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IJME CITY BELL

Alumnas: Martina Maffía y Sara Gutiérrez.

Historia - 6to A
Integradora 2019

“¿Qué fue el Terrorismo de Estado”?

a. La última dictadura implicó un salto cualitativo en relación al ejercicio de violencia


política ya que se ejerció como diseminación del terror en todo el cuerpo social. Lo que
caracterizo esta dictadura fue la desaparición sistemática de personas, víctimas de
secuestros, torturas y muertes en centros clandestinos de detención. La dictadura
pretendió́ borrar el nombre y la historia de sus víctimas. Este terrorismo de Estado utilizo
la violencia política para la eliminación de los adversarios políticos y del amedrentamiento
de toda la población a través de la represión. Por otro lado se utilizó el terror como
instrumento de disciplinamiento social y político de manera constante. Se instalo,
entonces, una política de terror sistemático a causa de que la violencia haya sido
recurrente casi por ¨regla¨, siendo legalizado. Otras de las características de esta
dictadura refieren a la deshumanización del enemigo político, utilizando la figura del
desaparecido como manera de borrar toda huella que se veía como ¨enemigo¨.
El estado tuvo un rol importante en estos sucesos ya que se dispuso de los recursos del
mismo para ejercer esta violencia y ocasionar asesinatos y desapariciones
Por último, el Estado terrorista, mediante la internalización del terror, resquebrajó los lazos
sociales y distintos grupos, sectores sociales, formas de pertenencia y prácticas culturales
comunes, ya que se consideraban actividades «sospechosas» frente al Estado.

“¿Qué es la teoría de los dos demonios?”

b. El encabezado del apartado brinda un contexto de cómo fue ejercida a lo largo de los
años la violencia con respecto a lo política en la Argentina, y como esto es una
característica de nuestra historia.
Esta visión hace referencia a los años sesenta y setenta, y al enfrentamiento entre la
violencia estatal y la violencia resistente/insurgente. Además resalta que la violencia
ejercida en 1973, por parte de las organizaciones armadas y otros grupos, se consideraba
legítima mientras que las órdenes sean ¨de arriba¨. Esta contextualización permite
rastrear el surgimiento de esta teoría dentro de la sociedad.
A partir de los años 80, a partir del gobierno de Alfonsín, esta teoría refiere a la
concepción que interpreta que, durante los años setenta, nuestro país estuvo envuelto en
un clima de violencia política provocado por dos extremos ideológicos, por «dos
demonios»: la extrema derecha, a través del Estado terrorista, y la extrema izquierda, a
través de la violencia revolucionaria. Por otra parte, se reduce el conflicto sociopolítico de
la época al enfrentamiento de dos grupos armados y coloca a la mayor parte de la
sociedad argentina como una víctima inocente, ajena al enfrentamiento y a sus
consecuencias.
Por último, hay que destacar que la teoría de los dos demonios, presente en el prologo del
Nunca Más, está desmentida ya que el propio texto se desprende que la represión no
tenía por único objetivo eliminar a la guerrilla sino disciplinar a toda la sociedad.
Otro problema con esta teoría refiere a las palabras de Héctor Schmucler quien explica
que el problema es que a esos demonios se los inocenta, ya que no son más que
responsables por lo sucedido, ya que explica que si fuéramos responsables la violencia
sería significativa.
Aunque esta teoría aunque se sigue utilizando para explicar cuestiones de nuestra historia
reciente.

“Democracia y derechos humanos” (Canal Encuentro)// “¿Qué fueron la CONADEP


y el informe ´Nunca Más´?”// “¿Qué fueron las leyes de obediencia debida, punto
final y el decreto del indulto?”

“¡Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar!”

c. Estas leyes no fueron más que una justificadoras de lo que había sucedido durante la
dictadura. El pasado se presentaba como una “guerra” de consecuencias dolorosas pero
inevitables, en la que, “como en toda guerra”, se habían cometido algunos “errores y
excesos”. Había sido, en definitiva, una “guerra sucia”. Este documento, advertía,
además, que “...quienes figuran en nóminas desaparecidos (…) se consideran muertos”.
Esto no generó más que descontento y movilizaciones por parte del pueblo quienes
querían justicia por aquellos desaparecidos. Aunque gracias a esto fue que se
comenzaron las investigaciones y juicios hacia aquellos militares.

d. Uno de sus primeros actos, apenas cinco días después de asumir, fue firmar los
decretos 157/83 y 158/83, en los que se ordenaba el enjuiciamiento a los miembros de las
tres juntas militares que tomaron el poder el 24 de marzo de 1976, y a los dirigentes de
las organizaciones armadas ERP y Montoneros. El mismo 15 de diciembre, Alfonsín envió
al Congreso un proyecto de ley que declarara nula la ley de auto amnistía (Nº 22.924)
dictada por la dictadura cívico militar.
El mismo 15 de diciembre Alfonsín creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de
Personas (CONADEP), presidida por Ernesto Sabato e integrada por personalidades
como René Favaloro, Marshall Meyer, Magdalena Ruiz Guiñazú, Graciela Fernández
Meijide, entre otras. Este organismo tenía como misión relevar, documentar y registrar
casos y pruebas de violaciones a los derechos humanos para fundar el juicio a las juntas
militares. El 20 de septiembre de 1984 la CONADEP presentó su trabajo, el informe
titulado Nunca Más. La entrega de este material, que recopila y probaba cerca de 9.000
casos de desaparición forzada de personas, al presidente Alfonsín fue presenciada por
70.000 personas.
Estas medidas lograron un avance ya que se pudo empezar a dejar atrás el terrorismo de
estado sucedido y la gente recibió la justicia por la cual tanto se movilizaban.

“¡Ahora, ahora, resulta indispensable: Aparición con vida y castigo a los


culpables!“

e. ¿Qué desafíos y nuevos condicionantes se levantan frente a la demanda y el avance


de la justicia a partir de 1987? ¿De qué forma responde el poder político y cuál fue el rol
de la participación popular en esa coyuntura?
Al año siguiente del histórico juicio a los principales jefes militares, el gobierno de Raúl
Alfonsín promovió la ley de Punto Final que fijaba un plazo de 30 días para receptar las
acusaciones contra militares en la Justicia por violación de los derechos humanos.
Esta ley fue sancionada en 1986, y decía que se extinguirá la acción penal contra toda
persona que hubiere cometido delitos vinculados a la instauración de formas violentas de
acción política hasta el 10 de diciembre de 1983.
Luego como existía un gran malestar militar debido a que antes que terminaran los plazos
fijados por la ley de Punto Final, la Justicia federal dictó el procesamiento de unos 500
militares, esto desencadenó la rebelión "cara pintada" en el año 1987. Ante esta presión el
gobierno de Raúl Alfonsín promovió la ley de Obediencia Debida que absolvía a los
militares de rango intermedio y menor, así dio lugar al desprocesamiento de la mayoría de
oficiales y suboficiales involucrados en la represión porque se consideró que obraban bajo
subordinación a la autoridad superior.
Ese mismo año surgió el ¨siluetazo¨ para demandar por justicia y para que no se les de
mas impunidad a los militares. Las siluetas buscaban representar la presencia de los
desaparecidos y cuestionar a la dictadura militar desde el arte.

f. Estas leyes se pueden considerar frenos ante la demanda de justicia ya que se los
seguiría justificando y seguirán libres asesinos y genocidas.
Esto pretendía el olvido y el perdón de esos hechos pasados, y no justicia. El pueblo
quiere que el país sepa y que se haga público lo sucedido durante la represión y el
destino de los desaparecidos, y que cada sector de la sociedad asuma sus
responsabilidades.

g. En julio de 1989 Carlos Menem, asumió la presidencia de la nación y pretendió llevar


adelante una política basada en el olvido y la amnesia colectiva, a la que llamó de
pacificación nacional y reconciliación. Su aspiración era borrar los conflictos del Al poco
tiempo de asumir el cargo de presidente firmó los primeros decretos que indultaban a 277
procesados y condenados. Entre ellos había militares acusados de violaciones a los
Derechos Humanos, otros condenados por su mal desempeño en la guerra de Malvinas
(Galtieri, Anaya y Lami Dozo), por las sublevaciones militares cara pintadas en
democracia y algunos civiles procesados por acciones guerrilleras. Quedaban excluidos
de estos decretos los ex comandantes pasado para justificar las alianzas del presente.

“¡Oh, que se vayan todos, que no quede ni uno solo!”

h. A pesar de las masivas manifestaciones de repudio a los indultos presidenciales


motorizadas por organizaciones de Derechos Humanos, agrupaciones estudiantiles,
partidos políticos, sindicatos, asociaciones profesionales y miles de personas sin filiación
alguna, la medida se llevó a cabo poniendo en libertad a los represores/torturadores
condenados por crímenes de lesa humanidad y graves violaciones a los Derechos
Humanos y dejando instalada la sensación de impunidad y de clausura de toda posibilidad
de justicia. Sin embargo, a partir de la asunción del presidente Néstor Kirchner en mayo
de 2003, el escenario jurídico cambió considerablemente. Así lo demostraron una serie de
gestos simbólicos y acciones contundentes de su gestión: el relevo de toda la cúpula
militar, el juicio político contra parte de la Corte Suprema que había sido designada
durante el menemismo, el retiro de los retratos de Videla y Bignone del Colegio Militar, las
declaraciones presidenciales afirmando que quería unas 10 En el decreto 2742 del 30 de
diciembre de 1990, puede leerse: Que el Poder Ejecutivo Nacional pretende crear las
condiciones y el escenario de la reconciliación, del mutuo perdón y de la unión nacional.
Pero son los actores principales del drama argentino, entre los cuales también se
encuentran quienes hoy ejercen el gobierno, los que con humildad, partiendo del
reconocimiento de errores propios y de aciertos del adversario, aporten la sincera
disposición del ánimo hacia la reconciliación y la unidad. Fuerzas Armadas
comprometidas con el futuro y no con el pasado, sus expresiones a favor de la nulidad de
las «leyes del perdón, y la creación del Espacio para la Memoria y la Promoción de los
Derechos Humanos en la ex ESMA.

“No es rencor ni odio lo que nos guía y me guía… es justicia y lucha contra la
impunidad”

i. El ex presidente Néstor Kirchner, tras su llegada a la presidencia de Argentina en el año


2003, tomó una de las decisiones más importantes en defensa de los derechos humanos
que fue reabrir los juicios contra militares acusados de violaciones. Para ello, aprobó un
decreto que aceleraba la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final. Bajo
el mandato de los Kirchner, siempre se ha tomado como bandera de lucha la defensa de
los derechos humanos, en lo referido a los crímenes de lesa humanidad cometidos
durante el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), luego perdonados por las
leyes de obediencia debida, y punto final e indultos) sancionadas en el gobierno de
Alfonsín (1983-1989) y efectivizadas por el presidente Menem (1989-1999). El 24 de
marzo del 2004, Kirchner suscribió un acuerdo con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
para la creación del Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los
Derechos humanos en el predio de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada. Esta
posición del kirchnerismo ha llevado a que algunas importantes organizaciones de
derechos humanos, como las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas de Plaza de Mayo
apoyen activamente a los gobiernos de los Kirchner. En contrapartida, Julio César
Strassera, ex fiscal del juicio a las juntas militares, acusó al kirchnerismo de no acelerar
las causas por delitos de lesa humanidad y así adueñarse de la bandera de los derechos
humanos en el país. Sin embargo, a fines de la gestión de Néstor Kirchner había 898
imputados en las investigaciones de causas vinculadas con delitos de lesa humanidad:
350 de ellos se encontraban procesados y 8 habían sido condenados. A fines de la
gestión de Cristina Fernández de Kirchner había 156 causas con sentencia, en las que se
condenaron a 669 militares, y 2354 imputados en otras causas sin sentencia hasta ese
momento.

j. La participación civil en la dictadura sigue siendo una asignatura pendiente dado que en
el gobierno de Mauricio Macri “la Memoria, Verdad y Justicia” dejó de ser considerada
política de estado. La Secretaría de Derechos Humanos querellaba en casi todas las
causas y juicios que se sucedían en todo el país, por ello “Retirar al Estado de eso es
retirar el acompañamiento a las víctimas”. De esta forma, el gobierno garantiza la
impunidad de quienes aún queda por condenar, de forma efectiva y también simbólica,
por la inacción misma. Tal como se expresó de forma contundente, hay un profundo
retroceso de estas políticas estatales, que sólo se mantienen por el compromiso y
esfuerzo de sus trabajadores.
“Los partícipes civiles impunes del genocidio hoy cogobiernan con Mauricio Macri”
A diferencia de como venía haciendo, hoy el Estado no acompaña a los sobrevivientes y
secuestrados en su ámbito laboral como lo fue por ejemplo el centro clandestino ubicado
en la fábrica Ford de Pacheco. Lo más preocupante es que los mismos civiles que
durante todos estos años fueron acusados (con pruebas) y fueron beneficiados por la
impunidad, hoy vuelven a tener mucho poder en esos lugares, Blaquier en Jujuy, Vicente
Massot en Bahía Blanca, entre otros.
A pesar de todo lo mencionado, hay juicios de lesa humanidad que se llevaron adelante,
inclusive teniendo en cuenta la participación y responsabilidad de civiles en los delitos.
“Un juicio muy importante está en curso en Mendoza, ya en la parte de alegatos de las
defensas: el juicio a los jueces”. Este juicio es realmente relevante dado que se investiga
a ex integrantes del poder judicial de la provincia durante la dictadura: jueces, fiscales,
secretarios, entre otros imputados, es decir, que se investiga por primera vez al accionar y
su acompañamiento al terrorismo de Estado del poder judicial de forma integral.
Sin embargo, otros juicios sufren postergaciones reiteradas: “El juicio a los responsables
de la empresa Ford no tiene ni siquiera fecha después de dos postergaciones, además de
que muchos de sus imputados murieron”. Lamentablemente, dentro del grupo de los
civiles cómplices, lo más difícil de juzgar es que el núcleo más duro que siguen siendo las
responsabilidades empresariales.
Los juicios en muchos lugares del país no están teniendo una inclusión en la agenda de
los medios para poder mostrarlos, para poder acompañar, para poder también generar
una visibilidad que a los jueces les demuestre que hay un interés de la sociedad en
terminar con la impunidad. La realidad es que las sentencias tienen la posibilidad de ser
transmitidas en vivo y eso no sucede desde ningún medio. En la actualidad, sigue
habiendo genocidas caminando por las calles, por eso, la necesidad de seguir difundiendo
a los responsables del genocidio y sus implicancias en la actualidad es la responsabilidad
de los comunicadores, en especial de los medios grandes y públicos.
Cada juicio en cada lugar es una instancia de esperanza en lo que tiene que ver con la
reparación de las víctimas. La mayor esperanza que se tiene todos los días y todos los
años es que en esos juicios se digan dónde están los cuerpos, dónde están los nietos e
hijos. A la par de la condena social y de las condenas judiciales.

“Seguro de desempleo”

k. El capítulo trata sobre un empleado de una empresa láctea que ha dedicado toda su
vida a su trabajo, es despedido por el nuevo gerente a pesar de ser unos de los
empleados más eficientes del lugar. El director mostró una realidad que al día de hoy
todavía prevalece vigente, la cual al haber tanta demanda de empleo y tan poca oferta,
mucha gente queda en desventaja ya que las grandes empresas se ponen quisquillosos a
la hora de elegir sus empleados, en el capítulo se muestra que, a Feller, le pedían no
tener más de 40 años, ya que sino para esta economía capitalista el termina siendo
“inútiles”. Es así, que el personaje principal, se las ingenia mediante los simuladores con
el fin de involucrarse con los dueños, recuperar su empleo y, lograr un ascenso.

l. Se le llama “serie de culto” a Los Simuladores dado que es una obra que trasciende su
rol en la pantalla, ya sea por los temas que trata y por cómo estos mismos son retratados.
Damián Szifron, director de la serie, no necesito más que empatía con sus espectadores a
la hora de conseguir un gran éxito. El primer grado de empatía está dado porque la
diversidad de problemas resueltos en cada capítulo son sumamente reales, por otro lado
el segundo grado de empatía es el contexto y el lenguaje argentino, hablan tal y como
hablamos nosotros en cada momento de nuestras vidas, al contar las historias se puede
notar demasiado realismo, inigualable con alguna que otra ficción argentina. Cada
capítulo muestra lugares que a todos nos suenan familiares como por ejemplo 9 de Julio,
El Cabildo, etc, los escenarios no son montados, ni pulcros, ni tan decorados, gracias a
esto la serie empatiza con la realidad de los ciudadanos argentinos. Y por último podemos
tomar a “la oportunidad” como un tercer grado de empatía, Los Simuladores se hicieron
recordables por haber jugado con la coyuntura, como por ejemplo quejarse del desempleo
masivo luego de la crisis de 2001, acompañado del crecimiento de las empresas
multinacionales, otro ejemplo puede hacer referencia al auge de los teléfonos celulares,
sus ring tones y la moda de los reality shows.
Los simuladores viven en la misma Argentina que vivimos todos, con los mismos
problemas, obligaciones, intereses y miedos, por esto es una serie tan propia y no
funcionó en otros países de la misma manera.

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