Caso Atala Riffo y Niñas
Caso Atala Riffo y Niñas
Caso Atala Riffo y Niñas
Chile”.
A mi juicio, la sentencia Atala es una magnífica sentencia, tanto por el fallo que
alcanza como, sobre todo, por la argumentación que emplea. La cuestión más
interesante que se puede plantear a partir de ella es si estamos en presencia
de una decisión judicial que simplemente resuelve un asunto de un modo más
o menos correcto, o si va más allá, estableciendo ciertos criterios que podrán
servir de parámetro interpretativo en el futuro cuando se presenten ante la
Corte otros conflictos en este campo. Desde mi punto de vista, la sentencia
Atala ofrece un marco exegético muy claro y potente en defensa de la igualdad
de las personas homosexuales y bisexuales que permite pronosticar con
bastante seguridad cuál podrá ser su jurisprudencia futura. Es, en ese sentido,
una sentencia clave, un leading case
La Corte observó que al ser, en abstracto, el “interés superior del niño” un fin
legítimo, la sola referencia al mismo sin probar, en concreto, los riesgos o
daños que podrían conllevar la orientación sexual de la madre para las niñas,
no puede servir de medida idónea para la restricción de un derecho protegido
como el de poder ejercer todos los derechos humanos sin discriminación
alguna por la orientación sexual de la persona.
Por otra parte, con relación al derecho a la vida familiar, la Corte observó que
desde noviembre de 2002 hasta la decisión de tuición provisoria -en mayo de
2003- existía un vínculo cercano entre la señora Atala, la señora De Ramón, el
hijo mayor de la señora Atala y las tres niñas. Por tanto, a juicio de la Corte, se
había constituido un núcleo familiar que, al serlo, estaba protegido por los
artículos 11.2 y 17.1 de la Convención, pues existía una convivencia, un
contacto frecuente, y una cercanía personal y afectiva entre la señora Atala, su
pareja, su hijo mayor y las tres niñas. En tal sentido, la Corte concluyó que los
fundamentos presentados por los tribunales chilenos en la decisión de tuición
provisoria constituyeron una medida inidónea para proteger el interés superior
del niño, lo cual tuvo además como resultado la separación de la familia
constituida por la madre, su pareja y las niñas. Ello significó -a juicio de la
Corte- una interferencia arbitraria en el derecho a la vida privada y familiar.
En lo que respecta al proceso de tuición y las garantías judiciales y protección
judicial, la Corte verificó que en el proceso en cuestión no se aportaron
elementos probatorios y convincentes que permitieran desvirtuar la presunción
de imparcialidad subjetiva y objetiva de los jueces en la sentencia de la Corte
Suprema (recurso de queja). En opinión de la Corte, una interpretación de las
normas del Código Civil chileno en forma contraria a la Convención Americana
en materia del ejercicio de la custodia de menores de edad por una persona
homosexual no es suficiente, en sí misma, para declarar una falta a la
imparcialidad objetiva. En consecuencia, la Corte consideró que el Estado no
violó las garantías judiciales reconocidas en el artículo 8.1 de la Convención.
Sin embargo, la Corte verificó que la Corte Suprema de Justicia no explicó en
su sentencia cómo evaluó o tomó en cuenta las declaraciones y preferencias
hechas por las menores de edad que constaban en el expediente.
REPARACIONES
RELACIONADO
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Consideraciones
En relación al interés superior del niño la Corte señala que el objetivo general
del principio es, en sí mismo, un fin legítimo y es, además, imperioso; y, reitera
que este principio se funda en la dignidad misma del ser humano, en las
características propias de los niños y las niñas, y en la necesidad de propiciar
el desarrollo de éstos. Igualmente, la Corte constata que la determinación del
interés superior del niño, en casos de cuidado y custodia de menores de edad
se debe hacer a partir de la evaluación de los comportamientos parentales
específicos y su impacto negativo en el bienestar y desarrollo del niño según el
Por otro lado, la Corte concluye que la Corte Suprema de Justicia no cumplió
con los requisitos de un test estricto de análisis y sustentación de un daño
concreto y específico supuestamente sufrido por las niñas a causa de la
convivencia de su madre con una pareja del mismo sexo. Adicionalmente, el
Tribunal considera que, en el caso concreto, el hecho devivir con su madre y su
pareja no privaba a las niñas del rol paterno, por cuanto el objeto del proceso
de tuición no implicaba que el padre hubiera perdido el contacto con ellas;
además que, la Corte considera que exigirle a la madre que condicionara sus
opciones de vida implica utilizar una concepción “tradicional” sobre el rol social
de las mujeres como madres, según la cual se espera que las mujeres lleven la
responsabilidad principal en la crianza de sus hijos e hijas y que en pos de esto
hubiera debido privilegiar la crianza de los niños yniñas renunciando a un
aspecto esencial de su identidad.
- El Estado debe pagar las cantidades de US$ 10.000 por concepto de los
gastos ya realizados por atención médica y psicológica; US$ 20.000 para la
señora Atala y de US$ 10.000 para cada una de las niñas M., V. y R. por
concepto de indemnización por daño inmaterial; y, US$12.000 a la víctima, por
concepto de costas y gastos.
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_