Apuntes Lineamientos Curriculares de Inglés

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Las condiciones críticas tanto económicas como ecológicas del sistema mundial, las

particularidades de Colombia y la realidad de una creciente brecha entre los países con sistemas
económicos consolidados frente a países que padecen precariedades económicas requieren una
redefinición del desarrollo humano y un nuevo énfasis sobre el conocimiento científico y
tecnológico en la educación formal. Este es un desafío para muchas culturas con su
diferenciación económica y política y con sus valores culturales - locales. Múltiples civilizaciones
hoy en día se confrontan a nivel mundial, en una competencia intelectual que determina el
acceso desigual a recursos, calidad de vida y creatividad. Tales procesos exigen una nueva
manera de percibir el mundo, de generar una comunicación intercultural, de tal manera que los
actores sociales tengan la posibilidad de afirmar su identidad, de desarrollar las habilidades
comunicativas necesarias para interactuar y tener el mismo reconocimiento como creadores y
fuentes de mensajes.

Como respuesta a esta realidad se han establecido políticas educativas sobre lengua extranjera,
que incluyen su estudio desde el ciclo de primaria. Se pretende brindar la posibilidad de tener
mayor contacto y experiencia con otra lengua, otra cultura, y abordarla desde una perspectiva
estratégica que la conciba como un medio para acrecentar en cada estudiante sus
competencias de comunicación y sus habilidades para integrar saberes, para trabajar en
equipo y para comprender mejor la realidad mundial y sus efectos sobre el contexto
colombiano.

El capital y la riqueza que le produce a un país el plurilingüismo se traducen en capital lingüístico


para cada individuo. Ese patrimonio está representado en el desarrollo integral de la
personalidad y será mucho más fructífero si se propicia desde los primeros años de escolaridad.
El Ministerio de Educación Nacional considera el plurilingüismo como una prioridad educativa.
Es por ello que promueve la iniciación de la enseñanza de los idiomas extranjeros desde el ciclo
de primaria y el fortalecimiento de los procesos educativos que se llevan a cabo en los últimos
grados de la educación básica secundaria y de la educación media. Al insistir en esta empresa,
partimos del principio de que aprender una lengua es también aprender a descubrir y valorar
otras culturas.

El dominio u óptimo grado de competencia en idioma extranjero es un elemento de calidad


de vida. En esta sociedad de culturas móviles y de acceso al conocimiento, los idiomas
extranjeros se convierten en herramientas primordiales en la reconstrucción de las
representaciones del mundo, en instrumentos básicos para la construcción de saberes, para
llevar a cabo aprendizajes, para el manejo adecuado de las nuevas tecnologías y para el logro de
una plena integración social y cultural.

Se propende, entonces, porque la enseñanza de las lenguas extranjeras sea prospectiva para
responder a las necesidades de la multiculturalidad. Corresponde esto a una visión prospectiva
del siglo XXI en el que un alto porcentaje de los colombianos deberá tener acceso al
conocimiento de las lenguas extranjeras como condición para mejorar el proceso de
construcción de una sociedad más cohesionada, que presente las distintas identidades
culturales con mayor equidad con un modelo de desarrollo sostenible personalizado.

En el desarrollo de la competencia comunicativa en lengua extranjera entran en juego: un factor


interno y un factor externo. El factor interno constituido por el conocimiento y la apropiación
que el hablante tiene de su lengua y su cultura y por sus expectativas frente a otras culturas y
otras lenguas. El factor externo constituido por las interacciones entre las lenguas y las culturas.
Los dos factores inciden en lo afectivo y en lo cognoscitivo.

La interculturalidad significa culturas en constante diálogo de saberes implica hacer


interpretación, decodificación es decir comprensión de las culturas involucradas.

La Competencia Comunicativa en Idiomas Extranjeros

En esta sociedad de movilidad de culturas y acceso al conocimiento, los idiomas extranjeros se


convierten en una herramienta primordial para construir una representación del mundo; en un
instrumento básico para la construcción de conocimiento, para llevar a cabo aprendizajes, para
el manejo óptimo de las nuevas tecnologías y para el logro de una plena integración social y
cultural. Así mismo, y como consecuencia del papel que desempeña en la construcción del
conocimiento, el lenguaje está estrechamente vinculado a los procesos de pensamiento y al
dominio de habilidades no estrictamente lingüísticas como, por ejemplo, las habilidades
cognitivas, las habilidades motrices o las habilidades relativas a la planificación y control de la
propia actividad de aprendizaje. Ser capaz de utilizar un idioma extranjero para comunicarse con
los hablantes cuya lengua sea distinta de la propia y para entender textos orales y escritos,
incrementa la confianza del alumno en sí mismo en sus posibilidades para superar obstáculos y
para sacar el máximo provecho de sus conocimientos. Además, el dominio de un idioma
extranjero amplía considerablemente el horizonte intelectual que supone el hecho de acceder
a los aspectos culturales, científicos y tecnológicos que se comunican a través de una lengua
extranjera.

Puntos de referencia actuales para la mayoría de los planteamientos teóricos relacionados con
el desarrollo de la competencia comunicativa han sido los trabajos de Canale y Swain (1980) y
Canale (1983), quienes generan un constructo de competencia comunicativa conformado por
cuatro componentes o subcategorías: la competencia gramatical, la socioling üística, la
discursiva y la estratégica. La primera se refiere al grado de dominio del código lingüístico,
incluyendo el vocabulario, la pronunciación, la gramática y la sintaxis. La segunda tiene que ver
con la capacidad de producir enunciados adecuados, tanto en la forma como en el significado, a
la situación de comunicación. En otras palabras, la competencia sociolingüística es el
conocimiento de las reglas socioculturales del lenguaje. Por su parte, la competencia discursiva
es la capacidad para utilizar diversos tipos de discursos y para organizarías en función de los
parámetros de la situación de comunicación en la que son producidos e interpretados.
Finalmente, la competencia estratégica refleja el potencial de los interlocutores para definir y
matizar progresivamente los significados que transmiten, para realizar ajustes, formular
aclaraciones, llevar a cabo precisiones; es decir, para utilizar todos los recursos lingüísticos y
extralingüísticos de que Ministerio de Educación Nacional disponen con el fin de evitar que se
rompa la comunicación o que transcurra por rutas no deseadas.

En la última década, la conceptualización presentada por Canale y Swain ha sido objeto de


algunas modificaciones, entre las cuales se destaca el esquema de Lyle Bachman (1990) donde
reorganiza y desglosa los componentes, de manera más detallada. El modelo consta de tres
componentes principales: la competencia en el lenguaje, la competencia estratégica y los
mecanismos psicofisiológicos. El primer componente abarca varios tipos de conocimiento que
usamos en la comunicación a través del lenguaje. Por su parte, los otros dos componentes
incluyen las capacidades mentales y los mecanismos físicos mediante los cuales se logra dicho
conocimiento en el uso comunicativo del lenguaje.
La competencia en el lenguaje incluye dos tipos de habilidades: las competencias organizativa y
la pragmática. La primera hace referencia tanto al dominio de la estructura formal del lenguaje
(competencia gramatical) como al conocimiento acerca de cómo se construye el discurso
(competencia textual). En la competencia gramatical se incluyen el control del vocabulario, la
morfología, la sintaxis y los elementos fonémicos y grafémicos. En la textual, se contemplan la
cohesión y la organización retórica. El segundo tipo de habilidad se conoce como competencia
pragmática, la cual se refiere al uso funcional del lenguaje, es decir la competencia ilocutiva y al
conocimiento de su apropiado uso, según el contexto en el cual se emplea, o sea, la competencia
sociolingüística. La competencia ilocutiva comprende el control de rasgos funcionales del
lenguaje tales como la habilidad para expresar ideas y emociones (funciones ideacionales), para
lograr que se lleve a cabo algo (funciones manipulativas), para usar el lenguaje para enseñar,
aprender y resolver problemas (funciones heurísticas) y para ser creativo (funciones
imaginativas). Finalmente, la competencia socio-lingüística considera aspectos como la
sensibilidad hacia tipos de dialectos y registros, la naturalidad o cercanía a los rasgos
característicos de la lengua y la comprensión de referentes culturales y figuras idiomáticas. Es
importante destacar que la competencia estratégica se desarrolla como un componente
integrador donde se conjugan las interrelaciones entre el conocimiento del mundo, el
conocimiento del lenguaje, los mecanismos psicofisiológicos y el contexto de la situación para la
toma de decisiones sobre el uso del lenguaje comunicativo.

También podría gustarte