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INDUSTRIA MANUFACTURERA
Y SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES
(URUGUAY 1911-1930)
INSTITUTO DE ECONOMÍA
Serie Documentos de Trabajo
DT 7/03
INDUSTRIA MANUFACTURERA
Y SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES
(URUGUAY 1911-1930) *
INSTITUTO DE ECONOMÍA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y DE ADMINISTRACIÓN
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
*
Este documento de trabajo se inscribe en la preparación del tomo 3 de la Historia económica del
Uruguay que se lleva adelante, bajo la coordinación de Magdalena Bertino, en el Área de Historia
Económica del Instituto de Economía (Facultad de Ciencias Económicas y de Administración) de la
Universidad de la República. Muchas de las ideas aquí planteadas son el resultado de las discusiones
colectivas desarrolladas por los autores junto a Magdalena Bertino y Reto Bertoni. Las becarias de
investigación del Instituto de Economía, Paola Azar, Adriana Donnangelo y Claudia Sanguinetti,
participaron en la discusión de un borrador de este texto y realizaron comentarios y sugerencias que
contribuyeron a mejorar el resultado que ahora presentamos. Dos versiones anteriores del apartado 3 de
este trabajo fueron presentadas en las VII Jornadas Internas de Investigación de la Asociación Uruguaya
de Historia Económica (Montevideo, julio de 2002) y en las XVIII Jornadas Anuales de Economía del
Banco Central del Uruguay (Montevideo, julio de 2002). Agradecemos los comentarios y sugerencias que
en ocasión de este último evento nos hiciese llegar Norma Lanciotti de la Universidad Nacional de
Rosario (Argentina). Gabriel Bucheli, Raúl Jacob, Benjamín Nahum y José Rilla leyeron una versión
anterior de este trabajo e hicieron comentarios que ayudaron a mejorar el resultado final. A todos ellos
nuestro agradecimiento. No obstante ello, lo aquí escrito es de la exclusiva responsabilidad de los autores.
3
INDICE
1. Introducción.............................................................................................................. 4
2. Antecedentes.............................................................................................................. 6
4. La sustitución de importaciones............................................................................... 18
5. Conclusiones............................................................................................................ 31
ANEXO GRÁFICO......................................................................................................... 41
1. Introducción
2. Antecedentes
Hace unos treinta años estaba muy extendida la idea de que el desarrollo
industrial latinoamericano era un fenómeno que tenía su origen y explicación en la
crisis de los años treinta. La imposibilidad de acceder al abastecimiento externo de
bienes manufacturados habría impuesto el único camino posible en los hechos: la
producción local de esos bienes que ya no era posible importar, dando así origen al
proceso de industrialización por sustitución de importaciones (fenómeno identificado
con la sigla ISI). Las economías primario-exportadoras habrían iniciado de esa forma la
construcción de un nuevo modelo económico-social (el modelo ISI) que tendría en la
expansión del sector industrial sustitutivo su base de desarrollo.
1
Confirmando su reconocimiento de la existencia y especificidad de la industria anterior a 1930, en un
trabajo posterior (en el marco de una publicación con fines de difusión amplia como era la Enciclopedia
Uruguaya), Faroppa describió las características de la industrialización sustitutiva de importaciones entre
1875 y 1930 (Faroppa 1969).
8
A tono con esta tendencia más general, en Uruguay, sobre la base de los trabajos
antes comentados -que Raúl Jacob presentó sistemáticamente en su artículo de 1989
enumerando los avances y déficit de la investigación en el tema hasta ese momento-, en
los noventa se avanzó sustancialmente. Luis Bértola (1991) estudió la industria
manufacturera entre 1913 y 1961 (cubriendo por tanto parcialmente el período de la
industria temprana) realizando un estudio sectorial de las diversas ramas industriales en
base a la combinación de varios criterios de desagregación. Millot-Bertino (1996)
estudiaron la evolución de la industria manufacturera entre 1875 y 1911 aportando
información y análisis sobre el proceso temprano de sustitución de importaciones en
diversas ramas de la producción.
Finalmente, desde hace pocos años se cuenta en el país con estimaciones del
Producto Bruto Interno (Bértola y colaboradores 1998; Bertino y Tajam 1999). Por
primera vez existen series continuas de producto total y sectorial que permiten registrar
la evolución de la producción industrial en conjunto y por ramas. Con esta base
estadística, de la que no dispusieron quienes estudiaron el tema con anterioridad,
estamo s en condiciones de estudiar la cuestión de la industria temprana con nuevos
datos, parciales pero muy importantes. Hasta el momento sólo el último trabajo de Luis
Bértola (2001) sobre este asunto avanzó a partir de esa nueva información disponible.
2
Esta serie fue elaborada por Carolina Valmaggia bajo la supervisión de Héctor Tajam, a partir de los
“Anuarios Estadísticos” de la Dirección General de Estadística, y de “Comercio Exterior de la República
Oriental del Uruguay” de la Oficina de Estadística Comercial.
10
3
Aunque a los efectos del tema de este trabajo, únicamente consideramos la trayectoria de la producción
manufacturera y de la sustitución de importaciones, obviamente existen otros indicadores que dan cuenta
de diversas facetas de un proces o de industrialización o de crecimiento industrial. En particular, algunos
de esos otros indicadores posibles de consideración permiten conocer aspectos cualitativos de la
evolución de la industria. La industrialización es un fenómeno de transformación que tiene impactos
sobre muchos aspectos de la economía y la sociedad. Por ello, para estudiarla globalmente no basta con
ver la trayectoria del producto industrial. Hay que mirar otros indicadores tales como : la organización del
trabajo, su grado de especialización, la calificación de la mano de obra, el avance de la maquinización, el
nivel de concentración, el tipo de organización del proceso de producción y de administración de la
empresa. Estos aspectos son importantes puesto que no cualquier tipo de actividad secundaria cumple con
los requisitos de la industrialización. Ésta requiere por lo menos la existencia de un sistema fabril, un
cierto grado de maquinización, de concentración de fuerza de trabajo, de administración de la producciòn
y de transformación de la materia prima tanto o, dicho de otro modo, de agregación de valor. Por ejemplo:
la expansión de los saladeros en la economía uruguaya de los siglos XVIII y XIX no puede considerarse
como parte de un proceso de industrialización. Por el contrario, la instalación y desarrollo de la fábrica
Liebig en Fray Bentos en 1868, fue, indudablemente, un momento en el desarrollo de la actividad
industrial en el país, al igual que la implantación y expansión de los frigoríficos a partir de 1904.
11
CUADRO 1
4
Luis Bértola ha señalado que el importante crecimiento manufacturero por él observado durante los años
veinte fue impulsado por las exportaciones sobre la base de la expansión de la industria frigorífica. De allí
que dicho período “difícilmente puede ser considerado es cenario de un proceso de industrialización”.
(Bértola 1991: 111). También debe llamarse la atención sobre el crecimiento del consumo interno. Según
las estimaciones de producto del mismo autor, el consumo interno habría demandado en promedio el 63%
de la producción pecuaria entre 1920-30 (Bértola 1998: 63-64, cuadro XIV). Y es altamente probable que
esta participación fuera aun mayor dada la importancia que tenían en la época las “faenas no controladas”.
Éstas fueron estimadas en un 18% de la producción total de vacunos (Bértola 1991: 297-300, cuadro A.7).
Se trataría de una parte importante del producto ganadero que estaba fuera del circuito comercial y por
tanto también de lo que pudiera considerarse una actividad de transformación o manufacturera.
12
GRAFICO 1
INDUSTRIA MANUFACTURERA 1900-1930
115 Valor Agregado por habitante y Grado de Industrialización
Indices 1911=100
100
85
70
VAB/POB
Grado Ind.
Fuente: Bertino-Tajam y A. Pelegrino
55
1900 1903 1906 1909 1912 1915 1918 1921 1924 1927 1930
El producto manufacturero por habitante creció hasta 1911 para luego caer en
forma pronunciada entre 1911 y 1915. Desde entonces inicia la recuperación. Recién en
1927, tras la caída generalizada de la actividad económica en los primeros años de la
PGM y la subsiguiente recuperación, se alcanzó el nivel de 1911. Se reconoce
claramente en el período de estudio 1911-1930 un ciclo bien delineado. Fue un largo
período de caída y recuperación tanto para la industria como para la economía en
general. Para ésta sin duda pesó el alto grado de apertura comercial que la hacía muy
vulnerable a los shocks externos. Para la industria manufacturera tuvo que ver la
importancia de la industria exportadora (carne y subproductos), la fragilidad del
mercado interno y la dependencia de las importaciones de materias primas y
maquinarias.
5
También es un indicador aproximativo de la productividad industrial aunque ésta deba calcularse con
mayor precisión considerando solamente la población empleada o, aun mejor, sobre el empleo industrial.
13
del peso relativo de la industria manufacturera, en los veinte éste se estanca, aunque es
indudable que –como lo muestra la trayectoria del producto manufacturero por habitante
en el Gráfico 1– la disponibilidad de bienes manufacturados en relación a la población
creció considerablemente en ese mismo período.
Resulta de interés comparar esta trayectoria con la del otro componente del
producto industrial, esto es la industria de la construcción6 . En el gráfico 2 se observa
que el producto manufacturero cayó, aunque sin experimentar los profundos altibajos
que caracterizaron a la construcción. La manufactura no sufrió en una forma tan aguda
la crisis de 1913, y al final del período había superado ampliamente los niveles de 1911,
a diferencia de la construcción que apenas lo logró, tardía y moderadamente.
6
El interés de esta comparación reside en que, además de ayudar a identificar la trayectoria propia de
cada sector, aporta elementos para explicarlas. En efecto, mientras que en el caso de la industria
manufacturera juega un papel destacado la demanda externa, la de la construcción depende absolutamente
del mercado interno. En segundo lugar, la construcción no está expuesta a la competencia extranjera, pero
sí depende de la disponibilidad de insumos importados. Por tanto, de esta comparación entre la
manufactura y la construcción pueden extraerse conclusiones acerca del papel que estas variables
(demanda externa e interna, grado de exposición a la competencia extranjera, disponibilidad de insumos
nacionales o importados) tienen en el desarrollo de cada uno de estos componentes del sector industrial.
14
GRAFICO 2
250,0
Evolución de la industria 1911-1930
Indices de volumen físico 1911=100
200,0
Total
Manufacturera
Construcción
150,0
100,0
50,0
0,0
1911 1914 1917 1920 1923 1926 1929
El siguiente cuadro contiene las tasas de crecimiento industrial para las dos fases
que se observan nítidamente en nuestro período de estudio:
CUADRO 2
Tasas de crecimiento:
PBI Industria Manufac. Construcción
1911-30 86,5 52,9 91,4 11,6
1911-20 4,5 -10,3 23,2 -46,2
1920-30 78,4 70,4 55,4 107,4
Acumulativas anuales:
1911-30 3,3 2,3 3,5 0,6
1911-20 0,5 -1,2 2,3 -6,7
1920-30 6,0 5,5 4,5 7,6
Fuente: El PBI de Uruguay - BT 1999- Cuadro 16
-
GRAFICO 3
250
Industria y PBI 1911-1930
Indices de volumen físico 1911=100
200
PBI
I.Manufacturera
Construcción
150
100
50
Fuente: Cuadro I
0
1911 1914 1917 1920 1923 1926 1929
7
Véase al respecto el Apéndice Temático 2 “El mercado interno”.
16
GRAFICO 4
210
170
150
130 I.Manufacturera
Exportaciones
110
90
70
50
1911 1914 1917 1920 1923 1926 1929
8
Excepto entre 1915 y 1919, cuando se incorporó la exportación de carne en conservas con destino a los
ejércitos europeos.
17
CUADRO 3
Alimentos, Minerales
Bebidas no
Total y Tabaco (Carne) Textil Madera Papel Imprenta Metálicos Fósforos
1900 100,0 65,4 37,5 1,8 19,2 1,2 6,1 3,0 3,2
1901 100,0 60,9 34,1 2,9 22,3 1,3 5,9 3,1 3,7
1902 100,0 56,9 35,6 6,2 23,0 1,5 6,3 4,4 1,6
1903 100,0 58,4 35,0 7,2 19,3 1,6 6,2 4,7 2,5
1904 100,0 58,6 34,6 5,2 20,9 1,9 6,5 4,6 2,2
1905 100,0 52,5 30,1 6,3 24,8 2,4 6,8 4,7 2,4
1906 100,0 54,9 27,4 6,5 23,5 1,0 6,1 5,2 2,7
1907 100,0 53,6 25,4 7,3 22,9 1,5 6,1 5,7 2,9
1908 100,0 53,7 22,9 7,7 20,9 2,0 7,5 5,0 3,2
1909 100,0 48,7 20,4 11,0 23,7 2,0 6,4 5,3 2,8
1910 100,0 50,0 21,1 9,2 22,9 1,6 7,0 6,3 2,9
1911 100,0 43,3 18,2 9,8 27,2 2,4 7,5 7,1 2,7
1912 100,0 55,4 22,3 10,0 15,8 2,6 7,7 5,4 3,2
1913 100,0 63,2 33,9 9,2 11,4 2,4 7,0 3,7 3,1
1914 100,0 67,9 35,0 6,1 9,4 2,7 7,3 3,0 3,6
1915 100,0 70,5 37,0 3,4 8,2 3,1 8,1 2,7 4,1
1916 100,0 70,5 30,8 3,7 8,9 1,9 8,6 2,4 4,1
1917 100,0 70,9 33,4 5,5 11,2 0,9 6,1 1,9 3,6
1918 100,0 74,8 32,1 5,4 10,8 0,3 4,3 1,4 3,0
1919 100,0 68,6 32,9 7,7 11,0 0,6 6,3 2,6 3,2
1920 100,0 66,6 30,9 5,3 12,4 0,5 4,8 7,0 3,3
1921 100,0 66,7 25,9 10,2 7,2 0,6 5,3 6,7 3,3
1922 100,0 59,5 21,6 14,6 11,6 1,2 2,9 6,9 3,2
1923 100,0 55,1 24,2 12,4 16,5 1,1 3,2 8,5 3,1
1924 100,0 54,9 24,1 9,9 19,9 1,0 3,3 8,3 2,7
1925 100,0 53,7 24,8 7,2 21,0 2,1 4,6 8,6 2,7
1926 100,0 53,0 20,5 7,7 17,3 2,3 4,8 12,2 2,7
1927 100,0 52,9 18,9 4,3 19,2 1,9 4,2 15,2 2,3
1928 100,0 48,6 19,9 5,4 20,2 2,2 4,4 16,9 2,3
1929 100,0 49,6 22,7 6,6 18,0 2,2 4,5 17,0 2,2
1930 100,0 54,5 25,1 5,6 15,6 1,9 4,1 16,2 2,1
Fuente: Bertino-Tajam 1999
18
4. La sustitución de importaciones
¿Por qué no tuvo continuidad tal proceso en los años veinte? Creemos que se
debe a la confluencia del alto crecimiento de la industria para la exportación que se da
desde 1921 (carne, lana, cueros), con el crecimiento de la industria para el mercado
interno que utilizaba materias primas importadas (en particular las vinculadas a la
industria de la construcción). A ello probablemente se agregó un consumo importado
adicional, alentado por la vertiginosa recuperación del poder de compra de las
exportaciones (1921-1928), que contrarrestó el efecto sustitutivo. Además, como se
señaló anteriormente, los niveles de protección comenzaron a perder eficacia frente a la
competencia de los países industrializados. Éstos avanzaron tecnológicamente sin
pausas produciendo a escalas superiores y, por tanto, a costos unitarios menores.
9
La industria harinera también colocaba parte de su producción en el exterior. Sin embargo, ello sucedía
en forma esporádica. Lo permanente era que abasteciese al mercado interno.
19
Para la CIDE la sustitución fue un fenómeno posterior al año treinta: “la crisis
de los 30 obligó al país a replegarse hacia adentro y lo hizo poniendo el acento sobre
nuevos puntos de apoyo: comenzó el proceso de sustitución de importaciones .... la
política proteccionista del Estado ... la fuerte demanda del gobierno y la distribución
del ingreso (en tanto) el problema del balance de pagos fue solucionado por la propia
sustitución ... y el precio de los productos exportables” (CIDE 1963: I5-I6).
CUADRO 4
1911 1930
10
A partir del coeficiente de importaciones sobre la oferta total de bienes (PBI+importaciones) de un año
base, se supone incambiado dicho coeficiente en el año final del período estudiado y se calcula cuál
hubiera sido el monto de las mismas (importaciones simuladas). La diferencia entre éstas y las
importaciones realmente realizadas (importaciones efectivas), da como resultado un monto, que se
denomina “efecto sustitución en las importaciones de bienes” (ESI). Para ponderar la importancia
relativa de la sustitución así estimada, el ESI puede expresarse también como el porcentaje que surge del
cociente entre el monto de la diferencia entre las importaciones simuladas y las efectivas y las primeras.
20
Este cálculo puede realizarse también con una periodicidad anual, con un cambio
del supuesto sobre la permanencia del coeficiente de importación año tras año. Si
consideramos no ya el período en su conjunto sino el efecto acumulativo anual, los
resultados nos permiten observar entre 1911 y 1920 un proceso de reducción progresiva
del peso de las importaciones en la oferta final de bienes, con su contrapartida de
aumento del ESI (ver cuadro). Esta tendencia se estanca, aunque no se revierte, desde
1921 hasta el final del período.
CUADRO 5
11
Si retrocedemos con este indicador hasta 1900, en realidad recién comienza a presentar resultados
positivos continuos, que indican la posible presencia de la sustitución, a partir de 1912.
21
GRAFICO 5
4000
ESI
Tendencias
2000
0
1875 1887 1899 1911 1923 1935 1947 1959
12
Para calcular el posible aporte de la sustitución del consumo importado al crecimiento del producto se
supone que la disminución de las importaciones estimada a través del ESI fue cubierta en su totalidad por
el aumento de la producción interna. En otras palabras estamos descartando la posibilidad de que el
descenso de las importaciones se deba parcial o totalmente a una caída del consumo.
22
CUADRO 6
Por último, hay que hacer algunas precisiones sobre el alcance de estas
consideraciones. Como dijimos antes, la mera contención de importaciones no es
sinónimo de sustitución. El ESI, dado que se basa en el coeficiente de importaciones, no
distingue ambos fenómenos. A esto cabe agregar otra limitación: una caída del ESI
puede estar dada por un crecimiento de la industria para el mercado interno que procesa
materias importadas. Por ejemplo, el estancamiento observado en el ESI durante los
años 20 no necesariamente implica que haya habido un descenso de la sustitución.
Podría responder a cierto crecimiento de la industria manufacturera productora de
bienes para el mercado interno pero procesadora de insumos importados (textil
algodonera, papelera, imprenta, cementera y cervecera). Para dilucidar este problema, a
continuación se estudia más detenidamente la evolución de la producción industrial para
el mercado interno y luego se la discrimina según el origen de la materia prima
procesada.
13
Debe tenerse en cuenta que existía una alta preponderancia de las manufacturas consumidas
23
internamente sobre las exportadas. En la muestra de ramas que dio origen a la estimación del PBI
manufacturero 1900-1955 (Bertino-Tajam 1999), la producción para el mercado interno (toda menos la
parte de la producción frigorífica y harinera que era exportada) supera en promedio el 80% sobre el total
para el período 1911-1930. Si consideramos solamente aquellas ramas que enfrentaban competencia real
de productos importados (excluimos carne, harina y lechería), la participación se mantiene en el orden del
70%.
14
Para el caso de la materia prima importada realizamos la estimación a partir de Bertino-Tajam1999,
sumando las ramas de azúcar, tabaco, madera, papel, imprenta, productos minerales no metálicos
(excepto vidrio), fósforos, y textil algodón. Luis Bértola realizó una estimación para lo que él denominó
Sector IV (Bértola1991: 160-162), con la que podemos comparar nuestros resultados. Bértola afirma que
“Un crecimiento anual del sector (IV) del 7.5% entre 1924 y 1930 parece una hipótesis realista”. Nuestra
estimación arroja un crecimiento del 7% para el mismo período.
24
GRAFICO 6
230
INDUSTRIA MANUFACTURERA 1900-1930
VALOR AGREGADO SEGUN MERCADO DE DESTINO
Indices 1911=100
200
170
M.Interno
M.Externo
140
110
80
Fuente. Bertino-Tajam´99
50
1900 1903 1906 1909 1912 1915 1918 1921 1924 1927 1930
GRAFICO 7
200
INDUSTRIA MANUFACTURERA 1900-1930
PRODUCCIÓN PARA MERCADO INTERNO
VALOR AGREGADO SEGUN ORIGEN DE LA MATERIA PRIMA
Indices 1911=100
160
MP imp.
MP nac.
120
80
Fuente: Bertino-Tajam´99
40
1900 1903 1906 1909 1912 1915 1918 1921 1924 1927 1930
25
Este tipo de clasificación (en función del origen de la materia prima) presenta
una limitación para el estudio del fenómeno sustitutivo. Al integrar a todas las
producciones con materia prima nacional no se discrimina entre las que efectivamente
debían enfrentar la competencia extranjera y aquellas que, dado el nivel tecnológico de
la época, por la característica de su productividad física natural, gozaban de amplias
ventajas comparativas. En estos casos no preexistía un consumo de bienes importados a
sustituir. Tal es el caso de la carne, el cuero, la leche, y la mayoría de sus derivados.
CUADRO 7
15
Luis Bértola realizó un análisis similar (Bértola 1991, Cuadro III.3, pág. 83). Sin embargo, es
prácticamente imposible comparar los resultados dado que existe una importante diferencia en los rubros
considerados como parte de la producción manufacturera para el mercado interno procesadora de materia
prima nacional (lo que él clasifica como “sector II”). Mientras que Bértola adopta un criterio sectorial
(ramas exportadoras y no exportadoras) nosotros discriminamos la producción por mercado de destino
(interno o externo) más allá de la rama a la que pertenezcan. Bértola sólo considera como parte del Sector
II de la industria manufacturera al complejo triguero y a la industria vinícola. En nuestro caso incluimos
además la carne procesada para el consumo interno y la rama textil lanera (que en esta época no
exportaba). El origen de esta diferencia está en que Bértola incluye completamente en el sector
exportador a las ramas productivas que habían mantenido una relación históricamente fuerte con la
exportación (carnes, lanas y cueros), más allá de que una parte de su producto se destinase al mercado
interno.
16
No se menciona el caso del cuero, que también correspondería excluir, dado que no forma parte de la
estimación del producto manufacturero en que nos basamos (Bertino y Tajam 1999).
26
En el cuadro 8 la muestra nos revela que en el año 1930 el volumen físico del
total de las importacio nes de bienes de consumo (bebidas, tabaco, alimentos, textil,
vestimenta, calzado, y otros), y materias primas, había aumentado un 28 por ciento con
respecto al del año 1911. Sin embargo, podemos constatar el hecho que se ha venido
repitiendo en los análisis anteriores: la presencia de una tendencia descendente hasta
1922, lo cual se va a manifestar prácticamente en todos los subrubros. En cambio, si
observamos las importaciones por habitante (Gráfico Nº 8), el resultado final en 1930 es
una disminución.
17
Al considerar sólo la parte de la industria para el mercado interno procesadora de materia prima
nacional que está expuesta a la competencia externa, logramos: por un lado, excluir la caída abrupta del
producto ganadero a partir de 1913, que introduce una distorsión importante en el resultado agregado; y
por otro lado, captar el “efecto protección” del período bélico, resultante de la contención de las
importaciones.
27
Este descenso de las importaciones podría explicarse por una caída del consumo
y/o por la sustitución de bienes importados por productos nacionales. Sin embargo,
como vimos anteriormente, la producción manufacturera creció a un ritmo muy lento
hasta 1920, lo que estaría en contradicción con la hipótesis de la sustitución en el primer
sub-período (1911-20) cuando las importaciones por habitante descienden en mayor
grado. Sin embargo, si sólo se considera la producción de bienes con materia prima
nacional que enfrentan la competencia del exterior (esto es: excluyendo carne, leche y
derivados de ambos), ésta presenta un ritmo de crecimiento del 4.4% a.a. hasta 1920.
GRAFICO 8
IMPORTACIONES POR HABITANTE 1911-1930
Indices de volumen 1911=100
Total Muestra
Bienes de Consumo
Materias Primas
100
75
50
1911 1918 1922 1927
CUADRO 8
IMPORTACIONES 1911-1930
I) Indices de volumen físico 1911=100
CONCEPTO/AÑO 1911 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930
BEBIDAS 100.0 55.2 47.8 28.6 28.4 40.1 34.9 20.7 20.7 45.4 49.9 58.1 39.6 20.5 21.2 24.8
TABACO 100.0 100.4 83.1 83.2 64.8 67.5 91.6 82.3 50.7 118.7 123.0 123.4 179.1 209.8 194.5 172.9
ALIMENTOS 100.0 83.9 110.6 79.7 77.2 92.1 114.4 96.3 99.7 141.5 197.7 197.8 181.4 178.3 192.0 203.5
TEXTIL* 100.0 74.6 70.2 87.9 79.5 92.1 102.2 74.3 55.2 77.6 90.7 82.1 83.0 87.2 89.2 79.5
- Textil de lana y mezcla 100.0 65.1 53.6 61.2 59.9 65.2 78.6 64.7 78.0 107.8 117.0 126.3 116.8 129.1 140.0 123.4
- Textil de algodón y mezcla 100.0 78.4 70.2 84.4 73.9 74.9 74.4 54.4 47.7 62.4 79.3 65.5 57.7 63.6 54.8 49.0
- Textil de hilo, seda y otros 100.0 72.2 90.4 132.8 123.5 187.5 231.4 158.4 54.5 96.5 100.3 88.4 134.0 121.6 152.4 136.9
VESTIMENTA 100.0 57.2 63.6 62.7 36.8 50.0 66.2 56.5 38.4 46.9 88.2 27.5 40.7 35.6 34.3 28.8
CALZADO 100.0 46.7 22.7 36.3 21.7 20.6 9.4 14.4 27.1 83.8 99.6 127.6 172.9 93.4 242.0 106.3
VARIAS 100.0 97.5 103.0 92.1 73.0 95.0 102.0 102.9 115.2 147.3 169.7 179.9 189.3 195.8 188.7 188.0
- Papel y productos de papel 100.0 83.9 129.3 128.4 107.3 180.2 170.5 162.2 154.2 210.0 240.7 251.5 259.5 296.0 274.4 223.3
- Imprenta 100.0 57.4 70.2 61.0 52.7 96.7 104.9 82.8 59.6 70.1 63.3 83.8 65.7 113.5 69.9 71.1
SUBTOTAL BIENES DE CONSUMO 100.0 77.7 85.1 78.4 71.3 85.4 98.2 78.8 72.7 103.3 132.5 129.2 123.9 122.8 128.6 127.9
MATERIAS PRIMAS 100.0 62.7 65.5 77.7 86.9 99.0 86.9 73.6 86.8 107.1 130.5 100.5 115.9 116.4 121.3 105.6
- Productos de minerales no metálicos 100.0 19.3 13.8 14.9 4.5 12.5 16.5 16.3 26.0 22.4 29.4 29.1 100.6 83.3 57.1 42.8
COMBUSTIBLES 100.0 108.8 127.4 146.8 128.2 119.0 238.3 196.4 237.1 271.9 303.5 348.9 436.6 486.6 564.6 627.9
TOTAL DE LA MUESTRA 100.0 74.7 81.3 84.8 83.1 94.1 107.3 88.1 94.4 121.3 148.4 139.1 151.2 155.7 168.2 167.7
II) IMPORTACIONES POR HABITANTE - INDICES 1911=100
BEBIDAS 100.0 50.1 42.6 25.1 24.4 33.8 28.8 16.7 16.3 34.3 36.9 41.9 27.9 14.1 14.2 16.4
TABACO 100.0 91.2 74.2 72.8 55.7 56.9 75.6 66.4 40.0 89.7 90.8 88.9 126.1 144.3 130.7 114.3
ALIMENTOS 100.0 76.3 98.6 69.8 66.4 77.7 94.5 77.8 78.7 106.9 145.9 142.6 127.7 122.6 129.0 134.5
TEXTIL* 100.0 67.8 62.6 76.9 68.3 77.8 84.3 60.0 43.6 58.7 66.9 59.2 58.5 59.9 59.9 52.5
- Textil de lana y mezcla 100.0 59.1 47.8 53.6 51.5 55.0 64.9 52.3 61.6 81.4 86.3 91.1 82.2 88.8 94.1 81.6
- Textil de algodón y mezcla 100.0 71.2 62.6 73.9 63.6 63.2 61.5 43.9 37.7 47.1 58.5 47.2 40.7 43.8 36.8 32.4
- Textil de hilo, seda y otros 100.0 65.6 80.6 116.3 106.2 158.2 191.1 127.9 43.0 72.9 74.0 63.7 94.3 83.6 102.4 90.4
VESTIMENTA 100.0 52.0 56.7 54.9 31.6 42.2 54.7 45.6 30.3 35.4 65.1 19.9 28.6 24.5 23.0 19.0
CALZADO 100.0 42.4 20.2 31.8 18.6 17.4 7.7 11.6 21.4 63.3 73.5 92.0 121.7 64.2 162.5 70.2
VARIAS 100.0 88.6 91.9 80.7 62.8 80.2 84.2 83.1 91.0 111.3 125.2 129.7 133.3 134.7 126.8 124.2
- Papel y productos de papel 100.0 76.3 115.4 112.5 92.3 152.1 140.8 131.0 121.8 158.7 177.7 181.3 182.7 203.6 184.3 147.6
- Imprenta 100.0 52.2 62.6 53.4 45.3 81.6 86.6 66.8 47.0 53.0 46.7 60.4 46.3 78.1 47.0 47.0
SUBTOTAL BIENES DE CONSUMO 100.0 70.6 75.9 68.7 61.3 72.1 81.0 63.6 57.4 78.0 97.8 93.1 87.2 84.4 86.4 84.5
MATERIAS PRIMAS 100.0 57.0 58.5 68.0 74.7 83.5 71.7 59.4 68.6 81.0 96.3 72.5 81.6 80.0 81.5 69.8
- Productos de minerales no metálicos 100.0 17.5 12.3 13.0 3.8 10.5 13.6 13.2 20.5 16.9 21.7 21.0 70.8 57.3 38.4 28.3
COMBUSTIBLES 100.0 98.9 113.7 128.5 110.2 100.5 196.7 158.6 187.2 205.5 224.0 251.5 307.5 334.7 379.3 414.9
TOTAL DE LA MUESTRA 100.0 67.8 72.6 74.3 71.5 79.5 88.6 71.2 74.5 91.6 109.5 100.3 106.4 107.1 113.0 110.8
Fuente: Anuarios Estadísticos.
PRODUCTO DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA 1911-1930
1. Indices de Volumen Físico 1911=100
Total 100.0 65.3 77.5 78.3 92.0 92.2 114.0 100.8 122.8 125.2 125.4 127.2 141.7 157.9 159.6 171.1
Alimentos 100.0 112.6 151.7 107.4 177.5 110.2 149.4 176.8 119.1 159.6 125.6 142.1 144.3 164.9 152.2 194.8
Bebidas 100.0 84.4 109.9 111.0 134.4 129.2 160.4 183.7 192.9 196.0 217.6 209.1 265.9 245.5 285.9 298.5
Textil 100.0 65.3 58.1 63.7 76.2 120.3 178.0 233.1 283.9 289.5 236.5 212.9 170.4 179.4 179.3 188.8
2. Producto por habitante - Indices 1911=100 -
Total 100.0 59.4 69.1 68.6 79.1 77.9 94.1 81.4 97.0 94.6 92.6 91.7 99.8 108.6 107.2 113.1
Alimentos 100.0 102.3 135.3 94.1 152.6 93.0 123.3 142.8 94.0 120.6 92.7 102.4 101.6 113.4 102.3 128.7
Bebidas 100.0 76.7 98.1 97.2 115.5 109.0 132.4 148.4 152.3 148.1 160.6 150.7 187.2 168.8 192.0 197.3
Textil 100.0 59.4 51.8 55.8 65.5 101.6 147.0 188.3 224.2 218.7 174.5 153.5 120.0 123.4 120.5 124.8
Fuente: Bertino-Tajam 1999
En el caso del tabaco este paralelismo también se presenta, pero solamente hasta
1920; de allí en adelante la producción se estancó y la importación prácticamente se
duplicó. El posible aporte de la sustitución al cabo del período en 1930 es casi nulo.
Finalmente, en lo que tiene que ver con los bienes de consumo, realizamos un
agregado de Importaciones Varias, en las cuales se destacan las disminuciones de
importaciones de artículos de papel y cartón, envases de vidrio, paraguas y sombrillas y
velería. En lo que hace a la rama papel e imprenta, su producción tiene un mediano
crecimiento para todo el período (4% a.a.) pero muy acelerado en los años veinte (7.7%
a.a.), sin duda asociado a la disponibilidad de materias primas e insumos industriales
importados, pero sin efectos sustitutivos considerables. El crecimiento del mercado
interno dio para aumentar el consumo de origen local e importado.
En el caso del rubro Textil, el nivel de las importaciones por habitante desciende
aun más que el de los Bienes de Consumo. En 1930 se ubicaban en un 79% de su nivel
de 1911, habiendo alcanzado en 1922 un piso de 55%. Este comportamiento está
íntimamente relacionado con un componente de sustitución al que ya hicimos mención,
que tiene que ver con el desarrollo de la industria algodonera y su correlato en la
disminución de las importaciones de vestimenta interior y de tejidos (en particular
franela) de algodón. 18
18
Según Luis Bértola, “El crecimiento anual (de la industria algodonera) puede ser desagregado en
diferentes componentes entre los años de máxima de 1924 y 1929, cuando la producción creció en un
12.7% anualmente. La población creció en un 2.4%, la sustitución de importaciones da cuenta de un
crecimiento del 9.3% y finalmente, el 1% restante puede ser explicado por un aumento del consumo per
cápita debido a efectos de precio y/o ingreso” (Bértola 1991: 162-163). Para el cálculo del porcentaje de
sustitución en el crecimiento Bértola aplica un ESI particularizado a la industria algodonera, mediante
"La diferencia entre a) supuestas importaciones de tejidos de algodón en 1929, de haberse mantenido el
coeficiente de importación de 1924, y b) importaciones reales de tejidos de algodón en 1929." (Bértola
1991: 163, nota 73). Según estos cálculos, la sustitución manifiesta en dicho quinquenio explicaría un
73% (9.3%/12.7%) del aumento productivo en la industria algodonera.
30
19
Hay sí un caso claro de sustitución de importaciones, y tiene que ver con materias primas para la
construcción: es el portland, cuya importación en 1930 era del orden del 40% de la de 1911, lo que está
relacionado con la fundación de la Cía. Uruguaya de Cemento Portland en 1919. Tal vez también el
proceso se dio en el vidrio: en 1913 se fundó la Vidriería y Cristalería Nacional, en 1914 la fábrica Gercar
de envases de vidrio, y en 1930 Vidrierías Unidas. En un marco más amplio de insumos para la
construcción se agregaron fábricas de cerámicas (Bozzolo en 1911, Fernández y Casuttera en 1915), de
pinturas (La Platense desde 1903), fabricas de ladrillos (Campomar Hnos. en 1923), metalúrgicas
(Lustrino en grifería, 1912), mármoles (Narancio desde 1904), madera y obra blanca (Cerecetto en 1924).
31
5. Conclusiones
El peso relativo de las importaciones en la oferta total de bienes cayó entre 1911
y 1930. Si se comparan los datos en los extremos temporales del período, se observa
que en 1930 la participación porcentual de las importaciones en la satisfacción de la
demanda local de bienes fue de 29,5% mientras que en 1911 alcanzaba un 40,5%. Si
toda la diferencia se imputase a la sustitución de importaciones, entonces la importancia
relativa de ésta (lo que la CIDE 1963 denominó "efecto sustitución de importaciones" o
ESI) puede estimarse en un 27% (la relación porcentual entre las importaciones
efectivamente realizadas en 1930 y la diferencia con las que se hubieran realizado de
mantenerse el coeficiente de 1911).
Por su parte, el total agregado de las ramas que procesan materias primas e
insumos nacionales, estuvo estancado hasta 1921, pero luego crece en forma importante.
Sin embargo, se trata de industrias que producen bienes no sustitutivos (cárnica y láctea,
que fueron además las que más crecieron en los años veinte) -dicho de otra forma, que
no enfrentan competencia externa - o que ya habían completado el proceso sustitutivo
con anterioridad a 1911 (panificadora, fideera, bebidas). Por tanto, su crecimiento en
estos años no implicaba precisamente una reducción de la importación de bienes de
consumo.
Entre los bienes de consumo, las únicas ramas cuya importación cae fuertemente
son bebidas, textiles y calzado. Se trata a su vez de industrias cuya producción
doméstica creció en estos años, continuando procesos sustitutivos ya detectados en el
período anterior a 1911. En los otros dos rubros que integran el agregado bienes de
consumo (tabaco y alimentos) no es posible reconocer procesos de este tipo. Por el
contrario, aumentan las importaciones tanto en volúmenes totales como por habitante.
20
Éstas eran las industrias que tenían un mayor potencial sustitutivo por tratarse de líneas de productos
cuya demanda no era totalmente satisfecha por la producción doméstica. Por tanto su estancamiento tiene
un doble efecto sobre el problema estudiado: ni contribuye a la sustitución, ni presiona sobre la demanda
de importaciones.
33
puede decirse que, basándonos únicamente en las informaciones incompletas que hemos
relevado, entre 1911 y 1930 ningún nuevo rubro importante dentro de la producción
manufacturera se incorporó al proceso sustitutivo de importaciones. La sustitución no
puede considerarse un factor explicativo relevante del moderado crecimiento
manufacturero constatado en estos años.
Cabe entonces preguntarse, ¿por qué la industria nacional no logró avanzar más
en el proceso de sustitución de importaciones? Dicho de otra forma: ¿por qué, si la
demanda interna creció al 7% a.a. entre 1920 y 1930 (ver cuadro AE2), la producción
manufacturera para el mercado internó sólo lo hizo al 4% a.a.? Si había demanda
creciente, capacidad instalada, fuerte inversión en maquinaria (ver cuadro 3.1) ¿por qué
siguieron creciendo las importaciones de bienes que se producían localmente?
Suponiendo que nuestras estimaciones no estén sobrevaluando el crecimiento de la
demanda interna, podrían considerarse dos probables respuestas. En primer lugar, existe
un lapso entre el momento en que se importa la maquinaria y aquel en que se comienzan
a sentir sus impactos sobre la producción. Por ello, aunque en la segunda mitad de la
década de 1920 se produjo una fuerte importación de equipos y maquinarias, es
altamente probable que el crecimiento resultante de la oferta doméstica de bienes de
consumo no se haya verificado en esos años. En segundo lugar, la relación de los
precios locales con respecto a los internacionales, o sea la competitividad precio de la
produción nacional, era desfavorable para la industria uruguaya aun después del pago de
aranceles de importación (ver cuadro AE1). Esa relación mejoró entre 1917 y 1923,
pero a partir de 1924 los términos de intercambio se deterioraron hasta llegar en 1930 al
nivel de 1916. No debe dejar de considerarse que en la segunda mitad de los años veinte
se concretó la recuperación de la industria europea. El reaforamiento de la tarifa de
aranceles uruguaya en 1924 es un indicio de que éstos no estaban protegiendo
suficientemente a la producción nacional frente a una oferta europea en crecimiento.
34
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES
Bertino, Magdalena – Bertoni, Reto – Tajam, Héctor – Yaffé, Jaime (2001): “La
larga marcha hacia un frágil resultado”, en El Uruguay del siglo XX. La Economía,
Instituto de Economía - Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo.
Bértola, L., Calicchio, L., Camou, M., Porcile, G., (1999) Southern Cone Real Wages
Compared: a Purchasing Power Parity Approach to Convergence and Divergence
Trends, 1870-1996. Unidad Multidisciplinaria, Facultad de Ciencias Sociales.
Documento de Trabajo No. 44.
Jacob, Raúl (1989): “La industria temprana en Uruguay. Crónica de un debate nunca
realizado”, en Martín Buxedas y Raúl Jacob, Industria uruguaya: dos perspectivas,
Fundación de Cultura Universitaria-CIEDUR, Montevideo.
Jacob, Raúl (1994): Bunge y Born en Uruguay 1915-1945, DT No. 12/94, Unidad
Multidisciplinaria – PHIESUC, Facultad de Ciencias Sociales, Montevideo.
Jacob, Raúl (2000): Los grupos económicos en la industria cervecera uruguaya: una
perspectiva histórica, DT No. 52/00, Unidad Multidisciplinaria, Facultad de
Ciencias Sociales, Montevideo.
Lewis, Colin (1991): “La industria en América Latina antes de 1930”, en Leslie
Bethell, Ed., Historia de América Latina, volumen 7, Editorial Crítica, Barcelona
(traducción de la 1ª edición inglesa de 1986).
Millot, Julio - Bertino, Magdalena (1996): Historia Económica del Uruguay, tomo II,
Instituto de Economía – Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo.
37
Millot, Julio – Silva, Carlos - Silva, Lindor (1973): El Desarrollo Industrial del
Uruguay. De la crisis de 1929 a la posguerra, Instituto de Economía, Montevideo.
ANEXO ESTADISTICO
CUADRO AE1
INDICADORES DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA URUGUAYA 1900-1930
Indices 1911=100
Valor Utilidades Precios Demanda Interna Relación Relación Relación Relación Relación Relación
Años Agregado Brutas implìcitos en s/Impuestos s/PEA y precio ind./ precio/ con pcios con pcios con pcios con pcios
Bruto el PBI-Man. Internos salarios IPC salario ind. Imp. MP. Nal. Maq. Imp. de EGA
1900 54.6 57.1 83.5 100.7 103.3 81.3 96.7 91.5 54.5
1901 56.1 56.6 90.5 97.5 123.7 93.0 104.0 89.3 58.8
1902 58.5 76.4 83.5 126.5 77.7 88.2 92.4 84.9 55.7
1903 60.1 69.6 87.1 112.5 91.0 91.9 97.2 79.1 59.2
1904 58.2 75.8 85.0 127.1 76.8 87.3 91.4 103.1 58.9
1905 70.7 77.0 86.0 106.5 86.9 88.4 110.7 86.9 59.7
1906 70.0 73.4 94.6 103.0 108.7 92.2 96.5 98.6 64.3
1907 83.3 78.2 89.4 85.3 92.5 104.1 82.8 94.1 69.8 59.2
1908 89.7 77.8 82.9 91.8 85.8 92.2 82.9 91.9 87.4 54.5
1909 86.1 85.9 95.1 92.4 99.6 98.9 91.4 95.1 96.2 108.8 84.4
1910 88.1 89.3 99.1 95.4 99.6 100.9 97.4 99.1 90.1 92.6 92.7
1911 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
1912 92.0 93.8 104.1 110.0 100.5 102.4 105.8 101.4 94.0 111.0
1913 85.5 99.0 123.3 112.0 98.7 116.6 130.5 120.2 87.3 77.0 151.8
1914 76.0 87.2 127.6 102.1 97.1 116.1 140.4 131.1 93.3 160.4
1915 65.5 70.3 129.6 94.7 87.6 109.0 160.6 129.6 89.8 116.1 160.9
1916 79.5 77.6 117.9 117.3 77.2 99.5 168.3 95.3 82.9 90.1 144.4
1917 79.7 81.1 126.6 111.7 76.6 104.3 185.1 85.9 59.7 68.8 163.7
1918 93.4 98.1 138.5 118.0 73.6 108.0 214.1 77.4 58.0 85.6 174.4
1919 94.0 92.9 143.9 112.3 75.4 102.2 220.5 76.0 50.3 57.2 177.7
1920 123.2 105.3 145.1 109.8 95.6 88.7 180.0 71.6 59.2 59.5 181.4
1921 106.8 97.6 145.3 111.5 119.6 95.2 148.0 85.0 88.6 72.6 183.3
1922 132.7 99.1 110.7 122.7 132.4 78.1 104.6 72.5 69.0 71.1 138.8
1923 133.0 108.9 118.2 120.5 140.4 86.1 108.1 77.4 60.0 149.4
1924 132.7 120.9 130.1 130.6 146.6 96.3 117.3 85.3 63.3 79.0 160.1
1925 134.2 122.2 131.0 148.9 150.4 96.6 118.5 84.4 62.2 79.8 158.2
1926 138.1 121.2 126.8 154.4 154.7 93.5 114.6 86.0 65.6 76.5 153.9
1927 157.1 144.6 128.1 179.1 168.4 98.6 109.5 91.8 67.2 77.5 163.8
1928 172.8 159.8 130.6 191.5 175.1 99.6 110.5 93.6 68.0 79.0 173.0
1929 178.1 158.0 129.8 184.1 96.0 107.6 96.7 65.4 77.9 176.8
1930 191.4 166.3 127.7 195.2 94.5 102.8 97.1 62.9 81.4 178.7
Tasas de crecimiento acumulativo anual: Promedios
1900-30 4.3 3.6 1.4 101.1 122.6 91.6 80.9 83.6 124.6
1911-30 3.5 2.7 1.3 3.9 3.3 99.1 137.3 92.9 72.3 79.4 158.1
1900-11 5.7 5.2 1.7 104.3 96.1 90.2 96.8 91.0 66.8
1911-20 2.3 0.6 4.2 1.0 -0.5 103.8 159.4 97.6 78.4 80.8 155.4
1920-30 4.5 4.7 -1.3 7.2 7.9 93.0 120.1 85.6 66.5 75.4 165.2
Fuente: Bertino-Tajam 2000; MSS´73; Bértola et al 1999, DT.44 PES-FCS; Banco Mundial´68; Tom Davis´66;Pereira-Trajtenberg´66 y DGII
39
CUADRO AE2
VALOR Y PRECIOS DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA PARA EL MERCADO INTERNO 1911-1930
Indices 1911=100
Valor Precios Relación Relación Relación Relación Relación Relación
Años Agregado implìcitos en precio ind./ precio/ con pcios con pcios con pcios con pcios
Bruto el PBI-Man. IPC salario ind. Imp. MP. Nal. Maq. Imp. de EGA
1911 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
1912 93.9 104.1 102.4 105.8 101.4 94.0 111.0
1913 82.6 118.7 112.2 125.6 115.7 84.0 74.1 146.1
1914 73.0 120.5 109.6 132.5 123.8 88.1 151.4
1915 57.9 119.2 100.3 147.7 119.2 82.6 106.8 148.0
1916 74.7 109.3 92.2 156.0 88.3 76.8 83.5 133.8
1917 74.2 118.9 98.0 173.9 80.7 56.1 64.6 153.8
1918 87.3 127.7 99.6 197.4 71.4 53.5 79.0 160.8
1919 87.4 128.1 90.9 196.2 67.6 44.7 50.9 158.2
1920 113.0 132.2 80.8 164.0 65.3 53.9 54.2 165.3
1921 96.9 139.9 91.6 142.4 81.8 85.3 69.8 176.5
1922 119.3 106.9 75.4 101.0 70.1 66.6 68.7 134.0
1923 115.4 115.4 84.1 105.6 75.6 58.6 146.0
1924 119.0 126.0 93.2 113.6 82.6 61.3 76.5 155.1
1925 120.0 126.1 93.0 114.0 81.2 59.8 76.8 152.2
1926 121.3 125.2 92.3 113.2 85.0 64.7 75.6 152.0
1927 137.5 128.1 98.6 109.4 91.8 67.2 77.5 163.8
1928 158.9 129.0 98.4 109.1 92.5 67.1 78.0 170.9
1929 159.4 127.2 94.0 105.5 94.7 64.1 76.3 173.3
1930 170.2 124.2 91.9 99.9 94.4 61.2 79.2 173.8
Tasas de crecimiento acumulativo anual: Promedios
1911-30 2.8 1.1 94.9 130.7 89.2 69.5 76.0 151.3
1911-20 1.4 3.2 98.0 149.2 92.3 74.5 75.9 145.9
1920-30 4.2 -0.6 90.3 116.2 83.2 64.5 73.3 160.3
Fuente: Bertino-Tajam 2000; MSS´73; Bértola et al 1999, DT.44 PES-FCS; Banco Mundial´68; Davis´66.
CUADRO AE3
IMPORTACIONES CLASIFICADAS POR RUBROS 1911-1930
I) Valores a precios constantes del año 1911
CONCEPTO/AÑO 1911 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930
BEBIDAS 1573996 868471 752121 450356 446661 631210 548767 325916 325656 714979 786153 913943 623462 321969 333027 389713
TABACO 110751 111181 92066 92110 71753 74719 101404 91115 56118 131467 136271 136630 198304 232362 215427 191486
ALIMENTOS 5702437 4785335 6305590 4547208 4403754 5249119 6524670 5493453 5683112 8069345 11272145 11279240 10345516 10164901 10948492 11604969
TEXTIL* 6519271 4861560 4574476 5727418 5181708 6006328 6659496 4845476 3597013 5061184 5913336 5349971 5413712 5682180 5813930 5184011
- Textil de lana y mezcla 1354726 881483 725763 829363 810835 883346 1064527 876946 1057103 1459805 1584639 1711694 1581988 1749145 1897187 1672233
- Textil de algodón y mezcla 4049490 3175351 2841033 3417673 2993963 3032625 3014277 2202326 1932570 2525880 3210792 2652543 2337871 2577448 2217250 1985625
- Textil de hilo, seda y otros 1115055 804726 1007679 1480382 1376909 2090357 2580693 1766204 607341 1075499 1117904 985733 1493852 1355586 1699494 1526153
VESTIMENTA 481067 275267 305762 301803 176858 240730 318699 271640 184766 225521 424408 132472 195565 171499 164800 138318
CALZADO 99157 46318 22503 36003 21509 20390 9282 14230 26897 83051 98727 126545 171434 92611 239914 105369
VARIAS 1531744 1493156 1578079 1410935 1118395 1455392 1563067 1576693 1764642 2255765 2598723 2756304 2899389 2999345 2890235 2879194
- Papel y productos de papel 601166 504653 777494 771955 645199 1083129 1025094 974938 927092 1262320 1447236 1511717 1559808 1779586 1649347 1342384
- Imprenta 149415 85804 104917 91147 78797 144448 156716 123677 88980 104728 94515 125211 98173 169589 104433 106234
SUBTOTAL BIENES DE CONSUMO 16018423 12441288 13630597 12565833 11420638 13677888 15725384 12618523 11638204 16541311 21229762 20695106 19847380 19664866 20605825 20493059
MATERIAS PRIMAS 12930759 8105261 8475339 10046445 11231670 12795691 11237644 9512909 11222624 13853405 16869414 12999838 14986174 15045277 15682674 13649047
- Productos de minerales no metálicos 1195516 230308 165355 177905 53436 148844 196867 195331 310687 267734 350920 348043 1202650 996105 682657 511189
COMBUSTIBLES 3127746 3403992 3985839 4590857 4008438 3723110 7453514 6142704 7414897 8505023 9493048 10913765 13657247 15219285 17660350 19639360
TOTAL DE LA MUESTRA 32076928 23950541 26091774 27203134 26660746 30196688 34416543 28274136 30275726 38899739 47592224 44608709 48490800 49929428 53948849 53781467
II) Indices de volumen 1911=100
BEBIDAS 100,0 55,2 47,8 28,6 28,4 40,1 34,9 20,7 20,7 45,4 49,9 58,1 39,6 20,5 21,2 24,8
TABACO 100,0 100,4 83,1 83,2 64,8 67,5 91,6 82,3 50,7 118,7 123,0 123,4 179,1 209,8 194,5 172,9
ALIMENTOS 100,0 83,9 110,6 79,7 77,2 92,1 114,4 96,3 99,7 141,5 197,7 197,8 181,4 178,3 192,0 203,5
TEXTIL* 100,0 74,6 70,2 87,9 79,5 92,1 102,2 74,3 55,2 77,6 90,7 82,1 83,0 87,2 89,2 79,5
- Textil de lana y mezcla 100,0 65,1 53,6 61,2 59,9 65,2 78,6 64,7 78,0 107,8 117,0 126,3 116,8 129,1 140,0 123,4
- Textil de algodón y mezcla 100,0 78,4 70,2 84,4 73,9 74,9 74,4 54,4 47,7 62,4 79,3 65,5 57,7 63,6 54,8 49,0
- Textil de hilo, seda y otros 100,0 72,2 90,4 132,8 123,5 187,5 231,4 158,4 54,5 96,5 100,3 88,4 134,0 121,6 152,4 136,9
VESTIMENTA 100,0 57,2 63,6 62,7 36,8 50,0 66,2 56,5 38,4 46,9 88,2 27,5 40,7 35,6 34,3 28,8
CALZADO 100,0 46,7 22,7 36,3 21,7 20,6 9,4 14,4 27,1 83,8 99,6 127,6 172,9 93,4 242,0 106,3
VARIAS 100,0 97,5 103,0 92,1 73,0 95,0 102,0 102,9 115,2 147,3 169,7 179,9 189,3 195,8 188,7 188,0
- Papel y productos de papel 100,0 83,9 129,3 128,4 107,3 180,2 170,5 162,2 154,2 210,0 240,7 251,5 259,5 296,0 274,4 223,3
- Imprenta 100,0 57,4 70,2 61,0 52,7 96,7 104,9 82,8 59,6 70,1 63,3 83,8 65,7 113,5 69,9 71,1
SUBTOTAL BIENES DE CONSUMO 100,0 77,7 85,1 78,4 71,3 85,4 98,2 78,8 72,7 103,3 132,5 129,2 123,9 122,8 128,6 127,9
MATERIAS PRIMAS 100,0 62,7 65,5 77,7 86,9 99,0 86,9 73,6 86,8 107,1 130,5 100,5 115,9 116,4 121,3 105,6
- Productos de minerales no metálicos 100,0 19,3 13,8 14,9 4,5 12,5 16,5 16,3 26,0 22,4 29,4 29,1 100,6 83,3 57,1 42,8
COMBUSTIBLES 100,0 108,8 127,4 146,8 128,2 119,0 238,3 196,4 237,1 271,9 303,5 348,9 436,6 486,6 564,6 627,9
TOTAL DE LA MUESTRA 100,0 74,7 81,3 84,8 83,1 94,1 107,3 88,1 94,4 121,3 148,4 139,1 151,2 155,7 168,2 167,7
Fuente: Anuarios Estadísticos de la Dirección General de Estadística, y Comercio Exterior de la Oficina Estadística Comercial años 1915-1917
* Incluye géneros, tejidos y la producción textil elaborada en el mismo establecimiento productor de la materia prima. Ver CIUU Rev.1
Nota: La representatividad de la muestra a precios corrientes, es de un 78% en el año 1911 y un 75% en 1929, años en los que se relevaron volúmenes y valores corrientes de todos los productos de la muestra.
El total no incluye las importaciones de maquinarias, equipo de transporte, ganado en pie y artículos para las oficinas públicas.
40
CUADRO AE4
IMPORTACIONES 1911-1930
I) Indices de volumen físico 1911=100
CONCEPTO/AÑO 1911 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930
BEBIDAS 100.0 55.2 47.8 28.6 28.4 40.1 34.9 20.7 20.7 45.4 49.9 58.1 39.6 20.5 21.2 24.8
TABACO 100.0 100.4 83.1 83.2 64.8 67.5 91.6 82.3 50.7 118.7 123.0 123.4 179.1 209.8 194.5 172.9
ALIMENTOS 100.0 83.9 110.6 79.7 77.2 92.1 114.4 96.3 99.7 141.5 197.7 197.8 181.4 178.3 192.0 203.5
TEXTIL* 100.0 74.6 70.2 87.9 79.5 92.1 102.2 74.3 55.2 77.6 90.7 82.1 83.0 87.2 89.2 79.5
- Textil de lana y mezcla 100.0 65.1 53.6 61.2 59.9 65.2 78.6 64.7 78.0 107.8 117.0 126.3 116.8 129.1 140.0 123.4
- Textil de algodón y mezcla 100.0 78.4 70.2 84.4 73.9 74.9 74.4 54.4 47.7 62.4 79.3 65.5 57.7 63.6 54.8 49.0
- Textil de hilo, seda y otros 100.0 72.2 90.4 132.8 123.5 187.5 231.4 158.4 54.5 96.5 100.3 88.4 134.0 121.6 152.4 136.9
VESTIMENTA 100.0 57.2 63.6 62.7 36.8 50.0 66.2 56.5 38.4 46.9 88.2 27.5 40.7 35.6 34.3 28.8
CALZADO 100.0 46.7 22.7 36.3 21.7 20.6 9.4 14.4 27.1 83.8 99.6 127.6 172.9 93.4 242.0 106.3
VARIAS 100.0 97.5 103.0 92.1 73.0 95.0 102.0 102.9 115.2 147.3 169.7 179.9 189.3 195.8 188.7 188.0
- Papel y productos de papel 100.0 83.9 129.3 128.4 107.3 180.2 170.5 162.2 154.2 210.0 240.7 251.5 259.5 296.0 274.4 223.3
- Imprenta 100.0 57.4 70.2 61.0 52.7 96.7 104.9 82.8 59.6 70.1 63.3 83.8 65.7 113.5 69.9 71.1
SUBTOTAL BIENES DE CONSUMO 100.0 77.7 85.1 78.4 71.3 85.4 98.2 78.8 72.7 103.3 132.5 129.2 123.9 122.8 128.6 127.9
MATERIAS PRIMAS 100.0 62.7 65.5 77.7 86.9 99.0 86.9 73.6 86.8 107.1 130.5 100.5 115.9 116.4 121.3 105.6
- Productos de minerales no metálicos 100.0 19.3 13.8 14.9 4.5 12.5 16.5 16.3 26.0 22.4 29.4 29.1 100.6 83.3 57.1 42.8
COMBUSTIBLES 100.0 108.8 127.4 146.8 128.2 119.0 238.3 196.4 237.1 271.9 303.5 348.9 436.6 486.6 564.6 627.9
TOTAL DE LA MUESTRA 100.0 74.7 81.3 84.8 83.1 94.1 107.3 88.1 94.4 121.3 148.4 139.1 151.2 155.7 168.2 167.7
II) IMPORTACIONES POR HABITANTE - INDICES 1911=100
BEBIDAS 100.0 50.1 42.6 25.1 24.4 33.8 28.8 16.7 16.3 34.3 36.9 41.9 27.9 14.1 14.2 16.4
TABACO 100.0 91.2 74.2 72.8 55.7 56.9 75.6 66.4 40.0 89.7 90.8 88.9 126.1 144.3 130.7 114.3
ALIMENTOS 100.0 76.3 98.6 69.8 66.4 77.7 94.5 77.8 78.7 106.9 145.9 142.6 127.7 122.6 129.0 134.5
TEXTIL* 100.0 67.8 62.6 76.9 68.3 77.8 84.3 60.0 43.6 58.7 66.9 59.2 58.5 59.9 59.9 52.5
- Textil de lana y mezcla 100.0 59.1 47.8 53.6 51.5 55.0 64.9 52.3 61.6 81.4 86.3 91.1 82.2 88.8 94.1 81.6
- Textil de algodón y mezcla 100.0 71.2 62.6 73.9 63.6 63.2 61.5 43.9 37.7 47.1 58.5 47.2 40.7 43.8 36.8 32.4
- Textil de hilo, seda y otros 100.0 65.6 80.6 116.3 106.2 158.2 191.1 127.9 43.0 72.9 74.0 63.7 94.3 83.6 102.4 90.4
VESTIMENTA 100.0 52.0 56.7 54.9 31.6 42.2 54.7 45.6 30.3 35.4 65.1 19.9 28.6 24.5 23.0 19.0
CALZADO 100.0 42.4 20.2 31.8 18.6 17.4 7.7 11.6 21.4 63.3 73.5 92.0 121.7 64.2 162.5 70.2
VARIAS 100.0 88.6 91.9 80.7 62.8 80.2 84.2 83.1 91.0 111.3 125.2 129.7 133.3 134.7 126.8 124.2
- Papel y productos de papel 100.0 76.3 115.4 112.5 92.3 152.1 140.8 131.0 121.8 158.7 177.7 181.3 182.7 203.6 184.3 147.6
- Imprenta 100.0 52.2 62.6 53.4 45.3 81.6 86.6 66.8 47.0 53.0 46.7 60.4 46.3 78.1 47.0 47.0
SUBTOTAL BIENES DE CONSUMO 100.0 70.6 75.9 68.7 61.3 72.1 81.0 63.6 57.4 78.0 97.8 93.1 87.2 84.4 86.4 84.5
MATERIAS PRIMAS 100.0 57.0 58.5 68.0 74.7 83.5 71.7 59.4 68.6 81.0 96.3 72.5 81.6 80.0 81.5 69.8
- Productos de minerales no metálicos 100.0 17.5 12.3 13.0 3.8 10.5 13.6 13.2 20.5 16.9 21.7 21.0 70.8 57.3 38.4 28.3
COMBUSTIBLES 100.0 98.9 113.7 128.5 110.2 100.5 196.7 158.6 187.2 205.5 224.0 251.5 307.5 334.7 379.3 414.9
TOTAL DE LA MUESTRA 100.0 67.8 72.6 74.3 71.5 79.5 88.6 71.2 74.5 91.6 109.5 100.3 106.4 107.1 113.0 110.8
Fuente: Anuarios Estadísticos.
PRODUCTO DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA 1911-1930
1. Indices de Volumen Físico 1911=100
Total 100.0 65.3 77.5 78.3 92.0 92.2 114.0 100.8 122.8 125.2 125.4 127.2 141.7 157.9 159.6 171.1
Alimentos 100.0 112.6 151.7 107.4 177.5 110.2 149.4 176.8 119.1 159.6 125.6 142.1 144.3 164.9 152.2 194.8
Bebidas 100.0 84.4 109.9 111.0 134.4 129.2 160.4 183.7 192.9 196.0 217.6 209.1 265.9 245.5 285.9 298.5
Textil 100.0 65.3 58.1 63.7 76.2 120.3 178.0 233.1 283.9 289.5 236.5 212.9 170.4 179.4 179.3 188.8
2. Producto por habitante - Indices 1911=100 -
Total 100.0 59.4 69.1 68.6 79.1 77.9 94.1 81.4 97.0 94.6 92.6 91.7 99.8 108.6 107.2 113.1
Alimentos 100.0 102.3 135.3 94.1 152.6 93.0 123.3 142.8 94.0 120.6 92.7 102.4 101.6 113.4 102.3 128.7
Bebidas 100.0 76.7 98.1 97.2 115.5 109.0 132.4 148.4 152.3 148.1 160.6 150.7 187.2 168.8 192.0 197.3
Textil 100.0 59.4 51.8 55.8 65.5 101.6 147.0 188.3 224.2 218.7 174.5 153.5 120.0 123.4 120.5 124.8
Fuente: Bertino-Tajam 1999
41
ANEXO GRÁFICO
GRÁFICA AG1
1000
Producto
Import.
100
1875 1887 1899 1911 1927
Fuente: Millot-Bertino; Bértola; Bertino-Tajam; Anuarios Estadísticos
GRÁFICA AG2
1000
IMPORTACION Y PRODUCCION DEL COMPLEJO HARINERO 1911-1930
Indices de volumen físico 1911=100 - Escala logarítmica
Producto
Import.
100
10
1911 1918 1922 1927
Fuente: Idem.
NOTA: El complejo harinero comprende la producción de harina, panificación, confitería, fideería y fábricas de pastas
42
GRÁFICA AG3
10000
1000
100
10
Producto
Import.
1
1875 1887 1899 1911 1927
GRÁFICA AG4
10000
1000
100
Producto
Import.
10
1892 1901 1910 1922
43
GRÁFICA AG5
10000,0
IMPORTACIONES Y PRODUCTO DE
LA INDUSTRIA TEXTIL 1900-1930
Indices 1900=100 Escala logarítmica
Import.
1000,0 Producto
100,0
10,0
1900 1904 1908 1915 1919 1924 1928
GRÁFICA AG6
10000
100
Producto
Import.
1
1900 1903 1906 1909 1915 1918 1921 1925 1928
44
GRÁFICA AG7
300
PRODUCTO E IMPORTACIONES DE BIENES MANUFACTURADOS
TEXTILES DE ALGODÓN 1900-1930
INDICES 1911=100
250
200
Import. Producto
150
100
50
0
1900 1905 1910 1918 1924 1929
GRÁFICA AG8
10000
IMPORTACIONES Y PRODUCTO DE PAPEL Y PRODUCTOS DE PAPEL
1900-1930
Indices de volumen físico 1900=100 - Escala logarítmica
Producto
Import.
1000
100
10
1900 1904 1908 1915 1919 1924 1928
45
GRÁFICA AG9
10000
IMPORTACION Y PRODUCCION DE PRODUCTOS DE IMPRENTA 1877-1930
Indices de volumen físico 1877=100 - Escala logarítmica
Producto
1000 Import.
100
Fuente: Idem
10
1877 1891 1905 1922
GRÁFICA AG10
10000
IMPORTACIÓN Y PRODUCCIÓN DE PRODUCTOS DE
MINERALES NO METÁLICOS 1877-1930
Indices de volumen físico 1877=100 - Escala logarítmica
Producto
Import.
1000
100
1877 1891 1905 1922
46
21
La Población en Edad de Trabajar queda delimitada por el tramo etario que va de los 14 a los 65 años.
Se la considera como indicador de la oferta potencial de fuerza de trabajo. En este caso, de acuerdo a lo
que permiten los tramos de las estimaciones de Pereira y Trajtenberg, la calculamos como la población
entre 15 y 65 años.
22
La Población Activa o Población Económicamente Activa (PEA) se define como todas aquellas
personas que, en edad de trabajar (14-65 años), desean trabajar. Incluye por tanto a ocupados y
desocupados. Se considera como indicador de la oferta efectiva de fuerza de trabajo.
23
Esta información ha sido reconstruida a partir de las siguientes fuentes: de Millot y Bertino (1996)
tomamos su estimación del empleo industrial en el año 1908 realizada a partir del Censo de Población de
ese año; de Luis Bértola (1991: 80), los correspondientes a los años 1919, 1922 y 1926 tomados a su vez
47
CUADRO 1.1
INDUSTRIA 1911-1930
Tasas de crecimiento
Período Valor Personal PEA Salario
agregado ocupado TOTAL real
1911-30 2,3 2,7 2,4 1,0
1911-20 -1,2 -1,7 1,9 -2,9
1920-30 5,5 6,8 2,9 4,7
Fuente: Millot-Bertino 1996; Bértola 1991; Censo Industrial 1936
El cuadro 1.1 recoge el resultado del empalme de los datos recabados. Aunque
se trata de una unión de datos puntuales para algunos años separados entre sí, pueden
observarse las grandes tendencias del empleo industrial24 : cae hasta 1919 (en el marco
de la crisis de guerra y posguerra), para acompañar desde entonces el proceso de
recuperación económica hasta 1930. El rango de la caída del empleo entre 1911 y 1919
no puede considerarse un reflejo exacto de lo realmente sucedido pues no tenemos
fechas intermedias. Es muy probable que aquella haya sido aun mayor en consonancia
con la del producto (que hemos seña lado como indicador de la demanda de fuerza de
trabajo). La información para los años 20 es más completa. Como se observa claramente
en el Gráfico 1.1, entre 1920 y 1930 el empleo acompaña perfectamente al producto.
GRAFICO 1.1
180
INDUSTRIA 1908-1930
Valor Agregado y Empleo - Indices 1911=100
160
140
EMPLEO
VAB
120
100
80
60
40
1908 1911 1914 1917 1920 1923 1926 1929
Hasta 1930 el personal ocupado en la industria creció casi al mismo ritmo que la
PEA y un poco por encima del producto. En los años veinte se produjo un ritmo muy
de los informes de la Oficina Nacional del Trabajo; y del Censo Industrial de 1936 los de 1930.
24
De acuerdo con el Censo de 1936, el personal ocupado en la industria de la construcción constituía el
6% del personal ocupado en la industria. En 1930 dicho porcentaje habría ascendido al 16%.
48
superior de crecimiento tanto del empleo como del producto industrial. En 1930 había
30 mil puestos de trabajo adicionales respecto a 1911, lo que representa un aumento del
65% del empleo industrial entre esos años.
Este apartado trata de salvar en parte el fuerte sesgo que nuestro trabajo presenta
hacia el estudio de la oferta industrial. Aquí sólo avanzamos en la estimación de la
demanda agregada. Se podría avanzar más en su estudio incorporando otros asuntos. En
primer lugar, el papel del gasto público. Este factor debió ser particularmente
importante en una época de expansión de la Administración y de los servicios públicos.
Piénsese por ejemplo en el rol de la educación y la salud públicas, así como el ejército,
en tanto demandantes de bienes manufacturados (papel, útiles, uniformes, mobiliario,
medicamentos, instrumental médico, etc.). De igual modo, el impacto de la inversión
pública sobre la industria de la construcción y sus efectos multiplicadores sobre la
industria manufacturera. En segundo lugar, los cambios en las pautas de consumo –en
un país que recibía fuertes oleadas inmigratorias, se urbanizaba, comenzaba a integrarse
socialmente y experimentaba una cierta elevación del nivel de ingreso y del nivel
educativo– también han de haber tenido impactos sobre la composición de la demanda.
He aquí dos posibles rumbos para la investigación futura sobre el tema de la demanda
industrial. Aquí nos limitamos a intentar estimar la evolución de la demanda agregada
sin considerar estos factores.
25
Leyes y Decretos sobre Impuestos Internos, Dirección General de Impuestos Internos, Imprenta
Nacional, Montevideo 1928. La recaudación incluye los impuestos sobre alcoholes, cerveza, fósforos,
tabaco, especialidades farmacéuticas, perfumería, vinos, naipes, champagne, pasajes e impuestos a las
carreras. El universo impositivo no es muy amplio, pero igualmente es un indicador válido para el
consumo de la época.
26
Pereira y Trajtenberg 1966, Cap. II, ps. 121-127 y cuadros 65 y 66.
27
Bértola, L., Calicchio, L., Camou, M., Porcile, G., 1999.
50
GRAFICO 2.1
170
150
VAB Ind.Man.
Demanda I
130 Demanda II
110
90
70
Fuente: Cuadro
50
1907 1909 1911 1913 1915 1917 1919 1921 1923 1925 1927 1929
Al respecto dice Jacob citando a Morató: “ ... entre 1914 y 1925 ... el consumo
había crecido y por muy diversas causas: extensión del crédito público y privado,
extensión del beneficio de las jubilaciones creadas en 1919, aumento del número de
funcionarios (30.000 en 1930), utilización de mano de obra en gran escala, salario
mínimo impuesto en las obras públicas. La creación de las empresas estatales
requirieron una sostenida demanda de bienes y servicios ...” (Jacob 1981(a): 94). A
todo ello Jacob agrega, para el mismo período, el incremento del poder de compra del
salario, resultante de un aumento del 60% de los salarios en la industria frente a un
incremento del costo de vida del 25%. 28
28
La evolución del salario real no fue uniforme a lo largo de todo el período considerado. Si bien cayó
durante la primera guerra, creció en los años veinte compensando y superando los niveles de preguerra.
29
El nivel de actividad está asociado al PBI, definido éste como el resultado de la actividad económica.
30
Por nivel de ingresos estamos haciendo referencia al ingreso promedio derivado de una determinada
masa salarial repartida por la población ocupada.
51
31
Limitamos el estudio del nivel de ingresos a la evolución salarial. Más allá de las limitaciones que nos
impone la disponibilidad de la información relativa a otros ingresos en el período, en este caso específico
es mejor el salario, pues los bienes salario son los que más se sustituyeron. Los bienes salario son
aquellos que están comprendidos en la canasta de consumo familiar de los asalariados.
52
Con relación a la inversión, pese a que el saldo en cuenta corriente dejó de ser
superavitario después de 1920 (Tajam 2000), el país pudo financiar las crecientes
necesidades de combustibles importados y un considerable aumento de la importación
de bienes de capital con destino a la producción industrial, en particular hacia el final de
los veinte. Finch constató este incremento a través de una laboriosa clasificación de las
importaciones (Finch 1980: 268, cuadro 5.8), que no deja lugar a dudas sobre dicho
fenómeno. En primer lugar, las importaciones de maquinarias y equipo para la industria
duplicaron su participación en el total importado en el período 1899-1910. Con este
antecedente, la inversión industrial continuó hasta 1929, donde dicha participación ya
triplicaba la de principios de siglo. 32
Puede observarse que hubo un período de inversión importante desde 1904 hasta
poco antes de la PGM, y luego una gran caída probablemente originada en las
restricciones del comercio internacional. La recuperación de lo s niveles de inversión fija
anteriores sólo se logra en 1924, punto de partida de un nuevo impulso inversor que se
mantiene hasta 1929.
Las tres series revelan la misma tendencia, con diferencias que surgen de la
aplicación de diferentes deflactores: en las dos primeras los valores de aforo y en la
tercera los precios internacionales de los bienes de capital. Dichas tendencias coinciden
con las del crecimiento industrial: caída del producto hasta 1915, recuperación hacia
inicios de los veinte, estancamiento y luego crecimiento a partir de 1925. Hasta 1920, la
información disponible permitió observar el fenómeno inversionista a nivel sectorial (lo
cual no es posible para el período posterior), evidenciando destinos destacados y
crecientes en metalurgia, imprenta, papel y cartón, madera, y alimentación. En
vestimenta y calzado la inversión continuó siendo la más importante en valor absoluto
pero con una participación descendente.
32
Sobre importaciones de bienes de capital para el período 1925-1930, ver también Millot-Silva-Silva
(1973: 263, cuadro 34). Quedan claras allí las dificultades para manejar información sobre el destino
sectorial de este tipo de importaciones.
53
CUADRO 3.1
GRAFICO 3.1
350
IMPORTACIONES DE MAQUINARIA PARA
LA INDUSTRIA MANUFACTURERA 1900-1930
Período 1900-21 a precios de 1911 (Indices 1921=100)
Período 1924-30 a precios de 1925 (Indice 1924=100)
300 Período 1900-30 (interlineado) a precios de 1913 (Indices 1922=100)
250
200
1921=100
150 1925=100
1922=100
100
50
0
1900 1903 1906 1909 1912 1915 1918 1921 1924 1927 1930
33
Ésta supone la obtención de un excedente económico tal que permita el ahorro y la inversión necesarios
para el crecimiento.
34
El Valor Agregado Bruto (VAB) expresa por un lado el valor de la producción exento de las materias
primas utilizadas, y por otro la suma de las remuneraciones de quienes participaron en el proceso
productivo: salarios, beneficios, rentas, intereses, alquileres, impuestos. Las utilidades brutas se pueden
estimar entonces mediante la diferencia del Valor Agregado Bruto Industrial y la Masa Salarial.
Modernamente este concepto se conoce como Excedente Bruto de Explotación, el cual incluye beneficios,
rentas, intereses, alquileres e impuestos. El cálculo de la plusvalía realizado por Millot, Silva y Silva para
el período 1930-1947 se basa en la misma operación (ver MSS 1971: cuadro 3), pero con información
mucho más consistente. De todas maneras los resultados son compatibles: la tasa de explotación
(exc edente/salarios*100) que resulta de nuestras estimaciones es apenas un 12% superior a la tasa de
plusvalía que MSS calculan para el año 1930.
55
GRAFICO 3.2
180
160
140
120
100
Ex.B.Exp.Real
80
Salario Real
Lineal (Ex.B.Exp.Real)
40
1900 1903 1906 1909 1912 1915 1918 1921 1924 1927 1930
35
Estos precios surgen en forma “implícita” de la estimación del producto manufacturero, al calcularlos
como el cociente entre los índices de valor corriente y de volumen físico (Bertino y Tajam 1999, cuadros
6 y 7).
36
En este caso hemos deducido del valor agregado de la industria manufacturera total estimada en
Bertino-Tajam 1999, el valor de la producción de carnes, harina y textiles que fueron exportados durante
56
CUADRO 3.2
el período 1911-1930.
57
37
Agradecemos esta última observación a Raúl Jacob.
38
El sistema de cuentas nacionales desarrolla un método para relevar las posibles traslaciones de ingresos
entre los sectores económicos integrados al cálculo del PBI, conceptualmente similar al empleado en el
cálculo del efecto de términos del intercambio (Tajam 2000). Dicho instrumento se basa en las diferencias
entre la evolución de los precios sectoriales con el índice general de precios del PBI a partir de un año
base. Los sectores cuyos precios superan al índice general se ven beneficiados en las transacciones
sectoriales con al menos uno de los restantes sectores. Y viceversa. El cálculo del monto efectivo que
implican dichas traslaciones se realiza multiplicando el PBI anual a precios del año base de cada sector
por la relación de precios a que aludíamos, en el mismo año. La suma de las traslaciones, unas positivas y
otras negativas, debe ser nula en cada año calculado. Hemos utilizado las estimaciones del PBI realizadas
por Bertino-Tajam (1999), asumiendo las limitaciones que implica la no inclusión en su cálculo de los
sectores comercio y servicios financieros.
58
Con los avances registrados en la estimación sectorial del PBI ahora disponemos
de mejores elementos para opinar sobre el alcance y el grado de acierto de estas
afirmaciones. Hemos estimado que la industria manufacturera captó ingresos de otros
sectores de la economía por la vía de la relación de precios internos. Como puede
observarse en el cuadro anterior, esta relación le fue favorable durante la ma yor parte
del período 1900-1930, con la única excepción de los años comprendidos entre el fin de
la Primera Guerra Mundial y la crisis de posguerra (1917-1924). Esto sucedió en
particular en desmedro del sector pecuario.
39
El alcance general de esta afirmación no desconoce la existencia de casos verificados de industriales
que realizaban inversiones en otras actividades (el agro, la banca o la construcción). La constatación de
que el nivel de rentabilidad de la industria manufacturera era elevado no implica que necesariamente
todos los industriales reinvirtiesen sus utilidades únicamente en el sector.