Salomon Grimberg Los Días de La Calle...

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D O S S I E R S U R R E A L I S M O. VA S O S C O M U N I C A N T E S NÚM.

6 | JUL I O | 2012

LOS DÍAS DE LA CALLE DE


GABINO BARREDA
Salomon Grimberg

El siguiente texto explica la imagen de portada del catálogo de la exposición


Surrealismo. Vasos comunicantes. En él, Salomon Grimberg relata cómo
esta extraordinaria pintura de Gunther Gerzso fue rescatada por Kati Horna.
G unther Gerzso pintó Los días
de la calle Gabino Barreda,
en 1944, en plena segunda Guerra
dos obras de Max Ernst, Au Rendez-
vous des amis (1922) y Le Miroir volé
(1939): la primera es un retrato del
ques Prévert: Mamaindans la bière.
Remedios Varo descansa en el suelo
recostada sobre el lado izquierdo,
Mundial. Lo pintó como ejercicio grupo de los primeros surrealistas, la cubierta con una manta; un antifaz
didáctico más que otra cosa y pen- segunda un retrato de Leonora Ca- le enmarca los ojos, a juego con los
só destruirlo después, pero la obra, rrington en un paisaje totémico de tres gatos que la acompañan. Varo se
rescatada por su amiga Kati Horna, Europa arrasada por la guerra. Gerz- hizo el antifaz para ir a un baile de
ha quedado como testimonio del le- so parodió ésta en la composición disfraces con aire misterioso, como
gado de Breton en México y del Su- de Los días… los personajes encantados que tiene
rrealismo en el exilio. La obra toma La escena del cuadro se sitúa detrás. La escena parece de cuento
su nombre de la calle de la Ciudad en México, entre construcciones de de hadas, como aquellas que Varo
de México donde vivieron Benjamin adobe. La luz de una hora indefi- pintaría diez años más tarde y que le
Péret y Remedios Varo en una ve- nida ilumina la escena con un tin- darían fama. Por último, en un cubo,
cindad ruinosa infestada de ratas. te verdiazul homogéneo. En primer modestamente apartada del centro,
Una vez a la semana se reunían plano a la izquierda, una Leonora se ve la cabeza decapitada de Gerz-
allí los surrealistas exilados y otros Carrington escindida, en referencia so. “El cuerpo esta enterrado”, ex-
amigos para compartir la botella de a su incursión reciente a la locura, plica él mismo. La imagen presagia
vino que sólo Gerzso podía pagar. se eleva erguida sobe ella misma la iconografía futura de partes del
Gerzso se quedó mudo el día que sentada: furias coralinas ascienden cuerpo desgajadas. En el punto de
descubrió que las “bonitas copias” su cuerpo desnudo hacia su rostro fuga del paisaje, al otro lado del mar,
de dibujos clavados con alfileres oculto detrás de una máscara. En el llamas agitadas por el viento y humo
en las paredes no eran sino origi- fondo, Esteban Francés, velado de se elevan ominosamente al cielo: Eu-
nales, regalados a Péret y Varo por pies a cabeza, toca la guitarra ante ropa arde.
sus amigos Brauner, Ernst, Tanguy cuatro mujeres desnudas retratadas
y Picasso. Aunque faltase el dinero en las hojas de un biombo. De un
era impensable el venderlos. túnel oscuro situado bajo su asiento
Los días… es un meditado re- salen dos manos unidas: Francés su- UN LIBRO DE
trato de grupo de artistas surrealis-
tas huidos de Europa que espera-
plica en vano respuesta a sus avan-
ces amorosos. A la derecha está Ben-
ENSUEÑO
ban el final de la guerra para volver jamin Péret de espaldas, con su calva
a sus casas. Gerzso era un surrea- característica -que le ganó el sobre-
lista mexicano, por lo que su repre- nombre de “El Padre Hidalgo”, por el El catálogo de la exposición
sentación de Leonora Carrington, parecido con el clérigo libertador de ofrece una perspectiva histó-
Esteban Francés, Benjamin Péret, México- y los brazos, abiertos y le- rica y teórica del movimien-
Remedios Varo y él mismo, tiene vantados hacia el cosmos, formando to surrealista desde una
la virtud de estar hecho simultá- un embudo para recibir inspiración. mirada europea a cargo de
neamente desde dentro y desde Sobre su espalda campea un huevo Serge Fauchereau, Didier
fuera. Un estudio detenido del cua- estrellado. La cerveza que una mano Ottinger y Juan Manuel Bo-
dro devela aspectos íntimos y de la invisible vierte en un tarro alude a net. Miradas psicoanalíticas
vida común del grupo. Se apoya en un poema que Perét dedicó a Jac- alimentan también desde
esta disciplina el volumen
y muestran en las creacio-

SURREALISMO EN LA nes y su teoría, la presencia


ineludible de la revolución
iniciada por Freud: Mónica
PANTALLA GRANDE López Velarde, Helí Morales
y Nestor Braunstein. Philippe
El ojo y su narrativa. El cine surrealista desde México. Ollé-Laprune presenta la lec-
México-España, Munal-Imcine-Ediciones el Viso, 2012 tura europea desde México,
el punto de enlace; mien-

L a muestra cinematográfica de la
exposición Surrealismo. Vasos
comunicantes, está acompañada de
Por su parte, Aurelio de los Re-
yes, investigador y académico, hace
un repaso puntual de la expresión
tras que Fabienne Bradu y
Salomon Grimberg escriben
sobre las repercusiones del
un catálogo que reúne a expertos y fílmica surrealista mientras que Gus- surrealismo en México y las
académicos del séptimo arte. Éste tavo García y Carlos Bonfil, críticos creaciones nacionales que
volumen refleja el ciclo, analizando de cine y estudiosos, nos muestran se inscribieron en esta ten-
el paso del surrealismo por la panta- el impacto de la vanguardia, su trán- dencia mundial.
lla grande: Javier Espada, del Centro sito por el éxito y la censura, así
Buñuel de Calanda y Volker Rivinius, como su desarrollo y evolución.
escriben una introducción, el prime- Desde el punto de vista plástico Surrealismo. Vasos comu-
ro sobre sus protagonistas (Man Ray, y vinculando la pintura con el cine, nicantes. México-España,
Antonin Artaud, Luis Buñuel), mien- escriben Alicia Sánchez Mejorada y Museo Nacional de Arte-
tras Rivinius analiza el cine de van- Olga Sáenz, trazandoel recorrido ar- Ediciones el Viso, 2012,
guardia mostrando sus derroteros e tístico que va de una disciplina a otra. 315 pág.
intenciones.

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