Tecnicas para Trabajar La Lectura
Tecnicas para Trabajar La Lectura
Tecnicas para Trabajar La Lectura
Objetivos
ANUNCIO
Recomendaciones
• El lugar debe ser tranquilo, lejos del ruido. Allí se explica a los
participantes la importancia de la relajación y los beneficios que
van
obtener. A los participantes debemos crearles expectativas
diciéndoles que van experimentar algo nuevo y que por lo tanto
deben estar concentrados.
• Al final es recomendable preguntar cómo les fue y cómo se
sienten. Con base en sus respuestas nos apoyamos en las
experiencias y hacemos hincapié en la necesidad de aprender a
relajarse.
• Se debe aplicar un ejercicio al día. El proceso de aceptación
de estos ejercicios es lento. Poco a poco los participantes
adquirirán el hábito de relajación.
Desarrollo
• Se pide silencio a los participantes y se les indica que se
sienten erguidos, con la espalda firme contra la silla. Las plantas
de los pies
bien apoyadas en el suelo y las manos reposando en los
muslos. Deben cerrar los ojos. Luego se les pregunta: ¿cómo es
su respiración?, ¿agitada, serena,
corta o profunda?, y se les va guiando: “concéntrate en el
recorrido del aire que está en tu interior: Siéntelo, cómo entra y
cómo lo expulsas.
Permite que tú respiración sea cada vez más profunda,
inhala lentamente, respira tres veces llenando de aire el
abdomen y el pecho. Expulsa el aire cada vez, muy despacio,
despacio, lento”.
Por último, se les pide que abran los ojos y muevan los
hombros en círculos, hacia atrás.
Ejercicio 2. Escuchemos
• Dirigido a: Niños a partir de los 7 años y adolescentes.
• Tiempo: Tres minutos para empezar. Luego, con la práctica
podrán llegar a los diez minutos.
• Material: No se requiere.
Desarrollo
• En silencio, los participantes se sientan erguidos contra el
espaldar del asiento, y los pies afirmados en el piso. Las manos
deben estar sobre los muslos. Los ojos deben permanecer
cerrados. Ahora, se concentran en los sonidos y ruidos que
llegan de afuera: pasos, carros, el ladrido de un perro a lo lejos,
voces, etc. Luego se les pide que poco a poco presten atención
a los sonidos más cercanos, cómo es su respiración y el latido
del corazón. Lentamente, vuelven a escuchar los sonidos
exteriores. Por último, abren los ojos y al mismo tiempo estiran
los brazos hacia adelante.
Desarrollo
• Los participantes deben permanecer en silencio, con los ojos
cerrados y muy bien sentados en sus sillas. Se les indica que
deben respirar profunda y lentamente. Que vayan inhalando por
la nariz y exhalando por la boca. Luego se les dice que a su fase
de respiración profunda, llega aire color rojo que llena todo su
cuerpo. Se les invita a retenerlo unos segundos y luego que lo
expulsen; ahora, respiran aire color naranja, lo retengan y lo
expulsen. Así repiten el ejercicio con aire verde, celeste, blanco,
amarillo, etc.
Descripción
¿Cómo aplicarlas?
Como en las etapas anteriores, es importante que el niño esté en
un entorno tranquilo, un entorno sin ruidos ni distracciones y con una
temperatura agradable.
Se puede hacer en cualquier momento en el que el niño esté más o
menos tranquilo, si intentamos hacerlo cuando está muy nervioso no
dará resultados y tanto tu como el niño os sentiréis frustrados. No
hace falta que sea justo antes de ir a dormir, puede ser antes de cenar,
cuando el niño ya esté duchado y limpio, por ejemplo.
En este caso iremos trabajando en la diferenciación entre la tensión y
la relajación de las distintas partes del cuerpo, así como en el control de
la respiración.
Pídele que cierre los ojos y que se imagine en un lugar agradable.
Déjale unos segundos para que lo imagine. Si le apetece, le puedes
pedir que te lo describa para que la imagen se más real en su cerebro.
Ahora es el momento de empezar a ayudarle a focalizarse en sus
sensaciones con frases como:
“Fíjate en tu brazo derecho y nota como sientes
un calor agradable”. “¿Lo notas un poco más caliente que el resto
del cuerpo?”
“Siente como tu brazo pesa mucho, como si fuera de hierro”.
“Estás relajado y tranquilo”.
Si vemos que el niño está receptivo podemos utilizar la metáfora del
globo de nuevo, indicándole que a medida que se infla el aire va
entrando en su cuerpo y lo va inflando hasta estar completamente lleno.
Y luego, poco a poco, se va desinflando. Podemos decirle también que el
aire tiene su color preferido y que éste va inundando su cuerpo y
relajándolo poco a poco, para luego ir saliendo de nuevo.
Podemos también hacer ejercicios de tensión-distensión:
“Siente cómo te estiran de las extramidades, como si una
persona estuviera en cada una de ellas estirando fuerte, tranquilo,
no hay peligro de que te rompas, simplemente quieren ver hasta
dónde puedes estirarlos”. Cuando esté en el punto máximo se le da
indicación de que relaje de golpe “ahora te sueltan de golpe. Sientes
la sensación agradable que recorre tus músculos”.
“Imagina que tienes una naranja en la mano y quieres hacer un
buen zumo, pero no tienes exprimidor. Trata de exprimirla con la
mano, apretándola con todas tus fuerzas”. “Bien. El zumo está
hecho, ahora relaja la mano y vamos a probar con la otra”.
“Ahora tienes la boca llena de tu comida preferida. Mastícala
lentamente saboreándola”. “Traga lentamente”.
¿Qué se consigue?
Con estos ejercicios conseguirás que el niño reconozca las
sensaciones de tensión y distensión de su cuerpo. Cuando acabes cada
uno de los ejercicios recuérdale que puede hacerlos en cualquier
momento del día que lo necesite. Invítale a que se observe y reconozca
cuándo tiene los músculos en tensión y si puede hacer algo para
relajarlos con la ayuda de alguno de estos ejercicios.
Últimas indicaciones
Si quieres realizar estos ejercicios, pero el niño está muy nervioso, no
empieces directamente con ellos. Haz un paso intermedio que puede
ser, por ejemplo, darle un masaje con un rodillo de masajes, o sacudirle
las piernas y los brazos para inducir una relajación muscular que le
llevará a tranquilizarse.
Recuerda que es importante que tu tono de voz, tus movimientos y tu
comunicación no verbal sean también relajadas, háblale con suavidad, y
cuando entres en contacto con él procura hacerlo calmadamente, sin
provocarle sobresaltos.
Las sesiones de relajación con los niños a cualquier edad deben ser
cortas ya que suelen dispersarse con facilidad. Si ves que en medio de
un ejercicio el niño se desconcentra, intenta cambiar el ejercicio. Si no
se soluciona es que no es el momento adecuado. Ya lo volveréis a
intentar más tarde.
La relajación con niños, igual que con adultos, no se aprende de un
día para el otro, debes tener paciencia y empezar cuanto antes para
que el niño se vaya habituando.
Puedes consultar sobre estos y otros temas a cualquiera de
los psicólogos de Siquia. ¡Adelante!
El día 15 de abril llevamos a la práctica la sesión número 7 de nuestro proyecto “Técnicas
de Relajación en el aula” han participado 17 docentes. El objetivo de dicha sesión era
enseñar a los docentes una serie de actividades y ejercicios prácticos para que después los
puedan aplicar correctamente son su alumnado en el aula.
¿Por qué la practican? Practican la relajación en el aula todos por el mismo motivo hacer
que el alumnado se relaje antes de comenzar a trabajar en el aula ya que por ejemplo
después del patio y a las 15:00h los alumnos/as llegan muy alterados. El docente que la
practica en las sesiones de tutoría, lo hace ya que le sirve para conseguir relajar al
alumnado y ayuda a éstos a hablar, reflexionar y expresarse mejor en estas sesiones.
La sesión se dividió en dos partes. En la primera parte explicamos a los docentes los
beneficios que aporta la relajación tanto en el alumnado como en los docentes. Esta parte
teórica fue corta ya que la teoría sobre la relajación ya la explicamos y la aprendieron en la
sesión de relajación y yoga para los docentes.
Más sociables.
Menos agresivos.
b) Docentes:
Cuentos:
“Ahora estoy viendo un árbol. Es un pino, un pino muy alto. Empiezo a verlo por abajo,
veo hierba muy verde a sus pies, con margaritas y flores de color violeta. Observo ahora el
tronco, de color marrón oscuro, con manchas más claras. El tronco está cubierto de
musgo en algunas partes. Es un tronco grueso y muy largo”
“Sentir el zarandeo de las olas, estas olas nos llegan y nos mojan los pies, las piernas, la
espalda, los brazos y los hombros. Y sentimos durante unos segundos esos zarandeos que
hacen que nuestro cuerpo se relaje y se relaje.”
b) Presentación imaginaria:
Los docentes se han colocado por parejas, uno de los miembros se ha tumbado boca abajo
en la colchoneta mientras el otro recorría su espalda escribiendo las consignas que íbamos
diciendo con el objetivo de presentarse a su pareja: nombre, edad, color favorito, animal
que más le gusta y personaje favorito.
El alumnado se colocará tumbado en el suelo y el docente les dirá que tienen un globo en la
barriga. Así que este se hinchará cuando inspiremos y se vaciará cuando expiremos. Esta
actividad es muy importante también para que el alumnado se introduzca en la relajación,
pero por falta de tiempo no pudimos aplicarla en la sesión.
d) La esponja:
En esta actividad los docentes se pusieron por parejas y adquirieron los mismos roles que
en la actividad presentación imaginaria pero en este caso un miembro de la pareja debía
masajear el cuerpo del otro con una esponja hasta conseguir la relajación total y después
intercambiar los roles.
Se realizarán dos grupos en el aula, uno serán los árboles y el otro serán los osos. Los
árboles se taparán los ojos y permanecerán quietos ocupando todo el espacio. Entonces lo
osos irán a rascarse con los árboles, de tal modo que al rascarse le hacen un pequeño masaje
a los árboles. El docente puede ir indicando a los osos, la parte del cuerpo que le pica para
ir a rascarse a los árboles. Luego cambian los papeles, acompañado en todo momento con
música relajante.
f) El espejo:
Los alumno se ponen por parejas y uno se sitúa enfrente del otro. Uno de ellos es la persona
que se mira al espejo y el otro es su reflejo. El que se mire al espejo debe ir realizando
gestos y acciones para que el otro haga lo mismo. Se les darán instrucciones para que las
acciones sean suaves y lentas facilitando así la relajación.
g) A carcajadas:
Se dividirá a los alumnos en dos grupos. Un grupo debe intentar permanecer lo más serio
posible mientras el otro grupo (sin hablar) hace gestos para que se rían.
Como valoración de esta sesión podemos decir que aunque tuvimos fallos técnicos,
informáticos y falta de tiempo los docentes participaron y disfrutaron de la sesión tal y
como esperábamos. Además estamos muy satisfechas ya que para finalizar la sesión
preguntamos a los docentes si después de haber participado en estas 7 sesiones se atreverían
a organizar ellos mismos una sesión de yoga o de relajación. Nos contestaron que sí se
sentían preparados para ello pero que era difícil ya que en las aulas no tienen los recursos
necesarios (colchonetas) para ello, pero si pudieran realizarlas en el gimnasio gracias a
nuestros recursos y sesiones llegarían a realizar una sesión con éxito.
Por último en la sesión pretendíamos poner un vídeo “Yoga para niños” pero por fallos
informáticos no hemos podido. Pero aquí lo tenéis por si lo queréis ver:
"Yoga para niños, por un mejor estilo de vida"
Dinámicas para empezar a leer