Apuntes SU 159 de 2002

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SU – 159/2002.

La Corte Constitucional resuelve en este caso el recurso de tutela de un ex


ministro condenado por la Corte Suprema de Justicia por el delito de interés ilícito
en la celebración de contratos (artículo 145, Decreto 100 de 1980).
La noticia criminis fue una publicación en la revista SEMANA de una conversación
entre dos ministros del gobierno en la que negociaban la adjudicación de unas
emisoras radiales. De acuerdo con la Corte Constitucional, tanto la Fiscalía como
la Corte Suprema de Justicia aplicaron correctamente la regla de exclusión de la
conversación ilícitamente obtenida. Sin embargo, de esta conversación surgieron
otras pruebas como declaraciones de los ministros a los medios, comunicados,
testimonios de sus secretarias, entre otros, que bien podrían considerarse pruebas
derivadas de la prueba ilícita, pero como elemento a resaltar del análisis que se
hace en la sentencia a partir del derecho comparado, la Corte menciona las
diferentes excepciones que ha construido la jurisprudencia de la Corte Suprema
de EE.UU.: la doctrina de la atenuación, la doctrina de la fuente independiente, la
doctrina del descubrimiento inevitable y la doctrina del acto de voluntad libre.
Es precisamente en estas excepciones en que se basa la Corte para resolver el
caso concreto, indicando que la prueba de la interceptación ilegal fue
correctamente excluida del proceso por parte de la Fiscalía y la Corte Suprema de
Justicia; sin embargo, las pruebas subsistentes y que de alguna forma tuvieron
una relación de causalidad con la originaria –ilícita son aceptadas en el proceso,
argumentando o que se trata de pruebas independientes, o con un vínculo
atenuado o irrelevante, o que fueron obtenidas en un acto de voluntad libre. “En
consecuencia, en concepto de esta Corporación no es atendible la tesis del
tutelante en el sentido de que las pruebas que sirvieran de fundamento a las
decisiones judiciales, ahora impugnadas por vía de la acción de tutela, estuvieran
viciadas por derivarse de la grabación ilícita tantas veces referida.
Como anteriormente se ha mostrado, se trató de pruebas separadas e
independientes cuyo vínculo con la grabación se revela o bien inexistente, o bien
roto por la ocurrencia de decisiones libres o hechos autónomos, o bien muy tenue
y lejano. Además, como se demostró, las pruebas impugnadas como derivadas no
lo fueron realmente y tampoco fueron determinantes para fundar la resolución de
acusación o la sentencia condenatoria, lo cual lleva inevitablemente a la
conclusión de que ni la Fiscalía General ni la Sala Penal de la Corte Suprema de
Justicia incurrieron en vías de hecho por defecto factico” (SU-159/2002).

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