Los Tres Tipos de Confianza

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Los tres tipos de confianza

 Publicado el 26 de junio de 2016

Andrés Pucheu

La confianza es uno de los factores más importantes en la gestión y es clave para


trabajar en equipo, delegar o conseguir que los clientes nos proporcionen la información
necesaria para generar nuevas soluciones. Lamentablemente, pese a su importancia, no
hay mucha reflexión sobre cómo funciona y se desarrolla. Por eso, en una primera
revisión, quiero compartir algunas ideas básicas sobre los tres tipos de confianza que
debemos distinguir en la gestión de personas, particularmente en selección ejecutiva y
coaching:

1. Desconfianza encubierta: Esta es la típica confianza que depende de que haya un


supervisor que esté mirando, como el profe que debe “cuidar” la prueba o la actitud
asociada al refrán “al ojo del amo engorda el ganado”.

Esta desconfianza no hacía mucho daño en la productividad del mundo rural del 1900,
pero resulta muy negativa en las empresas e instituciones del 2016, donde no hay
presupuesto para tener gente que gasta su tiempo mirando sobre el hombro de otra.

La desconfianza encubierta es el resultado del prejuicio y valores clasistas y machistas*


y se combate con prácticas racionales de gestión, como inducción, capacitación y
orientación del desempeño.

Advertencia: Mezclar gente que tiene prejuicios entre si no conduce por si mismo a que
se conozcan mejor, de hecho, puede reforzar los prejuicios. Tampoco es conveniente
combatir los prejuicios con slogan del tipo “No discrimine a las personas que fueron a
otro colegio”, que solo hace más notoria la diferencia. Para combatir los prejuicios, haga
que las personas deban trabajar juntas, pero con una estructura que los obligue a
colaborar y una evaluación que simplemente no considere la característica que
queremos olvidar. 

2. Confianza en los valores: Esto es lo mínimo que se requiere en la economía actual:


Que se confíe en que el otro quiere hacerlo bien, que está dispuesto de decir lo que
piensa y que avisa si se equivocó.

Un detalle que es importante, en nuestra cultura los valores no son de aplicación


universal y uniforme, sino que los valores a aplicar dependen del contexto. Por ejemplo,
creemos que es bueno tratar bien a los amigos, pero también que si alguien nos
traiciona, es lícito tratarlo mal. Por esto, una persona puede tratar bien a los compañeros
que cree que colaboran y mal a los que cree que son “flojos”.

Como la confianza de valores depende del contexto percibido. Para desarrollarla es


clave construir un relato de la situación que fomente la cohesión. Por ejemplo, no es lo
mismo creer que tenemos pocos recursos, pero que nuestra tarea es importante que creer
que todos estamos de paso, porque lo que hacemos no le importa a nadie.
El liderazgo y la gestión cultural son herramientas claves en la construcción de
confianza de valores, así como su observación en los estudios de clima.

3. Confianza de criterios: Esta es la confianza de nivel superior, que implica esperar


que otro sea capaz de aplicar nuestros criterios y prioridades en el manejo de
imprevistos.

Esta es la confianza aludida en los “cargos de confianza” y se puede desarrollar con


planificación contingente o por escenarios: ¿Qué hacemos si pasa lo mejor, lo peor o lo
más probable?

No hay que confundir la confianza de criterio con el conocimiento personal o la


confianza en los valores, ya que algunas personas pueden conocerse por años, o incluso
ser amigos, sin compartir todo sus planes o sin que discutan sobre los imprevistos
menos probables.

Lograr confianza de criterio es clave para que se pueda delegar funciones y es la


primera prioridad de un ejecutivo nuevo, que debe lograr que sus superiores o el
directorio le proporcionen los recursos y plazos necesarios para implementar sus planes.
Solo si logra esta confianza podrá liderar, ya que si no es muy probable que su liderazgo
sea malinterpretado o genere conflictos.

S
uerte, Andrés

* Por correo me pidieron prueba de que en Chile tenemos una cultura con valores y
creencias machistas y clasistas. No sé si podré probar la afirmación, porque
efectivamente no todas las personas piensan igual. Sin embargo, si hay evidencia de la
diferencia generada por  género y clase en la renta. Más abajo van dos links con
ejemplos:

Estudio de sueldos Colegio de Ingenieros

Documento de Trabajo Facultad de Economía y Negocios U de Chile

También podría gustarte