AMPUTACIONES Luisa
AMPUTACIONES Luisa
AMPUTACIONES Luisa
DEFINICIÓN:
La amputación es un procedimiento quirúrgico que
comprende la extirpación de una extremidad/miembro
(brazo o pierna) o parte de un miembro (como un dedo del
pie, de la mano, un pie o una mano).
La segunda causa más frecuente de amputación se debe a accidentes de tránsito o accidentes que
acontecen en fábricas o en el ámbito agrícola con herramientas a motor. Los mecanismos
lesionales son el corte, la avulsión o el aplastamiento.
Por otra parte, la mayoría de las amputaciones debidas a tumores malignos sin metástasis. En
algunas ocasiones la amputación puede estar indicada cuando la enfermedad se ha diseminado,
con el fin de paliar el dolor, en neoplasia que ha comenzado a ulcerarse o infectarse o ha
producido una fractura patológica. Si bien cada vez con mayor frecuencia en neoplasias
malignas bien localizadas se aplican técnicas para conservar la extremidad reduciendo la
necesidad de amputar.
CLASIFICACIÓN:
Correspondería a la amputación que se produce como consecuencia de un traumatismo. Puede
ser completa, con separación total del segmento amputado, o parcial, donde el segmento
amputado queda conectado a través de alguna conexión de tejido a la extremidad. En muchas
ocasiones se puede intentar reimplantar el segmento amputado, cuando ambos extremos de la
extremidad lesionada han sido tratados adecuadamente. Sin embargo, en otras ocasiones la
contaminación y graves lesiones tisulares tanto de la zona del muñón como del segmento
amputado desaconsejan la reimplantación.
Amputaciones congénitas
Amputaciones quirúrgicas
En miembros inferiores:
• Pérdida neurológica.
• Gangrena gaseosa.
En miembros superiores:
• Gangrena gaseosa.
Piel: las grandes superficies de pérdida cutánea con pérdida muscular asociada pueden
comprometer la posterior función de la extremidad, precisando finalmente una
amputación.
Músculo: la lesión muscular con necrosis o pérdida de músculo, junto a otras lesiones
tisulares, afecta el resultado funcional haciendo necesaria la amputación de la
extremidad.
Hueso: la pérdida ósea segmentaria unida a la lesión masiva de partes blandas suele
conllevar la amputación, ya que la reconstrucción puede dar lugar a periodos
prolongados de hospitalización, múltiples cirugías, dolor crónico y poca funcionalidad.
Vascular: esta lesión puede ser de las venas, arterias o de ambas. Si la reparación se
realiza en las seis primeras horas tras la lesión (tiempo de isquemia caliente), la
viabilidad vascular y tisular puede ser satisfactoria. Si la reparación supera las seis
primeras horas, la isquemia tisular puede ser importante, pudiendo producirse un fallo
renal debido a los productos de degradación muscular.
Nervios: las lesiones nerviosas importantes conllevan una pérdida permanente de la
función.
Como se puede comprobar, la decisión de la amputación en virtud del estado de los tejidos en
caso de un traumatismo viene determinada principalmente por el nivel de funcionalidad que se
puede conseguir en caso de mantener la extremidad dañada, aconsejando la extirpación cuando
esta función va a ser o puede ser comprometida.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
Las pruebas diagnósticas vendrán determinadas por el tipo de lesión que presente el paciente, el
estado general del mismo o la complicación que se ha podido producir. En general, las pruebas
diagnósticas más habituales a llevar a cabo, y que ayudan en la decisión de realizar o no la
amputación, son:
COMPLICACIONES:
Hematomas: se minimizan con hemostasia y drenes de Penrose.
Infecciones: son mucho más frecuentes en amputaciones debidas a enfermedad vascular
periférica, especialmente en los pacientes diabéticos.
Necrosis: una necrosis leve puede tratarse de forma conservadora. Las más intensas
exigen reseccion en cuña o reamputación a nivel proximal.
Contracturas: deben evitarse mediante la colocación adecuada del muñón y ejercicios
para fortalecer los músculos y movilizar articulaciones
MIEMBRO FANTASMA
El síndrome del miembro fantasma es la percepción de sensaciones de que un miembro
amputado todavía está conectado al cuerpo y está funcionando con el resto de este; se solía creer
que esto se debía a que el cerebro seguía recibiendo mensajes de los nervios que originalmente
llevaban los impulsos desde el miembro perdido.1 Sin embargo, la explicación más posible hoy
en día consiste en que el cerebro sigue teniendo un área dedicada al miembro amputado por lo
que el paciente sigue sintiéndolo: ante la ausencia de estímulos de entrada que corrijan el estado
del miembro, el área genera por su cuenta las sensaciones que considera coherentes. Esta área
sin función tras la amputación puede ser invadida por áreas vecinas con lo que utiliza
sensaciones de otras partes del cuerpo para disparar las sensaciones del miembro amputado
TRATAMIENTO
Tratamiento en el lugar del accidente
En este caso hay que tener en cuenta que el paciente ha sufrido un traumatismo y, aparte de la
amputación, puede presentar alguna otra lesión con la que incluso pueda peligrar su vida. Para
ello se pueden seguir los siguientes pasos:
Se realizará una valoración general del paciente, aplicando el ABC. En primer lugar se
examinarán la vías respiratorias por si hubiera algún objeto obstruyéndolas; se
comprobará si el sujeto respira y, si no es así, se realizará respiración boca a boca o con
ambú y a continuación se comprobará la presencia de latido cardiaco. Si no presenta, se
hará RCP (reanimación cardiopulmonar).
Si el estado general del paciente está controlado se le dará seguridad y se le intentará
calmar.
Se procederá a controlar la hemorragia, aplicando presión directa sobre la herida. Para
ello se utilizarán gasas o compresas estériles o un paño lo más limpio posible, elevando
la zona lesionada o usando puntos de presión.
Si la amputación es incompleta, se puede colocar una férula de escayola u otro tipo de
inmovilización que se tenga a mano para alinear el miembro, teniendo sumo cuidado de
no lesionar vasos sanguíneos ni producir torsión de los mismos.
Si el segmento amputado está totalmente separado se debe envolver en gasa o
compresas estériles o lo más limpias posibles. Éste, a su vez, se coloca dentro de una
bolsa de plástico estanca y a su vez en un recipiente con hielo, evitando el contacto del
hielo y del agua que éste produce con el segmento amputado. Existen unos maletines
preparados para este tipo de contingencias, manteniendo así el segmento amputado a
temperatura baja, aproximadamente 4 ºC. n Se evacúa al paciente rápidamente hacia el
centro hospitalario más próximo, insistiendo en la necesidad de no tomar nada sólido ni
líquido durante el traslado, para no interferir en la anestesia por posible cirugía.
Es importante, mientras tanto, llamar al centro hospitalario y comunicar la llegada de
este paciente, comentando el nivel y mecanismo de amputación, ya que con ello puede
conocerse el pronóstico de la cirugía. Asimismo, se informará sobre la edad, el sexo y
cualquier otro dato importante del paciente.
Tratamiento preoperatorio
Los cirujanos decidirán la necesidad de efectuar una amputación tras realizar un estudio
exhaustivo del estado de la extremidad, el estado general del paciente y el grado de
funcionalidad de la extremidad.
La intervención quirúrgica debe ser llevada a cabo por cirujanos expertos y su objetivo será
conseguir una restauración funcional óptima para que el paciente amputado obtenga el máximo
beneficio de una prótesis adecuada. La planificación de la cirugía incluye la decisión del nivel
de amputación, la realización de colgajos cutáneos, el tratamiento que se le dará a las estructuras
óseas, músculos, nervios, vasos sanguíneos, etc.
Tratamiento postoperatorio
En este tratamiento postoperatorio se tiende a utilizar dos tipos de vendajes: el vendaje blando o
tratamiento convencional, o la aplicación de un vendaje rígido con el que se ha demostrado
grandes beneficios, lo que ha dado lugar a que sea una técnica cada vez más empleada.
POST OPERATORIO
DIAGNOSTICO NOC NIC
Dolor r/c agentes lesivos, como la propia cirugía, Control del dolor (acciones personales para Administración de medicación
y con la sensación de miembro fantasma controlar el dolor) Controlar al paciente a intervalos
frecuentes para detectar la presencia de
molestias y valorar los indicadores
verbales y no verbales de dolor.
Verificar receta y orden de medicación
Anotar el nivel de dolor según una escala,
tipo escala EVA.
Ayudarle a tomar la medicación o
administrarla por la vía adecuada
Verificar y registrar toda administración.
Es importante conocer antecedentes del
paciente en cuanto a adicciones al alcohol
o drogas, ya que esto haría disminuir la
efectividad de los analgésicos.
Estimulación cutánea
Seleccionar el tipo de estimulación más
adecuada al paciente (masaje, calor, frío,
estimulación transcutánea nerviosa, etc.)
Aplicar estimulación próxima al sitio
afectado.
Dejar que la familia participe de dichos
cuidados.
Cancelar la estimulación si produce un
aumento del dolor o la irritación de la piel
Valorar y registrar el efecto de la
estimulación
Distracción
Animar al paciente a que elija la técnica
más adecuada y que más le gusta
Fomentar la participación de la familia
Enseñar, si es posible, a dedicarse antes de
la cirugía a la distracción elegida
Terapia de relajación simple
Masaje simple
El paciente debe saber que, a menudo,
aparecen sensaciones en la parte amputada
y que éstas pueden ser dolorosas, irritantes
o desconcertantes.
Ofrecer todas las explicaciones necesarias
sobre el miembro fantasma
Enseñar medidas de relajación y
distracción; además, se puede utilizar
psicoterapia, ultrasonidos, calor,
acupresión o masajes y se ha observado
que la estimulación eléctrica transcutánea
es especialmente efectiva en el tratamiento
de las sensaciones del miembro fantasma.
Favorecer el ambiente óptimo para la
realización de la relajación elegida
Enseñar y practicar con el paciente la
técnica de relajación
Anticiparse a la necesidad de uso de la
relajación
Animar al paciente a que se relaje durante
el masaje
Utilizar el masaje junto con otras medidas
Se deben planificar las intervenciones
enfermeras respetando horarios de
descanso y sueño
Valorar y registrar el efecto
Trastorno de la imagen corporal r/c la pérdida del Adaptación a los cambios en la función corporal Escucha activa
miembro, el cambio que ello supone en la Hay que ser conscientes de que en un
apariencia personal y la respuesta por parte de los principio, tanto por parte del paciente
demás ante su aspecto como de su familia, puede haber negación,
incluso shock, por parte del primero. Es
preciso aceptar sus comentarios sobre el
muñón, las negaciones y frustraciones y
ofrecerle oportunidades para expresar sus
sentimientos/pensamientos/preocupacione
s relacionados con la pérdida. Esto a la
enfermera le ayuda a planificar nuevas
intervenciones para mejorar el concepto de
uno mismo
Prestar especial atención a la
comunicación no verbal.
Potenciación de la autoestima
Observar las frases sobre su propia valía y
comprobar la frecuencia de
manifestaciones negativas sobre sí mismo
Facilitar la visita de familiares y amigos y
fomentar el contacto visual
Motivarle a observar el muñón cuando
esté preparado
Motivarle a ser independiente y participar
en sus autocuidados para la realización de
las actividades de la vida diaria.
Motivarle a tomar decisiones cuando lo
crea oportuno, destacando sus esfuerzos y
animándole a practicar las actividades que
más le interesen
Es importante que conozca a otros
pacientes con problemas similares y que
vea cómo se han ido adaptando tanto a su
situación como posteriormente a la
utilización de la prótesis
Deterioro de la movilidad física r/c el deterioro Ambular (capacidad para caminar de un sitio a Terapia de actividad
músculo-esquelético otro independiente con o sin mecanismo de Enseñar al paciente y a su familia la
ayuda) importancia de la actividad física en la
rutina diaria y en el mantenimiento de la
salud
Ayudarles a adaptar el entorno para
realizar la actividad deseada
Determinar el tipo de actividades con el
fisioterapeuta y terapeuta ocupacional
Insistirle en que avise al médico o
fisioterapeuta ante cualquier problema o
duda con la prótesis
Enseñanza: actividad/ejercicios prescrito
Evitar colocar almohadas debajo del
muñón para elevarlo, ya que se mantendría
en flexión y provocaría una contractura
Fomentar la postura de decúbito prono
durante dos horas después de la
amputación de la pierna, ya que dicha
extensión evita las contracturas
Fomentar los ejercicios de la pierna sana
para aumentar el tono muscular y mejorar
a la vez la función cardiaca y respiratoria
Prevención de caídas
Controlar la marcha y el equilibrio durante
la deambulación
Sugerir los cambios en el peso del
paciente, si procede
Ayudarle a adaptarse a las modificaciones
sugeridas en la forma de deambular
Enseñarle a manejarse, en caso de pérdida
de una extremidad inferior, con bastones o
muletas para deambular, insistiendo en la
prevención de posibles lesiones.
Aconsejar la utilización de un calzado
adecuado
Conocimientos deficientes r/c la falta de Conocimiento: cuidados de la enfermedad (grado Prevención de úlceras por presión
exposición respecto a los cuidados del muñón y de la compresión trasmitida sobre la información Enseñar al paciente a conocer los
de la prótesis, signos y síntomas de irritación relacionada con la enfermedad, necesaria para indicadores de irritación cutánea o
cutánea y necrosis por presión alcanzar y conseguir mantener una salud óptima) necrosis por presión que puede causar el
vendaje o prótesis, así como las flictenas y
eritema. Aconsejar que, si el eritema
persiste después de masajear la zona,
acuda a un profesional.
Almohadillar las zonas de mayor presión..
Una vez retirados los puntos, y si el estado
de la piel lo permite, hay que enseñar al
paciente la limpieza diaria con agua y
jabón del muñón, sin usar cremas para no
macerar la piel y manteniéndola muy seca.
Cuidados del paciente amputado
Asegurarse que el paciente comprende
y acepta la necesidad de la cirugía de
amputación antes de llevarse a cabo, si
es posible.
Dar apoyo antes y después de la
cirugía.
Insistir en una correcta mecánica
corporal
Recordarle e insistir en no golpear el
muñón.
Recordarle que las primeras 24-48 h
debe mantener el miembro elevado
para prevenir edemas; después no está
indicado mantenerlo elevado para
evitar contracturas. Si permanece
sentado o usa silla de ruedas es
aconsejable mantener el/los muñón/es
elevados para reducir el edema
postural, por lo que tiene que
colocarse una sujeción para que la
pierna permanezca elevada y no
cuelgue l Si es necesario moldear el
muñón para después colocarle la
prótesis hay que enseñarle a realizar
dicho vendaje.
El moldeado del muñón durará de uno
a seis meses, tras lo cual llevará un
calcetín que le será más cómodo.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Farro, Luis; Tapia, Raquel; Bautista, Luz et al. Características clínicas y demográficas del
paciente amputado.Rev Med Hered. [online]. oct./dic. 2012, vol.23, no.4 [citado 21 Junio 2013],
p.240-243. Disponible en http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018-
130X2012000400005&lng=es&nrm=iso
Aquino Olivera M, Bautista Álvarez R, Bordel Sáez I, García Alonso B, López López C, López
Martín B et al. Protocolos/diagnósticos de enfermería/planes estandarizados/problemas
añadidos. Madrid: Hospital Asepeyo; 2001.