Cuestionarios de Esquemas de Young
Cuestionarios de Esquemas de Young
Cuestionarios de Esquemas de Young
Young & Brown, 1990, 2001] es una medida de auto-informe para evaluar esquemas[3]. Los
pacientes valoran, en base a una escala tipo Likert de 6 puntos, en qué medida les describe
cada ítem. El terapeuta suele administrar el CEY a cada paciente, normalmente tras la segunda
Los ítems del cuestionario aparecen agrupados por esquemas. Detrás de cada serie de ítems
aparece un código de dos letras que indica al terapeuta qué esquema está siendo medido. Sin
embargo, el nombre del esquema no se refleja en el cuestionario. La clave para interpretar las
media de cada esquema para interpretar los resultados. En lugar de eso, el terapeuta suele
analizar los ítems de cada esquema separadamente, rodeando las puntuaciones más altas
revisa el cuestionario completo con el paciente, formulando preguntas sobre esos ítems que el
paciente presenta tres o más puntuaciones altas (valoradas con 5 y/o 6) en un esquema
particular, tal esquema suele ser relevante para el paciente y merece ser examinado con mayor
atención.
El terapeuta recurre a los ítems con puntuaciones elevadas para animar al paciente a hablar
sobre cada esquema relevante y lo hace del siguiente modo: “¿Podrías explicarme un poco
más qué significa esta frase en tu vida?”. Suele ser suficiente explorar de este modo dos ítems
con puntuación elevada de cada esquema para extraer la esencia de cada esquema. El
terapeuta enseña al paciente el nombre de cada uno de los esquemas con puntuación elevada y
el significado del esquema en términos cotidianos y le anima a leer más sobre los esquemas en
elaborado las hipótesis sobre los esquemas del paciente. Las respuestas del Cuestionario de
Esquemas de Young pueden confirmar o refutar dichas hipótesis y podrían incluso contradecir
pacientes no han comprendido las preguntas, las reescriben o las interpretan de un modo muy
Algunos pacientes sienten que el mero hecho de cumplimentar el cuestionario ya activa sus
esquemas. Los pacientes frágiles, como los TLP que han sufrido traumas tempranos severos,
pueden experimentar emociones muy intensas mientras contestan a los ítems y, por
consiguiente, pueden verse obligados a proceder con más cautela. El terapeuta puede pedir a
estos pacientes que cumplimenten únicamente algunos ítems cada semana, o pueden trabajar
conjuntamente sobre el cuestionario durante las sesiones. Algunos pacientes pueden responder
a las preguntas incómodas evitando el cuestionario. Dejan sin responder algunos ítems, se les
“olvida” responder o valoran someramente los ítems con puntuaciones bajas. Eluyen el
cuestionario para evitar afrontar los esquemas. Si los pacientes muestran dificultades
con el paciente las razones de dicho proceder. Si no logramos superar estos obstáculos
relativamente rápido, solemos considerarlo como señal de que el paciente presenta problemas
En términos generales solemos destinar una o dos sesiones a revisar con el paciente todo el
cuestionario, dependiendo del número de esquemas que hayan recibido valoraciones altas.
Como a los pacientes se les permite que modifiquen el léxico de las preguntas, muchas veces
dan pie a comentarios entre paciente y terapeuta. Es habitual que al hablar sobre los ítems del
cuestionario el paciente examine material importante con relativa rapidez. A medida que el
sobre los esquemas del paciente y vincula los esquemas con los problemas que presenta y con
El Inventario de Padres de Young (Young Parenting Inventory, YPI; Young, 1994) es uno de
los principales recursos para identificar los orígenes infantiles de los esquemas. El YPI es un
cuestionario de 72 ítems donde los pacientes valoran a sus madres y padres separadamente en
una variedad de conductas que nosotros suponemos han podido contribuir al desarrollo de
esquemas. Como el CEY, el YPI emplea también una escala Likert de 6 puntos y los ítems
aparecen agrupados por esquemas. Generalmente el YPI también suele ser asignado como
tarea para casa algunas semanas después del CEY –habitualmente, entre la quinta y la sexta
Si los pacientes durante su niñez tuvieron en casa padres adoptivos, abuelos u otros
sustitutos de los padres, pueden adaptar el cuestionario añadiendo columnas para padres
adicionales o sustitutos con quienes han podido vivir durante la infancia o adolescencia. Por
ejemplo, una paciente había vivido con su padre y con su madre, después, tras la muerte de su
padre a sus 5 años de edad, con su madre y su padrastro. Esta paciente añadió una columna y
El inventario es la medida de los orígenes más comunes que hemos observado en los
esquemas precoces desadaptativos. Refleja los contextos de la infancia que, a partir de nuestra
es posible que el paciente haya experimentado el ambiente infantil comúnmente asociado con
podría ocurrir por diversas razones: (1) el temperamento del paciente evitó que se generara el
esquema; (2) el padre o la madre u otra persona significativa de la vida del paciente compensó
al otro o (3) el paciente, una persona significativa o un hecho posterior de su vida le llevó a
cambiar el esquema.
El terapeuta puntúa el YIP de un modo similar al CEY. El terapeuta rodea con un círculo
todos los ítems valorados por el paciente con un 5 o un 6. (Suponemos que las puntuaciones de
5 / 6 indican una probabilidad alta de ser clínicamente significativos como orígenes para un
esquema particular). Las únicas excepciones son los ítems del 1 al 5, que evalúan los orígenes
relevancia de ese origen para la privación emocional. A diferencia del CEY, es suficiente con
una única puntuación alta en un esquema particular para que un ítem sea potencialmente
significativo. Con todo, cuantas más puntuaciones altas se recojan en un esquema determinado
más certeza tendremos de que el esquema es relevante para el paciente. Aún así, cualquier
ítem con puntuación alta en el YPI puede ser significativo como origen de un esquema. Por
ejemplo, si un paciente indica en un ítem del YPI que ha sido sexualmente agredida por un
aunque la paciente haya valorado los restantes ítems con valores muy bajos.
En la siguiente sesión, una vez que el terapeuta haya revisado las puntuaciones del paciente,
ambos comentan cualquier ítem con puntuación elevada. El terapeuta anima al paciente a
ampliar los detalles de cada origen sugiriéndole que ponga ejemplos de su infancia o
adolescencia que ilustren el modo en que se manifestaba la conducta del padre/madre. Esta
conversación continúa hasta que el terapeuta haya elaborado la imagen completa y exacta del
también el modo en que el origen infantil y el esquema pueden estar vinculados con los
Aunque el YPI no esté diseñado para medir qué esquemas presentan los pacientes, sino para
identificar los orígenes probables de los esquemas con puntuación alta en el CEY, el YPI se ha
altas en el YPI que reflejan los orígenes de un esquema, observamos frecuentemente que el
paciente presenta dicho esquema, incluso cuando haya valorado el mismo esquema con
que, a menudo, los pacientes son capaces de identificar con precisión cómo actuaban sus
padres, incluso aunque estén fuera de contacto con sus propias emociones. De este modo, para
los pacientes con alta evitación de esquemas, el YPI podría ser un instrumento de medida
El terapeuta compara las respuestas al YPI con las respuestas al CEY. Si los esquemas con
de los esquemas. Las incongruencias, por su parte, también pueden ser importantes fuentes de
información. De forma similar al CEY, las puntuaciones en el YPI también podrían ser bajas
inesperadamente baja, el terapeuta podría decir algo como, “En su cuestionario de esquemas
indica que a lo largo de su vida las personas han tratado de controlarla, sin embargo en su
inventario de padres indica que su madre y su padre no trataron de dirigir su vida. ¿Podría
ayudarme a entender qué sentido tienen estas dos afirmaciones para usted?”. Este modo de
resolver las incoherencias aparentes suele ser muy útil para clarificar los esquemas del
paciente y sus orígenes y también para ayudar a los pacientes a afrontar sentimientos y sucesos
Rygh, 1994) es un cuestionario de 41 ítems que evalúa la evitación de esquemas. Incluye ítems
como “Veo mucha televisión cuando estoy solo”, “Trato de no pensar en las cosas que me
preocupan” y “Enfermo cuando las cosas no me van bien”. Los individuos atribuyen
puntuaciones en una escala de 6 puntos.
Al igual que con el resto de los inventarios, al terapeuta no le interesan las puntuaciones
totales sino comentar con el paciente los ítems con puntuaciones altas. Sin embargo, una
incluyen afirmaciones como “Muchas veces culpo a los demás cuando las cosas van mal”,
“Me demoro en las decisiones para no cometer errores” y “No me gustan las normas y disfruto
con el paciente los ítems que hayan recibido puntuaciones altas. Por ejemplo, si el paciente
posible que culpes a los demás para manejar tus propios sentimientos de vergüenza?”. A
medida que progresa la terapia, los pacientes auto-registran su uso de los estilos de