2.gonzález Faus-Qué Ha Cambiado en La Cristología Católica
2.gonzález Faus-Qué Ha Cambiado en La Cristología Católica
2.gonzález Faus-Qué Ha Cambiado en La Cristología Católica
1
¿Qué ha cambiado en la cristología
católica?
ocasión frases como ésta: «Dios dijo: amaos los unos a los otros»... De esta manera, también, teníamos un Jesús omnipotente,
o: «Jesús era Dios». Estas frases no es que sean totalmente falsas, omnisciente y omnitodo. Cuando en los evangelios nos tropezá
pero se prestan a un malentendido fantástico. Pues para la mayoría bamos con un rasgo de Jesús que parecía contradecir a esa imagen,
de la gente sólo pueden significar una de estas dos cosas: o que la por ejemplo un Jesús que duda o pregunta algo, se explicaba con
humanidad de Jesús es Jo mismo que su divinidad y, por tanto, mucha seriedad que eso lo hacía «para darnos ejemplo», y ahí
cuando Jesús dice una cosa es Dios mecánicamente quien la dice; tenemos otra vez el robot del rasgo anterior. El resultado de esa
o que la humanidad de Jesús no es más que una mera apariencia, divinidad dictada a priori no era sólo una falsificación de la hu
algo totalmente extrínseco a Dios, como un vestido o disfraz que manidad de Jesús, sino también una falsificación de la divinidad.
la divinidad se puede poner y quitar a su gusto, igual que hacemos Esto es lo que pone de relieve otra frase muy aguda de K. Rahner,
nosotros con nuestros vestidos. En ambos casos, la humanidad de cuya enjundia quizás les cueste más captar que en la frase an
Jesús ha dejado de ser real: se ha convertido en una especie de ro terior, pero que muchos de ustedes podrán comprobar en sí
bot, para el que no queda más espacio real de humanidad (en el me mismos si es verdad o no. Rahner decía: en el fondo, si un día
jor de los casos) que el de las sensaciones físicas: dolor, hambre, nos dijeran que no hay Trinidad, no cambiaría en nada la idea de
cansancio, etc. De esta manera llegan a pensar, sin darse cuenta, encarnación que tienen muchos cristianos. ¡Ojalá que al final de
que el dolor físico que sintió Jesús era, sí, como el nuestro, pero estas charlas se entienda un poco mejor el significado de esta frase!
lo que habría pasado por la psicología de Jesús no era como lo Lo peligroso de este procedimiento cristológico en los dos ras
que pasa por la nuestra (a saber: lucha, oscuridad, tentación, duda, gos que llevamos comentados, lo ponen muy bien de relieve estas
ignorancia del camino...). Y esto se conecta con el segundo rasgo palabras de un teólogo latinoamericano:
en que queremos fijarnos.
Se presuponen conceptos que precisamente desde Jesús no se pueden
presuponer: qué es ser Dios y qué es ser hombre. Es decir, no se puede
propiamente explicar la figura de Jesús a partir de conceptos supuesta
2. La divinidad dictada a priori mente ya conocidos previamente a Jesús, puesto que lo que viene a
cuestionar Jesús es la comprensión de Dios y del hombre. «Divinidad»
Según el esquema de la cristología antigua que hemos pro y «humanidad» pueden servir como definiciones nominales para rom
puesto, se va deduciendo el ser de Jesús, a partir del presupues per de alguna manera el círculo hermenéutico, pero no como defini
ciones reales ya conocidas para entender a Jesús; el movimiento debe
to de que Jesús es la realización de la idea de encarnación de Dios. ser más bien el contrario 1.
El esquema argumentativo es siempre semejante a este: Dios es
así o asá; Jesús era Dios; luego Jesús tenía que ser así o asá...
Y, a la larga, ¿qué ocurre con este procedimiento? Pues que el 3. El aspecto salvador puramente expiatorio y para otra vida
ser de Jesús es deducido y, de esta manera, sólo se encuentra en
Jesús al Dios que nosotros ya conocemos o creemos conocer: al Según la imagen que estamos describiendo Cristo nos salvó
dios de la filosofía. De esta manera Jesús no revela nada. O a lo «abriéndonos las puertas del cielo» que estaban cerradas por el
más revelará algunas verdades morales, etc., pero del ser de Dios pecado. Sabía que moría precisamente para eso. Esta forma de
no revela absolutamente nada: en Jesús no aparece más Dios hablar parece implicar que «el cielo» es algo que le compete al
que el que yo he conocido desde siempre. Jncluso el que Dios sea hombre de por sí, ya al margen de Cristo. Cristo sólo vino a arre
trino, no Jo revela el ser de Jesús, sino que lo revelan sus palabras glar esa «competencia» cuando se había perdido. Y de aquí pa
expresas sobre ello. Y por eso cuando la gente que piensa así oye recen seguirse dos consecuencias:
decir que a lo mejor esas palabras expresas sobre la Trinidad no a) Cristo no da nada al hombre, sólo le devuelve. Y por
fueron pronunciadas por Jesús sino que las pusieron los primeros tanto: Cristo, propiamente hablando, no pinta nada en el primer
cristianos en sus labios, pues es muy natural que se les hunda la destino del hombre, es decir, en el «para qué» le creó Dios, es de
tierra y no hagan pie. No pueden entender que los primeros cris cir, en la verdad más original del hombre. Por tanto, que Cristo
tianos hayan leído. esas palabras precisamente en el ser de Jesús
y no en sus enseñanzas orales y expresas sobre Dios. l. J. Sobrino, Cristología desde América latina, México 1976, 82.
16 ¿Qué ha cambiado en la cristología católica? Factores que desatan la crisis 17
nos revele en realidad lo que es el hombre, como decía el texto mente por ahí? A ello nos responde una mirada a los factores
que acabo de citar, es cosa que no podemos entenderla. que desataron esa crisis.
b) Y si esa primera consecuencia aún podría discutirla al
guien, esta segunda ya no la discutía nadie: esa manera de plantear II. FACTORES QUE DESATAN LA CRISIS
las cosas implicaba que todo el sentido de Cristo se juega en la
otra vida, ya que el destino último del hombre sólo se pierde ver De acuerdo con el esquema propuesto, vamos a enumerar
daderamente en la otra vida. Por tanto, Cristo, propiamente ha también tres factores epocales que se hallan en relación con cada
blando, no pintaba nada en esta vida. Siguiéndole se podía uno uno de los tres rasgos analizados.
salvar al morir; pero estar salvado ya aquí, ese tema tan típica
mente joánico, era desconocido en la cristología antigua tradicional
más reciente. La consecuencia lógica era una de�valorización de 1. La investigación histórica
este mundo y esta vida, efecto de la falta de valor de Cristo para
ellos. Quedaban reducidos a mera ocasión de «acumular méritos». Mañana hablaremos un poco más detenidamente de este pun
Para ser lo más objetivos posible hemos de reconocer que, en to. Ahora contentémenos con un enunciado general: desde hace
la vida práctica, este último desenfoque quedaba compensado por casi doscientos años, cristianos y no cristianos han empezado
la espiritualidad o, a lo mejor, la poesía (recordemos determinados a vivir con la sospecha (terrible para algunos) de que el Jesús
lenguajes como el de la ami�tad con Jesús, o mística de Jesús y «real», el que realmente vivió en Nazaret, y la imagen de Jesús
pensemos en lo que querían expresar al margen de si la forma de en la fe de la iglesia y en los evangelios -el Jesús al que confesa
expresión nos parece hoy ridícula). Ello es lo que impide que se mos como Cristo-, quizás no sean exactamente lo mismo...
vea ese desenfoque tan descarnadamente como lo hemos enun Y esto aun sin mala voluntad de nadie: no como efecto de algún
fraude detectable y corregible, sino por la inevitable dinámica
�iado nosotros. Pero la teología dogmática, y la catequesis que de las cosas.
mtentaba ponerla por obra, no daban más de sí. Fuera lo que
fuese la divinidad de Jesús, lo único claro es que sólo a él le ser Efectivamente, la investigación histórica, bien que mal, co
vía: la tenía para poder hacer actos infinitamente meritorios (y a menzó ya desde sus inicios a proferir una serie de afirmaciones
nosotros nos serviría sólo indirectamente en cuanto esos actos que chocaban con la imagen de Jesús que tenían muchos creyen
infinitamente meritorios se nos aplicaran a nosotros). Pero a nos tes, haciendo, de rechazo, que éstos se cerraran a esa investiga
otros, inmediata y propiamente hablando, su divinidad no nos ción. Nos fue diciendo que Jesús ignoraba, que su conciencia so
servía de nada, como en cuanto la divinidad supone la posibili bre sí mismo no es clara, que cuando muere quizás no acaba
dad de una vida humana en el amor y que sea, por tanto, vida de saber por qué muere, que muchas de las palabras que los evan
para los demás y, en general, en cuanto que Jesús revela a Dios gelios le atribuyen quizás no las pronunció nunca y que, en su
como la última posibilidad del hombre, ofrecida a éste... Todos conjunto, su figura ha sido presentada desde la pascua: ofre
estos temas eran desconocidos de la soteriología antigua. Y esto ciendo una imagen más «divina» de lo que fue en realidad, atribu
es lo que, más técnicamente, he formulado en otra ocasión dicien yéndole más milagros de los que obró en realidad, y redactando,
do que la divinidad era meramente un principio formal de valora tras los hechos, algunas de las profecías puestas en sus labios...
ción de actos. Su «contenido», si cabe hablar as( no pesaba nada. Mañana tendremos que enfrentarnos con este problema. Ahora
Como ya he dicho, es posible que alguno de ustedes encuentre nos limitaremos a subrayar el aspecto que nos interesa: de todos
caricaturizado� estos tres rasgos. Pero la buena caricatura ayuda esos datos que la investigación histórica iba afirmando o sospe
a reconocer un rostro, pues no falsifica los trazos: sólo los aisla chando es evidente que resulta un Jesús «más humano». Con ello
y los hiperboliza. De esta manera se hace más fácil la compara se produce una cierta recuperación de su humanidad, y por eso
ción con los otros momentos de la evolución de estos rasgos, que entra en crisis el primero de los rasgos que presentábamos antes.
intentamos describir. Puede ayudar a comprender este fenómeno el notar que una crisis
El hecho es que, en mi opm1on, la imagen «preconciliar» de semejante se ha producido respecto de la otra «palabra de Dirn;»
Jesucristo entró en crisis por estos tres puntos. ¿Por qué precisa- que llamamos la Biblia. También aquí la investigación histórica
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18 ¿Qué ha cambiado en la cristología católica? Factores que desatan la crisis 19
Júzguese como se quiera a estos fenómenos, lo cierto es que, concreto tiene la filiación divina. Esta función crítica es impor
en ambos casos, se le ha devuelto a la figura de Jesús un signifi tantísima dada la tendencia innata del hombre a construir a Dios
cado para la vida presente de sus seguidores, y que ello ha sido a su imagen y semejanza y a falsificar con ello lo que significa en
un factor decisivo en la revitalización de su figura. Y constituye definitiva ser «hijo de Dios». Quiero notar que, de esta forma, asis
una reacción que entronca fácilmente con la tercera de las «vías timos a un proceso semejante al que llevó a una recuperación del
de agua» o puntos de crisis enumerados anteriormente. Jesús histórico en los años en que la iglesia se decidió a escribir
los diversos evangelios, luego de haber vivido una temporada sin
sentir la necesidad de ellos. Y en cuanto a la otra misión enun
III. NUEVOS CAMINOS ciada (la de oferta o pregunta) ella conduce lógicamente a intentar
estructurar la cristología de modo que ésta reproduzca genéti
l. Recuperación del Jesús histórico camente el mismo proceso por el que llegaron a la fe los primeros
y carácter genético de la cristología creyentes: el proceso que va desde el encuentro con el hombre
Jesús de Nazaret hasta la confesión de su trascendencia y la ar
Frente a la ausencia total del Jesús histórico tanto en Bultmann ticulación sistemática del significado de esa confesión.
que lo ignora (y para quien sólo parece valer el que con ocasión Así, pues, como ven, a un sistema deductivo de la cristología,
de aquel hombre se predica un mensaje que ilumina y cambia típico de la que llamamos «imagen antigua» le está sustituyendo
nuestra vida de hombres), como en Tomás de Aquino que se un sistema genético. Y consiguientemente: mientras los «misterios»
limita a justificar con razones a priori los episodios de su vida de la vida de Jesús se convierten en material teológico, las clásicas
hoy asistimos a una vuelta al Jesús de la historia, es decir: a 1� cuestiones sobre el constitutivo ontológico de Jesús pasan a secun
que la historia nos puede decir sobre la vida real y sobre la per darias (lo cual no quiere decir que no podamos en absoluto apren
sona concreta de aquel hombre que se llamó Jesús de Nazaret. der de ellas).
Se trata de una vuelta que yo calificaría de teológica y de secun
daria. Lo primero quiere decir que se apoya en razones teológicas,
no meramente en la razón de que haya unas posibilidades his 2. Revolución en el lenguaje sobre Dios
tórico-críticas supuestamente mayores que en otras épocas; es
precisamente la teología quien da la orden a la crítica histórica Es difícil volver plástico este tema con pocas palabras. Quizás
para que investigue y nos diga lo que sabe sobre Jesús, en vez de nos ayudará recordar una frase del salmista que rezaba lleno de
prohibírselo o frenarla. Y ello, pe&e al poco optimismo sobre confianza: «Nunca he visto a un justo abandonado». Si el sal
los resultados de esa crítica. Lo segundo quiere decir que el Je mista creía en ese Dios, que no permite el abandono de los justos,
sús de la investigación hi5tórica no es la clave de la cristología nosotros hemos de decir, mirando a Jesús, que él es el justo aban
(es decir: de la confesión de la trascendencia de Jesús) y en este donado. El justo por excelencia y el abandonado por excelencia:
sentido debe seguir siendo verdad (frente a toda <�esuología») la su muerte, como veremos, fue injusta consecuencia de su vida y
afirmación de Bu! tmann: predicación cristiana sólo I a hay cuando no fruto de una necesidad de justicia en las alturas; y en esa in
se anuncian la muerte y resurrección de Jesús como aconteci justicia Dios pareció callarse. Por eso, la única teología posible
miento escatológico. Pero ese anuncio es de la muerte y resurrec después de la muerte de Jesús, no es la de que Dios nunca aban
ción de Jesú.1 de Nazaret, no de un hombre cualquiera ni de un dona al justo, sino la más incomprensible de que Dios entrega
de5conocido. El Je&ús de la hi&toria viene a jugar entonces una a su Hijo, sobre la que volveremos en una de las charlas últimas.
doble mi�ión teológica: a) e& oferta o enigma, a los que sólo Todo esto no es sin más compatible con el terna de la teología
responderá cumplidamente la confesión de su trascendencia· clásica de que a Dios, en la encarnación, «no le pa�a nada» porque
y b) es también ro,tro concreto o criterio de esa trascendencia'. Dios es inmutable; que todo lo que ocurre en la encarnación «afec
pues no no& basta ,implemente con confesar que «alguien» fue ta sólo a la naturaleza humana» pero no a la impa�ibilidad di
hijo de Dios o fue rc�ucitado por el Padre, sino que necesitamo& vina. Lo menos que se puede decir ahora es que de Dios hay que
también conocer quién en concreto fue resucitado y qué rostro hablar de una manera dipolar, dialéctica: Dios e� podcrmo. pero
22 ¿Qué ha cambiado en la cristología católica? Nuevos caminos 23
es el débil; salva al justo, pero entrega al justo: es el inmor d) mostrar la divinidad de Jesús no como una especie de
tal, pero muere; está presente, pero anonadado... Este Dios que «segundo piso» añadido a su humanidad (y que en seguida plan
da «más allá» de los planteamientos que el mundo puede hacer so tea el problema «arquitectónico» de «cómo empalmar las instala
bre él, a este Dios ni lo justifica el mundo ni deja de justificarlo. ciones» de ambos pisos), sino como la máxima potenciación de
En realidad, el problema para el mundo frente a este Dios no es el su humanidad hasta. extremos que son, si, humanos, pero son
de probarlo o dejarlo de probar, sino el de reconocerlo, puesto que también inasequibles, hasta ser una «humanidad imposible». Je
tiene que reconocerlo allí donde nunca esperaría encontrarlo: no sús no es el Hijo de Dios además o por encima de su ser de hombre,
en el justo que se salva, sino en el justo que es entregado; no allí sino en su mismo ser hombre (tema neotestamentario del último
donde todos espontáneamente decimos: «¡gracias a Dios!», sino Adán, o del Hijo del hombre).
allí donde todos decimos espontáneamente: «¿por qué permite Dios Y esta cuarta observación, no está en contradicción con la
que me ocurra esto?» y «¿cómo puede existir un Dios justo si ocu tercera, sino que puede aclararla: lo que potencia a una humanidad
rre esto?». En definitiva, reconocer a Dios en la cruz, según una no es necesariamente el poder, la sabiduría, o la seguridad, sino
formulación que ya es muy clásica y muy tradicional en la teología sólo el amor. Pues la ignorancia, la tentación o la duda no son
y cuyo potencial transformador espero que aparecerá en alguna de necesariamente imperfecciones humanas: pueden ser la condición
nuestras charlas siguientes. Este tema llevará a una reunión de la de posibilidad de algo tan profundamente humano como la entre
cristología y la Trinidad que en la imagen antigua aparecen sepa ga, la fe, el compromiso o el riesgo. Este tema deberá ir apare
radas como ya vimos. ciendo a lo largo de las charlas que intentarán dibujar también
Este es uno de los factores de la revolución en el lenguaje so algo de la imagen del hombre que se nos revela en Cristo.
bre Dios, y espero que él nos permita comprender la crítica que
hacíamos antes (pp. 14-15): a Cristo no se le puede «construir»
partiendo de la creencia de que es el Dios encarnado y deduciendo 3. Busca de una cristología más de encarnación - resurrección
a priori, desde nuestra idea de Dios, cómo tenía que ser. Porque que de expiación penal
entonces al hombre ya no se le revelará ningún Dios en Jesús:
sólo encontrará en Jesús al Dios al que, de antemano, ya cono La formulación de este titulo puede ser discutible o necesitar
cía o creía conocer. Y ese «Dios» proyectado sobre Jesús, no será de una exégesis aclaratoria; pero a lo que se apunta con ella es a la
más que una proyección de los ideales de autorrealización de los recuperación de nuestro presente histórico para la cristología, en
hombres con poder. Inconscientemente, la teología ha venido cierto paralelismo con la recuperación de la historia de Jesús a que
procediendo así, ya desde la escolástica; pero es últimamente, con aludíamos en el rasgo primero. De modo que la historia humana
el cambio cultural de la modernidad, cuando hemos podido caer pueda ser verdaderamente lo que la fe nos dice que es: historia
en la cuenta de ese falso procedimiento. de la encarnación de Dios en todo; y la resurrección de Jesús ven
Por supuesto, todo esto no significa negar la divinidad de Jesús; ga a ser lo que la fe nos dice que es: la meta de la historia presen
pero sí que significa, programáticamente, que no se puede hablar te y activa en ella. Mientras en las soteriologías expiatorias no
de esa divinidad de Jesús si no se cumplen estas condiciones: cabe la resurrección, ahora pasa a ser principio estructurador de
a) mostrar que Dios estaba en Jesús como «anonadado» o la cristología y de la historia: bien entendido que se trata de la
negado a sí mismo (tema neotestamentario de la kénosis); resurrección de Jesús, es decir, no se trata de una categoría abs
b) mostrar que el Dios que está en Jesús no es un Dios al que tracta sino de un hecho que es inseparable de toda la vida de
median el poder y la majestad, sino el amor y la solidaridad (de Jesús y que ha incorporado a su contenido esa recuperación del
finición neotestamentaria de Dios como agape); Jesús histórico a que aludíamos en el primer rasgo. Resurrección
c) mostrar que la divinidad de Jesús no elimina rasgos hu de aquel Jesús que vivió de aquella manera: comiendo con los
manos como la historia, la ignorancia, la duda y la posibilidad de pobres y perseguido por los poderosos. Y de ningún otro. Tan es
error, porque Dios, al hacerse hombre, no acepta «jugar con ven así que casi podemos decir que, junto a la función teológica del
taja» (tema neotestamentario de Jesús «igual en todo a nosotros Jesús histórico y junto a la revolución en el concepto de Dios. la
menos en el pecado»); cercanía de Jesús a los pobres (hoy diríamos: «la opción de cla�e»
24 ¿Qué ha cambiado en la cristología católica? Consecuencias prácticas 25
de Jesús) es el tercer gran elemento transformador de la cristolo lista, y c) cómo la idea del sacrificio expiatorio dispensa de la
gía. Y este tercer elemento es transformador porque es Dios quien metanoia del reino. Con ello mantenemos el mismo esquema de los
en Jesús realiza y ratifica esa «opción de clase». No la hace mera tres rasgos de siempre.
mente un extremista presuntamente quijotesco, o radicalizado o
chiflado. Eso significa la cristología de encarnación-resurrección.
Y en todo este planteamiento se adivina un significado de la 1. El conflicto Dios-hombre y el conflicto
persona de Jesús, no meramente para la otra vida, sino como es resignación-transformación
tructuradora de todo nuestro presente. Muy rápidamente, y sin
que se acabe de entender todo su contenido, ese significado lo ¿Qué ocurre cuando, sobre los condicionamientos culturales de
formularía yo así: el hombre es un ser con un dinamismo enorme nuestro mundo -que se caracteriza por la sensación de «mayoría
(al que la teología llamó creación a imagen y semejanza de Dios) de edad» del hombre- se sigue proyectando aquella imagen in
pero con un dinamismo ciego y sin norte claro (a lo que la teolo conscientemente monofisita de que hablábamos en el apartado 1 ?
gía llamará ruptura de la imagen de Dios por el pecado). Jesús, Los hechos nos responden, creo yo. Está ocurriendo que, por un
como decían los padres de la iglesia, «restaura la imagen y con proceso insensible y lento pero que no es del todo ilógico, un Dios
suma la semejanza», es decir: sana el dinamismo humano al re que era visto como el garante de un Jesús no-humano, pasa a ser
velar que su norte definitivo es el Dios-todo-en-todos, que es un ahora el garante de órdenes y de mundos inhumanos. De esta ma
dinamismo escatológico aun cuando el hombre no lo sepa: es el nera, aquello que es lo más característico y lo más irrenunciable de
dinamismo del reino de Dios. Y realiza, en cumplimiento y en Jesús (su condena y su crucifixión) se va falsificando insensible
promesa a la vez, la coronación de ese dinamismo al verificar pero radicalmente: se hace de la cruz la resignación antes de tiem
en su resurrección la llegada del reino de Dios para toda la historia. po, cuando la cruz de Jesús es precisamente el resultado de no ha
Se comprende así la frase de K. Rahner: la antropología es siem berse resignado nunca; se sustituye al Jesús condenado y cruci
pre una cristología deficiente, y la cristología es una antropolo ficado (que es una persona bien concreta con una historia y una con
gía en plenitud y autotrascendida. Más adelante volveremos a en dena bien concretas) por la cruz como categoría religiosa abs
contrarnos con todos estos temas que ahora sólo podemos enun tracta; y de esta manera se vuelve a hacer jugar a Dios contra el
ciar resumidamente. hombre. Un ejemplo bien hiriente y paradigmático de esa falsi
ficación de la cruz lo tenemos en la célebre crítica de K. Marx al
cristianismo:
IV. CONSECUENCIAS PRÁCTICAS
Los principios sociales del cristianismo declaran que todos los actos
Una vez delineadas las dos imágenes de la cristología en aque viles de los opresores contra los oprimidos son, o bien el justo castigo
llos rasgos que, a la vez, son los más salientes y se corresponden del pecado original y de otros pecados, o bien pruebas que el Señor,
en su infinita sabiduría, impone a los redimidos... Los principios socia
recíprocamente, quisiera mostrar que la imagen antigua está hoy les del cristianismo trasladan al cielo la corrección de todas las infamias...
abocada a jugar un papel conservador, en el sentido negativo del y, por tanto, justifican la existencia continuada de dichas infamias en
término. Mientras que la imagen nueva puede vincularse sin es la tierra.
fuerzo a posiciones liberadoras. Es una simple observación que
nos puede ayudar a comprender bastantes cosas que ocurren en la Esta forma de argumentar era desgraciadamente verdadera en
iglesia y en el mundo de hoy. Pues progresismo y conservadurismo la época de Marx. Hoy sólo lo es a medias. Hoy normalmente ya
se juegan bastante (aunque no totalmente, por supuesto) en la no se argumenta así: ya no se apela al pecado original o a las
cristología. «pruebas» que impone la infinita sabiduría del Señor. Pero sigue
Retomando los tres rasgos que criticamos en la imagen anti siendo posible encontrar esos usos de Dios como freno, que con
gua tendríamos que mostrar ahora: a) cómo el conflicto Dios vierten la voluntad liberadora de la iglesia en mera veleidad, y que
hombre puede dispensar del imperativo liberador; b) cómo el luego, por reacción, echarán la estúpida sospecha de «espiritualis
«Dios dictado» en Jesús es una proyección del hombre capita- ta» o de alienante sobre todos los momentos en que Dios nos pida
26 ¿Qué ha cambiado en la cristología católica?
Consecuencias prácticas 27
de veras la fe y la entrega total de nosotros mismos. La iglesia mente -hasta dar su vida- por la liberación del hombre. Y existe,
no querría que existieran las opresiones y las infamias. Pero si, en la teología y en la docencia cristiana, un Dios impasible, inmutable,
para acabar con ellas, tiene que aliarse con «los ateos» o con satisfecho en su infinita perfección sea cual fuere el destino que el hom
quienes ponen radicalmente en cuestión el sistema en que ella bre quiera darle a su libertad. ¿De dónde viene esa imagen de Dios su
perpuesta a la de la revelación? 2.
está instalada, o con quienes propugnan que también los haberes
y los poderes de la iglesia están sometidos a la crítica y la revisión
de lo que es justo en un momento dado, entonces no, porque esos Y o creo que podemos contestar que viene de una determinada
son ateos y antieclesiásticos, y por tanto «enemigos de Dios» y manera de construir la cristología. Es verdad (si tuviésemos más
Dios no quiere la alianza con sus enemigos... Se olvida otra vez tiempo podríamos mostrarlo sin esfuerzo) que los evangelios han
que Jo que en definitiva no quiere Dios es la opresión y la inhu jugado aqui una función crítica formidable, impidiendo siempre
manidad del hombre y que los presuntos «enemigos» de Dios le que la iglesia cayera totalmente en esta falsificación. Pero de todas
preocupan a Dios mucho menos de lo que le preocupan a la igle formas los evangelios tampoco son la solución de todo, pues exis
sia, que de esta manera reviste de hostilidad hacia Dios lo que no te manera de domesticarlos o de hacerlos jugar uno contra otro.
es más que hostilidad hacia ella, y se dispensa así de examinar Y, por eso, aun con ellos, ha sido posible creer que se encontraba
hasta qué punto pueda estar justificada esa hostilidad... Y esto es en Jesús a un Dios sin anonadamiento y sin conflictividad. Y ese
Dios no era el que se revelaba en Jesús, sino aquel con el que nos
sólo un ejemplo entre otros varios que se podrían poner. Un cris
otros intentábamos velar esa revelación. Era exactamente el Dios
tianismo que no tema sacrificar parcelas de humanidad autén que necesitan encontrar todos los bien-situados de la tierra, como
tica para defender así sus posibilidades de predicar a Dios, puede decíamos antes: el Dios sobre quien hemos proyectado nuestra
entrar de lleno en esta crítica. idea de poder humano. Así tenemos la atrocidad de que la divinidad
de Jesús pueda ser utilizada políticamente para fines conserva
2. Creyendo encontrar a Dios, el hombre encuentra en Jesús dores. Un marxista suizo tiene un escrito que intitula con esta
una confirmación de sus situaciones de privilegio frase expresiva: Jesús el incendiario, y Cristo el apagafuegos. Y
algo de eso ocurre entre nosotros. Porque tenemos que, mientras
En aquella divinidad de Jesús, dictada a priori desde la idea de Jesús fue un hombre conflictivo para las autoridades religiosas
Dios que tiene el hombre, no hay lugar, evidentemente, para el (pues fueron ellas quienes le mataron y no los publicanos ni los
Dios que, al revelarse, echa por tierra toda la idea de Dios que tie samaritanos), «el Cristo Hijo de Dios» se convierte en la excusa
ne el hombre y, con ella, echa por tierra el ideal de hombre de toda con que las autoridades religiosas intentan domesticar o desauto
una civilización concreta (pues la idea de Dios está muy ligada a la rizar todas las conflictividades que se les enfrentan. Tenemos que,
imagen del hombre: «dime qué imagen de Dios tienes y te diré mientras Jesús fue un hombre descaradamente parcial en favor
qué ideal de hombre tienes»). El uruguayo Juan Luis Segundo de los pobres, «el Cristo Hijo de Dios» es una excusa para que los
lanzó una vez, a un grupo de teólogos, las siguientes preguntas: cristianos no opten por los pobres en nombre de una universa
lidad de lo divino, que no es más que una forma de cerrar los
¿Vosotros no habéis pensado que Dios es para el hombre la imagen de ojos a la tremenda opresión y a las tremendas diferencias que los
su propia realización? Y el éxito del hombre en una sociedad competi
tiva, de explotadores y explotados ¿no es acaso la del hombre que ha
hombres vamos instalando entre los hombres. Tenemos que, mien
acumulado tantos bienes que puede aislarse con ellos hasta el punto tras Jesús ignoraba cosas y soportaba dudas y abandonos de Dios
de que el dolor de los condenados está demasiado lejos como para lle (Me 15, 34), «el Cristo Hijo de Dios» lo sabía todo y no necesi
gar a sus oídos y amenazar su paz? ¿el que tiene tanto que no necesita taba fiarse del Padre porque le había visto todas las cartas del
de nadie ni está a merced de un diálogo o de una negativa?... Y cuando juego. Por eso, en adelante y como volveremos a encontrar a lo
se pretende una conciencia o un compromiso liberadores, esa falsa
imagen de Dios surge para defender su sociedad, para poner como cues largo de esas charlas, hay para el cristiano una cuestión todavía
tión absoluta que no se transija ni colabore con los ateos. Pero ¿quiénes
son aquí los ateos? Valorativamente hablando, ¿serán enemigos de 2. Las «élites» latinoamericanas: problemática humana y cristiana ante el
Dios quienes Jo deforman o quienes rechazan la deformación?... Por cambio social, en Fe cristiana y cambio social en Amérim latina, Salamanca
que de hecho existe un Dios de la revelación interesado apasionada- 1973, 211-212.
28 ¿Qué ha cambiado en la cristología católica? Consecuencias prácticas 29
más importante, o al menos igualmente importante, que la deci ble pregunta paulina de si una determinada eucaristía es o no es
siva cuestión de si Jesús era Hijo de Dios; y es esta otra: ¿de qué realmente «cena del Señor» (cf. 1 Cor 11, 20). O dicho de otra
Dios era Hijo Jesús? Esta última cuestión quizás no es totalmen manera: si la idea sacrificial es la que lo llena todo, entonces
te dilucidable a nivel teórico, pues qué Dios es el de una determi Dios ya está aplacado sin necesidad de que cambie el mundo. Este
nada idea de Dios sólo se dilucida en la praxis que esa idea de es el fondo último de la utilización que hoy se hace del sacrificio
Dios conlleva. Pero con eso tenemos en nuestra pregunta un lugar expiatorio: ya le hemos ofrecido a Dios un sacrificio digno de él
en el que parece que la ortodoxia y la ortopraxis no pueden sepa y de valor infinito, ¿qué más quiere? ¿qué necesidad va a tener de
rarse. Y esa es la otra razón que da una importancia decisiva a que cambie este mundo que no tiene valor infinito? De esta manera,
nuestra pregunta. la utilización de Cristo como opus-operatum único, rompe la dia
léctica reino-conversión que es la típica de los evangelios y que
además hay que decir que es una dialéctica muy católica. Según
3. La idea del sacrificio expiatorio como excusa contra la conversión el Nuevo Testamento, la muerte de Cristo sólo merece llamarse
que el reino demanda sacrificio porque no fue «sacrificio», es decir: no fue ofrenda de
dones ajenos al hombre, sino ofrenda de sí mismo, entrega de la
Al llegar hoy aquí para esta charla, he visto una pintada en la propia vida; pero en ese no-ser-sacrificio consiguió lo que no pue
puerta del local que decía: «M ontini atiende, estamos con Lefe den conseguir los sacrificios e intentan conseguir: agradar a Dios.
bvre». Yo pongo la mano en el fuego a que los autores de ella no Ahora se quiere hacer de Cristo un uso que lo convierta otra vez
son políticamente de izquierda ni de centro. Y ¿qué tiene que ver en «don ajeno», en algo que, al ofrecerlo el hombre, le dispensa
una cosa con la otra? de ofrecerse a sí mismo. O dicho de otra manera: mientras las
Pues, para entretenernos un poco, vamos a evocar que (como palabras «sacrificio», «expiación», etc., no pueden tener más sen
muchos de ustedes habrán oído o leído sin acabar de saber muy tido cristiano que el «horizontal» (la satisfacción de Dios es que
bien de qué se trata) monseñor Lefebvre y sus secuaces no aceptan cambie el mundo, y el sacrificio grato a Dios es la entrega a los
más que el canon I de la misa (el antiguo) y rechazan todos los demás) se intenta eludir eso privilegiando como ortodoxo el sentido
demás porque dicen que ha desaparecido de ellos la misa como vertical. De esta manera, como he dicho, el mundo puede seguir
sacrificio. Aparte de que ello no es verdad, yo quisiera mostrar tal corno está y a Dios ya lo tenernos bien aplacado por otro con
les cómo es posible tender un puente entre esa postura pretendi ducto. Y por eso, aunque monseñor Lefebvre no lo sospecha, hoy
damt:nte teológica y las posiciones políticamente reaccionarias de se puede decir de él, y de sus obsesiones litúrgicas tridentinas, lo
monseñor Lefebvre: sus vinculaciones con el gran capital y hasta mismo que en la polémica antiprotestante se dijo tantas veces
con la CIA. Y entonces se aclaran muchas cosas, no ya precisa contra Lutero: ,«Sacrifica firmiter et pecca fortiter !» ...
mente personales (pues yo no tengo nada contra la persona del Ustedes quizá pensarán que estas relaciones de ideas son
monseñor, ni la conozco absolutamente de nada sino por alguna demasiado sutiles, pero yo les aseguro que en la práctica funcio
cosa extrañísima que dicen que ha dicho de vez en cuando) pero nan. En fin de cuentas muy sutile� son también los mecanismos
sí a nivel estructural: se aclara dónde está la fuerza y el empu del inconsciente y del egoísmo humanos. Y por eso permítanme,
je de un movimiento como el del monseñor que, mirado en sí para terminar, que enumere también cuáles pueden �er los peli
mismo, parecería no tener más salida que el manicomio. Sí el gros de la nueva imagen que hemos esbozado. Bien entendido que
aspecto de sacrificio lo es todo en la eucaristía, entonces -¡gra peligros no significa necesariamente fallos o errores, y que no hay
cias a Dios! ya podemos quedarnos tranquilos: podemos des nacimiento sin riesgos. Pero sin que olvidemos también que el
calificar como herético el aspecto de memoria como hacen estos hombre es un ser muy dado a tropezar, en la misma piedra y en la
�eñores, lo cual resultará comodísimo porque, como memoria, la de enfrente ...
eucari�tía es una memoria «subver�iva», es la memoria de que los
podere� «legítimos» y hasta piado�os son los que matan al Justo...
Y podemm de�calificar como herético el aspecto de comunión. lo
cual �crá también muy cómodo porque nos dispensa de la terri-
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