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Levinsky
Este capítulo continúa investigando las reacciones contratransferenciales como una modalidad de comunicación y percepción dentro del proceso psicoanalítico. Originalmente, la contratransferencia se consideraba un obstáculo, pero ahora se reconoce que puede ser un instrumento útil para comprender las fantasías inconscientes del paciente. La relación transferencial/contratransferencial es compleja y puede verse afectada por los conflictos no resueltos del analista, aunque un análisis propio es fundamental para reconocerlos.
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Levinsky
Este capítulo continúa investigando las reacciones contratransferenciales como una modalidad de comunicación y percepción dentro del proceso psicoanalítico. Originalmente, la contratransferencia se consideraba un obstáculo, pero ahora se reconoce que puede ser un instrumento útil para comprender las fantasías inconscientes del paciente. La relación transferencial/contratransferencial es compleja y puede verse afectada por los conflictos no resueltos del analista, aunque un análisis propio es fundamental para reconocerlos.
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Lenguaje preverbal está compuesto por un conjunto de elementos comunicativos, muchos de
ellos heredados onto y filogenéticamente como modelos de actitud psíquica. Se parece, en la
relación analítica, a la modulación de la voz del analista ante cierto estado emocional del analizando, reproduciendo inconscientemente algo vivido o anhelado de ser vivido en la relación dual madre /bebé. La evolución de la comunicación y consecuentemente del lenguaje se da a partir de los estímulos provenientes de las interacciones integraciones sociales, biológicas y psicológicas. El autor parte del concepto clásico que considera la contratransferencia como el conjunto de las reacciones inconscientes del analista frente a la persona del analizando, y especialmente, frente a la transferencia de éste. A su vez piensa, que la esencia de la comunicación preverbal está en ese fenómeno que transmite la idea de fusión,de no diferenciación entre el paciente y el analista, entre el self y el objeto. La base es el proceso mencionado parece estar calcada en el mecanismo de identificación proyectiva. La vivencia de indiscriminación corresponde a un estado de mente tan primitivo que antecede a lenguaje simbólico. El analista, en la contratransferencia, con su experiencia y conocimientos, por resonancia o confrontándose, tiene mayores posibilidades de lograr niveles más profundos de percepción de sus vivencias y fantasías, a partir de la percepción de reflejos de su reacción inconsciente. Esas condiciones le permiten formular hipótesis sobre el inconsciente primitivo del paciente.se trata de vivencias de estados fusionales, catastróficos, de un intenso desamparo, separación, nacimiento, de un sentimiento que amalgama aspectos contradictorios del self, que expresan los orígenes de la formación y organización del self primitivo. En ese lugar se inserta el alcance del significado de inscripción mental preverbal y la contratransferencia. El autor no ve cómo considerar la reacción del analista independientemente de sus propios conflictos y/o te las características de su archivo psíquico primitivo. Por otra parte, la cualidad de la reacción del analista tendrá que ver con la intensidad del identificación proyectiva del paciente, y también con algo profundamente reprimido en su ser, que puede aparecer en la superficie movilizado por los conflictos del paciente o jamás vivido por el analista hasta que ambos se descubran. La interpretación simbólica difiere de la interpretación preverbal. Esta última es un paso evolutivo de la comunicación para lograr la elaboración simbólica en la relación transferencial. La percepción y la elaboración de ese momento, por el analista,sirven de sustrato para una eventual interpretación verbal. el autor considera que el uso de la contratransferencia es de suma importancia para el analista en la captación de los afectos cuyas primeras representaciones no encuentran vías más elaboradas de expresión simbólica. Ella se hace con el cuerpo. Es algo que está en las entrelíneas, en la musicalidad de la voz, en las pausas, en la mímica, etc. Son situaciones emocionales, vinculadas con las primeras identificaciones y con el almacenado de las primeras experiencias que surgen a partir del vínculo madre/ bebé. Son vivencias que, por su primitividad, no fueron codificadas simbólicamente por cuestiones de desarrollo estructural neurológico y psíquico, o fueron intensamente reprimidas y se expresan por representaciones presimbolicas, denominadas por Segal como ecuaciones simbólicas. En circunstancias de intensa carga emocional, parte de la mente del analista, o incluso toda, puede hacer una regresión temporaria y él no podrá nada más que comunicarse por medio de los mismos elementos que su paciente. La teoría de Bion permite comprender las variaciones de los estados mentales dentro de los cuales fluctúan el analista y el analizando. La madurez analítica deberá contribuir para la evolución de la relación. En el trabajo con adolescentes, el analista es sometido a situaciones regresivas, gracias a la presencia maciza de mecanismos psíquicos primitivos originados por la indiscriminaciones propias de la etapa del desarrollo. Puedes llegar a faltarle palabras al analista cuya comunicación en nivel primitivo consiste en compartir, con su presencia tranquila (función continente) y empática, las vivencias y sentimientos del paciente, las que adquieren el valor de una interpretación. Esa disponibilidad afectiva abre caminos en dirección al desarrollo de un sentimiento de continuidad y de confianza en relación con la permanencia del objeto. El autor considera que la madre y el hijo encuentran resonancia o disonancia en el acto de amamantar o el experiencia de sufrimiento de uno y de otro, en la dependencia de la calidad y de la naturaleza de esa integración recíproca. Las sucesivas repeticiones de situaciones semejantes dejarán inscriptas en la memoria afectiva tales representaciones, que se va al interligando y formando una red de relaciones más complejas. En los primeros momentos de la relación humana existe, por parte del bebé, el apoderamiento de la presencia materna, que será la base de la organización del vínculo y que dará significado a las manifestaciones afectivas del bebé. Los movimientos maternos se dirigen al encuentro de la satisfacción de los deseos del bebé, creando de esa forma la ilusión de omnipotencia, o sea, de un sentimiento de existencia. En el proceso mencionado,que se establece a partir de las primeras evaluaciones maternas, el Progreso cognitivo evoluciona y contribuye progresivamente al desarrollo de las representaciones y de la vida de investidura afectiva. Ese conjunto de elementos camina parte dentro de una secuencia genéticamente programada y parte como fruto de la interacción e integración entre condiciones biológicas, psicológicas y sociales que accionan en el desarrollo. La actualización de las vivencias primitivas, asociadas de la biografía del individuo y a las fantasías que integran su mundo mental, podrá pasar de un nivel preconceptual a la realización y elaboración de un concepto, siendo éste el momento en que una interpretación verbal podrá ser formulada. Segal nos dice que las primeras representaciones, que comprenden las ecuaciones simbólicas, son sentidas por el yo no como símbolos o sustitutos, sino como el propio objeto original. En las regresiones o fijaciones existe un trastorno perceptivo y de evaluación de la realidad interna y objetiva, fruto de una identificación proyectiva muy intensa y vivida con concretud. Le cabe al analista ofrecer condiciones como para que el paciente pueda, a partir de la concretud, discriminar y descodificar la experiencia emocional. El autor menciona, que la diferenciación entre el paciente y el analista temporalmente se oscurece. La contratransferencia es el elemento que le permitirá al analista evolucionar hacia lo simbólico cuando retomé la posición depresiva.se trata de situaciones de extremada angustia para el par analítico, debido a la proximidad concreta existente entre los dos. Si entendemos que comunicación es cualquier cambio perceptible de comportamiento, ya sea intencional o no, dirigido o no, la relación que se establece entre el analista y el analizando es un medio de comunicación preverbal,lo que antecede a la organización del pensamiento simbólico, y por lo tanto, de la palabra. El acting out, como otras manifestaciones corporales, puede estar vinculado a la vida mental primitiva como medio de comunicación. Su dramatización concreta e inconsciente no necesita ser obligatoriamente fruto de la represión. Puede ser una forma primitiva y original del proceso evolutivo de la comunicación.
CAPÍTULO 10- CONTRATRANSFERENCIA EN EL ANÁLISIS DE ADOLESCENTES: UNA
MODALIDAD DE COMUNICACIÓN Y PERCEPCIÓN
En este capítulo se continuará las investigaciones sobre las reacciones contratransferenciales
como modalidad de comunicación y percepción dentro del proceso psicoanalítico. La contratransferencia, como concepto clásico, era considerada un obstáculo para el desarrollo del trabajo psicoanalítico, ya que era entendida como la respuesta inconsciente del analista ante los estímulos emocionales provenientes del paciente, particularmente los provenientes de la transferencia, obstruyendo o degradando las percepciones de la mente del analizando. Con la evolución del psicoanálisis, se introdujeron nuevos conceptos y técnicas de trabajo que transforman la presencia de la contratransferencia, en la relación analítica, es un instrumento útil y sensible para la aprehensión de las fantasías inconscientes del paciente, a partir de la identificación de aspectos del pasado emocional del analista. Etchegoyen sintetiza los pensamientos de Racket sobre las dos clases de contratransferencia identificadas por ese autor: las concordantes y las complementarias. En la contratransferencia concordante, el analista identifica su yo con el del analizando y, al mismo tiempo, en relación con las otras partes de la personalidad, el ello y el superyó. En otros casos, el yo del analista se identifica con los objetos internos del analizando, y a ese tipo de fenómeno se lo denomina contratransferencia complementaria. La idea que se está exponiendo, está vinculada a las relaciones contratransferenciales, concordantes y complementarias, que desempeñan una función colaboradora en la elaboración de los procesos psíquicos, provenientes del intercambio existente en la relación transferencial/ contratransferencial. La relación transferencial/ contratransferencial es compleja. En parte, se origina en la posibilidad de que aspectos estructurales y funcionales de la psicopatología inconsciente del analista interfieran en sus reacciones frente a las manifestaciones transferenciales del paciente. El análisis del analista es fundamental para que él pueda tener acceso a sus conflictos no trabajados. Sin embargo, el autor considera, que es una utopía creer en la posibilidad de una relación efectivamente pura y neutra del analista, fenómeno que descaracteriza a la naturaleza de la relación humana. Winnicott destaca cómo, a partir de nuestras reacciones contratransferenciales, podemos sacar provecho y ayudar a nuestro paciente para que él viva afectos o aspectos básicos de su personalidad, tales como odio, envidia, partes no integradas del self, haciéndose a partir de nuestras reacciones durante la sesión analítica. Eso no implica que el analista deba dejar de lado su capacidad de discriminar los aspectos vinculados a su vida mental y los que son propios del paciente. Levinsky considera que referirse a la contratransferencia es hablar de la propia experiencia clínica. Es poder compartir con otros analistas que entran en contacto con aspectos íntimos de su personalidad y que se manifiestan en virtud de la relación analítica. El analista no debe tener vergüenza de sí mismo, de su fallas; así podrá usarlas para evolucionar en su análisis o autoanálisis. De ese modo, también podrá entender mejor a su paciente. Se considera que a partir de lo expuesto, la contratransferencia es un instrumento útil incluso cuando el análisis no va muy bien. Cuando el analista a pesar de las dificultades para comprender al paciente, tiene su mente disponible, atenta a las dificultades de su propia vida mental, se le abren las posibilidades para lograr nuevas comprensiones de sí mismo. Por medio de su propio análisis, autoanalisis, supervisión, intercambio de ideas y lecturas con sus compañeros, el analista puede evolucionar en la elaboración de sus procesos internos, movilizados a partir de las reacciones del paciente. Levinsky considera la contratransferencia como un instrumento esencial para captar y elaborar los mecanismos primitivos de funcionamiento mental que se manifiestan mediante un lenguaje preverbal. Se refiere a las manifestaciones que anteceden al lenguaje verbal. En ese período, las representaciones simbólicas todavía se encuentran en un estado de protorepresentaciones o primeras representaciones, por tanto más cercanas a las manifestaciones corporales primitivas y sus equivalentes psíquicos. Mecanismos primitivos, tales como las identificaciones proyectivas intensas, identificación adhesiva, estados fusionales, amentales o autísticos, caracterizan a algunos aspectos de funcionamiento mental primitivo. El buen funcionamiento de la relación va a depender también de que el analista sea espontáneo, creativo y con capacidad como para desvincularse de dependencias teóricas o institucionales. Eso dependerá de que él sea capaz de contener en sí mismo la angustia y el que tenga conciencia de su ignorancia. Eso factores son condición básica para ampliar la capacidad receptiva, de observación, y aprehensión del espacio mental. La relación de proyecciones e introyecciones existente entre el analista y su paciente le posibilitará, al primero, hacer una construcción emocional. Eso significa la elaboración de aspecto suyos, a partir de proyecciones sobre el paciente y reintroyecciones provenientes de las reacciones del paciente. Ese proceso constructivo emocional contribuye para que el analista, a partir de la percepción de aspectos del paciente proyectados y reconocidos en sí, tenga la comprensión del paciente y puedo formular la interpretación. A ese respecto, se incluye la percepción de los mecanismos de defensa primitivos, de los aspectos narcisistas y de la organización del self. Sin embargo, muchas veces el analista no entiende al paciente y cae en ansiedad. En estas circunstancias, pueden ocurrir intensos mecanismos introyectivos y proyectivos duraderos, que llevan a un incremento todavía más grande de las ansiedades del analista. Defensivamente, él podrá reaccionar mediante actings out que adquieren la expresión impulsos destructivos, perjudicando la relación analítica. El analista pierde la capacidad de reparación, disminuye la percepción, la intuición, hice reciente también la sintonía entre aspecto suyo y de su paciente. Se da una pérdida del sentimiento de empatía y de comprensión. Las reacciones contratransferenciales provenientes de esa situación mencionada dejan de ser constructivas, útiles como medio de comunicación y afectan la capacidad de insight. La contratransferencia es un instrumento útil cuando hay, en la relación entre analista y analizando, un sentimiento de empatía incluso cuando las manifestaciones proyectivas e introyectivas, agresivas y amorosas, sean muy intensas. El sentimiento de empatía se manifiesta mediante un sincronismo entre la percepción del analista y del analizando. A menudo, ellos se da por comunicacion preverbal. La relación analítica reproduce, de cierta manera, la relación madre/ bebé, en el sentido que el bebé precisa soportar, en cierto grado, los objetos deteriorados de los padres para poder usufructuar los buenos objetos. La relación analítica, si el paciente puede soportar un cierto grado de inmadurez, lentitud o conflicto de su analista, él contribuirá para que el profesional pueda crecer en la relación. El analista podría evolucionar en la comprensión d aspectos oscuros y primitivos de su personalidad y entenderá mejor a su paciente. Muchos mecanismos primitivos están presentes a raíz de la crisis de la adolescencia, agravada por un yo fragilizado y mal integrado. Esos mecanismos se proyectan por medio de la relación transferencial sobre el analista, impulsándolo a reacciones contratransferenciales defensivas. Muchos análisis son abandonados, principalmente en la adolescencia, cuando el analista, según levinsky, abandona su paciente por no conseguir alcanzar manifestaciones emergentes, reflejos de sus aspectos contratransferenciales. Sabemos que la adolescencia aparecen, con facilidad, aspectos muy primitivos de la mente qué son proyectados en el analista. En el caso de que el profesional no logré darse cuenta de sus sentimientos narcisistas movilizados A partir de las proyecciones del paciente, continuará actuando sin comprender asu analizando. las reacciones contratransferenciales pueden permanecer defensivas con predominio de contra-actuaciones en relación con el paciente. El autor considera que la falsa idea defendida por muchos analistas de que los adolescentes no son analizables depende de los siguientes factores: ● la frecuencia e intensidad con que los procesos mentales primitivos del paciente afectan y remiten al analista para entrar en contacto con sus aspectos inmaduros y narcisistas. ● Aparición de aspectos poco integrados del self y de representaciones de objetos primitivos del analista. ● Los procesos de proyección pueden ser tan rápidos, intensos y profundos que el analista se hace lento en su capacidad comprensiva. El analista puede ser invadido por una gran angustia y desencadenar una serie de actuaciones defensivas. Si esta condición se prolonga o se convierte en repetitiva, la relación dual tiende a hacerse persecutoria, con pérdida del sentimiento empático y amenaza de ruptura de la relación. Bleger destaca que el proceso de identificación durante la crisis de la adolescencia es un proceso en el que el individuo busca desconectarse de un estado de no-discriminación, de no- diferenciación o fusión, que caracteriza a los primeros niveles del desarrollo. Levinsky agrega, que también persiste durante toda la vida la existencia de un estado de no-integración de la representación del self y del objeto. Identidad depende de la permanencia de la variabilidad de la estructura sincicial. Alteraciones en esa estructura conducirán a cambios en la definición de la identidad. En la relación transferencial/ contratransferencial esa situación crítica se repite y moviliza en el analista una reacción complementaria, cuyas características contienen aspectos proyectados del paciente y de su propia estructura sincicial. Levinsky consideran qué es la negación o no-identificación, por parte del analista, lo que lleva a reacciones defensivas y prejuicios para la relación analítica. Cuando los actings out contratransferenciales son rápidos y ocasionales, el analista puede llegar a no percibirlos. Pero sí él está atento al análisis de sus propias reacciones, tendrá la posibilidad de detectar reflejos de sus manifestaciones inconscientes, aunque sea a posteriori. Con eso, se abre la posibilidad de reanudar la distancia necesaria para la capacidad de pensar, reparar y elaborar, dando continuidad a la función analítica. Son movimientos regresivos involuntarios que posibilitan la identificación vivencial, antes de la emergencia de lo racional,de los fenómenos que se están dando en ese momento de la relación. Se denomina distancia necesaria, a la capacidad del analista de mantener una parte de su yo alejada y disponible (atenta) para observar y vivir los fenómenos que ocurren en la interacción entre su paciente y él, como también en el analista mismo. Esa compleja relación, que es la relación transferencial/ contratransferencial, ocurre como en cualquier relación humana, en varios niveles en que se hacen presentes los fenómenos regresivos y elaborativos. Pacientes psicóticos, bordeline y muchos adolescentes en crisis de identidad presentan una liberación de impulsividad, de agresividad, labilidad emocional, disminución de la capacidad de discriminación entre lo fantástico y lo real, entre realidad interna y mundo exterior. Existe un predominio de mecanismos defensivos primitivos como la omnipotencia, idealización, negación de la realidad e intensas identificaciones proyectivas.aparecen dificultades en la organización temporal-espacial, conflictos vinculados a la imagen corporal, y actings out frecuentes, como expresiones directas del funcionamiento mental primitivo, ese conjunto de factores enunciados expresa o se manifiesta a raíz de la fragilidad yoica. En estos pacientes, los aspectos narcisistas son fácilmente emergentes. La experiencia clínica ha demostrado que esos pacientes tienden a movilizar, en el analista, constantes reacciones contratransferenciales. Estas son consecuentes a las proyecciones intensas qué ocurren durante el proceso de individuacion y búsqueda de la identidad adulta. El manejo de las ansiedades y de los mecanismos de defensa primitivos es difícil. Ellos pueden provocar, en el analista,un sentimiento de amenaza de desintegración, de pérdida de los límites existentes entre su propio self y el objeto. Levinsky piensa que en este fenómeno recide una de las dificultades de trabajar con pacientes adolescentes. Será un analista- madre suficientemente bueno, que se permita ser el objeto continente de los impulsos amorosos y agresivos splittados. Mediante este objeto primitivo, los aspectos narcisistas del paciente podrán ser reintegrados a los diferentes aspectos del self. El analista desempeña una función que el paciente todavía no puede desempeñar por sí mismo. El paciente por medio de su experiencia analítica, vivida en la compleja relación transferencial/ contratransferencial, tiene la posibilidad de identificar, construir o reformular distorsiones ocurridas durante sus experiencias infantiles. Levinsky considera en el proceso de investigación psicoanalítica el analista necesita desarrollar algunos atributos de su personalidad, tales como: sensibilidad para los fenómenos psíquicos, humildad, una dosis de audacia, amor para buscar su verdad, la del paciente y d la relación entre ambos. Winnicott escribe sobre la importancia de que el analista sea él mismo frente a sus pacientes, ser auténtico, espontáneo, que dejes fluir a su verdadero self, el que muchas veces está oculto atrás de una supuesta neutralidad. El analista es vulnerable a sus pacientes, eso significa que él es humano y que lo pueden afectar los sentimientos y las emociones de sus clientes, y así él puede comprender los dramas y las vicisitudes de ellos.