Teoría Género Negro y Policíaco

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TEORÍA (INFORMAL) DE LA NOVELA BENEMÉRITA. Lorenzo Silva.

El sentido oculto de las cosas es el único sentido interesante. De las cosas y de las conductas. Las apariencias
siempre engañan. Y cuanto más dependa de la apariencia algo existente, más engañará.
MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN, La Rosa de Alejandría

-Es difícil “etiquetar” el género. Habla de que cuando un autor dice que escribe “novela policíaca” o “novela negra”
siempre es criticado y le dicen que no es eso lo que escribe.

“momento en el que uno ya no sabe qué demonios escribe ni de qué manera podrá salir de tan pavorosa
indefinición.”
-Dice que él mismo le ha puesto nombre a lo que hace. Sus obras tratan de guardias civiles y le ha puesto el
nombre de “benemérita”.

“que lo que hago es, lisa y llanamente, novela benemérita.”

“Un género personal y particular que bebe de todos los otros mencionados, y que no aspira a cumplir con
ortodoxia el canon de ninguno. Que procura aprovechar la enseñanza de los grandes maestros, y en especial los
de la novela negra norteamericana, pero tiene a la vez vocación de hundir sus raíces en la realidad española
contemporánea, con todas sus glorias y miserias, y por tanto se ve en la necesidad de explorar territorios propios y
senderos distintos de los tradicionales.”

-ETAPAS DE LA NOVELA POLICÍACA:

1. Etapa fundacional, policiaca o de enigma. Arrancaría con quien por práctica unanimidad es considerado como
fundador del género, el norteamericano Edgar Allan Poe y Los crímenes de la calle Morgue, donde aparece su
detective Auguste Dupin, arquetipo primigenio y modelo de casi todos los investigadores que después han sido.

En este periodo predomina la elaboración lógica del misterio y de su resolución, y también un cierto sentido de
juego de ingenio, que ensombrece o desplaza a un segundo plano otros aspectos tales como la construcción de
personajes (a menudo funcionales) o el análisis de la
realidad social (a menudo inexistente).

En esta corriente se imponen los autores como Conan Doyle o Agatha Christie, que se distinguen por la creación
de investigadores cerebrales y dominantes, y por gobernar férreamente las tramas y someter a ellas al resto de los
personajes.

2. Etapa de madurez, negra o de conflicto.


Sus inicios podemos situarlos en los primeros años 30 del pasado siglo, cuando comienzan a darse a conocer los
grandes autores norteamericanos, Dashiell Hammett y Raymond Chandler, que se convertirán en los santones del
género y proyectarán su influencia sobre los demás durante el resto de la centuria. Aquí las tramas y los
problemas lógicos ceden el paso a la elaboración de los personajes, la acción, la violencia, la crudeza incluso, con
lo que de paso se está dando testimonio del conflicto existente en la sociedad en la que se produce y se trata de
esclarecer el crimen.
El protagonista continúa siendo el detective, el investigador privado, pero es un detective menos dominante,
menos compacto, en lo intelectual y en lo moral, que el de la primera época.
La complicidad con el cine clásico de Hollywood le proporciona al género, y a esta variante en particular, una
popularidad enorme, que a la postre permitirá a un tipo de relato identificado en sus orígenes como popular o
menor, alcanzar proporciones canónicas y una influencia indiscutible en el resto de la narrativa contemporánea.

3. Etapa de renovación, negropolicial o de síntesis.


Que podríamos considerar iniciada en los últimos diez años del siglo XX, y en plena ebullición a finales de la
primera década del XXI. En ella proliferan autores de todas las corrientes, en todos los países, y de las más
diversas sensibilidades. El centro de gravedad se desplaza desde el mundo anglosajón, donde había permanecido
en las etapas anteriores, hacia la Europa continental, con ramificaciones en Sudamérica, Asia e incluso África.
Los autores atienden a todos los aspectos que han ido quedando establecidos como cruciales (trama, personajes,
acción, misterio, etc.) en anteriores fases del desarrollo del género, pero con especial atención a cuestiones
psicológicas, sociológicas e incluso políticas. Los protagonistas son indistintamente policías, investigadores
privados o criminales, lo que sugiere un relato superador de las parcialidades de enfoque precedentes. Y a través
de la denuncia, combinada con el entretenimiento, el género recobra la popularidad que había comenzado a
perder al final de la etapa anterior, llegando incluso a zonas donde antes no tenía demasiada influencia.
Como puede ser, por ejemplo, el caso de España.
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“En este contexto y en este momento del desarrollo del género surgen Bevilacqua
y Chamorro, los protagonistas de esa novela benemérita a la que van dedicadas
estas líneas”

Dice que más que atraerle el “juego” como punto de partida, fue un “homicidio”

Idea de la conexión con la realidad: “Se me ocurrió así contar la historia de una deslumbrante y
displicente turista extranjera que aparecía asesinada en una cala de Mallorca. Como suele
suceder en literatura, la ocurrencia no me vino de la nada”

“me hice una pregunta bastante elemental: ¿si apareciera un cadáver en una cala apartada de
la isla de Mallorca, a quién le correspondería legalmente la investigación? Y me respondí: a la
Guardia Civil.”

“para emprender tareas fáciles vale cualquiera, uno se pone a prueba y muestra lo que es y lo
que puede arriesgándose a acometer empresas peliagudas”

Su intención no era impresionar sino “afrontar con normalidad una narración en la que el héroe
fuera un guardia civil.”

Personajes: valora mucho su evolución psicológica

“En resumen, no pretendí que fueran representativos de nadie más que de sí mismos, no
constituyen el promedio ni una manifestación típica de lo que hoy pueda ser un guardia o una
guardia civil. Son, nada más, dos guardias civiles suficientemente probables en la Benemérita
de hoy, y el hecho de no corresponderse con el estereotipo ancestral ya intuí que me expondría
a la reticencia y también a la ironía de quienes permanecían anclados en ese cliché, pero a la
vez me pareció el cimiento ideal para crear unos personajes de ficción que resultaran
originales, atractivos y en suma, memorables.”

“Todo esto se corresponde a grandes rasgos con la realidad organizativa y operativa de la


Guardia Civil, pero quise a la vez sentirme libre para no ceñirme al milímetro (en cuanto a la
formación de equipos, procedimientos particulares de actuación y estructura organizativa y
jerárquica) a la configuración de una unidad concreta que, además, es por la propia naturaleza
de sus misiones cambiante a lo largo del tiempo.”

“Aparte de una novela policiaca que parecía funcionar como tal, y que se insertaba con
naturalidad y sin complejos en el contexto español contemporáneo, me encontraba entre las
manos a dos personajes que caían en gracia al lector; dos tipos peculiares, con los que podía
construir por tanto una mirada peculiar sobre el mundo. Podía a través de ellos hablar a fondo
de los servidores de la ley y de los enemigos de ella, de la vida cotidiana de los policías y de
las anomalías de la sociedad,de las nuevas relaciones entre hombres y mujeres en el trabajo y
fuera de él. “= REFLEJO DE LA SOCIEDAD
“El policía, y sobre todo el que mantiene la vocación del servicio de la ley y de los ciudadanos
(que existe y no en escasa medida, aunque otros prefieran diversas formas de transacción,
desde la contemporización con el poder fáctico hasta la corrupción pura y simple), viene así a
adquirir unos perfiles netamente quijotescos, y se convierte en un héroe de nuestro tiempo
lleno de sugerencias y posibilidades simbólicas.”No negaré que Bevilacqua y Chamorro, pese
a las diferencias temporales, de peripecia vital y hasta de sexo, vienen a ser en fin
un Quijote y una Sancho postmodernos, y esta orientación de su devenir como personajes
dista de ser casual.”
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Quiere cambiar esa idea que se tiene del guardia civil en la época dictatorial.
“servía para dar justa cabida en la ficción a los miles de españoles de hoy, hombres y mujeres
del siglo XXI, que deciden incorporarse a un cuerpo policial y que, por fortuna para todos, ya no
están cortados por un mismo patrón social o ideológico, sino que reflejan la diversidad de la
sociedad de la que vienen y a la que sirven.”

“hay algo más sutil y más enriquecedor que me han enseñado mis confidentes beneméritos: la
particular percepción, el singular conocimiento de la sociedad y de la psicología de las
personas que el policía tiene y necesita para enfrentarse al delito”

“El investigador de homicidios lee los rastros materiales, pero también y sobre todo ha de
aprender a leer en las personas, y se acostumbra a hacerlo en sus ángulos más oscuros y
recónditos, porque es de ellos de donde suele brotar el impulso criminal.”

Idea de la apariencia (conecta con la cita de Montalbán al principio):


Sobre el guardia civil: “Hablar con ellos es descubrir un mundo sumergido que bulle bajo la
superficie del mundo visible, lejos del escaparate, y que en buena medida nos ilustra sobre qué
y quiénes somos más allá de lo que decimos o aparentamos ser.”

Llama a sus personajes: “mis amigos guardias”


No se trata de crear a los más duros, a los más listos…
Intenta honrar el legado de la novela policíaca clásica con el sentido de la intriga y la moralidad
que la caracterizan. Sus personajes son personas corrientes, “Un hombre y una mujer con su
propia visión de las cosas, capaces de juzgar lo que observan pero también de dudar al
respecto.”

Buen final: “Pero quién dijo que la literatura consiste en hacer aquello que comúnmente se
espera que uno haga.”

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