La Politica Sponville
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La Politica Sponville
Invitación a la filosofía
Capítulo 2 - La política – André Comte-Sponville
Cabe resaltar como una primera premisa, uno de los postulados principales de Sponville en
lo atinente a la imprescindible relación que tiene el hombre con la sociedad, ya que Comte
describe a el hombre como un ser de índole social, por ende no cabe imaginar que el ser
humano pueda desarrollarse de una manera individual, solo puede desenvolverse en medio
de sus semejantes, en lo cual concuerdo plenamente con el autor, puesto que el hombre
desde sus inicios le ha sido menester la interacción humana, puesto que de allí el hombre ha
logrado convertirse en lo que es hoy en día, sin embargo, así mismo, se describe por el
autor, al hombre como un animal egoísta, puesto que este siempre pretenderá la
consecución de sus propios fines y de sus propios deseos, y es en ese momento en el cual el
concepto de política se vuelve intrínseco para la sociedad y para los seres que la componen,
puesto que este se encarga de tratar temas que afectan a las sociedades, para que los
conflictos de intereses se resuelvan de una manera que no implique los medios de violencia,
alejándose de esta forma una sociedad de conflictos que originan guerra, la política se
puede entender como la gestión pacifica de los conflictos, las alianzas y las relaciones de
fuerza “es el arte de vivir juntos”, Teniendo en cuenta que la política debe ser vista como
un sistema regulador de relaciones pacíficas humanas, esta comienza cuando cesa la guerra.
Para Sponville, como individuos que conforman una sociedad y por ser esta donde se crea
la política, no ser partícipes de esta, es renunciar al poder e ir en contra de nuestros propios
intereses, es un deber como persona participar en ella.
Una de las premisas que es menester mencionar en cuanto al texto en mención es la
diferencia que podemos encontrar en cuanto a la política y la moral, puesto que esta última
abarca un concepto más amplio más universal al no tener frontera alguna, por lo contrario,
la política sí. La política de una u otra forma siempre tendrá como elemento inherente el
conflicto, mientras que la moral por el contrario siempre tendrá fines desinteresados,
empero, dichos conceptos son necesarios para lograr determinados fines, resaltando que la
moral no puede reemplazar a la política, al igual que la política tampoco puede remplazar la
moral. citando al filósofo «La moral no es política: no es ni de izquierda ni de derecha. La
política no es moral: no son los más virtuosos los que gobiernan sino los más fuertes (que
son, en principio en democracia, los que reúnen más votos). Moral y política son dos cosas
bien diferentes. ¡Por eso necesitamos de las dos!»
Finalmente podríamos decir que según Comte la política se fundamenta en ser egoístas
colectivamente, haciendo que los intereses de unos u otros sean convergentes, es lo que se
denominaría como solidaridad, puesto que defender los intereses del otro, seria así mismo
defender mis propios intereses, es allí donde se diferencia la solidaridad de la generosidad,
puesto que, la solidaridad es una forma de defenderse entre varios, la generosidad es una
forma de sacrificarse a sí mismo por los demás, podríamos entender que la generosidad es
superior a la solidaridad. Como se nombraba en el acápite anterior en cuanto a la inherente
relación de la política y la moral, tanto la solidaridad y la generosidad son conceptos que no
pueden sustituirse uno del otro, se necesita de la solidaridad porque es precaria la
generosidad, por todo lo anterior nombrado, el concepto de política debe ir ligado a
determinados conceptos que, si bien no suelen ser compatibles, nos permitirán llegar a una
gestión pacifica de los conflictos.
Bibliografía
La política es la gestión pacifica de los conflictos, las alianzas y las relaciones de fuerza. Es el
arte de vivir juntos, en un mismo Estado con gente que no hemos elegido y que en muchos
sentidos son nuestros rivales. Por lo que es necesario un poder común, un gobierno y unos
cambios de gobierno. La política comienza cuando cesa la guerra. Se trata de saber quién
manda y quien obedece, quien hace la ley.
Sabemos que es necesario un poder y que hay que guardarle obediencia, pero no a cualquier
poder, pues queremos obedecer libremente. Esto jamás se logra del todo, pero nunca
renunciamos a lograrlo, por eso hacemos política. Esta presupone el desacuerdo, cuando todos
están de acuerdo no hay política. Se nos une oponiéndonos. Por tanto, la política es la vida en
común y conflictiva, bajo el dominio del Estado y por su control, pero también es el arte de
compartirlo porque no hay otra forma de tomarlo.
Ocuparse de la vida común es una tarea esencial de todo ser humano. No participar en la
política es renunciar a una parte de tu poder, es ir contra los propios intereses y contra los
propios deberes.
¿Qué diferencia hay entre la política y la moral? La moral solo conoce la humanidad, la moral
no tiene fronteras, la política sí. Podríamos preferir que la moral fuera suficiente, podríamos
preferir no necesitar la política, pero esto sería engañarnos sobre la historia y mentirnos
respecto a nosotros mismos. La moral es desinteresada, universal y solitaria, la política es todo
lo contrario. Por esta razón la moral no puede reemplazar a la política, al igual que la política
tampoco puede remplazar la moral, hay necesidad de ambas.
¿Y hay relación entre egoísmo, solidaridad y política? La política se trata de ser egoístas juntos,
haciendo que los intereses converjan, es lo que denominamos solidaridad. Ser solidario es
defender los intereses del otro, pero porque estos son también los míos. La generosidad es
defender los intereses del otro, pero no porque estos sean también los míos. La solidaridad es
una forma de defenderse entre varios, la generosidad es una forma de sacrificarse a sí mismo
por los demás. La generosidad es superior a la solidaridad. Pero no son compatibles, ninguna
de estas nociones puede bastar por si misma ni sustituir a la otra. Necesitamos la solidaridad
porque nos falta generosidad.
Debemos respetar y agradecer el esfuerzo de aquellos que hacen de la política su oficio, por su
esfuerzo para conseguir el bien común. En un Estado democrático se tiene los políticos que se
merece. No basta con esperar la justicia, hay que actuar para defenderla, lo que solo se puede
llevar a cabo entre todos.
La historia es lo que nosotros hacemos de aquello que no hace, esto es precisamente la política.
Más perlas del filósofo: «La moral no es política: no es ni de izquierda ni
de derecha. La política no es moral: no son los más virtuosos los que
gobiernan sino los más fuertes (que son, en principio en democracia, los
que reúnen más votos). Moral y política son dos cosas bien diferentes.
¡Por eso necesitamos de las dos!»