El Currículo Como Cultura Social Escolar

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El currículo como cultura social escolar

La cultura escolar se manifiesta cuando ésta trata de valorar, transmitir o interpretar la


cultura social (currículo escolar), es decir, la cultura escolar convierte la cultura social en
currículo por medio de las escuelas y sus profesores (mediadores). Los componentes
básicos de la cultura escolar son los mismos de la cultura social.
En las reformas actuales se acude a la educación para intervenir en el aprendiz para
facilitar su acceso a su propia cultura, lo que se concreta a partir de los Proyectos
Educativos que cada institución desarrolle.
La posición de la escuela y la educación frente a la cultura la podemos situar en tres
dimensiones:
La escuela como transmisora crítica de la cultura.
La escuela reproductora de la cultura.
La escuela liberadora en la cultura.
La escuela como transmisora crítica de la cultura
Durkheim sostiene que la educación consiste en la socialización metódica de las nuevas
generaciones por parte de las generaciones adultas y tiene como objetivo desarrollar en el
niño ciertos estados físicos, intelectuales y morales que reclama la sociedad. Distingue un
ser individual y otro social: el primero está constituido por estados mentales propios de la
vida personal y el segundo son ideas, sentimientos y hábitos expresados por el grupo
donde se desarrolla. El fin de la escuela , entonces, es constituir un ser social a partir del
ser individual (creación de un ser nuevo).
El proceso de insertar al niño en el medio social se conoce como inculturación y ello
supone un largo proceso de socialización.
A través de la educación el individuo asume una posición social determinada lo que
conlleva diferencias culturales, lo cual tiene que ver con la desigualdad y la estratificación
social.
La educación supone un doble proceso como un ente socializador: diferenciación social y
homogenización social.
La primera surge en función de las oportunidades educativas de cada sujeto y la segunda
surge en función de los contenidos y metas comunes en una sociedad determinada.
El control social, que son las creencias, religión, medios de información, leyes, etc., surge
como un mecanismo que la sociedad utiliza para asegurar su propia estabilidad y
supervivencia (aceptación de las normas morales).
Una de las modalidades más efectivas de este control social es la ejercida por la escuela,
principalmente por su enorme poder socializador, ya que el individuo internaliza deseos y
restricciones que lo conducen a hacer voluntariamente lo que la sociedad necesita.
Cuando la educación transmite de una generación a otra sus valores y pautas de
comportamiento estamos hablando de reproducción cultural. Ésta facilita el orden social
como el resultado de valores compartidos.
La escuela reproductora de la cultura
La visión marxista (crítica) de la escuela señala ésta, junto con los profesores, las formas
de organización, métodos, etc., no es neutra, sin conexión con el entorno político y
cultural, sino que es una institución privilegiada para la difusión, construcción y control de
los contenidos culturales y de las subjetividades que condicionan los comportamientos. Se
concibe a la escuela como una construcción socio-histórica y por ello inmersa en un
marco cultural, político y económico.
Lo anterior se puede abordar a partir de dos teorías: la reproducción cultural y la de la
resistencia:
Teorías de la reproducción cultural
Estas teorías consideran a la escuela como una de las instituciones sociales
fundamentales para reproducir las relaciones económicas vigentes en una sociedad.

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De acuerdo a J Torres (1987), existen tres subteorías dentro de ésta: la reproducción
social, la teoría de la correspondencia y la teoría de la reproducción cultural.

1.- teoría de la reproducción social


Considera a la escuela como el aparato ideológico del Estado, que cumple una función
dominante en las relaciones de explotación capitalista. En la escuela el sujeto adquiere
las habilidades de la ideología dominante donde es acorralado por el aparato del Estado
familiar y el aparato de Estado escuela. La escuela, en definitiva, sigue una linealidad
impuesta por la ideología dominante, sin poder intervenir para revertir esta situación.

2.- teoría de la correspondencia


Según este modelo, concordante con el anterior, la economía es el determinante
fundamental de la educación. Son los lugares de trabajo de las empresas capitalistas los
que imponen su modo de trabajo a las escuelas por medio del currículo oculto.
Investigaciones de Apple y King (1983) ponen de manifiesto que el currículo que transmite
la escuela, no puede entenderse sin las referencias más amplias del contexto social,
político, económico e histórico.
Desde la perspectiva de la correspondencia y de las estrategias metodológicas que están
vigentes en la escuela, se crean y refuerzan los diversos patrones vigentes en la
sociedad.

3.- Teoría de la reproducción cultural


Con representantes como Bourdieu y Passeron esta teoría acuña el término de violencia
simbólica que es la forma que utilizan las clases dominantes para mantenerse en el
poder. La cultura oficial se torna indiscutible ya que presenta su realidad y su cultura
como un elemento natural y valioso. Su finalidad es legitimar los contenidos culturales de
las clases dominantes. De este modo al conceder al enseñante el derecho y el poder de
utilizar, en beneficio de su persona, la autoridad de la institución, el sistema escolar se
asegura el medio más idóneo para obtener del funcionario que ponga todos sus recursos
al servicio de la institución, y ,a través de éste, de la función social de la institución
,Bourdieu y Passeron (1989).

Teorías de la resistencia
Consideran a la escuela no sólo como una instancia de dominación sino que también
ayuda a la producción de conocimiento para extender mercados, controlar la producción ,
por ejemplo, situaciones que no siempre están al servicio de las clases burguesas.
En numerosas ocasiones los currícula oficiales son resistidos desde la escuela con el
llamado currículo oculto que produce una cultura propia y que no es explicitado por ningún
diseño curricular o programa.
Berstein (1987) , distingue tres conceptos fundamentales de los códigos del saber escolar:
Encuadramiento : marcos rígidos de los saberes escolares y no escolares.
Clasificación : los saberes enseñados forman parte clasificaciones rigurosas.
Códigos : obedecen a clasificaciones rígidas y a encuadramientos rigurosos e integrados
que muestran una mayor flexibilidad.
Currículo manifiesto y currículo oculto
El currículo manifiesto está explícito en el mismo diseño curricular y de alguna forma está
previsto en forma de programa con objetivos y tareas definidos.
En cambio el currículo oculto está implícito en valores, actitudes, normas que se
manifiestan al interior de las escuelas. Es vago, en oposición al explícito y tiene mayor
consistencia y penetración.

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Según Bourdieu (1970) y Apple (1979), este tipo de currículo estaría relacionado con la
reproducción educativa y aseguraría la continuidad de ciertos saberes, usos sociales y
valores admitidos.
La escuela liberadora de la cultura
Este modelo es expuesto por Paulo Freire y considera que para que la educación sea
válida ha de estar precedida de una reflexión sobre la cultura, el hombre y el medio
concreto donde vive.
Entiende la cultura como el resultado de la actividad humana, del esfuerzo creador y
recreador del hombre y de su trabajo para modificar la naturaleza y estrechar sus
relaciones de diálogo con otros hombres.
La educación ha de permitir al hombre llegar a ser sujeto, construirse como persona,
transformar el mundo , estrechar con otros hombres unas relaciones de reciprocidad,
hacer su cultura y hacer historia. Así la escuela debe crear conciencia crítica, es decir, la
búsqueda eficiente de las causas reales.
Freire distingue dos modelos al hablar de educación : educación bancaria y educación
liberadora. La primera es una fiel descripción de la escuela clásica con el profesor como
transmisor de conocimientos y el alumno como receptor pasivo de contenidos
descontextualizados de su realidad. También la llama educación domesticadora, pues
acomoda y ajusta al hombre al orden establecido y a una sociedad dirigida por los que
tienen el poder.
La educación liberadora, en cambio, estimula creatividad humana, es crítica del sistema,
considera al hombre como un ser de opciones que está con y en el mundo y con los otros,
es humanizante porque está al servicio del hombre ayudándole a ser agente de su propia
recuperación.
Es una educación dialogal, pues está basada en el diálogo permanente entre educador y
educando; es una educación concientizadora (conciencia reflexiva) que lleva a los sujetos
a un acercamiento crítico del mundo que supone una inserción crítica de la historia a
través de la acción-reflexión-acción.

Bibliografía
Da Silva, T. Espacios de identidad. Nuevas visiones sobre el currículum., 2001
http://www.unal.edu.co/red/docs/interdycurriculoCM.pdf
http://www.fedicaria.org/miembros/fedAragon/0001/1_curriculum_eidentidad.htm
http://mayeuticaeducativa.idoneos.com/index.php/347332
http://www.umce.cl/~dialogos/dialogos_educativos_n03_art05.html
http://laberinto.uma.es/lab10/educacion.htm
http://www.latarea.com.mx/articu/articu10/alsand10.htm

Universidad Central
Asignatura: Curriculum y Evaluación
Documento elaborado por
Prof. Andrés Padilla B
Magíster: en Ciencias de la Educación

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