ROMA

Roma, es la base del derecho y las instituciones jurídicas. Se entiende a la re-publica como cosa
común o de todos: estructura política y jurídica, que pertenece al pueblo, a la comunidad.

La política y el estado encuentran su sitio en el derecho público, en tanto el hombre halla el suyo en
el derecho privado. Aparecerán más tarde los elementos de la personalidad jurídica con los que se
poda armar toda la construcción que integra al hombre en la comunidad política como persona
investida de derechos que el estado debe reconocer y respetar.

El pensamiento romano descubre que la ley implica aproximadamente un pacto entre los
magistrados y el pueblo, y considera a ala ley como el producto de una negociación colectiva. De ahí,
afirma Gettel que en Roma los gobernantes fueron agentes del pueblo y que su voluntad valía por
ser delegación de la autoridad popular, y la soberanía del estado radicaba en la comunidad política
de todos los ciudadanos.

El derecho romano maneja tres distinciones de suma importancia:

 El IUS CIVILE, derecho positivo propio de la misma ciudad.

 El IUS GENTIUM, derecho común a todos pueblos. En cuanto el derecho civil se aplica solo a
los ciudadanos, y el derecho de gentes a los extranjeros, luego llamando derecho
internacional.
 El IUS NATURALE, derecho natural, considerado como dictado de la recta razón, que
prescribe lo bueno y prohíbe lo malo.

La concepción del derecho en Roma significa una serie de aportes importantes para el derecho
político. En primer lugar, la distinción entre el derecho positivo o humano y derecho natural. En
segundo lugar, la elaboración de los principales conceptos jurídicos, como el de personalidad
jurídica, estado, patrimonio, etc. En tercer lugar, el descubrimiento del derecho de gentes y la
necesidad de “regular las relaciones entre los hombres regidos por sistemas jurídicos diferentes.”

La Monarquía: El Rey es electivo y vitalicio, asistido en materia religiosa. El senado es un cuerpo

colegiado de partes, asesora al rey y lo reemplaza. El senado confirma las decisiones de los comicios,
que estos son la asamblea del populus, o masa de ciudadanos patricios. En cuanto a pueblo, estaba
dividido en tribus, y cada una subdividida en curias. Silvio Tulio, divide a la población en tribus según
un criterio de residencia, y en centurias según los bienes o las riquezas de los individuos, aparecen
los comicios centuriados, a los que tienen acceso los plebeyos.

La República: En el 509 a.C, la monarquía es sustituida por la república. Es lo que hoy llamamos
Estado, como cosa publica o de todos. Encontramos una serie de magistraturas o cargos públicos.
Esas se han divido en ordinarias, que son en épocas de normalidad, o en extraordinarias, en épocas
de crisis. También hay magistraturas patricias y plebeyas (según sean desempeñados por cada uno
de ellos), Magistraturas mayores, si pueden consultar a los auspicios mayores y las menores, que
consultan a auspicios menores. Magistraturas con imperio, con las que invisten las facultades que en
la época monárquica pertenecieron al rey, y magistraturas sin imperio toda las demás. Por ultimo,
las magistraturas curules son las que tienen derecho a usar la silla curul, y las no curules, que
carecen de tal.

La primera magistratura republicana es el consulado. Los consules son dos, duran un año, y son
elegidos en los comicios. Es una magistratura ordinaria, mayor, curul, con imperio y patricia. La
pretura, es una magistratura ordinaria, permanente, mayor, curul y con imperio. Luego se hace
accesible a los plebeyos. La función principal del pretor consiste en decir el derecho determinando
las normas aplicables a los conflictos particulares. La cuestura es una magistratura ordinaria, menor,
sin imperio y no curul. Estas tres, consulado, pretura y cuestura, son las tres magistraturas cuyo
desempeño resulta obligatorio según la Lex Villia para continuar la carrera de las magistraturas.

La censura es una magistratura ordinaria, mayor, sin imperio, curul y patricia hasta el 351 a.C. Vigila
la moral las buenas costumbres. Llevan el censo del pueblo según los bienes que posee cada uno.
Los ediles son magistrados ordinarios, sin imperio y plebeyos desde su instauración en el 494 a.C. El
tribunado de la plebe surge en el 494 a.C. y es accesible solo a los plebeyos, cuyos derechos
defiende. El tribuno posee derecho de veto para paralizar las decisiones de los magistrados. Carece
de los honores de las magistraturas.

Entre las magistraturas extraordinarias cabe citar:

 La dictadura, es una magistratura mayor, con imperio, curul, patricia y unipersonal.

 El tribunado milita con poder consular.
 El decenvirato

Durante la república, el senado compensa tanto el imperio de los magistrados cuanto el influjo de las
asambleas populares, sus decisiones se llaman senadoconsultos . la ratificación que otorga a las
decisiones de los comicios se llama auctoritas patrum.

Cuatro son las clases de comicios republicanos: los Curiados (convocados por un magistrado con
imperio). Cuando este los preside se denominan comicios Calados. Los Centuriados, convocados
también por magistrados con imperio mediante un edicto previo. Tiene facultades legislativas,
judiciales y electorales, sus decisiones requieren la auctoritas patrum del senado. Los Tribados, que
eligen a los magistrados menores.

El Imperio: Se extiende hasta 284 a.C. y es definido como una monarquía que insertó un nuevo
órgano en las instituciones republicanas. El príncipe absorbe mayor parte de las funciones
correspondientes a las magistraturas de la república. El senado y los comicios pierden parte de sus
atribuciones.

Se denominan constituciones imperiales a todas las disposiciones que el emperador establece por
decreto, edicto o rescripto. Los decretos son decisiones judiciales, los edictos son órdenes dirigidas a
los gobernadores, y los rescriptos son respuestas a consultas que efectúan los magistrados o los
particulares.

La voluntad del príncipe tiene fuerza de ley, pero la razón radica en que el pueblo es quien ha
concedido al emperador todo poder y toda fuerza.

La segunda etapa del imperio es el Bajo Imperio o Dominado, que es la nueva concepción del poder
del príncipe. Se inicia en 284 a.C. se caracteriza por el poder del emperador, que hace desaparecer
los últimos vestigios de las magistraturas republicanas.

Diocleciano lleva a cabo la reforma gubernativa quien se conoce con el nombre de tetrarquía, cosiste
en el establecimiento de dos Augustos, uno en Occidente y otro en Oriente, con igual poder y
categoría. Este gobierno de cuatro subsiste hasta 314 a.C, y luego se unifica nuevamente la
monarquía imperial.

En el ano 395 el Imperio Romano se divide en dos: Occidente, que dura hasta 476, cae bajo invasión
de los barbaros, y de Oriente, hasta 1453, en que sucumbe bajo los turcos.
Polibio clasifica las formas de gobierno, elabora la teoría de los ciclos políticos. Hay tres formas
puras: la monarquía, la aristocracia y la democracia, que llevan en si mismas el principio de su propia
descomposición, que las hace degenerar en las tres formas impuras correlativas: la monarquía en
tiranía, la aristocracia en oligarquía, y la democracia en demagogia. Es así como la monarquía se
corrompe y da lugar a la tiranía, como reacción, el sector selecto de los ciudadanos establece una
aristocracia, que, a su vez, deriva en oligarquía, todo el pueblo instaura entonces la democracia, y
esta se echa a perder para dar paso a la demagogia.

Los ciclos políticos provocan inestabilidad. Polibio, dice que hay una forma mixta de gobierno, en la
que una concurrencia y una fusión de los principios de cada forma pura, aseguran el equilibrio. El
consulado equivale al principio unitario de la monarquía, el senado, el principio selectivo de la
aristocracia, los comicios, al principio popular de la democracia. Las tres instituciones comparten el
poder de una forma mixta que ascia a las tres formas puras.

Ciceron define la forma de convivencia que llamamos sociedad o pueblo dentro de un estado: es una
reunión de hombres fundada en el consentimiento de un mismo derecho y a una misma concepción
de la utilidad común. Aparece el acatamiento de un orden jurídico común, y una finalidad también
común de utilidad general. He aquí el derecho y el fin presidiendo la idea de convivencia política. Se
busca la solidaridad en el ordenamiento jurídico común para lograr un bien también compartido por
todos. Va a nacer así la república. Ciceron propone que todos tenemos que tener un solo fin: hacer
que nuestro interés propio coincida con el interés general.

Los gobernantes no tienen poder contra el derecho natural, ni pueden mandar a prohibir en contra
de él. Cunado se lo transgrede, el hombre se deshumaniza, y el propio derecho natural lo sanciona
con la pena máxima: Hacer que el hombre huya de si mismo. El valor ético y jurídico dice que
ninguna ley humana vale como tal si se opone a la ley natural.

Ciceron deriva a aceptar la igualdad de todos los hombres, la necesidad de que el gobernante actúe
con justicia, y de que cada hombre asuma su función u oficio en la vida publica y privada, asimismo,
que el poder proviene del pueblo y que el estado es cosa del pueblo para su utilidad común fundada
en el derecho.

Seneca, dic que el estado existe a causa de la maldad de los hombres, para combatir el pecado. Las
leyes y la coacción son necesarias por los vicios de la naturaleza humana. El gobernante debe obrar
con justicia, en beneficio de su pueblo.

EL CRISTIANISMO
El pensamiento cristiano fluye fundamentalmente. Jesucristo anuncia que su reino no es de este
mundo, y por ende, no predica doctrina alguna de carácter politio o social.

El Estadi slo tendrá en el futuro un poder temporal sobre lo temporal. La distinción juridisccional
entre lo espiritual y lo temporal no significa solo un desdoblamiento hasta ese momento
desconocido, el poder del estado no se ejerce sobre todo el hombre, porque en lo espiritual el
hombre es subdito de otra autoridad distinta: la religiosa.

Nadie había discutido al estado su poder absoluto antes de cristo. Solo la iglesia, dice que no puede
ser absoluto desde que lo espiritual se independiza. Según Lindsay “la existencia y el prestigio de la
iglesia impidieron que la sociedad fuese totalitaria, impidieron que se produjera el estado
omnipotente y conservo la libertad de la única manera en que puede conservarse esta, manteniendo
en la sociedad una organización capaz de enfrentarse al estado”

Pero el orden espiritual y el orden temporal no se oponen, dicen que el hombre es un cuerpo y alma,
es miembro de la ciudad política y de la ciudad de dios, súbdito de dos autoridades. El Estado se
ocupa de las cosas temporales, y la iglesia de las espirituales.

Simultáneamente, el cristianismo reivindica en su doctrina la dignidad del hombre, radicando en el

espíritu los valores más excelsos.

Hincar la libertad en el espíritu del hombre, e introducir la noción de una libertad que tiene por fin
propio dirigir al hombre hacia su perfección y empezar a reconstruir la sociedad con la persona
humana. De esta libertad va a surgir otra manifestación de libertad en las relaciones sociales
reguladas por el estado. La libertad como derecho no hubiera encontrado base de sustentación si
antes no se hubiera asignado a la persona la disposición y el uso de su libertad psicológica y
espiritual.

La transformación social y política derivara como efecto de la transformación del hombre. No existe
una organización social específicamente cristiana, sino una forma cristiana de cumplir con los
deberes sociales dentro de la organización existente.

El cristianismo no ataca al estado, supone que existe dentro del orden providencial del mundo. Todo
hombre debe sujetarse a las potestades superiores, porque no hay potestad que no venga de dios, y
las que existen, por dios han sido ordenadas. Por eso, quien manda debe tener en cuenta la ley de
dios, al igual que quien obedece.

La autoridad tiene límites, y que la obediencia política no debe ser ciega ni absoluta. Cando el que
manda se excede frente a la ley de Dios, los súbditos pueden o deben desobedecer. La autoridad no
debe ser resistida.

Sera importante construir un orden político justo, pero por encima del él estaba siempre Dios y la
bienaventuranza. El orden político asumirá un carácter servicial y ministerial para facilitar al hombre
su destino ultimo como persona trascendente.

El cristianismo introduce pautas ideológicas que irradian su influencia en la política. En primer lugar,
se distingue y separada lo espiritual y lo temporal, una comunidad religiosa y otra política, cada una
con su autoridad y su ámbito propios. Ello significa una limitación al poder del estado en beneficio
de la libertad personal.

Muchos son los que suponen que para San Agustin el estado es un mal necesario, si el hombre no
hubiera prevaricado, el estado no existiría. Otros, estiman que, si bien el africano reputa al estado
cómo una consecuencia de la caída del primer hombre es un remedio necesario para la convivencia
de los hombres una vez perdido el estado originario de inocencia. Una tercera posición, dice de la
existencia del estado de toda idea de pecado, y la noción de que el estado es natural, porque
responde a la tendencia y necesidad de la naturaleza humana socialmente ordenada, e integra por
ello el orden providencial del mundo y de la vida. La vida social es necesaria al hombre, que no
puede alcanzar su perfección, su progreso y sus fines en forma individual o aislada.

San Agustin coloca a la justicia como base y fin del estado. El pueblo es una comunidad de personas
unidas por la aspiración a un fin y por el amor reciproco. El gobierno debe ser justo. Donde no hay
justicia, no hay estado. Ningún hombre tiene por si mismo autoridad o poder sobre otro, porque
dios no ha conferido ese poder a nadie en particular. Son los propios hombres quienes deben
determinar, mediante su consentimiento, quienes estarán investidos de poder.

El ejercicio del poder implica tres ministerios: El ministerio de gobernar con prudencia y con fuerzas,
evitando el orgullo, la soberbia. El que exige la previsión y provision de las necesidades de la
comunidad. Y el de consejo y guía del pueblo, usando del poder como un servicio para utilidad y
defensa de los gobernados.