Escuela Positiva
Escuela Positiva
Escuela Positiva
La aparición del positivismo fue consecuencia del auge alcanzado por las ciencias
naturales en los estudios filosóficos del siglo XIX, y se hizo sentir en todas las disciplinas
incluyendo al derecho, la psiquiatría, la criminología y la psicología. El positivismo es una
postura filosófica que tuvo un impacto y por tanto una influencia enorme en el campo de
lo científico y por supuesto la búsqueda del conocimiento comprobable y válido.
el rey de la creación, como tampoco la tierra es el centro del universo, sino una
combinación transitoria.
Este criminal atávico podía ser reconocido debido a una serie de estigmas físicos o
anomalías, como por ejemplo, el excesivo desarrollo del
cerebelo, asimetría del rostro, dentición anormal, y lo que
se considera como la característica más atávica en los
criminales, es el hoyuelo en medio del occipital. (a este le
concedía gran importancia), la sinostosis precoz (fusión
anormal de los huesos que forman una articulación por la
proliferación de tejido óseo), la costra frontal hipertrófica,
la asimetría craneal y mandíbulas enormes, así como la nariz torva, orejas de soplillo,
senos frontales muy pronunciados, órbitas muy grandes y demasiado separadas.
También estudia Caracteres Psicológicos, entre los cuales quizá el más relevante es la
presencia de tatuajes en los delincuentes, y la región corporal donde aparezcan. Así, en
los homosexuales sería frecuente encontrar tatuajes en las nalgas, que, tanto en los
temas como en las inscripciones, aluden a la “inversión” sexual del sujeto.
tiene una doble función, distinguir al delincuente del que no lo es y la de apuntar hacia el
origen atávico de los tatuajes.
cuales establecía que las penas y/o castigos eran ineficaces, proponiendo entonces una
gran cantidad de medidas de reforma social encaminadas a la prevención; Ferri la llamó
“temibilidad de autor” y dedujo de ella que era necesario establecer penas
indeterminadas, guiadas por el tratamiento necesario para que el sujeto supere su
propensión delictiva, lo que imponía también un individualización de la pena, aspectos
que han llegado hasta nuestros códigos penales de hoy.
En 1887 Ferri dice que La escuela positiva consiste en estudiar al delito, primero en su
génesis natural, y después en sus efectos jurídicos, para adaptar jurídicamente diversos
remedios a las varias causas que lo producen los que, en consecuencia serán eficaces.
En 1933 explica que la escuela criminal positiva no consiste únicamente, en el estudio
antropológico del criminal, pues constituye una renovación completa, un cambio radical
de método científico en el estudio de la patología socio criminal, y de los que hay de más
eficaz entre los remedios sociales y jurídico que nos ofrece. La ciencia de los delitos y
de las penas era una exposición doctrinal de silogismos, dados a luz por la fuerza
exclusiva de la fantasía lógica; la escuela ha hecho de ello una ciencia de observación
positiva, que, fundándose en la antropología, la psicología y la estadística criminal, el
derecho penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética, que él mismo,
la llamo sociología criminal, y así esta ciencia, aplicando el método positivo al estudio del
delito, del delincuente y del medio, no hace otra cosa que llevar a la ciencia criminal
clásica el soplo vivificador de las últimas e irrefragables conquistas hechas por la ciencia
del hombre y de la sociedad, renovada por las doctrinas evolucionistas.
“Los delitos universales serían, para Garrofalo, aquellos que provocan un reproche
universal, lesionando reglas que facilitan la vida social”. Derivado de la afirmación de la
existencia de delitos constantes en el mundo y delitos propios de cada región, Garrofalo
propuso crear dos códigos penales, uno para los delitos universales y otro acorde a cada
país y sus necesidades. Al igual que Lombroso y Ferri, estableció una clasificación para
los delincuentes, sin embargo ésta se basaba también en parámetros subjetivos,
imprecisos y difíciles de diferenciar. Cabe destacar que se de hecho se distanció
marcadamente de la antropología de Lombroso y del sociologismo de Ferri, compartiendo
con ellos únicamente la idea de defensa social como base del derecho a castigar,
fundamento de la política criminal. Garrofalo es el jurista; pretende dar organización
jurídica a las concepciones positivas produciendo la definición del delito natural y
establece cuatro tipos para que exista un delincuente nato:
3) El ladrón: El que atenta contra la probidad. Este sentimiento no tiene raíces profundas
en estos individuos. Le falta el sentimiento altruista y está influenciado por el medio
ambiente.
Antes de formar parte de la Escuela Positiva, Garofalo aportaba las bases y la orientación
jurídica necesaria fue un autor prolífico, entre sus obras más importantes se hallan:
que todas las ciencias tienen una misma naturaleza y un idéntico objeto, el estudio de la
naturaleza y el descubrimiento de sus leyes, para beneficio de la humanidad.
La razón de la justicia penal es la defensa social, entendida como defensa del Estado en
su ordenamiento jurídico-positivo, esto es: la defensa de las condiciones fundamentales
para la vida de los ciudadanos ordenados y constituidos en comunidad. Los temas de
estudio son el delito, el delincuente, la sanción y el juicio.
El delito: es tanto un fenómeno jurídico como un ente táctico. Debe contemplarse ambos
aspectos, pues uno y otro, si no se integran, resultan insuficientes.
La sanción: tiene por fin asegurar la defensa social, y ha de cumplir una función
preventiva. No debe ser solo proporcionada a la gravedad del delito sino que ha de
adaptarse también y en primer término a la peligrosidad del delincuente, empleando
incluso la segregación por tiempo indeterminado hasta que el reo aparezca readaptado
a la vida libre.
El delito, para los positivistas, como hecho actual y real está dentro de los hechos
naturales. La base moral que se requería del ciudadano (Escuela Clásica) pasa a un
plano secundario ante la responsabilidad social de los individuos, que serán penados y
no sancionados, por el tiempo que sea necesario, para que el delincuente deje de ser un
peligro y tratado con métodos científicos de protección social, que buscan combatir la
criminalidad y sus diferentes tipologías determinadas por los estudios psicobiológicos.
Desde este momento surgirá la necesidad de mantener el control de la sociedad, a través
de la profilaxis de los biológicamente degenerados, que son titulares de acciones
desviadas, cuestión que requiere de una acción terapéutica para normalizar a estos seres
enfermos. Esta acción se realizara por medio de la evaluación objetiva del
comportamiento humano y de los hechos sociales, por medio de recursos científicos que
utilizan las ciencias naturales. Uno de los principales instrumentos de evaluación será la
estadística que buscara cuantificar el comportamiento y extraer los principios generales
que motivan las acciones de los hombres.
ladrón, etc. Desde este momento el delito estará determinado por las cualidades animales
del individuo delincuente y no por la sociedad de la cual surge el mismo. Este criminal
que se encontraba en grados biológicamente inferiores, era el que realizaba acciones
desviadas, propias de un ser anormal.