Cuatro Catequesis para La Semana Santa
Cuatro Catequesis para La Semana Santa
Cuatro Catequesis para La Semana Santa
Arquidiócesis de Quito
Delegación de Catequesis
Centro Teológico Pastoral Arquidiocesano
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INDICE
Indice................................................................................................................................................3
Metodología………………………………………………………………………………………….…….4
ENCUENTRO N°1
He aquí que tu Rey viene a ti humilde y montado en un asno……………………………………5
ENCUDNTRO N°2
Lo que yo he hecho con ustedes, ustedes también lo hagan……………………………………9
ENCUENTRO N°3
Nos amó hasta el extremo………………………………………………………………………………13
ENCUENTRO N°4
En verdad ha resucitado el Señor, Aleluya.…………………………………………………………17
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METODOLOGÍA
Estos pequeños subsidios de catequesis de Semana Santa se han realizado para que los
niños y adolescentes que participan en la catequesis parroquial continúen con el proceso
catequético desde sus casas, animados por sus propios Padres. Son en total cuatro
encuentros que mantienen el siguiente esquema:
- Lectura Bíblica, tomada del evangelio dominical o del triduo pascual. La lectura bíblica
está acompañada de un video, al cual puedes acceder desde el link presente en cada
encuentro.
- Oración final, que es la oración que nos ha invitado hacer el Papa Francisco a la Virgen
María, Madre del Divino Amor, en estos tiempos de coronavirus.
- Para Padres de familia. Para que los Padres de Familia puedan profundizar en el tema
tratado presentamos un mensaje o una homilía, del Papa Francisco, así como también las
referencias al tema en el Catecismo de la Iglesia Católica.
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OBJETIVO
ORACIÓN INICIAL
ACTIVIDAD
2.- Mira atentamente a los dos niños. Describe qué están haciendo y reflexiona el
significado de su presencia en la iconografía.
Para profundizar en cada detalle de esta iconografía puedes visitar la siguiente página:
https://www.mercaba.org/Iconos/Meditacion/Ramos/entrada_jerusalen.htm
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COMPROMISO
Sabiendo que Jesús es el Rey humilde y sencillo que da la vida por nosotros, y que nos invita
a imitarlo ¿a qué te comprometes con tu familia durante estos días?
ORACIÓN FINAL
Se ponen de pie y en familia recitan juntos esta oración
El Domingo de Ramos es el gran pórtico que nos lleva a la Semana Santa, la semana en la
que el Señor Jesús se dirige hacia la culminación de su vida terrena. Él va a Jerusalén para
cumplir las Escrituras y para ser colgado en la cruz, el trono desde el cual reinará por los siglos,
atrayendo a sí a la humanidad de todos los tiempos y ofrecer a todos, el don de la redención.
Sabemos por los evangelios que Jesús se había encaminado hacia Jerusalén con los doce, y
que poco a poco se había ido sumando a ellos una multitud creciente de peregrinos.
Desde Betfagé, junto al monte de los olivos, Jesús avanza montado en un asno y quienes lo
acompañan cortan ramas de los árboles y comienzan a gritar las palabras del Salmo 118, las
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antiguas palabras de bendición de los peregrinos que, en este contexto, se convierten en
una proclamación mesiánica: «¡Hosanna!, bendito el que viene en el nombre del Señor. Esta
alegría festiva, transmitida por los cuatro evangelistas, es un grito de bendición, un himno de
júbilo: expresa la convicción unánime de que, en Jesús, Dios ha visitado su pueblo y ha
llegado por fin el Mesías deseado. Y todo el mundo está allí, con creciente expectación por
lo que Cristo hará una vez que entre en su ciudad.
Preguntémonos: ¿Qué late realmente en el corazón de los que aclaman a Cristo como Rey
de Israel? Ciertamente tenían su idea del Mesías, una idea de cómo debía actuar el Rey
prometido por los profetas y esperado por tanto tiempo. No es de extrañar que, pocos días
después, la muchedumbre de Jerusalén, en vez de aclamar a Jesús, gritaran a Pilato:
«¡Crucifícalo!». Y que los mismos discípulos, como también otros que le habían visto y oído,
permanecieran mudos y desconcertados. En efecto, la mayor parte estaban desilusionados
por el modo en que Jesús había decidido presentarse como Mesías y Rey de Israel. Este es
precisamente el núcleo de la fiesta de hoy también para nosotros. ¿Quién es para nosotros
Jesús de Nazaret? ¿Qué idea tenemos del Mesías, qué idea tenemos de Dios? Esta es una
cuestión crucial que no podemos eludir, sobre todo en esta semana en la que estamos
llamados a seguir a nuestro Rey, que elige como trono la cruz; estamos llamados a seguir a
un Mesías que no nos asegura una felicidad terrena fácil, sino la felicidad del cielo, la eterna
bienaventuranza de Dios. Ahora, hemos de preguntarnos: ¿Cuáles son nuestras verdaderas
expectativas? ¿Cuáles son los deseos más profundos que nos han traído hoy aquí para
celebrar el Domingo de Ramos e iniciar la Semana Santa?
Queridos hermanos y hermanas, que reinen particularmente en este día dos sentimientos: la
alabanza, como hicieron aquellos que acogieron a Jesús en Jerusalén con su «hosanna»; y el
agradecimiento, porque en esta Semana Santa el Señor Jesús renovará el don más grande
que se puede imaginar, nos entregará su vida, su cuerpo y su sangre, su amor. Pero a un don
tan grande debemos corresponder de modo adecuado, o sea, con el don de nosotros
mismos, de nuestro tiempo, de nuestra oración, de nuestro estar en comunión profunda de
amor con Cristo que sufre, muere y resucita por nosotros. Los antiguos Padres de la Iglesia han
visto un símbolo de todo esto en el gesto de la gente que seguía a Jesús en su ingreso a
Jerusalén, el gesto de tender los mantos delante del Señor. Ante Cristo – decían los Padres –,
debemos deponer nuestra vida, nuestra persona, en actitud de gratitud y adoración.
ACTIVIDAD EXTRA
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ORACIÓN INICIAL
Gracias Señor por haberte quedado para siempre con nosotros en
el sacramento de la Eucaristía, porque estás presente en el pan y
en el vino que compartimos en cada misa. Gracias también por
enseñarnos que debemos estar siempre al servicio de los demás,
especialmente de los más pobres y necesitados.
En un lugar adecuado Amén
de la casa, reúne a la
familia para que
juntos puedan
LECTURA BÍBLICA
compartir este
momento de Evangelio según San Juan 13,1-15
catequesis. Además,
prepara un pequeño Seguir el texto bíblico con este video
altar donde puedas
https://www.youtube.com/watch?v=ToCprojq6kI
colocar la Biblia y un
cirio o una vela
encendida. Delante de
la Biblia puedes
colocar una pequeña
REFLEXIONEMOS EN FAMILIA
canasta con un poco
de pan para que lo
4. ¿Qué fiesta están celebrando Jesús y sus discípulos?
compartan en familia
al final del encuentro. 5. ¿Qué hizo Jesús en el transcurso de la cena?
Recuerda que este
momento de 6. ¿Cuál fue la reacción de Pedro frente a lo que hacía Jesús?
catequesis es muy
importante y debes 7. ¿Qué pidió Jesús a sus discípulos?
hacerlo con devoción 9
y mucho respeto.
APRENDAMOS EN FAMILIA
ACTIVIDAD
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COMPROMISO
Jesús nos ha enseñado la importancia de ayudar y servir a los demás ¿Con qué actividad te
comprometes a ayudar a tus padres en estos días de convivencia familiar?
ORACIÓN FINAL
Se ponen de pie y en familia recitan juntos esta oración
Escuchemos lo que hizo Jesús. Es interesante. El Evangelio dice: “Sabiendo Jesús que el Padre
lo había dejado todo en sus manos”, es decir, Jesús tenía todo el poder, todo. Y luego,
empieza a lavarles los pies. Era algo que hacían los esclavos en aquellos tiempos porque no
había asfalto en las calles y la gente, cuando llegaba tenía polvo en los pies; cuando se
llegaba a una casa de visita o para almorzar, había esclavos que lavaban los pies. Y Jesús
hace este gesto: lava los pies. Hace un gesto de esclavo: Él, que tenía todo el poder, Él, que
era el Señor, hace el gesto de esclavo. Y luego aconseja a todos: “Haced este gesto también
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entre vosotros”. En otras palabras, servíos unos a otros, sed hermanos en el servicio, no en la
ambición, como alguien que domina al otro o que pisotea al otro no, sed hermanos en el
servicio. ¿Necesitas algo, un servicio? Te lo hago yo. Esto es fraternidad. La fraternidad es
humilde, siempre: está al servicio. Y yo haré este gesto: la Iglesia quiere que el Obispo lo haga
todos los años, una vez al año, al menos el Jueves Santo, para imitar el gesto de Jesús y
también para dar buen ejemplo incluso a sí mismo, porque el obispo no es el más importante,
pero debe ser el que más sirve. Y cada uno de nosotros debe ser el servidor de los demás.
Esta es la regla de Jesús y la regla del Evangelio: la regla del servicio, no del dominio, de hacer
el mal, de humillar a otros. ¡Servicio! Una vez, cuando los apóstoles discutían entre ellos sobre
“quién es más importante entre nosotros”, Jesús tomó a un niño y dijo: “El niño”. Si vuestro
corazón no es el corazón de un niño, no seréis mis discípulos”. Corazón de niño, sencillo,
humilde, pero servidor. Y añade algo interesante que podemos vincular con este gesto de
hoy. Dice: “Tened cuidado: los líderes de las naciones dominan, pero entre vosotros no debe
ser así. El más grande debe servir al más pequeño. El que se siente más grande debe ser
servidor”. También todos nosotros debemos ser servidores. Es cierto que en la vida hay
problemas: discutimos entre nosotros... pero esto debe ser algo que pase, algo pasajero,
porque en nuestros corazones siempre debe haber para servir al otro, para estar al servicio
de los otros.
610 Jesús expresó de forma suprema la ofrenda libre de sí mismo en la cena tomada con los
doce Apóstoles (cf Mt 26, 20), en "la noche en que fue entregado" (1 Co 11, 23). En la víspera
de su Pasión, estando todavía libre, Jesús hizo de esta última Cena con sus Apóstoles el
memorial de su ofrenda voluntaria al Padre (cf. 1 Co 5, 7), por la salvación de los hombres:
"Este es mi Cuerpo que va a ser entregado por vosotros" (Lc 22, 19). "Esta es mi sangre de la
Alianza que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados" (Mt 26, 28).
611 La Eucaristía que instituyó en este momento será el "memorial" (1 Co 11, 25) de su
sacrificio. Jesús incluye a los Apóstoles en su propia ofrenda y les manda perpetuarla
(cf. Lc 22, 19). Así Jesús instituye a sus apóstoles sacerdotes de la Nueva Alianza: "Por ellos me
consagro a mí mismo para que ellos sean también consagrados en la verdad" (Jn 17, 19; cf.
Concilio de Trento: DS, 1752; 1764).
ACTIVIDAD EXTRA
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OBJETIVO
ORACIÓN INICIAL
Señor Jesús, Tú me conoces y me quieres,
entregaste tu vida por mí y por todas las personas,
perdóname porque muchas veces no hago tu voluntad
Amén
LECTURA BÍBLICA
Evangelio según San Juan 18,1-19,42
Para compartir este
momento de Seguir el texto bíblico con este video
catequesis, prepara
un altar con la Biblia,
https://www.youtube.com/watch?v=71D4BLzRyBE
un crucifijo y un cirio
o una vela encendida.
Recuerda que este
CONVERSEMOS EN FAMILIA
momento de
catequesis es muy 8. ¿Quiénes eran Anás y Caifás, y qué hicieron con Jesús?
importante y debes
9. ¿Cuántas veces negó Pedro a Jesús?
hacerlo con devoción
y mucho respeto. 10. ¿Quién era Pilato y qué hizo con Jesús?
11. ¿Qué estaba escrito en el letrero puesto en la cruz de Jesús?
12. ¿Quiénes estaban junto a la cruz de Jesús?
13. ¿Qué dijo Jesús a su madre y al discípulo que tanto quería?
14. ¿Qué hicieron los soldados cuando murió Jesús?
15. ¿Qué brotó del costado traspasado de Jesús? 13
APRENDAMOS EN FAMILIA
ACTIVIDAD
14
COMPROMISO
Jesús murió en la cruz porque nos ama y porque quiere que dejemos atrás nuestras malas
acciones y vivamos una vida nueva junto a Él. ¿Qué actitud, que no va conforme a la
voluntad de Dios, quisieras dejar atrás?
ORACIÓN FINAL
Se ponen de pie y en familia recitan juntos esta oración
La cruz es el paso obligatorio, pero no es la meta, es un paso: la meta es la gloria, como nos
muestra la Pascua. Y aquí nos ayuda otra imagen bellísima, que Jesús ha dejado a los
discípulos durante la Última Cena. Dice: «La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia
porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que
siente al ver que ha venido un hombre al mundo» (Jn 16,21). Es esto: donar la vida, no
poseerla. Y esto es aquello que hacen las mamás: dan otra vida, sufren, pero luego son
felices, gozosas porque han dado otra vida. Da alegría; el amor da a la luz la vida y da incluso
sentido al dolor. El amor es el motor que hace ir adelante nuestra esperanza. Lo repito: el
amor es el motor que hace ir adelante nuestra esperanza. Y cada uno de nosotros puede
preguntarse: ¿Amo? ¿He aprendido a amar? ¿Aprendo todos los días a amar más?, porque
el amor es el motor que hace ir adelante nuestra esperanza.
617 Sua sanctissima passione in ligno crucis nobis justificationem meruit ("Por su sacratísima
pasión en el madero de la cruz nos mereció la justificación"), enseña el Concilio de Trento (DS,
1529) subrayando el carácter único del sacrificio de Cristo como "causa de salvación eterna"
(Hb 5, 9). Y la Iglesia venera la Cruz cantando: O crux, ave, spes unica ("Salve, oh cruz, única
esperanza"; Añadidura litúrgica al himno "Vexilla Regis": Liturgia de las Horas
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En verdad ha resucitado
el Señor, Aleluya
OBJETIVO
ORACIÓN INICIAL
“De repente Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron, le abrazaron los
pies y lo adoraron. Entonces les dijo Jesús: No tengan miedo”
1.- ¿Cómo hemos celebrado los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, en
estos días santos?
2.- ¿Qué sentimientos hemos experimentado al ver a nuestro país enfrentando esta crisis
de salud?
3.- ¿Crees que Jesús puede darnos una luz de esperanza en estos tiempos difíciles con la
alegría de su resurrección?
ACTIVIDAD
18
COMPROMISO
Sabiendo que Jesús ha vencido las tinieblas y nos alegra con el gozo de la resurrección, ¿Con
qué actitud me comprometo a vivir los siguientes días?
ORACIÓN FINAL
Se ponen de pie y en familia recitan juntos esta oración
638 "Os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres Dios la ha
cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús (Hch 13, 32-33). La Resurrección de Jesús
es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad
cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición, establecida
en los documentos del Nuevo Testamento, predicada como parte esencial del Misterio
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Pascual al mismo tiempo que la Cruz: Cristo ha resucitado de los muertos, con su muerte ha
vencido a la muerte. Y a los muertos ha dado la vida.
El sepulcro vacío
640 "¿Por qué buscar entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado" (Lc 24, 5-6).
En el marco de los acontecimientos de Pascua, el primer elemento que se encuentra es el
sepulcro vacío. No es en sí una prueba directa. La ausencia del cuerpo de Cristo en el
sepulcro podría explicarse de otro modo (cf. Jn 20,13; Mt 28, 11-15). A pesar de eso, el
sepulcro vacío ha constituido para todos, un signo esencial. Su descubrimiento por los
discípulos fue el primer paso para el reconocimiento del hecho de la Resurrección. Es el caso,
en primer lugar, de las santas mujeres (cf. Lc 24, 3. 22- 23), después de Pedro (cf. Lc 24, 12). "El
discípulo que Jesús amaba" (Jn 20, 2) afirma que, al entrar en el sepulcro vacío y al descubrir
"las vendas en el suelo"(Jn 20, 6) "vio y creyó" (Jn 20, 8). Eso supone que constató en el estado
del sepulcro vacío (cf. Jn 20, 5-7) que la ausencia del cuerpo de Jesús no había podido ser
obra humana y que Jesús no había vuelto simplemente a una vida terrenal como había sido
el caso de Lázaro (cf. Jn 11, 44).
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