Cuerpo de Mujer
Cuerpo de Mujer
Cuerpo de Mujer
La muerte
entra y sale
de la taberna.
La muerte
entra y sale,
y sale y entra
la muerte de la taberna.
Si muero,
dejad el balcón abierto.
¡Si muero,
dejad el balcón abierto!
II
Ya había un albor de luna
en el cielo azul.
¡La luna en los espartales,
cerca de Alicún!
Redonda sobre el alcor,
y rota en las turbias aguas
del Guadiana menor.
Entre Úbeda y Baeza
—loma de las dos hermanas:
Baeza, pobre y señora;
Úbeda, reina y gitana—.
Y en el encinar,
¡luna redonda y beata,
siempre conmigo a la par!
III
Cerca de Úbeda la grande,
cuyos cerros nadie verá,
me iba siguiendo la luna
sobre el olivar.
Una luna jadeante,
siempre conmigo a la par.
Yo pensaba: ¡bandoleros
de mi tierra!, al caminar
en mi caballo ligero.
¡Alguno conmigo irá!
Que esta luna me conoce
y, con el miedo, me da
el orgullo de haber sido
alguna vez capitán.
IV
En la sierra de Quesada
hay un águila gigante,
verdosa, negra y dorada,
siempre las alas abiertas.
Es de piedra y no se cansa.
Pasado Puerto Lorente,
entre las nubes galopa
el caballo de los montes.
Nunca se cansa: es de roca.
En el hondón del barranco
se ve al jinete caído,
que alza los brazos al cielo.
Los brazos son de granito.
Y allí donde nadie sube,
hay una virgen risueña
con un río azul en brazos.
Es la Virgen de la Sierra.
A Vargas Vila.
lo que te provoca:
Al pasar la medianoche
y romper en llanto la Niña,
las cien bestias despertaron
y el establo se hizo vivo..
Y se fueron acercando
y alargaron hasta el Niño
como un bosque sacudido.
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
De la divina belleza.
También con una soga; son testigos los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos…
3° “E”