADIGMA CIVILIZATORIO VIGENTE.
La expresión cargar la realidad para Ellacuría, tiene que ver con la dimensión ética, pues-
to que toda realidad está teñida de oscuridades, de aspectos onerosos y perniciosos que
deben ser superados.
En tal sentido, la necesidad de rastrear y recuperar las pistas que han llevado a la crisis
actual se retrotrae a tiempos donde la modernidad tenía la primacía completa en el
modo de comprensión de la realidad; así, pues, es vital detectar en qué puntos se pro-
dujo una fractura del paradigma civilizatorio vigente con lo ecológico.
Todos los grandes pensadores de la modernidad, Decartes, Bacon, Locke y Kant, ma-
nifiestan una increíble confianza en los avances de las ciencias naturales, es decir, son
ellos los encargados de dar los fundamentos metodológicos y epistemológicos para
que quede asentada la subjetividad como fundamento metafísico de toda la realidad.
De este modo, la gestación de la subjetividad a lo largo de la modernidad fue ex-
perimentando un creciente fraccionamiento, división, cortes y cesuras en paralelo al
espíritu científico-técnico de la época, que derivaron en las concepciones económicas,
políticas y sociales que hoy tenemos.

226
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.

Todo el proyecto moderno se fundó en una racionalidad calculadora, manipuladora,


cuantitativa y analítica (Panikkar R. , 2006). En este sentido los fundamentos del mito
del progreso (Panikkar, Mito, fe y hermenéutica, 2007; pág. 45; 194) están en una racio-
nalidad predictiva y previsora que invita a orientar y dirigirse en una clave cuantitativa
y lineal de “crecimiento” y “desarrollo”, como horizonte sobre el cual toda realidad se
consolida. El punto crucial es que son estos fundamentos los que hoy han llegado a un
punto de inflexión inexorable, siendo, de este modo, el problema de una percepción
dicotómica con la naturaleza, la expresión más mortecina y lúgubre.

UNA PROPUESTA DESDE AMÉRICA LATINA: EL BUEN VIVIR.


A contrapelo de esta racionalidad imperante, en América Latina en las últimas décadas
ha tomado vigor la noción del Buen Vivir, particularmente en países como Ecuador
y Bolivia, quienes han desarrollado una nueva narrativa constitucional al introducir
el concepto de Buen Vivir a partir de 2008 en el primer caso y 2009 en el segundo.
Es fundamental comprender que las modificaciones establecidas en las constitucio-
nes respectivas representan hitos o momentos significativos, como condensación de
discusiones que reflejan dinámicas sociales y relaciones de poder dentro de procesos
sociales que se han venido manifestando en las últimas décadas, y son un correlato del
cuestionamiento de la visión tradicional occidental de progreso, desarrollo y bienestar.
Si se observa más de cerca la concepción de Buen Vivir o Vivir Bien no es unívoca,
sino que mana de diversas vertientes cuyo caudal de significados asume más similitudes
que divergencias: Kametsa Asaike, denominación que recibe en ciertas comunidades
amazónicas; Deoyerepa Paijë´ë, designado así por las comunidades Airo-Pai (también
llamados Secoya) ubicados en la frontera entre Colombia, Ecuador y Perú; Alli Káusai
entre los Quichua; o el Sumak Kawsay de los pueblos andino-amazónicos.
Como idea responde a un complejo modelo cultural ancestral de organización en el
cual se valora la capacidad que tiene cada persona, mujer y hombre, de establecer
vínculos recíprocos gracias al ejercicio autónomo de sus conocimientos y su trabajo,
resaltando la interdependencia entre lo social, lo territorial y la naturaleza, configuran-
do, de este modo, un marco más comprensivo y amplio de relaciones que hemos de-
nominado: lo ecológico. Es decir, vivir bien es antes que nada un proceso de creación
de relaciones que unen a la gente entre sí por medio de su relación con su territorio.
Vivir bien no es cosa de “tener” sino de estar organizados y compartir una vivencia en
común del entorno espacial y social.
Junto con esta concepción ancestral se abren nuevos horizontes de expectativas y de-
rechos ciudadanos. Asegurar el acceso a servicios de educación, salud, transporte y
medios de subsistencia e ingresos económicos son derechos básicos de la población.
Esta noción movilizadora ofrece alternativas a los problemas contemporáneos de la hu-
manidad. El Buen Vivir, como concepto articulador, desmitifica viejas recetas impuestas
y explora nuevos caminos para la construcción de sociedades solidarias, corresponsables

227
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237

y recíprocas que viven en armonía con la naturaleza, a partir de un cambio en las relacio-
nes de poder. El Sumak Kawsay (que da sustento a la reforma de la Constitución de 2008
en Ecuador, por dar un ejemplo) busca fortalecer la cohesión social, los valores comuni-
tarios y la participación activa de individuos y colectividades en las decisiones relevantes
para la construcción de su propio destino y felicidad. Se fundamenta en la equidad con
respeto a la diversidad, cuya realización plena no puede exceder los límites de los ecosis-
temas que la han originado, no busca la opulencia ni el crecimiento económico infinito,
sino hacer viable la sostenibilidad del sistema económico.
No se trata de volver a un pasado idealizado, sino de encarar los problemas de las so-
ciedades contemporáneas con responsabilidad histórica, a partir de la revalorización de
saberes locales, resignificados en tanto los desafíos de la actualidad. El Buen Vivir no
postula el no desarrollo, sino que aporta una visión distinta de la economía, la política,
las relaciones sociales y la preservación de la vida en el planeta, es decir: asume criterios
cualitativos y cuantitativos de estructuración social, a fin de no caer en los patentes
desequilibrios actuales. En este sentido, promueve la búsqueda comunitaria y susten-
table de la felicidad colectiva, y una mejora de la calidad de vida a partir de patrones
culturales definidos social y localmente.
Esta noción, atendiendo las particularidades que le dan origen, ha estado presente en
los pueblos originarios del mundo entero y también en la propia civilización occidental;
su esencia es universal, ha sido una aspiración constante de la humanidad. Aristóteles
consideraba que la “vida buena” consistía en la satisfacción de las necesidades mate-
riales, en el cultivo de la mente y en la práctica de la virtud. En la sabiduría ancestral
común a los pueblos de la Tierra, el calificativo bueno de esta aspiración abarca no solo
la definición de agradable y hermoso, sino la idea ética de lo bueno.
Aun así, esta idea social de solidaridad y redistribución es diferente al ideal aristotélico de
la Vida Buena. El Buen Vivir es una idea social movilizadora, que va más allá del concep-
to de desarrollo –que se encuentra vigente en la tradición occidental-, pues está asociado
a una noción más amplia de progreso como mero patrón de acumulación material.
No se trata de un nuevo paradigma de desarrollo, sino de una alternativa social, libera-
dora, que propone otras prioridades para la organización social, diferentes del simple
crecimiento económico implícito en el paradigma del desarrollo. El crecimiento eco-
nómico es deseable en una sociedad, pero también importan sus pautas distributivas y
redistributivas, en este sentido es necesario el compromiso de defender el derecho de
la población a vivir en un ambiente sano y el respeto a los derechos de la naturaleza.
Desde esta perspectiva consideramos que se ofrecen alternativas para construir una
sociedad más justa, en la que el centro de la acción pública sea el ser humano y la vida.
Esta mirada supera los límites de las visiones convencionales de desarrollo, que lo con-
ciben como un proceso lineal, de etapas históricas sucesivas, que reducen el concepto
a una noción exclusiva de crecimiento económico.
Desde la posguerra, estas concepciones han conducido las políticas públicas naciona-
les y la acción de organismos internacionales y, aunque han generado algunos resulta-

228
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.

dos positivos, prevalecen serias limitaciones, principalmente en tres dimensiones: los


pobres resultados del desarrollo en términos de equidad social, la deficiente articula-
ción entre crecimiento económico y mejoramiento en la calidad de vida, y los limites
estructurales para asegurar la sustentabilidad. Así, el Buen Vivir cuestiona el patrón de
acumulación hegemónico, es decir, la forma neoliberal de producir, crecer y distribuir.
Al respecto, el sistema capitalista ha influido profundamente en el tipo de métrica con
que se evalúa el sistema económico y social. Esta métrica presenta limitaciones en
cuanto a sus dimensiones y disponibilidad de información
El conjunto de indicadores vigente, diseñado en torno a la miopía de la agregación
monetaria como máxima de la prosperidad, ha fallado profundamente en indicar
el progreso humano, el estado del ambiente y las relaciones no monetarias del
conjunto social.
El Buen Vivir exige una métrica alterna que parta de una perspectiva integradora,
multidimensional y holística; lejos de homogeneizar las diferencias, más próximo a
revalorizar las heterogeneidades que dieron origen a su constelación de significados y
que lo constituyen en su complementariedad, dando apertura a definiciones soberanas
adaptadas a las particularidades de cada sociedad, que sea capaz de superar los lími-
tes de la perspectiva tradicional de desarrollo integrando la dimensión ambiental y la
necesidad de sustentabilidad, y otras dimensiones como la búsqueda de la felicidad y
realización humana, la participación social y la multiculturalidad.

ENCARGARSE DE LA REALIDAD: EL PROBLEMA ENERGÉTICO, UN DESAFÍO PARA


LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS.
Por encargarse de la realidad, comprendemos la dimensión práxica de la inteligencia, es
decir toda realidad la comprendemos mejor cuando intentamos cambiarla, construirla,
modificarla. Asimismo, la praxis tiene que ser situada contextual, histórica y global-
mente. Precisamente la cuestión ecológica es un asunto global, pero su acción es terri-
torial, local. En tal sentido, no será lo mismo estar en un país “periférico” donde las
realidades de pobreza estructural, analfabetismo, desocupación y exclusión constituyen
un aspecto insoslayable para cualquier actitud éticamente responsable.
Abordaremos el problema energético en nuestra región teniendo en cuenta la realidad
de dependencia económica, política y cultural. En tal sentido, no es posible avanzar a
un nuevo paradigma de civilización sin las condiciones materiales, políticas y jurídicas
que superen la realidad de dependencia y pobreza estructural. Como bien lo afirman
en su libro: “La nueva ecología política”, Fitoussi y Laurent: “[…] desmitificar esa supuesta
maldición de la prosperidad que lleva, en nombre del equilibrio ecológico, a privilegiar la
regresión frente al progreso, la frugalidad en un marco de desigualdad en lugar del de-
sarrollo en justicia.” (Fitoussi, Jean Paul; Laurent, Éloi, 2011, p. 17). Coincidimos con
ellos, en el punto en que ninguna práctica económico-política puede ser implementada
a fin de acentuar un marco de desigualdad global, más no con el estrecho marco de
análisis que lo sustenta.

229
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237

PANORAMA DE LA MATRIZ ENERGÉTICA LATINOAMERICANA ACTUAL:


Antes de abordar situación actual y proyección de la matriz energética regional es
necesario hacer una breve mención a algunos aspectos fundamentales y problemas
estructurales del escenario energético mundial.
En primer lugar, la relación entre crecimiento poblacional y consumo de energía: en
los últimos treinta años la población mundial creció un 50% y el consumo de energía
primaria un 74%. Es decir, la energía presenta un crecimiento exponencial en relación
a la población. Esta situación es particularmente clara en el caso de las potencias emer-
gentes. A modo de ejemplo, la población de China creció un 33% y su consumo de
energía un 400% (por esta razón, desde el 2009 es el principal consumidor de energía,
desplazando a los EE. UU.); en el caso latinoamericano, Brasil incrementó un 60% su
población y un 150% el consumo de energía.
Por otro lado, la composición de la matriz mundial está apoyada un 86% en combus-
tibles fósiles (32,8% petróleo, 27, 7% carbón, 25,5% gas natural)1 y no hay perspectiva
de que se modifique sustancialmente en los próximos años. Es decir, aumenta signi-
ficativamente el consumo energético pero no se modifican las fuentes. Esta situación
plantea varias dificultades.
Para empezar, la clara dependencia de fuentes fósiles no renovables. Preocupa espe-
cialmente la primacía de hidrocarburos en este esquema, teniendo en cuenta el creci-
miento exponencial del consumo energético global y la caída indefectible de las reser-
vas y la producción de petróleo y gas. Como explica la teoría del pico del petróleo
enunciada por Hubbert en la década del ’50, por “pico de petróleo” se entiende el
momento bisagra a partir del cual la producción empieza a declinar irreversiblemente
tras el tope máximo alcanzado. El geólogo norteamericano predijo que los EE.UU.
tendrían su pico de producción en los años ’70. Efectivamente sucedió y a partir de
esta década (y hasta la actualidad) los EE. UU. son importadores de petróleo. Por su
parte, la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo (ASPO) estableció que el pico
mundial se ubicó entre 2005 y 20102. Hay consenso en que desde la década de 1980 se
descubre petróleo a un ritmo menor que el de su producción.
Frente a este panorama de agotamiento de las reservas convencionales, desde hace al-
gunos años comenzó a extenderse el método de extracción de yacimientos no conven-
cionales de petróleo y gas conocido como fractura hidráulica o fracking. Básicamente,
esta técnica consiste en la perforación de dichas formaciones geológicas y en la poste-
rior inyección de agua a alta presión con químicos para fracturar las rocas y liberar los
hidrocarburos alojados en ellas. Este nuevo procedimiento se desarrolló masivamente
en EE. UU. y luego a lo largo del mundo. Sin embargo, las consecuencias ambientales
por la contaminación del agua superficial y subterránea, entre otras, dieron lugar a
amplios movimientos sociales de oposición que concluyeron en algunos casos en la

1 Ver gráfico Nº1 (Matriz energética mundial y proyección) del Anexo.


2 Ver gráfico Nº2 (Pico mundial de producción de hidrocarburos) del Anexo.

230
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.

prohibición total de su aplicación, como sucedió en Francia, Bulgaria y algunos Esta-


dos de EE. UU. Finalmente, esta técnica retrasa la discusión sobre la diversificación de
la matriz energética y profundiza el esquema existente de dependencia fósil de la mano
de nocivos impactos ambientales.
Justamente, y en segundo lugar, la extracción y el consumo de las fuentes fósiles implican
gran impacto ambiental, principalmente el uso de carbón. Si bien es de los recursos más
abundantes, tiene uno de los mayores coeficientes de emisión de gases de efecto inverna-
dero por unidad. Su peso en la matriz mundial (ocupa el segundo lugar después del petró-
leo) se debe al consumo de la industria china: representa el 68% de su matriz energética.
Por último, la demanda energética mundial no es pareja ni equitativa. Los países cen-
trales requieren altos niveles de energía para satisfacer las necesidades creadas por la
sociedad de consumo, mientras que aquellos más pobres tiene dos problemas funda-
mentales: la falta de acceso a la energía (más de un cuarto de la población mundial no
tiene energía eléctrica en su hogar, sobre todo al sur de Asia y África), y la calidad infe-
rior (relacionada con la seguridad de su utilización) de las fuentes a las que acceden (la
principal es la biomasa, es decir, la leña, mientras que solo un 7% es energía eléctrica)3.
Dentro de este panorama energético global se ubica la región latinoamericana, que
no llega a constituir ni el 5% del consumo total. De cualquier forma, nuestra matriz
reproduce la estructura mundial con algunas particularidades.4
Si bien los combustibles fósiles también dominan representando un 71% del total,
la participación del petróleo (41,7%) y del gas (24,5%) son mayores que en el orden
mundial, mientras que el consumo de carbón (4,8%) es sustancialmente menor (como
se explicó anteriormente, su peso global se debe a la enorme demanda china). Por su
parte, la proporción de energías renovables es bastante superior, especialmente la hi-
droeléctrica (gran importancia de la cuenca amazónica): aporta el 25% del total frente
a un escaso 2% a nivel mundial.
Relacionado con las inequidades del acceso y del tipo de fuente mencionadas previa-
mente, se observa en Latinoamérica un gran consumo de leña y caña (14% de la matriz
total), fundamentalmente en las regiones rurales y para el sector residencial. El análisis
de este caso en profundidad revela las desigualdades económicas y sociales estructu-
rales al interior de la región y de las propias realidades nacionales: en Centroamérica
la leña representa entre el 30% y el 70% del total; Brasil, que encabeza los índices de
desarrollo, es el principal consumidor de leña para residencias e industria (el 53% del
total regional).
Por otro lado, la gran demanda de caña se debe al desarrollo de biocombustibles, sien-
do Brasil uno de los mayores productores mundiales. Si bien se presentan como una
alternativa a los combustibles fósiles, uno de los problemas que conllevan es el balance
energético: en muchas ocasiones la energía necesaria para producirlo es mayor que la que

3 Ver gráfico Nº3 (Consumo por fuente de energía en países con diferentes ingresos) del Anexo.
4 Ver gráfico Nº4 (Matriz energética latinoamericana) del Anexo.

231
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237

se obtiene (una tonelada de caña de azúcar genera 300 a 400 litros de etanol). Además,
varios países europeos tienen legislación que los obliga a introducir estos combustibles
pero no tienen territorio para producirlos. Por esta razón, se extiende la frontera agrícola
de la mano de transnacionales como Cargill, Bunge y Dreyfuss en nuestros países (pen-
semos en el avance de la caña de azúcar sobre el amazonas a modo de ejemplo).
La importancia estratégica de América Latina en materia energética se manifiesta en
la existencia de hidrocarburos: es responsable del 10% de la producción del petróleo
mundial y cuenta con el 17% de las reservas probadas del mundo. México y Venezuela
son los mayores productores del continente, aportando el 30% cada uno. Luego siguen
Brasil, Argentina, Ecuador y Colombia. Aunque la producción actual de Venezuela y
México sea similar, las reservas de Venezuela alcanzarían para 70 años más, mientras
que México tiene reservas aproximadas para 9. De hecho, Venezuela es el país con
mayores reservas de petróleo a nivel mundial por fuera de Oriente Medio.
Pero, pese a esta situación privilegiada que nos ubica como una región teóricamen-
te autoabastecida, hay que analizar el destino de esa producción: México, Venezuela,
Ecuador y Colombia exportan el 60% de su producción total de petróleo.
Justamente, examinando la relación entre la producción y el consumo de energía en
todas sus fuentes, se desprende que la región genera un 20% más de lo que consume:
ese porcentaje es la exportación directa, y el destino principal de la misma es EE. UU.
Sin embargo, las deficiencias en los acuerdos de comercio interregionales, y la escasa
capacidad de refinación en esta parte del continente, generan dependencia en la im-
portación de fuentes primarias y secundarias de energía desde otros países y regiones.
El origen principal de los productos introducidos se ubica, del mismo modo y paradó-
jicamente, en los EE.UU.
Muchos autores coinciden en la importancia de la propiedad estatal de la riqueza hi-
drocarburífera y sus empresas productoras: existen empresas petroleras estatales en 14
países, entre ellas PDVSA en Venezuela y PEMEX en México, las mayores producto-
ras y exportadoras de la región. PETROBRAS, la tercera en magnitud, cuenta con el
32% de propiedad nacional brasilera. Bolivia, al igual que Argentina, privatizó en los
’90 la empresa estatal YPFB pero fue re-estatizada en 2006; la petrolera argentina, YPF,
cuenta con el 51% de las acciones en manos del Estado desde 2012.
En referencia al destino del consumo energético en la región, los principales sectores
son la industria (37%) y el transporte (33%)5, pero hay diferencias intraregionales. Los
países más industrializados tienen ese orden. En los países andinos y centroamericanos
el sector principal de consumo es el transporte, muy por encima del industrial. El gran
peso del sector se debe a un ineficiente sistema de traslado de mercaderías en camio-
nes. Además, el transporte de personas es muy dependiente del automotor, sobre todo
del individual por sobre el público. Esta situación es muy distinta a la realidad europea,
por ejemplo.

5 Ver gráfico Nº5 (Consumo energético latinoamericano por sector) del Anexo.

232
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.

El sector residencial ocupa el tercer lugar, representando un 13% del consumo total,
pero con grandes diferencias en cuanto a las posibilidades de acceso entre países y
regiones rurales y urbanas dentro de cada país (Argentina tiene un 24% de consumo
residencial y Brasil solo el 11%). Un dato importante a analizar es el acceso a la energía
eléctrica, teniendo en cuenta que es una fuente limpia, segura y saludable de energía. El
promedio de electrificación urbana es del 98%, mientras que en las zonas rurales es del
65%. Dentro del continente hay grandes diferencias: países como Uruguay presentan
el 98% de acceso a la electricidad y otros como Nicaragua solo el 55%. En Brasil, un
13% de la población todavía depende de la leña para la cocción (como mencionamos,
es el principal consumidor de leña a nivel regional).
Hasta el momento, podemos determinar algunos de los problemas estructurales de
nuestra situación energética: el peso de los hidrocarburos y la decisión de exportarlos
aun siendo fuentes no renovables de energía; la necesidad de importar energía desde
otras regiones por la falta de integración y de planificación regional; las inequidades de
acceso entre países con distintos ingresos; las diferencias respecto del tipo de energía
utilizada entre zonas urbanas y rurales, sectores más pobres y de mayor concentración
de la riqueza; el gran consumo del sector del transporte por la falta de un eficiente sis-
tema público de pasajeros y la primacía del transporte automotor de cargas.
Por último, debemos problematizar el crecimiento del consumo energético en la re-
gión. Los últimos 25 años significaron la duplicación del consumo de energía sin que
haya implicado una reducción de la pobreza. De hecho, como sostiene Honty (2006,
citado en Bertinat y Arelovich, 2012),
“(…) no hay, en la historia reciente de la región, una relación directa entre la energía y
los indicadores sociales. Así, por ejemplo, una inversión energética que incida en el sector
del transporte público de personas tendrá mayores efectos sobre los sectores de bajos recursos
que otra relacionada con la industria del aluminio.”
Y agrega al respecto de la eficiencia energética:
“En América Latina, el consumo de energía aumenta cuando crece la economía, pero no
cae en la misma proporción cuando hay recesión. De manera que la tendencia del consumo
energético es siempre creciente, aun cuando la economía no crezca. Hoy se consume 7% más
de energía que en 1980 para generar la misma unidad de producto, lo que demuestra que
la región ha perdido grados de eficiencia energética”

CONCLUSIONES
A lo largo del trabajo hemos hecho mención de los principios rectores y estructurado-
res del paradigma civilizatorio vigente, en ese marco lo ambiental se presenta como el
elemento axial de la crisis global actual. En efecto, la fractura fundamental que enfrenta
la humanidad contemporánea, y que define su destino, tiene que ver con el modo de
autocomprensión en relación con toda la biodiversidad. De este modo, hemos visto
cómo todo el campo de pensamiento actual está abocado a repensar la subjetividad

233
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237

por fuera de la comprensión moderna del sujeto donde el ser humano ocupa un lugar
preferencial y decisivo en la estructuración de los lazos con su entorno vital.
Como contrapartida, el Sumak Kawsay o Buen vivir es revitalizado en la región La-
tinoamericana en los últimos 20 años como componente disruptor y alternativo a la
sociedad neoliberal imperante. Parte de una cosmovisión ancestral surgida de las pro-
pias entrañas de América Latina, intentando constituirnos en una identidad que nunca
acaba de configurarse, al tiempo de ser una noción movilizadora que propone repensar
los criterios de desarrollo de la humanidad. Fundamentalmente sitúa a Latinoamérica
en el concierto de las naciones, lo que permite establecer un horizonte que desande los
caminos preestablecidos en la búsqueda de un desarrollo económicamente sustentable
y emancipado de los intereses de los países centrales.
En virtud de esto, la sustentabilidad energética implica considerar y satisfacer las ne-
cesidades de la sociedad en su conjunto, entendidas no sólo como la condiciones para
la subsistencia física, sino también como el ejercicio de los derechos económicos, so-
ciales, políticos, culturales y ambientales para una vida digna como la propuesta por el
Sumak Kawsay.
A raíz de nuestra reflexión, es una falacia hablar de “crisis energética”. Es necesario
rediscutir primero la necesidad real de mayor energía y repensar las asignaciones y el
modo en que satisfacemos nuestras necesidades humanas.
El momento actual se encuentra fuertemente atravesado por lo que resultó de los de-
bates alrededor de la COP 21. Por un lado, la iniciativa oficial es terreno de intensas
disputas entre países “desarrollados” y “no desarrollados” respecto de quiénes van a
cargar con los costos para enfrentar la alarmante situación socioambiental. Es necesa-
rio un paradigma que, basado en las responsabilidades diferenciadas e históricas, asuma
el compromiso de construir otra realidad. Pues, retomando lo expuesto en el desarro-
llo del trabajo, observábamos que la demanda energética mundial no es homogénea,
más específicamente, no es pareja ni equitativa. Es en este sentido que nos negamos
a aceptar que la única opción de superación de la realidad actual sea la dictada por
el mercado, las grandes corporaciones y las instituciones de la gobernanza mundial.
También reconocemos en la región dificultades para sortear estas lógicas. Sin embargo,
creemos que las alternativas se encuentran aquí mismo, y que debemos ser capaces de
valorarlas, potenciarlas y empoderarlas.
Como propuestas concretas, profundizando la integración comercial y energética se
reduciría la pérdida exagerada de energía por el transporte y la exportación hacia fue-
ra del continente. Además, nuestra región debe aprovechar el enorme potencial hi-
droeléctrico y eólico, diversificando paulatinamente su matriz y superando las penosas
consecuencias de la dependencia hidrocarburífera. Asimismo, debemos concebir a la
energía como Derecho Humano para garantizar un acceso más equitativo al interior de
nuestras sociedades. En ese sentido, y como explicábamos anteriormente, la política
energética estatal tiene que analizar las prioridades de consumo y de inversión para que
las obras públicas tiendan a beneficiar a los sectores más postergados.

234
P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.

Por otro lado, América Latina tiene que defender la soberanía sobre sus bienes co-
munes dentro del esquema mundial de saqueo, ya que sin el control de sus fuentes
energéticas es imposible discutir un desarrollo razonable y armonioso con el ambiente.
Para concluir, queremos acentuar la necesidad de reflexionar y generar espacios de
acción sobre los procesos de integración regional, en perspectiva emancipadora, que
den cuenta de las necesidades y prioridades de América Latina, esperando alcanzar de
manera integral la realización de nuestros pueblos.

AGRADECIMIENTOS
Agradecemos especialmente al Dr. Facundo Rojas (UNCuyo) por sus aportes y obser-
vaciones.

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R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237

ANEXOS

Gráfico Nº1  
MATRIZ ENERGÉTICA MUNDIAL Y PROYECCIÓN
Matriz 2010 Matriz 2030

Extraído de: Bertinat y Salerno (2006).


 

Gráfico Nº2
PICO MUNDIAL DE PRODUCCIÓN DE HIDROCARBUROS

  Fuente: ASPO (2004)

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P. FERREIRA, D. ÁNGEL GLAVÁN, F. RAMÍREZ / Relación entre el paradigma civilizatorio actual y la matriz energética en América Latina: claves para su reflexión.

Gráfico Nº3
CONSUMO POR FUENTE DE ENERGÍA EN PAÍSES CON
DIFERENTES INGRESOS
 

Extraído de: Bertinat y Salerno (2006).

Gráfico Nº4
MATRIZ ENERGÉTICA LATINOAMERICANA

Extraído de: Bertinat y Arelovich (2012).

237
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 221 - 237

Gráfico Nº5
CONSUMO ENERGÉTICO LATINOAMERICANO POR SECTOR

Extraído de: Bertinat y Arelovich (2012).

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239
LOS PRINCIPIOS DEL BUEN VIVIR EN MOVIMIENTOS
SOCIALES DE MENDOZA

Leandro Arancibia1; Vanina Romero2; Pehuén Barzola Elizagaray3;


Coordinador del Trabajo: Lic. Alberto C. Molina4
Coordinador del Curso: Ing. Agr. Alejandro Tonolli5

RESUMEN
Los movimientos sociales van marcando el avance de las corrientes ideológicas de una
nación y de una época, y forman el núcleo principal de las fuerzas contra-hegemónicas,
siempre presentes en el devenir histórico. Particularmente en Latinoamérica, estos movi-
mientos guardan siempre un paralelismo histórico sorprendente entre los distintos países
y, aunque manteniendo la identidad y las particularidades de cada una, han marchado casi
simultáneamente por caminos análogos; en gran parte debido a la dominación común,
por parte de las naciones centralizadas, a que se han visto sometidos sus países.
En el presente trabajo, comparamos tres principios o pilares representativos de los
movimientos sociales, materializados en tres casos de organizaciones de Mendoza.
Para ello consideraremos: la educación popular, la cuestión de género y la economía
de producción y comercialización. Compararemos esos casos locales con el proceso
político-cultural latinoamericano que se podría considerar a la vanguardia actualmente,
tanto por ostentar un alcance de legislación nacional en dos países, como por abarcar
amplia e integradamente varios de esos pilares de avance de los movimientos actuales,
conocido como Buen Vivir. Por lo que los de nuestro país, considerados individuales
aunque interrelacionados, podrían, si se integraran formando un gran movimiento y
poniendo en común la diversidad de sus principios, constituir la expresión local del
paradigma del Buen Vivir en Mendoza y en nuestro país.
Palabras clave: Buen Vivir, Sumak Kawsay, movimientos sociales, organizaciones,
educación popular, género, economía social.

1 Estudiante Licenciatura en Ciencias Básicas con orientación en Física-Facultad de Ciencias


Exactas y Biológicas-UNCUYO
2 Estudiante Ingeniería en Recursos Naturales Renovables-Facultad de Ciencias Agrarias-UN-
CUYO
3 Estudiante Ingeniería en Recursos Naturales Renovables-Facultad de Ciencias Agrarias-UN-
CUYO
4 Docente e investigador. Universidad Nacional de Cuyo.
5 Docente e investigador. Universidad Nacional de Cuyo.

241
R.E.M., 5 (INVIERNO 2016), 239 - 251

ABSTRACT
Social movements continuously set the advance of a nation’s and a time’s ideologies,
and they form the main core of counter-hegemonic forces, always active in historical
development. Specifically in Latin America, these movements maintain an amazing pa-
rallelism develop between the different countries and, though keeping each one its’ own
identity and singularity, they have marched together through similar paths; mainly due
to the common domination, by centralized nations, to which they have been subjected.
In this work, we compared three principles or pillars representative of social move-
ments, materialized in three cases of social organizations from Mendoza. The pillars
we considered were: popular education, gender and economy of production and tra-
ding. We compared these local cases with the Latin American political-cultural process
that could be considered at the forefront now, both, for having a national legislation
reach in two countries, as for integrating those pillars of current social movements,
known as Good Living. Therefore, our own ones, now considered separated but inte-
rrelated, could, if they integrated themselves becoming a great movement, by putting
in common the diversity of their principles; built the local expression of the Good
Living paradigm in Mendoza and in our country.
Key words: Good Living, Sumak Kawsay, social movements, organizations, popular
education, gender, social economy.

INTRODUCCIÓN
El concepto de Buen Vivir ha cobrado notoriedad a partir de los debates en América
del Sur y en especial, por sus recientes formulaciones constitucionales en Ecuador y
Bolivia. Es justamente, desde la visión de los marginados por la historia (Gudynas, &
Acosta, 2011), desde los pueblos y naciones indígenas, desde donde se plantea el Buen
Vivir como una oportunidad para construir otra sociedad sustentada en la convivencia
del ser humano en diversidad y armonía con la naturaleza, a partir del reconocimiento
de los diversos valores culturales existentes en cada país y el mundo, como cambio
cualitativo (Acosta, 2012) en respuesta al fracaso del “progreso” en su deriva produc-
tivista; del “desarrollo”, en tanto tenga éste dirección única, sobre todo en su visión
mecanicista de crecimiento económico, y del “antropocentrismo” propio de la heren-
cia cultural europea, que hace que todo sea valorado y apreciado según su utilidad para
los humanos.
Entendemos que, como plantea el Buen Vivir o Sumak Kawsay (quechua), no hay un
proceso único para todos los variados contextos regionales, sino que su paradigma se
basa en principios aplicables a todos los tipos de relaciones, a saber: sociedad-natura-
leza, persona-persona, productor/a-consumidor/a, hombre-mujer, etc.; entender su
implementación a cada contexto particular para conseguir su implementación según
las cosmovisiones de cada lugar, es la tarea a seguir.
Los pilares de Educación, Género y Economía de Producción y Comercialización son

242
LEANDRO ARANCIBIA - VANINA ROMERO - PEHUÉN BARZOLA ELIZAGARAY / Los principios del buen vivir en movimientos sociales de mendoza.

los que se trabajarán aquí. Para ello, realizamos entrevistas a tres organizaciones que
operan en la Provincia de Mendoza en cada una de estos pilares, cotejando con biblio-
grafía respecto a los mismos desde la mirada del Buen Vivir. Estas organizaciones son,
respectivamente:
• UST (Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra): Es una organización de
productores campesinos de toda la provincia, que se creó en 2002 y lucha por los
derechos a tierra, agua, trabajo y justicia para los campesinos y por la soberanía
alimentaria.6 Entrevistamos a José Ortega, educador popular miembro de la UST
que participa de la Escuela, el día 10 de diciembre de 2015 en Mendoza Capital.
• Soy Nosotras: Es un colectivo de mujeres del Departamento de Guaymallén
(Provincia de Mendoza, Argentina) creado en el 2014, que acompaña a mujeres
víctimas de violencia familiar y lucha contra el patriarcado y el capitalismo y por la
reivindicación de los derechos de la mujer. Entrevistamos a Eliana Ortubia, mili-
tante de la organización desde su inicio, el día 11 de diciembre de 2015 en Capital.
• Feria Popular de Agroecología Familiar de Mendoza (Bioferia): Es un espa-
cio de organización de pequeños productoros agroecológicos que se reúnen todos
los sábados por la mañana en la plaza del Barrio Cano de Mendoza Capital, a
comercializar sus productos brutos y manufacturados bajo la lógica del comercio
justo, ecología practicada, alimentos saludables, elaboración artesanal, entre otros.
Entrevistamos a Dina, productora agroecológica que participa de este espacio des-
de el 2010, el día 5 de diciembre de 2015 en Capital.

MARCO TEÓRICO
El Buen Vivir y la Educación
El Buen Vivir plantea una perspectiva comunitaria y emancipadora frente a la educa-
ción convencional que propone occidente: individualista, competitiva, antropocéntri-
ca; que se ha venido reproduciendo en América Latina desde la colonia hasta nues-
tros días. Plantea que la liberación de nuestras mentes pasa por restablecer nuestras
propias formas de educación. Ésta no es un área aislada de la política, la economía,
la filosofía, sino que es un pilar fundamental del proceso de cambio estructural en el
horizonte del buen vivir. Denuncia la falta de cobertura de la educación colonizadora,
de las necesidades de los pueblos originarios y del campesinado, y que, ni siquiera ha-
biendo satisfecho esta demanda por medio de infraestructura, mejoras salariales a los
docentes, etcétera, ésta podrá garantizar el empoderamiento y la emancipación de los
pueblos originarios. Así mismo, las universidades no han aportado significativamente
a la reflexión, tan solo se han limitado a generar profesionales funcionales al mercado
capitalista depredador.

6 En 2009 comienzan a llevar adelante, como parte de su lucha, el proyecto de la Escuela Cam-
pesina de Agroecología, como espacio de formación para campesinxs de toda Mendoza. Ésta
se ubica en Jocolí, Lavalle, al noreste de la provincia.

243
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Para iniciar la pedagogía comunitaria es necesario, que comience una construcción


teórica auténtica de los procesos de aprendizaje, abordados desde la perspectiva y la
concepción de las comunidades precolombinas. Una institución referente fue la Escue-
la-Ayllu de Warista (1931-1940) en Bolivia, donde la enseñanza fue preferentemente
fuera de las aulas y no dentro de ellas, y donde la producción de alimentos jugó un rol
central para lograr la soberanía alimentaria y educar sobre el autoabastecimiento. En la
pedagogía comunitaria la comunidad es una entidad que trasciende lo meramente so-
cial, se funde con la madre tierra, lxs demás seres vivxs, y todo con el cosmos. De esta
manera la enseñanza no puede estar separada de la naturaleza, sino que debe enseñar,
comprender y respetar las leyes naturales.
Desde la visión occidental la educación se dirige a la persona individual, a la competen-
cia y al humano como ser superior a los demás seres, que además puede abusar de la
naturaleza para su beneficio. En contraposición, la educación comunitaria reconoce la
vida del/de la otra como complemento de la vida de uno; escapa de la lógica individual
antropocéntrica para introducirse en una lógica consciente integrada con la naturaleza,
donde todos vivamos bien y en plenitud. Además la educación debe ser de todos, esto
es, que la comunidad entera asume las decisiones y responsabilidades a ejercer en el
ámbito educativo, involucrando a todos los actoros tanto sociales como naturales de
la zona, el barrio o la región. Cuando se aprende no se hace solo con fines recreativos,
sino para generar la acción que es la naturaleza de toda forma de vida. Es decir que por
ser maestro no se es actor/a principal de la educación, sino la comunidad en su conjun-
to. La formación no se inicia y termina en el aula, es permanente debido al dinamismo
propio de la vida. Educadores y educandos, juegan roles de reciprocidad, la enseñanza
es de ida y vuelta, horizontal, sin órdenes de jerarquía ni imposiciones, como herra-
mienta para construir el estado comunitario. Es necesario, que la educación trascienda
las barreras físicas del aula, para formar personas que comiencen a dinamizar la vida
con el objetivo de lograr una relación de armonía y equilibrio con la naturaleza.

Feminismo y Buen Vivir


El feminismo comunitario y latinoamericano, constituye un movimiento en sí mismo,
una lucha con sus banderas y sus conflictos particulares, que cuestiona y transforma de
manera transversal al modelo político-económico instaurado, ya que su campo de ope-
ración son las relaciones personales y sociales de poder entre géneros. Los movimien-
tos feministas combaten la violencia física, emocional, institucional, etc., instaurada en
la sociedad, pero mientras algunas de sus corrientes se mantienen ajenas a las luchas
de clases, étnicas y ambientales, otras, que a nuestro criterio son las más profundas,
identifican las causas de todas esas luchas como la misma. Esa causa común, con su
multiplicidad de efectos, es la dominación. La dominación de unas personas por otras
desde lo económico, lo social, el género, lo religioso, lo cultural, lo racial, y la domina-
ción de las personas hacia la naturaleza, escindiéndose de ella, desde una concepción
cristiana y moderna completamente artificial, cuya complejidad se extiende hacia una
dominación (como coartación de libertades) transgeneracional.

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Por otro lado, el planteo del Buen Vivir, incluye, necesariamente, la lucha feminista en
contra del patriarcado, por cuanto busca reorientar el modelo para poner su foco de aten-
ción en el cuidado de la vida; además “recupera la relación respetuosa entre el hombre y
la mujer, entre los diferentes sexos y géneros, en una relación de interdependencia” (Pé-
rez & Domínguez, 2014), así como entre lo humano y no-humano. Existe una relación
esencial entre el patriarcado y el capitalismo. Desde que existen como sistemas articula-
dos entre sí, hacen una alianza para naturalizar todo lo que en adelante se iba a considerar
“naturalezas inferiores”. Capitalismo y Patriarcado, establecen el cuerpo femenino junto
con la Pachamama (personificación femenina) “naturaleza sexual inferior”.
Para existir, el capitalismo debe explotar pensando en la máxima ganancia como eje
de la constitución de la cultura colocando al ser humano sobre la Madre Tierra, sobre
los recursos naturales –“planeta mercancía”, tanto como el trabajo productivo y repro-
ductivo de las mujeres –“cuerpo mercancía”. Ello permite la reproducción inmediata y
estratégica de la vida social en su conjunto, es decir la prevalencia de lo que se conoce
como androcentrismo.
Somos conscientes, de que, de los enunciados teóricos de un modelo a su implementa-
ción, hay una amplia brecha no exenta de contradicciones; y que no se trata nunca de
“volver al pasado”, sino de combinar lo mejor de cada pensamiento y de cada época.
Aguinaga (2010), recalca: “no hay que caer en idealizaciones de estos movimientos en
lo que se refiere a las relaciones de género, eso sería potenciar una actitud benevolente
con los patriarcados originarios, o negar que los machismos que trajo consigo la colo-
nización occidental, se mezclaron con otros ya existentes.”
La reforma agraria a partir del Sumak Kawsay que establece la constitución ecuatoriana,
busca enmendar las condiciones de precarización de la vida campesina, para ello, se
encamina hacia gestiones colectivas de la tierra, reconociendo las formas comunales y,
dentro de ellas, regulando el derecho de las mujeres a este acceso. La Ley Orgánica del
régimen de soberanía alimentaria a partir de la cual se materializa dicha reforma agra-
ria, establece de forma explícita entre sus objetivos, la transformación de la sociedad
y de las relaciones patriarcales y capitalistas (León 2009, en Aguinaga 2010). Además,
garantiza “igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres en el acceso
a recursos para la producción y en la toma de decisiones para la administración de la
propiedad” (Extraído de Magdalena León, 2008), entre algunas otras reformas.

Economía en el Buen Vivir


El siguiente apartado tomará como base el capítulo 8: ‘Otra economía para el Buen
Vivir’ del libro de “Buen Vivir. Sumak Kawsay: Una oportunidad para imaginar otros
mundos” de Alberto Acosta7.

7 Economista ecuatoriano, profesor e investigador de la FLACSO, Ecuador; ex ministro de


Energía y Minas y ex presidente de la Asamblea Constituyente.

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El especialista explica que el Buen Vivir, como alternativa al desarrollo, exige necesa-
riamente otra economía basada en principios fundacionales tales como solidaridad y
sustentabilidad, reciprocidad, complementariedad, responsabilidad, integralidad, sufi-
ciencia, diversidad cultural, identidad, equidad y, democracia (Acosta, 2012).
Así una economía que se sustente en el principio de solidaridad, debe buscar otro tipo
de relaciones de producción, intercambio, de cooperación y también, de acumulación
del capital y distribución del ingreso y la riqueza8. En consecuencia, esta propues-
ta deberá enfrentar poderosos intereses de todo tipo; consolidándose sobre bases de
creciente autodependencia comunitaria en todos los ámbitos. Es así que esta nueva
economía ya no sólo trata de defender la fuerza de trabajo y de recuperar las horas de
ocio de los trabajadores sino también la defensa de la vida porque para los pueblos ori-
ginarios -que plantean el sistema comunitario- la vida es lo más importante (Huanacuni
Mamani, 2010).
Así, los objetivos económicos, subordinados a las leyes de funcionamiento de los sis-
temas naturales, deben tener en la mira el respeto por la dignidad humana y la mejoría
por la calidad de vida de las personas, las familias, las comunidades, sin sacrificar la
Naturaleza y su diversidad. Para lograrlo es necesario repensar esta nueva economía
desde una visión holística y sistémica, plasmada en los Derechos Humanos y de la
Naturaleza.
Podemos decir que el objetivo final de una economía fundada en el principio de solida-
ridad es construir un sistema económico sobre las bases comunitarias (de producción,
intercambio, cooperación, etc.) y orientado por los principios de reciprocidad, comple-
mentariedad, responsabilidad e integralidad; siempre amparado en un sistema jurídico
de Derechos Humanos, Sociales y de la Naturaleza, que garanticen la equidad y digni-
dad humana así como el respeto por la Naturaleza, en tanto no se siga profundizando
en el actual sistema extractivista de desarrollo, y con un rol proactivo del Estado tanto
en la regulación como promoción de políticas públicas, así como contemplar todas las
voces de los diversos actores que intervienen en dicho sistema económico.
Otro principio fundante de esta nueva economía es la sustentabilidad, es decir que
desde el inicio, y en todo momento, procesos respetuosos de los ciclos ecológicos, sin
ayuda externa y sin que se produzca la escasez de los recursos existente, debe permitir
las posibilidades de las generaciones futuras en condiciones que aseguren relaciones
cada vez más armoniosas de los seres humanos consigo mismos, con sus congéneres
y con la Naturaleza.
Sin lugar a dudas el cumplimiento de estos objetivos requiere un proceso de transición,
donde el mayor desafío se encuentra en superar aquellos patrones culturales asumidos

8 Lo que se quiere incorporar es la lógica de la suficiencia antes que sostener la lógica de la efi-
ciencia (entendida como la acumulación material cada vez más acelerada); construyendo otra
lógica económica, que no radique en la acumulación permanente del capital, así como también
superar los esquemas organizativos de la producción antropocéntrica mayormente causantes de
la degradación ambiental.

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por la mayoría de la población que apuntan hacia una permanente acumulación de


los bienes materiales bajo lógicas dominantes de devastación social y ambiental. Una
situación que no asegura necesariamente un creciente bienestar de los individuos y las
colectividades.
El autor considera que estas transiciones, camino al Sumak Kawsay, deben ser pensa-
das desde las nociones del autocentramiento9. Todo esto acompañado de un proceso
político de participación plena, de tal manera que se construya “contrapoder” (econó-
mico y político) a nivel país10. Superar las visiones dominantes tomará mucho tiempo.
Y hacerlo construyendo sobre la marcha, exige una gran dosis de constancia de los
sujetos portadores del cambio. De esto se trata cuando se plantean estrategias de tran-
sición que tendrán que ser necesariamente plurales.

RESULTADOS Y DISCUSIONES
Entrevista a la UST
Respecto a utilizar la educación como herramienta para beneficios comunitarios, José dice:
“Acceder a la educación de que fuera una propuesta más de formar compañeros, que se
quedaran en el campo y que pudieran, también, ser parte de su comunidad y poder entender
las problemáticas, y poder accionar en esas problemáticas muy arraigadas. (…) Como que
se veía mucho en las comunidades y decir: bueno, ¿la educación para qué la queremos?
Para poder exigirle al gobierno que pueda darnos políticas públicas o cosas para nuestra
comunidad”
“La lucha por la tierra, la lucha por el agua. Poder acceder a esos bienes que, por ahí,
los campesinos no podemos acceder, que es algo necesario para nosotros. Por ahí, no sé, la
cuestión de la soberanía alimentaria, qué poder comer y qué nos alimenta y poder producir
para subsistir en este lugar (…). Entonces, esta cuestión de poder acceder a estas cosas, fue
algo muy fuerte que se empezó a plantear en la organización.”
Cuando surge la necesidad de las comunidades campesinas que conforman la UST de
la alfabetización y de la formación dirigida a su lucha de emancipación, comienzan a
articular para conformar un sistema educativo adaptado a su propia realidad. Tal como

9 Éste es una estrategia de organización de la economía y la política, donde el fundamento básico


es el desarrollo de las fuerzas productivas endógenas, incluyendo capacidades humanas y recur-
sos productivos locales, y el correspondiente control de la acumulación y centramiento de los
patrones de consumo.
10 Esto implica ir gestando, desde lo local, espacios de poder real, verdaderos contrapoderes de
acción democrática en lo político, en lo económico y en lo cultural. A partir de ellos se podrán
forjar los embriones de una nueva institucionalidad estatal, de una renovada lógica de mercado
y una nueva convivencia societal. Contrapoderes que servirán de base para la estrategia colectiva
que debe construir un proyecto de vida en común: el Buen Vivir, que no podrá ser una visión
abstracta que descuide a los actores y a las relaciones presentes, reconociéndolas tal como son
hoy y no como esperamos que sean mañana.

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el Buen Vivir, plantean la pedagogía comunitaria horizontal y construida entre todos.


La propuesta educativa no solo se limita a los integrantes de la organización, sino que
involucra a todos los participantes de la comunidad rural que deseen asistir.
“y después, bueno, nos empezamos a plantear de… bueno, ¿qué hacemos?, ¿que sea sola-
mente para compañeros de la organización o empezamos a abrir para otras comunidades
que por ahí no son parte de la organización? (...) y dijimos -bueno, hay que abrirla porque
es una herramienta que es necesaria-, por ahí hay compañeros trabajadores que… por ahí
no pueden acceder a la educación por una cuestión de que tienen que laburar, que se tienen
que mantener. (…) nosotros creíamos que era algo importante, entonces poder acceder a
eso, ir una semana y después irse y poder laburar en su comunidad… era algo que servía
y así fue creciendo…”
Plantean la educación sabiendo que el proceso es colectivo, más allá de cualquier ban-
dera u organización, poniéndola al servicio de la comunidad sin excepciones. Se rigen
con una metodología proveniente de la educación popular, que es criticada por los
teóricos del Buen Vivir, por no escaparse a la lógica antropocéntrica y racionalista; sin
embargo, desde nuestra perspectiva entendemos que producto de los replanteamientos
permanentes que se realizan en la UST respecto a la educación y a cómo adaptarla a
las comunidades y la lucha campesino-indígena que llevan a cabo, se asemeja más que
otras corrientes de la educación popular a lo que plantea el Buen Vivir.
Como el objetivo de la organización es la reproducción en las comunidades de lo
aprendido, y como busca adaptarse a las necesidades particulares de las familias cam-
pesinas, han logrado modificar la estructura curricular tradicional de las escuelas para
evitar el desarraigo cultural.
De cómo la educación se construye de manera colectiva entre todos las actores sociales
de la comunidad, la UST constituye una referencia muy sólida de esta construcción:
“(…) Por ahí los compañeros que tenían una cuestión más construida desde, desde lo uni-
versitario fue difícil construir y volverse a construir cosas nuevas, digamos, con los compañe-
ros que venían del campo. Bueno, de ahí ese diálogo que se ha dado en la escuela, también
en la escuela es algo como que, es una cuestión que se va construyendo como una familia
grande, no sé, algo así ¿cómo se puede decir? porque el convivir ahí con los compañeros y
estar todo el tiempo charlando de algunas cosas de -¿cómo va?, ¿cómo está tu familia?-
Esta construcción de estar viviendo ahí ha facilitado también esa construcción de, como de
que lo que vamos a aprender o que lo que deberíamos saber para poder interpelar en sus
comunidades”
Encontramos una correlación importante aquí, respecto a la pedagogía comunitaria y
bidireccional del Buen Vivir en la que se comparten los saberes de manera colectiva,
sin jerarquizar la dirección de la enseñanza, se tienen en cuenta los conocimientos tan-
to de educadores, como educandos, valorizando los conceptos y perspectivas de todos.

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Entrevista a la organización “Soy nosotras”


En cuanto a los objetivos que se plantea el colectivo, Eliana nos dijo:
“Entendemos que el patriarcado, como sistema de dominación y de explotación, si se
quiere, tiene muchos años de arraigo en la sociedad, miles… de años. Entonces, tampoco
somos ingenuas en pensar que desde nuestra organización eso se puede, como, eliminar.
Creo que… un poco, el objetivo tiene que ver con promover ciertos derechos que las mujeres
tenemos, que hemos ido conquistando a lo largo de la historia… eh… y… y luchar para
que ellos se cumplan y también pensar, digamos, de qué manera, muchos de esos derechos
pueden aplicarse, o profundizarse.”
La lucha es necesaria y las modificaciones, mediante las cuales se va transformando
paulatinamente la realidad, traen consigo saltos cualitativos en los que se plasman esos
avances, por ejemplo, en las leyes o constituciones nacionales. En este sentido, el Buen
Vivir constituye un ejemplo claro.
La compañera nos cuenta que sostienen un espacio desde hace un tiempo, en conjunto
con otras organizaciones, al que denominan Consejería de Salud Popular y además
dictan talleres en distintas instituciones educativas:
“Brindamos un servicio de acompañamiento a mujeres en situación de violencia (…) Por
un lado recibir a mujeres que están situación de violencia, poder conocer un poco su histo-
ria, acompañarla, y bueno, ir viendo de qué manera podemos acompañar ese proceso para
que esa mujer pueda salir de esa situación de violencia. Y después, eh también realizamos
talleres, que ahí donde viene esto como más el vínculo con las instituciones, que durante hace
ya dos años que venimos sosteniendo un espacio de talleres con… eh las mujeres, ya sean
madres o docentes, de un jardín maternal que hay en San José… que se llama Kumelén y,
aparte talleres en escuelas, cuando nos convocan o… o a participar, bueno, vamos y como
damos talleres ahí, sobre la violencia de género y demás”
Se buscan en estos casos soluciones colectivas a los problemas personales de cada una,
entendiendo que la vida de una persona es un complemento de un todo que es la co-
munidad, y que su situación influye a toda la comunidad y, a su vez es reflejo del estado
en que se encuentra esa comunidad.
Respecto a la visibilización social del trabajo que lleva a cabo la organización, Eliana
dice que:
“Es un trabajo que por ahí es como bastante de hormiga, digamos, el laburo que se hace,
muy así como de abajo y eh… que lleva mucho tiempo, digamos, porque la problemática
con la que se encuentran, o en la que nos encontramos en realidad, inmersas las mujeres,
vinculada a la violencia, sobre todo a la violencia más de vínculos amorosos, familiares, do-
mésticos…eh son difíciles de resolver rápidamente. (…) entonces, digo, que todo eso que se
teje ahí, digamos, tiene que ver un poco con esto de sobre todo poder acompañarnos y poder,
bueno, brindar las herramientas, ir generando procesos de empoderamiento en las mujeres
(…) Entonces, bueno, un poco como que ese trabajo es así… como bastante subterráneo
en el sentido de que, como que no es muy visible, pero está.”

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Es necesario un proceso largo y metódico de cambio de conciencia, que es imposible


de lograr valiéndose de cualquier normativa, protesta o intervención en forma aisla-
da; es necesario complementar todas las herramientas disponibles y se debe tomar el
tiempo para dejar que cada persona dé su propio salto en el cambio de conciencia y de
preconceptos adquiridos.
Le pedimos que nos hablara respecto a lo que conociera de la cosmovisión de los pue-
blos originarios en relación con la lucha de Soy Nosotras.
“Algunas cuestiones que también están vinculadas con el reconocimiento de la mujer vincu-
lado un poco a esto de… de la Madre Tierra. Como ese eje que también está vigente ahí
¿no? como uno de los elementos más importantes que nos plantea el Buen Vivir… donde
plantea esto de reconocernos como parte, digamos, de esa tierra. (…) Somos conscientes de
que somos parte de la tierra (…). Esta sociedad como más machista y capitalista a la vez
digamos, lo que hace es como hacer que nos desconectemos de esos ciclos naturales nuestros
que a la vez están en armonía con el ciclo natural de la tierra, entonces que ha existido
digamos, desde el capitalismo, un trabajo muy fuerte para poder disociar… nuestro cuerpo,
de lo natural; entonces ¿para qué? para hacerlo más productivo en lo laboral y demás”.
La realidad de que las diferentes luchas sociales se tocan en más aspectos de los que
a simple vista pareciera, comprender la interdependencia que existe en todos los pro-
cesos sociales que se encuentran en boga actualmente y así sea más factible integrar
luchas y hacer más fuerte cada frente. Ese enemigo, llamado patriarcado, capitalismo,
antropocentrismo, etc., es en realidad el principio de “dominación” por la falsa creen-
cia de que hay una jerarquía subyacente al orden natural que pone al ser humano, y
particularmente al hombre, en la cúspide de la pirámide.

Entrevista en la Bioferia
En cuanto al principio de solidaridad que se plantea en la nueva economía del Buen
Vivir encontramos algunas relaciones respecto al proceso de acompañamiento de lxs
compañerxs de Dina en la toma de sus decisiones frente a su crítica situación familiar
y su toma de conciencia en cuanto a los resultados que iba viendo:
“Mi marido se enfermó y me toca a mí decidir seguir trabajando de ese modo o cambiar.
Decidir (yo tenía seis hijos chicos) cómo mantener a esa familia. Y yo iba a la universidad
en esa época, así que en un café decidimos con tres compañeros cambiar mi tierra de pro-
ducción y armar una pequeña empresa, sería, de trabajar sin químicos y hacer reparto a
domicilio (…), de hecho te tengo que decir que cuando yo empecé, seguí trabajando de la
otra forma también pero un día me puse a ver las ambas situaciones, dije el de la feria que
se la plante él, y yo me tiré de una para este lado con miedo, te digo, porque no sabíamos
cómo nos iba a ir, si había clientes para nuestra producción, si iba a ser todo el tiempo
porque aún todavía no entraba en la Bioferia”
Otra de las nuevas relaciones de intercambio que plantea esta economía solidaria queda
reflejado en el testimonia de Dina:

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“Y aquí ¿viste que a veces haces trueque? no consumimos todo orgánico pero la mayor
parte sí (…). Vamos cambiando de a poco y la salud han cambiado más que nada ellos.”
Una tercera relación de solidaridad y reciprocidad que practican los productores de la
Bioferia es la certificación participativa y el cronograma de siembra :
“La certificación participativa se usa para la agricultura familiar porque ellos pueden
ir a la finca y ver que es como vos decís que estás trabajando. ¿Por qué? (…) porque en
tu tierra siempre vas a tener algún yuyo o muchos yuyos ahora con la lluvia, en el vecino
no, es un jardín totalmente súper verdura, limpito, no hay ni un yuyo pero la nuestra es
la abandonada ¿viste? pero bueno, cuando vos entrás te das cuenta, esa es la certificación
participativa. Y aparte hacemos un cronograma de siembra, repartimos la siembra en
distintas épocas (…)”
Otro aspecto de este modelo de producción que puede vincularse con la calidad de
vida que plantea como base el Buen Vivir es, el cambio gradual que ella fue observando
en la salud de sus hijxs:
“Y te digo que el cambio es muy importante porque llevamos ya 5 años y todos los críos de
mi casa, que han empezado a cambiar de a poco, consumiendo de estos productores de acá,
agroecológicos, su salud ha cambiado totalmente. (…) en el invierno tenían bronquitis todo
el tiempo y bueno llevo tres años, creo, que no pisamos el hospital, de hecho el más chico
nunca. Asique yo creo que es muy relevante el cambio, así es muy marcado el vivir sano
y el vivir de la forma convencional, que de hecho te envenenan antes de plantar, te están
envenenado la tierra.”
Además, queremos destacar su conciencia acerca del daño que causan los agroquími-
cos y la dependencia de insumos que genera la agricultura convencional. Así como el
derecho de acceso a la soberanía y seguridad alimentaria y, la importancia de la biodi-
versidad en su agroecosistema .
En cuanto al mayor desafío de las transiciones, que se encuentran en superar aquellos
patrones culturales Dina nos dice:
“Y porque el sistema, o sea el chacarero común de repente viene de sus padres, de sus abue-
los trabajando de esta forma y que quizás ha salido el padre y el abuelo en la revolución
verde, entonces le han enseñado a él que de esa forma se puede producir y de esa forma nada
más, ¿me entendés?”
Y concluye:
“Así que bueno, creo que la falta de producción de esta manera es de mucha desinforma-
ción, no hay información, quizás al gobierno no le convenga, al gobierno, a la semillería, a
todos esos no les conviene.”
Éstos son desafíos que se dan inminentemente en un proceso de transición pero que
también trae aires de nuevas relaciones y diálogos con otros actores de la sociedad .
Otras tantas y diversas experiencias, similares a la de la Bioferia, nos demuestran que
de ninguna manera se puede creer que todo el sistema económico está inmerso en la

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lógica dominante del mercado, pues hay muchas otras lógicas que se inspiran en otros
principios de indudable importancia y que generan bienes públicos y comunes que no
se producen y regulan a través de la oferta y la demanda de la macroeconomía.

CONCLUSIÓN
El Buen Vivir es hoy para muchas personas y movimientos sociales, un ícono de la lu-
cha contra la dominación del capitalismo, la colonización y el antropocentrismo; sirve
de ejemplo a imitar para muchos colectivos que buscan unificar los distintos aspectos
de la lucha, rescatando los conocimientos de los pueblos originarios. No obstante, es-
tas mismas luchas se vienen dando en todos los países y regiones de Latinoamérica y
la Provincia de Mendoza no es la excepción. Los procesos de cambio tienen siempre
la marca particular de la historia y realidad de cada lugar y no existe un proceso único
y unidereccional como justamente pretendían las teorías desarrollistas del siglo XX.
La UST ha generado un sistema educativo basado en la horizontalidad, solidaridad y
la construcción colectiva de saberes. El trabajo de esta organización emerge desde la
periferia de los centros hegemónicos de poder: en el campesinado. Han comenzado a
generar iniciativas de una democracia más participativa en la toma de sus decisiones.
Todos, aspectos fundamentales que atraviesan el Buen Vivir.
Los colectivos de mujeres como la organización Soy Nosotras, llevan adelante las lu-
chas por los derechos de las mujeres, concientizando, exigiendo que se cumplan y
acompañando a las mujeres víctimas de violencia de género. Conscientes de la vin-
culación que existe con los planteos del Sumak Kawsay y de los grupos de mujeres
indígenas que también llevan adelante una lucha de liberación sumada al vínculo con
la naturaleza, no siempre encuentran, sin embargo, momentos de lucha conjunta con
esos otros colectivos. El trabajo que hacen es de apoyo mutuo, comunitarismo y soli-
daridad con el resto de las luchas.
Y la Bioferia como espacio organizativo de comercialización y visibilización de otros
modelos de producción y por lo tanto de consumo, ha demostrado ser un ejemplo
genuino de construcción hacia una transición de un modelo que necesita de relacio-
nes más justas y equitativas entre consumidores y productores, a la vez de respeto y
sincronía con los ciclos naturales de los agroecosistemas en los cuales se producen los
alimentos que consumimos y que, en su mayoría, se encuentran en manos de pequeñas
productoras que, cada vez más, toman conciencia de lo devastadoras y nocivas que son
las prácticas agrícolas que nos heredó la revolución verde.
El Buen Vivir no es una nueva teoría que quiere ser implementada sino todo lo contra-
rio, es un conocimiento práctico filosófico ancestral de los pueblos originarios por lo
que se debe comenzar es, la reivindicación de Su dignidad y reconocimiento pleno de
todos sus derechos para así sentar las bases de equidad e igualdad social fundamentales
para avanzar en el ámbito ambiental y económico del Buen Vivir.

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LEANDRO ARANCIBIA - VANINA ROMERO - PEHUÉN BARZOLA ELIZAGARAY / Los principios del buen vivir en movimientos sociales de mendoza.

BIBLIOGRAFÍA
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Facultad de Ciencias Humanas y Educación

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