Tecnicas para Trabajar La Lectura

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 26

Animar a leer

André Maurois afirmó que “La lectura de un buen libro es un


diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta”,
sabia frase que lleva a pensar en el sublime acto de leer, como
ese encuentro milagroso en el que lo que alguien escribió, cobra
sentido para otro, como si el corazón del autor se abriera
camino en el alma de quien lee. 

Y es que la lectura es eso, es el toque de almas, de vidas; es la


puerta a nuevas ideas, sensaciones, a nuevas comprensiones.
Con el paso de los años, la lectura de un buen libro ha tenido
que compartir espacio con los por programas de televisión,
redes sociales, videojuegos; las nuevas generaciones reciben
ideas inmediatas, se dificulta la capacidad de concentración, y
los niveles de comprensión.

+Conozca el libro Animando a leer. Técnicas para animar la


lectura
 

La animación a la lectura surge como una bandera blanca que


se iza en medio de la batalla. Se convierte en un acto de
valentía, que busca devolver el honor a la lectura y reubicarla en
su pedestal, en el lugar que merece. La animación a la lectura,
se plantea como un conjunto de estrategias que buscan
despertar el placer por la lectura, motivar a quienes se
encuentran inmersos en el mundo de la inmediatez y el
bombardeo de información, a retornar al goce estético del libro,
a sus páginas plenas de acción, humor, ternura, a las
sensaciones que tocan el alma y se internan en las venas.
La animación a la lectura lleva al lector a sentir curiosidad por el
contenido de un libro antes de leerlo, al hacerlo lo transporta a
nuevos escenarios, a experiencias de otros que se convierten en
vivencias propias, y luego de leerlo lo deja con ganas de más, de
una nueva entrega a otra lectura más. 
Animar a leer es sin duda una necesidad en nuestros confusos
tiempos, permite desarrollar valores estéticos y lleva a descubrir
la belleza del lenguaje. Convierte en lectores a personas ajenas
a los libros y les muestra miles de historias por descubrir,
argumentos por conocer y espacios por conquistar. Animar a
leer es cuestión de padres, maestros, abuelos, es cuestión de
todos en un mundo paralizado por la desdicha de la
desinformación. 
Es tiempo entonces, de retornar a la esencia, de animarse a leer
y animar a otros a leer, comprobar que hay vida en sus letras y
comprometerse con la causa del autor. 

+Lea: ¿Qué es saber leer y cuál es el papel del maestro


ante la lectura?
 

A continuación les compartimos Ejercicios cortos de relajación


para comenzar la lectura, tomados del libro Animando a
leer de Lizette Mantilla:
 

Objetivos
ANUNCIO

– Desarrollar la concentración y relajación.


– Disponer a la lectura.
– Despertar la imaginación.
– Mejorar la capacidad de aprendizaje.
– Aumentar la capacidad de recordar datos.
– Incrementar los períodos de atención.
– Enfrentar al estrés de una manera más eficiente.
 

Recomendaciones
• El lugar debe ser tranquilo, lejos del ruido. Allí se explica a los
participantes la importancia de la relajación y los beneficios que
van
obtener. A los participantes debemos crearles expectativas
diciéndoles que van experimentar algo nuevo y que por lo tanto
deben estar concentrados.
• Al final es recomendable preguntar cómo les fue y cómo se
sienten. Con base en sus respuestas nos apoyamos en las
experiencias y hacemos hincapié en la necesidad de aprender a
relajarse.
• Se debe aplicar un ejercicio al día. El proceso de aceptación
de estos ejercicios es lento. Poco a poco los participantes
adquirirán el hábito de relajación.
 

+Conozca el libro La Fiesta de las palabras


 Ejercicio 1. Respiración

• Dirigido a: Niños a partir de los siete años y adolescentes.


• Tiempo: Tres minutos para empezar. Luego, con la práctica
podrán llegar a los cinco minutos.
• Material: No se requiere.
 

Desarrollo
• Se pide silencio a los participantes y se les indica que se
sienten erguidos, con la espalda firme contra la silla. Las plantas
de los pies
bien apoyadas en el suelo y las manos reposando en los
muslos. Deben cerrar los ojos. Luego se les pregunta: ¿cómo es
su respiración?, ¿agitada, serena,
corta o profunda?, y se les va guiando: “concéntrate en el
recorrido del aire que está en tu interior: Siéntelo, cómo entra y
cómo lo expulsas.
Permite que tú respiración sea cada vez más profunda,
inhala lentamente, respira tres veces llenando de aire el
abdomen y el pecho. Expulsa el aire cada vez, muy despacio,
despacio, lento”.
Por último, se les pide que abran los ojos y muevan los
hombros en círculos, hacia atrás. 
Ejercicio 2. Escuchemos
• Dirigido a: Niños a partir de los 7 años y adolescentes.
• Tiempo: Tres minutos para empezar. Luego, con la práctica
podrán llegar a los diez minutos.
• Material: No se requiere.
Desarrollo
• En silencio, los participantes se sientan erguidos contra el
espaldar del asiento, y los pies afirmados en el piso. Las manos
deben estar  sobre los muslos. Los ojos deben permanecer
cerrados. Ahora, se concentran en los sonidos y ruidos que
llegan de afuera: pasos, carros, el ladrido de un perro a lo lejos,
voces, etc. Luego se les pide que poco a poco presten atención
a los sonidos más cercanos, cómo es su respiración y el latido
del corazón. Lentamente, vuelven a escuchar los sonidos
exteriores. Por último, abren los ojos y al mismo tiempo estiran
los brazos hacia adelante. 
 

Ejercicio 3. Respirando colores


•     Dirigido a: Niños a partir de los 7 años y adolescentes.
•     Tiempo: Cinco minutos para empezar. Luego, con la
práctica, podrán
llegar a los diez minutos.
•     Material: No se requiere.
 

Desarrollo
• Los participantes deben permanecer en silencio, con los ojos
cerrados y muy bien sentados en sus sillas. Se les indica que
deben respirar profunda y lentamente. Que vayan inhalando por
la nariz y exhalando por la boca. Luego se les dice que a su fase
de respiración profunda, llega aire color rojo que llena todo su
cuerpo. Se les invita a retenerlo unos segundos y luego que lo
expulsen; ahora, respiran aire color naranja, lo retengan y lo
expulsen. Así repiten el ejercicio con aire verde, celeste, blanco,
amarillo, etc.

Si quieres conocer más ejercicios de relajación para comenzar la


lectura o ejercicios de relajación mental para facilitar la creación
literaria consulta el libro Animando a leer de Lizette Mantilla.

Animando a leer ( libro recomendado)

Técnicas para animar la lectura

Por: Lizette Mantilla Sánchez


0
Valor impreso
$34.000

Descripción

En el campo de la enseñanza, las dinámicas ejercen un poder de atracción.


Hoy, más que nunca, hay necesidad de utilizarlas para motivar a los niños y
adolescentes a que lean especialmente, para generar en ellos el deseo de la
lectura. Animando a leer tiene ese propósito claro: estimular mediante
procesos divertidos el gusto por la lectura. Es un texto de gran ayuda. Copila
consejos y juegos basados en la experiencia de la autora. Este material, abre
muchas posiblidades a los interesados en sembrar semillas lectoras para
romper con esa apatía hacia los libros.
La fiesta de las palabras LIBRO

Por: Guillermo Bernal Arroyave


0
Valor impreso
$34.000

¿Qué es saber leer y cuál es el papel


del maestro ante la lectura?
Por Armando Montealegre
Estimulación de procesos lectura-escritura , Lectura, Práctica de aula, Rol
docente
MAGISTERIO
22/09/2016 - 10:15
0
Foto de Enlaciudadsubterranea. Tomada de Flickr

Es extraer significado de un texto en cuatro niveles:

Informativo. Son los trozos de información dados por unas reglas. El


autor supone algo del lector y organiza el texto.
Retórico. Es el significado de la información. Son los propósitos del
autor.
Textual.  La lengua y su gramática indican tales propósitos.
Nacional. Es el diagrama que el lector hace del libro: su color o
colores, la forma, el lugar, el tiempo, los personajes.
En estos niveles se da la situación comunicativa entre autor-libro
lector. Es necesario que el lector también identifique el tipo de texto
que llega a sus manos, y cómo está constituido desde los subtítulos,
los campos semánticos, la puntuación, la sintaxis, el vocabulario, la
ortografía. El texto es un mundo mágico y la lectura de él es vivir,
abordar esa fantasía. Buñuel dijo alguna vez que “Cada vez que se
deje de leer se está castrando la imaginación”.
+Conozca los libros Animando a leer y La fiesta de las palabras
Una buena lectura tiene que ser interactiva (texto-autor-lector), ser
comprensiva (de qué trata el texto), flexible (entender el texto
porque el lector posee una previa información acerca del libro; si los
conocimientos del lector son escasos, la lectura es lenta, difícil de
comprender).

La lectura, además, debe ser gradual, progresiva; el lector aumenta


su ritmo de enriquecimiento, para toda la vida, también de una
manera progresiva. Nadie lee para aburrirse, al contrario, porque se
cree que ese libro propone algo como proyecto para mi vida, luego,
tengo que leerlo con agrado y entusiasmo. La lectura es más eficaz y
con mayor progreso en los lectores cuando se definen objetivos de
esa lectura.

Conozca la revista La lectura y la escritura: un diálogo


transdisciplinar
Nunca se debe leer por obligación ni para fatigarse. El libro es un
manantial de vida.
Un buen lector aplica el monitoreo, es decir, a medida que lee,
supone qué va a suceder en el renglón y en la página siguiente;
anticipa, se cuestiona ¿para qué me sirve lo que estoy leyendo?,
¿estoy entendiendo lo que leo? Un buen lector es un evaluador del
texto.

¿Cuál es el papel del maestro ante la lectura?


ANUNCIO

•  Primero que todo que los estudiantes lo reconozcan como lector.

•  Planear los intereses de los estudiantes al lado de los padres de


familia y de los mismos estudiantes. Los padres de familia deben
acercarse a la institución con fines lectores y no solamente por un
boletín de calificaciones. Por eso el maestro es un consejero de
textos, de lecturas, de obras. Él es un conocedor de textos para que
los estudiantes se inclinen por ellos y los lean. El maestro debe
irradiar lecturas, despertar en ellos la magia de la palabra escrita.

•  Debe orientar los propósitos de la lectura para que los estudiantes


reconozcan un buen escritor.

•  Proveer información que guíe la lectura. Esa información la va a


necesitar el lector para entrar en el texto.

•  El educador debe fomentar la lectura interdisciplinaria y entrenar al


estudiante en tres pasos básicos:

– Análisis: destacar los elementos constitutivos de un texto: títulos,


subtítulos, párrafos, oraciones.

– Comprensión: captación de la información escrita. Recepción del


mensaje del autor.

– Interpretación: complementar la comprensión.

Conozca el Diplomado virtual como Promotor de Lectura


Tomado de: Montealegre, Armando. Juegos comunicativos. pp. 66 -
68
Foto de Enlaciudadsubterranea. Tomada de Flickr

Técnicas de relajación para niños


Silvia Catalán  21 noviembre, 2013

Fotografía de Yoga Yippie


Hemos hablado ampliamente en muchas ocasiones de lo beneficiosas
que son las técnicas de relajación para nuestra vida diaria. Son cada vez
más las personas que practican alguna técnica de relajación para
calmar su ansiedad o mejorar la forma en la que se enfrentan a la vida.
Pero no solo los adultos podemos disfrutar de las ventajas que nos
ofrecen las técnicas de relajación. Los niños y los adolescentes también
pueden sacarle un gran partido si sabemos guiarlos y trabajar con
ellos.
Las técnicas de relajación en los niños se pueden trabajar de forma
individual, estando los niños por ejemplo en casa con sus padres, o
bien de forma grupal, trabajando en la escuela con sus profesores.
Técnicas de relajación con bebés (0-3 años)
Durante esta etapa los niños aún no han desarrollado
su independencia, prácticamente, por lo que, por supuesto, no vamos
a poder darles instrucciones de relajación para que las sigan, pero será
importante empezar a trabajar con ellos de forma consistente para que
vayan integrando los momentos de relajación en su vida diaria.
¿Cuándo aplicarlas?
Escoge un momento del día en el que tengas un rato para estar a
solas con tu bebé. Puede ser justo antes de la siesta, o antes de ir a
dormir. Puedes utilizar estas técnicas de relajación para que al niño le
sea más fácil conciliar el sueño y aprenda a dormir solo y relajado.
¿Cómo aplicarlas?
Con el bebé estirado en una superficie cómoda, encárgate de que la luz
sea tenue y de que no haya elementos distractores al alcance de su
vista, la temperatura debe ser agradable para que el niño pueda estar
cómodo sin tener que estar bajo las mantas.
Es recomendable hacerlo en su habitación, a ser posible, ya que de
esta manera aprenderá que ese espacio es un espacio tranquilo y de paz
donde puede descansar. Si te apetece, pon un poco de música suave
ambiental, mejor si solo es instrumental.
Cuando tengas el ambiente preparado háblale dulce y
pausadamente. Esto es importante, para que los niños se consigan
relajar, nosotros debemos estar relajados también y hacérselo notar con
nuestras palabras y nuestros gestos.
Puedes hablarle de lo que quieras, que sienta tu voz y que la
identifique como un elemento calmante y relajante. A medida que vas
explicándole un cuento, por ejemplo, o que le dices cuánto le quieres,
puedes aprovechar para darle un masaje en sus manitas, sus piernas o
la espalda. Es importante en esta etapa que sienta el contacto físico con
tu piel, pero sin tenerlo encima.
¿Qué se consigue?
Además de calmarlo, si tenemos un contacto físico con él pero no lo
tenemos encima nuestro, sino en su cuna o cama, estamos potenciando
su independencia ya que le enviamos el mensaje de “estoy aquí para
calmarte y quererte, pero no eres parte de mi, eres una persona con
brazos, piernas, espalda, cabeza…”.
Si lo hacemos justo antes de ir a dormir, el niño aprenderá que dormir
es una experiencia plácida y relajante, por lo que estaremos trabajando
para una higiene del sueño correcta.

Técnicas de relajación para niños de 3 a 7 años


En este momento los niños ya no son bebés y se encargarán de
hacérnoslo saber demostrando y exigiendo su independencia
continuamente “yo solito” o “ya soy mayor” son frases que suelen
repetir en esta época y que nos hacen mucha gracia a los padres y
madres, pero que demuestran que el niño ya no es ciertamente un bebé.
Es un momento fantástico para empezar a trabajar la relajación
guiada por parte de padres o profesores. En este momento ya se puede
empezar a trabajar con los niños en grupo si están en clase.
¿Cuándo aplicarlas?
Se pueden aplicar a cualquier hora del día, pero quizá lo más sencillo si
estás en casa, es hacerlo justo antes de dormir, cuando el niño ya se
ha lavado los dientes y ya se ha puesto el pijama.
Podemos, incluso, aprovechar el cuento de buenas noches para
introducir instrucciones de relajación e imaginación guiada, de esta
manera el niño dormirá más relajado y caerá antes en el sueño.
¿Cómo aplicarlas?
El ambiente debe ser como en el caso anterior, relajante, tranquilo, con
una temperatura adecuada y una luz tenue. Si quieres y te apetece
puedes poner algo de música de relajación, para ayudar a calmar al
niño y a ti mismo.
Se trata en esta etapa de jugar con su imaginación a la vez que
trabaja su cuerpo. La cuestión es incluir elementos imaginativos y
sencillos que el niño tenga muy identificados y que pueda imitar con
movimientos con su propio cuerpo. Los movimientos deben ser lentos y
calmados, de lo contrario estaríamos activando al niño. Aquí tienes
algunos ejemplos:
 Tortuga: nos permite trabajar con movimientos lentos de
brazos y manos. Le podemos explicar un cuento cuyo protagonista
sea una tortuga que pasea por un bosque y cuando se encuentra con
una amenaza tiene que meter la cabeza en el caparazón. De esta
manera estaremos enseñándole a ejercitar la tensión muscular en
cuello y hombros para, después, relajarlos y volver a caminar
tranquilamente.
 Globo: podemos explicarle que es un pequeño globo que alguien
empieza a inflar poco a poco. A medida que se va inflando sus
brazos y sus piernas tienen que hacerse grandes, grandes mientras
respira lentamente. Y cuando esté inflado del todo se va desinflando
poco a poco.
 Hormiga: tiene que hacerse pequeño, muy pequeño, y mover
brazos y piernas como si fuera una pequeña hormiga. En este
movimiento estaremos provocando una tensión muscular que
deberemos relajar pidiéndole que, poco a poco, se vaya convirtiendo
en otro animal o dejando de ser una hormiga, para notar la
relajación en los músculos.
 También podemos utilizar un peluche para ayudarnos: podemos
explicarle que es el papá o la mamá del peluche y que lo quiere
mucho, mucho, que tiene que abrazarlo muy muy fuerte. De esta
manera creamos una tensión muscular que tendremos que relajar
poco a poco pidiéndole que lo vaya soltando. Además, estaremos
creando una asociación interesante entre el niño y el peluche, que
pasará a ser un elemento relajante más.
¿Qué se consigue?
Las posibilidades son infinitas, y todo dependerá de tu imaginación y
creatividad, así como la del niño. Llevando a cabo estas técnicas de
relajación conseguiremos que el niño conozca las sensaciones de
tensión y relajación de su cuerpo, así como ayudarlo a poderse relajar en
momentos de tensión y antes de ir a dormir.
Con el ejercicio del globo, y algún otro que puedas imaginar, se puede
empezar a trabajar con el control de la respiración, si conseguimos
que el niño lo integre estaremos sentando las bases para que, más
adelante, pueda utilizar los ejercicios de respiración en su día a día.
Técnicas de relajación para niños mayores (7 a 12 años)
En esta etapa del desarrollo infantil el niño definitivamente ya no
quiere ser un niño, por lo que lo interesante es empezar a trabajar en
las técnicas de relajación que pueda ir practicando de forma autónoma.
Será importante aquí que empiece a distinguir su estado de
relajación del estado de excitación, para posteriormente, poderse
autoaplicar estas técnicas cuando note que está tenso o estresado.
En esta etapa ya debemos llamar a la técnica de relajación por su
nombre, el niño debe aprender que eso que está haciendo le sirve para
relajarse y puede usarlo no sólo en el momento en el que se le dirige,
sino en cualquier momento por su cuenta. Este es el momento
también para empezar a introducir elementos imaginativos abstractos
del tipo pensar en un color o en un paisaje que le ayude a estar bien y
tranquilo.
¿Cuándo aplicarlas?
Si se han llevado a cabo las técnicas en las etapas anteriores la
recomendación es seguir aplicándolas de forma constante en el mismo
momento más o menos en el que se aplicaban antes. Es decir, si se
hacía antes de dormir, seguir haciéndolo en el mismo momento.
La intención es que el niño aprenda que esas sensaciones las puede
aplicar en cualquier momento del día, aprendiendo a identificar en
su cuerpo las señales de tensión y las de relajación.

¿Cómo aplicarlas?
Como en las etapas anteriores, es importante que el niño esté en
un entorno tranquilo, un entorno sin ruidos ni distracciones y con una
temperatura agradable.
Se puede hacer en cualquier momento en el que el niño esté más o
menos tranquilo, si intentamos hacerlo cuando está muy nervioso no
dará resultados y tanto tu como el niño os sentiréis frustrados. No
hace falta que sea justo antes de ir a dormir, puede ser antes de cenar,
cuando el niño ya esté duchado y limpio, por ejemplo.
En este caso iremos trabajando en la diferenciación entre la tensión y
la relajación de las distintas partes del cuerpo, así como en el control de
la respiración.
Pídele que cierre los ojos y que se imagine en un lugar agradable.
Déjale unos segundos para que lo imagine. Si le apetece, le puedes
pedir que te lo describa para que la imagen se más real en su cerebro.
Ahora es el momento de empezar a ayudarle a focalizarse en sus
sensaciones con frases como:
 “Fíjate en tu brazo derecho y nota como sientes
un calor agradable”. “¿Lo notas un poco más caliente que el resto
del cuerpo?”
 “Siente como tu brazo pesa mucho, como si fuera de hierro”.
 “Estás relajado y tranquilo”.
Si vemos que el niño está receptivo podemos utilizar la metáfora del
globo de nuevo, indicándole que a medida que se infla el aire va
entrando en su cuerpo y lo va inflando hasta estar completamente lleno.
Y luego, poco a poco, se va desinflando. Podemos decirle también que el
aire tiene su color preferido y que éste va inundando su cuerpo y
relajándolo poco a poco, para luego ir saliendo de nuevo.
Podemos también hacer ejercicios de tensión-distensión:
 “Siente cómo te estiran de las extramidades, como si una
persona estuviera en cada una de ellas estirando fuerte, tranquilo,
no hay peligro de que te rompas, simplemente quieren ver hasta
dónde puedes estirarlos”. Cuando esté en el punto máximo se le da
indicación de que relaje de golpe “ahora te sueltan de golpe. Sientes
la sensación agradable que recorre tus músculos”.
 “Imagina que tienes una naranja en la mano y quieres hacer un
buen zumo, pero no tienes exprimidor. Trata de exprimirla con la
mano, apretándola con todas tus fuerzas”. “Bien. El zumo está
hecho, ahora relaja la mano y vamos a probar con la otra”.
 “Ahora tienes la boca llena de tu comida preferida. Mastícala
lentamente saboreándola”. “Traga lentamente”.
¿Qué se consigue?
Con estos ejercicios conseguirás que el niño reconozca las
sensaciones de tensión y distensión de su cuerpo. Cuando acabes cada
uno de los ejercicios recuérdale que puede hacerlos en cualquier
momento del día que lo necesite. Invítale a que se observe y reconozca
cuándo tiene los músculos en tensión y si puede hacer algo para
relajarlos con la ayuda de alguno de estos ejercicios.

Últimas indicaciones
Si quieres realizar estos ejercicios, pero el niño está muy nervioso, no
empieces directamente con ellos. Haz un paso intermedio que puede
ser, por ejemplo, darle un masaje con un rodillo de masajes, o sacudirle
las piernas y los brazos para inducir una relajación muscular que le
llevará a tranquilizarse.
Recuerda que es importante que tu tono de voz, tus movimientos y tu
comunicación no verbal sean también relajadas, háblale con suavidad, y
cuando entres en contacto con él procura hacerlo calmadamente, sin
provocarle sobresaltos.
Las sesiones de relajación con los niños a cualquier edad deben ser
cortas ya que suelen dispersarse con facilidad. Si ves que en medio de
un ejercicio el niño se desconcentra, intenta cambiar el ejercicio. Si no
se soluciona es que no es el momento adecuado. Ya lo volveréis a
intentar más tarde.
La relajación con niños, igual que con adultos, no se aprende de un
día para el otro, debes tener paciencia y empezar cuanto antes para
que el niño se vaya habituando.
Puedes consultar sobre estos y otros temas a cualquiera de
los psicólogos de Siquia. ¡Adelante!
El día 15 de abril llevamos a la práctica la sesión número 7 de nuestro proyecto “Técnicas
de Relajación en el aula” han participado 17 docentes. El objetivo de dicha sesión era
enseñar a los docentes una serie de actividades y ejercicios prácticos para que después los
puedan aplicar correctamente son su alumnado en el aula.

Antes de comenzar la sesión hemos preguntado al profesorado:

¿Practicáis la relajación en el aula? La mayoría de docentes han respondido que sí que es


muy importante trabajarla en el aula en determinados momentos del día.

¿Cómo la practican? Algunos docentes la practican haciendo que el alumnado adquiera


una buena postura, cierre los ojos, controle la respiración… durante unos minutos siempre
acompañando estos movimientos con música relajante. La logopeda del centro, en concreto,
utiliza una colchoneta pone música relajante a su alumnado y hace que intenten relajar
todas las partes del cuerpo.

¿Cuándo la practican? Algunos la practican después del patio o a las 15:00h cuando el


alumnado entra en clase por la tarde. Otros la practican antes de realizar las sesiones de
tutoría acompañando la sesión con pelotas relajantes.

¿Dónde la practican? Normalmente la practican cada uno de los tutores en sus


respectivas aulas

¿Por qué la practican? Practican la relajación en el aula todos por el mismo motivo hacer
que el alumnado se relaje antes de comenzar a trabajar en el aula ya que por ejemplo
después del patio y a las 15:00h los alumnos/as llegan muy alterados. El docente que la
practica en las sesiones de tutoría, lo hace ya que le sirve para conseguir relajar al
alumnado y ayuda a éstos a hablar, reflexionar y expresarse mejor en estas sesiones.
La sesión se dividió en dos partes. En la primera parte explicamos a los docentes los
beneficios que aporta la relajación tanto en el alumnado como en los docentes. Esta parte
teórica fue corta ya que la teoría sobre la relajación ya la explicamos y la aprendieron en la
sesión de relajación y yoga para los docentes.

BENEFICIOS DE LA RELAJACIÓN EN EL AULA:


a)      Alumnos:  

 Ayuda a aumentar la confianza en sí mismo, la memoria y la concentración,


permitiendo mejorar la calidad del aprendizaje.

 Permite alcanzar un estado de bienestar, tranquilidad y concentración armónica para


emprender una nueva actividad.

 Canaliza las energías de los niños, ajusta el nivel de activación y produce un


bienestar global.

 Ayuda a vencer la timidez.

 Ayuda a enriquecer la sensibilidad y mejorar la calidad de sueño.

 Mejora la circulación sanguínea, disminuye la angustia, los ataques de pánico y


ayuda a eliminar el tartamudeo.

 Más sociables.

 Menos agresivos.

 Incrementa su alegría y espontaneidad.

 Mejora la capacidad de reflexión y la capacidad creativa.

b)     Docentes:

         Activación de la circulación sanguínea y linfática.


         Relaja los músculos y los nervios.
         Incrementa y facilita una buena digestión.
         Normaliza el metabolismo.
         Elimina toxinas.
         Activa el funcionamiento muscular.
         Aumenta los glóbulos rojos y blancos.
         Combate el cansancio físico y mental, aumentando la productividad.
         Reduce el insomnio.
         Combate la falta de autoestima y de confianza.

En la segunda parte de la sesión enseñamos a los docentes una serie de actividades


prácticas para trabajar en el aula con el objetivo de hacer que el alumnado llegue a la
relajación total.
Las actividades que practicaron los docentes en la sesión fueron:
a)      Cuentos imaginarios:

Relajación a partir de la narración de cuentos en primera persona. Los docentes se han


tumbados en las colchonetas mientras que de forma relajada leíamos los cuentos que
aparecen a continuación.

Cuentos:

“Ahora estoy viendo un árbol. Es un pino, un pino muy alto. Empiezo a verlo por abajo,
veo hierba muy verde a sus pies, con margaritas y flores de color violeta. Observo ahora el
tronco, de color marrón oscuro, con manchas más claras. El tronco está cubierto de
musgo en algunas partes. Es un tronco grueso y muy largo”

“Sentir el zarandeo de las olas, estas olas nos llegan y nos mojan los pies, las piernas, la
espalda, los brazos y los hombros. Y sentimos durante unos segundos esos zarandeos que
hacen que nuestro cuerpo se relaje y se relaje.”

b)     Presentación imaginaria:

Los docentes se han colocado por parejas, uno de los miembros se ha tumbado  boca abajo
en la colchoneta mientras el otro recorría su espalda escribiendo las consignas que íbamos
diciendo con el objetivo de presentarse a su pareja: nombre, edad, color favorito, animal
que más le gusta y personaje favorito.

c)      Tengo un globo en la barriga:

El alumnado se colocará tumbado en el suelo y el docente les dirá que tienen un globo en la
barriga. Así que este se hinchará cuando inspiremos y se vaciará cuando expiremos.  Esta
actividad es muy importante también para que el alumnado se introduzca en la relajación,
pero por falta de tiempo no pudimos aplicarla en la sesión.

d)     La esponja:
En esta actividad los docentes se pusieron por parejas y adquirieron los mismos roles que
en la actividad presentación imaginaria pero en este caso un miembro de la pareja debía
masajear el cuerpo del otro con una esponja hasta conseguir la relajación total y después
intercambiar los roles.

OTRAS ACTIVIDADES (no practicadas en la sesión)


e)      El árbol y el oso:

Se realizarán dos grupos en el aula, uno serán los árboles y el otro serán los osos. Los
árboles se taparán los ojos y permanecerán quietos ocupando todo el espacio. Entonces lo
osos irán a rascarse con los árboles, de tal modo que al rascarse le hacen un pequeño masaje
a los árboles. El docente puede ir indicando a los osos, la parte del cuerpo que le pica para
ir a rascarse a los árboles. Luego cambian los papeles, acompañado en todo momento con
música relajante.

f)       El espejo:

Los alumno se ponen por parejas y uno se sitúa enfrente del otro. Uno de ellos es la persona
que se mira al espejo y el otro es su reflejo. El que se mire al espejo debe ir realizando
gestos y acciones para que el otro haga lo mismo. Se les darán instrucciones para que las
acciones sean suaves y lentas facilitando así la relajación.

g)      A carcajadas:

Se dividirá a los alumnos en dos grupos. Un grupo debe intentar permanecer lo más serio
posible mientras el otro grupo (sin hablar) hace gestos para que se rían.

 Como valoración de esta sesión podemos decir que aunque tuvimos fallos técnicos,
informáticos y falta de tiempo los docentes participaron y disfrutaron de la sesión tal y
como esperábamos. Además estamos muy satisfechas ya que para finalizar la sesión
preguntamos a los docentes si después de haber participado en estas 7 sesiones se atreverían
a organizar ellos mismos una sesión de yoga o de relajación. Nos contestaron que sí se
sentían preparados para ello pero que era difícil ya que en las aulas no tienen los recursos
necesarios (colchonetas) para ello, pero si pudieran realizarlas en el gimnasio gracias a
nuestros recursos y sesiones llegarían a realizar una sesión con éxito.
Por último en la sesión pretendíamos poner un vídeo “Yoga para niños” pero por fallos
informáticos no hemos podido. Pero aquí lo tenéis por si lo queréis ver:
"Yoga para niños, por un mejor estilo de vida"
 Dinámicas para empezar a leer

También podría gustarte