Enero 2012 OK
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EN LA OLLA
Liderazgo bajo presión
SUMARIO
volUmen XXIX
Número 3
ENERO–FEBRERO
2012
TEMA DE PORTADA:
LIDERAZGO BAJO PRESIÓN
31 El «resistente» no existe
20 Fatiga: ¿de dónde viene? (Segunda parte)
John Ortberg Janet R. McCormack
70 En el taller
Christopher Shaw
Además:
NOTA DEL DIRECTOR INCLUYE SUPLEMENTO:
10 Margen ALCANZANDO A LA NIÑEZ
Christopher Shaw
NOTA DEL
DIRECTOR
Margen
Hace unos años alguien me regaló un libro de un Vivir sin margen es sentirse siempre cansado.
médico, Ricardo Swenson, con un intrigante títu- Vivir con margen es disponer cada día de la ener-
lo, Margen. El concepto que explora el autor es gía requerida para encarar los proyectos que Dios
muy sencillo: el margen no es más que ese espa- confía en nuestras manos.
cio que nos separa a nosotros de nuestros límites. Vivir sin margen es sentir que la gente no es
El margen de una hoja impresa, por ejem- más que un fastidio, una molesta distracción de
plo, separa las palabras del borde de la página. las metas que nos hemos propuesto. Vivir con
El hecho de que esté en blanco podría inducir al margen es recordar que las relaciones le dan
error de creer que no cumple ninguna función. sabor a la vida, que fuimos creados para amar y
No obstante, si alguna vez ha observado una pági- ser amados.
na impresa sin márgenes se habrá percatado del El ministerio muchas veces termina consu-
caos que comunica. Le falta lo que, en diseño, se miendo los márgenes necesarios para vivir la vida
suele llamar «oxígeno». El aporte del margen es abundante que se nos promete. Acabamos ansio-
vital para el orden y la prolijidad; ambos facilitan sos, nerviosos, tensos, cansados y frustrados. No
en gran medida el ejercicio de la lectura. nos percatamos del hecho de que este estilo de
Las condiciones de la vida moderna, señala vida es lo que más entorpece nuestro esfuerzo por
Swenson, se devoran el margen que nos sepa- ayudar a otros a entrar en el río de la plenitud de
ra del caos. Vivir sin margen es llegar con una Dios. Ellos perciben que lo nuestro es más una
hora de atraso a la cita con el médico, por haber doctrina que un estilo de vida.
experimentado una demora de treinta minutos en Si sus márgenes han desaparecido, este es un
dejar a los niños en la escuela, por el carro que se buen momento para que se detenga. Esta forma
quedó sin combustible a dos cuadras de la gasoli- de vida no es, como a veces pensamos, inevitable.
nera y por haber olvidado la billetera en casa. Con algunas decisiones clave usted conseguirá
Vivir con margen es seguir con aliento des- recuperar el margen que necesita para una vida
pués de haber subido tres pisos por la escalera. Es más plena. Del orden y del descanso que resultan
contar con algo de dinero antes de que termine fluirá un ministerio más efectivo. No se prive, ni
el mes. Es disponer del tiempo para encontrarse prive a los demás, de esa preciosa bendición
con amigos para disfrutar de una sabrosa comida.
Vivir sin margen es llevar una carga que re-
sulta en extremo pesada para nosotros. Vivir con
margen es contar con un amigo que nos ayude a
llevar esa carga.
Vivir sin margen es no guardar tiempo para
leer un libro acerca de cómo manejar las presio-
nes de la vida. Vivir con margen es poder leerlo
dos veces.
10
Incluye suplemento: Alcanzando a la Niñez
ROMPer
TECHOS
Caminos creativos para
extender el Reino
SUMARIO
volUmen XXIX
Número 4
MARZO–ABRIL
2012
TEMA DE PORTADA:
ROMPER TECHOS
32 Communitas
18 El grupo de las excusas Ricardo Earl
Miguel Bauer
36 El confesionario
22 La visión embrionaria Christopher Shaw
(Parte I)
Juan Sieber
Otro contenido: BLOGS: AMOR Y ALGO MÁS
38 Acompañar la transición 21 ¿Quién dicen que soy yo?
Jorge Atiencia Marco Vega
Además:
NOTA DEL DIRECTOR
10 Abrir agujeros
Christopher Shaw
INCLUYE SUPLEMENTO:
ALCANZANDO A LA NIÑEZ
NOTA DEL
DIRECTOR
Abrir agujeros
Marcos no deja dudas nunca se había intentado. Y así, los cuatro de-
en cuanto a lo que jan un indeleble ejemplo del camino que deberá
movió el corazón de recorrer, una y otra vez, la iglesia en su afán por
Jesús. No fue la condición del paralítico. Fue la conectar a la gente con Cristo
fe de sus cuatro amigos. ¿Y en qué radica la fe de Dos factores parecen ser los que deciden el
estos varones? En que no se dieron por vencidos camino a recorrer. En primer lugar, una convic-
cuando descubrieron que las multitudes bloquea- ción inamovible de que Jesús posee lo que las
ban el camino hacia Jesús. personas están buscando. La consigna es que
Seguramente experimentaron un momentá- la iglesia sirva de nexo entre los necesitados y
neo desconcierto cuando se acercaron a la casa. Cristo, actuando como puente para que él haga en
Habían llegado con tanto entusiasmo, con tanta ellos lo que solamente él puede hacer.
convicción. No habían considerado, sin embargo, El segundo factor es un compromiso intransi-
que muchos otros también querían ver y escuchar gente, insistente, obstinado a favor de la persona
a Jesús. que no puede llegar a Jesús por sí misma. Este
Quizás colocaron al paralítico en el piso y amor no reconoce obstáculos en el camino. Con-
debatieron entre sí cómo resolver el problema. A sidera que cualquier alternativa, por más insólita
uno, posiblemente más osado que sus compañe- que parezca, es válida si consigue esa conexión
ros, se le ocurrió una idea. Era descabellada, pero vital con la Fuente de aguas vivas.
la desesperación estimula admirablemente los La iglesia muchas veces se ha mostrado más
procesos creativos. preocupada con el cuidado de los techos que
¿Y si hacían un agujero en el techo? con la desesperada misión de los cuatro amigos.
Se habrá producido un debate acerca de los Nuestra falta de efectividad, sin embargo, clara-
méritos de tan atrevida propuesta. El más tímido mente indica que nuestra tarea no es cuidar el
(siempre hay uno presente) opinaba que no era edificio. Lo nuestro es conectar a los necesitados
posible. Las dificultades eran múltiples: ¿Qué di- con Jesús. Urge, entre nosotros, el resurgimiento
ría el dueño de la casa? ¿Cómo iban a interrumpir de personas con el mismo ingenio y la misma au-
de semejante manera la reunión? ¿Quién pagaría dacia de los cuatro amigos del paralítico. No es el
la reparación del techo? Es que el temor siempre buen estado de nuestros templos lo que impresio-
ve las dificultades. nará al Señor. Más bien será la osadía de quienes
Volver atrás, sin embargo, representaba una están dispuestos a recorrer cualquier camino para
vergüenza aún más pesada que romperle el techo llevar sanidad a los que más la necesitan.
a un vecino. El más «loco», quizás, a fuerza de
argumentos, gritos, gesticulaciones y desespera-
das súplicas, logró convencer a los demás a que lo
acompañaran.
Lo cierto es que ignoramos los detalles de
cómo arribaron a tan descabellada decisión, pero
sí sabemos que se atrevieron a implementarla.
Escogieron abrir un camino nuevo, avanzar por
donde nadie había avanzado, intentar lo que
10
Incluye suplemento: Alcanzando a la Niñez
SOCIOS
LA MUJER Y EL HOMBRE
EN EL MINISTERIO
SUMARIO
volUmen XXIX
Número 5
Mayo–JUNIO
2012
TEMA DE PORTADA:
SOCIOS: LA MUJER Y EL HOMBRE EN EL MINISTERIO
Además: HÉROES DE LA FE
TOMADAS EN SERIO
Mardi Keyes
MUJERES DE INFLUENCIA
Sixto Porras
NACIDOS DE LA ANGUSTIA
David Wilkerson
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SUMARIO
volUmen XXIX
Número 6
JULIO–AGOSTO
2012
COMPASIóN
ATASCADOS
ELEMENTO
CUANDO DISTINTIVO
EL MINISTERIO DE LA FE
NO AVANZA
SUMARIO
VOLUMEN XXX
NÚMERO 2
NOVIEMBRE-DICIEMBRE
2012
TEMA DE PORTADA:
ATASCADOS: CUANDO EL MINISTERIO NO AVANZA
MUJER LÍDER
78 ¿Cómo enseñar valores a los hijos? 90 Adiós, inseguridad
Sixto Porras
Beth Moore
84 El «evangelio» de Apocalipsis
Juan Stam
LA PÁGINA DE APUNTES
97 Estirarse hacia la meta
Además:
NOTA DEL DIRECTOR CITAS QUE HACEN PENSAR
10 Ganarle a la resignación 101 Llamados al crecimiento
Christopher Shaw
55 Espera y esperanza
Julia Esquivel
INCLUYE SUPLEMENTO:
ALCANZANDO A LA NIÑEZ
NOTA DEL
DIRECTOR
Ganarle a la
resignación
No cabe duda de que Asisten a seminarios y talleres con la esperanza
Cristo deseaba que sus discípulos entendieran de encontrar el energizante que despertará del
que en el Reino el crecimiento era una de sus ca- letargo a su propia gente. Cuando estos pastores,
racterísticas distintivas. Les contó al menos cinco a pesar de sus esfuerzos, no alcanzan los resulta-
parábolas en las que resaltó el valor de la multi- dos anhelados corren el peligro de ceder ante la
plicación de una inversión inicial. Con frecuencia resignación. Si no permanecen en guardia, acaba-
echó mano de analogías tomadas de la siembra y rán convencidos de que la falta de crecimiento es
la cosecha para ayudar a los Doce a entender que irremediable.
ese proceso también acompañaría la expansión La falta de crecimiento, sin embargo, nunca
de la obra. es natural. El crecimiento es la señal de la vi-
La primera gran crisis interna que sufrió la talidad que nos une a todos los seres vivientes.
Iglesia, sin embargo, fue por causa de la inclina- Aquellos que no se desarrollan están destinados,
ción de los apóstoles de limitar esta expansión a como la higuera estéril, a la destrucción porque
los judíos. Luego de un arduo debate, acordaron su condición se sale por completo de los paráme-
bendecir también a lo gentiles con el esfuerzo de tros que definen la vida misma.
sembrar la vida entre ellos. No obstante, no deja Como pastores, debemos convencernos de
de ser irónico que el mayor impulsor de esa ex- que el anhelo de crecer lo impulsa el mismo
pansión no fuera uno de los Doce; fue el apóstol Señor. No obstante, debemos poseer absoluta
Pablo. claridad sobre el hecho de que nosotros no somos
Delata una de las tendencias más arraigadas capaces de producir ese crecimiento. Ese proceso
entre aquellos que son del pueblo de Dios: no lo controla enteramente Dios. Él no nos ha llama-
querer darle acceso a otros a los beneficios que do, sin embargo, a esperar resignados a que algo
representa haber sido tocados por la bondadosa suceda entre nosotros. Podemos —y debemos—
gracia del Señor. trabajar para crear las condiciones favorables
Este «egoísmo espiritual» es, en muchos para el crecimiento.
casos, el principal responsable de que las congre- De las tareas que nos competen, ninguna es
gaciones dejen de extenderse hacia las comuni- tan importante como la de presentarnos, con
dades en las que están insertas. El destino eterno insistencia, y aun desesperación, delante de su
de aquellos que comparten la vida con nosotros trono de gracia, suplicando que él añada «cada
simplemente no nos inquieta lo suficiente como día a nuestro número los que van siendo salvos».
para acercarnos a ellos para compartirles las ¡No renuncie al sueño de crecer! Eche mano
Buenas Nuevas. de la tenacidad de la viuda ante el juez injusto y
Muchos pastores luchan contra esta indife- siga golpeando las puertas del cielo, hasta que
rencia institucionalizada. Intentan, por un cami- Dios derrame su más abundante bendición sobre
no y otro, motivar a la congregación para que siga el ministerio que él
creciendo. Están atentos a los caminos que otros le ha confiado.
colegas han recorrido, y buscan adaptar esos
métodos a la congregación en la que ministran.
10
Incluye suplemento: Alcanzando a la Niñez
TEMA DE PORTADA:
CORRER CON EL RIESGO: EL DESAFÍO DE CORREGIR
Además:
NOTA DEL DIRECTOR
10 Remedio para el engaño
Christopher Shaw
Remedio para el
engaño
La mayoría de nosotros nos ponemos a la defen- obras» (Jer 17.9 - NTV). Por más persuasiva que
siva cuando alguien intenta corregirnos. Antes de resulte la lógica con que razonamos, la evaluación
que nos hayamos percatado de lo que pasa, echa- de nuestro propio corazón no es confiable. Nues-
mos mano de explicaciones y argumentos procu- tro corazón no nos dice la verdad; nos dice lo que
rando demostrar que la otra persona en realidad queremos escuchar.
no entiende del todo la situación, o no nos conoce Es por esto que nos urge la honestidad de
suficientemente bien. Seguros de nuestra lectura nuestros hermanos. Ellos ven lo que nosotros
de la realidad, rechazamos lo que, quizás, nos hu- no vemos. Y nosotros vemos lo que ellos no ven.
biera sido provechoso. De hecho, nuestra actitud Nuestra perspectiva siempre será incompleta,
defensiva ya delata que necesitamos la correc- por lo que, mientras insistamos en realizar solos
ción, aun cuando no haya sido el tema por el que el inventario de nuestro estado espiritual, no
se acercaron a nosotros en primeras instancias. alcanzaremos a vernos con objetividad.
En algunas situaciones nos damos cuenta, Dios, en su infinita misericordia, así nos ha
aun mientras discutimos con la otra persona, que diseñado. No podemos decirle a ningún hermano
tiene razón en lo que nos señala, pero el orgullo «no te necesito». Los que me rodean son los que,
—ese amo implacable— no nos da permiso para iluminados por el Señor, consiguen ayudarme a
confesar que nos hemos equivocado. En otras percibir la verdadera condición de mi vida. Su
ocasiones es saludable esperar hasta que nuestro aporte a mi entendimiento de quién soy me resul-
ánimo se aquiete y recuperemos la capacidad ta esencial, si es que no pretendo edificar mi vida
de reflexionar, en el silencio de nuestro cora- sobre un fundamento errado.
zón, acerca de lo que nos han hablado. En esos Para lograr aprovechar semejante riqueza, es
momentos no es inusual que el Espíritu nos dé vital que nos animemos a darle a otros la libertad
testimonio de que la luz que nos han proyectado de que nos corrijan. Aferrados a la convicción de
es el resultado de una acertada lectura de nuestra que «las heridas infligidas por un amigo sincero
vida o nuestro carácter. son mejores que muchos besos de un enemi-
Aunque la experiencia de ser reprendidos re- go» (Pr 27.6 -NTV) recibiremos con gratitud la
sulta desagradable, no nos conviene que prescin- corrección. Y esa misma convicción conseguirá
damos de ella si es que deseamos avanzar hacia la impulsarnos a asumir el rol de amigos para con
madurez. La Palabra es absolutamente categórica otros, ejerciendo el ministerio de la tierna correc-
a la hora de testificar acerca de nuestra capaci- ción todas las veces que sea preciso. Tales ami-
dad de discernir nuestra propia realidad: «Más gos valen mucho, porque se atreven a hablar la
engañoso que todo, es el corazón, Y sin remedio; verdad, aun cuando esta duela.
¿Quién lo comprenderá? Yo, el Señor, escudriño
el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a
cada uno según sus caminos, según el fruto de sus
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