Reseña Capitulo 4 - TCO

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Castellar Francisco

Cárdenas González Santiago


Octubre 28/2019
IMÁGENES DE LA ORGANIZACIÓN
CAPÍTULO 4, HACIA LA AUTO-ORGANIZACIÓN: Las organizaciones como cerebros
Autoría del neozelandés Gareth Morgan en el año 1986, en el cuarto capítulo del libro, trata de
usar el cerebro como metáfora para comprender la organización de dos formas; Primero,
explorando las implicaciones de la idea de que las organizaciones son sistemas de proceso de la
información capaces de aprender a aprender, y segundo explorando la idea de que las
organizaciones pueden diseñarse para reflejar los principios holográficos
El autor inicia el texto, citando un ejemplo usado por el autor G.R. Taylor, en el cual señala
un experimento realizado por el psicólogo Karl Lashley, en donde realiza estudios pertinentes del
cerebro, dando como resultado un análisis de que el cerebro puede ser la máquina más completa
que pueda existir. Posteriormente el autor nos indica a través del título “Imágenes del Cerebro”,
en la cual de forma general nos indica que el cerebro ha sido comparado como un sistema
holográfico, la cual fue inventada por Dennis Gabor, que consiste en emplear una cámara sin lente
para registrar información de un todo acumulando todas las partes.
Dado esto, entonces el autor se enfoca así, en los diferentes aspectos a destacar para el
entendimiento del funcionamiento de las organizaciones, con la metáfora del cerebro ya señalada.
Empieza el autor, indicando que cada aspecto del funcionamiento organizacional depende de una
u otra forma del proceso de la información, señalando varios ejemplos claros, como lo son los
burócratas en la toma de decisiones y los directivos estratégicos a la hora de la toma de decisiones.
Posteriormente el autor nos da entender el funcionamiento para para el proceso de la información,
de la toma de decisiones y del diseño organizacional, en términos generales, este indica que que
es posible ver organizaciones que lleguen a ser sinónimas de sus sistemas de información, ya que
las facilidades de la microinformática crean la posibilidad de organizar sin llegar a tener una
organización en términos físicas.
El autor se formula así, la siguiente pregunta, ¿Es posible diseñar organizaciones de manera
que tengan la capacidad de ser tan flexibles, resistentes y con inventiva como lo es el cerebro? A
lo que señala que en la matriz de organización esto se consigue combinando los modelos duales
de autoridad y responsabilidad y formando estilos más democráticos de dirección. En la forma
orgánica se consigue permitiendo diferentes grados de libertad a los elementos organizacionales,
los cuales encontrarán sus propios modos de integración, en el menor de los casos tenemos que
confiar en la idea de que la dirección institucional con éxito generará una estrategia, estructura y
dirección organizacional apropiadas para motivar la creatividad y la inventiva cotidiana.

El autor resalta que el cerebro se ofrece por sí mismo como una metáfora obvia de
organización y particularmente si lo que deseamos es mejorar capacidades de inteligencia
organizacional.
Existe la idea de que las organizaciones necesitan un cerebro o función similar que serán
capaces de pensar por el resto de la organización y controlar e integrar cualquier actividad
organizacional. Esto se observa a través de la incorporación de equipos de planificación o unidades
centralizadas de investigación y de tomas de decisión.
El autor finaliza este capítulo señalando las ventajas y limitaciones que presenta así la
metáfora, las cuales en términos generales se basan en los aportes de aprendizaje organizacional,
los estilos que facilitan la comprensión y el movimiento de la organización y algunas
contribuciones en dirección estratégica. Por otro lado el hecho de suprimir cierta información
basada en los conflictos que se viven dentro de la organización en cuanto a el poder y el control;
del mismo modo, las actitudes y valores que dentro de ella se viven reflejan que la organización
se limita por ellos, de tal modo que se tarda en este proceso.
Toda la información presentada sobre esta metáfora conlleva a tener una mayor
comprensión acerca de cómo las organizaciones pueden ser reconocidas como sistemas de
procesamientos de información, las cuales conllevan a un mayor enriquecimiento y
retroalimentación de la diferente información suministrada por el entorno. Gracias a este capítulo
el entendimiento del funcionamiento de las organizaciones se es más claro, a través de las ventajas
y limitaciones que presentó el autor, se podrá destacar en qué aspectos o situaciones una
organización podrá ser tan óptima como el funcionamiento del cerebro

REFERENCIA
Morgan, G. (1998). Imágenes de la organización. México: Editorial Alfaomega. Capítulo 4.
HACIA LA AUTO-ORGANIZACIÓN: Las organizaciones como cerebros.

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