Dos Enfoques Misma Conclusion 25624 PDF 326937 13770 25624 N 13770
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Dos Enfoques Misma Conclusion 25624 PDF 326937 13770 25624 N 13770
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Dos enfoques, misma conclusión
Morhange Pisán
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A todes les hijes de víctimas de violencia de género, yo siempre os apoyaré
Morhange Pisán
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Prólogo
-El techo de cristal: las trabas que nos ponen todos esos factores para
poder ascender a puestos de importancia.
Una vez aclarado todo esto, pasaré a profundizar sobre cada uno de los
puntos. Actualmente cada uno de los medios de comunicación hace lo imposible
por malinterpretar y malmeter contra los derechos humanos básicos y no tan
básicos de absolutamente todos los colectivos oprimidos, a saber: mujeres
cisgénero, personas sin religión, personas trans tanto binarias como no binarias,
homosexuales, bisexuales, pansexuales, polisexuales, colectivo ACE,
intersexuales, migrantes, trastornadas, pobres y personas discapacitadas.
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Aún a día de hoy, tenemos que aguantar que en nuestro país se
extorsione a gente migrante, sólo por ser de una etnia o una raza diferente a la
nuestra. Siempre andan tirando balones fuera para esquivar los problemas que
en España seguimos teniendo, muchos de ellos, por cuestiones religiosas que
no les permiten abrir la mente. Nunca me han gustado las religiones, pero cada
vez me doy más cuenta de que no me faltaban razones para desconfiar.
Aún a día de hoy, mujeres y leídes mujeres tenemos que soportar que nos traten
como seres de segunda clase, por lo que los machistas nos matan, violan, toman
por el pito del sereno si ponemos una denuncia por malos tratos, acoso, mooving,
grooming, sexting y/o violaciones.
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Al cumplir la mayoría de edad las soltarán en medio de la calle sin tener
ningún tipo de apoyo ni manutención, pudiendo caer en la prostitución como
único sustento porque la mayoría de trabajos “dignos” tienen unos sueldos con
los que apenas se puede llegar a fin de mes.
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Derrota como modo de vida
- ¿No irás a salir así vestida? -le preguntó él mientras se colocaba con las
piernas bien abiertas sentado sobre la cama.
-Sí, si vamos a salir con tus amigos -contestó ella mientras se probaba el
vestido que había adquirido tras semanas de concienzuda búsqueda-. Ellos ya
saben que soy tuya.
-Por eso mismo -contestó él- con ese vestido vas buscando guerra.
Recuerda lo que pasó en la última fiesta.
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Un golpe sobre la mesilla de noche bastó para que ella volteara a mirarle
sobresaltada. ¿Habría dicho algo para molestarle? Al fin y al cabo, sabía que él
era de cabreo fácil… empezó a sentirse culpable.
-Precisamente por eso. No quiero que mis amigos piensen que eres una
puta -le amonestó él.
-Date prisa, no quiero llegar tarde -refunfuñó él, repantigándose aún más
en la cama.
No es un tema relevante para esta historia, pero sus nombres eran Erse,
ella, y Garyu, él. Este capítulo es sólo para crear una atmósfera incómoda con la
que poder apoyarme para el resto de la historia, ya que las verdaderas
protagonistas aparecerán tras lo que es mencionado a continuación.
Garyu había acordado con sus amigos una sorpresa dentro del local al
que se dirigían aquella noche. Erse iba sin maquillar, sin tacones y con un vestido
que le cubría todo; cualquier esfuerzo le parecía poco para que su novio
estuviera contento con ella… al contrario que con sus últimas novias “esas zorras
feminazis que lo habían denunciado falsamente” … eso se pensaba.
Cuando lo cierto era que sus anteriores novias habían sido realmente
maltratadas psicológicamente, ambientalmente y económicamente. Pero la
policía había hecho caso omiso a sus denuncias por no tener ninguna marca en
el cuerpo. Además de que Garyu era un puesto del Alto Mando de Seguridad, de
él dependían las vidas de miles de ciudadanos.
Como iba contando, Garyu había quedado con sus colegas en darle una
sorpresa a Erse, con una oferta que sería imposible que rechazara por lo
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interiorizado que tenía el tema del romanticismo: entendiendo los celos como
algo necesario en una pareja, que le dijera lo que tenía que llevar, que la
presionara, que pensara que el hombre tenía que conseguir el dinero y la mujer
ocuparse de la casa, tener hijos, etc.
Se pensaba que ellas eran “unas feminazis” que sólo le decían eso porque
ellas nunca conseguirían gustarle a nadie… Nada más lejos de la realidad, ellas
ya habían pasado por aquello y no querían que otra pasara por el mismo calvario.
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Pero, entonces, ¿por qué? ¿Por qué sentía cada vez más miedo a que su
marido entrara y ella no lo tuviera todo preparado para desayunar, comer, dormir,
levantarse o volver del trabajo?
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Las víctimas se revelan… (acaba mal)
Las niñas iban creciendo y los malos tratos también. Lo que en un principio
era un “yo no soy un maltratador, nunca te pondría la mano encima” pasó a
transformarse en gritos e insultos, posteriormente en violación, ahora ya había
golpes de por medio.
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Erse no se daba cuenta de que sus hijas habían nacido con una
característica muy peculiar que consistía en que cualquier golpe o mala palabra
de su padre a su madre, ellas lo experimentaban en sus propias carnes, como si
el golpe o el insulto se lo hubiera dado a ellas.
Jurguita era la más calmada de las dos hermanas, la que, a pesar de todo
el dolor, sabía mantener la mente fría y por eso era la que tomaba las decisiones
más a menudo. Aunque Frashova no se quedaba corta ya que era la que tenía
el corazón más grande.
Un buen día, Erse decidió hacer caso de los consejos de sus hijas y
divorciarse de Garyu porque eso ya había llegado a su culmen y nada más que
podía ir a peor si se quedaba con él. Mientras que Garyu estaba trabajando, ella
se dirigió a comisaría y puso una denuncia por violencia de género.
- ¿Vuestro padre está de acuerdo con que os quedéis con vuestra madre?
- Ellas no podían hacer otra cosa que bajar la cabeza, mirarse mutuamente y
susurrar que no.
Erse se encontraba presa del pánico, hasta el punto de que casi retiró la
denuncia contra su todavía marido.
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Su padre, por otro lado, dijo en una entrevista que su mujer se había
escapado con sus hijas, que no se las dejaba ver y que encima se las daba de
víctima.
A Garyu le habían educado para pensar que lo que hacía era normal en
un “cabeza” de familia, que todo aquello no eran más que “riñas típicas de una
familia” y que, por lo tanto, se tenían que quedar dentro del ámbito familiar. En
otras palabras: “los que se pelean, se desean”.
Para más inri, el día del juicio la obligaron a meterse en la misma sala en
la que estaba su agresor. Erse estuvo a punto de renunciar a todo y someterse
a la muerte a manos de su marido, porque a pesar de todos los interrogatorios a
los que se había sometido ya, si no se presentaba en el juicio, la denuncia se
anularía y la policía le quitaría la custodia de sus hijas.
Durante ese día sus hijas le llevaron pan y agua como les había ordenado
el tirano de su padre, al que había imputado “la justicia”. Eso sí, al más mínimo
intento de comunicación con Erse por parte de sus hijas, éste les gritaba que se
dieran prisa. Sin darse cuenta de que esto sólo incrementaba el odio de Jurguita
y Frashova hacia semejante proyecto de primate.
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Garyu tenía armas del año que pidieran, sus hijas lo sabían y tenía una
mezcla de miedo por si usaba alguna contra su madre la próxima vez que la
dejara entrar.
Jurguita volvía a apuntar al mismo sitio una y otra vez, sin importarle
cuanto se moviera su padre.
- ¿Para que la vuelvas a maltratar, como has hecho con ella? -preguntó
sin desviar la atención mientras gimoteaba.
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-No, verás -trató de aclararle Garyu-. Erse no me dejó otra opción.
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Nueva familia, a ver cómo sale
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Aun así no podían evitar encariñarse de su familia de acogida, ya que a
lo bueno es fácil acostumbrarse y los Byrne tenían muchas cosas de las que sus
padres biológicos carecían: se preocupaban de su salud, las mimaban a ellas y
a sus cuatro hermanastros, les contaban historias sobre civilizaciones antiguas,
eran muy abiertos de mente para ser religiosos, les permitían utilizar los medios
de comunicación para hacer sus trabajos de clase, y las animaban a tener
sueños alejados de la cocina y la crianza.
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Estaba claro que la justicia no iba de parte de la víctima, ya que no hicieron
nada por mantener alejado a su ex de su casa y encima no le permitieron la
orden de alejamiento hasta después de haberla sometido a catorce mil
interrogatorios, en los que daban a entender que ella era una buscona.
La mató tras darle una reprimenda por haberlo dejado, las últimas
palabras que logró escuchar la pobre chica fueron “Si no eres mía, no serás de
nadie, mi querida Stacy”.
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Incels: los cuñados más patriarcales y sin asertividad
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hombres heterosexuales, cisgénero y tránsfobos -ya que tampoco consideraban
a las mujeres trans como mujeres sólo por nacer con pene-.
-Se metían con la vuestra con razón -dijo Ángel-. ¿A quién le gusta que
su mujer vista como una puta?
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- ¡Jurguita -la paró su padre adoptivo, sin apartar la mirada de su periódico
ni por un segundo-, no le llames esas cosas a tu padre! En esta casa nadie insulta
a nadie.
- ¡Me da completamente igual! -Dijo Paul, alzando la voz por encima de las de
las gemelas- Era vuestro padre y como tal, merece ser respetado.
- ¡¿Qué?! -Se sorprendió Frashova- Bueno, por ahí no paso. Se nota que
no tienes una mierda de empatía porque si la tuvieras te darías cuenta de que
las hijas de mujeres maltratadas sufren al ver el sufrimiento de sus madres. No
nos maltrataba físicamente, pero sí lo hacía mentalmente… y eso -gimoteó-…
es mucho peor…
-Frashova tiene toda la razón -dijo Jurguita mientras la arropaba con sus
brazos en un intento de consolarla-. Da la impresión de que vosotros viváis
dentro de la burbuja de lo “políticamente correcto”, donde si vuestros gustos
masculinos están satisfechos, el sufrimiento ajeno y los derechos humanos no
importan.
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-Lo políticamente correcto es lo que vosotras estáis contándonos -usó
como pobre estratega Ángel-: decir que los hombres somos los villanos de la
película, dejándoos carta blanca para que podáis hacernos lo que queráis con
vuestra ideología de género.
Ángel no supo que más contestarles, ya que sus argumentos eran vacíos
y se derrumbaban por sí solos. Las gemelas se rieron triunfantes al ver que era
incapaz de rebatirlas.
Paul Byrne llegó a tal nivel de indignación que no se le ocurrió otra cosa
que mandarlas a su habitación -de ellas-, lo cual hicieron con muchísimo gusto
porque no deseaban quedarse allí.
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El polvo de debajo de la moqueta
La estancia en aquella casa era cada vez más incómoda para ellas dos,
ya no se podía hablar de casi nada sin que los hombres de la casa las cortaran
o las cambiaran de tema porque se sentían incómodos de saber que unas chicas
fueran más sabias e inteligentes que ellos.
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Valemos surgió hace seis años dándoselas de “la verdadera izquierda” y
de anticapitalista, pero que luego se compró un chalet poniendo tres mil excusas.
Luego había otro partido que rondaba alrededor de Gaviota y Social según
le convenía, pero del que todo el mundo sabía que era más de derechas que el
primero, a pesar de ser de izquierdas.
Al final, se independizó del partido de su padre para crear uno aún más
en contra los derechos humanos, disfrazándolo de hospitalidad por el tema de la
sanidad pública, creando un partido al que llamó Esvástica. Aun así, seguían en
contacto él, su padre y Aleb.
Claro, porque por un feto que no tiene conciencia era capaz de poner en
peligro la vida de una chica de 12 años o menos, pero las chicas y mujeres ya
existentes en el planeta, no importaban nada para él; de modo que violaría todos
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sus derechos y después diría que “se le habían abalanzado ellas, como buenas
lobas o zorras”.
Lo bueno que tenía Frashova era que era realmente rápida, así que
aprovechó para hacerle una considerable cantidad de cortes a su padrastro
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mientras él trataba de cogerla. Al darse cuenta de que su plan iba a ser más
difícil de lo que pensaba, ideó un plan B.
Fue directo hacia el balcón abierto y se tiró dedicándoles una mirada plena
de malicia, la altura era más que suficiente para matarse con la caída, así que,
al aterrizar, murió al instante.
La lástima es que los jueces nunca darían crédito a su versión por ser
chicas y además menores. Estaban perdidas, la prensa no tardó en tildarlas de
asesinas.
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¿Reformatorio o presunta libertad?
La situación de las hermanas iba de mal en peor. Otra vez les tocaba
enfrentarse a la “justicia”, y otra vez las iban a tomar por el pito del sereno, siendo
violada, de esta manera, su derecho a ser oídas y escuchadas.
Se supone que para que las menores pudieran participar en un juicio, las
preguntas dirigidas a ellas serían enunciadas en un lenguaje fácilmente
comprensible para su edad, y no fue así.
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totalmente- se negó a seguir cuidándolas, de modo que las metieron en un
reformatorio donde las obligarían a “restaurar el daño causado”.
Allí vieron todo tipo de casos, a cada cual peor que el anterior. Las
víctimas de violencia de género iban con sus criaturitas por miedo a que sus
padres asaltaran sus casas y se las llevaran para infringirles aún más daño del
que ya les habían hecho, ya que milagrosamente, esos canallas estaban libres
tras pasar por el juzgado de la mujer y haber quedado patente que eran
culpables.
Tenían que salir de allí, ya estaban hartas de no poder hacer nada por
aquellas víctimas, salvo darles unos hombros sobre los que llorar y una
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incomodísima sala de espera donde sufrir con las miradas de los letrados que
las habían condenado a morir a manos de sus ex por haber nacido con un sexo
considerado como débil -a pesar de que un hombre cisgénero no sería capaz de
soportar los dolores de la regla ni de los embarazos-.
Como sus sueldos no les daban para comprarse su propio piso, tuvieron
que alquilar un micropiso en el que casi no podían ni moverse, tenía lavadoras
comunitarias y un solo váter por piso, que no por apartamento. Para más inri, el
vecino del apartamento de arriba siempre despedía un tufo a una hierba que no
terminaban de identificar.
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. Frashova tendría que haber vuelto hace un par de horas, ¿le habrá pasado
algo?
-Supongo que podría estar bien informarse del tema un poco -reflexionó
Jurguita- Eso significa que tendremos que hacerle algunas visitas al cibercafé.
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El ciber del desmadre
Dentro del poco tiempo ocioso que tenían, las hermanas comenzaron a
visitar cada vez con mayor frecuencia el cibercafé situado a la vuelta de la
esquina de su calle, en una de las calles más cochambrosas de la ciudad; era
un milagro que tuvieran wifi.
La única gente que frecuentaba aquel lugar tenía una pinta que no invitaba
para nada al dialogo, alguna de ellas incluso, ya había pasado por la cárcel en
repetidas ocasiones y las habían echado por tener contactos en las altas esferas
del mundo del narcotráfico.
En general, era gente que frecuentaba aquel cuchitril para entrar en sus
cuentas anónimas de la parte de más oscura y profunda de internet, pero que a
ellas las solían dejar en paz, y en ocasiones, hasta las protegían porque
conocían su pasado y se lo agradecían.
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También era verdad que al ser chicas de 18 años no despertaban el más
mínimo interés en los pedófilos del local, lo cual era un punto a su favor visto el
ambiente.
Nada más poner un pie en el local hubo de todo tipo de reacciones: unos
las saludaban como si se conocieran de toda la vida y fueran colegas de trabajo,
otros las mataban con la mirada por ser novatas en esos mundos tan lúgubres,
y otro tanto las perseguía con la mirada por ser mujeres jóvenes en un local
donde la mayoría eran tíos cis mazadísimos.
- ¡Venga ya, tío! -Se quejó el mencionado- ¡Que ya me han echado del
Glory Hole porque las muy zorras llamaron a gritos al del sexshop diciendo que
las estaba violando! ¡¿Y entonces para qué están ahí si no quieren follar?!
- ¡Te han echado porque eres un pesado y pareces en celo todo el puto
día! -Le berreó Jurguita- ¡Con que ahueca el ala y déjanos ver el ordenador!
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Frashova, viendo que aquella situación no iba a acabar bien, agarró el rifle
que Jeff tenía detrás de él y pegó un tiro al aire con el arma a modo de aviso.
Esto hizo que todo el mundo allí presente parara de hacer lo que estuviera
haciendo y volteara a mirarla. Jamie retrocedió al ver hacia donde estaba
apuntando en cañón tras aquel disparo de prueba.
Jamie salió del local sin atreverse a darle la espalda y por fin pudieron
ponerse con el ordenador que había dejado libre. Jurguita la felicitó por su rápida
y heroica actuación.
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Bondage, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo (BDSM)
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Al parecer conocía la palabra porque era la lideresa de una asociación
financiada por el partido político Mandarina, partido que abalaba los vientres de
alquiler y la prostitución, de hecho, se conocía que Aleb era uno de los mayores
chulos. Por todo eso y más, el partido tenía fama de “feminista liberal”.
Ella se llamaba Arrimé, y les contó que el término fue acuñado durante la
segunda ola del feminismo en la que muchos grupos de mujeres se formaron en
torno a intereses en común y a prestarse apoyo mutuo y comprensión ante
situaciones machistas.
Les pareció genial que existiera un término para describir algo tan bonito,
aunque a Jurguita le escameó un poco que Arrimé perteneciera a semejante
partido y en ese preciso instante, no sabía muy bien la razón de aquella
incómoda sensación.
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como los de maestro/alumna, doctor/paciente, niñero/bebé (más conocido como
“age play”), juegos de entrenamiento de mascota y demás por el estilo.
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-Switch: Persona que se piensa capaz de asumir ambos papeles -
dominación y sumisión- con su pareja o con otra persona.
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Conociendo a los especímenes
Siendo guiadas por Arrimé, las dos mellizas lograron elaborarse un perfil
en el que dejaban claro que eran dos hermanas nuevas en el campo de lo kinky,
y que tuvieran paciencia con ellas. Graso error, nunca debes mostrar tus
debilidades en internet porque de seguro alguien se aprovechará de ellas, pues
la peña rara o excéntrica abundaba en aquellos lares.
Siguiendo por los dominantes que tenían como fetiche más turbio ver
como dos hermanas se follan entre ellas, para después ir él a dominar a la
gemela de rol dominante. Pero, ¡Si hasta les enviaron un mensaje en el cual
decía lo siguiente!:
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Hola, os damos la bienvenida a Fetlife. Desde el equipo de dirección os
invitamos a pasaros a echar un vistazo por nuestro telegram. Hay muchas
chicas.
Os esperamos
Mientras que Jurguita creía que era bisexual, aunque sentía cierta
aversión hacia los hombres con pene, por lo que representaron para ella a lo
largo de su infancia y adolescencia. Sí que era verdad que era consciente de
que #notallmen eran iguales de machistas, pero la mayoría tenían unos
comportamientos que daban a entender que sí que se sentían superiores a las
mujeres o, en su defecto, que las despreciaban.
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Que si sois muy guapas, que si estáis muy buenas, que si les ponían las
gemelas, que si su sueño era acostarse con dos jamelgas como ellas… Lo que
más les flipó fueron los que les ofrecieron dinero por ser “sus perras” durante
una semana entera.
Pero ellas no eran una excepción, no. A las demás chicas y mujeres de la
aplicación las trataban de la misma forma, como meros cachos de carne a
consumir antes de una fecha de caducidad. Lo malo era que ellas lo veían
deseable, hasta se quejaban cuando no jadeaban por ellas o les mandaban
fotopollas. Un espectáculo tras otro, muy lamentable.
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Cam4 you
POV de Frashova
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Pienso que, si una mujer hace algo por propia voluntad, si no es forzada
a hacer algo, no es machista, y en estos sitios no he visto a nadie que haya
entrado porque la hayan obligado a ello. Luego, ¿dónde está el problema?
Me dice que no importa que tanto ellas hagan cosas de forma voluntaria,
si no que esos comportamientos están hipersexualizados y, por lo tanto, son los
que hemos aprendido de una sociedad en la que las mujeres y las niñas somos
tratadas como un trozo de carne para el consumo masculino.
¿¡Que ser sumisa o esclava son el colmo del machismo?! ¡¿Qué?! ¿Por
qué? Nosotras hemos tomado la decisión de ser usadas por un hombre porque
nos gusta, porque lo disfrutamos, y si con ello ganamos dinerito tanto que mejor,
porque falta nos hace. No entiendo cómo eso podría ser machista.
En efecto, uno de los chicos con los que he llegado a chatear que dijo
llamarse Aleb, tras una amistosa charla en la que me enamoró su labia sobre los
temas de la regulación de la prostitución, el maledom y la gestación subrogada,
me dijo que tenía en su posesión un hotel y me ofreció vivir allí con él para que
no tuviera que preocuparme de nada, salvo de satisfacerlo a él como mi amo y
a la gente que él quisiera traer.
El segundo día nos intercambiamos fotos con ropa y sin ella porque ya
había confianza. Al tercer día hicimos una sesión BDSM por CAM4 -una página
donde la gente hace shows eróticos de todo tipo-, a la gente le encantó mi
precioso cuerpo delgado y a él le puso palote.
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Me pareció una idea fantástica, ya que mi relación con mi hermana se
había fragmentado de tal manera que nos sentíamos mal estando en el mismo
piso de escasos metros cuadrados. De modo que le respondí con un efusivo ¡SÍ!
¡Sí! ¡Por supuesto que quiero!
Jurguita trató de convencerme de que era una pésima idea, de que tres
días no eran suficientes para conocer a nadie y de que Aleb le daba mala espina.
Yo por supuesto, no le hice caso.
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Jugando a ser Diosa
POV de Jurguita
Resulta que la gente sin hogar se puede quedar en dicha institución sólo
tres días, pasado ese tiempo, para quedarse cubierto deberán trabajar sin cobrar
para la asociación, y si se niegan, otra vez a la calle.
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Es cruel. Pensadlo un poco, ¿y si alguien con alguna discapacidad física
o mental de más del 70% quisiera quedarse, pero por sus características
estuviese incapacitada para hacer esas esclavitudes?
Aun así, creo que se les puede empujar a tener la mente más abierta, pero
debido a que son fácilmente manipulables, por diálogo resultará imposible.
Habrá que buscar otras maneras de solucionar el problema.
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Uno de ellos me sugirió que consiguiera otros dos trabajos, el problema
aquí es que para conseguir uno me las vi y me las deseé, para conseguir otros
dos, ya ni te cuento. Además, tampoco es producente tener dinero si después
no tienes tiempo para disfrutarlo.
La suerte que tuve de ser domina que uno de mis sumisos era el dueño
de ese establecimiento, sólo tuve que seducirlo con una sesión y la promesa de
que conmigo iban a acudir más clientes.
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La Batalla de las Flores
POV de Frashova
Con Aleb todo es como en un cuento de hadas, ya me dijo Arrimé que era
un cielo, pero no me imaginaba que tanto. Estoy en una nube, siento que cada
día es un regalo, pero pasan demasiado rápido.
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Él y yo nos colocaremos el uno frente a la otra. Yo iré vestida con un
vestido blanco de corte sirena sencillo y mi collar de sumisa, y sujetando con la
mano derecha mi capullo.
Con una espina del tallo de la rosa roja, me pinchará el dedo medio y
dejará caer dos gotas de sangre sobre los pétalos blancos de mi flor. Él, entonces
le ofreceré las espinas de la mía para pincharse su propio dedo.
Permitiremos que caigan dos gotas de sangre una sobre mi flor y otra
sobre la suya propia. A continuación, apretaremos nuestros dedos mientras
recitamos nuestros votos, los votos que nos unirán por la sangre.
Las rosas se tocarán, permitiendo que se besen las gotas de sangre, para
intercambiarlas una vez hecho esto. Nos desatarán para envolvernos en una tela
que conservaremos después de la ceremonia. Una vez finalizada, nos
llevaremos a casa las rosas en un jarrón. ¡Estoy deseando que empiece!
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una media sonrisa-. Ambas partes desean desarrollar conjunta y recíprocamente
dichas tendencias, haciendo realidad sus respectivas fantasías sexuales
convergentes y compatibles, estableciendo entre ambas partes una relación de
dominación masculina y sumisión femenina.
Era la hora de decir nuestros votos. Aleb me quitó el collar con suavidad
y lo pasó por el fuego un segundo antes de volver a ponérmelo y empezar con
los suyos.
Tras pincharnos con las rosas y dejar caer nuestra sangre sobre ellas, era
mi turno para recitarlos en voz alta, aunque tardé un poco, ya que me daba algo
de vergüenza y mi parte era mucho más larga que la suya. Me puse como un
tomate maduro. Gracias a los ánimos de Aleb pude hacerlo.
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Convenio, sometiendo libre y espontáneamente la referida relación a los votos
que por vosotros han sido recitados previamente.
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La superficialidad vende
POV de Jurguita
-No tienes que pagar nada para estar allí dentro -le explico a una clienta.
-Ya -le respondo con una mezcla de cachondeo y cabreo causada por su
ingenuidad-. Esto es marketing, querida. Si no entráis gratis, luego ellos no
entran o entran poco por la ausencia de tías a consumir.
-Está bien -digo rodando los ojos de exasperación para evitar tener que
aclararle otra vez a esa chica que la están usando a ella y no al revés-. ¿Vas a
entrar con alguien?
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-Sí, con una amiga.
-Con que con una amiga -cuestioné con retranca, aquello podría ser
entretenido-, ¿es que aún no te has declarado o que pasáis de etiquetas?
- ¡Oh, no! Ja, ja, ja -saltó con cierto nerviosismo-. Yo no soy bollera, ni mi
amiga tampoco, aunque se ha liado con unas cuantas. No, no. Sólo es que me
da curiosidad y como ella tiene experiencia en el tema, me ayudará a
experimentar.
Que no son lesbianas, dice ¡JA! Si su amiga se ha liado con tantas tías
como dice, aunque ahora estuviera saliendo con tíos, a lo mejor no sería
lesbiana, pero sí sería bisexual. En cuanto a ella… que yo sepa, a las
heterosexuales no les da “curiosidad” de saber cómo es estar con otra mujer.
¡Cuanta desinformación! ¡Esto es lo que tiene la propaganda de Mandarina y
Esvástica!
-Sea como sea -proseguí antes de que me soltara otro comentario vacío-
. Entonces tengo una única condición para dejaros pasar.
-Y gratis será -le aclaré-. Pero sólo podéis entrar ahí en pareja si dejáis la
puerta abierta para que el resto de gente también pueda “experimentar”, no sé
si me explico.
- ¡No jodas! -dijo con la misma emoción que antes. En serio, ¿qué tiene
esta tía en la cabeza, un unicornio dando vueltas en círculos mal dibujados? -
Me pone un montón el exhibicionismo.
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Me gustaría amor, pero no fraternal, o sí. Quiero salir de aquí, estudiar
una carrera y conocer a gente no esté pensando 24/7 en follar. Echo de menos
a mi hermana, espero que le esté yendo bien y que Aleb no la trate como una de
sus tantísimas putas.
Ese día conocí a una chica vestida de criada con la que tenía palique para
rato, me encantaron sus maneras y su forma de pensar. Cualquiera de los
elementos que vienen a la tienda la habría definido como “buenorra”, de no ser
porque con lo tránsfobos que eran no habrían aguantado un pequeño detalle.
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Cupido es un idiota con pañales
POV de Frashova
He de admitir que a veces tenía la impresión de que había algo más detrás
de aquella inmensa amabilidad. Sí, una idea que me rondaba como si de una
mosca cojonera se tratase, que me decía que Aleb no era trigo limpio. Pero
cuando surgía la ignoraba, serían imaginaciones mías.
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Tampoco creo recordar que me dijera que él estaba trabajando en nada
en particular, creo que dijo que trabajaba creando nuevos puestos de empleo en
uno de los sectores más extendidos por el mundo.
Mmm, no, no puede ser, mi amo nunca me haría nada malo, en nuestro
contrato decía que me protegería y guiaría. Sí obstante, también decía que me
disciplinaría a su voluntad y que me usaría como mejor le conviniera… no sé
muy bien con cuál de las dos quedarme, así que mejor no le doy más vueltas.
Los más raros fueron uno que quería montárselo a lo clínica ginecológica
-él el ginecólogo y yo la paciente-, que venía hasta con un maletín repleto de
cacharros médicos específicos de ese tipo de sitios; y el que me hizo pasar por
una humillación pública en la calle mientras toda la gente miraba mi cuerpo
desnudo.
Lo malo fue que al comentarle eso a Aleb me dijo que no fuera tan
estrecha y que mi cuerpo era tan bonito que no debía ser guardado sólo para
unos pocos. Que debía mostrárselo al mundo.
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Por no mencionar la cantidad de comentarios nauseabundos que había
en cada una de esas grabaciones e imágenes: “Esta tía la chupa de puta madre,
ya estoy deseando volver a verla”, “La paciente con el mejor coño que he visto.
Aunque para la próxima vez, lo quiero bien depiladito”, “Que suerte su amo, tío.
Él puede follársela cada día”, “Mira cómo me tienes”.
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Recibiendo gato por liebre
POV de Jurguita
Voy a dar un repaso rápido para que quien tenga dudas del tema, se
aclare las ideas, ya que las identidades de género y demás no es algo que se
explique demasiado bien, o peor, no se explican y ya está:
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El género real de la persona está en la mente de la persona, no en sus
genitales; por lo tanto, no se elige, ya que las personas trans saben cuál es su
verdadera/s identidad/es desde su infancia.
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Después de que lo pararan y le pusieran una multa por incitación al odio,
cogió una avioneta con el mismo mensaje, ni un millón de cucarachas igualarían
en una escala de asquerosidad a este tipejo.
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El amor no duele, las puñaladas sí
POV de Frashova
Pero aún no tengo la seguridad de que sea tan malo, de modo que quiero
darle una última oportunidad porque quiero creer que todo lo que hemos vivido
es nada más que una dulce mentira. Me niego a pensar que la gente pueda ser
tan retorcida. Quiero pensar que los cambios a mejor existen hasta en las peores
personas.
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Lo más curioso es que después de la última sesión con Aleb, a la mañana
siguiente, me entraron nauseas. Insistí en pensar que mi malestar se debía a
una mala digestión de la cena, al fin y al cabo, tomamos unos espaguetis con
chorizo y tomate frito que sobraron de la comida. Mi estómago no está
acostumbrado a esos chutes.
La otra opción me aterra y ya sé que Aleb no quiere tener hijos, mas está en
contra del aborto y está a favor de la gestación subrogada. Yo no quiero tener
descendencia, pero tampoco quiero abortar, aunque la última opción tampoco
me hace mucha gracia la idea de tirarme nueve meses con malestar para que
luego ese resultado se lo vaya a quedar otra persona.
Así que si esas personas quieren ser progenitoras, que adopten, que
paran o que renuncien a tener hijos, que un hijo no es un juguete al que usar
para satisfacer sus caprichos más elitistas.
La noche comenzó muy bien, los dos nos estábamos divirtiendo, hasta
que pasó algo que hizo cambiar de idea radicalmente. De una de las salas se
escuchó un grito muy agudo, que me puso los pelos de punta, de modo que me
acerqué para ver lo que pasaba.
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Lo que vi me horrorizó: un montón de gente estaba acosando a una chica
para que se quitara la ropa. Alguien me dijo que esa chica era una sumisa Brat,
y por lo tanto sus “noes” eran “síes” y no se debían tomar en serio, pero la
expresión de su cara me decía otra cosa, ella estaba sufriendo. Nadie parecía
percatarse de su malestar y yo sentía que debía hacer algo para sacarla de ahí,
pero, ¿el qué?
Observé con toda la calma que me permitió tener todo el barullo allí
formado, todo estaba lleno de potenciales armas. Le quité de las manos un látigo
largo de cuero a un dominante que andaba por ahí, se mosqueó porque una
esclava le hubiera desafiado de esa manera, yo lo ignoré porque tenía cumplir
con mi misión.
Una vez le hube llegado donde ella, espanté al vejestorio que estaba
violándola en ese momento pegándole un fuerte golpe con el látigo en la espalda,
en cuanto se dio la vuelta para atacarme, le aticé una patada en la bolsa escrotal
y todo el mundo trató de estrangularme. Logré salir de allí con la chica a base de
defensa personal y latigazos a partes sensibles.
Al salir vimos a Aleb recibiendo dinero de una pareja dominante, ¿qué significaba
aquello?
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que había sido muy valiente y me preguntó que si tenía dónde hospedarme. Al
decirle que no, me ofreció ser su compañera de piso, a lo cual no me podía
negar, ya que a casa ya no podía volver.
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Viviendo lo indeseable
POV de Jurguita
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Tan sólo ver esto me entraron ganas de salir corriendo de aquel lugar al
grito de “¡Socorro!¡Me quieren violar!”, aún sabiendo que la gente carece de
empatía y solidaridad.
-Tú tranquila -me espetó risueño-. Que sepas que el porno es machista,
pero si lo vemos gente que lo sabemos, no hay peligro (Nota de autor: Os juro
que esta mierda me la llegaron a soltar a mí unos tíos cis cuando yo todavía me
pensaba que era una mujer. Verídico).
-No sabía que te fuera a molestar que te dijera eso sobre el porno -expresó
atónito- Pensé que te gustaría saber que es machista.
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- ¡Oh! ¿En serio? -ya me cabreé- ¿De verdad que eres capaz de decirle
eso a una Dominatrix que ha trabajado de puta, de dependienta en un mugroso
Glory Hole y de madame toda su miserable vida, y que está hasta los cojones de
moscones que sólo hacen patéticos intentos de ser feminista, pero que son los
primeros en apuñalarnos cuando nos damos la vuelta? Y para colmo, me
mentiste dándome a entender eras una chica trans, me acosaste por la calle, de
poco me matas del susto al meterme en tu piso y casi violarme sin tan siquiera
aclararme quién eras y ahora me quieres explicar en lo que consiste el porno
¡¿Qué va a ser lo siguiente?! ¿Explicarme en lo que consiste la regla o decirme
dónde se encuentra el clítoris?
Vagabundeé un poco por las oscuras calles en busca del camino a casa
y reflexionando sobre lo que había pasado y que podría haber sido peor, no
quiero llegar a vivir nunca algo peor.
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Tenías razón/Te lo dije
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las mujeres que trataban de entrar allí. Como si no fuera lo suficientemente difícil
para ellas haber tomado la decisión de abortar que encima tenían que aguantar
que les tildaran de “asesinas” aquellos seres carentes de empatía que decían
querer salvar dos vidas, pero que después la vida de la persona gestante y de
su prole, no les importaba que vivieran debajo de un puente.
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-Crear un espacio de reflexión política sobre la prostitución en el que se
escuche la voz de sus protagonistas.
Hasta donde ellas entendían, coger dinero de alguien sin decirle a ese
alguien que lo vas a coger o incluso con ese alguien oponiéndose a que lo hagas,
es robar.
De poco sirvió tratar de razonar con esa gente ya que tenían la vista fija
en la cantidad de dinero que podrían seguir ganando a costa de la desgracia
ajena, de modo que les apartaron de la puerta y se fueron a la casa donde vivía
Frashova con su nueva compañera, Mirna. Una vez allí verían cómo hacer
posible su sueño de salir de ese atolladero y poder ayudar a gente que hubiera
pasado por lo mismo que ellas.
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La fortuna e mobile
Aprendieron de muy malas maneras, que aquella vida les cerraba puertas
a otros trabajos, ya que la mayoría de hombres había estado como “cliente” de
alguna de ellas.
La bola de nieve cada vez iba a más y ellas se empezaban a quedar sin
ideas, hasta que un día cualquiera, Mirna les propuso ir a vivir con ella a las dos.
Jurguita, en un principio, se negó, ya que no podrían pagárselo sin traerle
problemas de algún tipo.
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Hacía tiempo que guardaban armas en sus habitaciones por si algún
cliente se pasaba de rosca, cosa que ya les había pasado en más de una
ocasión; razón por la cual en la cárcel también las conocían porque los guardias
tenían la mala costumbre de encarcelar a toda mujer que se defienda de una
agresión, acoso o maltrato. Era un mundo realmente muy conflictivo.
Mirna tenía una pasta, era la hija del propietario de una franquicia de
hoteles de cinco estrellas y la tenía a ella como asistenta de director general, el
segundo puesto más alto en la dirección de un hotel. Fuera de todo pronóstico,
Frashova logró que su amiga convenciera a su padre para que las enchufara
como camareras de piso.
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Al lograr puestos más altos, también consiguieron más libertad de
movimiento ya que ahora tenían tiempo libre. Como no sabían demasiado bien
cómo gestionar el ocio porque nunca habían tenido tanto tiempo de relax, se les
ocurrió pasar las pruebas para entrar a la universidad. Consiguieron entrar sin
esfuerzos, eligiendo las carreras de Derecho -Jurguita- y Psicología -Frashova-.
Jurguita fue cogiéndole cada vez más cariño a Mirna, ya que no dudaba
en ayudarla cuando lo necesitaba y ella hacía lo mismo; al principio era por
conveniencia y con un poco de recelo, pero a medida que el tiempo iba
avanzando, lo hacía con ganas.
El padre de Mirna sabía que a ella no le gustaban los hombres desde que
iba a la guardería, de modo que no tenía ningún problema en que salieran juntas,
es más, hasta animaba a Jurguita a que fueran a eventos juntas con la condición
de que ninguna de ellas descuidara ni su trabajo ni sus estudios.
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“Goals” o metas
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asegurarse de que, al menos por su parte, no se librara ningún maltratador de la
cárcel ni de la prisión preventiva.
Cada logro era motivo de fiesta y cada fracaso era aliciente para continuar
porque si conseguían sus sueños no sólo ellas serían felices, si no también un
montón de personas sufridoras a las que el sistema de justicia no les daba ni
para gastarse en pipas.
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