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Santidad

Este documento define la santidad como estar separado para Dios. Explica que solo Dios es santo en sí mismo, mientras que las personas pueden ser santificadas por Dios a través de la presencia del Espíritu Santo y obedeciendo las Escrituras. También proporciona reglas prácticas para vivir una vida santa, como orar mucho, leer la Biblia, y dedicarse al servicio de Dios. El documento concluye que la recompensa de una vida santa incluye bendiciones en esta vida y la venidera.
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Santidad

Este documento define la santidad como estar separado para Dios. Explica que solo Dios es santo en sí mismo, mientras que las personas pueden ser santificadas por Dios a través de la presencia del Espíritu Santo y obedeciendo las Escrituras. También proporciona reglas prácticas para vivir una vida santa, como orar mucho, leer la Biblia, y dedicarse al servicio de Dios. El documento concluye que la recompensa de una vida santa incluye bendiciones en esta vida y la venidera.
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Discipulado 2

1. A. DEFINICION DE SANTIDAD

Referencia Bíblica
Hebreos 12:14 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

La palabra “santo” es una traducción del hebreo “quodesh” que quiere decir “separado para
Dios.” Esta palabra hebrea se traduce “santo, consagrar, santificar.” Esto es siempre la idea
básica de una persona o cosa que es santa, consagrada, sepa rada, o santificada—algo separado
para Dios.

Esta lección trata de la santidad práctica, o el camino del creyente. Algunos creen que la
santidad es algo angélico, algo espiritual y místico, completamente fuera de la vida ordinaria. El
camino de la santidad es una experiencia de victoria, práctica, una vida que vence, que se vive
de hora en hora. Esta vida práctica de santidad es necesaria para estar preparado para la venida
de Jesús.

B. SOLO DIOS ES SANTO EN Si MISMO

Referencias Bíblicas
lsaías 6:3 “Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de- los ejércitos. . .”
l Pedro 1:15-16 “Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda
vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”

La santidad de Dios quiere decir su absoluta pureza moral. Ni puede pecar ni puede tolerar el
pecado. El significado básico de la palabra “santo” es “separado.” ¿En qué sentido está separado
Dios? Él es perfecto; el hombre es imperfecto. Dios es divino; el hombre es humano. Él es
perfecto moralmente; el hombre es pecaminoso. Vemos entonces que la santidad es el atributo
que guarda la distinción entre Dios y el hombre. La palabra denota no meramente un atributo
de Dios sino también la naturaleza divina misma. Es el atributo de Dios que El quiere que
recordemos sobre los otros, porque es esta gran separación entre Dios y el hombre que impide
el compañerismo.
Cuando Dios se revela a Sí mismo de una manera que Su Deidad está demostrada al hombre,
decimos que Dios santifica a Sí mismo, es decir que El se revela a Sí mismo como el Santo.
Decimos que el hombre santifica a Dios cuando le honra y le reverencia como divino. Cuando le
deshonra con la violación de Sus mandamientos, decimos que le profana a Dios.

La gente santa, los edificios y objetos santos se describen así porque DIOS LOS HA HECHO
SANTOS, o los santificó. Cuando la palabra “santo” describe a personas u objetos, expresa su
relación con Jesucristo—el hecho de que están separados de las cosas no santas. Habiendo sido
separados, los artículos deben ser limpios; y las personas deben dedicarse a vivir según la ley de
la santidad.

El pecado estorba la relación entre Dios y el hombre, y al final el pecador impenitente será
echado fuera de la presencia de Dios para la eternidad. Esto es la “segunda muerte.”

En muchas ocasiones, esta relación fue reconfirmada, ampli ada e interpretada en una
disposición llamada pacto. Mantener el pacto es estar en relación justa con Dios, porque Dios,
quien es justo, solo puede tener compañerismo con los que hacen justamente. Tener
compañerismo con Dios significa la vida. Desde el principio al fin, la Biblia declara esta verdad:
la obediencia y la vida son compañeros.
Discipulado 2

C. ¿COMO ES HECHO SANTO EL HOMBRE?

Hay dos agencias que efectúan la santidad en el hombre: la divina, o la presencia del Espíritu
Santo, y la humana.

1. La agencia divina:
Referencias Bíblicas
Juan 17:17 “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”
2 Corintios,31:18 “... somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
Espíritu del Señor”
Efesios 5:26 “Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.”
1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo.”

Así como la presencia de Dios en la zarza que ardía hizo “tierra santa” el lugar del desierto, es la
presencia de Dios en la vida del creyente que le santifica. La obra de santificación empieza en su
vida con el oir el evangelio, porque la Palabra de Dios es una influencia que limpia el corazón
del oyente. Esta obra de santificación continúa a través de los pasos de fe, arrepentimiento y
bautismo en agua en el nombre de Jesús. Pero la obra de santificación se cumple
principalmente en el bautismo en el Espíritu Santo. Cuando el Espíritu de Dios entra en la vida
del creyente, Su presencia santifica la vida, y la obra continúa hasta que es quitada del mundo.

El hombre justo, según la ley, llegó a ser justo porque hacía justamente; según la gracia, el
hombre hace justamente porque fue hecho justo. En el Antiguo Testamento, la justicia fue
imputada; en la iglesia del Nuevo Testamento, la justicia es imputada e impartida directamente
por el poder del Espíritu Santo. En cuanto a la salvación del creyente, el hombre es hecho
perfecto tan pronto como nazca del Espíritu, porque todo lo que hace Jesús es perfecto.

2. La agencia humana:
Esto se divide en dos partes:

a. Acercarse a Jesús:
A través de entregarse al Señor, consagrarse, separarse del mundo, y dedicarse, el hombre
sujeta a sí mismo a la influencia santificadora del Espíritu Santo.

Por ejemplo, el hombre que tiene frío se acerca al fuego que le calienta. Así es que el hombre no
santo y frío se acerca a Jesús y es hecho santo. Luego, a través de entregarse, consagrarse, y la
fe, el creyente se mantiene en el poder santificador del Espíritu Santo. ESTO TIENE QUE VER
CON LA SALVACION. Al hacer esto, el hombre ha hecho solo lo que es razonable, pero nada
que merezca alabanzas, honores o recompensas.

b. El camino, la fidelidad, la mayordomía:


Esto es una cosa distinta. En esta parte, el creyente es un bebé en su conversión y tiene que
crecer en gracia; es imperfecto en su fe y vida y tiene que perfeccionar la santidad en el temor de
Dios. En su camino y fidelidad, gana mérito, alabanzas, recomendaciones, promoción y
premios. Su lugar en el reino depende de esto. No le califica para un sitio en el cuerpo, pero
decide el lugar que tiene en el cuerpo.

Referencias Mateo 10:42 1 Corintios 9:24-25


Mateo 25:14-30 2 Timoteo 4:6-8
Lucas 19:11-27 Apocalipsis 2:3
1 Corintios 3:5-15 Apocalipsis 22:12
Discipulado 2

D. LA HERMOSURA DE LA SANTIDAD

Referencia Bíblica
Salmos 29:2 “Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.

No hay hermosura que su compare con la de la santidad. El mundo esta muy consciente de la
hermosura, pero cuanto más se aleja el mundo del concepto apropiado de la santidad
verdadera, cuanto más torcido se hace el concepto de la hermosura. Esto se ve claramente en el
“arte moderno,” según se llama.

La iglesia es hermosa a medida que llega a ser una iglesia santa, santificada por la presencia de
Jesucristo. Asimismo, una persona verdaderamente hermosa es una persona santa, llena del
Espíritu de Dios. La hermosura de la santidad viene del interior e irradia de la presencia de
Dios.

E. LA RECOMPENSA DE LA VIDA DE SANTIDAD

La recompensa de una vida santa es mucha, en esta vida y en la venidera. Se ve la recompensa


de vivir santamente en las vidas de José y Daniel. Los dos jóvenes tenían fuertes conceptos del
mal y del bien. Se rehusaron a pecar. Como resultado, Dios les recompensó con bendiciones,
promociones, honor y revelación. Es mucha la recompensa que resulta de servir fielmente a
Cristo. El hombre que lleva una vida santa goza de buena salud, una familia contenta, más
prosperidad material y un corazón que tiene paz y reposo.

La recompensa de la santidad se estudiará en otra ocasión. Aquí basta decir que hay muchas y el
Señor recompensa (Libre mente).

F. UNAS REGLAS PRACTICAS PARA LLEVAR UNA VIDA SANTA

Esto es un asunto tremendo. Debe recordarse que la llave para vivir santamente, es vivir
santamente en secreto. Para con sideración del estudiante, he aquí unas reglas sencillas para
vivir victoriosamente.

1. Recibir el Espíritu Santo y llevar una vida llena del Espíritu.


2. Orar mucho. Una vida de oración usualmente es una vida santa.
3. Leer mucho Biblia la y asistir a los estudios bíblicos. La Palabra de Dios tiene una influencia
que santifica la vida.
4. La voluntad revelada de Dios comienza con Su Palabra. Obedecer la Palabra de Dios sin
vacilar
5. Dedicarse plenamente al servicio de Dios y a Su voluntad.
6. Recordar que se puede vivir santamente; una vida de santidad es muy posible.
7. Recordar que es necesario reclamar la victoria un día a la vez.
8. Pasar por alto las faltas de otro, y mirar solamente a Jesús.
9. Pasar por alto sus propias faltas, y mirar a Jesús.
10. Testificar en cada oportunidad.
11. Tratar libremente sus problemas con el pastor.
12. Si hay dudas, preguntarse:
a. ¿Condena la Biblia lo que quiero hacer?
b. ¿Puedo pedir que Jesús lo bendiga?
c. Mientras lo hago, ¿me acompañará Jesús?
d. ¿Será bendición para otros?
e. ¿Es tropiezo para otros?
f. ¿Estorbará en cualquiera manera mi servicio a Jesús?

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