100% encontró este documento útil (1 voto)
424 vistas288 páginas

Ileke

Este documento describe los diferentes niveles sacramentales en la religión yoruba. Explica los rituales de iniciación e iniciación parcial a través de los niveles de Ileke, Ajagun, Onifa y Elehan, el cual implica el sacerdocio de un Orisha en particular. Cada nivel conlleva la recepción de objetos consagrados y una mayor responsabilidad y conocimiento espiritual. El documento enfatiza la importancia de la preparación y el estudio para los sacerdotes Orisa.

Cargado por

Edward
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descargue como DOC, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como doc, pdf o txt
100% encontró este documento útil (1 voto)
424 vistas288 páginas

Ileke

Este documento describe los diferentes niveles sacramentales en la religión yoruba. Explica los rituales de iniciación e iniciación parcial a través de los niveles de Ileke, Ajagun, Onifa y Elehan, el cual implica el sacerdocio de un Orisha en particular. Cada nivel conlleva la recepción de objetos consagrados y una mayor responsabilidad y conocimiento espiritual. El documento enfatiza la importancia de la preparación y el estudio para los sacerdotes Orisa.

Cargado por

Edward
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descargue como DOC, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1/ 288

1

Capítulo III
Niveles Sacramentales.

“Para que vivan unos tienen que morir otros, pero vivos y muertos deben
estar en el lugar que les corresponde”.

Ifá.

1
2

Iniciación a las esferas sacerdotales.

Ser sacerdote o sacerdotisa implica entremezclar la personalidad dentro de


un conjunto de acitudes de mayor envergadura: humildad, subyugación a
los Orisas y a la disciplina ritual son cualidades esenciales que un sacerdote
debe alcanzar. Por eso, para el sacerdote Orisa, la modestia y una completa
carencia de egoísmo son requisitos indispensables para alcanzar la
auténtica sabiduría sacerdotal yoruba.

El proceso para convertirse en sacerdote yoruba está definido por diferentes


etapas de ceremonias rituales junto con las enseñanzas pertinentes. Los
neófitos que se embarcan en este viaje deben encontrar primero un
babalawo (sumo sacerdote) u olorisa (sacerdote o sacerdotisa Orisa) que les
proporcionarán la iniciación, la educación y la paciencia que tanto se
necesitan. Entre el novicio y el sacerdote o sacerdotisa deben haber,
relativamente, pocos conflictos o “malas vibraciones”. Ambos tendrán que
trabajar en armonía para conseguir su objetivo, que consiste en hacer
progresar al novicio hasta que alcance el punto de sabiduría, comprensión y
capacidad sacerdotal.

No todas las personas que se adentran en las prácticas Orisa tienen que ser
iniciadas en la orden sacerdotal. Muchos se conforman con alcanzar alguna
de las distintas etapas que le son asequibles. Yoruba proporciona dos
niveles básicos de realización sacerdotal. A continuación ofrecemos una
descripción de dichos niveles.

Ileke

Es el primer nivel sacramental al que accede una persona dentro de la


religión, es lo que llamamos el “Bautizo Yoruba”. Los Ilekes son collares
de abalorios de carácter religioso que marcan el primer nivel de
compromiso real por parte del novicio, a la vez de que son una gran
protección espiritual para su portador. Al iniciado le son entregados
usualmente cinco Ilekes. Cada uno de ellos representa a un Orisha:

 Blanco: Obatalá
 Negro y rojo: Esu/Elegua
 Amarillo y ámbar: Osún/Oshún
 Azul y cristal: Yemoja/Yemayá
 Rojo y blanco: Sangó/Shangó

2
3

Los Ilekes son consagrados por el sacerdote y/o sacerdotisa que preside. En
su confección –entre otras acciones litúrgicas de consagración-, se lavan y
sacramentan en una solución (omiero), de ewé (hierbas), ebó (sangre de
sacrificio) y efún (tierra sagrada). Los Ilekes se lavan en la solución y se
consagran, así reciben el Asè, el cual se revertirá al devoto con la esencia
de los Orisas. La persona recibe el “Bautizo Yoruba” conjuntamente con
estos Collares de Fundamento (la cantidad depende de los Orisas que
autoricen el uso de su collar), así como un Esu/Elegua “espiritual” (de
coco), con el cual la persona comienza un proceso de adaptación y
aprendizaje en el trato con el Orisa. Este nivel sacramental lo otorga
normalmente el/la Olorisa (sacerdote o sacerdotisa Orisa), también (aunque
menos frecuente), lo puede otorgar el sumo sacerdote de Ifá (el Babalawo o
la Iyalawo), en aquellos casos en los que no se cuente con la presencia los
primeros. Ileke es un acto elemental de consagración y a partir del mismo
el iniciado puede comenzar sus estudios religiosos a través de los
materiales de estudio que le deben ser entregados por sus padrinos o
mayores espirituales.

Ajagun

Este es el segundo nivel sacramental en el cual la persona recibe los


denominados Fundamentos de los Orisas Guerreros “Elegua, Ogún, Oshosi
y Osanyin”, los “Obis Consagrados para la adivinación”, y opcionalmente
también podría recibir los Ilekes de estos Orisas si así es determinado por el
oráculo (por Ifá).

La palabra Ajagún, en lengua yoruba, significa “guerreros”. El Ajagún


comprende Esu/Elegua, Ogún, Oshoosi y Osun/Osanyín. Su misión
consiste en proteger al aborisha de la destrucción oponiendose a las fuerzas
espirituales del mal (Ajogun), y a las personas oponentes (omo-aiye), o
enemigos. Esto no debe interpretarse, de ninguna manera, como hechicería
o brujería. Todos los sistemas religiosos proveen a sus creyentes de
protecciones contra las fuerzas espirituales negativas. Yoruba no es
diferente en eso.

Los templos o Ilés que expresan amor y luz infunden esa energía en el Asé
del Ajagún consagrado. Al hacerlo así, la protección es una respuesta
honorable de las fuerzas angelicales. En consecuencia, poco hay que temer
ya de la “fuerzas negativas” o Ajogun. Los templos o Ilés que expresan
conflicto y confusión conceden esta energía al Asé del Ajagún así como la

3
4

nefasta perpetuación de la misma. Recibir Ajagun representa una gran


protección espiritual, así como un paso de avance en la escala espiritual. En
este nivel sacramental el devoto se inicia en las artes adivinatorias, pues es
aquí donde recibe sus “cocos cosagrados” para comunicarse con sus Orisas.
Ajagun o los “Orisas Guerreros” solamente pueden ser confeccionados y
entregados por el sacerdote o sacerdotisa de Orunmila (el babalawo o la
iyanifa). Los Olorisas no poseen el Asé, y por ende, la autorización
necesaria para entregar este Fundamento Sagrado, pues Ajagun es
prerrogativa absoluta de Ifá, no de Orisa. Este es un nivel medio de
consagración religiosa.

Onifa

Este ritual ceremonial aún implica más al iniciado con el Asé de Orunmila
y los Odu del Corpus Ifá. Los devotos reciben los objetos consagrados de
Orunmila: los ikin (16), Ileke de ablorios marrón/carmelita y verde, y el Idé
(de abalorios del mismo color que el Ileke que forman una pulsera). El Idé
se lleva en la muñeca izquierda y es el símbolo de Orunmila, para Ikú (la
muerte), de que el devoto portador es un “hijo del profeta” y no debe ser
llevado antes de que llegue su hora y sin el previo conocimiento de Ifá. El
babalawo utiliza su ikin para decidir el Odu que los discípulos celestiales
presentan para guiar al iniciado en su santidad y a la sabiduría divina. El
iniciado es instruido sobre el modo de orar con el ikin y el modo de invocar
a su Odu para obtener auxilio en la tierra y progreso espiritual. Sólo el
babalawo puede preparar este Fundamento Sagrado y presidir este ritual,
pues el mismo es prerrogativa exclusiva de Ifá. En este nivel
consagracional el devoto se va iniciando en el Corpus Ifá. Este es un nivel
medio-alto de consagración.

Elehan (Sacerdocio de Orisa).

Aquellos que llegan al nivel “Elehan”, o que atraviesan el ritual conocido


como “coronación o asiento” de su Orisa Gobernante se convierten en
sacerdotes y/o sacerdotisas Orisa, o sea, en “Olorisas”, denominación que se
refiere a los babalorisas (sacerdotes Orisa), y a la iyalorisas (sacerdotisas
Orisa). Estos olorisas se especializan en la liturgia correspondiente al Orisa
que tienen “coronado”, o sea, que solamente son sacerdotes y/o sacerdotisas
de un Orisa determinado.

4
5

En nuestro sistema ritualistico toda persona que atraviesa por el ritual


“Elehan”, sólo recibe el Fundamento del Orisa que corona o asienta, y se
sobreentiende que previamente debe haber sido consagrada en “Ileke” y
“Ajagun”. De no ser así, estas consagraciones tendrán que ser recibidas en
última instancia conjuntamente en la ceremonia “Elehan”, excepto “Onifa”,
la cual opcionalmente podrá ser llevada a cabo después de la coronación.

Al sacerdocio Orisa se llega por prescripción directa de los Orisas a través de


la adivinación porque dicha persona tiene misión espiritual de ayudar a los
demás, por iniciativa propia previa autorización de los Orisas, por que dicha
ceremonia haya sido prescrita para librar a la persona de una enfermedad
determinada, o para el desarrollo espiritual y trascendental de la persona. En
cualquier caso siempre la coronación deberá ser confirmada por Ifá a través
del babalawo o la iyanifa, independientemente de que el Obi o el Dilogun del
Olorisa hayan dictaminado dicho acto litúrgico.

Los olorisas que pretenden trabajar la religión ayudando espiritualmente a sus


semejantes tienen la obligación de estudiar y prepararse adecuadamente.
Deben conocer la lengua sagrada, los actos litúrgicos y dominar los oráculos
del Obi, el Obí Abatá y el Dilogun, únicos medios de expresión de los Orisas
que ellos representan. Es responsabilidad de todo babalorisa e iyalorisa activo
(que trabaje con el público), conocer el culto a los Ancestros, el empleo de
Adimú para la transformación, y en sentido general, llegar a elevados grados
de profesionalidad religiosa y de desarrollo místico.

Aquellos olorisas que lleguen al sacerdocio por enfermedad “no pueden


trabajar la religión” (la liturgia, los oráculos, etc.). Éstos solamente tienen la
responsabilidad de atender a los Orisas y participar en labores de apoyo en
determinadas ceremonias a las que sean invitados por sus mayores religiosos,
y porque éstos entiendan que dicha participación será beneficiosa para ellos.

Los sacerdotes y/o sacerdotisas Orisa (olorisas), en la Religión Yoruba


(tradicional y/o ancestral), poseen sus propias responsabilidades, pero
religiosamente están subordinados a los sumos sacerdotes y/o sacerdotisas de
Ifa (los babalawos e iyanifas), los cuales –se supone-, poseen un mayor nivel
de preparación religiosa que les coloca a la cabeza del culto a los Orisas.

En esta etapa se proclama al iniciado apto para servir como sacerdote o


sacerdotisa de la religión. Ha demostrado su grado de compromiso y ha
superado la prueba impuesta por los Orisas, los ancestros y los padrinos.
Existen diversas razones que explican la llamada al sacerdocio. Algunos
son llamados por razones espirituales que solo les conciernen a ellos
mismos y trabajan muy poco con los demás; otros están llamados a ser

5
6

mensajeros (Ojise Olorun); otros son llamados con el fin de servir a los
Orisas para salvarse a sí mismos, o a los que aman, de graves
enfermedades.

El elehan puede tener una duración de tres a siete días. Durante este tiempo
el iniciado (iyawo–novia del Orisa) está dispuesto a sufrir una serie de
pruebas y enseñanzas para que lleguen a cristalizarse las facultades y
conocimientos sacerdotales. Deberá residir en el templo (Ilé) todo el
tiempo. Durante este período todo se centra en el ayuno, la abstinencia, el
estudio interior, la adquisición de conocimientos sobre el Orisa, la
adivinación y los sacrificios diarios.

Los tambores, la danza religiosa y la adoración comunal también forman


parte de la iniciación. El templo está lleno de imágenes que reflejan los
orisha (ere orisha), los cuales “poseerán la cabeza” del nuevo o’lorisha. El
tercer día, aproximadamente, se lleva a cabo la adivinación. Es el día del
ita. El ita revela, a través de los odu, los mensajes que deberán ser
seriamente contemplados por el nuevo sacerdote, y sobre los que habrá que
obrar en consecuencia, durante todo el tiempo de su práctica sacerdotal. El
período de aprendizaje dura entre tres meses y un año, dependiendo de la
voluntad del orisha, tal y como queda determinado por la adivinación.

Sólo quienes hayan realizado elehan podrán presidir a aquellos que lo estén
realizando. El sacerdote o sacerdotisa que preside es responsable del
progreso del iniciado durante el período de elehan, o en mayor grado,
cuando el iyawo sea capaz de establecer y conservar su propio templo y sus
“ahijados”. Al otro sacerdote o sacerdotisa se le considera el ajubona o
instructor. El ajubona tiene la resposabilidad de enseñar al iyawo los
conceptos que forman la religión yoruba y desgranar las revelaciones del
padrino para llevar a término logros más factibles.

El último día de elhan, el iyawo recibe el odu-orisha en un recipiente de


madera o arcilla que contiene el ashe del orisha específico. En el interior, el
ashe está simbolizado por los objetos religiosos consagrados al orisha. Los
objetos se han consagrado mediante lavados con hierbas, sacrificios de
sangre, purificación con incienso, ofrendas de fruta,cantos y oraciones. El
sistema del Nuevo Mundo consiste en hacer ofrenda al “orisha corona”
junto con otros cuatro del grupo. Por ejemplo, si el aborisha que está
realizando elehan va a ser sacerdotisa de Oshún, también habra de recibir a
Elegba, Obatalá, Shangó y Yemoja. El método yoruba mayor consiste en
hacer ofrenda sólo al orisha que es “orisha corona” del iniciado. Ningún
otro orisha es recibido durante el elehan a menos que así lo determine la
adivinación.

6
7

La función de los rituales iniciáticos consiste en fortalecer más la esencia


del orisha dentro del devoto. Cuantos más rituales se realizan, más se
solidifica y lleva a fecto dicha esencia. La esencia, entonces, afecta al ser
del devoto, quien ahora se convierte en un elemento activo de ella dentro
de la familia, la comunidad, la nación y el mundo. Quienes superan los
distintos niveles deben intensificar sus vidas ofreciendo oración, devoción
y sacrificios constantes a los orisha. Los que se hayan convertido en
sacerdotes han de comprender su posición tal como la contemplan los ojos
del cielo más que los de la tierra. Los sacerdotes tienen el sagrado deber de
proclamar y reafirmar la divinidad de los seres humanos. Es decir, que
trabajan por exaltar la vil naturaleza humana hasta alcanzar la naturaleza
divina.

ITEFA (Sacerdocio de Ifá):

Quinto nivel sacramental. Sacerdocio de Ifá. Aquí nacen los bablawos e


iyanifas, los sumos sacerdotes de la Religión Yoruba Tradicional y/o
Ancestral, los encargados de dirigir el culto a los Orisas. Aquí se reciben y
se completan los 32 ikines sagrados (mas cuatro adele), que completan el
Fundamento completo de Orunmila. También se reciben el opón Ifá, el
Opele, el Irofá, el Iroké (denominados parafernalia de Ifá), y los secretos
del Orisa.

Los niveles sacramentales señalados siempre deberán ser cumplidos en


escala de menor a mayor, o sea, que núnca podrá accederse a un nivel
sacramental superior si antes no se ha cumplimentado con el
inmediátamente anterior. Podrá darse el caso de personas que reciban
Ajagun conjuntamente con Ileke; de personas que reciban Onifa o Isefa
conjuntamente con Ajagun e Ileke, y hasta personas que reciban Elehan
conjuntamente con Ileke, Ajagun y Onifa (este último opcionalmente).

El nivel Isefa u Onifa (Mano de Orunmila), no es requisito indispensable


para recibir Elehan. Esta consagración podrá ser recibida posteriormente a
la coronación o asiento de sacerdocio Orisa.
Para Itefa será necesario un mínimo de dos años de haber recibido la
consagración en Elehan. Un sacerdote y/o sacerdotisa de Ifá primeramente
debe haber sido olorisa, y dicha condición, incluidas sus responsabilidades
inherentes, nunca las pierde a pesar de sus responsabilidades como awo de
Orunmila.

7
8

Los niños y/o menores de edad que carecen de la madurez necesaria para
que se les responsabilice con la atención periódica de ciertos Fundamentos
Orisa como Ilekes, Ajagun, Onifa, Elehan e Itefa, podrán recibir las
consagraciones correspondientes, pero los Fundamentos Orisa les podrán
ser entregados con posterioridad a una edad adecuada cuando estén en
condiciones de cumplir con los compromisos religiosos de atención que
ello requiere. De cualquier manera esto lo determinará la adivinación.

Los que llegan a ser babalawos son los sumos sacerdotes en el sistema
religioso-cultural yoruba. Se les honra por su humildad, convicción, fe,
integridad y sinceridad. Orunmila dejó un código de conducta esencial y
riguroso a los sacerdotes mayores de Ifá para asegurarse de que los ideales
de esta orden no llegarían a corromperse. Los sacerdotes que no cumplan el
código serán castigados por Orunmila.

El profesor W. Abimbola escribe y enseña sobre el tema del babalawo.


Afirma que: “El entrenamiento del sacerdote Ifá es un ejemplo de
sacrificioen el empeño humano... El propósito del entrenamiento consiste
en proporcionar al sacerdote una actitud disciplinada hacia los problemas
de la vida... Era, por tanto, el objetivo final del entrenamiento prepararle
adecuadamente para enfrentarse a las graves responsabilidades de los
puestos importantes de la comunidad”.

La iniciación Ifá sólo se realiza por miembros masculinos de la cultura. Las


mujeres también han explorado las intensas energías que se encuentran.
Las mujeres que han sido ordenadas iyalawo deben respetar estrictamente
las reglas para ser admitidas. Los niños a quienes se les adivine que se
convertirán en babalawos comienzan los rituales auténticos a los siete años.
Los miembros más viejos de la cultura también pueden ser iniciados si así
se revela en Ifá.

El proceso ritual para la iniciación de un babalawo se denomina ITEFA.


Este proceso dura de tres a catorce días y está presidido por un babalawo.

Al aspirante se le afeitan todos los pelos faciales y es conducido al igbodu


(cabaña sagrada construida para este ritual). En el interior el babalawo
iniciado sufre las pruebas secretas. A su termino surge el kekero awo
(pequeño babalawo). Ya está preparado para:

 estudiar el Corpus Ifá


 aprender la técnica de los utensilios adivinatorios
 adquirir maestría en las técnicas de sacrificio y los rituales
 convertirse en el epítome de naturaleza divina entre las gentes

8
9

Los Babalawos e Iyanifas:

Al abordar tanto este tema como el de la religión en general, vale la pena


aclarar que nos estamos refiriendo específicamente a tal y como es entre los
pueblos yoruba de Nigeria. Resulta importante esta aclaración, pues existen
tradiciones similares, aunque con determinadas diferencias, por ejemplo:
entre los igbo, los nupe, los gwari y los jukun en Nigeria, así como entre
los yoruba de Togo, Benin, y los creyentes de Cuba, Brasil, Puerto Rico y
otros pueblos de América Latina, donde la tradición religiosa yoruba es
fuerte, aunque esté sincretizada con el catolicismo.

A los babalawos e iyanifas se les considera custodios de los instrumentos


de adivinación. Ellos son los sacerdotes y/o sacerdotisas de Ifá u Orunmila.
En nigeria usan vestidos de azul claro y se adornan profusamente con
cuentas, entre las cuales está el IDE, el cual atan a las muñecas y el cuello.
Otro elemento que los distingue es el JERUGBE, un bolso hecho de tela
que la mayoría de ellos se cuelga al hombro. Es debido a este hábito de
cargar un bolso que se utiliza el término AKAPO (cargador de bolso) para
referirse a un sacerdote y/o sacerdotisa de Ifá. Es también costumbre que el
babalawo y la iyanifa lleven consigo un IROKE.

Según Abimbola Wande, existen cinco niveles sacerdotales de Ifá: la


primera y más importante está compuesta por babalawos e iyanifas
OLODU. Estos son los más calificados, pues a la vez que adivinadores son
curadores. A la segunda categoría pertenecen aquellos que, aun cuando no
han sido iniciados en los secretos de Odu, poseen todos los artículos de
adivinación de Ifá y están completamente autorizados a practicar el arte de
la adivinación. En tercer lugar se encuentran los que tienen todos los
artículos de adivinación, pero les está prohibido usarlos para consultar a
gente fuera de su propio hogar. Como cuarta categoría están los curadores
que consultan solo para ver los problemas relacionados con la salud. A una
quinta categoría pertenecen aquellos que siendo sacerdotes y/o sacerdotisas
de Ifá no son adivinadores ni curadores, aunque han recibido cierto
entrenamiento. Tienen todos los artículos de Ifá pero no los utilizan.

Cada pueblo, villa o aldea yoruba tiene su propio sacerdote de Ifá (Oluwo).
En cada reino yoruba estos se ajustaban según jerarquía. Un buen ejemplo
de la organización jerárquica lo tenemos en el viejo reinado de Oyó donde
existía una doble dirección en la jefatura del culto. Había un líder político a

9
10

quien se le llama ONAILEMOLE, y un líder religioso conocido como


ARABA.

Después del Arabá está el Oluwo, que es el alto sacerdote de Ifá para una
ciudad o comunidad en particular. Del Arabá hacia abajo hay otros 16 jefes
mayores de Ifá. Existen, sin embargo, muchos otros jefes menores
responsables del culto de Ifá en comunidades muy pequeñas. Además cada
Oluwo tiene su propio séquito de otros 16 jefes que le asisten en la
administración del culto, en su propia área. A veces un jefe subordinado al
Oluwo tiene también bajo su mando a un número de jefes
responsabilizados con tareas menores como la de solucionar disputas entre
los miembros del culto.

En su libro “Ifá An Exposition of Ifá Literary Corpus”, Abimbola señala


que el culto de Ifá no es un secreto aunque algunas de sus deliberaciones no
pueden ser conocidas por los no iniciados. En otra de sus obras, “Sixteen
Great Poems of Ifá”, el mismo autor escribe que el culto Ifá es una
sociedad semisecreta. De hecho la palabra que se usa para describir el culto
entre los yoruba es AWO que significa “secreto”. La palabra Awo también
puede usarse para referirse a cualquier acuerdo, conocimiento o sociedad
de carácter secreto. La palabra yoruba para describir a un sacerdote y/o
sacerdotisa Ifá es babalawo o iyanifa que puede traducirse como “padre o
madre de los secretos”.

Abimbola, al abundar sobre el calificativo de semisecreta, explica que es


una sociedad secreta en el sentido de que solo los iniciados son admitidos
dentro del culto y se les permite tomar parte en los rituales, mientras que
por otra parte es abierta, por cuanto que a ella pueden pertenecer todos
aquellos que estén dispuestos a someterse a los largos años de riguroso
entrenamiento. En cuanto a las mujeres, hay sacerdotisas de Ifá, aunque por
razones no muy bien especificadas, éstas no pueden ser Oluwos ya que no
les está permitido poseer el Fundamento de Odu (Igba Iwa). Sin embargo el
resto de las funciones sacerdotales de Ifá puede ser desempeñado por ellas.

Para ser babalawo o iyanifa se requiere un profundo y tenaz espíritu de


sacrificio, una férrea voluntad y disposición física y mental para
memorizar, aunque esto último hoy en día no es tan importante, ya que lo
que más interesa ahora es el Asé y la capacidad interpretativa y de
razonamiento de la persona. En tiempos antiguos, los babalawos e iyanifas
eran guardianes, consejeros, filósofos y médicos de sus distintas
comunidades. Por lo tanto, el objetivo primario en su formación era
prepararse para hacer frente a las serias responsabilidades que tendrían que
asumir.

10
11

La mayoría de las personas comienzan su formación como sacerdotes y/o


sacerdotisas de Ifá entre los siete y los doce años de edad. Si el
entrenamiento marcha bien y el (la) aspirante es inteligente, la preparación
no dura más de diez o doce años.

Se afirma que muchos de los que comienzan no concluyen el


entrenamiento, debido a diversos factores entre los cuales está el rigor
mental y las extremadamente duras condiciones de vida que implica el
mismo. En la mayoría de los casos, los(las) aspirantes viven con sus
maestros y/o padrinos/madrinas, ayudándoles en los asuntos domésticos o
en sus fincas. Algunos de los que se inician, que son casados y tienen hijos,
generalmente prefieren retornar a sus casas cada noche después de haber
concluido la lección.

Durante el periodo de permanencia con el maestro, el(la) novicio(a) se


sienta cerca del mismo, siempre que se esté efectuando una consulta u
ofreciendo un sacrificio. Él o ella escucha atentamente a su maestro
mientras este canta e interpreta los poemas. También ayuda sosteniendo el
instrumento de adivinación que use el maestro. Junto con el cliente canta el
refrán de cada poema. Adicionalmente, el awo envía a su discípulo(a) a
coleccionar los materiales que se necesiten para la realización de sacrificios
o para la preparación de medicamentos. De esta forma, el (la) aspirante se
va relacionando con el medio ambiente.

El proceso de formación comienza enseñando al futuro sacerdote y/o


sacerdotisa cómo utilizar los medios del sistema de adivinación. Esto
incluye la cadena de adivinación (Opele), y los palmiches sagrados que se
usan para encontrar el Odu y el Ese adecuados, relacionados con el cliente
específico. Esta parte de la enseñanza se conoce como DIDA-AWO. Se le
enseña cómo conocer las distintas combinaciones de las mitades de semilla
de la cadena que se compone cada Odú. Cada dos días el alumno(a)
aprende un Odú o en el caso de aspirantes perezosos, aprende un Odú a la
semana. Esto depende de la capacidad mental que se tenga. Esta parte del
entrenamiento no concluye hasta que no se logre utilizar la cadena para
reconocer los signos respectivos de los 256 Odú en el cuerpo de
adivinación de Ifá.

Luego que se ha dominado el uso de la cadena se pasa al conocimiento de


los palmiches sagrados, es decir, el ikin. Esta parte es conocida como
ETITI ALE, y consiste en aprender como utilizar los palmiches sagrados
para encontrar el Odú adecuado, haciendo las marcas en el polvo amarillo
denominado Iyeirosun o Iyerosun. Como el sacerdote utiliza los palmiches

11
12

sagrados con menos frecuencia que la cadena de adivinación, a esta parte


del entrenamiento se le dedica menos tiempo.

La etapa más importante del estudio para sacerdote y/o sacerdotisa de Ifá es
el aprendizaje de memoria de un número de Eses o poemas de cada uno de
los 256 Odú. Se presta particular atención a los 16 principales. Las
investigaciones realizadas indican que no está establecido que cada
entrenado antes de calificarse para la iniciación tenga que aprender un
determinado número de Eses, pero parece que en la antigüedad nadie podía
ser respetado como un buen babalawo o iyanifa a menos que conociera de
memoria por lo menos 16 Eses, en cada uno de los 256 Odú. En Nigeria se
considera que actualmente la mayoría de los sacerdotes y/o sacerdotisas Ifá
conocen menos de 16 Eses en cada Odú.

Se memoriza un Ese cada día. En el caso de los que son muy largos, el
maestro sacerdote puede dividir el Ese en dos o tres partes y dedicar un día
de instrucción a cada parte. Cada Ese se aprende en forma de recitación en
su primera instancia. El maestro sacerdote dice una oración completa cada
vez y los entrenados la repiten varias veces hasta que son capaces de
retener en su memoria la oración completa. Esto se realiza con cada oración
hasta que memoricen todo el Ese. A todo este proceso se le llama RIRAN-
IFA. El aprendizaje de cómo cantar el Ese se reserva para una etapa
posterior al entrenamiento. Sin embargo, un entrenado inteligente adquiere
el arte de cantar el verso de Ifá imitando a su maestro, cuando este canta el
Ese Ifá todos los días durante el proceso de la adivinación. Un entrenado
también puede aprender a cantar asistiendo a las asambleas regulares de los
sacerdotes y/o sacerdotisas. El Ese se memoriza con una reverencia tan
grande que no se olvida ni una sola palabra. Se considera un gran sacrilegio
que alguien adicione o quite algo del cuerpo literario de Ifá.

Otra parte importante del estudio de Ifá es el aprendizaje de los sacrificios


adecuados que se deben pedir a un cliente. El nombre de la sección del
cuerpo literario en que se brindan instrucciones detalladas sobre los
distintos sacrificios es el de OKARARA-EBO. Esta parte es compleja y
confusa, ya que cada Ese Ifá tiene su propio sacrificio. Por tanto hay que
aprenderse un número de artículos requeridos para el sacrificio, entre los
que se encuentran telas, dinero, comidas, frutas, bebidas frescas, etc.
Además hay que aprenderse el proceso correcto de utilización de estas
cosas para el sacrificio.

Cuando el maestro(a) considera que el alumno(a) ya está apto(a), entonces


aprueba su iniciación. Esta tiene cuatro etapas fundamentales:

12
13

- La primera etapa es conocida como SISI OPELEJA (ceremonia que


marca el dominio de Odú utilizando la cadena de adivinación u Opele).
Esta es una ceremonia muy importante que implica ofrecimiento de
sacrificios a Orunmila y una fiesta para todos los sacerdotes y/o
sacerdotisas Ifá de la comunidad en cuestión. Esta actividad que dura un
día, implica el uso de la siguiente comida, tanto para el sacrificio como
para la fiesta: Ekó (atol sólido de maíz); Abo-Adie (gallina); Eku (rata);
Eja (pescado); Iyan (puré de ñame) y Oti (bebidas).

- La segunda etapa de los rituales de iniciación implica la propiciación de


Esú. A esta ceremonia se la llama GUIGUN ESU (elaboración de los
artículos de Esú). Se hacen también sacrificios para este y Orunmila.

- La tercera parte se conoce como FIFOJU KAN ODU (iniciación en los


secretos de Odú). Durante la ceremonia se agasaja a varios sacerdotes
y/o sacerdotisas de Ifá y se abre, ceremoniosamente, para que estos
(solo los hombes), lo vean, el recipiente sagrado que se cree que es la
morada de Odú (Igba Iwa), la mística esposa de Ifá. Los sacerdotes de
Ifá miran dentro del recipiente sagrado uno después de otro. El
contenido real de este recipiente no se revela al no iniciado: la
información sobre esto es tratada como un secreto mayor del culto Ifá.

Durante la ceremonia de iniciación de Odú hay mucho toque de tambor,


danzas y cantos a intervalos apropiados. Uno de los Ese Ifá que usualmente
se canta durante esta ceremonia dice:

Los niños pequeños no ven a Odú gratis


Los viejos nos ven a Odú sin pagar una cuota
El que ve a Odú se convertirá en sacerdote de Ifá
Se hizo la adivinación de Ifá para Orangun de Ila.
¡Quién a un visitante de la ciudad de Idan!
Se le dijo que cuando viera al visitante debía empezar a cantar
Hemos visto a Odú
Hemos encontrado buena fortuna
Hemos ciertamente visto a Odú
No moriremos
Hemos visto a Odú
Hemos encontrado buena fortuna.
Cuando termine la sesión de mercado el jefe de los mercaderes se
queda. Algunos ancianos importantes también se quedan
Cuando Ifá se hace dificil
Los sacerdotes menos calificados se levantan y se van
Se hizo la adivinación de Ifá para Orunmila

13
14

Cuando Ifá iba a ver a Odú


En la colina de Ikefun
Hemos visto a Odú
Hemos encontrado buena fortuna
Hemos ciertamente visto a Odú
No moriremos
Hemos visto a Odú
Hemos encontrado buena fortuna.

La cuarta y última etapa de la iniciación es conocida como IGBO IFA


(entrada al bosque sagrado de Ifá). Esta es la más elaborada de todas las
etapas. Para la ceremonia se requiere de más de 200 productos diferentes,
incluyendo la comida, bebida, telas, cuentas y muchos otros materiales. La
misma dura varios días en los que se celebran fiestas, danzas y cantos. Se
ofrecen sacrificios a varios dioses, incluyendo a Orunmila y Esú. Cuatro o
cinco sacerdotes y/o sacerdotisas, jefes del culto, conducen al futuro
babalawo o iyanifa al bosquecillo sagrado donde lo(a) examinan
detenidamente sobre los diferentes aspectos del cuerpo literario de Ifá.

Durante toda su permanencia en el bosque, el futuro awo se ata un pedazo


de tela blanca alrededor del cuello y de la cintura. Sale del monte
encabezando una larga procesión de miembros del culto que danzan y
cantan. Uno de los cantos para esta ocasión puede ser:

Te hemos iniciado en los secretos de Ifá


Debes reiniciarte tu mismo
Así fue como se inició EJI-OGBE
Pero se precipitó en el bosque
Te hemos iniciado en los secretos de Ifá
Debes reiniciarte tu mismo
Si llegas a la cúspide de la palma
No te sueltes las manos

Para un buen sacerdote y/o sacerdotisa de Ifá su formación no termina con


las ceremonias de iniciación, ni siquiera con el desarrollo de la misma, para
él o ella siempre será un proceso continuo que durará toda la vida. Durante
su entrenamiento se le ha inculcado fuertemente que para él o ella
constituye un deber ayudar a los clientes en todos sus problemas, y donde
fracasara en conocer las respuestas inmediatas, debe ser capaz de saber
dónde y cómo encontrar la información útil y apropiada para ayudar a
quien le consulta.

14
15

Como ya se ha mencionado, el primero de los cuatro días de la semana


yoruba es consagrado por los sacerdotes y/o sacerdotisas a la adoración de
Ifá. En este día ellos y ellas se reúnen en la casa del Oluwo, y comen,
beben y ofrecen sacrificios a Ifá. No es inusual que en estas congregaciones
se canten extractos del cuerpo literario de Ifá. Se canta y baila alegremente
por toda la casa.

En la mayoría de las comunidades yoruba los sacerdotes y/o sacerdotisas de


Ifá se reúnen también una vez al mes y anualmente se celebra una
importante reunión considerada un festival que se conoce como MOLE.
Entre todas estas actividades se destaca el canto de los textos de Ifá
conocidos como IYERE. El canto del IYERE es un arte bien desarrollado
entre los awoses y se ejecuta en forma coral dirigido por alguien que cante
bien. Para cada oración completa cantada correctamente por el conductor
del canto, los otros sacerdotes y/o sacerdotisas de Ifá corean HAN-IN que
significa “sí, está bien”. Sin embargo, si el conductor no ha cantado bien
una oración los otros awoses se lo hacen saber y le piden que corrija el
error. Si comete otro error más, pueden callarlo a gritos y otro sacerdote o
sacerdotisa que esté seguro de sí mismo(a), lo sustituye de inmediato. Este
acto de llamar la atención fuertemente al equivocado no debe verse como
algo grosero, sino que forma parte de la tradición. Cuando un awo cometa
errores serios al cantar y se niegue a dejar de hacerlo, desafiando el expreso
deseo de la congregación, el(la) mismo(a) puede ser expulsado de la
actividad.

Es preciso señalar que antiguamente, en la tierra yoruba, los sacerdotes y/o


sacerdotisas de Ifá eran muy pobres. A ellos(ellas) no se les pagaba por los
servicios que prestaban a la comunidad. Se mantenían con determinada
parte de los ofrecimientos dados a Ifá y a veces de los regalos hechos por
los clientes. No ha sido norma que un babalawo o iyanifa utilice su
posición para enriquecerse. Si una persona es muy pobre y no puede pagar
regularmente el precio establecido para la adivinación, el(la) awo debe
hacerla gratis y si la persona no puede conseguir los medios para el
sacrificio indicado, el babalawo o la iyanifa deben aceptar lo que aquella
pueda conseguir y traducir el mandato.

Abimbola Wande señala que un atributo importante de todos los sacerdotes


y/o sacerdotisas de Ifá, sea cual sea su jerarquía en el culto, es la humildad.
Esta se manifiesta lo mismo en su apariencia que en sus modales. Esto es el
resultado de la gran disciplina y perseverancia que implica su
entrenamiento. No hay duda de que entre los yoruba el culto a Ifá es el más
importante de todos.

15
16

Capítulo IV

EBO Y ADIMU

“No hay ídolo tan caro como el estómago


que recibe ofrecimiento todos los días”.

Ifá.

16
17

Ebó, adimú y ofrendas:

A lo largo de los capítulos anteriores hemos declarado que se hacen


ofrendas y sacrificios a los Orisa (y también a los egún). El término yoruba
empleado es EBO, que se divide en dos categorías:

1. Ebó: sacrificio de animales como ofrendas dirigidas a los Orisa; ofrenda


de cualquier planta u objeto que se haya utilizado primeramente para
purificarse espiritualmente (en baños, frotándose frutos por todo el
cuerpo, etc.); y ofrendas que incluyen labores del devoto tales como
cocinar alimentos o tallar estatuas.

2. Adimú: la ofrenda de vestidos, plantas y frutos, alimentos crudos o


cocinados, y objetos tangibles para los Orisa, no preparados ni labrados
por el devoto.

La adivinación del propio sacerdote o sacerdotisa decide el tipo de ebo o


adimu que se prescribe. Los practicantes yoruba rara vez invocan a las
deidades o les ofrecen sacrificios sin antes consultar con los adivinos. Ebo
se prescribe, de una forma u otra, siempre que se consulta a Ifá. Esto se
debe a que los yoruba creen en la “reciprocidad del Asé”. Las entidades
celestiales son invocadas y suplicadas respetuosamente con la esperanza de
que respondan al devoto, atendiendo sus súplicas y proporcionando
protección contra las fuerzas malignas. A cambio, se espera que el devoto
renueve su Asé mediante ofrendas y sacrificios animales. En muchas
ocasiones, se espera también mayor devoción y un verdadero esfuerzo por
cambiar su carácter desordenado.

Las culturas humanas siempre han practicado múltiples formas de sacrificio


con propósitos religiosos. Aunque podamos cuestionar sus formas, el
propósito sigue siendo el mismo: la intención del ser humano de alcanzar la
divinidad por sí mismo y su mundo. Lo que continua sin comprenderse es

17
18

que el sacrificio –en sentido físico o espiritual- es un activo aliado de todo


compromiso religioso.

Los constructores de las naciones más antiguos, tales como los Khametanos
de Africa, los pueblos de India y China, y otros países del lejano Oriente
cuentan con descripciones religiosas de sacrificios de sangre y ofrendas
prescritas y dirigidas a los dioses de sus culturas. Los países del próximo
Oriente, tales como Israel, Jordania y otros han legado el Testamento
bíblico que aporta credibilidad a los sacrificios de sangre, sobre todo como
redención de los pecados. Los nativos de América hacían sacrificios a sus
dioses, tal como nos revelan claramente los estudios realizados sobre los
aztecas. Las naciones tribales, en América del Norte y América del Sur,
ofrecían sacrificios a los dioses de la tierra y del cielo. Los europeos
también practicaban sacrificios. Por ejemplo, en La Odisea de Homero, se
cuenta que Ulises sacrificaba ovejas a los muertos (Homero, Odisea, XI,
18-50). Los antiguos griegos, romanos y naciones tribales de origen
europeo hacían continuas ofrendas y sacrificios a sus dioses.

Razones por las que se ofrecen sacrificios:

 Para dar gracias por los deseos concedidos y las necesidades cubiertas.
 Como promesa o voto sagrado hechos a Orisas o ancestros.
 Para prevenir la causa de los sufrimientos.
 Para eliminar la causa de los sufrimientos.
 Como medio de sustituir el sacrificio animal por el devoto.
 Proporcionar fuerza, estabilidad y valor para alcanzar el nivel deseado
en el mundo visible, así como en el invisible.

El acto sagrado del sacrificio, o ebo. se compone se cuatro partes:

1. El sacerdote ofrece el devoto y el ebo para consagrarlos.


2. Se hacen oraciones por el devoto y el ebo para consagrarlos.
3. Se invoca al dios para que participe y reciba el sacrificio.
4. Se coloca la ofrenda en el altar del dios. La sangre es derramada sobre el
objeto religioso mientras se dicen oraciones.

El sacrificio, sin embargo, es sólo un aspecto de la complejidad del ritual.


La oración, la danza, los gestos simbólicos. La exaltación personal y
comunal son, todos ellos, elementos activos en el ritual de sacrificio. Estos
elementos se combinan para “llamar” a los Orisas a la práctica yoruba. Los
adeptos no deben inclinarse a creer que la “práctica de ebo” es la forma
más elevada de sacrificio, la que hará todo justo cuando no lo es el mundo.
Hacer el ebo es brindar una oportunidad al cambio positivo, reforzar la

18
19

posibilidad de desarrollo. No hay que descuidar tampoco el factor humano.


El mayor sacrificio de todos es el sacrificio humano –el sacrificar los
pensamientos negativos y las tendencias destructivas-; el sacrificio del Yo
inferior por el principio divino del ser. Todos los demás sacrificios tienen el
propósito de fortalecer este empeño humano.

Los tipos de ebo u ofrendas hechas a los egún y/u Orisa son:

 Baños espirituales.
 Hierbas medicinales.
 Oraciones y meditación.
 Ofrendas de fruta, flores, tabaco, telas, o alimentos de los Orisas.
 Obras de caridad de carácter social.
 Purificación con frutos y flores.
 Incienso y aceites.
 Juicios autorreflexivos.
 Sacrificios de sangre (de fuerza vital).
 Altares y santuarios.
 Mayor compromiso religioso.
 Cantos y danzas.
 Imperfecciones del carácter.

Algunas ofrendas típicas a los Orisas

Obatalá: Frutos blancos, cocos, nueces de kola blanca, efún, batatas


blancas, caracoles, agua de caracoles, merengues, flores blancas, arroz,
gallinas blancas, palomas blancas, cabras blancas.

Esu: Aceite de palmera, tabaco, todo tipo de frutas y nueces, maíz tostado,
coco, gallos, machos cabríos, batatas, ñames, miel, ron y/o aguardiente,
dulces, caramelos, café, pescado ahumado, jutía ahumada.

Osún: Miel, canela, calabaza, lechuga, naranjas, huevos, gallinas de


Guinea, gallinas, palomas, ovejas, cabritos, frutas, dulces, flores amarillas.

Yemoja: Almíbar no cristalizado obtenido del azúcar puro, mariscos, patos,


gallinas o gallos, ovejas, palomas, frutas, sandía, flores blancas.

Ogún: Vino de palmera, ron, aguardiente, aceite de palmera, piña, frutas,


maíz tostado, tabaco, gallos, machos cabríos, batatas, sandías.

19
20

Oyá: Ron, aguardiente, vino tinto, berenjena, arroz y judías, ciruelas,


tabaco, uvas moradas, gallinas, cabras, flores blancas.

Sangó: Llantén, batatas, okro (hibiscus esculentus), bananas, manzanas


rojas, tabaco, ron, aguardiente, vino tinto, nueces de kola amarga, carneros,
gallos rojos, codornices, tortugas, guinea, aceite de palma, pimienta de
guinea.

Elementos que se asocian con cada Orisa

Obatalá: Elefantes, pájaros blancos, estatuas de hombres africanos


mayores vestidos de blanco, las montañas, paños blancos.

Esu: Estatuas de figuras masculinas con sus penes erectos y largas trenzas
de pelo, rocas, cocos, las encrucijadas.

Osún: Objetos de fertilidad, objetos de latón o de oro, plumas de pavo real


y de loro africano, espejos, abanicos, joyería fina, conchas de cowri, los
ríos.

Yemoja: Fuertes estatuas matriarcales, animales marinos, conchas marinas,


imágenes marinas, el mar.

Ogún: Machetes, todos los objetos de hierro, estatuas de cazadores y


guerreros, herreros, vehículos de hierro o metal, armas, el monte.

Oyá: Cuernos de búfalo, máscaras grotescas, telas de muchos colores,


imágenes de tormentas, los cementerios.

Sangó: Doble hacha (Ose Sangó), cabezas de carnero, tambores, piedras,


árboles azotados por el rayo, caballos, el fuego, tortugas.

Hay que recordar que ebo se realiza bajo la supervisión de los sacerdotes.
Recomendamos encarecidamente no realizar ninguna invocación u ofrenda
sin su conocimiento y aprobación.

20
21

Adimú a Egungun.

La palabra yoruba que significa antepasado es Egun, y los espíritus


colectivos de nuestros antepasados reciben el nombre de Egungun.
Creemos que nuestros antepasados pueden visitarnos en sueños, dándonos
información y orientación de la misma forma que lo hicieron cuando
estaban vivos. Como espíritus ya no están más sometidos a las limitaciones
del medio humano. Generalmente son más fuertes y sabios sin han podido
encontrar el camino de la elevación, de la luz y el progreso.

Existe la creencia de que la mayoría, o todos los mensajes de los Eguns se


refieren al bienestar de la familia. Otra creencia es que normalmente
podemos comunicarnos con los espíritus de nuestros antepasados de hasta 5
generaciones desaparecidas. Esta comunicación es nuestro vínculo más
próximo con el mundo de los espíritus. Nuestros antepasados tienen el
poder de trascender el mundo espiritual y pueden comunicarse tanto con
Dios, como con los Orisas así como con el hombre.

Debemos concentrarnos más en nuestros antepasados que desaparecieron


más recientemente porque todavía forman parte de nuestra familia humana
y todavía tenemos recuerdos de ellos. Pedimos por su vuelta a este mundo
y compartimos simbólicamente nuestra comida y bebida con ellos. El ritual
de derramar la libación (verter líquido en el suelo como sacrificio),
constituye un ejemplo de esto. Deberíamos hablar con ellos de la misma
manera que lo hacemos con cualquier amigo o familiar vivo.

Ellos todavía tienen interés en lo que está sucediendo en la familia y son


guardianes de los asuntos familiares, la tradición, la ética y la moral. La
Religión Yoruba Tradicional y/o Ancestral da participación a los Eguns en
los asuntos familiares de los vivos y les solicita su ayuda para resolver
problemas y necesidades de toda índole. Se debe prestar especial atención a
los antepasados de hasta 5 generaciones pasadas (los que ya apenas son
recordados por miembros inmediatos de la familia.)

21
22

Además de preocuparse por el bienestar general de la familia, los espíritus


de los antepasados se preocupan especialmente por los pactos o
compromisos establecidos y por la conducta moral. Cuando hacemos
Adimú para los antepasados, los asuntos como la salud familiar, la
propiedad familiar, la protección de los miembros de la familia, el
comportamiento irracional o irresponsable, las adicciones y los conflictos
dentro de la familia están entre los muchos temas acerca de los que
podemos hacer peticiones de cambio. Se pueden hacer peticiones a los
antepasados para conseguir cambios positivos en el bienestar general de
cualquier miembro de la familia. Podemos solicitar su perdón por cualquier
falta ética o moral. El Adimú por excelencia debe consistir en una comida
tradicional favorita de la familia y del ancestro venerado. El IYAKO es un
adimú favorito de todos los africanos y su receta se incluye por lo menos en
una de las historias de Ifá que estudiaremos más adelante, sin embargo, este
Adimú no puede sustituir a la comida preferida del Egun en cuestión (aquí
me refiero a la comida que el difunto, cuando estaba en vida, más prefería).

Pero no dudes en ser creativo(a), si conoces la bebida tradicional de la


familia, asegúrate de incluir un poco junto con la comida o Adimú que
dediques a Egun. La gente del Nuevo Mundo no debería preparar el Adimú
sin ron o aguardiente. Los Yorubas utilizarán ginebra o vino de palma como
bebida de elección. Si la familia es abstemia y el antepasado venerado lo
era, entonces ofrece café, té, soda o agua como bebidas.

También puedes ofrecer a Egun, miel de abejas, miel de caña, aceite de


palma (manteca de corojo), efun (cascarilla), ataré (pimienta de guinea),
frutas, flores, cocos, dulces, caramelos, puros y dinero. Recuerda que el
número de Egun es el 9, y que las ofrendas de Adimú deben corresponderse
en cantidad con este número así como el número de días que deben
permanecer las ofrendas (las que no se pudran), ante el Fundamento de
Egun, la Bóveda Espiritual o sencillamente ante el santuario que se ha
elegido para depositar el Adimú.

Velas: su manejo y comprensión¡Error! Marcador no definido.

Desde los tiempos oscuros, tras el uso de la antorcha, las velas evolucionaron
como el vehículo para proporcionar luz. Aparte de iluminar, las velas
despiden también calor. Utilizamos la combinación de ambas energías
cuando encendemos una vela y la dedicamos a Orisa o Egun. En la Religión
Yoruba Tradicional y/o Ancestral se usan las velas principalmente para elevar
las oraciones y las peticiones. Una vez la vela está encendida e invocamos y
nos dirigimos a una entidad, ofrendando una oración o haciendo una petición,

22
23

nuestro Asé se combina con la energía emitida por la vela. En suma, hemos
hecho con nuestra voz que un trozo de cera, una mecha, se convierta en un
mensajero sagrado de los dioses, ¡sorprendente!.

Cuando hacemos una demanda, pedimos bendiciones, pedimos que las cosas
cambien, pedimos que lleguen las cosas. La vela que ha sido encendida y a la
que se ha hablado se considera cargada. Ha sido dedicada a Orisa o Egun y la
forma en que arde nos da un mensaje de retorno, de la misma manera que los
Obis nos dan un mensaje, y debemos interpretar lo que está diciendo ese
mensaje.

1) Cuando la vela arde con una llama clara, la petición ha sido escuchada y se
está trabajando en ella.

2) Cuando un velón arde con llama clara rápidamente (pongamos en menos


de siete días), se está trabajando rápidamente en la petición.

3) Cuando el velón arde lentamente (más de siete días), la petición que has
hecho requerirá un mayor tiempo para manifestarse.

4) Cuando la vela empieza por arder con humo oscuro durante los primeros
días y después se va aclarando, significa que había problemas al principio
pero que éstos se han ido superando y tu petición será contestada.

5) Cuando una vela empieza a arder con llama clara y después se vuelve
oscura significa que hay problemas u obstáculos que han de solucionarse.

6) Cuando la vela arde con una llama que parece turbia significa que lo que
has pedido puede no haberse comprendido o está incompleto. Es dudoso.

7) Cuando la llama produce humo negro, hay un problema serio. En este caso
podría no referirse a la solicitud sino al entorno, el adimú, la petición. En la
mayoría de los casos se requiere adivinación.

La influencia del Nuevo Mundo hace asociar las velas con colores, aceites
correspondientes y/o inciensos, pero en nuestra religión nunca se tuvo en
cuenta el color de las ceras y la asociación de las velas con aceites, inciensos
y otras cosas que hoy en el Nuevo Mundo están tan de moda, más bien por
razones de índole comercial que por otra cosa. A Orisas y Eguns lo que les
interesa es el fuego, la luz y el calor de las velas de cera, no así su color o
forma. Sin embargo, como hemos dicho, en el Nuevo Mundo se cree que el
uso junto con las velas de los aditivos como los aceites, inciensos, etc.,
incrementan o intensifican la calidad del deseo, oración petición. La idea está

23
24

tan extendida hasta el punto de que las velas se venden en diferentes colores
de manera generalizada, y por eso nosotros hemos considerado el uso de las
velas de colores como una práctica aceptable (¿por qué no?), pero no
imprescindible.

Así tenemos que pueden utilizarse:

Blanco: Para ponerse en contacto con los antepasados para la purificación y


limpieza.

Rojo: Para favorecer el amor, para el sexo y la salud. Se utiliza para superar
miedos y protegerse de la brujería.

Rosa: Para conseguir éxito y afecto.

Amarillo: Para soñar y hacer que los sueños o deseos se conviertan en


realidad.

Naranja: Para hacer a alguien atractivo ante los demás.

Negro: Utilizado sobre todo para destruir a los enemigos.

Azul: Utilizado para crear paz y armonía en el hogar.

Marrón: Se utiliza en tiempos de dificultades económicas, para atraer el


dinero, la felicidad y el éxito.

Verde: Para atraer dinero trabajo y matrimonio.

Púrpura: Para romper gafes (la mala suerte), para el poder y control sobre la
gente.

Oro: Para traer dinero, suerte y éxito económico.

Gris: Para ahuyentar el mal y las influencias comprensibles.

Todas las referencias anteriores tienen validez, sin embargo, es práctica muy
generalizada mantener la utilización de las velas de colores de acuerdo al
siguiente orden:

Egun: Blanco.
Obatalá: Blanco.
Orunmila: Blanco.

24
25

Esu: Blanco.
Ogún: Verde.
Sangó: Rojo.
Osún: Amarillo.
Yemoja: Azul.
Oyá: Púrpura.
Osanyin: Blanco.
Oshosi: Blanco.

De cualquier manera, repito, para nosotros una simple vela de cualquier color
es suficiente para hacer cualquier petición y/o rogación.

El uso de Ataré.

Ataré (Pimienta de Guinea), se utiliza ritualmente por los yorubas para


elevar la energía de sus oraciones, demandas y sacrificios. Los hombres
ingieren 9 y las mujeres 7. Se deben masticar antes de una comunicación
importante con Ori, Orisa o Egun. Son obligatorias antes de cualquier
sacrificio de fuerza vital.

Los sacrificios:

El temor a los muertos está presente en la mente yoruba. Se cree que los
muertos asumen un estado sobrenatural con el que poder visitar, bendecir,
ayudar, proteger o castigar a los vivos. Los cantos fúnebres y el honor a los
muertos persiguen, entre otras cosas, ganarse el favor de éstos.

En la tradición yoruba los designios malvados de los seres malévolos


pueden ser controlados por muchos medios: con la intervención de los
Orisas, del Ori o de los Ancestros. Además, se puede lograr el control a
través de amuletos como medios protectores y más importante aún, a través
de la ejecución de sacrificios. El uso del sacrificio como regulador de las
relaciones entre la gente y las invisibles fuerzas malignas (Ajogun), ha sido
una antigua práctica entre los yoruba. Según su concepción del mundo,
existen seres benévolos como los Orisas, los Ancestros y el Ori (el Orisa
personal del individuo). Estos seres tienen una fuerte tendencia a guiar,
bendecir y proteger a las personas de los ataques de las fuerzas malignas.

Pero, aunque los seres benévolos no esperan a que la gente les pague
inmediatamente por los servicios prestados, uno tiene que mantenerse en
armonía con ellos por medio de la adoración constante y formal o del

25
26

ofrecimiento de sacrificios. Obrando contra los buenos seres, sin embargo,


se encuentran las fuerzas malévolas Ajogun; éstas son las brujas, los
espíritus malvados y todos los agentes del infortunio en La Tierra. Sin
excepción, el objetivo final del Ajogun es la ruina total de la humanidad y
la destrucción de todo lo que la gente quiere.

En el sacrificio los yoruba ofrecen casi todo tipo de alimentos y bebidas.

Omotoso dice que “el sacrificio puede ser una fiesta (BEMBE) en honor de
los dioses o en honor de los seres vivientes. Dichos sacrificios son
necesarios en todas las etapas de la vida como lubricantes de la máquina de
la existencia. Es tarea de Esu llevar los sacrificios desde Aiye (mundo)
hasta Orun (la casa de Olodumare)”.

Cada Orisa, por tradición, tiene su particular y propio gusto que debe ser
respetado. Por tanto, hay alimentos que les son ofrecidos tradicionalmente
a cada uno de ellos. Por ejemplo, a Orisa-Nlá le gustan los caracoles
cocinados con mantequilla-Shea (obtenida de un árbol del Africa
occidental). Orunmila normalmente prefiere ratón y pescado más que
cualquier otra cosa. El alimento principal de Sangó es carnero (padre).
Ogún apetece perros (ya no se le dan), ñames asados y caracoles; mientras
que Esú haría cualquier cosa por un gallo.
Todos los Orisas gustan de la nuez de Kola, la excepción es Sangó, que
raras veces toma Kola agria (OROGBO). En segundo lugar, hay algunos
alimentos que son también para cada Orisa: Orisa-Nlá no bebe vino de
palma, no debe ingerir cerveza de su altar y sus adoradores no deben
tocarlo. Esú no gusta del aceite medular de la palma, cualquiera que lo
traiga cerca de él puede buscarse un problema.

Para los sacrificios especiales, como se ha dicho anteriormente, las


ofrendas varían de acuerdo al tipo de sacrificio o la predicción del oráculo.
En teoría todos los sacrificios pertenecen enteramente a los Orisas y
Ancestros, pero en la práctica quienes los ofrecen los comparten,
especialmente aquellos que pueden ser comidos. Estos sacrificios que los
idólatras pueden compartir son de naturaleza comunal. En este caso,
pedacitos de cada cosa ofrecida son depositados en o ante el altar como
muestra y el resto es ingerido por los devotos. Las partes dejadas en o ante
el altar, en caso de animales, ave o reptil, son las vísceras y extremidades.
Cuando, sin embargo, el ritual exige o el oráculo manda que el sacrificio
debe ser entregado totalmente al Orisa o Ancestro, entonces debe ser
quemado, expuesto o enterrado, según así sea determinado por el oráculo.

26
27

En tiempos pasados el sacrificio humano entre los yoruba (al igual que en
otras culturas religiosas), era considerado el climax de los sacrificios. Un
hecho de esta naturaleza era poco más que un problema nacional o
comunal. Había deidades a las que en la fiesta anual debía ofrecérseles un
ser humano, también cuando se requería de un apaciguamiento para salvar
una comunidad. En ciertos casos, un ser humano que fue sacrificado
significó algo más que una víctima ofrecida para apaciguar a las
divinidades. Se cree que fue para representar a la gente y llevar sus
peticiones al más alto poder. Por tanto, antes del sacrificio fue tratado con
reverencia y se le otorgó una atención extraordinaria. Irónicamente se
esperaba que cada palabra que dijera fuese en bien y a favor de aquellos
que lo sacrificarían, porque él era un embajador, él era acompañado en el
sepelio con ciertas cosas para ser entregadas con su mensaje. Cosas que se
pensaba fueran eficaces para asegurar el placer de los Orisas o de los
Ancestros.

Se afirma que no es correcta la versión según la cual los yoruba no ofrecían


en sacrificio a sus parientes y amigos. El prerrequisito moral para tal
sacrificio, según se ha dicho, era de que poco antes de efectuarlo se debía
hacer una advertencia pública en la cual se alertaba sobre la posibilidad de
que alguien desapareciera dentro de pocos días, y para preservarse de tal
tragedia todo el mundo debía mantenerse encerrado después de
determinada hora de la noche. Durante ese período, aquellos que estaban
designados para capturar a las víctimas, debían salir y a la primera persona
que encontraran, si era conveniente para sus propósitos, la capturaban sin
importar quien pudiera ser. Usualmente el sacrificado resultaba ser algún
extraño bien parecido. Había, sin embargo, casos específicos en los que las
víctimas debían ser aportadas por algunos jefes de la comunidad de entre
los miembros de su propia casa. En tales casos, las víctimas debían ser
esclavos que fueran adquiridos en compras o como prisioneros de guerra.

Afortunadamente hoy en día esas practicas salvajes ya no forman parte de


la litúrgia yoruba pues las mismas han quedado muy atrás en el tiempo.

Los sacrificios que actualmente se ofrecen en el sistema de creencia yoruba


incluyen:

 Comida y bebida: ésta comienza con las acostumbradas libaciones que


se hacen diariamente en los templos o altares y el aceite que se deposita
sobre los emblemas de las divinidades. Los alimentos que se ofrecen
son del mismo tipo de los que los devotos ingieren en sus hogares, pero
de mayor calidad. Se depositan frente al Orisa y se le suplica que acepte.

27
28

 Ofrecimientos de gracias: se hacen al Orisa para agradecer el éxito de


una empresa, por ejemplo: las mujeres que han hecho buenas ventas en
el mercado, las personas que han sido bendecidas con el niño deseado,
quien ha recibido una señal especial de favor divino. El ofrecimiento se
hace en dinero, ornamentos, animales, aves o vegetales.

 Ofrecimiento de voto (EGBO EJE): frecuentemente la gente va ante el


Orisa como suplicantes a rogar por favores, en recompensa ellos hacen
la promesa de ofrecerle algo. Este tipo de sacrificio depende de la
promesa que se ha hecho, pero es fuerte la creencia yoruba de que lo
que se ha prometido debe ser cumplido o se sufrirán serias
consecuencias. Hay muchas anécdotas yoruba de personas que vivieron
bajo castigos desastrosos, porque no cumplieron sus promesas. La más
popular de estas anécdotas es la de Olurombi.

Ella quería un niño y así presentó su solicitud ante el árbol Irokó,


haciendo la promesa de que si lograba tenerlo lo ofrecería al espíritu del
árbol. La petición se hizo realidad, resultó ser un hermoso y bello niño.
Creció fuerte y muy atractivo. Olurombi recordó su promesa, pero le era
imposible sacrificar a su único y precioso hijo. Entonces se demoró
pensando que podía ser capaz de evadir de algún modo el costoso
ofrecimiento. De pronto, el día de la venganza llegó. Ella había ido al
mercado con su apuesto hijo y al atardecer, cuando regresaban a casa,
pasaron frente al árbol Irokó; sin ella advertirlo, el joven abandonó su
compañía y caminó directo al árbol. Se paró a su pie y empezó a cantar
el juramento que había hecho su madre. Mientras cantaba iba
hundiéndose en la tierra. Olurombi no ofrecía nada y todo cuanto pensó
para evadir la calamidad de perder a su hijo fue en vano, al final el
joven se hundió, desapareciendo de su vista, quedándose ella sin hijo.

 Propiciación: se le llama EBO ETUTU (el sacrificio de apaciguar, para


aplacar). Usualmente se prescribe por el oráculo para salvar la situación
durante una crisis como epidemia, hambre, sequía o enfermedad seria.

 Ofrecimiento sustituyente: es conocido como AYEPINUN, que significa


“el que altera el acuerdo”. Se ofrece en nombre del ELERE o el
EMERE, los espíritus vagantes de los niños dados a la travesura de
entrar en una mujer embarazada y nacen para morir, sólo por el placer
de la malicia. Este sacrificio es necesario también cuando la persona
está muy enferma o se encuentra en peligro de morir. Casi siempre, en
cada caso, un carnero es la víctima escogida como sustituto del hombre.

28
29

 Sacrificio ritual o de cimientos: este sacrificio es de propiciación y de


prevención. A veces se le llama A DIVONE (el que clausura las
puertas). Se hace para impedir que el mal entre a un lugar.

 Ritos del paso: este es el ritual yoruba ofrecido en todas las etapas del
desarrollo del hombre, incluye la iniciación. Existe un sacrificio regular
que es menos conocido, consiste en arrojar a cierta distancia el primer
bocado de cada comida (OWO TITA). Se considera que el bocado tirado
se dio en sacrificio a los Ancestros, los Orisas y las invisibles fuerzas
malvadas para obtener su placer y que éstas permitan que la comida baje
bien a su estómago. Es algo similar a la costumbre que vemos en
algunos lugares del Nuevo Mundo de derramar un poquito de ron
cuando se abre una botella nueva, se dice que es para el santo.

Capítulo V

MITOLOGIA

29
30

La Creación:

Cada religión tradicional tiene sus propios mitos de cómo Dios creó nuestro
universo. Cada religión tradicional tiene sus propios mitos de cómo Dios
creó al hombre. También dentro de la Religión Tradicional y/o Ancestral
Yoruba existen varias versiones, pero todas ellas contienen los mismos
elementos. Estas diferentes versiones pueden en realidad ser una simple
firma de griot, una historia contada mediante diversas formas de expresión,
donde lo más importante es el centro de la historia. La historia que
seleccionamos como representativa de La Creación y del advenimiento del
hombre es una que ha sido generalmente aceptada a lo largo de toda la
nación yoruba, aunque nos hemos tomado la libertad de abreviarla en parte.

La leyenda dice que al principio, en lo que ahora denominamos Tierra,


existía un acuoso pantano no habitable para la vida humana. Allí existían
algunas especies de animales, que vivían en el pantano, y de cuando en
cuando seres del cielo bajaban una escalera dorada para jugar. Un día
Olodumare, quien estaba profundamente enfrascado en sus pensamientos,
llamó a Obatalá, su arquitecto jefe y divinidad de más confianza, y le dio la
tarea de la creación de La Tierra como hoy nosotros la conocemos. Obatalá,
que había acudido previamente a Orunmila, jefe consejero y sabio celestial,
para ser adivinado, antes de ser llamado, conocía de la tarea por anticipado.
El oráculo avisó a Obatalá de que debía sacrificarse antes de aventurarse a
La Tierra y que debía preguntar a Olodumare los términos específicos, si
quería concluir su misión exitosamente. Aceptando esta premonición, Él le
pidió a Olodumare una gallina de cinco dedos, una paloma, una concha de
caracol conteniendo fango o lodo y alguna vegetación. Con el contenido,
cuidadosamente puesto en un saco, Obatalá descendió al acuoso pantano.

30
31

Cuando encontró un área donde reposar cómodamente, vació la suciedad


del caracol en una pila. Soltó a la gallina, quien comenzó a diseminar la
tierra, lo que cubrió un gran área. Entonces soltó a la paloma, quien dejó
caer partículas de la vegetación la cual fue plantando en varios intervalos
de tierra. Después de cuatro días, Obatalá regresó al cielo y le dijo a
Olodumare que había concluido su labor. Entonces Dios envió al camaleón
a caminar sobre La Tierra y examinar el trabajo que Obatalá había
desarrollado. El camaleón regresó donde Olodumare y le dijo “Ife”
(suficiente). El camaleón también le informó que La Tierra aún no estaba lo
suficientemente seca y lista para ser habitada. Olodumare le pidió entonces
a Obatalá que regresara de nuevo a La Tierra. Pero esta vez le entregó las
semillas de algunos árboles para que fuesen plantados y éstos son ahora
sagrados para los yorubas. Los árboles en cuestión fueron el “Igbe”, “Ope”,
“Dodo”, “Iroko”, “Peregun” y “Ayan”.

Cuando Obatalá se estableció en La Tierra, al sitio que Él habitó le llamó


Ilé-Ifé, el cual se convirtió en la capital de yoruba, y en el lugar donde el
hombre existió por primera vez. Obatalá regresó al cielo después de plantar
los árboles y pidió a Olodumare que hiciera llover sobre La Tierra, lo cual
Él hizo.

Nuestros mayores nos cuentan que a Obatalá le fue asignada una segunda
misión por el Todopoderoso, la cual consistió en darle forma a la vida
racional que eventualmente pudiera habitar en La Tierra. Las instrucciones
específicas de Obatalá fueron para crear el ser físico. Obatalá pìdió una vez
más la ayuda de Orunmila, y esta vez preguntó a nuestro Padre cuál era la
forma más adecuada para moldear a las criaturas. Fue orientado por el
oráculo que las criaturas debían pertenecer a una raza, la raza humana, y
que la misma pudiese reproducirse. El oráculo describió los órganos de
reproducción que debían crearse. Obatalá fue avisado de que debía hacer
sacrificio para obtener éxito. Se dice que debido a su ansiedad y entusiasmo
por comenzar este nuevo proyecto, a Obatalá se le olvidó hacer sacrificio.

Obatalá pidió a Olorun la mejor arcilla, y Dios le instruyó que debía volver
al cielo cuando la obra estuviese finalizada y que esta vez le daría vida a las
formas humanas, dándole al hombre “Asé”, y otros atributos, incluyendo el
libre albedrío, para que pudiera sostener el hombre una vida limitada en la
tierra, después de la cual los hombres debían volver a casa, a Orun (el
cielo).

Obatalá enérgicamente comenzó su labor, moldeando al hombre primero


con un órgano masculino y a la mujer después, dándole sus pechos y sus
órganos reproductores que les permitieran la procreación de la raza

31
32

humana. Después de varios días de continua labor, Obatalá comenzó a


tomar vino de palma para apagar su sed y pronto estuvo intoxicado. Con
sus ojos medio cerrados y sus sentidos minimizados por la fatiga y el vino,
Él valientemente luchó por terminar su labor, pero desgraciadamente, las
formas eran ahora deformes e irregulares.

Nuestro folklore dice que Oduduwa, quien después se convirtió en


progenitor de Yoruba, vino a través de Obatalá en su estupor y decidió
finalizar la labor. Cuando el trabajo estuvo finalmente completo, todas las
divinidades se reunieron para testificar la creación del hombre. Olodumare
llegó y pidió a las divinidades que se cubrieran los ojos para darle vida al
hombre. Todas lo hicieron excepto Orunmila, quien fue elegido para ser
testigo del destino del hombre.

Olodumare entonces respiró vida dentro de las formas y algunas vinieron a


la vida con deformidades. Olodumare en su infinita sabiduría cargó a
Obatalá, el arquitecto del hombre, con ser el patrón de los lisiados, los
jorobados, los ciegos, los albinos, enanos y todos los otros que pudieran
estar afligidos por alguna deformidad física en cualquiera de sus
manifestaciones. Él también dijo,; “de ahora en adelante será tabú para
Obatalá tomar de espíritus fuertes”.

Poco tiempo después, Olodumare informó a sus divinidades que debían


viajar hacia la tierra y establecerse allí. Eventualmente les fue dicho que
debían cohabitar este planeta conjuntamente con el hombre. Obatalá fue
nuevamente elegido para gobernar a los hombres y a las divinidades en La
Tierra. Olodumare también envió a Orunmila para darle información,
consejo y guía a Obatalá, las divinidades y el ser humano.

La primera habitación de La Tierra:

La historia del primer intento de Dios por poblar La Tierra ya ha sido


contada. Es una historia que se mantiene en un profundo secreto. Podemos
encontrar que aún hoy en día, los babalawos, sacerdotes de Orunmila,
hablan sobre estos temas en un susurro. Nosotros hemos sido avisados de
que nunca debemos revelar o escribir el nombre de las primeras divinidades
que desobedecieron a Olodumare, ya que algunos hombres de mala
naturaleza, las invocaron para alterar y destruir la magnifica vida que
existía. Unos pocos escritores con acceso a sacerdotes de Ifá han escrito
alguna información sobre la desobediencia de estas divinidades, pero
ninguno de ellos conoce o puede imaginar el fondo, no las consecuencias
de su acto. Es a través de este guardado conjunto de eventos, que los

32
33

poderes místicos dados por Dios a los seres sobrenaturales armados con el
regalo del libre albedrío abordaron el propósito de Olodumare y finalmente
dividieron sus fuerzas en campos opuestos. Este caos y desarmonía
dificultó el alineamiento de La Naturaleza. Fue a través de este conjunto de
eventos que un peligroso mundo para el hombre fue creado y su viaje a
través de él fue hecho peligroso. De acuerdo con la leyenda de Ifá de
Benin, doscientas divinidades viajaron del cielo a La Tierra, lo cual fue
llamado Divinósfera.

Antes de dejar el cielo, Olodumare les dio a ellas las siguientes reglas, a las
cuales debían atenerse:
- No ir en contra de mis directivas porque no estoy físicamente presente.
- No olvidar que toda La Creación debe responder a mi.
- No hacer a otros lo que ustedes no quieran que les hagan a ustedes.
- No matar.
- No robar.
- No mentir.
- No tomar venganza contra algún otro.

A medida que el tiempo corría, los conflictos se presentaban entre las


divinidades. Estos conflictos no eran siempre amigables. Llegó un
momento en que muchas de las divinidades fueron contra la carta de
instrucciones de Dios. Ambos, Obatalá y Orunmila, sintieron que la
situación se escapaba de sus manos, y después de algunas discusiones entre
ellos, decidieron que Obatalá debería regresar al cielo y hacer un reporte de
cuanto estaba sucediendo. Obatalá retornó al cielo y contó a Olodumare
sobre los problemas en la Divinósfera. Después de escuchar el reporte de
Obatalá, Olodumare envió a “Elenini” (El Obstáculo), una de las
divinidades más poderosas, a verificar el relato de Obatalá. Al llegar a la
Divinósfera, Él vio el comportamiento de la divinidades. No solo verificó
lo que contó Obatalá sino que regresó asustado de que las divinidades
pudiesen terminar en una guerra entre ellas.

Con Obatalá ausente la situación había empeorado. La vida se hacía


intolerable, ya que nada podía desarrollarse sin la cooperación de los otros.
Ellos decidieron que debían pedir una audiencia con Olodumare. Ellos
pedirían la autoridad divina (el Asé), con la cual ellos pudieran encausar el
advenimiento de las cosas. También pedirían a Olodumare que permitiera
al hombre venir a La Tierra a servirles. Uno por uno ellos regresaron al
cielo y dejaron La Tierra.

Una vez en el cielo, ellos pidieron estos favores a Olodumare, quien se los
concedió. Él les recordó nuevamente que ese era el código de conducta que

33
34

ellos debían seguir y que debían atenerse a ese código. Él habló con voz
muy fuerte cuando dijo: “El fallar en atenerse a mis reglas les ha causado
sufrir mi cólera”. La mayoría de las divinidades quedó satisfecha con los
resultados de esta reunión y estaban listas a regresar a La Tierra. Pero a
algunas las advertencias de Olodumare les entraron por un oído y le
salieron por el otro. Solo Esu estaba disgustado. Él sentía que las
divinidades debían tener ese poder de “Asé”, pero aquello debía de ser una
dispensa. Él explicó sus razones a las divinidades, pero no le quisieron
escuchar, entonces Él le planteó el caso a Olodumare, quien no estuvo de
acuerdo. Él sintió que aquel no era el tiempo de aprovechar su poder
místico. Esu derrotado, hizo voto de crear dificultades a cualquier divinidad
que no le pidiera su apoyo en cualquiera de sus tentativas.

Las divinidades regresaron a La Tierra con sus seguidores, pero la situación


no mejoró. Cada vez se ponía peor. Se hacían complots contra Obatalá y
contra Orunmila. Talmente parecía que La Tierra entera era un campo de
batalla por una parte u otra. Era claramente obvio que las divinidades
estaban inadecuadamente preparadas para enfrentarse a los problemas de
supervivencia de La Tierra.

Esto disgustó mucho a Olodumare y ordenó a Ikú (La Muerte), que viniera
a La Tierra. Su misión era hacer regresar a aquellos quienes fueran
responsables del conflicto. La Muerte no tuvo éxito en su misión, ya que
estaba autorizado para hacer regresar a los seguidores de las divinidades
pero no a las mismas divinidades. Con sus seguidores destruidos por La
Muerte, las divinidades descubrieron que no podían desplegar su máximo
potencial.

En ese momento La Muerte había roto la columna vertebral de las


divinidades negativas, quienes por ese tiempo ignoraban totalmente las
leyes del cielo. Seguidamente Olodumare decidió enviar el Infortunio para
separar las divinidades obedientes de las desobedientes. El Infortnio
apareció en La Tierra con una estrella roja que descendió desde el cielo. Él
visitó a cada una de las divinidades y a aquellas que encontró violando las
leyes de Olodumare, las convirtió en una hoja y las echó en su bolsa.

Al tercer día Él visitó a Obatalá y a Orunmila y les contó lo impresionado


que estaba de las divinidades desobedientes. Él les dijo que Olodumare no
había diseñado el mundo para ser una vergüenza del bienestar de la imagen
y reflexión de Dios y que éste podía destruir el mundo antes de permitir
que continuara existiendo de aquella manera. Cuando le preguntaron al
Infortunio qué había hecho con las divinidades descarriadas, Él respondió:
“Yo no tengo el poder de destruirlas, por lo que las he apresado por toda la

34
35

eternidad, a no ser que Olodumare decida lo contrario”. Obatalá le pidió


entonces al mensajero de Olorun, que fuera paciente y benevolente y que
no fuera tan frío. Le explicó que esas divinidades erradas necesitaban un
poquito más de tiempo para sentar la cabeza. El Infortunio sonrió y le dio
su bolsa a Obatalá, la cual contenía todas las divinidades erradas y le dijo:
“Estuve hecho para comprender que este es tu dominio, así que estos son
tus cargos. Si tú los liberas tú deberás afrontar las consecuencias de tus
actos. Debes saber que Olodumare no está contento”. Y con estas palabras
Ël desapareció en un pestañazo a reportar al cielo.

Después de algunas horas, Obatalá liberó a las divinidades prisioneras, solo


para descubrir que estaba cometiendo un gran error, Las divinidades
mostraron hostilidad y enfado contra Obatalá, quien ellas pensaban que
había conspirado con el Infortunio para capturarlas. En lugar de agradecer
y elogiar a Obatalá, le profirieron abusos y trataron de destruirlo.

Las divinidades erradas declararon entonces una guerra abierta a las


divinidades obedientes, con lo cual dejaron claro en el acto, que iban
claramente en contra de las leyes de Dios. Olodumate entonces dijo: “¡No
más! ¡Es suficiente!”. Envió a Esu a decirle a las divinidades obedientes
que subieran a la cima de una palmera que sorpresivamente apareció frente
a la casa de Obatalá. Cuando estuvieron todas en la cima de la palmera,
fueron succionadas por el cielo. Olodumare entonces desató una terrible
lluvia día tras día sobre La Tierra, para anegarla y destruir el mundo.

Ese fue el final de la Divinósfera y del primer intento de habitar La Tierra.


La leyenda dice que la ira de Olodumare destruyó a las divinidades
desobedientes y a sus seguidores, pero su esencia sobrevivió. Y, es a partir
de esta indestructible energía negativa, que se formaron las primeras
fuerzas del mal.

La segunda habitación de la Tierra:

La leyenda dice que Olodumare dejó pasar siete generaciones antes de


considerar una segunda habitación de la Tierra. Después de haberlo
considerado, Él llamó a Ogún quien también era conocido como Alagbede
en el cielo, con Su propósito. Ogún era uno de los supervivientes de la
primera habitación y era conocido como el ingeniero divino. Parecía
racional que Él fuera el primero en preparar el camino para los otros. Ogún
aceptó y entonces fue conocido también como el Encontrador de Caminos
del universo.

35
36

Ogún había sido advertido por Orunmila de que debía hacer sacrificio, pero
no lo había hecho. Él y doscientos seres humanos (hombres y mujeres),
salieron en su expedición sin consultar a nadie en el cielo. Ogún presintió
que podía utilizar la misma estrategia que había usado en la guerra, era
fundar una colonia en la Tierra. Él era fuerte, poderoso. Nunca había
perdido una batalla y podía fácilmente tener éxito en esta misión.

Ogún y su expedición cruzaron exitosamente las siete colinas salientes


antes de entrar en la zona gris que marcaba el comienzo del límite de la
Tierra. Era la casa de los Abikús. Ellos no se quedaban atrás, pero se
movían dentro de la zona oscura (Erebus), donde no llegan los rayos del
sol. Ogún movía a su gente rápidamente, con destreza y autoridad, y pronto
entraron en la Tierra.

Llegaron a la Tierra a mediodía e inmediatamente comenzaron a levantar


refugios y cortar caminos. Trabajaron incesantemente hasta desfallecer,
antes de tomar un descanso. Estaban hambrientos y sedientos. Le
preguntaron a Ogún qué había allí para comer y Él les contestó que
comieran ramas y gajos del monte. Todos los 200 mortales comieron del
contenido de sus corazones. Y, en 14 días Ogún perdió más de la mitad de
su original grupo por inanición. El vigésimo primer día Él regresó al cielo
con un puñado de supervivientes derrotados.

Pasó algún tiempo antes de que Olodumare le pidiera a Olokun, la


divinidad hermafrodítica del agua, que aceptara el desafío de asentarse en
la Tierra. (Algunas referencias sobre Olokun son como “Él” y otras como
“Ella”, pero aquí la trataremos en su aspecto femenino). Ella también
obtuvo 200 humanos para que la acompañaran en la travesía. También,
como Ogún, no escuchó a Orunmila cuando le dijo que debía hacer
sacrificio antes de partir si quería tener éxito en su labor.

Olokun igualmente partió sin tener la preparación adecuada para conducir a


su gente y establecerse en la Tierra, ellos también estuvieron hambrientos y
pidieron comida. Olokun les dio agua para tomar, pero no tenía sustancias
nutritivas que los mantuviesen vivos. Ellos también murieron de hambre y
Olokun regresó al cielo derrotada.

Olodumare pidió a su mayor divinidad Obatalá, que hiciera otro intento de


establecerse en la Tierra, esta vez sin divinidades. Obatalá fue a registrarse
y Orunmila le dijo que para tener éxito debía hacer sacrificio. Él debía
también pedir prestado a Orunmila su bolsa divina (Apo Ifá), y llenarla con
muestras de todos los alimentos, animales, pájaros, reptiles y plantas que
estuvieran disponibles en el cielo. La bolsa de Orunmila era mágica ya que

36
37

podía contener cualquier cosa que se le pusiera dentro, livianamente, y


producía cualquier cosa que se le demandara.

Orunmila le dijo a Obatalá que pidiera apoyo a Esu para su aventura.


Obatalá hizo como Él le había dicho y salió en su expedición con 200
humanos. Él declinó sin embargo el buscar consejos de Ogún y Olokun,
quienes habían fracasado en sus intentos anteriores de colonizar la Tierra.

Esu no perdió tiempo para irse a burlar de Ogún y Olokun. Les dijo que
Obatalá había partido hacia la Tierra, pero antes había hecho sacrificio
como le dijeron los ancianos, y que había pedido el apoyo de Esu en este
proyecto, y que seguramente triunfaría. Él les dijo que ellos habían fallado
porque no habían hecho sacrificio y no le habían pedido su apoyo.

Ambos, Ogún y Olokun, respondieron con ira y envidia. Esta ira y envidia
no era directamente contra Esu, quien se había ido a burlar de ellos, era
contra Obatalá.

Ogún causó un espeso bosque para bloquear el camino que Él


primeramente había hecho hasta el mundo. Al llegar a este punto Obatalá y
sus seguidores no podían continuar, ya que ellos no contaban con las
herramientas necesarias para aclarar aquella espesura del bosque, entonces
Obatalá mandó buscar a Ogún para que le ayudara. Ogún apareció y riñó a
Obatalá por no haberle consultado antes de marcharse hacia el mundo.
Obatalá inmediatamente se disculpó por no haber ido a donde estaba Ogún
personalmente, pero le explicó que le había pedido a Esu que le informara
de su próximo viaje. Algo se apaciguó porque Él recordó que Esu había ido
a informarle, disculpó a Obatalá y aclaró la ruta que previamente había
bloqueado. Con el bosque aclarado Obatalá continuó su viaje con sus
seguidores.

Antes de llegar al Erebus, límite entre el cielo y la Tierra, Olokun había


creado un largo río para bloquear el camino que previamente había sido
construido por Ogún para llegar al mundo. Cuando Obatalá y sus
seguidores llegaron a la orilla del río, no pudieron proseguir y Obatalá
mandó a buscar a Olokun para que le asistiera. Olokun también cuestionó a
Obatalá el por qué partió en su viaje hacia el mundo sin consultarle.
Nuevamente Obatalá se disculpó con Olokun y le explicó que había
mandado a Esu a que le informara de su viaje y salida. Olokun recordó que
Esu, entre sus burlas, le había informado de la salida de Obatalá, e
inmediatamente le disculpó. Olokun instantáneamente secó el río para
Obatalá, lo cual le permitió seguir su camino hacia el mundo. Obatalá no
perdió más tiempo antes de entrar al mundo.

37
38

Obatalá coloniza la Tierra:

Obatalá y sus seguidores llegaron al mundo, justo por la salida de Ilé Ifé, en
un punto entre el bosque y una exuberante sabana. Obatalá rápidamente
pidió a sus seguidores construir refugios desmontables para ellos mismos,
mientras Él afanosamente plantaba las semillas (arroz, maíz, ñame, llanten,
coco y una variedad de frutas), que traía del cielo. Cuando estuvieron
plantadas, Esu intervino y con su magia las hizo crecer y dar frutos el
mismo día. A la mañana siguientes los cultivos tenían sus cosechas listas.
Los pájaros y animales que habían traído del cielo se habían multiplicado y
estaban listos para ser cazados.

Los seguidores de Obatalá se reunieron esa mañana y le preguntaron por


comida para comer. Él les dijo que fueran a la sabana, la cual ahora era una
huerta. Les instruyó que recogieran las cosechas que ya estaban listas y que
solo cazaran aquellos animales que fuesen necesarios para comer en ese
momento. Los seguidores recogieron los cultivos e hicieron un gran
banquete.

Con una población relativamente feliz y estable sobre la Tierra, Obatalá


volvió a Orun para explicarle su labor a Olodumare. Las noticias de su
éxito impresionaron gratamente a las otras divinidades y más de 400 de
ellas con sus seguidores, ahora deseaban visitar la Tierra y ver si ésta
podría ser su nuevo domicilio.

Antes de seguir adelante debo mencionar que los yorubas de llé Ifé relatan
la misma historia acerca del establecimiento de la Tierra, sin embargo ellos
le acreditan a Oduduwa más que a Obatalá, que fue aquel quien vino a
crear los territorios secos, a encontrar la ciudad de Ilé Ifé y a establecer las
primeras reglas de dicha ciudad. Algunos ifistas (seguidores exclusivos de
Orunmila), dicen que no fueron ni Obatalá ni Oduduwa, sino que fue
Orunmila quien estableció la Tierra.

38
39

Capítulo VI

Teología

Los secretos de la creación universal

"Cuando el sol se eclipsa en el país de Ifá


todos gritan: ¡Es la muerte, es la muerte!
Pero Ifá les responde: no se asusten, solo es la noche que llega; el sol no
muere ante los ojos de los hombres".

Ifá.

39
40

La Nada Primordial:

Antes de la materialización de la conciencia del Dios Creador nuestro


universo físico entonces era un espacio imaginario, inexistente, vacío e
infinitamente subjetivo; "La Nada Primordial", estado latente, inmaterial e
intemporal de la conciencia de Olorun. Abismo inconmensurable,
infinitamente oscuro, inanimado, quieto, imponderable, imperceptible y
terriblemente silencioso. Reino inmaterial y solitario, pero, a la vez, fuente de
todo lo que antecede. Lo elemental, lo cierto y lo incierto, la realidad y la
irrealidad; el fértil magma de la conciencia divina. Lo no concebido, la
verdad implícita, increada e incuestionable donde dormitaba eternamente La
Causa de todos los efectos.

Lo inconcebible, irracional e incoherente. El caos del silencio y la armonía, el


equilibrio perfecto entre el todo y la nada. Lo que no se percibe pero que
subyace con todo su poder generatriz sobre todo lo inexistente. El espacio
eterno, virgen y vital que aguarda por un nuevo despertar de la conciencia
divina subyacente en él. Estadio sin cuerpo y sin dimensiones del origen de
los orígenes a la espera del inicio de nuevos tiempos no dimensionales,
aguardando pacientemente por la energización de la supraconciencia
implícita en su invisible e impalpable espesura donde el espacio y el tiempo
se funden en una unión majestuosa y divina, careciendo de sentido racional.

Manifestación elemental, primera e impersonal del Ente Divino, cuerpo


etéreo de su condición sublime e inmaterial. Fuente del pasado, el presente y
el futuro. Lugar increado donde el todo es posible por obra y gracia de una
voluntad sublime e infinita que llena todo el espacio inhabitado y espeso de
inmateria. Morada eterna del Ser Supremo cuya presencia invisible forma el
cuerpo impalpable en ese reino silencioso, causa de La Nada y del Todo.

Estado de reposo eterno del Señor del universo. Lecho incorpóreo de su


sueño y despertar perpetuos. Simiente de la vida. Reino de las gestaciones y
la purificación. Retorno de todo principio. Imperio de los ciclos y principio y

40
41

fin del sueño sagrado. Estado invisible del monarca absoluto de un espacio
cósmico fundido en el propio cuerpo intemporal e inmaterial de aquel que lo
habita de forma perenne.

Materialización de la conciencia de Dios:

Desde la tenebrosa quietud de "La Nada Primordial", precediendo su


despertar como una gigantesca explosión, La Divinidad dio inicio al proceso
materializador de su propia conciencia, vivificando su voluntad y colmando
el universo de fluidos, energías, fuerzas y movimientos en todas direcciones.
De repente todo quedó iluminado, se hizo la luz en todo el espacio
conceptual, y ella se hizo forma perceptiva e imperceptiva en todo el cosmos
y su vigorosa radiación inundó gran parte de aquel espacio inconmensurable.
Inició así el ciclo de una renovada y activa existencia, el principio del final de
un nuevo proceso en su incesante y divina creación.

Sus emanaciones fluídicas fueron asumiendo múltiples formas colmando de


acción y eternos movimientos a la materia nacida
de su voluntad, culminando así el proceso de su sagrada y subliminal
metamorfosis en universo cósmico y de sensaciones.

En medio de aquel contexto carente de tiempo y espacio surgía "El de las


muchas figuras", "El de los mil nombres", "El Padre y Madre de La
Creación", "El que hace y deshace", "El que vino de la no existencia", "El
Eterno"..."El increado"..."El inmaterial del que emana toda materia
conocida". Entonces para el futuro en gestación, en este acto nació la
materialización del fluido y la energía vital generada por la Divina
Conciencia.

Olorun no fue creado, porque no existe un "antes sin Él" en nuestro universo.
Y, lo que existe después del Omnipotente, volverá inexorablemente al ciclo
de las transformaciones perpetuas por obra y gracia de Su voluntad que, es
Ley Divina.

A Él, al Omnipotente y Supremo Dios del Universo, a la andrógina Divinidad


Creadora de cuanto existe, aunque nombre no precise para identificarle por su
grandeza, los yorubas le bautizaron, entre otros, con los principales
calificativos masculinos "Olorun u Olodumare", a pesar de que éstos
conocían la naturaleza asexual del Dios. También en los muchos Mundos de
Su Creación ha sido, es y será aclamado por otras criaturas (nuestros
hermanos universales), de diversas maneras.

41
42

Creación del Universo:

Convertido Olorun en forma activa inmaterial, quintaescencia de todas las


fuerzas y elementos, en lo vital y generador de todo lo porvenir, separó
cuidadosamente el espacio destinado al nuevo universo, del que correspondía
a la infinita "Nada Primordial". Decidió que el primero sería el objeto de su
nueva obra y, el segundo, la eterna capa envolvente y protectora de éste; lugar
de las regeneraciones, de las simientes, de los ciclos, de la eternidad de la
existencia. Reino de los equilibrios, final de las etapas y morada sagrada del
bien y la Justicia Divina. Jardín de su paraíso y, a la vez, imperio de las
transformaciones eternas.

Creó el "Elemento Fundamental" que constituiría la base material de toda su


obra. Estableció sus combinaciones, ciclos, estructuras, normas de
comportamiento y propiedades de su naturaleza interna y externa. Aportó las
fuerzas y energías perpetuas que originarían los permanentes movimientos a
la base material creada, las cuales constituirían el centro vital de la vida
interna de ésta. Estructuró las Leyes Sagradas y Eternas, regidoras de toda Su
Obra.

Estableció que el "Elemento Fundamental" sería inmortal; éste no conocería


la inexistencia en el espacio vital recién concebido del cual formaba parte por
sí mismo. Este "Elemento Fundamental" cumpliría eternamente sus Leyes
Sagradas, transformándose hasta el límite de los tiempos en una u otra de las
formas. Sería inmune a la destrucción en el espacio universal y su energía
vital solo podría ser anulada por la capa envolvente representada por "La
Nada Primordial", lugar último, final obligatorio de los ciclos existenciales,
reino del renacimiento y la muerte. Punto de partida y retorno del todo y la
nada.

Continuó la obra creando Los Mundos del espacio cósmico, separando cada
vez más a éstos de las letales fronteras de La Nada Primordial. Emergieron a
la realidad temporal todas las formas de materia acompañadas de sus eternos
movimientos y fuerzas. Bastó tan solo su voluntad y suprema inteligencia
para que todo aquel caos comenzara a organizarse en mundos flotantes y
diferentes; en fuerzas, formas, energías y fluidos. Como consecuencia de ello
se consolidó la materia visible e invisible, perceptible e imperceptible para las
criaturas de la humanidad por venir. Los Mundos recién creados quedaron
integrados al cuerpo del Todo Universal iniciando su imperecedera carrera
espacial hacia la meta situada en los confines del medidor de la vida de todos
los procesos universales; el tiempo.

42
43

Nacimiento de los Orisas o deidades:

Cuando Olorun vió que todo se cumplía según su divina voluntad, concibió
entonces lo más relevante de toda su obra; La Naturaleza y sus Elementos
con sus respectivas formas, propiedades y Leyes Inviolables.

Creó los Irumalés (los dieciocho primeros Orisas) como las entidades o
inteligencias superiores que regirían Los Elementos o Fuerzas de la
Naturaleza así como los guardianes y máximos rectores de toda la obra
divina. A cada uno le asignó una responsabilidad y misión determinada
dentro del recién creado espacio cósmico vital, de manera que éstos quedaran
por siempre encargados de velar por el inexorable cumplimiento de las Leyes
Divinas y de garantizar estrictamente la armonía universal de las formas
creadas de la materia. Les otorgó vida propia y poderes extraordinarios para
que hicieran cumplir todos sus mandatos, motivo por el cual, a todos les
consideró como a sus hijos y mensajeros llamados a convertirse en las
deidades u Orisas de la futura humanidad universal, las cuales a su vez, serían
andróginas como su Creador. Entre las divinidades (incluyendo al propio
Olorun), los atributos de la masculinidad y la feminidad podrían ser
cualidades comunes a sus respectivas individualidades, razón por la cual, el
género en cuestión, no resultaría en un elemento identificativo en éstas.

Entonces por vez primera El Padre y Madre de La Creación dirigió sus


elocuentes palabras de conciencia a las recién creadas entidades:

<<Ustedes, han sido creados por mi voluntad y decreto, por ello son los hijos
preferidos de mi creación. Serán los encargados de mantener el equilibrio y el
balance universal de toda mi obra. Cumplirán y harán cumplir estrictamente
mis leyes y las criaturas que serán después de vosotros acatarán éstas porque
son las leyes que expresan mi voluntad. Les he dado vida eterna y superior a
las de las demás almas que vendrán, para que preserven y den continuidad a
una parte muy importante de mi obra en este espacio vital del Universo. De
vuestra labor dependerá en gran medida el éxito de este nuevo ciclo
existencial y la llegada, más temprana o más tardía del límite de los tiempos,
lo que representa el retorno de todo lo hecho al centro de "La Nada
Primordial", lugar donde todo -incluso, ustedes mismos-, termina para volver
a comenzar un nuevo y mejor período de existencia...si así lo considero
oportuno. Por lo tanto, de vosotros mucho dependerá que "La Nada
Primordial", mi conciencia y mi voluntad, caigan o no, trayendo el caos y la
destrucción, sobre esta nueva obra que les entregaré más temprano que tarde,
una vez concluida>>.

43
44

Luego procedió Olodumare a la conclusión de su trabajo creativo terminando


de llenar todo el espacio cósmico de elementos y formas visibles e invisibles,
llamando a todo ello, vida en incesante movimiento. Así se consolidaron Los
Mundos y se establecieron las distancias y el paso del tiempo. Nació el
crecimiento continuo del Universo en pos de la letal frontera que marca los
límites entre "El Espacio Vital" y "La Nada Primordial", punto de rechazo e
inversión de las progresiones de la vida; letal momento del recogimiento y la
contracción universal donde la realidad se invierte para volver a su punto de
partida. Nacieron entonces el resto de los Orisas.

Se confirmó la misión intermediaria de los Irumalés como encargados


directos de los avatares cotidianos de la creación, y la responsabilidad de
éstos por evitar la aproximación del Universo en permanente movimiento a
los confines del reino de la destrucción y el caos de "La Nada Primordial",
sin antes haber logrado el perfeccionamiento de lo creado en concordancia
con los dictados del Padre Supremo.

Por la autoridad y el poder concedido a los Orisas, y dado que éstos serían su
máxima representación en Los Mundos, Olorun decretó que éstos serían
objeto de ferviente adoración y respeto, por parte de las futuras criaturas que
vendrían a poblar el Universo. Así se decretó, desde el principio de los
tiempos, la adoración a todas las deidades.

A la armonía eterna entre los Orisas y el resto de la obra, el Padre de La


Creación le llamó "Ley del Equilibrio Divino", por esa causa aquellos y toda
criatura por venir, a partir de esos momentos, reconocerían la vida hasta en
las aparentes formas muertas de la materia, porque lo que Él creó viviría
hasta el final de los tiempos. Se confirmaba entonces el nacimiento de la
inmortalidad de las formas y los fluidos y, el inicio de los ciclos de las
transformaciones eternas de la materia.

Cuando consideró gran parte de la obra concluida, El Señor de Los Cielos,


con su voz de conciencia se dirigió nuevamente a sus divinos hijos:

Los espíritus, almas o entes primordiales:

<<He aquí mi obra prácticamente terminada... Las Leyes están. Los Mundos
y los espacios están. Ustedes, las entidades que reinarán en La Naturaleza y
en los avatares de la vida, también están. La luz y la oscuridad, están. La
materia en todas sus formas y estados, está. El eterno movimiento, las
fuerzas, energías y fluidos, estas últimas como formas de la materia etérea,
están. No hay nada inanimado en mi obra. Lo visible y lo invisible, está. Lo

44
45

sensible y lo insensible, está. Todo está hecho para que ustedes comiencen su
labor>>.

<<...En Los Mundos, las simientes de la vida, están plantadas por mí. Todo lo
necesario para el nacimiento y desarrollo de esa vida que poblará en diversos
cuerpos y formas Los Mundos, está. Los Elemís (las Almas o Entes Vitales)
que deberán ocupar su lugar en el interior de cada criatura inteligente que
poblará el Universo, está, y la multiplicaré tantas veces como sea necesario
para satisfacer las necesidades del crecimiento y multiplicación de las formas
corporales animadas>>.
<<...En Los Mundos de mi creación existirán legiones de cuerpos quietos, de
apariencia inerte e inanimada, y también múltiples especies de plantas y
animales integrados de materia blanda y etérea. Cada criatura dispondrá de
un cuerpo y configuración diferente a las de las otras especies y éstos en un
principio serán conformados por ustedes mismos a su libre albedrío. Después,
los mismos cuerpos animalizados de esas criaturas engendrarán a otros sin
necesidad de vuestra participación, pero para que todo ello sea posible,
vosotros tendrán que conjugar siempre, alma y materia, para que obtengan lo
vital y animado. Siempre necesitarán de los Elemís, en sus respectivos
estados de perfeccionamiento, para que energizen, animen y doten de la
inteligencia a esas criaturas dándoles sentido de vida propia, tanto interna
como externa. Sin embargo, esas Almas o Entes Vitales formarán parte de mi
incesante creación y ustedes tendrán jurisdicción limitada sobre ellas>>.

<<...Entonces digo que, en todo cuanto he hecho podrá o no, morar un Alma
o Ente Vital que será reconocido por ustedes como la energía o fluido vital
inteligente que le anime, y éste, ha sido creado por mí con capacidad para las
muchas mutaciones, el desarrollo de la razón, la inteligencia y el
discernimiento. En los cuerpos de la materia inerte ocasionalmente podrán
residir algunos Elemís, pero éstos aún no tendrán desarrollado el poder del
pensamiento y la razón lógica, pero no por ello se verán disminuidas sus
capacidades para influir fluídicamente en sus respectivos espacios
circundantes. Sin embargo, a partir de ese particular estadío de existencia en
el interior de la materia quieta, estos Entes Vitales irán habitando
progresivamente otras materias hasta alcanzar las formas blandas,
animalizando éstas según los diversos grados de perfeccionamiento
alcanzados por sus respectivas inteligencias. Pero también en esas materias
inertes podrán residir temporalmente emanaciones de ustedes los Orisas, así
como las de otras Almas que en sus estados de erraticidad en los intervalos de
convivencia entre cuerpos y cuerpos, descansen temporalmente en ellas sus
formas etéreas>>.

45
46

<<...Ahora, en el universo que pongo a vuestra disposición están las primeras


Almas...habitan y flotan ahí a la espera de vuestro trabajo. Ellas y vosotros
han nacido de mí, son parte de mi obra indestructible e imperecedera. Y
aquellas tienen la sagrada misión de transformar, enriquecer y perfeccionar
permanentemente la materia y las formas donde residirán, cambiando
incesantemente sus moradas materiales hasta el fin de los tiempos, y en ello,
contribuirán al perfeccionamiento de sus propios estados subliminales de
conciencia>>.

<<...Corresponde a ustedes llenar el Universo de criaturas animadas con sus


respectivas formas, conformando éstas a vuestra elección y valiéndose para
ello de la materia disponible en Los Mundos. Por tanto, den ustedes las
primeras formas a las criaturas que los Elemís darán la animación que llevan
implícitos por la energía vital de mi conciencia>>.

<<...Ustedes mis hijos, no habitarán de forma similar a la de los Elemís


encargados de perfeccionar los cuerpos blandos. Como máximos
representantes de mi autoridad, responsabilizados de una parte importante de
mi obra, estarán presentes en cualesquiera de las formas existentes en Orun y
en Aiyé. Vuestro poder será grande y reconocido por los futuros pobladores
de este Universo y sus mandatos serán cumplidos, porque son mis mandatos.
A la vez, cuando así lo determinen, vosotros mismos, serán palpables,
visibles o perceptibles en sus manifestaciones materiales para todos por igual.
Sin embargo, en sus formas invisibles e intemporales, como Entidades e
Inteligencias Superiores de mi creación, sólo serán percibidos por las Almas
(encarnadas o no), de las criaturas que previamente hayan sido elegidas por
ustedes y por mí>>.

<<...Vosotros convivirán indistintamente entre las criaturas y las formas de


Los Mundos. Para ello se humanizarán y se deshumanizarán a voluntad,
habitarán como espíritus y como formas, serán materiales e inmateriales,
criaturas animadas o materia quieta y dejarán de serlo a vuestro libre
albedrío. Estarán en todas partes porque me representan a mí ante el
Universo; y las Almas o Entes Vitales que les reconozcan y veneren, me
reconocerán y me amarán a mí y por ello serán recompensadas>>.

<<...Pero mi cuerpo no será visible para los Elemís y ni tan siquiera para
vosotros mismos, porque cuando materializado me encuentre será en un
estado imperceptible para vosotros. Pero yo
estaré implícito en todo lo que existe porque todo es mi obra y detrás de ella
eternamente estaré animándola con la energía y el fluido vital originado por
la materialización de mi conciencia, sin lo cual todo lo hecho involuciona y

46
47

muere. Mi reino y morada permanente está en "La Nada Primordial", y desde


allí, permaneceré al tanto de cuanto acontezca en este Universo>>.

<<...Ni ustedes, que son el fruto de mí mismo, ni mis Almas o Entes Vitales,
estén encarnadas o no, son ni podrán ser autores de creación alguna. Lo que
existe, ya existe por mi voluntad y decreto, incluyendo a toda la materia con
sus inquebrantables leyes. Todos los que serán después de mí sólo podrán
descubrir, identificar, combinar y conformar la materia y la energía que sólo
yo aporto al Universo, y ello les conducirá siempre a resultados
preconcebidos por mí. Por lo tanto a partir de mi no se producirá creación, en
su lugar sólo habrá sitio para el descubrimiento de los misterios que por mi
voluntad subyacen en Los Mundos para medir el desarrollo de la inteligencia
de las criaturas de mi creación. El que es un verdadero creador lo crea y lo
aporta todo a su creación, incluyendo en ello la propia inteligencia, la
materia, las leyes del comportamiento material y espiritual y, la energía
fluídica o vital. Pero cuando alguno de estos ingredientes depende de otro
supuesto creador, entonces el primero no es más que un inteligente trabajador
y, tal es vuestra condición al dar las formas a las criaturas. En este Universo
solo existo Yo como creador que crea y aporta todo a su obra, porque si otro
fuese capaz de hacer lo mismo, entonces Yo no fuera vuestro Dios>>.

<<...Como consecuencia de ello también corresponderá a los Elemís buscar


incesantemente la perfección de sus respectivas inteligencias, descubriendo,
transformando, estructurando y purificando incesantemente las materias que
están a su disposición, para hacer de este espacio vital un lugar cada vez más
equilibrado y armónico, bajo la custodia y cuidado de ustedes>>.

<<...La mayoría de las formas animadas de la materia blanda y etérea


indistintamente serán machos y hembras, complementos el uno del otro y
llevarán consigo la vital simiente que les proporcionaré para su crecimiento,
desarrollo y multiplicación, cumpliéndose estrictamente así el orden previsto
por mí. Esas propiedades en todos sus grados e intensidades las transmitirán
cada vez más perfeccionadas a las demás formas que surjan de ellas. Por
tanto, en todo el Universo prevalecerán eternamente en muchas criaturas los
principios masculino y femenino, ambos de carácter opuesto y
complementario, de cuya unión siempre surgirán las formas nuevas con
virtudes mejoradas por la gracia de mi Ley...Y ello, conllevará a que existan
Espíritus perfeccionados y menos perfeccionados, maduros e inmaduros,
garantizándose así la continuidad de mi obra hasta el final de los tiempos>>.

<<...Por sobre todos ustedes, por sobre todas las Almas, por sobre todo lo
nacido de mi creación, habrá siempre una fuerza, fluido o energía invisible
procedente de la fuente inagotable de la energización de mi conciencia que lo

47
48

animará todo en este Universo y todos los espacios estarán saturados de ese
fluido y, éste será la fuente de la vida del Todo Cósmico. La supervivencia de
mi obra estará sujeta a la armonía y el equilibrio que se logre entre el Todo
Universal y ese fluido presente, el cual será como una luz invisible que
llegará a todas partes activando y vitalizando el cuerpo del Universo, del cual,
cada elemento existente es parte integral. Por esta razón en la naturaleza
interna de cada elemento material, animado o no, habitarán fuerzas que
sostendrán sus estructuras, transformarán sus cuerpos, influirán en su entorno
espacial y serán susceptibles de ser limitadamente controladas por los seres
humanos en la medida en que las respectivas inteligencias de éstos alcancen
nuevos grados de perfeccionamiento>>.

Así, por obra y gracia de Olorun, culminaba el proceso creativo de las


primeras formas y estados de la materia, Las Almas o Entes Vitales (Elemís),
las leyes rectoras universales, los elementos de La Naturaleza y las propias
deidades (Irumalés e Imalés), que regirían el espacio vital. En Los Mundos
nacieron los mares, los ríos, las montañas, los valles, los desiertos, las plantas
y animales de todas las especies. Nacieron los cielos y las superficies de todo
tipo. Nació el tiempo para medir las relaciones entre los procesos y las
formas creadas.

Los Orisas se fueron haciendo del control del Universo mientras El Padre de
La Creación todo lo contemplaba satisfecho desde su eterna morada de "La
Nada Primordial", allá desde los confines de Orun. A partir de entonces, Él
celosamente fiscalizaría hasta el final de los tiempos el devenir de su obra.

Entretanto, otra vez sentenció;

<<A partir de ahora las criaturas que vendrán después de vosotros,


universalmente me percibirán y reconocerán en cada momento y espacio de
sus existencias al contemplar mis obras. A ustedes, mis primogénitos,
también les respetarán y reconocerán como sus deidades más cercanas,
porque vosotros sois mis enviados y representantes más directos en este
Universo...Ese es mi Mandato>>.

De esta manera quedó consolidado por decreto el respeto, la adoración y la


misión de cada cual en todo el espacio de la creación. Así nació lo
preconcebido y, con éste, el destino de las cosas.

48
49

Capítulo VII

Orunmila y el Corpus Ifá

“Decir mentira es un pecado, pero puede que


ello no le impida a uno convertirse en rico.
Romper promesas y juramentos es una grave falta, pero puede que
aunque alguien los rompa llegue a su vejez... Pero el día final acecha
con aspecto espantoso”.

Ifá.

49
50

Orunmila y el Corpus Ifá:

A Orunmila se le considera el Orisa de la ominsciencia y la sabiduria de la


religión y cultura yoruba. Fue Él quien desarrolló e interpretó el sistema de
veneración esotérica conocido hasta nuestros días como Ifá. Por esta causa
a Orunmila e Ifá se les relaciona como un mismo Orisa. Mediante el
estudio de la naturaleza humana y la divina, Orunmila comprendió que
existían niveles duales de potencialidad. Por él sabemos que el estudio de
los mundos de lo animado y lo inanimado, lo manifiesto y lo no manifiesto,
lo visible y lo invisible nos conduce a los conocimientos fundamentales de
la auto-ontología, y que tales conocimientos fundamentales crean la
evolución del espíritu humano, que, a su vez, estimula la acción divina, el
progreso en el mundo y la cosmología expandida.

Orunmila, es un personaje venerado al que se ha exaltado hasta el mismo


centro del origen creativo de la propia vida. Según la tradición religiosa
yoruba, se dice que Orunmila ocupa una posición muy cercana a Olorun.
Dicen que estuvo presente (en forma consciente-divina) cuando Olodumare
creó a las criaturas de los mundos de La Creación. Por eso, conoce la
verdad de todos los seres y, también, el destino de todos ellos.

De todas los Orisas yoruba, Orunmila es el más esotérico. Obra y habla,


aunque no posee forma física. No existe reflejo esculpido de Orunmila:
todo cuanto hace referencia a él ha sido expresado por medio de
instrumentos adivinatorios, utilizados por la orden sacerdotal dedicada a
sus enseñanzas. Los miembros de esta orden sacerdotal se conocen como
sacerdotes y/o sacerdotisas Ifá (babalawos e iyanifas), que significa “padre
y/o madre de los misterios”.

El origen físico de Ifá está arropado por la antigua leyenda; al respecto se


cree que nació de padres humildes en Africa Occidental. Sus paisanos le

50
51

reconocieron claramente como un niño divino, y éste, aunque pobre y


lisiado, mostró desde el principio su sabiduría y atributos divinos. Ifá fue
creciendo hasta que se le conoció como “el hombrecillo de la cabeza
grande”. Su gran inteligencia suplantó a todas las enseñanzas conocidas y
su naturaleza divina se vio como una bendición de Olorun. Cuando alcanzó
la edad adulta, viajó por el continente africano compartiendo su sabiduría
con los profetas y sabios del país. Existen pruebas de la influencia de
Ifá/Orunmila en el antiguo Khamet/Egipto y, también, en la comunidad
esencial de la era judeo-precristiana. En cambio, el poder de sus enseñanzas
se dirigió al pueblo yoruba, concentrado en torno a la ciudad de Ilé-Ifé. Fue
aquí, en Ilé-Ifé, donde Ifá construyó su templo sobre el monte sagrado
llamado Oke Tase. Aquí, en Ilé-Ifé, Él alcanzó el estadío celestial. La
traducción del nombre Orunmila quiere decir “solo el cielo sabe el camino
de la salvación”, que indica con claridad su estado profético y mesiánico
para quienes creen en su existencia.

Según otra de las tradiciones orales, se describe a Ifá como hombre yoruba
que llegó a Ilé-Ifé para enseñar un método de moralidad, de creencia
religiosa y de visión mística. Hay que destacar, no obstante, que Él
simplemente enjuició y presentó sistemas de evolución de consciencia a
través del estudio de la vida: creencias rituales y espirituales-celestiales en
la existencia de eones antes de su nacimiento. Los patriarcas de Ifá
sostienen que practican la religión original de los humanos en la Tierra.

A Ifá, en este sentido, se le considera el gran estructurador de la religión


yoruba per se. Él es el punto focal de la antigua práctica religiosa en esta
era de la existencia humana. Según las leyendas, el marco temporal exacto
de su presencia sobre la Tierra es difícil de determinar. Situar su existencia
terrenal hace 4000 ó 2000 años (a. C.), no es más que una mera
aproximación.

Las enseñanzas de Ifá proveen a los aspirantes religiosos de los medios y el


potencial para alcanzar lo que se denomina, traducido del yoruba, “Iwa
Pele o alineación”. Estudiando el Corpus Ifá (sagradas escrituras
transmitidas oralmente de una generación sacerdotal a la siguiente), los
devotos se esfuerzan por alcanzar un estadío de unión divina. Esa unión
tiene lugar cuando nuestra consciencia terrenal (conocida como Ori) se
desarrolla y eleva al lugar de unificación con nuestra consciencia celestial
(conocida como Iponri). Orunmila enseña que tal empeño es arduo, difícil y
precisa años de esfuerzo y búsqueda espiritual. Quienes se embarcan en
este viaje (irin ajo) tienen que hacerlo con el corazón puro y con sinceridad,
ya que, aunque el logro es glorioso, los escollos son terriblemente
devastadores.

51
52

Sabiduría, ritual y transcendencia son los elementos clave de las


enseñanzas de Orunmila y están vinculados a la interpretación cultural
africana. Aquí no hay diferencia a la luz de todas las religiones del mundo.
El destino, en cambio, origina una reflexión más honda. ¿Cuál es nuestro
destino? ¿Cuál es su destino? Es importante decidirlo antes de disponerse a
alcanzarlo. El destino (ayanmo), desde un punto de vista religioso, describe
el regreso de la persona a la realización interna de la esencia primera o
existencia divina. Ifá predicaba que los humanos deben regresar a su
naturaleza divina. El destino del ser humano es alcanzar o retornar a su
estadío divino interno y celestial, y vivir en el plano-existencia terrenal
como reflejo de ese estadío divino. Esta es la razón suprema del auténtico
compromiso religioso. Orunmila continúa diciendo a través del Corpus Ifá,
que el destino del hombre sólo puede alcanzarse por medio de:

 Los procesos adivinatorios que nos han legado nuestros


antepasados

 Las prescripciones de ritual y sacrificio hacia los seres


dimensionales espirituales, cuyas fuerzas producen efectos sobre
la evolución y el desarrollo humanos

 La ética moral a la que han de someterse los hombres a fin de


resultar victoriosos sobre la opresión humana y las fuerzas
espirituales.

Los Ancianos Mayores, que son el Corpus Ifá, se conocen en conjunto


como Odus. Según la tradición oral, éstos se componen de dieciséis
profetas celestiales que existieron cuando la Tierra era muy joven.
Enviados a la Tierra por el Consejo Celestial, impartieron su esencia divina
y profetizaron. Ellos confiaban tanto en las experiencias de la vida celestial
(Orun), como en las de la vida terrenal (Aiye), para, así, relacionar y,
después, elevar la conciencia de las gentes. Estos dieciséis ancianos se
dieron a conocer a Orunmila y, se dice que ahora son sus discípulos
celestiales desde la eternidad cósmica intemporal.

Cada uno de los Odu representa el epítome de la sabiduría y religiosidad


yoruba. Cada uno contiene una enorme cantidad de versos (ese) y
enseñanzas morales (kiki) expresadas a través del desarrollo (itan)
mitológico, histórico y social, visto por los ojos de la religión. Los
sacerdotes y/o sacerdotisas yorubas se disponen a aprender y a aplicar el
conocimiento y la sabiduría de los Odus, así como a ofrecer modos de
trascendencia y de salvación a los buscadores espirituales. Cada uno de los

52
53

dieciséis Odus principales (Oju Odu u Lo Odu), y los 240 Omo Odus o
Amulu se dice que contienen 1.680 versos, lo que convierte la empresa en
algo gigantesco. Y a pesar de que, según dicen, ningún sacerdote y/o
sacerdotisa será capaz de alcanzar ese grado, el objetivo es el esfuerzo
continuo por adquirir mayor penetración y entendimiento dentro de ese
Corpus el cual debe ser estudiado durante toda la vida.

Orunmila consiguió alcanzar el elevado estadío de conciencia de los Odus


y, por tanto, revelar los mensajes sagrados que simbolizaban. La capacidad
de alcanzar este estadío se manifiesta en la capacidad de adivinar. Cada
Odu posee su propio patrón-señal y sus propias descripciones y rituales, su
propia ética y moralidad. Dentro de cada Odu existen revelaciones de las
fuerzas angelicales y opresoras conocidas como Orisas y Ajogun
respectivamente. Los Orisas son entidades sublimes del cielo enviados para
operar de forma constante con la naturaleza humana a fin de fortalecerla y
purificarla. Los “ajogun” son entidades malévolas, son espíritus oscuros y
atrasados, y todas aquellas fuerzas negativas cuyo afán destructor consiste
en amenazar la evolución y contrarrestar la salvación de la humanidad. Los
seres ancestrales (egun) también habitan en el mundo de Ifá. Ellos son los
espíritus guardianes cuya misión consiste en asegurar la continuidad de la
línea familiar, la herencia y la identidad como pueblo unido. Son ellos
quienes han hecho la historia y han establecido los códigos de conducta
social y de comportamiento individual.

Experimentar la adivinación en el contexto yoruba es experimentar el


núcleo esencial de su filosofía y veneración. Desgraciadamente, la
adivinación se relaciona con demasiada frecuencia con “leer el porvenir”,
lo que hace burla y desprecio al acto sagrado. El psiquismo puede hacer
una “adivinación” de una persona, pero no exige religiosidad. Para
acercarse a la adivinación Ifá, la religiosidad debe estar presente. Ifá solo
debe ser invocado a través de sus sacerdotes y/o sacerdotisas. Mediante los
procesos adivinatorios, los buscadores llegan a conocerse a sí mismos y a
las fuerzas que moldean sus vidas pasadas, presentes y futuras. A través de
los procesos de adivinación, los buscadores llegan a comprender la
necesidad de alineación con lo más celestial de sus Yo, y cómo vencer a las
fuerzas oponentes que obstaculizan sus esfuerzos. Estudio, interpretación,
reflexión, y refinamiento del Yo psicológico y espiritual son fundamentales
cuando los neófitos emprenden la rigidez de las enseñanzas de Orunmila.

Ifá u Orunmila:

53
54

Entre los yoruba hay quienes consideran a Orunmila como una deidad en
específico y a Ifá como un sistema de adivinación. Otros estiman que
ambos nombres se refieren a la misma deidad, pero, mientras Orunmila
significa la deidad como tal, el nombre de Ifá se refiere tanto a la deidad
como a su código divino y/o su sistema esotérico y de adivinación. Esto
último es el criterio del profesor W. Abimbola, ex-rector de la Universidad
de Ilé-Ifé, a quien se considera como uno de los investigadores que
mayores conocimientos posee sobre esta materia.

Si tenemos en cuenta que casi todos los nombres yoruba generalmente


significan algo, se comprenderá el por qué se ha tratado de darle una
combinación etimológica al nombre de Orunmila y de Ifá. Así se ha dicho
que el término Orunmila es una contracción de ORUN-L’OMO-ENI-TI-O-
LA (solo el cielo [Dios] conoce a aquellos que se salvarán), o de ORUN
MO OLA (solo el cielo puede efectuar envíos). Algunos estudiosos dicen
que la palabra Ifá proviene de la raíz FA que significa recoger o en un
sentido idiomático abrazar, contener. Estas interpretaciones algunos autores
las consideran verdaderas y otros falsas.

Refiriéndose a Orunmila, el reverendo Canon E. A. Odumuyima, en el libro


Nigerian Life and Culture, señala lo siguiente: “...aunque los yoruba creen
que Orisa Nlá es el segundo nombre de Olodumare en la tierra en sus
funciones creativas y ejecutivas, creen que Orunmila es su segundo en
cuestiones concernientes a la omnisciencia y la sabiduría”. De acuerdo con
Odumuyima, Orunmila es el oráculo de la divinidad que vino a arreglar los
asuntos de la Tierra. Él conoce todos los secretos del hombre y puede
predecir lo que va a suceder o prescribe remedios contra cualquier
eventualidad.

Los atributos de Orunmila incluyen a Eleriipin (el testigo o abogado del


destino). Okitibiri, A PA OYO IKU DA (el gran cambiador que altera la
fecha de la muerte), AKERE F’INU SOGBON (la persona pequeña llena
de sabiduría) y AKONI-LORAN-BI-IYERAN-ENI (el que le da a uno
sabio consejo como un familiar).

En un artículo sobre Ifá, Lawre Ogundipe afirma que “Ifá con su sistema de
adivinación es la deidad más científica y más respetada de todos los Orisas.
Su trabajo tiene que ver con la predicción, así como la recopilación de
datos a través de la percepción y la reflexión lógica. Ifá, o lo que es lo
mismo y más usual, Orunmila, es en quien tienen que refugiarse, ya que es
la única voz elocuente a la que acuden dichas deidades cuando no pueden
resolver algún problema que se trata ante ellas”.

54
55

Ogundipe, en el mencionado artículo, hace referencia a una ponencia


presentada durante el Tercer Congreso Internacional de la Tradición y
Cultura Orisa, celebrado en la Universidad de Ilé-Ifé, el primero de julio de
1986, donde se define a Ifá como un “oráculo a través del cual la gente
trata de lograr seguridad en lo que es inseguro. Éste estimula al awo de
manera que el mismo pueda adoptar métodos empíricos de probabilidades,
así como estadísticas lógicas y dialécticas para resolver problemas de los
individuos y la comunidad”.

Para Samuel Johnson, Ifá es el oráculo consultante mayor del país yoruba y
fue introducido en un período posterior por el rey Onigbogi, mientras que
Lucas lo considera la deidad profética más importante de los yoruba.

Abimbola en su interesante obra Ifá: an Exposition of Ifá literary Corpus


nos da bastante luz al abordar el lugar de Ifá en el panteón yoruba. Él
precisa: “resulta conveniente indagar si Ifá es o no la más importante
deidad yoruba”. Los sacerdotes de Ifá afirman que este es el más
importante dios yoruba. Varias partes del cuerpo literario de Ifá apoyan
también esta idea. Además, el Dr. Farrow dice: “Ifá puede ser considerado
el más importante... Orisa del pueblo yoruba”. Pero el profesor Bojali
Idowu, sigue señalando Abimbola, es de la idea que Orisa Nlá, el dios
yoruba de la creación es el más importante Orisa yoruba. Él dice: Orisa Nlá
es la divinidad suprema de Yorubaland. Como su nombre indica, él es la
gran archi-divinidad.

“Debe comprenderse, sin embargo, aclara Abimbola, que no es posible


demostrar de manera concluyente ninguna de estas dos afirmaciones... no
existe ningún dicho común entre los yoruba que designe a un dios
particular, como la deidad más importante. Por lo tanto, uno solo puede
decir que Ifá es una de las más importantes deidades yoruba”. Se cree que
con su gran sabiduría y conocimiento Ifá coordina el trabajo de todos los
dioses en el panteón yoruba. Sirve como intermediario entre los otros
dioses y el pueblo, y entre este y los ancestros. Su sabiduría cubre no solo
el pasado, sino también el presente y el futuro.

Para Omotoso Eluyemi, Ifá es el alias de Agbonniregun, considerado un


hombre de grandes conocimientos, un sabio ducho en materia de historia y
de arte, quien vivió originalmente en Oke-Igeti y que se trasladó después de
la unificación de Ilé-Ifé para Oke-Itase donde Oduduwa lo consultaba sobre
asuntos de gran importancia. Ifá conoce el pasado y puede predecir lo que
el futuro tiene reservado no solo para el Ooni, sino también para sus
devotos.

55
56

Un poema sobre Ifá dice:

Ifá es el maestro de hoy


Ifá es el maestro de mañana
Ifá es el maestro de pasado mañana
A Ifá pertenecen los cuatro días
Establecidos por Oosa en la Tierra.

Mitos y leyendas sobre Ifá:

De Orunmila e Ifá se pueden encontrar varios mitos. Una de las tradiciones


orales señalan que Ifá era hijo de padres que estaban en el cielo y nunca
visitaron la Tierra, su padre se llamaba Oroko y su madre Alayeru. Ifá vino
por primera vez al mundo para arreglarlo y supervisar los asuntos
concernientes a los embarazos, nacimientos, enfermedades, el uso de las
hierbas y el manejo general de las cosas. Cuando abandonó el cielo, su
primera parada fue en Usi, Ekitiland. Sin embargo, decidió no fijar su
residencia allí, solo estableció su culto y continuó. Se detuvo tambien en
Ilé-Ifé donde permaneció por largo tiempo hasta trasladarse a Ado, lugar
donde se instaló por el resto de sus días. Probablemente por eso existe el
dicho Ado N’Ile ifn (Ado es la casa de Ifá).

Johnson narra una tradición según la cual Ifá fue introducido en el país
yoruba por un tal Setilu, nativo de Nupe, quién nació ciego. Los padres de
Setilu, ante el infortunio de tener un hijo ciego, tuvieron dudas al principio
sobre el camino a seguir, si matar al niño o dejarlo con vida aunque fuera
una carga para la familia. Los sentimientos paternos se impusieron y
dejaron al niño con vida. Creció un niño muy peculiar y sus familiares se
asombraron por sus extraños poderes de adivinación. A la edad de cinco
años comenzó a excitar la curiosidad de los padres, prediciendo quien los
visitaría en el curso del día y con qué objetivo. A medida que fue creciendo
comenzó a practicar hechicerías y medicina. Al iniciar su práctica, utilizaba
16 pequeños guijarros y los imponía con éxito a la credibilidad de aquellos
que acudían angustiados y preocupados a consultarse. Con esta fuente se
ganó una cómoda vida.

Los enemigos de Setilu al darse cuenta de que sus seguidores se estaban


convirtiendo rápidamente en seguidores de este último y que incluso,

56
57

respetables sacerdotes no escapaban al contagio general, decidieron


prohibir su estancia en el país. Por esta razón, Setilu cruzó el río Níger y
fue a Benin, permaneciendo un tiempo en un lugar llamado Owo, y desde
allí fue a Ado. Seguidamente emigró a Ilé-Ifé y encontrando más apropiado
el lugar para practicar su arte, resolvió convertirlo en su residencia
permanente.

No tardó en hacerse famoso allí también y sus actuaciones impresionaron


tanto a la gente y había tanta confianza en él que no tuvo dificultad en
persuadirlos de que abolieran las marcas tribales de sus rostros, marcas de
distinción que no se practicaban en Nupe, su país.

Setilu inició a varios de sus sacerdotes en los misterios de la adivinación, y


gradualmente Ifá se fue convirtiendo en el oráculo consultante de toda la
nación yoruba. Oduduwa encontró a Setilu en Ilé-Ifé, pero fue durante el
reinado de Ofiran, en el trono de Oyó, cuando se dio reconocimiento oficial
al culto de Ifá.

Otro mito relata que Ifá era un nativo de Itase, cerca de Ilé-Ifé, de familia
pobre. En su juventud tuvo una gran aversión hacia el trabajo manual y por
lo tanto se dedicó a pedir. Para mejorar su modo de vida buscó consejos
con un sabio y este le enseñó el arte de la adivinación y cuentos
tradicionales relacionados con la medicina. Posteriormente se hizo muy
popular. Los 16 Odus originales corresponden a los 16 cuentos originales
enseñados a Ifá. Sus padres, muy humildes, eran desconocidos en el país,
por lo que en lo sucesivo se le consideró huérfano y fue deificado después
de su muerte.

Los mitos siguen contando que en los primeros días del mundo, cuando los
humanos eran pocos, los dioses tenían los sacrificios limitados y a menudo
estaban hambrientos y tenían que buscarse sus propios medios. Ifá se fue de
pesca, pero no tuvo éxito y como tenía hambre consultó a Esú, quien le dijo
que si podía conseguir 16 nueces de las dos matas de palma de Orungan, el
hombre jefe, le enseñaría a Ifá como predecir el futuro y beneficiar a la
humanidad, recibiendo así abundantes ofertas a cambio, pero dejó claro que
Él tendría siempre la primera opción. Ifá estuvo de acuerdo y se fue a ver a
Orungan, le pidió las nueces, diciéndole para qué las quería. Orungan,
satisfecho con la idea, se fue con su mujer y se apresuró en conseguir las
nueces. Esú entonces enseño a Ifá, quien a su vez enseñó a Orungan y lo
convirtió en el primer babalawo.

Otra leyenda sobre Ifá dice que este nació en Ifé, era un hábil médico, con
amplios conocimientos y práctica, además de un emininte adivinador.

57
58

Después de hacerse famoso fundó una ciudad llamada Ipetu y devino rey
del lugar. Gentes de todos los rincones del país yoruba acudían en tropel a
verlo. De ellos escogió a 16, se dice que los nombres de estos aprendices
son idénticos a los de los 16 signos de adivinación, llamados Odus.

Un mito relata como Orunmila se convirtió en Orisa:

Orunmila dijo: Entonces ¿ustedes no ven esa terrible cosa que viene por el
camino?
Ellos dijeron: No
Dijo Orunmila: ¿ha visto alguien a mi hermano Lasope?
Dijeron ellos: Lo hemos visto.
Dijo Orunmila: ¿cómo está?
Respondieron: Tiene seis esposas y todas están bien.
Dijo Orunmila: ¿Ustedes vieron a Lasope y tiene seis esposas y todos están
bien, y yo qué?
Respondieron: Tú eres como un árbol irokó en el bosque Ansegba, fuerte
árbol con hojas y raíces que no es perturbado por nada.
Dijo Orunmila: Me comparan ustedes con un árbol en el bosque.
Dijeron ellos: Orunmila, usted es muy sabio. Por favor, dejenos ahora.
Orunmila preguntó: ¿A dónde debo ir?
Le pidieron que fuera a casa de iki (la palma).
Orunmila dijo: Ya he estado en casa de iki e iki me dio la bienvenida.
Le pidieron que fuera a casa de imo (la penca de la palma).
Orunmila dijo: Ya he estado en casa de imo, y él es un buen amigo.
Le pidieron que se fuera a Ootu Ifé, donde sus amigos eran adoradores.
No obstante, dio 16 palmiches a cada uno de sus ocho hijos y les dijo:

Cuando regresen a casa


Si quieren tener dinero
Esa es la persona a quien han de consultar
Si quieren tener esposas
Esa es la persona a quien han de consultar
Si quieren tener hijos
Esa es la persona a quien han de consultar
Si quieren construir casas en la tierra
Esa es la persona a quien han de consultar
Si quieren tener vestidos en la tierra
Esa es la persona a quien han de consultar

Cuando los hijos de Ifá regresaron a casa comenzaron a utilizar los 16


palmiches para la adivinación. Estos eran símbolos de la autoridad dada por
Ifá a sus hijos para continuar efectuando la adivinación en su ausencia. Los

58
59

16 palmiches, conocidos como ikin, han sido utilizados desde entonces


hasta hoy como parte importante del sistema de adivinación de Ifá.

Ifá Agbonniregun¡Error! Marcador no definido.

“Él fue llamado Setilu; su padre carnal Oroko y, su madre carnal Alayeru. Vio
la luz como ser humano de La Tierra en una humilde y desconocida aldea
africana ubicada en un lugar del imperio yoruba que, muchos años después
de su desaparición física los hombres denominarían Usi. Pero gran parte de la
infancia de Setilu transcurrió en otro pueblo africano que, posteriormente
sería conocido por Nupe.

Cuando vino al mundo material sus ojos no veían, nació ciego y con un
cuerpo deforme, razón por la cual sus padres, ante semejante infortunio y
siguiendo la costumbre de la época, en los primeros momentos tuvieron la
intención de sacrificarle quitándole la vida por la carga que representaría en
un futuro para la numerosa familia.

Sin embargo, a pesar de que su espíritu había encarnado en cuerpo tan


imperfecto, razón demás para incrementar la vergüenza y la honda
preocupación de sus progenitores terrenales, finalmente en ellos primó el
natural instinto progenitor y, éstos perdonaron la vida del muchacho, lo que
dio oportunidad a éste para dar feliz inicio a su sagrada misión terrenal.

Durante los primeros años de la infancia, su invidencia fue sobradamente


compensada por la trascendental sabiduría que por inspiración divina recibía
de Orunmila, deidad de la cual era una proyección espiritual entre las
criaturas de Los Mundos, y en particular de la Tierra.

Obviamente, como ser humano dotado de un espíritu elegido, fue investido


de grandes conocimientos que, desde muy temprana edad asombraron a
todos, lo cual le permitió destacar sobre las demás criaturas de su tiempo. Sus
extraordinarios poderes para conocer el futuro de los hombres y, para salvar
sus propias vidas ante el flagelo de los avatares del destino y las
enfermedades, le colocaron en posición social muy ventajosa dentro del reino
yoruba; gracias a ello, con el decursar de los años, llegó a ser respetado y
venerado por reyes, príncipes, nobles y, criaturas en general.

Sus palabras fueron escuchadas con admiración y respeto por todos, porque
sus mensajes y vaticinios se cumplían a cabalidad, por obra y gracia del Orisa
de la omnisciencia y la sabiduría, Orunmila.

59
60

Día tras día y, año tras año, dio a conocer la obra del único Ser Supremo que
han conocido y conocerán los hombres y deidades de todo el universo;
enseñó sus doctrinas y sentó las bases de la adoración a los Orisas. Estructuró
y organizó el sistema religioso yoruba en todos los territorios del imperio. Su
oratoria le hizo llegar a ciudades que serían conocidas más tarde por Owo,
Itase y Ado, siendo en los territorios de esta última localidad donde
perfeccionó gran parte del conocimiento y la práctica del complejo sistema
doctrinario de la Religión Tradicional y/o Ancestral Yoruba.

Finalmente extendió su labor a la ciudad sagrada de Ilé-Ifé, reino del Alafín


Oduduwa, lugar donde finalmente consolidó toda su labor religiosa.

Su trabajo en Ilé-Ifé fue conocido y respetado por todos, y sus enseñanzas


sobre el culto a Olorun y a los Orisas crecieron alcanzando proporciones que
le colmaron de gran satisfacción. Gracias a estas enseñanzas, los yorubas
aprendieron a suprimir las horribles marcas tribales de sus rostros;
desterraron definitivamente los vestigios de la ignorancia sobre lo
trascendental de la vida espiritual; aprendieron a amar y a utilizar La
Naturaleza en beneficio de la comunidad; se desterraron falsas creencias y, se
abolieron los crueles sacrificios humanos destinados a satisfacer a las
deidades. De igual manera se solidificó la verdadera ciencia del culto a
Olorun, los Orisas, y los Egungun, Oku Orun o Ancestros.

Como consecuencia de su repentina aparición en Ilé-Ifé, y del trabajo


misionero que desplegó allí, su nombre terrenal Setilu no fue pronunciado
más, debido a que la mayoría de los yorubas le creyeron descendiente directo
de los Orisas. Sin embargo, en su defecto, indistintamente fue bautizado por
sus seguidores como "Agbonniregun" e "Ifá", ambos nombres haciendo
referencia a alguien dotado de grandes conocimientos sobrenaturales, lo cual
se correspondía con su labor como médico, profeta y sabio a la vez. Por esto
último, sería deificado posteriormente por los hombres después de su muerte
física, cuando su espíritu hubo abandonado el mundo material, cumpliéndose
así el vaticinio de Orunmila, relativo a las atribuciones indebidas que se
toman los hombres al convertir en deidades a semejantes.

Ifá fue médico y sabio consejero de Oduduwa, Alafín (rey) de Ilé-Ifé y


sacerdote principal del reino yoruba. Hizo construir su Templo Sagrado en la
cima del monte Oke Itase, el cual devino en centro principal de adoración a
Olorun, Orunmila y, el resto de los Orisas.

Él no fue el creador de la Religión de los Orisas yorubas, tal y como creyeron


muchos, pero por obra y gracia de Orunmila, sí fue su estructurador u

60
61

organizador, a la vez que, mensajero y profeta de la sabia deidad en Los


Mundos de la creación y, en este caso en la Tierra.

Fue un Espíritu perteneciente a la corte de la sabia y poderosa divinidad de la


sabiduría y la omnisciencia; personifico al mensajero que viene a Los
Mundos en distintas épocas a educar a las criaturas en el arte de amar a Dios
y a los Orisas, cuando la espiritualidad, el amor, y la solidaridad entre los
hombres comienzan a debilitarse.

Entre los seres humanos su misión se correspondió con enjuiciar y, estimular


la evolución de las conciencias por medio de una filosofía sin igual.
Estableció las enseñanzas de los rituales místicos y, elevó el sentido de la
moralidad religiosa y espiritual. Su trabajo también consistió en lograr que
las almas encarnadas como seres humanos obtuviesen la alineación espiritual
(Iwa Pele), necesaria que les permitiera alcanzar el estadío de la unión divina,
fundiendo su conciencia con el espíritu y la moral sagradas.

Enseñó a los hombres cómo unificar la conciencia terrenal y celestial, en


busca de la sabiduría y la realización interna, esencia primera a la que deben
retornar todas las almas para lograr un grado superior de perfeccionamiento.
De esa manera, esas almas contribuirían posteriormente a la ardua tarea de
buscar el equilibrio entre los demás seres creados.

Buscó encauzar al hombre hacia lo místico y lo verdaderamente espiritual;


hacia el amor, la fe, la entrega desinteresada y la devoción, alejándolo cada
vez más de la ignorancia del ocultismo y de las fuerzas del mal (Ajogun), que
desvían a las almas del sagrado camino de la perfección.

En el Templo Sagrado de Oke Itase recibió de Orunmila la más destacada y


magistral de sus enseñanzas; Las Dieciséis Revelaciones Trascendentales u
Odus, cuerpo básico de conocimientos que abarca los grandes códigos
secretos de la creación del universo, los Orisas, Las Almas o Entes Vitales y,
los destinos de la humanidad que habita en Los Mundos.

Todo ello le sirvió para establecer las definitivas bases de la enseñanza, a los
que después de él en este mundo, serían los sabios sacerdotes y/o sacerdotizas
de Orunmila (babalawos e iyanifas), encargados de dar continuidad a la obra
religiosa que en aquel tiempo Él consolidó para las futuras generaciones.

Ya bajo el reinado del Alafin Ofiran en el trono de Oyó, inició


la enseñanza de sus primeros dieciséis discípulos, la cual se extendió por
espacio de siete años. A cada uno especializó en los secretos de la sabiduría
de cada Odu que, antes le habían sido revelados a él por la divinidad; por esta

61
62

razón, al consagrarles mediante el acto de iniciación religiosa que denominó


"Asentamiento de Ifá u Orunmila", les bautizó con el nombre respectivo de
cada Odu, en cuyos cuerpos de conocimientos se habían especializado los
futuros sacerdotes.

De esta manera nacieron: Eji Ogbe, Oyeku, Iwori, Idi, Irosun, Oworin,
Obara, Okanran, Ogunda, Osa, Ika, Oturupón, Otura, Irete, Ose y Ofún. Estos
fueron los primeros sacerdotes y/o sacerdotizas que él personalmente
denominó "consagrados en Ifá" (título religioso por el que se les reconocería
posteriormente a sus discípulos); los primeros awóses que recibieron la
sagrada misión de dar continuidad a su obra, y de extender el conocimiento
religioso por todos los rincones del Mundo. A su vez, de ellos nacerían otros;
y así, de generación en generación hasta el fin de los tiempos.

A los primogénitos babalawos e iyanifas legó gran parte de su sabiduría, para


que a su vez, éstos la legasen a sus discípulos, estos últimos a los suyos y, así
sucesivamente de generación en generación, de manera que, estos sagrados
secretos religiosos fuesen la fuente inagotable del conocimiento trascendental
de cada sacerdote de Orunmila, a fin de que éstos pudiesen educar y ayudar al
prójimo de acuerdo a las enseñanzas originales dictadas a él por la deidad
durante la vida encarnada que le correspondió vivir entre los hombres.

Después de su muerte física, o de la separación definitiva de su alma de la


imperfecta materia que temporalmente ocupó, el cuerpo de las enseñanzas y
doctrinas que él impartió, las que a su vez, a él les fueran reveladas por la
deidad, fue bautizado por los hombres con el nombre de "Corpus Ifá".

En Los Mundos Ifá representó a la divinidad, porque fue un espíritu a su


divino servicio, pero él solo fue el profeta, el que transmitió a los hombres los
mensajes de la sabia deidad que representó; por ello, siempre se dirá que,
Orunmila subyace en Ifá entre los hombres, e Ifá en Orunmila, como un
simple servidor de éste, allá, en la morada de los Orisas.

De cualquier manera, en las revelaciones recibidas de Ifá como Maestro y


Gran Estructurador de la Religión de los Orisas Yorubas, en ellas lega a sus
sacerdotes, trascendentales conocimientos que deberían guardar para siempre
como lo más sagrado y puro de sus vidas, a la vez que, aspiró a que éstos
supiesen aplicar dicha sabiduría en bien de la humanidad, así como
traspasarla a las generaciones venideras de los futuros sacerdotes”.

Otros mitos sobre Ifá.

62
63

El prestigioso profesor Wande Abímbola asegura que existen varios mitos


acerca de Ifá que dicen que este Orisa en compañía de otras deidades
mayores llegaron a la Tierra desde el cielo a Ifé, lugar que el pueblo yoruba
piensa que es el origen de la humanidad. Los dioses fueron enviados desde
el cielo a Ifé principalmente para establecer orden en la joven Tierra. Ifá
jugó el papel más importante en este mandato divino gracias a su gran
sabiduría. Después de esta permanencia de Ifá en Ifé, vivió en un lugar
conocido como Okè Igètí, es por eso que uno de sus nombres es Okùnrin
Kúkúrú Oké Igètí (el pequeño hombre de Igètí Hill).

Felà Sówánde nos advierte que no debemos pensar que el Ifé mencionado
en este mito es el actual. Él escribe: “el verso de Ifá se refiere a siete Ifé’s”.
El primero, y posiblemente el verdadero, es Ifè-Oòdáyé. Otros son Ifè-
Nleere, Ifè-Oòyèlagbòmoró, Ifè-Wàrà, Otù-Ifè, Ifè-Oòrè e Ifè-Oòjó.

Las leyendas dicen que después de una larga estancia en Ifé, Ifá se trasladó
a Ado. Se cree que Él pasó la mayor parte de su vida en esa localidad. Es
probable, porque hay un verso que dice “Adó n’ilé Ifá” (Ado es el hogar de
Ifá), pero no se sabe a cual de los dos Ado se refiere la literatura oral
yoruba -Adó-Ekìti ó Adó-Awáyè- en este verso. El cuerpo literario de Ifá
esta sin embargo, tan repleto de nombres de lugares de la zona Ekìtì que
uno se inclina a pensar que Ado-Ekìtì es más probable que sea.

Nosotros también sabemos por estas leyendas que Ifá tenía ocho hijos y un
gran numero de discípulos a quienes les enseñó los secretos de la
adivinación. Seis de los ocho hijos tienen nombres de los reyes de Ekiki:
Alara, Ajero, Ontaji, Oloye-Moyin, Elejelu-Mope y Alakegi. Los otros dos
son Olowo (parecido al titulo del rey de Owo), y Owarangun (parecido al
titulo Orangun, rey de Ila y al titulo de Owa, rey de Ilesa). Los ocho hijos
nacieron cuando Ifá residía en Ifé. Todos ellos llegaron a ser personajes
importantes y más tarde se dispersaron a varias zonas de la tierra yoruba.

Según los mitos, hubieron ocasiones en que al no existir barreras entre el


cielo y la Tierra Ifá era llamado al cielo por Olodumare para utilizar su
gran sabiduría y solucionar problemas a Olorun. Cuentan que Ifá un día
regresó definitivamente al cielo agraviado por un insulto que le hizo uno de
sus hijos. Al poco tiempo después de esto
la Tierra se vio azotada por una gran confusión. Hambre y peste sacudieron
la Tierra. Tan grande fue la calamidad que el ciclo de fertilidad del ser
humano fue interrumpido.

Aboyún kò bí mó
àgàn kò t’owo àalà b’Osùn.

63
64

(Las mujeres embarazadas no parirán;


las mujeres estériles seguirán siendo estériles).

Pasado algún tiempo los habitantes de la Tierra decidieron poner remedio al


problema enviando a los ocho hijos de Orunmila al cielo para que rogaran a
su padre que volviera a la Tierra. Los hijos fueron y cuando llegaron al
cielo ellos encontraron a Ifá al pie de una palma la cual tenia dieciséis
ramas que parecían cabañas. Rogaron a Ifá que volviera a la Tierra pero el
Orisa se negó. Ifá sin embargo, dio a cada uno de sus hijos dieciséis nueces
de palma y dijo:

B’ é e bá délé,
b’ é e bá f’ ówó ó ní,
eni t’ é é máa bi nù-un.

B’ é e bá délé,
b’ é e báa f’áyaá ní,
eni t’ é é máa bi nù-un.
B’é e bá délé,
b’é e bá f’ómo ó bí,
eni t’ é é máa bi nù-un.

Ilé l’e bá féé kó láyé,


eni t’ é é máa bi nù-un.

Aso l’e bá féé ní láyé,


eni t’ é é máa bi nù-un.

Ire gbogbo t’ é e bá féé ní láyé,


eni t’é é máa bi nù-un.

(Cuando regreses a casa,


si tu quieres tener dinero,
esa es la persona a quien tienes que consultar.

Cuando regreses a casa.


si tu quieres tener esposas
esa es la persona que tienes que consultar.

Cuando regreses a casa,


si quieres tener hijos,
esa es la persona que tienes que consultar.

64
65

Si quieres construir casas en la Tierra,


esa es la persona que tienes que consultar.

Si tu quieres tener vestidos en la Tierra,


esa es la persona que tienes que consultar.

Para todas las cosas buenas que quieras tener en la Tierra, esa es la persona
que tienes que consultar).

Cuando los hijos de Ifá volvieron a la Tierra, empezaron a usar las dieciséis
nueces de palma para la adivinación. Éstas eran el símbolo de la autoridad
de Ifá dada a sus hijos para continuar ejerciendo la adivinación en su
ausencia. Las dieciséis nueces conocidas como Ikin han sido utilizadas
desde entonces hasta hoy como una parte importante del sistema de
adivinación de Ifá. La ausencia de Ifá de la Tierra fue compensada desde
que sus hijos y discípulos pudieron comunicarse con Él a través de los
Ikin’s y los otros instrumentos de adivinación.

Se debe mencionar que los mitos de los cuales se ha extraído la


información anteriormente dicha, no son los únicos mitos existentes acerca
de Ifá. Hay un gran numero de mitos que son completamente diferentes de
estos pero por el momento no vamos a recordarlos aquí.

Según un mito narrado por Dennett, Ifá nació en Ifé, el núcleo del pueblo
yoruba. Él fue un experto médico y un gran adivinador. Después de hacerse
famoso fundó una ciudad llamada Ipetu y llegó a ser el rey del lugar
haciéndose llamar Aláketu. Él fue muy popular e iban a verlo en tropel
gente de todo el pueblo yoruba, su fama fue tan grande que cientos de
personas le rogaban que les admitiera como discípulos y aprendices. De
todos ellos solo eligió a dieciséis hombres. Los nombres de estos
aprendices son los mismos que los dieciséis signos adivinatorios llamados
Odus.

El lugar que ocupa Ifá en el panteón yoruba.

Es conveniente investigar si Ifá es o no la más importante deidad yoruba.


Sus sacerdotes afirman que Él es el dios yoruba más importante. Varias
partes de su cuerpo literario (el Corpus Ifá), apoyan esta idea. Además, el
Dr. Farrow dice; “Ifá puede ser considerado el más importante… Orisa del
pueblo yoruba”. Pero el profesor E. Bólají Idòwú sostiene el punto de vista
que Orìsà Nlá, el dios yoruba de la creación, es el más importante. Él dice;

65
66

“Orìsà Nlá es la divinidad suprema de la tierra yoruba. Como su nombre


indica Él es la gran archi-divinidad. El profesor Idòwú señala las pruebas
de esto en la literatura oral yoruba.

Se debe entender, sin embargo, que no es posible demostrar de forma


contundente ninguna de las anteriores afirmaciones. Si uno pregunta a cada
uno de los seguidores de otras deidades mayores, uno se encuentra con la
respuesta de que para cada uno su propia deidad es la más importante. Por
lo tanto, según mis conocimientos, no hay una deidad específica que pueda
ser designada como la más importante. Hay, por supuesto, ciertas deidades
yorubas que son generalmente aclamadas como más importantes que otras
y éstas podrían ser denominadas deidades mayores. Desdichadamente, sin
embargo, el orden de antigüedad entre estas deidades no esta claro. Por lo
tanto, uno solo puede afirmar que Ifá es una de las más importantes
deidades yorubas.

Como he mencionado anteriormente, Ifá ha sido enviado por Olodumare, el


todopoderoso dios, para que empleando su sabiduría restablezca el orden
en la Tierra. La creencia yoruba con respecto a la sabiduría de Ifá se
manifiesta en algunos de los nombres que le dieron. Dos de tales elogiosos
nombres son Akéré-f’ Inú-sogbón (el pequeño hombre con la mente repleta
de sabiduría), y Akóni-lóràn-bí-íyekan-eni (el que da un consejo juicioso
concerniente a uno). Es pues esta gran sabiduría de Ifá la que le da una alta
posición entre los dioses yorubas.

Sin Ifá, la importancia de otros dioses yorubas disminuiría. Si un hombre


esta siendo castigado por otros Orisas, solo puede saberlo consultando con
Ifá. Si una comunidad pretende realizar un sacrificio a una de sus deidades,
solo puede saberlo consultando con Ifá. Así pues, de esta manera, Ifá es el
único portavoz activo de la Religión Yoruba Tradicional y/o Ancestral.
Como un portavoz, Ifá da a conocer a los otros dioses yorubas, los
inmortaliza.

Con su gran sabiduría, conocimiento y entendimiento, Ifá coordina el


trabajo de todos los Orisas del panteón yoruba. Él actúa como
intermediario entre las otras deidades y la gente, y entre la gente y sus
ancestros. Es el portavoz y relaciones públicas de todos los otros dioses
yorubas.

La relación entre Ifá y otra deidad mayor del panteón yoruba, Elégbára, el
dios yoruba más dinámico, precisa un estudio mas detallado. Cuando se ve
algunas veces la imagen de Elégbára, conocido como Esu, en la casa de los

66
67

sacerdotes de Ifá, y uno les pregunta porque ellos guardan esa imagen, ellos
responden que Ifá y Esu son amigos.

Un estudio mas detallado del cuerpo literario de Ifá revela que Esu algunas
veces actúa como amigo de Ifá y algunas veces como instigador, y otras
veces Ifá hace uso de los poderes de Esu cuando él quiere hacer cosas
maravillosas. Ellis dice que Ifá obtuvo los poderes de la adivinación de Esu
prometiendo darle el primer trozo de todas las ofrendas.

Seguramente hay una relación muy fuerte entre Ifá y Esu. Una buena parte
de todos los sacrificios hechos a través de Ifá a algún dios yoruba es dado a
Esu. Él puede, por consiguiente ser visto como el Orisa más cercano a Ifá
en el panteón yoruba.
Ifá es, por supuesto, famoso como dios adivino aunque Él no es el único
dios yoruba relacionado con la adivinación. La sabiduría y entendimiento
de Ifá alcanza no solo el pasado sino también el presente, y el futuro.
Consultando con Ifá, el yoruba encuentra significado y finalidad en el
pasado, el presente y el futuro.

La creencia del pueblo yoruba con respecto a la importancia del poder


adivinatorio de Ifá en sus vidas cotidianas se ve reflejado en el siguiente
poema:

Ifá ló l’ òní,
Ifá ló l’ òla,
Ifá ló l’ òtunllla pèlú è.
Orúnmìlà ló n’ijó mérèèrin òòsá d’ááyé.

(Ifá es el maestro de hoy,


Ifá es el maestro de mañana;
Ifá es el maestro de pasado mañana.
A Ifá pertenecen los cuatro días establecidos por Oosa en la Tierra).

En la sociedad tradicional yoruba, éstos consultan con Ifá antes de hacer


algo importante. Al nacer un nuevo niño Él es generalmente consultado
para averiguar cual será la suerte y los problemas del nuevo ser en la Tierra.
Como J.D. Clark dice; “los sacerdotes de Ifá designan el nombre de la
deidad que será venerada por el muchacho, a quien ellos consultarán todos
los acontecimientos importantes de su vida. Así se investigarán las posibles
enfermedades, los viajes, la elección de una pareja y cualquier otro cambio
en sus vidas. Los yorubas generalmente consultan con Ifá para obtener
consejos y ayuda.

67
68

La parafernalia de la adivinación Ifá.

Como un dios adivino, Ifá tiene su propia parafernalia de adivinación. Los


primeros y los más antiguos de estos instrumentos son los Ikin’s, las
dieciséis nueces sagradas de la adivinación.

El mito acerca de como Ikin fue dado a los hijos de Ifá ha sido narrado
anteriormente. Los sacerdotes de Ifá guardan Ikin dentro de un adornado
recipiente. Cada quince días, cuando un sacerdote de Ifá hace sacrificio a
su dios, él abre el recipiente y saca los sagrados Ikin’s. Manteniéndolos en
sus manos, él les reza creyendo que ellos son la representación física de Ifá
en la Tierra.

Los sagrados Ikin’s son también usados para adivinar. Para esto el
sacerdote de Ifá pone los dieciséis Ikin’s en una de sus manos e intenta
pasarlos todos juntos a la otra mano. Si uno queda en su mano, él hace dos
marcas con el polvo amarillo de adivinar, pero si dos son los que quedan en
su mano, él hace una sola marca. Si ninguno queda, o si son mas de dos los
que quedan, él no hace ninguna marca. Este proceso es repetido hasta que
un signo Odu se obtiene. Sin embargo, los sacerdotes de Ifá rara vez usan
Ikin para la adivinación, excepto cuando se lleva a cabo el denominado
“bajón de Orunmila” para efectuar ceremonias muy concretas. Es probable
que la adivinación con Ikin no sea muy utilizada por los babalawos e
iyanifas debido a lo costoso y al largo tiempo que se emplea en este
proceso.

Como he mencionado anteriormente, los sacerdotes de Ifá raramente usan


Ikin para consultar a Ifá sobre sus clientes. En cambio, ellos utilizan Opele,
la cadena adivinatoria que tiene forma de diapasón. Atados a intervalos
regulares hay ocho medias nueces del árbol Opele (Schrebera
Golungensis), cuatro en cada lado de la cadena. Al final de los dos
extremos de la cadena, el sacerdote de Ifá pone un número de objetos
colgando como pequeños abalorios, monedas y cauris. El babalawo o la
iyanifa sujeta un trozo de cadena por la mitad que deja libre y así la lanza.
El material más común de que está hecha la cadena Opele es de piel dura,
pero algunas veces de hilo de algodón, de latón o metales de diversos tipos.
Antiguamente la cadena Opele más valiosa era hecha de latón, la cual tenía
pequeñas placas de latón en lugar de medias nueces.

Cada una de las medias nueces atadas a la cadena Opele tiene una parte
cóncava y una convexa. Cuando el sacerdote y/o sacerdotisa de Ifá tira la
cadena, algunas naturalmente, caen por su parte cóncava y otras por su lado

68
69

convexo. Cada combinación de las cuatro caras cóncavas con las cuatro
convexas determina un signo Odu. La cadena adivinatoria es el instrumento
más común de la adivinación de Ifá. Es usada mucho mas que cualquier
otro sistema de adivinación seguramente porque es más fácil y más rápido
obtener un signo de Odu así, y porque es menos molesto para llevar.

Otro instrumento importante de la adivinación de Ifá es el Ibo, el sagrado


cauri y el sagrado hueso usado para echar la suerte. La cascara de cauri
significa “sí” y el hueso “no”. Hay también un tipo especial de Ibo, el cual
consta de cinco objetos: una piedra, un cauri, una concha, un hueso y un
trozo de cadena. Los cinco objetos representan las cinco materias, las cinco
clases de fuerzas del mal, y las cinco clases de fuerzas sobrenaturales que
existen en la vida humana. El Ibo es usado para seleccionar rápidamente las
probables historias del Corpus Ifá que le salgan al cliente. Se cree que es el
Ori del cliente o el guardián divino quien finalmente selecciona una de las
historias o Eses del cuerpo de Ifá para él.

El polvo amarillo de adivinar ha sido mencionado anteriormente. Es


conocido como Iyèròsùn y se obtiene del árbol Iròsùn (Baphia Nitida).
Cuando el sacerdote y/o sacerdotisa Ifá utiliza su Ikin para la adivinación,
él hace una marca con el polvo amarillo sobre el tablero (Opón Ifá). El
polvo amarillo de la adivinación se guarda en un cuenco labrado. Estos
cuencos y bandejas son generalmente de madera pero los hay de cobre. Las
bandejas y cuencos de Ifá son preciosos símbolos de la gran habilidad del
pueblo yoruba como artistas de la artesanía y la escultura.

Otro importante instrumento de la adivinación de Ifá es el Iróké o Irófá.


Son objetos con forma de bastones tallados usados por los sacerdotes y
sacerdotisas de Ifá para invocar el espíritu de la deidad golpeando con el
Iroké la bandeja adornada para producir un sonoro sonido mientras al
mismo tiempo cantan rezos de Ifá. La mayor parte de los Irókè están
hechos de madera pero otros son de marfil, siendo éstos muy bonitos, y
preciosos instrumentos del sistema de adivinación de Ifá.

Sacerdotes y sacerdotisas Ifá y sus sistemas de adivinación.

La parafernalia del sistema de adivinación de Ifá ha sido tratada en el


capitulo anterior. Los guardianes de esta parafernalia son los sacerdotes y
adivinos conocidos como babalawos e iyanifas (padres y madres de los
secretos en el culto de la adivinación). En tierras yorubas de Africa ellos
llevan vestidos azul claro adornados en exceso con cuentas, entre las cuales
está el Idé que atan a sus cinturas y sus muñecas. Otro signo de distinción

69
70

de los sacerdotes de Ifá es el Jèrùgbé, un bolso hecho de tela que muchos


de ellos llevan colgado de su hombro. Esto es debido a que la costumbre de
llevar el bolso de ese modo (Akápò), determina que es un sacerdote y/o
sacerdotisa de Ifá. Babalawos o una iyanifas jóvenes algunas veces llevan
consigo un bastón decorado y hecho de madera o de hierro irregular
llamado Osùn Gogoro.

Conexión Egipcia:

Ifa, la deidad oracular, es, con mucho, la más popular e importante deidad
del propio país Yoruba. Aunque su reconocimiento o es tan general como el
de Esu, y su categoría, según algunos mitos existentes, es inferior en
algunos aspectos al de Esu, su lugar en la vida de todo Yoruba es, sin
embargo, única.

Entre algunas tribus su adoración no es tan frecuente como la de Esu o la


de las deidades locales pero su importación es reconocida por todos. Él es
adorado y consultado en todas las ocasiones importantes, y sus mandatos
no pueden ser desatendidos con impunidad.

Creer en él es una muy importante ¿STRAND? en la perversión y tramos


de la vida religiosa del pueblo. Esto es un factor vital en su origen
filosófico, incluso hasta hoy. A pesar de un siglo de intensiva
evangelización cristiana y alrededor de dos siglos de penetración
mahometana en el país, la creencia en Ifa todavía encuentra expresión entre
muchos Yorubas civilizados que profesan una y otra de las más altas formas
de religión.

El deseo de investigar en el oscuro seno del futuro es esencialmente


humano. Rodeado por tantas fuentes de peligro como está el hombre
incivilizado, él no puede más que buscar guía de alguna deidad misteriosa.
Los incivilizados Yoruba volvieron con naturalidad a Ifa como guía con
respecto al futuro. Ellos le consultan sobre todas las materias grandes y
pequeñas. Por lo tanto, se ha originado un sistema de oráculo, envuelto en
tanta importancia que la moderna influencia ha hecho muy poco para
minimizarlo.

70
71

SACERDOTES IFA

Los sacerdotes de Ifa son conocidos como babalaos (baba-alawo). ‘El padre
o el gran hombre que trata con secretos’, ‘un adepto en misterios’. Debido a
la popularidad del culto, el número de sus sacerdotes es muy grande. El
sacerdocio Ifa es también atractivo porque es lucrativo. Hay un popular
proverbio entre los Yorubas que dice que un sacerdote Ifa no puede nunca
pasar hambre (Ebi ko le pa babalawo). Otro proverbio dice que el sacerdote
más inteligente es el que adopta la adoración a Ifa.
Iniciarse en la profesión es algo muy caro. El estudiante del culto Ifa debe
aguantar un largo proceso de entrenamiento, extendiéndose a un período de
tres a siete años. Antes de empezar el curso tiene que pagar una suma de
entre 100 y 150 libras según su capacidad financiera o la reputación de su
maestro. Durante este período, él tiene que memorizar largos pasajes, y su
aprovechamiento depende de la calidad de su memoria retentiva. Tiene que
memorizar 4.096 diferentes historias o pareados, y cuanto más rápidamente
lo consiga más corto será su período de entrenamiento. No se ha
encontrado a ninguno que haya cumplido esta proeza, pues tan pronto
como un estudiante adquiere un conocimiento útil de las más importantes,
él está listo para elaborar el ritual de iniciación, que incluye la ceremonia
de purificación por agua y el paso a un test conocido como PinOdu. Para
este propósito, el candidato sumerge sus manos en agua consagrada Ifa.
Entonces recibe sobre la palma de sus manos aceite abrasador desde una
lámpara nueva y lo friccionan sobre su cuerpo. Si se mantiene sin
lastimarse, entonces se convierte en sacerdote Ifa que ha dado prueba de
que está seguro contra toda enfermedad y será por ello capaz de
salvaguardar a los demás de ellas.

Hay tres grados de sacerdotes Ifa. Los de primer grado son llamados
OLORI, los de segundo ORISA, y los de tercero “AWON TI A TE NI
IFA”. Los de primer grado tienen derecho a adorar a su Ifa siempre, pero no
para adivinar con él ni permitir que sea tan empleado. Los de segundo
grado pueden tanto adorar al suyo y adivinar con él, como permitir que sea
usado de esta manera...

Mientras que los de tercer grado, que han sido llevados a su posición por
los servicios de Olodus o Jefe de los Babalaos, tienen, además, derecho a
adorar a su propio Ifa y adivinar con él; también tienen el privilegio de
comer de cualquier sacrificio que pueda ser ofrecido a o ante Igba Odu, la
calabaza de los vasos sagrados de Odu, un privilegio que es negado a los
dos primeros grados.

71
72

Todo babalao acreditado debe arrancar todos los cabellos de su cuerpo,


afeitarse la cabeza y llevar ropa blanca o azul claro.

ORIGEN MITOLÓGICO DEL CULTO

El culto a Ifa es el más organizado sistema religioso de los Yorubas. Como


ha sido indicado arriba, él es mantenido por un inteligente sacerdocio cuyos
miembros están sujetos a un alargo curso de instrucción previo a la
iniciación. ¿Cuál es pues, el origen del culto?, ¿Quién es Ifa?.

Hay varios mitos que explican el origen del culto y que dan detalles sobre
la ciudad. Algunos de ellos se reproducirán aquí. Ellos serán dados no a
causa de que se pueda tener confianza en ellos, sino porque contienen
detalles que pueden servir como pistas hacia el desenmascaramiento de su
verdadero origen.

El primero de estos mitos es dado por Mr. Oyesile Keribo en un panfleto


publicado por el Gobierno Egba en Abeokuta en 1906. Dice así:

“Ifa era nativo de Itase cerca del País Ife, y de procedencia pobre. En su
juventud tenía gran aversión al trabajo manual, y por lo tanto, tenía que
mendigar para vivir. Para mejorar su condición, solicitó a un hombre sabio
para que le aconsejara, y este sabio de enseñó el arte de la adivinación,
historias tradicionales con temas relacionados con él y medicina, como un
medio fácil de obtener el sustento.

Después de esto, él se hizo muy popular. Los dieciséis originales Odus


corresponden a las dieciséis originales historias enseñadas a Ifa, etc. Sus
padres, por ser pobres, no eran conocidos en el país. Por lo tanto, fue
considerado posteriormente sin parentesco y fue deificado después de la
muerte”.

El siguiente mito es dado por el Coronel Ellis y resumido por el Dr. Farrow
como sigue:

“En los primeros días del mundo, cuando la raza humana era escasa en
número, los dioses eran limitados en sacrificios y así pasaban hambre con
frecuencia y tenían que buscarse el sustento para ellos mismos. Ifa se puso
a pescar, pero no tuvo éxito y, pasando hambre, consultó a Esu (llamado
también Elegba) que le dijo que si podía conseguir 16 nueces de palma de
dos palmeras de Orungan, el jefe, él enseñaría a Ifa como pronosticar el
futuro y beneficiar a la humanidad y así recibir abundancia de sacrificios o

72
73

cambio; pero él estipuló que la primera elección de todos los sacrificios


debería ser para él. Ifa accedió y fue a Orungan para pedirle las nueces,
diciéndole el propósito por las que las pedía. Orungan, encantado con la
perspectiva, llevó a su esposa con él y se apresuró a coger las nueces... La
mujer de Orungan... se las llevó a Ifa. Elegba (Esu) entonces dio clases a
Ifa, que a cambio enseñó a Orungan, y le hizo así el primer babalao”.

Otro mito interesante es dado por el último Mr. Feyisara Sopein en


“Crónica Nigeriana” del 12 de Marzo de 1909:

“Ifa nació en Ife, la cuna del pueblo Yoruba. Fue un médico hábil que tuvo
una gran práctica y fue un adivinador eminentemente hábil. Después que
llegara a ser famoso, fundó una ciudad llamada Ipetu y se convirtió en rey
del lugar... Gentes de todas partes de Yoruba venían en tropel a él... Además
de esto, se nos ha dicho que el eligió solamente a dieciséis hombres... Se
dice que los nombres de estos aprendices eran idénticos a los nombres de
los dieciséis signos de adivinación llamados Odus, y el orden de
preferencia entre ellos, fue probablemente basado sobre la prioridad del
nombramiento. Se dice que todavía se conserva en el actual orden de los
Odus”.

Otro mito que muestra la última relación entre Ifa y Esu es dado por
Dennett:

“Como dice la historia, Odudua no tiene más Orifa que Ifa, y cuando
consultaba a alguien, consultaba a Ifa. Un día Ifa vino a hacer un sacrificio
a Odudua, y él estuvo muy satisfecho con la ofrenda... en esta ocasión,
Odudua dio Esu a Ifa. De esta manera Esu fue es esclavo de Odudua, y se
convirtió en el mensajero de Ifa. Y cuando alguien quiere hacer sacrificios
a Ifa ellos dicen que es mejor ¿TO SQUARE? a su mensajero, ya que él es
una persona muy perversa”.

OTROS NOMBRES DE IFA

El pueblo Yoruba es muy aficionado a dar títulos a las deidades y a las


personas distinguidas. Ellos también son reacios a llamar a personas
distinguidas por el nombre, y de aquí, que a veces, ellos sustituyan con
títulos a los nombres. Los siguientes son una selección de títulos dados a
Ifa:

1. Orunmila
2. Oludumare

73
74

3. Ikuforiji
4. Olujeni
5. Oba Olofa a sun l’ola
6. Mini
7. Erintunde
8. Edu
9. Alajiki
10.Okitibiri a-pa-ojo-iku-da
11.Ela
12.Oyigiyigi

MODO DE ADIVINACIÓN

Los materiales usados para la adivinación son una tabla circular blanqueada
conocida como Opon Ifa, y 16 nueces de palma. A veces es usada una tabla
rectangular o un abanico rectangular. Otras veces el número de nueces de
palma se incrementan en una. Cuando el adivino ha reunido todos los
materiales necesarios procede de una de las dos siguientes formas:

I. Pone todas las nueces de palma en su palma de la mano izquierda e


intenta cogerlas con un apretón de la palma de su mano derecha.

II. Mantiene las 16 nueces de palma sin apretar en la mano derecha y las
lanza a través de los dedos medio cerrados de la mano izquierda.

Cuando es adoptado uno de estos procesos, si una nuez de palma se queda,


se hacen dos marcas ‘l l’ ó ‘0 0’ con el dedo sobre la tabla de adivinación;
si quedan dos nueces, se hace una sola marca ‘l’ ó ‘0’. El proceso se repite
ocho veces, y la figura formada al anotar los resultados es llamada un Odu
(un ‘jefe’, una ‘cabeza’, una ‘deidad’) representada por una nuez de palma.
Detrás de cada uno de los 16 Odus hay 16 Odus subordinados, de esta
manera asciende su número a 256. Detrás de cada uno de estos 256 Odus
hay otros Odus subordinados, escondiendo a un total de 4.096 Odus, para
cada uno de los cuales hay una historia o pareado apropiado, cuando el
aparece sobre la tabla de adivinación.

Los siguientes son una lista y representación de los 16 principales Odus:

1. Egi Ogbe 2. Oyekun Meji

ll 00 ll 00

74
75

ll 00 ll 00
ll ó 00 ll ó 00
ll 00 ll 00

3. Iwori Meji 4. Odi Meji

ll ll 00 00 l l 0 0
l l 0 0 ll ll 00 00
l l ó 0 0 ll ll ó 00 00
ll ll 00 00 l l 0 0

5. Iroshu Meji 6. Owara Meji

l l 0 0 ll ll 00 00
l l 0 0 ll ll 00 00
ll ll ó 00 00 l l ó 0 0
ll ll 00 00 l l 0 0

7. Bara Meji 8. Okara(n) Meji

l l 0 0 ll ll 00 00
ll ll 00 00 ll ll 00 00
ll ll ó 00 00 ll ll ó 00 00
ll ll 00 00 l l 0 0

9. Ogunda Meji 10. Osa Meji

l l 0 0 ll ll 00 00
l l 0 0 l l 0 0
l l ó 0 0 l l ó 0 0
ll ll 00 00 l l 0 0

11. Ika Meji 12. Oturupon Meji

ll ll 00 00 ll ll 00 00
l l 0 0 ll ll 00 00
ll ll ó 00 00 l l ó 0 0
ll ll 00 00 ll ll 00 00

13. Otura Meji 14. Irete Meji

75
76

l l 0 0 l l 0 0
ll ll 00 00 l l 0 0
l l ó 00 00 ll ll ó 00 00
l l 0 0 l l 0 0

15. Ose Meji 16. Ofu Meji

l l 0 0 ll ll 00 00
ll ll 00 00 l l 0 0
l l ó 0 0 ll ll ó 00 00
ll ll 00 00 l l 0 0

La respuesta oracular de Ifa es dada en forma de parábola. De aquí el


refrán:

Owe ni Ifa ipa

Omoran ni imo;
Bi a ba wipe mo
Omoran a mo
Nigbati a ko ba mo
A ni, ko se

“Ifa siempre habla en parábolas,


Él es el sabio que comprende su discurso.
Cuando nosotros decimos, lo comprendemos
Él es el sabio que lo comprende.
Si nosotros exigimos comprenderlo
Cuando nosotros verdaderamente no lo comprendemos,
Entonces decimos. Hay algo terrible en ello”.

Cuando un Odu concreto se presenta sobre la tabla divina, el adivinador


recita la adecuada historia o pareado e interpreta la respuesta, lo mejor que
puede, a quien hace la pregunta.

De todos estos Odus, Eji Ogbe es considerado como ‘el príncipe’. Cuando
su figura aparece sobre la tabla divina, el babalao da gran importancia a la
ocasión y, después de advertir al que pregunta sobre la seria naturaleza de
la respuesta que espera, rápidamente salmodia las siguientes palabras:

Bi a ba bo oju

76
77

Bi a ba bo oju
Isale agbon ni a pari re.

A da fun Orunmila nigbati o nlo gba ase lowo Olodumare. O rubo


Olodumare si wa fi ase fun u. Nigbati gbogbo aiye gbo pe o ti gba ase lowo
Olodumare, nuson si nwo to o Gbogbo eyiti o wi si nse. Lati igbana wa ni a
nwipe, Ase!

“Cuando nos lavamos la cara,


Cuando lavamos nuestra nariz.
Nosotros completamos debajo de la barbilla”.

“Iwa fue consultado por Orunmila, cuando éste iba a recibir poder del
Todopoderoso. Él ofreció sacrificios y el Todopoderoso le dio autoridad.
Cuando todo el mundo se enteró de que había recibido autoridad, ellos se
acercaron a él. Todo lo que él dijo fue aprobado. Desde entonces siempre
decimos ‘Amen’ o ‘Así sea’.

ORIGEN HISTÓRICO

Una investigación del origen histórico del culto es una tarea fácil si la
teoría de una íntima conexión entre la religión de los Yorubas y la de los
Antiguosegipcios, que fue planteada y aplicada en capítulos precedentes, se
aplica también aquí. Aunque la existencia del sistema en todo su conjunto
no puede ser encontrado en inscripciones del Antiguo Egipto, todavía sus
elementos esenciales pueden ser encontrados en varias inscripciones. La
mayoría de las ideas relacionadas con ello son, sin duda, reliquias de la fe
de Osiris.

El primer punto a destacar es el verdadero nombre de la deidad (Ifa). Esta


palabra se deriva directamente de Nefer, el título de Osiris. La derivación
es como sigue: como todo nombre Yoruba empieza con una vocal, la
consonante inicial de un nombre que se ha tomado de otra lengua, o recibe
una vocal antepuesta o es omitida, especialmente si es una débil consonante
nasal. Por lo tanto la consonante inicial en ‘nefer’ se omite quedando ‘efer’.
El sonido ‘e’ se representa en Yoruba por ‘i’, y el sonido ‘er’, al no existir
en Yoruba, es cambiado por ‘a’. De aquí que la palabra ‘nefer’ se convierta
en ‘Ifa’. Es destacable que la consonante inicial ‘n’ permanece cuando la
palabra está unida a otra palabra, por ejemplo ‘Ope-nifa’ u ‘Ope-lifa’, ‘el
árbol del cual son obtenidas las nueces de palma usadas en la adivinación
Ifa’.

77
78

El siguiente punto a considerar es el origen del término ‘Odu’. Entre los


Antiguosegipcios la creencia que existía era que la residencia de los
muertos estaba dividida en zonas o dominios. Estos dominios (Aats, Ots u
Ods) estaban bajo el mando de deidades diferentes. Los textos de “La
Pirámide” o “El Libro de los Muertos” contienen frecuentes alusiones a los
Aats o dominios de Horus y Set, y hace una lista de los Aats de Sekhet-
Aaru sobre los que Osiris presidía. A la vista de la supervivencia de
elementos de la fe de Osiris en la religión Yoruba señalada en los capítulos
anteriores no debería sorprendernos si la creencia en los Aats sobre los que
presidía Osiris todavía persiste. De hecho la creencia permanece en el
culto a Ifa. La mayoría de las palabras relacionadas con el culto se derivan
directamente de los nombres de los Aats de Sheket (Aaru). La misma
palabra ‘Odu’ se deriva de ‘aat’ (u ‘ot’, ‘od’), la derivación siguiendo las
reglas fonéticas de modificación de palabras extranjeras al ser incorporadas
al lenguaje Yoruba. La derivación es como sigue: ‘Aat’, la primera ‘a’ es
generalmente reemplazada por ‘o’ en varios libros; la segunda ‘a’ es
suprimida; la dental ‘t’ se convierte en ‘d’, y recibe una vocal para formar
su propia sílaba, no habiendo sílabas cerradas en la lengua Yoruba. Por lo
tanto, la palabra se convierte en ‘Odu’. ‘Ot’ u ‘Od’ se encuentran en libros
en Egipto como el equivalente de ‘Aat’.

Las dos listas de los Aats u Ots de Sekhet-Aaru, reproducidas por el


profesor E. Wallis Budge en su edición de “El libro de la Muerte”, merecen
consideración. El número de Aats en la primera lista es de catorce, y en la
segunda de quince. Ahora el número de los Odus de Ifa es dieciséis. Es
bastante fácil de ver que este número se deriva del número de cada una de
las listas relacionadas arriba. Los Yorubas añadirían fácilmente dos al
número de la primera lista, uno para el mismo Osiris, para quien ellos
proporcionan un Odu (Eji Ogbe), y el otro para el investigador que, según
la fe de Osiris, esperaría encontrar un sitio en los campos de Aaru después
de la muerte. Ellos añadirían, de un modo similar, uno al número de la
segunda lista para Osiris, y aunque ellos no añaden otra más para el
investigador, para llegar al número diecisiete, todavía se reconoce que hay
necesidad de un Odu para representar al investigador por el hecho de que,
muchos sacerdotes Ifa siempre proporcionan dieciséis nueces de palma más
una. La extra es conocida como la ‘Adele’ o ‘el Odu que vigila la casa’, y
no es usado nunca con el propósito de adivinación.

Es destacable que cada Odu es descrito como que tiene un doble carácter,
por ejemplo ‘Obara Meji’, ‘Ofu Meji’. La explicación de esto está en el
hecho de que cada Odu representa un dominio, y la deidad que lo preside,
es mostrada en las listas referidas arriba.

78
79

Se ha hecho notar arriba que tan pronto como un Odu aparece, el babalao
(sacerdote Ifa) recita una historia apropiada o un pareado. Un número de
tales historias o cantos religiosos es dado por el Reverendo Epega en su
libro titulado “Ifa, Imole Re”. Entre estas historias o cantos y las
afirmaciones hechas sobre los Aats de Osiris dadas por el profesor Budge
en las páginas 485 a 498 de su edición del “Libro de la Muerte”, hay tan
estrecho parecido con respecto al lenguaje y las ideas, que no puede ser
descrito a la ligera como accidental. La conclusión es irresistible: los
pasajes Yoruba se han modelado sobre las afirmaciones que hizo Osiris
sobre los Aats de Sekhet-Aaru.
Otro punto destacado es el hecho de que en relación a los resultados de su
adivinación, el babalao usa símbolos egipcios, que son trazos o círculos (l l
l ó 0 0 0).

La derivación de los nombres de los Odus los daremos ahora. Para facilitar
esto, una tabla comparativa de cuatro listas de los dieciséis principales
Odus será incluida aquí. Se verá que las diferencias entre los nombres de
los Odus de las cuatro listas, en casi todos los casos, son diferencias
fonéticas. Las listas son:

De Ellis De Johnson De Phillip De Dennett

1. Buru Ogbe Ogbe Ogbe


2. Yekun Oyekun Oyeku Oyeku
3. Ode Iwori Iwori Iwori
4. Di Edi Odi Odi
5. Losho Urosi Iroshu Iroshu

1. Oron Owara Owourin Owourin


2. Abila Bara Obara Obara
3. Akala Okaran Okanran Okouron
4. Kuda Ogunda Oguda Oguda
5. Sa Osa Osa Osa
6. Ka Eka Ika Ika
7. Durapin Oturupon Oturupon Oturupon
8. Ture Eture Otura Otura
9. Leti Erete Irete Irete
10. Shi Ose Oshe Oshe
11. Fa Ofu Ofu Ofu

79
80

1) OGBE se deriva de ‘uben-f’, un título de Osiris. Comparar ‘Nefer-


uben-f’; ‘u’ se convierte en ‘o’, y ‘b’ se convierte en la labial ‘gb’.
‘Buru’ aparece como un nombre local.

2) YEKU(N), (yeku = el ‘ku’ vivo). Esto se encuentra en el tercer Aat.

3) IWORI procede de Aaru, que primero se convierte en ‘Ooru’, luego en


‘Oworu’ y luego en ‘Iwori’ (cambio de las vocales ‘a’, ‘i’, ‘u’, la una
por la otra, siendo frecuente tanto en la lengua Egipcia como en la
Yoruba).

4) ODI procede de ‘Atu’. Una derivación similar ha sido ya dada; ver


‘Aat’ = ‘Odu’.
5) IROSHU = ‘Iro-shu’, la columna de Shu.

6) OWARA viene de ‘Uar-t’. ‘U’ se convierte en ‘w’ y recibe una vocal


inicial, ‘r’ recibe una vocal para formar una sílaba y ‘t’ se suprime.
‘Uart’ es el nombre del decimotercer Aat de la primera serie.

7) ABILA tiene una ortografía errónea. ‘Ba-Ra’ = el alma de Ra. ‘O’ es


solamente una vocal inicial.

8) OKARAN viene de ‘Kher-aha’. La vocal inicial ‘o’, luego ‘a’ = ‘er’,


luego ‘r’ insertada para separar dos vocales y ‘a’(n), una contracción de
‘aha’.

9) KUDU, ‘Ku-da’ = el alma de Da, un dios Egipcio Antiguo.

10) OSA viene de ‘Ha-ser-t’. ‘Ha’ pasa a ‘o’ (la ‘h’ se suprime), ‘ser’ se
convierte en ‘sa’, y la ‘t’ se suprime.

11) KA = alma.

12) DURAPIN aparece como una ortografía errónea de ‘Oturupon’.


‘Oturu’ viene de ‘Atru’ u ‘Otru’ y ‘pon’ de ‘pua-nit’.

13) ETURE u OTURA, probablemente viene de ‘Atru’ o de una


combinación de ‘Atu’ y ‘Re’ o ‘Ra’.

14) La derivación de IRETE es difícil. Probablemente viene de ‘Rertru’.

15) OSE u OSHE viene de ‘Ase-s’. ‘Shi’ tiene ortografía errónea.

80
81

16) OFU probablemente viene de ‘Auf’, parte del título de Osiris: ‘Auf-
nefer’.

La derivación de Odus explicada arriba nos muestra claramente que los


ingeniosos cálculos contenidos en libros populares sobre el tema, no tienen
fundamentos históricos.

Es interesante el comparar los títulos de Ifa con los de Osiris dados en los
capítulos 141 y 142 del “Libro de la Muerte”. Muchos de los primeros son
derivados de los últimos, o de palabras egipcias. Aquí tenemos unos pocos
ejemplos:

I. ORUN-MI-LA. La traducción literal de esta palabra es ‘El cielo sabe


los que serán salvados’. No hay duda que se deriva de ‘Horu-m-la’,
una de las combinaciones de nombres de dioses Egipcios (comparar
con ‘Hor-m-Khuti’). ‘La’ es el nombre del dios-león egipcio.

II. ‘Ela’. Ésta se deriva de ‘La’.

III. ‘Edu’, una contracción de ‘eyi-didu’ (‘El que es negro’). La palabra


se deriva de ‘Didu’, la imagen negra de Osiris.

IV. ‘Oludumare’. Ésta ha sido explicada en el capítulo II.

Las historias mitológicas dadas arriba también contienen elementos del


mito de Osiris. Las historias se refieren a la bondad de Ifa, el beneficio que
ha otorgado a otros, su persecución y su deificación. Todos estos detalles
tienen paralelo en el mito de Osiris. La relación entre Ifa y Esu también
encuentra un paralelo en la que existe entre Osiris y Set.

La referencia a Orungan en las historias es significante. El significado de


esta palabra es ‘El sol de mediodía’. Ahora el nombre del sol de mediodía
en la Antigua Religión Egipcia es Ra. El dios-sol se cree que ha dicho:
“Soy Khepera por la mañana, Ra al mediodía y Tum por la noche”. La
relación entre Osiris, Ra, Shu y Set ha sido explicada en el capítulo
precedente, y es interesante ver que una prueba más profunda de su
relación es dada por las referencias a sus dioses en las historias Ifa.

OBSERVACIONES FINALES

81
82

La supervivencia de la fe de Osiris en el país Yoruba no está ilustrada en


ninguna parte mejor que en el caso de Ifa, el dios de la adivinación.
El origen del sistema Ifa debe ser rastreado en Egipto. Su base está en la fe
de Osiris en general y en la doctrina de los Aats en particular. Un sistema
idéntico terminado del todo, todavía no ha sido encontrado, pero un sistema
similar, conocido como “Derb el ful” o “Derb el raml”, ha sido
descubierto en tiempos modernos por Mr. James Hamilton y descrito en su
libro titulado “Nómadas de África del Norte”.
El sistema Ifa de adivinación no está confinado a los Yorubas. Es conocido
entre los Ibos por el antiguo título de ‘Efa’ (‘E’ pronunciada como en ‘E-
phraim) y por el único título de Afa o Aga. Es descrito por P.A. Talbot
como sigue:

“El hechizo consiste en dos pares de filas, cada una compuesta de cuatro
conchas ‘Osing’. Éstas están juntas en cada mano del adivinador. Las de la
derecha se supone que son machos y las de la izquierda, hembras”.
“Las conchas que componen las cuatro filas son naturalmente capaces de
formar filas en casi innumerables combinaciones y, en consecuencia, un
experto Mboni tiene un amplio sistema sobre el que trabajar”.

En la descripción de arriba hay algunos puntos notables. El adivinador Ibo


usa dos pares de filas, cada una compuesta de cuatro conchas Osing. El
número de conchas es así de 16, y esto corresponde a las 16 nueces de
palma usadas por el adivinador Yoruba. La palabra ‘Osing’ es también
destacable. Es la palabra ‘osi’ nasalizada y se deriva de ‘Osi-ris’, que como
se ha indicado arriba, era la deidad principal que presidía a los Aats (Ots)
de Sekhet-Aaru, del cual se originó el sistema Ifa. El título del adivinador
‘Mbo-ni’ debería también ser destacado, ‘Mbo’ se deriva de ‘ba’ o ‘ban’.
‘Bon’ ‘alma’ o ‘almas’, y ‘un’, ‘un ser’ ‘ persona’. ‘Mboni’ significa por lo
tanto ‘la gente de ba o ban’, que es la gente que posee una especial clase de
alma o almas de los antepasados. Un título similar existe entre los Yorubas,
y se aplica a los sacerdotes de Sangó, una deidad que será descrita en un
capítulo posterior. El título es ‘Magba’, que es, ‘ma-gba’, ‘oma(n)’ u
‘omo(n)’, ‘agba’, ‘gente de ba’.
Un sistema similar se encuentra también entre varios pueblos del Sur de
Nigeria, a saber, los Ijaws, los Popos, los Ibos, los Ibio-bios, los Ekois, los
Iyalas y otros. Muchos de estos pueblos usan cuatro filas formadas por
cuatro conchas, nueces o piedras y también conservan el nombre original
de Ifa o Efa.
La creencia en Ifa está profundamente fijada en la mente de los Yorubas. A
la vista de su antigüedad y vigor no hay duda de que a pesar de todo, el
rápido progreso de la educación occidental, pasarán siglos antes de que sus
últimas huellas puedan ser borradas de la mente del Yoruba medio.

82
83

Capítulo VIII

LOS ORISAS

83
84

Los Orisas como entidades angelicales:

Los yoruba insisten en que el estudio de la naturaleza es primordial. La


naturaleza se considera la manifestación de la esencia de Olodumare, según
los grados de sustancia material. Tal esencia, que traducimos como Asé, es
la fuerza inherente de toda La Creación. El énfasis de tal estudio o
veneración no se centra en el objeto físico y tangible, sino en la energía de
la fuerza vital que produce su forma. El objeto tangible no es más que un
símbolo de la existencia eterna que lo manifiesta.

Olodumare/Olorun está en todas las cosas, como el Asé es la esencia


fundamental de todas las cosas. Los antepasados africanos no veneran y
adoran al árbol, ni a la roca, ni a la estatua, sino a lo que produce su
existencia. Al conservar la “religión de la naturaleza”, los antepasados
consiguieron mantener y fortalecer al verdadero lazo de unión entre todas
las cosss y los seres humanos.

En lo referente al compromiso religioso, este concepto es básico y


fundamental. Olodumare, El Creador, debe verse en todas las cosas. Los
humanos, desprovistos del ego opresor, también deben considerarse parte
de La Creación, y comportarse de acuerdo con esto. Respecto a los Orisas,
ha de entenderse que, como “entidades angelicales”, también forman parte
de la naturaleza. Como Orisas, constan de mayores cualidades celestiales y
se hallan más próximos a la Fuente Divina de la existencia. Su capacidad
para obrar en nombre de los seres humanos suele expresarse como
intervención divina. Tal intervención se motiva mediante la adivinación,
creencia, fe, oración, cantos y alabanzas, danzas, rituales y sacrificios
incluyentes. Esta “motivación” es una tentativa dual, ya que tanto el
sacerdote como el devoto han de seguir determinados preceptos y prácticas
para curar eficazmente o corregir una situación anómala.

El término Orisa es, en realidad, la combinación de dos palabras yoruba:


“Ori” que es la chispa que refleja la consciencia humana, y “sa”, que es la

84
85

potencialidad suprema de esa consciencia que penetra o se asimila a la


consciencia divina.

La consciencia humana necesita atravesar las etapas de desarrollo a fin de


alcanzar los niveles superiores. Los Orisas simbolizan las fuerzas y formas
del potencial de la divinidad humana. En Her Bak está escrito que “los
Neters (seres-Orisa divinos) son la expresión de los principios y funciones
del poder divino que se manifiesta en la naturaleza. Sus nombres e
imágenes, como se representan en los mitos, definen tales principios y
funciones, y se les ofrece para que el adepto pueda aprender a conocerlos y
buscarlos dentro de su yo”. Este concepto definido por los ancianos de
Egipto y Africa Occidental es evidente, si bien algo descartado, en todas las
formas de desarrollo religioso y espiritual.

“El yoruba sostiene que la adoración a los Orisas ayuda al desarrollo de


Iwa-Pele, el carácter equilibrado o actitud equilibrada. El propósito más
importante de la persona en la tierra es llegar a exhibir ese carácter y
actitud”. La religión, como ritual de adoración, no es objetivo del hombre
sino sólo un medio para alcanzar un fin, mientras el propio fin es Iwa-Pele.
Por eso, la realidad fundamental respecto a la divinidad del Yo y las
entidades celestiales, es la del desarrollo de un carácter puro e iluminado.
Esta es la premisa del auténtico compromiso Orisa. La conexión entre la
consciencia de uno (Ori) y su comportamiento (Iwa-Pele) se ve claramente
como recíproca y relativa. Es decir, cuanto más iluminada llegue a ser la
consciencia de la persona, en relación con la divina, más reflejará en su
comportamiento lo divino. Por eso, el individuo es considerado santo o
sacerdotal en su desarrollo.

Se dice que los Orisas son los ministros de Olodumare en la tierra. Hay
Orisas mayores y menores, algunos tienen importancia local y otros
nacional. Algunos de los Orisas locales, son patrones y guardianes de
determinadas comunidades, otros son considerados como héroes de grupos
étnicos y en un tercer grupo, se incluyen los que son adorados al ser
identificados como objetos naturales como por ejemplo: colinas, montañas
y ríos. Como muestra de esto último se afirma que la colina Oke Ibadan,
situada en Ibadan (se estima la ciudad más populosa del Africa Negra), es
adorada todos los años y el día de su veneración está prohibido encender
fuego.

Se considera que un ejemplo de Orisa de origen étnico pudiera ser Obagun,


del poblado de Ijesa, de quien se dice que salvó al país de la invasión nupe.
En lo que se refiere a la identificación de Orisas con objetos naturales
puede señalarse, entre otros, a Osún, a quien se vincula con el río, y Sangó

85
86

con el trueno. No obstante todo esto, existen múltiples tradiciones que le


atribuyen a los Orisas un origen particularmente humano, y se palntea que
cualquier identificación con objetos naturales se deriva de la relación que
pueda existir entre estos y determinados seres humanos.

Existen familias donde se adora a varios Orisas, pero casi siempre se adora
a uno que es el fundamental. Son pocas las familias que adoran a uno solo.
Hay tradiciones que registran la existencia de 401 Orisa, otras dicen que
son 200. De ellos 16 fueron los principales que, se dice, descendieron del
cielo después que Oduduwa creo la tierra y vivieron con él en Ilé-Ifé.
Según Odumuyima: Orisa es una forma abreviada de Ohun ti a ri sa, que
significa: el que se compone de pedazos dispersos. En otro sentido
proviene de Orise que literalmente significa: la fuente de la cabeza. Ori es
el nombre común de la cabeza. Significa, sin embargo, la esencia de la
personalidad, es decir, el ego. Se, en yoruba, significa originar, derivar, o
surgir de. Orise es el nombre común para Olodumare en el distrito de Owo.
Entre los itskiris y los ijaws occidentales, Orisa es solo una forma
adulterada de Orise. Entre los yoruba existe un mito popular que explica el
surgimiento de Orisa. Según este, Orisa que vivía solo en una pequeña
cabaña al pie de una gran roca, decidió tener un criado y fue a un mercado
de esclavos en Emure Ekiti y compró uno. El esclavo se llamaba Atowada
y era muy útil a su nuevo amo. Al tercer día le pidió a su amo que le diera
una parcela de tierra para cultivarla. Demostró ser muy trabajador y en dos
días desarrollo la finca, pero todo el tiempo estuvo planeando matar a
Orisa.

Un día el esclavo se acercó a Orisa. Esperó en la cima de una roca y cuando


lo vio regresar a su casa dejó caer un gran pedrusco sobre la cabaña. Orisa
fue aplastado y desbaratado en cientos de pedazos que se esparcieron por
todo el mundo. Le llegó la noticia a Orunmila, quién acudió de inmediato al
lugar de los hechos. La leyenda dice que entonces Orunmila se preguntó si
no podría salvar a Orisa, viajó por todo el mundo y recogió los pedazos;
encontró muchos, pero por más que trató no los pudo reunir todos.
Entonces, Orunmila, puso todos los pedazos que había recogido en un gran
güiro al que llamó Orisha Nlá y lo depositó en un templo en Ilé-Ifé.

Otra leyenda concluye que después de llegar Orunmila al lugar del


acontecimiento, lamentó la muerte de Orisa y efectuó algunos ritos para
recoger todos los pedazos, distribuyendo el resto por todo el mundo. Estos
pedazos se modificaron en Orisha Nlá, quien dio el nombre al resto de los
Orisas.

86
87

Olodumare

¡Error! Marcador no definido.Olodumare / Olodu Mayé / Olorun /


Edumare / Alayé / Elemí / Alagbara Gbogbo -por todos estos nombres (y
más), conocen los creyentes yorubas y sus seguidores al Ser Supremo-, éste
es el único Dios Todopoderoso, El Creador de todo el universo, El Autor de
todo cuanto ha existido, existe y existirá por los siglos de los siglos. Es el
Supremo Arquitecto y Hacedor del cielo, de la tierra firme, de todas las aguas
y de la vida que existe en el universo.

Es La Gran Deidad Androgina (Dios y/o Diosa), Padre y/o Madre que rige a
las divinidades u Orisas, y a toda especie viviente del universo entre las
cuales están los seres humanos a quienes dio aliento y vida para que reinaran
y dominaran la tierra sirviéndose de la imprescindible ayuda de los espíritus
de los dioses por Él concebidos que habitan en Orun y en las Fuerzas o
Elementos de La Naturaleza y que forman parte del Orden Universal por Él
establecido.

Olodumare, para los religiosos africanos y sus seguidores iniciados en la


tradición religiosa yoruba, significa, según la composición de vocablos de la
antigua lengua sagrada yoruba; OLO (ir, extensión, expansión, eterno); DU
(tiempo, años); MARE (nacer, crecer o criar), todo lo cual es sinónimo de
Dios, el principio y el fin, la simiente donde descansa toda La Creación, la
esencia del todo y de la nada; la inmortal, invariable y eterna transformación
de la materia objetiva y sutil y su carácter indestructible como componente
vital de cuanto ha existido, existe y existirá desde que ésta fue creada por Él.

Él es El Creador de la primera y única energía que dio fuerza y vida a todo


cuanto permanece en el plano cósmico. Él es el Supremo y único autor que
rige el Orden Universal existente bajo el que conviven de forma paralela y
multidimensional, en eterna armonía, las energías más finas y sutiles de los
espíritus junto a las de la materia orgánica e inorgánica perceptible e
imperceptible que conforma todo cuerpo físico del espacio cósmico vital

87
88

donde nace, se desarrolla y transforma permanentemente esta materia


animada e inanimada de todo el universo.

Olorun es El Señor de los Cielos, El Inconmensurable, El Origen de todas las


cosas, y Lo Primario de todo lo acontecido, lo que acontece y lo que
acontecerá. Él es El Conocimiento, El Poder y La Sabiduría plena y perfecta
que, ha estado, está y estará por siempre fuera del alcance material de toda
criatura viviente en el universo. Él es el Espíritu que está en todas partes y en
todas las cosas, velando celosamente por la eterna y perfecta armonía que
rige toda la actividad universal de los mundos por Él creados.
Este Dios tan sublime es La Divinidad Suprema que reconoce la tradición
religiosa yoruba; es el mismo Dios Todopoderoso adorado por otras
religiones, quien se ha manifestado a los hombres de diversas maneras, en
lugares y épocas distintas -a pesar del exclusivismo de algunos movimientos
religiosos-, utilizando para ello el eterno y sencillo lenguaje de La
Naturaleza, el de los Orisas y los espíritus, siendo estas formas de expresión
sus principales y más directas vías de comunicación con los seres humanos a
la hora de transmitirles a éstos sus sagrados mensajes.

Como a quedado dicho antes, este Dios constantemente se manifiesta con


diáfana claridad a todo ser viviente a través del maravilloso lenguaje
universal de las Fuerzas o Elementos de La Naturaleza, por ello Él ha dotado
a cada uno de los hombres de dispositivos sensoriales y perceptivos muy
sofisticados, como el oído, el olfato, el tacto, la visión, la inteligencia, etc.,
para que a través de éstos finos receptores orgánicos estos seres puedan
percibir la clara evidencia de su presencia en todo cuanto existe en su
entorno.

Por esta razón, y salvo pocas excepciones, ningún ser viviente está exento de
percibirle, de sentir su presencia en cada instante de su vida y en cada cosa
que ve y siente en su andar cotidiano. Estamos preparados para ver, palpar y
escuchar el propio cuerpo y espíritu de Su Obra. Él es el único Creador de la
tierra que pisamos, de las aguas que nos circundan, del cielo que nos cubre,
de la luz que nos alumbra, del aire que bate nuestros cuerpos, y del calor que
recibimos del sol.

Él creó las estaciones del año, el oxígeno que da vida a los seres humanos y a
otras criaturas del planeta tierra. Él constituyó, a la vez, los cuatro elementos
básicos de la naturaleza; tierra, aire, fuego y agua. Él creó el volcán temible,
la fuerza del huracán y del terremoto; el poder del mar, la fuerza misteriosa
que mueve cada astro del universo.

88
89

Sin Él no puede existir vida en ninguna parte. No reconocer y negar su


existencia es de necios, por que Él, a través de su obra, está en todas partes.
Nos da la vida y la inevitable muerte; nos da el alimento diario que
precisamos para vivir y desarrollar nuestra existencia; nos da las sustancias
que curan nuestras enfermedades; nos da la tierra que pisamos, el aire que
respiramos, el sol que nos alumbra. Él se funde espiritualmente con su
Creación para impactar nuestros sentidos porque en ella, aunque sabemos que
ésta no es Él, lo encontramos a cada paso de nuestras incipientes existencias.

Conexión Egipcia

Como todas las religiones primitivas, la religión del pueblo Yoruba es de un


carácter completamente absorbente. Cada etapa de la vida ha estado
rodeada de varias características religiosas, estas permanecen
constantemente, siendo profundamente conscientes de su relación con los
poderes ocultos. De ellos se puede decir verdaderamente que “ellos viven
religiosamente, comen religiosamente y mueren religiosamente”.

Su religión es principalmente animista, ellos consideran que los espíritus


residen en todo lo misterioso, lo extraño, lo desconocido, así como en las
grandes fuerzas de la naturaleza, y por mediación de todo esto, los espíritus
poseen las peculiares formas o poderes sobrenaturales que los marcan
como objeto de veneración. El fetichismo y el demonismo en la forma de
adoración de espíritus ancestrales, desempeñan un gran papel en la religión,
y así surge la adoración de “muchos dioses y muchos señores”. Algunos de
estos son adorados por el pueblo en su conjunto, otros son adorados por
algunas tribus solamente, y el resto solo por algunos individuos.

Varios escritores han mantenido el problema en cuanto a la existencia de


grados entre el gran número de deidades Yoruba. Algunos de estos
escritores han llegado a la conclusión de que es imposible descubrir ningún
orden entre la confusa multitud de deidades, cuyo número impide cualquier
estudio exacto de sus atributos.

Es verdad que un gran número de deidades Yorubas no pueden ser


graduadas. Pero no hay duda de que las graduaciones existen de alguna
manera en las mentes de los nativos, y de que algunas deidades están tan
por encima de todas las demás, que su relativa posición entre ellas y con las
otras deidades pueden ser definitivamente averiguadas.

89
90

Después de una cuidadosa y exhaustiva investigación, el escritor cree que


las graduaciones de la categoría reconocidas por los nativos que existen
entre sus deidades son como sigue:

1. La Deidad Suprema: OLORUN


2. Los Orisas Mayores, de los cuales ESU e IFA son los más importantes
3. Los Espíritus Deificados de los Antepasados, y otros espíritus de los
cuales ORO, ELEKU, AGEMO y EGUNGUN son los más importantes
4. Los Orisas Menores
Las graduaciones de la categoría que existen entre las deidades clasificadas
en los cuatro grupos relacionados, varía entre las diferentes tribus,
especialmente cuando la adoración de las deidades menores no es general
en el país Yoruba.

Sobre, y por encima de todas las otras deidades clasificadas arriba y,


sobrepasándolas en poder, honor y majestad está la Suprema Deidad
conocida como OLORUN, un Ser de incomparable carácter, poseyendo
atributos tan nobles, tan abstractos y refinados como para haberse originado
del pensamiento de un pueblo primitivo. Se le atribuye omnipresencia,
omnisciencia, y omnipotencia. Él es un juez justo e imparcial, a veces
juzgando a los malvados en este mundo y, con toda certeza, juzgando a
todos en el otro. Él es OLORUN ADAKEDAJO “Dios, el silencioso pero
activo Juez”. Él es OLORUN OLORE “Dios, el benefactor”. Él es
OLORUN ALANU “el Dios misericordioso”. La creación del universo se
le atribuye a Él, por tanto lleva el título de ELEDA “Creador”. Otros títulos
que se le han dado son igualmente significativos. Él es ALAYE “el Primer
Ser”. ELEMI, “Dueño del Espíritu”, que es el espíritu dado a los seres
humanos, OGA-OGO “El Altísimo” o “El Señor de la Gloria”.

Estas nobles ideas aumentan la sospecha de uno contra la posibilidad de


que sea el producto del pensamiento Yoruba. Es muy posible, como varias
personas han sostenido, que un agente primitiva poseyera alguna idea de
una Suprema Deidad, innata o inculcada en la humanidad. Pero es
necesaria una explicación por la presencia de estas elevadas ideas sobre
OLORUN entre las tribus primitivas Yorubas, especialmente entre los muy
primitivos pueblos de habla Yoruba que viven bajo bárbaras condiciones en
¿¿((the fastnesses))?? De las colinas Kukuruku y rodeados de gran
oscuridad de vulgar paganismo. Algunos antropologistas puede que se
inclinen a dudar de la existencia de la idea de una Suprema Deidad entre
los pueblos primitivos. No hay duda, sin embargo, que tal concepción
existe entre los sencillos Yorubas quienes, con la posible excepción de los
extremadamente ignorantes, dan respuestas sorprendentes cuando se le
pregunta sobre los atributos de su Deidad Suprema. Tanto el Coronel Ellis

90
91

como Mr. Dennett que hicieron un estudio impropio del tema, tenían
tendencia a clasificar a OLORUN como una de las menores deidades
conocidas como Orisas o como una de las deidades de la naturaleza. Por
otro lado, el Dr. Farrow, que adquirió un conocimiento básico del lenguaje
disfrutó de un imparcial e íntimo contacto con el pensamiento nativo,
afirmó enérgicamente que: “los Yorubas tienen una clara concepción de una
Suprema Deidad”. El que esto escribe, que tiene un estrecho contacto con
el pensamiento religioso de su propio pueblo, cree firmemente que el Dr.
Farrow tiene razón.

¿Cuál es entonces el origen de la idea?. ¿A qué origen podemos remontar


las elevadas ideas que los Yorubas tienen sobre OLORUN?. El Dr. Andrew
Lang ha probado definitivamente que tal idea “no puede haber
evolucionado de un total animísmo”. El OLORUN de los Yorubas no es “el
firmamento deificado” o “simplemente un dios de la naturaleza” o “un dios
celestial” o “un desarrollo de SANGÓ”.

El Dr. Farrow ha comparado la palabra ‘orun’ (parte de la palabra Olorun)


con la griega ‘Ovpavos’ y con ‘varuna’ del Rig-Veda, y ha sugerido la
posibilidad de una conexión filológica. Allí no parece tener ningún motivo
para tal comparación, y hay razones para creer que no hay conexión
filológica. Es verdad, sin embargo, que la palabra ‘orun’ como la palabra
inglesa ‘heavens’ y la palabra hebrea para ‘heaven’, “es usada por ‘sky’
también como para el domicilio de la deidad”.

Desenredando el origen histórico de la concepción de OLORUN, la visión


de una íntima conexión entre los Antiguosegipcios y los Yorubas,
expresado en el capítulo precedente, será encontrada útil. La palabra
‘Olorun’ puede dividirse en dos partes: ‘ol’-orun’. La palabra ‘orun’
significa ‘cielo’, y la sílaba ‘ol’ es sólo una repetición de la letra inicial de
‘orun’ junto con la letra ‘l’ usada generalmente para indicar propiedad o
agencia. La palabra ‘Olorun’ por lo tanto significa “el Señor del Cielo’ o
‘los Cielos’. Este es el sentido en que es usada por los Yorubas. Ahora la
palabra egipcia para ‘sky’ o ‘heavens’ (cielo) es ‘horu’. Antes del
establecimiento de las dinastías egipcias y durante los primeros tiempos del
período dinástico, el nombre ‘Horu’ era aplicado al Dios del Sol (el ojo de
Horu) que fue más tarde conocido como el viejo Horus (Horu). Los
cambios que la palabra experimentó en Egipto están claramente ilustrados
en el lenguaje Yoruba. De ‘Horu’ se deriva la palabra ‘Oru (n)’ (cielo).
Cuando la palabra era aplicada al Dios del Sol las siguientes palabras eran
derivadas de él: ‘Oru(n)’ ‘el sol’, ‘Oru’ ‘noche (ausencia de sol)’, ‘Oru’

91
92

‘calor’ (aplicado originalmente al calor del sol y después al calor en


general). La palabra también perdura en algunas canciones populares.

Se recordará que después del establecimiento del Antiguo Reino, la fe de


Osiris extendida desde Abydos en el Delta, hasta otras partes de Egipto y
según el Prof. Sayce, fue antiguamente universal en Egipto. HORU el Dios
Sol fue desplazado por HORU (Horus) el joven hijo de OSIRIS. Más tarde,
Osiris, que era originalmente el dios de la muerte, fue transportado al cielo.
Con la transferencia de Osiris desde Daddu hasta el cielo, Osiris se
transformó en “el Señor del Cielo”, y este mismo título le fue aplicado
cuando fue efectuada la unión de la fe de Osiris y la fe solar. Ha sido
señalado arriba que el significado de Olorun es ‘Señor del Cielo’. Esta
identidad del significado de Olorun con el título de Osiris constituye a
primera vista la evidencia de asumir la existencia de alguna relación entre
el Olorun de los Yorubas y ‘el Señor de Daddu’ egipcio.

Tan pronto como el autor percibió la evidencia citada, una serie de hechos
le fueron revelados. Tan fuerte es el apoyo dado por los hechos de la citada
suposición, que la visión de una definitiva conexión entre Olorun y Osiris
puede ser afirmada con un alto grado de probabilidad. Es muy posible que
los Yorubas tuvieran alguna idea de una Suprema Deidad cuyo nombre se
ha perdido ahora. Pero el enriquecimiento de las elevadas ideas deben
haber tenido lugar cuando la religión Yoruba recibió la fe de Osiris.

Los hechos pueden resumirse como sigue:

1. Las ideas sobre Olorun son más elevadas que las que se podrían esperar
de un pueblo primitivo. Las ideas de Omnipotencia, Omniscencia y
Omnipresencia pueden ser encontradas en elementos de la fe de Osiris.
Olorun es ‘Eleda’ ‘Creador’, así también era Osiris. Olorun es el ‘Juez
imparcial’; los hombres tienen que dar cuenta de sus hechos en el
vestíbulo de Su Juicio. Los hombres son encomendados a Él sólo por su
rectitud y bondad. Todas estas son reliquias de las características
relacionadas con el vestíbulo del juicio de Osiris. La importancia del
dios Thoth en relación con el juicio, tiene su eco en las palabras ‘o-ti-
to’, ‘verdad’ y ‘e-to’ ‘rectitud’ o ‘justicia’, derivadas de su nombre.
2. Las ideas de los Yorubas sobre el cielo son idénticas en muchos aspectos
con las de los adoradores de Osiris. Por ejemplo, los Yorubas
generalmente dicen ‘Ole li aiye ko gba, ti orun ko’, ‘A un hombre
perezoso el mundo le rechaza un lugar y el cielo también le rechaza’.
Comparar esto con la afirmación de que ‘el cielo de Osiris no tenía
lugar para los perezosos e inactivos’.

92
93

3. Uno de los títulos de Osiris es ‘El Señor de Zaddu’. A Zaddu se le


considera como el lugar de la muerte. La verdadera palabra Zaddu en
su forma de ‘sadu’ está en uso en el país de Yoruba, e indica el
domicilio de la muerte. Por ejemplo, ‘Bode Sadu’ ‘la puerta de Sadu’.
La idea aquí es que alguien que, en los días de mercado de esclavos y
guerras entre tribus, se atrevía a ir más allá de la ciudad de Bode Sadu,
literalmente: iba a la residencia de espíritus difuntos.
4. Uno de los grandes objetos de terror en el primitivo país de Yoruba es lo
que es conocido como ‘Ohun Didu’. Incluso un valiente animal como
el león se dice que teme su acercamiento y se cree que usa las
siguientes palabras cuando ruge: ‘Bikose erin, bikose enia, bikose ohun
(o nkun) didu, on ko beru enikan’, ‘excepto el elefante, excepto el
hombre, excepto ‘ohun didu’, él no teme a nadie’. El Dr. Farrow
traduce ‘ohun didu’ literalmente como ‘la cosa negra’, ‘el extraño’, tal
traducción literal no parece tener el sentido original de la frase. La
palabra ‘didu’ debería ser tratada más bien como un nombre en caso
genitivo, en vez de como adjetivo calificativo. El correcto significado
parece ser ‘algo que pertenece a Didu’, que es el Didu (o la negra
imagen de madera) de Osiris. Idolos pintados de negro, pareciéndose al
Didu de Osiris, existen en el país Yoruba.
5. Otro nombre para la residencia del muerto donde Osiris mandaba fue
‘Alu’. Aquí estaba la residencia del Toro Osirifiado. La palabra Yoruba
para toro es ‘malu’, que es una contracción de ‘Omo-alu’, un nativo de
Alu (lit. un hijo de Alu). La palabra ‘malu’ por lo tanto contiene una
inconfundible referencia a la adoración del Toro Osirifiado (Osiris-apis)
en Alu.
6. La palabra egipcia para la tumba de ‘Osiris-ben’ sobrevive en la forma
de ‘bini’, que es el nombre de una importante ciudad del país Yoruba.
7. Precisamente el nombre de la Deidad Suprema de los Yorubas es
idéntico al del título de Osiris y compuesto del nombre del dios-sol
Horu, así como los nombres de las Deidades Supremas de las tribus
destacadas de África Occidental se derivan de los nombres de deidades
egipcias o de palabras egipcias. La siguiente lista seleccionada apoya la
afirmación:

 ( I ) NYISUA. Esta es la palabra Grebo (hablado en Liberia) para Dios.


Se deriva de dos palabras, ‘nyi’ y ‘sua’.
‘Nyi’ procede de la palabra de África Occidental ‘ye’, ‘vivir’, y ‘sua’ de
‘sua-nit’, un nombre del antiguo Egipto.
El significado de ‘nyisua’, por lo tanto, es ‘el vivo (alma de) sua-nit’.
 ( II ) NYANKUPON. Esta es la palabra Fanti (hablado en Costa de Oro)
de Dios. Consta de tres palabras, ‘nyan-ku-po(n)’. ‘Nyan’ es una forma
de la palabra ‘ye’, ‘ku’ es la forma modificada de la palabra ‘khu’ del

93
94

antiguo Egipto ‘alma’, y ‘po(n)’ procede de la palabra ‘pua-nit’, un


nombre del antiguo Egipto. ‘Nyankupon’, por tanto, significa ‘el alma
viviente de Punt’.
 ( III ) NYONMON. Esta es la palabra Ga (hablado en Costa de Oro).
Consta de dos palabras, ‘Nyon-mon’. ‘Nyo(n)’ es una forma
modificada de ‘ye’ y ‘mo(n)’, es una abreviada forma de ‘Amon’, el
nombre de un dios del antiguo Egipto. ‘Nyonmon’ significa por lo
tanto, ‘el Amon vivo’.
 ( IV ) MAU o MAWU. Esta es la palabra Ewe (hablado en Costa de Oro
y en Lome) para Dios. Se deriva directamente del nombre de la diosa
egipcia Maut, la diosa de la verdad.
 ( V ) ORISE. Esta es la palabra Jekri (hablado en Nigeria) para Dios. Se
mostrará más tarde que esta palabra deriva de Horus.
 ( VI ) CHUKU. Esta es la palabra Ibo (hablado en Nigeria) para Dios.
La primera sílaba parece ser un ablandamiento de la palabra ‘khu’ (la
egipcia ‘khu’ ‘espíritu luminoso’, ‘alma’). La palabra original sería
entonces ‘kuku’. El doblamiento de la palabra ‘ku’ muestra que Dios es
considerado como “el luminoso espíritu por excelencia”. ‘Khu’ ha sido
modificado también en el lenguaje Ibo a ‘chi’ ‘espíritu’. De aquí ‘chu-
ku’ ha sido llevado a significar ‘chi-uku’ ‘el Gran Espíritu’.
 ( VII ) CHINEKE. Esta es otra palabra Ibo para Dios ‘Chi-neke(n)’. La
primera sílaba es también una modificación de la palabra ‘ku’. La
segunda procede de ‘nekhen’, un nombre del antiguo Egipto. El sentido
literal de ‘chineke’ es, por lo tanto, ‘el alma de Nekhen’.
 ( VIII ) AYIBA. Esta es la palabra Ijaw (hablada en Nigeria) para Dios.
‘A’ ‘el que’, ‘yi=ye’ ‘hacer’, ‘ba’ es otra palabra para ‘alma’
correspondiendo en significado a la palabra griega (texto griego). ‘Ayi-
ba’ por lo tanto, significa ‘el creador de almas’.
 ( IX ) ORU. Esta es la palabra Nembe (hablada en Nigeria) para Dios.
Es una forma derivada de la palabra egipcia ‘horu’, citada arriba.
 ( X ) ABASI. Esta es la palabra Efik (hablada en el este de Nigeria) para
Dios, la derivación de la cual puede ser situada en la palabra egipcia
‘bast’. El término Efik para el Todopoderoso Dios (Aba-si Ibu(n))
parece estar derivada de ‘bu-bastis’, con una inversión del orden de las
partes que la componen.

Una mayor evidencia en apoyo de la teoría de una íntima conexión entre


Olorun y Osiris está contenida en uno de los títulos ostentados por el
primero. Él es titulado Olodumare. El significado de este título ha
desconcertado a muchos escritores. Así el Dr. Farrow comenta sobre este
título: “La derivación de la palabra es incierta. Generalmente está tomada

94
95

para denotar ‘al Uno Todopoderoso’”. El obispo Crowther y Johnson así lo


consideran, pero el último da una alternativa: “El que es siempre recto”.

La dificultad de su derivación, y consecuentemente de su significado,


aparecen por el fracaso para comprender el significado de sus partes
componentes, que son como sigue: ‘Ol’Odu-ma-re’. La palabra ‘Odu’
significa ‘un jefe’, ‘un personaje elevado’. ‘OlOdu’ es su forma profunda,
que indica perfección (ej. ‘obini’, ‘mujer’, ‘olobini’ ‘una mujer en el total
florecimiento de la feminidad’). ‘Ma-re’ significa ‘yo iré’ o ‘yo debo ir’. El
significado de ‘Olodumare’ es pues ‘el Jefe o el que es exaltado a quien yo
tengo que ir o volver’. Ahora, según la creencia egipcia, se permite que la
más alta recompensa sea dada a las buenas almas ‘el ver a Dios cara a cara
y perderse en su inefable gloria’. Una vuelta a Osiris seguida por la
identificación con él, es el deseo de todo devoto adorador a Osiris. Entre
los Yorubas, la idea del alma yendo o volviendo a la Suprema Deidad
después de la muerte ha existido y es conservada en la palabra Olodumare,
como muestra claramente su significado. La idea es tal, que puede
considerarse como una reliquia de la fe de Osiris.

Una consideración imparcial de los hechos mencionados no pueden sino


llevar a la conclusión de que existe una íntima conexión entre Olorun de los
Yorubas y Osiris de los Egipcios Antiguos, y debe haber habido un tiempo,
en que el primero fue identificado con el último.

Sin embargo, hay una o dos cuestiones que deben ser tratadas en este
momento. Si la conexión entre Olorun y Osiris es tan íntima, ¿por qué
Olorun sólo es reverenciado pero apenas adorado por los Yorubas?. Osiris
tenía templos donde se le ofrecía adoración de una manera regular, y es
muy natural el esperar que Olorun debería ser adorado del mismo modo. En
respuesta a esta cuestión, debe ser observado que aunque la fe de Osiris fue
muy extendida, su adoración fue casi el monopolio de la clase sacerdotal.
La gente corriente creía en él pero sabía muy poco de su adoración. Para
ellos, él fue bien representado por su ‘Didu’, ‘las imágenes de los dioses
subordinados a él y de los animales consagrados a él’. Su adoración fue
dada a estas imágenes o a dioses que eran considerados intermediarios
entre Osiris y ellos mismos.

El campesino no podía remontarse a las alturas de la especulación


sacerdotal o tener capacidad para una vacía abstracción, él no podía seguir
las intrincadas sutilezas de una adoración organizada. Por lo tanto, él se
agarró a la divinidad que podía ver y tocar, y limitó su adoración a tal
divinidad. Es muy posible que hubiera una pequeña clase sacerdotal para
Olorun entre los Yorubas, para que haya un ligero signo de la adoración de

95
96

Olorun. Pero un conocimiento de los ritos y ceremonias de la adoración ha


desaparecido con la transferencia y limitación de la adoración religiosa a
las deidades menores.

De nuevo, la pregunta puede ser hecha: si la conexión entre Osiris y Olorun


es tan íntima que una vez, el último fue identificado con el primero, ¿por
qué el nombre de Osiris no fue adoptado y conservado por los Yorubas
como el nombre de su Deidad Suprema?. Después del lapso de tantos siglos
no puede ser fácil dar una respuesta satisfactoria a la pregunta. Pero esta
dificultad no está en contra de la teoría de una íntima conexión entre Osiris
y Olorun desde que el nombre del último fue creado del título del primero.

El nombre de Osiris, sin embargo, es bien conocido por los Yorubas,


quienes lo usan en un sentido muestra que ellos son conocedores del mito
de Osiris. El nombre sobrevive en su original forma de Osiri en la
expresión ‘gba osiri re’ o ‘da osiri bo o’, que significa ‘maquinar contra una
persona inocente con una opinión para asesinarle’. El significado de esta
expresión está derivada ciertamente del mito de Osiris, parte del cual es
reproducido aquí de “Roma de Oro”, de Sir J.G. Frazer:

“Reinando como un rey sobre la tierra, Osiris regeneró a los egipcios del
salvajismo, le dio leyes y les enseñó a adorar a los dioses ... Se dice que
Osiris ha sido el primero en recoger frutos de los árboles, en preparar la vid
en estacas y pisar uvas. Deseoso de comunicar estos beneficiosos
descubrimientos a toda la humanidad, confió todo el gobierno de Egipto a
su mujer Isis y viajó por todo el mundo ... Cargado de riquezas con las que
había sido colmado por las naciones agradecidas, volvió a Egipto y, por
motivo de los beneficios que había obtenido, fue aclamado unánimemente
como deidad. Pero su hermano Typhon, con otros setenta y dos,
conspiraron contra él. Habiendo tomado las medidas del cadáver de su
buen hermano furtivamente, el mal hermano Typhon, moldeó y decoró
altamente un cofre del mismo tamaño, y una vez que estaban todos
bebiendo y divirtiéndose, trajo el cofre y guasonamente prometió darlo al
que se ajustara en él exactamente. Bien, todos ellos intentaron uno tras otro,
pero no se ajustó a ninguno de ellos. Después de todos, Osiris entró dentro
y se tumbó. En eso, los conspiradores corrieron y cerraron de golpe la tapa
sobre él, la clavaron rápidamente, la soldaron con plomo fundido y
arrojaron el cofre al Nilo”.

Este mito existe actualmente en una forma modificada en el país de Yoruba.

Una más profunda evidencia del hecho de que el mito de Osiris es bien
conocido por los Yorubas está contenido en la siguiente leyenda Yoruba:

96
97

“La ciudad sagrada de Ifé fue una vez hundida en una gran aflicción y
miseria debida a las frecuentes incursiones de los Igbos, que se presentaban
ellos mismos de un modo sobrenatural. Todos los esfuerzos para detener las
incursiones fueron inútiles. Todas las oraciones pidiendo ayuda fueron
inútiles. El oráculo no dio respuesta útil. Ellos se trasladaron con pena, pero
inflamada con patriótico ardor, Moremi, la mujer de uno de los míticos
reyes de Ifé, fue al río Osimiri y juró ofrecer un costoso sacrificio al dios
del río si sus esfuerzos fueran coronados divinamente con éxito. Sus
oraciones fueron oídas. Su búsqueda de los secretos de los Igbos fue
afortunada. Ella descubrió que ellos eran simples hombres cubiertos de
hierbas o juncos. Ella volvió y desveló este secreto a sus compatriotas, que
derrotaron a los Igbos al prender fuego a sus mantos de hierba. Ella volvió
al río para cumplir su promesa. El dios, sin embargo, no quedó satisfecho
con todo lo que ella trajo, sino que pidió el sacrificio de su único hijo Ela u
Olurogbo. El hijo fue debidamente sacrificado; pero él se las arregló para
revivir y ascendió a los cielos por medio de una cuerda”.

Comentando este mito el Dr. Johnsons dice: “Nosotros podemos distinguir


en esta leyenda una confusa idea de la historia de Jephtha, y la de la Virgen
Bendita y su hijo”.

Tratando con leyendas primitivas, no pueden hacerse errores más grandes


que el enfocarlas con ideas cristianas preconcebidas, e identificarlas
fortuitamente con historias bíblicas. La preeminente figura en la leyenda de
arriba es una heroína, no un héroe como en el caso de Jephtha. La Virgen
Bendita no se pudo decir que tuviera un solo hijo. No. La leyenda no tiene
conexión con historias bíblicas. Ella es solamente una combinación de
detalles apropiados del mito de Osiris, Isis y Horus.

Moremi, representa a Isis, y Ela u Olurogbo representa a Horus, el hijo de


Isis, a quien Set intentó destruir. La leyenda Yoruba declara que él fue el
hijo de Moremi que ascendió a los cielos. Debería ser observado que la
palabra ‘egbeji’, el nombre alternativo del hijo de Moremi, significa ‘el hijo
del que vive’. Según la leyenda egipcia, Osiris fue la persona cuyo cadáver
fue cortado en trozos y que luego revivió y, por la influencia de Ra,
ascendió a los cielos. La transferencia de estos detalles a su hijo puede ser
debido al hecho de que a Osiris se le había dado otro papel para representar
en el mito.

El punto más importante de la leyenda es la referencia al río Osimiri. Este


río es el Nilo, y el dios Nilo es Osiris. La palabra ‘Osimiri’ se compone de
dos partes, ‘osi’ y ‘miri’. ‘Osi’ es una abreviatura de Osiris, y ‘miri’

97
98

procede de la palabra egipcia ‘mirit’, el nombre de la diosa de las orillas del


Nilo. La palabra ‘Osimiri’, por lo tanto, significa ‘el flujo de Osiris’ o ‘el
Nilo desbordando sus orillas’, sobre las que Plutarco escribió como sigue:

“Ellos (los Antiguosegipcios) llaman no solamente al Nilo, sino también,


sin distinción, a todo lo que está mojado, el flujo de Osiris”.

El dios del río referido en el mito no es otro que Osiris.

Hay otras supervivencias del nombre de Osiris. Otro ejemplo se dará aquí.
El nombre supervive en Orisa Osi, ‘el ídolo del dios Osiris’, un dios
nacional de los Yorubas. Él fue adorado por Oranyan, el hijo de Odudua, el
mítico fundador de la raza Yoruba. Hay una leyenda que cuando Oranyan
estaba poniéndose en camino para una expedición, dio estrictas órdenes a
su suplente para cumplir la acostumbrada adoración a los dioses Idi y Orisa
Osi. Los Yorubas consideran, por lo tanto, la adoración a Orisa Osi como
obligación nacional.

La relegación de la adoración a Olorun a un segundo plano no conduce a


una completa ignorancia de Él como la Suprema Deidad. Aunque Él es
considerado como demasiado santo y elevado para ser aproximado
directamente con sacrificios, y excepto los ejemplos citados abajo, Su
ayuda es invocada sólo en raras y especiales ocasiones. Todavía Él es
considerado como que tiene conocimiento y vivo interés en los asuntos de
los hombres cuando es necesario. Él no es un dios ausente, quien, después
de crear el mundo, rehusaba preocuparse con sus asuntos y salvaguardarse
Él mismo, encerrándose detrás de la lámina de metal de las nubes. Su
elevada naturaleza necesita la presencia de intermediarios a quienes largas
oraciones y peticiones y sacrificios son hechos. Pero cortas oraciones le son
ofrecidas a Él, y estas muestran la existencia de una creencia en la rapidez
para ayudar en ocasiones de urgente necesidad o terrible calamidad, una
creencia en Su actividad en el mundo, y un reconocimiento de gratitud a Él
como un especial deber que le incumbe sobre el hombre. Unas pocas de las
oraciones son dadas aquí: ‘Olorun gba mi’, ‘puede que Dios me salve’, y
‘Olorun sann’ son oraciones generalmente hechas en tiempos de gran
peligro. ‘Ki Olorun ji wa re’, ‘puede que Dios nos despierte bien’, es un
deseo piadoso al retirarse a la cama por la noche; ‘Ki a ma ri i’, que es una
contracción de ‘Ki Olorun ma je ki a ri i’, ‘Dios prohibe’, lit. ‘puede que
Dios no nos permita ver semejante cosa’.

Los Yorubas atribuyen su conservación a la mediación directa de Olorun.


Antes de retirarse a la cama ellos confían de su cuidado como se ha
señalado arriba. Por la mañana temprano las primeras expresiones

98
99

elogiosas son la de gratitud hacia Él. Por ejemplo, los saludos de la mañana
son: ‘O ko ji re’, ‘¿se despierta bien?’; ‘Awon ara ile nko?’, ‘¿Cómo están
los miembros de la familia?. A cada uno de los saludos la respuesta es ‘A
dupe lowo Olorun’, lit. ‘damos las gracias a Dios’. Esto se contrae a veces
a ‘A dupe’, ‘gracias’.

La creencia en la Omnisciencia de Olorun en muy fuerte. Esto está bien


resaltado en el dicho ‘Bi enia ko ri o Olorun ko ri o?’, ‘¿si el hombre no te
ve, no te ve Olorun?’.

La creencia es también ilustrada por uno de los títulos dados generalmente


a Olorun: ‘Oba a ri inu ri ode’. ‘el rey que ve tanto la parte interior como la
parte exterior del hombre’. La creencia en Su omnipotencia es mostrada en
Su título ‘Alewilese’, ‘el que no solamente habla sino que actúa’, y por la
invocación de Su ayuda como un último recurso cuando los agentes
intermediarios han alcanzado el límite.

Relación entre Olorun y sus adoradores

Se ha alcanzado ahora un punto donde la pregunta de la relación entre


Olorun y sus adoradores puede ser formulada. El amor por la Deidad
ciertamente no existe; tampoco existe el miedo como una distinta emoción
alguna vez albergada hacia él. Por lo tanto, no hay necesidad de aplacarle a
Él con sacrificios, no necesita que se le levanten templos y consagren
sacerdotes para su adoración. Existen sentimientos de temor y reverencia,
y éstos se muestran en los títulos dados a Él en las frecuentes expresiones
de gratitud. La creencia en su Omnipotencia lleva a la humilde dependencia
hacia Él para protección y conservación, y para ayuda en épocas de
calamidad extrema cuando el carácter de la necesidad o la exigencia de
tiempo demanda recurrir al más grande poder vivo conocido por el hombre.
Aparte de la ofrenda de cortas oraciones y la donación de gracias, la
adoración no existe. Un Dios con el que es mantenida una escasa relación
no puede satisfacer los profundos y constantes anhelos del alma humana
por una activa dependencia hacia lo oculto. La ausencia de una adoración
organizada de Olorun por medio de la cual una completa e ininterrumpida
devoción hacia Él puede ser asegurada, ha llevado a la adoración de
múltiples dioses. El carácter de esos dioses serán esbozados en los
siguientes capítulos. Es suficiente aquí el decir que la usurpación del lugar
de Olorun por deidades intermediarias ha llevado a la pérdida del
conocimiento de su adoración entre los Yorubas, con la dudosa excepción
de unos pocos sacerdotes mayores que todavía afirman el saber algo

99
100

acerca de la adoración y por los cuales el conocimiento es muy preciso y


quizás guardado celosamente.

OBSERVACIONES FINALES

En vista del carácter de Olorun esbozado arriba, es fácil ver que la


siguiente descripción de Él es incorrecta: “Olorun es simplemente un dios-
naturaleza, el cielo divino en persona, y el único que controla fenómenos
relacionados de la mente nativa con el techo del mundo”. Si Olorun ha sido
el cielo divino en persona que llovió y tronó sobre los hijos de los hombres,
una habitual adoración originándose del miedo habría sido ofrecida a Él, y
en vista de los frecuentes casos de lluvia, truenos y relámpagos, Él podría
haber tomado un lugar hacia atrás en el sistema religioso nativo. Además,
se ha mostrado arriba que el mundo se ha derivado de Horu, el nombre del
dios-cielo del antiguo Egipto. Es evidente, sin embargo, que no es el
animista dios-cielo que los Yorubas se apropiaron de los egipcios. Más
bien, la idea de Olorun está relacionada con la de Osiris, el espiritualizado
Ser Supremo del Antiguo Egipto viviendo en los cielos mucho más allá del
conocimiento humano. Ningún nativo admitiría que Olorun ‘sólo controla
fenómenos relacionados con el techo del mundo’. Los títulos, oraciones y
expresiones dadas arriba prueban de manera concluyente que, tal limitación
de los poderes y funciones de Olorun es ajeno al pensamiento nativo.

Tampoco es correcto decir que ‘Él no es de ninguna manera Omnipotente’.

El proverbio sobre la que esta declaración está basada, no puede ser


encontrado entre la mayoría de los Yorubas, tampoco el escritor encuentra
ningún soporte para ello entre los sacerdotes y mitologistas Yorubas. Que
‘un hombre no pueda provocar la lluvia y que Olorun no pueda darte un
hijo’, es quizás la casual observación de algunas personas poco
inteligentes, y no puede implicar nada más que un reconocimiento de la
división del trabajo entre las deidades y la desgana de Olorun para hacer los
deberes que Él había asignado a una inferior deidad. Ello no implica
ciertamente incapacidad o limitación de poder, en opinión del bien
conocido proverbio Yoruba ‘A ki ra omo li oja; Olorun ni fun ni’, ‘los hijos
no son comprados en los mercados; ellos son regalos de Olorun’.

La precedente aclaración del carácter de Olorun y del origen de su nombre,


hacen muy claro que las elevadas ideas sobre Él deben ser encontradas en
Egipto. Sin la hipótesis de una conexión entre los egipcios y los Yorubas, la
existencia de elevadas ideas quedan como un misterioso e inexplicable
fenómeno observado entre primitivos pueblos. La religión de los Egipcios

100
101

Antiguospasó del politeísmo al hemoteísmo, hasta que se convirtió en


monoteísmo esencialmente cuando “el sincero politeísmo de los Egipcios
pudo hablar de un único e incomparable Dios o pudo adorar a ‘Dios’ sin
una más profunda definición”. Escribiendo sobre el monoteísmo de Egipto,
el profesor Maspero dice:

“Los Egipcios adoraban a un ser que era único, perfecto, dotado de


conocimiento e inteligencia absolutos, e incomprensible hasta tal punto que
Él acepta los poderes de los hombres para manifestarse en lo que es
incomprensible. Él es ‘el primero, el que existe esencialmente, el único que
vive sustancialmente, el único creador del cielo y de la tierra, que no se ha
creado a sí mismo...”.

El pensamiento religioso de los Yorubas debe haber sido afectado cuando


se pudo en contacto con el pensamiento religioso de los egipcios,
especialmente con las ideas monoteísticas descritas arriba. La sencilla
concepción de los Yorubas de cómo consideran a su Suprema Deidad debe
haberse enriquecido por el contacto con la fe de Osiris. Es verdad que la
Suprema Deidad de los Yorubas, como las Supremas Deidades de otros
pueblos primitivos, tienden a retroceder hasta sus orígenes porque, como es
el caso de los Egipcios, “la mente de la clase inculta no podía ni
comprender ni elevarse hasta tales alturas. La inteligencia humana soporta
con dificultad la idea tan pura de un ser absoluto.” No obstante, es también
verdad que, a pesar de la opinión de escritores como Menzies, Huxley y
Spencer, hay mucha evidencia de la existencia de la concepción de un Ser
Supremo entre los Yorubas, un ser que en una época pareció haber sido
identificado con Osiris y que corresponde en muchos importantes detalles
con el ‘único Dios’ concebido por los Antiguosegipcios."

101
102

Ori

G. Okenmyiwa y A. Fubunmi afirman: “la palabra Ori tiene muchos


significados. Literalmente Ori significa cabeza. Significa la cima de todas
las cosas, el más elevado de los empeños... En el cuerpo humano, Ori se
divide en dos: la cabeza física y la cabeza espiritual... La cabeza espiritual,
también, se divide en dos, el ORI APARI interior (el Ori espiritual interno)
y el ORI APERE (el signo del dios personal del individuo)”. El ORI ODE
(cabeza física), el ORI INU (el espíritu interno), y el IPONRI (el alma–
espacio del yo interno) son las definiciones más notables del Ori. Se revela
en los Odu, Ogunda que: “ningún dios bendice a nadie sin el
consentimiento de sus Ori. Aquél cuyo Ori haya aceptado su sacrificio debe
sentir un enorme regocijo”.

En todas las formas de sacrificio ritual las ofrendas se colocan primero en


el centro o parte superior de la cabeza. Esto es debido a Ori y a la
satisfacción de su naturaleza divina. Una entidad de indiscutible
importancia es Ori el dios personal del individuo. El Ori de uno debe ser
atendido regularmente por medio de sacrificios, lo que un Ori decide
ningún Orisa lo puede alterar. Hay quien tiene un Ori tan fuerte que por
mucha brujería que se le haga esta no le entra.

Se dice que no se puede hacer nada por el portador de una mala cabeza y
que, incluso aquellos que son de buena cabeza, sólo pueden realizar su
destino a fuerza de su trabajo y de su conducta Iwá.

102
103

William Bascom, en un interesante análisis que hace sobre este particular,


toma en consideración dos aspectos importantes de Ori, estos son: la
creencia en un alma guardiana o la de un doble espiritual. De acuerdo con
él, es el alma guardiana ancestral de uno el doble espiritual en ORUN,
quien se adueña de la cabeza espiritual del individuo. La adoración de Ori
incluye la de Eleda. Bascom está de acuerdo con que la suerte de una
persona está entrelazada con su conducta. Él como Abimbola, hace énfasis
en la importancia de Iwa (calidad del ser) en la determinación del
individuo.

Samuel Johnson, por su parte, señala que el Ori (cabeza) es la deidad


universal de la casa, adorada por ambos sexos como dios del destino. Se
cree, según él, que la buena o mala fortuna le llega a uno en dependencia o
decreto de este Orisa, de ahí que se le ofrezcan sacrificios para que sus
seguidores puedan compartir la buena suerte. Así, para algunos, Ori es, en
resumen, el Orisa de la buena suerte. Antes del matrimonio la mujer yoruba
haca dos símbolos de Ori, uno para ella y otro para su esposo. Cuando tiene
hijos prepara uno para los varones y otro para las hembras.

Algunos refieren que la representación de Ori son 47 cowries atados juntos


en forma de corona, otros dicen que son 41. Esta se guarda secretamente en
un cofre llamado Ile Ori (casa de Ori); su tamaño es tan grande como pueda
hacerlo su propietario. Algunos llegan a tener hasta seis cabezas, doce mil
cowries.

103
104

Obatalá

“Obatalá, también conocido como Orisa Nlá, Orisaala y Oguiyan se


considera la archidivinidad de la nación yoruba. Obatalá representa la idea
de la pureza ritual y de la pureza ética, simbolizada por la blancura
inmaculada asociada con él: el interior de las paredes de los templos se
pinta de blanco, los emblemas se guardan en recipientes blancos, y las
túnicas, ornamentos y rosarios blancos son para su sacerdote y
sacerdotisas”. Obatalá se considera el más inteligente y estable de carácter
de los Orisa. No sólo es el “padre de los Orisa” sino, además, el que
moldea la forma humana sobre la Tierra. Él es el escultor creativo que
forma el cuerpo embrionario de los bebes en el útero materno.

Fue Obatalá quien primero creo a la humanidad de arcilla. Obatalá es el


principal emisario de Olodumare en la Tierra. Los adeptos de Obatalá y
otros le suplican por sus hijos, le piden prosperidad, el castigo de las malas
acciones y la curación de enfermedades y deformidades. Llevan
bendiciones y ofrendas al sacerdote y sacerdotisas, quienes las ofrecen en
los altares o santuarios en nombre de los adeptos. Para algunos es
considerada la divinidad suprema, el más grande de los Orisa, aunque en
general para los yoruba, casi siempre el Orisa más grande y más importante
de todos es el suyo propio.

En el libro Olodumare, el nombre de Obatalá aparece interpretado de varias


formas:

104
105

 OBA-TI-O-NLA (el rey es grande).


 OBA-TI-ÁLÁ (rey vestido de blanco).
 A-TÉ-RERE-K-AIYE (Él, quien se disemina sobre toda la extensión de
la Tierra).
 ALÁMÓ RERE (el que trata con la arcilla escogida). La arcilla con la
cual moldea al hombre.

Para algunos ancianos es la imagen o símbolo de Olodumare en la tierra.


La teología también lo califica como hijo de Él. Es llamado también Elédá
(creador). Es el escultor divino al que le ha sido otorgada la prerrogativa de
crear al ser humano como él quiera.

Cuando a una mujer esta embarazada es frecuente escuchar la siguiente


oración: Ki Orisa Ya Ná Re Konio (permite que el estilo Orisa sea una obra
de arte para esta persona).
Acerca de esta deidad existe un canto que dice:

Eni s’ojú se mu
Orisa ni ma sin
A-da-ni b’O ti ri
Orisa ni ma sin
Eni Ran mi wá
Orisa ni ma sin

El crea los ojos crea la nariz


Ese, el Orisa que yo serviré
El que nos crea como desea
Ese, el Dios que yo serviré
El que me envió aquí
Ese, el Orisa que yo serviré

A Obatalá también se le llama Alá bá lá se (el proponente que empuña el


cetro) que se refiere al atributo que le entregó Olodumare para su trabajo de
creación aquí en la tierra. Es frecuentemente presentado como un anciano
vestido de blanco y engalanado con ornamentos blancos, se le asocia con la
pureza, el interior de su templo es pintado de blanco, sus emblemas o
atributos son guardados en envases del color preferido. Sus sacerdotes y
sacerdotisas se visten completamente de blanco. El agua de su santuario
debe ser cambiada todos los días, temprano en la mañana, por otra limpia y
clara. En la antigüedad el encargado de cambiar el agua debía ser una mujer
virgen, de impecable virtud que hubiera pasado la edad de tener hijos y
tener relaciones sexuales. Los devotos deben ser sinceros y claros como el

105
106

agua. Aiyé won a tóro bi omi a-f-oro-pon (sus vidas serán claras y puras
como el agua vertida temprano en la mañana).

La tradición sitúa la casa original de Orisa-Nlá en Igbo. Se le describe


como Enitu nwon bil ode igbo ti o re g Oba l’ onde Irange (el que nació en
Igbo y fue a ser rey en Irange). Dicen que su madre nació en Ifon, donde es
conocida como Olofun y que fue el marido de Yemowo. Los yorubas
piensan en él como una persona anciana de aspecto muy venerable, en
quien la grandeza se combina con esplendor, generoso, pero sagrado y
autoritario.

Orisa Eti ¡Oné Ola


A-fi-Ojo Gbo Gbo Tobi
A Tobi Ko Se Igbe
Banta banta N’ Nu Ala
Oti N’ Nu Ala Dide
Banó Nla Oko Yemowo
Orisa Wu Mi Budo Ibi Re
L’ Orisa Kale

Orisa, el inmovible, el noble, el que vive diariamente en fortuna, grandeza.


Es tan poderoso que no se le puede alzar
Inmenso con trajes blancos
Duerme con trajes blancos
Despierta con trajes blancos
Venerable padre consorte de Yemowo
Orisa me fascina en su estado
En un lugar deleitoso donde está el trono de Orisa.

A Obatalá se le conoce también con distintos nombres en diferentes


lugares, así tenemos:

Orisaoluafin en Iwodin
Orisaoko en Oko
Orisakire en Ikire
Orisagiyan en Egigbo
Orisaowu en Owu
Orisajaye en Ijaye

106
107

Obatala en Oba

Los seguidores de Obatalá, según señala Omotoso Eluyemi, tienen que


rendir homenaje al Orisa cada 17 días, lo que recibe el nombre de
Itadogun, ellos separan o seleccionan nueve días del año, es cuando toda la
familia Idita, conjuntamente con los obas y jefes del pueblo van a rendir
culto al templo. Esto se ha venido haciendo desde tiempos inmemorables
hasta la fecha.

Ola Olapade describe la imagen de Obatalá como de madera y decorada


con conchas y cubierta con telas blancas. Él cita una apelación de Orisa Nlá
que dice:

Obatalá, el Gran Rey


El rey del bosque
El que conoce la vida
Padre del albino
El que come ratas como el matador de ratas
El que come peces como la trampa de peces
Esposo de la maga
Ardiente defensor de la verdad
El vengador que sacude al malvado
Como sacude a una bolsa para que caiga lo que contiene
El ciudadano del cielo.

En la curandería tradicional se le hace llamado a Obatalá para que sustituya


la mala suerte por la buena suerte, para que dé esperanza a las vidas de los
desamparados, para que dé hijos a las mujeres estériles. Los seguidores
cocinan sus alimentos con manteca, nunca con el rojizo aceite de palma. Se
abstienen de comer carne roja y beber vino, los sacrificios ofrecidos no
deben tener sal.

Los albinos, enanos, cojos y todas las personas deformes son generalmente
consideradas sagradas para este dios, de ahí que se les designe Eni Orisa
(pertenecientes a Dios).

Entre los mitos sobre Obatalá, Olumide Lucas se refiere al que lo sitúa
como segundo de Olorun u Olodumare en la tierra, Olorun creó todas las
cosas, incluso a Obatalá, pero no completó su obra. Antes de retirarse al
cielo encargó a Orisa Nlá completar su trabajo de creación. Se dice que
Olorun hizo al hombre como una figura ruda y sólida, dejando a Obatalá
para que diera los toques finales y le diera al hombre una cara, boca, nariz,
ojos, orejas y cráneo. Se le considera protector de las puertas de los

107
108

pueblos, por tanto, frecuentemente se le representa como un jinete con una


lanza, flanqueado por una serpiente, un pez, una tortuga y un leopardo.

Lucas, que no deja de darle un origen árabe a los yorubas, le atribuye a esta
deidad un carácter egipcio. Para él el nombre Obatalá surge de Oba-ti-ala.
La palabra Oba significa rey, “ti” significa “de” o “referente a”. La palabra
“ala” ha sido, según él, mal interpretada como “blanco”, “un límite”. ¿Cuál
es por tanto el origen de la palabra “ala”?. Las ideas asociadas con el dios
cuyo nombre incorpora de modo tan fuerte esta palabra, sugiere un origen
egipcio. Esta sugerencia lleva inmediatamente al descubrimiento de que
Obatalá fue anteriormente un dios del Nilo. Lucas plantea que teniendo en
cuenta que a Obatalá se le ha descrito como el alfarero (Orisa-pao-ala-
morere) y como “el padre de la barba gris” (Obaba arugbo) e
indudablemente el prototipo de Obatalá es Khumm, a quien se le dio títulos
idénticos o similares en la mitología egipcia.

Eluyemi, sin quitarle su autenticidad yoruba, compara a Obatalá con el dios


Zeus de los griegos.

Existen diversas leyendas sobre Obatalá, una de ellas cuenta que éste fue
un artista que moldeó en barro al hombre y a la mujer. A causa de su trabajo
necesitaba agua diariamente para mezclar el barro. Todos los días se
levantaba temprano e iba por el agua al río; pero debido a una grave sequía
todos los ríos se secaron. La gente salió a buscar agua por todas partes sin
encontrarla. Entonces las brujas abrieron su propio pozo en el bosque a
donde los miembros de su sociedad podían ir a buscar agua. Obatalá
descubrió el pozo de las brujas y sacó tanta agua como quiso; pero no hizo
el sacrificio como le habían aconsejado los babalawos: “poco agua” y
“agua vieja”; y al día siguiente las brujas descubrieron que alguien había
estado en el pozo. Decidieron atrapar al ladrón. Lo acecharon y al quinto
día descubrieron a Obatalá. Él les rogó, pero ellas se negaron a perdonarlo.

Obatalá huyó y buscó refugio en la casa de Egungun. Le pidieron a éste que


sacara al extraño. Egungun les rogó con todas sus fuerzas; pero las brujas
se negaron. Dijeron que si no sacaba a Obatalá destruirían todo su poder.
Egungun les entregó entonces a Obatalá. Pero Obatalá huyó de nuevo y
esta vez fue a parar a casa de Sangó. Le explico a éste lo sucedido y Sangó
le dijo que entrara a la casa y le prometió aplacar a las brujas. Cuando las
brujas llegaron a casa de Sangó le pidieron que sacara al extraño. Les
imploró con todas sus fuerzas, pero se negaron. Le dijeron que si no sacaba
a Obatalá destruirían su cetro (ose) y su trueno (Edu ara), Sangó les entregó
a Obatalá, pero éste corrió veloz a la casa de Orunmila.

108
109

En casa de Orunmila, Awoyeroye, el sacerdote le tiró el oráculo a


Orunmila. El babalawo le dijo que venía un extraño y que debía preparar
un sacrificio para el mismo. Debía ofrecer ekuru (pastel de frijoles) goma y
400 cowries. Después del sacrificio, el babalawo le dijo a Orunmila que
preparara una bandeja con ekuru y que le echara goma por los bordes.
Apenas Orunmila acabó con estos preparativos, llegó Obatalá corriendo y
le pidió que lo protegiera de las brujas. Orunmila le dijo que se sentara.
Llegaron las brujas y le pidieron a Orunmila que sacara al extraño de la
casa. Orunmila dijo que cualquiera que fuera el asunto, debían comer. Las
brujas respondieron que no venían en busca de comida, sino del extraño.

Fue entonces cuando Orunmila empezó a cantar el Odu que le había


enseñado Awoyeroye. Todos se sentaron alrededor de la bandeja y
comieron ekuru. Mientras comían, la goma que Orunmila le había puesto
en el borde a la bandeja las pegó por las piernas. Cuando las brujas
acabaron de comer se dieron cuenta que no podían despegarse, hicieron mil
esfuerzos, pero imposible, entonces rogaron a Orunmila que las soltara.
Orunmila les preguntó si perdonarían a Obatalá. Dijeron que si las soltaba
no tocarían ni a Obatalá ni a sus hijos. Obatalá no sabía como
agradecérselo a Orunmila y le entregó a éste su campana de hierro (Ajila) y
le dijo que cada vez que saliera por la noche tocara la campana. Es por eso
que, incluso hoy, todos los sacerdotes Ifá tocan la campana de hierro
cuando salen por la noche. La Ajila limpia todos los males del camino.

Orunmila cantó:

Pertenecía a Orisa
Pertenecía a Orisa
La campana que ves en mi mano
Pertenecía a Orisa

Conexión Egipcia

El siguiente Orisa en importancia después de Ifá es Obatala, quien está


popularmente descrito como “el gran dios”. Él pertenece al sistema
anímico, y merece la adoración y el respeto de un gran número de Yorubas.
Él fácilmente evoca sus sentimientos religiosos. La descripción
antropomórfica de su carácter le conduce muy cerca de la imaginación del
simple campesino, que nunca se emociona por abstracciones. Cuanto más
alta y nebulosa se hace la concepción de Olorun, más popular se hace la

109
110

adoración a Obatala. La tradición dice que Obatala es realmente el


representante de Olorun, y como tal, él debe tener prioridad sobre todas las
otras deidades. En la práctica actual, sin embargo, la importancia de
Obatala no eclipsa la de cualquiera de los dioses animistas descritos en los
capítulos precedentes.

MITOS

los mitos sobre Obatalá son numerosos. Uno de estos le presenta como el
representante de Olorun. Se ha dicho que Olorun creo todas las cosas,
incluyendo al dios Obatalá. Pero él no completó el trabajo. Antes de
retirarse a los cielos para vivir como un dios absentista, él encargó a
Obatalá la tarea de completar la creación. Por ejemplo, se dice que Olorun
ha hecho al hombre como un tipo rudo y sólido, pero ha dejado a Obatalá
poner los toques finales para dar al hombre una cara, boca, nariz, ojos,
orejas, y un cráneo.
Otro mito representa a Obatalá como el único creador del primer hombre y
primera mujer a los cuales formó del barro. Otro mito le atribuye la tarea de
formar al niño en el útero y, por lo tanto, todo defecto físico es considerado
como un castigo por los errores cometidos anteriormente o como señales
ciertas de su deseo de castigar a algunas personas culpables. Personas que
tienen defectos físicos (ej. albinos) son dedicados a él. Otra función que
generalmente se le atribuye en los mitos es el de Protector de las puertas de
la ciudad. Él es, por lo tanto, representado frecuentemente por un jinete con
una lanza, acompañado por una serpiente, pez, tortuga y un leopardo.

ADORACION

Obatalá es la única deidad Yoruba que impone uniformidad de color con


respecto a su adoración. Sus adoradores deben llevar ropas blancas, y
comer alimentos blancos, usando mantequilla (¿shea-butter?), en lugar del
usual aceite de palma rojo, en su cocina, absteniéndose de comer carne
roja, y usando y ofrendando la cola blanca (o “bitter”) en lugar de una roja.
Su adoración es muy simple. Se le hacen ofrendas poco costosas de
caracoles comestibles. En ocasiones importantes sus adoradores se
permiten el lujo de fiestas y bailes. Oraciones para tener hijos le son
frecuentemente ofrendadas por las aspirantes a madres.
Es uno de los dioses yoruba adorados fuera del país. Entre los pueblos de
habla EWE, en Porto Novo, sirve de árbitro en las disputas, especialmente

110
111

para determinar a una persona culpable. Esto se hace por medio de un


oráculo conocido como OMISE (mensajero, embajador). El coronel Ellis
da la siguiente descripción del oráculo:

“Consiste en un cilindro hueco de madera, de aproximadamente 3’5


pies de diámetro, un extremo del cual está cubierto con telas y el
otro cerrado con conchas de caracoles comestibles”.

Obatalá es dios yoruba de la pureza. Él representa la más alta concepción


moral alcanzada por los yorubas. Su influencia quizás explica la
superioridad de los yorubas para muchos de sus vecinos, un hecho
atestiguado por varios observadores.

TITULOS

Los títulos del dios son los siguientes:

1. Obatalá: esta palabra ha sido traducida como el “Rey de la Pureza”,


“Señor de las Ropas Blancas”, “Señor de las Visiones”, según la
naturaleza del acento situado sobre las dos últimas vocales por cada
traductor. El significado real de la palabra será dado más tarde.
2. Orisa Popo: “El Orisa que amasa el barro”, u Orisa Hamorere “el Orisa
que posee el mejor barro”, esos dos títulos le son dados en el mito que le
describe como el creador del primer hombre y la primera mujer que él
formó del barro.
3. Orisa Oj’Emia: “ el Orisa que hace que el hombre viva”, esto es, el que
le da la vida al hombre, y de esta manera le trae a la existencia.
4. Alaba-mi-Ase: “el que propone y también dispone”. Este título se
refiere a su gran poder.
5. Orisa Nla: “el gran Orisa”
6. Obaba Orugbo: “el antiguo Padre-Rey” o “el Anciano Padre”
7. Orisa Gbigbiniki: “el Enorme (o voluminoso) Orisa

ORIGEN HISTÓRICO

El origen histórico de Obatalá puede ser fácilmente encontrado aplicando la


teoría explicada y aplicada en los capítulos precedentes.

111
112

El primer punto a ser considerado es el nombre de Obatalá, que puede ser


dividido en tres partes, a saber, Oba-ti-ala. La palabra Oba ha sido
explicada con anterioridad. Ella indica un Rey. La palabra ‘ti’ significa ‘de’
o ‘parecido a’. La palabra ‘ala’ ha sido mal interpretada como ‘blanco’.
Este es solamente un significado secundario derivado de ella al invertir sus
acentos de agudos (álá) a graves (àlà). Otro significado secundario es ‘una
frontera’.

¿Cuál es pues el significado de ‘ala’?

Las ideas asociadas al dios cuyo nombre lleva la palabra ‘ala’, sugiere,
frecuentemente, un origen egipcio. Tan pronto como esta sugerencia fue
considerada seriamente, condujo al descubrimiento de que Obatala fue
antiguamente un dios del Nilo. La palabra ‘ala’ es una forma modificada de
‘latur-an’, ‘laur-an’, que es el nombre ddo por los antiguosegipcios al río
Nilo. La antigua palabra egipcia se convierte en ‘laro, lado’ en el lenguaje
Copto. El matemático Timon, usaba la misma palabra ‘ala’ para designar
las fuentes del Nilo que él llamaba ‘Phi-ala’, siendo Phi el artículo
masculino del lenguaje egipcio antiguo, y ‘ala’ una forma modificada de
‘lado’. Obatalá significa pues “El Rey del Nilo” en sentido religioso.

¿Cuál de los dioses del Nilo es el prototipo de Obatalá?

Una vez que se ha comprendido el verdadero significado del nombre, no se


está lejos de buscar el dios del Nilo, del cual Obatalá es una supervivencia.

Obatala ha sido descrito como ‘el alfarero’ (Orisa-Popo, Alamorere), y


‘Anciano Padre’ (Obaba Arugbo). El prototipo de Obatalá es sin duda
‘Khnum’, a quien se la ha dado títulos idénticos o parecidos a los de
Obatalá en la mitología egipcia.

En Philae, Khnum se describe a sí mismo como ‘el alfarero que moldea a


los hombres y el moldeador de los dioses’. Por lo tanto, se le describe como
‘el creador de todos estos, el moldeador de todo lo que existe, el padre de
los padres, la madre de las madres’, ‘el creador del cielo y la tierra, del más
bajo mundo, el agua y las montañas, que ha creado a los machos y las
hembras de las aves y peces, bestias salvajes, ganado y de lo que se
arrastra’. Se le asigna a él la función de infundir la vida a los bebés.

Esta claro, según las observaciones anteriores, que las ideas asociadas a
Khnum y las asociadas con Obatalá son idénticas en casi todos los detalles.

112
113

La conclusión que se puede hacer por tanto, es que Obatala en una


supervivencia del antiguo dios egipcio Khnum.

Se pueden añadir algunos otros hechos en apoyo de esta conclusión.


Egiptólogos afirman que un gran número de negros residían en Elefantine.
Es muy probable que el contacto de los negros con la Religión de los
Antiguosegipcios tuviera lugar aquí, teniendo como resultado la adoración
de Khnum bajo el nombre de Obatalá. Khnum ha sido descrito como ‘el
padre de los dioses’, que es el mismo, que moldea a los hombres y moldea
(masu) a los dioses’. Ahora hay dos palabras en yoruba que significan
‘moldear’ o ‘modelar’, y son ‘ma’ y ‘su’. Hay que destacar que las dos
palabras se derivan de la antigua palabra egipcia ‘masu’, que significa
‘modelar’.

La misma palabra Khnum ha sido incorporada al lenguaje yoruba. Su


forma completa egipcia es Khnu-mu, y la palabra yoruba derivada de ella
es Okun u Oku(n)ri(n) u Okunri(n) que significa ‘un hombre’. La
derivación es como sigue: la terminación –mu es eliminada, quedando
Khun. Todo nombre en yoruba empieza con una vocal, por lo tanto se le
añade la vocal inicial ‘O’, Kh se convierte en K, y se le inserta la vocal
adecuada entre K y N, como que yoruba es un lengua fonética, N se cambia
a R (el cambio de una consonante nasal a una líquida es una característica
fonética bien conocida en algunas lenguas). Una vocal apropiada se añade
pues a la R. Las vocales en la lengua de los antiguosegipcios son a menudo
intercambiadas en diferentes libros de texto sobre Egiptología. Es así pues
como se consigue la palabra ‘okuri’ u ‘okunrin’ u ‘okonrin’.

El uso del blanco en relación con la adoración a Obatala debe haber sido
sugerido por el color blanco del río Nilo. Es probable que los yorubas
vivieran en las riberas donde fluía el Nilo Blanco sin mezclarse con el Nilo
Azul.

La supervivencia de Obatalá, que es considerado por los yorubas como un


gran dios, sugiere fuertemente que Elefantine tiene que haber sido una de
las ciudades donde la cultura de los Antiguosegipcios impactó sobre la
primitiva cultura yoruba.

113
114

Esu

Esu, como divinidad, se le considera principalmente el poderoso


sustentador del Asé o potencia creativa de los demás Orisas. Por esta razón,
todos los sacrificios y ofrendas han de ser compartidos con Esu de alguna
manera. Es la divinidad mensajera que entrega sacrificios a los Orisas, de
parte de los humanos y de un Orisa a otro. Esu ocupa una posición de
conflicto entre los humanos y los Orisa, ya que es quien “juzga las almas”
por mandato de Olodumare. Esu invita, impide y perturba porque Él
representa la oposición en los mundos de La Creación. Si se pasan todas las
pruebas se relaja. Es muy respetado y venerado porque Esu no discrimina
en la aplicación de las “leyes de la existencia”, castigando o
recompensando cualquiera que sea el caso. Se encuentra muy próximo a
todas las fuerzas, tanto positivas como negativas, pues es el árbitro
principal entre ellas. Él administra el bien y el mal como elementos de
prueba aplicados al ser humano en buesca de su perfección.

Awolalu escribe: “la tradición yoruba sostiene que Esu mantiene relaciones
con el mundo supersensible y con los seres humanos de la Tierra. Con
relación al mundo supersensible, mantiene una estrecha relación con
Orunmila, notable por su sabiduría y conocedor de los deseos de la deidad
y las divinidades”.

Es interesante advertir que en la nación yoruba, como afirma Awolalu, “Esu


no posee un sacerdocio regular porque se le asocia con las demás

114
115

divinidades. Pero, siempre que se venera a estas otras divinidades, se le


rinde debido homenaje a Él”. Las imágenes de Esu (normalmente
construidas de arcilla, madera, piedra o cemento, y adornadas con conchas
de cowries) se encuentran en todos los hogares yoruba, independientemente
de la orden sacerdotal o estatus familiar. Además, Esu no sólo a de ser
propiciado primero antes que los demás Orisas, sino también antes que los
egun (ancestros).

También conocido como Elegbara o Eshu, hay quien lo sitúa como el más
omnipresente de todos los Orisa y además como uno de los más adorados.
La significación de Esu gira entorno a su reconocida tarea de ser el
portador de los buenos y de los malos mensajes dados a él por Ifá para que
sean llevados a Olodumare. Él media entre el cielo y la tierra. Él es el
inspector general que informa regularmente a Olodumare sobre los actos de
las deidades y los hombres, chequea e informa sobre las adoraciones en
general y los sacrificios en particular.
Esu es Otu, Agbero Yorun (deidad encargada de transportar los sacrificios
al cielo). Usualmente el babalawo cree que Esu fue creado para ser la mano
derecha de Orunmila.

En la teología yoruba, Esu es una deidad muy respetable y temida. Se le


teme porque por su posición tiene el poder de la vida y la muerte, y la
prosperidad o calamidad de alguien en la tierra depende de lo que Esu
informe a Olodumare. Como consecuencia de ello su altar a menudo se
hace fuera de la casa o del pueblo. De ahí el dicho “Eju ko ni iwa; ko ile re
si eta” (Esu no tiene carácter; su casa le fue hecha en la calle). Se dice que
por su astucia convierte amigos en enemigos; causa peleas entre marido y
mujer y hace a los padres e hijos antagónicos, cuando las gentes dehonran
las leyes divinas de Olorun.

Es muy respetado también por las divinidades. Parece poseer una fuerza
que nadie, a excepción de Olodumare puede doblegar. Todos buscan, por
tanto, estar a buenas con él. Esto es evidente en el dicho yoruba “bi a ba
rubo, ki a mu t’esu kuro” (cuando se ofrecen sacrificios, se debe separar la
porción que pertenece a Esu).

Los inquietos, bromistas y testarudos son todos Oni Esú (hijos e Esú). De
esta gente usualmente se dice Esu N See (Esú es el que los mueve). Es
común que los yoruba recen de manera propiciatoria: Ki a ma se reja Esu
(que no experimentemos la furia de Esú), o Esu Ma Se Mi Omu Elomi Niki
o Se (Esú, no me muevas, es a otra persona a quien debes mover).

115
116

Debe aclararse que el culto que le rinden sus devotos no parece emanar del
temor. Más bien, a veces, inspira sentimiento de admiración, se tiene fe en
su benevolencia y protección. A Esú se le conoce además como Elegba,
Legba, Sigido, Osetura. Se le llama Logemo Orun (el hijo indulgente del
cielo); Anlakalu (aquel cuya grandeza se manifiesta en todos los lugares);
Papa Wara (el apurado, el imprevisto); Atuka Mase Sa (el que se rompe en
pedazos y no se puede armar).

Los yoruba creen que Esú tiene 200 nombres, con lo que se pretende
señalar que es de un carácter elusivo y resbaloso. La primera morada de
Esú en Yorubaland se ha dicho que fue Ofa, aunque en ocasiones se sugiere
que fue Ketu. Hay quienes afirman que su templo puede estar en cualquier
lugar, en la entrada o en el centro de la casa, pueblo o compound, en una
inserción de camino o en un bosquecillo.

La representación de Esú asume diferentes formas:

1. Una loma de tierra.

2. Un hombre con un cuerno en la cabeza inclinado hacia atrás, tallado en


madera y adornado con cowries.

3. Un humano desnudo, sentado sobre sus piernas con las rodillas


encorvadas y brazos cruzados o sentado con los brazos apoyados sobre
las rodillas. Esta imagen se hace de fango o de madera.

4. Un hombre arrodillado sosteniendo con sus manos los senos de una


mujer.

5. Puede ser una imagen dada en barro o en madera, con o sin un cuchillo
en una mano y la porra en la otra.

6. Una cazuela de barro boca abajo con un agujero en el centro.

7. Un trozo de roca dura en una vasija de barro, al que se le hecha aceite


con regularidad.

8. Un caracol de mar grande relleno de cemento y otros secretos.

9. Una cabeza hecha de cemento, tierras de diferentes lugares y otros

116
117

Ingredientes denominados “carga mística” (estas representaciones de


Esu son hechas por los babalawos e iyanifas).

Abimbola refiere que en ocasiones uno ve la imagen de Elegbara en la casa


de los sacerdotes de Ifá y cuando uno les pregunta por qué tienen esa
imagen, responden que Ifá y Esú son amigos. Un análisis del cuerpo
literario de Ifá revela que Esú a veces funciona como amigo de Ifá y a
veces como incitador. Parecería también que a veces Ifá hace uso de los
poderes de Esú cuando desea hacer cosas maravillosas.

Un mito sobre Esú señala lo siguiente:

Hubo dos amigos que siempre se vestían igual e iban juntos a todas partes.
Habían jurado mantener una amistad eterna. Ifá les había recomendado
que hicieran un sacrificio, y no lo hicieron, por eso Esú decidió destruir su
amistad. Un día estaban trabajando la tierra a cierta distancia el uno del
otro, cuando Esú pasó entre ellos. Llevaba puesto un sombrero rojo de un
lado y blanco del otro. Un amigo le preguntó al otro: “¿Quién fue ese
hombre que pasó con el gorro rojo?”. El otro respondió: “Su gorro no era
rojo, era blanco”. “¿Qué estás ciego?” dijo el otro, “vi claramente que era
rojo”. Así pues, discutieron un rato. Un poco después, Esú regresó en la
otra dirección. El primer amigo lo vió y dijo: “Lo siento mi amigo, ahora
veo que su gorro era realmente blanco y no rojo. No sé cómo pude cometer
tan estúpido error”, pero el otro se enfureció: “Estás tratando de hacerme
parecer un tonto. Crees que no tengo ojos para ver que su gorro era rojo”. Y
ahí mismo se formó la reyerta, hiriéndose ambos seriamente. Cuando se
recuperaron, siguieron el consejo de Ifá e hicieron un sacrificio a Esú. En
adelante continuaron siendo amigos, durante el resto de sus días.

Otra fábula relata que un día Esú decidió destruir a un rey que nunca le
había ofrecido sacrificios. Fue a ver a una de las esposas del monarca, que
había sido rechazada por su marido y le dijo: “Si puedes traerme algunos
pelos de la barba de tu marido, haré un sortilegio para ti que te convertirá
en su esposa favorita”. Posteriormente fue a ver al hijo mayor del rey que
era su corregente y le dijo: “El rey va a salir de guerra esta noche. Quiere
que reúnas a todos tus guerreros y se encuentren con él en el palacio esta
noche”.

Finalmente fue donde el rey y le dijo: “Una de tus esposas está tan celosa
de sus coesposas más jóvenes que ha decidido matarte esta noche, mejor te
cuidas”. El rey fingió dormir durante la noche. Vio a su esposa acercarse
con un cuchillo. Ella solo quería cortar unos pelos de su barba, pero él
penso que venía a matarlo. Dio un salto y se apoderó del cuchillo.

117
118

Discutieron con violencia. El hijo acababa de llegar con sus soldados. Oyó
sus gritos y corrió al cuarto de su padre. Vio el cuchillo en sus manos y
pensó que quería matar a su madre. El rey vio al hijo con sus guerreros y
pensó que quería usurparle el trono. Se formó entonces una gran confusión
que devino en una gran matanza.

Otra leyenda cuenta que había una vez un hombre que no hacía sacrificios a
Esu, el cual tenía dos esposas a las que amaba y estas mantenían
magnificas relaciones entre si. Era tal la aparente armonía reinante en aquel
hogar que la convivencia de aquel hombre con sus dos esposas constituía
verdadero ejemplo de cómo debía llevarse la vida conyugal. Esú supo de
esto y no le agradó. Sin tiempo que perder se hizo una preciosa gorra, se
transformó en vendedor y fue a colocarla en el mercado para su venta, pero
fue cuidadoso en no venderla a nadie que no fuese una de las dos esposas.
Efectivamente, pronto vino una, se maravilló con la gorra y la compró para
su esposo. Este se sintió tan complacido con esa sorpresa que expresó de
manera particular su apreciación y gratitud de tal modo que provocó los
celos de la otra esposa, pero esta no dijo nada, esperó con paciencia que
llegara el día siguiente y bien temprano se fue al mercado en busca de un
regalo que debía ser el mejor a toda costa. Esú estaba listo con otra gorra
que, comparada con la primera, era un verdadero encanto. Con tremendo
júbilo, la segunda esposa adquirió la gorra y marchó corriendo a su casa. El
efecto fue mágico. La segunda esposa devino la favorita durante ese
tiempo, pero el terreno estaba abonado para la gran disputa, ambas
continuaron luchando para sacar a la otra, en un juego que perseguía
ganarse el amor del esposo, Esú acudió en ayuda de cada una siempre que
estas querían comprar un regalo, hasta que estuvo satisfecho y no fue más
al mercado. Cuando una de las esposas fue en su busca y no lo encontró
regreso a casa llena de ira y la guerra estalló, acabando con la estabilidad
hogareña de otros tiempos.

Investigaciones minuciosas suministran motivos adecuados para considerar


a Esu como íntimamente relacionado con el dios egípcio Set, y por lo tanto
con Shu, Khepera y Typhon (Obalufon). La concepción de Esu es una
fusión de ideas relacionadas con cada auno de los dioses egípcios que han
sido identificados con el Set del Antiguo Egipto.

Conexión Egipcia

Después de Olorun, la Suprema Deidad, ESU (Eshu) es la única deidad a la


que se le ha otorgado un general reconocimiento en todo el país Yoruba.

118
119

Entre la concepción de Olorun y la de Esu, sin embargo, hay una gran


diferencia. La concepción de Olorun es la de un espíritu puro, un elevado
personaje demasiado lejano para ser adorado. No existe representación de
él en ningún aspecto o forma. Por otro lado, Esu pertenece al sistema
animístico. Él es un Orisa que ocupa el más importante lugar entre los otros
Orisas, él está representado por diferentes clases de imágenes. Él recibe
adoración en forma de ofrecimientos y oraciones, y debe ser el primero
propiciado antes de que cualquier otro Orisa reciba una ofrenda. Su
adoración nace principalmente del miedo. Como el poder supremo del
demonio, el miedo que nace del aborrecimiento de su malevolencia
conduce a ofrecimientos propiciatorios que le son ofrecidos
constantemente. Se le describe generalmente como ‘Buruku’, ‘malvado
hasta la muerte’, estando siempre preparado a hacer diabluras. Como
consecuencia de su malevolencia, su altar es construido fuera de la ciudad o
de la casa. De aquí el dicho “Esu ko mi iwa; a ko ile re si ita”, “Esu no
tiene carácter; su casa está hecha para él en la calle”. Se supone que él sale
con un nudoso garrote, conocido como ‘Agongo ogo’, con el que ataca a
sus enemigos o a los que le deshonran indiscretamente.
En algunas partes del país (ej. Ondo), él es adorado muy activamente. La
adoración que le es ofrecida por sus devotos no parece surgir enteramente
del miedo. Más bien, está a veces inspirada por sentimientos de admiración
por su gran fuerza, como consecuencia de los cuales, le son ofrecidos
oraciones y regalos, no sólo para evitar su malevolencia, sino también para
asegurar su activo favor, especialmente contra los enemigos. Hay una
fuerte creencia en su poder y su presteza en dar beneficios a sus
adoradores, y esto justifica el hecho de que los siguientes nombres sean
llevados por los Yorubas:

( I ) ESU-BI-YI, ‘un descendiente de Esu’


( II ) ESU-RI OHUN-BI, ‘un valioso descendiente de Esu’
( III ) ESU-GBA-YI-LA, abreviado a menudo a ‘Esugbayi’, ‘una persona
salvada por Esu’.
( IV ) ESU-TO-SIN, ‘para adorar a Esu es suficiente’.

IMÁGENES

La representación de Esu asume diferentes formas:

12.Una forma común de representación es por medio de una losa de piedra


o un trozo de tosco ¿LATERITE? Clavado en tierra de un modo oblicuo.
La ceremonia de clavar una piedra de este modo es conocida como
‘Gigun Esu’, ‘clavando la piedra de Esu en tierra’. Así es encontrada

119
120

una piedra cerca de la entrada de cada ciudad y enfrente de la entrada de


muchas casas. La piedra está cubierta a menudo con una tosca barraca
hecha de hojas ikin sostenida por cuatro palos cortos o columnas de
barro. Láminas de hierro onduladas que están siendo ahora sustituidas
por hojas de ikin en lugares cerca de la costa.
13.Otra forma de representación es la de una olla de barro con un agujero
en el medio, hundida en tierra. Esta forma de representación es
encontrada en la ciudad de Benin, de Ijebuland y en algunos otros
lugares.
14.La forma más común de representación es la de una columna de barro.
A veces la columna es sólida y otras veces es hueca. A veces se erige sin
ninguna señal sobre ella, otras veces es adornada con tres agujeros
redondeados. En la ciudad de Benin y en algunos otros lugares, tres
conchas reemplazan a los agujeros la columna está cubierta
generalmente del mismo modo que la piedra descrita arriba.
15.Las imágenes de Esu para uso casero están generalmente hechas de
barro o madera, y están colocadas sobre ‘orupo’ o lechos de arcilla.
Aquí le son hechas ofrendas de sangre o aceite de palma.
La deidad está generalmente representada como un ser humano
desnudo, sentado sobre sus pies con las rodillas flexionadas y los brazos
cruzados o, sentado con las manos descansando sobre sus rodillas.

16.Las imágenes portátiles de Esu están también hechas con forma


humana.

Dos clases de tales imágenes son descritas así por el Dr. Farrow:

a) “La primera figura muestra al demonio en postura arrodillada,


sosteniendo con sus manos pechos de tipo femenino. La idea
expresada es la de que esta deidad da alimento. Hay que hacer notar
que las figuras del demonio son siempre peinadas según la forma
femenina”.
b) “La segunda imagen es una muy pequeña, de sólo tres pulgadas de
alta; pero tiene un especial interés por las marcas grabadas sobre
ella. Esta imagen, debajo del pecho no es de forma humana, pero se
une dentro de una columna cuadrada. En su parte posterior y en dos
lados está grabada una tabla exactamente similar a una tabla escrita
mahometana (wala)”.

Debería hacerse notar que el número de líneas grabadas en el frente y en la


parte posterior de la última imagen son generalmente 17, que son las 16
(más una) nueces de palma usadas en la adivinación Ifá. Entre Esu e Ifá, el

120
121

dios de la adivinación, hay una íntima relación. Mitos explicando el origen


de la misma serán dados en el próximo capítulo.

Los números cinco y siete grabados a los lados son importantes ya que son
impares; el número siete significa ‘perfección’ en la maldad, y el número
cinco, que es el número de días que forman un ciclo completo de una
semana Yoruba, contiene una referencia a la idea de que la malevolencia de
Esu es operativa cada día de la semana.

LA ADORACIÓN

La adoración a Esu es muy simple, pero a veces muy espantosa.


Generalmente, le son hechos sacrificios en forma de cauríes puestos dentro
de su altar como señal de respeto. Algunos gallos, machos cabríos y perros
son matados y su sangre rociada sobre la imagen de piedra de Esu. Él a
menudo se satisface con recibir una parte de los regalos ofrecidos a los
otros orisas. Cuando es consultado para el fin de adivinación, es suficiente
con un simple ofrecimiento que a veces toma la forma de unos pocos
cauríes. Pero en algunas ocasiones, entre sus más devotos adoradores en
Ilesa u Ondo, e incluso en la comparativamente más civilizada ciudad de
Abeokuta, se acostumbra ofrecer sacrificios humanos para propiciar el
supremo poder del demonio. El Coronel Ellis dice que: “En importantes
ocasiones una víctima humana es ofrecida a él”, y da dos ejemplos en
apoyo a esta afirmación. El se refiere a la costumbre de llevarse los cauríes
ofrecidos a Esu en un templo en Wuru anualmente y de la compra, con la
suma conseguida, de un esclavo para ser ofrecido al dios. Él también se
refiere al sacrificio de un esclavo en Ondo. El Dr. Farrow critica la
afirmación del Coronel Ellis de tal manera que lanza una sombra de duda
sobre la misma.

Pero el Dr. Farrow admite que el pueblo de Ondo era el más cruel adorador
de Esu, y que durante su estancia en Abeokuta hubo un sacrificio público
de una víctima humana. Será mostrado más tarde que este solitario ejemplo
de sacrificio humano relatado por el Dr. Farrow es sólo uno de los muchos
ejemplos de sacrificio humano a Esu.

ORIGEN HISTÓRICO

Desde que la adoración a Esu está tan extendida y normal en el país


Yoruba, es natural el esperar que el carácter de la deidad debería ser bien
comprendido y no debería presentar dificultades en su descripción. Este,

121
122

sin embargo, no es el caso. En el informe dado arriba se ha encontrado


dificultad en apartar algunos de los inadecuados elementos en el carácter
de la deidad. Las dificultades sobre su carácter serán establecidas ahora:

( I ) La primera dificultad concierne al significado de su genérico nombre


así como a los de sus nombres específicos. El nombre genérico es Orisa. Es
significado de este término ha desconcertado a los escritores anteriores, que
lo describen como un “término de derivaciones inciertas”. Bishop Johnson
cita a los siguientes mitos como explicación del término:

“Estas deidades son generalmente conocidas entre nosotros como


‘Orishas’, un término que, después de la tradición religiosa del país, fue
originalmente aplicado a algunos seres a los que Ifa, u Orunmila, el hijo de
Dios, había enviado fuera con otros para buscar y recoger juntos la
sabiduría que Él había esparcido por aquí y por allá, y que tuvieron éxito en
su investigación y reunión mientras que otros fallaron, y que estaban
entonces hablando de cómo ‘Awon ti o ri sa’, 'aquellos que tuvieron éxito
en hacer su colección’, y como consecuencia de ello, se convirtieron en
objetos de adoración”.
“Pero otros han descrito el término ‘Orisha’ como derivado de las
circunstancias de una gran diferencia en una especial circunstancia entre
dos amigos, sobre un tiesto, ‘Isha’, que uno ha hecho un regalo al otro, pero
una devolución que el donador exigió después por envidia, y que después
de la devolución, fue considerado sagrado se convirtió en objeto de
adoración; y ellos dicen que desde esto, todo objeto de adoración ha sido
llamado ‘Orisha’ (Ori-isha), una alusión al tiesto sobre el cual había habido
una gran diferencia”.

Mr. Dennett conjetura que ello significa “el difunto beatificado”. El


reverendo Epega cree que el término contiene una referencia a la práctica
de hundir una olla para marcar el altar de una deidad.

Todo lo de arriba, siendo una interpretación fantástica y mitológica del


término, no tiene fundamento histórico.

El nombre específico de Esu, Elegbera, Elegbara, Elegba o Legba, también


presenta una dificultad. Se supone que significa ‘el que agarra’, ‘el que
golpea con una estaca’, ‘el que lleva el cadáver’ o ‘el que salva’. El
significado de la palabra ‘Esu’, el nombre popular de la deidad, ha sido
también difícil de explicar. Se supone que se deriva de ‘shu’, ‘emitir,
desperdicio, evacuar’ o de ‘shu’, ‘ser (o volverse) negro’, y es por lo tanto
supuesto que significa ‘oscuridad’ o ‘el negro’, el ‘Angel de las tinieblas’.

122
123

El último significado es parcialmente correcto, pero requiere más profunda


explicación.

( II ) A Esu se le atribuyen de la misma forma buenas y malas cualidades.


Se le considera tanto una deidad malévola como benefactora. No es fácil de
explicar una contradicción como ésta, por lo que hay un proverbio Yoruba
que dice que hay un buen Esu y un mal Esu (Esu rere wa, Esu buburu wa).
La fácil explicación de que el proverbio significa que ‘Esu no es tan negro
como es pintado’ es definitivamente poco satisfactoria. Cuando es pintado
negro, él es verdaderamente negro.

( III ) algunas de sus imágenes le representan como una deidad masculina,


otros como femenina. El primer dibujo de una imagen portátil de la deidad
descrita arriba es la de una hembra, mientras que el segundo es la de un
macho. Sorprendido por estas contradictorias características, el Dr. Farrow
comentaba de esta manera sobre las características femeninas del primer
dibujo:

“Esto (el pelo peinado a la moda femenina) podría llevar a la suposición de


que Esu está considerado como un personaje femenino, o de que es un
demonio macho y hembra. La verdad es, sin embargo, de que es
considerado como el primer y único ser, y se le nombra siempre como ‘él’,
pero esto no le impide a él el poseer ciertas características femeninas”.

Aparte de cualquier otro consideración, el error que acarrea el uso del


pronombre masculino ‘él’ es suficiente para anular el valor de esta
explicación. Yoruba es un lenguaje del Sudán; no está por lo tanto
modificado al efecto del sexo. La palabra Yoruba para el pronombre de
tercera persona para todos los géneros es ‘O’ u ‘On’ (forma nasalizada). No
hay nada en la forma de la palabra que exija ser traducido ‘él’ y no ‘ella’ o
‘ello’.

Los esfuerzos para resolver las dificultades citadas no han tenido éxito
hasta ahora. Es que esto escribe, sin embargo, siente que ellas serán
resueltas si la teoría de una relación íntima entre la religión de los Yorubas
y la del Antiguo Egipto, propuesta en el primer capítulo y aplicada en el
segundo, es también aplicada aquí.

El primer indicio para la solución de las dificultades está en el proverbio


Yoruba ‘Esu li ota orisa’, ‘Esu es el enemigo de Orisa’. Esto implica la
existencia de una actitud de antagonismo entre Esu y Orisa. La concepción
de Esu afecta de hecho a un dualismo en el cual Esu, el supremo poder del
diablo, está en oposición a Olorun, la deidad más benefactora. Con la

123
124

transferencia de la adoración de Olorun a las deidades menores, el


antagonismo es también transferido a esas deidades.

Entonces el dualismo no es una característica de las religiones primitivas.


En el último capítulo se indicó que los pueblos Yoruba eran entendidos del
mito de Osiris. La Antigua Religión Egipcia contiene un dualismo entre
Osiris y Set. “Osiris es el buen poder tanto moralmente como en la esfera
de la naturaleza, mientras Set es la personificación de todo lo que los
Egipcios consideran como demonio”. Si Osiris es bien conocido por los
Yorubas y la elevada concepción de él como ‘el único Dios’ es también
familiar, entonces esto lleva a que ellos tienen que tener una deidad que
corresponda al enemigo de Osiris. Tal deidad es Esu. Él está considerado
como el enemigo de Olorun (identificado en el último capítulo con Osiris)
y se cree que vive en contraste oposición a él. La concepción de Set como
una deidad demoníaca viviendo en activa oposición a Osiris permanece en
el origen de la concepción de Esu con relación a Olorun. Esta identificación
de la deidad Yoruba Esu con la deidad egipcia Set o Sut es fuertemente
apoyada por el hecho de que el proverbio Yoruba citado arriba es también
aplicado a Osiris y Set. Justamente como los Yorubas dicen que “Esu es el
enemigo de Orisa” así escritores de la Antigua Religión Egipcia siempre
dicen que “Set es el enemigo de Osiris”.

Debe señalarse que la palabra Orisa es usada en lugar de Olorun. Esto


exige una explicación. En el caso de la Antigua Religión Egipcia la
oposición que existía originalmente entre el Horus mayor y Osiris, y
consecuentemente entre el Horus más joven por un lado y Set en el otro.
Así también, en el caso de la religión Yoruba, la oposición se transfiere de
Olorun a las deidades menores conocidas como Orisas.

¿Cuál es, entonces, el origen del término ‘Orisa’?. Primero de todo, debe
notarse que hay tres formas del término: Orisa, Oyisa y Orise, cada una de
las cuales significa un ídolo, una deidad o un dios. La palabra ‘Orisa’ puede
ser dividida en dos partes: ‘ori’ y ‘sa’. La primera parte es una forma
modificada de la palabra del Antiguo Egipto ‘horu’. La supervivencia de
esta palabra en Yoruba ha sido señalada en el capítulo anterior. La
conclusión de que la palabra ‘ori’ está relacionada con la palabra ‘horu’ esta
muy fortalecida por el hecho de que el dios egipcio Horus-Bakhu, ‘el dios
de la montaña’ del Este, sobrevive en Yoruba como ‘Orisa-Beku’, que
significa ‘el dios de la montaña’.

La segunda parte de la palabra ‘se’, se deriva directamente de Set, y su otra


forma ‘sa’, se deriva del nombre del animal ‘sha’, que es el animal que
representa a Set. La palabra ‘ori-sa’ u ‘ori-se’ es, por lo tanto, una forma

124
125

modificada de la palabra ‘Horus-Set’, el nombre de una doble divinidad


cuya adoración existió durante siglos en el Antiguo Egipto.

El motivo para identificar ‘Orisa’ con ‘Horus-Set’ requiere ampliación. Se


recordara que Horus representaba a los invasores asiáticos que se
establecieron en el Antiguo Egipto, mientras que “Set representaba a la
población que había sido conquistada por los Faraones Egipcios”. Horus
llegó a ser el título o parte del título de las deidades adoradas en el Sur de
Egipto. La adoración a Horus se extendió, hasta que los dioses Horus
fueron en un tiempo general. Set, el representante del Norte, fue
ampliamente adorado allí, pero fue considerado el enemigo de Horus, el
representante del Sur. Su adoración no estuvo confinada en el Norte de
Egipto, sino que se extendió a otras partes de Egipto, Nubia y Etiopía. De
aquí el Dr. Menzies dice: “el demoníaco poder de Set fue muy adorado, y
se acercaban a él tanto en privado como en público, todos los que tenían
algo que temer de él, es decir, por todos”. Cuando las coronas de los dos
reinos fueron unidas, se originó una doble adoración de Horus-Set, y
ciertos distritos persistieron en esta doble adoración hasta los últimos
tiempos del paganismo. Los Yorubas tienen que haber emigrado de uno o
más de tales distritos.

Una mayor evidencia en apoyo de la identificación de Esu con Set es dada


por el hecho de que Esu es representado por una piedra, que es a menudo
adorando por transeúntes como ‘Oluwa mi’, ‘mi señor’. Set fue también
representado por una piedra. Según Wieldemann, “otro dios Egipcio que
fue ocasionalmente considerado como incorporado a una piedra fue Set”.
Esu también es representado por columnas; así también fue Set.

Es muy posible también que la palabra ‘Orisa’ se derive de Horus, la forma


griega de la palabra del Antiguo Egipto ‘Horu’. La derivación, entonces
sería como sigue: ‘Horus’; ‘h’ se suprime, y la consonante final recibe una
vocal que es una ‘a’ o una ‘e’. La palabra se convierte así en ‘O-ri-sa’ u ‘O-
ri-se’.

Debería ser notado aquí que hay varias palabras en lenguajes del África
Occidental que denotan deidades y que son localizadas como del mismo
origen. Por ejemplo, las palabras ‘O-ri-se’ (lenguaje Sekiri), Arose, A-lu-si,
A-ru-si (lenguaje Ibo) son modificaciones genéticas de Horus-Set y Horus.
El origen del término Set es así dado por el Dr. Tiele: “El nombre Set esta
quizás relacionado con... Sati-ray del sol y Phallos”.

Es probable que la idea raíz de esta palabra ha sobrevivido en unas pocas


imágenes de Esu que están hechas con un desproporcionado y largo falo.

125
126

Como consecuencia de estas imágenes, el Coronel Ellis ha descrito a Esu


como un dios fálico. El que esto escribe ha visto algunas de las imágenes,
pero él está convencido de que Esu no es una divinidad fálica, y que las
representaciones de piedra de la deidad no son crudas imitaciones del falo.
Sin embargo, las imágenes llevan a un soporte indirecto de la teoría de una
gran conexión entre Esu y Set. Debe admitirse, sin embargo, que algunas
tribus degeneradas dan una indebida atención al falo de las imágenes.
De los cual, una vez que la teoría mencionada es aceptada, es fácil resolver
las restantes dificultades. Según la mitología Egipcia había un dios llamado
Shu que surgió de las aguas primitivas. Sibu, el dios de la tierra, separado
por la fuerza de Nuit, la diosa del cielo estrellado. Así llegó a ser el dios del
espacio entre el cielo y la tierra. Su representación era la de un dios en
postura arrodillada sujetando el cielo con ambas manos. Más adelante se
fusionó con Ra el dios-sol, y de esta manera se convirtió en dios-sol. Como
un dios-sol, fue considerado como una deidad benéfica y como
personificación del poder. El fue el dador de la vida, ‘el principio que
anima la materia’. A causa de su benigna influencia, reinan la justicia y la
verdad.
En un período posterior, no obstante, se puso atención al abrasador calor
que emanaba de él que al efecto animador de sus rayos.

“Así, él se convirtió en el dios del abrasador calor del sol, el temible dios-
sol, el más íntimo aliado de Set; y el asno, el animal de Set, que también es
llamado Shu, parece también como serle propio”.

La derivación del nombre Shu es como sigue: la raíz de donde deriva su


nombre tiene un doble significado, primero la del abrasador, y
secundariamente la del alargamiento, crecimiento. Las consideraciones de
arriba nos muestran que Shu es considerado tanto como una deidad
benévola como malévola.

El parecido entre el carácter del dios Egipcio Shu esbozado arriba y el del
dios Yoruba Esu (E-shu) nos ayudará a desenredar el misterio que rodea al
último. Está claro que la concepción de Esu es una fusión de la concepción
de Set y la de Shu. La palabra Yoruba ‘su’ (shu) significa ‘extender sobre
algo’ y de aquí ‘cubrir, oscurecer’. Por ejemplo, la expresión Yoruba ‘Orun
su’ significa ‘el cielo está completamente cubierto’ esto es, con nubes; en
otras palabras, ‘las nubes se han extendido sobre el cielo’. El verbo Yoruba
que significa ‘caer’ es ‘su-bu’ (shu-bu), que es ‘extenderse’ o ‘cubrir
completamente un lugar’ (‘bu’, ‘un lugar’, tanto en el lenguaje del Antiguo
Egipto como en el Yoruba).

126
127

La deidad Yoruba deriva así, tanto su nombre como su carácter de Set, el


enemigo de Osiris, y de Shu el dios-sol, considerado originalmente como
una deidad benefactora y más tarde como el temible dios-sol íntimamente
unido a Set. La razón por la que Esu está atribuido con las opuestas
cualidades de beneficencia y malevolencia se hace así clara. Su
beneficencia y malevolencia son fáciles de encontrar en la concepción de
Shu, mientras que su malevolencia es también fácil de encontrar en Set.
Una ilustración de la fusión de elementos de la mitología Egipcia en la
religión Yoruba pueden darse en apoyo a las conclusiones de arriba citando
un pasaje de “En la vuelta de la mentalidad del hombre negro” de Dennett.
El pasaje que contiene una descripción de una ‘casa juju’ en Idrigena,
cerca de la ciudad de Benin, dice así:

“Al entrar observa la figura de un hombre sin piernas (Oke), el portero;


entonces girando a la izquierda, verás una figura de arcilla vestida con una
cota de malla como en los días de Isabel, montando un caballo. Él es
llamado ‘Okakwu’ o un oficial. Pasando por la pared de la izquierda,
encontramos una figura vestida como un primer ministro o ‘Iyase’. Luego
en el espacio al aire libre del centro del cuadrado hay dos figuras, una a tu
derecha y otra a la izquierda según permaneces con tu espalda a la puerta
que enfrenta ‘Ake’. La de la izquierda representa a ‘Oyisa’ (dios) y la de la
derecha a Esu, el demonio. Esu está vestido como un esclavo con sombrero
y telas, llevando un cuchillo en su cintura y un palo llamado ‘Ukpopo’
(garrote nudoso), en su derecha. ‘Oyisa’ por otro lado, está vestido como un
rey. Nosotros ahora mantenemos el trono de Ake, que vestido como un rey
estaba sentado con una esposa (Irebu) con su bebé a cada lado de él”.

‘Ake’ es el nombre de un dios. El significado de la palabra es ‘un hacha’.


Se recordará que un hacha (¬, neter) es el símbolo de un dios en el Antiguo
Egipto. ‘Iyase’ significa ‘el Set vivo’ (‘ya’ de la palabra ‘ye’, que significa
‘existir’, y ‘se’, una abreviatura de la palabra ‘set’). ‘Oyisa’ (Horus-Set) es
el título genérico de un dios. En el pasaje de arriba está usado simplemente
como sustituto de Horus. La figura de Ake, quien, vestido como un rey, está
sentado con una esposa y su bebé a ambos lados de él, sugiere fuertemente
que es una reliquia de la figura de la divina trinidad de Horus, Osiris e Isis
(hijo, padre y madre). ‘Irebu’ se deriva de ‘Rebu’, el nombre de un pueblo
que vivía al Oeste de Egipto, que fueron a menudo referidos en
inscripciones jeroglíficas.

Debe hacerse notar de paso que la práctica de simbolizar a un dios por


medio de una hacha o por medio de una figura parecida en su forma a un
hacha, es bien conocida en otras partes de Benin y del país Yoruba en
general. El nombre se da a veces al centro de adoración de una deidad o al

127
128

distrito habitado por un rey que es considerado como el que ejerce la


suprema autoridad en nombre de la deidad.

La dificultad que surge de las características femeninas generalmente


atribuidas a Esu y del origen y significado del nombre de ‘Elegbera’ o
‘Elegbara’ será ahora explicada.
Se ha notado arriba que la concepción de Esu es parcialmente derivada de
la del dios egipcio Shu. Ha sido también señalado que Shu se convirtió en
dios-sol por haberse fusionado con el cuerpo de Ra. Ahora Ra es conocido
con otros dos nombres, que son los nombres de otras deidades que han sido
identificadas con él. Él es así el único dios conocido con tres nombres
diferentes. Como él mismo dice: “Yo soy Khepera por la mañana, Ra a
mediodía y Tum por la noche”.

La fusión de Shu con Ra y la aplicación de los nombres de Khepera y Tum


a Ra facilitará la sustitución de estos nombres por Shu. De hecho, esto es lo
que sucedió. El nombre de Khepera fue también aplicado a Shu. Como
resultado de esto, Elegbara, el nombre alternativo de Esu, se deriva de
Khepera. Para aclarar esto, el proceso de derivación será dado
completamente aquí. La letra inicial ‘kh’ es un sonido débil; cuando es
seguido por una vocal, es suprimido en Yoruba, a menos que suceda en una
palabra monosilábica que se transforma en ‘ku’. Cuando es seguida por una
vocal al medio de la palabra se endurece, transformándose en ‘k’. Cuando
es seguida por una consonante, se endurece también hacia la ‘k’, pero se le
debe dar una vocal para formar una nueva sílaba, desde entonces cada
consonante debe tener su propia vocal en Yoruba. ‘Kh’ en Khepera, por lo
tanto, se suprime quedando ‘epera’. El sonido labial ‘p’ no existe en
Yoruba, su lugar es tomado por ‘b’ o por una ‘p’ labial cerrada, deletreada
‘kp’ en otros lenguajes del África Occidental o por ‘gb’, otra labial cerrada,
característica de lenguas de África Occidental. En el caso de ‘epera’, ‘p’ es
cambiada a ‘gb’, y la palabra se convierte en ‘egbera’. Como sustituto de
Shu, quien, como fue indicado arriba, simbolizaba poder, la palabra se
convierte en sinónimo de poder. Una repetición de la vocal inicial de una
palabra junto con la letra ‘l’ se hace a menudo, que cuando se añade a la
palabra original, significa ‘plenitud, terminación’. Es así que la palabra se
transforma en ‘El’egbera’. El cambio de la tercera ‘e’ hasta ‘a’ se explica
fácilmente comparando la palabra con ‘agbara’ (poder), que es ciertamente
una forma modificada de ‘egbera’. El cambio es quizás sugerido por una
palabra que es añadida a veces a ‘Elegbara’. Esa palabra es ‘bara’ que hace
el nombre completo de la deidad Elegbara Bara. La adicional ‘a’s’
suministrada por la palabra ‘bara’ puede conducir al cambio de una o más
‘e’s’ en la primera parte del nombre.

128
129

El nombre de Elegbera, Elegbara, Elegba o Legba (las dos últimas son


modificadas formas de las dos primeras) muestra claramente que se deriva
de Khepera. Esta afirmación es más profundamente confirmada por el
hecho de que la adicional palabra ‘Ba-ra’ significa ‘el alma de Ra’, una
palabra que muestra una íntima conexión entre Elegbara y Ra, y por eso
entre Elegbara y Khepera.

Esta identidad de Elegbara con Khepera explicará el por qué a Esu se le


atribuyen características femeninas. Khepera es un dios, y no una diosa. El
por qué los griegos eligieron dar a su nombre una terminación femenina es
desconocido. El hecho de que él era representado por imágenes femeninas
probablemente condujo a los griegos a preferir la forma femenina a la
masculina del nombre.

Un notable hecho en esta conexión es la derivación de la palabra Yoruba


para mujer de ‘Khopri’, que es la palabra original egipcia para Khepera. La
derivación es como sigue: ‘kh’ es suprimida quedando ‘opri’, ‘p’ se
convierte en ‘b’, y como el Yoruba es un lenguaje fonético, todas las
consonantes que vayan juntas en una palabra deben ser separadas por una
vocal. La palabra, de esta manera, se convierte en ‘obiri’, que significa ‘una
mujer’. La supervivencia de imágenes femeninas de Elegbara (Khepera), la
terminación femenina de Khepera, y la derivación de la palabra ‘obini(n)’
‘mujer’ de Khopri (todo significado de la existencia de imágenes femeninas
de Khopri (Khepera) en el Antiguo Egipto como consecuencia de las cuales
Esu es ahora reconocido con características femeninas).

OBA’UFON U OBALUFON

La identificación de Esu con Set también aclarará el origen y el carácter de


una divinidad conocida como OBA’UFON u OBALUFON. La deidad ha
sido descrita como “el dios de un imperio próspero”, “el dios de la paz del
reino” o “el Señor del Habla”. El Dr. Farrow escribe así sobre la deidad:

“Aunque no es tan conocido como algunos de los otros, él es el poseedor de


un considerable poder. Es la única deidad a la cual un sacrificio humano
fue ofrecido públicamente durante la estancia del escritor en Abeokuta”.

El origen de la deidad y la razón del considerable poder atribuido a él


puede se explicado en las mismas líneas que las dificultades ya explicadas.
Se ha hecho arriba una referencia al predominio de la adoración a Set.
Ahora el nombre griego para Set es Typhon, y no debería ser sorprendente
si este nombre subsiste en el país Yoruba, en vista de la identificación de

129
130

Set con Esu. El hecho es que la palabra Oba’ufon u Obalufon es


parcialmente derivada de Typhon. La palabra puede ser dividida en dos
partes: ‘oba’ y ‘ufon’ o ‘lufon’. La palabra ‘oba’ significa ‘un rey’ derivada
de la palabra egipcia ‘ba’, que significa ‘un alma’, el rey siendo
considerado como el alma encarnada del pueblo. La segunda parte ‘ufon’ o
‘lufon’ procede de ‘typhon’ (en griego PALABRA GRIEGA , ‘t-u-ph-o-n’,
‘ph’ es equivalente a ‘f’ en el sonido).

El nombre Typhon tiene que haber sido obtenido por los griegos de los
fenicios, que identificaban a Set con Ziphon, el dios de las tormentas.
Cuando la palabra fue adoptada por los Yorubas, la letra inicial ‘t’ o ‘z’ fue
suprimida conservando la regla de que todo nombre en Yoruba debe
empezar con una vocal. A la palabra ‘ufon’ se le añade la palabra ‘oba’, y la
palabra compuesta es ‘oba’ufon’ y es pronunciada de este modo en la
actualidad por algunos Yorubas. La colocación de dos vocales juntas no es
usual en Yoruba. Por lo tanto la letra ‘l’ es insertada por la eufonía y la
palabra se convierte en ‘oba-l-ufon’. El nombre ‘oba’ufon’ u ‘obalufon’ es
por lo tanto otro nombre para Esu y se deriva de Typhon, el nombre griego
para Set o Sut.
En confirmación de la identificación que acabamos de hacer, debería
hacerse notar que el cerdo, un animal cuya forma a veces toma Set en la
mitología, tiene un nombre Yoruba que le asocia con Typhon. La palabra
Yoruba para cerdo es ‘e-le-de’. Esta palabra se deriva de la egipcia ‘deb’
‘perforar’ o ‘penetrante’. ‘Elede’ significa por lo tanto ‘el que perfora’ o ‘el
que posee el instrumento para perforar’. Cuando se recuerda que fue en la
forma de un cerdo que Typhon perforó el ojo de Osiris mientras cazaba por
la noche, se hace obvia la razón por la cual los Yorubas dieron el nombre al
cerdo.

‘Obalufon’ posee considerable poder porque es el mismo dios que Set o


Shu, que es considerado como una personificación del poder y que ha sido
identificado con Esu. Durante el último siglo fue a menudo propiciado con
sacrificios humanos. La razón para la afirmación de que el sacrificio
humano presenciado por el Dr. Farrow fue un sacrificio a Esu será ahora
clarificado.

Uno de los grandes beneficios derivados del establecimiento del


Protectorado Británico en el país de Yoruba, es el poner fin a los sacrificios
humanos. Unos pocos ejemplos de sacrificios humanos hechos a Obalufon
(Esu) en el último siglo pueden darse aquí, especialmente las copias de
periódicos de los que han sido tomadas y que ahora son muy raros. Ellos
son como sigue:

130
131

( I ) Iwe Irohin. 3 de Octubre de 1861.


“Sacrificio humano: tenemos noticias de que por alguna u otra causa el
sacerdote de Obalufon, que ofreció sacrificio humano en Ikereku, murió
aproximadamente una semana después”

( II ) Iwe Irohin. Noviembre de 1861. Apéndice.


“Tenemos que deplorar de nuevo el hecho de un sacrificio humano que
tuvo lugar en Ikereku el martes 12 por la mañana. Esta ciudad sacrifica
anualmente un esclavo a Obalufon”.

“La víctima en este caso es el tercer intento para el propósito este año; el
primero murió, y el segundo escapó”.

“Observando sacrificios humanos en esta ciudad por los Egbos hemos


obtenido la siguiente información que creemos es correcta. De los
doscientos municipios de Abeokuta estaban acostumbrados al sacrificio de
seres humanos antes de que ellos abandonaran su ciudad:

Igberin: 1 anualmente a Obalufon.


Ikereku: 1 “ “ “
Iwo: 1 “ “ Oranmiyan.
Owu: 1 “ “ Amunibuwa
Oko: 7 “ “ deidades locales; no efectuados desde
que la tribu dejó su vieja ciudad para ir a Abeokuta.

Se verá en los ejemplos dados arriba que, aparte de Ilesa y Ondo, donde la
adoración a Esu fue más pronunciada, los humanos sacrificios a Esu u
Obalufon fueron generales en Yoruba. El predominio de sacrificios
humanos a Obalufon es una adicional y notable confirmación de la
derivación de la palabra de Typhon, sobre todo desde que sacrificios
humanos fueron también vinculados con el nombre de Typhon en el
Antiguo Egipto. Según Plutarco, “En Eileithapolis ellos acostumbraban a
quemar hombres vivos hasta reducirlos a cenizas... llamándolos
Typhoneian; y las cenizas las aventaban y las esparcían. A esto, sin
embargo, se le dio publicidad en cierto tiempo”. Esta afirmación puede ser
considerada junto con el siguiente extracto de “Nueva luz sobre el Antiguo
Egipto” de Maspero: “Sacrificio humano: Las víctimas pueden ser vistas
siendo transportadas en un trineo, luego estranguladas y después, quizás
quemadas”. Humanos sacrificios similares a éstos del Antiguo Egipto
persisten en Yoruba hasta el final del siglo pasado.

131
132

OBSERVACIONES FINALES

Las observaciones precedentes suministran motivos adecuados para


considerar a Esu como que está íntimamente relacionado con el dios
egipcio Set, y por lo tanto con Shu, Khepera y Typhon. La concepción de
Esu es una fusión de ideas relacionadas con cada uno de los tres dioses
egipcios que han sido identificadas con Set del Antiguo Egipto. Su
adoración es otra reliquia de la fe de Osiris, que ha sobrevivido a través de
los siglos con algunos de sus espantosos elementos. Hechó raíces en el
distante pasado y llevada a cabo por una vasta extensión de desierto, la
creencia en Set es tan fuerte hoy como nunca en Yoruba y se concentra en
Esu, una deidad que a veces es benéfica o malévola, pero cuya
malevolencia ha predominado tanto sobre su beneficencia, que él ahora es
considerado por muchos como ‘el Supremo poder del demonio’ y ‘el
príncipe de la Oscuridad’.

Osún

Osún es la Orisa del amor incondicional, de la receptividad y la diplomacia.


Se le conoce por su sensualidad, su fino desarrollo artístico y belleza. Osún
es una divinidad del río y simboliza la claridad y el movimiento de la
corriente. Posee facultades para curar con agua fría y para adivinar, basadas
en sus revelaciones oníricas y su percepción sensorial. Se dice que Osún
tiene muchas caras. Por un lado, puede ser de genio muy vivo e irritable y,
por otro, puede ser tranquila y fluida. Cualquiera de los dos podría ser el
caso, dependiendo del devoto y/o la naturaleza de la situación.

Osún es también la divinidad de la fertilidad y de la esencia femenina. Las


mujeres apelan a ella para ser fecundas y para aliviar sus desórdenes
fisiológicos. Le gustan los niños y se recurre a ella si enferma alguno. Osún
se refleja en el latón el oro y las piedras preciosas. Su afición a la miel es
bien conocida.

Se dice que Osún es una Orisa muy adorada en Yorubaland. Ella es la diosa
del río que lleva el mismo nombre. Sus santuarios más importantes se
encuentran en Osogbo, donde su nombre se vincula con la fundación del
pueblo, y en el cual se ha convertido en una especie de deidad nacional. La
tradición local plantea que por mucho tiempo la gente tuvo grandes
problemas para encontrar agua potable, hasta que la diosa Osún les enseñó
el lugar actual. Naro, el rey de Osogbo, hizo entonces un pacto con Osún,

132
133

él llevó sacrificios al río, del que salió un gran pez (el mensajero de Osún)
y él puso agua en su mano. Se decía que esta agua sagrada tenía el poder de
hacer fértiles a las mujeres esteriles. A Naro se le dio entonces el título de
Ataoja, contracción de Atewogba-eja (el que recibe el pez al estirar la
mano). Él entonces llamó a su pueblo Osogbo, contracción de Osún-Gbo
(Osún es madura). Se considera que este pueblo es siempre rico en agua y
bendición.

En Osogbo existen tres santuarios principales de esta diosa:

 En el compound del palacio, donde las sacerdotisas principales Iya Osún


y el sacerdote jefe Aworo ejecutan la ceremonia regular todos los
domingos de Osún, llamados Ose Osún, que es cada cuatro días. Éste es
también el lugar donde se guarda una figura sagrada en bronce dedicada
a Osún, llamada Eda Osún. Es una pequeña, pero impresionante, aunque
tosca, representación de seres humanos.

 Frente al palacio, en un edificio cuadrado que rodea a un patio interior,


en cuyo centro se alza un árbol peregun sagrado, en ese templo se
guarda una considerable colección de tallas de madera que representan a
Osún.

 En un bosquecillo a orillas del río está la escena del gran festival anual
que tiene lugar en agosto. El festival dura ocho días y debe comenzar un
jueves.

De Osún se dice que es muy amable y complaciente, que ayuda a resolver


los problemas del afligido, siempre que éste sea sincero. A ella se le reza
usualmente para que de fertilidad a las mujeres. También puede traer la paz
a una casa o a un pueblo.

Cuando se utiliza el agua del río Osún, con el debido permiso de la diosa y
después de hechos los respectivos rituales, se pueden obtener los beneficios
deseados y solicitados a ella. Osún cura las enfermedades que tienen que
ver con altas temperaturas.

Hay una historia sobre Osún que ha sido bastante divulgada y relata lo
siguiente:

Osún y Obá eran ambas esposas de Sangó. Osún era la esposa favorita, ya
que cocinaba la sopa mejor que Obá. A Sangó le gustaba, particularmente,
la sopa de hongos. Obá siempre ansió conocer el secreto de la sopa de Osún
y ésta un día se ató un pañuelo en la cabeza y maliciosamente le dijo a Obá

133
134

que se había cortado su oreja para echarla en la sopa, Obá vió el gran
hongo que flotaba en la sopa y pensó que era la oreja. El día que le tocó el
turno de cocinar se cortó una oreja. Sangó probó la sopa, escupió y la
golpeó sin piedad.

Se plantea que este relato ha sido elaborado para distorsionar las verdaderas
cualidades de Osún, las cuales se resaltan con verdadero acierto en la
poesía religiosa; en su Oriki:

Bronce y plumas de cotorra


En una piel de terciopelo
Con conchas de cowries
En las negras nalgas
Sus ojos brillan en la selva
Como el sol en el río
Ella es la sabiduría de la selva
Ella es la sabiduría del río
Donde ella fracasó
Ella cura con agua fresca
Donde la medicina es impotente
Ella cura con agua fría
Ella cura al niño
Y no cobra al padre
Alimenta a la mujer estéril con miel
Y su seco cuerpo se hincha
Como un jugoso fruto de palma
¡Oh! Cuan dulce es el roce de la
mano de un niño.

El río fluye cerca de la ciudad de Osogbo (Oshogbo), donde la diosa es


activamente adorada. El nombre mismo de la ciudad está compuesto de la
palabra ‘osun’, a saber, ‘osun-ogbo’.

La diosa es adorada en muchos lugares del país Yoruba, especialmente en


Abeokuta, donde sus adoradores pueden ser vistos llevando la insignia
característica de su adoración; esto es, un collar de cuentas color ámbar.

Los animales sagrados de la diosa son los cocodrilos que tienen unas
manchas especiales. Sacrificios de comida son a veces lanzados al río para
ser comidos por los cocodrilos. Los adoradores de la diosa conocen los
medios por medio de los cuales los cocodrilos pueden ser incitados hacia la
superficie del río para recibir la comida preparada para ellos.

134
135

Oshun es una de las deidades a la cual se hacen sacrificios humanos en


épocas de necesidad.

El origen de esta diosa no es difícil de situar. Su nombre, ‘O-su(n)’ o ‘O-


shu(n)”, se deriva del nombre del dios del Antiguo Egipto Sut o Shu
descrito en un capítulo anterior.

Ogún

Ogún es el Orisa del hierro y de todo lo que de él se hace. Es el patrón de


los herreros, cazadores y guerreros. Ogún es también la divinidad de los
caminos abiertos, sobre todo en lo que se refiere a la creación de
civilizaciones. También se le describe como la divinidad de la
mecanización. Ogún es la esencia de la justicia y la verdad divina sobre la
Tierra. Los devotos toman juramento ante él con solemne respeto.
Conocido por su aguda penetración en el corazón de los hombres, es el
libertador o verdugo del mundo.

Larere Edan Irin.


Alaso Ina Elewu Eje
Alagbede Orun,
O ni omi nile to nfi eje we.

Larere, el amo de los metales


Vestido de incandescente traje
Salpicado de rojo sangre
El herrero del cielo que tiene
Suficiente agua en casa
Pero prefiere lavarse con sangre.

135
136

Ogún, junto a Sangó, es el Orisa de la guerra. Orisa de los cazadores,


soldados, artesanos, forjadores, ingenieros, mecánicos, chóferes y de
hecho, de cualquiera que trabaje con cualquier cosa que contenga hierro o
acero. Él es considerado el primero de las deidades, el que va delante, el
que abre caminos. Sin Ogún no hay camino posible, él fue quien le abrió
paso a las deidades cuando venían del cielo a poseer la tierra, por eso se le
llama Oggún alade Meji o Nfi Okan S’Ako, onfi Okan y’Ena. (Ogún el
poseedor de dos machetes, con uno prepara la finca y con el otro abre el
camino).

A él también se refieren como Osin-Imale (jefe entre las divinidades).


Las tradiciones lo consideran como el artista maestro, el que da los toques
finales al trabajo creativo de Orisa-Nlá. Cuando Orisa-Nlá termina de
moldear el físico del hombre, Ogún es el que se encarga de las
circuncisiones, marcas tribales, tatuajes o cualquier operación quirúrgica
que sea necesaria para mantener la salud.

A Ogún también se le alaba como Ogún Onile Owo, Olona Ola, Onile
Kangunkangun Ti Mbe Lorun (Ogún el dueño de la casa del dinero, dueño
de la casa de las riquezas, dueño de las innumerables casas del cielo). Es
además, A-won-L’Eyin-ju Egbe Lekin Omo Orukan (el que tiene los ojos
raros, se dice que sus ojos eran como llamas de fuego, protector de los
huérfanos).

Como Ogún, al igual que Esú, tiene sus manos en todas partes, es
considerado una divinidad que preside los juramentos y alianzas o pactos.
Los yorubas creen que cualquiera que jure por Oggún o rompa una
promesa hecha ante él, caerá bajo su severo juicio. Por naturaleza, Ogún es
fuerte, fiero y terrible. Le sigue a Esú en engaños y travesuras, pero más
bien se cree firmemente que Él exige justicia, juego limpio y rectitud.

En Yorubaland la imagen que lo representa es un árbol de algodón


especialmente sembrado, bajo el cual se pone un pedazo de piedra, a la que
se le echa aceite de palma y la sangre de los animales sacrificados,
especialmente de perro salvaje. Otros emblemas incluyen un pedazo de
metal, una planta llamada perugun, una roca, el colmillo o el rabo de un
elefante. El animal sagrado de esta deidad es el perro salvaje. Éste se le da
en sacrificio (en ocasiones especiales), junto a chivos, cabras, ovejas,
reptiles, así como comidas que varían en diferentes partes. Algunas
personas ofrecen sacrificios más simples con gallinas, nueces y otros
artículos.

136
137

Una balada yoruba habla de las siete designaciones de Ogún y con lo que
éste se alimenta:

Ogún Meje L’Ogun Mi


Ogún Alara Ni ‘Gbaja
Ogún Onire a Gba Gbo
Ogún Ikala a Gba, Gbin
T’Elemona Ni GB’Esún-Su
Ogún Ghena-Ghena, Eran
Ahun L’O Maje
Ogún Makinde Ti Ogun L’
Ebin Odi
Bi On Ko B a Gba Tapa, A Gb’ ‘Aboki
A Gba Uku-Uku, A Gba Kemberi

Hay siete Ogún que me pertenecen


Ogún de Alara, que come perros;
Ogún de Onire, que come carneros;
Ogún de la cirugía, que come caracoles;
El de Elemona, que come ñame asado
Ogún de Akirin, que habitualmente come cuernos de carnero
Ogún de los artesanos, que come carne de tortugas
Ogún de Makinde, que es el Ogún detrás de las murallas
Come o Tapa, o un Aboki, oun Uku-Uku, o un Kemberi.

Se cuenta que Ogún, por ser muy feroz, vivía solo en un lugar llamado Ori-
Oke (la cima de la colina de donde salía a cazar). Con el tiempo se cansó de
su vida solitaria y trató de cambiarla. Bajó de la cima de la colina a la tierra
vestido con fuego y un traje de sangre. No pudo encontrar vivienda en
ninguna parte, por lo que tomó prestada ropas de la palma, se vistió con
frescas pencas y arribó a Ire donde fue proclamado rey. Desde aquel
entonces se convirtió en Ogún On’Ire (Ogún señor de Ire). Otro mito relata
que Ogún fue un inquieto guerrero que libró muchas batallas y llevó el
botín a su padre Oduduwa en Ifé.

Ogún conquistó a Ara y mató al Alara


Ogún conquistó a Ire y mató al Onire
Ogún instaló a su hijo como Onire.

Después se marchó a otras expediciones y tardó 20 años en regresar.


Cuando volvió nadie lo reconoció. Sucedió que llegó en medio de una
ceremonia en la cual a los adoradores les estaba prohibido hablar. Ogún vió

137
138

güiros en el suelo y pidió un poco de vino de palma. Los güiros estaban


vacíos, pero la gente no podía decirselo, pues no les estaba permitido
hablar. Ogún se sentía extremadamente cansado y sediento y se enfureció al
ver a la gente tan inhospitalaria. Desenvainó su espada matando a unos
cuantos. Cuando al fin calmó su ira, apareció su hijo, el Onire. Ogún se
percató entonces de que había matado a su propia gente. Angustiado por la
tristeza y el remordimiento, decidió abandonar el mundo. Le dijo a la gente
que todo guerrero tenía que descansar al final. Pero prometió que, si alguna
vez tenían alguna necesidad seria, él regresaría a ayudarlos. Dijo que por
donde entrara al suelo, dejaría una cadena y cada vez que fueran atacados
por los enemigos debían tirar de ésta.

Entonces, señalando el suelo con su espada, desapareció en las entrañas de


la tierra. Ogún mantuvo su promesa. Cada vez que el pueblo de Ire estaba
en peligro y tiraba de la cadena, venía a defenderlos, pero llegó un día en
que un joven que nunca había visto la guerra dudó de las palabras de los
ancianos y se preguntó si Ogún aparecería realmente cuando él halara la
cadena. Así lo hizo de forma casual y Ogún salió rápidamente. Atacó la
aldea y mató a muchos. Cuando se dio cuenta que había asesinado a sus
compatriotas pensó que éstos no habían sido serios y decidió no salir nunca
más.
Conexión Egipcia

Una de las deidades adoradas todavía activamente en yoruba es Ogun. En


algunas partes del país es adorado por individuos aislados o por pueblos,
pero en Ilesa, él es todavía adorado como un dios nacional. En esta ciudad
elaborados ritos y ceremonias son llevados a cabo anualmente por el Owa
(jefe supremo de la ciudad) y por sacerdotes debidamente designados para
este fin.

Ogun es el dios del hierro y de la guerra. Es, por lo tanto, el dios patrón de
los cazadores y soldados. Ningún cazador se atrevería jamás a empezar una
expedición de caza sin ofrecer primero el adecuado sacrificio a esta deidad.
Su adoración se mantiene viva por lo tanto entre los cazadores.

Soldados, herreros y otros que usan instrumentos de hierro, también adoran


a la deidad. Ellos levantaban los ojos hacia él para pedirle protección y
ayuda para conseguir éxito en su trabajo.

El símbolo del dios es el hierro. Los soldados por lo tanto, consideran a su


lanza o espada como sagradas. Los herreros también consideran a su
yunque y a su fragua sagradas.

138
139

El jurar por el dios Ogun es considerado como una forma violenta de jurar.
Los adoradores de la deidad lo consideran perjurio y como una seria
ofensa, castigable con la muerte en épocas pasadas. El Gobierno Británico
en Nigeria reconoce la validez de esta forma de jurar cuando es hecha en
un tribunal de justicia por testigos paganos. El juramento se formula
alargando una pieza de hierro al testigo para que la bese.

Otra forma de jurar común entre los yorubas es el de jurar por la tierra. Su
validez descansa parcialmente en la creencia de que la tierra (el lugar del
descanso final del hombre mortal) permanece, y ésta, castigará al perjurio
lanzándole al interior de una tumba primitiva y descansa también en la
creencia mantenida por los adoradores de Ogun de que el jurar por la tierra
que contiene yacimientos de mineral de hierro, es tan sagrada y efectiva
como el jurar por el mismo dios o una pieza de hierro.

ADORACIÓN

El dios Ogun es una de las deidades a quien se le solían hacer sacrificios


humanos en yoruba. En los tiempos de la gran crisis, especialmente cuando
las tribus hacían la guerra, tanto defensiva como ofensiva, un ser humano
era ofrecido para propiciar al dios y asegurarse el éxito. La víctima es
generalmente un esclavo comprado con dinero sacado de los fondos
públicos. La víspera del sacrificio, se le hace desfilar con gran pompa y
ceremonia por las calles y mercados, como si fuera un rey. El honor así
conferido a la víctima es una expresión de la creencia de que la recompensa
por su muerte o sacrificio propiciatorio, será la de que él nacerá otra vez
como un rey.

El animal sagrado de Ogun es el perro. Este animal es generalmente


sacrificado a la deidad junto con ovejas, cabras o aves y artículos
comestibles que varían en las diferentes partes del país. Simples sacrificios
de gallos, nueces de kola u otros artículos son hechos por los cazadores.

El pueblo de Ilesa generalmente observa en su fiesta anual la ceremonia


conocida como “Ibegun”. En relación con esta ceremonia los adoradores se
reunirán en una gran plaza enfrente de Afin (palacio). Los sacerdotes
designados para esta finalidad tendrán un perro estirado en toda su longitud
por tener sus patas delanteras juntas y estiradas hacia delante y las patas
traseras igualmente estiradas hacia atrás. Cuando el perro ha sido estirado
casi hasta el punto de romperse, el Owa o un sacerdote, corta al perro en
pedazos con un golpe de espada, la multitud inmediatamente eleva un grito
tumultuoso.

139
140

Todo herrero sacrifica un perro anualmente a la deidad. Una cabeza de


perro fijada en lo alto de la puerta de la tienda del herrero denota que el
sacrificio anual ha sido hecho.

ORIGEN HISTÓRICO

Ha sido señalado arriba que Ogun es considerado mitológicamente como


uno de los descendientes de Yemoja, y que la palabra ‘O-gu(n)’ es una
forma modificada de la palabra Egipcia ‘Khu’.

La derivación de la palabra sugiere que el dios es una supervivencia de un


antiguo dios Egipcio. Los detalles dados arriba proporcionan una pista para
identificarle con su prototipo.

El primer punto a destacar es su nombre, que se deriva de ‘Khu’. Ahora


Horus, el dios patrón de varias ¿NOMES? del Antiguo Egipto, fue
conocido por sus adoradores como Khu. Él es el mismo dios referido por
los Babilonios como Khur.

El segundo punto es que Ogun es el dios del hierro y de la guerra, el dios


patrón de los cazadores y herreros. Tal descripción es idéntica a la siguiente
descripción hecha por el Prof. Sayce, de Horus y Nin-ip: “Aunque el
nombre Khor o Khur es y debe quedar como el Horus Egipcio, tiene mucho
en común con el dios-sol babilonio Nin-ip”.

Horus y Ogun son ambos dioses-guerreros; y así como los seguidores de


Horus eran trabajadores en hierro, así Nin-ip fue también el dios del hierro.
El Prof. Sayce posteriormente declara que “Horus de Edfu, se recordará,
fue servido por herreros y los altares que el construyó para conmemorar su
conquista de Egipto fueron conocidas como ‘de los herreros’”.

Tal identidad de detalles pueden conducir solamente a la conclusión de que


Ogun es la supervivencia de Horus, el dios de Patrón de los Egipcios
Faraónicos que con sus armas de metal conquistaron a los nativos de
Egipto y que como seguidores del dios eran conocidos como herreros.

Una supervivencia más debe ser señalada aquí: Horus ha sido identificado
arriba con Nin-ip, el dios del hierro. Ahora la palabra yoruba para hierro es
‘i-rin’, que está ciertamente derivada de ‘Nin’, la derivación que sigue la

140
141

regla de que toda palabra yoruba debe empezar con una vocal y que la regla
de que la letra ‘r’ es sustituida a menudo por la letra ‘n’ en yoruba y en
algunas otras lenguas de África Occidental.

Yemoja

Yemoja es la divinidad de todos los océanos. Se dice que es madre de todos


los Orisas y expresa su maternidad en todos los reinos de la Tierra y el
Cielo. Yemoja es la cabeza matriarcal del universo cósmico. Es el líquido
amniótico en el útero de la mujer embarazada, así como también los pechos
que amamantan. Dicen que es muy severa y temperamental y que expresa
las energías protectoras de la fuerza femenina. Como ser de la esencia
terrestre, es hábil con las artes secretas y las emplea para proteger a sus
devotos. También conocida como Yemanjá o Yemayá. Es una deidad
femenina que representa el agua.

Según Lucas, Ye-mo-ja es una contracción de Yeye-Omo-Eja (la madre de


los peces), la palabra Omo que se usa aquí es en un sentido genérico. Según
la leyenda como Yemoja no encontraba con quien casarse, Ogún decidió
hacerlo y de esta unión tuvieron un hijo llamado Orungan. Se plantea que
Orungan intentó cometer incesto con su madre. Ella escapó horrorizada de
él, pero cayó de espaldas en la tierra completamente exhausta. Chorros de

141
142

agua empezaron a salir de su cuerpo y estos chorros se unieron formando


un lago.

De su cuerpo emanaron los siguientes Orisas: Olosa (diosa del lago),


Olókun (dios del mar), Dada (el dios de los vegetales), Sangó (dios de la
iluminación), Ogún (dios del hierro y la guerra), Oyá (diosa del río Níger),
Osún (diosa del río Osún), Obá (diosa del río Oba), Orisa Oko (dios de la
agricultura), Ososi (dios de los cazadores), Oke (dios de las montañas), Aje
Saluga (dios de la riqueza), Sopona (dios de la viruela), Orun (diosa del
sol), Osú (dios de la luna).

Una fábula narra que Yemoja fue una mujer de gran belleza, pero que sólo
tenía un seno. Debido a esto no quería casarse por temor a que su esposo
pudiera ridiculizarla y exponer su secreto al mundo. Un día iba caminando
muy afligida hacia su casa, después de regresar del mercado y se dijo:
“Cuán triste es estar sola, regresar a casa sin niños y no tener esposo para
quien cocinar”. Ogún escuchó lo que ella dijo, ya que iba andando por el
mismo camino. Sintió un fuerte deseo de casarse con ella y la abrazó y
dijo: “No temas. Sé que luzco fiero y todo el mundo me teme, pero no te
haré daño. Te cuidaré y te protegeré, pero hay una cosa que me tienes que
prometer: nunca debes burlarte de mis ojos inyectados en sangre.”

Yemoja estuvo de acuerdo en casarse con él. Confesó que tenía un solo
seno y dijo: “Debes prometerme una cosa: no toques nunca mi seno”.
Durante mucho tiempo cumplieron las promesas. Yemoja le dio muchos
hijos a Ogún. Un día Ogún quiso congratularse con Yemoja y entró en la
cocina a hacerle una sopa, pero al no estar acostumbrado a estos
menesteres, dejó caer la olla, ésta se rompió y toda la comida se regó por el
suelo. Yemoja que estaba descansando, se despertó con el ruido. Corrió a la
cocina y al no percatarse de cómo había ocurrido el accidente, gritó
airadamente: “¿Qué haces en mi cocina? ¡Tú, con los ojos inyectados en
sangre!”. Ogún se lamentó y se arrodilló a su lado, acariciándole el seno.
Yemoja comenzó a temblar. Se convirtió en agua y desapareció en un abrir
y cerrar de ojos. Ogún se entristeció por perder a su amada esposa y
entonces se dijo: “La gentileza no está hecha para mí” y, apesadumbrado,
abandonó su casa para continuar su agitada vida de guerrero.

Conexión Egipcia

Estas dos deidades son los hijos de Obatalá y Odudua.

142
143

Aginju, una deidad masculina, es la deidad que representa a la tierra. La


palabra ‘Aganju’ o ‘Aginju’ significa ‘un desierto’, y es muy posible que
los primitivos yoruba que vivían en el desierto no tuvieran otra idea de la
naturaleza del país. La adoración de la deidad a caído en desuso. Esto no es
sorprendente, ya que la adoración del dios del desierto hubo de ser
reemplazada por la del dios de la fertilidad cuando los yorubas emigraron
hacia el Sur.

Yemoja, una deidad femenina, es la deidad que representa al agua. La


palabra ‘Ye-mo-ja’ es una contracción de ‘Yeye-omo-eja’ (‘la Madre de los
peces’), la palabra ‘omo’ es usada aquí en un sentido genérico.

No habiendo otras personas con que casarse, Aganju y Yemoja se casaron y


tuvieron un hijo llamado Orungan.

Se dice de Orungan que cometió incesto con su madre. Ella huyó de él


horrorizada, pero fue perseguida apasionadamente por su malvado hijo,
hasta que ella cayó de espaldas a tierra debido al agotamiento. Corrientes
de agua empezaron a manar desde entonces de su cuerpo, y éstas se unieron
finalmente formando un lago.

De su cuerpo emanaron las siguientes deidades:

 OLOSA - La diosa del lago.


 OLOKUN - El dios del mar.
 DADA - El dios de los vegetales.
 SANGO - El dios del relámpago.
 OGUN - El dios del hierro y la guerra.
 OYA - Diosa del río Niger.
 OSUN - Diosa del río Osun.
 OBA - Diosa del río Oba.
 ORISA OKO - Dios de la agricultura.
 OSOSI - Oshosi, dios de los cazadores.
 OKE - Dios de las montañas.
 AJE SALUGA - Dios de la riqueza.
 SOPONO - Dios de la viruela.
 ORUN - El dios-sol.
 OSU - Oshu, la diosa-luna.

El origen de varias de las conocidas deidades yorubas son , de esta manera,


encontradas en Obatalá y Odudua.

143
144

ORIGEN HISTÓRICO

La derivación de Aganju es incierta. El probable que el nombre fue


adoptado de los habitantes del desierto después de que los yorubas hubieran
dejado las fértiles tierras de Egipto.

La histórica conexión de la diosa Yemoja es fuertemente sugerida por su


nombre. Como “la Madre de los peces” ella es una supervivencia de una de
las diosas del Nilo, probablemente de la diosa Mirit Qimait o Mirit Mihit,
que, junto con los masculinos asociados (los Hapis) fueron descritas como
deidades guardianas de los peces.

El nombre Orungan (“el Sol de Mediodía”) ha sido explicado en capítulos


precedentes.

Muchos de los nombres de las deidades que surgieron de Yemoja pueden


ser encontrados en nombres de deidades Egipcias o de palabras Egipcias.

1) O-lo-sa, ‘Dueño del lago’. ‘Sa’ en el lenguaje Egipcio Antiguo significa


‘una charca’, ‘un lago’.
2) O-l-‘oku(n), ‘Dueño del mar’. ‘Khu’ (Egipto Antiguo) = alma. ‘Oku(n)’
es la palabra yoruba para el mar, que es considerada como el origen del
vapor de agua que se parece al alma (‘Khu’) del hombre.
3) Da-da procede de ‘Da’, el nombre del dios-león egipcio.
4) O-gu(n). ‘Gu(n)’ es una forma modificada de ‘Ku’ (Khu)-
5) O-ya. ‘Ya’ es una modificación de la palabra de África Occidental ‘ye’
6) O-shu(n), de ‘Shu’, dios del Antiguo Egipto.
7) O-ba. ‘Ba’ en el lenguaje Egipcio Antiguo = alma.
8) O-so-si = O-shu-osi. ‘Shu’ y ‘Osi’ son nombres de deidades Egipcias
Antiguas.
9) Oke = montaña. El dios de la montaña (Horus Ba-Khu) ha sido
observado.
10) Aje Saluga, ‘el que vive de Salug’ esto es, el dios de (riqueza) Salug.
11) Sopono. Esta se explicará más adelante.
12) O-ru(n), de Horu = sol.
13) O-su (Oshu, diosa-luna). Esta palabra se deriva de Khonsu, la
deidad-luna del Antiguo Egipto.

OBSERVACIONES FINALES

Puede concluirse con toda certeza que Aginju y Yemoja son supervivencias
de antiguas deidades Egipcias.

144
145

Oyá

Oyá es la divinidad que guarda el cementerio. En sentido más específico,


protege las almas de los difuntos en su viaje. Oyá se considera un guerrero
de enorme fortaleza. Se basta por sí misma, pero suele hallarse en
compañía de su homólogo Sangó. También se conoce a Oyá por sus
facultades psíquicas, que manifiesta en los vientos. Es el Orisa de las
tormentas y los huracanes. Con frecuencia se la considera la deidad de la
muerte pero, en una percepción más profunda, es la deidad del
renacimiento, pues los seres han de morir para resurgir de nuevos
principios.

Samuel Johnson se refiere a Oyá como la leal y amada esposa de Sangó.


Sólo ella, entre todas sus esposas, decidió acompañarlo en su viaje a Tapa
(Nupe) su casa materna. Fue un largo viaje, pero el valor le falló a Oyá en
un lugar llamado Ira, su pueblo natal, al que no volvería a ver si mantenía
su amor por su esposo y persistía en seguirlo hasta el final. La perspectiva
de residir entre extraños, en una tierra extraña, entre gente que hablaba otra

145
146

lengua y además, dejar a sus padres y su casa para siempre se apoderó tanto
de ella que la hizo vacilar y finalmente desistir de su empeño. Por esta
decisión Oyá se avergonzó y determinó no regresar a Oyó, permaneciendo
en Ira. Al enterarse del suicidio de su amado esposo, fue tan duro el golpe
que ella también decidió suicidarse. Se le deificó y le pusieron su nombre
al río Níger, al cual se le denominó Odo Oyá.

Así como a Sangó se le atribuye el trueno y el rayo, a Oyá se le atribuyeron


los tornados y las violentas tormentas que destruyen árboles y derrumban
altas torres y casas. Esto representa su disgusto.

Johnson nos dice que como de los héroes y heroínas deificados no habla
como muertos sino como desaparecidos, existe el dicho:

Oya Wole Yi Ile Ira,


Sangó Wole Yi Koso.

Oyá desapareció en el pueblo de Ira.


Sangó desapareció en Koso.

Dos espadas desenvainadas y los cuernos de un búfalo es la imagen que


representa a Oyá entre los yorubas. A sus seguidores les está prohibido
tocar la carne de carnero. Se distinguen por un particular collar de cuentas
rojas siempre alrededor del cuello.

Ulli Beier en “Yoruba Myths”, nos ofrece un mito sobre esta deidad, según
el cual, Oyá fue un antílope que se transformó en mujer. Cada cinco días
cuando iba al mercado del pueblo se quitaba su piel en el bosque y la
escondía en un arbusto. Un día Sangó la encontró en el mercado, le impactó
su belleza y la siguió al bosque, vió entonces cuando se puso la piel y se
convirtió en un antílope. Al siguiente día de mercado, Sangó se escondió en
el bosque y después que Oyá se convirtió en mujer y fue al mercado, tomó
la piel, la llevó a su casa y la ocultó en las vigas. Cuando regresó al bosque
se encontró a Oyá, quien trataba desesperadamente de encontrar la piel.
Sangó la llevó a casa donde sus otras dos esposas Osún y Oba, éstas aún no
le habían dado ningún hijo. En cambio muy pronto Oyá se convirtió en la
madre de gemelos. Llenas de celos, las otras dos esposas preocupaban
diariamente a Sangó, preguntándole por el secreto de la nueva mujer: ¿de
dónde venía?, ¿cuál era su familia?, ¿cómo la había encontrado?. Al final
Sangó cedió. Le dijo a una de sus esposas cómo había encontrado a Oyá,
haciéndole jurar que guardaría el secreto. Sin embargo, las mujeres
comenzaron a cantar una insidiosa y burlona canción:

146
147

Ella come ella bebe


Su piel cuelga de las vigas

Oyá se excitó mucho al oir estas palabras. En cuanto estuvo sola buscó en
las vigas, encontró su piel, se convirtió en antílope y huyó al bosque.
Cuando Sangó regresó la persiguió y trató de hacerla regresar a él.
Desafiadora, lo atacó con sus poderosos cuernos pero Sangó la aplacó,
poniéndole un gran recipiente de akará (pastel de frijoles) frente a ella.
Contenta con el ofrecimiento de su comida favorita, Oyá hizo las paces con
Sangó y le dio sus dos cuernos. Cada vez que la necesitaba, sólo tenía que
golpear un cuerno contra el otro y ella venía en su ayuda.

La diosa Oya tiene que distinguirse de Oya, el espíritu de los antepasados


descrito en el capítulo de los EGUN.
La diosa Oya es la diosa del río Niger, al que se le puso su nombre (Odo
Oya). Se supone que es la primera y, por lo tanto, la mujer favorita de
Sangó, el dios del trueno. La tradición dice que el río fue formado
originalmente por las copiosas lágrimas que ella derramó en la muerte de
su marido
Ella tiene un mensajero llamado Afefe (“brisa suave”). Esta idea debe
haberse originado por la brisa fría que les gusta a aquellos que navegan con
ella.
Es adorada en varios lugares del país Yoruba, pero en Lokoro, cerca de
Porto Novo, hay un templo consagrado a ella que contiene una imagen
simbólica suya con ocho cabezas pequeñas rodeando a la suya. Esta imagen
simboliza al Níger y a su delta.
La palabra ‘O-ya’ procede de la palabra de África Occidental ‘ye’, que
significa “existir”. Por lo tanto, su significado es “el que vive”.

147
148

Sangó

Sangó es el Alafin (regente), deificado del Oyó medieval, de quien se


cuenta que se colgó a sí mismo debido a su vida licenciosa. Fueron sus
fieles seguidores quienes le elevaron al mundo de los Orisas. Le
relacionaron con la deidad del rayo y del feroz castigo conocido como
Jakuta. El símbolo de Sangó es la doble hacha colocada sobre la cabeza de
las estatuas sagradas o varas de danza (Ose Sangó). Sangó es el Orisa del
tambor, de la danza, la virilidad y la guerra. Tiene el poder de transformar
la materia en sustancia pura y valiosa. Sus devotos recurren a él para
resolver problemas legales, para protegerse de los enemigos y para mejorar
las malas situaciones. Considerado con frecuencia un tanto terrenal, Sangó
es reverenciado y oído con entusiasmo pues sólo habla una vez y tiene
tendencia a ser temperamental.

Sangó es el dios del rayo y del trueno. Se le conoce también como Jakuta
(el tirador de piedras). Tiene tres esposas: Oyá, Osún y Oba. Según Lucas,
a los sacerdotes de esta deidad se les conoce como Oni-Sangó y Odusu-

148
149

Sangó. A los sacerdotes principales se les llama Magba. Se dice que es un


dios bastante temido por los yoruba, que odia la injusticia, el robo, la
falsedad y el envenenamiento, que él representa la ira de Olodumare.

Los emblemas de adoración son determinadas piedras planas con forma de


hacha, consideradas comúnmente como relámpagos. Se supone que son
lanzadas del cielo, cuando el dios quiere matar a alguien que lo ha
disgustado.

Johnson describe la iniciación en los misterios de la adoración de Sangó de


la siguiente forma: los sacerdotes exigen como pago un carnero, un pájaro
acuático llamado Osin, una tortuga, un caracol, un armadillo, una rata
grande llamada okete, un sapo, un renacuajo, las cuentas otutu y opon, la
cola roja de una cotorra, una gallina de guinea, mantequilla, sal, aceite de
palma, carne de elefante, venado, los tetes, las hojas de siempreverdes y
otros productos.

Las hojas se machacan en un recipiente con agua y el candidato se purifica


con esta infusión. Se le sienta en un mortero y se le afeita. Se matan las
aves y la tortuga y se le sacan los corazones, éstos se muelen con la carne
de los animales mencionados y las siempreverdes, y se hace una bola con
todo esto. El candidato se somete entonces a incisiones en su afeitada
cabeza y se le restriega la bola por las heridas. El neófito es entonces
convertido en un reconocido devoto de Sangó.
Múltiples son los mitos y leyendas sobre Sangó. A Sangó se le ha
presentado como una figura histórica y se plantea que fue el cuarto Alafin
de Oyó. Se alega que era un hombre fornido, un poderoso cazador muy
decidido y apasionado, un gran guerrero.

Según la historia, como rey de Oyó, gobernó con mano de hierro y buscó la
manera de mantener a todos bajo su puño. Como resultado, la gente se
cansó de su tiranía, su autoridad fue retada y terminó suicidándose,
colgándose del árbol ayán.

Una leyenda cuenta que había algunas quejas de los súbditos de Sangó con
relación a su tiranía. Sangó se enfadó con todos, montó su caballo y se fue
al bosque. Lo esperaron durante un tiempo, pero era en vano. Al no
regresar, la gente temió que por un ataque de cólera se hubiera ahorcado.
Fueron en su busca, no lo encontraron a él pero sí a su caballo. Los que lo
buscaban gritaron: ¿Dónde está usted, oh, rey? ¿Se ha ahorcado? “No, no
me he ahorcado”. “Entonces regrese. Lo queremos aquí”, gritaron aquellos,
pero él respondió: “No, como ha habido tantos problemas en el compound
y tantas quejas contra mí no regresaré. Ahora los gobernaré sin ser visto”.

149
150

Entonces subió al cielo por una cadena que colgaba de un árbol ayan.
Desde entonces ha manifestado su poder real desde el cielo con el rayo y el
trueno.

En una leyenda que habla de su reinado tirano y cruel, se señala que Sangó
tenía dos ministros de los que estaba celoso y los echó a pelear uno contra
el otro con la esperanza de que ambos se destruyeran; pero el propio Sangó
fue depuesto por el que salió victorioso de esa lucha. Sangó huyó,
acompañado por sus tres esposas: Osún, Oyá y Oba y algunos de sus más
fieles seguidores. Anduvo errando por la selva y poco a poco sus
acompañantes fueron desertando, hasta quedar solo con Oyá, su esposa
favorita. Desesperado Sangó se ahorcó en el árbol ayan. Oyá huyó al norte
y se convirtió en la diosa suprema del río Níger. Los viajeros que vieron el
cuerpo de Sangó colgado entraron al pueblo y dijeron Oba-so (el rey se
ahorcó).

Los amigos del rey se enfurecieron de tal modo que determinaron vengar
su muerte. Tomaron un grupo de pequeñas calabazas y las llenaron de
pólvora. Las cubrieron con fibra de coco y les pusieron mechas y esperaron
el próximo tornado. Cuando llegó, encendieron las bombas y las lanzaron a
los techos de paja de muchas casas. Las explosiones y el fuego hicieron que
la gente llena de irritación comenzara a gritar: “¿Por qué se están
quemando nuestras casas?”, los amigos de Sangó salieron diciendo: Oba
Ko So (el rey no se ahorcó), Él está furioso con ustedes. Se convirtió en un
dios y ha subido al cielo, enviando los rayos para castigarlos. Tienen que
traer bueyes, carneros, aves, aceite de palma, etc. , y ofrecer sacrificios a
Él, adorarlo, y entonces los perdonará.

Por otra parte, se cuenta que fue un gran hombre de medicina o un brujo
doctor que decía ser capaz de matar a la gente, echando fuego por la boca.

He aquí otra leyenda:

Sangó fue un rey muy poderoso que reinó en Oyó y en los territorios
vecinos conquistados por él. Su pueblo le temía mucho porque éste podía
arrojar truenos sobre ellos cuando no lo complacían. Su símbolo de poder
era un hacha de dos cabezas, esto significaba que él podía cortar a ambos
lados, es decir, nadie podía escaparse de su castigo. Pero Sangó no estaba
satisfecho con su poder. Él quería que la gente le temiera aún más. Mandó a
buscar a los grandes hechiceros de Oyó y les dijo: “prepárenme unos
polvos bien poderosos, más poderosos que los truenos”. Los hechiceros se
marcharon y regresaron con diferentes tipos de polvos, pero ninguno de
ellos fue lo suficientemente poderoso. “¿es esto cuanto pueden hacer?”,

150
151

preguntó Sangó, al mismo tiempo que los despedía. Entonces mandó a


buscar a Orisa Esú y le dijo: “estos hechiceros son unos inútiles. Su
preparado es débil. Usted es un dios poderoso. Yo quiero que usted me
prepare unos polvos bien fuertes que hagan a la gente temblar de miedo”.
“Pero ya ellos tiemblan de miedo cuando usted arroja los truenos”, dijo
Orisa Esú. “Ah, pero se han acostumbrado a ellos, incluso duermen
mientras se escucha el ruido. Yo quiero algo que llene sus corazones de
terror, algo que ellos puedan ver, algo espectacular. Yo sé que usted puede
hacerlo”.

Esú pensó por un momento y dijo: “Está bien, te prepararé esos polvos que
te convertirán en la persona más temible de todo el mundo. Envía a tu
esposa Oyá con un chivo. Yo tengo que hacer un sacrificio”. Sangó envió a
Oyá con el chivo. Esú recibió el chivo y le dijo: “Regresa después de siete
días”.

Oyá regresó a donde Sangó y le dijo lo que Esú había dicho. El octavo día
ella volvió a donde estaba Esú. Este le dijo: “Tengo los polvos listos; aquí
están. Llévaselos a tu marido”. Oyá le dio las gracias y tomó el paquete. En
su viaje de regreso a casa le asaltó la curiosidad. “¿Qué podrá haber ahí
dentro?”, se preguntó, mientras le daba vueltas para arriba y para abajo al
paquete. Pasado un rato se dijo: “Lo voy a abrir un poquito nada más para
echarle una ojeada”. Lo abrió y vio que el mismo contenía polvo rojo.
“¿Qué tipo de polvo es este?, ¿a qué sabrá?” se preguntó. Cogió una
untadita con los dedos índice y pulgar y lo probó. No tenía sabor. “Me
pregunto para qué Sangó querrá este polvo sin sabor”, dijo encogiéndose de
hombros, a la vez que envolvió bien el resto del polvo.

Cuando llegó a su casa le entregó a Sangó el paquete. Este lo abrió y le


preguntó: “¿Te dijo qué bebía hacer yo con este polvo?”. Cuando Oyá abrió
la boca para responder, le brotó de la boca una especie de lengua de fuego.
“Entonces eso quiere decir que has probado mis polvos” dijo Sangó muy
bravo. “Tú no tenías derecho a probarlo”. Levantó su mano para pegarle,
pero Oyá huyó de la casa. Sangó corrió tras ella. Oyá miró a su alrededor y
vio algunas ovejas pastando en un campo. “Me esconderé entre ellas”, se
dijo. Fue y se escondió entre las ovejas. Sangó no la podía ver pero sabía
que ella estaba en algún lugar cercano, entre las ovejas. Arrojó truenos
hacia allí con la esperanza de que Oyá fuera alcanzada por uno de ellos;
pensando que ya debería estar muerta, regresó a casa.

Pero Oyá no estaba muerta, ella se había escondido debajo de una de las
ovejas, y, aunque la oveja murió, su cuerpo la protegió. Oyá tenía miedo a
regresar, entonces se dirigió al pueblo de Oyó y les pidió que suplicaran por

151
152

ella. La gente fue donde estaba Sangó y le pidieron que perdonara a Oyá.
Sangó estuvo de acuerdo en perdonarla y ella regresó a casa. Esa noche
Sangó tomó el paquete de polvos preparados y escaló la cima de una
meseta que no estaba lejos de la ciudad. Desde allí él podía ver su propia
casa y las de sus esposas y sirvientes, todas congregadas en el área de su
palacio. Colocó una dosis de polvo rojo en su lengua y respiró hacia fuera.
Inmediatamente una gran llamarada brotó de su boca y cayó sobre la
ciudad, incendiando el palacio de Sangó así como las casas aledañas.
Inmensas llamaradas se dispersaron hacia el cielo que se puso rojo. La
gente corrió en desbandada tratando de alejarse lo más posible de la ciudad
en llamas. El incendio se acentuó hasta que toda la ciudad se quemó
completa, dejando solo cenizas. La ciudad fue reconstruida después y
actualmente la gente habla del Oyó viejo y del Oyó nuevo.

Otra versión literaria sobre Sangó dice que fue un rey guerrero que condujo
a sus ejércitos en todas direcciones y exigía tributos a todos los vecinos del
reino de Oyó, pero su pueblo se cansó de luchar y le imploraron que cesara
las interminables invasiones, argumentando que estaban muriendo sus hijos
y que no les quedaban manos suficientes para sembrar ñames en el campo.
Sangó estaba dispuesto a escuchar a sus jefes y a su pueblo, pero los líderes
de su ejército estaban impacientes. Se habían hecho ricos y poderosos con
los botines recogidos y no estaban dispuestos a detener sus expediciones
anuales.

Había dos entre ellos: Timi Agbale-Ilofa-Ina y Gbonka, que desafiaron


abiertamente al rey. Sangó pensó en cómo deshacerse de los dos líderes del
ejército y finalmente incitarles a pelear el uno contra el otro. Timi había
sido enviado a establecerse en EDE donde debía proteger la frontera del
reino. Allí se había hecho más y más independiente; había empezado a
recoger tributos y se comportaba más y más como un rey con derechos
propios. Sangó envió a Gbonka a pelear contra Timi en Ede, la esperanza
de que se mataran entre ellos. Timi enfrentó a Gbonka con sus famosas
flechas, pero Gbonka llevaba amuletos poderosos y las flechas no le
tocaban.

Gbonka pronunció un poderoso conjuro:

Hoja arrancada con la mano derecha


La mano derecha tiene un conjuro
Hoja arrancada con la mano izquierda
La mano izquierda tiene carácter
Por fuerza por fuerza
El cabrío duerme en el techo

152
153

No se mueve
Duerme

Inmediatamente Timi se durmió. Gbonka lo tomó prisionero y lo llevó a


Oyó. El rey se alarmó y pensó en la forma de protegerse de Gbonka.
Ordenó a los dos jefes guerreros que repitieran la pelea en el mercado
Akesan de Oyó, pero frente al rey y todo su pueblo. Gbonka repitió la
hazaña de poner a dormir a Timi. Y esta vez le cortó enseguida la cabeza.

Ahora, pleno con la victoria y consciente de su inmenso poder mágico,


Gbonka desafió al rey. Gritó: KABIYESI ALAIYELUWA, veo ahora que
usted quería verme morir, ¿qué amuleto tiene usted para enfrentar al mío?
El pueblo le teme porque de su boca sale fuego. Yo le demostraré que su
fuego no puede hacerme daño.

Inmediatamente ordenó que se encendiera una gran hoguera en el mercado.


“Pongan grasa y aceite en el fuego; átenme los brazos y tírenme al centro”,
gritó Gbonka. “El fuego no podrá tocarme”. Cuando tiraron a Gbonka a la
pira vieron que el fuego no podía dañarlo. Todos se aterrorizaron y Gbonka
volvió a gritar: “todo el fuego de este pueblo no podría tocarme. Abdique
su trono o lo expulsaré de este pueblo”.

Temerosos de Gbonka, todos los seguidores de Sangó lo abandonaron. Solo


su primera esposa, Oyá, se mantuvo fiel a él. Sangó abandonó el pueblo
con Oyá y decidió buscar la casa de su madre en Tapa (Nupe), pero el
desencanto con su pueblo era demasiado grande. Se ahorcó en un árbol de
la selva y subió entonces al cielo en una cadena.

Oyá reunió a sus amigos quienes marcharon por el pueblo cantando: OBA-
KOSO (el rey se ahorcó). Pronto establecieron su supremacía en el pueblo
y Sangó defendió a sus seguidores con el rayo y el trueno.

Siguen contando las tradiciones que Sangó fue el hijo menor de Oranmiyán
y Yamase. Sus hermanos mayores no lo querían bien, ya que pensaban que
no era valiente en la guerra. Oranmiyán quería a su hijo menor más que al
resto, y cuando estaba a punto de morir fue al bosque y depositó todas sus
riquezas en la rama de un árbol hueco. Más tarde dio instrucciones a Sangó
de que inmediatamente después de su muerte debía ir y ahorcarse en esa
rama en el bosque. Si en algún momento tenía problemas serios debía
consultar a un mago llamado Onikoso.

En cuanto Oranmiyán murió, Sangó fue perseguido por sus hermanos y


decidió seguir el consejo de su padre. Fue al bosque y se colgó de la rama.

153
154

La rama hueca se partió, cayó y salió toda la riqueza de Oranmiyán. Sangó


huyó a un área deshabitada y allí fundó un nuevo reino, donde vivió en paz
con todos sus vecinos y donde nunca libró una guerra. Había continuas
fiestas y celebraciones en el pueblo, y gente de todos los reinos vecinos
vinieron a asentarse allí. Cuando sus hermanos se enteraron de esto, le
enviaron mensajes anunciando que le harían la guerra en su ciudad. Sangó
no estaba preparado para la guerra y temeroso fue a consultar a Onikoso, el
mago.

Onikoso preparó una medicina para Sangó que este tenía que ponerse en la
boca. Como Sangó no podía recoger él mismo la medicina, mandó a su
esposa Oyá. Onikoso aconsejo a esta que no abriera el güiro que contenía la
medicina, pero Oyá sentía curiosidad y en el camino lo abrió y comió un
poquito de la medicina. En cuanto abrió la boca salió fuego de esta: se
había convertido en un Orisa. Cuando llegó al palacio, ya los enemigos
amenazaban el pueblo. Rápidamente Sangó se puso un poco de la medicina
en la boca y salió fuego de sus entrañas. Las llamas destruyeron a todos sus
enemigos. Después, sus hermanos comieron también de la medicina y
también se convirtieron en Orisas. Cada vez que Sangó hablaba salían
llamas de su boca. Su pueblo estaba aterrorizado y le mandaban huevos de
cotorra para indicarle que había sido rechazado.

Triste y desencantado, regresó nuevamente al bosque para ahorcarse. Mas,


en cuanto se puso la soga alrededor del cuello, sintió que el suelo se abría
bajo sus pies y desapareció en la tierra. Su leal sirviente, que lo había
acompañado, corrió de regreso a la ciudad para avisar del incidente. Todo
el mundo fue a ver el profundo hueco en la tierra por donde Sangó
desapareció y comenzaron a lamentar su muerte. Desde abajo, Sangó lanzó
piedras y mató a todos aquellos que dijeron que él había muerto.

Otro de los mitos relata que un día Sangó se convirtió en un niño y fue a
enfrentarse al rey diciéndole que abandonara el trono, que él, Sangó, era el
verdadero rey. El rey llamó a todo el pueblo y preguntó quien era el padre
de aquel niño, que quería perturbarlo en su trono. Nadie lo conocía. El rey
ordenó a sus sirvientes que mataran al niño y lo lanzaran al río, estos se lo
llevaron; pero cuando regresaron del río, el niño ya había reaparecido en el
trono. El rey estaba asombrado, dijo: “¿Cómo es posible esto? Estos
hombres lo mataron y ahora a regresado. Quizás si hago que lo maten, no
regresará”. Pero cuando el niño lo oyó comenzó a saltar, a jugar y hacer
milagros; las mujeres lo persiguieron. Vio un gran orificio y saltó por este;
saltó a un árbol alto; volvió a bajar; corrió al bosque y encontró un
poderoso árbol; saltó y apareció colgado del árbol con una cuerda; estaba
muerto. Las mujeres regresaron y dijeron: “El niño se ha ahorcado”.

154
155

El rey ordenó que se hiciera un gran sacrificio. Compró una vaca, un


cordero, un gallo, una gallina, aceite, babosas, mantequilla, una tortuga, un
ganso salvaje, una gallina de guinea y una paloma. Ordenó a sus sirvientes
que abrieran un hueco bajo el árbol donde el niño se había colgado. Les
pidió que echaran todos los sacrificios en el hueco y que cortaran la cuerda.
Entonces el cuerpo cayó del árbol, el niño recobró la vida y todos estaban
asombrados. El niño dijo: “Yo no me ahorqué”. Fueron a ver al rey, y este
se sorprendió y fue a la selva a ver si era cierto. Cuando regresó al palacio
el niño estaba sentado en su trono. El rey le ordenó entregarlo, pero el niño
se negó, diciendo que su nombre era OBA KOSO y que ahora se había
convertido en el sagrado vehículo del rey. De esta forma Oba Koso se
apoderó del trono.

Conexión Egipcia

Una de las emociones básicas que constituyen la compleja emoción


conocida como “emoción religiosa”, es la emoción del miedo. En
consideración a Olorun, esta emoción ha perdido su energía. En
consideración a Sango, su energía alcanza su climax y eleva la emoción al
nivel del miedo o el terror. Ninguna deidad es más temida en yoruba por su
malevolencia que Sango, el ‘Dios del Trueno’.

Se ha sugerido que Sango no es exactamente de origen yoruba. La


sugerencia surge del hecho de que una de sus mujeres es Oya, la diosa del
río Niger. El motivo para la sugerencia es débil, y ninguna autoridad fiable
se ha pronunciado nunca en apoyo de ello.

Sango es el dios del relámpago y el trueno. Él es también conocido como


‘Jakuta’, ‘el lanzador de piedras’ o ‘el luchador con piedras’. Tiene tres
mujeres, a saber:

- Oya, la diosa del río Niger.


- Osun, (Oshun) y Oba, las diosas de los ríos de Abeokuta.

Se supone que tiene un gran séquito. Osumare, el arco iris y Oru, el


estampido del trueno, son sus principales asistentes.

Los sacerdotes de la deidad son conocidos como “Oni-Sango” u “Odusu-


Sango”. Los sacerdotes principales son conocidos como “Magbas”. El
término ‘magba’ ha sido llevado a significar ‘el que recibe’, ‘un receptor’,
pero esto es sólo una fantasiosa y literal explicación.

155
156

La siguiente descripción de la deidad dada por el Coronel Ellis, aunque


contiene algunos errores que han sido detectados por el Dr. Farrow, es
destacable:

“Shango es puramente antropomórfico. Él vive en las nubes en un


inmenso palacio de latón donde conserva un gran séquito y tiene un
gran número de caballos...”
“Desde su palacio, Sango lanza sobre aquellos que le han ofendido,
cadenas de hierro al rojo vivo...”

Esto último debería ser observado ya que, al parecer, es una teoría


moderna, y las cadenas al rojo vivo facilitadas por Ogun tienen una
sospechosa similitud a los rayos de Júpiter, fraguados por Vulcano.

ORIGEN MITOLÓGICO

Abundan varios mitos con relación a Sango. Mr. R.E. Dennett reprodujo
algunos de ellos, pero todos son de origen moderno.

El mito más importante es el que está contenido en Iwe Kika Ekerin y


resumido de esta forma por el Dr. Farrow:

“Hace aproximadamente dos siglos (¿) reinaba como Rey en la vieja


ciudad de Oyo (conocida por los primeros exploradores como Eyeo
o Katunga), que estaba situada cerca de la ribera sur del río Niger, al
norte del país yoruba, un Shango, que era un poderoso y sabio
monarca. Fue un gran médico o doctor-hechicero y afirmaba ser
capaz de matar a la gente lanzando fuego de su boca. Su reinado fue
tiránico y cruel. Tenía dos ministros de los cuales estaba celoso, e
hizo que éstos lucharan uno contra, esperando que ambos pudieran
ser muertos; pero fue el mismo destronado por el que resultó
victorioso en la lucha. Sango huyó, acompañado por sus tres
mujeres, Oya, Osun y Oba, y algunos de sus leales seguidores.
Vagabundeó por los montes, siendo gradualmente abandonado por
todos, hasta que solamente quedó su mujer favorita, Oya. Entonces,
desesperado, Sango se ahorcó de un árbol ayan. Oya huyó hacia el
norte y llegó a ser la diosa presidente del río Niger. Viajeros que
habían visto el cuerpo de Sango colgando de un árbol entraban en la
ciudad hablando de él con el nombre de Oba-so. Los amigos de
Sango se encolerizaron tanto que determinaron vengar a su monarca
muerto”.

156
157

“Cogieron una cantidad de pequeñas calabazas o calabazas huecas y


las llenaron con pólvora. Luego las cubrieron con fibra de coco y les
pusieron mechas y esperaron al siguiente tornado. Cuando éste llegó,
prendieron fuego a las bombas y las lanzaron dentro de los techos
cubiertos de paja de muchas casas. Las explosiones resultantes e
incendios provocaron que la gente destrozada por el pánico
exclamara: “¿por qué están ardiendo todas nuestras casas?”. Los
amigos de Sango entonces se presentaron diciendo: “Oh, vosotros
dijisteis ‘Oba so’ (el Rey que se ahorcó), ‘Oba ko so’ (el Rey que no
se ahorcó). Él está enfadado con vosotros por esto. Ha llegado a ser
un dios y ha subido al cielo y envió el rayo para castigaros. Debéis
traer bueyes, corderos, aves, aceite de palma, etc. y ofrecerle
sacrificios y de ahora en adelante adorarle y entonces él os
perdonará.”

ORIGEN HISTÓRICO

No ha sido posible encontrar una deidad en el Antiguo Egipto que lleve el


nombre de Sango o un nombre del cual la palabra pueda derivarse. El
nombre ‘Sangu’ aparece en la historia religiosa de Caldea, y denota “a uno
que está vinculado a un dios”, “el representante o vice-gerente de un dios”.
La opinión mantenida por algunos observadores de que los yorubas parecen
haber tenido algún contacto con los caldeos ha sido expresada en un
capítulo precedente. La similitud entre la palabra yoruba ‘Sango’ y la
palabra caldea ‘Sangu’ parece apoyar la opinión y sugerir la necesidad de
una investigación basada en los datos ahora disponibles.

El otro nombre de la deidad (Jakuta) señala, sin lugar a dudas, a un origen


Egipcio. La palabra ‘ja-ku-ta’ significa ‘el alma viva (Khu) de Ptah”. El
dios Egipcio Ptah fue considerado como incorporado a una piedra. La
palabra yoruba para una piedra es ‘O-ku-ta’, ‘el alma de Ptah’, de aquí el
literal significado de ‘jakuta’ en yoruba es ‘el luchador de la piedra’.

Otra destacada palabra yoruba es ‘A-pa-ta’ (una roca). Consiste de dos


palabras Egipcias, a saber, ‘pa’ ‘una casa’, y ‘ta’ una forma modificada de
Ptah.

La forma completa de la palabra ‘Ma-gba’ es ‘Oma(n)’ u ‘Omo(n)’, ‘a-


gba’, esto es, ‘el pueblo de ba’, ‘agba’ o ‘las personas mayores’; siendo
consideradas como poseedoras de un modo especial, del espíritu o el alma
de los antepasados.

157
158

El profesor Leo Frobesius considera a Sango, “el ¿RAM-HEADED?, dios


del trueno”, como la principal deidad yoruba. Esto es incorrecto como
hemos escrito en apoyo de esto cuando hemos hablado de otras deidades.

Parece probable que la adoración a Sango fue originalmente derivada de la


de Ptah. Ella fue modificada considerablemente en tiempos posteriores, y la
adicción del nombre de Sango debe haber sincronizado con el cambio
señalado en la concepción de la deidad.

Orisa Oko

Orisa de la agricultura. Según la leyenda, fue un campesino que vivió en


Irawó, la gente lo conocía como a un hombre bien versado en medicina y
erudito en hojas y hierbas. También era cazador y solía atrapar guineas con
mallas puestas en la granja de un rico granjero. Tenía un perro y una flauta,
y en varias ocasiones en que se perdió en los bosques, su perro lo
encontraba al escuchar el silbido de la flauta. Vivió hasta avanzada edad y
cuando ya no podía seguir cazando se dedicó a practicar la adivinación.

Se cuenta que una vez aparecieron tres grandes mirlos en Irawó y se


posaron en los campos y se comieron todas las cosechas de los campesinos.
Ese año hubo una gran hambruna. Al año siguiente aparecieron de nuevo
los pájaros y ninguna flecha podía hacerles daño. La gente fue entonces
donde Orisa Oko y le dijeron: “Por favor, ayúdenos a destruir esos
pájaros”.

Orisa Oko preparó un poderoso preparado con el cual logró ahuyentar a los
pájaros. Las cosechas crecieron maravillosamente y cuando llegó el tiempo

158
159

de la recogida la gente estaba tan contenta y agradecida a Orisa Oko que lo


hicieron su rey, pero tan pronto como lo instalaron en su trono de Irawó, la
gente comenzó a temer: “¿no usará contra nosotros la medicina que usó
contra los pájaros?”. Sospecharon más y más de él. Y aunque no les dio
causa de quejas, el temor se hizo tan grande que un día se revelaron y lo
expulsaron del pueblo. Al año siguiente vino el tiempo de recolección, los
mirlos regresaron y se comieron las cosechas. Entonces, toda la gente con
el rostro entristecido marchó al bosque, a la cabaña de Orisa Oko y le
imploraron los ayudara una vez más. Prometieron reinstalarlo como rey y
nunca más revelarse. Pero esta vez Orisa Oko se negó a ayudar. Tan
desencantado estaba ante la insensibilidad y deslealtad de la gente que
decidió abandonarlos definitivamente. Les dijo: “Los abandonaré para
siempre, pero dejaré mi espada aquí y cada vez que se encuentren en
peligro real pueden clavar la espada en el suelo y vendré a proteger
vuestras cosechas. Les advierto que no deben usarla a la ligera ni en vano”.
Con estas palabras Orisa Oko desapareció en la tierra. Su espada se
encuentra en los templos donde es venerado.

Otra leyenda narra que había una vez un hombre, jefe del pueblo de Irawó,
que fue expulsado por la comunidad cuando se descubrió que el mismo
había contraído la lepra. Su esposa muy afligida por tal decisión determinó
seguirlo y compartir su suerte. Mientras se encontraban en tan difícil
situación, ambos lucharon con el fin de mantenerse juntos en cuerpo y
alma, dedicándose a la caza y a la recolección de frutas. Accidentalmente la
esposa descubrió que algunas cosechas crecían y producían el mismo tipo
de frutas, por lo que no tardó en dárselas a su esposo y comerlas ella
también, como resultado de haber consumido los frutos de las plantas
descubiertas, la carne de animales y de pájaros cazados y además de esto
haber usado los poderes medicinales de las hierbas que había en los
alrededores, aquel hombre enfermo curó de su lepra. Felices y contentos
regresaron a Irawó y recibieron una entusiasta y alegre bienvenida, debido
a la nobleza de espíritu que habían demostrado al no reservarse para sí el
recién adquirido conocimiento sobre la ciencia agrícola, sino que por el
contrario se la enseñaron a otros interesados. Al transcurrir el tiempo
ambos envejecieron y murieron, pero nunca fueron olvidados por el pueblo,
al que le costó trabajo creer que tales personas podían desaparecer. De esta
forma se referían a ellos como “aquellos que entraron a las entrañas de la
tierra” para proseguir otra vida. A ambos se les asocia con la fertilidad de la
tierra y los éxitos que se obtienen en el trabajo agrícola. De ahí el dicho
común entre los yoruba ORISA OKO WOLE IRAWO (Orisa Oko entró en
las entrañas de la tierra en el pueblo de Irawó). Se dice que, por lo antes
descrito, el jefe y su esposa fueron deificados.

159
160

Omosade Awolalu señala que entre los yoruba hay cierta confusión acerca
de cuál de los dos fue deificado y nombrado Orisa Oko si el hombre o la
esposa. ¿Es Orisa Oko una divinidad hombre o mujer? El autor llama la
atención sobre el hecho del esfuerzo conjunto y de la mutua cooperación
que existió entre el hombre y su esposa para obtener los resultados que
alcanzaron. Según él, entre los yoruba el sacerdocio Orisa Oko está abierto
tanto al hombre como a la mujer, pero esta última es la preponderante. Los
sacerdotes y sacerdotisas exhiben dos líneas verticales en sus frentes, una
blanca y la otra roja. La adoración por parte de la mujer es mucho más
tenaz e incluso llegan a integrar un tipo de asociación.

Conexión Egipcia

Como el dios del campo, agricultura y las cosechas, Orisa Oko es una
popular deidad en yoruba. Casi todos los pueblos o ciudades tienen un
templo dedicado a él. Su adoración generalmente evoca un gran entusiasmo
religioso que a menudo llega al exceso. Está representado por un báculo de
hierro simbolizando la fuerza. Abejas, que indican felicidad, son sus
mensajeras.

El sacerdocio relacionado con la adoración del dios está abierto tanto a los
hombres como a las mujeres, pero como es especialmente adorado por
mujeres, el número de sacerdotisas excede con mucho al de sacerdotes. Las
sacerdotisas “forman realmente entre ellas una sociedad secreta, y son tan
poderosas y tan altamente respetadas, que ningún hombre se atreve a
injuriar u ofender a cualquiera de ellas. Ellas se distinguen por llevar,
pegado en medio de la frente, un pequeño distintivo vertical,
aproximadamente de una pulgada de largo y un sexto de pulgada de ancho,
la mitad rojo y la mitad blanco... Es considerado el más alto honor el tener
este sacerdocio en la familia, aunque el gasto de iniciación en cada caso
cuesta de 40 a 50 libras (una gran suma para un yoruba)”.

El dios es considerado como árbitro en las disputas, especialmente entre las


mujeres. Lleva a cabo esta función a través de la mediación de sacerdotes
que viven en el templo. Si hay una disputa entre dos mujeres en que
cualquiera de ellas es culpable de algo ilícito, especialmente de posesión de
brujería, se hace una apelación al dios en su templo. Aquí las disputadoras
pasan alrededor de tres días, después de llevar cada una de ellas una blanca
calabaza al sacerdote. Después de la debida consulta al dios, el sacerdote
devuelve las calabazas. Cuando son abiertas, el interior de una de ellas
permanecerá blanca, mientras que la otra aparecerá negra. El sacerdote
entonces condena a la poseedora de la calabaza negra y la mata por medio

160
161

de un garrote de hierro (conocido como ‘polo’). Este garrote debe ser


comprado por la mujer inocente a un elevado precio, y por eso, ella se
convierte en la novia o sacerdotisa de Orisa Oko.

FIESTA ANUAL

Orisa Oko es adorado normalmente por mujeres en la luna nueva. Es


adorado por toda la ciudad o pueblo en relación con la fiesta de la cosecha
anual. Antes de que los productos de la granja sean recogidos para la venta,
los primeros frutos deben ser ofrecidos al dios. La ocasión es de gran
alegría. Algunas de las nuevas batatas cocinadas para la ocasión serán
ofrecidas al dios, otras serán consumidas por los adoradores, y otras serán
dadas a los pobres y a los necesitados. Es innecesario decir que una gran
cantidad de vino de palma será consumido para remojar los sólidos. La
consumición de comida es seguida de general alegría, incluyendo
procesiones y bailes públicos.

En otras partes del África Occidental, el festival de la batata es a veces


acompañado por un horrible canibalismo. Este no es el caso del país
yoruba, pero la fiesta de la “cosecha” de la batata es siempre ocasión de
escenas de desenfrenada inmoralidad, que ha dado lugar a sanciones
religiosas en el caso de las sacerdotisas de Orisa Oko. Tal inmoralidad,
perpetrada bajo la apariencia de religión y que indica la perversidad de la
mente humana, no es característica de yoruba, y está desapareciendo casi
hasta el punto de la extinción, gracias a la influencia del Gobierno y de la
Cristiandad.

ORIGEN HISTÓRICO

El prototipo Egipcio de Orisa Oko es sin duda Osiris, pero la celebración


de la fiesta de la cosecha en honor del dios contiene elementos
conexionados con la adoración de otros dioses Egipcios, algunos de los
cuales estaban identificados con Osiris.

Debería destacarse, en primer lugar, que Osiris es un dios de la vegetación.


Se dice que ha enseñado a los Antiguosegipcios “el arte de hacer
herramientas agrícolas (el arado y la azada), los trabajos del campo, la
rotación de cultivos, la cosecha del trigo y la cebada y el cultivo de la vid”.
En segundo lugar, debería hacerse notar la licenciosa adoración de la
deidad. Orisa Oko es una deidad fálica. En tiempos recientes, en Egipto,

161
162

Osiris, a quien los griegos identificaban con Baco, fue adorado con
detallados ritos fálicos.

Se recordará que Horus, el hijo de Osiris e Isis, fue identificado con Min, el
dios de los negros adorado en Coptos. El Profesor Erman dice: “Cuando la
cosecha era recogida y el campesino había sacrificado los primeros frutos a
‘Min’ el dios de Coptos, él danzaba para testimoniar su alegría y
agradecimiento al dios, y cuando la fiesta de las grandes diosas del placer,
Hathor y Bastet, era solemnizado, el bailar fue considerado tan necesario
como el gritar de alegría o llevar guirnaldas.

Los principales elementos de estas celebraciones del Antiguo Egipto


sobreviven en la adoración de Orisa Oko.

En tercer lugar, ha sido señalado que las sacerdotisas del dios eran
“distinguidas por llevar, pegado en medio de la frente, un pequeño
distintivo vertical, la mitad rojo y la mitad blanco”. Los colores del
distintivo son significativos. Ahora en relación con la adoración de Min,
blanco es el color del toro consagrado al dios. En un punto del transcurso
de las ceremonias relacionadas con la adoración de la deidad el sacerdote
debía declarar que “Horus, el hijo de Isis y Osiris, ha recibido las coronas
roja y blanca”. Es destacable que los colores de las coronas de Horus que
ha sido identificado con Min, el dios africano de la fertilidad, sobrevive en
los colores del distintivo de las sacerdotisas de Orisa Oko, el dios yoruba
de la cosecha y la fertilidad.

Las anteriormente mencionadas observaciones muestran que Orisa Oko es


una supervivencia de Osiris y que su adoración es una mezcla de los ritos y
ceremonias relacionados con la adoración de Osiris, de Horus y de Min, el
dios africano de Coptos.

162
163

Olokun

Orisa que reina en las profundidades del mar. Hay quienes dicen que fue un
hombre, otros alegan que fue una mujer, prevaleciendo este último criterio,
aunque, como en el caso de los demás Orisas, es una divinidad andrógina.

163
164

Se afirma que Olokun fue una de las esposas de Oduduwa, que era muy
hermosa y estéril. Otra versión le atribuye haber sido la primera mujer que
produjo las cuentas, usadas después en collares y pulsos y que fue muy
rica; vivió en Wolode. Un templo dedicado a ella se encuentra en esa
localidad y otro en el compound Wasin Ilare. Anualmente se celebra una
ceremonia en estos santuarios, donde se concentran productores y
vendedores de cuentas en recuerdo de esta mujer a la que consideran
heroína.

Leo Frobenius, el célebre etnólogo alemán, descubrió en 1910 la famosa


“Cabeza de Olokun” hecha de bronce fundido, en la arboleda Eco Olokun a
unas dos millas al noroeste de Alafia. Fue en esta arboleda donde Frobenius
encontró, además de la prestigiosa pieza Olokun, otras reliquias de arte
consideradas de valor.

Olokun es una de las deidades que brotan del cuerpo de la diosa Yemoja.
La palabra Olokun (Oni-Okun) denota “el Dueño o Señor del mar”. Olokun
es por lo tanto, la deidad principal del mar y es adorada principalmente por
los residentes cercanos al mar y por aquellos que tienen mucho que ver con
el mar, como pescadores y barqueros.

En Lagos se hacen sacrificios a la deidad en la playa de Victoria.


Antiguamente se acostumbraba a hacer sacrificios humanos a la deidad.

El autor contempló las ceremonias celebradas por los devotos de la deidad


en la playa Victoria hace unos pocos años. Las ceremonias empezaron por
la mañana temprano y continuaron hasta últimas horas de la tarde. Los
adoradores masculinos iban trajeados de negro o negro-azulado, siendo
negro el color de las ropas de la deidad. Las adoradoras femeninas iban
vestidas de blanco, que era el color del vestido de Olokun-su, la mujer de
Olokun. Las ceremonias empezaron con una serie de inclinaciones y
genuflexiones, seguidas de una comida sencilla. Luego siguió natación por
aquellos que sabían nadar y luego baile. Una característica importante de la
ceremonia era una comida suntuosa. La comida que se preparaba para la
ocasión excedía con mucho a la que los adoradores podían consumir
normalmente. Después de la comida, las sobras, que era una cantidad
mayor que la consumida por los adoradores, era lanzada al mar como
sacrificio a la deidad. La ceremonia concluía bailando y con alegría
general.

Olokun-su, o Elusu, la mujer de Olokun, es la deidad guardián de los


territorios situados entre la laguna de Lagos y la caleta de Benin. Se cree
que ella habita en estos territorios. Todos los peces de sus cercanías son

164
165

sagrados para ella. Ningún pescador puede atravesar sus límites para pescar
con impunidad. Su canoa será volcada y el mismo puede ser ahogado.

Así como un mar tempestuoso se cree que es una indicación de la ira de


Olokun, se cree también que el escabroso terreno es debido a la ira de su
mujer.

Cerca de la ciudad de Benin había un altar dedicado a Olokun. Enfrente del


altar habían marcas hechas con tiza. Estas marcas serán explicadas más
tarde. El pueblo Benin cree que la deidad del río, Oha, es la primera mujer
de Olokun, y que la deidad del río Sapoba o Igbagon es su segunda mujer.

MITOS

El siguiente es uno de los mitos que circulan sobre Olokun. El mito es


seleccionado porque es típico de las historias de diluvios corrientes en
Yoruba:

“Estando Olokun enfurecido contra la humanidad a causa de su


negligencia hacia él, intentó destruir a todos inundando el país. Había
destruido un gran número cuando Obatala interfirió para salvar a los
restantes, obligando a Olokun a volver a su palacio, y le ató con siete
cadenas de hierro hasta que prometió que abandonaba su propósito”.

La leyenda dice que Olokun surgió del cuerpo de la diosa Yemoja y que es
adorada por los que residen cerca del mar y por los pescadores. Otro
nombre que se da a esta deidad es el de Malokun y se le rinde culto
especialmente en Ilé-Ifé, Lagos, Ugbo, Igbo, Egunrin e Itebu-Manuwa.
Debido a que el mar le produce terror a algunas personas, existe una
creencia de que un hermoso espíritu habita en él. También se considera que
la riqueza y la prosperidad provienen del mar.

Hay tradiciones que señalan que vivió en una montaña sagrada, otra que en
un río conocido como Owre u Ore.
ORIGEN HISTÓRICO

El origen histórico de esta deidad será examinado más tarde, pero debería
hacerse notar que su nombre se deriva de una palabra egipcia. El nombre
tiene dos partes, ‘oni oku(n)’. ‘Oni’ (cambiado a menudo a Ol’ por razones
eufónicas), significa “señor” o “dueño”. ‘Oku(n)’ se deriva de la antigua
palabra egipcia ‘khu’, que significa “un espíritu luminoso”. La palabra

165
166

‘okun’ tiene que haber sido aplicada al mar con relación al vapor de agua,
llevando la idea de espíritus, que a menudo flotan sobre él.

¿Cuál es el origen de esta deidad?, se pregunta Lucas. Uno puede entender


fácilmente que el pueblo de Lagos, que está cerca de la costa, adore a
Olokun como Orisa del mar o de las profundidades de los océanos. Pero,
¿por qué los pueblos de Ilé-Ifé y el antiguo Benin por ejemplo, viviendo en
el interior, lejos de mar y que tal vez nunca lo hayan visto, deben ser
ardientes creyentes y adoradores de esta deidad? La respuesta a esta
pregunta, como es de esperar, Lucas la encuentra en la conexión histórica
que para él existe entre la antigua civilización egipcia y la cultura yoruba.

Otros Orisas y sus atributos

Oshosi: Orisa de los guerreros y cazadores, patrón de la justicia.


Ósun: Orisa que simboliza la salud, sabiduría y protección.
Ibejis: Gemelos que simbolizan el aspecto dual del cosmos.
Oba: Orisa del río.
Aganyú: Orisa del volcán y del centro de la tierra.
Erinle o Inle: Orisa de la medicina.

166
167

Osanyin: Orisa de las hierbas y plantas.


Babaluaiyé: Orisa de las enfermedades y de las epidemias.

Atributos de los siete Orisas principales

ORISA ATRIBUTOS

Obatalá Creador de la forma humana, Mayor de los Orisa, Sabiduría,


Pureza, Moralidad, Estrategia, Elevada Inteligencia, Hacedor
de Paz, Padre, Dios del Paño Blanco.

Elegba Mensajero de los Orisa, Emisario de las ofrendas a los Orisa,


Guardian de la Cosmología yoruba, Guardián de los caminos,
Sustentador del Asé (poder) entre los Orisa, Piedra de Laterita.

Ogún Orisa del Hierro, La Guerra, Creador de Civilizaciones, Valor,


Fortaleza, Justicia y Juramentos, Verdugo, Hacedor de
Caminos, Fuerza, Equilibrio, Seguridad, Protección,
Vehículos, Herramientas.

Yemoja Maternidad, Madre de las Aguas, Familia, Sexualidad, Aguas


Primitivas, La que nutre.

Osún Sensualidad, Bellas Artes y humanidades, Amor, Belleza,


Amabilidad, Gracia, Dinero, Lujo, Latón, Oro, Cowri, Ríos,
Intuición, Adivinación.

Sangó Realeza, Majestuosidad, Orador, Virilidad, Danza, Música


(tambores), Masculinidad, Negocios, Fuego, Rayo, Piedras,
Protector, Guerrero, Magnetismo.

Oyá Tempestad, Guardián de los Cementerios, Vientos de Cambio,


Guerrero, Huracanes, Tormentas, Muerte, Progresión.

Color, Número y Entorno Natural

Orisa Color Número * Entorno Natural

Obatalá Blanco 4 - 8 - 24 Montañas, Bosques

Elegba Rojo y Negro 1 – 3 – 21 Bosques, Caminos


Entradas

167
168

Yemoja Azul y Cristal 7 Océanos, Lagos (Aguas )

Osún Amarillo-Ámbar 5 Ríos, Lagos (Agua dulce)

Ogún Verde y Negro 3 - 7 Vías Férreas


Bosques, Fraguas

Sangó Rojo-Blanco 6 - 12 Lugares castigados por el rayo.


El pie de las plameras

Oyá Marrón-rojizo, 9 Cementerio, lugares castigados


por los huracanes. Tormentas

Correspondencias Físicas

Orisa Cualidades

Obatalá Cerebro, huesos, humores blancos del cuerpo

Elegba Sistema nervioso simpático, sistema nervioso parasimpático

Yemoja Útero, hígado, senos, nalgas

Osún Sistema circulatorio, órganos digestivos, aparato excretor, zona


púbica (femenina)

Ogún Corazón, riñón (glándulas suprarenales), tendones, nervios

Sangó Aparato reproductor masculino, médula ósea, fuerza vital

Oyá Pulmones, conductos bronquiales, membranas mucosas

 Los números de los Orisa también pueden incluir sus múltiplos.

Capítulo IX

Orisas Menores

168
169

LOS ORISAS MENORES

Se dice que el número de deidades Yoruba es de 401. De estas, algunas son


tan importantes para mandar la adoración de cada yoruba o de la mayoría
de los yorubas. Otras son simples deidades locales adoradas por unas pocas
tribus o ciudades. Otras han llegado a tener tal confusión para ordenar la
adoración de unos pocos individuos que han perdido hasta sus nombres.

Una relación de la adoración de los Orisas Mayores y de la adoración


espiritual en diferentes lugares de Yoruba ha sido dada en capítulos
anteriores. Una relación de los Orisas Menores que merezcan atención será
dada ahora.

169
170

AJA

Aja es una deidad benefactora. Se supone que ella es un espíritu que se


llevaba a las personas a las que encontraba en la profundidad del monte con
la intención de enseñarles las propiedades medicinales de hierbas y plantas.
De esta manera, los así afortunados se convierten en médicos nativos. Ellos
consideran a la diosa como su deidad tutelar y la adoran colocándole
regalos de comida delante de “La vid Aja”, las hojas de la cual ellos
utilizan frecuentemente con fines curativos.

La palabra ‘aja’ se deriva de la palabra ‘ye’ o ‘je’ del África Occidental, que
significa “existir”. ‘Aja’, por lo tanto, significa “el que vive”. La diosa
descrita por Bishop S. Adjai Crowter como “un hada” dice que “es
diminuta de cuerpo, que lleva a personas al desierto y les enseña magia y
toda clase de medicinas”.

AJE SALUGA

Se ha hecho ya referencia a esta deidad en un capítulo precedente. Se ha


señalado que el nombre significa “el que vive en Salug”. Salug es el
nombre de un islote del Antiguo Egipto. Aje Saluga es por lo tanto la
supervivencia de una antigua deidad egipcia.
En Yoruba es el dios de la salud. Comerciantes, y otros que activamente
buscan la salud le adoran como su patrón, pero le consideran lleno de
antojos y caprichos. En su opinión, no es verdad el refrán “el pájaro
madrugador caza gusanos”, ellos dicen que Aje Saluga favorece a veces a
la persona que va detrás como contra un ambicioso precursor. De aquí el
proverbio yoruba “Aje Saluga fi eni iwaju sile, o se eni ehin li oge” (“Aje
Saluga con frecuencia ignora a la primera persona en llegar al mercado y
colma al último de bendiciones”). Esto es, “la carrera no es para el más
rápido”.

Se le considera también como un dios de buena suerte. El encontrar una


gran concha de caurí en el camino se considera un signo de buena suerte,
así como una concha de caurí es el emblema del dios.

No es correcto describirle como dios del campo. Granjeros y comerciantes


en tintes y productos del campo le adoran, no como dios del campo, sino

170
171

como el dios de la riqueza que también puede bendecirles con la buena


fortuna de conseguir beneficios sustanciales de la venta de sus mercancías.

La civilización todavía no ha conseguido borrar el último vestigio de la


adoración de esta deidad entre los elementos cultos de Yoruba. En
ocasiones importantes, cuando se han gastado grandes sumas de dinero, es
corriente oir gritos de ¡Aje O! ¡Aje O! que implica que tal gasto o lujosa
exhibición solamente es posible por la bendición del dios, y que en tales
ocasiones da una demostración práctica de su generosidad.

Más todavía, si a un vendedor callejero le son rechazadas por alguien las


mercancías que ofrece, la respuesta corriente es “Aje”, que implica el deseo
de que el vendedor pueda ser favorecido por el dios.

ARONI

Como Aja, Aroni es un dios de las medicinas que vive en los bosques. A
diferencia de Aja, sin embargo, se le atribuye tanto beneficencia como
malevolencia. Es un gran admirador del valor. Cuando encuentra una
persona valerosa, le lleva al interior del bosque y le trata amablemente,
enseñándole el secreto poder que tienen las hierbas, plantas y árboles.
Cuando la persona se convierte en experta, llega a ser favorita del dios que
le retorna al mundo como un médico con todas las de la ley, y le da un pelo
de su propia cola como garantía de competencia en medicina. En su regreso
como persona se convierte en un miembro altamente respetado de la
comunidad.

Por otro lado, odia a los cobardes. A aquellos que huyen de él los devora
inmediatamente. Tratándose de estas personas su malevolencia es
implacable.

El dios ha sido descrito como un duende que tiene la cabeza y la cola de


perro y sólo una pierna, las otras partes de su cuerpo tienen forma humana.
Su monstruosa apariencia se la relaciona con el terror que se cree
conmociona a las mentes cobardes.

El origen histórico de Aroni no puede establecerse definitivamente. La


palabra Aroni está compuesta de dos palabras ‘ara’ y ‘oni’. ‘Ara’ significa
“un nativo” y ‘oni’ se deriva probablemente de la antigua ciudad egipcia

171
172

On (Annu). La palabra, significa pues “un nativo de On” y probablemente


la supervivencia de una deidad relacionada con la famosa ciudad de On.

DADA

Dada es el dios de los niños recién nacidos, especialmente de aquellos que


han nacido con pelo rizado. A tales niños se les llama Dada.
Periódicamente los padres de tales niños tienen que cocinar vegetales y
judías en honor de los niños. De aquí que el dios llega a ser considerado
como el dios de los vegetales, y éstos tienen que ser usados para presentar
sus respetos a los niños que se llaman como él.

La representación usual del dios es una calabaza ornamentada con conchas


de caurí y coronada con una bola de índigo.

La palabra Dada es de origen egipcio. El nombre de la antigua deidad


egipcia de la cual se deriva es Da. Esta deidad, junto a su asociada La, fue
muy adorada en el Antiguo Egipto. Dada es una duplicidad de la palabra
‘da’. Ella sobrevive como el nombre de una deidad Yoruba que tiene muy
poco en común con su homónimo del Antiguo Egipto.
EKUN Y AMOTEKUN

La adoración a animales no existe en ninguna gran extensión de Yoruba.


Unos pocos animales, sin embargo, son mantenidos con veneración que
casi llega a ser adoración. Uno de estos animales es el leopardo.

La palabra yoruba para leopardo es ‘amotekun’, pero la palabra ‘ekun’


(tigre) es a veces sustituida por ella.

El leopardo es considerado por los yorubas como un rey. Cuando se le


mata, se le cubre la cabeza y se le pide perdón. Esta creencia considera la
apropiación por el Alafin de Oyo (el jefe supremo de Oyo) del título de
“leopardo”, y el pago por casi todos los yorubas hacia él con honores casi
divinos. Los yorubas también mantienen la creencia que el espíritu de un
hombre puede reencarnarse en un leopardo o un tigre. La palabra ‘e-ku(n)’
se deriva de la antigua palabra egipcia ‘khu’ (espíritu luminoso), y la
palabra se usa como el nombre del animal que es considerado con
frecuencia como la encarnación del espíritu de un hombre.

172
173

La palabra ‘amotekun’ se puede dividir en tres partes ‘amo(n)-to-eku(n)’


esto es, “Amon es tan grande como un Khu”.

Se desconoce cual es la razón por la cual se le da tal nombre al leopardo.

IBEJI

La palabra ‘Ibeji’ significa “gemelos”. El mayor de los gemelos es


conocido como Taiwo (uno que prueba el mundo antes que el otro), y el
más joven como Kehinde (ir detrás o después que otra persona).

A los gemelos se les debe respeto y honor en Yoruba. A diferencia de otros


lugares del Africa Occidental, donde se les considera como objetos de
horror y son festejados cruelmente, el país Yoruba da a los gemelos un
grado de reverencia casi llegando a la adoración. Esta afirmación es
verdadera para Yoruba en general, con la excepción de Ondo, donde el
contacto entre el pueblo Ondo y algunas vecinas tribus degeneradas ha
llevado a la práctica la destrucción de uno de los dos gemelos.

La reverencia que se debe a los gemelos es debida al hecho de que son


considerados como personas especialmente protegidas por los dioses-
gemelos (Orisa Ibeji). Existen imágenes de los dioses-gemelos en algunos
lugares de Yoruba, pero a los niños gemelos se les considera como una
extensión de sus verdaderos representantes. De aquí la reverencia que se
debe a los gemelos y las ofrendas que se les hace.

La creencia de ser una extensión de los gemelos como representantes de los


dioses-gemelos llevó en la práctica a que si uno de los dos llegaba a morir,
el niño era sustituido por una imagen de madera, y los padres debían tener
siempre la imagen de madera junto al niño vivo. Los niños tienen que estar
en número de dos, y se considera suficiente el sustituir al niño muerto por
una imagen de madera. El no cumplir con esto incurre en el disgusto de los
dioses-gemelos, que pueden castigar a los padres provocando que muera el
niño que queda.

Durante la vida de uno o de ambos gemelos, se hacen periódicos sacrificios


a los dioses-gemelos. Los sacrificios son sencillos, consistiendo
generalmente en judías cocidas o verduras.

173
174

Es costumbre para la madre de los gemelos el pedir en su favor. Los


paseantes son saludados en nombre de los gemelos (Ibeji nki o, “los
gemelos te están saludando”). A los gemelos se les lleva a veces con este
propósito. Las personas así saludadas tienen que hacer un regalo, grande o
pequeño, como muestra de su respeto a los representantes de los dioses-
gemelos.

Una especie de mono llamado Edun Dudu o Edun Ori-okun, es sagrado


para los dioses-gemelos. A veces se le hacen ofrendas de frutas por los
padres de gemelos que no deben comer nunca su carne.

Cerca de Badagry, una ciudad donde el paganismo existe en forma bien


organizada y fuertemente conservadora, hay un templo consagrado a los
dioses-gemelos. En tiempos antiguos, los gemelos, así como sus padres,
acostumbraban ir en peregrinaje hasta él.

ORIGEN HISTÓRICO

No hay dificultad en ver que Orisa Ibeji en Yoruba son supervivencias de


los dioses-gemelos del Antiguo Egipto. En este país habían dioses-gemelos
que representaban el alma de Osiris y Ra, o las almas de Shu y Tefnut. Un
punto destacable es que los dioses-gemelos egipcios eran considerados
como “una pareja hecha uno con dos cuerpos” o para usar la expresión
egipcia, “un alma en sus dos cuerpos gemelos”. Esta unidad persiste en
relación con los dioses-gemelos Yoruba, que son considerados inseparables
y como una extensión, de manera que, si uno de los niños gemelos que son
sus representantes muriera, se debe hacer un sustituto del mismo en forma
de una imagen de madera que debe acompañar siempre al niño vivo.

IGI (Árboles)

El país Yoruba tiene sus árboles sagrados. Entre estos los más importantes
son los siguientes:

1. Peregun, el árbol de la seda-algodón.

El árbol de la seda-algodón es uno de los árboles gigantes de África


Occidental. Su apariencia majestuosa no puede mas que evocar

174
175

sentimientos de admiración y reverencia entre los pueblos primitivos.


Crece a menudo hasta una altura aproximada de 300 pies,
“sobresaliendo de todos los otros árboles del bosque”.

2. Iroko, roble africano.

El Iroko es otro árbol gigante. A menudo se le marca con una pieza de


tela blanca, alrededor de quince pulgadas de ancha, atada alrededor de
su tronco a una altura de unos quince pies del suelo.

A él se le ofrecen sacrificios con frecuencia. Sus árboles sombríos hace


a sus alrededores el lugar de reunión de las hermandades.

3. Ayan

Este árbol es sagrado para Sangó, el dios del relámpago. Es de su dura


madera con la que se hace el bastón de Sangó.

4. Apa, caoba africana.

Apa es venerado por su utilidad.

5. Akoko y Ekika.

Estos árboles son sagrados por las propiedades medicinales de sus


cortezas y hojas.

6. Ope, la palmera.

Con mucho, el árbol más útil en el país Yoruba es la palmera. Es un


árbol económico que produce Emu, vino de palma y Ekuro, nueces de
palma. Sus hojas y tronco tienen gran variedad de usos. Es considerado
por lo tanto sagrado. Se respeta a las variedades del árbol que se
consideran representantes de todas las demás.

Las hojas de palmera son emblemas de santidad. Cualquier lugar u


objeto que esté relacionado con ellos se convierte por ello en sagrado.
Son usados para marcar bosques y relicarios.

Debe destacarse que los yorubas consideran a los árboles sagrados como
que están habitados por espíritus que les dan su majestuosa apariencia o la
cualidad característica que le señala como objetos de veneración.

175
176

OBA

Oba es una diosa río. Se la califica como la tercera mujer de Sangó, y se le


identifica con un río que fluye cerca de Ibadan en dirección sureste hacia la
laguna.

La palabra ‘o-ba’ se deriva de la antigua palabra egipcia ‘ba’ que significa


“un alma o espíritu”. Con sus acentos invertidos significa “un rey” (el rey
es considerado por los yorubas como el alma encarnada de la nación).

OKE

La palabra Oke significa “una montaña o una colina”. Es también el


nombre de la deidad tutelar de las montañas y colinas.

El dios Oke es adorado por las gentes que viven en un país montañoso o
con colinas. Es una deidad poderosa que es capaz de proteger a sus
adoradores en los despeñaderos de las rocas o de los agujeros en las
pendientes de la colina o la montaña. La caída de las rocas o corrimientos,
es considerado como señal de que su adoración ha sido olvidada. Tan
pronto como sucede esto se hacen sacrificios de comida y bebidas para
aplacarle.

En Abeokuta, donde la ciudad está construida sobre rocas y colinas, el dios


es muy adorado. Una de las colinas es conocida como Olumo, esto es, una
colina creada por el Señor o deidad. Hasta hace unas pocas décadas, se
creía que un agujero sobre esta colina podría servir como un lugar para
esconderse para todos los antiguos colonos en Abeokuta y que estaría
herméticamente sellado debiendo el enemigo atacarlos allí.

En Ibadan también es adorado el dios Oke. La ciudad está edificada sobre


dos montañas, y sus habitantes deben dirigirse naturalmente a la deidad de
las montañas para pedirle ayuda.

ORIGEN HISTÓRICO

176
177

Se ha señalado en un capítulo precedente que el antiguo dios egipcio de las


montañas persiste en Yoruba. El es Horus-bakhu, y es conocido en Yoruba
como Orisa-beku, el dios de la montaña. Oke puede ser probablemente un
lejano superviviente del mismo dios egipcio.

OLAROSA

Olarosa es la deidad tutelar de las casas. En un país donde la creencia en la


brujería es fuerte y el temor a los malos espíritus es grande, no se escatiman
esfuerzos para proteger a cada casa contra la intrusión de malignas e
invisibles fuerzas. Un bastón o espada representando a la deidad colgada a
la entrada de la casa es garantía de protección para los inquilinos.

El origen de la deidad es oscuro, pero su nombre (O-la-ro-sa) contiene dos


palabras antiguas egipcias, que son ‘la’, un dios, y ‘sa’, un fluido sagrado
protector y rejuvenecedor. Olarosa probablemente significa “el dios La
permanece (en la puerta) como un medio de protección”.

OLORI MERIN

Las palabras ‘Olori Merin’ significan “el poseedor de cuatro cabezas”.


Ellas se aplican a una deidad que es considerada como la deidad tutelar de
pueblos y ciudades.

La figura que representa a esta deidad es la de un animal monstruoso, mitad


hombre y mitad bestia. Las piernas y pies del animal se parecen a las de
una cabra o babuino, mientras que la parte superior del cuerpo se parece a
la de un hombre que tiene cuatro cabezas. La figura es situada
generalmente sobre un montículo fuera de la ciudad. Cuando no hay
montículos, se hace uno artificial con tal propósito. A veces un montículo o
un seto que tenga cuatro cimas redondas es considerado como una
suficiente representación de la deidad. La deidad se supone que a veces
aparece por la noche en forma de serpiente.

Las cuatro cabezas de la deidad señalan a los cuatro puntos cardinales o en


las direcciones de los cuatro vientos conocidos por los yorubas. La deidad

177
178

es así capaz de vigilar en todas las direcciones y proteger todas las ciudades
de la guerra y la peste.

En algunos lugares de Yoruba, la figura es considerada como el


representante de una deidad única, pero en otros se le considera una
representación combinada de cuatro deidades, Jakuta, Ija, Obatala y
Odudua, a las que se considera representantes de los vientos del Este,
Oeste, Norte y Sur y como protectores de las ciudades.

ADORACIÓN

Olori Merin es una de las pocas deidades menores a la que se ofrecen


sacrificios humanos. Cuatro veces al año había costumbre de ofrecer a la
deidad un niño de tres o cuatro días. El sacrifico tenía que ser efectuado en
presencia de la madre del niño, y debía ser hecho por un sacerdote que
cortaría la garganta del niño, recogería la sangre que brotaba de la misma
en una calabaza que colocaría más tarde sobre el montículo. El cuerpo del
niño debía ser cortado entonces en pedazos y enterrado en diferentes partes
del montículo.

ORIGEN HISTÓRICO

No hay duda de que el origen de esta deidad debe ser encontrada en las
cuatro deidades elementales de Hermopolis del Antiguo Egipto. El primer
punto a destacar es el hecho de que las cuatro deidades Yoruba referidas
arriba son deidades elementales así como lo eran los dioses auxiliares de
Thoth en Hermopolis. En segundo lugar, las deidades egipcias eran
representadas por babuinos. Es significativo que su representación persiste
en la figura de Yoruba, la parte inferior del mismo se parecen a los pies y
piernas de un babuino. En tercer lugar, la deidad yoruba se supone que
aparece por la noche en forma de serpiente. Se recordará que las mujeres de
las cuatro deidades egipcias referidas arriba eran con cabeza de serpiente.
Esta supervivencia es destacable. En cuarto lugar, las cuatro deidades
egipcias eran consideradas como la personificación de las cuatro columnas
formadas con los brazos y piernas con que Sibu soporta el techo de la
Tierra en sus cuatro esquinas. Las cuatro cabezas de la deidad yoruba son
consideradas como representación de las cuatro esquinas de la Tierra. En
quinto lugar, en la mitología del Antiguo Egipto, el dios Shu, cuando
separó Sibu de Geb, tenía que hacer uso de un montículo. Es destacable que

178
179

los yorubas usan un montículo como la representación de Olori Merin o


como la base sobre la cual su figura es superpuesta. En sexto lugar, la
relación entre la adoración de Olori Merin en Yoruba y el mito de la
separación de Sibu de Geb por Shu es fuertemente ilustrado por el
espantoso sacrificio ofrecido a la deidad Yoruba. Es la relación entre la
deidad y Shu en el mito que acabamos de relatar la que explica esta
maligna costumbre. Se ha señalado anteriormente que los yorubas sacan
algunas de sus ideas sobre Esu de las que se relacionan con el dios Shu, y
de cómo éste fue identificado con Sut o Set por los yorubas, el mismo
sacrificio humano espantoso ofrecido a Set o Typhon del Antiguo Egipto
fue a menudo ofrecido a Esu en Yoruba. La necesidad del sacrificio
humano a Olori Merin debe haber surgido de su relación con Shu.

OLOSA

Olosa es una diosa benefactora. Como Olokun, ella surgió del cuerpo de
Yemoja, la diosa de las aguas generalmente. Es, por lo tanto, la hermana de
Olokun y también es su principal mujer.

La palabra ‘Olosa’ significa “el dueño de la laguna (Osa)”. La diosa Olosa


es, por lo tanto, la deidad que preside la laguna que rodea a Lagos, la
capital de Nigeria, que fluye al mar. A diferencia de Elusu, ella es amable
con los pescadores, ayudándoles a asegurarse un suministro abundante de
peces. También los protege de los accidentes y de ser molestados por los
cocodrilos que son considerados sagrados para ella.

Como respuesta a su amabilidad, con frecuencia le son ofrecidos sacrificios


de aves, corderos, cabras y otros animales. En tiempos antiguos, se
acostumbraba hacer a la deidad un sacrificio anual de una doncella,
adornada alegremente.

Se construyeron templos en su honor a lo largo de las orillas de la laguna,


pero muy pocos de ellos quedan ahora. En estos templos, se hacían
periódicamente ofrendas de comida, y éstas eran consumidas por
cocodrilos que se suponía que se la transportaban a ella.

Se cree que la deidad vive en el fondo de la laguna. Sería interesante saber


que llegó a ser de ella cuando la laguna fue dragada y qué hizo para

179
180

asegurarse un pasaje seguro para los grandes transatlánticos rumbo al


océano.

ORIGEN HISTÓRICO

El origen histórico de Olosa no puede situarse claramente, pero no hay


duda que es una supervivencia de una de las deidades del río del Antiguo
Egipto.

Se ha hecho referencia arriba a la palabra ‘sa’, que significa “un sagrado


protector fluido”. Este fluido se suponía que era obtenido de “el estanque
de Sa”. Por esta razón, es probable que los yorubas apliquen la palabra ‘O-
sa’(aw-sah) a la laguna, y la palabra ‘ol-osa’ a la deidad de la laguna.

ORUN Y OSUPA

Los yorubas no adoran a ninguno de los cuerpos celestiales. Cuando hay un


eclipse de luna (Osupa), sin embargo, se ofrecen oraciones al sol (Orun). Se
pueden ver multitudes desfilando por las calles, cantando extrañas
canciones y dando fuertes gritos, esperando que por medio de sus oraciones
y ruidos, el sol sea inducido a devolver a la luna, a la que desea tragarse.

La palabra ‘Oru(n)’ se deriva de la antigua palabra egipcia ‘horu’, que era


el antiguo nombre del dios-sol del Antiguo Egipto.

La palabra ‘Osu-pa’ se deriva de dos palabras antiguas egipcias, ‘khonsu’ y


‘pa’. ‘Khonsu’ es el nombre del dios-luna del Antiguo Egipto, y se
convierte en ‘Osu’ en yoruba por el siguiente proceso: ‘kh’ se suprime, ya
que los nombres en yoruba empiezan generalmente por vocal; ‘on-su’ es
modificado por la supresión de la consonante nasal débil, que si hubiera
sido una consonante fuerte habría recibido una vocal para formar su propia
sílaba; la palabra así se convierte en ‘O-su’ (la luna). ‘Pa’ significa “una
casa o un barrio”. La palabra ‘Osupa’, por lo tanto, significa “Khonsu (el
dios) de la casa o del barrio”.

180
181

OSAIN

Osahin (o Osayin) es uno de los dioses yoruba de la medicina. A diferencia


de Aje y Aroni, no lleva a la gente al interior del bosque para instruirles,
sino que cura a aquellos que le hacen oraciones, bien inspirándoles para
que usen las hierbas medicinales convenientes o curando sin medios
materiales. Su adoración es general, ya que la salud es considerada por
todos como una gran riqueza.

En algunas partes de Yoruba, Osaín es consultado en favor de las personas


enfermas. Falsos sacerdotes, aprovechándose de la credulidad de la gente, a
veces amasa grandes fortunas atribuyéndose poderes de adivinación,
especialmente en relación a la cura de enfermedades o la posibilidad para
un paciente de recuperarse de su enfermedad.

Se le representa generalmente por la figura de un pájaro situado sobre una


barra de hierro. El Dr. Farrow da una buena ilustración de la figura.

ORIGEN HISTÓRICO

El origen de Osaín debe situarse en la mitología egipcia. La palabra ‘O-


sahi(n)’ se deriva de la palabra egipcia ‘sahu’, que es el nombre de un dios
estrella identificado con Orion. El dios egipcio se llama a veces Sahu-
Orion. Se ha hecho referencia al dios Orion en un capítulo precedente
donde se ha señalado que en Yoruba sobrevive como Oro.

Hay otra antigua palabra egipcia ‘Sahu’, que significa un cuerpo espiritual.
Se dijo que este cuerpo espiritual “germinó” del cuerpo momificado.

Las ideas subyacentes de la concepción del dios yoruba Osaín se deriva de


aquellas asociadas con el dios Sahu y el cuerpo espiritual conocido como
Sahu. Se recordará que Sahu-Orion estaba identificado con Osiris, y su
mujer con Sothis. Sahu-Orion y Sothis no tenían hijos, y por lo tanto, la
figura de Horus, el hijo de Osiris e Isis, estaba generalmente situada entre
las figuras del dios y la diosa mencionados primero. El profesor Maspero
da una descripción en la que figura Orion y la vaca Sothis separados por el
gorrión-halcón. La figura de Horus es el gorrión-halcón montado sobre una
barra de hierro. Es la misma figura, aunque toscamente dibujada por los
yorubas, que es usada como representación de Osaín, la supervivencia
Yoruba de Sahu (Orion). Es también destacable que el pájaro representado
por los yorubas es un halcón. La figura de Horus debe haber sido
transferida a Osaín por mera asociación de figuras siempre vistas juntas.

181
182

Osaín es el dios de la medicina, mientras que Sahu no. Es probable que la


idea de la medicina llegó a asociarse con Osaín por el hecho de que varios
productos químicos eran usados para embalsamar o curar (tal como
aparecía a las mentes ingenuas) el cuerpo del cual Sahu había sido
“germinado”.

OSOSI

Ososi ha sido descrito arriba como uno de los hijos de Yemoja. Como su
hermano Ogun, es patrón de los cazadores. Ayuda a sus adoradores de
varios modos, especialmente protegiéndoles mientras están ocupados en
cazas peligrosas y en llevar a los animales hacia los cepos y trampas.
Colabora con su hermano en dar ayuda efectiva a los cazadores.

Se le representa de dos maneras: o bien sencillamente por un arco, o por un


hombre armado con un arco.

Se ha señalado anteriormente que el nombre de Ososi es una contracción de


dos palabras, ‘Osu(n)’ y ‘Osi’ (Osun-osi). ‘O-su(n)’ se deriva del nombre
del dios egipcio Shu, y ‘Osi’ es una contracción de ‘Osi-ri’. Ambas
deidades han sido ya descritas.

OSUMARE

Osumare es la deidad del Arco Iris entre los yorubas. Se le considera como
una gran serpiente cuya hermosa aparición en el cielo simboliza una
bendición para la humanidad. Una especie de pitón llamada Ere, cuya piel
tiene varios colores, es sagrada para ellos y considerada como su
mensajero.

El significado de este nombre ha desconcertado a varios escritores. El


nombre puede ser dividido en dos partes: ‘Osu (oshu)’ y ‘mare’. La primera
parte procede de la antigua palabra egipcia ‘Shu’, que significa “recoger,
reunir, cubrir”. La segunda parte ha sido explicada en el capítulo II en
relación conla palabra ‘Olodumare’. La forma completa de ella es ‘emi yio

182
183

re’ (“iré o volveré”). La deidad es probablemente, una supervivencia de una


deidad egipcia con la cual la fe egipcia esperaba unirse tras la muerte.

OYE

El seco siroco, viento que procede del Sahara durante los meses de
diciembre y Enero ha hecho tal impresión en la mente de los yorubas como
para arrebatar de ellos el honor de deidad. La deidad pertenece a la clase de
deidades que los yorubas empezaron a reconocer a su llegada al país
Yoruba. Como tal no recibe adoración. Se supone que habita en una
caverna cerca de Ilorín. Una tradición posterior dice que habita en la
montaña llamada Igbeti, cerca del palacio de Esu o Elegbara.

La palabra ‘Oye’ se deriva de la palabra del África Occidental ‘ye’, que


significa “vivir, existir”.

SUGUDU (o SIGIDI)

Hay una opinión dividida entre los escritores sobre paganismo Yoruba con
relación a la exacta naturaleza de Sugudu (Shugugu) o Sigidi (Shigidi). Por
ejemplo, Ellis dice que Sugudu es una “pesadilla deificada”, y la considera
como un Orisa. El Dr. Farrow, después de negar que es un Orisa, dice que
es “una completa y mala forma de demoniología o brujería, perpetrada a
través de la mediación de un espíritu diabólico. Él es consanguíneo de Esu
(Satán) y es usado por los babalawos”.

La verdad es que Sugudu es un Orisa, pero difiere de los otros Orisas en


que está creado para ocasiones especiales y para propósitos determinados.
Tan pronto como la ocasión finaliza y el propósito es alcanzado o se hace
incapaz de alcanzar, el Sugudu creado para la ocasión termina de ser un
Orisa y es destruido.

Cuando alguien desea vengarse de otro secretamente, consulta a un


babalawo. El babalawo hace entonces una pequeña y corpulenta imagen de
un ser humano. La imagen está hecha de arcilla y está adornada con
conchas de caurí. A veces se usa un cono de arcilla gordo y despuntado.
Entonces, el babalawo se prepara para “transformar” la imagen de arcilla
en un Orisa. Para la preparación de esto, mezclaba la arcilla con algunas

183
184

drogas. Cuando la imagen es completada o el cono de arcilla es


seleccionado, él les aplica varios hechizos y recita unos conjuros sobre ella.
Este proceso de “transformación” a veces lleva alrededor de una semana
para completarse. Al final la imagen o arcilla alcanza la condición de Orisa
Sugudu. Este Orisa ha sido dotado de poder sobrenatural para infligir daño
a la persona para cuya ruina fue creado. Se le atribuyen poderes de
movimiento. Se cree que él puede ser enviado por la noche para
desempeñar su diabólica misión.

La persona contra la que es enviado puede escapar del daño si toma las
medidas de precaución necesarias. Algunas de éstas han sido descritas así
por Ellis:

“Las casas y patios adjuntos pueden ser situados bajo la tutela de


Shigidi. Para esto, se cava un hoyo en la tierra, y un ave, cordero o
en casos excepcionales, una víctima humana, es sacrificada, de forma
que la sangre se vierta en el hoyo, y luego es enterrada. Un pequeño
montículo cónico de tierra roja se hace después sobre el lugar, y se
coloca un platillo de barro en la cima para recibir sacrificios
ocasionales. Cuando un lugar ha sido puesto bajo la protección de
Shigidi, él mata a su estilo a aquellos que dañan los edificios, o que
entran en ellos con malas intenciones”.

El enviado de Sugudu debe permanecer despierto mientras realiza su


misión. Si él se durmiera, el mal que había planeado para otra persona
caería sobre su propia cabeza. El Sugudu volverá inmediatamente e
infligirá un grave daño corporal o el castigo de muerte al enviado.

El escritor no cree en la existencia de un Sugudu que se traslada y lleva a


cabo actos como los descritos o son más vivamente detallados por Mr. I. O.
Delano en su libro El alma de Nigeria.

La mejor explicación del fenómeno es la que ha sido ofrecida por el último


profesor de Sierra Leona, Abayomi Cole. Él cree que la demoniología
Sugudu opera sobre la base de protección del pensamiento. Todos los
babalawos la hacen para proyectar su pensamiento hacia otra persona,
deseándole grave daño o la muerte. Él desarrolla el poder de la mente para
proyectar su pensamiento al concentrar su atención en Sugudu como un
medio material para cumplir su propósito, el medio que le ayuda en gran
manera, a fortalecer su mente. Bajo ciertas condiciones psicológicas, tales
como la proyección del pensamiento, es eficaz. El que esto escribe se
inclina a aceptar esta explicación como razonable y científica,
especialmente cuando no hay evidencia de un testigo ocular de un Sugudu

184
185

caminando por las calles en su misión, que haya sido ofrecida por ninguna
persona de confianza, aunque se alega con frecuencia que ocurren casos de
actividades de Sugudu.

ORIGEN HISTÓRICO

La teoría enunciada arriba puede ser aplicada para clasificar el origen


histórico de Sugudu. La palabra ‘Su-gu-du’ la forman tres partes. ‘Su’
(Shu) es una forma modificada de Sut o Shu, el dios del Antiguo Egipto
cuya personalidad ha sido descrita anteriormente. ‘Gu’ es una forma
modificada de ‘Khu’ (espíritu) y ‘du’ es la antigua palabra egipcia para
“montaña”. La palabra ‘Sugudu’, significa, pues, “Su (Shu), el espíritu de
la montaña”.

Puede así verse que Sugudu es también una supervivencia del dios Sut o
Shu, que ha sido identificado con el dios yoruba Esu (Eshu).

La adoración de Sugudu es similar a la de Esu. De aquí que el Dr. Farrow


dice que Sugudu es consanguíneo de Esu. La imagen de Esu es adornada
con caurís; también lo es la imagen de Sugudu. Esu es una deidad perversa
y luchadora; ella recibe sacrificios humanos. Esto es también verdad para
Sugudu, a quien se acostumbraba a ofrecer sacrificios humanos en días
pasados cuando su imagen estaba todavía en el proceso de “tansformación”
hacia la categoría de un Orisa. Según los antiguos egipcios, “Sit era el
espíritu de la montaña, la piedra y la arena, el terreno rojo y árido para
distinguirse del húmedo y oscuro suelo del valle”. Se ha indicado
anteriormente que Sugudu significa “Shu, el espíritu de la montaña”.

Es destacable también que el material usado para hacer un montículo para


proteger una casa del ataque de un Sugudu es la tierra roja.

Estas consideraciones demuestran que Sugudu es otra supervivencia de la


adoración a Sut o Shu del Antiguo Egipto.

185
186

Capítulo X

EGUNS

186
187

AGEMO

El capítulo anterior contiene una relación de los espíritus incorpóreos


adorados en yoruba. Una relación de los espíritus que toman formas
materializadas serán dadas ahora. Las formas varían entre las diferentes
tribus.

Entre los Ijebus el principal espíritu ancestral es conocido como AGEMO.


Ha sido afirmado por anteriores escritores que Agemo es la forma
materializada de Eluku. El que esto escribe ha comprobado que los dos
dioses son distintos uno del otro y son adorados con diferentes ritos y
ceremonias.

No hay ninguna deidad que provoque tan gran terror entre los Ijebus como
Agemo. Tan pronto como se llega a conocer que hay una excursión de
Agemo, las mujeres y los hombres no iniciados huyen hacia el interior de
sus casas o a lugares protegidos en el monte. Una intromisión en la
adoración secreta es castigada con la muerte.

La luz de la civilización, sin embargo, ha reducido la oscuridad que rodea


al culto. La procesión Agemo puede ser actualmente contemplada por los
no iniciados, aunque en algunos casos, se le prohibe a las mujeres
contemplar una exhibición Agemo. El castigo a la intrusión también ha sido
modificado, ha sido cambiado por una fuerte imprecación conocida como
‘Epe’. Parece que el arte mágico negro es una parte del culto a Agemo, para
personas que han sido víctimas de espantosas imprecaciones, se ha dicho
que se les conoce por haber perdido su equilibrio mental o haber sufrido
algún daño grave físico o haber tenido algún accidente serio según la
naturaleza de la imprecación.

El mismo Agemo es un objeto cilíndrico que varía en altura entre 2’5 y 3


pies y con un radio de 18 a 24 pulgadas. Está abierto en la parte superior y
contiene algunos de los objetos secretos del culto. Las personas no
iniciadas no pueden decir lo que contiene, porque esto es celosamente
guardado por los miembros del culto.

187
188

El autor contempló un festival Agemo en Ijebu Ode hace pocos años. Es


costumbre para los miembros del culto ir a un monte profundo. Allí uno de
sus miembros es seleccionado para llevar a Agemo sobre su cabeza.
Además de esto, lleva un tocado conteniendo dos cuernos de carnero y
plumas. Está completamente envuelto de cañas o juncos (Iko). Otros dos o
tres hombres llevan tocados más o menos parecidos al de Agemo. Luego
hay dos enmascarados más pequeños vestidos casi igual que Agemo y
conocidos como sus hijos. Se dice que en algunas otras ocasiones a Agemo
se le cubre con esteras tapadas completamente con plumas. Esta forma de
Agemo es conocida como Oniwuruwuru. Algunos de los miembros del
culto están completamente cubiertos con esteras, mientras que otros llevan
una envoltura atada a sus lomos, dejando la parte superior de sus cuerpos
desnuda y teniendo sus cabezas completamente afeitadas. Estos miembros
generalmente rodean a los enmascarados, y llevan con ellos ollas, palos y
otros artículos.

Tan pronto como el grupo Agemo sale del monte, todas las mujeres tienen
que marcharse de las calles. Camiones conteniendo pasajeros femeninos
tienen que estar tapados con cortinas. El grupo sigue a través de la ciudad
hasta que alcanza el sitio seleccionado para la representación. Allí el grupo
se encuentra con Awujale o ‘Jefe Supremo’ y el baile comienza. Después de
un corto de tiempo algunas ceremonias son representadas bajo techo, y la
bendición de Agemo es invocada por el Awujale y su pueblo. La danza
continúa siguen hasta que se llega al palacio. El grupo Agemo entonces se
retira a la casa albergue donde la danza y la diversión continúan durante
todo el día. Durante toda la ceremonia se muestra un gran respeto hacia
Agemo. Incluso los jefes se postran ante él.

Las mujeres a las que se ha permitido contemplar la danza tienen que


postrarse hacia un lado.

Al día siguiente, el grupo Agemo lleva los avíos de vuelta al monte y


finaliza la fiesta con la representación de ritos y ceremonias en el monte.

En tiempos de crisis hay excursiones Agemo con el propósito de hacer


propiciación o expiación para el pueblo.

MITO

El mito popular es que Agemo es un hombre muy viejo escondido en el


monte. Si alguien intenta verle, permanece escondido en la tierra o llega a
trasplantarse al cielo. Es invisible para los seres humanos, pero sus

188
189

adoradores saben como invocar su espíritu por medio de objetos sagrados.


Tiene varios hijos y es considerado como el progenitor de toda la
humanidad. Él bendice a sus adoradores pero castiga a los intrusos de su
culto secreto.

ORIGEN HISTÓRICO

¿Cuál es el origen de esta deidad y que significa su nombre?. Un escritor ha


dicho: “El nombre significa ‘capaz de cambiar su forma’, y también es la
palabra para ‘camaleón’”. Esto es incorrecto. La palabra yoruba para
camaleón es ‘Oga’.

El significado de la palabra ‘Agemo’ no puede derivarse del significado de


sus partes componentes. Esto sugiere inmediatamente que es una palabra
tomada prestada.

Si la teoría planteada en los capítulos precedentes se aplica aquí y se


investiga el origen de la palabra en la literatura religiosa del Antiguo
Egipto, se encontrará que Agemo es una supervivencia de una antigua
deidad o deidades del Antiguo Egipto.

La palabra ‘agemo’ puede ser dividida en tres partes: a-ge-mo(n). ‘A’ es la


vocal inicial común a los nombres yoruba, ‘ge’ es una contracción de ‘geb’,
el antiguo dios egipcio que representa a la tierra, y ‘mo(n)’ es una
contracción de ‘amon’, el dios de Tebas, la supervivencia del cual ha sido
señalada en un capítulo anterior.

Deben hacerse notar los siguientes puntos:

I. La palabra ‘amon’ se encuentra raramente sola; siempre se la


encuentra en compuestas, ej. ‘amon-ra’, etc. la compuesta ‘geb-amon’ se
encuentra en escrituras egipcias.
En el Antiguo Egipto, Amon fue confundido con Sibu (Geb), el dios
cuya representación era un caballo. De aquí la palabra compuesta ‘Geb-
Amon’.

II. El mito de arriba afirma que Agemo es un viejo escondido en el


monte, escondido en la tierra o en el cielo. La palabra ‘amon’ significa
‘escondido’, y el dios egipcio que lleva el nombre se le considera
estando escondido en la tierra o como el principio oculto del universo.
No es sorprendente que los yorubas consideren a Agemo como estando
escondido en el cielo. Se recordará que la última teología egipcia

189
190

identificaba a Amon con Ra, y por eso le nombraron “Señor del cielo”.
Similarmente, la descripción de Agemo como ‘el que está escondido en
la tierra’ no es sorprendente, porque Geb es el dios que representa a la
tierra en la cual Amon permanece escondido.

III. El dios Amon es también adorado por los Gas de la Costa de Oro de
África Occidental. Allí es conocido como Nyon-mon; esto es, ‘el vivo
Amon’, y adorado como la Suprema Deidad. También es considerado
como estar relacionado con el cielo. El provoca que la lluvia caiga, que
el relámpago destellee y que el trueno suene.

IV. El uso de cuernos de carnero como parte del tocado de Agemo es


significativo, en vista del hecho de que el animal que representa a
Amon en el Antiguo Egipto era un carnero.

V. El uso de plumas como parte del tocado de Agemo y la existencia de


un Agemo emplumado son destacables. El animal que representa a Geb
en el Antiguo Egipto era un ganso. La indentificación de Geb con un
animal con plumas, por tanto, persiste en la decoración de Agemo con
plumas.

OBSERVACIONES FINALES

A la vista de la derivación de la palabra ‘Agemo’ dada arriba y los


comentarios sobre la misma, puede concluirse con seguridad que Agemo es
una supervivencia de los dioses del Antiguo Egipto conocidos como Geb y
Amon o el dios conocido como Geb-Amon.

190
191

EGUNGUN

La creencia en la existencia de los espíritus de antepasados difuntos y otras


personas entre los yorubas no es en ninguna parte ilustrada mejor que en el
caso del culto a Egungun y el del culto a Adimu-Orisa que será descrito
más tarde.

El culto de Oro, Eluku o Agemo es la de un espíritu único. El culto


Egungun es la de numerosos espíritus que pueden aparecer en cualquier
momento y especialmente en importantes ocasiones. El último culto
muestra que los piadosos yorubas creen que los espíritus de miembros de la
familia fallecidos no se alejan nunca, y ellos están preparados a tomar parte
activa en todos los asuntos pertenecientes a los bienes de la familia o de la
comunidad.

Mientras que el sentimiento que impulsa a la adoración a las deidades de


los espíritus descritos arriba es principalmente el del miedo, los principales
sentimientos en el caso de Egungun son los de afecto y reverencia. El
sentimiento del miedo no está completamente ausente, para los seguidores
de Egungun, la pena de muerte está considerada como sacrosanta e
inviolable. Pero el sentimiento dominante es el de afecto para los difuntos,
y la aparición de sus espíritus en la forma materializada de Egunguns es
una demostración de la indisoluble unión existente entre los miembros
vivos y muertos de la comunidad.

Un Egungun está considerado por lo tanto, como una personificación del


espíritu de una persona muerta que vuelve del cielo para visitar a su gente.
De aquí se le llama un ‘Ara-Orun’ (un ciudadano del cielo). Aparece en la
forma de un hombre completamente cubierto de la cabeza a los pies con el
traje conocido como ‘Ago’, con una apertura hecha en la parte que cubre el
rostro que le permite ver el mundo exterior. El traje puede ser hecho con
telas o hierbas del país. Distinguidos egunguns llevan una máscara de
madera. Ninguna parte del cuerpo de Egungun tiene que estar visible.

Un Egungun puede aparecer en cualquier momento. Puede hacerlo o bien


solo, o acompañado solamente por una o dos personas conocidas como
‘Atokun’ (escolta).

191
192

Cuando van por la calle, él lleva un látigo flexible y habla con voz de
ventrílocuo, dando por eso la impresión de que es un auténtico ‘Ara-Orun’.
Todos evitan escrupulosamente tocar sus ropas. Aquellos que son
adoradores de Egungun se inclinan o arrodillan cuando él se aproxima.
Otros le ofrecen regalos. Esta práctica de dar regalos a egunguns ha llevado
a la degeneración del culto hasta una forma de mendicidad en épocas
recientes. Supuestos mendigos que se avergonzaban de ser calificados así,
encuentran ahora conveniente asumir el papel de mendigos dignificados
bajo la capa de un Egungun.

Pueden aparecer pequeñas compañías de egunguns. Desfilan por las calles


de la misma forma que el Egungun solo, y reciben homenaje y regalos de la
misma manera.

En algunas ciudades, los egunguns se constituyen en asociaciones. En cada


asociación hay un jefe Egungun. El número de miembros puede ser grande
o pequeño, pero todos ellos deben obediencia a su jefe. Cada jefe Egungun
tiene un título. Algunos de los títulos llevados por jefes Egungun son:
Egungun Ajolojo, Egungun Ajofoyinbo, Egungun Oye, Egungun Oya.

De todos los Egungun, Oya es el más temido. Cuando él aparece, va


acompañado por un gran grupo de ‘Atokuns’ o séquito y de hombres
mayores llevando látigos. Al frente de los Egungun va un grupo de mujeres
que van vestidas hasta la cintura, quedando el resto desnudo. El Oya lleva
un traje más completo y pintoresco que los demás egunguns. Lleva una
máscara que le da una apariencia misteriosa.

Se supone que Egungun Oya ha sido importado del Distrito Níger. Oya es
el nombre de la diosa del Níger, y Egungun Oya es considerado como la
forma encarnada del espíritu de la diosa que toma la forma de un hombre.
De aquí que la aparición de Egungun es anunciada por un grupo de
mujeres, y por lo que a las mujeres se les permite completamente tomar
parte en el desfile.

Ninguna asociación puede celebrar un juego Egungun en una ciudad sin el


permiso del jefe Egungun de la misma.

El incumplimiento de esto puede llevar a serias consecuencias. A veces las


asociaciones de una ciudad pueden ser ¿¿¿AT EMNITY???, y el juego de
una asociación puede ser prohibido por otra bajo la pena de consecuencias
graves.

192
193

Una representación Egungun es interesante de ver. Independientemente de


los deberes de los miembros de la asociación ¿¿¿IN RUSHING AT??? la
multitud reunida para contemplar la representación, el tamborileo en la
ceremonia es siempre el mejor que los yorubas pueden dar. La
representación da a los tamborileros una oportunidad de demostrar su
destreza. Diversos ritmos se emplean para marcar las diferentes partes de la
representación. Unos son usados para anunciar la llegada del jefe Egungun;
otros para señalar que es inminente una exhibición especial, mientras que el
tamborilero jefe, usando el lenguaje del tambor, enumera los títulos
ancestrales del jefe Egungun o de cualquier otra persona distinguida que
pueda estar presente.

Egungun exige el poder de metamorfosearse en animales y de cambiar el


sexo. Una exhibición de este poder se supone que se hace cuando hay una
representación Egungun. El que esto escribe ha contemplado varias
representaciones Egungun. Él comprobó que no hay ningún caso auténtico
de verdadera metamorfosis. Todo lo que se puede observar es un “hacer
creer” por medio de ropas o pieles de animales llevadas por una persona
que intenta imitar a un animal. La forma humana detrás de la capa o de las
ropas se puede distinguir claramente. Se le da importancia a este punto
porque hay varias historias en el país yoruba que creen a los egunguns con
poderes sobrenaturales para auténticas metamorfosis.

Se dice en la historia que un egun, sin el permiso del jefe Egungun de la


ciudad, se metamorfoseó él mismo en un cocodrilo. Se dice que por medio
de encantamiento, el ofendido Egungun impidió al metamorfoseado egun
retornar a su forma humana y lo obligó a echarse dentro de un estanque, y
hasta que no diera debido aplacamiento a la ofensa que se le había hecho
no se le permitía salir del estanque y recobrar su forma humana original.
Puede admitirse que mediante el uso de magia negra, el ofendido Egungun
puede encantar a su ofensor. Pero que una verdadera metamorfosis tenga
lugar es increíble, en vista del hecho de que durante un período de más de
treinta años ni el autor, ni ninguna persona de confianza con la que él ha
tratado del tema, ha sido testigo de ningún caso de verdadera metamorfosis
o encontrarse con nadie que haya visto nada diferente del disfraz o
mascarada descrita arriba.

En las más civilizadas ciudades Egungun, las representaciones están


perdiendo rápidamente su popularidad debido a la introducción de otras
formas de diversión y de la rebelión moral contra la promulgación de
escenas de horrible inmoralidad relacionadas con algunos de los juegos.

193
194

Muchas tribus todavía conservan una fiesta Egungun anual en Junio de


cada año. En Oyo y Awe, donde la adoración Egungun está muy protegida,
la fiesta es observada escrupulosamente. Aparecen gran número de
Egunguns, y toda la ciudad está en fiesta. Hay desfiles y juegos que duran
siete días. La fiesta ha sido descrita correctamente como el festival yoruba
“todo almas”, aunque es, en cierto sentido, un festival de luto por el
muerto, es una fiesta alegre porque da una firme seguridad de que los
espíritus del muerto están vivos y son capaces de manifestarse en forma de
Egunguns.

Los Egunguns generalmente representan ceremonias en relación con


exequias fúnebres. Estas ceremonias serán descritas más adelante.

En épocas recientes, el único Egungun es considerado como un simple


embaucador. El respeto que generalmente se le ha dado ha disminuido
considerablemente. Él mismo canta divertidas canciones, peticiones de
regalos, charlas con un conocido y a veces conversa en inglés (la creencia
que existe entre las tribus es que el yoruba es el lenguaje del cielo. De aquí
que un Egungun no necesite cambiar su lengua).

Los principales Egunguns, sin embargo, están todavía dando una medida de
respeto y adoración por aquellos que pertenecen al culto, y los juegos
organizados por tales personas todavía atraen a grandes multitudes, que
están compuestas de personas sencillas que carecen de otras formas de
diversión.

ORIGEN HISTÓRICO

El origen histórico del culto a Egungun es fácil de encontrar. Primero de


todo, debería señalarse que la traducción de la palabra como ‘hueso’ o
‘esqueleto’ es errónea. El error es debido a un imperfecto conocimiento de
la lengua. La palabra yoruba para un ‘hueso’ es ‘egungun’ o ‘egun’; no hay
acento en las vocales de la primera, pues todas ellas son vocales de medio
tono; el circunflexo de la primera vocal de la segunda palabra (egun),
demuestra que la primera sílaba es una forma contraída de la primera.

La palabra para ‘embaucador’ es ‘egúngún’, la primera vocal es una vocal


de medio tono, y las dos restantes son vocales de alto tono; de aquí los
acentos situados sobre ellas. La palabra por lo tanto difiere completamente
de ‘egun-gun’, que significa ‘hueso’.

194
195

Para poder explicar el origen de la palabra es necesario separar las partes de


que se compone, así ‘e-gu(n)-gu(n)’. ‘E’ es la vocal inicial que requieren
todos los nombres yoruba, ‘gu’ es una forma modificada de ‘Khu’, la
antigua palabra egipcia para ‘espíritu luminoso’. ‘Gu(n)-gu(n)’ es por lo
tanto, una repetición de la palabra que denota pluralidad o perfección.
Igualmente, la palabra ‘i-ku-ku’ se aplica a ‘cubrirse de niebla’ porque ella
corresponde, en consideración a su pureza e insustancialidad, a la idea
yoruba de espíritu. Ello es probable porque la palabra ‘ku-ku’ es usada ya
en este sentido y que la palabra para ‘espíritu encarnado’ es modificada a
‘e-gu(n)-gu(n)’ (una palabra que de acuerdo con su derivación dada más
arriba significa ‘espíritus’).

El culto Egungun es por lo tanto la supervivencia, en una forma práctica, de


la fusión de las creencias del Antiguo Egipto que después de la muerte, las
personas honradas se convierten en espíritus luminosos (Khu) y que sus
‘kas’ ‘los cuerpos luminosos de las almas’, son capaces de trasladarse y de
asumir formas humanas.

195
196

ADIMUORISA

El culto de Adimuorisa o Adamu-orisa está relacionado con exequias


fúnebres. Un corto tiempo después del entierro de un miembro jefe de una
ciudad, un festival Adimuorisa es preparado en su honor. La celebración del
festival es caro, y por lo tanto, tiene lugar en las raras ocasiones en que la
familia de la persona fallecida puede permitirse el coste de los ritos y
ceremonias que trae consigo.

El culto es característico de los Aworis, que viven cerca de la costa. Se


parece al de los Egungun en que afecta a la aparición de espíritus en formas
encarnadas, pero se diferencia de él en que los miembros de la asociación
no pueden aparecer en cualquier momento como las mascaradas, excepto
en ocasiones de festivales.

Un festival de Adimuorisa se celebra del modo siguiente: se hace una


proclamación de que será celebrado un festival Adimuorisa en honor de una
persona fallecida de la que se da el nombre y se anuncia la fecha del
festival. Unos pocos días después, se prohibe a la gente el salir durante una
cierta noche. Cualquier persona capturada en dicha noche será utilizada
para el festival. En tiempos antiguos, algunas de las personas así capturadas
eran sacrificadas como aplacamiento de los orisas para asegurarse el éxito
en la celebración del festival. Una de ellas es reservada para hacer el papel
de Adimuorisa.

Tres días antes del festival, el cuerpo ejecutivo de la asociación se reúnen


privadamente en Agodo (la casa de reunión del culto) y llevan a cabo
algunos ritos y ceremonias secretas. Una contraseña secreta es acordada, y
esta es comunicada a todos los miembros iniciados de la asociación, que es
usada en el festival. Se inflinge un severo castigo a cualquiera que acuda al
festival disfrazado sin conocer la contraseña. En tiempos antiguos se solía
aplicar la pena de muerte.

Dos días antes de la fiesta, el tronco de un platanero o el tronco de un


pequeño árbol es envuelto como una momia y es vestido con ropas caras y
otros adornos, después, es guardado en Agodo o en el Iga (palacio o casa

196
197

grande) de uno de los jefes. Se supone que esta momia representa al cuerpo
de la persona muerta en cuyo honor se celebra el festival. Cuando la momia
ha sido guardada adecuadamente, es custodiada por algunos de los
principales miembros del culto. El tamborileo sigue alegremente y la
multitud se reúne para ver la momia ricamente cargada con joyas
decorativas. Se sirven refrescos en los lugares limítrofes a Agodo o Iga. El
gasto de la momia y los refrescos deben estar al cargo de la familia de la
persona fallecida.

Poco después de medianoche del día del festival, una de las personas
capturadas vagando en la noche prohibida es llevada a un lugar conocido
como “Oju Elegba” o “Oju Elegbara” y sacrificada. Con este sacrificio
humano se intenta propiciar a Esu o Elegbara, que debe ser primero
propiciados para evitar su malévola interferencia en posteriores reuniones.

En las primeras horas del día del festival empiezan a aparecer espíritus
encarnados en formas diversas. La mayoría de los espíritus aparecen como
Eyos. El traje de un ‘eyo’ no es de una pieza. Consta de una gran bata larga
(Agbada), cosida a la moda nativa, con unas mangas anchas y muy largas,
un velo largo blanco y un sombrero de ala ancha, también una pieza de
fuerte tela con la que roza la tierra. Es llevada también, una varita especial
(blanca), conocida como ‘opabata’. A veces es usado un velo coloreado,
pero el color usado generalmente es el blanco.

El Aropale debe cubrir enteramente los pies de Eyo y arrastrar detrás de él


con una longitud no inferior a los dos pies. Algunos ‘aropales’ tienen una
longitud de alrededor de los diez pies. La varita es llamada ‘opabata’, y está
hecha de la parte ancha de una hoja larga de palmera.

Los ‘eyos' aparecen solos o en compañía. Cuando desfilan por las calles se
dirigen a los caminantes con una voz de ventrílocuo de la siguiente forma:
“I-ha-ha! I-ha-ha!! I-ha-ha!!! Eserukeru. O se mi tibalaka tibalaka. O se mi
tiboloko tiboloko. I-ha-ha!!!” “Hal-lo! Hal-lo!! Hal-lo!!! No hay motivo
para el miedo. Me apetece bailar de esta manera. Me apetece bailar de esta
manera. H-a-l-l-o-o-o!”.

Los espectadores generalmente replican diciendo: “A-gogoro Eyo! Mo yo


fun e mo yo fun ara mi” “Qué alto o imponente Eyo! Yo te felicito, yo me
congratulo”, esto es, el tener la buena suerte de participar o ser testigo del
festival.

Algunos de los importantes espíritus aparecen con la forma de Agere


(zancudo), Oniko (un enmascarado cuyo traje está hecho con juncos),

197
198

Ologede (un enmascarado cuyo traje está hecho con hojas de plátano).
Cada uno de ellos es escoltado por un número de ‘eyos' que varía de treinta
a cien. Cada conjunto de escolta lleva un sombrero distintivo con una
adecuada insignia.

El espíritu más importante es Adimu. Está vestido de la cabeza a los pies


con ropas nativas y lleva una máscara de lana con una sobresaliente pero
detallada nariz. De aquí que es llamado ‘Adimu Orisa’ ‘el Orisa con
detalladas narices’. A veces la nariz está abierta y entonces es llamado
‘Adamu Orisa’ ‘el Orisa con las narices abiertas’ (‘Adamu Orisa’ no
significa ‘nosotros confundimos los Orisas’, ésta errónea traducción es
debida a un conocimiento imperfecto de la lengua).

No hay ninguna apertura delante de su cara, y por lo tanto no puede


trasladarse fácilmente. Tiene que ser conducido por un número de viejos
miembros del culto que no están disfrazados. También está escoltado por
un gran contingente de Eyos, a veces en número superior a doscientos que
corren arriba y abajo por delante y por detrás de él, evitando que cualquiera
de los no iniciados se aproxime demasiado a él. Incluso los otros ‘eyos' y
espíritus tienen que alejarse cuando él se acerca. Se le atribuyen poderes
sobrenaturales para castigar a aquellos que le insultan o faltan al respeto.

Adimu es es que preside el entierro en el festival. Es también conocido


como O-gu(n)-ra(n). Antiguamente el Adimu y el Ogunran eran dos
espíritus encarnados diferentes y según la tradición, los dos acostumbraban
a aparecer en las ocasiones de festivales Adamu-Orisa. Actualmente los dos
vocablos son aplicados al mismo disfraz. Hay alguna gente, sin embargo,
que creen que deben ser considerados distintos.

Dibujos con los colores rojo y blanco son hechos en la máscara llevada por
el Adimu.

Temprano, el día del festival, el Adimu, después de que los sacrificios


hayan sido hechos, va primero a Oju Elegba y ejecuta algunas ceremonias.
Luego va a el Iga, donde la momia es depositada y se lamenta de la muerte
del difunto. Después se retira a el Agodo. Más tarde, se une al desfile de las
calles como los otros espíritus encarnados, al final del día él vuelve a el
‘agodo’.

El Adimu es el primer espíritu encarnado en aparecer por las calles. Ningún


otro disfraz debe precederle. La pena de muerte era impuesta siempre por el
infringimiento de esta regla en tiempos antiguos.

198
199

Durante todo el día del festival, el respeto más grande, equivalente a


honor divino, es mantenido por todos hacia el Adimu. Incluso el Oba (rey o
jefe supremo), que debe ser un ‘eyo’ en ese día, debe mantener gran respeto
hacia él. después del festival vuelve a su posición de persona corriente, y se
ha dicho que como resultado de las ceremonias que el ha tenido que sufrir
antes del festival, se convertirá en un idiota o bien morirá dentro de pocos
días.

El sacerdocio relacionado con el culto, es sacado del Akarigbere y Idejo


jefes de Lagos. Los sacerdotes están siempre ligeramente vestidos y
afeitados pulcramente.

Los Eyos y otros disfraces son a veces escoltados por grandes comitivas.
Su sus seguidores son jefes, deben ir desnudos de la espalda hacia arriba.
Otros seguidores no deben llevar tocado. Antiguamente, todos aquellos que
se encuentran con un ‘eyo’ tienen que quitarse los sombreros y a aquellos
que no lo hacían eran golpeados sin misericordia. Esta exigencia de
obligado homenaje ha sido modificada grandemente, debido a la
introducción de la civilización y a la presencia de gran número de no
nativos en la población. Sin embargo, se requiere respeto para el Adimu, y
la discreción es la norma para los escoltas Eyos con algunas excepciones.

A veces el festival se celebra por la noche, como el festival ‘Eluku’. Los


enmascarados son entonces conocidos como ‘Eyo Oru’ ‘Eyos de la noche’.
El festival nocturno no es menos elaborado o popular.

ORIGEN HISTÓRICO

Es el mismo que el del culto Egungun. La palabra ‘eyo’ procede de la


palabra ‘ye’, que significa ‘vivir’, ‘existir’. ‘Eyo’ significa por tanto ‘los
que viven o los espíritus vivos’.

Debe ser interesante destacar los siguientes pasajes que describen las
creencias en el Antiguo Egipto que han persistido en la adoración
espiritual de Egungun y Adimuorisa en el país yoruba.

 El profesor Wiedeman dice: “el alma podría... tomar su residencia en su


anterior cuerpo y volver a la tierra bajo esa forma y así visitar de nuevo
los lugares donde una vez vivió”.
Otra vez, el escritor dice: “el poder del alma (ka) para encarnarse a
voluntad se convierte en una de las principales razones para embalsamar
al muerto”.

199
200

 Escribiendo sobre la naturaleza y funciones de los Kas (cuerpos del


alma), el profesor Flinders Petrie dice: “cada persona recibía una parte
del espíritu de la familia que le guiaba y era la última personalidad, y
que al morir volvía a reunir el espíritu de toda la familia que le acogía y
le protegía”.

El propósito de la aparición de los Eyos en relación con el culto de Adamu


Orisa, sin embargo, parece ser el conceder una ceremonial bienvenida a la
vuelta del espíritu del muerto al espíritu de toda la familia.

Los siguientes puntos, referidos especialmente al culto de Adamu-Orisa,


deberían también ser señalados:

1. El respeto debido al Adimu, sin tener en cuenta la clase o la posición, e


incluso por el Oba (rey o jefe supremo). Esto sugiere fuertemente que
el festival Adimu es, en algunos aspectos, una supervivencia del festival
del rey Mock del Antiguo Egipto, que es así descrito por Klunzinger:

“Un festival popular muy antiguo es el de este rey Mock (falso), que
pervivió en el Alto Egipto hasta el siglo pasadol. Un ¿¿¿FELLAH???
Era vestido con una falsa barba, llevando un largo cetro. Durante su
día, todos le obedecían, incluso el gobernador le cedía el paso, hasta
que al fin el traje era destrozado y los restos del poder concluidos”.

2. La misma palabra Adimu, que es una supervivencia de ‘Atumu’ o


‘Adumu’, el nombre de un dios egipcio muy conocido. Debería
observarse que la letra ‘t’ es cambiada a menudo; ‘d’, ‘i’ y ‘u’ son , con
frecuencia, sustituidas una por otra por los escritores egipcios.

La razón del honor divino que se da a Adimu resulta, por lo tanto, obvio.
‘Atumu’ o ‘Adumu’ era uno de los dioses más venerados del Antiguo
Egipto. Siempre era pintado en forma de hombre.

El otro nombre de Adimu, esto es, O-gu-ra(n) es digno de mención. ‘Gu’


es una modificación de ‘Khu’, y ‘Ra’ es el nombre del dios-sol egipcio,
O-gu-ra(n), por lo tanto, significa ‘el alma de Ra’. Ahora bien, en el
Antiguo Egipto, Atamu era un dios-sol. Según el profesor Maspero , “El
sol que existía antes del mundo, ellos (los egipcios) lo llamaban
‘Creador’ (‘Tumu’, ‘Atumu’). En la teología de Helliópolis, ‘Atumu’ y
‘Ra’ eran identificados bajo un único nombre de ‘Atumu-Ra’; que es el
dios-sol pre-mundano y eterno. Por lo tanto, no es sorprendente que la
palabra ‘Oguran’, ‘el alma de Ra’, sea usada por los yorubas como

200
201

nombre alternativo de Adimu. El uso de la palabra es una indicación


más del origen egipcio del culto.
Puede añadirse aquí que Atumu o Adumu permanece no sólo entre los
yorubas, sino también entre otras tribus de África Occidental. Por
ejemplo, una importante deidad entre los Ijaws es conocida como
‘Adumu’.

3. Los colores de los dibujos de la máscara llevada por Adimu son blanco
y rojo. Estos colores coinciden con los colores sagrados de la coronal
real de Horus según se describe en el siguiente pasaje:

“Horus, el hijo de Osiris e Isis,


ha recibido la corona blanca y roja”.

4. La frase “Oju Elegbara”. Elegbara ha sido identificado arriba con


Khepera, el dios-sol. “Oju Elegbara” por lo tanto, significa ‘el ojo u ojos
de Khepera’. Ahora bien ‘los ojos de Horus’ o ‘los ojos de Ra’ y ‘los
ojos de Khepera’, eran frases muy conocidas en el Antiguo Egipto. Es
interesante destacar que una frase similar persiste en yoruba. Es también
destacable que tiene lugar en relación con el culto, los nombres del dios-
sol egipcio, a saber, Ra, Khepera y Atumu.

Los hechos de arriba, junto con la supervivencia de las creencias del


Antiguo Egipto señaladas anteriormente, muestran claramente que el culto
a Adimorisa es de origen egipcio.

201
202

GELEDE

Los espíritus que aparecen en la forma Gelede tienen gran parecido a los
de los Egunguns y Eyos. A diferencia de éstos, sin embargo, sus
ceremonias no están relacionadas con exequias fúnebres. Los espíritus
Gelede aparecen sólo es ocasión de festivales preparados por miembros del
culto.

El traje de Gelede es más elegante y más artístico que el de Egungun o el


de Eyo. Está representado por un ser humano llevando ropas limpias y
muy ajustadas y una máscara de madera, la parte superior de la cual está
exquisitamente tallada y bien ornamentada. La máscara está hecha para
representar la cabeza de un hombre o una mujer, con todos los apropiados
signos tribales, y a veces para representar a cualquiera de los animales
inferiores como pájaros, caimanes y otros.

La mayoría de los Gelede toman la forma de una mujer adulta de magnífico


busto y cabello trenzado. Algunos Gelede están vestidos más alegremente
que otros. Ornamentos femeninos tales como pendientes, brazaletes,
cuentas y cascabeles situados sobre los tobillos son usados en mayores
cantidades que en el caso de los otros.

En ocasiones festivas, gran número de Geledes pueden ser vistos desfilando


por las calles. No piensan asustar a nadie, aunque la apariencia de algunos
de ellos, que están embadurnados de tiza y ¿¿¿CAMWOOD??? es
espantosa.

Ellos danzan por las calles, amoldando sus movimientos rítmicamente a los
sonidos de tambores e instrumentos musicales. Ello causa gran diversión y,
después de bailar durante algún tiempo, reciben regalos de los
espectadores.

ORIGEN HISTÓRICO

Es difícil mirar a los Geledes sin pensar en las formas que los dioses Horus
solían asumir en el Antiguo Egipto cuando desfilaban por las calles en los
festivales a beneficio de los campesinos, especialmente aquellos que no
pudieron aprovechar la enseñanza abstracta de los sacerdotes con respecto
a los dioses que residían en los templos. Las máscaras de algunos de los

202
203

Geledes se parecen a algunas de las máscaras llevadas por los dioses Horus
y los dioses funerarios de los grabados del Antiguo Egipto.
La misma palabra Gelede parece ser de origen egipcio. Esta formada de dos
partes: ‘ge’ y ‘lede’; ‘ge’ es abreviatura de ‘geb’ y ‘lede’ de ‘e-le-de’. La
última sílaba ‘de’ ha sido explicada en un capítulo anterior como derivada
de la palabra egipcia ‘deb’, que significa ‘perforar’. ‘E-le-de’ significa, por
tanto, ‘el que perfora’. La palabra completa significa pues ‘Geb el que
perfora’. Como todos los mitos relacionados con el culto han desaparecido,
es difícil de saber porqué se le dio tal nombre a un inofensivo espíritu
encarnado como Gelede.

Se puede dar la conclusión, sin embargo, que el culto a Gelede es una


supervivencia de un elemento similar en la antigua religión egipcia.

203
204

ABIKU

Los yorubas creen que hay una cierta clase de espíritus que se introducen
en niños recién nacidos, provocándoles que mueran en la infancia según un
plan preconcebido. A estos espíritus se les considera que son miembros de
una fraternidad. Viven en los bosques, en grandes y sombreados árboles, el
jefe de los cuales es Iroko.

Si alguno de estos espíritus se introducía en un niño recién nacido o en el


útero, el niño moriría en su infancia. De aquí la palabra ‘Abiku’, ‘nacido
para morir’. La explicación de esta creencia es que el espíritu ha recibido
instrucciones de los espíritus de la fraternidad de Abiku de volver junto a
ellos en una fecha determinada. Si una mujer pierde a varios hijos, se dice
que ha sido afectada por los espíritus Abiku.

Estos espíritus deben ser, por lo tanto, aplacados. Deben encontrarse


también medios par anular su influencia sobre el niño. La madre de un niño
Abiku ofrece continuamente sacrificios de comida a los espíritus Abiku. La
creencia oculta de este sacrificio es que los otros espíritus Abiku que no
tienen el privilegio de introducirse en los niños, exigen generalmente una
parte de la comida del niño para ellos, y obligan al niño a unirse a ellos
comiéndose todas las partes esenciales de la comida que debería comerse el
niño si no consiguen obtener su parte mediante las ofrendas de la madre.
La madre del niño es, de esta manera, obligada a un gasto periódico para el
sacrificio. Otro método de proteger al niño es el proporcionarle encantos y
amuletos tales como anillos, ajoreas para los tobillos, muñequeras de
cuentas, cascabeles, etc.

Se cree que el sonido de los cascabeles alejará de miedo a los malos


espíritus, y que el amuleto protector impedirá que ellos le obliguen a
encontrarse en su compañía. Se cree que también se puede salvar al niño si
puede ser protegido más allá de la fecha prefijada para su muerte.
Desgraciadamente, esa fecha es siempre desconocida.

Si, a pesar de todos los esfuerzos, el niño muere, su cuerpo es maltratado,


le son impuestas heridas y golpes que se cree que hacían huellas
imborrables. A veces el cuerpo es hecho pedazos, y en todo caso debe ser
arrojado en el monte. La idea que hay detrás de tales malos tratos, es que el
espíritu Abiku sufre por eso y llega a ser incapaz de volver a entrar en un
cuerpo humano.

204
205

Capítulo XI

Ewes

Ewes:

El empleo de hierbas y plantas, denominado “ewe” en yoruba, es uno de los


aspectos de mayor importancia. Se recogen hierbas con fines medicinales y
para otorgar facultades espirituales. En el país Yoruba las hierbas son
recogidas por los sacerdotes y/o por distintos tipos de herbarios que habitan
las regiones. Frecuentemente, las hierbas están a disposición de la

205
206

población, bien a través de la práctica privada o adquiriéndose en el


mercado. En el Nuevo mundo, a los aspirantes a la religión yoruba también
se les instruye en la botánica. Existen diversos herbolarios en las
principales ciudades de América, donde tanto sacerdotes como devotos
acuden para obtener hierba de baño, objetos de artesanía religiosos, etc. La
mayoría de los herbolarios están dirigidos por hispanos, pero éstos no
poseen la exclusiva. Nigerianos y gentes de otros países africanos han
empezado a establecer negocios en América que empiezan a ser prósperos.
Las hierbas indígenas ya van siendo más asequibles para los devotos de
yoruba.

Los ewe sirven para la “curación de naciones” y se venden en varios


comercios dedicados a alimentos para la salud, bien en hojas o en cápsulas.
A los que prefieren las prácticas tradicionales se les aconseja que utilicen
las hierbas antes de recurrir a productos sintéticos para curar. Pueden
encontrarse numerosos libros sobre herbología. Se recomienda explorar qué
ofrece el uso de hierbas.

Orisa Ewe (Hierbas para uso medicinal y ritual)

Obatalá Terciaria, Salvia, Nuez de cola, Albahaca, Hisopo, Verbena


azul, Sauce blanco, Valeriana.

Elegba Todas las hierbas.

Osún Acedera amarilla, Bardana, Canela, Damiana, Anís,


Frambuesa, Milenrama, Manzanilla, Loto, Gayuba, Buchú,
Mirra, Echinácea.

Yemoja Quelpo, Mitchella, Repens, Actaea, Diente de león,


Milenrama, Aloe, Spirulina, Hierbabuena, Flor de pasión, Raíz
de batata silvestre.

Ogún Eucalipto, Alfalfa, Espino, Raíz de sangre, Perejil, Flor de


madre, Hierba madre, Ajo.

Oyá Gordolobo, Conferva, Corteza de cereza, Raíz de pleuresía,


Énula campana, Marrubio, Pamplina.

Sangó Llantén, Palmetto, Hibisco, Fo-ti, Zarzaparrilla, Ortiga,


Cayena.

206
207

La tabla muestra instrucciones sobre hierbas. Proporciona ejemplos de los


ewe basados en la correspondencia del Orisa que preside. Es mejor que los
novicios recurran a la adivinación antes que intentar adquirir y preparar las
soluciones con hierbas. También es recomendable contar con sacerdotes y
herbarios para comenzar el proceso de curación antes que tratar con las
propiedades y poderes de las hierbas uno mismo.

El modo normalmente aceptado de preparar las hierbas es el siguiente: las


hierbas se echan, solas o combinadas con otras, en una tetera con agua
ligeramente hirviendo, se dejan en remojo durante unos treinta minutos
antes de colarlas. La solución de hierbas restante se prepara como bebida.
En algunos casos, las soluciones de hierbas se emplean en forma diluida
para enemas. Nunca ha de añadirse azúcar. En su caso, puede utilizarse
miel con limón.

Baños lustrales y/o espirituales:

Para los baños espirituales hace falta lo siguiente:

 Emplear las hierbas adecuadas. La fórmula se basa en la adivinación


llevada a cabo por el sacerdote. Se determina el Orisa o Egún que
preside, y se obtienen y preparan las hierbas correspondientes.

 Que los baños espirituales continúen durante un número de días


determinado: el número oscila entre 1 y 21 días. Eso también se decide
mediante la adivinación.

 Durante el período determinado para la toma de baños espirituales


deben hacerse comidas frugales, abstenerse de la práctica sexual, estar
emocionalmente equilibrado(a), y no ingerir bebidas alcohólicas.
También hay que practicar la oración y confesión diarias.

Antes de tomar baños espirituales, asegúrese de disponer un lugar donde


hacerlo. Hay varias cosas que ha de hacer para prepararse:
 Necesita una sábana blanca o toalla grande para envolverse, y un paño
blanco para cubrirse la cabeza nada más salir del baño. Las sábanas,
etc., deben ser de algodón.

 El lugar debe limpiarse con incienso hecho de mirra e incienso común.

207
208

 La bañera, el lavabo, o recipiente que albergará el baño espiritual


deberán estar limpios. También habrá que limpiar otras zonas
adyacentes.

 Se encenderán velas blancas en el cuarto de baño y en cualquier otra


zona implicada.

 Debe reinar el silencio o los sonidos de meditación.

 Guarde el baño espiritual concentrado en el frigorífico cuando no lo


utilice, y póngale una etiqueta al frasco.

No es preciso sentarse en la bañera para el baño espiritual. Es una


inmersión y debe prescribirla específicamente el adivino o herbario. La
solución de hierbas debe diluirse en agua en la proporción de 12 a 1 ó de 8
a 1 (12 partes de agua y 1 de solución). El agua estará fría o tibia, pero
nunca caliente. Agite bien la solución de hierbas antes de verterla en el
recipiente o calabaza. En realidad no importa lo que se vierta primero, pero
resulta más fácil medir la solución antes y luego añadir el agua.

 Primero tome un baño o ducha con jabones y champús naturales.

 Séquese (opcional).

 Arrodíllese de forma reverente o permanezca en pie, con actitud


convencida, en la bañera o ducha.

 Vierta suavemente la solución diluida de hierbas sobre su cuerpo. Rece


en voz alta o en silencio pidiendo paz y protección.

 Séquese frotando suavemente, envuélvase en la sábana blanca y cúbrase


el cabello con el paño.

 Limpie la bañera, el recipiente o fregadero pasando un trapo suave.

 Retírese a estudiar, meditar o, simplemente, a un lugar tranquilo.


Relájese.

Nota:Por la mañana temprano o por la noche es el momento preferido para


tomar un baño espiritual. Puede tomar un baño o ducha con
regularidad, si es necesario, cuando hayan pasado al menos cuatro
horas. Hermanas, si estáis en el período de menstruación o

208
209

embarazadas, pedid al adivino que averigüe si es apropiado para


vosotras tomar un baño espiritual durante ese tiempo.

Los baños espirituales se preparan, básicamente, poniendo las hierbas


específicas (ver tabla de hierbas específicas para baños) en un tarro con
agua caliente. Entonces se ponen a hervir. Después que han hervido, lo cual
libera el Asé, se cuelan. La solución restante constituye el baño espiritual.
Diversas sustancias, tales como efún y aceites, se añaden para intensificar
el Asé lo necesario. La constitución del baño se conoce como omiero
cuando se incluyen sangre y otros ingredientes.

Se dicen oraciones sobre las hierbas mientras se preparan. Osain, la


divinidad Orisa de la botánica y de la herbología, es invocado para que
sean enviados los elementos curativos. Un conjuro a Osain es: “ASE OMO
OSAIN EWE AYE” (el poder de los hijos de Osain, las plantas de la
Tierra).

Se recomiendan los baños espirituales a los devotos que han de limpiarse


de influencias negativas que han entrado en contacto con su aura o esencia.
Las propiedades de las hierbas son absorbidas en el interior de las
dimensiones humanas y ayudan a disipar las influencias negativas. También
se pueden prescribir baños espirituales como medida preventiva en tales
casos. Muchas formas de iniciación yoruba incluyen el baño del iniciado en
el ewe para fortalecer su asé. También se bañan los objetos religiosos en el
omiero como parte de la consagración de los mismos.

Ewe para los baños espirituales

Orisa Hierbas

Obatalá Albahaca, Almendra, Bledo blanco, Salvia, Salvia de Castilla,


Paraíso, Sauco blanco, Malva, Aguinaldo blanco.

209
210

Elegba Amansa guapo, Guayaba, Tabaco, Cano, Abre camino,


Mejorana, Almacigo, Espartillo, Albahaca.

Ogún Eucalipto, Tabaco, Siempreviva, Maravilla, Romerillo.

Oyá Flamboyan, Cucaracha, Caimito, Yuca.

Yemoja Mejorana, Plátano, Hierbabuena, Verbena, Canutillo,


Cucaracha.

Osún Lechosa, Rompesaragüey, Caisimon, Cassava, Botón de oro,


Abre camino, Saúco blanco.

Sangó Álamo, Caoba, Cedro, Ceiba, Plátano, Rompesaragüey, Cano,


Zarzaparrilla.

Capítulo XII

Oriki: La Oración

210
211

La oración:

“La oración es el medio por el cual se inspira la convicción de que Dios


existe. Dios se convierte, a través de la oración, en una fuerza viva en la
vida del hombre. La verdadera convicción de que Dios llega hasta el
hombre, no por la creencia de que hay un Dios más allá de este mundo,
sino por la percepción de lo divino dentro de sí mismo; y esta percepción se
alcanza con la oración... La oración genera una fuerza moral que no sólo
cambia nuestras vidas, sino también las vidas de los demás”.

La oración (adura) es importantísima en la religión yoruba. Elevar súplicas


a Ori, los ancestros, Orisa, Orunmila y Olodumare se considera como un
aspecto esencial de la verdadera religión yoruba. Ha de entenderse que las
oraciones dirigidas a las divinidades tiene como fin la purificación y
elevación de las cualidades básicas humanas. La forma más elevada de

211
212

oración es la del devoto que no pide otra cosa que transcendencia y


protección contra las fuerzas negativas. Por medio de la oración sincera el
devoto es capaz de atravesar los reinos inferiores y alcanzar los estadíos
celestiales.

Se instruye a los sacerdotes y sacerdotisas yoruba para que ayuden a los


devotos en sus aflicciones celestiales y terrenales. Las oraciones elevadas a
las deidades pidiendo tener hijos, dinero, empleo, casamientos, etc., caen
bajo las tribulaciones terrenas. Las oraciones son fuertes voces dirigidas
contra las fuerzas opresoras terrenas que limitan la estabilidad y el
crecimiento humano. “Invocando” a los cielos, los sacerdotes prestan sus
voces al eterno éter. Mediante su poder (el poder de la oración) tratan de
generar el cambio. Las huestes celestiales se disponen a combatir o aplacar
las fuerzas destructoras.

Producir tales cambios con el propósito de obtener sólo beneficios


terrenales se considera brujería. La oración y la brujería no están
relacionadas. Resultaría un tanto ilógico que la psique divina las mezclara.
Cuando la oración se relaciona con el desdoblamiento sagrado del devoto,
se desarrolla la percepción del sentimiento divino. Tal sentimiento divino
está ausente cuando la brujería se relaciona con un devoto. La oración
origina la intervención divina en la persona del devoto; la brujería no. Si lo
examinamos claramente, podremos concluir que la brujería produce un
efecto opuesto al del desarrollo sacerdotal. La oración, desde luego lo
intensifica. Por esta razón los sacerdotes guían constantemente a las gentes
por la senda de lo divino. Las gentes no deben caer víctimas de las fuerzas
de la brujería y el engaño. Es como si dijéramos: “ruega o te entregas”, en
otras palabras, ora o cae víctima de las fuerzas destructivas.

Es importante establecer horas y lugares específicos para practicar la


oración. Esto disciplina la mente, que ha de estar despejada y concentrada,
a fin de fortalecer el empeño. El amanecer, o al levantarse, son horas
especialmente buenas para la oración, ya que la mente y las emociones
todavía no están atrapadas en el mundo. Al amanecer, el Ori es claro y la
consciencia del cuerpo está más abierta a las fuentes creativas de la luz y la
energía. Orar antes de acostarse también resulta eficaz. El aspirante,
entonces, aclara las experiencias de todo el día y se dispone a descansar de
las preocupaciones mundanas. La esencia del espíritu vuelve a despertar y
se mantiene así a lo largo de los estadíos del sueño subconsciente.

Para los tradicionalistas, crear la atmósfera adecuada para la oración


merece la debida importancia. Velas, incienso, cuencos con agua y frutas
proporcionan la esencia espiritual de la que suele estar revestido un lugar

212
213

de oración y adoración. Los instrumentos musicales también juegan un


papel primordial en la creación de la atmósfera. Los devotos yorubas
acompañan la oración con tambores, carracas, campanillas, palmadas y
canciones. Con frecuencia, se cantan o entonan las oraciones siguiendo el
ritmo armónico de la música. Cuando las oraciones se dicen en forma de
cánticos de alabanza se denominan oriki. Los oriki hablan más
específicamente de los atributos y poderes de las deidades. Se dirigen a las
deidades abiertamente con admiración y respeto. Los oriki hablan de la
fuerza, la sabiduría y las facultades angelicales.

A los devotos se les enseñan oraciones concretas para sus deidades


personales siguiendo los auspicios de su sacerdote. Los novicios no deben
excederse en su deseo de aprender todas las oraciones: es mejor retener
aquello que se puede entender y profundizar en ello.

Aunque las oraciones han de celebrarse en los santuarios o altares de los


Orisas correspondientes, de ninguna manera debe esto suponer una
limitación. Las oraciones pueden decirse a cualquier hora, momento y lugar
que induzca a la exaltación del yo.

Ori

Mi Ori eres tú.


Yo te saludo,
Tú que siempre te acuerdas de tu devoto,
Tú que otorgas las bendiciones a tu devoto más presto que otras deidades.
No hay deidad que de su bendición sin el consentimiento de Ori.
La persona cuyo sacrificio sea bien recibido por su propio Ori
Debe rebosar de alegría.
Ori, te ruego que no cierres tus puertas.
A ti es hacia quien voy.
Ven y haz que mi vida sea próspera.
Ori es quien hace el destino.

213
214

Esu

Esu, protege a mi familia.


Protege a los iniciados del Templo, y también a mí.
No permitas que me vuelva contra la gente.
No permitas que la gente se vuelva contra mí.
Concédeme larga vida.
Concédeme la paz.
Concédeme la elevación de mi consciencia.
Concédeme la capacidad de usar mis propias manos.
Esu, yo te saludo.

Obatalá

Orisa’nla, el grande a quien pertenece el mundo,


Y a quien debe atribuirse el control del mundo.
Obatalá, Obatarisa, el Orisa con autoridad
Que es tan apreciado como la miel pura.
El Orisa de fortaleza inagotable,
El heredero de la reputación
Cuya enorme fama no merma su autoridad.
Obatalá, ¡sálvame!
Esperamos la salvación de nuestro Orisa.
Yo no sé salvarme solo.

Osún

Osún, que está llena de sabiduría.


Madre de lo más indulgente, Osún,
Orisa de lo más indulgente.
La que posee enormes y robustos pechos,
La que calma a los niños
Con ornamentos de latón.
Onikii, que conoce los secretos de los cultos,
Pero no los revela.
La que posee un trono frío y fresco.
La que entierra el dinero en la arena.
La indulgente madre, la reina del rio.
Agua que discurre sin cesar.
La que ofrece agua curativa a cambio de nada.
La que ofrece tratamientos curativos a los niños.

214
215

La que no es de carne y hueso.


Ayila, ¡sálvame!
Cada cual espera ser salvado por su deidad.
Yo no sé salvarme solo.
Rindo homenaje a Osún. Ase.

Yemoja

Yemoja, madre de los peces,


Madre de las aguas sobre la tierra,
Nútreme, madre mía
Protégeme y guíame.
Como las olas del océano,
Llévate los sufrimientos que padezco.
Concédeme hijos.
Concédeme paz.
No dejes que me devoren los brujos.
No dejes que los malos me destruyan,
Nútreme, madre mía.

Sangó

Sangó ha venido. Que todos los seres humanos vengan y contemplen.


Sangó, no discutas conmigo.
Yo no soy de los que están en contra tuya.
El problema tiene dos soluciones; Sangó, resuélvelas, por favor.
Obakoso, el poderoso rey,
Mi señor, el propietario de los grandes tambores reales,
Protégenos de la desgracia,
Protégenos de las enfermedades,
Experimentemos la tranquilidad y las experiencias de la vida.

Ogún

215
216

Ogún el poderoso,
Lo bastante majestuoso para resistir ante la muerte.
El que hace prosperar a los seres humanos.
El que no sea fuerte, Ogún le hará.
Me resulta difícil encontrar nueces de kola para los sacrificios.
Ogún, fortaléceme.
Ogún, el poderoso,
El fuerte de la Tierra,
El grande del otro mundo,
El protector de los afligidos.
Ogún, dame fuerzas.

Oyá

Tan poderoso como el fuerte viento,


Más fiero que la tormenta,
Oyá, protege mi alma de las múltiples garras del mal.
Ayúdame a descansar sobre la tierra, libre de ansiedad y desengaños
indebidos.
Oyá, guerrero del viento, que nuestro país no sea invadido por destructores.
No permitas que muramos en el dolor y la aflicción.
Extiende tu arma para protegernos de la destrucción.
Oyá, ojalá vivamos y muramos para vivir de nuevo.
Oyá, ojalá nuestra vida sea larga y breve nuestra muerte.

Orunmila

Orunmila, testigo del destino, y segundo de Olodumare.


Más efectivo que la medicina eres tú.
Tú, la inmensa órbita que desvía el día de la muerte.
Mi Señor Todopoderoso, salvador del espíritu misterioso que combatió a la
muerte, a ti corresponde el primer saludo de la llamada.
Tú, equilibrio que regula las fuerzas del mundo, tú eres quien con su
esfuerzo reconstruye al hombre de su destino adverso.
Reparador de infortunios, los que te conocen se vuelven inmortales.
Mi Señor, rey indestronable, perfecto en la morada de la sabiduría, infinito
en la morada del conocimiento, no conociéndote del todo no tenemos
esperanza.
Oh, si tan sólo pudiéramos conocerte plenamente, nada nos ocurriría.

216
217

IJO A TI ORIN (danzas y cantos):

Entre los yoruba, expresar veneración por medio de la danza y el canto es


del todo incluyente. Cada aspecto de la religión se abre camino a través de
la encarnación humana como el movimiento y la vocalización descubren al
devoto el asé de los ancestros y/o los Orisa. Drewal escribe: “por medio de
la danza, las entidades espirituales se materializan en el mundo de lo
extraordinario. Se dice que el dios se instala en el devoto y, durante un
tiempo, el devoto se convierte en dios... Los estados de posesión y de
trance se expresan con frecuencia a través de la danza”. Lo mismo que
ocurre con otras manifestaciones de devoción, es el sacerdote quien
controla y dirige la danza y los cantos de los Orisa. El sacerdote debe ser
conocedor de los Orisa cuando se manifiestan a través del vehículo
humano. Invocado mediante modelos de danza y cantos específicos (orin),
el Orisa “eleva” al sacerdote o devoto. El sacerdote a de conseguir invocar
y canalizar las fuerzas curativas de los Orisa. En muchas ocasiones, el
sumo sacerdote yoruba recuerda a los devotos que la danza, en lo que se
refiere a la religión, va más allá del mero y superficial aprendizaje. La
danza Orisa es una forma de oración y de investidura concentradas en el
templo del cuerpo. La danza Orisa no debe disociarse de la veneración
Orisa. Los neófitos de esta religión están dispuestos a aprender las danzas y
cantos sagrados. Muchas de estas formas proceden de las interpretaciones
del Nuevo Mundo, expresadas a través de la Santería y Lucumi. Las
frecuentes reuniones comunales (“bembé” en términos del Nuevo Mundo)
brindan la oportunidad de cantar y danzar al ritmo de los tambores, bata o
congas, como medio de alabar a los Orisa y de invocar su poder.

La energía y los movimientos de la danza reflejan los atributos naturales


del Orisa correspondiente. Obatalá es el más lento y concentrado; Ogún es
fuerte y enraizado; Yemoja es como las mareas del océano; Osún es
elegante y expresa belleza; Sangó descarga el rayo del cielo; Oyá es como
el torbellino o el huracán; Elegba es equilibrado y flexible.

Mojuba

Omi Tutu
Ile Tutu
Ona Tutu
Tutu Esú
Tutu Orisa

217
218

Mojuba Olorun, Mojuba Olofi


Mojuba Olodumare
Mojuba Ibae Egún Gbogbo
Egún Ibae

Mojuba Babalorisa, Iyalorisa


Oluo ara Arun

Mojuba Gbogbo Ikú Nbelese


Olodumare Iba’iyé Orun

Ki Nkan Ma Se
Kosi Ikú
Kosi Arun
Kosi Ofó
Kosi Fitibó
Kosi Idina
Kosi Egba
Kosi Ese
Kosi Eyo
Ariku Babawa
Ariku Iyawa

Capítulo XIII

Los ancestros

218
219

Veneración a los ancestros:

Los ancestros han interpretado y revelado las palabras de la creación


universal, han originado el Ase en lo referente a la expresión psicológica y
cultural, han desvelado la divinidad y la espiritualidad inherentes a la
existencia humana. Los ancestros proporcionan la moral y la visión del
mundo a la que los adeptos de esta cultura deben ceñirse para lograr el
desarrollo de sí mismos y de su cultura. Los modos de obrar para
asegurarse una vida de virtud son, fundamentalmente, el testimonio de los
ancestros. Es la vida virtuosa la que lleva a una muerte virtuosa, la muerte
que traspasa la puerta y es la vida eterna. Aquí se muestran ejemplos del
modo recto de vivir que fueron enseñados por los ancestros yoruba:

1. Ifarabale: autocontrol

2. Owo: respeto

3. Suuru: paciencia

4. Eso: cuidado

5. Imo: conocimiento

6. Ogbon: sabiduría

7. Oye: comprensión

219
220

Capítulo XIV

Ética

“Guárdate del egoísmo; quienes son egoístas,


se despojarán de sus fardos por sí mismos”.

Ifá.

220
221

Desarrollo de la filosofía del Yo Yoruba:

Las trece Reglas Yoruba para el Autodesarrollo también fueron entregadas


por los ancestros yorubas a fin de intensificar la vida ejemplar. Son las
siguientes:

1. No se practicará ningún tipo de corrupción.

“Quienes siembran las semillas de maldad, las plantan en la cabeza


de sus hijos”.

“En verdad, las cenizas se vuelven contra el rostro de quien las


arroja”.

2. No se practicará el robo.

“Aunque el hombre no vea, Olodumare lo verá”.

3. No se practicará el egoísmo.

“Aquellos que sean egoístas, se despojarán ellos mismos de sus


posesiones”.

4. No habrá ruptura de pactos ni se mentirá.

“Los que rompan sus tratos serán arrasados de la Tierra o del Cielo”.

“No se aceptarán los sacrificios de quienes mienten y rompen sus


pactos”.

“No levantes falsos testimonios de tu prójimo, ni deshagas trato


alguno con tu asociado”.

5. No se practicará la hipocresía.

6. No se llevará a cabo ningún acto abominable contra el prójimo.

221
222

7. Habrá que honrar y respetar a los mayores.

“Ha de fortalecerse continuamente la relación entre los mayores y los


jóvenes”.
“La mano del joven no alcanza el anaquel elevado; la del anciano no
logra penetrar en la calabaza”.

8. Se dará protección a las mujeres.

“Las mujeres son las flores del jardín; los hombres la valla que les
rodea”.

9. Se practicará la sinceridad y rectitud.

“Quienes sean sinceros y rectos tendrán las bendiciones de las


divinidades”.

10. Se practicará la amabilidad y generosidad.

“La cortesía llama a la cortesía”.

11. Deberá haber comprensión en lo que respecta a las relaciones


sociales.

12. Deberá ejercerse el voto de castidad en las relaciones de pareja.

“El hombre no seducirá a la esposa de otro hombre; la mujer no


seducirá al esposo de otra mujer”.

13. Los mandatos se harán con cortesía.

Los egun (ancestros) determinan lo que es moral y verdadero en relación


con la vida. Los Orisas usualmente no decretan las normas de la moralidad,
los ancestros sí. La “vida virtuosa” queda definida por el respeto a los
mayores/ancestros. Es necesario observar e imitar su sabiduría y sus
normas de vida. Siguiendo la sabiduría de los provervios, las enseñanzas, y
escuchando las voces de los ancestros, los devotos yoruba son conducidos
hacia la fuerza interior y al equilibrio terrenal. No hay que olvidar que los
principios del mismo Ifá son conocimientos y enseñanzas de los ancestros,
y que la cultura misma está basada en ello.

222
223

Los ancestros son personas que se han distinguido en el plano moral. Por lo
tanto se les profesa un gran respeto, y representan el modelo que ha de
seguirse en la vida. Actúan como acicate que mueve las buenas obras en la
vida y, a su vez, se les honra ofreciéndoles libaciones y dando a los hijos
sus nombres. A los ancestros no se les venera como los habitantes de Africa
Occidental veneran a Dios. Ellos no son la autoridad suprema en todos los
casos ni se les concede los mismos atributos que al Creador. En cambio, se
les adora, se les honra y respeta, no como dioses, sino como espíritus y
predecesores... que se hallan próximos a los Orisas y al Creador.

La reencarnación está considerada como una extensión del ser ancestral.


Esto queda reflejado en la palabra yoruba TUNDE. “Babatunde” (el padre
regresa), “Iyatunde” (la madre regresa), son ejemplos del reconocimiento
de la esencia espiritual que en parte retorna a ella misma. No parece
descansar la mayor importancia, tanto en el plano de las almas que vuelven
a vivir, una y otra vez, a lo largo de los planos kármicos, sino en el
constante revivir de los preceptos y valores. De modo irónico, los yoruba
desean el regreso o la reencarnación del alma para poder regresar a la tierra
desde el cielo. Regresando a la tierra, las almas buenas de los ancestros
fortalecen las vidas y espíritus de sus descendientes vivos.

Los yoruba afirman que el alma de los difuntos viaja a ORUN RERE (cielo
bueno) o a ORUN APADI/ORUN BURUKU (cielo malo). Las almas que
parten antes de que les llegue su hora se convierten en espectros que vagan
por la tierra hasta que Olorun venga y les entregue a Orun. El concepto de
vida después de la vida está tan arraigado en la religión yoruba como en
cualquier otra religión. Ya se ha advertido que llevar una vida virtuosa se
consigue venerando e imitando a los ancestros. La vida en la tierra
determina la vida después de la muerte.

Los sacerdotes yoruba sostienen que el ser humano se compone de varias


almas y, que al morir, estas almas quedan liberadas y cada una de ellas se
ubica en el cielo o en la tierra según la vida y profundidad de conocimiento
de la persona.

Los mayores han afirmado que: “la muerte de quienes mueren sabios no es
como la de quienes mueren ignorantes”. Quienes han llevado una vida
licenciosa y mezquina van a un lugar donde sus almas ya no podrán nunca
ser renovadas. Estos nunca regresarán a la vida. Las personas que se
suicidan también están dentro de esta categoría.

La estructuración del individuo, según los ancestros yoruba, se encuentra


totalmente entretejida por la estructuración de la comunidad o nación tribal.

223
224

La tribu o grupo se convierte en el punto focal de identificación.


Proporciona al individuo el punto central de su sentido de pertenencia, la
educación para el mundo y los métodos para trascender los mundos.

Todas las etapas del ciclo vital se complementan con una ceremonia ritual o
religiosa como núcleo y las normas de desarrollo social como expresión
externa. Para que el individuo pueda ser considerado parte de la nación
tribal debe ser iniciado en la misma, a pesar de haber nacido físicamente en
su mismo seno. Mediante la iniciación, el candidato trasciende el sistema
natural y logra el acceso al sistema cultural, es decir, se le inicia en los
valores espirituales. En la religión yoruba, quienes no han sido iniciados no
poseen por completo la bendición de los ancestros ni de la tribu. A tales
personas se les denomina “ologberi”.

Los iniciados pueden progresar para alcanzar un mejor estatus dentro de la


familia y de la comunidad. El OLORI EBI es el cabeza de la familia
ampliada. El o ella son los responsables de los rituales y de los juicios
relativos a la familia. El OBA, BAALE, OLOJA es el jefe de la ciudad o
poblado. El AWORO constituye la orden sacerdotal. Los ELEGUN son los
médiums. Los OLOOGUN son las personas de la medicina (sagrada). Esta
clasificación de puestos no es más que una visión simplista de la
multiplicidad de estratos que conforman la comunidad yoruba.

El hombre y la mujer en cuestión se encuentran ritualmente abrazados por


las costumbres, tanto religiosas, como sociales. Se combinan para formar
una unidad productiva orientada hacia la interrelación, el cuidado de los
hijos, el beneficio económico y la estabilidad comunal. La esposa se
considera a si misma como persona que resalta la cooperación dentro del
núcleo familiar.

El aspecto religioso yoruba también admite que quienes engrosan las


órdenes sacerdotales puedan casarse y tener hijos. Al margen de los
compromisos sagrados específicos, se induce a sacerdotes y sacerdotisas a
contraer matrimonio. Según la leyenda Orunmila tuvo esposa y muchos
hijos. Queda claro que, según los ancestros, las fuerzas masculinas y
femeninas deben aproximarse y equilibrarse para crear una persona, una
familia, una comunidad y una nación estable.

La creación de EGBE o sociedades específicas también forma parte


integral del funcionamiento comunal yoruba. Las egbe primarias son:

 La orden OGBONI/OSUGBO que refleja el equilibrio de las fuerzas


masculinas y femeninas de producción humana y diseño universal. Los

224
225

Ogboni están dirigidos por mayores que veneran a la Madre Tierra y


luchan por proteger y preservar su pureza. Estos mayores están
dispuestos a conservar las tradiciones de los ancestros. También juzgan
a quienes transgreden las leyes tradicionales. Los miembros son
iniciados dentro de la sociedad.

 La orden EGUNGUN está consagrada a la Tierra, pero especialmente a


los fallecidos enterrados en ella. Los miembros de la Sociedad Egungun
son médiums que poseen la facultad de alojar al espíritu de los
fallecidos. Estos comunican sus deseos y últimas voluntades a la
familia. Los Egungun se distinguen por sus enormes máscaras y trajes
de rafia con telas prendidas que les cubren todo el cuerpo.

 La orden GELEDE está dedicada a Yemoja. Su función consiste en


llevar a cabo una reconciliación armónica entre los humanos y los
brujos (aje). El culto Gelede porta máscaras con marcas y ropas tribales
con parches (que representan la plenitud de Yemoja). Invocan a los
brujos y les ofrecen sacrificios para neutralizar su poderoso poder
negativo y destructivo.

Etica de la Religión Yoruba Tradicional y/o Ancestral, según las


normas que rigen Ilé Tawo Lona Orisa Sangó.

Determinadas actitudes de los seres humanos ante la vida, ante sus


semejantes y ante las normativas religiosas (obviamente para aquellos que
son religiosos), consideradas más o menos humanas, más o menos lógicas,
más o menos racionales, o más o menos cívicas que otras, representan
claramente una cuestión de “Filosofía Moral” basada en el comportamiento
humano como punto de partida, sea éste religioso o secular. Sin embargo, la
“Etica” o “Filosofía de la Moral” que aquí nos ocupará, será únicamente la
relacionada con las actitudes humanas con respecto a la Religión Yoruba
Tradicional y/o Ancestral. Entiéndase, por tanto, que lo que se pretende
establecer en este apartado no es más que el conjunto de valores morales
que debe prevalecer en la conducta de los seguidores de las doctrinas
religiosas Orisa.

Como la religión cuya Filosofía de la Moral aquí nos ocupa es también un


camino más hacia Dios, por ello debemos inferir que todo lo relacionado
con el Ser Supremo, sólo por la grandiosidad de Su Obra, debe ser todo
bueno y positivo para el ser humano. El simple ejemplo de Olorun (Dios), y
de los Orisas como la representación por excelencia del bien en los
mundos de La Creación, debe servir de acicate a los seres humanos para

225
226

perseguir la meta del bien. Las denominadas fuerzas del mal (Ajogun),
deben ser asimiladas entonces como las máximas representantes de la
“Moral Negativa”, la vertiente filosófica que el ser humano no debe seguir
por constituir una involución en su proceso de desarrollo.
Al devoto de las tradiciones religiosas Orisa se le debe encauzar (en lo
posible), por el camino de la moralidad “ancestralista” (entiéndase de la
Religión Yoruba Tradicional y/o Ancestral), o sea, por el sendero del bien, a
la vez que se le aleja del peligro de una moralidad negativa representada
por todo aquello que pueda significar un retroceso en su desarrollo
espiritual. Y este proceder debe ser tomado en cuenta desde los primeros
momentos de la vida religiosa de un devoto. Esta enorme responsabilidad
recae sobre aquellos sacerdotes y/o sacerdotisas (babalawos, iyanifas,
babalorisas e iyalorisas), encargados de dirigir el culto en sus respectivos
Ilés, Linajes y/o congregaciones religiosas.

Sin embargo, el practicante (“iniciado” de cualquier nivel consagracional),


de la Religión Yoruba Tradicional y/o Ancestral, está obligado a conocer
los principios morales básicos que rigen esta religión, a la vez de aceptar
que dichos principios han sido concebidos “para ser cumplidos”, no para
“ser violados”. Partiendo de la base de que quien se acerca a beber de la
fuente de esta religión lo hace de manera puramente voluntaria y
espontánea, guiado(a) únicamente por los dictados de su libre albedrío,
entonces debe ser asumido que aceptar los preceptos de esta fe religiosa
incluye también la aceptación de su Etica o Filosofía de la Moral. Al
respecto, debe ser comprendido que practicar una religión determinada
implica también la aceptación tácita de sus condiciones morales, de lo
contrario no habría integración entre el ser humano y la fe religiosa en
cuestión.

Nosotros, los miembros “iniciados” de Ile Tawo Lona Orisa Sangó,


reconocemos y velamos por el estricto cumplimiento de tres categorías
morales principales en la práctica cotidiana de la Religión Yoruba
Tradicional y/o Ancestral. Una “Moral Básica” que se aplica a todos los
practicantes “iniciados” que no han arribado aún al nivel consagracional
“Elehan”, o sea, a la “coronación o asiento” de su Orisa gobernante. Otra
que se suma a la primera, y que se aplica a los sacerdotes (olorisas) de nivel
intermedio (babalorisas e iyalorisas). Y, finalmente la tercera que, a su vez,
también se suma a las dos anteriores, a saber, la que corresponde a los
sumos sacerdotes y/o sacerdotisas de Ifá (babalawos e iyanifas). Estas tres
categorías morales , como ha quedado explicado, son acumulativas en lo
que a contenido se refiere, y las mismas pueden ser expuestas a modo de
“ordenanzas” de la manera siguiente:

226
227

1ª- Etica y/o Moral Básica (aplicable especialmente a los niveles “Ileke”,
“Ajagun”, “Isefa” u “Onifa”).

2ª- Etica y/o Moral de Los Olorisas (aplicable especialmente a los


sacerdotes y/o sacerdotisas Orisa –nivel Elehan-, representados por
babalorisas e iyalorisas).
3ª- Etica y/o Moral de Los Awoses (aplicable especialmente a los
sacerdotes y/o sacerdotisas de Ifá –nivel Itefa-, representados por
babalawos e iyanifas).

227
228

ETICA BASICA:

1- No privarás de la vida a un semejante.


2- No difamarás, calumniarás ni levantarás falsos testimonios.
3- No mentirás.
4- No harás ni desearás mal a nadie.
5- No cometerás adulterio.
6- No desearás la mujer de otro hombre.
7- No desearás el hombre de otra mujer.
8- Perdonarás a tus enemigos y pedirás clemencia ante Olorun y los Orisas
para ellos.
9- Ayudarás a tus semejantes y practicarás la caridad.
10- Sentirás respeto por los mayores y los ancianos.
11- No serás eco ni fuente de comentarios dañinos a la moral y al
prestigio de tus semejantes.
12- No discriminarás a otro ser humano bajo ningún concepto.
13- Respetarás las ideas religiosas de tus semejantes, sean éstas cuales
fueren.
14- Respetarás y serás fiel a tus guías espirituales (Maestros, Maestras,
Padrinos y/o Madrinas de religión).
15- Vivirás en armonía con La Naturaleza.
16- No maltratarás a los animales.
17- Respetarás las leyes y reglas que rigen la vida de tu sociedad.
18- No robarás.
19- No caerás en vicio alguno.
20- Practicarás regularmente la confesión de tus faltas ante Los Orisas, y
cumplirás fielmente con el sacrificio y/o adimú que ellos te impongan
por penitencia como consecuencia de tus actuaciones impropias.
21- Atenderás regularmente y utilizarás de la forma que te ha sido
enseñada, los Ilekes y/o Fundamentos Orisa que hayas recibido
mediante consagraciones religiosas.
22- Llevarás a cabo la adoración y la practica diaria de la oración, de la
manera que te haya sido enseñada por tus mayores religiosos.
23- Cumplirás fielmente con las normas que rigen en tu Ilé, Linaje y/o
congregación religiosa Orisa.
24- Serás fiel y cumplirás siempre la voluntad de Olorun y los Orisas.
25- Adorarás a Olorun, a los Orisas y a los Ancestros.

228
229

26- No incumplirás juramento alguno.


27- Reconocerás en Olorun y en los Orisas a tus padres espirituales, y en
tus padres terrenales, a tus progenitores carnales.
28- Reconocerás a la muerte como un avatar más en la vida de tu
espíritu, por lo tanto, no le temerás.

ETICA DE LOS OLORISAS:

1- Cumplirás estrictamente con las “ordenanzas” de la “Etica Básica”.


2- Utilizarás la gracia que te sea concedida para ayudar a tu familia, a tu
comunidad, y por último, a ti mismo(a).
3- No realizarás ningún acto ritual desautorizado.
4- No comentarás con personas no autorizadas las intimidades de tu
religión.
5- No engañarás ni decepcionarás a aquellos que depositen su fe y
confianza en ti.
6- Respetarás el secreto de la confesión.
7- No utilizarás tus facultades mentales y/o espirituales con ánimo de
lucro.
8- Cumplirás siempre las normas y el protocolo de la práctica religiosa de
acuerdo a las enseñanzas de tus mayores espirituales y de tus linajes
religiosos.
9- Respetarás a tus ahijados o discípulos, y te comprometerás a
transmitirles las enseñanzas que les correspondan según sus respectivos
niveles sacramentales.
10- No aceptarás ni te harás partícipe de la crítica dirigida a otro sacerdote,
sea éste de Orisa, de Ifá o de otra fe religiosa.
11- Reconocerás a los babalawos e iyanifas como los sumos sacerdotes y/o
sacerdotisas de la Religión Yoruba Tradicional y/o Ancestral.
12- Reconocerás al Corpus Ifá como la única guía litúrgico-teológica de tu
religión.
13- No inducirás a ningún devoto y/o practicante a recibir iniciaciones y/o
consagraciones religiosas que no hayan sido estrictamente prescritas por los
Orisas y/o ancestros por medio de la adivinación.
14- Respetarás y no te inmiscuirás (ni de hecho ni de palabras), en las
labores propias de los sacerdotes y/o sacerdotisas de Ifá (babalawos e
iyanifas).
15- No percibirás retribución material por tu trabajo religioso, excepto lo
estrictamente estipulado por “El Derecho” de Orisa o Ancestros, el cual
siempre encontrarás a través de la adivinación Orisa (Obi, Obi Abatá y/o
Dilogun).
16- Eres sacerdote y/o sacerdotisa del Orisa gobernante que tienes
“coronado”, por lo tanto, sin autorización previa no te inmiscuirás (ni de

229
230

hecho ni de palabra), en las funciones de otros sacerdotes y/o sacerdotisas


consagrados a otros Orisas.
17- Para comunicarte con los Orisas, y recibir sus mensajes, te limitarás al
uso estricto de los oráculos establecidos por tu religión, a saber, el “Obi”, el
“Obi Abatá”, y el “Dilogun”.

ETICA DE LOS AWOSES:

1- Cumplirás cabalmente con las “ordenanzas” de la “Etica Básica”.


2- Cumplirás cabalmente con las “ordenanzas” de la “Etica de los
Olorisas”.
3- No renunciarás nunca a tu condición de Sacerdote Orisa a pesar de tu
investidura como sacerdote y/o sacerdotisa de Ifá (babalawo o iyanifa).
4- Respetarás siempre la función religiosa de los sacerdotes y/o
sacerdotisas Orisa, y no interferirás nunca (ni de hecho ni de palabra),
en las funciones propias de su rango, cuando las circunstancias así lo
determinen.
5- Transmitirás tus conocimientos a tus discípulos y/o ahijados.
6- En lo posible, practicarás y enseñarás la religión allí donde estuvieres e
intentarás crear tu propio “pueblo religioso”.
7- Respetarás y velarás, en lo posible, por el cumplimiento de la moral
religiosa de la Religión Yoruba Tradicional y/o Ancestral allí donde
estuvieres.
8- Guardarás fielmente los secretos religiosos de Ifá.
9- Serás ejemplo de moralidad, sabiduría y espiritualidad.
10.- Combatirás al mal (Ajogun), allí donde se encuentre.
11.- Guiarás por el buen camino religioso a toda tu familia espiritual
extendida. Defenderás siempre la integridad de tus hermanos y/o hermanas
babalawos e iyanifas.
12.- Defenderás siempre el derecho de la mujer a practicar el sacerdocio de
Ifá.
13.- Estudiarás Ifá durante toda tu vida.
14.- Serás “cabeza” del culto a los Orisas y a los Ancestros allí donde te
encuentres, y sólo quedarás religiosamente subordinado(a), ante awoses y
Oluwos mayores, cuando éstos estén presentes.
15.- En lo posible, trabajarás los oráculos propios de Ifá (Opele e Ikins).

Los que sean iniciados en el primer nivel sacramental (“Ileke” o “Collares


de los Orisas Fun Fun o de Fundamento”), deberán jurar por el
cumplimiento de las “ordenanzas” de la “Etica o Moral Básica”. Los
iniciados en el segundo nivel sacramental (“Ajagun” u “Orisas Guerreros”),
deberán ratificar por segunda vez el primer juramento. Los iniciados en el
tercer nivel sacramental (“Onifa o Isefa”, “Mano de Orunmila”), deberán

230
231

ratificar por tercera vez el primer juramento. Los que han “coronado” su
Orisa gobernante (nivel “Elehan”), y se han convertido en sacerdotes y/o
sacerdotisas Orisa deberán ratificar por cuarta vez su juramento por el
cumplimiento de las “ordenanzas” de la “Etica o Moral Básica”, así como
jurar por el cumplimiento de las “ordenanzas” de la “Etica y/o Moral de los
Olorisas”. Los que han recibido Ifá (Itefa), y se han convertido en
sacerdotes y/o sacerdotisas de Orunmila (babalawos e iyanifas), deberán
ratificar por quinta vez el juramento por el cumplimiento de las
“ordenanzas” de la “Etica o Moral Basica”; deberán ratificar el juramento
por el cumplimiento de las “ordenanzas” de la “Etica y/o Moral de los
Olorisas”, y deberán jurar por el cumplimiento de las “ordenanzas” de la
“Etica y/o Moral de los Awoses”.

La recepción de iniciaciones y/o consagraciones religiosas (a cualquier


nivel), es un acto puramente espontáneo y voluntario del creyente. El
cumplimiento de las “ordenanzas” de las normas éticas relacionadas, es
obligatorio, pero como consecuencia de una acción voluntaria del creyente.
Sin embargo, el incumplimiento injustificado de tales “ordenanzas”
conlleva a la expulsión del Ilé, Linaje y/o congregación. Pero, en general,
quien no desee verse obligado al cumplimiento de las “ordenanzas”
reseñadas (en cualquiera de los niveles sacramentales existentes), está en su
completo derecho a renunciar libremente a ello, y por ende, a sus
responsabilidades religiosas.

El cobro de los “derechos”:

“En nuestra religión –como todo en la vida-, todo tiene su precio, no se


hace nada sin cumplimentar éste, porque así ha sido determinado por los
Orisas...”

En una oportunidad Orunmila le dijo a sus hijos los babalawos e iyanifas:

“Vosotros teneis que enseñar a la gente que, pagar por el bien que se recibe
no es retribuir al pie de la letra; es agradecer, apreciar, respetar y
corresponder en alguna medida a los Orisas y a ustedes, sus sacerdotes y
sacerdotisas...”

Antes de que Orunmila emitiera a sus hijos el mensaje que acabamos de


citar, los babalawos predicaban y practicaban el bien a la humanidad
gratuitamente, vivían en la más absoluta pobreza y desposeídos totalmente
de bien material alguno. Se sustentaban, o al menos lo intentaban, de la
caridad publica, y se conformaban con lo que ésta, cada vez más

231
232

miserablemente, les concedía en reciprocidad por el incalculable bien


recibido. Sin embargo, llegó un momento en el cual los babalawos
comenzaron a padecer la miseria, el hambre, el frío y la muerte prematura,
mientras que para la mayoría de la gente el holocausto de estos seres
humanos les fue indiferente. Aún así, los babalawos prosiguieron en el
cumplimiento de su noble y sagrada misión, hasta que casi llegaron a
extinguirse por inanición. Ya sus fuerzas habían tocado fondo.

Mientras todo esto sucedía la mayoría de la gente se olvidaba rápidamente


del beneficio recibido de manos de aquellos religiosos. Muchos habían sido
curados de graves enfermedades, otros se habían salvado de mortales
accidentes, otros habían recuperado la felicidad y la paz de sus vidas y
familias, otros habían hecho grandes fortunas, otros fueron salvados de la
muerte y la desgracia, y así, la lista de beneficios obtenidos por la gente, de
manos de aquellos dedicados sacerdotes, se hacia interminable. Pero, sin
embargo, el ser humano ponía de manifiesto su febril egoísmo, al
desconocer de manera irrespetuosa las necesidades vitales de aquellos, por
cuya intermediación, habían recibido la caridad de los Orisas y ancestros.

Y, Orunmila prosiguió con el mensaje...

“Porque hasta hoy he visto con gran tristeza, cómo muchos seres humanos,
tan rápidamente olvidan el bien que reciben. Es menester entonces, ante tan
abusivo egoísmo, que vosotros no vivan a expensas de la buena voluntad,
la iniciativa humanitaria y la caridad de quienes cada vez más, demuestran
con sus actitudes, la indiferencia y el desprecio que sienten por todo
aquello que consiguen fácilmente. La mayoría de los hombres han
aprendido equivocadamente a darle valor material a todo lo que les
concierne. La mercadería que ustedes ofrecen no tiene un valor material,
porque ella misma, en sí, no es material; pero sin embargo, les puedo
asegurar que, la salud, el amor, la paz, el equilibrio, la vida misma y la
salvación que a través de ustedes ellos obtienen, no puede ser valorado
materialmente, porque ningún ser humano puede pagar el verdadero valor
que estos aspectos tienen en sus vidas”.

“Por todo lo que les he dicho hasta aquí, a partir de estos momentos toda
acción vuestra, a título personal o a favor de terceras personas, que
implique una participación directa o indirecta de algún Orisa o ancestro,
sea cual fuere ésta, tendrá que ser recompensada materialmente siempre,
mediante la ofrenda de animales u objetos valiosos de cambio, que
obliguen al beneficiario de nuestros favores, a demostrar en todo momento,
una acción reciproca que nos demuestre su disposición al sacrificio,
cualquiera que este sea, a cambio de la caridad incalculable que recibe”.

232
233

“El ser humano ha recibido de nosotros los Orisas la vida y la naturaleza


para que crezca, se desarrolle y se engrandezca mediante el sacrificio, la
honestidad, la justicia y el amor a sus semejantes. Grandes cosas hemos
hecho previamente para ellos a fin de facilitarles el camino, pero una vez
más ahora se hacen los desentendidos y se autoconsideran con el derecho a
recibir gratuitamente vuestro sacrificio unido a nuestros favores. Sin
embargo, ante tales actitudes, a partir de ahora nuestros favores y vuestro
trabajo tendrán que ser recompensados materialmente por todo aquel que
les requiera”.

“Cada babalawo deberá exigir siempre el `derecho de Orisa´ o


contrapartida material, previa o posteriormente a la consumación de su
trabajo. Y, dejará claro con cada cual, que el pago de esos derechos, en
ningún momento significará que se ha comprado el favor de los Orisas o
ancestros. El abono de los mencionados derechos siempre será una
representación simbólica del espíritu de sacrificio de la persona que solicite
vuestros servicios, pero a nosotros nos corresponderá siempre la última
palabra, con respecto a si concedemos o no, el favor solicitado, solamente
después de haber valorado si esa persona ha hecho lo suficiente para
merecer nuestra ayuda”.

“Los hombres deben dedicar sus vidas a labrar la madera, a cultivar los
campos, a cazar, a pescar, a curar enfermos, a enseñar a los niños, a cuidar
los animales, a las labores artísticas, a extraer las riquezas naturales...pero
también hay quienes tienen la sagrada misión de servir de intermediarios
entre los hombres y sus dioses, dedicando su tiempo y su vida a tan noble y
encomiable labor...¡y por ello tienen tanto derecho a recibir lo mismo que
los demás!. La labor de ustedes, es una labor tan socialmente importante
como cualquier otra, y por ello deben recibir lo necesario para vivir
dignamente entre sus semejantes. Por tanto, si la gente no es capaz de
reconocer en toda su magnitud el valor de vuestro trabajo, entonces que a
partir de ahora aprendan que la caridad hay que merecerla, que ésta
requiere acción y trabajo, que por ello también tiene un precio, y que a
quienes son aptos por sus consagraciones y Asé para tramitarla -vosotros-,
también tendrán que pagarles, en su justa medida, por su trabajo”.

“Por lo dicho, decreto que...:”

“No habrá acción vuestra, ni nuestra, que quede libre de derechos, excepto
cuando previamente nosotros dispongamos lo contrario. Ello significa que,
la caridad y su justa administración será cuestión exclusiva de vuestros
Orisas, y en ningún momento de alguno de vosotros. Si una persona, por

233
234

sus actitudes en vidas pasadas o en la presente, merece ser premiada con


una caridad, librándola de derechos, será exclusivamente un asunto a
determinar por nosotros, vuestros Orisas...”

A partir del momento en que el mensaje de Orunmila fue recibido por los
sacerdotes las cosas cambiaron mucho para éstos. La gente aceptó y se
adaptó rápidamente al “derecho”. Por ello, cualquier olorisa o babalawo,
donde quiera que se encuentre, esta obligado a cobrar los “derechos” de
Orisa para que sus rogaciones y trabajos tengan la bendición y el Asé
suficiente; de lo contrario, y sobre todo si la situación se repite, puede
llegar a perder el Asé y el privilegio que le ha sido otorgado por nuestras
deidades.

Después de repasar lo anterior, se comprende perfectamente porqué,


iniciarse o recibir los Ilekes (collares) de nuestra religión, cuesta dinero;
porqué recibir Ajagun (Orisas Guerreros), cuesta dinero; porqué recibir
otras consagraciones y fundamentos, cuesta dinero; porqué hacer Elehan
(asentar Orisa), cuesta dinero; porqué hacer Itefa (hacer ifá), cuesta dinero;
porqué realizar una simple rogación o ebó, también cuesta dinero.

También cada etapa de formación religiosa requiere un largo y duro camino


a recorrer, así como un gran esfuerzo y tiempo de la vida útil de una
persona, por lo cual ésta no sólo está limitada a recibir recompensa y
reconocimiento por parte de los Orisas, sino, también de sus semejantes.

Todo puede resumirse en largos años de esfuerzos y sacrificios en pos de


una formación adecuada que les permita a los iniciados, estar en
condiciones optimas para ayudar a los demás. No hay diferencias entre el
tiempo, el esfuerzo, el sacrificio, la disciplina y la dedicación que un
iniciado dedica a su formación religiosa dentro de la Religión Yoruba
Tradicional y/o Ancestral, y el que otro miembro de la sociedad, sea éste
quien sea, dedica a formarse en cualquier otra disciplina del conocimiento
humano. En ambos casos, tanto uno como el otro, son igualmente útiles a la
sociedad, y por tanto, poseen los mismos derechos a ser remunerados
material y espiritualmente por su trabajo.

No hay motivos lógicos y razonables para pensar que un sacerdote y/o


sacerdotisa Orisa, por el simple hecho de ser un religioso(a), está
obligado(a) al altruismo...entonces, ¿quién le brindaría el sustento a este
sujeto?. ¿Cómo se calzaría y se vestiría?. ¿Cómo cubriría sus gastos más
elementales?. ¿Cómo y dónde viviría?. ¿Cómo podría acceder a la salud
pública, a los hospitales, a la asistencia médica en general?.

234
235

A pesar de que el propio Orunmila ya lo reconoció una vez, ¿creen vosotros


que nuestro sacerdote y/o sacerdotisa, de verdad, podría vivir a expensas de
la voluntad y la caridad pública..? ¡Claro que no es posible!.

A un médico cualquiera -el cual lógicamente ha comprometido su vida bajo


el obligatorio juramento hipocrático de no denegar jamás el auxilio a un ser
humano-, cuya labor social es inminentemente humanitaria e importante
para preservar la salud de la sociedad en la que vive, si no se le paga una
retribución por sus servicios, sencillamente no trabaja, pues aunque quiera,
humanamente no puede hacerlo. Tampoco a nadie se le ocurriría que éstos
vivieran de la caridad pública o de la voluntad de la gente; si ello fuese así
no existirían médicos en nuestra sociedad, pues nadie estaría dispuesto a
pasarse años estudiando para al final quedar a expensas de la voluntad
ajena. Sin embargo, a pesar de que la profesión de médico implica un alto
sentido de la humanidad y el sacrificio por los demás, una gran parte de
nuestros médicos lucran y se enriquecen con su “humanitaria profesión”
exigiendo precios elevadísimos -a veces impagables por los desposeídos-,
por cualquier intervención quirúrgica o por un simple tratamiento para
adelgazar. Pero la gente parece aceptar esto como algo inexorable, que
tiene que ser así, porque sí, y nada más.

Mientras todo esto es una realidad, a mucha gente no se le ocurre pensar


que un sacerdote nuestro también dedica toda su vida a estudiar y a
prepararse para ayudarles de muchas maneras. Es como la ley del embudo;
lo ancho para unos y lo estrecho para otros. ¿Y, por qué?. Piénsenlo
vosotros mismos y verán que es una total injusticia social. Tal vez algunos
piensen que sacerdote y/o sacerdotisa puede ser cualquiera, y que detrás de
estas ocupaciones se encubren muchas formas de fraude y engaño; ello es
cierto también, pero, ¿acaso no hay también muchos profesionales
malvados e inescrupulosos en nuestra sociedad?.

Para mucha gente es muy fácil pensar que por un bien recibido del más
allá, por mediación de un sacerdote, el pago por los servicios de éste corre
exclusivamente a cargo de los dioses. Aquí se aplica estúpida y
egoístamente la relación patrón y empleado; estiman que como el sacerdote
es empleado de las deidades, son estas las que deben recompensarle por su
trabajo...¡nada más absurdo!.

El sacerdote y/o sacerdotisa Orisa también es un ser humano; nace, vive y


muere como todos los seres humanos; básicamente tiene las mismas
necesidades materiales de vida que los demás, y el servicio social que

235
236

presta a la humanidad, lo realiza en la tierra, entre los seres humanos, por


tanto; también tiene que vivir como seres humanos.

Capítulo XV

Filosofía

“Si la noche no cae en presencia de uno es


difícil caminar en su oscuridad. Uno sólo
puede caminar fácilmente por un camino
oscuro cuando lo ha visto en la claridad”.

Ifá.

Lo Previo:¡Error! Marcador no definido.

La experiencia es punto de partida hacia el conocimiento, pero aquella no


será la única vía que existe hacia éste. En honor a dicha experiencia debo
aceptar que ésta estimula y activa el poder cognoscitivo del ser humano a
través de los objetos, procesos y cosas que impresionan sus sentidos,
obligándole a crearse imágenes y arquetipos mentales que conllevan al

236
237

razonamiento y posterior entendimiento, después de un proceso meditativo-


comparativo selector y clasificador de sensaciones identificativas de tales
impresiones. Entonces como "sucesivamente concebido" podríamos afirmar
-como he dicho de alguna manera antes-, que, a la sabiduría sin experiencia
no puede accederse, así como tampoco se pueden valorar adecuadamente
dichas experiencias si se carece de la más elemental sabiduría.

Sin embargo, aquí vengo a hablar de otro camino hacia el conocimiento, el


cual es ajeno a la experiencia como tal. Considero la posibilidad de que lo
que se aprende a través de lo consumado (la experiencia), sea de por sí una
mezcla de realidad objetiva e imaginación creativa (esta última provocada
por nuestra natural potencialidad cognoscitiva). Quiero decir que dentro de
cada cual existe una sabiduría que subyace de por sí, la cual existe como un
ultrasentido que se retroalimenta de intuiciones que no dependen
directamente de la experiencia ni de los mensajes que impresionan los
sentidos. La citada facultad cognoscitiva la denomino previa y, está
desvinculada de cualquier fuente del conocimiento que se adquiere a través
de lo consumado, o sea, de la experiencia temporal. Esta facultad del
conocimiento previo también la denomino inspirativa porque está inspirada
por los Orisas y por los Eguns (¿de dónde sino?).

Pero el calificativo "previo" que doy a esta faceta del conocimiento no es lo


suficientemente exacto por sí mismo para demostrar sus reales cualidades y
posibilidades implícitas. Ciertamente que una intuición previa sobre algo que
aun no es experiencia nos puede dar una imagen más o menos exacta de ese
algo, pero también ello puede deberse, a su vez, a una determinada
experiencia anterior al evento en sí. Sin embargo, "lo previo", a lo cual me
refiero aquí, para que sea tal cosa, debe estar completamente desvinculado de
toda experiencia personal o colectiva, por muy sutil que ésta sea. Más
claramente aún, que si "lo previo" está contaminado con alguna experiencia,
entonces no es tal cosa. Entonces tenemos que, conocimiento previo y
conocimiento por experiencia son dos categorías diferentes del saber
humano. Entonces resultaría imperativa la pregunta, ¿cómo identificar un
conocimiento previo de otro que no lo es?

La respuesta no es tan sencilla como parece porque la vida práctica


demuestra que muchas veces cuando se percibe por la experiencia que alguna
razón externa posee ciertas y determinadas cualidades intrínsecas, en dicho
mensaje va implícito que esa realidad podría ser también otra muy diferente,
lo cual determina un rango de posibilidades dialécticas a esa realidad. En
correspondencia con ello, si cuando se concibe el acontecimiento éste no da
alternativas, más que la razón estática e inamovible, y no ofrece alternativas
susceptibles a los cambios cualitativos y cuantitativos en el espacio-tiempo, o

237
238

sea, que su concepción en nuestras mentes resulta única y exacta, que niega
por sí misma la posibilidad a otro tipo de juego interpretativo, entonces nos
encontramos ante un conocimiento previo.

Lo previo entonces responde a un proceso único en su tipo que debe exhibir


al menos dos cualidades implícitas, a saber; ser excluyente de excepciones y
alternativas interpretativas y, poseer unicidad y exactitud en su contenido.
Cuando ambas cualidades son cumplidas por un conocimiento podemos
asegurar que éste es absolutamente previo y ajeno a toda experiencia
sucesivamente concebida. Entonces es ahí donde podemos encontrar con
seguridad la existencia de un conocimiento materialmente inexistente, pero
sustancialmente evidente por obra y gracia de los seres superiores que nos
influyen en nuestro desarrollo.

Pero cuando afirmo que un conocimiento previo está despojado de toda


experiencia sucesivamente concebida, aquí tampoco niego la posibilidad
absoluta de que para que ese tipo de conocimiento exista, éste a su vez, sea
derivado en cierto modo de un acontecimiento antecedente, aunque éste sea
trascendental e infrahumano. Sólo me refiero estrictamente a que, en tiempo
real, lo previo no debe su existencia a ninguna experiencia o fuente del saber
probablemente cognoscible por el hombre como ente material y corpóreo. Lo
previo es, sí, en cierto modo, una deuda con la experiencia, pero la que es
trascendental y suprasensible, no de alguna que sea accesible por la
experiencia directa del ser humano o su Emí. Consecuentemente puedo
afirmar entonces que lo previo es un modo de intuición o precognición no
resultante de lo consumado de la experiencia inmediatamente humana, pues
aquel abarca todas las fuentes del conocimiento trascendental y material, sin
que podamos enmarcarlo en una lógica originaria adecuada a nuestro sistema
de razonamientos lógicos limitados por nuestros conceptos espacio-
temporales.

La experiencia directa y las sensaciones nos hacen acumular conocimientos,


y por ende, sabiduría, ello es innegable. Pero estos conocimientos están
siempre limitados y sujetos a normas de convivencia éticológicas que los
limitan a la hora de llevarlos a la práctica. Sin embargo los conocimientos
previos o intuitivos, por no responder a normas preestablecidas por la
experiencia espacio-temporal de la vida de Los Mundos, no responden a la
lógica común y corriente, aunque se refieran a cuestiones existenciales. Ellos
vienen a nosotros, entran en nuestras mentes, nos crean estados de opinión y
nos dan conocimientos previos o intuitivos sobre cosas y procesos, a veces
muy exactos, y ni tan siquiera somos capases de explicarnos coherentemente,
de dónde proceden esas maravillas del pre-entendimiento intuitivo. ¿Cómo
llegan a nosotros y de dónde proceden esos conocimientos?.

238
239

Pero, ¿acaso no hemos aprendido que todo efecto tiene su causa?. Si


aplicamos esta razón al objeto de nuestra discusión (lo previo), y decantando
posibilidades llegamos a la conclusión de que por mucho que queramos
buscar esa causa dentro de nuestra particular y limitada lógica no la
encontraremos por más esfuerzo que hagamos, entonces debemos pensar que
la respuesta a dicho enigma está más allá de nuestro entendimiento racional,
¿porqué no ha de ser así? Entonces también cabría preguntarse, ¿y cómo algo
que está más allá de nuestra lógica nos afecta tan directa y cotidianamente en
lo más recóndito de nuestras mentes? Esto se podría responder con otra
interrogante similar a la anterior, ¿y porqué no ha de ser así? La vida de las
criaturas de los Mundos está constantemente plagada de acontecimientos
comunes y corrientes que el entendimiento no puede justificar de acuerdo a
las normas de su lógica, y sin embargo, ahí están y por ello la vida no deja de
serlo.

Debe acostumbrarse el hombre a la idea de que sus facultades cognoscitivas,


a medida que se desarrollan, van abandonando cada vez más los tradicionales
escenarios de las experiencias espacio-temporales y a que aquellas se
extiendan hacia límites insospechados mucho más allá de las fronteras de la
imaginación dando esto como resultado a una sabiduría cada vez más
sofisticada y trascendental la cual no es obtenible por medio de experiencia
tradicional alguna, por intensa que ésta sea. Es a partir de este trascendental
proceso que denomino "proyección cognoscitiva", cuando el hombre inicia el
verdadero lanzamiento de su conciencia hacia un plano desconocido del
saber, donde casi todo conocimiento llega a su entendimiento por la vía de lo
previamente intuido, quedando muy poco lugar para la experiencia. A partir
de ese momento el ser humano es capaz de investigar y conformar brillantes
pensamientos de hermosa creatividad intelectiva. Es como si la mente se
integrase cada vez más a un grandioso mecanismo que la retroalimenta de
cuanto precisa (y más), para pensar y pensar, cada vez más coherente y
acertadamente.

Gracias a estos conocimientos previos se es capaz de recibir todo lo que se


debe conocer sobre algo que no es evidente por la experiencia, porque los
hechos de los cuales se derivan aquellos no están aún consumados en el
tiempo y el espacio en que se vive. Entonces no hay otra alternativa que
deducir que esos previos conocimientos que aportan tanta sabiduría intuitiva,
la cual no es posible obtener por medio de la experiencia cotidiana, son
otorgados por "alguien o por algo" para el óptimo perfeccionamiento y
desarrollo material y espiritual del ser humano, mientras éste de por sí, no es
capaz de crear tales conocimientos a priori a costa de la simple imaginación
(ni mucho menos), para que aquellos le sirvan de guía cuando transita por los

239
240

senderos de la vida. Sólo la gracia de Olorun y los Orisas posibilita esta


grandiosa comunicación trascendental entre nuestras simples y limitadas
inteligencias y la gran "Memoria Universal" en la cual toda experiencia y
conocimiento infinitamente posible, está sabiamente preconcebido, dispuesto
y disponible para todo aquel, cuyo libre albedrío le guíe por el sabio camino
de la sabiduría.

Resumo afirmando entonces, que toda sabiduría se debe a las experiencias y


sensaciones, así como a los conocimientos previamente intuidos procedentes
de la Gran Memoria Universal que afecta los sentidos, independientemente
de las virtudes del libre albedrío de cada cual. Que estos previos
conocimientos permiten intuir y conocer verdades a las cuales no puede
accederse por la vía de las experiencias tradicionales. Por lo tanto, el hombre
a medida que perfecciona sus naturales atributos está más conectado a lo
intuitivo, y por ende, a lo previo, fuente real de la sabiduría trascendental,
único y natural medio de comunicación que posee para mantener su contacto
con lo desconocido, procedente de otros planos existenciales superiores.

En la medida que el ser humano desarrolle las facultades intuitivas previas, o


lo que es lo mismo, el conocimiento a priori de las cosas y los procesos, se
acercará más y más a la verdadera sabiduría, así como será cada vez más
capaz de servir de puente entre su plano existencial y los que cohabitan en los
Mundos de forma paralela. Es por ello que, advierto de la necesidad
imperativa de transitar cada vez más por los planos del conocimiento
intuitivo previo, a través de la permanente ejercitación, como única vía
estable y segura hacia la integración de la mente y el espíritu con los demás
planos existenciales, con Olorun, las Deidades y los Eguns. Sólo mediante la
elevación de las respectivas capacidades intuitivas, determinadas por los
conocimientos previos, se estará en condiciones de alcanzar el estadio divino
de la universalidad que posibilita la cohabitación paralela en los planos
existenciales necesarios para la proyección de las conciencias.

Capítulo XVI

Adivinación

240
241

“La boca que no se calla y los labios que


no dejan de moverse solo traen problemas”.

Ifá.

Adivinación:

La adivinación yace en el mismo centro de la práctica religiosa y del


desarrollo del carácter yoruba. La adivinación se percibe como ese estado
místico de comunión con las divinidades reveladas por Ifá/Orunmila. Cada
ramificación de yoruba en el Nuevo Mundo respeta las diferentes formas de
adivinación nacidas del Corpus Ifá. Babalawo (sumo sacerdote), babalorisa
(sacerdotes Orisa), iyalorisa (sacerdotisas Orisa), y en cierto grado los
aborisa (devotos que aún no pertenecen a la orden sacerdotal), todos
utilizan la adivinación con el fin de:

1. Encontrar los mensajes de las Escrituras Ifá.


2. Averiguar qué ofrendas esperan recibir los Orisas.
3. Averiguar si los Orisas aceptan las ofrendas.

241
242

Los útiles adivinatorios difieren en cada uno de los niveles del sacerdocio,
si bien pueden aplicarse a todos los instrumentos para revelaciones o
consultas a las divinidades. El sumo sacerdote emplea los “Ikin” (nueces de
palmera), el “Opon-Ifá” (tablero adivinatorio), y/o el “Opele” (cadena
adivinatoria). El O’lorisa (sacerdote/sacerdotisa Orisa), emplea los
“merindilogun” (dieciséis conchas de cowri). El aborisa comienza con el
“Obi” y el “Obi Abata” para la práctica fundamental de la adivinación. Sin
embargo, el Obi y el Obi Abata también son utilizados por todos los niveles
de las órdenes sacerdotales.

El Oráculo del Obi (el coco)

Introducción:

A muchos iniciados en la Religión de los Orisas Yorubas (incluidos los


sincretismos yoruba-católicos del Nuevo Mundo), a pesar de habérseles
entregado los Orisas o Santos Guerreros (Ajagun), no se les ha enseñado a
hablar con Elegua a través del Obi (el coco). Eso es un grave error porque

242
243

quien tiene su Elegua de masa recibido junto a los demás Orisas Guerreros
tiene todo el derecho a saber cómo hablar con sus Orisas a través del coco.
Negarles tal conocimiento es una grave violación de los principios
religiosos, y una afrenta a los Orisas. Por ello, he aquí todo lo que un
iniciado necesita saber para “darle coco a sus santos u Orisas”, hablarles en
lengua “Anagó” (también válida para los sincretismos), sin temor a incurrir
en ningún acto de profanación religiosa, ¡pues es su derecho!.

Decimos que todos los Orisas “hablan” por el coco; también los ancestros
o espíritus (Eguns), sean oscuros o de luz, expresan sus voluntades y se
comunican con nosotros a través del Obi.

Para el iniciado en la Religión de los Orisas, el verdadero estudio de la


teoría y la práctica del Obi comienza por el aprendizaje de la liturgia previa
y los rezos en lengua yoruba que anteceden siempre a la tirada del coco;
esto es parte del ritual que precede o acompaña la actividad esotérico-
religiosa, al menos en esta milenaria religión. Para quienes practican el
oráculo como parte de su formación religiosa, es de vital importancia tener
en cuenta el cumplimiento de esa liturgia. Paralelamente, para aquellos no
iniciados en religión, el aspecto ritual señalado carece de importancia; estas
personas pueden limitarse en todo momento a desarrollar solamente la
mecánica de las tiradas e interpretaciones, sin tener en cuenta los aspectos
litúrgico-religiosos que deben tener presente los devotos iniciados.

Al estudiar los nombres y significados de las cinco Letras u Odus


principales del Obi (equivalentes a las cinco posibles combinaciones que
forman los cuatro pedazos de coco al caer), el consultante recibirá
exclusivamente respuestas “afirmativas o negativas” a las diferentes
preguntas concretas que él mismo habrá realizado mentalmente o en alta
voz; o sea, respuestas de ‘SI’ o ‘NO’, que le brindarán los cuatro trozos de
coco frescos, recién abiertos y cortados, o los cuatro pedazos de cascarones
secos (previamente consagrados y ritualizados por un Olorisa o Babalawo
en caso de que el oráculo tenga un uso de carácter religioso). A este nivel
oracular el Obi “no habla más”, sólo se limita a responder afirmativa o
negativamente lo que se le pregunta.

Los nombres de las Letras u Odus (tal como se conocen en la Religión


Yoruba Tradicional y/o Ancestral y en la mayoría de sincretismos
iberoamericanos), que se forman al tirar los cuatro pedazos de coco son los
siguientes:

Letras u Odus:

243
244

 ALAFIA...................OOOO

 OTAGWA................OOOX

 EJIFE........................OOXX

 OKANA....................OXXX

 OYEKU....................XXXX

Nota: El símbolo “O” representa a la parte cóncava del pedazo de coco


(Obinu), o sea, a la parte blanca cuando el mismo es fresco. El símbolo
“X” representa a la parte convexa del pedazo de coco (Obinu), o sea, a la
parte oscura o de la masa cuando el coco es fresco.

PASOS PREVIOS A LA TIRADA DEL OBI, A LA MANERA DE


ALGUNOS SINCRETISMOS YORUBA IBEROAMERICANOS,
SÓLO CUANDO ES CON COCO FRESCO.

1. Encienda una vela y dedíquela a la entidad sobrenatural (Orisa o Egun),


a la cual va a interrogar con el Obi (usted aprenderá posteriormente que
“sin fuego, sin ofrenda y sin pago de derechos nada puede hacerse en
esta religión”).

2. Proceda a ofrecerle al menos aguardiente o ron (otí) y humo de puro


(hasha) en abundancia a la entidad elegida para la consulta, cuyo
“Fundamento” ha colocado previamente ante sí.

3. Tenga a mano un coco seco y pártalo teniendo la precaución de recoger


su agua en un vaso. Separe toda la masa blanca de la cáscara y
seleccione cuatro pedazos cuadrados de la masa para tirarlos y
“preguntar” a la entidad. Lave toda la masa con agua corriente
(contrariamente a lo que se cree, esta religión es extremadamente
limpia, razón por la cual hay que velar celosamente por la limpieza en
todo momento). Coloque en un plato blanco los cuatro pedazos de masa
seleccionados, y coloque en otro plato el resto de la misma.

4. Los dos platos con coco y el vaso con el agua que recogió al abrir éste,
los coloca en el suelo, delante del “Fundamento” de la deidad a

244
245

interrogar. Como se sabe, dicho “Fundamento” previamente se habrá


colocado en el suelo al proceder con el paso nº 1.

5. Prepare en una vasija (preferentemente de cerámica o de barro), un


saraeko con los siguientes ingredientes:

Agua de lluvia, agua de río (no sirve del grifo), granos de maíz tostado,
pedazos pequeños de pescado ahumado, manteca de corojo, melado o
miel de caña, miel de abejas, cascarilla, hierba prodigiosa, salgazo o
lengua de vaca (existen otras si éstas no se encuentran, para ello
consulte a su maestro o padrino de religión).

La cantidad de granos de maíz tostado, así como de los pedazos de


pescado ahumado dependerán siempre del número correspondiente al
Orisa que se vaya a consultar. Preferiblemente las hierbas deben ser
frescas, recién traídas del monte, pero también pueden ser secas, de las
que venden en los herbolarios o botánicas. En general, las propiedades
esotéricas de las plantas nos se pierden con su desecación (vea algunos
comentarios al respecto en la sección “Artículos”).

6. Con sus dedos vierta unas gotas del agua de coco del vaso sobre el coco
de los dos platos, y delante y sobre el “Fundamento” de la deidad a la
que le va a preguntar, mientras pronuncia el siguiente rezo en lengua
sagrada:

“Omi tuto, ana tuto, omi Olorun a Elegua tuto elei, tuto laroyé”

(Agua fresca para Olorun y Elegua. Agua fresca para hablar con
claridad y evitar los malos augurios).

7. De las cuatro esquinas de cada uno de los cuatro pedazos de coco


seleccionados (Obinus) para preguntar, arranque con la uña tantos
pedacitos de masa o carne del mismo como sea el número que se
corresponda con el Orisa o entidad que se interroga. Deje caer estos
pedacitos sobre el mismo plato. A estos fragmentos de coco arrancados
por usted se les denomina pikutis. Al terminar deje caer todos los
fragmentos que se han acumulado en el plato, sobre el “Fundamento”
del Orisa. Ejemplos de números que corresponden a distintos Orisas o
entidades:

 Elegua.............................. 3
 Ogún y Oshosi................. 7
 Sangó............................... 6

245
246

 Osún................................ 5
 Yemoja............................ 7
 Oyá.................................. 9
 Obatalá............................ 8
 Orunmila.........................16
 Egun................................ 9

En general, estos números identificativos de deidades y Egun los conoce


el iniciado cuando se adentra en otros estudios de carácter religioso.

8. Proceda a mojubar, comenzando por Elegua, en el orden y la forma en


que se señala a continuación. El imprescindible aprender por lo menos
estos rezos de memoria en la lengua sagrada en la que están escritos,
para que el registro o consulta tenga todo el Asé y la fuerza que imprime
el sonido de este lenguaje ceremonial. (Al respecto los iniciados
estudiarán más adelante la magia de los sonidos en los rituales).

A continuación de cada rezo de saludo se expone una traducción


genérica de lo que más o menos quieren decir, pues una traducción
literal exacta prácticamente no es posible.

Rezo a Esu/Elegua:

“Alaroyé akí loyú barabá Esu Bóru, Ború Bí, Esu Boshishé, Esu Bara,
Barakikeño”.

(Saludo y solicito a Esu, licencia para iniciar este acto adivinatorio, y


que todo sea para bien, gracias a la intermediación de Esu, el dueño de
los caminos de la vida).

Rezo a Ogún:

“Ogún Shibirikí alá oluakobu, Oké Babá mí, Suí Birikí kualotó ni güá,
Osún duro gaggo la bo sié”.
(Ogún, patrón y dueño del monte y el hierro. Padre guerrero te saludo y
solicito tu bendición para este acto que voy a realizar).

Rezo a Oshosi:

“Oshosi o de Mata, si duró, orú dú ro mala”.

246
247

(Oshosi, patrón de la caza y sustentador de los hombres, solicito


humildemente su bendición y permiso para comenzar).

Rezo a Obatalá:

“Obatalá Oba tasí, Obada bada badanera, ye okúlaba


okuala Asé olobo, Asé omó Asé arikú Babágüa,
Obatalá dibenigüá binike alá lolá Asé afiyú Ocha
Alí lala abi koko alá ru matí lé”.

(Obatalá, rey de dioses, padre de hombres y deidades, poderoso señor de


los cielos que estás junto al Supremo Creador, te pido tu sagrada
autorización para iniciar el registro).

Rezo a Sangó:

“Plueko Asossaín a katá jéri, ¡Kawó, Kabiosilé! Ayá tután ayá latyí
apendé uré, Aláfia kisiéco tu ni yeinjeni ogán, gelé yúo akuré orí
kasagún”.

(Príncipe de la guerra, el fuego y el rayo, dios de gran poder, cercano al


Supremo Creador, pido tu licencia para emprender esta consulta).

Rezo a Yemoja:

“Iya mío atará magüá mío, jojó asharé Ogún, ayabá tigüá Odún, O Mío
Yemayá Asayobi, Olókun. Aboyó yogún ewó eyá ewó mi emi boshé, Iyá
alonú akará biabé. Yemayá iguére ekún asayabío Olókun ya bí elede
omó arikú alalajara, dé yeíoma kamari Ikú kamarí arún, kamarí eyó,
kamarí ofó, kamarí yem bipéne”.

(Madre mía, diosa mía dueña de mi alma y corazón, te pido que por tu
sagrado intermedio, Olókun y los demás dioses del cielo y de las
profundidades de la Tierra y el mar, me den su apoyo en esta misión que
ahora voy a comenzar. Y líbrame de la muerte, la enfermedad, la
tragedia, la maledicencia y la envidia de quienes no me quieren bien).

Rezo a Osún:

247
248

“Osún igüá Iyá mío, igüá Iyá mío, Iko bo si Iyá mi güasi Iyá mío.
Yaloddé oguidó abalá abé de bu omí male adó. Elegüeni kikirisokedé to
she ni kuelé Yeyé moró”.

(Osún, mi madre sagrada, dueña del río y de las aguas dulces que
conforman tu cuerpo. Reina del amor, la fertilidad y las riquezas. Osún
Yalodde, bendíceme en este acto con todo tu poder, investida bajo tu
otro poderoso camino de Yeyé Moró, con el cual arrasas con las
dificultades y los obstáculos de la vida de tus hijos).

Rezo a Oyá:

“Yanza Orire omá lelu, Oyá Koyé, kofiedeno, Oyá ayí lo da, ayí memó
omi entí, omó cué cué ayé Orunmila mío talembe mi lá. Jékua jei,
Yansa, Iyansa, oro Ikú jerí obini dodó”.

(Reina del mundo silencioso de la muerte. Oyá, poderosa diosa de la


centella y de la guerra dame tu bendición, otórgame fuerzas para vencer
las dificultades de la vida y las pruebas que ahora me vendrán. Dame tu
Asé y tu bendición).

Rezo a Ibejis:

“Ibeji oro omó mo kué, o Orunmila apeteví ayaí, ainá aibá igué Ideú,
Kaindé”.

(Ibejis, Orisas poderosos, hijos de Sangó y Osún, dioses de la guerra y


el amor. Vencedores del mal. Les imploro vuestra protección y
bendiciones).

Rezo a Inle:

“Inle Malekueo ara kabo aragüá, Inle Aragüa niyé”.

(Inle, médico divino de los Orisas. Dame tu Asé y tu bendición para


llevar a cabo esta labor).

9. Ahora deberá mojubar a los Babalawos y Olorisas

248
249

muertos (aunque Ud. no haya conocido a ninguno,


este acto es simplemente para presentar sus
respetos a los sacerdotes difuntos para que sus
espíritus le den el Asé y el poder que necesita).
En este caso también está pidiendo la bendición a
los espíritus de su cuadro espiritual y a sus
familiares y amigos muertos. Dice así uno de los
rezos:

“Bogwó imaworo Iyalocha, Babalocha, Babalawo Oluoricha. Ikú


embelese ibaé, bayeral bayen tó nu... (en este punto menciona los
nombres de los difuntos), y a todos los Oluwos que están Ikú Ibaé.”

(A todos los sacerdotes, de todos los rangos y niveles consagracionales,


les saludo desde este mundo material y les pido bendiciones para esta
labor. Especialmente saludo a...(aquí menciona los nombres de los
sacerdotes difuntos que le sean conocidos, si es el caso...) presento
también mis respetos a todos aquellos que me fueron desconocidos y
que hoy descansan en el mundo de los muertos).

10.En este punto solicita permiso a su maestro(a), padrino o madrina


(presentes o ausentes), diciendo:

“Kinkamaché mi padrino... (nombre del padrino)”


“Kinkamaché mi madrina...(nombre de la madrina)”

(Su bendición mi padrino... Su bendición mi madrina...)

11. Nuevamente se moja las puntas de los dedos de una de sus manos y
deja caer unas gotas del agua del coco del vaso (tres veces) delante u
sobre el “Fundamento”, repitiendo otra vez el rezo ya descrito en el paso
nº 6.

12. Del saraeko que hizo (mencionado en el pto. 5), vierta un poco en las
cuatro esquinas de la habitación donde va a tirar el Obi y eche otro
poquito hacia fuera de la casa para evitar las “letras malas”, y por si
alguna saliera, que el Orisa diga cómo quitarlas. Mientras hace el riego
pronuncia el rezo siguiente:

“Chubú meta dí omi tuto, ilé kun mi da bobo ilé tuto, okán tuto, aché
tuto, omi tuto bogbo wa di ilé, tuto awó, arikú Babagüa”

249
250

(Agua fresca para refrescar la casa, para refrescar la puerta, para


refrescar la cabeza, las esquinas de este lugar, y para evitar los
obstáculos y los malos augurios en este registro).

13.Una vez cumplimentado todo lo anterior se pronuncia el mismo rezo de


Elegua que se ha expuesto anteriormente en el punto nº 8.

14.Ahora proceda a tomar los cocos con la mano derecha (aunque Ud. sea
zurdo), y con la mano izquierda toque ligeramente la mano donde tiene
los cocos y el suelo (hágalo tres veces seguidas), agachado(a) en
cuclillas delante del “Fundamento”, (¡nunca arrodillado(a)!), y diga con
cada toque de la mano en el suelo:

“Akueye ogüó, Akieye ona, ariku Babagüa”.

(Hábleme claro y que no haya perturbación. Su Asé y su bendición).

15.Póngase la mano con los cocos sobre el corazón y diga:

“Unilé Obí Elegua”

(Deme sus mejores mensajes, Obi de Elegua).

16.Junte las dos manos con los cocos, haga un movimiento circular tres
veces en contra de las manecillas del reloj y deje caer los cocos al suelo
al tiempo que dice:

“Obí Ekué” (Obi hábleme con claridad).

Hasta aquí los pasos previos o preparativos que anteceden la tirada del Obi,
los cuales forman parte de la liturgia religiosa que usualmente se lleva a
cabo en los países del Nuevo Mundo donde es practicada La Religión de
Los Orisas Yorubas.

Es necesario aclarar que me he limitado a describir sólo uno de los


procedimientos litúrgicos, pero debe saber el lector que existen infinitas
variantes al respecto, pues cada grupo social ha establecido sus propias
individualidades en tal sentido. Incluso hay ocasiones en que el
procedimiento varía entre los propios templos, casas de culto, o sacerdotes
de la misma región, comarca o país. Esto es representativo de las múltiples
interpretaciones que en cada lugar se tienen de este procedimiento.

250
251

Ciertamente la esencia del acto religioso en sí es similar, aunque las


liturgias sean diferentes. Deidades, ancestros o Egun principales son los
mismos para todos, lo cual determina la homogeneidad de la estructura
religiosa, a pesar de las distintas idiosincrasias de los grupos sociales que
componen el Nuevo Mundo. Todos consultan el Obi, y consideran
fervientemente que detrás de esos pedazos de fruto previamente
consagrados para llevar a cabo la adivinación, están deidades y espíritus
para responder siempre con certeza a las preguntas de sus hijos del mundo
material.

PASOS PREVIOS A LA TIRADA DEL OBI, A LA MANERA DE


ALGUNOS SINCRETISMOS IBEROAMERICANOS, CUANDO SE
UTILIZAN COCOS SECOS CONSAGRADOS.

En caso de que no se utilizara coco fresco, sino las cáscaras de coco seco
previamente consagradas por un sacerdote, se procederá de la manera que
se describe a continuación:

1. Igual al pto. 1 anterior.


2. Igual al pto. 2 anterior.
3. Igual al pto. 5 anterior.
4. Igual al pto. 8 anterior.
5. Igual al pto. 9 anterior.
6. Igual al pto. 10 anterior.
7. Igual al pto. 12 anterior.
8. Igual al pto. 13 anterior.
9. Igual al pto. 14 anterior.
10.Igual al pto. 15 anterior.
11.Igual al pto. 16 anterior.

PASOS PREVIOS A LA TIRADA DEL OBI, A LA MANERA DE LA


RELIGIÓN YORUBA TRADICIONAL Y/O ANCESTRAL.

Los yorubas, allá en Nigeria, y en las auténticas comunidades religiosas


ancestrales que existen en el Nuevo Mundo, llevan a cabo el procedimiento
de adivinación con el Obi de manera muy simple. Previo a la tirada,
solamente proceden así:

251
252

1. Toman agua en un recipiente y con ella rocían los cuatro pedazos


frescos de coco (también pueden ser cocos previamente consagrados, o
los mismos del Obí Abatá), pronunciando el siguiente rezo, agachados
frente al fundamento del Orisa:

“Ago Obi, Ago Obi, Ago Obi, Obi ni ibi Iku, Obi ni ibi orun, Obi ni ibi
ofo, Obi ni ibi fitibo, Obi ni ibi idina”

(Escucha Obi, tú ahuyentas la muerte, tú previenes la enfermedad, tú


previenes la desgracia, tú impides que seamos derrotados. Aparta los
obstáculos de mi camino).

2. Sostienen los cocos en la mano izquierda y con la derecha golpean el


suelo tres veces, dirigiendo una súplica, también en lengua sagrada, al
Orisa que se consulta, como sigue:

“Ile mo ki e o, Ile mo ki e o, Ile mo ki e o”

(Santuario, yo te saludo).

3. Colocan los cocos en la mano derecha y con la mano izquierda golpean


el suelo tres veces mientras repiten nuevamente:

“Ile mo ki e o iki eye, Ile mo ki e o iki eye, Ile mo ki e o iki eye”

(Santuario, yo te saludo con honor).

4. Los Obi retornan a la mano izquierda y con la derecha se vuelve a


golpear el suelo pronunciando este otro saludo en lengua sagrada:

“Obi... (aquí se pronuncia el nombre del Orisa o Egun al que se


consulta), ile mo ki e o iki eye”.

‘Se repite tres veces esto último’.

Como hemos visto en la tabla comparativa de la página que encabeza este


capítulo, los auténticos nombres yorubas de las Letras u Odus del Obi son
ligeramente diferentes a los utilizados por los sincretismos. Esto demuestra
las sutiles variaciones sufridas por los nombres en el Nuevo Mundo con
relación a las denominaciones originales de La Religión Yoruba Tradicional
y/o Ancestral.

252
253

LOS ODUS Y SUS SIGNIFICADOS. (PARA LA RELIGIÓN


YORUBA TRADICIONAL Y/O ANCESTRAL Y SUS
SINCRETISMOS).

1. ALAFIA............ O O O O

Se produce cuando los cuatro pedazos de coco caen con la parte interior o
cóncava hacia arriba, o sea, cuatro blancos expuestos. Los practicantes de
algunos sincretismos, al ver que este Odu ha salido en la tirada
inmediatamente deben besar el suelo y saludar a Obi (que también es
reconocido como una especie de Orisa, según se ha visto antes en los
relatos mitológicos). Dicho saludo además es extensivo al Odu y a las
entidades que hablan en él. Para dicho saludo se pronuncia el siguiente rezo
en lengua sagrada:

“Alafia, Alafia omó, Alafia agó, Alafia obí, Alafia arikú Babagüa. Ellionde
Obatalá orú ayé”

(Paz y felicidad para tus hijos, para todos los seres humanos, para los vivos
y los muertos. Que recibamos las bendiciones de Obatalá).

Cuando se buscan respuestas de ‘SI’ o ‘NO’ a preguntas concretas (no en


registros generales como se estudia en el Oráculo de Biagüé), cuando esta
Letra u Odu aparece, expresa un ‘SI’ que algunas veces debe ser
confirmado con otra tirada (aunque los yorubas no la confirman, la dan por
afirmativa).

En esta Letra hablan (en registro general, según se verá más adelante), los
Orisas siguientes: Olorun (Dios), Obatalá, Orunmila, Sangó, Los Ibejis,
Babalú Ayé, y Unle o Inle.

2. OTAGWA/ETAWA............ O O O X

Se produce cuando caen tres cocos con la parte blanca y uno con la parte
oscura hacia arriba. O sea, tres blancos y uno oscuro expuestos. Cuando se
ve esta Letra u Odu inmediatamente se saluda a Otagwa con el siguiente
rezo en lengua sagrada:

253
254

“Obara ni Bara, Obara koso, Teiterio ayé, kikate ala kama ké, arayé,
eluekón Asé Osanyin, Ogún Arére la boko”

(Sangó y Elegua me defienden contra el enemigo, y Osanyin me protege de


la maledicencia y la maldad. Ogún guerrea por mí porque no permite la
injusticia).

Concluido el saludo “hay que refrescar el coco” echando los cuatro pedazos
en agua, después ésta se tira a la calle aguantando la vasija con las dos
manos y tomando los cocos con la mano izquierda. Luego de tirar el agua
se toca cuatro veces alternativamente la mano izquierda que tiene los cocos
y el suelo, este último con la mano derecha, diciendo cuatro veces seguidas
las siguientes palabras en lengua sagrada:

“Mo fo loni unlo tori aru, oborí, efó, tori oré”

(Que lo malo se aleje de este lugar, de mi vida y de la de los míos).

Cuando aparece Otagwa (Etawa en Religión Yoruba Tradicional y/o


Ancestral), no es Odu o Letra firme; significa “puede ser”, “tal vez”, o
“quizás”. Expresa dudas con respecto o a lo que se está preguntando,
aunque dice que “es posible” pero depende de que se haga lo que mande la
entidad que se está hablando. Habrá que buscar confirmación repitiendo la
tirada. Si sale otra vez significa afirmación.

Las entidades que hablan en esta Letra u Odu en registro general, según se
verá más adelante, son las siguientes: Sangó, Yemoja, Osún, Elegua, Ogún,
Oshosi e Inle.

3.ELLEIFE/EJIFE.... O O X X

Se produce cuando salen dos cocos con la parte blanca y dos con la parte
oscura hacia arriba. O sea, dos blancos y dos oscuros expuestos.

Esta Letra u Odu es la más grande del coco; expresa el ‘SI’ más claro y
exacto y no necesita ser confirmada nunca. En registro general indica
firmeza absoluta, bien y grandeza. Dice “lo que se sabe no se pregunta”.

Al salir esta Letra, quien pregunta recogerá los pedazos de coco y los
apretará contra su pecho rezando lo siguiente:

254
255

“Baba Ozun, Oshosi, Obatalá melli Belli Olúo Asé okán mi okán a Orisa
moforibale moguoleti mi Asé okán”.

(Mi padre Ozun, Oshosi, Obatalá, Ibejis. Saludos de corazón de este


humilde servidor de los Orisas que sólo pide iluminación espiritual).

Inmediatamente terminado el saludo anterior se procederá a dar gracias de


la manera siguiente:

“Elleife Olúo, eyite omó, arikú Baba wa. Baba Elegua moforibale laroyé to
edum lo Osun ni Iyá agó, moyugba okokán laroyé”.

(Bienvenida la paz y la felicidad de este augurio. Gracias mi padre Elegua,


mi madre Osún, por escuchar los ruegos que brotan del corazón de este
servidor).

Al terminar esta oración de gracias, póngale alguna ofrenda a Elegua (en


este caso, debe consultar cuales son las ofrendas del agrado de este Orisa).

En este Odu, en registro general, hablan las entidades siguientes: Obatalá,


Los Ibejis, Elegua, Ogún, Oshosi y Osún.

4.OKANA SODDE/OKANA..... O X X X

Se produce cuando sale un solo coco con la parte blanca y tres cocos con la
parte oscura hacia arriba. O sea, un blanco y tres oscuros expuestos. Al salir
esta Letra u Odu se echan cuatro poquitos de agua en el suelo y se enciende
una vela que se dedica a los espíritus, y siempre estando de cuclillas en el
suelo, se dice:

¡Alufina!

(Saludo muy específico que se dirige a Sangó).

Toque el suelo tres veces y diga dos veces seguidas:


“Mo fin karé, mo fin karé, goddo goddo, da fa mo fin karé, goddo ba ealafi
kisieko beké lo rié, eña kan ori mi aferé asaka be re Ojuani mollubba abé
ebá miomo omó ni mi. Mo cauye, mo wa Ogún, ko ri yeyé o alafi, Ogún,
alafi owó alafi omó, alafi ka karien, kamarano kamerí eye arayé”.

(Que la adversidad y la sombra de lo negativo que marca este signo como


mensajero de los Orisas y los Eguns, sea desviada y borrada de mi destino

255
256

por mis protecciones y mi Angel de la Guarda. Pido a Ogún todopoderoso


que me otorgue felicidad y me libre de todo mal).

Este Odu expresa rotundamente que ‘NO’ a lo que se pregunta, y en


“registro general” anuncia algo malo, que nada sirve. Es letra “mala”.
Anuncia cárcel, líos de justicia, peleas, etc.

Es preciso preguntar al coco cómo romper este augurio o qué se puede


hacer para quitarlo. Esta Letra “no requiere ser confirmada en otro lance”.
Su respuesta es diáfana desde la primera vez que sale en el registro.

En ella hablan las siguientes entidades: Ikú, Oyá, Elegua, Jewá, Babalú
Ayé, Sangó, Agayú, Naná Burukú y Obba.

5.OYEKUN YEKUN/OYEKU... X X X X

Se produce cuando salen los cuatro cocos (Obinus) con la parte oscura
hacia arriba. O sea, cuatro oscuros expuestos.

Al salir esta Letra u Odu “todos los que están sentados deben levantarse en
reverencia”, y el que pregunta se dará tres golpes en el pecho con la mano
derecha y dirá:

“Kawó kabio sile alafi Sangó, Olufina Sangó”.

(Aplaque su ira y su agravio, mi poderoso padre Sangó).

Inmediatamente después, el que consulta se tocará el pelo y echará los


cocos en agua junto con ocho pedazos de manteca de cacao. Encenderá una
vela y dedicará un vaso de agua a Egun. Unos minutos después saca los
cocos del agua diciendo:

¡Obi ekué!

(Coco, habla claro).


Acto seguido tiene que investigar quién se ha presentado en el registro.
Para ello tira los cocos, preguntando cada vez si es un Orisa, un Egun
(amigo o enemigo), ya que puede ser un muerto de Nganga enviado para
hacer daño, y que avisa o trae la desagradable noticia de la muerte de
alguien. Si fuese así, pregunte enseguida si se salva a la persona haciéndole
ebó. En caso de recibir respuesta con Alafia, Etagwa o Ejife, el Orisa está
indicando que ‘SI’ puede resolverse el asunto. Entonces procederá a poner

256
257

a una persona de pie en la puerta principal de la casa, tomará la jarra del


agua y los trozos de coco y se los colocará en la mano derecha. Se
derramará agua de coco encima y se acostará boca abajo en la estera o
sobre una sábana blanca, después de beber agua de coco. Al levantarse del
suelo deberá decir:

“¡Lo que es para bien, que para bien sea!”.

Esta Letra no requiere ser confirmada con otra tirada; es firme por sí
misma. Expresa tajantemente que ‘NO’ a lo que se pregunta, sin dejar
alternativas. Es el peor Odu que puede salir en un registro general. Es signo
de muerte y por tanto anuncia muerte o mala situación, malos amigos y
traición. Cuando sale en registro general, hay que detener dicho registro y
buscar urgentemente asesoramiento de un Babalawo u Olorisa...No hay
alternativas, ni debe perderse tiempo.

En esta Letra, en registro general, hablan las siguientes entidades: Ikú, Oyá,
Sangó, Obba, Naná Burukú y Jewá.

OTROS MENSAJES QUE DA EL OBI AL CAER.

Dos cocos montados uno sobre el otro, mostrando ambos la parte blanca o
cóncava, indican al que se consulta “dinero o un bien material en camino”.
Si se montan meji (dos y dos en la misma posición), entonces “el dinero o
el bien material está en la puerta”.

Si caen dos cocos montados, estando uno boca abajo y otro boca arriba (no
importa cual de los dos esté encima), indica “una Letra tapada”, avisa que
“alguna trampa se cierne sobre el que se consulta”.

Cuando uno de los cocos se parte al ser lanzado, el pedacito más pequeño
que se ha desprendido debe recogerse y guardarse en el bolsillo: significa
“dinero”.

Dos cocos boca abajo y montados (exponiendo sus partes oscuras), indican
que hay traición, discordia y discusiones.

Un coco de canto indica que va a enterarse de que alguien muere muy


pronto. Si son dos los que caen de canto, entonces la noticia está “en
puertas”.

257
258

Cuando los cocos caen de alguna de las cinco formas descritas


anteriormente, las Letras que aparecen “no hablan”, se recibe el mensaje y
se repite la tirada nuevamente para interpretar el Odu.

RESUMEN DEL SIGNIFICADO DE LOS ODUS DEL ORÁCULO


DEL OBI.

 Alafia.......................... Si
 Etagwa........................ Tal vez
 Ejife............................ Si, muy firme
 Okana......................... No, rotundo
 Oyekun....................... No, rotundo

ALGUNAS ACLARACIONES NECESARIAS

Como hemos advertido antes, los no iniciados, es decir, aquellos que por
simple curiosidad deseen probar suerte con el Obi, no tienen obligación de
llevar a cabo toda la liturgia expuesta en cada paso. Pueden limitarse a
estudiar los Odus, sus significados (afirmativos o negativos), y sus
mensajes adicionales cuando salen montados o partidos los cocos.

En el caso concreto de los practicantes de la Religión Yoruba Tradicional


y/o Ancestral, el manejo de este oráculo es muy sencillo, se limita a lo
descrito en la sección nº 4 de esta sección, pues ellos sólo utilizarán la
tirada para obtener la respuestas de ‘SI’ o ‘NO’, sin tener en cuenta el
significado aledaño de las Letras.

258
259

OBI ABATA

1º) OGBE (4 segmentos abiertos)

 Buen augurio en general


 Felicidad
 Larga vida
 Prosperidad espiritual y material
 Buen momento para iniciar planes
 Favorecimiento de la justicia en compensación por la rectitud ante
la vida

- Según la posición en el tablero de los segmentos puede dar malos


augurios.
OBATALA

2º) AKITA (1 segmento cerrado y 3 abiertos – 2M/1F)

 Llegada del éxito o el triunfo después de un periodo de


adversidades y contradicciones

259
260

 Premio por el sacrificio


 Rivalidad y lucha victoriosa contra los enemigos
 Salud óptima y estable
 Habla positivamente del nacimiento de un niño
OGUN

3º) OBITA (1 segmento cerrado y 3 abiertos – 1M/2F)

 Estabilidad y tranquilidad en el hogar


 Relaciones cordiales
 Vida tranquila, sin contradicciones ni antagonismos en el seno
familiar
 Felicidad sin grandes sacrificios
 El entorno del consultante es muy positivo y favorable en estos
momentos
OSHUN

4º) EJIRE (2 segmentos cerrados y 2 abiertos – 1M/1F)

- Si los dos segmentos abiertos están juntos:


 Desarrollo positivo de las relaciones humanas
 Amistades
 Perspectivas óptimas para los planes y proyectos
 Realización positiva de acuerdos

- Si se interpone un OOYA entre M y F:


 Todo lo contrario a lo anterior

- Si se interpone un OOYA:
 El segmento abierto de la derecha representa al CONSULTANTE
 El segmento abierto de la izquierda representa RELACIONES
SOCIALES
- Si M y F se encuentran cabeza con cabeza:
 Buena amistad entre personas del sexo opuesto
 Relación amorosa estable
 Posible matrimonio
 En general buen presagio

- Si M y F en el norte, dos a dos con segmentos cerrados y puntas hacia


la derecha:
 Presagia un buen camino
 Habrá armonía, felicidad, estabilidad y desenvolvimiento

260
261

- Si la punta de M hacia abajo, y La de F hacia arriba:


 El segmento masculino representa la enfermedad y el femenino la
buena salud: el organismo se defiende de una enfermedad con
pocas posibilidades de éxito si no se le ayuda.
 En general mal presagio
OBATALA - YEMOJA

5º) AKORAN (2 segmentos cerrados y 2 abiertos – M)

- Si los segmentos abiertos están juntos:


 Dificultad o problema de tipo legal
 Obstáculos y contrariedades que se interponen en el camino

- Si están separados por un OOYA:


 Buenas perspectivas
 Mejoras
 Equilibrio y armonía
 Felicidad

- Si un segmento abierto está en el norte y otro en el sur:


 Prioridad al segmento del norte según su posición relativa en el
tablero

- Si un segmento abierto está a la derecha, otro a la izquierda, y entre


ellos OOYA:
 Lo negativo que se anuncia puede ser convertido en positivo

- Si los segmentos abiertos se encuentran espalda con espalda:


 Desacuerdos
 Incomprensiones
 Falta de entendimiento

- Si ambos están cabeza con cabeza:


 Discusiones y polémicas entre hombres
 Avisa de la llegada de un periodo de dificultades

- Si una cabeza apunta al norte y la otra al sur:


 Cuando hay lucha el primer oponente (enemigo), vence al
segundo (consultante)
 Si los segmentos abiertos caen lado con lado, y apuntan a la
derecha:

261
262

 Serios problemas en el hogar, y en la familia en general


- Si las cabezas apuntan en direcciones opuestas:
 Lo anterior será resuelto en breve

- Si ambos segmentos están separados entre sí:


 Puede haber perdidas
SHANGO - ESHU

6º) ERO (2 segmentos cerrados y 2 abiertos – F)

- Si los segmentos abiertos están juntos:


 Buenos augurios
 Suerte en el amor
 Posible unión estable
 Paz sosiego y tranquilidad

- Si están separados por un OOYA:


 Todo lo contrario a lo anterior
 Malos presagios en general

- Si hay 1 segmento abierto a la derecha + OOYA + segmento abierto:


 Lo positivo que se anuncia puede ser convertido en negativo

- Si los segmentos abiertos están cabeza con cabeza: POSITIVO

- Si los segmentos apuntan uno al norte y otro al sur: NEGATIVO


 Habla de mujeres que son enemigas y que luchan por algo
 Hay desacuerdo e incomprensión

- Si una cabeza apunta a la derecha y la otra a la izquierda:


 Buen augurio
 Felicidad, alegría y equilibrio entre fuerzas femeninas
OSHUN

7º) ILERA (3 segmentos cerrados y 1 abierto –M)

 Buena salud
 Desenvolvimiento
 Vencimiento de los obstáculos actuales
 Desarrollo positivo de los nuevos planes
OBATALA y OGUN

262
263

8ª) AJE (segmentos cerrados y 1 abierto –F)

 Buen desenvolvimiento económico


 Dinero
 Abundancia de bienes
 Suerte
 Buenas perspectivas para obtener bienes materiales
 Llegada de una buena noticia

- Si la cabeza apunta hacia la derecha o abajo:


 Buen augurio
 Entrada de dinero
 Mejorará la economía
YEMOJA

9ª) OYEKU (4 segmentos cerrados)

- ODU muy preventivo de los malos acontecimientos. En muchas


ocasiones, y gracias a él, el consultante puede encontrar la forma de
evadir la negatividad que anuncia.
 Desgracias
 Tragedias
 Dificultades extremas
 Muerte
 Enfermedad
 Accidente
 Grandes obstáculos

- Dependiendo de la posición de los segmentos:


 Cambios importantes
 Transformación
 Renacimiento
ESHU

263
264

OTROS MENSAJES DE LOS SEGMENTOS

1) Masculino NORTE + femenino SUR:


 Positivo
 Camino adecuado

2) Femenino NORTE + masculino SUR:


 Negativo
 Camino equivocado
 Peligro
 Posibles complicaciones

3) Cerca del NORTE:


 Masculino apunta hacia derecha o arriba = IRE
 Femenino apunta hacia derecha o abajo = IRE
 Masculino apunta hacia izquierda o abajo = OSOGBO
 Femenino izquierda o arriba = OSOGBO

4) Segmento abierto sobre cerrado en NORTE:


 Dificultades y obstáculos para obtener lo que se desea

264
265

5) Segmento cerrado sobre segmento abierto


 Protección natural
 Resguardo de las dificultades y las fuerzas que se oponen

6) En EJIRE – ERO – AKORAN:


 Masculino = arriba (+) Si no hay OOYA
= abajo (-) Traumas y fustraciones. Mal presagio
= derecha (+) Desenvolvimiento, progreso,
vencimiento
Regresa persona lejana
= izquierda (-) Alguien sale pronto de viaje
Periodo negativo y mala suerte
 OOYA interponiendose en el camino que señala la cabeza del
abierto:
- Obstáculos que entorpecen la buena marcha de las cosas

 Femenino apunta arriba (-) Perdidas de dinero y dificultades


financieras

265
266

I
I
I
I

266
267

EJI OGBE

 Bienestar en general
 Exito
 Bendiciones
 Potencial para la prosperidad y la paz de espíritu
 La paciencia es su virtud más destacada
 EJI OGBE dará la victoria sobre los enemigos
 El consultante busca la paz y la prosperidad
 El sacrificio es necesario
OBATALA – SHANGO – ORI – YEMOJA – ORUNMILA

II
II
II
II

OYEKU

 Hay que prevenir:


- la muerte
- la enfermedad
- la infelicidad
- la oscuridad en general que puede haber en nuestro camino
 Se recomienda, habitualmente, el sacrificio a ESU
 Alimentar la cabeza
ESHU – EGUNGUN – OYA – YEMOJA

II
I
I
II

IWORI

 Habla del mundo espiritual y de la necesidad de conexión con el mundo


espiritual
 Necesidad de implicarse en la religión y el desarrollo espiritual
 Se recomienda venerar a IFA (las personas adecuadas)
 Recibirán todas las bendiciones
 Deben honrar a sus mayores y antepasados

267
268

EGUNGUN – ORUNMILA – OSHUN – OLORUN – OLOKUN –


OGUN – IROKO – OSHOOSI – OBATALA

I
II
II
I

ODI

 Avisa de los enemigos secretos


 Hay mucho estrés. El apaciguamiento de ORUNMILA es la solución
 Se asocia con la maternidad y el nacimiento de un niño
 Trae la buena fortuna
 Larga vida
 ORUNMILA y ORI deben ser favorecidos
OSHUN – YEMOJA – OBATALA – BABALU AYE – ESHU –
ODUDUWA – NANA BURUKU

I
I
II
II

IROSUN

 Necesidad de superar las dificultades emocionales y económicas


 Es necesario vigilar la salud mental alimentando la cabeza
 Mantener una cierta energía positiva, y un buen destino, favoreciendo a
nuestro ORI
OSHUN – ORUNMILA – SHANGO – YEMOJA – OLOKUN – IBEJIS
– YEUA – NANA BURUKU – OGUN – OBATALA

II
II
I
I

OWORIN

 Moderación en todo
 El sacrificio traerá dinero y una esposa/o

268
269

 Adimú es un requisito para el éxito y la felicidad de los menos


afortunados
ESHU – ORI – OYA – BABALU AYE – EGUNGUN – ORUNMILA

I
II
II
II

OBARA

 Inseguridad, indecisión e incertidumbre


 Hay enemigos esperando en emboscada
 Desequilibrio emocional
 Actuaciones impulsivas
 Sacrificio para la solución de problemas
OBATALA – SHANGO – ESHU – ORUNMILA – IBEJIS –
EGUNGUN – DADA

II
II
II
I

OKANRAN

 Dificultades en los juicios y otros problemas


 Persona de fuerte voluntad que a menudo busca problemas
 La salud es un aspecto importante y debe ser siempre vigilado
 Sacrificio para recobrar las buenas cosas de la vida
SHANGO – YEMOJA - EGUNGUN – ESHU – OSAIN – DADA –
OBATALA – BABALU AYE – IBEJIS

I
I

269
270

I
II

OGUNDA

 Avisa de un ambiente social hostil


 Traición por alguien en quien hemos depositado nuestra confianza
 Sacrificio a OGUN para solución de problemas económicos y
vencimiento de los enemigos
OGUN – EGUNGUN – ORI – ESHU – SHANGO – OKE – OSHOOSI
– OBATALA – BABALU AYE – IBEJIS

II
I
I
I

OSA

 Adolece de falta de valor


 Huye de aquello considerado desagradable
 Se relaciona con las madres y la brujería
 No duerme bien, tiene malos sueños
 Problemas para mantenerse centrado y con claridad
 Dificultades para concentrarse
 Alimentar a menudo a ORI
 Sacrificios a SHANGO y ESHU para cada situación
OYA – OSHUN – YEMOJA – OBATALA – ORUNMILA – EGUNGUN
– OSAIN – SHANGO – IROKO – AGAYU

II
I
II
II

IKA

270
271

 El entorno próximo está fuera de control


 Hay falta de apoyo de la familia y los amigos
 Está rodeado por la negatividad
 La gente disfruta infligiendo dolor y sufrimiento a los demás
 El éxito solo procede de los esfuerzos personales
 Sacrificios a ORUNMILA y OGUN para superar la sensación de
sentirse desbordado
 Alimentar a ORI para hacer las mejores elecciones
ESHU – OGUN – OSAIN – ORUNMILA – YEMOJA – OBATALA –
IBEJIS – SHANGO – NANA BURUKU – IROKO

II
II
I
II

OTURUPON

 Habla de los niños y de la resistencia


 Nacimiento o crianza de los niños
 Terquedad
 Gran resistencia para afrontar los problemas y el dolor
 Es necesario honrar a los antepasados y a OBATALA
 Alimentar a ORI a menudo
OSHUN – OBATALA – SHANGO – OLORUN – ORUNMILA –
BABALU AYE – OGUN – OSAIN – IBEJIS

I
II
I
I

OTURA

 Habla de la paz del espíritu


 Necesidad de ser paciente
 Se acerca el éxito en los negocios y en los esfuerzos personales
 Hacer frecuentemente sacrificios a ESHU
 La cabeza debe ser atendida a menudo
 Los niños de este Odu no deben exigirse demasiado, descansando tan a
menudo como sea posible
 El consultante tiende a ser:

271
272

- irreflexivo
- pobre
- soltero
- sin lazos familiares fuertes
 Los sacrificios a OGUN, YEMOJA y ORUNMILA rectificarán todos
los problemas poniéndolos bajo control
OBATALA – SHANGO – YEMOJA – OGUN – ESHU – ODUDUWA –
IBEJIS – OYA – EGUNGUN

I
I
II
I

IRETE

 Es el Odu dedicado a ORUNMILA


 Los niños de este Odu deberían dedicar sus vidas a ORUNMILA, si
desean alcanzar su mayor potencial
 Habla de la humildad como clave del éxito
 Habla de todas las bendiciones cuando alguien honra a ORUNMILA
ORUNMILA – ESHU – YEMOJA – OSHUN – OGUN – NANA
BURUKU – BABALU AYE – OSHOOSI – ODUDUWA – OSAIN –
SHANGO

I
II
I
II

OSHE

 Victoria sobre los enemigos


 Control sobre las dificultades
 Con sacrificios a SHANGO y ORUNMILA conquistarán a los enemigos
 Sacrificios con OSHUN para el amor, dinero y éxito

272
273

SHANGO – OSHUN – OGUN – OLOKUN – BABALU AYE –


OBATALA – ESHU – ORUNMILA

II
I
II
I

OFUN

 Éxito económico
 Si el consultante es una mujer implica embarazo
 Llama a la paciencia y al compromiso
YEMOJA – OBATALA – AJE – ORUNMILA – OLORUN –
ODUDUWA – SHANGO – DADA – OGUN – NANA BURUKU -
IROKO

Capítulo XVI

273
274

RITUALES

Rituales:

“Los rituales hacen que ya no seamos seres pasivos en el cosmos, sino que
nos hagamos agentes creativos de la existencia”.

“Los rituales crean un sentido de seguridad y familiaridad. Proporcionan


continuidad entre aquellos que los realizan o asisten a ellos. A su vez, el
pueblo encuentra un valor de identidad mediante su común observancia y
experiencia”.

Es importante indicar el lugar y el momento en que han de realizarse los


rituales. Para el yoruba, el orden es de una importancia absoluta. La
posibilidad de dirigir de forma eficaz una ceremonia ritual es
responsabilidad del sacerdote o sacerdotisa que lo preside. Deben

274
275

asegurarse de que todas las etapas sigan un orden y que las transiciones de
un nivel a otro se lleven a cabo de un modo uniforme. Los miembros
auxiliares del templo se aseguran de que los dictámenes del o’lorisha o
babalawo dirigente se lleven a cabo correctamente.

El ritual es armónico y creativo. No debe haber ningún tipo de energía


maligna, ya que esto abriría la puerta a seres negativos que truncarían el
sagrado objetivo. Los rituales no han de ser estériles ni realizados
maquinalmente. Crear es recrear la infinita magnitud de la expresión
natural. Lo importante es que el o’lorisha presidente sea sensible al espíritu
del iniciado y que disponga la iniciación o ritual convenientemente.

Existen reglas y normas a las que deben someterse tanto el sacerdote como
el devoto:

1. Tiene que haber un período de abstinencia sexual (al menos 24 horas)


antes y después de la iniciación.
2. No podrán tomarse medicamentos sin prescripción facultativa (a menos
que sea imprescindible para la salud) el día que se celebre el ritual.
3. Las mujeres que estén en período de menstruación o embarazadas no
deben participar en los rituales que incluyan sacrificios de sangre o
posesión espiritual, a menos que lo autorice el sacerdote o sacerdotisa
presidente.
4. No se hará uso de alcohol o drogas.
5. Los novicios se bañarán y tomarán baños espirituales antes de comenzar
el ritual.
6. Los novicios estarán bien informados del propósito del ritual.
7. Después del ritual, los iniciados deberán descansar y estar a solas
durante un día por lo menos.
Cuando los novicios comienzan a contemplar seriamente yoruba como una
religión, es importante que comprendan el ritual. Se da con demasiada
frecuencia la idea equivocada de que la investigación académica y la
participación pasiva son suficientes, que seguir un curso es mejor que
circular con la esencia de la veneración interiorizada. El resultado es el
producto de una semiapertura de la mente y del espíritu. Los rituales han de
servir para iniciar al devoto y hacerle más receptivo o receptiva al ashe de
sus maestros, ancestros y Orisha. El ritual se considera espiritual y de
realiza para conseguir la purificación y la exaltación del espíritu. En otras
palabras, la iluminación y la elevación espiritual son los fines que
persiguen los rituales, en especial los religiosos.

El espíritu no se considera el alma de la persona, a pesar de que ambas


palabras se usan indiscriminadamente. Es el espíritu, una vez iluminado y

275
276

exaltado, el que libera al alma. El espíritu es la esencia que une la


naturaleza humana con la divina. El alma es la llama interior, ascua o
chispa que salta desde el fuego creativo. Los ritos sociales, tales como el
matrimonio, el nacimiento y los funerales parecen no tener carácter
religioso. Sin embargo, no es así. El rito social posee, como núcleo,
substancia religiosa. Es un sacerdote o sacerdotisa quien dirige la
ceremonia de boda, de entrada en el mundo (de los niños) y preside los
funerales. Aunque estas etapas de la vida puedan efectuarse sin ritual, los
resultados son catastróficos. Quienes se adhieran a yoruba tienen que
considerar seriamente la importancia del ritual y el compromiso que
conlleva.

CONCLUSIONES:

La religión yoruba es una forma de vida práctica y sacramental. Aquellos


que pretendan cambiar su relación con ellos mismos, con el mundo y con
las fuerzas universales, pueden considerar la religión yoruba como un
vehículo. Quienes busquen su yo interno pueden abrazar la religión yoruba
como fuente de luz, como fuente de enseñanzas esotéricas. Es importante
analizar continuamente los contenidos de este libro. Es preciso sopesar y
comentar los grados de aceptación y resistencia de ciertas áreas de estudio,
sobre todo de aquellas que se refieren a la adivinación, la pologamia, la
veneración de los ancestros, la adoración a los Orisha y el sacerdocio
yoruba.

El verdadero objetivo del compromiso religioso yoruba es vivir de acuerdo


con la sabiduría de los ancestros y la virtud divina. Abrazando a los odu de
la filosofía yoruba, se abraza la pureza y la religiosidad de la tradición.
Aceptando los rituales, las iniciaciones y las enseñanzas como nuestras,
podemos experimentar el advenimiento de su espíritu y la aparición de su
alma. Perseguid el verdadero objetivo. Acercarse a la religión yoruba desde
cualquier lugar o estado mental se considera torpe e inmaduro, sobre todo
por parte de los mayores.

Cuando estudies la religión yoruba, recuerda que el intelecto y la


instrucción académica no son suficientes. El estudiante o devoto debe
además sumergirse en el ritual, ya que es a través de los rituales e
iniciaciones como se despierta la esencia que excede al intelecto. Esa
esencia es espíritu. Debe aceptarse la cultura de la religión, pues cultura y
religión no pueden separarse. Cuando hayas acabado de leer necesitarás un
guía espiritual, un mentor. Los sacerdotes y sacerdotisas yorubas se
convierten en “padrino y madrina” respectivamente. Ellos llevan a cabo los

276
277

rituales, las iniciaciones, los sacrificios. El valor de su información y sus


conocimientos es incalculable. Te ruego me escribas si deseas más
información.

Aboru, aboye, Aboisise

Que las ofrendas sean cumplidas,


Que las ofrendas sean aceptadas,
Que las ofrendas pongan en movimiento las fuerzas divinas.

VOCABULARIO YORUBA

Aafin: palacio del rey.


Aale: símbolo para atemorizar y evitar a los ladrones.
Aba: la manifestación del ashe dentro del virtuso desarrollo humano.
Abata: lugar donde el rey se cambia de ropa antes de la coronación.
Aborisha: devoto del orisha que ha recibido los ilekes.
Abdul Salami: Emir de Lomi.
Abeokuta: una de las ciudades históricas de Nigeria. Capital del estado de
Ogún.

277
278

Abikú: niño nacido para morir.


Abiodun: Alafín de Oyo.
Abipa: Alafín de Oyo.
Adamo: instrumento musical.
Adie: pollo.
Adimi: nombre del sirviente de Oranyan.
Adimú: ofrendas dirigidas a los ancestros y a los orisha de una persona.
Ado: lugar donde vivió Ifá.
Adugbo: distrito o barrio.
Adura: oraciones.
Afonja: nonbre del Are-Ona-Kakanfo que dirigió la rebelión que dio lugar
a la caida de Oyo.
Aganju: Alafín de Oyo.
Agbe: pájaro de buenos mensajes.
Agedem Gbe: espada larga.
Agbo Ile: grupo de casas.
Agbon: coco.
Agbonniregun: supuesto nombre de Ifá.
Agere: recipiente o vasija que contiene las nueces de palmera sagradas
(ikin de Orunmila).
Ago: escucha.
Agun:nombre de egungun.
Aiku: larga vida.
Airo: grupo de trabajadores voluntarios que se ayudan mutuamente.
Aiye: tierra.
Ajaka: hermano de Shangó.
Ajele: (intendente) encargado de cobrar impuestos.
Ajila: campana de hierro de Obatalá.
Ajagun: guerreros angelicales compuestos por Eshu, Oggun, Osoosi, Osun.
Ajogun: bruja.
Ajogun: fuerzas malignas que pretenden la destrucción de la humaniad.
Ajubona: instructor religioso.
Akade: pregonero.
Akapó: titulo de sacerdote de Ifá.
Akarigbe: Oba de Shagamu.
Akokó: árbol sagrado.
Akotó: calabaza vacía.
Akpetebi: eposa de un sacerdote ifa (babalawo).
Akuku: gallo.
Alaashe: los que reflejan el código de conducta ancestral.
Alafia: paz.
Alafín: rey y jefe supremo de los oyo.
Alagbe: (mendigo), nombre que se daba a los músicos tradicionales.

278
279

Alake: Oba de Abeokuta.


Alapin: lugar donde el rey es saludado antes de la coronación.
Alayeru: madre de Orunmila.
Alimi: líder musulmán que traicionó a Afonja.
Alujekere: el que toca el shequé.
Aluko: pájaro yoruba.
Anihura: una e las esposas de Oduduwa, supuesta madre de Oranyan.
Aña: dotación que tenían que entregar los novios a los padres de la novia.
Apena Ola: dirigente del grupo ogboni.
Ara: cuerpo.
Aragbá: lider religioso del culto Ifá.
Are: corona principal del Ooni de Ifé.
Are-Ona-Kakanfo: comandante supremo, jefe del ejercito de Oyo.
Aremo: denominación que se le da al hijo del Alafín.
Arokó: forma de comunicación yoruba.
Arun: enfermedad.
Asara: nombre del sacerdote que según una tradición fabricaba imágenes.
Asaro: meditación.
Asé: poder vital de todas las cosas.
Ashe: esencia de energía original y de potencial creativo.
Asunk Ungbade: primer rey de Owu.
Asunrara: cantante de alabanza.
Ate: tapete
Atele: tambor de la música bembé.
Atiba: Alafín de Oyó.
Atowada: nombre del esclavo de Orisha.
Awe: ayuno, abstinencia religiosa de alimento.
Awo: los de la orden sacerdotal.
Awo: secreto.
Awole: Alafín de Oyó.
Ayá Ba: nombre que se le da a la esposa del Alafín.
Aye: mundo.
Ayan: dios de los tocadores de tambores.
Ayán: árbol donde se ahorcó Shangó.
Ayanmo: destino.

Baba: padre.
Baba mi: mi padre.
Babaga: pájaro parlante de color verde.
Babalawo: padre del secreto, de los misterios. Sacerdote de Ifá.

279
280

Babalawo: padre de los misterios.


Babalorisha: sacerdote de cualquiera de las distintas sectas que adoran a
los Orisha.
Babatunde: papá regresa.
Bale: cargo del que está al frente de un compound o villa.
Bará: mausoleo donde era coronado y enterrado el rey.
Babarugbo: anciano.
Basorun: especie de primer ministro.
Bata: pantufla del rey.
Bata: tambores sagrados de la adoración Orisha (Nuevo Mundo).
Bembé: adoración comunal como tributo a los Orisha (Nuevo Mundo).
Beni: todo está bien, sí.
Braima: fanático musulmán que destruyó los ídolos de su padre.
Burukú: otro de los nombres que se le da a Eshu.

Candomblé: religión yoruba combinada con el catolicismo que se practica


en América del Sur.
Cowry: pequeño caracol que se utilizaba como dinero por los yoruba y
tiene uso generalizado en la religión.

Dida-awo: aprendizaje del uso de la cadena de Ifá.


Dida obi: tirar los obi para.
Dide: alzarse.
Die Die: poco a poco.
Difa fun: tirar los Ifá para.
Dojude: oscuridad.

Ebi: sistema de gobierno de los yoruba.


Ebó: sacrificio de animales o plantas dirigido a los ancestros u Orisha de
una persona.
Efun: sustancia blanca semejante a la tiza que se extrae de la tierra para la
consagración.
Egun: ancestro.
Egungun: grupo de sacerdotes a través de los cuales se manifiestan los
espíritus de los difuntos.

280
281

Egungun: nombre enmascarado que representa a la muerte.


Ejin: tambor que se utiliza en la música bembé.
Ekalarderhan: nombre de Oduduwa según una tradición de Benin.
Ekitiparapo: alianza de pueblos por la independencia de Ibadan.
Ekuru: pastel de judías.
Elegun: quienes son poseidos por los Orisha.
Eleko: nombre de un príncipe yoruba.
Elepe: rey de los Epe.
Eleripin: testigo o abogado del destino.
Emi: esencia espiritual del hálito o ser de una persona.
Epo: aceite de palmera.
Ere (Orisha): imágenes religiosas, estatuas, etc. de los Orisha.
Eran: carne, animales.
Ese: verso del Corpus Ifá.
Esinje: médico curandero.
Esinsin: hierba dañina.
Eso: nombre de los jefes militares.
Eshu: deidad encargada de trasladar los sacrificios al cielo, inspector
general de la Tierra. A veces se le identifica con el diablo.
Esuru: especie de ñame.
Etutu: ritual.
Ewe: hierbas, plantas.
Eweka: hijo de Oranyan.
Ewo: limitación, tabúes
Ewure: cabra.
Eyele: paloma.
Ezimirin: nombre del río donde Moremi sacrificó a su hijo.

Fin-Fin: cortes, marcas que se hacen en el cuerpo.


Fulani: tribu del norte de Nigeria.
Fun: dar.
Fun fun: blanco.

Gaha: Basorun cuya dictadura duró veinte años.


Gbe Iyawo: Nombre que se le da al matrimonio yoruba.
Gbogbo: todos.
Gbonka: enemigo de Shangó.

281
282

Gbominu: puerta principal del palacio.


Gelede: orden que concilia las diferencias existentes entre los humanos y
los brujos.
Gigun esu: segunda etapa en el proceso de iniciación de babalawo.
Gurugun: variedad venenosa del ñame.

Hausa: tribu del norte de Nigeria.


Hermanos hamaa: asociación de esclavos que se alzaron contra el imperio
de Oyo.

Iayanyun: madre de Kori.


Ibeji: gemelos.
Ibembe: tambor pequeño cubierto con piel por ambos lados.
Ibi: desviar, alejar las desgracias.
Ibo: instrumento de adivinación de Ifá consistente en cowries y huesos
sagrados.
Idé: collar de cuentas.
Idoduwa: versión del nombre de Oduduwa en el reinado de Benin.
Ifá: la inteligencia cósmica de la expresión cultural yoruba.
Ifá: sistema de adivinación que usa el babalawo.
Ifá Foré: Ifá hablando bien.
Ifunpa: amuleto.
Igbimi: órgano de consulta y de poder que reunía a los jefes más antiguos.
Igbo: grupo étnico vecino de los yoruba.
Igbodu: cabaña construida durante las iniciaciones del babalawo.
Igi: árbol sagrado.
Igodomigodo: nombre de los habitantes del antiguo reino de Benin.
Ijalu: nombre de la música instrumental yoruba.
Ijoyé: jefe de un distrito o barrio.
Ijuba: rendir homenaje o veneración.
Ikin: nueces de palmera sagradas empleadas por el babalawo tanto en la
adivinación como en la adoración.
Ikin: palmiches utilizados en la adivinación de Ifá.
Iko: mensajero de aroko.

282
283

Ikoode: pluma de papagayo rojo que se prende en la cabeza de los iniciados


durante la ocha.
Iku: la muerte.
Iku: muerte.
Ilari: tipo de mensajero yoruba.
Ile: casa, templo.
Ile-Ife: ciudad sagrada de la religión yoruba.
Ilekes: abalorios espirituales consagrados a los Orisha y que se ofrecen
ceremonialmente a los novicios.
Ilu: pueblo.
Imo: conocimiento.
Imule: juramento.
Ipadi: habitación del rey.
Ipetu: ciudad fundada por Ifá.
Ira: pueblo natal de Oyá, esposa principal de Shangó.
Ire: bendiciones, buena fortuna.
Iroke: objeto tallado en forma de garrote utilizado para la evocación de los
espíritus de Ifá durante la adivinación.
Iroko: árbol sagrado.
Irosun: madera reja y dura del africa Occidental que produce un tinte.
Irukere: abanico del rey.
Isihun: ceremonia del noviazgo.
Isonas: equipo de sastres del rey.
Ita: adivinación en ocha al tercer día.
Ita-Ijero: lugar de consultas. Sitio de donde salieron los príncipes para
fundar nuevos reinos.
Itan: narraciones históricas y mitológicas descritas en el Corpus Ifá.
Itefa: ceremonia ritual para iniciar al devoto de Ifá a verdadero babalawo.
Iwa-pele: carácter equilibrado.
Iya: madre.
Iyaalu: instrumento musical.
Iyakere: nombre que se le da al que le pone la corona y viste al rey.
Iyamode: sacerdote que cuida el Bará.
Iyalorisha: sacerdotisa de cualquiera de las sectas que adoran a los Orisha.
Iyawo: esposa.
Iyawo: iniciación al reino sacerdotal: Ocha (esposa de los Orisha).
Iyere: nombre de un canto Ifá.
Iyerosun: polvo amarillo que se utiliza para la adivinación en el tablero Ifá.
Iyerosun: polvo especial que usa el babalawo para marcar los odu en el
Opon-Ifá.

283
284

Jerugbe: bolso de tela del babalawo.


Jinle: profundo, tanto en expresión como en pensamiento.
Jomo: espada de corto tamaño.

Kande: anillo utilizado por los miembros de la sociedad Hermanos Hamaa.


Kekere: pequeño.
Kiki: sentido moral de un verso o cuento.
Kobis: paredes laterales del palacio.
Kori: Alafín de Oyó.
Koso: templo de Shangó.
Kudi: instrumento musical.
Kujoyi: valiente cazador de un poema de Ifá.
Kurunmi: famoso kakanjo de Ijayé.

Lamurudu: supuesto padre de Oduduwa.


Lasope: hermano de Orunmila.
Lucumi: religión yoruba combinada con el catolicismo en la isla de Cuba.
Lucumi: se consideró una región de Nigeria, y también la lengua que
hablaban los yoruba.
Luwu Gbagida: única mujer Ooní de Ifé.

Magba: sacerdote principal de Shangó.


Mariwo: fonds de palmera.
Mariwo: penca de palma.
Meji: dos, o dos veces.
Mirindilogun: dieciséis conchas de cowri empleadas por el sacerdote y la
sacerdotisa en la adivinación de Ifá.
Modupe: dar gracias.
Mojubar: rendir homenaje.
Moremi: heroína que se infiltró en las huestes de Obatalá y propició el
triunfo de Oduduwa.

284
285

Ngurunguru: cuño de fibra o de bambú utilizado para ser pintado en el


cuerpo.

Oba: una de las esposas de Shango.


Oba: rey, jefe.
Oba-ko-so: el rey no se ahorcó.
Obatalá: dios de la pureza y la creación. Líder guerrero.
Obe: cuchillo.
Obi Abata: auténticas nueces de kola divididas en cuatro partes que se
emplean en la adivinación.
Obagoroye: asociación de jóvenes en Ijebu-Ode.
Obuko: macho cabrío.
Odabo: adiós.
Odidere: pájaro yoruba.
Odu: la iniciación de adivinación por el oráculo de Ifá.
Odu: dieciséis discípulos celestiales nombrados por Orunmila como
epítome de la cultura y religión yoruba.
Odusa Shangó: sacerdote de Shangó.
Ofo: desgracia.
Ogboni: sociedad secreta.
Ogigan: nombre de un príncipe.
Ogiso: nombre con el que se conocía a los reyes de Benin.
Ogun: dios del hierro.
Ojo: hijo del basorun Gaha.
Oju odu: los primeros dieciséis odu meji del babalawo.
Ojuba: santuario sagrado para la adoración de los orisha.
Ojummo-Yanda: nombre de una de las esposas de Oduduwa.
Okambi: hijo mayor de Oduduwa.
Okara-ebo: la parte del sistema de adivinación de Ifá que da instrucciones
sobre los sacrificios.
Oke-Igeti: lugar donde originalmente vivió Ifá.
Okete: nombre de un tipo de rata.
Olodumare/Olorun: dios.
Olodumare: dios supremo.
Olofin: otro de los nombres de Oduduwa.
Olofun: supuesta madre de Obatalá.
Ologboni: miembros de la sociedd ogboni.
Ologberi: el no iniciado.

285
286

Oloja: administrador de mercado.


Olokun: diosa del mar.
Olokun Seniade: otra de las esposas de Oduduwa.
Oloogun: sacerdotes médicos de yoruba.
Olori ebi: director religioso en función familiar o social.
Olori Omolie: jefe de una asociación de jóvenes.
O’lorisha: sacerdotes de ambos sexos.
Oluaso: alafín de Oyó.
Oluewu: alafín de Oyó.
Oluku-mi: mi amigo, mi compañero, mi hombre de confianza.
Oluorogbo: hijo de Moremi.
Olurombi: nombre de la mujer que sacrificó a su hijo en el árbol Irokó.
Oluwo: alto sacerdote de Ifá.
Omele Ako: instrumento musical.
Omi: agua.
Omieros: solución de hierbas empleada en los baños espirituales y para la
consagración de objetos religiosos.
Omo: hijo.
Omo-aiye: seres humanos malignos.
Omo odu: las 240 combinaciones de las distintas tiradas odu.
Omuluwabi: buen carácter.
Ona: camino, vía.
Onailémolé: líder político del culto de Ifá en Oyó.
Onifa: adoradores de Ifá (Orunmila).
Onigbogi: alafín de Oyó.
Onikoso: mago con el que se consultó Shango.
Onikovo: gobernate yoruba.
Onile: diosa de la tierra.
Onilu: tocador de tambor.
Oni Sile: alafín de Oyó.
Onje: alimento, comidas.
Ooni de Ife: rey de todos los yoruba. Padre espiritual.
Opa Oranmiyan: monumento a Oranmiyan en Ile-Ifé.
Opele: instrumento de adivinación Ifá.
Opele: la cadena adivinatoria del babalawo.
Opon Ifá: la bandeja de madera de forma redonda o rectangular que
emplea el babalawo para adivinar.
Opon Ifá: tablero circular para adivinación Ifá.
Oranmiyan u Oranyán: rey fundador de Oyó y Benin.
Ori: dios del individuo.
Oriki: canciones y cantos de alabanza dirigidas a los orisha.
Oriki: nombre de alabanza.
Orin: canciones a los orisha.

286
287

Orisha: emanaciones angelicales del Creador que se manifiestan en la


Naturaleza.
Orisha: objeto de adoración. Ministros de Olodumare. Dioses yoruba.
Orisha Nlá: dios de la creación.
Orisha Oko: dios de la agricultura.
Orita: encrucijadas.
Oro: sociedad secreta.
Oroko: padre de Orunmila.
Orogbo: nuez de cola amarga.
Oroponto: alafín de Oyó.
Orun: cielo, tanto en sentido físico, como religioso.
Orungan: primer babalawo. También se considera como nombre del hijo
de Yemayá.
Orunmila: dios de la sabiduria.
Osara: otra de las esposas de Oduduwa.
Osha: período de tiempo en el que el iniciado sufre el desarrollo sacerdotal.
Oshogbo: pueblo donde los fulani fueron derrotados por los yoruba, y lugar
donde se encuentra el templo de Oshun.
Oshun u Osún: diosa del río.
Osi: hombre a quién se le considera la mano derecha del rey.
Osin: pájaro acuático.
Ota: piedras que simbolizan la inmortalidad.
Oti: bebida alcohólica muy fuerte.
Owo: dinero, prosperidad.
Owodo: último ogiso.
Owotita: primer bocado que se tira al suelo antes de cada comida en honor
a los ancestros.
Owu: reinado de importancia histórica.
Oyá: principal esposa de Shangó. Diosa de tormentas y tornados.
Oyo-Mesi: Consejo de Estado del imperio de Oyó.
Oyekan: nombre de un príncipe.

Riran-Ifá: aprendizaje de los poemas de adivinación.

Santería: la religión yoruba combinada con el catolicismo español.


Sekere: tambor hecho de güiro de calabaza cubierto con cuerda.
Setilu: supuesto nombre original de Ifá.

287
288

Siju: luz, abierto.


Suuru: paciencia.

Tutari: incienso.
Tutu: frío.

Vodun: término de África Occidental que significa Dios; combinación de


religión yoruba con catolicismo francés en Haití.

Yoruba: grupo étnico y cultural de orígen africano.

288

También podría gustarte