Mike Boxhall
Mike Boxhall
Mike Boxhall
A sus
85 años, irradia energía. Lleva 45 años como terapeuta craneosacral y psicoterapeuta,
pero antes fue empresario, militar y plantador de caucho. Busca crear un modelo
coherente de terapia corporal que integre mente y cuerpo. Entre sus libros,
Conversaciones en quietud (Ed. Advaitia, 2015), y La silla vacía (Ed. El grano de
mostaza, 2012).
Sus manos son tan grandes como poderosas. A través de ellas asegura escuchar el alma
de las personas que se expresa siempre en el cuerpo. Y la escucha profunda las
transforma.
"Me gusta verme como un puente entre la ciencia y la sabiduría ancestral. Soy
psicoterapeuta y terapeuta craneosacral; es decir, trabajo con la mente y con el cuerpo.
Soy también el puente entre ambos y me gusta contribuir a que las personas
descubran e integren la espiritualidad en el cuerpo.
Mi trabajo es un viaje emprendido entre dos o más personas a un nivel del ser
donde no hay enfermedad. Cuanto más capaces somos de rendirnos, de
deshacernos de corazas y de aceptar lo que somos, más cerca estamos de la fuente
de Todo.
Y al visitar este sitio tan profundo es posible regresar a tu vida cotidiana sin que
vuelvan tus patologías contigo. Es un renacimiento en el presente porque
descubres una dimensión más profunda de ti, tu esencia, lo que eres en realidad.
Muestro que me puedo dejar ir, y ¿qué es lo que suelto? Mis limitaciones. Mi
pequeño "yo" para acercarme a lo infinito. No hay éxito ni fracaso, no hay copas
de plata, solo hay aprendizaje y expansión de la conciencia.
Pongamos que trabajo ahora con Diana, que está aquí con nosotros. Estaría en contacto
físico con ella, pero mis manos no son emisoras, sino que simplemente reciben a la
persona. Las dos grandes necesidades de un ser humano son ser sostenido y ser
escuchado. Y casi nunca las tenemos cubiertas.
Y a medida que ese Ser se siente escuchado, sin ser juzgado ni analizado –lo que en
muchas ocasiones es algo extraordinario para él–, entonces empieza a confiar en
que está bien tal como es y puede encontrar el coraje suficiente para adentrarse de
forma profunda en su sufrimiento.
El paciente confía en que va a seguir siendo sostenido aunque visite sus lugares más
oscuros y se permite a sí mismo explorarlos. Lo mágico es que esos traumas
enterrados durante años, ahora escuchados y recibidos sin juicio, se sueltan,
aquello contra lo que se han pasado la vida reaccionando de pronto desaparece por
el simple hecho de ser atendido.
Una mujer que estoy tratando actualmente tenía unos cuatro años cuando cogió el
teléfono tal y como cogen las niñas el teléfono a esa edad, descolgando rápidamente y
diciendo: "Hola". Entonces una voz le dijo: "Deberías ir a buscar a tu madre porque tu
padre ha sido asesinado".
A lo largo de los años siguientes fue perdiendo audición gradualmente y ahora está
totalmente sorda. Limitó su escucha debido a este episodio. Estoy ahora trabajando con
ella y espero que también, de forma gradual, vaya mejorando, pero ya veremos.
https://www.cuerpomente.com/salud-natural/mente/entrevista-mike-
boxhall_2334?fbclid=IwAR29GiEYKsM2CxknFmDid_ZgOG1izBgYLJYG0eFUorzs
M_pPNr41R09O8uw