Corrosión en El Cobre

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Protección de las tuberías de cobre

Corrosión

Debido a que la mayoría de los metales en su estado natural forman


compuestos; óxidos, sales, etc.; la corrosión se puede definir como: “La
tendencia de los metales a volver a su estado natural” ; debe quedar de
manifiesto que la corrosión es un fenómeno electroquímico, es decir que se
presenta a través de una transferencia de electrones.

Aún cuando hay un gran número de factores que influyen en la corrosión de los
metales, la mayor parte de ellos la afectan únicamente en cuanto a la cantidad
y distribución de la misma. Químicamente podemos clasificar la corrosión en
dos tipos:

• Ataque debido a la presencia de oxígeno.


• Ataque por ácidos oxidantes con desprendimiento de hidrógeno.

De acuerdo a la teoría electroquímica, para que empiece la corrosión es


preciso tener un metal cuyo potencial sea diferente del potencial de los iones
catódicos de la solución con la cual está en contacto. Los iones catódicos más
comúnmente encontrados en las soluciones corrosivas naturales, son los de
hidrógeno. De ahí que ordinariamente la tendencia de un metal hacia la
corrosión es determinada por su potencial con respecto al hidrógeno.

En la tabla que se da a continuación se pueden encontrar los potenciales


electroquímicos de los principales metales, se puede ver que la mayor parte de
los metales comerciales son de potencial negativo con respecto al hidrógeno,
en tanto que el cobre (Cu) es el único de ellos con potencial positivo, por lo
cual, junto a la plata (Ag), mercurio (Hg), oro (Au) y platino (Pt) son
denominado como metales nobles.

En consecuencia, el cobre, dentro de los metales comúnmente usados en la


fabricación de tuberías, es el que tiene la menor tendencia hacia la corrosión y
permanece inafectado frente a condiciones que hacen que otros metales se
corroan.

Serie de potenciales de los metales

Metal Símbolo químico Potencial (voltios)


Magnesio Mg - 2.40
Aluminio Al - 1.69
Manganeso Mn - 1.10
Zinc Zn - 0.76
Fierro Fe - 0.44
Cadmio Cd - 0.40
Níquel Ni - 0.25
Estaño Sn - 0.16
Plomo Pb - 0.13
Hidrógeno H ± 0.00
Cobre Cu + 0.35
Plata Ag + 0.81
Mercurio Hg + 0.86
Oro Au + 1.38
Platino Pt + 1.60

El potencial negativo es la disposición de ceder electrones (cátodo), y el


potencial positivo la disposición de admitir electrones (ánodo).

Como se dijo anteriormente, la corrosión de un metal es generalmente una


reacción electroquímica, que comprende la solución de un metal con iones en
áreas anódicas y deposiciones de hidrógeno del electrolito en área catódica. La
reducción del oxígeno para formar iones hidróxilo es la reacción catódica
predominante en el cobre y sus aleaciones, de ahí que la presencia de oxígeno
y otros agentes oxidantes sea esencial para causar la corrosión en estos
metales. Como los iones en solución van unidos con iones hidróxilos metálicos,
puede darse el caso de que formen un recubrimiento adherente y no poroso,
que protegerá al metal de una corrosión ulterior, esta producción dependerá en
gran escala de la solubilidad del producto de corrosión en el medio ambiente.

Por otro lado, en presencia de oxígeno, el cobre es el único metal que tiene la
propiedad de formar en su superficie una capa protectora de óxido y sulfato de
cobre llamada pátina, que a diferencia de otros metales, que también lo hacen,
es completamente lisa e insoluble en agua y en lugar de que afecte al metal lo
protege contra el ataque del medio que lo rodea ; el poco óxido que al principio
de la formación de la capa se llegara a desprender, no es perjudicial a la salud
ya que por un lado el cobre es necesario al metabolismo humano y por otro, se
requerirían tomar 22.5 litros de agua en tubería de cobre nueva para consumir
la misma cantidad de cobre que contiene un plato de ostiones. Esto es
contrario a otros tipos de tuberías metálicas en las que el óxido que forman
puede tener concentraciones tales que lleguen a ser perjudiciales a la salud.

Frecuentemente, sobre la primera película (pátina) se depositan otras


constituidas de sales cúpricas que generalmente mejoran la protección.

Cuando por algún motivo, que puede ser inclusive un exceso de velocidad, se
desprenda del tubo la película de óxido cuproso, ocasionaría que aumentase la
corrosión de la tubería.

Hay otros tipos de corrosión que pueden sufrir ciertos metales y sus aleaciones
dependiendo del medio y condiciones de trabajo, a continuación se describen.

Tipos de corrosión

Corrosión aérea

En la cual el electrolito es la capa condensada de aire, que cubre el metal.


Corrosión terrestre

En este tipo de corrosión, el electrolito está formado de una capa condensada


de humedad, no proveniente de la atmósfera, sino del suelo donde está el
material. La corrosión del cobre y sus aleaciones por el suelo, dependen de sus
propiedades físicas y químicas de manera compleja.

Se han reconocido como causas de corrosión las siguientes:

a) Aireación diferencial
b) Ácidos y sales del suelo
c) Distinta composición química y propiedades físicas del suelo, en contacto
con un mismo metal
d) Presencia en el suelo de materiales de desecho, cenizas, detritus, etc.
e) Corrientes perdidas
f) Bacterias anaerobias
g) Par galvánico

Con exclusión de los tres últimos casos, las causas de corrosión residen en el
suelo, el cual por sus propiedades físicas y químicas determina el ataque.

Propiedades físicas del suelo que influyen en la corrosión

Desde el punto de vista de la corrosión, son el conjunto de propiedades


interdependientes, tales como la textura, estructura, porosidad, contenido de
humedad, drenaje (filtración), etc., de las cuales depende la aireación del suelo.

Propiedades químicas del suelo que influyen en la corrosión

Interesa la composición del estrato acuoso, es decir, de las sales como


cloruros, sulfatos, carbonatos, bicarbonatos, alcalinos y alcalino térreos,
amonio, acidez y pH ; del conjunto de todas ellas depende la resistividad.

Concebida la corrosión metálica en un medio electrolítico como un fenómeno


electroquímico, con áreas catódicas y anódicas discretas, la existencia de las
mismas sería una consecuencia de heterogeneidad en el metal o en el medio
de contacto con él.

Causas a, c y f.

En las numerosas pilas en corto circuito que se forman, los ánodos y cátodos
están polarizados con concentración y sobre voltaje, en un grado que depende
de la composición química del electrolito (sales del suelo), de la aereación del
mismo (oxígeno) y de la naturaleza del metal, las zonas donde el acceso de
oxígeno es más fácil, cuando el metal es único, son siempre catódicas y ellas
se comportan como un electrodo de oxígeno más o menos irreversible y las
zonas donde el acceso de oxígeno es nulo o pequeño, son las zonas anódicas.

La acidez total actúa en el sentido de mantener la superficie de los electrodos


libres de depósito.
La velocidad con que los distintos tipos de suelo atacan al cobre, dependen en
gran parte de la rapidez con que polarizan las áreas catódicas y anódicas.

Recomendaciones para evitar la corrosión química

Una regla fundamental que se deberá procurar respetar al instalar la tubería de


cobre consiste en lo siguiente:

Nunca se debe instalar tubería de fierro galvanizado abajo de la tubería de


cobre en dirección al flujo, esto con el propósito de evitar la corrosión del
tubo de fierro por electrólisis, ya que el óxido de cobre que se llegue a
desprender de la tubería y que llegara a depositarse en la superficie del tubo de
fierro formaría pares galvánicos, sirviendo el agua como electrolito.

Debido a que la tubería de cobre no permite adherencias ni incrustaciones, el


óxido de fierro no llega a depositarse en el tubo de cobre al colocar las tuberías
a la inversa.

El par galvánico es un fenómeno electroquímico en el cual, al estar dos


metales de diferente potencial electroquímico en contacto directo en un medio
electrolítico, el metal menos noble (ánodo) tiende a disolverse.

En las instalaciones hidráulicas, tanto el agua como la humedad del aire


pueden servir de electrolitos, por lo cual se deberá evitar el contacto directo
entre ambos metales (Cobre y Fierro).

No obstante la gran resistencia a la corrosión de la tubería de cobre dentro de


las instalaciones, es menester tomar algunas medidas preventivas. Para anular
o disminuir el indicio de corrosión de la tubería de cobre, la forma más eficaz es
evitando el contacto directo, es decir, aislando la tubería de cobre.

Las condiciones de prevención que se mencionaran más adelante, son válidas


solamente para situaciones donde el agente corrosivo no es muy agresivo.

Para el caso de agentes más corrosivos es forzoso realizar un análisis


meticuloso de los elementos que propician la corrosión y a partir de éste se
define el mejor método de protección a utilizar.

Corrosión - erosión o corrosión por choque

Este tipo de corrosión, se presenta al hacer circular agua a velocidades


inapropiadas.

Cabe mencionar que el ataque es también de naturaleza electroquímica; lo que


sucede es que las altas velocidades del flujo interfieren en la formación de la
película protectora, esto permite el ataque en forma desigual.

Desde el punto de vista práctico, no se consideran favorables


velocidades que excedan 2.9 m/s para cobre en la mayoría de las aguas
municipales.
Existen varios factores que incrementan susceptiblemente el ataque por
choque y deberán evitarse. Entre los principales están los gases o sólidos
atrapados, las turbulencias que se producen por cambios direccionales en las
conexiones (codos, tes) lo cual ocasiona que queden porciones del metal
desprotegidas adyacentes a ellas, provocando corrosión por el choque y
perforaciones en la tubería.

La susceptibilidad del cobre a la corrosión - erosión, aumenta cuando el


pH es menor a 6.8 y también en un medio altamente clorinado (ejemplo, agua
de mar y salmuera).

Se deberá hacer una cuidadosa inspección antes de utilizar el tubo de cobre,


tomando las precauciones necesarias para evitar que el tubo quede expuesto a
la corrosión por picaduras; siendo admisible que hasta ese momento se
desconozcan las condiciones exactas de la superficie del tubo para evitarlas;
es aconsejable considerar que cualquier depósito en la tubería que no sea
óxido cuproso, sea considerado como sospechoso. Si se van a usar tubos en
estas condiciones, deberán limpiarse para remover dicho material antes de
instalarse.

SI existe merma o disolución de la película de óxido en el cobre, es seguro que


haya un ataque generalizado, pudiendo evitarlo con la elevación del pH, que
por lo regular es suficiente para reducir el ataque y desde luego a que el cobre
del tubo entre en solución, manteniéndose a niveles muy bajos.

La corrosión por choque resulta cuando el flujo es lo suficientemente rápido


para remover los iones de cobre antes de la formación de la película de óxido
cuproso.

Considerando la naturaleza del fenómeno de corrosión por picadura y basado


en las pruebas laboratorio, deberá haber una capa localmente interrumpida y
eléctricamente conductora, sobre la zona de ataque como condición para
perforaciones. Dicha membrana está compuesta por lo general de óxido
cuproso, actuando en su parte inferior como ánodo y en la parte superior como
cátodo.

Los iones de Cu+ (monovalentes) que se desarrollan en una picadura pueden


ser oxidados a iones Cu++ (bivalentes) en la parte inferior de la capa. Con el
cobre metálico, los iones Cu++ forman además iones Cu+ manteniéndose así
el ciclo. Una parte de los iones Cu+, atraviesa la capa ; siendo oxidados por el
oxígeno del agua, cayendo así a su forma bivalente, parcialmente como una sal
básica, ésta hace que se forme una “marca de viruela” en la parte superior de
la picadura. El resto de la capa en su parte superior, se ha convertido catódica,
así reduce el ion monovalente y continua su participación en el ciclo,
asegurando el flujo de la corriente a través capa. La fuerza creada es la
diferencia de concentración de iones de Cu+ entre la parte interior de la
perforación y la exterior que la rodea. La concentración de iones Cu++ no tiene
influencia.
Las condiciones para iniciar la corrosión por picadura, son capas de óxido
cuproso, con inclusiones de cloruro de cobre entre el óxido y el metal base.

Corrosión microbiológica de las tuberías de cobre

En general, la mayoría de los suelos contienen una enorme población de


microorganismos, tanto en número como en diversidad; bacterias, hongos,
algas y otros, son de los grupos mayormente encontrados en los suelos.

Entre los miles de microorganismos, solamente algunos han sido realmente


considerados como agentes corrosivos biológicos.

Estos tienen forma de barra o coma, los cuales traen como consecuencia
transformaciones en el azufre (S). El primer grupo de estas bacterias, es el
Thiobacilli, una bacteria aerobia, esto es que requiere la presencia de aire para
crecer.

Ellas son también únicas en el mundo microbiológico, porque obtienen su


energía de la oxidación del azufre elemental, como el tiosulfato y en algunos
casos, de los politionatos, sulfuros y sulfitos. El producto final de su oxidación,
es el ácido sulfúrico, que puede ser formado en cultivos con pH tan bajo como
0.7.

El segundo grupo de estas bacterias “azufre”, son estrictamente anaerobias,


esto es que no requieren del oxígeno para crecer. En ocasiones se encuentran
aparentemente creciendo en un ambiente rico en oxígeno, ya que utilizándolo
provoca el ambiente anaerobio requerido. Estas bacterias anaerobias, pueden
reducir compuestos de azufre oxigenados, como sulfatos, ceder sulfuro si
existe una fuente de electrones o si el hidrógeno está presente.

Este grupo de bacterias reductoras de sulfato, se divide en dos: un grupo que


produce esporas, cuerpos minúsculos resistentes que se forman en la celda
bacterial y las bacterias que no forman esporas.

Las que forman esporas han sido clasificadas en un nuevo género,


Sulfotomcaulum.

Algunos de estos organismos son termofílicos, o sea que requieren altas Las
bacterias no formadoras de esporas del tipo reductoras de sulfato, son
miembros del género Disulfovibrio, requieren de un pH favorable, son más
comunes para la gente relacionada en el campo de la corrosión. La habilidad
de estas bacterias a utilizar hidrógeno molecular como un electrón donador,
forma la parte esencial de la teoría de la despolarización catódica de la
corrosión anaerobia.

En adición a las condiciones anaerobias de hidrógeno donado y otros


nutrientes, las Disulfovibrio requieren de un pH favorable, se ha demostrado
que debe estar entre 6.5 a 8.0 con rango límite de 5.5 a 9.0.
Aparte de este grupo de bacterias de azufre, un gran número de otras bacterias
están asociadas con la corrosión microbiológica y muchos de estos organismos
están también asociados con reductores de sulfato, otras llamadas bacterias de
hierro que oxida compuestos de hierro.

Corrosión por electrólisis de corrientes derivadas

A la electrólisis se le atribuye frecuentemente la corrosión de la tubería del


subsuelo, cuando en realidad, la dificultad se debe enteramente a las
condiciones del terreno.

No obstante, casos reales de este tipo de corrosión están siendo grandemente


disminuidos con el empleo de mejores métodos en la distribución de la energía
y la moderna tendencia de reemplazar los tranvías eléctricos.

En contraste con otras clases de corrosión, los materiales y las condiciones del
ambiente son de importancia en este caso. La forma más efectiva de prevenirla
es por medio del control de las corrientes directas, línea a tierra o el empleo de
juntas aisladas, si se sabe que la electrólisis tiene efecto perjudicial sobre el
tubo de cobre, estas medidas preventivas pueden ser empleadas en forma
efectiva con él.

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