Ensayo Ambar Marcano Seminario I Educ

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

PARADIGMA EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA: A TRAVÉS DE SUS

DIMENSIONES

Ambar Marcano Mendoza


[email protected]

Para inducir la tarea de investigación en cualquier ramo de la ciencia y, por


supuesto en la pedagogía, recorre por rutas definidas por distintos paradigmas.
Cabe destacar que el investigador puede aproximarse a la realidad educativa
desde diferentes aspectos, así como utilizar muchos métodos de investigación,
recogiendo información a través de una gran variedad de procedimientos,
técnicas e instrumentos. Esta variedad satisface fundamentalmente a las
diferentes concepciones y modos de interpretar la realidad educativa, al mismo
tiempo que resultan de las distintas respuestas que puede darse a las
interrogantes planteadas sobre dicha realidad desde las dimensiones filosóficas
y epistemológica. La pluralidad metodológica resultante resultará de las diferentes
respuestas ofrecidas en cada ámbito.

“El significado de paradigmas (Kuhn, 1971) es consciente de


variedad de significados y diferentes usos, aquí lo describiremos
como un conjunto de creencias y actitudes, como una visión del
mundo "compartida" por un grupo de científicos que implica una
metodología determinada (Alvira, 1982)”.

De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, resulta importante
tener presente que entender las particularidades de cada paradigma, sus
características y las relaciones que se pueden construir entre ellos en contextos
existentes de investigación, admite referir con claridad conceptual respecto de los
fundamentos reales y epistemológicos y las orientaciones metodológicas de
cada uno, puesto que son estos elementos los que definen a un paradigma de
investigación como tal.
La dimensión Filosófica del paradigma nos hace referencia a la naturaleza de los
fenómenos sociales y a su grado de organización. Plantea la polémica de si la
realidad social es algo externo a las personas y se atribuye como dada desde fuera
o, por el contrario, es algo construido desde un punto de vista particular o
por consenso inter personal.

La dimensión epistemológica encuentra la forma de obtener el conocimiento.


El investigador a de observar la posibilidad de que el objeto a conocer sea
tan sólido y externo; y el proceso para su conocimiento requiera de mucha
objetividad, que se tenga que adaptar a la perspectiva de un observador
externo, así como a metodologías propias de la investigación física.

La dimensión metodológica emprende los problemas que plantea la


investigación educativa en relación a los métodos a utilizar. Las numerosas
metodologías que se manejan en la investigación educativa aportan el marco
de referencia para examinar los principios y procedimientos empleados para
formular los problemas de investigación, dar respuesta a los mismos y evaluar su
habilidad y relevancia.

Las decisiones que se toman en el campo de la investigación educativa en


proporción a cada una de las dimensiones obedecen, en gran medida, a cómo
se percibe la realidad social, a partir de qué paradigma partimos para tratar de
entenderla y actuar sobre ella, en el entendido que son las cosmovisiones o
paradigmas que asumimos los que tienden a dirigir las acciones que emprendemos.

Actualmente en la investigación educativa coexisten numerosas propuestas, estilos


y métodos, los que a su vez se enmarcan en distintos paradigmas. Entre los
paradigmas estimados como de mayor vigencia, legitimidad y difusión se
encuentran el positivista, el naturalista y el socio crítico.
Los diferentes autores plantean que dentro de las distintas dimensiones están los
paradigmas Positivista, naturalistas y Sociocríticos.

En el caso del paradigma positivista, es importante mencionar que a partir del siglo
XVIII es cuando la investigación científica adquiere un carácter sistemático,
institucionalizado y estandarizado en sus procedimientos. Todo esto se debe, entre
otras razones, al “desencantamiento del mundo” y el carácter crecientemente
racional que adquieren las ideologías, las necesidades cada vez mayores de la
naciente producción industrial y el éxito alcanzado por cada vez más inventos e
innovaciones en el ámbito de las tecnologías. Mientras que el paradigma naturalista
sus inicios fueron a finales del siglo XIX y comienzos del XX que los diversos
filósofos y humanistas críticos del positivismo, entre los que se destacan Dilthey,
Rickert y Weber subrayan como los más importantes, proponen la singularidad de
los objetos propios de las ciencias sociales y de la relación entre sujeto y objeto al
interior de las mismas, como testimonio para el desarrollo de propuestas
epistemológicas y metodológicas alternativas al positivismo.

“El positivismo. Este paradigma plantea la naturaleza empírica


del conocimiento en una teoría que enlaza ese conocimiento al
desarrollo intelectual del individuo y de la sociedad y en un plan
para aplicar los métodos de la ciencia al estudio de las
relaciones sociales. Intenta reemplazar, en nombre del progreso, la
religión y la metafísica con los procedimientos empíricos de la
ciencia moderna” (Hernández, 1998).

Cabe destacar que bajo la denominación de paradigma socio crítico, se agrupa una
gama de métodos de investigación nacidos como respuesta a las tradiciones
neopositivistas y naturalistas en general. Pretende superar el reduccionismo de las
primeras y el tradicionalismo de las segundas, proponiendo la posibilidad de una
ciencia social que no sea ni puramente empírica ni únicamente hermenéutica.
De acuerdo a lo antes mencionado es necesario saber que las dimensiones en el
proceso de investigación son de gran importancia, por la necesidad de trascender
hacia una visión ecléctica, e integradora, debido a que los modelos epistémicos en
investigación, tanto los que seleccionan datos cuantitativos, como los que optan por
datos cualitativos, y sus métodos pertinentes, no forman vertientes contrapuestas,
excluyentes ni afrontadas, sino que constituyen parte de un continuo dentro del
proceso de investigación, que desde cada modelo busca un tipo de conocimiento
particular por lo que se vale de un método cuya aplicación acceda a alcanzarlo. Por
tal razón en un proceso investigativo complejo, el investigador puede recurrir a
métodos y técnicas diferentes, que pudieran proponer a modelos epistémicos
disímiles, sin contrariarse desde el punto de vista metodológico, sino también
filosófico.

Alvira P. (1982) La perspectiva cualitativa y cuantitativa en las investigaciones


sociales. Estudios de psicología.

Hernández, G. (1998). Paradigmas psicológicos en Educación. México: Paidós.

También podría gustarte