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Analisis Obras

La Venus de Willendorf es una figura femenina prehistórica tallada en piedra caliza que data de entre 30,000-25,000 a.C. y fue descubierta en Austria en 1908. Representa atributos femeninos exagerados como pechos y caderas, posiblemente como símbolo de fertilidad. El sistema de bloques de Froebel consistía en bloques de madera de diferentes formas que los niños podían usar para construir, y fue uno de los primeros juguetes educativos. La pintura La Libertad guiando al pueblo de Delac
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Analisis Obras

La Venus de Willendorf es una figura femenina prehistórica tallada en piedra caliza que data de entre 30,000-25,000 a.C. y fue descubierta en Austria en 1908. Representa atributos femeninos exagerados como pechos y caderas, posiblemente como símbolo de fertilidad. El sistema de bloques de Froebel consistía en bloques de madera de diferentes formas que los niños podían usar para construir, y fue uno de los primeros juguetes educativos. La pintura La Libertad guiando al pueblo de Delac
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1.

Venus de Willendorf – (paradigma, universo


simbólico, símbolo)
 Antigüedad: Se cree que fue creada entre 30,000 y 25,000 a. C.
 Autor: desconocido
 Material: Tallado en piedra caliza matizada con ocre rojo
 Lugar donde se realizo: Desconocido
 Lugar donde se halló: descubierta en 1908 en el yacimiento arqueológico de
Willendorf, en Austria.
 Tamaño: 11cm
 Periodo: arte paleolítico europeo
 Museo actual: Museo de Historia Natural de Viena

Una de las piezas artísticas más antiguas y más famosas que existen.
Es francamente sorprendente que una pieza tan antigua pueda acaparar tanta habilidad,
belleza y significación. Un objeto que habla por sí solo. Porque fue confeccionado con
el objetivo de representar una idea, una cultura, un modo de pensar.
El grupo o personas que la elaboraron y la ostentaron no se referirían a esta pieza
como Venus. Este nombre se le otorgó en relación a la diosa romana con el mismo
nombre. Al ser descubierta, se le relacionó con la deidad del amor y la belleza y de ahí
el paralelismo.

Características
Su dimensión permitía llevarla consigo allá donde se fuese. Un buen objeto para
transportar en los lugares donde se asentaban estas sociedades paleolíticas nómadas.
Una pequeña venus con mucho significado.

Lo que se quiere resaltar de la figura son sus atributos femeninos. Aquellos que
dan la vida. Algunas de estas partes conservan todavía parte del color ocre que tenía la
figura en su origen.
Al contrario que estas partes más destacadas, el resto del cuerpo está elaborado con
mucho menos detalle. Incluso la cabeza no cuenta con los rasgos faciales sino que se
representa con una especie de gorro que tapa la cara casi al completo.
La escasa atención mostrada en el resto del cuerpo hace pensar a los investigadores
que no se quería representar una persona en concreto sino una imagen de los
órganos reproductores femeninos. No una mujer sino a la mujer en general, como
generadora de vida. Por eso siempre se ha relacionado a la Venus de Willendorf con la
fertilidad y de ahí la creencia de que se trata de un exvoto a la diosa de la fertilidad o a
la mujer en sí.
“Las personas que hicieron esta figura vivían en el ambiente hostil de la edad de hielo,
donde las características de gordura y fertilidad habrían sido muy
deseables”, explica PBS.
“Entonces, en términos de personas paleolíticas, las partes que más importaban tenían
que ver con una reproducción exitosa: los senos y la región pélvica. Por lo tanto, estas
partes fueron aisladas y amplificadas por el cerebro del artista”.

2. Sistema de bloques - Friedrich Fröebel


(Paradoja, memoria / Dicotomía: lúdico vs deber)

Friedrich Froebel fue un pedagogo creador de la primera escuela infantil en 1837, en


Alemania, y sus teorías sobre el juego y el aprendizaje revolucionaron la enseñanza.
Según dice Norman Brosterman en su libro Inventing Kindergarten, las teorías de
Froebel influyeron en artistas, filósofos y arquitectos.

Él pensaba que para que los niños potencien el desarrollo de sus habilidades de manera
óptima había que proporcionarles un ambiente educativo apropiado, estimulándolos
con amor, aprecio, dejar que se relacionen con otros niños de su misma edad, y que
crezcan en una familia considerada “indivisible”.

La educación de la infancia se realiza a través de tres tipos de ocupaciones: la acción,


el juego y el trabajo, su método es básicamente intuitivo con fines de auto-instrucción y
no científico.

Para Froebel a través del juego-trabajo, la educación tendrá como resultado gente
activa, con ideales y comprometida.

En el pensamiento lúdico de Froebel se destacan condiciones que el juego debe


cumplir:

-Facilitar el modo de crear


-Influye en el comportamiento del niño
-Curiosidad y conocimiento infantil, muy importantes
-El juego no debe ser mirado como cosa frívola sino como algo profundamente
significativo.

Froebel fue el primero en manejar el término “jugar”, para el significaba tener


conocimiento de la sociedad y el mundo.

Froebel desarrolló una serie de juegos y actividades que llamó: regalos y ocupaciones.
Los regalos llevan al descubrimiento; la ocupación al invento. Los regalos conducen al
entendimiento; la ocupación ofrece poder», escribió.

Cuatro de los regalos de Froebel son una caja que contiene bloques de formas variadas,
precursores de los populares bloques de construcción actuales. Como el resto de
los regalos de Froebel, son sencillos y elegantes. Permiten explorar en profundidad el
razonamiento espacial, el pensamiento analítico y el diseño creativo y pueden ser
disfrutados también por los adultos.

Cuando se levanta la caja por encima de los bloques, el niño ve un cubo. La primera
experiencia del regalo es la percepción de unidad. Cuando el pequeño se da cuenta de
que el cubo está formado por distintos bloques, el deseo natural del niño es desmontar
el cubo. Entonces se encuentra con muchos bloques con distintas formas.

Tradicionalmente, el juego de bloques se hacía sobre una superficie en rejilla, y tenían


que utilizarse todas las piezas. Al montarlas de nuevo, se enfatizaba la unidad entre el
cubo original y las formas creadas, que eran un todo a partir de sus partes. Froebel
decía que hasta volver a meter los bloques en la caja era parte del juego.

3. La libertad guiando al pueblo - Eugene


Delacroix - 1830 (Paradigma, Univ. simbólico.
Alegoría)

 Museo actual: Louvré, París


 Técnica: Óleo (260 x 325 cm)

Delacroix nos pinta una barricada humana sobre la que avanza la libertad,
imparable y desnuda, con la ayuda del pueblo francés. Por supuesto, la mujer
enarbola una banderita, que es ese trapito que tanto estimula a los patriotas. Manía de
los románticos, tan nacionalistas ellos, de asociar libertad y nación.

Todo este patriotismo viene por la insurrección parisina de julio de 1830, llamadas
las Tres jornadas gloriosas (Trois Glorieuses), que acabó con el reinado del terror
de Carlos X y puso a Luis Felipe de Orleans en el trono. Por fin Francia le daba algo
de poder real a la burguesía. Esto implicó el comienzo de un ciclo de revoluciones en el
continente europeo contra los gobiernos monárquicos.

Estamos pues, quizás ante el primer cuadro político de la pintura moderna. En la


enorme obra aparece un representante de cada francés: burgueses con chisteras,
mendigos con harapos, niños con pistolas y cadáveres por doquier en el suelo. Al fondo,
una masa de gente anónima lucha entre el humo y las explosiones. Los burgueses y la
clase obrera y campesina se unen por un mismo fin: la victoria.

Como buen romántico, Delacroix sabía remover emociones, y qué mejor que
mostrando a este conjunto de gente en una lucha épica por conseguir sus ideales.

Pero la figura principal de la pirámide compositiva es sin duda la figura de la


Libertad. Libertad incentiva a los hombres para que continúen su lucha por Francia,
representada por la bandera tricolor (azul, blanco y rojo) en su mano derecha, y una
bayoneta fusil en la mano izquierda.

La figura de la Libertad en Francia es conocida con el nombre de Marianne. Se trata de


un personaje alegórico con gorro frigio a la que se le atribuyen los valores de la
república francesa. En este lienzo, se representa una Marianne vibrante, energética y
rebelde que, con sus pechos descubiertos, abre camino por sobre los caídos guiando al
pueblo hacia la victoria. Va desnuda porque, cómo es lógico, es libre.

La forma escultural de Libertad o Marianne en el cuadro La Libertad guiando al


pueblo reflejan claramente una inspiración en las obras escultóricas de Miguel Ángel.

Se especula que el burgués con sombrero de copa del cuadro La Libertad guiando al
pueblo es un autorretrato del propio Delacroix plasmando su espíritu de lucha.
Representa la clase media alta luchando junto a todos por igual, pero a la derecha de
Libertad. El adolescente con dos pistolas representa a los más jóvenes, o sea, al futuro.
Un obrero que lucha detrás del burgués con una espada representaría la clase
Los caídos en el cuadro La Libertad guiando al pueblo yacen expuestos sobre los
escombros de una explosión. Uno de ellos se arrastra hacia los pies de Libertad dándole
sus últimas fuerzas, pero lleno de esperanza.

4. Villa Farnesio - Vignola


(Paradoja, otredad)

 Año de construcción: 1559-647

 Lugar: Caprarola, Italia

Sobre cimientos de una fortaleza pentagonal que empezó Antonio de Sangallo el


Joven y continuó Peruzzi, Vignola construyó la villa o castillo de los Farnesio en
Caprarola, no lejos de Roma.

El elemento fundamental de la villa y de la población de Caprarola es la gran mole del


palacio, cuya gran mole pentagonal se sitúa al final de una calle recta ascendente, que
finaliza en la gran fachada, que establece una gran separación con la
población enfatizando el alejamiento del palacio y fijando un itinerario procesional
destinado a suscitar el reconocimiento de la condición superior de sus habitantes. Se
sitúan tras el gran volumen prismático del palacio, a partir de donde el terreno asciende
suavemente, disponiéndose en sucesivas terrazas.

Dos jardines de ornamentales se sitúan junto a la fachada trasera: los jardines de verano
y de invierno, orientados convenientemente para ser aprovechados en las dos estaciones
más extremas del año. A continuación se dispone el denominado Jardín Grande, que
presenta inicialmente una plazoleta cuadrada con fuente y en su frente dos
construcciones con grutas situadas a ambos lados de una cascada de agua formada por
delfines.

El agua proviene de la Fuente de los Ríos situados sobre una plataforma. Estos dos
elementos también están presentes en Bagnaia y constituyen la principal aportación de
Vignola al jardín renacentista italiano. Al fondo del eje de la cadena se sitúa el Casino,
que posee una logia en su frente abierta al jardín. A un lado del Casino y en un nivel
inferior se ubica el Jardín Secreto, que tiene planta rectangular, vegetación de setos
recortados, y que está adornado en su perímetro con esculturas de delfines y hermes con
instrumentos musicales, que expresan el carácter lúdico y festivo de este espacio. La
mayoría de estas esculturas salieron de la mano de J. del Duca.

Finalmente por una escalera lateral, adornada con muretes coronados por una cadena de
surtidores, formados por delfines y tazas, se accede a una amplia explanada, adornada
en su centro con la Fuente del Lirio y en un lateral con una gruta, que recuerda también
a la Fuente del Diluvio de Bagnaia.

http://lostonsite.com/2011/07/17/cuando-el-pentagono-encerraba-un-circulo/
(mas data)

5. Ta Matete (El mercado)- Paul Gauguin – 1892


(Paradoja, otredad)
 Técnica: Óleo sobre lienzo
 Dimensiones: 73 x 92 cm
 Museo: Museo de Arte de Basilea, Alemania
 Estilo: Postimpresionismo

En su búsqueda de lo primitivo, Gauguin se inspira para realizar esta obra en un fresco


egipcio que conservaba en una fotografía. Para el artista, el arte egipcio era el más sabio
de los primitivos y por eso se inspiró en él a la hora de ejecutar esta escena.

Las protagonistas son las prostitutas que se ofrecían a los turistas occidentales en el
mercado de Papeete, haciendo posiblemente una crítica a la situación que estaba
provocando la llegada de occidentales entre los indígenas. A pesar de ser prostitutas, las
presenta con vestidos muy discretos y poses poco insinuantes.

Gauguin se empeña en representar las figuras de manera plana, para asemejarse más al
arte primitivo. Por eso parece que las mujeres están pegadas al paisaje arbolado del
fondo, donde observamos otras dos figuras que parecen sacadas de los jeroglíficos de
una pirámide egipcia.

La técnica empleada es la misma que viene repitiendo desde su estancia en Bretaña:


sobre la tela calca el dibujo, marcando el contorno de las figuras - de la misma manera
que había contemplado en la ejecución de esmaltes o vidrieras - aplicando el colorido
plano entre las líneas de la silueta. Ese colorido es muy vivo, utiliza amarillos, naranjas,
rojos, azules o grises, en contraste con los tonos marrón tostado de los rostros.

La figura que aparece en primer plano está cortada debido a la influencia de la


fotografía en la pintura, como ya había hecho años antes Degas. Resulta interesante la
alegre decoración del pareo de la joven y la postura de su pie, visto desde arriba,
jugando con las dobles perspectivas como también harían los impresionistas.

Comenzó a dedicarse a la pintura a partir de 1883. Esta decisión le acarreó pobreza y


el abandono de su mujer e hijos. Defraudado del mundo que veía y enamorado del
primitivismo de Bretaña y de las noticias que le llegaban de la vida de los habitantes de
los Mares del Sur abandona Francia y viaja a Tahití en 1891, donde se instaló
definitivamente en 1895 hasta que la presión de las autoridades coloniales le obligaron
a huir a las islas Marquesas.

Pretendió dar una nueva visión del mundo exaltando lo exótico e ingenuo de Tahiti y el
“primitivismo” de Bretaña.

Pretendía transmitir ideas mediante la simplificación de la forma. En este sentido es el


antecedente del simbolismo.

Extiende los colores en amplios campos dentro de gruesas líneas por influencia del arte
medieval y estos colores son fuertes, vivos, puros, colores planos y muchas veces
arbitrarios que no responden a lo que llamamos realidad , pues para ello ya está la
fotografía.

6. Arearea - Paul Gauguin – 1892


(Paradoja, otredad / Las dos vertientes, Dicotomía:
idea vs concreto)
 Técnica: Óleo sobre tela

Sin duda es Arearea una de las composiciones más interesantes de las realizadas por
Gauguin en su primera estancia en Tahití. Presenta a dos jóvenes sentadas bajo un árbol,
una de ellas tocando la flauta; en primer plano encontramos un perro rojo y, al fondo,
tres mujeres que adoran a un ídolo. El título, escrito en el lienzo, tiene gran importancia
para los simbolistas con los que Gauguin se relaciona. Como ocurre en múltiples obras
de este periodo, la mujer es la protagonista de la escena, junto al colorido empleado. Las
tonalidades son aplicadas de manera plana, sin dar sensación de profundidad -
influencia de la estampa japonesa que tanto entusiasmaba a los impresionistas - jugando
con verdes, amarillos, naranjas y blancos, que dotan de inmensa alegría a la imagen. El
primitivismo que tanto interesaba al artista se encuentra en las figuras del fondo - que
también están presentes en otras obras como Mahana no atua - así como la pose
hierática de las dos protagonistas, pintadas como si fueran estatuas maoríes. Las líneas
ondulantes que surcan la composición muestran la influencia japonesa. Cuando la obra
fue expuesta en París en el año 1893, el perro rojo causó risas y escándalo, signo
inequívoco de la incomprensión hacia la pintura de Gauguin.

Una escena del paraíso, seres humanos y naturaleza en comunión armoniosa, la música
habita en el paisaje y en el corazón de las personas e incita la curiosidad de un perro
anaranjado que se acerca. Dos mujeres de piel cobriza están sentadas a la sombra de un
frondoso árbol, rodeadas de flores y plantas silvestres; una de ellas toca la flauta y la
otra la escucha mientras nos mira a los ojos con una tenue sonrisa. Más atrás, otras tres
mujeres danzan enfrente de un gran ídolo que parece como si las observara impasible.
Un río teñido de tonos rojos se desplaza a lo largo de todo el cuadro, flanqueado por una
playa arenosa y un claro en el bosque de oscuros árboles. No hay temporalidad,
tampoco drama ni condición alguna que se aparte de una serena paz. Nada amenaza a
este edén.

La construcción de Arearea es muy simple y básica, con las figuras ocupando grandes
porciones del cuadro. Las figuras fueron primeramente trazadas con un color ocre
oscuro, luego se trataron con colores planos, solo los cuerpos de las dos mujeres llevan
ligeras sombras que les otorgan relieve. La vista es frontal y la línea del horizonte se
sitúa a la altura de los ojos de la mujer que lleva vestido blanco, lo que insinúa que
estamos en la posición de alguien que está sentado enfrente de ella. Los colores, densos
y de una amplia gama cromática, fueron realizados con pigmentos mezclados con cera,
lo cual le brinda más brillantez a la pasta. Gauguin aplicó los colores directamente sobre
el grueso tejido de cáñamo, sin aplicar primero una imprimación y esto hace que cuando
se contempla el cuadro se puedan ver gran cantidad de brillos que se reflejan en el
relieve de la tela. En la parte inferior derecha se puede ver el título del cuadro y también
la firma de Gauguin, que luego borró parcialmente.
El tratamiento del paisaje es más complejo, ya que Gauguin ha trabajado los elementos
en forma de superficies coloridas y abstractas y no como la representación objetiva de
un paisaje. Su pretensión era la de generar ideas en la mente del observador solamente a
través de líneas, planos y superficies que no representaban absolutamente nada, pero
que se podían asociar con pensamientos, tal como lo hace la música. Las dos mujeres
protagonistas del cuadro han suscitado muchas preguntas por parte de los
investigadores, sobre todo la que lleva vestido blanco. Está sentada en posición de flor
de Loto y su mano derecha toca la tierra en un gesto simbólico de unión con la tierra.
Esta posición hace que su figura se asemeje a la de algunas esculturas de Buda, sobre
todo una que se encuentra en un relieve del templo de Borobudur en Indonesia, del que
Gauguin tenía una fotografía. Lo que sugiere es que quizás la figura de la mujer
representa la pureza. Por otra parte, el color anaranjado del perro recuerda al color del
hábito de los monjes budistas, lo cual refuerza la anterior hipótesis.
7. La alegría de vivir - Henri Matisse.- 1905–
1906
(Paradoja, otredad)

 Técnica: Óleo sobre lienzo


 Dimensiones: 176 x 240
 Museo: Fundación Barnes, Merion, de Pensilvania

Trata acerca del mito de la Arcadia, un país imaginario habitado por pastores cuyas
únicas tareas eran tocar instrumentos, cantar, bailar, vaguear tirados en la hierba y
“conocerse bíblicamente” de vez en cuando. Pero mientras que en “Lujo, calma y
voluptuosidad”, Matisse había añadido algunos elementos contemporáneos que
modernizaban la escena, en este caso, pinta una obra absolutamente clásica (si no
tenemos en cuenta la técnica utilizada, claro). El resultado es de una belleza
arrebatadora, con esos árboles sinuosos que se unen en la parte superior para enmarcar
la escena, y los arabescos que forman los cuerpos curvilíneos de las figuras: la chica
amarilla que se está adornando el cuerpo con una guirnalda de flores, la retorcida pareja
de amantes, las dos mujeres (morena y pelirroja) que están tumbadas en el suelo, una de
frente y otra de espaldas, el pastorcillo que toca la flauta… Algunos de estos personajes,
como los que están bailando en corro, los reutilizaría más tarde para otras obras,
como La danza. Aunque el colorido es muy intenso, es tan armónico que resulta más
sensual que violento. Es una obra muy optimista, como casi todas las que pintó Matisse
a lo largo de su carrera. No en vano, era un artista que celebraba todos los días “la
alegría de vivir”.

8. Viento del Sur Monte Fuji – Hokusai –


1826/1833
(Paradoja, otredad)

Al figura de Katsushika Hokusai no es solo la más importante de la escuela Ukiyo-e del


periodo Edo, sino también la cumbre de la pintura japonesa de cualquier época. Artista
enormemente prolífico, se calcula que creó unos 30.000 grabados. Además, pintó hasta
el último día de su vida, y abordó multitud de géneros, desde el retrato hasta el paisaje,
pasando por las obras de carácter erótico. De joven trabajó como librero y como
aprendiz de grabador en un taller, lo que le permitió aprender con maestría la técnica del
grabado ukiyo-e.

Su obra magna es la serie de 36 vistas del monte Fuji. Estos grabados de la montaña
sagrada de Japón gozaron de una enorme popularidad en su época, por lo que
posteriormente Hokusai añadió 10 vistas más a la serie. Además, años más tarde el
propio artista inició una serie aún más numerosa, las “100 vistas del monte Fuji”.

La serie incluye tanto vistas cercanas en la que el Monte Fuji es el único protagonista de
la composición (“Fuji rojo” o “Tempestad bajo la cima”) como vistas algo más lejanas
que permiten representar la vida y paisajes de sus alrededores (“La costa de Kamakura”
o “Molino en Onden) e incluso vistas tan lejanas que resulta difícil advertir la presencia
de la montaña sagrada (“Bajo Meguro” o “Lago Suwa en la Provincia de Shinano”). La
obra más famosa de la serie, “La Ola”, fue escogida en 2006 como una de las 50 obras
maestras de la pintura por theartwolf.com.
Todos y cada uno de los grabados son auténticas obras magistrales con identidad propia.
En conjunto, las 36 vistas del monte Fuji representan una de las cumbres de la pintura
de paisajes de cualquier era. Estos grabados fueron enormemente admirados por los
pintores impresionistas y post-impresionistas, desde Claude Monet hasta Vincent van
Gogh.

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