Los Otros Requisitos de La Prisión Preventiva Según La Casación 626
Los Otros Requisitos de La Prisión Preventiva Según La Casación 626
Los Otros Requisitos de La Prisión Preventiva Según La Casación 626
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Carlos Alberto Moreno Pérez
Sumilla: 1.- Introducción. 2.- La prisión preventiva en el Código Procesal
Penal: 2.1. Existencia de fundados y graves elementos de convicción que
corroboren la imputación; 2.2. Prognosis de pena; 2.3. Peligro procesal.
3.- Los otros requisitos o presupuestos adicionales de la prisión
preventiva: 3.1. Fundamentación de la proporcionalidad en la prisión
preventiva; 3.2. Duración de la prisión preventiva. 4.- Lineamientos y
precisiones por la Corte Suprema. 5.- Conclusiones.
1. Introducción
ii) la prognosis de pena deba ser superior a cuatro años de pena privativa
de libertad; y
Por otro lado, el 27 de febrero del año 2016, fue publicado en el Diario
Oficial El Peruano, un precedente vinculante que establece,
como doctrina jurisprudencial vinculante, criterios procesales sobre la
audiencia, motivación y elementos de la prisión preventiva. Este
precedente al cual nos referimos es la Casación 626-2013, Moquegua,
expedida por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de la
República. Así las cosas, al momento de celebrarse la audiencia de
prisión preventiva, que se origina en virtud del requerimiento del fiscal,
que por principio de oralidad es sustentado por el representante del
Ministerio Público, se le exige a este realizar una motivación sobre cada
requisito o presupuesto que sustenta su pedido, pero no sólo sobre los
tres presupuestos materiales que establece el artículo 268° del Código
Procesal Penal, sino que también se exige la fundamentación o
motivación respecto de la proporcionalidad de la medida que se solicita,
y respecto de la duración o el aspecto temporal de esta medida a
imponerse, el cual también formaría parte de su pretensión.
Sobre el hecho punible del cual se hace mención del primer requisito
material (apariencia de comisión delictiva), debe existir una clara
manifestación del cumplimiento de los elementos que componen la
teoría del delito, pues el hecho punible debe contener los elementos
constitutivos de un delito, mas no de una apariencia de ella. En su
defecto, en cuanto a la calidad del imputado, ésta debe encontrarse
también debidamente sustentado en cuanto su grado de participación o
autoría, el cual es deber de la parte requirente (representante del
Ministerio Público) realizar un sustento idóneo y suficiente sobre el
supuesto autor o partícipe.
Pero lo más importante, y es aquí donde todo operador del derecho debe
hacer un mayor análisis, (como punto de partida) es sobre la existencia
de una imputación necesaria o suficiente, verificándose que la atribución
de los hechos que configuran un delito hacia el imputado, sea concreto,
preciso, y claro, y que en este caso, no es que se exija todo un detalle
sobre hechos y circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores,
que implique dar lectura a toda una historia narrada a través de
innumerables párrafos que en el peor de los casos pueda generar
confusión o aburrimiento, sino que el relato de los hechos imputados sea
concreto, los mismos que aparecen en la disposición de formalización
del cual se supone que éste requisito ya se ha cumplido. Toda vez del
cual nace formalmente una investigación y respecto del cual también
será el sustento del requerimiento de prisión preventiva, y del cual
también (por el corte adversarial de nuestro sistema), permitirá al
imputado, ejercer válidamente su derecho de defensa, cuestionando cada
aspecto o extremo de la imputación y en calidad de qué situación. Siendo
esto un deber que debe cumplir el ente responsable de ejercitar la acción
penal pública y del cual en su debida oportunidad, tener la carga de la
prueba, sobre la base de una imputación precisa y clara. Pues sin
imputación no se podría hablar de un proceso penal instaurado.
Si bien es cierto, es preciso indicar que esta exigencia que hacen los
jueces de la Corte Suprema, no es más que exigir se cumpla el principio
jurisdiccional del deber de motivar adecuadamente las resoluciones,
principio consagrado en la Constitución Política del Perú por medio del
artículo 139°, inciso 5, principio que contiene un deber no sólo para la
función jurisdiccional, sino también para otros fueros distintos a éste
como el militar y arbitral, y que también se alcanza esta exigencia al
representante del Ministerio Público y a todo órgano que ha de resolver
un conflicto o controversia sea en sede administrativa, electoral, tribunal
fiscal, registral, etc., entre otros, al momento de emitir alguna disposición
o requerimiento, tal como lo ha precisado el Tribunal Constitucional en
reiterada jurisprudencia.[5]
Sea cual fuere el caso, el tiempo que se solicite, debe estar debidamente
sustentado, siendo por ejemplo en el primer caso, donde el plazo máximo
es de nuevo (09) meses, no necesariamente exige la norma, que deba
requerirse precisamente ese plazo, sino que se puede dictar hasta ese
plazo, de igual modo también se exige fundamentar en mérito al principio
de proporcionalidad el plazo que se requiere, debiéndose evaluar, si el
plazo que se exigiere sería idóneo, necesario y proporcional, pues aquí
hay que analizar lo avanzado del proceso penal formalizado, teniendo en
cuenta qué elementos de convicción ya han sido recabados, y qué
elementos de convicción faltan recabar o qué diligencias faltan realizar,
así como también considerar, si el caso se trata de flagrancia delictiva o
no, ya que ese podría ser una razón para que se dicte prisión preventiva
en un plazo menor a nueve meses.
Y si bien el tiempo que se exige es a criterio del requirente, ello no obsta
que el Juez deba también pronunciarse sobre el plazo requerido, pues el
Juez también debe evaluar y analizar si el plazo que se exige es
proporcional y sobre todo razonable, en virtud al estado del proceso o de
la investigación. Por ejemplo, en un proceso seguido contra X de 35 años
de edad, por la supuesta comisión de un delito de peligro común, en la
modalidad de Tenencia Ilegal de Armas de Fuego tipificado en el artículo
279° del Código Penal, cuyo extremo mínimo de pena es de seis años de
pena privativa de libertad, si en el proceso se ha obtenido como
elementos de convicción el Acta de Intervención del imputado X, en
calidad de flagrancia delictiva, así como también el Acta de Registro
Personal donde se acredita la posesión del arma, declaración de los
efectivos policiales que intervinieron y registraron a X, el Informe de la
SUCAMEC donde manifiesta que X no cuenta con licencia para portar
armas de fuego, así también la Pericia de Balística donde concluye que el
arma está operativa y en buen estado de conservación, sería
desproporcional que se imponga a X la medida de prisión preventiva por
el período máximo de nueve (09) meses, cuando ya no habrían más
elementos por recabar en la investigación, salvo que X postule por una
defensa negativa, cuestionando la intervención y haya requerido la
realización de una pericia Dactiloscópica u otra que pudiera corroborar su
tesis de defensa, pero de igual modo, es preciso y necesario fundamentar
el tiempo que se está requiriendo teniendo en cuenta el estado del
proceso, o en su defecto si ya se han agotado todos los actos de
investigación, el fiscal a cargo del caso, incluso podría dar por concluida
la investigación, y se podría continuar con las etapas correspondientes.
[6] Idem.
https://lpderecho.pe/otros-requisitos-prision-preventiva-casacion-626-2013-moquegua/