Petróleo y Cambio Social Como Programa de Investigación en Venezuela

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Petróleo y cambio social como programa de investigación en

Venezuela

González Oquendo, Luis J.*

Resumen

A lo largo del siglo xx, el petróleo ha sido el elemento estructural que ha explicado la
estructuración de la sociedad venezolana. Es una idea extendida que Venezuela es lo
que la actividad petrolera le ha permitido ser. El presente trabajo se está interesado en
estudiar cómo la construcción de la sociedad venezolana ha sido posible desde la
óptica de productos intelectuales científico sociales. No interesa sólo una lectura
teórica sino hacer una aproximación epistemológica que determine la existencia de un
programa de investigación. Se utilizó el modelo VIE de José Padrón para analizar la
obra de cinco científicos sociales clave que han estudiado el impacto social del petróleo
en Venezuela: Rodolfo Quintero, Carmen Vallarino de Bracho, Roberto Briceño León,
María Sol Pérez Schael y Fernando Coronil. Finalmente, se pudo demostrar que el único
elemento en común entre estos estudios de investigación es el objeto, aunque cada
uno de ellos tiene diferentes construcciones teóricas acerca de éste. De este modo,
«petróleo y cambio social en Venezuela» no es todavía un programa de investigación.

Palabras clave: Epistemología, programa de investigación, petróleo, cambio social,


Venezuela.

Petroleum and Social Change in Venezuela Seen as a Research Program

Abstract

Throughout the twentieth century, petroleum was the element that explained the
structuring of Venezuelan society. A corollary was that Venezuela was what petroleum-
related activity allowed it to be. This paper purports to study how the construction of
Venezuelan society has been possible from the viewpoint of intellectual social scientific
products, using not only a theoretical but also an epistemological approach to
determine whether or not a research program exists. José Padrón’ s VIE Model is used
to analyze the work of five key social scientists who have studied the social impact of
oil on Venezuela: Rodolfo Quintero, Carmen Vallarino de Bracho, Roberto Briceño León,
María Sol Pérez Schael and Fernando Coronil. In conclusion, it was possible to
demonstrate that the unique common element in these research studies was the
object, although each one had different theoretical constructions regarding it.
Therefore, “ Petroleum and Social Change in Venezuela” is not yet a research
program.

Key words: Epistemology, research program, petroleum, social change, Venezuela.

Recibido: 05-03-10 · Aceptado: 06-07-20


Introducción

A lo largo del siglo XX, en el marco de las representaciones sociales dominantes del
venezolano, se ha considerado al petróleo como el elemento estructural clave que
permite explicar el desarrollo sociohistórico de la sociedad venezolana. La idea
subyacente es que la configuración social venezolana no puede ser comprendida sin él,
en este sentido, parecería implicar que la Venezuela de hoy es lo que la presencia de la
actividad petrolera le ha permitido ser. Como respuesta a esta suposición ampliamente
compartida, desde el marco de la sociología y la antropología en Venezuela, se ha
planteado la necesidad de abordar cuál ha sido el verdadero papel de la presencia de
éste recurso y sus actividades asociadas en el proceso de la estructuración social
venezolana.

El presente trabajo se propone estudiar cómo estas disciplinas en Venezuela abordan


la estructuración de la sociedad venezolana utilizando al petróleo como referencia
significativa. La idea no es realizar sólo una lectura teórica del proceso social sino
hacer una aproximación epistemológica de cómo se llevó a cabo la descripción y la
explicación del mismo, determinando así si es posible considerar la existencia de un
programa de investigación que de cuenta de ésta problemática.

En primer lugar, se harán explícitos los aspectos teóricos y metodológicos que dirigen
el presente esfuerzo de investigación: la idea es dar cuenta al lector de los parámetros
utilizados para llevar adelante el objetivo propuesto. En tanto que lo conocido
analíticamente acerca del impacto social del petróleo en la sociedad venezolana hace
referencia a determinadas construcciones intelectuales, lo que se plantea es hacer
observaciones de segundo orden de las mismas. Por ello, se hace necesario delimitar la
estrategia de análisis meta-teórico y epistemológico más adecuada. Luego, sobre la
base del esquema propuesto, se presentarán los resultados obtenidos para cada una
de las unidades de análisis consideradas en la muestra seleccionada procediendo así a
hacer las comparaciones pertinentes. La idea es precisar si existe o si es posible que
exista un programa de investigación. Finalmente, se presentarán las conclusiones
respectivas.

El presente trabajo forma parte de los resultados de un proyecto de investigación


interesado en abordar la relación entre el petróleo y el cambio social. Este esfuerzo va
dirigido a analizar epistemológicamente cómo ha sido abordada analíticamente esta
temática en el caso venezolano. La idea subyacente es que todo investigador -al
seleccionar una temática de investigación- se inserta en un complejo temático y
problemático transindividual del cual se debe tomar conciencia. Precisamente esto es
lo que pretende precisar con el presente artículo.

1. La delimitación del corpus intelectual relativo al tema

Gran parte de lo que se ha escrito en Venezuela acerca del impacto del petróleo en la
sociedad venezolana ha sido obras literarias o de carácter económico. Por un lado, la
novelística ha dado muestras significativas al respecto (1). Por el otro, existen
registros bibliográficos que permiten dar cuenta del predominio económico. Rodríguez
Gallad (1974), por ejemplo, reseñó 73 obras, de las cuales 22 eran de contenido
económico social, 23 de contenido económico y 8 de contenido técnico-económico;
vale decir que los trabajos económico-sociales son fundamentalmente ensayos de
política económica o de historia económica. Sullivan y Burggraaff (1977) sólo distingue
entre tesis universitarias de las publicaciones oficiales, libros y folletos y artículos de
revistas, sin dar mayores detalles. Sin embargo, de las 41 tesis universitarias, 26
corresponden a la temática económica de la industria petrolera, las inversiones y el
desarrollo. La bibliografía zuliana de Cardozo Galué (1987) registra 88 entradas
relativas al término petróleo y otros asociados, de los cuales 67 estaban referidos a
informes técnicos, 9 escritos sobre aspectos sociales (2), 6 sobre aspectos políticos y 6
trabajos literarios, fundamentalmente crónicas. Finalmente Baptista y Mommer (1999),
aunque plantean hacer un registro del pensamiento económico venezolano, incorporan
gran cantidad de ensayos elaborados por intelectuales o políticos en relación a la
temática petrolera.

Al momento de plantearse como problema de investigación la forma como el petróleo


ha determinado las variaciones de la sociedad venezolana a lo largo del siglo XX
necesariamente se hace referencia la temática «cambio social», tema clásico de la
sociología y la antropología (3). El desarrollo de la disciplina en Venezuela durante el
último medio siglo ha debido llevar a que tal tema -asumiendo su importancia pública-
ha debido generar progresivamente la acumulación de experiencia como de cuerpo de
conocimientos teóricos y metodológicos. «Petróleo y cambio social» en el caso
particular de Venezuela ha podido haberse convertido en una heterogénea comunidad
de conocimiento que permita a los investigadores dialogar en torno a éste problema.

Para estudiar la construcción epistemológica sobre la obra sociológica y antropológica


sobre el cambio social generado por el petróleo en Venezuela hace necesario definir un
corpus claramente delimitado que permita diferenciar entre una extensa producción
intelectual aquellas obras de análisis social de aquellas de otra naturaleza. Con la
categoría «análisis social» se hace referencia en el presente trabajo a los esfuerzos de
investigación elaborados y publicados (4) desde la óptica de las ciencias sociales, es
decir, antropología y sociología por lo que no se incorporan en esta clase trabajos
provenientes de la economía, la historia o la ciencia política. Se hace énfasis en
aquellas en tanto que consideran el hecho social buscando mayor nivel de abstracción
a partir de elementos analíticos como la interacción social, la cultura, relaciones de
poder, entre otros (5).

El estudio científico de cómo la presencia del petróleo ha generado cambio social en la


sociedad venezolana es bastante reciente, tal vez debido a la reciente
profesionalización de las mismas en a década de 1950. El esfuerzo de investigación
fundacional en el país fue el trabajo de Rodolfo Quintero quien -desde una perspectiva
antropológica- se planteó analizar el fenómeno petrolero no como actividad económica
sino como expresión de una cultura colonizadora. Su primer trabajo publicado al
respecto fue La cultura del Petróleo de 1968, esfuerzo continuado por El petróleo y
nuestra sociedad y Antropología del petróleo, publicadas en 1970 y 1972
respectivamente. El trabajo de Quintero es un trabajo clave de esta temática de
investigación en el caso venezolano, además de tener un marcado matiz vivencial en
tanto que el autor fue un importante actor político partícipe en las dinámicas políticas
en el sector petrolero durante la década de 1930 y 1940 (6). En este sentido, el
abordaje de su obra es ineludible (Quintero, 1978; 1985).

Así como el esfuerzo de Quintero ha sido reconocido como una investigación clave
desde la antropología, el trabajo de Carmen Vallarino de Bracho (7), La nueva
frontera... de cómo se sembró el petróleo, fue un importante esfuerzo desde la óptica
de la sociología. Mientras que el primero hizo énfasis en lo relativo a la cultura,
Vallarino de Bracho (1989) colocó su punto focal de interés en lo que denominó
«estructura agraria» del Zulia en la década de 1920 la cual experimentó
transformaciones ante la presencia de la industria extractiva, al mismo tiempo que
incidió sobre la realidad socioeconómica regional y nacional.

La sociología venezolana también generó otras miradas. Roberto Briceño León (1990),
investigador muy conocido en la comunidad sociológica venezolana (8), abordó la
huella petrolera a través de lo que denominó «teoría de las relaciones entre los
aspectos micro sociales y macro sociales». Los efectos perversos del petróleo es un
trabajo de naturaleza peculiar: más que estudiar un área de explotación petrolera,
aborda una que no tiene nada que ver con la actividad en tanto que le permite estudiar
los procesos de inclusión y exclusión de un grupo social que busca las redes de
distribución de la renta petrolera.

Por otro lado, María Sol Pérez Schael (9) utiliza como concepto clave el «universo
simbólico» para dar cuenta de aquellos elementos cognoscitivos y valorativos que
permitieron organizar jurídicamente la industria petrolera a principios de siglo y que,
igualmente, proporcionaron un contexto ideológico y político en relación con el tema
petrolero. El propósito de la investigación se dirigió hacia la identificación de los
mismos (Pérez Schael, 2003).

Aunque los tres últimos autores trabajan desde una misma disciplina, a saber, la
sociología, cada uno de ellos construye su perspectiva de investigación desde
subespecialidades diferentes. Mientras que Vallarino de Bracho lo hace desde la
sociología rural, Briceño León opera epistemológicamente con la sociología económica,
y Pérez Schael desde la sociología del conocimiento.

Fernando Coronil (10) es, por otro lado, un investigador que lleva adelante su esfuerzo
de investigación desde la antropología histórica. El concepto fundamental de su
trabajo El Estado Mágico es la «concepción de la historia», es decir, examinar la
constitución histórica de sujetos como parte de la formación de un mundo objetivado
de instituciones y creencias sociales, viendo a la historia que los forma como criaturas
históricas y fuente que nutre su actividad de protagonistas de ella (Coronil, 2002).

En la Tabla I se observa una síntesis de los rasgos claves de la muestra considerada.


Se observa que ésta abarca a las disciplinas especificadas, así como una diversidad de
sub- especialidades disciplinarias. Asimismo se observa variedad en los conceptos
clave utilizados para abordar el problema.

2. El problema de la estrategia analítica

El modelo de Variabilidad de la Investigación Educativa o modelo VIE -esquema


analítico propuesto por José Padrón Guillén (1992)- parte de aquellos factores que
generan todas las posibles variaciones observables en cualquier investigación concreta.
Contempla dos criterios clave de diferenciación (11). Por un lado, la posibilidad de
aprehender una estructura diacrónica que considera que el proceso de investigación
varía en términos de su evolución temporal. Por el otro, la estructura sincrónica
considera que todo proceso de investigación se transforma según se le considere como
proceso independiente del tiempo.
En términos diacrónicos toda investigación va más allá de un individuo investigador
ubicándose en redes de problemas, temas e intereses que puede abarcar largos
períodos históricos e, incluso, generaciones de estudiosos. Esta visión transindividual
de los procesos de investigación es lo que el modelo VIE concibe como «programa de
investigación».

La expresión Scientific Research Program [programa de investigación científica] fue


ideada por Imre Lakatos enmarcada en la crítica al falsacionismo de Karl Popper. A
diferencia de éste, Lakatos creía que el problema de la valoración objetiva del
crecimiento científico debía ser analizado en términos de cambio problemático
progresivo y degenerativo en series de teorías científicas. La más importante de estas
series en el crecimiento de la ciencia está caracterizada por una cierta continuidad -
bosquejada desde el principio- con la que se conectan sus miembros (Lakatos, 1970).

Al hablar de programa de investigación se da cuenta de un complejo temático y


problemático en el que se inscribe un determinado investigador (Padrón, 1998). Es una
red de problemas, intereses, estrategias e investigadores que tiene naturaleza
supraindividual y da un sentido de cuerpo. En otras palabras, define una cultura
epistemológica que va más allá de un determinado tema de investigación.

La expresión «programa de investigación» es general y abstracta, concretizándose en


la idea más operativa «línea de trabajo». Ésta remite a secuencias de desarrollo en
torno a un problema global y que aglutina a grupos académicos cuyos integrantes
mantienen entre sí contactos virtuales o materiales, pudiendo incluso no conocerse
aunque se citen mutuamente. Todo investigador debe tanto seleccionar un tema de
investigación que lo lleva a una red problemática y a la subsiguiente decisión acerca de
cuál de las fases o instancias de trabajo conviene ubicarse -descripción, explicación,
contrastación, aplicación-. Los grupos académicos dentro de cada programa de
investigación privilegian determinados campos observacionales o áreas descriptivas así
como determinadas formas teóricas o áreas explicativas que funcionan como
preferencias o prioridades, cohesionándose en torno a convicciones acerca del
conocimiento científico, vías de acceso y de producción al mismo, como mecanismos
de validación o crítica, etc. Estas preferencias constituyen el «enfoque epistemológico»
que los investigadores desarrollan, comparten y trabajan bajo una cierta óptica de la
realidad.
Para precisar hasta que punto existe un programa de investigación claramente
organizado, es necesario visualizar hasta que punto se citan unos a otros los
investigadores, es decir, de que manera constituyen la ya citada comunidad
epistemológica o, por el contrario, un conjunto de autores alrededor de un tema. Por
ello, aunque el modelo VIE no lo plantea, en el presente trabajo se utilizará una matriz
cruzada que permita cuantificar cuáles de los autores son citados por los otros.

El modelo VIE recurre a dos criterios básicos de definición para obtener clases básicas
de enfoques epistemológicos: qué se concibe como producto del conocimiento
científico y cuáles son las vías de acceso y producción reconocidas. Así, se obtienen
tres clases. Primero, el enfoque empirista-inductivo concibe como producto del
conocimiento científico los patrones de regularidad a partir de los cuales se explican las
interdependencias entre clases distintas de eventos fácticos, reduciendo la diversidad
de fenómenos a patrones de regularidad basados en frecuencia de ocurrencia; así,
privilegia vías de acceso al conocimiento asociadas a los sentidos y sus prolongaciones:
el conocimiento es un acto de descubrimiento a través de la medición, la
experimentación, los tratamientos estadísticos, la instrumentación refinada, etc.
Segundo, el enfoque racionalista-deductivo concibe como producto del conocimiento
científico el diseño de sistemas abstractos dotados de alto grado de universalidad que
imiten los procesos de generación y de comportamiento de una cierta realidad por lo
que el conocimiento es un acto de invención o diseño de sistemas teóricos, los cuales
no se descubren; sus vías de acceso, producción y validación están dados por la razón:
modelaciones lógico-formales, búsquedas a partir de abstracciones matemáticas, los
sistemas de razonamiento en cadena, etc. Finalmente, el enfoque introspectivo
vivencial concibe el conocimiento como interpretación de una realidad tal como ella
aparece en el interior de los espacios de conciencia subjetiva por lo que el
conocimiento es un acto de comprensión; se tiene la convicción que la vía más
apropiada para acceder al conocimiento es una especie de simbiosis entre el sujeto
investigador y su objeto de estudio, identificación sujeto-objeto, tal que el objeto pase
a ser una experiencia vivida, sentida y compartida por el investigador.

En términos de la estructura sincrónica, toda investigación distingue dos grandes


componentes. Por un lado el componente lógico, que se refiere a los procesos
operativos internos de carácter material y lógico-conceptual en virtud del cual las
investigaciones muestran variaciones de tipo lógico. Por otro lado, el componente
contextual plantea aquellos factores externos del entorno en virtud del cual los
procesos de investigación muestran variaciones de tipo socio-contextual que, a su vez,
determinan distintas configuraciones en el componente lógico.

El término «contexto» en el modelo VIE se aplica a una dimensión bastante específica


donde aparece siempre una institución o una organización en cuyo seno se generan
trabajos particulares de investigación, ejecutados por uno o más individuos. En este
sentido, aparece un subcomponente organizacional y un subcomponente personal que
abordan respectivamente factores atribuibles tanto a las organizaciones como a las
personas involucradas en las investigaciones. La idea que interrelaciona ambos
subcomponentes es que la configuración que muestren los trabajos de investigación va
a depender de una combinación entre los factores propios de la organización y los
factores provenientes de la persona que ejecuta una investigación.

Tal combinación impacta cuatro áreas, que el VIE concibe como «núcleos de
variabilidad». Primero los estilos de pensamiento, cuyas dimensiones -sentidos, razón,
conciencia- corresponden respectivamente a cada uno de los enfoques
epistemológicos. Segundo los cuerpos filosóficos y culturales, constituidos por
subsistemas de valores, normas y presuposiciones tanto para el caso de las
organizaciones como las personas. Tercero los cuerpos informacionales, es decir, un
cierto campo de conocimientos que tienen y desarrollan tanto las organizaciones como
las personas y que constituyen su especialidad. Finalmente los cuerpos
procedimentales, asumiendo que tanto las organizaciones como las personas
privilegian ciertas tecnologías de acción o Know How.

En la estructura de los procesos de investigación también hay variaciones situadas al


interior del sistema de operaciones investigativas, sea por efecto de las condiciones del
contexto o por las configuraciones de tales subcomponentes internos. El trabajo de
investigación es el resultado tanto de las condiciones contextuales como de ciertas
acomodaciones o relaciones internas entre sus propios elementos constituyentes. Entre
los subcomponentes del componente lógico resaltan tres. El subcomponente empírico
hace referencia a la realidad que se plantea como objeto de estudio: los procesos
investigativos son esencialmente búsqueda de esquemas que ayuden a conocer mejor
a través de las mejores explicaciones teóricas posibles acerca de algún sector de la
realidad con el objeto de poder subsistir ante esa realidad cada vez más
eficientemente. El subcomponente teórico hace referencia a que toda investigación
maneja contenidos teóricos no observacionales que se correlacionan con los contenidos
empíricos observacionales; el subcomponente teórico abarca dos tipos de contenido:
aquellos que sirven como insumo a la investigación [teorías de entrada] y los
contenidos que funcionan como elaboración propia o como hallazgo original del trabajo
cuando se trata de investigaciones explicativas y contrastivas [teorías de salida]. El
subcomponente metodológico son aquellas correlaciones o asociaciones que realiza el
investigador desde unos elementos empíricos hasta unos elementos teóricos se deben
a una serie de operaciones materiales y lógico-conceptuales, típicamente concebidas
como método; agrupa todas las operaciones que permiten no sólo vincular un modelo
explicativo a un determinado sector empírico, sino también organizar y sistematizar los
datos del subcomponente empírico [descripciones, clasificaciones, etc.], por un lado, y
los elementos del subcomponente teórico, por otro [formulación de hipótesis,
inferencias, construcción de conceptos, etc.].

El subcomponente metodológico concibe, a su vez, tres instancias. En primer lugar, los


métodos de recolección y organización de datos, ligados al tratamiento del
subcomponente empírico. También se han de considerar los métodos de construcción
teórica y los métodos de contrastación o validación de los hallazgos, ambos asociados
al tratamiento del subcomponente teórico.

En la Tabla II se encuentra sintetizado el modelo VIE y cada una de sus dimensiones,


subdimensiones e indicadores. El criterio de evaluación programática está en la mayor
o menor correspondencia entre cada uno de los elementos considerados. Esto significa
que en la medida que haya mayor correspondencia entre los componentes y
subcomponentes, el grupo de investigaciones actúa como programa. En la medida que
haya más divergencias, se puede concluir que a pesar de existir un grupo de
investigaciones que parece estudiar el mismo problema, sin embargo, no actúan como
programa de investigación en tanto que no se constituyen como una cultura
epistemológica.
3. Rasgos críticos del esfuerzo de investigación relativo al tema
3.1. Elementos diacrónicos

Aunque existe a nivel internacional una línea de investigación de impacto social del
petróleo (12), su contacto con el esfuerzo llevado a cabo en Venezuela ha sido
marginal. Los estudios de Rodolfo Quintero son muy anteriores a las experiencias
escocesas que sirvieron de antecedente a la línea. Revisando la bibliografía utilizada
por los autores de la muestra (13) sólo se encontró que Briceño León hace referencia a
algunos de sus obras. Analizando en detalle la bibliografía nuevamente, pero
considerando cuantas veces se citan entre ellos, es posible afirmar que los estudios de
cómo el petróleo ha impactado socialmente a la sociedad venezolana no constituyen
una comunidad intelectual.

Al observar la Tabla III, la matriz cruzada permite ver que a medida que pasa el
tiempo no necesariamente se produce una acumulación de experiencia. En éste
sentido, Vallarino de Bracho no tiene a Quintero como referencia. En cambio, Briceño
León y Pérez Schael citan a Quintero pero no toman en cuenta el trabajo de Vallarino
de Bracho. En cambio Coronil cita a todos los anteriores menos a Vallarino de Bracho.
En éste sentido, se puede afirmar que, primero, que debido a que los esfuerzos de
investigación se han llevado a cabo de manera dispersa en el tiempo no les permite
actuar como comunidad -de hecho, algunos de los investigadores no continuaron
trabajando el área-. Segundo, Vallarino de Bracho es la autora del trabajo que nunca
ha sido considerado por sus pares lo que se debe, tal vez, a que fue un libro que fue
publicado por la editorial de una universidad en el interior del país, asociado al déficit
de circulación del libro universitario, además de trabajar temática de carácter regional
(14). Tercero, el libro que más citó a los otros autores fue Coronil en tanto que, por
ser más reciente, pudo compilar la experiencia anterior. Cuarto, las obras de Rodolfo
Quintero fueron las más citadas, sin embargo, más de las ocasiones se debe a que se
cita a sí mismo.

Sobre la base de todo lo anterior, es posible precisar que no existe un programa


orgánico de investigación sobre el impacto social del petróleo en Venezuela. Lo que
existe es un conjunto de esfuerzos de investigación con cierto nivel de referencia pero
que se articula alrededor de un tema. Pero, ¿es posible precisar cierta familiaridad
epistemológica entre los diferentes trabajos de la muestra? En términos de ésta
interrogante, la Tabla IV sintetiza un perfil de la muestra a partir del esquema analítico
esbozado por el modelo VIE.

El trabajo de investigación de Rodolfo Quintero fue elaborado en términos deductivos,


contrastando un marco teórico propio con algunas referencias marxistas con su
experiencia política. Como ya se indicó, Quintero participó durante la década de 1930 a
1940 en el trabajo de organización política de la izquierda en los campos petroleros del
Zulia. Su noción «cultura del petróleo» lo que trata es de analizar procesos de cambio
mediante las leyes que regulan el proceso de desarrollo de «un organismo social»
(Quintero, 1985). Por ello, más que dar cuenta de casos individuales tratados
experimentalmente o de abordar aspectos consensuales intangibles, contrasta lo que
indica la teoría con lo que se observa en los hechos. Asume que ubica explícitamente
su trabajo en el ámbito de la ciencia, su lenguaje de expresión no es sólo verbal
académico sino que adquiere rasgos testimoniales (15).
Carmen Vallarino de Bracho (1989), por otro lado, aunque también es deductiva su
posición es más analítica. Su trabajo es lógico matemático en tanto que desde el punto
de vista de un esquema analítico se abordó la fuente documental constituida por
recopilaciones estadísticas. Aunque plantea que se trató de la traducción de
información técnica a categorías de análisis social, sin embargo, éstas han debido estar
previamente constituidas. Ésta estrategia de trabajo deductiva fue similar a la utilizada
por Briceño León (1990) el cual indicó que luego de plantearse el problema seleccionó
una zona y una teoría sobre las relaciones entre los aspectos micro sociales y macro
sociales para inferir conclusiones de la sociedad global. Coronil (2002) también planteó
tal estrategia epistemológica sólo que se plantea reelaborar la tradición imperante de
teoría social relativizándola a través del entrecruzamiento con narrativas históricas y
etnográficas. Quintero, como antropólogo, no se plantea hacer etnografía; Coronil,
como antropólogo histórico, por el contrario, si aspira hacerlo.

La situación de Pérez Schael (1993) es diferente a los otros esfuerzos. Trabaja desde
una perspectiva en la que pretende penetrar el irracional universo simbólico
descifrando su origen, analizando sus consecuencias e identificando los mecanismos
que han permitido su sobre vivencia y generalización. El objeto es así normas y
creencias abordadas de una manera fenomenológica lo cual, de una o de otra manera,
requiere la interpretación por parte del sujeto investigador. En este sentido, no es
historia de las ideas -como si lo hizo Urbaneja (1993)- sino sociología del
conocimiento. Para el logro del consenso experiencial se hace necesario la presentación
detallada de evidencia documental. Mientras que en los otros investigadores se lee la
evidencia desde el esquema analítico planteado, en el caso de Pérez Schael “ ... el
esfuerzo se concentra en descifrar los misterios de éste universo cognoscitivo y
simbólico que interpreta la realidad petrolera recurriendo a mitos demoníacos, o a un
irracional animismo y simplificación conceptual...” Esta aseveración está en
correspondencia con el «poner en suspenso» de la fenomenología husserliana.

Así, es posible afirmar en términos diacrónicos que no existe unicidad en los enfoques
epistemológicos utilizados por los diferentes autores. Mientras que Quintero, Vallarino
de Bracho, Briceño León y Coronil trabajan en términos racionalistas deductivos, Pérez
Schael lo hace en términos introspectivo vivencial a través de una lectura
fenomenológica. Pero incluso, no existe una definición única acerca del objeto social
analizado, aunque los cuatro de la primera clase los construyan en términos de
relación entrada-salida (16). Así, como es posible afirmar que no existe la comunidad
epistemológica en términos de la mirada tampoco existe coincidencia en términos del
objeto.

3.2. Elementos sincrónicos

En la Tabla V se pueden observar sintetizadamente las categorías relativas a los


elementos sincrónicos de la investigación. Sin diferenciar entre aspectos en términos
organizacionales y personales, es posible afirmar que ambas dimensiones se
concretizan en el contexto de la investigación.

En lo referente al componente contextual, cada uno de los investigadores tiene tanto


una experiencia formativa como una adscripción organizacional diferenciada. Esto, en
términos de la producción discursiva de los textos investigativos, plantea diferentes
culturas epistemológicas.

Rodolfo Quintero estudió antropología en México donde la discusión sobre el


colonialismo y la revalorización de lo nacional constituyen un rasgo clave de tal
tradición intelectual. Asimismo, su formación y experiencia de izquierda le llevó a
interesarse en determinadas problemáticas y plantearse los problemas de investigación
de determinada manera. En éste sentido, de la combinación de ambos, surge un
interés de investigación frente a una cultura de conquista dirigido a cultivar y buscar
soluciones “ ... a las pugnas de los procesos opuestos que aparecen en la dinámica de
las organizaciones sociales...” (Quintero, 1978). También elementos organizacionales
están involucrados: para el momento que son publicados los citados textos de
investigación el autor trabajó en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales
y en la Escuela de Sociología y Antropología en pleno momento de la Renovación
Universitaria y la intervención militar de la Universidad Central de Venezuela.

Tabla V
Matriz de elementos diacrónicos en las unidades de la muestra
Autor Componente contextual Componente lógico
Estilo de C. fil. y cul. C. Inform. C. Procd. Empírico Teórico Metodológico
p.
Rodolfo Razón Crítica al difusionismo y al Eventos Descripción Cultura del Marxismo Explicación del eventos
Quintero culturalismo idealista, históricos en exhaustiva petróleo articulados demuestra que la
materialista con fuerte relación a de carácter cultura del petróleo refuerza la
presencia marxista aspectos racionalista acción colonial
políticos
Carmen Razón Una representación de lo Estadísticas Investigación Estructura Estructuralismo Construcción de perfil de
Vallarino social es la estructura de basada en agraria Estructura agraria y
de Bracho relaciones de fuerza estadísticas secuenciación de cambios
asociadas a la apropiación permite hacer un perfil de los
del producto social mismos
Roberto Razón Relación macro Estadística Investigación Relación Opción Construcción de perfil de
Briceño y micro social basada en competitiva racional dinámicas de búsqueda de
León estadísticas por la renta renta y secuenciación de
cambios en comunidad permite
hacer un perfil de la misma
María Sol Conciencia Existe un imaginario Discursos Análisis de Universo Estructuralismo Definición de símbolos,
Pérez irracional subyacente a toda discurso simbólico normas y valores en los
Schael acción discurso permite explicar
acciones

Rodolfo Quintero estudió antropología en México donde la discusión sobre el


colonialismo y la revalorización de lo nacional constituyen un rasgo clave de tal
tradición intelectual. Asimismo, su formación y experiencia de izquierda le llevó a
interesarse en determinadas problemáticas y plantearse los problemas de investigación
de determinada manera. En éste sentido, de la combinación de ambos, surge un
interés de investigación frente a una cultura de conquista dirigido a cultivar y buscar
soluciones “ ... a las pugnas de los procesos opuestos que aparecen en la dinámica de
las organizaciones sociales...” (Quintero, 1978). También elementos organizacionales
están involucrados: para el momento que son publicados los citados textos de
investigación el autor trabajó en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales
y en la Escuela de Sociología y Antropología en pleno momento de la Renovación
Universitaria y la intervención militar de la Universidad Central de Venezuela.

Tabla V
Matriz de elementos diacrónicos en las unidades de la muestra (Continuación)

Autor Componente contextual Componente lógico


Estilo C. fil. y cul. C. Inform. C. Empírico Teórico Metodológico
de p. Procd.
Fernando Razón Crítica al espacio Eventos Análisis Concepción Antropología Manejo etnográfico e histórico comparado con la
Coronil y valorización del históricos de de la posmoderna teoría permite estudiar relaciones que dan forma al
tiempo, estudios actores historia Estado venezolano
subalternos
Notas: º/La Cultura del petróleo ª/El petróleo y nuestra Sociedad */Antropología del petróleo.
Fuente: Elaboración propia, 2006.

Rodolfo Quintero estudió antropología en México donde la discusión sobre el


colonialismo y la revalorización de lo nacional constituyen un rasgo clave de tal
tradición intelectual. Asimismo, su formación y experiencia de izquierda le llevó a
interesarse en determinadas problemáticas y plantearse los problemas de investigación
de determinada manera. En éste sentido, de la combinación de ambos, surge un
interés de investigación frente a una cultura de conquista dirigido a cultivar y buscar
soluciones “ ... a las pugnas de los procesos opuestos que aparecen en la dinámica de
las organizaciones sociales...” (Quintero, 1978). También elementos organizacionales
están involucrados: para el momento que son publicados los citados textos de
investigación el autor trabajó en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales
y en la Escuela de Sociología y Antropología en pleno momento de la Renovación
Universitaria y la intervención militar de la Universidad Central de Venezuela.

Carmen Vallarino, Roberto Briceño León y Pérez Schael, por otro lado, vienen de la
formación francesa durante la década de 1970 y 1980 cuando predominaban lecturas
estructuralistas. Sin embargo, cada uno de ellos utiliza diferentes perspectivas del
estructuralismo. Mientras que Vallarino parte de un marxismo estructural fuertemente
marcado por la obra de Nicos Poulantzas, Pérez Schael enfoca su lectura hacia un
estructuralismo semiológico donde se articulan Roland Barthes y Emile Durkheim (17).
Briceño León, por otro lado, tiende hacia lecturas mucho más funcionales con la que se
apropia de propuestas analíticas como el Rent-Seeking Society [sociedades buscadoras
de renta] de Anne Krueger (18). Así, es posible visualizar la apropiación de elementos
teóricos de otras disciplinas científicas.

El trabajo de Coronil se mueve en otra clave contextual de investigación. Teórica y


metodológicamente, el autor -aunque trabaja en la Universidad de Michigan- se mueve
en el ámbito de confluencia transdisciplinaria de la historia y la antropología a través
de la tradición analítica de la Universidad de Chicago donde se formó. Desde un punto
de vista racionalista se plantea el abordaje de la constitución mutua de la historia y de
los actores. Se acerca a la antropología posmoderna y a la corriente de Estudios
Subalternos para realizar críticas a las representaciones euro-céntricas de tiempo y
espacio. En términos epistemológicos, implica una crítica a la tradición universalista del
pensamiento occidental para dar paso a una lectura relacional entre lo universal y lo
regional.

En término contextuales, todos los autores considerados parten de diferentes


experiencias institucionales, organizacionales y personales. Aunque en términos de sus
estilos de pensamiento predomine la razón como forma metodológica de acceso, no
sólo los cuerpos filosóficos y culturales así como los cuerpos informacionales son
diferentes. Es importante observar diferencias y detalles entre los cuerpos
procedimentales utilizados en cada experiencia de investigación. Quintero hace
descripción exhaustiva sin que por ello sea etnográfica, mientras que Coronil si
pretende que lo sea. Pérez Schael -aunque no lo diga- hace análisis de discurso para
acceder a las representaciones que constituyen el universo simbólico. Vallarino de
Bracho y Briceño León hacen análisis de fuentes estadísticas. En éste último par de
casos es importante reseñar que la naturaleza de las unidades de análisis -elemento
clave a considerar para el análisis procedimental de ésta forma de investigación
(Corbetta, 2003)- también es diferenciada: la primera intenta dar cuenta de agregados
relativos a la estructura agraria, el segundo a una mayor variedad de datos
poblacionales, económicos e industriales.

Así, lo menos que se puede esperar es que también sean diferentes las interrelaciones
con los componentes lógicos de cada investigación. En lo referente al subcomponente
empírico, hacen referencia a realidades diferentes. También se diferencian en sus
contenidos teóricos no observacionales de entrada, lo que genera teorías de salida
divergentes. Las correlaciones que realiza cada investigador desde unos elementos
empíricos hasta unos elementos teóricos también son diferentes.

Mientras que Quintero, Vallarino de Bracho y Coronil parten de análisis global de grupo
social, Briceño León seleccionó un pueblo y lo estudió en profundidad
contextualizándolo en un ámbito social mayor, tradición de investigación conocida
como «estudios de comunidad». Ahora -más allá de las diferencias temáticas- Quintero
toma eventos para explicar la confirmación de una teoría que representa leyes
sociales, Vallarino de Bracho describe situaciones reflejadas por los datos estadísticos,
y Coronil describe acontecimientos en los que participan actores.

4. Conclusiones

Se ha hecho referencia que una ciencia con estatus de madurez es aquella que tiene
programas de investigación en los que están anticipados hechos nuevos y nuevas
teorías (Serrano, 1990). En el caso de la investigación social realizada sobre la relación
petróleo y cambio social en Venezuela -por decirlo de alguna manera- todavía tiene
baja capacidad heurística.

Hasta ahora la investigación sociológica, antropológica e histórica no ha logrado


avanzar más allá de la descripción y la explicación en su esfuerzo de investigación. Sin
embargo, la debilidad no está en éste punto sino en la poca articulación como
programa de investigación.

Como se observa en los resultados presentados, aunque existe una serie de esfuerzos
dirigidos hacia un área temática de investigación o problema, no existe comunidad
epistemológica entre ellos. Los cuatro primeros autores sólo tienen en común estar
referido a algún aspecto del petróleo ya que aborda diferentes objetos de investigación
mediante estrategias de investigación diferenciales. El trabajo de Coronil es aquel que
más retoma de la anterior experiencia de investigación.

La posibilidad de constituir una línea de investigación en este sentido pasa por la


consolidación de una comunidad epistemológica de investigadores. El esfuerzo apenas
comienza.

Notas
1. En novela, por ejemplo, vale rescatar quizá la más reconocida: Mene de Ramón Díaz
Sánchez. Mucho más conocida que Casandra, también sobre la misma temática y
editada en 1957, fue escrita durante la estada laboral del autor como empleado
petrolero en Cabimas durante la década de 1930. Además se puede reseñar Sobre la
misma Tierra de Rómulo Gallegos y Oficina No. 1 de Miguel Otero Silva.

2. Los trabajos reseñados corresponden a un trabajo historiográfico de Juan Besson,


recopilaciones documentales de José López de Sagredo y Bru, así como las bien
documentadas recopilaciones de Jesús Prieto Soto. Más que trabajos de investigación
científico sociales propiamente dichos, son trabajos de recopilación documental que no
cumplen con el perfil de trabajos literarios.

3. La temática «cambio social» no debe ser confundida con «impacto social». Cambio
social tiene que ver con las variaciones diacrónicas que experimenta una sociedad. El
impacto social, por otro lado, da cuenta de variaciones mucho más limitadas en el
tiempo, es decir, cambios mucho más sincrónicos.

4. El propósito del presente trabajo implica que la obra analizada haya circulado de
manera edita para que haya estado sometida al escrutinio de la comunidad científica.
Los trabajos inéditos, sin que por ello descalifique su calidad, tiene poca presencia
pública. Aunque hay una gran cantidad de tesis elaboradas al respecto, sin embargo,
salvo un pequeño grupo escrutador, la mayor parte de las veces pasa desapercibida.

5. Esta distinción requiere algunas precisiones. La sociología y la antropología están


interesadas en el estudio de las relaciones sociales en estricto sensu. Este criterio de
distinción puede ser polémico para algunos de los lectores, fundamentalmente aquellos
que valoran a la economía como una ciencia social. La economía coloca el énfasis de su
esfuerzo en lo referente a la asignación de recursos. Asumiendo como cierto que para
producir se establecen determinadas relaciones sociales de producción así como que la
disciplina reconoce la importancia de instituciones para el funcionamiento de una
economía moderna, gran parte de la economía no aborda propiamente al hecho social.
Incluso, citando al reconocido economista francés Jean-Paul Fitoussi, “ ... La science
économique est enseignée comme un conglomérat de techniques davantage que
comme une discipline intellectuelle...” (Allemand, 2000). La historia -o más bien, la
historiografía- aunque aborda temas y problemas de interés para la comprensión de
los fenómenos sociales está mucho más interesada en el estudio de la secuencia de
hechos. La ciencia política –asumiendo la tesis dominante hoy de Giovanni Sartori- se
plantea la autonomía y la naturaleza propia del hecho político; esta idea lleva a marcar
algunas distinciones entre la ciencia política y la sociología política. Un detalle
adicional: obras como la de Urbaneja (1993), más que dar cuenta de una obra
politológica, en palabras del mismo autor, corresponde a la historia de las ideas, otro
campo disciplinario.

6. Rodolfo Quintero [Maracaibo, 1909-Caracas, 1985] antropólogo, profesor


universitario, político y dirigente sindical. Encarcelado por la rebelión estudiantil de
1928 es iniciado en el marxismo-leninismo. En 1931 figura como uno de los
organizadores de las primeras células clandestinas del Partido Comunista en Venezuela
(PCV) y establece ese mismo año la Sociedad Obrera de Mutuo Auxilio de los
Trabajadores Petroleros de Cabimas (SOMAP), una de las primeras organizaciones de
carácter sindical de la industria petrolera en el país. Detenido en repetidas
oportunidades por motivos políticos, es participante clave entre 1931 y 1949 en la
organización de la izquierda venezolana. Expulsado del país en 1949, se radica en
México donde cursó la carrera de antropología en la Universidad Nacional Autónoma de
México. A su regreso a Venezuela en 1958 se incorpora al personal docente de la
Universidad Central de Venezuela y obtiene el doctorado en ciencias antropológicas.
Aunque mantiene su vinculación con el PCV y participa en su central laboral, dedica la
última parte de su vida a la carrera universitaria centrando su obra en el análisis del
movimiento obrero venezolano y de los cambios que el petróleo produjo en la vida del
país.

7. Carmen Vallarino de Bracho es socióloga, nacida en Panamá pero con residencia en


Maracaibo desde la década de 1970. Realizó estudios en la Universidad de París X-
Nanterre y en la Universidad del Zulia, donde es miembro de su personal docente y de
investigación.

8. Roberto Briceño León [Valera, 1951] es doctor en ciencias sociales, sociólogo


egresado de la Universidad Central de Venezuela, donde ha dictado clases en las
escuelas de sociología y arquitectura, además de encabezar el Laboratorio de Ciencias
Sociales. Presidente de la Asociación Venezolana de Sociología y miembro directivo de
la International Sociological Association.

9. María Sol Pérez Schael es licenciada y magister en sociología, egresada de la


Universidad de París VIII. Es docente de la Escuela de Sociología de la Universidad
Central de Venezuela.

10. Fernando Coronil, historiador venezolano egresado de la Universidad de Stanford,


con PhD en antropología de la Universidad de Chicago. Residente en los Estados
Unidos desde la década de 1980, trabaja en la Universidad de Michigan donde es
profesor en los departamentos de historia y antropología, dirigiendo el programa
doctoral de Antropología e Historia.

11. Aunque su nombre indique que fue elaborado para la realización de investigación
educativa, su nivel de generalidad le permite abordar procesos de investigación en
cualquier disciplina y sub-especialidad. De allí su utilidad, al respecto ver Padrón
Guillén (1998).

12. A principios de la década de 1980 emergió un tema de investigación


denominado Social Impact of Oil [impacto social del petróleo]. El esfuerzo inicial de
estos estudios fue Escocia donde -en el marco de la expansión de las actividades
petroleras en el Mar del Norte- se llevaron a cabo investigaciones de cómo petróleo -
más allá de sus aspectos económicos, geopolíticos o legales- fue capaz de generar
cambios permanentes en los grupos sociales. Resaltan Social Impact of Oil in
Scotland [El impacto social del petróleo en Escocia] de Ron Parsler y Dan Shapiro, así
como Social Impact of Oil. The Case of Peterhead [El impacto social del petróleo. El
caso de Peterhead] de Robert Moore, editados ambos en 1980 y 1982
respectivamente. Este último autor publicó con Peter Wybrow en 1984 Women in the
North Sea Oil Industry [La mujer en la industria petrolera del Mar del Norte]. Ese
mismo año, Saad Eddin Ibrahim, sociólogo egipcio-americano, publicó The New Arab
Order: a Study of the Social Impact of Oil Wealth [El nuevo orden árabe: un estudio
del impacto social de la riqueza petrolera]. Más tarde vería luz en 1990 el trabajo The
Impact of Oil on a Developing Country: the Case of Nigeria [El impacto del petróleo en
un país en desarrollo: el caso de Nigeria] de la africanista Augustine Ikein.
Actualmente, en el marco de una línea de trabajo mayor, se desarrolla en el Instituto
de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires el proyecto “ Impacto
social de los grandes emprendimientos hidrocarburíferos en la cuenca neuquina” a
cargo del antropólogo Alejandro Omar Balazote. Incluso, el área parece estar
convirtiéndose en referencia para organismos multilaterales: el Banco Mundial activó la
iniciativa Oil and Gas Social Impact [Impacto social del petróleo y del gas] para reunir
empresas del sector, consultores e investigadores interesados. En caso de
conveniencia por parte del lector, la dirección electrónica de esta última es
http://www.worldbank.org/ogsimpact/index.htm.

13. La bibliografía citada o referencias es utilizada en la redacción científica para


soportar afirmaciones realizadas por el autor (Martínez y La Roche, 1995). Por ello el
uso adecuado de la misma es clave para la construcción argumentativa de un trabajo
científico. En este sentido, su revisión es un buen indicador de qué tan próximo o no
está un determinado trabajo con respecto a una determinada comunidad de
investigadores.

14. El trabajo de Vallarino de Bracho, sin embargo, fue citado por Gómez (2000).
Creemos que esto se debe a la coincidencia de perspectivas: ambos trabajos hicieron
énfasis en la lectura en la transformación de la estructura agraria en el ámbito
regional.

15. El texto de Quintero utiliza algunos conceptos devenidos del marxismo: pequeña
burguesía, proletariado, lumpen proletariado, clases sociales, entre otras. Se construye
críticamente frente al evolucionismo, al difusionismo y el funcionalismo en
antropología, además del idealismo de Benedetto Croce. Sin embargo -más que
analítico- el texto tiene más un velado carácter testimonial. Un ejemplo de ello es
cuando habla de la Generación de 1928, de la que él formó parte. Sin embargo, nunca
habla en primera persona sino que utiliza el lenguaje impersonal.

16. Cuando el objeto de estudio se observa en términos de relaciones entrada-salida


implica que ante determinadas ausencias o presencias, el grupo social es modificado
en consecuencia. Así, Quintero plantea que la cultura del petróleo es un avance
colonizador que lleva a desmontar a la sociedad venezolana convirtiéndola en una
sociedad sometida. Para Vallarino de Bracho la presencia del petróleo dio forma a la
estructura agraria, la cual no la hubiese tenido en caso de no estar allí. Briceño León,
por otro lado, estudia como la inserción/exclusión en las redes de distribución de la
renta configuró a la sociedad tinaquillense. Mientras que Coronil estudia esto mismo
sólo que sobre la concepción histórica.

17. Durante las décadas de 1960 a 1970 se desarrollaron en Francia algunas lecturas
autodenominadas «estructuralistas». Todas comparten su interés por el estudio de la
estructura como prerrequisito para el estudio de la historia. El detalle está en que cada
una define estructura de manera diferente. Mientras que el estructuralismo
antropológico y sociológico se interesó en aspectos lingüísticos y discursivos, el
marxismo estructuralista está más interesado en la estructura social y económica. Al
respecto, ver Ritzer (2002).

18. Para Briceño León, la clave sociológica para comprender las sociedades
exportadoras de petróleo es la «competencia por la renta». En éste sentido, la clave
analítica de tal idea es la competencia por la renta como conducta. Aunque toma
algunas ideas de la obra de Asdrúbal Baptista -quien luego desarrollaría su tesis sobre
el capitalismo rentístico (1997)- sin embargo el referente fundamental es el concepto
de Rent-Seeking Society, tomado del trabajo de Anne Krueger pero que ya había sido
considerado por Gordon Tullock. La diferencia entre ambos autores es que la primera
trabajo la economía política en sociedades menos desarrolladas en las que el Estado es
un actor fundamental. Al respecto, ver Tullock (2003).

Bibliografía citada

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L’ économie, una science pour déchiffrer le monde. Sciences Humaines, 111: 40-
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Economía, petróleo y renta. Caracas, Venezuela: Ediciones IESA. [ Links ]

3. Baptista, Asdrúbal y Mommer, Bernard (1999). El petróleo en el pensamiento


económico venezolano (2ª edición). Caracas, Venezuela: Ediciones
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4. Briceño León, Roberto (1990). Los efectos perversos del petróleo. Caracas,
Venezuela: Fondo Editorial Acta Científica Venezolana. Consorcio de Ediciones
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6. Corbetta, Piergiorgio (2003). Metodología y técnicas de investigación social,


traducido por Marta Díaz Ugarte y Susana Díaz Ugarte. Madrid, España: McGraw Hill
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Instittuto de Investigación Universidad del Zulia (LUZ) Maracaibo- Venezuela

[email protected]

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